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Las personas piensan la tecnología de forma lineal, no exponencial. Hay que pensar
exponencialmente el futuro del de nuestras organizaciones y estrategias para poder entrar en
el mundo de la transformación tecnológica y ser competitivos y eficientes. Pensar de esta
manera, implica aceptar que, en primera instancia, la curva de crecimiento se verá estancada,
lo que conoceremos como un periodo de decepción, pero que rápidamente tenderá a subir.
2. Se pasó del teléfono analógico a la digital, lo que también causó decepción en primera
instancia para algunas personas. Eso mismo se desmaterializó, cómo, por ejemplo, con
WhatsApp. A su vez, hubo una desmonetización y un conflicto para las empresas
vendedoras de teléfonos.
Este proceso de disrupción tiene seis D, que hacen que todas estas tecnologías que son de
base digital vayan creciendo exponencialmente y vayan irrumpiendo mercados:
Digitalización
Decepción
Desmaterialización
Democratización
Desmonetización
Disrupción
Por lo tanto, la transformación digital desde el punto de vista de las organizaciones es una
ocasión de disrumpir, no de hacer algo un poquito mejor, sino completamente distinto, que
multiplique el negocio por diez.
Otro ejemplo, en el año 2013, unos científicos crearon una hamburguesa que costaba
U$s250000 por el hecho de estar compuesta por fibras animales, pero sin matar a ninguno de
ellos. La tecnología llego a lograr esto, pero no fue un producto competitivo. De igual manera,
en el año 2019, el precio de ese producto bajó a U$s200 y se espera que en unos años entre en
el mercado, volviéndose competitiva y desafíe al mercado agrícola.
Otro factor: generación Millennials. Los padres de esta generación se criaron con muchos
hermanos, con un padre trabajador y una madre en la casa. Cuando estos tuvieron hijos, el
escenario no fue el mismo, por lo que también cambio la forma de crianza. Esto causó que la
nueva generación se vuelva más protagonista, más exigente y con expectativas más altas.
La sociedad cambio; hay un nuevo cliente, ciudadano, trabajador, con un nivel de expectativas
y exigencia muy alto. Muchas empresas son capaces de cumplir con estas expectativas porque
utilizan las capacidades tecnológicas. Y ahí es donde surge la necesidad de la transformación
digital: nuevas posibilidades y un cliente exigente.
Nuevos paradigmas organizacionales:
Hay muchas empresas cerradas que no quieren ver esta curva exponencial de la
transformación tecnológica, por lo que prefieren jugar con sus propias reglas, sin tener en
cuenta que el mundo esta en constante cambio. Lo más probable es que muchas otras
empresas cambien las reglas del juego, siendo este un cambio de paradigma organizacional
importante.
También, la idea de que el negocio define a la organización quedó atrás: ¨Si yo me dedico a
fabricar autos, mi organización tiene que estar supeditada a ese negocio¨. Este paradigma está
cambiando: las nuevas empresas están generando ecosistemas de organizaciones que
desarrollan negocios, están invirtiendo, ponen la organización por delante del negocio ya que
la organización crea negocios. Ejemplos de esto son Google y Amazon, que abrieron su abanico
de posibilidades y cada vez brindas mas variedad de servicios de distintos tipos.
Que la organización pueda generar nuevos negocios quiere decir que tiene una capacidad
adaptativa alta, esto quiere decir, que está continuamente en un proceso de adaptación y de
cambio, debido a que el mundo en sí es incierto y cambiante.
El foco de la gerencia tiene que ser tener organizaciones capaces de generar negocios, pero
¿cómo lo hacemos? Estrategias:
Estas tres estrategias No son incompatibles entre sí, pero hay que elegir lo que queremos
hacer.
1. Propósito: Para qué hacemos lo que hacemos, para qué existe tu empresa, cuál es el
sentido de tu organización, que es lo que te hace único.
2. Estrategia: Definir alguna de las tres estrategias descriptas anteriormente. Hay que
tomar conciencia, no quedarnos en la digitalización y pensar que estamos haciendo
transformación digital.
3. Estructura organizacional: preguntarnos dónde va a estar aplicada la estrategia. Tiene
que ver con la tecnología y los procesos.
4. Cultura organizacional digital: Es la que permite desarrollar el propósito de la
estrategia. Es importante tener una visión que tenga al cliente al centro (en qué
medida en esta organización las personas actúan con el objetivo de agregarle valor al
cliente), una cultura con agilidad (en qué medida en esta organización las personas
actúan proactivamente, se adaptan y dan respuesta rápida y adecuada a cambios en el
entorno), experimentación (en qué medida en esta organización se promueven nuevas
ideas, se prueban y aprenden de ellas), de Integración (en qué medida en esta
organización se fomenta la colaboración para lograr sinergias) y, por último, data
centrismo (en qué medida la organización basa sus decisiones en datos, por sobre la
costumbre, las intuiciones, los supuestos y los impulsos).
5. Talento: es importante que los integrantes de las organizaciones sean capaces de
llevar a cabo procesos tan importantes y de tal magnitud.
La digitalización es algo sencillo: voy a las áreas e instalo dentro de ellas tecnología. En cambio,
la transformación digital incremental es un poco más compleja ya que se espera que la cultura
digital de la organización empiece a generar un cambio en alguna parte de la organización y
ese cambio vaya desarrollándose.