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Nuevos materialismos
Página 05 Jaron Rowan
Diseño y materialismo: hacia materias salvajes
Irene Lapuente
La Mandarina de Newton
Josep Martí
Institució Milà i Fontanals
(CSIC)
“Living creatures, according to this
stance, are in no way ‘better’ than
rocks. Indeed, in a nonlinear world
in which the same basic processes
of self-organization take place in
the mineral, organic and cultural
spheres, perhaps rocks hold some
of the keys to understand sedimen-
tary humanity, igneous humanity
and all their mixtures.”
Manuel DeLanda,
«The Geology of Morals»
«El sustrato mágico formaba parte
de una concepción animista de la
naturaleza que no admitía ningu-
na separación entre la materia y el
espíritu y de este modo imaginaba
el cosmos como un organismo vi-
viente, poblado de fuerzas ocultas,
en el cual cada elemento estaba en
relación “favorable” con el resto.»
Silvia Federici, Calibán y la bruja
De esta manera, Kiko Veneno nos brinda una introducción a los nuevos
materialismos, una esfera de pensamiento que, cuatro años más tarde, ya se
imaginaba Manuel DeLanda cuando, en un artículo titulado «The Geolo-
gy of Morals: A Neo-Materialist Interpretation», apuntaba la necesidad de
establecer «una filosofía de corte materialista en la que la materia-energía
en estado salvaje, mediante una variedad de procesos de autoorganización
y un intenso poder de morfogénesis, genera todas las estructuras que nos
rodean» (DeLanda, 1996). Estos «nuevos materialismos» no tardaron en
convertirse en una disciplina académica que Reichert y Richterich definen
como ese pensamiento que está «concernido por las cosas y sus haceres»
(Reichert y Richterich, 2015). Jussi Parikka lleva esta idea incluso un poco
más lejos y establece una suerte de agenda para los nuevos materialismos
y nos advierte que «es necesario elaborar formas para entender cómo la
percepción, la acción, la política, los significados (e incluso los no-signifi-
cados) están incrustados no solo en los cuerpos humanos y animales, sino
en cosas que pueden ser más efímeras y menos sólidas, pero igualmente
reales. Esas materialidades raras que no se doblegan necesariamente ante
los ojos y los oídos humanos no constituyen solamente objetos palpables,
sino que incluyen modulaciones eléctricas, magnéticas y de otras energías,
en las que el poder se encuentra incrustado» (Parikka, 2012: 96). Podemos
Una visión materialista del diseño debería implicar poder elaborar teo-
rías de los objetos en transición. Una teoría de estados. Lo ha visto bien
Manuel DeLanda en Mil años de historia no lineal, un relato de corte
materialista en el que usa la geología como base para entender los procesos
y las transiciones históricas. Capas. Fusiones. Rupturas. Devenires incier-
tos, cambios de fase activados por diferenciales de presión, oscilaciones
térmicas. DeLanda expone que «lo que es verdad para los sistemas físicos
afecta de forma mucho más clara a los sistemas biológicos. Los atractores
y las bifurcaciones son característicos de cualquier sistema cuyas dinámi-
cas están lejos del equilibrio y responden a dinámicas no lineales, es decir,
a sistemas en los que se dan fuertes interacciones mutuas (o feedback)
entre los diferentes componentes» (DeLanda, 1997: 14). Las expectativas
humanas son lineales; son a corto plazo. Apenas podemos concebir cómo
puede ser el mundo dentro de un par de generaciones. Ballard dio en el
clavo en su relato «El mensaje de Marte», en el cual, a medida que avanza
el tiempo, los seres humanos pierden la capacidad para vincularse con una
tecnología que los va a sobrevivir. Los tiempos de los materiales escapan
a estos criterios. Nuestro deseo se vuelve moralina. Convertimos nuestras
expectativas en certificaciones, en valoraciones.
Entender cómo nacen las cosas, cómo se transforman o cómo nos trans-
formamos con ellas estuvo en el centro del trabajo del filósofo francés
Gilbert Simondon. Este pensador, que nos abruma con la infinidad de
palabras que acuñó para describir los procesos que permiten que las cosas
sean como nos las encontramos, nos puede dar importantes claves para
entender la relevancia de ciertos materialismos para comprender cómo
nacen las cosas, un tema importante para los estudios de diseño, como
ya nos dejó claro Bruno Munari (2000). Para Simondon es importan-
te entender los diferentes órdenes en los que acontecen las cosas: «Una
planta, por ejemplo, establece una comunicación entre un orden cósmico
(ese orden al que pertenece la energía de la luz) y un orden intramole-
cular (el de las sales minerales, el oxígeno, etcétera» (Combes, 2013: 4).
Es importante comprender las tensiones que se generan entre estas dos
realidades para comprender cómo una planta se «individualiza», es decir,
cómo adquiere una forma específica. Ninguna forma individual «puede
existir sin el medio con el que se complementa y que a su vez surge del
proceso de individuación» (Combes, 2013: 4). Por consiguiente, cualquier
individuo —y esto puede referirse a un ser humano o a un objeto no-hu-
mano, indistintamente— ha de entenderse como un campo de tensiones
Abrahamsson, S., Bertoni, F., Mol, A., Martín, R., 2015. Living with
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Munari, B., 2000. ¿Cómo nacen los objetos? Barcelona: Gustavo Gili.
20
hacking con personas en situación de calle en Santiago de Chile, el trabajo
propone una conceptualización alternativa de la noción de urbanismo smart:
en lugar de entender la ciudad como una entidad comercial que requiere
más «inteligencia», mostramos que lo urbano aparece como un lugar pobla-
do de formas heterogéneas de inteligencias y competencias movilizadas por
los propios afectados, invitando a pensar en el diseño urbano a partir de las
prácticas temporales y situadas de los sujetos. Por último y en continuidad
con ciertas perspectivas contemporáneas sobre el diseño especulativo y sobre
cómo la materialidad participa de lo político, el artículo pretende explorar un
Inmaterial 01. Ecologías urbanas temporales: del diseño inteligente al diseño especulativo 21
A continuación se propone abordar un caso realizado en el marco del taller
Urban Hacking de la Escuela de Diseño de la Pontificia Universidad Ca-
tólica de Chile, con el fin de explorar formas alternativas de intervención e
inteligencia. Usamos una definición expresamente amplia del concepto de
hackeo urbano, entendido como una forma de exploración y especulación
de las funcionalidades, las propiedades y las cualidades socio-materiales
que presentan determinados espacios, objetos o situaciones urbanas. A
través de este análisis, se trata de reflexionar sobre las posibilidades del
diseño en la intervención de los problemas urbanos, enfatizando específi-
camente sus capacidades para generar espacios de crítica e involucramien-
to. De este modo y en continuidad con ciertas preocupaciones contem-
poráneas con respecto a cómo participa el diseño en la construcción de
públicos (Laurent y Tironi, 2015; Le Dantec y DiSalvo, 2013; Marres,
2011; Lezaun y Marres, 2011; Rubio y Fogué, 2015), este caso muestra
cómo ciertas materialidades adquieren capacidades políticas, especificando
formas inesperadas de participación. Asimismo, nos permitirá ahondar
en las potencialidades especulativas e indagativas del diseño (DiSalvo,
2012; Michael, 2012), revelando modos de intervención y activación en los
cuales los conflictos y los modos de hacer ciudad son rediseñados, social y
materialmente, a partir de las competencias y los recursos situados con los
que cuentan los propios individuos.
Inmaterial 01. Ecologías urbanas temporales: del diseño inteligente al diseño especulativo 23
fano, el consumidor y el productor, lo privado y el procomún, lo político
y lo subpolítico1. Aunque existen diversos términos para referirse a estas 1
Las iniciativas de recuperación
de áreas verdes, los talleres de
prácticas emergentes —urbanismo de código abierto, do it yourself urba- reparación de objetos en mal
nism, smart citizens, urbanismo participativo, urbanismo táctico, urbanism estado, los huertos urbanos,
P2P, prototype urbanism, etcétera—, el denominador común es que se trata las casas okupas, los colectivos
de defensa del patrimonio y el
de experiencias en las cuales los ciudadanos intervienen, social y material- medio ambiente, los defensores
mente, en la configuración de su propio entorno. del derecho a caminar, entre
otros, serían ejemplos de pro-
cesos autónomos de urbanismo
Algunos autores (Douglas, 2014; Finn, 2014), en un esfuerzo por integrar ciudadano.
las características de este urbanismo abierto, sugieren conceptualizarlo
bajo el movimiento do-it-yourself (DIY). Asociándolo con el situacionismo
de Guy Debord y las críticas que esta escena realiza al urbanismo funcio-
nal y rígido, estos autores argumentan que en estas manifestaciones hay un
ímpetu que combina lo lúdico con lo subversivo, donde la imaginación y
las acciones creativas son constitutivas de la manera de concebir el rol de
la ciudadanía en el desarrollo de la ciudad. Es más, Douglas (2014) trata
de contextualizar este fenómeno y plantea que el DIY urbanism se puede
comprender como una reacción y al mismo tiempo un producto de las
lógicas de neoliberalización del espacio urbano, asociadas a procesos de
reducción de la inversión estatal, mercantilización, gentrificación e intensi-
ficación de las desigualdades urbanas (Douglas, 2014: 10).
Finn (2014) sugiere que una de las características principales del urba-
nismo DIY consiste en ser colectivos que no poseen barreras de entradas
específicas ni destinatarios determinados, sino que, más bien, se van cons-
truyendo en base a los problemas y las operaciones temporales que llevan a
cabo los actores y que, por lo general, no están dentro de las prioridades de
las estructuras formales de poder. En este sentido, sostiene que constituyen
una metodología ligera y poco costosa de hacer ciudad, que se contrapone
a la planificación burocrática y poco flexible y se despliega como solucio-
nes lúdicas (no necesariamente funcionales), temporales (no necesaria-
mente definitivas) y creativas.
Inmaterial 01. Ecologías urbanas temporales: del diseño inteligente al diseño especulativo 25
Por su parte, Alberto Corsín Jiménez (2013) sitúa la práctica del prototipo
más allá de una concepción de herramienta para probar productos y des-
taca una vocación política y urbana asociada a su carácter experimental y
recursivo. Sostiene que lo urbano habitado como prototipo es «un lenguaje
de referencia para una nueva conciencia tecnopolítica de los oficios, las
habilidades y la autoorganización comunal. Las cualidades experimen-
tales y abiertas de los prototipos se han convertido en un nuevo sustrato
para las recientes experiencias y procesos de democratización cultural
(Corsín Jiménez, 2013: 382). En esta misma línea, otro texto abocado a
la misma problemática (Corsín Jiménez, 2014) argumenta que la noción
de prototipo permite concebir la ciudad y las infraestructuras como una
ecología en beta, esto es, objetos y relaciones sociales que permanecen en
mutua suspensión, redefiniendo constantemente su propio estado y su ser
infraestructural. Según esta conceptualización, las cualidades del prototi-
pado y, por extensión, de las ecologías urbanas en beta se entienden como
«more than many and less than one» (p. 383), porque nunca se estabilizan
y cristalizan por completo (menos de uno) y al mismo tiempo siempre
ofrecen nuevas posibilidades de rediseño (más que muchos). Este modo
de ser y hacer de los prototipos permite pensar la ciudad de forma abierta
y eventual, efímera y contingente, siempre permeable a nuevos arreglos y a
reestructuraciones sociotécnicas.
Desde este punto de vista, el foco no está puesto en producir usuarios compa-
tibles, sino comportamientos y controversias que generen nuevos escenarios,
buscando sensibilizar, provocar y ahondar en el sentido de las cosas (DiSalvo,
2012). Por consiguiente, se puede entender el diseño especulativo como un
medio para producir lenguajes y mundos posibles, para especular, política y
materialmente, sobre los modos en los que habitamos e interactuamos con el
mundo. La propuesta de DiSalvo sobre adversarial design consiste en utilizar
el diseño como un medio para crear espacios agonísticos que contribuyan a
profundizar la democracia, esto es, lugares de confrontación de la pluralidad
de puntos de vista y no solo de gestión de estos (DiSalvo, 2012).
Inmaterial 01. Ecologías urbanas temporales: del diseño inteligente al diseño especulativo 27
Vinculado a estas posibilidades especulativas del diseño, el trabajo de
Domínguez Rubio y Fogué (2015) es particularmente relevante para el
argumento de este artículo. Los autores distinguen dos propiedades entre-
lazadas del proceso de diseño que habitualmente se descuidan por la pre-
ponderancia de los enfoques funcionalistas (problem solving). La primera
tiene que ver con la capacidad de enfolding: el diseño tiene la habilidad de
articular diferentes relaciones y asociaciones que convergen en un objeto
determinado. El diseño sintetiza y encripta determinados ideales y regíme-
nes de acción y opera como un diagramador de proyectos político-morales
sobre los espacios o los comportamientos (Rubio y Fogué, 2015: 145)3 . 3
Uno de los ejemplos usados
por los autores para ilustrar
esta capacidad de enfolding es
La segunda capacidad es la de unfolding. Los autores se encargan de la de los topes reductores de
enfatizar que no se trata de lo contrario de enfolding, es decir, de revelar velocidad en las calles, utilizado
por Bruno Latour en uno
lo que había sido encapsulado o encriptado. Por el contrario, si la capaci- de sus libros para explicar su
dad de enfolding del diseño consiste en delegar versiones de lo político en concepto de mediación y caja
negra (1999). Estos dispositivos
diferentes entidades materiales, el trabajo de unfolding consiste en ampliar muestran la capacidad de enfol-
lo que se entiende por político, es decir, que aquí el diseño activa procesos ding, al materializar un proyecto
específico de moralidad y civili-
generativos e investigativos y permite el despliegue de nuevas posibili- dad en el espacio público.
dades, escenarios y exploraciones para constituir un cosmos cohabitado
(Rubio y Fogué, 2015: 148). El diseño no se remite solamente a la resolu-
ción de problemas, sino que también provoca especulaciones sobre posi-
bles devenires de lo político y levanta interrogantes e indagaciones sobre
las entidades, materialidades y agencias que podrían llegar a componer la
cosmopolítica, no entendiéndose este término como la posibilidad de un
mundo unificado, sino, por el contrario, la de un mundo abierto a múlti-
ples mundos posibles.
Esta agencia cosmopolítica del diseño puede tomar tres formas, según los
autores. En primer lugar, ensanchando y engrosando lo que se toma o se
vive como componentes políticos. Esto podría adoptar la forma, por ejem-
plo, de la object-oriented politics de Latour (2005), según la cual los objetos
pueden ser tramitadores y enactadores de lo político. Luego, los autores
distinguen una operación cosmopolítica en la posibilidad que brinda el
diseño de especular sobre otras formas posibles de ejecutar lo político. Para
ejemplificar esta capacidad, toman la intervención de urbanismo táctico
del colectivo Zuloark en El Campo de la Cebada, en Madrid. El devenir
político de la intervención no reside en el hecho de trasformar un espacio
abandonado en un lugar de encuentro, sino más bien en configurar
—a partir de un set de materiales flexibles, transitorios y móviles— un
lugar con una identidad maleable e indeterminada que permita reinventar
las formas de participación, habitabilidad e involucramiento emocional
con la ciudad. La tercera forma que adopta la vocación cosmopolítica del
Este artículo sigue la línea teórica de estos trabajos. Interesa mostrar que
las cosas y los diseños no solo participan como mediadores en la cons-
trucción de ciertos usuarios o públicos (Marres, 2011; Lezaun y Marres,
2011), sino que también precipitan el despliegue de competencias críticas
por parte de los públicos en cuestión. Los prototipos de visualización que
se abordan aquí agencian, progresivamente, formas de involucramiento y
crítica, articulando afectividades y disposiciones, controversias y conflictos.
En particular, se mostrará que la intervención en un problema urbano a
través de las herramientas y las materialidades del diseño posibilita y activa
las competencias críticas de las que disponen los actores (Boltanski y
Thévenot, 1991) y los transforma en codiseñadores y visualizadores de sus
propios problemas y esperanzas.
Inmaterial 01. Ecologías urbanas temporales: del diseño inteligente al diseño especulativo 29
patrimoniales de la capital (La Vega, Tirso de Molina, el cementerio
general, conventillos, etcétera), el barrio aparece como un microcosmos
de múltiples actores y tensiones urbanos, vinculados a la inmigración y la
gentrificación, el comercio informal y la integración social, entre otros.
así como sobre las razones que los llevan a tomar esta opción y los diversos 8
Hojman, García de la Huerta
efectos que tiene su presencia en el paisaje urbano. y Guevara (2015), Material del
trabajo. Taller Urban Hacking
UC
Tres son las constataciones que van a definir, en primera instancia, la natu-
raleza de la intervención. En primer lugar, la fuerte familiaridad que desa-
rrollan estas personas con su entorno social, que se traduce en que —para-
dójicamente, teniendo en cuenta que se las considera personas marginadas
o excluidas del sistema— suelen cumplir roles funcionales en el lugar en
el que se insertan y llegan a formar parte del ecosistema del barrio. Son
personas que participan en las dinámicas cotidianas y que generan lazos de
cercanía con comerciantes, transeúntes, perros vagabundos, inmobiliarios
urbanos y otros actores presentes. La segunda constatación tiene que ver
con la heterogeneidad biográfica de estas personas, que no responden a un
solo patrón ni perfil, sino a una diversidad de historias de vida que impo-
sibilita su encasillamiento en una categoría común («alcohólicos», «locos»,
«anómicos», etcétera). El equipo reconoció una pluralidad de formas de
vivir y de justificar la opción de vivir «sin hogar», diferentes modos de
afrontar una vida sin domicilio permanente, así como pasados biográficos
diversos, que van «desde catedráticos hasta analfabetos» (Hojman, García
de la Huerta y Guevara, 2015).
Inmaterial 01. Ecologías urbanas temporales: del diseño inteligente al diseño especulativo 31
Siguiendo esta pista certoniana (1980) en torno a la capacidad creativa
de las prácticas cotidianas, el equipo decide bautizar su proyecto con el
nombre de «Habitaciones afuera». La idea era mostrar cómo generan estos
sujetos actividades consideradas íntimas (dormir, comer, regalonear, beber,
vestirse, etcétera) en el espacio público del barrio de La Chimba, profa-
nando la frontera público/privado y haciendo emerger un espacio interme-
dio o fronterizo que combina cualidades del espacio común con caracterís-
ticas propias de los espacios íntimos. A través de las diferentes acciones y
actividades que realizan —marcan muros y superficies, recuperan objetos,
diseñan mesas y camas, redefinen simbólica y materialmente los lugares—,
estas personas van transformando el espacio, prueban y prototipan nuevas
posibilidades y otorgan significados de «habitabilidad doméstica» a rinco-
nes y lugares proyectados como simples lugares de paso.
Primer prototipo
Visualizar las habitaciones de otros
Inmaterial 01. Ecologías urbanas temporales: del diseño inteligente al diseño especulativo 33
(cocinar, dormir..), objetos (muebles, artefactos…) y espacios (cocina,
dormitorio, comedor) y de este modo fueron agudizando la operación
realizada por los propios residentes de descontextualizar y desdibujar las
fronteras entre lo público y lo privado. Como se muestra en la secuencia
de imágenes (imagen número 2), estas proyecciones se realizaron sobre
los espacios habitados por estas personas, en una operación plástica que
buscaba atestiguar la presencia de «habitaciones afuera». Se marca la presencia de una
habitación, con mesilla, cama
y lámpara, en el barrio de La
Chimba.
A pocos días de realizada la intervención, esta fue saboteada por los pro-
pios y supuestos destinatarios de la acción de diseño. Toda la escenografía
sigilosamente construida fue retirada, en un acto que podríamos conside-
rar de defensa de la «propiedad privada». «Esto no me presenta.» «¿Qué
están haciendo?» «Salgan de acá.» «Váyanse a hacer sus cosas a otro lado.»
Los habitantes de esos espacios marcados no solo se sintieron violentados
y trasgredidos en su intimidad, sino principalmente vieron en esos estam-
pados en los muros una forma de imposición de saberes y representacio-
nes. Si bien el equipo de diseñadores había logrado cierta cercanía con las
personas que habitaban esos espacios, esta no fue suficiente para evitar que
los residentes vieran en el prototipo una utilización y una manipulación de
su vida. Las visualizaciones en los muros mostraban imaginarios pensados
por otros (los diseñadores), es decir, una forma de representación que no
conseguía salir de la asimetría entre experto y no-experto. Los formatos de
colaboración inscritos en este primer prototipo mantenían una lógica top-
down, que convoca a los usuarios como simples verificadores.
Inmaterial 01. Ecologías urbanas temporales: del diseño inteligente al diseño especulativo 35
Este primer prototipo, en suma, introdujo una situación de legítima obje-
ción y dio lugar a formas de exploración y conocimiento, de explicitación
y problematización de las condiciones sobre las cuales se llevaba a cabo el
proyecto. En esta misma línea, Michael (2012) propone una idiotic metho-
dology, basada precisamente en las capacidades especulativas del diseño de
prototipos, en el cual la indagación se produce a partir de la provocación
de situaciones idiotas que permiten ampliar el rango de posibilidades,
significados y prácticas comprometidas en un determinado proceso.
Segundo prototipo
Reescribir y rediseñar su propia historia
Políticas de la intimidad
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Este es el caso de Antony, quien, por medio del involucramiento con la
visualización en los muros, fue elaborando un relato sobre su rutina más
íntima y sobre los aspectos que desearía poseer y desarrollar para que la
ejecución de esta intimidad fuera más plena. Luego de componer y diseñar
la figura de una casa, Antony explica, como un arquitecto frente a su obra:
«Acá está la casa; acá hay una mesa y tres sillas; afuera, en el patio, hay un
banco para sentarse: así me imagino las cosas».
Antony sentado debajo de su
visualización.
Inmaterial 01. Ecologías urbanas temporales: del diseño inteligente al diseño especulativo 39
de protocolos y saberes. En este sentido, los diseñadores se trasformaron
en un adversario productivo, puesto que lograron un involucramiento más
intenso por parte de los afectados, quienes se reapropiaron de los espacios
que habitan, desmontando o al menos haciendo porosa la separación entre
diseñador y no-diseñador.
En esta misma dirección y como prolongación del interés que han mos-
trado estos últimos años los STS por comprender la fuerza política que
portan los objetos y no solo los principios abstractos de esta actividad
(Latour y Weibel, 2005; Lezaun y Marres, 2011; Domínguez Rubio y
Fogué, 2015), este artículo ha mostrado que un prototipo, una interven-
ción urbana temporal, puede terminar convirtiéndose en un mediador para
el involucramiento y el despliegue de competencias críticas de los actores
involucrados. La intervención especulativa en el barrio de La Chimba hizo
posible la actuación del «murmullo del idiota», utilizando la expresión
de Stengers para concebir su programa cosmopolítico (2007), una figura
que exige ralentizar los procesos y las decisiones y reexaminar los proce-
dimientos y los consensos incuestionados. Michael (2012) plantea que la
fuerza de los prototipos especulativos como metodología de producción
de conocimiento no solamente radica en su capacidad para testar y probar
situaciones, sino principalmente en su capacidad para operacionalizar
la conducta del idiota evocada por Stengers para abrirse a las entidades
que habitan la cosmopolítica; esto es, una ética que evita el consenso y la
certidumbre predeterminada para abocarse, afanosa y cuidadosamente, a
frenar los procesos y a plantear nuevas preguntas. En suma, los diseños y
Agradecimientos:
Se agradece al equipo del proyecto «Habita-
ciones afuera» por toda su disposición y su
contribución a la elaboración de este artículo. Martín Tironi
Asimismo, a Tomás Vivanco por su permanente Investigador y profesor de la Escuela de Diseño
inquietud por la interdisciplina. Este artículo de la Pontificia Universidad Católica de Chi-
cuenta con el apoyo del proyecto Fondecyt N.º le, participando actualmente de la cátedra de
11140042. Investigación Etnográfica y Diseño y el taller
Diseño de Interacción. Es sociólogo de la Pon-
tificia Universidad Católica de Chile, Magíster
en Sociología en Université Paris-Sorbonne V y
Ph.D en el Centre de Sociologie de l’Innovation
(CSI), Ecole des Mines de Paris, y Post-Docto-
rado de este mismo centro de investigación. Ac-
tualmente. Actualmente desarrolla un proyecto
de investigación (Fondecyt) sobre circulación del
concepto de Smart Cities, conceptualizándolo
en términos de experimentaciones y prototipos
sociales.
E-mail: martin.tironi@uc.cl
Inmaterial 01. Ecologías urbanas temporales: del diseño inteligente al diseño especulativo 41
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Keywords:
Design, research, materiality, methodologies, objects
Metodologías de investigación
materializadas
Entre maquetas, tostadoras,
diagramas, rampas y cabinas
48
objetos de diseño que permitan caminar hacia una investigación en diseño y
no solo acerca de él. Este escenario reclama repensar las metodologías de in-
vestigación y las formas de rigor que las acompañan. Se propone una colec-
ción de técnicas y de tácticas que pretenden dibujar un corpus metodológico
que nos aproxime al diseño como espacio de investigación.
Palabras clave:
Diseño, investigación, materialidades, metodologías, objetos
Las teorías del diseño (Dondis, 2011) son fundamentales para entender
su dimensión simbólica y sus discursos, pero no prestan atención a sus
condiciones materiales. Por consiguiente, quienes nos dedicamos a la
investigación nos enfrentamos a tener que arreglarnos con una metodo-
logía del diseño un tanto bastarda. Dicho de otro modo, investigando nos
hemos encontrado aplicando metodologías traídas de otras disciplinas,
que en ocasiones se quedan a medias, se hibridan con otras prácticas o se
aplican y producen adaptaciones. En la actualidad, la investigación que
pretende ir más allá, que quiere pasar de ser investigación sobre el diseño
a ser investigación a partir de, con o en diseño, se ve obligada a estirar tra-
mas metodológicas ya existentes y a aplicarlas con mayor o menor rigor a
una disciplina que siempre estuvo más centrada en crear mundos (en clave
profesional) que en pensarlos (en clave académica).
Nos gustaría que esta discusión que iniciamos como parte de una comuni-
dad de aprendizaje inscrita en un centro universitario de diseño dialogase
con los debates que se están dando en el entorno de las ciencias sociales
acerca de la necesidad de repensar los métodos, especialmente en relación
con la antropología y la sociología. Celia Lury y Nina Wakeford proponen,
en Inventive Methods (2012), explorar la pregunta acerca de la reconfigu-
ración de los procesos de conocimiento y producción. Les Back y Nirmal
Puwar, en su reciente Manifesto for live methods: provocations and capacities
(2102), señalan la necesidad de repensar el papel de la manufactura en las
sociologías, así como sus formas de representación en el contexto de las
culturas digitales, y abogan por desarrollar nuevas herramientas para la
investigación en tiempo real, lo cual afecta la observación y la producción
de datos. Para ello, invitan a diseñar objetos empíricos que permitan inves-
tigar y plantear nuevas preguntas, más que dar respuestas cerradas.
La búsqueda que nos ocupa tiene que ver con aprender a investigar en
diseño o con el diseño y no solo acerca de él; pasa por emprender un acer-
camiento a la investigación de nuevo —o, casi mejor, de nuevas— y por re-
cordar que toda investigación es algo experimental y atrevernos a desmon-
tar protocolos, métodos, prácticas, estándares y formas de validación para
tratar de inventar un repertorio metodológico con otras formas de rigor.
El proyecto trata de abrir un debate sobre los mecanismos por los cuales
ciertos lobbies del sector sanitario tienen la capacidad de conformar objetos
y prácticas en el mundo. Este proyecto de diseño trae al mundo objetos
que, aunque aún no forman parte de nuestra realidad, quieren interpelar e
interrogar al espectador.
SPM analiza cuestiones del presente relacionadas con las lógicas del
mercado y el consumo y presenta una narrativa de ficción mediante piezas
de diseño que tratan de abrir un debate en quienes se relacionan con la
propuesta. SPM no pretende tanto aportar soluciones, sino plantear inte-
rrogantes y dibujar ángulos posibles. Para eso, el proyecto dispone cuatro
objetos o «prototipos diegéticos», a través de los cuales se dibuja el contex-
to institucional de ficción que recorre el proyecto.
Este objeto es fruto de una investigación previa sobre las gráficas oficiales
que la OMS facilita en el presente. Son gráficas complejas, cuya voca-
ción explicativa directa es cuestionable. Sin embargo, podemos observar
que algunos de sus datos se filtran en el mundo mediante los titulares de
prensa. Algunos de estos titulares tienen un estilo periodístico que busca el
impacto mediático y aparecen en medios diversos como síntesis interpre-
tables; por ejemplo: «La OMS dice que la carne procesada puede causar
cáncer» (El Mundo, 2015).
El segundo prototipo deriva directamente del anterior. Junto con las grá-
ficas se elabora un eslogan «superentendible», parecido al famoso «Fumar
mata». Ricart se planteó este objeto como si fuese un encargo para una
agencia de publicidad, con la intención de encontrar un claim de marca,
como es habitual en diseño. El resultado fue «La continencia masturba-
toria perjudica la salud». Con este titular se construye la hipótesis de un
marco social en el cual las instituciones sanitarias advierten a la población
que tiene que realizar el acto de la masturbación para mantenerse sana. A
partir de esta hipótesis aparecen otras preguntas:
¿Cuántas veces se tenía que realizar al día? ¿Realmente cambia la gente
su conducta por las advertencias o habría que ser más drástico? La OMS
actualmente advierte que el tabaco provoca cáncer; sin embargo, el por-
centaje de fumadores en España ronda el 30 % de la población total. Por
consiguiente, colocándose en el papel del lobby empresarial, Ricart especu-
ló sobre cómo podría actuar la farmacéutica Bayer en este caso hipotético.
Los tres objetos que hasta ahora hemos presentando proponen un recorri-
do por una sociedad que primero es advertida por las instituciones sanita-
rias de una nueva dolencia; después, un lema pegadizo empieza a transitar
espacios cotidianos, y entonces aparece el fármaco Nemacur y se completa
el panorama que presenta una sociedad dependiente de un fármaco que
estimula la masturbación. No sería difícil imaginar una consecuencia di-
recta de este panorama: el contexto social que se empieza a diseñar ahora
es el de una sociedad que no solo depende de un fármaco, sino de la propia
práctica de la masturbación.
Estos «otros» objetos fueron creciendo a medida que lo hacían las pregun-
tas. ¿Qué impacto tendría en las tendencias la hipótesis planteada? Mate-
rializar la respuesta pasó por diseñar los pantalones unisex Free Health de
Nike. ¿Cómo tenían que ser estos pantalones? Deportivos, de nailon (para
facilitar la limpieza de flujos), con un bolsillo para toallitas y, evidente-
mente, un agujero suficientemente grande para que los dos sexos pudieran
masturbarse sin problemas.
4. Conclusiones
Carla Boserman
Profesora, Área de Arte, BAU, Centro Univer-
sitario de Diseño, y colaboradora de la línea de
investigación Objetologías, en la cual investiga
las posibilidades del relato gráfico como objeto
epistemológico, prestando especial atención a
las metodologías que permiten que la investiga-
ción pueda darse en otros formatos. Licenciada
en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla y David Ricart
Máster en Comunicación, Cultura y Ciudadanía Diseño gráfico y comunicación visual, BAU,
Digitales por la Universidad Rey Juan Carlos I Centro Universitario de Diseño, y colaborador
de Madrid. Combina la docencia, la investiga- de la línea de investigación Objetologías, en la
ción y la relatoría gráfica y colabora en varios cual investiga la praxis del diseño especulativo.
proyectos y espacios de producción colaborativa Formado en Gráfica publicitaria por la escuela
de conocimiento. de arte EMAiD de Vilanova i la Geltrú. Com-
E-mail: carlaboserman@gmail.com bina el diseño con la investigación en diseño y
coopera en proyectos de ámbito cultural.
E-mail: davidricartandreu@gmail.com
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When you are thinking about design at the infrastructural level you must
resist thinking from the basis of precise cases. For instance, in designing
a bridge, you don’t bring it together on the basis of the particular vehicles
that travel over it, this specific car, or that individual truck. You certain-
ly don’t think about a particular group of people driving over it whilst
singing a certain song on a certain day several years hence, or design the
rumbling of the road surface in contact with the tyres to assuage the
distress of a particular group of sheep who might be on their way to the
slaughterhouse in the back of a lorry. A bridge deals with the general, not
with the specific.
Perhaps anticipating this condition, and also seeing it played out throu-
gh a paternalistic modernism of buildings with their modes of use being
overly-prescribed in advance, Gordon Pask (1969) talked about a cyber-
netically-inspired ethics of design in terms of what he called “Underspe-
cification”. That is that things should be made in order that their function
can be reinvented, coupled with other things, that they do not pre-empt
the future. A bridge in this sense is also then a platform, a set of condi-
2
For a discussion of platforms tions for things to happen2. Underspecification is a conceptually advanced
in digital media see Goriunova
(2013).
form of modesty for architecture, the idea that it is to make entities out
of which other things will be composed. It aims to allow for the relation
between the specific and the general to remain unfinished.
Modular forms may also open up possibilities for recombination and ge-
nerativity, as in the ideal of the sandbox – as found for instance in games
and in learning. However, underspecification may also function as a tech-
nique of absorbing the unexpected emergence of otherwise irresolvable
social forms, as a form of preemptive architecture of crumple-zones.
The scholar Ben Kafka notes something similar in relation to the question
of paperwork and the files characteristic of bureaucracy, a close description
of their agency, must be accompanied by a recognition of their integra-
tion with and incitement of neurotic and desiring activity (Kafka, 2012).
Indeed, this is so much the case, that, as with the “simply technical”, un-
derspecification per se can only be a description of a tendency. Attempts
The extended debates amongst developers about whether the fifth ver-
sion of HTML (the mark-up and programming language for the web,
that now includes vastly expanded provision for the creation of apps, and
for video, amongst other things) should include a native mechanism for
so-called “Digital Rights Management” show that the question of what
and who a technology is for, and what implications it has for the circu-
lation of culture, even if only in well-established discursive forms such as
the discussion of that curious formula “Intellectual Property”, have at least
some degree of traction. In this case, other interests prevailed.
In the last chapter of her book, Easterling suggests that a certain kind of
cunning with technology and with standards is required in order to work
politically in the present. To put this differently, to work with the agency
of the particular characteristics of certain kinds of code, interface, screen,
is part of the art of the contemporary. And such an art is articulated diffe-
rently by multiple actors: regulators, inventors, user experience designers,
companies, hackers, international standards bodies. To make such an
incomplete list of actors is to suggest an ecology of part-whole relations
around and constituted in a technology. Alongside these figures, we can
array others who specifically work to maintain qualities of underspecifica-
tion, even in the most totalised of medial systems.
One of the means of rendering even the most totalising system into a
state of underspecification is to submit it to the imagination – and here
Kafka’s injunction to recognise medial materiality in relation to questions
of psychic conditioning and desire comes to the fore. Here too, the histo-
ric role of art, even if it has been one that has been partially swapped out
for something tidier and more convenient, is worth attending to.
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Regina de Miguel
Hail
Lamasthu
diabolic daughter
of the God of Heavens
lion-headed
bird-clawed
nursemaid of hounds and pigs
of non-human tendencies
Lilith
Espectra
Lamia
Procris
Penthesilea
Empusa
Harey
We are a pictogram
a first code
of cuneiform writing
in obsidian boards
in interfaces where
our awareness
is a state of matter
our identity
a vector
Ω
∫Terra[X]n = ∫∫∫∫...∫∫Terra(X1,X2,X3,X4,...,Xn,t) dX1 dX2 dX3 dX4...dXndt =
Terrapolis
α
X1 = stuff/physis, X2 = capacity, X3 = sociality, X4 = materiality, Xn = ??
α (alpha) = not zoë, but EcoEvoDevo’s multispecies epigenesis
Ω (omega) = not bios, but recuperating terra’s pluriverse
t = worlding time, not container time, entangled times of past/present/yet-to-
come
Google Ngrams
detects, determines, orders
words and their various assemblies
algorithms that result in time-worn ontologies
among millions of volumes
amassed
in data centers
I am a living machine
riding a comet
fallen into the prebiotic broth
millions of years without balance
I have an internal programme
I am a cell designed
not by a higher intelligence
I am a potential tumour
a machine within a machine
Sometimes I lose
the order of initial assembly
my chromosomes
the markers
I don’t detect
they simulate me to understand me
they program me to disappear
but death itself fails