Juicio Oral
Juicio Oral
Juicio Oral
La oralidad es una forma comunicativa que va desde el grito de un recién nacido hasta
el diálogo generado entre amigos.
Desde Roma la oralidad constituye el principio rector del proceso penal. Su
potenciación, como exponente y garante del debido proceso, constituye un
instrumento básico para el ejercicio de una defensa eficiente de los intereses del
acusado y de cada una de las partes que intervienen en el proceso. La oralidad, como
exponente del proceso acusatorio, se explota como la manera más efectiva de
comunicación y de confrontación directa entre las partes involucradas.
El intercambio verbal, la discusión frente a frente y de manera simultánea y la
percepción directa de los argumentos, permiten concebirla como una garantía de la
justicia penal. En ella se ponen en la presencia del mismo en el ordenamiento cubano
obedece a la herencia española, que posibilitó que, a diferencia de muchos otros del
continente, exista juicio oral y público desde el siglo XIX. El proceso penal cubano está
marcado por el signo de la oralidad, la cual se logra mediante la práctica de las pruebas
en el juicio oral ante los ojos del juzgador.
La oralidad, como exponente del proceso acusatorio, se explota como la manera más
efectiva de comunicación y de confrontación directa entre las partes involucradas. El
intercambio verbal, la discusión frente a frente y de manera simultánea y la percepción
directa de los argumentos, permiten concebirla como una garantía de la justicia penal.
En ella se ponen en práctica los principios del proceso penal en todas sus etapas. Por el
contrario, la escritura no facilita ninguna solución, ni siquiera permite intentarlo, al
desplazar las relaciones entre los protagonistas del conflicto.
En el juicio oral en materia penal, el abogado fiscal presenta las pruebas y el testimonio de los
testigos para intentar demostrar que el acusado ha cometido el acto ilícito. Se le considera
inocente al acusado de haber cometido el acto ilícito de que se le imputa hasta que se haya
comprobado su culpabilidad
EL JUICIO ORAL
Fase decisoria o principal del proceso penal, que tiene por fin establecer sí puede acreditarse
con certeza, fundada en las pruebas en él recibidas en forma oral y pública, que el acusado es
penalmente responsable del delito que se le atribuye, lo que determinará una sentencia
condenatoria, o si tal grado de convencimiento no se alcanza, una decisión absolutoria.
Sobre la base de los rasgos esenciales que identifican a la institución del juicio oral (los sujetos,
sus funciones, el objeto y la finalidad), puede la misma definirse como el conjunto de actos
procesales previstos en la ley, que tienen lugar en el último período del proceso de
conocimiento, en torno a la producción y práctica de los medios de prueba, con el objetivo de
permitir a las partes la confrontación y refutación de sus respectivas alegaciones y
pretensiones, y de que el órgano jurisdiccional alcance la certeza plena y fundamentada acerca
del objeto del proceso, y consecuentemente, sancione al acusado, o en su defecto, declare su
absolución por imperio del principio "in dubio pro reo" o por concurrir alguna circunstancia
legal que oriente esta decisión (causas de justificación, causas de inimputabilidad, causas
excluyentes o que cancelan la responsabilidad penal, etc.).
ORALIDAD EN EL ACTO DEL JUICIO ORAL COMO PRINCIPIO ESENCIAL QUE RIGE EN LA
CELEBRACIÓN DEL JUICIO ORAL
Toda la actividad procesal en el juicio (actos de iniciación, producción de pruebas, instancias,
informes, decisiones de mero trámite), se desarrolla en forma verbal. La palabra es el medio
de comunicación entre las partes y el Tribunal. Este principio permite o facilita los de
publicidad, inmediación y concentración. Debe emplearse un lenguaje sencillo y comprensible
por todos los presentes."-el más precioso instrumento de fiscalización popular sobre la obra de
magistrados y defensores»", en tanto, "«en último término, el pueblo es juez de los jueces-".
Al hablar de la oralidad, diríamos que el juicio oral es vital para una garantía verdadera del
debido proceso ya que conlleva a que el acusado a través de su defensor, sea escuchado,
produzca pruebas de descargo a su favor y realice todas las argumentaciones necesarias para
su defensa en una audiencia de juzgamiento pública y oral.
El proceso penal, es un conjunto de actos normados jurídicamente, donde los actores son la
trilogía formada por el tribunal y las partes y del cual se derivan o devienen una serie de
relaciones jurídicas. Es la institución jurídica, que preside la actuación y la finalidad, en común,
de solucionar una situación de carácter penal, y se establece cuando se produce la relación
jurídico penal. Cuando se pone en marcha el mecanismo procesal a través de la acción ejercida
por la persona que se siente afectada en el caso de los delitos perseguibles a instancia de
parte,
La oralidad, es un aspecto positivo del juicio oral, ya que permite en forma directa que el juez
observe el comportamiento de las partes en el debate y así forme su propia opinión respecto
del caso traído a su conocimiento. De esta forma, el Tribunal puede tener una opinión propia
nacida de la misma audiencia y de los indicios y elementos probatorios que las propias partes
aporten, así como también de sus exposiciones y alegatos.
La oralidad constituye el más importante de los principios que informan el proceso penal. A
través de ella se ponen en práctica los demás principios que orientan el proceso en todas sus
etapas, entre ellos se encuentran el de contradicción, igualdad, inmediación, entre otros. La
misma es una de las conquistas arrancadas por las ideas liberales al pensamiento jurídico
medieval, razón que motiva que su plasmación positiva esté vinculada esencialmente con el
advenimiento de las revoluciones burguesas al poder y con la participación del pueblo en la
administración de justicia.
La oralidad, nos permite la vinculación directa entre el juez y las partes, además de que la
actividad procesal se concentre en una o en muy pocas audiencias. En ellas se tomarán varias
declaraciones, efectuándose pericias en un mismo acto sin necesidad de detallarlas, ya que
inmediatamente se efectúa el pronunciamiento judicial. El juez recibe una impresión viva y
directa de la prueba y debe presidir la audiencia, sin poder delegar sus funciones, bajo pena de
su nulidad.
Las ventajas que ofrece la oralidad sobre la escritura, como medio de comunicación en el
proceso judicial, afirma que ese principio en oposición al de escritura, es aquel que surge de un
Derecho positivo en el cual los actos procesales se realizan de viva voz, normalmente en
audiencia, y reduce las piezas escritas a lo estrictamente indispensable. Antes de implementar
la oralidad en la legislación procesal de determinado país, deben tenerse presente y analizar
los principios básicos, con los cuáles se desea juzgar a las personas acusadas de delito.
LA ORALIDAD EN EL PROCESO
La etapa del juicio oral, desde el punto de vista constitucional, es la más importante y en la que
más se observan los principios fundamentales del debido proceso, ya que, en el sistema
acusatorio oral, el verdadero control está en el juicio oral. Entonces, los sujetos procesales
deben realizar sus actuaciones siempre bajo la sombra del juicio oral, porque aquí es donde la
prueba pasará el verdadero control de calidad.
Con la oralidad los hechos fuerzan más la atención del juez, pues la discusión es viva y directa y
permite aclarar los puntos oscuros, mientras que las actas, y especialmente las declaraciones
testimoniales escritas, tan sólo pueden darles una idea pálida, limitada y expuesta a errores de
la realidad.
Durante el juicio oral, que se desarrolla oralmente de tal manera que se apliquen desde su
inicio hasta su fin, todos sus principios de origen constitucional y se respeten todas las
garantías del debido proceso, a fin de que se llegue a la verdad de los hechos y exista la
defensa óptima del acusado.
La oralidad es consustancial al proceso penal, pero prevalece en la audiencia de juicio oral. "la
experiencia derivada de la historia permite afirmar que el proceso oral es el mejor y más
conforme con la naturaleza y las exigencias de la vida moderna, porque sin comprometer en lo
más mínimo, antes bien, garantizando la bondad intrínseca de la justicia, la proporciona más
económicamente, más simplemente y prontamente.
La oralidad permite que el juzgador reciba las pruebas actuadas directamente, favoreciendo a
que el mismo se forme un criterio más consistente y verídico al no existir ninguna interferencia
de por medio que pueda alterarla.
Con lo antes dicho, vemos que el derecho constitucional de defensa con la oralidad, cobra
entonces un nuevo significado para convertirse en una verdadera protección ciudadana.
Esta manifestación, que es la que específicamente interesa por su relación con el juicio oral,
constituye un requisito sine qua non para la correcta aplicación del Derecho Penal material,
pues la "forma procesal" es concebida con el propósito de crear las condiciones para que el
órgano jurisdiccional esclarezca las circunstancias del hecho de modo multilateral, pleno y
objetivo, con el más estricto respeto de los derechos y libertades de la persona. Esto,
modernamente conocido como "ritualización garantista" en la búsqueda de la verdad objetiva,
tiene su más alta expresión en la etapa decisiva del proceso por la propia finalidad e
importancia que la misma reviste.
En esta fase de discusión final, tanto la acusación como la defensa, presentarán al tribunal la
solución que proponen para el asunto, mediante el análisis de la prueba producida y las
normas aplicables.
Los informes tienen por objeto las calificaciones definitivas, a las que se acomodarán, y en su
caso, también a la fórmula propuesta por el Presidente. Tratándose en éstos los siguientes
temas: hechos que se consideren probados en el juicio, su calificación legal, concepto de
participación, circunstancias concurrentes, medición de la pena y responsabilidad civil, entre
otros posibles, pero siempre ajustados a dichas calificaciones. El estilo de los informes podrá
ser variado, y está en correspondencia con distintos factores, entre los que sin duda se
encuentra el grado de complejidad del asunto.
DERECHO DE ÚLTIMA PALABRA DEL ACUSADO Y CLAUSURA DEL JUICIO PONE DE
MANIFIESTO LA ORALIDAD
Terminados los informes y antes de clausurar el juicio, el presidente le concederá la palabra al
acusado, procurando la ley que éste pueda ejercer su defensa material hasta el momento
anterior a la sentencia.
El acusado podrá expresar lo que estime conveniente en su defensa, aun cuando no haya
declarado anteriormente. Es la última oportunidad que tiene de dirigirse al tribunal. Quien
preside, cuidará que no ofenda la moral ni falte al respeto debido al tribunal ni a las
consideraciones correspondientes a todos los presentes y que se ciña a lo que sea pertinente,
pudiendo retirarle la palabra cuando así lo entienda. El presidente se dirigirá al acusado
diciéndole: "Acusado póngase de pie, usted desea agregar algo en su defensa", y si este
responde afirmativamente le manifestará: "tiene la palabra, declare".
Terminada la deposición del acusado, el presidente declara el juicio concluso para sentencia.
La legislación en este sentido deberá ser respetada como mecanismo procesal que garantiza e
integra el Derecho de Defensa.
Ahora bien, es oportuno precisar qué es lo que significa el que la Oralidad sea parte integrante
del Debido Proceso. Cuando decimos esto, estamos propugnando que la idea de la expresión
directa y verbal de los argumentos y cuestionamientos de las partes con respecto a los
acontecimientos del proceso, sea interpretada como idea rectora de las diligencias e
incidencias establecidas en la nueva legislación. En este sentido deberá ser respetada como
mecanismo procesal que garantiza e integra el Derecho de Defensa.
Con lo antes dicho, vemos que la oralidad, cobra entonces un nuevo significado para
convertirse en una verdadera protección ciudadana.
La oralidad constituye el principio rector del proceso penal y sólo a través de ella se
logra un proceso penal garante de los derechos del acusado y de la justicia en general.
La oralidad constituye el principio rector del proceso penal y sólo a través de ella se
logra un proceso penal garante de los derechos del acusado y de la justicia en general.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
REFERENCIAS VIRTUALES
http://www.ecured.cu/index.php/Juicio oral"
https://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/tesis/human/burgos_m_v/
cap4_2.htm#:~:text=3.2.,si%20se%20absuelve%20al%20acusado .
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3330/23.pdf
https://www.mpfn.gob.pe/escuela/contenido/archivosbiblioteca/
dpp0262.pdf