Hidrólisis
Hidrólisis
Hidrólisis
HIDRÓLISIS1
Whitten (1999), denomina “solvólisis” a la reacción química que existe entre el soluto y el
solvente de una disolución; cuando el solvente es el agua, a la solvólisis se le llama “hidrólisis”
(p. 726). Chang (1999), afirma que una sal es un compuesto iónico formado por la reacción entre
un ácido y una base. Las sales son electrólitos fuertes que se disocian por completo para formar
iones en agua. El término “hidrólisis de una sal” describe la reacción de un anión o un catión de
una sal, o de ambos, con el agua. Por lo general, la hidrólisis de una sal determina el valor del
pH de una disolución (p. 622).
SAL
SALES
1
Material de apoyo, elaborado por el Prof. MSc. Carlos Darío Santander, para la cátedra de Química General. De-
rechos reservados. ISBN: 978-99953-2-525-1.
HIDRÓLISIS ÁCIDA
Cuando el agua, solvente de una disolución, reacciona químicamente con el soluto, para
generar como resultado una mezcla acuosa que posee pH ácido, se dice que ha ocurrido una
hidrólisis ácida. La condición para que ocurra tal fenómeno es que el soluto debe ser una sal
derivada de un ácido fuerte y una base débil.
Los siete ácidos fuertes más conocidos que pueden engendrar este tipo de sales son el
ácido perclórico (HClO4), ácido yodhídrico (HI), ácido bromhídrico (HBr), ácido clorhídrico (HCl),
el ácido sulfúrico (H2SO4) y el ácido nítrico (HNO3). Entre tanto, las bases débiles que dan origen
a estas sales son el amoniaco y sus derivados orgánicos de baja masa molecular.
[H3O+]
Aumenta
Ácido de
Brönsted-Lowry
Donde, “Ka” es la constante de hidrólisis ácida del ión amonio, NH 4+; que está en relación con
las otras dos condiciones de equilibrio químico mencionadas:
[NH3]·[H3O+]
Ka =
[NH4+]
↓
[NH4+]
Ka = [H3O+]
[NH3]
↓
Se sustituye en la ecuación
de la constante de ionización
del agua, Kw
[NH4+]·[OH–] Kw = [H3O+]·[OH–]
Kb =
[NH3] ↓
↓ [NH4+] [NH3]
Kw = Ka × Kb
[NH3] [NH3] [NH4+]
Kb = [OH–]
[NH4+] ↓
↓
Se sustituye en la ecuación Kw = Ka·Kb
de la constante de ionización
del agua, Kw
HIDRÓLISIS BÁSICA
Cuando el agua (solvente) reacciona con el soluto de una disolución, generando una mez-
cla acuosa que posee pH básico, se dice que ha ocurrido una hidrólisis básica. Tal fenómeno
ocurre cuando el soluto de la disolución es una sal derivada de un ácido débil y una base fuerte.
Las bases fuertes que pueden engendrar este tipo de sales son, en su mayoría, los hidró-
xidos de metales del grupo I-A (Li, Na, K, Rb, Cs y Fr) y algunos del grupo II-A (Ca, Ba, Ra y Sr) de
la tabla periódica.
Si, en proporción adecuada, por ejemplo, se mezcla una disolución de ácido fluorhídrico,
HF(a) (un ácido débil), con otra de hidróxido de sodio, NaOH(a) (una base fuerte); se producirá la
reacción química de neutralización que formará agua y fluoruro de sodio, NaF(a) disuelto. Al
evaporar el agua de la disolución resultante, quedará la sal derivada del ácido débil y la base
fuerte:
HF(a) + H2O(l) ⇄ H3O+(a) + F–(a)
NaOH(a) → Na+(a) + OH–(a)
H3O (a) + OH–(a)
+
⇄ 2H2O(l)
HF(a) + NaOH(a) → Na+(a) + F–(a) + H2O(l)
Este tipo de sales, al disolverse en el agua, se disocian totalmente para producir cationes
y la base conjugada del ácido débil, capaz de reaccionar químicamente con los iones H3O+(a) de
la autoprotólisis del agua y, como consecuencia, generar soluciones que poseen carácter básico,
debido al desplazamiento del equilibrio químico en el seno de la auto-ionización del agua, sur-
gido en el sentido de la reposición de los iones H3O+(a) consumidos y favoreciendo el incremento
de la concentración de los iones OH–(a):
[OH–]
Aumenta
La ecuación iónica neta, sugiere que la base conjugada del ácido débil, desde la óptica de
Brönsted-Lowry, se comporta como una base, y la condición de equilibrio químico para el sis-
tema es:
H+
Kb
F–(a) + H2O(l) ⇄ HF(a) + OH–(a)
Base de
Brönsted-Lowry
[HF]·[OH–]
Kb =
[F–]
Donde la “Kb” es la constante de hidrólisis básica del ión fluoruro, F –(a), que está relacionada con
la constante de ionización del agua (Kw) y la constante de ionización del ácido débil (Ka) del cual
deriva la sal, de la misma forma como en el caso de la hidrólisis ácida:
[HF]·[OH–]
Kb =
[F–]
↓
[F–]
Kb = [OH–]
[HF]
↓
Se sustituye en la ecuación
de la constante de ionización
del agua, Kw
[H3O+]·[F–] Kw = [H3O+]·[OH–]
Ka =
[HF] ↓
↓ [HF] [F–]
Kw = Ka – × Kb
[HF] [F ] [HF]
Ka = [H3O+]
[F–] ↓
↓
Se sustituye en la ecuación Kw = Ka·Kb
de la constante de ionización ↓
del agua, Kw Kw
= Kb
Ka
Las sales que derivan de ácidos fuertes y de bases fuertes originan disoluciones acuosas
de carácter neutras, es decir, éstas no reaccionan con el agua debido a la falta de afinidad quí-
mica entre sus componentes y los productos de la autoprotólisis del agua.
Cuando se disuelve un ácido fuerte en agua, el estado molecular del ácido desaparece
debido a que se ioniza totalmente, de manera irreversible; por eso se trata de un electrólito
“Cuanto más fuerte es el ácido, más débil es su base conjugada”; por eso, el ión cloruro
Cl–(a) es una base tan débil, que no vuelve a reaccionar reversiblemente con el ión H3O+(a) cuando
al cloruro de hidrógeno (HCl) se lo disuelve en agua.
De igual manera, cuando se disuelve en agua a una base fuerte, como por ejemplo el hi-
dróxido de sodio (NaOH), se produce la disociación completa, ya que dicha sustancia es un elec-
trólito fuerte. En tales condiciones, desaparece totalmente el estado asociado del NaOH y en su
lugar aparecen los iones Na+(a) y OH–(a); donde el catión Na+(a) es un ácido de Lewis tan débil, que
es imposible su reacción reversible con el ión OH –(a) para regenerar el hidróxido en su estado
asociado de iones:
e–
NaOH(a) → Na+(a) + OH–(a)
Ácido Base
de Lewis de Lewis
Por ser el NaOH una base fuerte, en medio acuoso la situación estable es la disociación:
Por lo tanto, no existe hidrólisis en una disolución preparada disolviendo en agua a una
sal derivada de un ácido fuerte y una base fuerte; la disolución acuosa conservará el pH neutro
del solvente.
▪ Los iones metálicos disminuyen el valor del pH de una disolución, a excepción de los del grupo
I-A y de los miembros más pesados del grupo II-A (Ca+2, Sr+2 y Ba+2)
▪ Cuando una disolución contiene la base conjugada de un ácido débil y además el ácido con-
jugado de una base débil, el ión con la constante de ionización más grande tendrá la mayor
influencia sobre el pH de la disolución (p. 642). Este último punto, no ha sido analizado en
este material.
DEMOSTRACIÓN N° 1
1. Considerando que, a 25 °C, el pH de una disolución NaClO(a) 0,1 M es igual a 10,4; ¿qué
valor tendrá la constante de hidrólisis del ión hipoclorito, ClO –(a) a la misma temperatura?
Respuesta:
Si, a 25 °C, el pH de una disolución NaClO(a) 0,1 M es igual a 10,4; el valor de la constante
de hidrólisis básica del ión hipoclorito, ClO –(a), tendrá un valor igual a 6,472×10 –6, a la
misma temperatura.
2. Si se sabe que, a 25 °C, la constante de hidrólisis del ión hipoclorito, ClO–(a), tiene un valor
igual a 6,472×10–6; ¿cuál será la masa de hipoclorito de sodio, NaClO, que se deberá disol-
ver en suficiente agua para completar un volumen de 250 ml de solución cuyo pH sea igual
a 10,4 a la misma temperatura?
Kb
ClO–(a) + H2O(l) ⇄ HClO(a) + OH–(a)
(M – n) n n
Kw [HClO]·[OH–]
pH = – log ( ) Kb =
[OH–] [ClO–]
↓ ↓
Kw n·n
10– pH = Kb =
[OH–] (M – n)
↓ ↓
[OH ] = Kw × 10pH
–
n2
M = + n
↓ Kb
[OH–] = 1×10–14 · 1010,4 ↓
↓ (2,512×10–4)2
M = + 2,512×10–4
[OH ] = 2,512×10–4 M
–
6,472×10–6
↓
M = 0,01
Respuesta:
Para preparar 250 mL NaClO(a) pH = 10,4 se deberá disolver 0,186 g de la sal en suficiente
agua para completar dicho volumen, a 25 °C.
3. Si se sabe que, a 25 °C, la constante de hidrólisis del ión hipoclorito, ClO–(a), tiene un valor
igual a 6,472×10–6; ¿cuál será el valor del pH de una disolución NaClO(a) 0,01 M a dicha
temperatura?
… = 0,0717 g NH4NO3
Respuesta:
En 200 mL de una disolución NH4NO3(a) con pH = 5,8 a 25 °C, se hallan disueltas 0,0717 g
de la sal, es decir unos 72 mg de NH4NO3.
5. Sabiendo que la constante de hidrólisis del ión acetato, CH3COO–(a), es igual a 5,6×10–10 a
25 °C, ¿cuál será el valor del porcentaje de hidrólisis de una disolución CH3COONa(a) 0,1 M
a la misma temperatura?
CH3COONa(a) → Na+(a) + CH3COO–(a)
2H2O(l) ⇄ H3O+(a) + OH–(a)
H3O+(a) + CH3COO–(a) ⇄ CH3COOH(a) + H2O(l)
CH3COONa(a) + H2O(l) ⇄ CH3COOH(a) + Na+(a) + OH–(a)
[CH3COOH]·[OH–]
Kb =
[CH3COO–]
↓
n·n
Kb =
(0,1 – n)
↓
n2
5,6×10–10 =
(0,1 – n) …Si Kb ≤ 1×10–4; el valor de “n” es tan pe-
↓ queño que puede despreciarse frente a
n = (5,6×10–10 · 0,1)½ 0,1. Al utilizar la ecuación cuadrática:
↓ n =
−b ± √b 2 − 4ac
n = 7,483×10–6 M 2a
aplicada a la ecuación resultante:
n2 + 5,6×10–10n – 5,6×10–11
se tendrá n = 7,483×10–6, igual al valor obte-
nido.
Por tanto, el porcentaje de hidrólisis en la disolución CH3COONa(a) 0,1 M será igual a:
100 %
7,483×10–6 M × = 0,007483 %
0,1 M
100,00000 %
–
0,0074830 %
99,992517 %
Respuesta:
El porcentaje de hidrólisis en una disolución CH3COONa(a) 0,1 M será igual a 7,483×10–3 %;
lo que significa que el 99,99 % de los 0,1 M de iones CH3COO–(a) no han sufrido la hidrólisis
al mezclarse con el agua.
6. Si, a 25 °C, la constante de ionización del amoniaco es igual a 1,8×10–5; ¿cuál será el valor
del pH de una disolución NH4Cl(a) 0,1 M a la misma temperatura?
… Ka × Kb = Kw
+
[NH3]·[H3O ] ↓
Ka =
[NH4+] Kw
Ka =
Kb
↓
Kw n×n …Si Kb ≤ 1×10–4, “n” es de-
=
Kb (0,1 – n ) preciable frente a 0,1
↓
Kw n2
=
Kb 0,1
↓
Kw ½
n = (0,1 )
Kb
↓
1×10–14 ½
n = (0,1 )
1,8×10–5
↓
n = 7,45×10–6
↓
[H3O+] = 7,45×10–6
pH = – log [H3O+]
↓
pH = – log 7,45×10–6
pH = 5,13
Respuesta:
A 25 °C, el pH de una disolución de NH4Cl(a) 0,1 M será igual a 5,13 y, por lo tanto, la
solución tendrá carácter ácido.
7. Si, a 25 °C, el porcentaje de hidrólisis de una disolución NaCN(a) 0,1 M es igual a 1,6 %;
¿cuál será el valor del pH de la disolución y de la constante de hidrólisis del ión cianuro,
CN–(a), a la misma temperatura?
NaCN(a) → Na+(a) + CN–(a)
2H2O(l) ⇄ H3O+(a) + OH–(a)
H3O+(a) + CN–(a) ⇄ HCN(a) + H2O(l)
NaCN(a) + H2O(l) ⇄ HCN(a) + Na+(a) + OH–(a)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
BIBLIOGRAFÍA
16. Domínguez D., M. A. (2006). Química, la ciencia básica. Madrid: Thomson editores.
17. Daniels, F (1957). Preparación matemática para la química física. 2da ed. Barcelona:
McGraw - Hill
18. Fernández M. R.; Fidalgo J. A. (1996). 1000 problemas de química general. Madrid: Edi-
torial Everest. ISBN: 978-84-241-7604-4
19. Moore, J. W. (2000). El mundo de la química. Conceptos y aplicaciones. 2da ed. México:
Addison-Wesley
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