Análisis Sobre La Valoración de
Análisis Sobre La Valoración de
Análisis Sobre La Valoración de
Madrid
6 de julio de 2015
ANÁLISIS SOBRE LA VALORACIÓN DE MARCAS COMERCIALES
Ávila
Jorge
Sánchez
I. Resumen ejecutivo
Para dar respuesta a esta pregunta, se debe entender en que consiste cada uno de ellos, además
de conocerse el objetivo que persiguen pues, como se verá, la elección de un método u otro
vendrá claramente determinado por cuál es el propósito de dicha valoración.
La valoración de marcas comerciales es una tarea difícil además de poco acertada en muchos
casos, pero de su ejercicio podemos obtener una serie de herramientas e indicadores que
pueden ser de utilidad a la hora de determinar las variables que aportan valor a la compañía
analizada. Conocer cuáles son los factores más importantes para una compañía será por sí
mismo una importante herramienta de gestión para el equipo directivo, más allá de la propia
valoración de la marca.
In the environment of valuation, we often wonder how it is possible to determine the value of
something as intangible as it is a trademark, which seem to be complicated because of the
nature of this asset. But along with the difficulty of determining its value is the importance of
this to the value of the company because, despite being an asset that does not appear on the
balance sheet of companies, is one of the most important for them.
Faced with the complexity of calculation there are many methods for evaluating trademarks
existing today, emerged based on the needs assessment of each case, because it is not the same
valuing a brand in order to sell the company than due to go public. This leads inevitably to ask
us which of these methods is best.
To answer this question, we must understand what these methods are, besides knowing the
objective pursued because, as we shall see, the choice of one method or another will be clearly
determined by what the purpose of that assessment is.
The brand valuation is a difficult task and, furthermore, unwise in many cases. However, doing
it we can get a number of tools and indicators that may be useful for determining the variables
that add value to the company analysed. Knowing which are the most important factors for a
company is an important management tool for the management team, beyond the own brand
valuation itself.
1. Introducción ................................................................................................................. 10
6. Conclusiones ................................................................................................................. 57
7. Referencias ................................................................................................................... 59
El propósito de este trabajo consiste en alcanzar una serie de conclusiones acerca de la fiabilidad
de las valoraciones de marcas comerciales según distintos métodos, así como la verdadera
utilidad de la valoración de dichas marcas.
También se tratará de determinar cuáles son las variables más relevantes a la hora del cálculo
del valor de una marca, pues dicha valoración está fuertemente sujeta a la elección de variables,
las cuales dependerán en cada caso en función del criterio de quien las realiza. Es importante
conocer cuáles son las que tienen una mayor sensibilidad en el valor de la marca, haciendo
especialmente delicada su elección.
Además, lo que se pretende con este trabajo es hacer una revisión de los distintos métodos
existentes para tratar de determinar cuál de ellos es el más acertado en cada una de las
situaciones propuestas, lo que vendrá justificado por las fortalezas y debilidades de dichos
métodos, además de por sus particularidades, las cuales serán analizadas como factor
diferencial entre métodos.
Finalmente, para poder comparar los distintos métodos previamente analizados, se elaborará
una tabla con datos de valoraciones reales que será la base para alcanzar las conclusiones sobre
cuál puede ser el método más apropiado para cada caso.
A la hora de elegir la temática para este Trabajo Fin de Máster, no se tenía ninguna duda de que
se entraría en el campo de valoración debido al interés por dicha materia, la cual no solo se
considera interesante por su combinación entre conocimientos teóricos y aplicación práctica,
sino que además se considera que se trata de un campo de estudio al cual el autor puede realizar
aportaciones o propuestas de estudio dada la subjetividad que muchas veces aparece a la hora
de elegir un método o las variables que este requiere.
El principal motivo que ha llevado al autor a elegir este tema ha sido el didáctico: Aprender algo
hasta ahora desconocido además de poder hacer una aportación al tema objeto de estudio.
Este trabajo se centra en un problema muy común y complejo como es la valoración de marcas
comerciales, sobre el que existen diferentes métodos que intentan identificar dicho valor.
Para poder analizar adecuadamente los distintos métodos de valoración existentes con el
propósito de alcanzar una serie de conclusiones acerca de su utilidad, se ha considerado
conveniente realizar una descripción de los distintos métodos de valoración, destacando tanto
los puntos fuertes como las debilidades de cada uno de ellos.
Una vez realizada dicha descripción teórica, lo siguiente será elaborar una selección de las
diferentes variables que influyen a la hora de valorar una marca comercial, analizando de qué
forma y en qué medida afectan cada una de ellas al valor de la misma.
Finalmente, una vez revisado todo lo anterior, se realizará una tabla comparativa entre las
valoraciones reales de las tres consultoras más importantes en esta materia, de donde se podrán
obtener una serie conclusiones una vez la información haya sido analizada, concluyendo con
ciertas sugerencias o propuestas de actuación para mejorar en esta área.
2) Se ha hecho un seguimiento de las listas publicadas por estos proveedores sobre el valor
de las 100 marcas mejor valoradas.
Cada día se escucha hablar acerca de marcas y es normal pensar que se conoce su significado,
pero la realidad es que resulta difícil saber con exactitud a qué se refiere alguien cuando habla
de marca comercial dada la propia naturaleza del concepto.
Como activo, es un recurso controlado por la entidad con el cual puede obtener beneficios
tangibles, de lo que no cabe ninguna duda pues la marca es uno de los principales recursos de
los que una entidad puede generar beneficios a través de su adecuada gestión.
Además, su carencia de sustancia física lo sitúa como activo intangible, otra cosa que resulta
evidente, pero saber esto era la parte fácil en esta aproximación al concepto. Lo realmente difícil
no es identificar su naturaleza, sino conocer qué se entiende por marca comercial, qué incluye
y cómo es capaz de generar beneficios diferenciales para la entidad.
Si se atiende a una definición más académica, se entiende por marca comercial aquel distintivo
o señal que el fabricante pone a los productos de su industria y cuyo uso le pertenece en
exclusiva. Pero se ve cómo este enfoqué es demasiado sencillo para un activo tan potente como
lo es la marca comercial.
Para completar su significado haría falta tener en cuenta los factores de que depende, entre los
cuales el profesor David Aaker ya identificó: el conocimiento de la marca por parte de los
consumidores, la calidad asociada a dicha marca y la fidelidad, aunque estos no serán los únicos.
Además, también se debería considerar lo que la marca es capaz de generar. Respecto a esto, la
marca es un activo que proporciona márgenes superiores a los del producto genérico o sin
marca, y opciones reales de crecimiento tales como: expansión geográfica, utilización de nuevos
canales de distribución, introducción de productos nuevos y diferenciados, entre otros
(Fernández 2007).
Gabriela Salinas profundiza respecto a las opciones reales al afirmar que las marcas que pueden
ser extendidas y explotadas en nuevos mercados tienen mayor valor que aquellas que están
limitadas en su alcance (Salinas 2006).
En otra aproximación al concepto, se entiende marca como el foco de todas las expectativas y
opiniones sostenidas por los clientes, empleados y otros grupos de interés acerca de una
organización y sus productos y servicios.
Así, la norma ISO 10668 define la marca como un activo intangible relacionado con el marketing
que incluye, pero sin limitaciones, signos, símbolos, logotipos y diseños, o una combinación de
ellos, destinado a identificar bienes, servicios o entidades, o una combinación de estos, creando
imágenes distintivas y asociaciones en la mente de los grupos de interés, generando así
beneficios económicos o valor.
Son muchas las definiciones que se pueden encontrar para este concepto tan ambiguo, siendo
algunas más técnicas y otras más teóricas, sin que por ello quede establecido un concepto único,
lo que supone un problema a la hora de abordar la valoración. Entender lo que es la marca
debería ser el comienzo de toda valoración y sin embargo, distintos conceptos conducirán a
diferentes metodologías de valoración al tomar de base un significado distinto.
Ahora que ya se conoce de forma más precisa lo que se conoce como marca comercial, el
siguiente paso será el de identificar cual es la importancia que se le concede a una valoración
precisa de la misma, lo que a pesar de resultar complicado, ofrece importantes beneficios para
la entidad que lo realiza adecuadamente.
Se habla de la importancia de la marca debido a que esta representa uno de los principales
activos de que dispone una compañía, siendo en ocasiones el más importante. Por ello,
cuantificar su valor se ha convertido en una tarea fundamental para cualquier empresa por una
serie de motivos que se muestran a continuación:
Facilita a la empresa su labor de definir la misión corporativa, factor importante para los
accionistas, tanto los actuales como los potenciales.
Por todo ello, la adecuada valoración de la marca y su posterior gestión es un hecho que debe
tener en consideración toda compañía a la luz de semejantes ventajas. De otro modo, estaría
perdiendo una gran fuente de ventaja competitiva como es la marca comercial.
Pese a que la aparición de los primeros métodos de valoración de marcas comerciales data de
la década de los 60, no es hasta finales de la década de los 90 cuando esta empieza a cobrar
importancia, produciéndose a partir de entonces el surgimiento de multitud de métodos
encaminados a determinar el valor de la marca de la entidad. Este boom se hace evidente al
contemplar cómo el 70% de los métodos de valoración de marcas existentes han aparecido
entre los años 1996 y 2006.
De este modo, surge toda una industria alrededor de la valoración de marcas que busca
proporcionar importantes herramientas de valoración, herramientas que resultan de gran
utilidad para la gestión de la entidad.
Sin embargo, con la aparición de tantos métodos de valoración empieza a surgir también la
desconfianza hacia dicha materia, pues cada uno de ellos toma en consideración un número de
variables diferentes para su aproximación al valor de la marca, además de tener un concepto de
esta también diferente para cada proveedor.
Gráfico 1.3.1. Comparación entre las valoraciones de Interbrand, Millward Brand y Vivaldi de
Toyota, Samsung y Apple para 2005, en millardos de dólares (Salinas 2007)
30,2
24,8 25,8
Al observar este gráfico de la página anterior, se aprecian las importantes diferencias que
ofrecen estos tres distintos métodos para las mismas marcas comerciales en el mismo periodo
de tiempo. El caso más evidente sería el de la marca Apple, cuyo valor oscila entre 15,9 y 5,3
millardos de dólares, lo que supone que para Millward Brown dicha marca tiene el triple de valor
que para Vivaldi, hecho que despierta las dudas entre el público de tales valoraciones.
En este contexto de cierta desconfianza hacia la valoración de marcas, surge como respuesta
una iniciativa originada por el organismo alemán DIN por la cual se busca la estandarización de
los métodos de valoración de marcas comerciales, dando así una solución a la incertidumbre
que generan tantos y tan dispersos resultados en función de la herramienta que se use.
Sin embargo, no va a ser sencillo llegar a una decisión respecto al método de valoración que
debe convertirse en estándar pues, la elección de la herramienta de valoración dependía en gran
medida del propósito de la misma. Respecto a los objetivos para realizar una valoración de
marca, se pueden identificar tres claramente diferenciables:
Pese a su dificultad, se ha llegado a la mencionada estandarización con la cual, todos los agentes
implicados han salido ganando. De este modo, los usuarios de tales herramientas de valoración
cuentan con la certeza de que el método cumple con unos requisitos mínimos de calidad y
normativa, además de eliminar el mencionado problema de su elección.
Por su parte, los proveedores de métodos cuentan con un factor diferencial para su herramienta
pues estarán mejor valoradas aquellas herramientas que cumplan con el estándar frente a las
que no lo hacen.
Finalmente, nos encontramos con que los usuarios de la información financiera proporcionada
por las entidades también cuentan con la confianza de que tras las cifras existe una metodología
ampliamente aceptada que además, se supone comparable.
Esta nueva norma supuso un avance importante en materia de valoración de marcas pues
establece unos requisitos mínimos que los proveedores de valoración de marcas deben cumplir,
independientemente del objetivo de la misma.
Bajo la ISO 10668, aquel que sea el encargado de proveer la valoración de la marca deberá
declarar el objetivo de la misma, así como todas las asunciones en las que se fundamenta su
valoración de la forma más transparente posible. En cuanto al objetivo de la valoración, el nuevo
estándar es aplicado para todo tipo de propósitos entre los que se destacan:
Insolvencia y liquidación
Finanzas corporativas
Concesión de licencias
Sin embargo, antes de determinar el valor de una marca, el encargado de su valoración deberá
realizar tres tipos de análisis que resultaran fundamentales a la hora de alcanzar un valor.
El primero de los requisitos dentro del análisis legal consistirá en determinar que se entiende
por marca. Ya hemos visto la problemática que genera la ambigüedad del concepto, por lo que
definir qué es marca y qué debe incluirse bajo su nombre será.
En cuanto a los activos intangibles que pueden ser incluidos en la marca, destacan los llamados
derechos de propiedad intelectual, los cuales son incluidos a menudo en el concepto de marca.
Será el encargado de valorar la marca quien determine que parte de esos activos intangibles y
derechos de propiedad intelectual serán incluidos en la marca a valorar.
Otro aspecto más en este análisis legal tratará sobre la protección de la marca y su registro. Los
derechos legales en esta materia varían dependiendo del ámbito geográfico, por lo que habrá
que tenerlos en cuenta a la hora de valorar la marca.
El mercado en que la marca opera. Esto es, sus canales de distribución, localización de
los clientes, o márgenes de beneficios. También es importante tratar de adelantarse a
las tendencias previstas.
Dentro de este análisis de comportamiento cabría destacar los trabajos realizados por Kapferer
acerca de la identidad de la marca. En ellos, el autor identifica hasta seis aspectos relacionados
con la identidad de la marca, como puede verse en el siguiente gráfico.
Emisor
Físico Personalidad
Son todos los aspectos materiales El carácter de la marca
que vienen a la mente del cliente al
mencionar la marca
Externalización
Cultura Internalización
Relación
Valores y principios en
Su forma de actuar
los que la marca basa
con las personas
su comportamiento
Receptor
Físico: será el conjunto de aspectos físicos de la marca que son evocados en la mente
del consumidor cuando el nombre de la marca es mencionado. Kapferer considera este
aspecto como la base de la marca. Se trataran cuestiones como el formato de la marca,
la forma en que esta es reconocida, además de cuestiones funcionales.
Cultura: será el conjunto de valores y principios sobre los que la marca basa su
comportamiento. Este aspecto es el nexo de unión entre marca y organización,
destacando el papel que juega el país de origen de la marca. Un ejemplo en este caso
serían las compañías alemanas de fabricación de coches, donde te puedes hacer una
idea de las cualidades que de sus vehículos atendiendo a la cultura de ese país.
Relación: este aspecto se refiere a la forma en que la marca se relaciona con sus clientes.
Aquí normalmente existe una relación entre las marcas de artículos de lujo y el trato
privilegiado que se les da a los consumidores de dichas marcas.
Imagen propia: con este último aspecto lo que se pretende es identificar qué es lo que
un usuario de la marca espera que se piense de él debido a dicha marca. De nuevo
aparecen los estereotipos pero, por lo general, los usuarios de cualquier marca de coches
de lujo esperan que la gente piense de ellos que son personas adineradas solo con verle
conducir tales coches, como alguien que lleva una perfecta equipación para realizar
deporte de cualquier marca especializada como ASICS lo que pretende es dar una
imagen de deportista.
Emisor - Receptor: el lado del emisor se refiera a la capacidad de la propia marca para
mostrarse como una persona, lo cual correspondería a los aspectos de personalidad y
físico. En cuanto al lado del receptor se refiere al hecho de que para tal marca debe
existir un usuario tipo, de lo que se encarga el reflejo y la imagen propia.
Como se viene comentando a lo largo de todo este trabajo, la valoración de marcas comerciales
es un proceso complejo que genera grandes dudas entre sus usuarios, siendo el principal
problema el elevado número de métodos existentes, carentes de cierto nivel de estandarización.
Tal carencia hace que elegir la herramienta de valoración sea una tarea difícil.
Junto a ello está el hecho de que estos métodos llegan a conclusiones muy dispares acerca del
valor de la marca (véase el gráfico 1.3.1) y no solo entre diferentes herramientas, sino también
entre el resultado del mismo método pero entre diferentes usuarios.
Otro de los problemas que supone la valoración de marcas es, como se acaba de ver, la
disparidad entre los objetivos perseguidos, pues dependiendo de lo que cada entidad desee
utilizará un método que le favorezca más. Este hecho quita credibilidad a la materia pues, los
resultados de la valoración son, en mayor o menor medida, buscados en función del propósito
de la misma. Por tanto, siempre habrá que tener en cuenta quién está realizando la valoración
y cuál es el objetivo de esta.
Multitud de métodos
Diferentes objetivos
Pese a ello, hay abierta una línea de debate sobre la posible inclusión de este activo intangible
en el balance de la entidad. Esto se deriva del concepto de imagen fiel, pues el balance se supone
equivalente al valor de la empresa en forma aproximada.
De este modo, se puede sostener que todos los activos susceptibles de ser valorados se deben
incluir en el balance (García Rodríguez 2000).
También está el hecho de que, para que una herramienta de valoración sea aceptable, se debe
poder utilizar tanto en las marcas propias como en las adquiridas y debe ser aplicable tanto con
una finalidad contable como con una finalidad económica (García Rodríguez 2000). Sin embargo,
ya se ha visto que esto no es posible pues la valoración depende en gran medida de quien la
realiza (subjetividad en la valoración), además de para qué la realiza (diferentes objetivos). De
este modo, esto supone un obstáculo a la inclusión de la marca en el balance ya que no existe
un criterio comparable de valoración.
Un problema adicional sería el de la inclusión de los costes derivados de la marca, pues algunos
de ellos se generan con el fortalecimiento de la marca provocado por el paso del tiempo, lo que
resulta imposible de contabilizar.
En cuanto a la separabilidad, no es más que la dificultad de separar el valor de la marca del resto
de la empresa y de los demás activos inmateriales, pero como ya se ha visto, esto es posible,
aunque complicado.
Pese al debate sobre la inclusión de la marca en el balance, son muchas las empresas que han
decidido por contabilizar el valor de su marca en busca de los beneficios derivados de dicha
práctica, pues como ya se ha comentado, valorar una marca ofrece grandes ventajas.
Ahora ya se tiene una idea más profunda de lo que se entiende por marca comercial, cómo esta
ha ido evolucionando a lo largo del tiempo hasta acabar originando una nueva norma para su
estandarización, así como cuáles son los principales problemas y dilemas que una práctica tan
complicada plantea.
En su evolución, han sido mucho los métodos que han ido surgiendo para tratar de resolver los
diferentes problemas que se iban percibiendo, lo que acabó por inundar a esta industria con un
exceso de herramientas basadas en distintos conceptos de marca y en diferentes variables
determinantes. Por ello, surgió la necesidad de armonizar todos estos métodos buscando
recuperar la confianza perdida ante tanta diversidad.
A continuación se muestra cuáles son los métodos fundamentales a la hora de valorar una marca
teniendo en cuenta principalmente aquellos que la norma ISO 10668 de 2010 ha propuesto
como básicos, incidiendo en aquellos que son más empleados en la realidad.
Coste histórico
Enfoque de costes
Coste actual o de reposición
Enfoque de mercado
Precio primado
Enfoques para la
valoración de
marcas Volumen primado
Separación de beneficios
Enfoque de beneficios
Excedente de beneficios en
multiples periodos
Ahorro de royalties
Mediante este enfoque de medición incluido en la norma ISO 10668, el valor de una marca se
basa en todos los costes e inversiones realizados en dicha marca a lo largo del tiempo, pudiendo
tratarse tanto de costes históricos como en costes de reposición o reproducción. Son
precisamente estos los dos métodos incluidos en este enfoque:
El enfoque de costes es algo limitado al dejar fuera de la valoración aspectos que resultan de
gran peso para la marca, como pueden ser aquellos que no aparecen en el balance. Es por ello
que la norma ISO 10668 recomienda su uso en el caso de que los otros métodos de valoración
de marca no sean aplicables. Eso sí, también puede ser empleado para aportar consistencia a
los resultados de otros métodos.
En este primer método de enfoque de costes, se considera a la marca como un capital con un
valor que deriva de las inversiones realizadas a lo largo del tiempo. Este se obtiene mediante el
cálculo de la suma de todos los costos o inversiones relacionadas con su comunicación,
distribución, investigación y desarrollo, etc. durante un periodo de tiempo determinado, para lo
que se utilizan los datos disponibles en la contabilidad de la empresa (Kapferer 1992).
Sin embargo, es ahí donde radica la principal dificultad de este método. Diferenciar cuales de
los gastos en aspectos tales como la comunicación u otras operaciones de marketing se
convierte en una tarea complicada dada la naturaleza de estos gastos.
Debido a este hecho, aun empleando esta misma herramienta, distintas valoraciones pueden
alcanzar diferentes resultados en función de los datos utilizados, confirmando la sensibilidad del
modelo a factores subjetivos. También aparece la subjetividad a la hora de definir qué
proporción de los gastos es directamente atribuible a la marca.
Por otro lado, este método solo tiene en cuenta los costes incurridos en el periodo de tiempo
determinado y no así el resultado obtenido de ellos. Por eso se puede afirmar que tiene en
cuenta solo la cantidad y no la calidad, lo que puede ser considerado como un error al no ser
una medida del éxito de la gestión de la marca en cuanto a costes.
Cabe mencionar que las valoraciones realizadas mediante este método benefician más a
aquellas empresas en las que se ha realizado una fuerte inversión en marketing, perjudicando a
aquellas en las que la comunicación de la marca se ha ido produciendo más lentamente.
Además, deja fuera de la valoración aquellas inversiones que no aparecen en el balance como
puede ser el saber hacer de la compañía.
En el segundo método del enfoque de costes, se considera como valor de marca aquel que
resultaría de obtener una marca equivalente a la valorada. Esto es, determinar la cantidad de
dinero que es necesario emplear para obtener dicha marca, además de establecer un horizonte
temporal para realizar los mencionados gastos.
Como se puede apreciar, ninguna de las dos alternativas a este método tiene en cuenta los
posibles beneficios futuros, siendo la marca exclusivamente valorada en función de sus costes,
lo cual limita la valoración. Dejar al margen los futuros resultados positivos que la marca pueda
generar no considera, como ya se adelantó, la calidad de la valoración, siendo relevante
únicamente la cantidad de costes incurridos.
En esta aproximación al valor de la marca a través del mercado, dicho valor se basa en el precio
que otros compradores han pagado por activos que son considerados razonablemente similares
a la marca que se está valorando.
Por tanto, la valoración de la marca mediante este enfoque tiene como objetivo establecer un
precio razonable al que se espera poder realizar una transacción de compraventa de la marca.
Para ello, se recopilarán datos sobre el precio por el cual otras marcas de diferentes empresas
consideradas como comparables han sido vendidas.
Este enfoque parte de la idea de que las marcas, siendo de empresas consideradas como
comparables, han de tener un valor similar. Sin embargo, tal afirmación es muy precipitada pues,
como cabe esperar, cada compañía tiene unas particularidades que hacen que sea única. Por
ello, replicar el valor de una marca en función sus comparables es muy relativo.
Se habla de realizar ajustes sobre los datos obtenidos de las transacciones realizadas para
marcas similares, pero tales ajustes estarían dejando de lado parte de la información intrínseca
de la empresa a valorar, pues no se puede recrear la situación de una empresa en base a otra
comparable. Se puede obtener una imagen aproximada, pero nunca igual.
Pese a ello, este enfoque es también contemplado por la norma ISO 10668 como una de las
posibles metodologías a aplicar en materia de valoración de marcas, sobre la que establece una
serie de pautas en cuanto a lo que se considera empresa comparable.
Por ello, la norma establece que la marca comparable debe ser tener características similares a
la marca que se está valorando en aspectos tales como fortalezas de marca, tipo de bienes o
servicios que son comercializados bajo esa marca, situación patrimonial, el modo en que sus
recursos están distribuidos en cuanto a la deuda, sin olvidarse del marco legal en que desarrolla
su actividad.
Por todo ello, se trata de un método que resulta muy difícil de realizar pues, cuando se dispone
de valoraciones sobre marcas comparables que han sido vendidas recientemente, estas no
tienen por qué ser comparables respecto al resto de factores a considerar y viceversa. Cuando
se dispone de datos de marcas que por la actividad de la empresa y demás particularidades
pueden parecer similares a la marca que se está valorando, bastaría con que esta valoración no
fuese reciente para que no pudiese ser considerada como comparables. Encontrar la marca
comprable es la mayor dificultad de este método.
Fortalezas de marca
Tipo de actividad
Caracteristicas de la
empresa
Situación patrimonial
Consideración de
comparable Estructura de recursos
ISO 10668
Marco legal
Transacción
Momento
Tipo impositivo
Variables
determinantes
Vida útil
Tasa de descuento
Empezando por los flujos de caja futuros que la empresa espera generar respecto a su
marca, cabe mencionar que para la valoración se tomará en cuenta el valor que sea
únicamente atribuible a la marca, que sea diferencial. Además, el valor empleado será
aquel que ya lleve descontado la carga impositiva, o lo que es lo mismo, el beneficio
después de impuestos.
Respecto a lo anterior, la tasa impositiva resulta necesaria para el cálculo de los flujos
de caja pues, como acabamos de ver, estos se calculan a partir del beneficio después de
impuestos. Esto incluye también el posible efecto impositivo que pueda producir el
ahorro derivado de la amortización, lo cual será calculado e incluido en la valoración.
En cuanto a la vida útil de la marca, la ISO 10668 establece que se debe considerar la
tendencia general para marcas de la misma industria que la valorada. La valoración no
deberá exceder en ningún caso el periodo que determina la vida útil restante.
Por último, quedaría hablar de la tasa de descuento a emplear sobre los flujos de caja
diferenciales a la marca, la cual deberá ser la misma que la tasa elegida para descontar
flujos de la empresa en su conjunto. Dado que la empresa conjunto de activos y pasivos,
la tasa de descuento también representa el riesgo específico de la marca. Es por eso que
debe ser la misma para todo el negocio.
Respecto a su cálculo, lo más habitual es el empleo del WACC o coste de los recursos
medio ponderado. Con dicha tasa se estarían incluyendo los riesgos que aún no se veían
reflejados en los flujos de caja futuros, obteniendo un valor más certero de estos.
Ahora bien, si consideramos que el WACC es una buena herramienta para calcular la tasa
de descuento, no debemos olvidarnos de que con él aparece buena parte de la
subjetividad de este enfoque de beneficios. Para su cálculo, se elegirán unas variables
que, en última instancia, dependerán del juicio personal de aquel encargado de valorar
la marca. Por ello, siempre existe un rango de variación entre las valoraciones realizadas
pues, no todos los proveedores de valoraciones asignarán exactamente los mismos
valores a todas las variables. Factores tales como la tasa libre de riesgo, la prima de
mercado o la beta propios a esa marca, serán determinantes en el valor final. Por ello,
hay que tener siempre presente que la valoración es, al final, una opinión.
Mediante el método del precio primado, el valor de la marca es calculado en función de la prima
que esta es capaz de generar sobre su precio en comparación con un producto comparable sin
marca, o de marca blanca. Esto es, cuánto está dispuesto a pagar un consumidor por ese bien o
servicio con marca respecto a un producto equivalente sin marca.
Sobre este método destaca el trabajo de David Aaker, quien considera que los componentes del
valor de la marca como reconocimiento del nombre, fidelidad, calidad percibida e imagen de
marca tienen capacidad para proveerla de un precio primado (Aaker 1994). Según esto, propone
observar cuáles son los niveles de precios en el mercado, estudiar a los clientes, sus preferencias
e intenciones de compra para diferentes niveles de precio, así como elaborar juicios sobre los
distintos atributos de la marca.
Como resultado de lo anterior se consigue cuantificar el valor monetario de esa prima de precio.
Para poder llegar a un flujo de caja que sea atribuible a la marca, se deben identificar y eliminar
todos aquellos factores no atribuibles a la marca para considerar solo aquellos que sean
diferenciales a la posesión de dicha marca.
Además, cualquier coste adicional que haya sido llevado a cabo para lograr alcanzar dicha prima
en el precio deberá ser deducido de esa prima en la parte unitaria correspondiente.
Calculando los flujos de caja para un periodo razonable de tiempo y procediendo a su descuento
a la tasa establecida, se obtendrá el valor de la marca por este método.
Ahora bien, pese a que este método ya considera los ingresos y no solo los costes, también
conlleva una serie de inconvenientes, como lo es la dificultad de encontrar productos o servicios
sin marca en muchas industrias con los que poder calcular la prima. En tal caso se tomaría como
referencia aquella que tuviera la menor fortaleza de marca en el mercado.
Otro inconveniente sería su imposibilidad de aplicación en mercados en los que los precios se
hayan sometidos a regulación o bien existan diferencias muy reducidas en los precios.
En este método incluido en el enfoque de beneficios, lo que se estaría midiendo sería el valor
marginal de las ventas adicionales o de la participación en el mercado que la marca posea. Esto
es, el volumen extra que se genera por causa de la marca.
Para ello, se considera el impacto que supone el nombre de la marca en los distintos aspectos
del comportamiento del consumidor, como pueden ser sus preferencias, intenciones de compra
o actitudes en función de la marca, entre otros.
Una vez se han obtenido los resultados de las encuestas y demás herramientas, se estima en
qué medida es la marca la responsable de aumentar la fidelidad de los clientes o la cuota de
mercado de la empresa propietaria de la marca.
Este método asume una relación directa entre la cuota de preferencia de los clientes por la
marca y su cuota de mercado, siendo posible entonces su cuantificación monetaria.
También se debe considerar que el mercado es imperfecto. Por tanto, la asunción de este
modelo en cuanto a la relación entre preferencias y cuota de mercado conduce
irremediablemente a imprecisiones en la valoración.
Otro inconveniente de este método sería el hecho de que se trata de un enfoque estático que
mide el potencial de la empresa en el momento actual sin considerar los cambios que se pueden
producir en el futuro, lo que se traduce en la no inclusión de la posible pérdida de marca, lo cual
provocaría un sesgo importante en la valoración.
Pese a ello, este método es necesario en combinación con el del precio primado para determinar
los flujos de caja sobre los que calcular la valoración final de la marca. Ambos métodos son
usados conjuntamente pues se necesitan de las dos variables, precio primado y cuota de
mercado adicional, para determinar los flujos de efectivo necesarios.
Este método también se ha incluido en la norma ISO 10668 como uno de los estándares de
valoración. En él se evalúa la contribución de la marca a la hora de generar ingresos y reducir los
costes de la empresa. De ello se obtiene el beneficio que es debido únicamente a la marca, el
cual se descontará para los años de vida útil restantes para así obtener su valoración.
Cabe mencionar que este es el método más utilizado en la práctica, siendo el elegido por
proveedores de valoraciones tales como Interbrand o Millward Brown, sobre los cuales se
profundizará más adelante.
Una vez se ha realizado la valoración de todos los activos afectos a la actividad de la empresa,
se procederá a deducir dichos importes sobre el resultado empresarial, quedando entonces
como valor residual aquel que es atribuible únicamente a la marca por sí misma. Es por eso que
se habla de un método indirecto de valoración.
Una vez se han calculado los flujos de caja atribuibles a la marca para lo que le resta de vida útil,
solo quedaría actualizarlo a valor presente para concluir con la valoración.
El método basado en los flujos de caja diferenciales identifica todos los flujos de caja generados
por la marca en un negocio para después realizar una comparación con empresas consideradas
como comparables pero sin marca. Dichos flujos de caja diferenciales serán el resultado de unos
mayores ingresos, menores costes, o la combinación de ambos sucesos.
Este es un enfoque más detallado y complejo que no suele ser utilizado en las valoraciones
técnicas de marca, pero es extremadamente útil para fines estratégicos o comerciales, como
podría ser la concesión de una licencia.
Aquí, el valor obtenido según los flujos de caja diferenciales sería un buen punto de partida para
la negociación. De nuevo vemos como la valoración va a depender en gran medida del objetivo
que se persigue con ella.
Este método se basa en la asunción de que la marca no es propiedad de la empresa cuya marca
a valorar, sino que esta tiene licencia de un tercero para operar bajo su nombre. En base a esto,
este método considera que el valor de la marca es el valor presente de todos los pagos de los
derechos ahorrados en virtud de ser dueño de la marca.
La tasa que se establece para los derechos de uso de esa supuesta licencia se determina después
de realizar un análisis en profundidad sobre los datos disponibles de los acuerdos de licencia
para marcas comparables. Además, es necesario realizar una división apropiada de las ganancias
atribuibles a la marca entre quien concede la licencia y quien la disfruta, utilizando para ello un
análisis de comportamiento y de negocios.
El método de ahorro de royalties es el más utilizado para determinar los flujos de efectivo de la
marca. Su metodología se utiliza ampliamente debido a que está basada en la realidad comercial
y puede ser referenciada a transacciones reales.
Una vez se han revisado los métodos de valoración de marcas comerciales más importantes, los
cuales son además los incluidos en el estándar ISO 10668, el siguiente paso será conocer cuáles
son los principales proveedores de valoraciones que existen actualmente.
Desde ese momento, son muchos los proveedores que quedan en la actualidad, de entre los que
cabe mencionar los a Interbrand, Millward Brown, Brand Finance, Semion, Nielsen, PwC/Sattler,
Brand Rating, BBDO (BEES), Corebrand y Fischer/McK. Estos serían los grandes nombres en la
industria de valoración de marcas del panorama actual.
Respecto a estos proveedores, cabría mencionar cuales son los métodos que estos emplean en
sus valoraciones, lo que se observa en el siguiente gráfico, donde vemos que los métodos más
empleados serían el de separación de beneficios y el de los flujos de caja diferenciales. En
cualquier caso, todos ellos son métodos incluidos dentro del enfoque de beneficios, aquel que
resulta más importante según la norma ISO 10668.
10%
40%
10%
40%
Gráfico 3.2. Valoración de la marca de una compañía ficticia por siete consultoras expertas,
en millones de euros (Columbia Business School)
Nielsen 958
Brand Rating 953
PwC 833
Interbrand 463
KPMG 425
BBDO 386
Semion 173
Si se observa el resultado obtenido por dos de las consultoras que utilizan el método de flujos
de efectivo diferenciales como son Nielsen y Semion, volvemos a encontrarnos con la mayor
diferencia en el valor de la marca, por lo que no se puede concluir que un mismo método llevé
a resultados ni siquiera similares.
Si ahora se atiende a los valores más parecidos vemos que corresponden a las valoraciones
realizadas por Nielsen (958 millones de euros) y Brand Rating (953 millones de euros). Sin
embargo, estos dos proveedores no siguen la misma metodología a la hora de realizar sus
valoraciones, lo que lleva de nuevo a un resultado poco consistente en cuanto a la metodología
aplicada, pero que a su vez aporta confianza en la valoración de marcas al ser tan similar el valor
obtenido por dos métodos diferentes.
De entre todos los existentes, se va a tratar en profundidad aquellos que son considerados más
importantes en el contexto actual, además de ser aquellos tres que anualmente publican una
lista con el ranking de las marcas mejor valoradas del año:
Brand Finance “The World’s 500 Most Valuable Brands” publicado en su web en abril.
Millward Brown “Top 100 Lists” publicado en Financial Times en el mes de abril.
La metodología aplicada por el Grupo Interbrand, aplicada desde su aparición en 1988, es una
combinación entre la estimación de flujos de efectivo por el método de separación de beneficios
y un análisis de las fortalezas y debilidades de la propia marca.
Cabe mencionar también que Interbrand fue la primera compañía proveedora de valoraciones
de marcas en conseguir el certificado que acreditaba que cumplía con los requerimientos de la
norma ISO 10668. Además, para poder aparecer en sus listas, la marca valorada debe cumplir
con una serie de criterios:
Al menos el 30% de los ingresos deben provenir de fuera del país origen, teniendo una
presencia significativa en Asia, Europa y América del Norte, así como una cobertura
geográfica amplia en los mercados emergentes.
Para la obtención de los datos se recurre a distintas fuentes para así garantizar la
fiabilidad de los mismos o su consistencia. Esto aporta confianza a los usuarios de sus
valoraciones, pues recurre a los datos financieros de Reuter o las cuentas anuales de las
distintas empresas cuya marca se va a valorar.
Estos factores son cuantificados sobre 10 en comparación con otras marcas del sector o
de notable importancia. Con ello, se obtiene información sobre las fortalezas y
debilidades de la marca, lo cual resulta extremadamente útil para diseñar una estrategia
de marca adecuada, convirtiéndose así en una herramienta de gestión.
Puntuación
Factores Internos
Máxima
Claridad interna acerca de cómo se comunica la marca en
Claridad 10
término de sus valores, posicionamiento y proposición
Compromiso interno con la marca y una creencia interna de
Compromiso 10
la importancia de la marca
Cuán segura es la marca a través de un número de
Protección 10
dimensiones como la legal, de propiedad o diseño
La habilidad de responder a los cambios del mercado,
Respuesta 10
desafíos y oportunidades
Puntuación
Factores Externos
Máxima
La marca está basada en una verdad y capacidad interna
Autenticidad 10
que no se encuentra en ninguna otra marca
El grado al cual los consumidores perciben el
Relevancia 10
posicionamiento diferenciado de la marca
La forma en que los consumidores perciben la marca para
Diferenciación 10
tener un posicionamiento diferenciado de la competencia
El grado al que una marca es experimentada sin fallar a
Consistencia 10
través de todos los puntos tocados o formatos
El grado al que se habla de una marca en forma positiva por
Presencia 10
consumidores, clientes y formadores de opinión
La marca no sólo es reconocida por los clientes, sino
Entendimiento 10
también por sus cualidades distintivas y características
Anteriormente eran siete los factores que consideraba el método Interbrand, los cuales tenían
una ponderación distinta en función de su importancia sobre el valor de la marca. También cabía
la posibilidad de desarrollar esta metodología aplicando las cinco dimensiones fuentes de valor
de la marca identificadas por David Aaker, que son: fidelidad, conocimiento de la marca, calidad
percibida, asociaciones de la marca, y otros activos en propiedad de la marca (Aaker 1994).
En cualquier caso, el siguiente paso consistirá en realizar la suma total de la valoración de cada
dimensión analizada para posteriormente convertir dicha suma en un múltiplo, el cual se
aplicará a los flujos de efectivo diferenciales a la marca que han sido calculados previamente.
0 50 100
Fortaleza de la marca
A la hora de establecer el rango de valores que podrá tomar el múltiplo, el método Interbrand
considera el valor máximo principalmente en función del PER de la industria. Haciendo una
asunción más, este método considera tal valor máximo deberá ser superior al PER de la industria,
lo cual ha sido cuestionado por diversos autores.
A pesar de que esta metodología, como cualquier otra, resulta ciertamente subjetiva debido a
la elección de los parámetros utilizados, resulta muy útil el análisis de las fortalezas de marca
que se realiza en el proceso, convirtiéndose así en una importante herramienta de gestión.
La consultora británica Brand Finance utiliza también un método de valoración de entre los que
aparecen bajo el enfoque de beneficios. En este caso, se trataría del método de ahorro de
royalties, aunque considera la aplicación de otros métodos o enfoques cuando las circunstancias
de la valoración así lo requieran. La elección del método de ahorro de royalties se debe
principalmente a tres razones:
Se ve favorecida por las autoridades fiscales y los tribunales, ya que calcula el valor de
marca en función de transacciones documentadas de terceros.
En cuanto a su método principal, también necesita del análisis de la fortaleza de la marca, sobre
la cual se aplicará una tasa en función de los royalties empleados en el sector pertinente. La cifra
resultante se aplicará al valor actual de los flujos de efectivo futuros atribuibles a la marca, de
donde solo quedaría deducir los impuestos correspondientes para obtener el valor final de la
marca. Veamos paso a paso en qué consiste esta metodología:
Gráfico 3.2.1. Matriz de fortaleza - tipo de riesgo de la marca (Cerviño et al. 2005)
2 Marca débil
Tipo de riesgo
1 Marca estándar
0 Marca ideal
0 50 100
Fortaleza de marca
Se calcula el rango de valores que puede tomar la tasa de royalties para el sector en que
la marca desarrolla su actividad. Este rango se establece en función de las licencias
comparables utilizando la propia base de datos de Brand Finance.
Se realiza una previsión para los beneficios específicos de la marca en función de datos
históricos y otras herramientas de previsión, calculando una tasa de crecimiento. Tal
previsión se elaborará para un periodo que suele comprender entre 5 y 10 años.
Posteriormente se descontarán esos flujos de efectivo a una tasa apropiada, una vez
deducidos los impuestos, obteniendo así el valor de la marca.
En esta última metodología de las tres analizadas, vuelve a aparecer el método de separación
de beneficios, fortaleciendo el dominio que el enfoque de beneficios tiene para la valoración de
marcas comerciales.
Cálculo del valor financiero: el proceso comienza con el análisis de la corporación que
incluye la marca objeto de valoración, pues hay ocasiones en que una corporación posee
más de una marca. Por lo tanto, es importante asignar la proporción de beneficios
adecuada que es atribuible a la marca, para lo cual se recurre a la información financiera
contenida en las cuentas anuales, además de contar con otras fuentes de información
como Kantar Worldpanel and Kantar Retail.
Una vez realizada la separación, el siguiente paso consistirá en calcular los beneficios de
la marca futuros a través de un múltiplo sobre los actuales. Para la determinación del
múltiplo se emplean datos de Bloomberg.
Por este método se entiende valor de la marca como la cantidad de dinero con la que la marca
contribuye al valor total de la corporación.
El hecho de aislar y medir este activo supone, según Millward Brown, una fuente de valor
adicional para los accionistas que de otro modo no existiría.
Después de revisar y analizar tanto los diferentes métodos de valoración existente como a
aquellos de los proveedores de valoraciones más reconocidos en la industria, se puede afirmar
que tales métodos van a depender de una serie de variables que afectan en mayor o menor
medida al resultado final de la valoración.
Dada la importancia de estas variables en el valor final de la marca para cada una de las
herramientas analizadas, se ha considerado incluir un apartado en el que se reúnan dichas
variables para poder analizar de qué manera influyen en la valoración, así como cuál es la
sensibilidad de resultado final ante variaciones en las mismas. Con ello, podremos jerarquizar
las variables según la importancia que estas tienen en el resultado final.
Hemos visto cómo el hecho de tener que elegir un valor concreto para estas variables aporta
subjetividad a todos estos modelos, la cual aparece principalmente a la hora de estimar el valor
de la marca a través del enfoque de beneficios.
Se ha visto cómo tanto el enfoque de costes como el de mercado no tenían en cuenta los
potenciales beneficios futuros a efectos de la valoración, lo cual es la principal fuente de
variables que aportan sensibilidad al valor final de la marca.
Por su parte, en el enfoque de beneficios eran esos potenciales beneficios futuros los que daban
sentido a la metodología aplicada, siendo aquí donde aparecen dichas variables determinantes,
también conocidos como brand value drivers. Respecto a estos factores, se consideran variables
determinantes del valor de la marca las siguientes (Fernández 2007):
En el enfoque de beneficios, resulta fundamental el cálculo de los flujos de efectivo que la marca
es capaz de generar, diferenciándolos claramente de aquellos que se deben a otros activos en
poder de la empresa. Ahora bien, estos flujos se deben proyectar hacia el futuro para poder
calcular posteriormente el valor de la marca, por lo que aquí habrá que considerar dos factores
determinantes:
Una vez se han estimado los flujos de efectivo diferenciales a la marca y se han proyectado hacía
el futuro para un periodo de tiempo razonable, el siguiente paso a la hora de valorar ya no solo
una marca, sino cualquier activo capaz de generar flujos, será calcular una tasa de descuento
con la que poder actualizar los potenciales beneficios futuros al momento presente.
Así, para poder determinar dicha tasa de descuento y así medir la rentabilidad exigida, son
muchas las variables que hay que considerar.
Asumiendo que para calcular la rentabilidad exigida por los accionistas el método empleado es
el CAPM por ser el más habitual, las variables que hay que considerar coinciden con las
mencionadas en la tabla superior.
Según esto, habría que determinar la tasa libre de riesgo que va a ser empleada, lo que suele
venir determinado en función del periodo que se quiera actualizar. Así, suponiendo que el
descuento se va a realizar para un periodo de 10 años, el activo libre de riesgo que se está
empleando en la actualidad es el bono alemán de la misma madurez. De ser para un periodo de
5 años, sería aconsejable acudir al BOLB alemán por coincidir en plazo.
En el párrafo anterior aparece otra variable que sería el tiempo. El plazo sobre el que se van a
descontar los flujos de efectivo afectará al resultado final de la valoración, por lo que será otro
factor a tener en cuenta.
Sobre la prima de mercado (que es la diferencia entre la rentabilidad esperada sobre el activo a
valorar y la rentabilidad esperada del activo libre de riesgo) cabe mencionar la primera de las
dos variables de esta operación, pues la segunda ya estaría definida. Entonces, respecto a la
rentabilidad esperada del activo a valorar (en este caso la marca) encontraremos serias
dificultades a la hora de establecer una tasa pues, a diferencia de otros activos como las
acciones, la marca no cotiza en un mercado organizado, lo que hace de aplicar modelos
matemáticos para su cálculo algo complicado debido a la falta de datos.
Este apartado de riesgo financiero supone menor subjetividad pero aun así, depende del criterio
de aquel que realice la valoración. La única forma de obtener el verdadero valor de la
rentabilidad exigida a la marca sería preguntando a todos los accionista de la empresa por la
rentabilidad que requieren, lo que en empresas de gran tamaño resulta imposible.
4.3. Comunicación
Sobre este último aspecto de la marca, Fernández se refiere a la calidad ofrecida y percibida sin
profundizar más al respecto. Por ello, se aprovecha este texto para hacer referencia a la calidad
de la marca en base a la fortaleza de la misma asumiendo que una marca fuerte será una marca
de calidad, y viceversa.
Se aprecia entonces cómo la medición de lo que, en general, se conoce como fortaleza de marca,
depende en cada caso de la metodología seguida, lo que aporta subjetividad a la valoración. El
simple hecho de aplicar una aproximación u otra para su medición influirá en el resultado final
del valor de la marca, haciendo que la valoración dependa en cierta medida de tal elección.
A parte está el hecho de cuantificar lo intangible, donde la experiencia del encargado de realizar
la valoración supondrá un factor importante pues es una tarea cargada de subjetividad. Medir
el valor tangible de algo intangible influye en el valor calculado de la marca y sin embargo, se
puede llegar a diez resultados distintos al medir diez veces la misma dimensión de fortaleza.
Para ello, será apropiado realizar una comparación entre las valoraciones de las 100 marcas
mejor valoradas realizadas por las tres consultoras cuya metodología se ha revisado por ser las
más significativas de este mercado, además de ser responsables de la publicación anual de un
ranking que recoge sus valoraciones. Se trata de las siguientes:
Brand Finance “The World’s 500 Most Valuable Brands” publicado en su web en abril.
Millward Brown “Top 100 Lists” publicado en Financial Times en el mes de abril.
Estas listan contienen cada año la información referente a las 100 marcas mejor valoradas (500
en el caso de Brand Finance) además de un análisis segregado de la información recogida en su
proceso de elaboración.
A continuación se ve una muestra de estas tres listas en la que aparecen las 10 marcas de mayor
valor para las tres consultoras mencionadas, sobre la cual se comenzará el análisis.
Tabla 5.1. Ranking de las 10 marcas con mejor valoración según Interbrand, Brand Finance y
Millward Brown para el año 2014, en millones de dólares
Fuente: Listas de Interbrand, Brand Finance y Millward Brown del año 2014 y elaboración propia
A parte de estas dos grandes marcas, solo otras dos se repiten en las tres listas de tal modo que
hay consenso en cuatro de las diez marcas de mayor valor. Estás son Apple, Google, Microsoft e
IBM. A continuación se muestra un gráfico con la valoración de dichas marcas:
Gráfico 5.1. Valoración de las 4 marcas que coinciden en el ranking de las 10 mejores según
Interbrand, Brand Finance y Millward Brown para el año 2014, en millones de dólares
158.843
147.880
118.863
107.541
107.439
104.680
90.185
72.244
68.620
62.783
61.154
41.513
Fuente: Listas de Interbrand, Brand Finance y Millward Brown del año 2014 y elaboración propia
Sobre la información del gráfico anterior también se pueden observar varías cuestiones de
interés, siendo tal vez la más evidente el hecho de que las valoraciones realizadas por Millward
Brown son siempre superiores a las de sus dos competidores, en especial para el caso de Google
e IBM, donde la diferencia es de más del doble en ambos casos. Por su lado, Interbrand y Brand
Finance parece que tienen un orden de magnitud similar, al menos para estas diez marcas.
Sobre las diferencias anteriormente descritas cabe mencionar que la metodología empleada por
Interbrand y Millward Brown es la misma en cuanto al enfoque escogido, pues ambas utilizan el
método de separación de beneficios, frente al método de ahorro de royalties empleado por
Brand Finance. El método es el mismo y sin embargo las diferencias entre valoraciones son tan
abultadas que parece evidente que la diferencia está en el modo en que estas consultoras
realizan su análisis de la fortaleza de la marca (o contribución de la marca para el caso de
Millward Brown).
Continuando con el análisis de la tabla, el resto de nombres que la completan son marcas de
conocido prestigio en todo caso sobre cuyo valor elevado nadie dudaría. Sin embargo, las cifras
no siempre resultan similares cuando se observa a una misma marca.
Tomando como ejemplo el caso de la marca Samsung, se muestra cómo Brand Finance la sitúa
en la segunda posición de su lista, incluso por delante de Google. Por su parte, esta tendría para
Interbrand un valor que rondaría la mitad del anterior, situándola en el puesto número siete.
Pero si se quiere encontrar a Samsung en la lista de Millward Brown, se tendría que esperar
hasta la posición número 29, con una valoración que, de nuevo, rondaría la mitad de la anterior.
Por tanto, el valor de la marca Samsung queda en duda pues las tres opciones son muy
diferentes (78.752 para Brand Finance, 45.462 para Interbrand y 25.892 para Millward Brown,
en millones de dólares).
El caso de Samsung se repite a lo largo de la lista, como en el caso de Malboro, que pasa de
colocarse entre las diez marcas mejor valoradas según Millward Brown a ni tan siquiera aparecer
en la lista completa de Interbrand.
Sin embargo, hay ciertas similitudes que aparecen al observar en detalle a las diez marcas más
valoradas para cada consultora. Los dos gráficos siguientes muestran el resumen de marcas por
países de domicilio y sectores de actividad.
Gráfico 5.2. Resumen de marcas por sectores de actividad (sobre la lista de 10)
Tecnológico
Interbrand Tecnológico Conglomerado
Telecomunicaciones
Comercial
Brand Finance Tecnológico
Automotriz
Restaurante
Bebidas
Millward Brown Tecnológico
Servicios Financieros
Tabaco
0 2 4 6 8 10
Fuente: Listas de Interbrand, Brand Finance y Millward Brown del año 2014 y elaboración propia
Es por ello que a la hora de determinar el sector o industria de actividad de la marca, parece que
también hay divergencias según quién lo considere. Por este motivo resulta también difícil hacer
comparaciones entre las valoraciones de estos tres proveedores. A continuación se muestra una
tabla en la que se puede apreciar este caso:
Fuente: Listas de Interbrand, Brand Finance y Millward Brown del año 2014 y elaboración propia
Aquí, asumiendo que la pertenencia a un sector u otro puede ser a veces un tanto difusa, se
aprecia cómo a pesar de no ser iguales, la suma de estas dos categorías es similar para los tres
casos, especialmente para Brand Finance y Millward Brown. Sin embargo, se ve cómo los dos
sectores que aparecen difieren enormemente en el caso de Interbrand, lo que hace suponer que
esta consultora tiene una menor discriminación a la hora de considerar la pertenencia al sector
tecnológico, demostrando así que la determinación del sector es también resultado de una
decisión subjetiva. Siendo así, resulta complicado realizar una comparación por sectores.
Gráfico 5.3. Resumen de marcas por país de domicilio (sobre la lista de 10)
Interbrand
Estados Unidos
0 2 4 6 8 10
Fuente: Listas de Interbrand, Brand Finance y Millward Brown del año 2014 y elaboración propia
Como se aprecia en el gráfico, las 10 marcas mejor valoradas estarían todas en Estados Unidos
si es Millward Brown quien realiza la valoración, elevándose el número a 44 en la lista completa.
Para las otras dos consultoras también es claro el peso de este país en su ranking (7 para
Interbrand y 8 para Brand Finance sobre las 10 mejores), alcanzando un total de 51 y 43 en la
lista completa, respectivamente. Sin embargo, existen más dudas en cuando segundo país que
más marcas aporta a la lista. Destacan Alemania, China y Japón, seguidos por Francia y Reino
Unido, quedando como sigue la distribución final por países:
Estados Unidos
Interbrand
Alemania
China
Brand Finance
Japón
Francia
Millward Brown Reino Unido
Otros
0 20 40 60 80 100
Fuente: Listas de Interbrand, Brand Finance y Millward Brown del año 2014 y elaboración propia
Este análisis podría continuar, pero lo que se pretende medir con este estudio no es la tendencia
del mercado. El propósito principal del trabajo era el de tratar de determinar si el valor asignado
a una marca resulta fiable, lo que parece negativo a la vista de las conclusiones obtenidas. Dadas
las diferencias en el valor asignado a la marca en función de quién lo realice o cual sea el
propósito de tal valoración, el resultado será diferente.
Concluido el estudio sobre los distintos aspectos tratados en el presente trabajo, se han
alcanzado una serie de conclusiones que han ido surgiendo para tratar de dar respuesta a la
principal cuestión que se planteaba, la fiabilidad de la valoración de una marca comercial.
Sobre ello, se puede concluir que el valor de una marca no es algo que se pueda determinar con
exactitud si nos basamos en las diferencias existentes en la valoración de una misma marca
realizada por distintas consultoras.
Por tanto, se puede considerar que la valoración de marcas es, al final, una opinión realizada por
expertos del sector sobre la fortaleza de la marca atendiendo a los factores que ellos consideran
determinantes. Existe la subjetividad a la hora de cuantificar las variables de carácter intangible,
lo que supone que sea altamente improbable que el resultado obtenido por diferentes
proveedores de valoración sea igual.
También se puede afirmar que, dependiendo del método empleado para medir el valor de la
marca, habrá sectores o países que verán como sus marcas están mejor valoradas de lo que lo
estaría de emplear otra metodología. Por ello, se puede concluir que la valoración dependerá
también de su destinatario, sin olvidar que el objetivo de la misma influye en la elección de la
metodología a emplear. No se puede hablar por tanto de un único método óptimo a nivel global,
sino de varios adecuados para cada circunstancia.
Sin embargo, pese a que no se puede alcanzar un único valor para cada marca empleando
diferentes métodos, sí que es cierto que se han realizado numerosos avances que tienen por
objeto armonizar estas herramientas de valoración.
El último acercamiento ha sido la norma ISO 10668 de 2010, donde además de establecer una
lista con los métodos aceptados, se ayuda a aquel encargado de realizar la valoración a elaborar
un proceso que tenga en cuenta todas las dimensiones que afectan al valor de una marca.
Sin embargo, a pesar de no poder disponer de una cifra única que poder incluir en el balance, el
proceso de valoración de marcas se ha convertido en una grandísima fuente de información para
las empresas de la marca. En el análisis previo a la valoración se evalúan todos los aspectos
diferenciales a la marca en su ámbito financiero, macroeconómico, o legal, entre otros.
Comprender la marca servirá para conocer sus fortalezas, dejando a la vista sus debilidades para
que así la empresa puede enfocar sus recursos a mejorar. La valoración de marcas se convierte
así en una potente herramienta de gestión al poner en conocimiento del equipo directivo la
forma en que la marca es entendida por sus clientes. Además, la evaluación de las listas
publicadas por las tres grandes consultoras de esta área servirá para conocer la tendencia de
mercado, otra cuestión de interés para el equipo directivo.
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ISO 10668 (2010), “Brand valuation: Requirements for monetary brand valuation”
Gráfico 1.3.1. Comparación entre las valoraciones de Interbrand, Millward Brand y Vivaldi de
Toyota, Samsung y Apple para 2005, en millardos de dólares (Salinas 2007) ............................ 13
Gráfico 2.2.1. Características para la consideración de marca comparable (ISO 10668) ........... 28
Gráfico 2.3.1. Variables determinantes para el enfoque de beneficios (ISO 10668) ................. 28
Gráfico 3.1. Método de valoración empleado por los grandes proveedores ............................. 35
Gráfico 3.2. Valoración de la marca de una compañía ficticia por siete consultoras expertas, en
millones de euros (Columbia Business School) ........................................................................... 36
Gráfico 3.2.1. Matriz de fortaleza - tipo de riesgo de la marca (Cerviño et al. 2005)................. 42
Gráfico 5.1. Valoración de las 4 marcas que coinciden en el ranking de las 10 mejores según
Interbrand, Brand Finance y Millward Brown para el año 2014 (en millones de dólares) ......... 52
Gráfico 5.2. Resumen de marcas por sectores de actividad (sobre la lista de 10) ..................... 53
Gráfico 5.3. Resumen de marcas por país de domicilio (sobre la lista de 10) ............................ 55
Tabla 3.1.1. Calculo del beneficio diferencial a la marca (Fernández 2007) .............................. 38
Tabla 5.1. Ranking de las 10 marcas con mejor valoración según Interbrand, Brand Finance y
Millward Brown para el año 2014, en millones de dólares ........................................................ 51
Tabla 5.2. Aportación a las listas del sector tecnológico y de telecomunicaciones ................... 54