Álbum de Juegos - Psicologia
Álbum de Juegos - Psicologia
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Juegos
Juegos Recreativos
1. Palomitas Pegadizas: Todos los participantes se
convierten en palomitas de maíz, se encuentran
dentro de una sartén y saltan sin parar con los
brazos pegados al cuerpo. Cada palomita salta
por la habitación, pero si en el salto se “pega” con
otra deben seguir saltando juntas, agarrándose de
las manos. De esta forma se van creando grupos
de palomitas saltarinas, hasta que todo el grupo
forme una bola gigante.
2. Futbol con Globos: Es divertido y anima a que los
que tengan miedo del balón se les quite y se
sientan bien jugando. Con un simple globo los niños
deberán utilizar sus pies, rodillas y cabeza para
maniobrar éste, sin que se lo quiten los demás.
3. Carrera de Ranas: Se colocarán los niños/as en
cuclillas. A la señal del profesor/a saltarán como las
ranas hacia adelante o hacia atrás, tratando de
engañar al niño, el que se equivoque pasa al frente
para bailar.
Juegos en casa
1. Yoga para niños: A través del yoga, los niños
ejercitarán su respiración y aprenderán
a relajarse para hacer frente al estrés, a las
situaciones conflictivas y a la falta de concentración,
problemas tan evidentes en la sociedad actual.
El yoga, además, les ayudará en su largo camino
hacia el dominio físico y psíquico. (infantil, 2021)
2. Collage: Sobre una hoja de papel blanca o de
color, puedes realizar cualquier dibujo. Las caras o
formas de animales suelen ser un buen recurso. Los
niños tendrán que rellenar el dibujo pegando los
trozos de papel hasta completar la figura. (Sitly, S/F)
1.Hace Frío
Llegó el invierno y lo cubrió todo el bosque de nieve. En
uno de los árboles, una familia de ardillas, papá, mamá
y sus cinco hijos, estaban preparados para enfrentar la
larga estación del frío. Además, habían guardado
comida y juntado muchas ramitas suaves para dormir
abrazados hasta la primavera.
Un día, se despertaron con un horrible y alto ruido:
¡Brrrmmm!
Venía de una enorme máquina que avanzaba
derrumbando árboles, plantas y dejando sin casa y sin
abrigo a muchos animalejos que corrían hacia un lado
a otro, sin saber qué hacer para salvar a sus familias.
Papá Ardilla, preocupado con que sus hijos no se
asustasen con lo que pasaba, cerró las ventanas y la
puertas de su casa. Pero el ruido se volvió todavía más
fuerte y la mamá Ardilla salió a ver qué estaba
ocurriendo. Delante de la desesperación de sus vecinos,
ella tomó una decisión:
- Debemos ayudar a nuestros amigos: tenemos espacio
y comida para compartir con los que más lo necesiten.
¿Para qué vamos a guardar tanto, mientras ellos
pierden a sus familias por no tener nada?
2. Uga la Tortuga
- ¡Caramba, todo me sale mal!, se lamenta
constantemente Uga, la tortuga.
Y es que no es para menos: siempre llega tarde, es la
última en acabar sus tareas, casi nunca consigue
premios a la rapidez y, para colmo es una dormilona.
- ¡Esto tiene que cambiar!,- se propuso un buen día,
harta de que sus compañeros del bosque le
recriminaran por su poco esfuerzo al realizar sus tareas.
Y es que había optado por no intentar siquiera
realizar actividades tan sencillas como amontonar
hojitas secas caídas de los árboles en otoño, o quitar
piedrecitas de camino hacia la charca donde
chapoteaban los calurosos días de verano.
- ¿Para qué preocuparme en hacer un trabajo que
luego acaban haciendo mis compañeros? Mejor es
dedicarme a jugar y a descansar.
- No es una gran idea - dijo una hormiguita - Lo que
verdaderamente cuenta no es hacer el trabajo en un
tiempo récord; lo importante es acabarlo realizándolo lo
mejor que sabes, pues siempre te quedará la
recompensa de haberlo conseguido.
No todos los trabajos necesitan de obreros rápidos. Hay
labores que requieren tiempo y esfuerzo. Si no lo intentas
nunca sabrás lo que eres capaz de hacer, y siempre te
quedarás con la duda de si lo hubieras logrado alguna
vez.
Por ello, es mejor intentarlo y no conseguirlo que no
probar y vivir con la duda. La constancia y
la perseverancia son buenas aliadas para conseguir lo
que nos proponemos; por ello yo te aconsejo que lo
intentes. Hasta te puede sorprender de lo que eres
capaz.
- ¡Caramba, hormiguita, me has tocado las fibras! Esto
es lo que yo necesitaba: alguien que me ayudara a
comprender el valor del esfuerzo; te prometo que lo
intentaré.
Pasaron unos días y Uga la tortuga se esforzaba en sus
quehaceres.
Se sentía feliz consigo misma pues cada día conseguía
lo poquito que se proponía porque era consciente de
que había hecho todo lo posible por lograrlo.
- He encontrado mi felicidad: lo que importa no es
marcarse grandes e imposibles metas, sino acabar
todas las pequeñas tareas que contribuyen a lograr
grandes fines. FIN.
Este cuento, Uga la tortuga, especialmente, fomenta el
esfuerzo y la perseverancia.
1. ¿Qué le pasaba a Uga la tortuga? ¿Por qué se metían
todos los compañeros del bosque con ella?
2. Según lo que has leído en este cuento, ¿hizo algo Uga
para cambiar esta situación?
3. ¿Qué le dijo la trabajadora hormiguita?
4. ¿Cómo se sentía Uga al comenzar a esforzarse en
todo lo que hacía? (infantil G. , 2021)