Concepto de Estado de Derecho
Concepto de Estado de Derecho
Concepto de Estado de Derecho
PEREZ.
Teoría de la fuerza
Esta teoría trató de explicar la existencia del Estado en la circunstancia de que
considera natural el dominio de los débiles por los fuertes. Este dominio, dicen,
constituye una ley natural que no puede ser evitada por el arbitrio humano. El
hombre tiene que someterse necesariamente al poder del Estado, considerando
que dicho poder es una fuerza natural de la misma índole que la luz del sol, que el
movimiento rotatorio de la tierra, etc.; que es una necesidad ineludible, como la del
as leyes físicas Los marxistas consideran que. con objeto de terminar esa
situación dominante de la fuerza. que origina la lucha de clases, ha de
transformarse la sociedad dando paso a una comunidad que descanse en la
"solidaridad". De esta manera llegan a afirmar la necesaria destrucción del Estado.
Consideran que éste es un mal. que no responde a una necesidad natural y que
debe desaparecer para dar lugar a una estructura social más justa
Teoría patrimonial
Platón, en La República, considera que el origen del Estado se encuentra en la
unión de distintas profesiones económicas y en la necesidad de agruparse las
diferentes ocupaciones humanas, para satisfacer las necesidades individuales,
Cicerón, por su parte, rotundamente dice que el motivo de la formación del Estado
se encuentra en la protección de la propiedad. Las estructuras sociales, todavía
existentes en algunos pueblos primitivos, puesto que; parecen corroborar esta
hipótesis, según la investigación etnológica; resulta plausible que la evolución de,
muchos de estos pueblos marchara del siguiente modo: los miembros de una
gens, provenientes de una familia, ya fuera en línea paterna o materna (linajes),
desarrollaban un sentimiento de pertenencia, especifico y formas específicas de
convivencia; los clanes y tribus se formaron por el hecho de que tales patrones de
pertenencia se extendieran a ramificaciones más amplias de los linajes. Tampoco
aquí es válido simplificar en demasía y reducir todo al parentesco consanguíneo.
Si bien los clanes tienen, un núcleo de cristalización en los miembros
consanguíneos de una familia, se encuentran, a la vez, en un proceso de fisión y
fusión, en una relación de intercambio hacia el exterior, por la que se desprenden
algunos de sus individuos y se incorpora a extraños. Las uniones de clanes
conviven en comunidades sedentarias o en grupos nómadas. Mediante
matrimonios, parentescos y lazos rituales, estos grupos constituyen tribus, que
son, al mismo tiempo, comunidades guerreras. Las tribus, a su vez pueden unirse
entre sí como naciones o pueblos. La teoría contractualista entendida en un
sentido histórico, generalizó los elementos contractuales ya mencionados en un
modelo más amplio del origen de la dominación estatal. Cromo ejemplo histórico
de la dominación fundada en un contrato, tenemos la. alianza que David
estableció con las tribus de Israel en Hebrón, antes de ser ungido rey. Asi, La
doctrina medieval del derecho de resistencia se basaba también en la idea del
origen contractual del gobierno monárquico: El pueblo se somete a alguien para
que gobierne con poder fundado en el derecho, dé a cada quien lo suyo,
favorezca a los piadosos y castigue a los impíos, en suma, que trate a todos con
justicia. ahora también es posible dar a la teoría patrimonial una formulación tal
que incluya, desde, un principio, el elemento de la dominación, pues,
consideradas más de cerca., las relaciones de propiedad, se constituyen siempre,
desde sus inicios, como relaciones de poder entre los hombres; así, por ejemplo;
el poder de disposición sobre un territorio existe sólo porque, y en tanto los
hombres lo respetan. Desde esta perspectiva, sería posible preguntarse si tales
relaciones de propiedad no configuran sencillamente el 'esquema básico del
origen de las relaciones de poder y dominación Este no es, visiblemente; el caso.
La teoría democrática.
La justificación del Estado no, le, añade fines positivos a éste, pero pretende que
el orden social, reconocido como ineludible, se configure de tal manera que se
preserve un máximo de autodeterminación individual. Por tanto, los hombres
sometidos al poder del Estado deben participar también en él y, en este supuesto,
tal poder sólo es legítimo cuando se propone realizar su función, de ordenación y
compensación con el máximo posible de consenso y participación comunes.
Los principales desafíos del Estado de Derecho actual.
Es un tema muy interesante pues. La gran misión de los jueces constitucionales y
supranacionales que se implementarán que prevalezcan los derechos humanos o
se “los tomen en serio” No sólo hemos visto crecer las diferentes generaciones de
derechos humanos, sino que ellos son visualizados como “principios”, mandatos
de optimización o derecho concentrado que requiere de los juristas les extraigan
las respuestas jurídicas apropiadas en función de los diferentes casos. La llamada
constitucionalización del derecho, equivale a su “humanización” en el sentido que
el derecho llegar a ser caracterizado como un esfuerzo institucional para hacer
triunfar los derechos humanos, no sólo en relación al Estado, sino en relación a
cualquier otro poder y al resto de los ciudadanos. Los derechos humanos se
reconocen y no se crean, pero además son universales e inalienables, que el
último obstáculo para que ellos triunfen es la ciudadanía, en tanto ésta determina
que no operan igual los derechos humanos según el pasaporte del que los invoca.
De manera que; hay una variable pues en realidad la justicia jurídica en México y
su aplicación sin tomar en cuenta a los actores políticos que llevan a actos de
corrupción con la finalidad de exigir que se haga justicia y llevarla a cabalidad. Ya
que nuestro sistema jurídico ha sido omiso ante los desafíos y la aplicación de
impunidad. Las leyes creadas por las autoridades legislativas son ambiguas,
carecen de técnica legislativa y son escritas con palabras que los mexicanos, en
general, difícilmente comprenden. Intencionalmente o no, lo cierto es que dichas
normas son creadas para que, por medio de sus propias lagunas jurídicas, los
criminales de élite (en caso de ser aprehendidos por la autoridad) sean puestos en
libertad y vivan en completa impunidad, esto con la excusa de no haberse
respetado sus derechos humanos, encontrar fallas en el debido proceso, no
encontrarse regulado el tipo específico en las normas penales o bien dejar en el
olvido, por deudas políticas, sus actos delictivos. De esta manera el sistema
jurídico mexicano perpetúa la corrupción y la impunidad, demostrando que el
hecho de regirnos por nuestro derecho positivo y vigente no significa vivir en un
Estado de derecho, sino más bien refleja que somos un Estado de legalidad a
conveniencia de aquellos que pueden pagar la “justicia”, y que con nepotismo y
corrupción pueden cometer crímenes, con la seguridad de quedar impunes ante la
ley por sus actos.
BIBLIOGRAFIA DE CONSULTA: