Tesis Final
Tesis Final
Tesis Final
SUPERIORES DE TAMAULIPAS, A. C.
Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios, otorgado por Acuerdo del Gobierno del Estado de Tamaulipas, publicado en el
Periódico Oficial Número 8, Tomo CV de fecha 26 de Enero de 1980. Registro Número 177, Libro 71-III y adiciones, de la Dirección
General de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública y Acuerdo otorgado por el Gobierno del Estado de Tamaulipas Número
NS39/12/2010 de fecha 9 de 2011, publicado en el Periódico Oficial Número 69, Tomo CXXXVI de fecha 9 de junio de 2011
“FORTALECIMIENTO DE CUADRÍCEPS EN
PACIENTES CON HIPERPRESIÓN
PATELOFEMORAL”
TESIS
P R E S E N T A:
A S E S O R:
GENERACIÓN: 2019-2022
i
INSTITUTO DE CIENCIAS Y ESTUDIOS
SUPERIORES DE TAMAULIPAS, A.C.
Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios, otorgado por Acuerdo del Gobierno del Estado de Tamaulipas, publicado en el Periódico
Oficial Número 8, Tomo CV de fecha 26 de Enero de 1980. Registro Número 177, Libro 71-III y adiciones, de la Dirección General de
Profesiones de la Secretaría de Educación Pública y Acuerdo otorgado por el Gobierno del Estado de Tamaulipas Número
NS39/12/2010 de fecha 9 de Mayo de 2011, publicado en el Periódico Oficial Número 69, Tomo CXXXVI de fecha 9 de Junio de 2011
DICTAMEN
Nombre del Tesista: ALICIA LIZBETH GARRIDO MAR
Nombre de la tesis: FORTALECIMIENTO DE CUADRÍCEPS EN
PACIENTES CON HIPERPRESIÓN
PATELOFEMORAL
ATENTAMENTE
ii
RESUMEN ABSTRACT
iii
AGRADECIMIENTOS OFICIALES
iv
AGRADECIMIENTOS PERSONALES
v
DEDICATORIA
vi
ÍNDICE
vii
2.2.2.5 Estabilidad dinámica 36
2.2.3 Fisiopatología 37
2.2.4 Síntomas Más Habituales Del Síndrome De Dolor Patelofemoral 38
2.2.5 Diagnóstico 39
2.2.5.1 Exploración física 40
2.2.5.2 Estudio radiológico 41
2.2.6 Tratamiento 42
2.2.7 Prevención 45
2.2.8 Contracción muscular 46
2.2.8.1 Tipos de Contracciones Musculares 47
2.2.9 Ejercicios Isométricos 48
2.2.9.1 Beneficios de los Ejercicios Isométricos 49
2.2.9.2 Ejercicios Isométricos en el desarrollo de la fuerza 51
2.2.10 Ejercicios de Cadena Abierta y Cerrada 51
2.2.10.1 Cadenas cinéticas 52
2.2.10.2 Cadena cinética abierta 52
2.2.10.3 Cadena cinética cerrada 53
2.3 MARCO CONCEPTUAL 54
2.3.1 Puntos Clave en la Rehabilitación de Pacientes con Dolor
Patelofemoral 54
2.3.2 Mecanismo por el que la Hiperpresión Patelofemoral produce dolor
e inestabilidad 55
2.3.3 Razón por las que algunos casos de hiperpresión patelofemoral no
presentan síntomas 56
2.3.4 Crepitación 56
2.3.5 Pruebas clínicas que incluye el examen físico de hiperpresion
patelofemoral 57
2.3.5.1 Prueba de Ober (Figura 2) 57
2.3.5.2 Ángulo Q (Figura 3) 58
2.3.5.3 Maniobra del cepillo o de Rabot (Figura 4) 58
2.3.5.4 Escala de Daniels 59
2.3.5.5 Escala analógica visual (EVA) 61
2.4 MARCO LEGAL 63
2.4.1 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos 63
viii
2.4.2 Ley General de Salud 63
2.4.3 Proyecto De Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-015-SSA3-
2018, Para La Atencion Integral A Personas Con Discapacidad 69
2.4.5 Código Ético del fisioterapeuta 88
3.1 Tipo de Investigación 91
3.2 Clasificación de las Variables 91
3.2.1 V.d. 91
3.2.2 V.i. 91
3.3 Población y Muestra de Estudio 91
3.3.1 Población 91
3.3.2 Muestra 92
3.4 Criterios de Selección 92
3.4.1 Criterios de Inclusión 92
3.5 Técnica de Recolección de Datos 92
3.6 Análisis Estadísticos 92
3.7 Recurso Humano 95
3.8 Recurso Material 98
4.1 PRESENTACIÓN DE RESULTADOS 100
4.1.1 Resultados paciente 1 100
4.1.2 Discusión 102
4.1.3 Resultados paciente 2 103
4.1.4 Discusión 105
5.1 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 108
5.1.1 Conclusiones 108
5.1.2 Limitación del Estudio 108
5.1.3 Logro O Fracaso De Los Objetivos 109
5.4 Resultados de la Hipótesis 109
5.5 Recomendaciones 110
APENDICES 114
ix
CAPÍTULO I
1
INTRODUCCIÓN
2
manera difusa en la parte posterior de la patela o alrededor de la misma.
Típicamente, aparece después de actividades donde se hace exigencia a la
articulación patelofemoral como las sentadillas, el trote, subir y bajar
escaleras o las caminatas en montaña.
Es uno de los motivos de consulta más frecuentes en la consulta
externa de ortopedia y traumatología deportiva, representando el 25 % de las
consultas. Además, en la consulta de medicina general entre 11-17 % de
todos los problemas de rodilla. Su incidencia es de 22 por cada 1 000
personas/año y afecta más a las mujeres que a los hombres, en una relación
de 2 a 1 (6-10). Su origen es multifactorial con intervención de factores como
la alineación inadecuada de la extremidad, la debilidad del cuádriceps, la
debilidad de los abductores de cadera, el sobreuso, el tipo de práctica
deportiva y la falta de estiramiento muscular, entre otros.
Para comprender de forma adecuada la presencia de esta entidad es
necesario conocer los factores biomecánicos involucrados en su
etiopatogenia, entre los que se encuentran:
● Geometría articular: en este aspecto desempeña un papel muy
importante la profundidad y bordes de la cavidad troclear. El borde
lateral es más alto en la región anterior del fémur y disminuye su altura
a medida que se hace más distal y posterior lo cual brinda mayor
estabilidad a la rótula en la posición de extensión y ligera flexión.
● El cuádriceps y el tendón rotuliano provocan vectores de fuerza en
sentido posterior brindando a la rótula mayor estabilidad durante la
flexión.
● Alineación: el ángulo Q desempeña un papel importante en este
aspecto. El ángulo Q en extensión es mayor debido a que la tibia rota
externamente trasladando más lateralmente la tuberosidad tibial.
Debido a este detalle la luxación de la rótula es más frecuente en esta
posición, a esto agregamos que en la posición de total extensión la
rótula se desengancha de la cavidad troclear favoreciendo la IPF.
3
Es primordial recordar que el cuádriceps tracciona la rótula proximal y
lateralmente y en caso de inestabilidad se desplaza un poco más en ese
sentido, lo cual provoca como resultado una medición inadecuada del ángulo
Q.
● Banda iliotibial y ligamento patelofemoral medial: la banda iliotibial se
inserta en el tubérculo de Gerdy y en los tendones del cuádriceps y
rotuliano, la tensión de la banda iliotibial desplaza la rótula
lateralmente.
● El ligamento patelofemoral medial es la estructura de partes blandas
que impide fundamentalmente el desplazamiento lateral de la rótula,
se plantea que esta estructura limita de un 50 a un 60 % el
desplazamiento lateral de la rótula cuando la articulación se encuentra
entre 0 y 30 grados de flexión. Estudios realizados en cadáveres han
demostrado que la sección de este ligamento disminuye en un 50 % la
restricción del movimiento lateral de la rótula.
● Músculos: los músculos vasto medial y laterales oblicuos desempeñan
un papel importante en la estabilidad de la rótula. La atrofia del
músculo vasto medial oblicuo provoca el desplazamiento lateral de la
rótula causando subluxación o luxación.
El tratamiento conservador de la IPF consiste fundamentalmente en la
realización de terapia física con el objetivo de mejorar rango de movimiento,
fortalecimiento muscular y propiocepción de la rodilla.
Los pacientes con IPF generalmente presentan atrofia de los
músculos glúteos lo cual provoca aducción y rotación interna del fémur
durante las actividades con carga de peso acentuando de esta manera la
inestabilidad patelofemoral, por esta razón es necesario el fortalecimiento de
este grupo muscular con el fin de favorecer la rotación externa.
Aunque el tratamiento conservador brinda resultados, los pacientes
con IPF deben de ser manejados mediante tratamiento quirúrgico. Para este
fin, se han descrito más de 100 técnicas quirúrgicas.
4
En el tratamiento quirúrgico se combinan una serie de procederes
como la liberación del retináculo lateral, imbricación medial, realineación
distal, plastia de la tróclea y traslado de la tuberosidad tibial hacia una zona
más medial y anterior. Algunas de estas técnicas pueden ser realizadas
mediante artroscopia, procederes a cielo abierto y combinados.
1.3 Justificación.
El dolor patelofemoral es uno de los más comunes en la patología de
la rodilla. Presentando una incidencia de 22 por cada 1 000 personas/año y
afectando más a las mujeres que a los hombres, en una relación de 2 a 1.
Debido a la importancia de este tema, su incidencia actual y su repercusión
en la sociedad, se propone la aplicación de dos técnicas de fortalecimiento
muscular en la región de cuádriceps para valorar su eficacia en el paciente
con este tipo de lesión.
5
1.5 Objetivos específicos.
● Determinar si la electroestimulación por si sola ayuda al paciente a el
fortalecimiento del cuádriceps después de una lesión.
● Se analizará si las técnicas en conjunto dan un mejor resultado para
fortalecer su cuádriceps después de una lesión.
1.6 Hipótesis.
6
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
7
2.1 MARCO HISTÓRICO
8
Los problemas con la alineación de la rótula y el uso excesivo debido
a deportes o entrenamiento vigorosos a menudo son factores significativos.
La prevalencia de dolor femoropatelar como la causa principal de la
lesión de rodilla ha sido estimada en un 40%. Suele ser más frecuente en
pacientes pediátricos activos que sedentarios, y el “pico” de prevalencia de
dolor femoropatelar se observa en jóvenes adolescentes activos en edades
comprendidas entre los 12 y 17 años. También hay una alta prevalencia en
adultos en edades comprendidas entre los 35 y 45 años, que suelen realizar
deportes intensos de manera más esporádica. Las mujeres con síndrome
patelofemoral muestran una disminución de la fuerza de la musculatura
abductora, rotadora externa y extensora de la coxofemoral.
Se piensa que el dolor que produce la disfunción patelofemoral se
debe a que con el tiempo ésta desgasta el cartílago articular, además esta
disfunción provocaría una hiperpresión en el compartimento patelofemoral
lateral en contraste con una hipopresión en el compartimento patelofemoral
medial.
Esta hiperpresión lateral ayuda a la degeneración del cartílago, el
desgaste de este cartílago llevaría a su vez a una sinovitis química, al verse
afectada la sinovial que tiene muchas terminaciones nerviosas, puede
terminar irritada y ser causa de dolor.
Otro mecanismo que puede producir dolor es el desgaste del hueso
subcondral que es muy rico en terminaciones nerviosas, este desgaste se
debe a la falla de amortiguación de cargas por parte del cartílago.
Esta es una patología de agudeza variable, esto significa que la
desalineación que presenta la rótula en relación con el fémur es una
circunstancia necesaria pero no suficiente para que el dolor aparezca, un
golpe previo o el mucho uso de la articulación en el caso deportivo pueden
ser motivo de desencadenamiento de los síntomas. El sobreuso influye
significativamente no solo en la aparición del dolor sino también en la
gravedad del cuadro.
9
En el libro Rehabilitación ortopédica clínica Brotzman, Brent dice que,
con el ejercicio, las mujeres con síndrome patelofemoral mostraban un
aumento de caída pélvica contralateral. Lo que contribuye a una mayor
aducción de la cadera del lado afectado. Este aumento en la aducción de la
cadera puede originar lo siguiente: en primer lugar, puede aumentar el
ángulo Q. En segundo lugar, la aducción de la cadera pone en tensión la
cintilla iliotibial; esta última refuerza el retináculo rotuliano lateral y al estar
tensa provoca más presión y esto puede causar dolor.
Sanchis Vicente en su libro “Dolor anterior de rodilla e inestabilidad
rotuliana en el paciente joven” nos dice que otro síntoma que llama la
atención en esta patología es la crepitación, la misma puede indicar que el
cartílago está empezando a lesionarse en la rótula o en la tróclea femoral
pero que sin embargo en algunos estudios se ha demostrado que algunos
pacientes que presentan crepitación tienen el cartílago intacto, debido a esto
se piensa que el sonido puede ser por alteraciones en la sinovial u otras
piezas blandas.
Dentro de los síntomas y signos clínicos de esta patología
encontramos:
● Dolor difuso en el área de la rótula, rigidez a la flexión- extensión de
rodilla.
● Sensación de atrapamiento o deslizamiento debido a la inflamación de
los tejidos subyacentes.
● Sensación de inestabilidad.
● Edema invariable, si lo hay es mínimo.
● Sensibilidad de la rodilla.
● En algunos casos derrame (hiperhidrosis).
● Atrofia muscular (cuádriceps).
● Crepitación (sensación de arenilla o incluso crujidos en fases más
avanzadas).
10
Este último es un signo preocupante para muchos pacientes, ya que
puede indicar lesión en el cartílago articular de la rótula o la tróclea femoral, a
pesar de esto muchos pacientes en el momento de una artroscopia
presentan un cartílago articular macroscópicamente sin daño, esto podría
decir que lesiones en la sinovial o cualquier otra parte blanda podría ser
causa de esta crepitación
El International Knee Documentation Comittee (IKDC) aseguraba que:
“La rodilla es normal cuando la crepitación está ausente”. A pesar de esto, la
mención pierde valor en la actualidad ya que en un estudio realizado por
Johnson y Cols, en 1998 en Arthroscopy en rodillas asintomáticas
encontraron que en un 94% de mujeres frente al 45% de hombres la
crepitación tenía gran incidencia. A menudo se suele relacionar la crepitación
con la subluxación externa de la rótula pero Johnson y Cols observaron que
la subluxación externa en personas que no presentaban síntomas era más
frecuente en los varones que en las mujeres 35% frente a 19%.
Aunque la terapia física es un tratamiento efectivo para la mayoría de
las personas diagnosticadas con hiperpresión patelofemoral, elevados ratios
de recurrencia han sido publicados, con 2 de 3 pacientes sintomáticos 1 año
después del diagnóstico inicial. Desafortunadamente, en más del 90% de los
individuos con este dolor se vuelve crónico.
El tratamiento conservador de la IPF consiste fundamentalmente en la
realización de terapia física con el objetivo de mejorar rango de movimiento,
fortalecimiento muscular y propiocepción de la rodilla.
Los pacientes con IPF generalmente presentan atrofia de los
músculos glúteos lo cual provoca aducción y rotación interna del fémur
durante las actividades con carga de peso acentuando de esta manera la
inestabilidad patelofemoral, por esta razón es necesario el fortalecimiento de
este grupo muscular con el fin de favorecer la rotación externa.
11
Por ello en esta investigación conoceremos mas sobre las dos
técnicas que se eligieron para aplicar en el fortalecimiento del cuádriceps en
pacientes con esta patología.
2.1.2 Electroestimulación
La técnica de electroestimulación se ha utilizado desde hace varias
décadas en la medicina, sus usos se extienden desde fines estéticos hasta
terapéuticos. En el ámbito de rehabilitación, está la técnica se emplea: para
el fortalecimiento muscular; facilitar la contracción muscular voluntaria
insuficiente; reeducación muscular; prevención y el tratamiento de la atrofia,
debido a las cirugías o inmovilización; mantenimiento de rango de
movimiento; manejo de espasticidad (trastorno motor del sistema nervioso en
el que algunos músculos se mantienen permanentemente contraídos); como
técnica asistencial para la recuperación de la función muscular después de
lesiones ortopédicas, reducción de contracturas y edema.
La reducción de la actividad y los fenómenos de inhibición tiene como
efecto las lesiones del aparato locomotor, acompañada generalmente en la
disminución de fuerza y con ella el aumento de la fatiga muscular. Aunque no
todas corresponden la misma problemática en los músculos duros y blandos,
la electroestimulación suele aplicarse para tratamientos en los cuádriceps,
espalda, piernas, lumbalgia, ciática y los casos de la migraña, principalmente
Diversos estudios disponibles en la literatura del área investigaron el
papel de la estimulación eléctrica como una forma de inducir el
fortalecimiento muscular.
La efectividad de la EENM para fortalecer un músculo parece
depender de un gran número de variables como la forma de corriente
empleada, de la intensidad de la estimulación, de la frecuencia de los pulsos,
de la carga de fase de la corriente, del número de contracciones
eléctricamente inducidas por sesión y del número de sesiones por semana.
Aún no existe un acuerdo universal sobre la optimización de todos esos
12
parámetros. No obstante, Lieber y Kelly sugieren que algunos indivíduos
pueden beneficiarse más de un proceso de fortalecimiento muscular
eléctricamente inducido por EENM por causa de una mayor capacidad de
actuación de sus músculos en altas tensiones de contracción. Diferencias
anatómicas, tales como la presencia de una menor capa adiposa a nivel de
los pliegues cutáneos o de un patrón de ramificación más superficial de
nervios motores y diferencias fisiológicas, tales como la tipología de las fibras
musculares, es decir, la presencia de más fibras de tipo I, IIa o IIb
contribuirían para un patrón de respuesta diferenciado frente a la EENM.
13
deformidad la onda con amplitud y frecuencia constante. Con el tiempo los
parámetros se fueron identificando y estandarizando, cada vez se
consideraron otras formas de onda para la terapia física, al grado de diseñar
equipos más complejos y corrientes interferenciales completamente
moduladas, para cada tratamiento.
La Onda Rusa estudiada es una señal con una frecuencia de 2.5kHz,
con las características de una función senoidal bifásica y simétrica, tensión
eléctrica de 12Vpp − 100Vpp y una intensidad de flujo de corriente de 0.001
A/cm2 − 0.06 A/cm2, generalmente. La frecuencia de 2.5kHz posibilita una
disminución de la impedancia o resistencia de piel, para lograr así una menor
sensibilidad al paso de las ondas eléctricas donde se permite usar la mayor
tensión eléctrica e intensidad de corriente sin ser percibidas.
Existen dos técnicas fundamentales y básicas para la electroterapia
con dichos fines:
Alta frecuencia y baja intensidad: se aplica utilizando barridos con
frecuencias comprendidas entre 50Hz y 150Hz, este último es el más
adecuado en tratamientos prolongados, el efecto es más rápido pero
de corta duración.
Baja frecuencia y alta intensidad: se aplica utilizando barridos con
frecuencias comprendidas entre 0.1Hz y 5Hz de manera indistinta. El
efecto es lento, pero es más duradero.
Los equipos que generan Ondas Rusas se diseñan para lograr una
estimulación de los nervios motores, con la mayor penetración o profundidad
posible, y con la menor sensación dolorosa para el paciente. Las Ondas
Rusas pueden producir tensiones en los músculos mayores que las
voluntarias, estas su utilizan para lograr:
• Contracción de músculos denervados parcialmente.
• Reducción de edemas.
• Reducción del dolor.
• Aumento de la circulación.
14
• Aumento de la velocidad de contracción.
• Aumento del volumen muscular.
La forma de la Onda Rusa es como se muestra en la Figura 1, donde
se puede observar que la onda comienza de cero, aumenta la amplitud
durante un tiempo al cual lo llamamos RAMPA DE SUBIDA; posteriormente
mantiene esta amplitud sin variar durante un tiempo que se llama
CONTRACCIÓN; después decrece su amplitud durante un tiempo al cual lo
llamamos RAMPA DE BAJADA y finalmente se mantiene en cero para
producir un descanso durante un tiempo que se llama RELAJACIÓN. Todos
estos parámetros son regulados en forma digital, o sea, para efectuar una
aplicación se deberán poner los valores correspondientes para el tipo de
terapia que se desee
El desarrollo de un electroestimulador requiere de una familiarización
teórico experimental, para lo cual se realizó una inspección de la teoría y
desarrollos tecnológicos donde se han utilizado Ondas Kotz. Los artículos
son recomendados por instituciones de prestigio y especialistas en el área
como los son: periódico de Terapia Ortopédica y Deporte Físico, la base de
datos de la Asociación Americana de Terapia Física (APTA) y el Centro
Nacional de Información en Biotecnología (NCBI). También se incluyeron
otros artículos como la Enciclopedia Médico-Quirúrgica, Manual del
Electroestimulador ECAM y el Bimodal TENS.
De esta revisión se encontró lo siguiente:
⮚ R. P. Walmsley y G. Letts, J. Vooys, llevan a cabo una comparación
de la contracción muscular con dos experimentos para pruebas de
corrientes senoidales en una gama de frecuencias 1.6kHz − 2.5kHz
con ráfagas de 100Hz simétricos. Usando equipos para simular las
Ondas Rusas, Electrosim 180, Micromed Instruments Inc, Montreal,
Quebec. Máquina interferencial de media frecuencia Nemectrodyne 8,
Nemectron Co. Germany, en la gama de 4kHz−4.1kHz con ráfagas de
15
75Hz. Concluyendo que la región de mayor contracción muscular es la
media frecuencia con resultados de 10%− 30% satisfactorios.
⮚ Chantraine, C. Gobelet y J. L. Ziltener, hacen una reseña de los
diferentes campos de la electroterapia, conceptos elementales acerca
de la electricidad y su acción en los distintos tejidos del cuerpo
humano. Describen los tipos de corrientes y sus propiedades
específicas, efectos terapéuticos, indicaciones y contraindicaciones de
la electroestimulación en baja, media y alta frecuencia en el músculo
patológico o sano.
⮚ Ricardo Ávila Araya, puntualiza aspectos importantes de las diferentes
frecuencias como ráfagas para la rehabilitación de músculos
desnervados o debilitados, entre 1Hz − 150Hz, Así como también la
descripción de la modulación en amplitud de las Ondas Rusas, con los
efectos de las distintas frecuencias como corrientes interferenciales en
2.5kHz.
⮚ Alex R. Ward y Nataliya Shkuratova, realizan una revisión detallada de
los trabajos originales del Dr. Kotz y compañeros de trabajo, como
Andrianova que concluye el uso de la onda senoidal con el rango de
1kHz − 2.5kHz y ráfagas de 50Hz, definiendo como región óptima
2.5kHz.
⮚ Para Xvilion reportó no usando la frecuencia de 2.5kHz, si no con una
señal rectangular o pulsos de trenes de 1kHz y ráfagas de 50Hz
definiendo el protocolo de tratamiento 10/50/10; que consiste en 10s
de electroestimulación 50s de reposo con una duración de la sesión
de 10min totales, durante 9 − 19 días consecutivos. Donde ambos
colaboradores realizan estudios con atletas de edades 15 − 17 años,
formando 4 grupos, del cual obtienen resultados de fuerza muscular
en los tríceps y bíceps aumentando considerablemente hasta un 40%.
Con estos resultados hacen la comparación de experimentos
realizados por estadounidenses y rusos.
16
Dado que hoy en día, la electroestimulación se aplica con diferentes
propósitos y generalmente implica inducir un potencial de acción en células
excitables, nerviosas y/o musculares mediante un campo magnético. Es por
eso que se deben tener presentes varios parámetros importantes, como lo
son: el tipo de corriente, la intensidad, la cantidad de energía y los tiempos
de aplicación.
Todos estos parámetros elementales en conjunto deben dar como
resultado una corriente eléctrica que sea capaz de crear una contracción con
óptima calidad, sin riesgos de quemaduras por fricción descontrolada u otros
inconvenientes que se vinculan con el uso de la electricidad. Esta
determinación de los parámetros de la corriente eléctrica requiere
forzosamente conocimientos de la física elemental.
17
2.2.1.1 Anatomía De Rodilla
La rodilla es la articulación más grande y compleja del organismo
humano y su estructura está configurada para sostener el peso del cuerpo
mientras se corre, se camina o se está en pie, por lo que de be tener una
gran estabilidad, especialmente porque los músculos que se insertan en ella
son los que facilitan el movimiento (130º entre flexión y extensión, así como
una mínima rotación de 14º cuando está en flexión) y desarrollan una gran
fuerza.
La articulación de la rodilla está formada por tres huesos: el hueso del
muslo (fémur), el hueso de la pierna (tibia) y la rótula. Al flexionar o estirar la
pierna, el fémur gira sobre la tibia, mientras que la rótula corre a lo largo del
final del fémur. El movimiento de la pierna es impulsado por los músculos del
muslo, siendo el más grande el cuádriceps, situado en la parte delantera del
muslo.
El fémur y la tibia están conectados por ligamentos que dan
estabilidad a la articulación de la rodilla. La superficie de la rótula, el fémur y
la tibia en la que los huesos entran en contacto, está recubierta con un tejido
liso llamado cartílago articular. El cartílago, junto con una sustancia llamada
líquido sinovial, evita que los huesos rocen unos contra otros y se deterioren.
18
Fémur: El fémur es el hueso más largo y fuerte del cuerpo humano;
está compuesto por dos extremidades, una superior o proximal, la cual es
una cabeza articular redondeada, que sobresale medialmente de un cuello
corto, y la extremidad inferior, o distal, que es ampliamente abultada, hecho
que provee una buena superficie de soporte para la transmisión del peso del
cuerpo hacia el extremo superior de la tibia. Adicionalmente, el fémur
presenta un cuerpo, casi cilíndrico, con una convexidad hacia delante, el cual
posee tres caras y tres bordes (anterior, posterior y medial). La extremidad
inferior cuenta con dos formaciones de gran tamaño, dispuestas medial y
lateralmente, definidas como cóndilos, los cuales entran en contacto con la
tibia y transfieren el peso del cuerpo del fémur a la extremidad inferior.
Posteriormente, los cóndilos están separados por una hendidura, la fosa
intercondilea o escotadura intercondilea. El cóndilo lateral es plano en su
cara lateral y no es tan prominente como el medial aunque es más sólido y
robusto. Este último se proyecta medialmente y hacia abajo en un grado tal
que, a pesar de la oblicuidad del cuerpo del hueso, la cara inferior del
extremo distal del fémur es prácticamente horizontal (5). Lateralmente a
estos se encuentran dos epicóndilos, también denominados medial y lateral.
El lateral es el punto más prominente del cóndilo lateral y el punto más
prominente del cóndilo medial es el epicóndilo medial. Proximal al epicóndilo
medial se encuentra una pequeña prominencia conocida como el tubérculo
del aductor.
La fosa intercondilar está limitada anteriormente por el borde distal de
la superficie patelar y posteriormente por la línea intercondilar, la cual lo
separa de la superficie poplítea del fémur. Esta fosa se encuentra dentro de
la cápsula articular común pero, debido a la disposición de la membrana
articular, está dispuesta extrasinovial y extraarticularmente como los
ligamentos de esta región (6). En la superficie anterior del extremo distal del
fémur, entre el cóndilo medial y el lateral, se encuentra la faceta patelar, la
cual recibe el aspecto posterior de la rótula o patela. La superficie poplítea
19
del fémur, ubicada en la cara posterior, es una superficie triangular,
delimitada por la línea supracondilea medial y lateralmente, y por la línea
intercondilar, distalmente.
Dicha región cuenta con relaciones neurovasculares importantes como
las arterias poplítea, la genicular medial y lateral, la vena femoral y es sitio de
inserción de varios grupos musculares como los gastrocnemios, el vasto
medial y el aductor mayor. El aspecto medial del fémur soporta más peso
corporal que el aspecto lateral. El soporte de peso sigue un eje más
mecánico que anatómico. La angulación del fémur está dada por la ubicación
del cóndilo femoral, por debajo de la cabeza del fémur, lo cual permite
normalmente que la línea de soporte de peso atraviese el centro de la
articulación de la rodilla, entre los tubérculos condilares y luego atraviesa el
centro del talus.
Tibia: La tibia está ubicada medialmente en la pierna; se articula con
el fémur y soporta el peso del cuerpo y lo transmite del fémur al pie. La tibia
se encuentra orientada verticalmente y es más fuerte que el peroné que la
acompaña. En el extremo proximal se encuentran los platillos tibiales, los
cuales proveen una superficie articular con el fémur, permitiendo tanto la
transmisión del peso del cuerpo como las fuerzas de reacción del suelo Los
platillos están dispuestos uno lateral y otro medialmente. El platillo lateral es
más largo para acompañar el movimiento del cóndilo femoral lateral. Entre
los dos platillos se encuentra una prominencia en forma de pirámide, la
eminencia intercondilar o intercondilea, la cual sirve de punto de pivote para
el fémur y estabiliza la rodilla ante la excesiva extensión.
Esta región también sirve para recibir los meniscos. En su extremo
proximal, la tibia presenta dos cóndilos, uno medial y otro lateral; entre ellos
se encuentra una gran prominencia conocida como la tuberosidad tibial. Una
pequeña prominencia, localizada en la cara anterior del cóndilo lateral de la
tibia, es el tubérculo de Gerdy sitio donde se inserta la banda iliotibial. Entre
los convexos cóndilos femorales y la superficie cóncava de los cóndilos de la
20
tibia ocurre un alto grado de incongruencia, por lo cual requiere estructuras
articulares accesorias interpuestas para proveer estabilidad, conservando al
mismo tiempo movilidad. Esta última se logra, hasta cierto punto, por los
meniscos y los ligamentos cruzados y los ligamentos colaterales de la rodilla.
Estos elementos han sido diseñados para proveer movimiento estable en
flexión y en extensión, con un grado de rotación.
La superficie articular de los platillos tibiales es cóncava en la parte
central, pero plana en la periferia. Los meniscos se ubican en cada cóndilo,
en la porción plana de la superficie, incrementando la concavidad de cada
cóndilo tibial. En una vista anteroposterior, el cóndilo medial es cóncavo,
mientras el cóndilo lateral es convexo, adicionando la inestabilidad de la
articulación.
Patela: La rótula o patela, de forma triangular, plana y curvada, es el
hueso sesamoideo más grande del cuerpo humano, el cual provee
protección a la rodilla y constituye el mecanismo extensor de ésta. El extremo
proximal de la rótula es la base y el extremo distal es conocido como apex.
La superficie posterior tiene una cara lateral y otra medial, las cuales se
articulan con los cóndilos mediales y laterales del fémur, respectivamente. La
faceta medial se subdivide en dos más: la lateral es más grande y larga que
la medial y es cóncava, tanto en dirección longitudinal como medio lateral. El
aspecto inferior de la patela articula con la parte superior de la tróclea
femoral durante la extensión y el superior con la región posterior de la tróclea
femoral en la flexión.
La parte posterior de la superficie de la patela promueve el movimiento
y brinda estabilidad con el cóndilo femoral. La superficie articular de la patela
es mucho más pequeña que la de la superficie femoral; la superficie de
contacto varía considerablemente durante los movimientos, por lo cual es la
articulación patelofemoral la menos congruente del cuerpo. La superficie
anterior convexa permite el paso de vasos sanguíneos y está separada de la
piel por la bursa prepatelar, también por las fibras del tendón del cuadriceps.
21
La superficie posterior es oval, suave, atravesada por una cresta vertical que
la divide en una faceta medial y en una lateral. La superficie distal es el sitio
de unión del ligamento patelar.
● Componente meniscal. Los meniscos son dos estructuras asimétricas
de fibrocartílago con forma de semianillo o semicírculo que se
interponen entre los cóndilos femorales y los platillos tibiales. Presentan
mayor grosor en la zona periférica (8-10 mm), que en la parte central
(0,5-1 mm) y se abren hacia la tuberosidad intercondilea. Cada menisco
tiene un cuerno anterior y un cuerno posterior a través de los cuales se
unen firmemente a la tibia. Accesoriamente, los meniscos se
encuentran unidos al fémur y a la rótula. Dos meniscos (fibrocartílagos),
el externo en forma de O y el interno en forma de C.
● Componente capsuloligamentoso. Por una parte, la cápsula articular,
laxa, que abarca globalmente ambas articulaciones y que confiere cierta
estabilidad a la rodilla cuando está en extensión completa (se relaja con
la flexión de la rodilla) y, por otra parte, los ligamentos y alerones
rotulianos:
o Ligamentos laterales. El ligamento lateral o lateral externo (LLE) y el
ligamento medial, o lateral interno (LLI) Condicionan estabilidad en el
plano lateral. Limitan el movimiento de rotación externa de la rodilla.
o Ligamentos cruzados. El ligamento cruzado anterior (LCA) se inserta
en la porción anterior de la meseta tibial, por delante de las espinas
tibiales y se dirige hacia atrás y afuera hasta la cara axial del cóndilo
femoral externo. El ligamento cruzado posterior (LCP) se inserta en
la porción posterior de la meseta tibial, por detrás de las espinas
tibiales y se dirige hacia delante y adentro hasta el cóndilo femoral
interno.
o Alerones rotulianos. Uno externo y otro interno que van desde el
borde externo e interno de la rótula a modo de cinturón, hasta los
cóndilos femorales externo e interno, respectivamente.
22
● Componente musculotendinoso. Numerosos paquetes musculares
intervienen tanto en la estabilidad de la rodilla como en la movilidad
articular. Son los responsables de gran parte de la patología de la
rodilla.
● Bolsas serosas. Por lo general, no comunican con la articulación y son
asiento de importante y frecuente patología de la rodilla. Permiten el
deslizamiento de estructuras que facilitan los movimientos de la rodilla.
Destacan:
o Bolsa entre el semimembranoso y el gemelo interno, que sí comunica
con la articulación y puede dar lugar al conocido quiste de Baker.
o Bolsa subcuadricipital que también comunica con la articulación, de
fácil acceso, por lo que puede ser de utilidad para realizar
artrocentesis e infiltraciones de la rodilla.
o Bolsa prerrotuliana, por delante de la cara interna de la rótula.
o Bolsas infrarrotulianas, la profunda por detrás del tendón rotuliano y
la superficial, por delante de este y subcutánea.
o Bolsa de la pata de ganso.
● Componente vasculonervioso. Cabe resaltar que los elementos más
importantes son el nervio ciático común, que se bifurca en sus ramas
terminales, y la vena y arteria poplíteas.
Inspección
Buscar datos ergonómicos o anatómicos que orienten hacia la
patología que puede tener el paciente:
● Ejes:
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o Genu varo («rodillas en O»): se produce, entre otras causas, por
acortamiento del ligamento lateral interno de la rodilla. Puede afectar
por compresión al complejo meniscal interno y, por estiramiento al
ligamento lateral externo, produciendo dolor local.
o Genuvalgo («rodillas en X»): se produce, entre otras causas, por
acortamiento del ligamento lateral externo de la rodilla. Puede afectar
por compresión al complejo meniscal externo y, por estiramiento, al
ligamento lateral interno, produciendo dolor local.
o Hiperextensión (recurvatum): hay que valorar si se ha producido de
forma aguda, ya que puede traducir rotura de ligamento cruzado
posterior.
● Hematomas: orientan a antecedente traumático.
● Deformidades/inflamación/eritema/calor.
● Lesiones cutáneas: pueden dar pistas sobre una posible artropatía
psoriásica.
● Atrofias musculares.
Palpación (Figura 6)
Las estructuras óseas o de partes blandas más importantes para
localizar en la exploración de la rodilla son las reflejadas en la figura 6.
Movilidad
Se valorará tanto la movilidad activa como la pasiva y contra
resistencia en todos los grupos musculares de forma sistematizada.
Generalmente, lo primero que se explora es la movilidad pasiva,
pasando luego a la activa; la rodilla presenta un arco fisiológico de 140-
160° de flexión y 10° de extensión, con una rotación externa de 45-50° y una
rotación interna de 30-35°, ambas rotaciones son máximas con la rodilla en
flexión de 90°.
24
En la movilidad se debe valorar lo siguiente:
● La integridad del aparato extensor de la rodilla, pidiendo una extensión
de la rodilla contra gravedad.
● La presencia de bloqueos de rodilla: se pueden encontrar dos tipos de
bloqueo:
o Extensión: el bloqueo de una rodilla en extensión orienta hacia una
afectación meniscal, en el que una porción del menisco actúa como
cuña que impide la flexión de rodilla.
o Flexión: este bloqueo orienta hacia un derrame articular.
● Hiperextensión (recurvatum): puede traducir rotura de ligamento
cruzado posterior.
● Balance muscular: da una idea del estado de los distintos músculos
explorados.
25
● Antigravitatorio
● Movimiento de autoatornillamiento
Consideraciones A Tener En Cuenta
Vasto medial (vasto medial lateral + vasto medial oblicuo): ayuda a la
estabilidad de la rodilla y a la tracción medial (interna) de la rótula. La pérdida
de potencia de este músculo se caracteriza por una tendencia a la luxación
externa.
El cóndilo femoral externo, que se eleva más que el interno y evita que
la rótula se desplace hacia afuera, pone un tope a la luxación externa.
La tróclea femoral también contribuye a la estabilidad de la rodilla por
el mismo mecanismo.
El ángulo Q: es el eje por el que desciende el cuádriceps. Se desplaza
formando un ángulo al llegar a la rótula hacia fuera. Este ángulo Q hace que
con la contracción del cuádriceps, la rótula tenga una tendencia a la tracción
externa. Formado por la prolongación de la línea que va desde la espina
ilíaca anterosuperior (EIAS) hasta el centro de la rótula y la que va del centro
de la rótula hasta la tuberosidad anterior de la tibia. El ángulo es medido con
el individuo en la posición de decúbito supino. Su valor normal es de hasta
15º en varones y hasta 20º en mujeres. Este ángulo estudia la desviación de
la rótula hacia interno o externo
26
● Es un efecto de adelantamiento sobre el aparato extensor,
aumentando la distancia de éste al eje de giro de flexoextensión de la
rodilla. Aumento del brazo de palanca lo que se llama efecto Maquet.
● Fricción del movimiento de flexoextensión por su cartílago, que es el
más grueso del organismo; y éste, junto con el líquido sinovial, es el
material que tiene menos coeficiente de fricción del mundo.
● Aumenta la superficie de contacto del aparato extensor con el fémur
● Compensa el valgo fémoro-tibial fisiológico (7º)
El cartílago es el elemento amortiguador de la fuerza de reacción
patelofemoral. Hay un efecto que se llama Maquet que consiste en que si
avanzamos la tibia el avanzante de fuerzas disminuye.
El efecto Maquet consiste por tanto en adelantar la inserción del
tendón rotuliano en la tuberosidad tibial para disminuir las fuerzas que se
ejercen sobre la patela (levantar la tuberosidad para corregir el mal
alineamiento tibio-femoral).
2.2.2 Biomecánica
2.2.2.1 Cinemática de la rodilla
Según Levangie y Norkin, en el complejo de la rodilla, los movimientos
primarios son la flexión y extensión, y, en menor amplitud, la rotación interna
y la externa; éstos últimos ocurren sólo en la articulación femorotibial. A
consecuencia de la incongruencia articular y la variación en la elasticidad de
los ligamentos, la rodilla realiza movimientos de deslizamiento anterior o
posterior de la tibia o el fémur, según sea el tipo de cadena cinética que se
esté realizando y ésta, a la vez, está acompañada de una ligera abducción o
aducción, las cuales buscan equilibrar las fuerzas en varo o valgo que
ocurren en la rodilla.
Los movimientos de abducción y aducción no son considerados en la
osteocinemática de la rodilla.
27
2.2.2.2 Osteocinemática
El movimiento de flexión y extensión de la rodilla es uno de los dos
grados de libertad de con los que cuenta esta articulación. Se realiza en un
plano sagital, con un eje horizontal que pasa a través de los cóndilos
femorales. Este eje presenta una ligera oblicuidad, más inferior en la cara
medial de la articulación, lo cual causa que la tibia se dirija lateralmente en el
movimiento de extensión y medialmente en el movimiento de máxima flexión.
El centro instantáneo de rotación es un punto de bisagra o eje que sólo
existe en un corto espacio de tiempo; es allí donde se da un movimiento de
rodamiento, no de deslizamiento. Cuando dos superficies se encuentran en
movimiento, en cualquier momento existe alguna que no se mueve y actúa
como centro de rotación. En el caso de la articulación femorotibial, está
ubicada en los cóndilos femorales y realiza semicírculos en dirección
posterior y superior.
El complejo de la rodilla cuenta con músculos biarticulares que pueden
generar variaciones en los rangos de movimiento. Un rango normal de
movimiento para la flexión de rodilla es de 130º a 140º; sin embargo, si la
cadera se encuentra en una posición de hiperextensión, el rango podrá
disminuir a un valor de 120º por la fuerza tensil que ejerce el músculo recto
anterior sobre el movimiento de la rodilla. En la flexión máxima de cadera, el
rango de movimiento puede aumentar hasta un rango de 160º. Cuando se
realiza una cadena cinética cerrada, la restricción de movimiento en la
articulación tibioperoneo astragalina puede limitar los movimientos de
flexoextensión de rodilla, es decir que si existe una restricción en la
dorsiflexión, se limitará el movimiento de flexión de rodilla; si existe una
limitación en la plantiflexión, llevará a una restricción en la extensión de
rodilla.
Los rangos de movimiento máximos requeridos durante actividades
funcionales son: para la marcha, flexión de 60º; para el ascenso de
escaleras, 80º y para la posición sedente, 90º. La extensión de rodilla es de
28
0º y puede ser funcional entre 5-10º. El segundo grado de libertad de
movimiento con el que cuenta la articulación tibio femoral está constituido por
los movimientos de rotación axial, el cual se genera como un mecanismo de
rotación automática o terminal. El mecanismo de rotación terminal ocurre en
la posición estrecha de la articulación (es decir en donde existe la mayor
congruencia de las superficies articulares y la mayor tensión de los tejidos
periarticulares). La rotación activa de la tibia difiere de la rotación automática
en que es causada por la fuerza muscular y trasmitida a los componentes
pasivos, mientras que la rotación automática es un mecanismo de
atornillamiento, debido a las diferencias de movimientos que ocurren entre el
compartimiento medial y lateral.
La rotación automática se adiciona por la tensión de los ligamentos
cruzados. La rotación axial ocurre alrededor del eje longitudinal cuando se
cierra el tubérculo intercondilar tibial. La rotación medial y la lateral de la
rodilla son movimientos de la tibia y se dan como consecuencia de la
incongruencia articular y laxitud ligamentaria en la articulación femorotibial.
Su rango de rotación depende del grado de flexoextensión en el que se
encuentra la articulación. Así, cuando la rodilla se encuentra en extensión
completa, la rotación axial no es posible ya que las superficies articulares
están en máxima congruencia y los tejidos blandos periarticulares se
encuentran tensos, el tubérculo tibial está en la fosa intercondilar y el
menisco se encuentra atrapado entre las dos superficies articulares. De 60-
70º, las rotaciones ya se pueden dar; a los 90º de flexión, la cápsula y los
ligamentos se encuentran más laxos y permiten una rotación externa de la
tibia de 40º y la rotación interna de 30º. Al igual que con el movimiento de
extensión, con máxima flexión se limitan las rotaciones.
2.2.2.3 Artrocinemática
Para describir la artrocinemática en la articulación femorotibial, es
necesario recordar las diferencias volumétricas entre los cóndilos femorales y
29
los platillos tibiales, ya que esto determinará los movimientos de las
superficies óseas. Se trata de una cadena cinética cerrada, en la cual la
superficie articular de los cóndilos femorales se mueven con respecto a los
platillos tibiales; durante el movimiento de flexión, artrocinemáticamente
ocurre un rodamiento posterior y simultáneamente un deslizamiento anterior
de los cóndilos femorales que evita un rodamiento posterior del fémur, fuera
del cóndilo tibial. De 0-25º ocurre un rodamiento posterior, el cual es
acompañado por un deslizamiento anterior para crear un giro en la tibia. Se
considera que existe un rodamiento puro al comenzar la flexión y un
deslizamiento puro al final de la flexión. El deslizamiento anterior se facilita
por las fuerzas que, secundariamente al movimiento de la superficie articular,
se generan en los meniscos.
En el movimiento de extensión, cuando el fémur de mueve con
respecto a la tibia desde flexión, ocurre un rodamiento de los cóndilos
femorales sobre la tibia, colocando el cóndilo en posición neutra; luego se
presenta un deslizamiento posterior de los cóndilos femorales y por último un
giro. Al existir una diferencia en el tamaño de los cóndilos femorales al final
de los movimientos de flexión y extensión, existe un mecanismo denominado
de atornilla miento (screw home) o rotación automática de la rodilla. Éste
ocurre tanto en cadena cinética abierta como en cadena cinética cerrada. En
la cadena cinética abierta, la tibia rota lateralmente cuando el fémur está
relativamente fijo durante los últimos 30º de extensión; en la flexión ocurre
una rotación medial de la tibia en el fémur. Este mecanismo se debe a la
existencia de un área de mayor carga en el cóndilo medial que en el lateral.
Cuando se ha superado la totalidad de la superficie articular del cóndilo
externo, el fémur rota alrededor de la espina de la tibia hasta que la rodilla
queda encajada en extensión.
La mecánica de la articulación patelofemoral difiere en gran medida de
la femorotibial. Esta articulación tiene diversas funciones a saber: aumentar
el brazo de palanca del cuádriceps, producir la estabilidad funcional bajo
30
carga, permitir que la fuerza del cuádriceps se transmita en ángulo y
proporcionar un aspecto estético a la rodilla, entre otras. En esta articulación
no se habla propiamente de osteocinemática, ya que lo que hace es
contribuir en los movimientos de flexoextensión de la articulación
femorotibial. En ella se describen los movimientos de inclinación medial y
lateral, rotación medial y lateral y traslación medial y lateral.
Durante la extensión completa, la patela se sitúa en la superficie
superior del fémur y se le llama extensión patelar. En la flexión completa, la
rótula se encuentra en el surco intercondilar y se desplaza al extremo distal
del fémur. En el plano sagital este movimiento se denomina flexión patelar.
Las inclinaciones de la patela contribuyen a que ésta se ajuste a las
irregularidades en el surco intercondíleo.
La inclinación medial ocurre entre los 0-30º de flexión y la inclinación
lateral ocurre entre los 20-100º de flexión de rodilla. Además, la patela rota
alrededor de un eje anteroposterior, el cual se denomina de acuerdo con el
movimiento de rotación del polo inferior, ya sea medial o lateral. El
movimiento de traslación medial ocurre en extensión completa con rotación
medial de la tibia y lateralmente con flexión completa de rodilla. Cabe anotar
que toda la superficie articular de la patela no está permanentemente en
contacto con el fémur durante el movimiento de flexoextensión de rodilla.
Durante el movimiento de extensión hacia flexión de la misma, la
carilla inferior de la patela entra en contacto a partir de los 20º de flexión; a
los 45º, la carilla media; a los 90º de flexión, la carilla superior; y a los 135º,
las carillas laterales.
Este comportamiento biomecánico es de vital importancia para la
prescripción de ejercicio en personas con mal lineamiento patelofemoral.
31
además, que corresponde al estudio del sistema que estabiliza las
articulaciones. Nordin hace referencia tanto al análisis dinámico como
estático de fuerzas y momentos que actúan sobre una articulación.
La rodilla, siendo anatómicamente una articulación de tipo condílea y
mecánicamente troclear, brinda un pobre soporte desde el punto de vista de
simetría y congruencia articular y tiene dos grandes exigencias
biomecánicas: la generación de una gran estabilidad, durante el soporte de
peso, asociado con la extensión máxima de la articulación; en segunda
instancia, debe ser lo suficiente móvil para producir una flexión que permita
una adecuada alineación con las demás articulaciones del miembro inferior
durante posturas dinámicas. La contribución de los componentes pasivos y
activos es dependiente de la posición de la rodilla y de las articulaciones
vecinas, de la magnitud y dirección de las fuerzas generadas y de la
disponibilidad de restrictores secundarios. Durante la postura bípeda, en
reposo, se presenta principalmente una estabilización pasiva, dada por el
bloqueo de las superficies articulares y por la generación de un momento en
extensión en la rodilla al paso de la gravedad.
Esta fuerza es contrarrestada por la tensión de la cápsula posterior y
los ligamentos asociados, por lo cual se requiere una mínima actividad
muscular. Las estructuras óseas de la articulación de la rodilla contribuyen
principalmente a la estabilidad en la extensión final; sin embargo, son los
tejidos blandos los responsables de brindar la restricción durante la mayor
parte de la movilidad de la articulación.
Estabilidad estática Entre los estabilizadores pasivos de la rodilla se
encuentran la cápsula articular, los meniscos y los ligamentos.
Cápsula articular
La cápsula articular de la rodilla es muy laxa en su parte anterior, lo
cual facilita el movimiento de flexión. Por esto, durante la extensión se
forman unos pliegues encima y a los lados de la rótula. Durante la flexión, las
estructuras pasivas periarticulares tienden a estar laxas y la relativa
32
incongruencia articular permite una mayor traslación anterior y posterior y la
rotación de la tibia sobre el fémur, a diferencia de la extensión completa, la
cual se describe como la posición de bloqueo de esta articulación, ya que
durante ésta se encuentra tanto el mayor grado de tensión de los ligamentos
colaterales y cruzados, como la mayor congruencia articular. El papel
biomecánico de la cápsula está asociado con la restricción de movimientos
extremos de la articulación. Además, la cápsula de la rodilla presenta un alto
grado de inervación por nociceptores y mecanorreceptores (corpúsculos de
Paccini y Ruffini), lo cual contribuye a la respuesta muscular.
Meniscos
Los meniscos mejoran la congruencia articular entre el fémur y la tibia,
contribuyen en gran medida a la distribución de las fuerzas y brindan cierto
grado de estabilidad la articulación. Los meniscos se mueven durante los
movimientos de flexión, extensión y rotación de la rodilla. Por sus uniones
capsuloligamentosas, el menisco medial es menos móvil que el lateral.
Durante la extensión, los meniscos son empujados hacia adelante por los
ligamentos meniscopatelares que trasmiten la tensión generada por la
contracción del músculo cuádriceps. Durante la flexión, el menisco medial es
empujado hacia atrás por su conexión con el músculo semimembranoso y el
lateral, por el tendón del poplíteo. En la rotación de la rodilla, los meniscos se
mueven en dirección contraria a sus correspondientes platillos tibiales. La
rotación externa de la tibia genera un movimiento posterior del menisco
medial, mientras que el menisco lateral se mueve hacia adelante. Durante la
rotación interna ocurre lo contrario. Este movimiento de los meniscos es
ocasionado por la tensión de los ligamentos meniscopatelares y la geometría
articular de los cóndilos femorales. El menisco medial tiene mayor
susceptibilidad para el soporte de enormes cargas compresivas, las cuales
se presentan durante la mayoría de las actividades diarias. Aunque las
fuerzas compresivas pueden alcanzar dos o tres veces el peso corporal
33
durante la marcha o el ascenso de escaleras, o hasta tres o cuatro veces
durante la carrera, el menisco asume el 50-70% de estas cargas impuestas.
Ligamentos
De acuerdo con la disposición anatómica de sus fibras, los ligamentos
de la rodilla estabilizan la articulación medio lateralmente (resistencia a las
fuerzas valguizantes o varizantes) o anteroposteriormente (resistencia a la
hiperex- tensión). De igual manera, brindan estabilidad para el componente
rotacional presente en esta articulación. La principal función de los
ligamentos colaterales es resistir las fuerzas valguizantes o varizantes
generadas en la rodilla; es decir, brindan la estabilidad mediolateral. El LCM
se encuentra tenso en todo el rango de movimiento de la rodilla, pero su
comportamiento varía de acuerdo con el movimiento generado. Todas las
fibras están tensionadas en extensión, mientras que en flexión se generan
fuerzas tensiles en las fibras con orientación anterior, y en el rango medio de
movimiento, la tensión se da en las fibras posteriores.
De acuerdo con lo documentado por Norkin, este ligamento resiste las
fuerzas en valgo y controla la rotación lateral de la tibia. En caso de ausencia
del LCA, el ligamento colateral medial restringe el desplazamiento anterior de
la tibia. En la estabilidad medial, los ligamentos colaterales actúan como
restrictores secundarios el LCA, LCP y el compartimiento lateral; este último
debido al incremento en las fuerzas compresivas. El LCL asegura la
estabilidad lateral de la rodilla en extensión y es el principal estabilizador de
las fuerzas en varo. A los 25° de flexión de rodilla, este ligamento presenta
su mayor contribución (69%) para el control de la apertura lateral de la rodilla.
El LCL se tensiona durante la extensión y se relaja con la flexión de rodilla,
principalmente después de los 30°. Los LCA y LCP actúan como restrictores
secundarios de las fuerzas en varo a los 8° de flexión de rodilla; sin embargo,
su acción disminuye a medida que aumenta dicho movimiento. Otras
estructuras que favorecen la estabilidad lateral de la rodilla son la cápsula
articular posterior, el compartimiento medial, el músculo poplíteo, la banda
34
iliotibial y el bíceps femoral. El LCA cumple varias funciones importantes en
la estabilidad de la articulación: es el principal restrictor de la traslación
anterior de la tibia sobre el fémur, controla la rotación de la tibia y evita la
hiperextensión de la rodilla. De igual manera, ayuda a controlar los
movimientos de deslizamiento y rodamiento de la articulación. Durante la
rotación medial de rodilla, el fascículo anteromedial del ligamento es
sometido a estiramiento con su mayor pico entre 10° y 15°.
El fascículo anteromedial se encuentra tenso, tanto en la flexión como
en la extensión, mientras que el fascículo posterolateral sólo se somete a
tensión durante la extensión. Por esta razón, el LCA mantiene una tensión
media durante los movimientos de flexo-extensión de la rodilla. A los 30° de
flexión de rodilla, los dos fascículos no presentan una tensión significativa,
por lo cual se logra el mayor grado de desplazamiento anterior de la tibia.
Como se mencionó, el LCA cumple también un papel secundario como
estabilizador mediolateral de la rodilla. Adicionalmente, es necesario tener en
cuenta que los músculos que actúan sobre la articulación de la rodilla tienen
el potencial para generar fuerzas tensiles sobre el LCA o, por el contrario,
minimizan la carga mecánica sobre el mismo. En el siguiente cuadro se
sintetiza esta relación.
El mayor desplazamiento posterior de la tibia con relación al fémur se
presenta entre los 75°-90° de flexión de rodilla; por encima de este rango de
movimiento, los estabilizadores secundarios cumplen una función pobre. El
comportamiento biomecánico es diferente para los dos fascículos que
conforman el LCP. El fascículo anterolateral se encuentra laxo durante la
extensión completa de rodilla, mientras que a los 80-90° de flexión se
presenta el mayor grado de tensión. El fascículo posteromedial presenta un
comportamiento contrario al fascículo anterolateral, es decir, se encuentra
laxo en la flexión y tenso durante la extensión. Así como el LCA, el LCP
también cumple una función secundaria en la estabilidad mediolateral de la
rodilla. Es importante recordar que los ligamentos cumplen su función de
35
acuerdo con la orientación de sus fibras. En la rodilla, ninguno de los
ligamentos presenta una disposición en el plano transverso; es por esto que
el control rotacional es dado por diferentes estructuras pasivas de la
articulación. El LCP resiste la rotación medial de la tibia a 90° de flexión, pero
no en extensión completa. Su papel en la restricción de la rotación lateral es
muy poco significativo. El papel sinérgico del músculo cuadriceps en la
función del LCP, disminuye las fuerzas posteriores de la tibia al producirse
una contracción en el rango de movimiento entre 20° y 60° de flexión de la
rodilla.
36
los que atraviesan la articulación de cuello de pie, a saber: el recto femoral,
los hamstrings, los gemelos, el gracilis, el sartorio y la banda iliotibial. Éstos
representaran su acción según el punto articular que se esté tomando como
fijo y, por supuesto, como móvil. Los músculos monoarticulares que
encontramos en esta articulación son: el popliteo, el genu articularis, los
vastos medial y oblicuo, el vasto intermedio y el soleo.
2.2.3 Fisiopatología
La hiperpresión patelofemoral describe el dolor en la parte delantera
de la rodilla y alrededor de la rótula o hueso de la rodilla. Se conoce como la
rodilla del corredor o del saltador, ya que es más común que aparezca en
personas que realizan deportes que implican correr y saltar.
Ocurre cuando los nervios detectan dolor en los tejidos blandos, que
incluirán los tendones, la almohadilla grasa debajo de la rótula y el tejido
sinovial, y el hueso alrededor de la rótula.
En ocasiones, puede desarrollarse en forma de condromalacia
rotuliana, que consiste en el ablandamiento y degradación del cartílago
articular que se encuentra en la parte interna de la rótula.
El dolor aumentará al correr, subir o bajar escaleras o cuando la
persona pasa sentado grandes periodos de tiempo.
El síndrome femoropatelar causa dolor en la parte anterior de la rodilla
por un aumento de presión entre la rótula y la tróclea del fémur, generando
así irritación y desgaste en el cartílago de la articulación de la rodilla.
En la mayoría de los casos, este dolor es sufrido por personas que
practican mucho deporte y someten a la rodilla a actividades que provocan
37
tensión repetida como pueden ser trotar, hacer sentadillas y subir escaleras.
Es decir, será causado por el uso excesivo de la zona de la rodilla y podrá
empeorar dependiendo de la intensidad y la duración de la actividad
realizada.
El síndrome del corredor puede ser provocado también por una
alineación anormal de la rótula, que causa una mayor presión éntrela parte
posterior de la rótula y la tróclea, irritando así los tejidos blandos de la zona.
Los traumatismos o lesiones en la rótula, entre los que incluimos la
dislocación o la fractura, están también vinculados a esta dolencia, así como
una cirugía de rodilla incorrectamente curada.
Aunque es una dolencia que puede aparecer en cualquier tipo de
persona, el síndrome patelofemoral está asociado directamente a algunos
factores de riesgo como:
Edad: Se asocia esta dolencia a personas adolescentes o adultos
jóvenes, ya que en edades más avanzadas los dolores de rodilla suelen ir
relacionados con enfermedades como la artritis.
Sexo: El síndrome del corredor es más propenso a aparecer en
mujeres que en hombres, en parte provocada esta diferencia por un hueso
pélvico más ancho, que puede aumentar el riesgo de sufrir desviaciones en
la alineación de la rótula.
Algunos deportes: como ya se comentaba anteriormente, habrá
algunos deportes que, al implicar actividades más enérgicas como saltar o
correr, harán que las personas sean más propensas a sufrir esta dolencia.
38
● Dolor al realizar actividades deportivas como correr, arrodillarse o
hacer sentadillas.
● Dolor después de estar sentado durante un largo periodo de tiempo,
con las rodillas flexionadas, como puede ocurrir en un viaje largo o en
el cine.
● Dolor relacionado con la intensidad de la actividad, la superficie en la
que se realice o las zapatillas que se usen.
● Chasquidos en la rodilla al subir o bajar escaleras o al ponerse de pie
tras permanecer sentado durante un largo periodo de tiempo.
2.2.5 Diagnóstico
El diagnóstico de la hiperpresión patelofemoral es fundamentalmente
clínico y se basa en una minuciosa anamnesis y una adecuada exploración
física, acompañadas de la exclusión de otras causas de dolor anterior de
rodilla como la artrosis femororrotuliana, más frecuente en los ancianos y
asociada a claros signos radiológicos, o la inestabilidad femororrotuliana, en
la que suele observarse el signo de aprehensión positivo. El síntoma típico
es el dolor retrorrotuliano o perirrotuliano relacionado con actividades como
subir o bajar escaleras, ponerse en cuclillas o permanecer sentado de forma
prolongada. Esto tiene relación con el denominado «signo de la butaca»,
pues con la flexión aumentan exponencialmente las fuerzas y superficies que
actúan sobre la rótula.
Asociados al dolor, podemos observar un déficit funcional y
chasquidos, pero no bloqueos verdaderos, que suelen aparecer en lesiones
intraarticulares, así como crepitación e incluso cierta inestabilidad, asociada a
una incorrecta contracción del cuádriceps por el propio dolor.
Durante la realización de la anamnesis, merece la pena incidir en
aspectos como posibles cambios en el entrenamiento e intervenciones
quirúrgicas o lesiones previas a nivel de la rodilla.
39
La hiperpresión patelofemoral requiere una evaluación integral que
incluya la cronicidad del dolor, la localización del mismo y las modalidades de
tratamiento que ya ha seguido el paciente.
40
• Test de aprehensión: Consiste en ejercer una presión medial en
sentido lateral, con el cuádriceps relajado y la rodilla a 30°, observando si
aparece un gesto de malestar en el paciente. Posee una sensibilidad del
39% en el diagnóstico del SDR.
• Medición del ángulo poplíteo: Ofrece una idea de la flexibilidad de los
isquiotibiales, de manera que la imposibilidad de extender más de 20°
indicaría rigidez de estos, la cual ha sido relacionada con el SDR.
• Otros tests que pueden aplicarse son el rechinar de la rótula, el de la
plica medial o la medición del ángulo Q, que parecen tener un valor escaso.
41
.• Con respecto a la medicina nuclear, se han realizados diversos
estudios recientemente, entre los que cabe mencionar el de Draper y cols,
que relaciona un aumento de la actividad metabólica por sobrecarga
subcondral con el SDR.
2.2.6 Tratamiento
El tratamiento de hiperpresion patelofemoral es fundamentalmente
conservador y su objetivo principal es reducir el dolor, mejorar el
deslizamiento y alineación de la rótula y recuperar el nivel funcional. En un
primer momento, entre la primera y la segunda semana, el objetivo del
tratamiento debe ser el control analgésico, mientras que en las semanas
siguientes se procederá a la modificación de los factores de riesgo y la
corrección de los déficits biomecánicos.
42
alternativa eficaz a corto y largo plazo. Las técnicas miofasciales, por su
parte, también representan una opción terapéutica en el abordaje del SDR,
estudios llevados a cabo por Telles y cols.
43
Son numerosos los trabajos que manifiestan la preferencia por
terapias con ejercicios de cadena cinética cerrada (con los pies fijos en el
suelo), puesto que suelen tolerarse mejor y producen menos sobrecarga
femororrotuliana.
En definitiva, podríamos decir que el abordaje ideal para la
hiperpresion patelofemoral debería incluir una terapia combinada con
ejercicios a nivel de cadera y rodilla, e incluso musculatura lumbar y pélvica,
realizados preferentemente en cadena cinética cerrada, ya que ha
demostrado ser lo más efectivo para reducir el dolor y mejorar la
funcionalidad de los pacientes con este síndrome.
Cirugía en el SDR
La cirugía debe ser el último recurso, tras la realización de 6 a 12
meses de tratamiento conservador sin obtener resultados y siempre que
exista una alteración corregible. Aun así, el fracaso del tratamiento
conservador no implica que el tratamiento quirúrgico vaya a ser exitoso.
Muchos pacientes no mejoran e incluso empeoran tras operarse y, a veces,
precisan nuevas intervenciones.
En un estudio realizado por Kettunen y cols con 56 pacientes, se
establecieron dos grupos: en uno se practicó una artroscopia acompañada
de un programa de ejercicios y en el otro únicamente se realizaron los
ejercicios, obteniéndose finalmente resultados similares en ambos grupos.
Entre los procedimientos quirúrgicos descritos como tratamiento del SDR
encontramos:
• Sección extrasinovial del alerón externo. La liberación del retináculo
lateral ha sido promulgada como alternativa terapéutica en pacientes con
SDR de carácter refractario, bien de forma aislada o combinada con otros
procedimientos. A este respecto, merece la pena mencionar la osteotomía de
rótula tipo coronal asociada a la liberación del alerón externo, propuesta por
Rosales-Varo y cols., con resultados satisfactorios en la mejora del dolor y en
las escalas de valoración funcional de pacientes con SDR.
44
• Desensibilización artroscópica por lesión térmica: Esta técnica se
basa en la existencia de receptores nociceptivos en el tejido blando
perirrotuliano.
• Osteotomía plano-oblicua: Indicada si el SDR se acompaña de
hipertorsión tibial externa y pseudovaro. Se trata de una osteotomía
desrotativa tibial con trazo oblicuo supratuberositario, que permite corregir la
citada hipertorsión tibial externa y la alineación en el plano frontal, además
de anteromedializar la tuberosidad tibial. En un estudio con 36 pacientes con
SDR a los que se practicó una osteotomía desrotativa tibial, el 94% se
consideraron satisfechos o muy satisfechos con los resultados obtenidos y
los autores llegan a la conclusión de que, en los casos con anteversión
femoral asociada, se desaconseja añadir gestos quirúrgicos sobre el fémur,
puesto que los resultados observados en el grupo con y sin anteversión
femoral fueron similares.
2.2.7 Prevención
El ejercicio físico parece tener una influencia fundamental en la
prevención de la hiperpresión patelofemoral.
Evolución y pronóstico
La mayoría de los pacientes suelen obtener muy buenos resultados a
corto plazo, aunque poco satisfactorios en lo que respecta al retorno a su
actividad cotidiana, de manera que, muchos terminan abandonando la
actividad deportiva que realizaban antes de que aparecieran los síntomas.
Collins y cols constatan que la duración de los síntomas superior a los 2
meses y la puntuación inferior a 70/100 en la escala AKP guardan una
estrecha relación con un pronóstico desfavorable del SDR a los 12 meses.
También han sido relacionados con mal pronóstico la hipermovilidad
rotuliana, la edad avanzada, la presencia de síntomas bilaterales o un perfil
psicológico pasivo-depresivo.
45
2.2.8 Contracción muscular
El cuerpo humano tiene tres tipos diferentes de músculos: músculo
cardiaco, músculo liso y músculo esquelético. Los músculos estriados son
fundamentales para actividades como el movimiento voluntario, el
mantenimiento de la postura, dirigir la mirada, y expresiones faciales, entre
otras. Los músculos están constituidos por células alargadas, las fibras
musculares, el tejido conectivo o conjuntivo que las rodea y que contiene
nervios, vasos y capilares sanguíneos, y por los tendones que permiten su
inserción a los huesos.
Específicamente, el músculo esquelético se observa al microscopio de
luz con una serie de estrías y bandas obscuras y claras separadas por
líneas, llamadas “z” que delimitan una sarcómera. Actualmente, se sabe la
estructura molecular de cada una de estas bandas y líneas. La contracción
voluntaria del músculo esquelético se inicia por la actividad en el sistema
nervioso. El lugar donde se inicia la intención para un movimiento en
particular, es un tema que se está estudiando y debatiendo actualmente y
aún no existe claridad al respecto. Sin embargo, las neuronas piramidales de
la corteza motora (área 4) mandan sus axones por dos vías: (i) la vía directa
y (ii) la vía indirecta.
Los axones de la vía directa después de cruzar en el tronco del
encéfalo se dirigen a las motoneuronas ubicadas en la médula espinal. En
tanto que, los axones de las piramidales de la vía indirecta hacen sinapsis en
varios núcleos para por fin llegar a la motoneurona. Las motoneuronas
inervan a los músculos, su terminal axónica se dividen varias veces para
llegar a un grupo de miocitos. La llegada de un potencial de acción a la
terminal axónica, abre canales de calcio voltaje dependientes y en
consecuencia la corriente de calcio entrante permite la liberación del
neurotrasmisor.
La acetilcolina liberada al espacio sináptico de la placa neuromuscular
se une a canales de tipo nicotínicos ubicados en la membrana del músculo
46
que forma esta placa. La apertura de estos canales produce una corriente
entrante de sodio y una saliente de potasio por el mismo canal. Esta
actividad ocasiona una despolarización que inicia el potencial de acción
muscular que se desplaza por los túbulos T, produciendo la apertura de
canales de calcio dependientes de voltaje localizados en el retículo
sarcoplásmico. Finalmente, se produce la contracción muscular.
Los eventos electrofisiológicos y moleculares de la contracción
muscular ya son conocidos. Se sabe que la contracción muscular se debe a
la interacción de dos proteínas fibrilares: la actina y la miosina; se inicia con
la unión de dos moléculas de calcio que se unen a la tropomiocina “C”, este
proceso desplaza a la troponina I, y esto descubre una zona en la actina que
permite la unión de las cabezas de la miosina. La consecuencia es el
desplazamiento de la actina sobre la miosina produciéndose la contracción
muscular. Para la relajación es necesaria energía (ATP).
47
Las contracciones concéntricas y excéntricas forman parte, a su vez,
de las contracciones isotónicas, que son aquellas en las que las fibras
musculares se contraen y modifican su longitud.
La contracción muscular auxotónica: se produce cuando combinamos
las contracciones isotónicas e isométricas. Cuando iniciamos la contracción
producimos la isotónica, y al ceder la contracción, creamos la isométrica.
48
Además del propio deportista, el tiempo dedicado a cada ejercicio
isométrico varía en función de las repeticiones.
A más repeticiones menos tiempo. También es cierto que casi siempre
el ejercicio es más intenso en un periodo más corto de tiempo que en largas
sesiones.
Por eso, el tiempo óptimo de trabajo isométrico es de 10-15 segundos,
ya que a partir de este esfuerzo mantenido se aprecia una disminución de la
oxigenación muscular.
Con este tiempo bajo tensión, provocamos una reducción en los
espasmos musculares, causados por la falta de oxigenación muscular y el
incremento de la acidez
49
● Son adecuados para todo tipo de personas, incluso mayores, porque
ayudan a mantener una buena postura incluso a una edad más
avanzada.
● Inconvenientes de los ejercicios isométricos
El entrenamiento isométrico también tiene los siguientes
inconvenientes:
● Disminución de la elasticidad muscular debido a los acortamientos en
los músculos implicados.
● No se produce una vascularización muscular, ya que durante la
ejecución no ha movimiento.
● Déficit en la coordinación intermuscular / intramuscular.
● Reducción de la velocidad de contracción.
● Ganancia de fuerza solo en la posición de trabajo.
● Frecuencia de entrenamiento limitada, pues el pico de agujetas
máximo se alcanza a las 24 horas.
● Puede resultar un riesgo para las personas que padecen hipertensión
o algún tipo de enfermedad cardiovascular, ya que las contracciones
sostenidas aumentan la presión intratorácica (maniobra de Valsalva).
Nunca mantengas la respiración, intenta inhalar y exhalar
constantemente, evitando el peligro de hiperventilación.
● Posibles roturas si no se realiza un calentamiento adecuado, pues la
tensión constante da importancia al precalentamiento.
● No puede ser utilizado como único método de entrenamiento.
● Necesaria combinación con otro tipo de ejercicios y métodos de
entrenamiento porque pueden resultar monótonos, disminuyendo la
motivación.
50
2.2.9.2 Ejercicios Isométricos en el desarrollo de la fuerza
Los ejercicios isométricos se hacen en una posición y sin movimiento
y, por tanto, mejorarán la fuerza en solo esa posición específica. Así que se
debe individualizar según las características del deportista.
“Se debe hacer varios ejercicios isométricos teniendo en cuenta la
amplitud de movimiento de la extremidad para mejorar la fuerza de los
músculos de esta”.
Además, también tenemos que considerar que “los ejercicios
isométricos al realizarse en una postura estática no van a ayudar a mejorar la
velocidad ni el desarrollo específico del atleta. Sin embargo, sí serán útiles
para mejorar la estabilización
También puede ser útil para las personas que padecen artritis, pues el
entrenamiento isométrico mejora su fuerza y les permite acceder a otro tipo
de entrenamiento de fuerza más avanzado.
Basándonos en la ciencia, los ejercicios isométricos ayudan a bajar la
presión. En este caso, la intensidad del ejercicio es muy importante, por eso,
si tienes la presión alta, haz un ejercicio de baja intensidad. De lo contrario,
el ejercicio puede causar un aumento drástico en la presión durante la
práctica.
51
Enseguida desglosaremos el concepto de cadena cinética, sus tipos y
los beneficios de cada modalidad de ejercicio según este patrón de
movimiento.
52
El segmento distal es la articulación, o el punto de la cadena más
alejado, y en los ejercicios de cadena cinética puede moverse sin estar
anclado a ninguna superficie.
En la actualidad existe un cierto consenso en utilizar en mayor medida
aquellos ejercicios de cadena cinética cerrada por las razones que se
expondrán en el siguiente punto.
A pesar de ello muchos estudios han confirmado la necesidad de
combinar ambas tipologías de ejercicios para lograr con éxito una
recuperación, por ejemplo, de ligamento cruzado anterior. Incluso en algunas
investigaciones se ha concluido que los ejercicios de cadena cinética abierta
son más beneficiosos para patologías como el síndrome patelofemoral.
Aunque la mayoría de los estudios concluyen en la necesidad de
seguir investigando sobre el mejor momento de aplicación de los ejercicios
de cadena cinética abierta, se ha demostrado que estos son favorables para
la readaptación y rehabilitación de lesiones de ligamento cruzado anterior.
A modo de conclusión cabe mencionar que esta tipología de
ejercicios, teniendo en cuenta las cadenas, deben ser minoritarios en las
primeras fases de recuperación muscular y articular ante una lesión.
53
En este sentido, y según las últimas investigaciones, parece ser que
son más favorables en la mejora del equilibrio dinámico quizá porque se
trabaja bajo condiciones mayores de propiocepción y reequilibrio continuo.
Una de las lesiones más comunes en el contexto deportivo, pero
también en las patologías de rodilla generales, es la rotura de ligamento
cruzado anterior.
Según los últimos estudios se confirma la necesidad de realizar
ejercicios de cadena cinética cerrada en las fases de recuperación ya que
estos generan un menor estrés en dicho ligamento y no repercuten en
el desplazamiento tibial anterior que agravaría severamente la lesión.
54
inserción se aproximan entre sí, por lo que la rótula se desplaza lateralmente
por un efecto de arco.
Cuanto más corto se encuentre el cuádriceps mayor será ese efecto
de arco, incrementándose la lateralización patelar y la compresión patelo-
femoral.
Es por esta razón que los procedimientos quirúrgicos tendientes a
mejorar el alineamiento y disminuir las fuerzas de compresión patelo-femoral
(como las osteotomías de Hauser, Maquet, Roux-Elmslie- Trillat, Fulkerson),
se hacen sobre el mecanismo extensor y no sobre otros grupos musculares.
Leopold Busquet en su libro LAS CADENAS MUSCULARES, capítulo
La fisiología de los músculos de los miembros inferiores, escribió: “El trabajo
realizado sobre el cuádriceps ha dado siempre prioridad al desarrollo de su
fuerza. Aunque este músculo presente una fisiología favorable a la fuerza,
también se debe valorar su capacidad de estiramiento. El trabajo en
excéntrico de este músculo será de vital importancia para conservar la
plenitud de su fisiología y la seguridad a largo plazo de la rodilla”.
Busquet insiste en el tratamiento por posturas excéntricas al
considerar que “los músculos puestos en tensión durante varios minutos de
manera constante se fatigan y abandonan su tensión excesiva. La vaina del
músculo podrá, a partir de este instante, alargarse y el músculo recuperará
su longitud”.
Es por ello que el déficit fundamental en los pacientes con dolor
patelofemoral no está en la fuerza muscular sino en la elasticidad muscular.
Los músculos estáticos no pueden permitirse el lujo de estar débiles….
sencillamente porque nos caeríamos.
55
disfunción provocaría una hiperpresión en el compartimento patelofemoral
lateral en contraste con una hipopresión en el compartimento patelofemoral
medial.
Esta hiperpresión lateral ayuda a la degeneración del cartílago, el
desgaste de este cartílago llevaría a su vez a una sinovitis química, al verse
afectada la sinovial que tiene muchas terminaciones nerviosas, puede
terminar irritada y ser causa de dolor. Otro mecanismo que puede producir
dolor es el desgaste del hueso subcondral que es muy rico en terminaciones
nerviosas, este desgaste se debe a la falla de amortiguación de cargas por
parte del cartílago.
2.3.4 Crepitación
La crepitación es un síntoma preocupante para muchos pacientes,
esta crepitación puede indicar lesión en el cartílago articular de la rótula o la
tróclea femoral, a pesar de esto muchos pacientes en el momento de una
artroscopia presentan un cartílago articular macroscópicamente sin daño,
56
esto podría decir que lesiones en la sinovial o cualquier otra parte blanda
podría ser causa de esta crepitación.
El International Knee Documentation Comittee (IKDC) aseguraba que:
“La rodilla es normal cuando la crepitación está ausente”. A pesar de esto
esta mención pierde valor en la actualidad ya que en un estudio realizado por
Johnson y cols, en 1998 en Arthroscopy en rodillas asintomáticas
encontraron que en un 94% de mujeres frente al 45% de hombres la
crepitación tenía gran incidencia.
A menudo se suele relacionar la crepitación con la subluxación
externa de la rótula pero Johnson y cols observaron que la subluxación
externa en personas que no presentaban síntomas era más frecuente en los
varones que en las mujeres 35% frente a 19% .
57
2.3.5.2 Ángulo Q (Figura 3)
El ángulo Q es una prueba que debe aplicarse en todas las patologías
de la rodilla especialmente en los casos de patología mecánica y disfunción
patelofemoral, es importante también como evaluación biomecánica del
miembro.
Los límites del ángulo Q normal que se encontraron en el libro
“Rehabilitación ortopédica clínica” son de 12 grados para los hombres y 15
para las mujeres. En la actualidad algunos autores creen que la manera de
calcular el ángulo Q no es muy exacta para medir la alineación de la rótula ya
que se mide en extensión y una rótula luxada lateralmente llevaría a una
medición muy baja, con todo esto se puede decir que la utilidad del ángulo Q
es dudosa a pesar de los tantos estudios que se han realizado.
Método: Debe medirse con el paciente en decúbito supino con la
rodilla totalmente extendida, luego con el goniómetro se fija la barra fija sobre
la línea imaginaria entre la espina iliaca anterosuperior hasta el centro
superior de la rótula y la barra móvil sobre una línea desde el centro superior
de la rótula hasta la tuberosidad tibial.
58
2.3.5.4 Escala de Daniels
La escala de Daniels es una escala utilizada para medir la fuerza de los
músculos en el cuerpo humano, especialmente en pacientes de fisioterapia.
Consiste en la evaluación de la contracción muscular frente a ciertos
requerimientos, otorgándole valores entre 0 y 5.
Esta escala fue publicada por primera vez en 1946 como parte del
primer texto médico referente a las técnicas de evaluación muscular, que fue
escrito por las americanas Lucille Daniels, Marian Williams y Catherine
Worthingham y que aún tiene vigencia. El título de la obra era y sigue siendo
hoy en día: Pruebas Funcionales Musculares: Técnicas manuales de
exploración.
La función principal de esta escala y, por lo tanto, de la prueba que se
realiza para consignar sus valores al desempeño muscular, consiste en la
localización de lesiones, bien sea a nivel del sistema nervioso central o
periférico, o bien a nivel local en un grupo de músculos determinado,
particularmente en las articulaciones.
El menor valor (0) implica ausencia de actividad, mientras que el
mayor (5) representa una respuesta normal en términos de la contracción y
del movimiento articular.
Puntuación cualitativa
Además de la puntuación numérica, esta escala incluye una
evaluación o puntuación cualitativa que va de normal (N) a nulo (sin
actividad, 0), la cual es establecida gracias a la realización de distintas
pruebas físicas, entre las que se incluyen:
– Prueba de ruptura: donde se aplica resistencia manual al grupo
muscular que se evalúa y se determina la capacidad del músculo de
contraerse frente a dicha resistencia (que usualmente implica que el
terapeuta busque “romper” el mantenimiento de la contracción)
59
– Prueba de resistencia activa: donde se aplica una resistencia
manual contra el grupo muscular que está en contracción activa, es decir, en
contra de la dirección del movimiento.
60
Así, la escala incluye los parámetros cuantitativos siguientes:
0= parálisis total o ausencia completa de movimiento
1= contracción mínima visible, pero sin movimiento
2= contracción escasa, con movimiento, pero inexistente cuando se
aplica resistencia (no puede ocurrir en contra de la gravedad)
3-= contracción regular negativa, donde ocurre movimiento parcial,
aunque se observa la liberación gradual desde la posición de prueba
3= contracción regular, donde ocurre un movimiento parcial con la
fuerza de la gravedad como única resistencia
3+= contracción regular positiva, donde ocurre movimiento completo,
pero solo en contra de la gravedad
4-= contracción buena negativa o regular, donde ocurre movimiento
completo en contra de la gravedad y con la aplicación de una resistencia
mínima
4= contracción buena, con movimiento completo contra la fuerza de la
gravedad y con aplicación de resistencia moderada
4+= contracción buena positiva, donde ocurre movimiento completo en
contra de la fuerza de la gravedad y con la aplicación de resistencia fuerte
5= contracción normal, donde se da el movimiento completo en contra
de la gravedad y de la resistencia máxima.
61
LA ESCALA NUMÉRICA (EN)
Escala numerada del 1-10, donde 0 es la ausencia y 10 la mayor
intensidad, el paciente selecciona el número que mejor evalúa la intensidad
del síntoma.
0 1 2 3 4 5 6 7 8 10
9
Sin Máximo
Dolor Dolor
0 4 6 10
Nada Poco Bastante Mucho
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Nada Insoportable
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
No Mejora Mejora
62
2.4 MARCO LEGAL
63
Salud, al incluirse como una de las actividades profesionales enlistadas en el
primer párrafo del artículo 79 de la Ley General de Salud, de tal manera que
se haga un reconocimiento como tal en las instituciones de salud tanto
públicas como privadas, tendiendo así a una profesionalización de ese
campo de la salud y otorgar servicios de calidad en materia de prevención y
rehabilitación física que coadyuve de forma eficiente a la atención de las
personas con discapacidad en el país.
A. Las Comisiones Unidas dictaminadoras de Salud y de Estudios
Legislativos, hacen referencia al derecho a la protección de la salud que
poseen todos los mexicanos acorde con el párrafo cuarto del artículo 4° de
nuestro máximo ordenamiento legal, el cual a su vez faculta, a través de la
fracción XVI del artículo 73, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, a emitir leyes sobre salubridad general en la República, por lo
que el ámbito de competencia de esta Soberanía se encuentra previamente
establecido y reconocido para tratar el tema de salud en México.
El derecho a la protección de la salud, es un derecho social y un
elemento esencial para que el Estado pueda sentar las bases para llevar a
cabo este bien jurídico tutelado.
B. Hoy en día un problema que se enquista poco a poco en nuestra
sociedad es la discapacidad y eso detona la atención oportuna y completa
para aquellas personas que tienen algún tipo.
Cabe señalar que la Clasificación Internacional del Funcionamiento,
de la Discapacidad y de la Salud (CIF) define la discapacidad como un
término genérico que abarca deficiencias, limitaciones de la actividad y
restricciones a la participación. Dicha clasificación, presentada en 2001,
señala que las personas con discapacidad “son aquellas que tienen una o
más deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales y que al
interactuar con distintos ambientes del entorno social pueden impedir su
participación plena y efectiva en igualdad de condiciones a las demás”.
64
Así mismo de acuerdo con el Informe Mundial sobre la Discapacidad,
elaborado por la Organización Mundial de la Salud, OMS, y el Banco
Mundial, señala que todas las personas del mundo pueden llegar a enfrentar
en algún momento de su vida alguna discapacidad, ya sea de manera
permanente o transitoria.
Así mismo se calcula que más de mil millones de personas, es decir,
un 15% de la población mundial, tienen alguna discapacidad en alguna
forma. Tienen dificultades importantes, entre 110 millones (2,2%) y 190
millones (3,8%) son personas mayores de 15 años. Eso no es todo, pues las
tasas de discapacidad están aumentando debido en parte al envejecimiento
de la población y al aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas.
C. En México las Estadísticas del INEGI, destacan datos nacionales
que revelan que de la población afectada por alguna discapacidad que
asciende a más de 5 millones, 51.4 por ciento son personas adultas mayores
con alguna dificultad básica, seguida de los adultos con 33.7 por ciento, los
jóvenes representan el 7.6 por ciento de las personas con discapacidad y las
niñas y niños, el 7.3 por ciento.
Aunado a lo anterior, en nuestro país, cifras de dicha ficha estadística
revelan por tipos y causas de discapacidad, que los problemas para caminar
son el tipo de discapacidad de mayor presencia con el 57.5 por ciento,
seguido de las dificultades para ver con 32.5 por ciento, dificultades para oír
con 16.5 por ciento, para hablar o comunicarse con 8.6 por ciento, mentales
con 8.1 por ciento, dificultades para atender el cuidado personal con 7.9 por
ciento y dificultades para poner atención con el 6.5 por ciento.
Regionalmente, los estados con mayor proporción de discapacitados son
Tabasco, Oaxaca, Yucatán y Nayarit.
D. La situación demográfica se vuelve preocupante si consideramos
que datos de los últimos años arrojan una inversión en la pirámide
poblacional, lo cual propicia un ascenso considerable en la aparición de
discapacidad por enfermedad o por envejecimiento.
65
Por ello se debe focalizar la estrategia a seguir, para darle mejor
calidad de vida a las personas con alguna discapacidad, a través de atención
especializada en la materia. Además del acceso a todos los servicios
convencionales, de la inversión de programas que beneficien a este sector
de nuestra población, y de asegurarle su inclusión plena en la
sociedad, debemos dotar de servicios de salud adecuados que hagan un
énfasis especial en el tema de la rehabilitación que les devuelva un estado
de salud óptimo y acceso a una vida plena en todos los sentidos.
E. A la par hay que mencionar que la Ley General para la Inclusión de
Personas con Discapacidad señala que:
Artículo 7. La Secretaría de Salud promoverá el derecho de las
personas con discapacidad a gozar del más alto nivel posible de salud,
rehabilitación y habilitación sin discriminación por motivos de
discapacidad, mediante programas y servicios que serán diseñados y
proporcionados, considerando criterios de calidad, especialización, género,
gratuidad o precio asequible.
F. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define en 1958 a
la FISIOTERAPIA o TERAPIA FÍSICA como: “el arte y la ciencia del
tratamiento por medio del ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua, masaje y
electricidad. Además, la Fisioterapia incluye la ejecución de pruebas
eléctricas y manuales para determinar el valor de la afectación y fuerza
muscular, pruebas para determinar las capacidades funcionales, la amplitud
de movimiento articular y medidas de la capacidad vital, así como ayudas
diagnósticas para el control de la evolución”.
La Fisioterapia es una disciplina que se encuentra incluida en la Ley
de Ordenación de Profesiones Sanitarias.
Cabe señalar que las funciones de los fisioterapeutas, entre otras,
está el establecimiento y la aplicación de cuantos medios físicos puedan ser
utilizados con efectos terapéuticos en los tratamientos que se prestan a los
usuarios de todas las especialidades de medicina y cirugía donde sea
66
necesaria la aplicación de dichos medios, entendiéndose por medios físicos:
la electricidad, el calor, el frío, el masaje, el agua, el aire, el movimiento, la
luz y los ejercicios terapéuticos con técnicas especiales, entre otras, en
cardiorrespiratorio, ortopedia, coronarias, lesiones neurológicas, ejercicios
maternales pre y post-parto, y la realización de actos y tratamientos de
masaje, osteopatía, quiropraxia, técnicas terapéuticas reflejas y demás
terapias manuales específicas, alternativas y/o complementarias afines al
campo de competencia de la fisioterapia que puedan utilizarse en el
tratamiento de usuarios.
El nivel asistencial, la docencia y la investigación son los tres pilares
fundamentales sobre los que gira la Fisioterapia.
Por su parte, la Confederación Mundial de la Fisioterapia (W.C.P.T.)
realiza la siguiente definición, que fue suscrita por la Asociación Española de
Fisioterapeutas en 1987: "La Fisioterapia es el conjunto de métodos,
actuaciones y técnicas que, mediante la aplicación de medios físicos, curan
previenen, recuperan y adaptan a personas afectadas de disfunciones
somáticas o a las que se desea mantener en un nivel adecuado de salud".
Por otro lado hay que hacer mención que la OMS define a
la REHABILITACIÓN aquella aplicada a la incapacidad, como la aplicación
coordinada de un conjunto de medidas médicas, sociales, educativas y
profesionales para preparar o readaptar al individuo con objeto de que
alcance la mayor proporción posible de capacidad funcional.
Y la REHABILITACIÓN MÉDICA. Es la parte de la asistencia médica
que trata de desarrollar las capacidades funcionales y psicológicas del
individuo con objeto de que alcance la mayor proporción posible de
capacidad funcional.
G. Estas Comisiones Dictaminadoras consideran viable dicha
propuesta ya que aparte de los argumentos vertidos se puede decir que en la
actualidad la terapia física es parte de la formación de diversas
especialidades médicas como la Geriatría o la Medicina de Rehabilitación y
67
esto se puede identificar en los planes de estudio de las mencionadas
especialidades, aunado a lo anterior, existen centros de educación superior
que imparten la carrera profesional de terapia física, como la escuela
superior de rehabilitación, perteneciente al Instituto Nacional de
Rehabilitación o bien la Universidad Autónoma de Aguascalientes este otras.
H. Es por ello que en el campo de la rehabilitación encontramos una
solución a lo planteado anteriormente, ya que la tendencia mundial se dirige
a una profesionalización de dichos servicios en aras de otorgar un servicio
adecuado a la población con discapacidad.
En México, la fisioterapia ha logrado avances sustanciales en los
últimos años, sin embargo, estas Comisiones coinciden con la proponente y
consideran necesario que la profesionalización de los servicios de fisioterapia
se deben establecer en el artículo 79 de la Ley General de Salud no sólo
para reconocer a los Licenciados en Terapia Física como tales, sino para
contar con personal suficientemente capacitado y preparado para afrontar los
retos de salud desafían a nuestro país y en pocos años debe afrontar.
Incluso, el artículo 33 de la Ley General de Salud señala que una de las
actividades de la atención médica es la rehabilitación, campo que requiere un
mayor apoyo en su profesionalización en las instituciones públicas de salud
en nuestro país.
La profesionalización de la fisioterapia hoy es un hecho, sin embargo,
su reconocimiento en ley aún no se concibe, ya que sólo se le considera una
actividad técnica o auxiliar en el campo de la salud a pesar que
académicamente ya existen instituciones que la reconocen como tal.
I. Los avances académicos han propiciado que la fisioterapia haya
pasado de ser una rama simplemente auxiliar o técnica de la medicina a una
profesión con rango de Licenciatura. Al 2014, a nivel nacional se
contabilizaban cerca de 20 instituciones de educación de nivel superior que
contaban con el programa de estudios de Licenciatura en Terapia Física.
68
Por último, es de destacarse que de acuerdo con datos del Instituto
Profesional en Terapias y Humanidades (IPETH), existen solamente 10 mil
terapeutas físicos en el país, lo cual implica que habría sólo dos terapeutas
por cada 1,000 pacientes en México.
Por ello estas Comisiones están a favor de la propuesta en aras de
darle el reconocimiento a la Terapia Física en el precepto jurídico de
incumbencia al proyecto de decreto.
Por lo antes expresado, las Comisiones Unidas de Salud y de
Estudios Legislativos, con las atribuciones que les otorgan los artículos 86 y
94 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos
Mexicanos; y 188 Y 212 del Reglamento del Senado, someten a
consideración de esta H. Soberanía el siguiente:
PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE REFORMA EL PRIMER
PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 79 DE LA LEY GENERAL DE SALUD.
ÚNICO. Se reforma el primer párrafo del artículo 79 de la Ley General
de Salud, para quedar como sigue:
Artículo 79.- Para el ejercicio de actividades profesionales en el campo
de la medicina, odontología, veterinaria, biología, bacteriología,
enfermería, terapia física, trabajo social, química, psicología, optometría,
ingeniería sanitaria, nutrición, dietología, patología y sus ramas, y las demás
que establezcan otras disposiciones legales aplicables, se requiere que los
títulos profesionales o certificados de especialización hayan sido legalmente
expedidos y registrados por las autoridades educativas competentes.
69
correspondiente, ante el Comité Consultivo Nacional de Normalización de
Innovación, Desarrollo, Tecnologías e Información en Salud, sito en
Lieja número 7, 1er. piso, Colonia Juárez, Cuauhtémoc, código postal 06600,
Ciudad de México, teléfonos (55) 55 53 69 30 y 52 86 17 20, fax 52 86 17 26,
correo electrónico jose.meljem@salud.gob.mx.
Introducción
La Secretaría de Salud reconoce a la Discapacidad como un problema
emergente de salud pública, que en los años recientes se ha incrementado
como resultado de la interacción de diversos factores sociales, políticos y
poblacionales.
En México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en la
Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica 2014, determinó que: "La
prevalencia de la discapacidad en 2014 fue de 6%, esto significa que 7.1
millones de habitantes del país no pueden o tienen mucha dificultad para
hacer alguna de las ocho actividades evaluadas: caminar, subir o bajar
usando sus piernas; ver (aun cuando utilice lentes); mover o usar sus brazos
o manos; aprender, recordar o concentrarse; escuchar (aun cuando utilice
aparato auditivo); bañarse, vestirse o comer; hablar o comunicarse; y
problemas emocionales o mentales".
La estructura por edad de la población con Discapacidad muestra la
estrecha relación de esta condición con el proceso de envejecimiento
demográfico. Casi la mitad de las personas con Discapacidad (47.3%)
son adultas mayores (60 años y más) y 34.8% tienen entre 30 y 59 años de
edad. Ello contrasta con la estructura etaria de la población sin Discapacidad
ni limitación, en la cual 60% tienen menos de 30 años de edad.
Se debe tener en cuenta que la Discapacidad es un motivo de
preocupación ya que su prevalencia ha ido en aumento en los últimos años,
por diferentes factores como el aumento en la esperanza de vida y el
riesgo de Discapacidad es aún mayor en personas adultas mayores, el
aumento de enfermedades crónicas tales como diabetes mellitus,
70
hipertensión arterial, los diferentes tipos de cáncer y trastornos en la salud
mental.
Es importante remarcar que los servicios de atención a la salud
proporcionados de manera adecuada y oportuna son un factor fundamental
para mejorar la calidad de vida de las personas con Discapacidad en todos
los aspectos de su vida.
El artículo 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos reconoce el derecho humano de toda persona a la protección de
la salud. En cumplimiento de este precepto, la Secretaría de Salud
emite ordenamientos que regulan la prestación de servicios de atención
médica, estableciendo disposiciones específicas que regulan la forma en que
se proporcionan dichos servicios.
La Atención médica integral a las Personas con Discapacidad,
proporcionada por equipos inter y multidisciplinarios, tiene por objeto que
reciban servicios de atención médica con calidad, seguridad y sin ningún tipo
de discriminación.
Los profesionales y técnicos que integren estos equipos inter y
multidisciplinarios, deben ser personal del área de la salud que se
comprometan, interactúen y complementen las acciones de otros programas
que incidan en la salud de las personas con Discapacidad.
Se ha observado que la detección oportuna e instrumentación de
acciones de Rehabilitación, resultan sumamente importantes, ya que limitan
los efectos de la Discapacidad, mejoran la calidad de vida y posibilitan la
Inclusión social de las personas con Discapacidad.
1. Objetivo y campo de aplicación
1.1 Esta Norma tiene por objeto establecer los criterios que regulan la
prestación de los servicios de Atención médica integral a las Personas con
Discapacidad, en su calidad de pacientes.
1.2 Esta Norma es de observancia obligatoria en el territorio nacional,
para todo el personal del área de la salud, que presta servicios de atención
71
médica a personas con Discapacidad, en los Establecimientos
para la atención médica de los sectores público, social y privado.
2. Referencias normativas
Para la correcta aplicación de esta Norma, es necesario consultar las
siguientes Normas Oficiales Mexicanas o las que las sustituyan:
2.1 Norma Oficial Mexicana NOM-004-SSA3-2012, Del expediente
clínico.
2.2 Norma Oficial Mexicana NOM-005-SSA3-2010, Que establece los
requisitos mínimos de
infraestructura y equipamiento de establecimientos para la atención
médica de pacientes ambulatorios.
2.3 Norma Oficial Mexicana NOM-007-SSA2-2016, Para la atención
de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio, y de la persona recién
nacida.
2.4 Norma Oficial Mexicana NOM-008-SEGOB-2015, Personas con
discapacidad.- Acciones de prevención y condiciones de seguridad en
materia de protección civil en situación de emergencia o desastre.
2.5 Norma Oficial Mexicana NOM-016-SSA3-2012, Que establece las
características mínimas de infraestructura y equipamiento de hospitales y
consultorios de atención médica especializada.
2.6 Norma Oficial Mexicana NOM-024-SSA3-2012, Sistemas de
información de registro electrónico para la salud. Intercambio de información
en salud.
2.7 Norma Oficial Mexicana NOM-025-SSA2-2014, Para la prestación
de servicios de salud en unidades de atención integral hospitalaria médico-
psiquiátrica.
2.8 Norma Oficial Mexicana NOM-030-SSA3-2013, Que establece las
características arquitectónicas para facilitar el acceso, tránsito, uso y
permanencia de las personas con discapacidad en establecimientos para
la atención médica ambulatoria y hospitalaria del Sistema Nacional de Salud.
72
2.9 Norma Oficial Mexicana NOM-035-SSA3-2012, En materia de
información en salud.
2.10 Norma Oficial Mexicana NOM-034-SSA2-2013, Para la
prevención y control de los defectos al nacimiento.
3. Términos y definiciones
Para los efectos de esta Norma se entenderá por:
3.1 Actividades de la vida diaria, al conjunto de acciones que realiza
toda persona para satisfacer sus necesidades básicas.
3.2 Ajustes razonables, las modificaciones y adaptaciones necesarias
y adecuadas que no impongan una carga desproporcionada o indebida,
cuando se requieran en un caso particular, para garantizar a las personas
con Discapacidad el goce o ejercicio, en igualdad de condiciones con las
demás, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales.
3.3 Atención médica integral a las Personas con Discapacidad, al
conjunto de actividades realizadas por el personal profesional y técnico del
área de la salud, que lleva a cabo la detección, diagnóstico, tratamiento y
Rehabilitación, en su caso, referencia y contrarreferencia, de dichas
personas en su calidad de pacientes.
3.4 Comunicación, al Lenguaje escrito, oral y la lengua de señas
mexicana, la visualización de textos, sistema de lectura y escritura Braille, la
Comunicación táctil, los macrotipos, los dispositivos multimedia escritos o
auditivos de fácil acceso, de fácil lectura, el Lenguaje sencillo, los medios de
voz digitalizada y otros modos, medios, sistemas y formatos aumentativos o
alternativos de Comunicación, incluida la tecnología de la información y las
comunicaciones de fácil acceso.
3.5 Consejo genético, a la información que proporciona,
preferentemente un especialista en genética médica, a las personas que
puedan ser portadoras de alteraciones genéticas y se considere que
su descendencia puede tener un alto riesgo de presentar dichas alteraciones.
73
3.6 Detección temprana, a la identificación de signos y síntomas que
evidencian el estado inicial de una Discapacidad de tipo sensorial, intelectual,
física y mental.
3.7 Discapacidad, a la consecuencia de la presencia de una
deficiencia o limitación en una persona, que al interactuar con las barreras
que le impone el entorno social, pueda impedir su inclusión plena y efectiva
en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás.
3.8 Discapacidad auditiva, a la restricción en la función de percepción
de los sonidos externos, alteración de los mecanismos de transmisión,
transducción, conducción e integración del estímulo sonoro, que a su
vez pueden limitar la capacidad de Comunicación. La deficiencia abarca al
oído pero también a las estructuras y funciones asociadas y que al
interactuar con las barreras que le imponen el entorno, pueda impedir
su inclusión plena y efectiva, en igualdad de condiciones con los demás.
3.9 Discapacidad física, a la secuela o malformación que deriva de
una afección en el sistema neuromuscular a nivel central o periférico, dando
como resultado alteraciones en el control del movimiento y la postura, y que
al interactuar con las barreras que le impone el entorno social, pueda impedir
su inclusión plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con
los demás.
3.10 Discapacidad intelectual, a la caracterizada por limitaciones
significativas tanto en la estructura del pensamiento razonado, como en la
conducta adaptativa de la persona, y que al interactuar con las barreras que
le impone el entorno social, pueda impedir su inclusión plena y efectiva en la
sociedad, en igualdad de condiciones con los demás.
3.11 Discapacidad mental, a la alteración o deficiencia en el sistema
neuronal de una persona, que aunado a una sucesión de hechos que no
puede manejar, detona un cambio en su comportamiento que dificulta su
pleno desarrollo y convivencia social, y que al interactuar con las barreras
74
que le impone el entorno social, pueda impedir su inclusión plena y efectiva
en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás.
3.12 Discapacidad visual, a la deficiencia del sistema de la visión, las
estructuras y funciones asociadas con él. Es una alteración de la agudeza
visual, campo visual, motilidad ocular, visión de los colores o profundidad,
que determinan una deficiencia de la agudeza visual y que una vez
corregida, en el mejor de los ojos es igual o menor de 20/200 o cuyo campo
visual es menor de 20 grados y que la interactuar con las barreras que le
imponen el entorno, pueda impedir su inclusión plena y efectiva, en igualdad
de condiciones con los demás.
3.13 Estimulación temprana, a la atención brindada a niños y niñas de
entre 0 y 6 años de edad, con factores de riesgo de daño neurológico, para
potenciar y desarrollar al máximo sus posibilidades físicas, intelectuales,
sensoriales y afectivas, mediante programas sistemáticos y secuenciados
que abarquen todas las áreas del desarrollo humano, sin forzar el curso
natural de su maduración.
3.14 Establecimiento para la atención médica, a todo aquél, público,
social o privado, fijo o móvil, cualquiera que sea su denominación, que preste
servicios de atención médica, ya sea ambulatoria o para internamiento de
pacientes.
3.15 Grado de Discapacidad, a la magnitud de la restricción o
ausencia de la capacidad para realizar una actividad o función necesaria.
3.16 Habilitación, a los procesos terapéuticos en el ámbito de la
atención médica, que permiten la adquisición de capacidades y destrezas a
personas que presentan una Discapacidad.
3.17 Habla, a la expresión oral del Lenguaje por medio de procesos
sensorio motores del sistema nervioso central y periférico, cuyos sonidos
específicos son conocidos como fonemas o combinaciones específicas
de sonidos, que incluyen velocidad, cualidades de la voz, entonación y
fluencia.
75
3.18 Inclusión social, al proceso a través del cual, la sociedad elimina
las barreras del entorno con la finalidad de facilitar y promover la
participación en la sociedad de las Personas con Discapacidad, en
igualdad de condiciones con las demás personas.
3.19 Lenguaje, al Lenguaje oral como la lengua de señas y otras
formas de Comunicación no verbal.
3.20 Persona con Discapacidad, a toda persona que por razón
congénita o adquirida presenta una o más deficiencias de carácter físico,
mental intelectual o sensorial, ya sea permanente o temporal y que
al interactuar con las barreras que le impone el entorno social, pueda impedir
su inclusión plena y efectiva, en igualdad de condiciones con las demás.
3.21 Prevención de Discapacidad, a la adopción de medidas
encaminadas a impedir o limitar la presencia de deficiencias físicas,
intelectuales, mentales y sensoriales.
3.22 Rehabilitación, al proceso de duración limitada y con un objetivo
definido de orden médico, social y educativo entre otros, encaminado a
facilitar que una Persona con Discapacidad alcance un nivel físico, mental,
sensorial óptimo, que permite compensar la pérdida de una función, así
como proporcionarle una mejor integración social.
4. Generalidades
4.1 La Atención médica integral a las Personas con Discapacidad
debe llevarse a cabo con calidad, seguridad y sin ningún tipo de
discriminación, a través de equipos inter y multidisciplinarios, en
los Establecimientos para la atención médica de los sectores público, social y
privado.
4.1.1 Los Establecimientos en donde se presten servicios de Atención
médica integral a las Personas con Discapacidad, deben cumplir con las
disposiciones de infraestructura y equipamiento que señalan las
Normas Oficiales Mexicanas citadas en los incisos 2.2 y 2.5 del Capítulo de
Referencias normativas de esta Norma.
76
4.1.2 Para facilitar la Atención médica integral a las Personas con
Discapacidad, los establecimientos que oferten servicios de prevención,
tratamiento y Rehabilitación, deben contar con las facilidades para el
acceso, tránsito, uso y permanencia que establece la Norma Oficial Mexicana
citada en el inciso 2.8 del Capítulo de Referencias normativas de esta
Norma.
4.1.3 Los Establecimientos para la atención médica y los profesionales
de la salud deben realizar los Ajustes razonables cuando se requieran en
casos concretos, para garantizar el efectivo ejercicio del derecho a la
protección de la salud de las personas con Discapacidad.
4.1.4 Los Establecimientos para la atención médica deben contar con
las facilidades necesarias para la Comunicación y transmisión de información
relacionada con el estado de salud y con los servicios que se presten, a las
personas con cualquier tipo de Discapacidad.
4.1.5 A toda persona con Discapacidad que lo solicite, se le debe
expedir un certificado de reconocimiento y calificación de Discapacidad con
validez nacional, en el que se anoten como mínimo los siguientes datos:
4.1.5.1 El nombre, domicilio, edad, sexo o género y Clave Única de
Registro de Población del beneficiario;
4.1.5.2 Tipo de condición de discapacidad detectada: física, sensorial,
intelectual o mental;
4.1.5.3 Valoración del porcentaje de la discapacidad;
4.1.5.4 Órtesis, prótesis o ayudas técnicas necesarias para el pleno
desarrollo de la persona con discapacidad;
4.1.5.5 Nombre y firma del médico e institución pública responsable de
la emisión del certificado, y
4.1.5.6 Vigencia del certificado.
4.2 La Atención médica integral a las Personas con Discapacidad
debe ser instrumentada por un equipo inter y multidisciplinario, que de forma
coordinada y secuencial, en sus respectivos ámbitos de
77
competencia profesional, proporcionen las acciones oportunas y eficaces
para el diagnóstico, atención médica, Rehabilitación, referencia-
contrarreferencia y seguimiento de casos.
4.3 Las actividades para la Atención médica integral a las Personas
con Discapacidad son:
4.3.1 Prevención, promoción y educación para la salud;
4.3.2 Diagnóstico oportuno;
4.3.3 Evaluación de la Discapacidad para determinar el tipo y grado de
limitación funcional;
4.3.4 Atención médica de Rehabilitación;
4.3.5 Referencia y contra referencia;
4.3.6 Seguimiento de casos, y
4.3.7 Información y capacitación a los familiares acerca de la atención
y cuidados de la persona con Discapacidad.
4.4 Las intervenciones que el personal profesional y técnico del área
de la salud lleve a cabo para la Atención médica integral de las Personas con
Discapacidad, deben ser registradas en el expediente clínico y, en su caso,
se debe recabar la carta de consentimiento informado, de conformidad con lo
que establece la Norma Oficial Mexicana citada en el inciso 2.1 del Capítulo
de Referencias normativas de esta Norma.
4.5 Con el objeto de evitar la estructuración de secuelas que afecten o
limiten las posibilidades de recuperación y desarrollo de las capacidades que
persisten en las personas con Discapacidad, es necesario que la Atención
médica integral se inicie lo más pronto posible.
4.6 Es indispensable que el personal del área de la salud lleve a cabo
actividades para motivar e involucrar activamente a los familiares de la
persona con Discapacidad en la Rehabilitación, a efecto de que con
su participación se tengan mayores posibilidades de éxito.
4.7 El proceso de Habilitación o Rehabilitación requiere de la
intervención de profesionales y técnicos del área de la salud en forma
78
reiterada, con la finalidad de establecer el seguimiento de casos,
evaluar el progreso de la persona, así como prevenir y detectar de manera
temprana complicaciones asociadas, que requieran un ajuste en el plan
terapéutico.
4.8 En todos los casos, es necesario conocer la dinámica familiar y las
capacidades potenciales, para identificar redes de apoyo para la persona con
Discapacidad y su familia.
4.9 El personal del área de la salud debe ofrecer información,
orientación y apoyo psicológico, tanto a las personas con Discapacidad como
a sus familiares.
4.10 Las actividades que debe llevar a cabo el personal del área de la
salud, para la prevención primaria, secundaria y terciaria de las
enfermedades que generan Discapacidad son:
4.10.1 Actividades de prevención primaria, tendentes a evitar la
aparición de enfermedades que se relacionan con la Discapacidad:
4.10.1.1 Evaluación del riesgo reproductivo y Consejo genético a
personas con enfermedades hereditarias asociadas a Discapacidad;
4.10.1.2 Corroborar que los menores de edad cuenten con esquemas
completos de vacunación;
4. 10.1.3 Vigilancia del crecimiento y desarrollo de los menores de
edad;
4.10.1.4 Educación sobre medidas de higiene y nutrición para todos
los grupos etarios, así como de salud sexual y reproductiva; en el caso de
menores, esta última información se debe proporcionar, en presencia de los
padres, tutor o quien ejerza la patria potestad y ellos, tendrán la libertad de
aceptarla, y
4.10.1.5 Información a los usuarios de los servicios de atención
médica, sobre la prevención de los padecimientos, hábitos y adicciones,
potencialmente generadores de Discapacidad.
79
4.10.2 Las principales actividades de prevención secundaria, deben
estar dirigidas a un diagnóstico temprano, tratamiento oportuno y limitación
del daño que eviten la aparición de complicaciones que
generen Discapacidad, son:
4.10.2.1 Control prenatal, perinatal y atención obstétrica adecuados,
así como la detección oportuna de factores de riesgo;
4.10.2.2 Detección temprana de las patologías potencialmente
generadoras de Discapacidad;
4.10.2.3 Intervención médico-quirúrgica perinatal en los defectos al
nacimiento, y
4.10.2.4 Seguimiento de la evolución de las enfermedades
potencialmente generadoras de Discapacidad, con la finalidad de prevenir
complicaciones de las mismas, sin perjuicio del cumplimiento de lo dispuesto
en las Normas Oficiales Mexicanas citadas en los incisos 2.3 y 2.10, del
Capítulo de Referencias normativas de esta Norma.
4.10.3 Las principales actividades de prevención terciaria, mismas que
deben dirigirse a evitar la estructuración de secuelas mediante acciones de
Rehabilitación integrales que maximicen las capacidades residuales, son:
4.10.3.1 Aplicación temprana de procedimientos de Rehabilitación en
los padecimientos potencialmente generadores de Discapacidad, mediante
un abordaje interdisciplinario, y
4.10.3.2 Información y capacitación a los familiares acerca de la
atención y cuidados de la persona con Discapacidad, con énfasis en la
prevención de complicaciones.
4.11 Para garantizar la atención integral de las personas con
Discapacidad se debe observar, además de los requisitos mínimos
señalados en esta Norma, los establecidos en las Normas Oficiales
Mexicanas citadas en los puntos 2.4, 2.5, 2.7 y 2.8 del Capítulo de
Referencias normativas de esta Norma.
80
4.12 Las personas físicas, morales, representantes legales o la
persona facultada para ello, en los establecimientos que proporcionan
servicios de atención médica ambulatoria y hospitalaria a
pacientes con algún tipo de Discapacidad, de los sectores público, social y
privado, en su caso, podrán solicitar la evaluación de la conformidad
respecto de esta Norma, ante los organismos acreditados y aprobados para
dicho propósito.
5. Perfil del personal de Salud
5.1 Los Establecimientos para la atención médica deben contar con el
personal profesional y técnico suficiente y acorde con los servicios que
otorga, para brindar la Atención médica integral a las Personas
con Discapacidad, de acuerdo con el poder resolutivo de dicho
Establecimiento.
5.2 Los profesionales de la salud deben contar con título y cédula
profesional expedida por las autoridades educativas competentes, conforme
a las disposiciones aplicables; así como conocer el tratamiento integral de las
personas con Discapacidad.
5.3 El personal técnico de las disciplinas de la salud que participe en
el tratamiento integral de las personas con Discapacidad, debe contar con
diploma expedido y registrado por las autoridades educativas competentes
conforme a las disposiciones aplicables; así como conocer el tratamiento
integral de las personas con Discapacidad.
5.4 El tratamiento integral de las Personas con Discapacidad debe
estar basado en la evaluación de un equipo multidisciplinario que podrá estar
integrado indistintamente por médico general, médico
especialista, nutriólogo, psicólogo y técnicos en distintas áreas de la
medicina, en su caso, trabajador social.
5.5 Las disposiciones anteriores no son limitativas para la intervención
de otros profesionales de la salud, cuando, derivado de la evaluación del
caso en particular, se requiera.
81
6. Especificaciones para la Atención médica integral a Personas con
Discapacidad
6.1 Para la atención de las personas con Discapacidad auditiva.
6.1.1 Tratándose de Discapacidad Auditiva las actividades que se
deben realizar, en los Establecimientos para la atención médica, son:
6.1.1.1 El diagnóstico de alteraciones o patologías de origen congénito
que conducen a la Discapacidad auditiva, el cual debe realizarse antes de los
3 meses de edad y preferentemente, por un médico especialista en
audiología.
6.1.1.2 La historia clínica completa, misma que deberá estar dirigida a
determinar las causas probables de la Discapacidad auditiva y sus
repercusiones en el Lenguaje.
6.1.1.3 Los estudios o pruebas audiológicas que pueden ser
realizados para el diagnóstico y evaluación del Grado de Discapacidad
auditiva son:
6.1.1.3.1 Campo libre;
6.1.1.3.2 Audiometría tonal;
6.1.1.3.3 Logoaudiometría;
6.1.1.3.4 Impedanciometría;
6.1.1.3.5 Potenciales evocados auditivos de tallo cerebral;
6.1.1.3.6 Emisiones otoacústicas;
6.1.1.3.7 Estudios de valoración, y
6.1.1.3.8 Registro de las características de la voz.
6.1.1.4 En la evaluación médica de esta Discapacidad deben
detectarse y tratarse los problemas de:
6.1.1.4.1 Lenguaje que afecta la relación del ser humano con el medio
que lo rodea;
6.1.1.4.2 Lectura-escritura, y
6.1.1.4.3 Voz y Habla.
82
6.1.1.5 Aplicación oportuna de procedimientos y técnicas de
tratamiento, Estimulación temprana, Rehabilitación auditiva y, en su caso, del
Lenguaje.
6.1.1.5.1 La atención médico-quirúrgica temprana y oportuna, debe
estar apoyada en los estudios que requiera cada caso en particular;
6.1.1.5.2 La aplicación de procedimientos de Rehabilitación
específicos, de acuerdo con el tipo de alteración detectada, debe ser
indicada por un médico con especialidad en medicina de Rehabilitación o
por un médico especialista en Comunicación humana. Dichos
procedimientos, podrán ser aplicados por el personal técnico del área de la
salud capacitado para ello, a que se refiere el inciso 5.3 de esta Norma.
6.1.1.5.3 Adaptación temprana de los auxiliares auditivos, y
6.1.1.5.4 Terapia del Lenguaje.
6.1.1.6 Vigilancia y seguimiento de la evolución del déficit auditivo,
para detener oportunamente la progresión del mismo.
6.1.1.7 Información a la persona con Discapacidad y a sus familiares,
acerca del uso de los auxiliares auditivos.
6.2 Para la atención de las personas con Discapacidad intelectual.
6.2.1 Las actividades que se deben realizar para el diagnóstico
temprano de la Discapacidad intelectual, el cual tendrá un enfoque que
permita identificar tanto el déficit como las potencialidades de la persona,
son:
6.2.1.1 Elaboración de historia clínica completa, orientada a establecer
si la Discapacidad intelectual está asociada a un evento pre o postnatal.
6.2.1.2 Integrar un examen psicológico, determinando la edad mental
y valorando las habilidades intelectuales.
6.2.1.3 Realizar valoración psicológica, mediante escalas de medición
del coeficiente intelectual e instrumentos de detección de inmadurez o daño
neuropsicológico, así como aquellas que permitan la valoración del desarrollo
psicomotor.
83
6.2.3 El proceso de Estimulación temprana y de socialización, durante
los primeros años de edad, requiere de la participación de los padres o, en
su caso, de las personas que estén a cargo del menor, para su
mejor desarrollo y crecimiento.
6.2.4 La Rehabilitación médica integral en la Discapacidad intelectual
debe dirigirse a:
6.2.4.1 Estimular, desarrollar y reforzar las funciones de las áreas no
afectadas;
6.2.4.2 Estimular y reforzar las capacidades residuales;
6.2.4.3 Estimular y reforzar las áreas no desarrolladas, incluyendo los
aspectos psicosociales y afectivos, y
6.2.4.4 Brindar información y orientación a la familia para la Inclusión
social de la persona con Discapacidad.
6.2.5 En la Discapacidad intelectual que presente comorbilidad clínica,
es indispensable establecer una coordinación y seguimiento con el
tratamiento farmacológico que prescriba el médico tratante, para detectar
y manejar las afecciones que coexisten, entre otras, el insomnio, la
hiperactividad, convulsiones y las conductas auto o heteroagresivas.
6.3 Para la atención de las personas con Discapacidad mental.
6.3.1 Las actividades que se deben realizar para el diagnóstico
oportuno de la Discapacidad mental son:
6.3.1.1 Elaboración de historia clínica completa, orientada a identificar
antecedentes personales y familiares de trastornos mentales, diagnóstico de
trastornos mentales, riesgo, tratamientos farmacológicos e intervenciones
psicosociales y su respuesta a los mismos, comorbilidades y situación de red
de apoyo;
6.3.1.2 Realizar un examen mental básico que describa en qué nivel
se encuentran las siguientes funciones mentales: actitud, conducta,
orientación, memoria, comprensión, atención y
concentración, psicomotricidad, Lenguaje, humor, afecto, pensamiento,
84
sensopercepción, voluntad, inteligencia, hábitos fisiológicos, como sueño,
alimentación y conducta sexual, juicio e introspección, y
6.3.1.3 Realizar evaluación clínica y a través de pruebas
neuropsicológicas y otras que se requieran, respecto de cómo afectan las
alteraciones en las funciones mentales, en la realización de actividades
básicas e instrumentadas, relaciones interpersonales y habilidades sociales;
6.3.2 La Rehabilitación médica integral en la Discapacidad mental
debe estar orientada a:
6.3.2.1 Conservar, estimular y desarrollar las funciones de las áreas
no afectadas;
6.3.2.2 Restaurar las capacidades perdidas;
6.3.2.3 Estimular las áreas no desarrolladas, incluyendo los aspectos
psicosociales, y
6.3.2.4 Brindar información y orientación a la familia, para la educación
integral e Inclusión social de la persona con Discapacidad y disminuir el
estigma, favoreciendo actividad y participación.
6.3.3 Las intervenciones en la Rehabilitación médica integral en la
Discapacidad mental deben ser a través de:
6.3.3.1 Taller de habilidades sociales y vocacionales;
6.3.3.2 Rehabilitación Cognitiva;
6.3.3.3 Psicoterapia individual y familiar, y
6.3.3.4 Terapia artística y ocupacional.
6.3.4 En los casos en que las intervenciones no estén disponibles, se
referirá al paciente a otro Establecimiento para la atención médica en el que
sí lo estén, con la finalidad de continuar el proceso de Rehabilitación.
6.4 Para la atención de las personas con Discapacidad física.
6.4.1 Las actividades que se deben realizar para el diagnóstico
temprano de la Discapacidad física son:
6.4.1.1 Elaboración de historia clínica completa, orientada
principalmente a la valoración neurológica y del sistema músculo esquelético,
85
así como a la exploración de funciones mentales superiores en relación con
las Actividades de la vida diaria y estudios neurofisiológicos.
6.4.2 En la valoración de la Discapacidad física es necesario realizar,
al menos, las siguientes actividades:
6.4.2.1 Examen postural;
6.4.2.2 Valoración de la marcha;
6.4.2.3 Valoración del neurodesarrollo, cuando así lo determine el
profesional de la salud;
6.4.2.4 Valoración de arcos de movilidad;
6.4.2.5 Examen manual muscular, y
6.4.2.6 Estudios de Electromiografía y potenciales evocados que se
requieran.
6.4.3 Para el tratamiento integral de la Discapacidad física se debe:
6.4.3.1 Iniciar la Rehabilitación lo antes posible después del
diagnóstico o cuando se identifican signos de alarma para riesgo de
Discapacidad física y debe estar dirigida principalmente a:
6.4.3.1.1 Evitar la estructuración del daño neurológico;
6.4.3.1.2 Mejorar el desarrollo psicomotor;
6.4.3.1.3 Evitar las contracturas, deformidades, debilidad muscular y
alteraciones de la piel, y
6.4.3.1.4 Prevenir el síndrome de inmovilidad prolongada, así como
riesgo de caídas.
6.4.3.2 Prescripción de medios físicos, ejercicio terapéutico,
adaptación, entrenamiento, seguimiento del uso y funcionalidad de órtesis,
prótesis, así como de las ayudas funcionales.
6.4.3.3 En los casos que lo requieran, se debe proporcionar
tratamiento quirúrgico, ortopédico, aplicación de toxina botulínica y otros
dirigidos a mantener la estabilidad articular y contribuir al equilibrio
muscular, alinear los segmentos corporales, corregir deformidades y mejorar
la postura.
86
6.4.3.4 Aplicación de técnicas para lograr la máxima capacidad
funcional.
6.4.4 Realizar valoración psicológica para determinar sus
repercusiones en la persona con Discapacidad, en su familia y su entorno
social.
6.5 Para la atención de las personas con Discapacidad visual.
6.5.1 Las actividades que se deben realizar para el diagnóstico
temprano de la Discapacidad visual son:
6.5.1.1 Elaboración de historia clínica completa con énfasis en los
antecedentes heredofamiliares de Discapacidad visual y con una exploración
oftalmológica completa, orientada a diagnosticar si la persona tiene o no
restos visuales o debilidad visual.
6.5.1.2 Los estudios auxiliares que pueden ser utilizados para el
diagnóstico de la Discapacidad visual son:
6.5.1.2.1 Valoración de la agudeza visual con equipo especializado;
6.5.1.2.2 Examen refractivo;
6.5.1.2.3 Exploración de anexos oculares;
6.5.1.2.4 Biomicroscopía del segmento anterior del globo ocular;
6.5.1.2.5 Valoración del fondo de ojo;
6.5.1.2.6 Tonometría;
6.5.1.2.7 Campimetría;
6.5.1.2.8 Movilidad ocular y posición primaria de la mirada, y
6.5.1.2.9 Queratometría.
6.5.1.3 La Estimulación temprana de los restos visuales o debilidad
visual, debe instrumentarse desde los primeros meses de edad de los
pacientes con Discapacidad visual congénita y adquirida en cualquier
etapa de la vida.
6.5.1.4 La fisioterapia debe dirigirse a estimular, educar o reeducar
una serie de aspectos relacionados con la postura, orientación y movilidad,
así como con la percepción exteroceptiva y propioceptiva de la persona.
87
6.5.1.5 Para la Rehabilitación de la Discapacidad visual, se consideran
de utilidad los auxiliares siguientes:
6.5.1.5.1 Material didáctico en relieve;
6.5.1.5.2 Lectoescritura en Braille;
6.5.1.5.3 Lectores de pantalla;
6.5.1.5.4 Figuras tridimensionales;
6.5.1.5.5 Uso del bastón blanco;
6.5.1.5.6 Perro guía o animal de servicio;
6.5.1.5.7 Auxiliares ópticos especiales y prótesis, y
6.5.1.5.8 Colaboración activa y coordinada de los familiares.
Esta Norma entrará en vigor a los 60 días naturales, contados a partir
de la fecha de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
88
necesarios y suficientes y realizando en éstos todas sus actividades con
responsabilidad, efectividad y calidad.
Artículo 22. El Fisioterapeuta y/o Terapeuta Físico, debe ser honesto,
leal y conducirse con verdad ante su cliente en todo momento, salvaguardar
los intereses del mismo y deberá además comunicarle los riesgos cuando
existan, en atención a su servicio.
Artículo 30. El Fisioterapeuta y/o Terapeuta Físico, debe dignificar su
profesión mediante el buen desempeño del ejercicio profesional y el
reconocimiento que haga a los maestros que le transmitieron los
conocimientos y experiencia.
Artículo 31. El Fisioterapeuta y/o Terapeuta Físico, debe contribuir al
desarrollo de su profesión mediante la investigación profesional, realizada
con apego a normas metodológicas, científicas y docentes.
Artículo 34. El Fisioterapeuta y/o Terapeuta Físico, debe prestar el
servicio social profesional por convicción solidaria y conciencia social.
89
CAPÍTULO III
METODOLOGÍA
90
3.1 Tipo de Investigación
La naturaleza de esta investigación es Experimental/Cuantitativa, para
evaluar y comparar las variables antes y después de la exposición del
paciente al estudio experimental (tratamiento).
3.2.2 V.i.
Características demográficas: edad, actividad física.
Edad: Se utiliza el concepto de edad cumplida, también llamada
edad en años cumplidos y se refiere al número de años completos que tiene
una persona en una fecha concreta.
Actividad física: cualquier movimiento corporal producido por los
músculos que exija gasto de energía.
91
observaron diversas variables equivalentes al 50% de hombres y 50% de
mujeres en el municipio de H. Matamoros Tamaulipas.
3.3.2 Muestra
La muestra de esta población fue de dos personas.
92
SEMANA SEMANA SEMANA SEMANA SEMANA SEMANA SEMANA SEMANA
PACIENTE INICIO 1 2 3 4 5 6 7 8
1 8 7 7 6 6 5 3 1 0
2 9 9 8 7 7 6 5 4 2
Series1 Series2
1 8 7 7 6 6 5 3 1 0
93
PACIENTE 1
9
0
INICIO SEMANA 1 SEMANA 2 SEMANA 3 SEMANA 4 SEMANA 5 SEMANA 6 SEMANA 7 SEMANA 8
2 9 9 8 7 7 6 5 4 2
94
PACIENTE 2
10
0
INICIO SEMANA 1 SEMANA 2 SEMANA 3 SEMANA 4 SEMANA 5 SEMANA 6 SEMANA 7 SEMANA 8
Paciente 1
Femenino de 34 años quien acude a cita de primera vez refiriendo
dolor en rodilla derecha y dolor en región lumbar de aproximadamente 1 año
de evolución.
Actualmente consciente, orientada, tranquila, cooperadora, buena
coloración de piel y tegumentos, buen estado de hidratación, sin datos
clínicos de compromiso cardiopulmonar ni abdominal aparente, eutérmica,
normotensa, uresis y evacuaciones presentes, tolerando vía oral.
A la exploración física dirigida se encuentra lo siguiente:
Región lumbar con arcos de movilidad completos discretamente
dolorosos de predominio derecho, con dolor leve a la digitopresión en área
paravertebral derecha (EVA 2/10), sin datos clínicos de compresión ni de
95
irritación raquimedular a este nivel (Lassegue negativo, Bragard negativo,
Patrick negativo) reflejos osteotendinosos presentes y normales en ambas
extremidades pélvicas (patelar y aquíleo), sensibilidad conservada en ambas
extremidades pélvicas en todos los dermatomas, fuerza muscular 5/5 de
Daniel´s en ambas extremidades pervivas.
Rodilla derecho con discreta hipotrofia muscular de cuádriceps en
comparación con la contralateral, arcos de movilidad completos (flexión de
145˚ y extensión de -5˚) dolor leve a moderado (EVA 8/10) a la extensión
máxima y a la flexión superior a los 100˚, signo de cepillo positivo, signo de
escape positivo, sin datos clínicos de inestabilidad antero-posterior ni
rotacional de rodilla, sin datos clínicos de compromiso neurovascular distal,
marcha independiente, plantígrada no claudicante al momento de la
exploración física.
Antecedentes de importancia:
- Sobrepeso (IMC de 28)
- Vida sedentaria.
Impresión radiográfica:
Radiografía anteroposterior y lateral de ambas rodillas donde no se
observan datos de pérdida de la continuidad ósea ni datos de incongruencia
articular, con disminución del espacio patelofemoral aún sin dato sugestivos
de artrosis.
Impresión diagnóstica:
Hiperpresión patelofemoral bilateral de predomino derecho a expensas
de hipotrofia de cuádriceps.
Plan terapéutico:
Condroprotectores orales.
Analgésicos orales.
Terapia física y rehabilitación de ambas rodillas por 24 sesiones para:
Fortalecimiento muscular de cuádriceps,
Mejora del dolor.
96
Terapia de desensibilización.
Acondicionamiento físico
Paciente 2
Masculino de 50 años quien acude a cita de primera vez refiriendo
dolor en rodilla izquierda de larga evolución que limita su actividad física y
laboral diaria, contando con el antecedente de cirugía de menisco (sin poder
especificar que tipo de cirugía)
Actualmente consciente, orientado, tranquilo, cooperador, buena
coloración de piel y tegumentos buen estado de hidratación, sin datos
clínicos de compromiso cardiopulmonar ni abdominal aparentes, uresis y
evacuaciones presentes, eutérmico, normotenso, tolerando vía oral.
A la exploración física dirigida se encuentra rodilla izquierda con
aumento de volumen en comparación con la contralateral, signo del tempano
negativo, sin datos de ocupación de rodilla, arcos de movilidad completos
pero dolorosos de predominio a la flexión máxima (extensión de 0˚ y flexión
de 135˚) (EVA 9/10), marcada hipotrofia de cuádriceps en comparación con
la contralateral, signos de cepillo positivo, escape positivo, McMurray positivo
para menisco lateral, Thessaly positivo para menisco lateral, sin datos
clínicos de inestabilidad antero-posterior ni rotacional de rodilla, marcha
independiente, discretamente claudicante a expensas de rodilla ipsilateral,
plantígrada, sin datos clínicos de compromiso neurovascular distal.
Impresión radiográfica:
Radiografía anteroposterior y lateral de rodilla izquierda donde no se
observan datos de pérdida de la continuidad ósea ni de incongruencia
articular, con diminución importante en el espacio patelo-femoral con datos
de esclerosis subcondral a expensas de patela.
Impresión diagnóstica:
Hiperpresión patelofemoral
Artrosis patelofemoral Grado I
97
Plan terapéutico:
AINE más condroprotector
Terapia física y rehabilitación de ambas rodillas por 24 sesiones para:
Fortalecimiento muscular de cuádriceps,
Mejora del dolor.
Terapia de desensibilización.
Acondicionamiento físico.
98
CAPÍTULO IV
RESULTADOS Y
DISCUSIÓN
99
4.1 PRESENTACIÓN DE RESULTADOS
100
Simultáneamente se trabajó el área patelar para buscar desinflamar y
disminuir el dolor, durante las primeras 5 sesiones se aplicó de primera
intención almohadilla térmica durante 20 minutos, TENS (80 Hz) en área
patelar enfocada en zona interna durante 20 minutos, 10 minutos de
ultrasonido de baja frecuencia de 1 Mhz.
A partir de la sesión número 6 correspondiente a la semana 3 en el
tratamiento, se elimino el TENS para dar paso a las corrientes Rusas y
empezar con tratamiento de fortalecimiento de cuádriceps con duración de
20 minutos, después del uso de la electroterapia empezamos con ejercicios
isométricos para cuádriceps en combinación con ejercicios de cadera.
15 repeticiones de presión de pelota contra la camilla bajo hueco
poplíteo, con 5 segundos de contracción.
3 series con duración de 10 segundos manteniendo la pelota
presionada a la camilla bajo hueco poplíteo, descansando 1 minuto entre
cada serie.
15 repeticiones con rodillas flexionadas y pelota en medio,
presionando al centro, 5 segundos de contracción.
15 repeticiones de extensión de rodilla sentado en mesa, llevando la
punta del pie hacia la zona proximal.
3 series de elevación de pierna para fortalecer cadera y cuádriceps
con duración de 10 segundos. 1 minuto de descanso.
15 repeticiones de elevación de pelvis, con 5 segundos de contracción
para fortalecer cadera.
A partir de la sesión 15 correspondiente a la semana 5 agregamos
peso a ciertos ejercicios.
15 repeticiones en extensiones de rodilla en 3 ángulos (90°, 45°. 0°)
con contracciones de 5 segundos con peso de 2 kilos entre ambas piernas.
15 extensiones de rodilla con banda con contracciones de 5 segundos.
Pasos laterales con banda.
3 series de 15 repeticiones de coordinación de marcha con pesas.
101
Para la sesión número 23, correspondiente a la semana 8, la paciente
no refería dolor, durante su tratamiento no mostro datos de fatiga muscular, y
cada sesión mostraba buena evolución en la mejora de dolor.
4.1.2 Discusión
Al principio la paciente se limitaba por la lumbalgia que presentaba,
pero al disminuir el dolor, se pudo trabajar con ejercicios y complementar con
ejercicios de cadena abierta y ejercicios para fortalecer cadera.
La evolución de fortalecimiento se vio acelerada al implementar peso
es sus ejercicios isométricos en combinación con la electroterapia.
Tomo un buen tono muscular en comparación a su primera sesión lo
que le ha permitido iniciar con su acondicionamiento físico.
1 8 7 7 6 6 5 3 1 0
102
PACIENTE 1
9
0
INICIO SEMANA 1 SEMANA 2 SEMANA 3 SEMANA 4 SEMANA 5 SEMANA 6 SEMANA 7 SEMANA 8
103
15 repeticiones de presión de pelota contra la camilla bajo hueco
poplíteo, con 5 segundos de contracción.
3 series con duración de 10 segundos manteniendo la pelota
presionada a la camilla bajo hueco poplíteo, descansando 1 minuto entre
cada serie.
15 repeticiones con rodillas flexionadas y pelota en medio,
presionando al centro, 5 segundos de contracción.
15 repeticiones de extensión de rodilla sentado en mesa, llevando la
punta del pie hacia la zona proximal.
3 series de elevación de pierna para fortalecer cadera y cuádriceps
con duración de 10 segundos. 1 minuto de descanso.
A partir de la sesión 15 correspondiente a la semana 5 agregamos
peso y aumentamos el número de repeticiones en sus ejercicios.
30 repeticiones en extensiones de rodilla en 3 ángulos (90°, 45°. 0°)
con contracciones de 5 segundos con peso de 2 kilos entre ambas piernas.
30 extensiones de rodilla con banda con contracciones de 5 segundos.
Pasos laterales con banda.
3 series de 10 sentadillas, utilizando como apoyo una pelota en la
espalda del paciente.
30 repeticiones de paso de carrera hacia adelante, levantando la
rodilla utilizando el disco de balanceo.
Al mismo tiempo trabajamos fortalecimiento de isquiotibiales,
realizando 30 repeticiones de Flexión aislada de la rodilla, con paciente en
decúbito prono utilizando una liga.
Aplicamos los siguientes ejercicios para fortalecimiento de tríceps
sural, (gemelos y soleo).
30 elevaciones en punta, sin hiper extensión de rodilla.
15 elevaciones en punta en un solo pie. (ejercicio bilateral)
104
Para la sesión número 23, correspondiente a la semana 8, el paciente
refería 2/10 en la escala de dolor, durante su tratamiento no mostro datos de
fatiga muscular, y solo indicaba ligera molestia en su lesión de menisco.
4.1.4 Discusión
La evolución de fortalecimiento se vio acelerada al implementar peso y
más series en sus ejercicios isométricos en combinación con la
electroterapia.
Tomo un buen tono muscular en comparación a su primera sesión, es
un paciente que actualmente sigue con tratamiento de fortalecimiento en
todo el miembro inferior ya que se está preparando para su cirugía de
menisco.
A continuación, se muestra la tabla 2 en donde se registra con qué
grado de dolor de acuerdo con la escala de EVA inicio su plan de tratamiento
y como fue evolucionando.
2 9 9 8 7 7 6 5 4 2
105
PACIENTE 2
10
0
INICIO SEMANA 1SEMANA 2SEMANA 3SEMANA 4SEMANA 5SEMANA 6SEMANA 7SEMANA 8
106
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES.
107
5.1 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
5.1.1 Conclusiones
El tratamiento de hiperpresión patelofemoral es fundamentalmente
conservador y su objetivo principal es reducir el dolor, mejorar el
deslizamiento y alineación de la rótula y recuperar el nivel funcional. En un
primer momento, entre la primera y la segunda semana, el objetivo del
tratamiento debe ser el control analgésico, mientras que en las semanas
siguientes se procederá a la modificación de los factores de riesgo y la
corrección de los déficits biomecánicos.
El uso de electroterapia podría incidir positivamente y facilitar la
realización de programas de ejercicios terapéuticos indicados en el
tratamiento de hiperpresión patelofemoral, lo que permitiría una
reincorporación rápida al paciente a su actividad diaria.
Incrementar la flexibilidad y la fuerza resulta fundamental en la fase de
recuperación para mejorar los síntomas y la función de los pacientes
La mayoría de los pacientes suelen obtener muy buenos resultados a
corto plazo.
En esta investigación coincidió que ambos pacientes presentaron una
gran evolución al incorporar peso en sus ejercicios isométricos.
108
5.1.3 Logro O Fracaso De Los Objetivos
Objetivo general
● Aplicar técnicas de fortalecimiento muscular para comprobar su
eficacia en pacientes con hiperpresión patelofemoral.
Este objetivo se cumplió, ya que el abordaje ideal para la
hiperpresión patelofemoral debería incluir una terapia combinada con
ejercicios de fortalecimiento de cuádriceps y a nivel de cadera junto con la
electroterapia.
Objetivo especifico
● Determinar si la electroestimulación por si sola ayuda al paciente a el
fortalecimiento del cuádriceps después de una lesión.
Este objetivo no se cumplió ya que en la aplicación del tratamiento
se trabajó en su mayoria combinando ejercicios para que el resultado fuera
más rápido y se cumplieran con las sesiones indicadas en tiempo y forma.
109
cuádriceps y que el tratamiento sea rápido y eficaz y así reducir el dolor y
mejorar la funcionalidad de los pacientes con este síndrome.
5.5 Recomendaciones
- El ejercicio físico es fundamental en la prevención de la hiperpresión
patelofemoral.
- La potenciación de la musculatura del cuádriceps tiene una
disminución de la sobrecarga rotuliano-femoral, con la consiguiente mejora
del dolor y la función.
- Se recomiendan incluir ejercicios de fortalecimiento de la
musculatura lumbar y pélvica (los músculos estabilizadores de la columna
vertebral y la pelvis), ya que parece inducir una mejora en el dolor y en el
equilibrio dinámico en mujeres con hiperpresión patelofemoral.
- Se recomiendan ejercicios isométricos ya que suelen tolerarse mejor
y producen menos sobrecarga femororrotuliana.
110
CAPÍTILO VI
REFERENCIAS
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111
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113
APENDICES
Figura 1
Figura 2
Figura 3
114
Figura 4
Figura 5
Figura 6
115