6 - SOCIEDAD11 Sep 2022 - La República - 2 Páginas Ok
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Pari, Wilder. 11 de setiembre de 2022. Arequipa y el clima que vivió en los últimos tramos de la guerra con
Chile. Diario La República. https://larepublica.pe/sociedad/2022/09/11/arequipa-y-el-clima-que-vivio-en-
los-ultimos-tramos-de-la-guerra-con-chile-lrsd
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SOCIEDAD11 Sep 2022 | 8:37 h
Helard Fuentes publicará libro sobre estos hechos. Foto: Cortesía Hélard Fuentes
Wilder Pari
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“¡Arequipeños, salvad a la patria!”, tituló un pronunciamiento anónimo que circuló en septiembre de 1883.
Este exhortaba a los mistianos a pelear contra las tropas chilenas en los últimos tramos de la Guerra del
Pacífico. En ese entonces, el ejército de Andrés Avelino Cáceres ya había sido derrotado y el gobierno
provisional, con sede en Arequipa, era el último escollo para que Chile imponga sus condiciones de paz.
El desenlace fue la rendición de la ciudad y posterior ocupación chilena. Hasta ahora sigue la
controversia, ¿Arequipa acogió a los chilenos?
El 29 de octubre de 1883, una junta de autoridades y diplomáticos firmó en Paucarpata la rendición de la
ciudad. Pero previamente, hubo hechos desconcertantes. Por ejemplo, el doble discurso del jefe de
gobierno Lizardo Montero y el sentir de la sociedad.
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Dos versiones
A inicios de octubre de 1883, los chilenos avanzaron para tomar Arequipa. Fuentes explica que surgió una
expectativa desde el periodismo e intelectualidad para que Arequipa sea la salvadora del país, en base a su
fama de ciudad rebelde y porque contaba con tropas del Ejército y la Guardia Nacional.
Diversos autores, narran que, ante la proximidad del invasor, el 24 de octubre de 1883 una junta de
notables pidió a Montero no dar batalla dentro de la ciudad, empero, él respondió que daría resistencia
hasta en los techos. Y llegan los confusos hechos del 25 de octubre, cuando Montero en la Plaza de
Armas, informa a la población sobre la superioridad de las fuerzas chilenas y les consulta si aún querían
pelear. Hubo respuesta afirmativa y Montero dice que se dará batalla, pero ya estaba en marcha un plan de
retirada del ejército hacia Puno, lo que habría indignado a la gente, quienes se sublevan. Montero huye de
Arequipa por Chiguata y en la revuelta, es asesinado el teniente alcalde Diego Butrón.
Ante el abandono que vivía Arequipa, se forma un cuerpo diplomático que parlamenta con el
invasor. “Cuando llegan los chilenos, tenemos una junta de notables entregando la ciudad, pero a los
militares fugando de Arequipa”, señala Fuentes.
En una posterior entrevista concedida en Argentina, Montero declaró que en Consejo de Guerra predijeron
que no había opción de victoria tras perder una posición estratégica en Huasacache. “Es cuestionable la
actitud de Montero, porque canalizó esa idea de resistencia y luego renunció”, dice Fuentes.
Hélard Fuentes también cuestionó que todo el peso de la guerra se haya puesto sobre Arequipa, cuando el
conflicto en la práctica ya estaba perdido. Incluso el 20 de octubre de 1883, en plena avanzada de los
chilenos hacia Arequipa, se firmaba en Lima el Tratado de Ancón, que ponía fin a la guerra. “Es impreciso e
injusto pensar que una sola ciudad o región puede levantar a un país”, opina el historiador.
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Ocupación y resistencia
El ejército chileno permaneció 10 meses en Arequipa. Fuentes refiere que fueron días de frustración.
Resalta que las personas no huyen, resisten. Hubo hechos que demuestran el descontento con los
ocupantes.
En Quequeña, una reyerta terminó con 2 soldados chilenos muertos y en represalia, el invasor ejecutó a 6
vecinos de la zona, en un exceso que se calificaría hoy como un crimen de guerra. El historiador añade que,
según la tradición oral, otros 4 arequipeños en Cayma fueron muertos por soldados chilenos. Además,
crónicas de entonces, reseñan peleas y discusiones de la población con la soldadesca.
Fuentes remarca que la prolongada estadía de los chilenos en Arequipa fue para consolidar el régimen de
Iglesias, pues sabían que los pobladores podían levantarse en cualquier momento. Y así fue, pues cuando
abandonan la ciudad, en agosto de 1884, al poco tiempo empieza una rebelión en favor de Andrés Avelino
Cáceres.
Participación plena
Fuentes enfatiza que la participación de la sociedad arequipeña fue activa en la guerra con Chile. Hubo
soldados y oficiales, batallones célebres como Guardia de Arequipa y Cazadores del Misti, que participaron
en batallas como Tarapacá y Alto de la Alianza. Asimismo, se realizaron colectas.
Añade que debe reconocerse el aporte de cada sector de la sociedad. Por ejemplo, las clases altas
prestaron sus casas para acuartelar a la Guardia Nacional. También se brindó apoyo a las viudas y a
víctimas de la guerra, como pobladores de Mollendo, ciudad que sufrió un bombardeo en 1879 y un asalto
en 1880.