Perez - Arias Sub
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RESUMEN ABSTRACT
El presente trabajo se propone realizar un pasaje por los The present article proposes to do a journey by the
modelos de atención en discapacidad, sus clasificacio- disability care models, their classifications and assistance
nes y modalidades de abordaje, los entrecruzamientos models, the crossovers and tensions between the educa-
y tensiones entre los abordajes educativos, sanitarios y tive, sanitary and rehabilitation treatments, doing and
rehabilitatorios, haciendo hincapié en los aportes clínicos emphasis in the clinical and ethical contributions from de
y éticos del campo del psicoanálisis para el abordaje clíni- psychoanalysis to the clinical and institutional treatment
co e institucional de sujetos con discapacidad. Las distin- for the people with disability. The different nominations
tas nominaciones que han nombrado a la discapacidad a that have named the disability through history are not
lo largo de la historia no están exentas de los efectos de exempt for being named by a significant, will be treated
ser nombrado por un significante, se tratará de cernir las to find the ones who play in favor of the subject.
que pueden jugar a favor del sujeto.
Keywords: Disability, Intellectual disability, Diversity,
Palabras clave: Discapacidad, Discapacidad intelectual, Care models, Psychoanalysis, Mental health, Education
Diversidad, Modelos de atención, Psicoanálisis, Salud
mental, Educación
1
Universidad de Buenos Aires (UBA). Licenciada en Psicología. UBA.
Colonia Nacional Dr. M. Montes de Oca (CMO). Residencia Interdisciplinaria en Salud Mental (RISaM) CMO. Psicóloga CMO. Docencia e
Investigación e Instructora de psicología de la RISaM en CMO.
Psicoanalista. Buenos Aires, Argentina.
E-mail eperezarias@gmail.com
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DISCAPACIDAD INTELECTUAL: ENTRE SALUD MENTAL Y EDUCACIÓN.
APORTES DESDE EL CAMPO DEL PSICOANÁLISIS
Por Emilse Pérez Arias
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Por Emilse Pérez Arias
que los devastadores efectos en la población de la primera facilitador o barrera de las características del mundo físico
y segunda guerra mundial generaron un cambio en los (y) social (...) Los factores ambientales actuarán de forma
modos de pensar y abordar la discapacidad, “el nacimien- positiva si su presencia supone un facilitador para superar
to del movimiento médico y de la psicología de la rehabi- la deficiencia, las limitaciones en la actividad o las restric-
litación y su expansión a otros campos” (Palacios, 2008, ciones en la participación y será negativo en tanto que
69). Es en este contexto en el que puedo ubicar la gesta- suponga una barrera u obstáculo que entorpezca o agrave
ción de los abordajes “especiales”, prácticas dirigidas cualquiera de los componentes anteriores. (Egea-Sarabia,
específicamente a personas con discapacidad intelectual 2001, 21-3).
-no en vano denominadas, aún actualmente, de “capaci-
dades especiales”. La institucionalización en dispositivos Este cambio en la conceptualización de la discapaci-
especiales, la asistencia estatal por medio de la seguridad dad cambia a su vez el eje de las políticas e intervenciones
social y el empleo protegido son las intervenciones que en torno al tema, poniendo el foco en los contextos socio-
se enmarcan en este modelo. La práctica de la institu- comunitarios de las personas con discapacidad y las barre-
cionalización de la discapacidad intelectual consagra su ras de accesibilidad. Este modelo se sitúa resaltando las
vecindad con las enfermedades mentales y conlleva el capacidades por sobre el déficit, sosteniendo un enfoque
riesgo de (re)producir segregación y marginación, efectos de derechos bajo el supuesto de igualdad de oportunida-
aún hoy presentes del modelo (no del todo perimido) de des de acceso. Si se parte del supuesto de capacidad (por
prescindencia. Los problemas, reduccionismos y riesgos más diversa que esta sea) de funcionamiento e integra-
de este modelo cimientan la necesidad de otra modalidad ción en los espacios comunes, la introducción de apoyos
de conceptualización y abordaje. o dispositivos “especiales” no se realizará a priori sino
Por último, ubicamos al modelo social, se gesta en los sólo cuando sea necesario y cuando favorezca fehacien-
Estados Unidos e Inglaterra en los años setenta, a partir temente la integración en la comunidad. “La educación
de organizaciones de personas con discapacidad que debe tender a ser inclusiva —adaptada a las necesidades
reclamaban ser parte actora en la definición de políticas, de todos y todas— como regla, reservándose la educación
igualdad de derechos y la visibilización de los efectos especial como última medida” (Palacios, 2008, 105).
que las barreras socio-ambientales tienen en su disca- Es ineludible mencionar que en el marco de este
pacidad. Este modelo aporta una mirada más integral modelo se gestó la Convención de los Derechos de las
y compleja del fenómeno de la discapacidad, incorpo- Personas con Discapacidad (ONU, 2006), que se consti-
rando la perspectiva de derechos. Aquella empieza a ser tuyó como marco normativo necesario para promover la
considerada como un fenómeno complejo y por ende igualdad de derechos y de acceso a la participación social.
multicausal, si bien las causas biológicas no se niegan, Resumiendo, podemos decir que las conceptualizacio-
toman preponderancia los factores sociales y cultura- nes y abordajes sobre discapacidad a lo largo de la historia
les. Según este modelo, las causas de la discapacidad han puesto el eje ya sea en el individuo (en los modelos
son preponderantemente sociales y tienen que ver con de prescindencia y rehabilitador, por motivos religiosos
las limitaciones del contexto comunitario y social para o psico-biológicos) y/o en su contexto socio comunitario
incluir a las personas con discapacidad. En este senti- (modelo social).
do, el alcance de una discapacidad tendrá que ver con Llegados a este punto les propongo un ejercicio reflexi-
las posibilidades de acceso de la persona a los espacios vo: ¿en qué modelo/s situamos nuestras intervenciones
comunes de circulación como condición para la igualdad o los contextos institucionales de ellas? ¿El modelo de
de derechos y oportunidades. La persona con discapa- prescindencia y exclusión se encuentra todo lo perimido
cidad o diversidad funcional empieza a emerger como que debería estar? ¿Qué camino nos falta por recorrer para
sujeto digno de derechos, se presupone su capacidad y lograr una plena implementación del modelo social? Nos
derecho a tomar decisiones, por ende, las intervenciones reencontraremos luego con estos interrogantes.
en este modelo tienden a la recuperación o sostenimiento
de su autonomía. Esto se ve reflejado en los modos de
clasificar, conceptualizar y abordar la discapacidad. La Maud Mannoni y la visibilización del riesgo de
mayoría de las clasificaciones comienza a hablar de dos los abordajes psicoeducativos que descuidan la
grandes campos de factores: el funcionamiento de la subjetividad
persona y su contexto3. La Organización mundial de la
salud (OMS) en el 2001 publica su “Clasificación Inter- “La inteligencia no es un valor meramente cualitativo
nacional sobre Funcionamiento, Discapacidad y Salud” (...) está ahí para servir a fines que corremos el peligro
(CIF, 2001). Resulta muy interesante introducir aquí las de no captar”. Maud Mannoni, 1964.
referencias al contexto social de la discapacidad:
Según se pudo anticipar, es en el marco del modelo
Los componentes del funcionamiento (todos y cada uno de rehabilitador que se consagran los dispositivos de
ellos) se ven influidos por los factores contextuales, tanto abordajes educativos especiales para la discapacidad
ambientales como personales. (...) Los factores ambienta- intelectual. Es en estos dispositivos que el abordaje
les, entendidos como la influencia externa sobre el funcio- bascula entre un posicionamiento sanitario y educativo
namiento y la discapacidad, cuyo constructo es el efecto por parte de sus actores. El rol de los profesionales o
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encargados del cuidado institucional excede su función (29). Mannoni nos da una indicación invaluable para
de agentes salud para cumplir además un rol educativo4. los que trabajamos en el abordaje de la discapacidad
“El rol que asumen los médicos y terapeutas desde este intelectual, nos invita a no ocupar el mismo lugar que ha
modelo presupone establecer una relación de maestro— tenido el Otro del débil en su trama familiar: un Otro que
alumno, y otorgar prioridad a uno sobre el otro, asumien- todo lo sabe y desea por él, quedando así inhabilitada
do los profesionales de la salud mucho más que el rol de su dimensión subjetiva. “Estos niños que son, desde el
médicos”. (Palacios, 2008, 99). comienzo, por su estado, objeto exclusivo de los cuidados
Para introducirnos en el campo del abordaje psicoa- maternos, sin intervención de la de la ley encarnada en
nalítico es necesario abrir un paréntesis: discapacidad la imagen paterna, recrean en su vida escolar un mismo
intelectual (DI) y debilidad mental no son términos que tipo de relación, con alguien dedicado por completo a
se superponen completamente. La discapacidad, según ellos y encarnando en su lugar el deseo (de adaptarse,
vimos anteriormente, tiene que ver con una limitación en de progresar, etc…)”. (39) Nos invita así a no reproducir
el funcionamiento y la participación en un contexto deter- en el abordaje de la discapacidad una dimensión “debili-
minado. En cambio, la debilidad mental, desde el campo tante”, lo que fija al débil en el lugar del que no sabe
del psicoanálisis, nos habla de la relación del sujeto con el (no puede) ni desea. Es ofreciéndose desde una posición
saber y del lugar que ocupa respecto del deseo del Otro5. vacía de saber, absteniéndose de saber o desear por él
Lacan nos habla precisamente de un “no saber hacer con que puede lograrse un cambio de posicionamiento en el
el saber” (1977) y Bruno de un malestar en relación al niñx débil: “El niño aspira a recibir del Otro una respuesta
saber (1996, 50). El débil se coloca en una relación de que lo libere de responsabilidad en el plano instintivo
exterioridad respecto del saber, en una relación en la que (...) Vedándo(le) toda respuesta es como se le conduce
él nada comprende (Laurent, 1989, 145) o nada quiere a la sola salida posible: hacia una eventualidad, no de
saber. Si hay alguna función respecto de la cual el débil curación, pero sí de utilización máxima de sus posibili-
está en déficit es la de leer “entre líneas” −inter-legere dades intelectuales, en un cuerpo por él reconocido” (31).
(Lacan, 1974)6− las diferencias entre el enunciado (lo Considero que este posicionamiento podría enmarcarse
que el otro dice) y la enunciación (lo que el otro quiere en el modelo social porque justamente pretende rescatar
decir o desde dónde lo dice). Al no poder leer o tomar la dimensión subjetiva, favoreciendo un posicionamien-
entre líneas lo que el otro dice, se hace siervo de un otro to autónomo, otorgándole a ese niñx la posibilidad de
incuestionable en su veracidad. El Otro del débil es un desear y hacer por sí mismx, trascendiendo el lugar de
Otro completo, sin fallas, incuestionable. Esta imposi- discapacitade en el que se lo ha fijado. Al apostar siempre
bilidad de cuestionar el discurso del Otro lo deja más a la dimensión subjetiva, el psicoanálisis así se posiciona
expuesto a quedar como su objeto, aunque más no sea como una práctica con enfoque de derechos humanos.
para asegurarse un lugar en relación al Otro.
Esto nos permite pensar que, si bien pueden super-
ponerse en algunos casos, puede haber debilidad mental Hacia un abordaje integrativo de la discapacidad
sin discapacidad intelectual. Es decir, un sujeto que tenga orientado por la ética
una relación de malestar con el saber sin tener limita-
das su funcionalidad ni participación social. Cerramos “Una norma que uno nunca elige, una norma que
paréntesis. nos elige, pero que nosotros ocupamos, invertimos
Es Maud Mannoni quien en 1964 inaugura el abordaje y resignificamos, puesto que la norma nunca logra
psicoanalítico para la debilidad mental, considerándola determinarnos por completo”. Judith Butler, 2002
como una perturbación a nivel del vínculo del niñx con
su madre (haya o no organicidad), quedando como objeto La discapacidad intelectual es “prima hermana” de la
que colma su falta, lo que lo inmoviliza en un rol social locura, ha compartido con ella el estigma que ha pesado y
de discapacitade (1964, 28). Si bien no menosprecia los pesa aún sobre las personas con padecimiento mental. La
abordajes educativos, considera que los mismos serán tendencia inmediata del humano a lo largo de los siglos ha
ineficaces hasta que no se trabaje la dimensión subjetiva sido la exclusión del diferente, del que cuestiona su statu
del sujeto, hasta que no haya un sujeto actor (y no mero quo y por ende el que pone en riesgo su estabilidad, perte-
objeto receptor) de los procesos educativos. Si no hay nencia y permanencia en los estratos sociales integrados.
lugar para el sujeto, el proceso educativo corre el riesgo Es sólo en un segundo momento reflexivo e instituyente,
de volverse un trámite (Peusner, 2010). Así inaugura el habilitado por los abordajes orientados por un enfoque
aporte del psicoanálisis al campo del abordaje de la debili- de derechos, que la sociedad se habilita repensar el trata-
dad mental, situando la posición diferencial del psicoana- miento a la diferencia.
lista respecto de otros especialistas: “el consultor sabe y “El psicoanálisis es el heredero de los derechos
reduce el problema del débil a un problema educativo, yo humanos”7, ha dicho Colette Soler en una entrevista
he optado por no saber y no reeducar apresuradamente brindada a un diario local, con lo que no podría estar más
al síntoma.” Propone no resolver o llenar rápidamente de acuerdo. El psicoanálisis, con su oferta subjetivante,
el déficit. “No quiero impulsar el hacer del sujeto. El es una herramienta que aporta en el sentido de la subjeti-
contexto afectivo ha sido descuidado en beneficio de una vación y se configura como contradispositivo frente a las
orientación basada en un factor cuantitativo deficiente” prácticas que se proponen la homogeneización, norma-
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lización y el arrasamiento de la subjetividad y las diver- raciales. Esto tiene ventajas innegables y riesgos marca-
sidades. “Medicalización no implica solamente, desde la dos”. (16) La cuestión de la diversidad se propone cuestio-
lógica de Foucault, administrar fármacos. Se refiere, más nar la hegemonía de la norma, con todos los efectos de
bien, a todas las prácticas, a todas esas tecnologías del poder, de discriminación y de exclusión (de los circuitos
comportamiento que buscan normalizar [...] Un analista de producción, de circulación y de participación) que eso
es aquel que soporta no normalizar.” (Mitre, 2018, 30). ha conllevado. Pero el autor advierte sobre los efectos de
Considero que es pertinente que los que trabajamos ese re-posicionamiento en la diversidad o la diferencia.
con discapacidad nos preguntemos hasta qué punto el “No es una simple diferencia, no son capacidades diferen-
modelo de prescindencia está presente en nuestras formas tes, hay un déficit en una función que implica dificultades
de pensar y abordar la discapacidad, si se trata sólo de una concretas que mediante una serie de conceptualizaciones
cuestión de limitación de recursos disponibles en salud y y prácticas pueden o no ser parcialmente compensadas.”
educación para ofrecer abordajes más integrativos o si de (17) Cita al respecto el ajustadísimo ejemplo de la Deaf
alguna manera aún hoy persisten concepciones en disca- Culture, el cual he citado también en un artículo publi-
pacidad que sostienen abordajes centrados en la especia- cado en otro número de esta revista.8 Dicho movimiento
lización y exclusión de la discapacidad. “Cuando decimos plantea que la sordera no es una discapacidad sino “una
que no circula, eso no significa que el discapacitado sólo forma distinta de ser en el mundo” (17), lo que, según el
se quede en casa (…) va a lugares, pero solo lugares de autor, reniega de un déficit corporal o funcional. En mi
estigmatización representacional, esto es instituciones artículo citado, invitaba a les lectores a ver la película
que los nuclean en tanto que discapacitados; el carné y Sweet nothing in my ear, que retrata la pelea que llegó
cuota de ingreso es la discapacidad.” (Silberkasten, 2006, al estrado judicial, entre un padre que quiere que su hijo
46) Considero que la institucionalización de personas con con sordera acceda a una cirugía de implante coclear y
discapacidad en instituciones que sólo nuclean personas una madre con sordera que se niega argumentando que
con dicha condición corre el serio riesgo de reproducir lo que tiene su hijo no es una discapacidad sino una
la misma. diferencia que lo incluye en el linaje familiar y cultural
del orgullo sordo. El riesgo que conllevan estas posturas,
según el autor, es la renegación de un real que como tal
Entonces, ¿salud o educación?, ¿déficit, patología, es innegable, ya que delimita un margen de imposibilidad
diferencia, diversidad o condición? -y no de impotencia. Si se es diferente y no se tiene una
discapacidad, también la necesidad o acceso a apoyos
Volviendo sobre nuestros pasos, retorna la pregunta específicos pueden volverse superfluos. Sabemos, por la
inicial. La discapacidad intelectual no es considerada hoy extensión del discurso capitalista en la actualidad, que las
en día una patología, tal como fue conceptualizada en el consecuencias de la renegación de la imposibilidad son
marco del modelo médico rehabilitador. Y sólo recurre a nefastas para la subjetividad. Según esta línea argumen-
salud mental cuando algo de su posicionamiento genera tal, podemos decir que hablar de diversidad de funciona-
padecimiento a la persona y/o a su familia o cuidado- miento implicaría negar el real de imposibilidad, operador
res, como cualquier hije de vecine. Hoy, en cambio, se necesario para cualquier sujeto (con o sin discapacidad/
tiende a considerarla como un funcionamiento diverso. Si diversidad).
bien podemos celebrar la superación de los términos de Sin embargo, el planteo de los riesgos de la dilución
“capacidades diferentes” o “necesidades especiales”, y la de las discapacidades no puede soslayar el hecho innega-
denominación de lo diverso nos parece más aggiornada ble de “la presión normalizante que se impone sobre el
a la época, no lo considero del todo superador. Si bien lo diferente devenido patológico al no encajar en el metro
diverso pretende el cuestionamiento de la norma como patrón” (18), lo que es demasiadas veces válido para la
hegemónica supone de cualquier modo su existencia, ya mayoría de los colectivos estigmatizados, discriminados
que lo diverso existe con respecto a la norma de la cual y expulsados de los espacios de circulación, participación
se diversifica. Las militancias de los colectivos histórica- y producción.
mente vulnerados o estigmatizados (los feminismos, las Tenemos que agradecer a la militancia de los colecti-
diversidades sexuales, les usuaries de servicios de salud vos históricamente excluidos las movilidades instituyen-
mental y discapacidad, entre otres) se han movilizado tes y la ganancia de más y nuevos derechos. Nunca fue
para generar distintos tipos de estallos en las nominacio- solo una cuestión de discursos. La militancia no apunta
nes, visibilizando y denunciando sus efectos estigmati- solo a la cuestión de la nominación, sino al acceso a servi-
zantes. En el campo más preciso de la salud mental y la cios y derechos, más precisamente a la modalidad de las
discapacidad, el mismo Silberkasten, en la introducción a prácticas sobre la discapacidad que deben confesar sus
su segunda edición del libro citado antes, expresa preocu- violencias a lo largo de la historia.
pación por estas cuestiones, ya que podrían implicar una Por su parte, los colectivos de personas con padeci-
dilución de las especificidades de la discapacidad, una mientos mentales9 y afectaciones del neurodesarrollo han
“banalización de la diversidad y la diferencia [...] una militado por la despatologización de sus padecimientos,
renegación del déficit como tal”. (Silberkasten, 2014, proponiendo en la misma línea ser nominados en el
16-17) Agrega: “La discapacidad fue recorriendo derivas campo de la diversidad o de la neurodiversidad. Respecto
teóricas junto a los estudios gay y queer, feministas y del particular campo de los autismos o las afectaciones
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