Semana 04 Gestión Del Cliente
Semana 04 Gestión Del Cliente
Semana 04 Gestión Del Cliente
Introducción
La búsqueda de clientes es un proceso laborioso que implica una estrategia inicial. Para ello cada institución debe
desarrollar un plan, el cual tomará como base principal el estudio individualizado de cada prospección.
La fidelización, es el último paso. Un paso que nunca acaba, ya que constantemente deberemos de mantener viva la
necesidad de nuestro cliente por nuestros productos o servicios, así como su interés por nosotros.
Para mantener una fidelización segura y óptima, deberemos tener en cuenta que un cliente basa su fidelidad en varios
conceptos; atención post-venta, servicio, precio y calidad.
Lo anterior está muy relacionado a los temas abordados anteriormente, ¿Es más importante conseguir un nuevo cliente
o mantener al cliente? Hay un aspecto a tener en cuenta, y es el ciclo de vida del cliente, que comienza con la contratación
inicial, crece en el primer periodo de disfrute del producto y puede mantenerse o desaparecer; en función del tipo de relación
con la empresa, o el grado de satisfacción con el producto.
Ideas fuerza
1. Captar nuevos clientes a corto plazo no es la mejor estrategia para conseguir clientes ya que son una fuente potencial
de pérdida de dinero porque en ocasiones la institución pasa por problemas difíciles de resolver que complica la inversión en
clientes nuevos y ello es consecuencia de tener que vender.
2. No existe una fórmula para alcanzar una cantidad determinada de nuevos clientes, ya que cada institución, cada
sector y cada comercial es diferente. Hay que adaptar las recomendaciones a las necesidades y herramientas de cada
institución.
3. El marketing siempre ha sido una de los temas más importantes en cualquier formación relacionada con el ámbito
empresarial. Conocer las necesidades de cada consumidor, su comportamiento dentro del mercado, y por último saber que le
lleva a realizar un proceso de compra, son los principales aspectos que preocupan a las instituciones.
4. La fidelización de clientes no solo permite lograr que el cliente vuelva a comprar, sino que también permite lograr que
recomiende nuestro producto o servicio a otros consumidores.
1) Visitas de suscriptores con e-mail marketing: A pesar de su mala imagen al ser relacionado con el SPAM, el correo
electrónico sigue siendo el más importante entre los canales de publicidad online. Si el proceso de captación de contactos se ha
realizado de manera constante aportando valor y consiguiendo en cambio la confianza del usuario es la fuente de tráfico más
potente para una tienda online.
2) Publicidad en buscadores con anuncios de texto: La publicidad en buscadores es una manera eficiente para llegar a
un usuario en el momento que tiene una necesidad de compra. Realizar campañas con Google Adwords es mucho más eficiente
y eficaz que la publicidad mediante el correo masivo.
3) Anuncios gráficos de display con retargeting: El retargeting es una forma de publicidad en línea para las tiendas
virtuales. La particularidad del retargeting es que está dirigido a los usuarios que ya visitaron una tienda virtual y no compraron
nada, y los anima a regresar por medio de publicidad segmentada en las páginas que visita posteriormente. Las campañas de
retargeting se centran en aquellos usuarios que ya han mostrado un interés inicial en tus productos y servicios. Es una técnica
para realizar un seguimiento virtual de todas aquellas personas que no han tomado una decisión de compra la primera vez que
visitaron la web.
4) Colaboraciones de marketing de afiliación: El Marketing de Afiliación es una forma de Marketing que permite ganar
una comisión haciendo la promoción de productos que han sido creados por otras compañías u otros bloggers, cada vez que
remites un comprador al vendedor. En otras palabras, cuando hay audiencia, puedes hacer la promoción de este producto a tu
audiencia, en tu blog o en una campaña de email Marketing, y cada vez que una de las personas que remites a la web del
vendedor, termina comprando este producto, tú vas a ganar una comisión por venta. El marketing de afiliación es a primera
vista un modelo para vender sin riesgo para el anunciante. Únicamente las grandes marcas suelen conseguir aquí una
rentabilidad rápida visto que ya tienen una marca que facilita convencer a terceros de vender en un modelo a éxito.
5) Campañas en blogs destacados verticales: Tiene que haber una afinidad muy alta del blog con lo que ofrece el
anunciante. Es más importante la capacidad del blogger de haber creado una comunidad que confía en él que las cifras
absolutas de tráfico que puede tener a nivel mensual. En casos de una colaboración continua incluso puede crecer esta cifra.
6) Publicidad con banners sin segmentación: La publicidad con banners es una de los canales de Internet más difíciles a
rentabilizar para el anunciante. En diferencia al resto de las opciones no existe realmente una limitación de impresiones por lo
que merece la pena invertir el tiempo para aprender cómo sacarle rendimiento a los usuarios que llegan a través de banners.
Los ratios de conversión igual que el orden propuesto son muy orientativos. Hay tiendas online que consiguen cifras que
superan el 20%. Se ha aplicado una media bien sabiendo que esta al final se compone también por los extremos que están muy
por encima o por debajo. El dato es relevante a la hora de calcular con una hoja de Excel lo que puedes gastarte por clic,
impresión o registro para que te salgan rentables las campañas de publicidad online. La información ofrecida nunca puede
remplazar la propia experiencia por lo que hay que empezar en cuanto antes obtenerla.
De hecho, hay varias razones por las que estas expectativas, de ser cumplidas con satisfacción, son cruciales para la
retención del cliente.
Si se logra que el proyecto que estás llevando a cabo se entregue al cliente con semanas o incluso meses de
antelación.
Si se elimina la incertidumbre. El cliente sabrá qué esperar y cuándo, lo que le puede dar la tranquilidad
necesaria para hacer que se sienta cómodo haciendo negocios contigo.
Tener una visión clara desde un principio puede ayudar a tu institución a desarrollar unos indicadores clave
alrededor de expectativas específicas, las cuales propiciarán el éxito de la compañía.
1.1. Clasificación de los clientes potenciales.
Cliente se refiere a la persona que accede a un determinado producto o servicio. Pese a que existen los clientes
ocasionales, el término suele aplicarse a aquellos que acceden al producto o servicio con cierto grado de asiduidad.
Un cliente, por lo tanto, puede ser un comprador, es decir quien compra un producto, puede ser un usuario, es decir
quien usa un servicio o un consumidor, es decir, la persona que consume un producto o servicio. Cuando lo categorizamos como
potencial, hacemos referencia a lo que puede existir o que tiene la virtud de otras cosas. La noción de cliente potencial permite
nombrar al individuo que, de acuerdo a un análisis de mercado o estudio de marketing, podría convertirse en comprador,
consumidor o usuario de un producto o servicio determinado. La potencialidad, en este caso, refiere a una conducta que aún no
se concreta.
Los clientes potenciales, por lo tanto, son aquellas personas, instituciones u organizaciones que aún no realizan compras
a una cierta compañía pero que son considerados como posibles clientes en el futuro ya que disponen de los recursos
económicos y del perfil adecuado. Al considerar a los clientes potenciales como una variable, es posible estimar ciertos
volúmenes de ventas para el futuro. En otras palabras: los clientes potenciales son una posible fuente de ingresos futuros. Por
ejemplo: un hombre que, en los últimos cinco años, ha contratado tres promociones de telefonía móvil provistas por la
compañía X, es un potencial cliente de esta institución a la hora de una nueva promoción. A mediados de los años 90, la teoría
de cliente potencial se ha visto afectado por una serie de cambios en la relación que los consumidores tienen con sus productos
preferidos. Lo que hasta cierto punto de la historia era una dinámica en la cual los compradores actuaban a ciegas, controlados
por las grandes multinacionales, sin un significativo poder de opinión, se ha transformado en una carrera en la que ambas
partes intentan anteponerse a la otra: por un lado, los gigantes, que cada vez pierden volumen corporal; por el otro, una
creciente legión de consumidores que se informan y que gritan a los cuatro vientos sus experiencias con los primeros.
Internet ha jugado un rol fundamental ya que ha convertido al consumidor en un componente activo de la industria: ya
no sólo mira y decide, sino que se informa y exige. Si una compañía no cumple con sus expectativas, entonces seguirá buscando.
Retomando el ejemplo expuesto, es probable que una persona asidua a las promociones de la compañía X pudiera ser
considerado un cliente potencial. Sin embargo, en la actualidad, entre el momento de su última transacción y la próxima
promoción de la institución, pueden ocurrir muchas cosas. Una posibilidad es que aparezca un grupo Y, con ofertas que lo
cautiven más, y que hagan que se olvide rápidamente de X. Esto no significa que hace dos décadas no hubiera podido darse la
misma situación, pero en la actualidad se necesita de una fracción del tiempo y el dinero para crear un negocio, por lo cual los
planes a futuro ya no son tan seguros. Es indispensable actuar a cada momento, recordar a esos clientes potenciales que
existimos y que siempre tendremos nuevos productos y servicios que lo sorprenderán y lo satisfarán.
Los diferentes tipos de clientes que una institución puede tener presentan particularidades que los hacen diferentes,
aunque lleguen a coincidir con los productos o servicios que solicitan. De manera general la institución tiene dos tipos de
clientes. Clientes actuales y clientes potenciales, es importante diferenciar ambos conceptos. La clasificación de los Clientes
Actuales: Se dividen en cuatro tipos de clientes, según su vigencia, frecuencia, volumen de compra, nivel de satisfacción y grado
de influencia.
Clientes actuales: Este tipo de clientes es el que genera el volumen de ventas actual, por tanto, es la fuente de
los ingresos que percibe la institución en la actualidad y es la que le permite tener una determinada
participación en el mercado.
Clientes potenciales: Este tipo de clientes es el que podría dar lugar a un determinado volumen de ventas en el
futuro (a corto, mediano o largo plazo) y por tanto, se los puede considerar como la fuente de ingresos futuros.
Clientes Activos e Inactivos: Los clientes activos son aquellos que en la actualidad están realizando compras o lo
hicieron dentro de un periodo corto de tiempo. Los clientes inactivos son aquellos que realizaron su última
compra hace tiempo atrás, por lo tanto, se puede deducir que se pasaron a la competencia, que están
insatisfechos con el producto o servicio que recibieron o que ya no necesitan el producto.
Clientes de compra frecuente, promedio y ocasional: Una vez que se han identificado a los clientes activos, se
les puede clasificar según su frecuencia de compra, en
- Clientes de Compra Frecuente: Realizan compras a menudo o cuyo intervalo de tiempo entre una compra y otra es
corto que el realizado por el grueso de clientes.
- Clientes de Compra Habitual: Realizan compras con cierta regularidad porque están satisfechos con la institución, el
producto y el servicio.
- Clientes de Compra Ocasional: Realizan compras de vez en cuando o por única vez.
Clientes de alto, promedio y bajo volumen de compras: Luego de identificar a los clientes activos y su
frecuencia de compra, se puede realizar la siguiente clasificación (según el volumen de compras)
- Clientes con Alto Volumen de Compras: Son aquellos que realizan compras en mayor cantidad que el grueso de
clientes, a tal punto, que su participación en las ventas totales puede alcanzar entre el 50 y el 80%.
- Clientes con Promedio Volumen de Compras: Realizan compras en un volumen que está dentro del promedio general.
- Clientes con Bajo Volumen de Compras: Son aquellos cuyo volumen de compras está por debajo del promedio, por lo
general, a este tipo de clientes pertenecen los de compra ocasional.
Clientes Complacidos, Satisfechos e Insatisfechos: Después de identificar a los clientes activos e inactivos, y de
realizar una investigación de mercado que haya permitido determinar sus niveles de satisfacción, se los puede
clasificar en:
- Clientes Complacidos: Son los clientes que percibieron que el desempeño de la institución, el producto y el servicio han
excedido sus expectativas.
- Clientes Satisfechos: Son aquellos que percibieron el desempeño de la institución, el producto y el servicio como
coincidente con sus expectativas.
- Clientes Insatisfechos: Son aquellos que percibieron el desempeño de la institución, el producto y/o el servicio por
debajo de sus expectativas; por tanto, no quieren repetir esa experiencia desagradable y optan por otro proveedor.
Clientes Influyentes: Tiene influencia en su entorno. De ellos se pueden derivar más clientes que sugieran el
servicio o producto.
- Clientes Altamente Influyentes: Este tipo de clientes se caracteriza por producir una percepción positiva o negativa en
un grupo grande de personas hacia un producto o servicio.
- Clientes de Regular Influencia: Ejercen una determinada influencia en grupos más reducidos.
- Clientes de Influencia a Nivel Familiar: Tienen un grado de influencia en su entorno de familiares y amigos.
Esta clasificación de clientes permite identificar a los que en la actualidad realizan compras y requieren de atención
especial para retenerlos, son los que en el presente le generan los ingresos a la institución. Y para identificar a los clientes que
ya no compran a la institución, tratar de identificar las causas es un factor importante para después lograr recuperarlos.
En la actualidad, lograr la satisfacción del cliente es un requisito indispensable para ganarse un lugar preferencial de los
clientes y por ende, en el mercado. Por ello, el objetivo de mantener satisfecho a cada cliente ha traspasado las fronteras del
marketing, para constituirse en uno de los principales objetivos de todas las áreas funcionales (producción, finanzas, recursos
humanos, etc...) de las instituciones exitosas.
Por ese motivo, resulta de vital importancia que tanto los encargados de marketing, como todas las personas que
trabajan en una institución u organización, conozcan cuáles son los beneficios de lograr la satisfacción del cliente, cómo
definirla, cuáles son los niveles de satisfacción, cómo se forman las expectativas en los clientes y en qué consiste el rendimiento
percibido, para que de esa manera, estén mejor capacitadas para coadyuvar activamente con todas las tareas que apuntan a
lograr la satisfacción del cliente.
- Depende del estado de ánimo del cliente y de sus razonamientos. Dada su complejidad, el "rendimiento percibido"
puede ser determinado luego de una exhaustiva investigación que comienza y termina en el "cliente".
- Está basado en las percepciones del cliente, no necesariamente en la realidad.
- Se basa en los resultados que el cliente obtiene con el producto o servicio.
- Se determina desde el punto de vista del cliente, no de la institución.
- Sufre el impacto de las opiniones de otras personas que influyen en el cliente.
2. Las Expectativas: Las expectativas son las "esperanzas" que los clientes tienen por conseguir algo. Las expectativas de
los clientes se producen por el efecto de una o más de éstas cuatro situaciones:
- Experiencias de compras anteriores.
- Opiniones de amistades, familiares, conocidos y líderes de opinión (p.ej.: artistas).
- Promesas que hace la misma institución acerca de los beneficios que brinda el producto o servicio.
- Promesas que ofrecen los competidores.
En la parte que depende de la institución, ésta debe tener cuidado de establecer el nivel correcto de expectativas. Por
ejemplo, si las expectativas son demasiado bajas no se atraerán suficientes clientes; pero si son muy altas, los clientes se
sentirán decepcionados luego de la compra.
Un detalle muy interesante sobre este punto es que la disminución en los índices de satisfacción del cliente no siempre
significa una disminución en la calidad de los productos o servicios; en muchos casos, es el resultado de un aumento en las
expectativas del cliente situación que es atribuible a las actividades del departamento encargado de marketing. En todo caso, es
de vital importancia monitorear regularmente las expectativas de los clientes para determinar lo siguiente:
- Si coinciden con lo que el cliente promedio espera, para animarse a comprar.
- Si están a la par, por debajo o encima de las expectativas que genera la competencia.
- Si están dentro de lo que la institución puede proporcionarles.
3. Los Niveles de Satisfacción: Luego de realizada la compra o adquisición de un producto o servicio, los clientes
experimentan uno de éstos tres niveles de satisfacción:
- Insatisfacción: Se produce cuando el desempeño percibido del producto no alcanza las expectativas del cliente.
- Satisfacción: Se produce cuando el desempeño percibido del producto coincide con las expectativas del cliente.
- Complacencia: Se produce cuando el desempeño percibido excede a las expectativas del cliente.
Dependiendo el nivel de satisfacción del cliente, se puede conocer el grado de lealtad hacia una marca o institución, por
ejemplo: Un cliente insatisfecho cambiará de marca o proveedor de forma inmediata (deslealtad condicionada por la misma
institución). Por su parte, el cliente satisfecho se mantendrá leal; pero, tan solo hasta que encuentre otro proveedor que tenga
una oferta mejor (lealtad condicional). En cambio, el cliente complacido será leal a una marca o proveedor porque siente una
afinidad emocional que supera ampliamente a una simple preferencia racional (lealtad incondicional).
En definitiva los 10 principios son:
Pero, para ejecutar esta fórmula se necesita acudir a la fuente primaria de información que son los mismos clientes para
averiguar el resultado que obtuvieron al adquirir el producto o servicio y las expectativas que tenían antes de realizar la compra.
Luego, se debe determinar el nivel de satisfacción para tomar decisiones que permitan corregir las deficiencias (cuando existe
insatisfacción en los clientes), mejorar la oferta (cuando el cliente está satisfecho) o mantenerla (cuando el cliente está
complacido). Dentro de todo este contexto, surge el reto de lograr clientes complacidos mediante el incremento en la entrega
de valor, pero de una forma que sea rentable para la institución, porque al final de cuentas, toda institución justifica su
existencia al conseguir un determinado beneficio.
Finalmente, cabe recordar que si una institución quiere lograr sus objetivos a corto, mediano y largo plazo, debe
establecer una cultura organizacional en la que el trabajo de todos los integrantes esté enfocado en complacer al cliente.
Kotler plantea cinco métodos muy útiles y de distinta complejidad para realizar un seguimiento efectivo a la satisfacción
de cada cliente. Algunos de estos métodos son económicos y fáciles de implementar, otros en cambio, necesitan de mayores
recursos, personal especializado y una planificación cuidadosa.
1. Buzón de Sugerencias
Es un método sencillo, bastante económico y de rápida implementación que consiste en colocar un Buzón de Correo en
un lugar estratégico de la institución, con un cartel identificatorio y pequeños formularios donde los clientes puedan anotar sus
comentarios, sugerencias y quejas.
Las ventajas de este método son los bajos costos que demanda, la rapidez con el que puede ser implentado y la sencillez
de su manejo.
La principal desventaja radica en la baja tasa de participación que alcanza. Por lo general, son los clientes muy
insatisfechos o muy satisfechos quienes acuden a un Buzón de Sugerencias, los cuales representan un pequeño porcentaje del
total de clientes.
Sin embargo, son muchas las empresas (entre las que se encuentran bancos, hoteles, restaurantes, clínicas, servicios de
telefonía, universidades privadas y otras), que han adoptado el Buzón de Sugerencias como uno de sus principales sistemas de
seguimiento al nivel de satisfacción de sus clientes.
2. El Panel
El panel es una "muestra fija" (en este caso de clientes) de la que se obtiene información regularmente. Este método
consiste en realizar encuestas periódicas a los clientes que conforman el panel, haciéndoles una serie de preguntas que ayudan
a descifrar el grado de expectativas que tuvieron antes de comprar un determinado producto y el cómo percibieron su
rendimiento luego de la adquisición.
Una de las grandes ventajas del panel es que al ser una muestra fija, se puede hacer un seguimiento a la evolución de las
respuestas cada cierto tiempo.
Su principal desventaja es el costo que implica contratar una institución o personal especializado para que realice todo
el trabajo y además de forma periódica.
3. Encuestas
Las encuestas consisten en obtener información entrevistando a un grupo representativo de clientes para hacerles
preguntas concretas (mediante un cuestionario) acerca de sus expectativas previas a la compra de un producto determinado y
el rendimiento que percibieron luego de la adquisición.
Las encuestas se diferencian del panel, en que la "muestra de clientes" no es fija y tampoco tiene un intervalo de tiempo
definido entre una y otra encuesta.
Su principal ventaja es que permite obtener un panorama más completo y fiable acerca de lo que piensan y sienten los clientes.
Su principal desventaja es el tiempo que requiere para la obtención y tabulación de datos y su elevado costo.
4. Compradores "Espías"
Consiste en contratar personal eventual para que actúen como clientes en un ciclo completo; es decir, desde
"exponerlos" a las actividades promocionales (publicidad, venta personal, promoción de ventas, etc.) de un producto
determinado hasta que realizan la compra del mismo (como clientes disfrazados). Pero, su tarea no termina ahí, luego tienen
que utilizar el producto adquirido, fingir un reclamo ante el Servicio de Atención al Cliente, realizar preguntas, solicitar un
servicio especial, etc.
Al final de su "jornada" reportan en detalle todos sus hallazgos al departamento de mercadotecnia.
Las ventajas de este método son su bajo costo y la información que se obtiene acerca del desempeño de las diferentes
áreas de la institución que tienen relación directa con los clientes.
Su desventaja es la baja "representatividad" que tiene el "grupo" de compradores "espías" en relación con el conjunto
de clientes.
Darle seguimiento a un cliente significa visitarle, llamarle o de alguna otra forma pedirle al cliente que nos hable
de su experiencia con nuestro producto o servicio. No sólo llamarle para preguntar cuándo estará el cheque, o
cuando le puede volver a visitar para ofrecerle un nuevo producto.
Escuchar lo que el cliente tiene para decir, pero sobre todo evaluar y corregir. Muchas veces se ignora lo que el
cliente dice, y no se toman medidas correctivas. Esto es aún peor que no preguntarle al cliente que tal ha sido su
experiencia con nuestro producto.
Todos los productos son susceptibles de establecer una relación a largo plazo con los clientes, incluso en
aquellos casos que la compra es única, recuerde que ese cliente puede ser su mejor publicidad.
Capacitar a sus empleados para el manejo de incidencias y quejas, estas deben ser vistas como oportunidades
de mejorar y no como un incordio.
Ofrecer servicios de asesoramiento en el uso y mantenimiento de sus productos, si por sus características estos
lo requieren
Ofrecer servicios de asesoramiento para la instalación, o bien servicios de instalación si el producto lo requiere.
b) Conocer al Cliente
Esto implica realizar actividades, por ejemplo, encuestas periódicas, para así conocer el nivel de satisfacción del cliente
luego de la compra. Además, resulta muy útil conocer aspectos como aquello que lo hace sentir importante y valioso.
En un negocio, una de las principales claves del éxito es comprender al cliente y poner a su disposición un producto o
servicio que satisfaga sus necesidades. Pero, ¿cómo lo podemos conocer?
Habitualmente, la segmentación a través de elementos en común encasilla al público objetivo de una marca. Por
ejemplo, determina que un producto es para clientes entre 25 y 35 años, de ingresos medio y aficionados a los deportes,
basándose en conocimiento abstracto, pero olvidando que los clientes son un grupo de personas.
Una buena estrategia para conocer al consumidor y entender lo que realmente quiere más allá de lo que parece o lo
que dice que necesita es el mapa de la empatía. La idea de ello es busca transformar los segmentos en personas, permitiendo
conocer su entorno, su visión del mundo y sus necesidades. Entender estas características no permite mejorar nuestra
propuesta de valor y la atención o servicio al cliente.
¿Cómo funciona el mapa de empatía?
Aunque no existen métodos automáticos y herramientas que ofrezcan soluciones inmediatas y precisas, éstas deben ser
bien aplicadas para lograr los resultados esperados, en este caso, conocer mejor a nuestro cliente.
Las etapas del mapa de empatía son:
- Segmentar: Identificar los clientes agrupándolos en forma tradicional por elementos en común (edad, género, nivel de
estudios, nivel socioeconómico). Deben quedar pocos grupos, no más de tres, sobre los cuales se trabajará y centrarán
esfuerzos.
- Humanizar: Estos segmentos deben cobrar vida. Debemos determinar dónde vive, a qué se dedica, cómo se llama un
individuo que pertenece a algún grupo. Luego preparar una lista de preguntas que nos gustaría realizarle para entender sus
criterios y motivaciones de compra.
- Empatizar: Éste es un punto clave en la construcción del mapa de empatía, donde nos hacemos preguntas sobre él y
las respondemos, poniéndonos en su lugar.
Conclusión
Teniendo en cuenta la situación económica a nivel mundial en el último tiempo y el comportamiento típico del
consumidor en el siglo XXI, es posible concluir que parte de las estrategias que deben implementar las empresas para mejorar
sus ventas es incursionar a fondo con este tipo de conceptos y “educar”, por decirlo de alguna manera, a los clientes en las
nuevas tendencias de venta, para que así mismo se generen nuevas tendencias de compra.
En la necesidad de obtener nuevas ventas, y como la situación financiera no es la óptima, suele recurrirse a los cursos
más cortos y a los de menor valor en el mercado, sin profundizar en el contenido más apropiado y en la excelencia y trayectoria
de quien lleve a cabo la actividad.
Una buena estrategia para conocer al consumidor y entender lo que realmente quiere más allá de lo que parece o lo
que dice que necesita, desde ahí poner la primera piedra para materializar la búsqueda de nuevos clientes y en lo posible
fidelizarlos a los servicios o bienes entregados por la institución.