La Vida Espiritual Personal
La Vida Espiritual Personal
La Vida Espiritual Personal
Por
Segundo Rodríguez
ssrodchu@gmail.com
www.segundorodriguez.com
Trujillo – Perú
Julio 2020
Sobre este material, su preparación y su exposición
Desde el año 2006 Dios me ha dado la oportunidad de estudiar y enseñar el Curso Vida
Espiritual Personal que ha sido escrito por Dennis J. Mock. He aprendido mucho
enseñando y interactuando con todos los que a lo largo de los años han estudiado
conmigo.
Jesús dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la
Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva” (Juan 7:37-38). “La sed” es la falta de
Dios en nuestra vida, es decir, sin en él en y con nosotros, nos falta vida espiritual y
satisfacción espiritual. “Venir a Cristo” es creer en él y seguirle de todo corazón,
reconociéndole como el Mesías, el Hijo de Dios.
Una vez que creemos en Jesús y le seguimos de todo corazón, “bebemos” de él, quien
es “agua de vida”. Al hacer esto, somos saciados, ya no tenemos sed espiritual…
¡estamos satisfechos! Pero esa satisfacción espiritual, que ocurre en nuestro interior y
que es la vida espiritual que nos ha sido dada por el Espíritu Santo (Juan 7:39), no se
queda allí, sino que fluye y se expresa. Es por eso que el texto dice que interior del
creyente “correrán ríos de agua viva”.
Los “ríos de agua viva”, que es la vida espiritual que experimentamos al creer en Jesús,
se expresa y fluye y “empapa” todo ámbito de la vida que vivimos en esta tierra. Por
eso, en este material, he dividido la enseñanza de la vida espiritual en cinco áreas. 1) La
Vida Espiritual Personal en relación a Dios. 2) La Vida Espiritual Personal en relación a la
Familia. 3) La Vida Espiritual Personal en relación a la Iglesia. 4) La Vida Espiritual
Personal en relación al Mundo. 5) La Vida Espiritual Personal en relación al futuro y a la
eternidad.
Entrego este material para provecho de todo aquel que quiera usarlo, ya para sí mismo
o ya también para compartirlo con otros. Todos tienen la libertad de quitar y añadir lo
que crean que sea necesario, bajo su propia responsabilidad. Todo escrito humano está
sujeto a error u omisión (y éste no está exceptuado), solamente a la Biblia, la Palabra de
Dios, no se le debe ni añadir, ni quitar nada, pues está completa y es totalmente
perfecta.
Deseo de todo corazón que Dios bendiga y use a sus hijos, en forma individual; y a su
iglesia, en forma comunitaria. Los cristianos y la Iglesia de Cristo están en esta tierra
para mostrar la Vida Espiritual que él da por medio de Jesucristo y del Espíritu Santo a
todos aquellos que oyen lo que Biblia dice sobre Jesús y creen él de todo corazón. Si este
curso ayuda en ese objetivo a quien lo use, estaré más que complacido.
Atentamente,
Segundo Rodríguez
segundo@segundorodriguez.com
www.segundorodriguez.com
1. Auto reformación. (Romanos 7:13-25). Uno mismo, sin nacer de nuevo y sin la
ayuda de Dios, se cambia y se perfecciona para mejor. A lo mejor se logre, pero
para ir al infierno. Solamente Cristo no da la justicia y la vida que necesitamos
para agradar a Dios y entrar en su reino.
2. Aniquilamiento de la vieja naturaleza. (Romanos 8:12-13; Efesios 4:20-24). Hay
muchos que creen que una vez que somos cristianos y a medida que vamos
creciendo en la fe, la vieja naturaleza se aniquila o es extirpada. Sería bonito que
así fuese, pero no lo es. Viviremos hasta con la naturaleza vieja hasta que Cristo
nos la quite por completo al venir por nosotros.
3. Impecabilidad. (1 Juan 1:5-10; 2:1-2). ¿Dejamos de pecar una vez que somos
cristianos? ¿Es posible vivir en esta tierra sin cometer pecado? ¿Llegará un
momento en esta tierra en que los cristianos no pequeños? La respuesta a estas
preguntas es no, tristemente. No nos engañemos con la idea de que podemos
ser impecables en esta tierra. Tampoco debe usar nuestra realidad pecaminosa
como una excusa para no santificarnos y vivir en pecado. Sigamos la instrucción
de la palabra, no neguemos que tenemos pecado. Cuando pequemos,
confesemos nuestros pecados a Cristo, él nos perdonará y limpiará.
4. Legalismo. (Colosenses 2:20-23). El legalismo es la enseñanza que afirma que las
personas se salvan y se santifican si es que se someten y viven en base a leyes y
principios rígidos de conducta. En los días del Nuevo Testamento, quienes creían
así eran un gran sector de judíos. Pensaban que agradarían a Dios siguiendo
estrictamente las leyes del Antiguo Testamento y las otras leyes añadidas por sus
maestros. Pablo desarma esa idea en el texto de carta a Colosenses que he
citado.
5. Dejarlo todo a Dios. (Filipenses 2:12-13). Este es un extremo fatal. Existen
creyentes que creen que todo tiene que hacerlo Dios. Pero Dios, como todo buen
padre, no nos quiere bebés todo el tiempo. Él quiere que crezcamos y seamos
adultos. Obviamente, en la Vida Espiritual Personal, se pone la vida y todo
nuestro esfuerzo en pro de crecer en manos de Dios, pero somos nosotros los
que tenemos que esforzarnos y trabajar duro. Pablo le dijo a los Filipenses
“ocupaos en vuestra salvación”, es decir, “preocúpense”, “trabajen”, “cuiden”,
“crezcan” en vuestra salvación y eso es justamente lo que todos debemos hacer.
¡Qué Dios nos ayude!
2. La salvación es igual a santificación posicional. Esto significa que Dios nos ve siempre
en Cristo y por eso nos ve santos, puros y limpios aun cuando todavía no lo somos. La
vida espiritual es equivalente a santificación práctica. Esto significa que día tras día
vamos creciendo en santidad, pureza y limpieza, de tal manera que cada vez estamos
siendo más y más como Jesucristo, al pensar, sentir, actuar y reaccionar.
4. Me agrada que el curso se denomine Vida Espiritual Personal. ¿Por qué? Porque la
Vida Espiritual es un asunto personal. Cada uno de nosotros tiene que trabajar y
trabajar, en el Señor y Su fuerza, por su crecimiento espiritual. Nuestra dedicación
personal expresada en las acciones concretas de leer la Biblia, orar a Dios siempre,
examinar nuestras vidas y confesar pecados, cantar y alabar agradecidos a Dios, etc.,
son vitales para para crecer y agradar más y más a Dios cada día. ¡Qué Dios nos ayude!
Nuestra relación con Dios es esencial para nuestro crecimiento espiritual. Por eso, en
esta parte de nuestro estudio, repasaremos, estudiaremos, recordaremos y
comentaremos algunos conocimientos básicos sobre Dios y sobre nosotros.
Empezaremos hablando de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Luego,
hablaremos de La Biblia, La Oración, La Obediencia, La Adoración y La Alabanza.
Más detalles sobre nuestro Dios y sobre nuestra relación con él serán vistos a medida
que estudiamos el curso de Vida Espiritual pues todo el bosquejo está ligado entre sí.
Empecemos:
A. Dios Padre.
1. Jesucristo es Dios hecho Hombre y todo aquel que cree en él conoce a Dios y
tiene a Dios a su lado en todo momento. (Juan 1:1-3, 14, 18; Mateo 1:23; 28-18-
20).
2. Además de esto, Jesucristo hace que toda persona que cree en él y le sigue sea
hijo de Dios, tenga vida eterna, esté perdonado, esté alejado de la ira de Dios y
sin condenación alguna. (Juan 1:12-13; Juan 3:14-20, 36; 1 Juan 2:12; Romanos
5:1).
3. El discípulo de Jesucristo tiene que permanecer en comunión constante con él
para glorificar a Dios y ser usando por él en la extensión de su reino. (Juan 15:1-
8). Es vital esta comunión constante. ¡Separados de mí nada podéis hacer, dijo
Jesús! Y es cierto. Separados de Cristo no podemos agradar ni glorificar a Dios.
Separados de Jesucristo tampoco podemos bendecir y ayudar espiritualmente a
quienes nos rodean. Separados de Jesucristo no podemos hallar paz ni
satisfacción ni gozo verdadero para nosotros mismos en ninguna parte.
¡Liguémonos a Jesús y vivamos en comunión con él en todo momento!
4. Jesucristo es el abogado y el remedio permanente para el pecado del creyente y
es por eso que éste siempre está seguro en sus manos. (1 Juan 1:1-9; 2:1;
Romanos 8:34). Apartémonos del pecado en todo momento, pero cuando
caigamos en él y pequemos, no nos alejemos de nuestro Señor. Al contrario,
acerquémonos a él arrepentidos, y pidámosle perdón, … y sigamos adelante.
5. Jesucristo, por su obra constante en el creyente, hace que sea imposible que éste
pueda ser separado del amor de Dios. (Mateo 16:18; Romanos 8:38-39; Juan
10:27-30). Nadie puede impedir que vivamos con Dios eternamente. Amén.
6. Jesucristo vendrá por sus discípulos para purificarlos, y para santificarlos
plenamente, y para tomarlos para sí mismo, para que vivan con él eternamente
en la casa de Su Padre. (1 Juan 3:2; Efesios 5:25-27; Juan 14:1-3). ¡Ese día bendito
seremos semejantes a él porque le veremos tal como él es! Amén.
1. Él Espíritu Santo nos convenció de pecado, justicia y juicio, y nos hizo nacer de
nuevo al creer en el Señor Jesucristo. (Juan 16:7-11; Juan 3:3, 5; Juan 1:12-13).
2. El Espíritu Santo hizo su morada permanente en nosotros una vez que creímos y
por eso mismo cada seguidor de Jesucristo es hoy templo de Dios y propiedad
del Dios eterno. (Juan 14:16-17; Hechos 1:8; Efesios 1:13-14; 1 Corintios 6:19-
20).
3. Los cristianos estamos llamados a vivir llenos del Espíritu y muy sumisos a él.
(Efesios 5:18-20). ¡Hagamos esto, sometámonos y llenémonos del Espíritu Santo
al vivir en este mundo!
4. Los cristianos podemos enfriar, apagar y entristecer al Espíritu Santo y dañar así
nuestras vidas y atrasar nuestro crecimiento espiritual. (1 Tesalonicenses 5:19;
Efesios 4:30). ¡Tengamos mucho cuidado, hermanos! No es bueno ni para
nosotros ni para quienes nos rodean que dificultemos la obra del Espíritu Santo
en nosotros.
5. El Espíritu Santo en nuestras vidas cumple en nosotros varias funciones. Las
funciones del Espíritu Santo:
D. La Biblia.
F. La Obediencia.
E. La Adoración y Alabanza.
1. Jesucristo afirmó que Dios está buscando adoradores que le adoren en espíritu
y en verdad. (Juan 4:23-24).
2. La iglesia, que es el cuerpo de Cristo, y que está compuesta por todos quienes
hemos creído en Jesucristo, somos los llamados a adorar a Dios en espíritu y en
verdad allí donde nos encontremos. (Juan 1:12-13; 3:3, 5; 1 Corintios 6:19-20).
3. Las condiciones claves para adorar y alabar constantemente a Dios por medio de
Jesucristo son la llenura del Espíritu Santo y la nutrición frecuente con la palabra
de Dios. (Efesios 5:18-20; Colosenses 3:16-17).
4. Adoramos y alabamos a Dios con nuestra vida cuando hacemos el bien. Hacer el
bien glorifica a Dios y causa que quienes nos rodean también le den gloria a él.
(Mateo 5:14-16; 1 Corintios 10:31-33).
Nuestra vida espiritual personal se expresa en lo que hacemos para con Dios, es nuestra
vida íntima y personal, en lo secreto. Pero no solamente allí, sino también en como
vivimos con los que nos rodean. A Dios le interesa cómo nos expresamos y somos ante
él y con él. Pero a Dios también le importa y ve nuestra vida con él en función a cómo
somos por él con nuestra familia.
Para verificar cuánto valor le da Dios a nuestra vida con él en función de lo que hacemos
con quienes nos rodean tenemos que leer estos textos bíblicos:
Mateo 5:23-24 (Dios no acepta ofrenda de que no está reconciliados con su hermano)
Mateo 22:34-40 (Amar a Dios y amar al prójimo son mandamientos semejantes)
1 Juan 4:20-21 (Dios reconoce que le amamos al ver que amamos a nuestros hermanos)
1 Pedro 3:1-7 (Nuestras oraciones tienen estorbo si no vivimos bien con nuestra esposa)
Como se ve en 1 Pedro 3:1-7, nuestro hogar es el primer lugar clave en nuestra vida
espiritual personal. La forma en que vivimos con nuestra familia está muy ligada a
nuestra vida con Dios.
De cómo debemos vivir en familia nos ocuparemos en esta lección. Veamos nuestra Vida
Espiritual Personal en relación a la familia:
A. Soltería.
B. Matrimonio.
C. Familia Nuclear.
1. Un hombre y una mujer que se unen en matrimonio forman una nueva familia
nuclear. Esta familia es única y distinta a las familias de las que ambos provienen.
Es clave para la familia el reconocimiento y la protección de esta singularidad.
2. El hombre y la mujer que se han unido en matrimonio tienen que cumplir sus
deberes propios y ayudar cada uno a su cónyuge para que cumpla los suyos. Es
vital que cada cónyuge cumpla su rol y ayude al otro para cumpla el suyo. La
firmeza del matrimonio y de la familia depende de que así sea.
a. Estos son los deberes del esposo: Liderar a su esposa y a su hogar. (1 Corintios
11:3, 7). Amar a su esposa hasta el sacrificio. Perfeccionar y hermosear a su
esposa. Cuidar y sustentar a su esposa. (Efesios 5:23-33). Estudiar y conocer
y entender a su esposa. Tratar delicada y honrosamente a su esposa. (1 Pedro
3:1-7; Colosenses 3:19). ¡Los esposos necesitamos de Dios para cumplir estos
deberes fiel y eficientemente!
b. Estos son los deberes de la esposa: Complementar y ayudar a su esposo.
(Génesis 2:18-25). Sujetarse a su marido en todo (Efesios 5:22, 24).
(Colosenses 3:18). Respetar a su marido (Efesios 5:31). Amar a su esposo
(Tito 2:4). Cultivar su carácter femenino. (Tito 2:5; 1 Pedro 3:1-6). Cuidar su
casa (Tito 2:5). ¡Las mujeres deben buscar la ayuda de Dios al cumplir con
estos sus deberes!
c. Estos son los deberes de ambos si es que Dios les da hijos: Gobernar y dirigir
a los hijos (1 Timoteo 3:4-5). Enseñarles e instruirles en la palabra de Dios
(Deuteronomio 6:6-9; 2 Timoteo 3:15). Amarlos y disciplinarlos (Proverbios
3:11-12; Hebreos 12:5-11). Orar e interceder por ellos continuamente
(Romanos 10:1-5). Presentarles el evangelio y conducirlos a Jesucristo (Josué
24:15; 2 Timoteo 1:5; 3:15). Proveer sus necesidades y procurarles herencia
terrenal (2 Corintios 12:14; Proverbios 19:14). Cuidar el corazón de los hijos
a fin de que no tengan emociones negativas (Efesios 6:4; Colosenses 3:21).
Los padres pueden estar cumpliendo sus deberes y haciendo muy bien, pero si
los hijos no cumplen los deberes suyos, entonces el ambiente en el hogar va a
enrarecerse. Por eso, es muy importante que los hijos también contribuyan con
la armonía en el hogar cumpliendo sus deberes y responsabilidades. Estos son
los deberes de los hijos:
a. Obedecer y honrar a sus padres. (Efesios 6:1-3).
b. Cuidarlos (1 Timoteo 5:3-4, 8, 16).
c. Valorarlos (Proverbios 23:22).
d. Seguir el camino dejado por ellos. (2 Timoteo 1:5; Jeremías 35:6-11).
D. Otros familiares.
Tenemos otros familiares, eso es innegable. Nuestros deberes para con ellos, son:
E. Consejos claves para tener una buena familia ante Dios y los hombres.
Pero, además de la vida familiar, tenemos otro ámbito en el que vivimos nuestra Vida
Espiritual. Este otro ámbito es la iglesia. Los discípulos no solamente nos relacionamos
en fe con Dios y con nuestra familia, sino también con nuestros hermanos en Cristo.
Nuestra Vida Espiritual Personal también la vivimos con la iglesia de nuestro Señor. Este
es el siguiente aspecto de la Vida Espiritual Personal y es lo que estudiaremos en esta
nueva clase.
A. La Iglesia Universal.
4. Hoy en día, las iglesias locales siguen esta tradición, con el añadido de que se
denominan también en base a su herencia denominacional, a su doctrina y a un
nombre que han escogido para sí. Las iglesias bautistas de nuestra tradición, por
ejemplo, tienen un nombre así. El nombre Iglesia Evangélica Bautista Ebenezer
ilustra lo que estamos diciendo. Iglesia, nos identifica con Jesucristo. Evangélica
nos identifica con el evangelio de Jesús y nos distingue de la iglesia católica.
Bautista, nos identifica con la historia de los bautistas y con sus principios.
Ebenezer es el nombre que los fundadores le pusieron como una muestra de que
fue Dios quien dirigió y ayudó al establecimiento de esta congregación.
5. Volviendo a tema de la iglesia local, y en base al texto bíblico, alistaremos las
características que debe tener toda congregación que se reúne verdaderamente
alrededor de Jesucristo. Usaremos Hechos 2:37-47 como texto clave para las
características:
¡Qué Dios nos ayude y obre en nuestra congregación local para que
tengamos y crezcamos cada día en estas características!
C. La misión de la iglesia.
Para cumplir esta misión, Dios nos ha capacitado con nuestra salvación personal
por la fe en él, con el poder suyo por medio del Espíritu Santo, y con la palabra
de Dios.
¡Qué Dios nos ayude a cumplir con la misión que Dios ha encomendado!
1. Obedecer a Dios antes que a los hombres. (Mateo 28:18-20; Hechos 4:19-20, 29;
5:29-32, 42).
2. Cumplir la gran comisión a nivel personal y congregacional. (Hechos 8:4).
3. Aprender de los pastores y obedecerlos, y valorarlos y sostenerlos. (Hebreos
13:7, 17; 1 Tesalonicenses 5:12-13; 1 Timoteo 517-20).
4. Amar a sus hermanos como Cristo lo ha amado a él. (Juan 13:33-34).
5. Ayudar con bienes materiales a los hermanos que están en necesidad (Hechos
2:44-45; 4:34-35; 11:27-30; Gálatas 6:10).
6. Velar y ayudar por el crecimiento espiritual de la iglesia. (Efesios 4:12-16).
7. Someterse a la disciplina y a la corrección fraternal de la congregación (1
Corintios 6:1-11; 1 Corintios 5:1-13; Mateo 18:15-17).
8. Sostener con bienes materiales la expansión del evangelio de Jesucristo a nivel
local, nacional y mundial. (1 Corintios 9:7-14; Filipenses 4:10-20).
9. Orar e interceder continuamente unos por otros y también por todo el mundo.
(1 Tesalonicenses 5:17; Romanos 10:1-4; 15:30-33; Colosenses 4:2-4; 2
Tesalonicenses 3:1-5; Santiago 5:13-18; 1 Timoteo 2:1-4).
A. La Vida Espiritual Personal con Dios de los discípulos de Cristo está bajo su
responsabilidad individual.
“Fiel es Dios, el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro
Señor.” (1 Corintios 1:9).
“La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu
Santo sean con todos vosotros. Amén.” (2 Corintios 13:14).
“Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros
no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para
preservación del alma.” (Hebreos 10:38-39).
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca
a dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. (Hebreos
11:6).
3. Gracias a Jesucristo, y por obra y gracia de Dios, todo seguidor genuino suyo es
salvo y vivirá con Dios por toda la eternidad. (Escriban versículos bíblicos que
sostienen esta declaración).
C. La Vida Espiritual Personal del seguidor de Jesucristo se expresa también por medio
de su vida en y a través de la iglesia local.
1. Cuando creemos en Jesús, Dios nos hace inmediatamente parte de la Iglesia que
Cristo está edificando. (Hechos 2:47).
2. Cada miembro de la Iglesia de Cristo está llamado a ser perfeccionado y a crecer
hasta la imagen de Cristo a fin de hacer la obra del ministerio. (Efesios 4:12-16).
3. La obra del ministerio que tiene que realizar cada uno que es parte en la Iglesia
de Cristo consiste en añadir a más personas a su seno y en ayudar al crecimiento
espiritual de cada miembro del cuerpo de Cristo. (Efesios 4:12-16).
Hemos hecho ya un resumen de las tres lecciones anteriores. Ahora nos toca enfocarnos
en el otro ámbito en el que tenemos que vivir nuestra Vida Espiritual Personal. Nuestra
vida espiritual también fluye y tiene que fluir y expresarse en el mundo, en el país y en
la comunidad en que vivimos.
1. Jesucristo fue enviado por su Padre a este mundo y él también hizo lo mismo con
Su Iglesia, la envió al mundo.
a. Juan 3:16
b. Juan 17:18
2. Para vivir conforme a la voluntad en el mundo en que vivimos, necesitamos saber
y entender lo que la Biblia enseña sobre el mismo:
a. Juan 15:18-19
b. Juan 17:14-16
c. Juan 18:36
d. Colosenses 2:20
e. Filipenses 3:20-21
a. Mateo 4:8. (El diablo ofreció a Cristo todos los reinos de este mundo).
b. Lucas 4:5-7. (El diablo afirmó que a él le habían sido entregados los reinos del
mundo).
c. Hechos 4:24-28. (La iglesia reconoció que el salmo 2, en el que se ve una
rebelión mundial con Dios y Cristo, se cumplió en la muerte de Jesús).
d. Apocalipsis 19:19-21 (En Armagedón, los reyes de la tierra bajo el mando del
diablo, intentaran que Jesús no asuma su reino. Apocalipsis 16:12-16).
e. Apocalipsis 20:7-10. (Gog y Magog es el último y final intento del diablo de
apoderarse del trono de Dios por la fuerza).
6. La estadía de los cristianos en este mundo no debe ser descuidada, sino vigilante.
Nosotros podemos ser engañados por el diablo y este mundo, si no estamos
alertas.
a. Mateo 5:14-16. (Somos la luz del mundo y son nuestras buenas obras las que
harán que los hombres se acerquen a Dios y lo glorifiquen).
b. Juan 12:36- (Como hijos de luz por la fe en Jesús, quien es la luz del mundo,
los cristianos tenemos su luz y es con esa su luz que debemos alumbrar a este
mundo).
c. Santiago 4:4. (No debemos hacer amistad con este mundo. Esto significa que
nosotros no debemos adoptar los valores, los principios, los gustos y los
motivos que mueven a los ciudadanos de este mundo. Si los adoptamos, nos
convertimos en enemigos de Dios y él ya no nos puede usar; y el mundo, a
su ves, tampoco nos va a creer).
d. Filipenses 2:14-16. (Son nuestra forma de vivir y de hacer las cosas lo que
verá el mundo. Si nos ve obrando en Dios y con su ayuda, es obvio que dirán
que tenemos algo que ellos necesitan, aunque no todos, eso sí).
e. Mateo 5:13. (La sal es útil si es sal y si se distingue y si mantiene su esencia y
su diferencia, si no lo hace, ya no. Igualmente ocurre con los discípulos de
Cristo y la iglesia. ¡Qué Dios nos ayude a mantenernos como ciudadanos del
cielo mientras estamos en esta tierra! ¡Dios, ayúdanos a no perder nuestra
esencia en ningún momento mientras vivimos para ti en esta tierra! Amén.).
8. Los cristianos tenemos los siguientes deberes con respecto a este mundo:
5. Veamos brevemente algunos deberes que tenemos los cristianos para con las
autoridades de nuestro país:
a. Orar por ellas para sean salvas y para que cumplan su rol bajo el temor a
Dios. (1 Timoteo 2:1-6).
b. Someterse a ellas de buena voluntad y en el temor a Dios. (1 Pedro 2:13-16).
c. Pagar los tributos. (Romanos 13:1-7).
d. No ponerlas por encima de Dios nunca. (Hechos 4:19-20; 5:29-32).
e. Evitar apoyar a una autoridad humana como lo hacen los ciudadanos de este
mundo y como si nuestra vida dependiera de ellos. (Juan 18.36).
f. Recordar siempre que por encima de las autoridades humanas está Dios y
que todas ellas son temporales. (Daniel 2:20-23).
1. Creer a Dios y a su palabra siempre y mostrar que así es con obediencia constante
a ella en todo ámbito de su vida. (1 Pedro 1:13-21).
2. Reconocer que el Diablo, Satanás, Belcebú, el Príncipe de este mundo, existe y
que es un adversario portentoso que, aunque derrotado y vencido, es quien
domina a este mundo y lo conduce a oponerse siempre a Dios y a la Iglesia de
Jesucristo. (1 Pedro 5:8-9).
3. No poner su corazón ni su confianza en que los políticos de este mundo van a
solucionar los males morales y espirituales del ser humano que está alejado de
Dios. (Jeremías 17:5).
4. Evitar la contaminación espiritual y moral de este mundo. (Santiago 1:27).
5. Hay que vivir en esta tierra muy conscientes de que tenemos ciudadanía
celestial, y que estamos en este mundo para cumplir con ser testigos de
Jesucristo hasta que él nos lleve a su reino. (Filipenses 3:19-20).
6. Trabajar diligente y honradamente y como para el Señor en todo trabajo que
Dios nos provea para satisfacer con los requerimientos propios de esta vida.
(Efesios 6:5-9; 2 Tesalonicenses 3:12; 1 Timoteo 5:8; Efesios 4:28).
7. Testificar la obra de Cristo a favor de los pecadores y los beneficios de su obra
para todos los seres humanos de este mundo. (Tito 2:11-15).
8. Recordar que en Cristo hemos vencido al mundo y que la intercesión suya nos
protege constantemente de ser mundanalizados irreversiblemente por el diablo.
(Juan 17:9, 11, 15, 20). ¡Qué bueno que Jesucristo pidió a Dios que nos guarde
mientras estamos en este mundo!
9. Vivir conscientes de que este mundo y las naciones y toda la gloria de ellas y sus
obran van a ser quemadas para dar paso a los cielos nuevos y tierra nueva en los
que mora la justicia. (2 Pedro 3:7-13).
“Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para
vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua” (Daniel 12:2).
“No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los
sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida;
mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación” (Juan 5:28-29).
En esta clase los estudiaremos brevemente. Los estudiaremos siguiendo este bosquejo.
Primero, repasaremos el futuro y la eternidad del Creyente en forma individual.
Segundo, repasaremos el fututo y la eternidad de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo. Tercero,
repasaremos el futuro y la eternidad de la nación de Israel. Cuarto, repasaremos el
futuro y la eternidad de las naciones y el mundo entero. Por último, veremos algunas
acciones que los cristianos y la iglesia debemos tomar a la luz del futuro y la eternidad
que se nos vienen.
Empecemos:
1. La Iglesia de Dios que Cristo está edificando alrededor suyo marcha hacia la
eternidad victoriosamente y sin que nada ni nadie pueda hacerle frente. (Mateo
16:18; 1 Corintios 1:2; 2 Corintios 1:1; Hechos 2:47; 4:31; 8:1-5; 9:1-31; 11:19-
30; 12:1-24). El Hades no puede hacerle frente. Las autoridades judías no la
amilanaron. La persecución de los judíos en vez de extinguirla, la acrecentó y la
hizo extenderse hasta Judea, Galilea, Samaria y Antioquía. Herodes mató a un
apóstol, pero murió él y terminó su reino, mas la palabra de Dios siguió
extendiéndose.
2. Jesucristo dio su vida por la vida de su Iglesia y él está santificándola y
purificándola diariamente hasta el día que va a presentársela a sí mismo para
que ella disfrute de la eternidad a su lado. (Efesios 5:1-33).
3. La Iglesia de Jesucristo está compuesta tanto por los creyentes en él que estén
muertos como los que estén vivos cuando él venga por ella para llevarla a vivir
con él por la eternidad. (Juan 14:1-6; 1 Tesalonicenses 4:13-18).
4. La Iglesia de Jesucristo tiene desde su fundación una lucha espiritual intensa
contra las fuerzas del mal, que están encabezadas por Satanás y sus demonios.
Está lucha se hará más cruenta e intensa a medida que avanzamos hacia el
desenlace de la historia humana. (Efesios 6:1-20).
5. La Iglesia debe recordar que este mundo es amado por Dios y que es, también,
su campo de misión, como lo fue de Jesús, y que, aunque esto es así, este mundo
está y estará en contra suya siempre; porque está bajo el dominio del maligno.
La iglesia no debe sorprenderse de que el mundo la odie, la persiga, la
menosprecie y la insulte. (Juan 3:16-18; 15:18-22).
6. La iglesia de Cristo vive a la espectativa de Jesucristo y de encuentro con él en el
día que él mismo ha separado para su reunión con ella. (Romanos 8:23-25; 2
Corintios 5:1-10; Juan 14:1-3).
7. La salida de la iglesia de este mundo para estar con Jesucristo desencadenará
una serie de acontecimientos en los que Dios volverá a trabajar otra vez en la
vida de la nación de Israel, quien volverá a ser el pueblo en el que él expresará
su voluntad para con este mundo. (1 Tesalonicenses 4:13-18; 2 Tesalonicenses
2:1-12; Romanos 11:25-36; Apocalipsis 12:1-17; 14:1-5).
1. Las naciones de este mundo están dirigidas por autoridades que han sido
impuestas por Dios y son, por tanto, sus servidores. (Romanos 13:1-7; Daniel
2:21).
2. Los cristianos tenemos deberes para con las autoridades y las naciones en que
vivimos. Pero esos nuestros deberes nunca están por encima de nuestra
obediencia, sumisión y adoración a Dios. (Romanos 13:1-7; 1 Timoteo 2:1-4; Tito
3:1; 1 Pedro 2:13-17; Hechos 4:19-20). Estos algunos de nuestros deberes para
con la autoridad: Sumisión, pago de tributos, intercesión, hacer el bien y
obediencia. Las autoridades no deben ser obedecidas cuando quieren nuestra
obediencia haciéndonos ir contra de Dios, su palabra y la misión que él nos ha
encomendado.
3. La muerte del Señor Jesucristo ocurrió, humanamente hablando, debido a una
alianza entre el diablo y los gobernantes de las naciones de este mundo, que
quisieron (quieren, y seguirán queriendo) romper las ligaduras que los atan a
Dios. (Salmos 2:1-12; Hechos 2:23; 4:23-31; 1 Corintios 2:6-8)
4. Las naciones de este mundo y quienes las gobiernan, excepto muy raras
excepciones, están bajo el dominio del diablo y cumplen siempre su diabólica
voluntad. (1 Juan 5:19; Lucas 4:5-8).
5. Las autoridades de este mundo y quienes las gobiernan normalmente se oponen
a Dios y a la Iglesia de Jesucristo. Lo han hecho siempre y lo siguen haciendo (aun
cuando en esta parte del mundo no ha sido así en los últimos años). Los
cristianos, y la Iglesia en general, no debemos confiarnos ni dormirnos cuando
veamos que somos tolerados y hasta estimulados por las naciones de este
mundo y quienes las gobiernan. (Juan 15:18-21; 16:33).
6. El hecho de que las naciones de este mundo y el mundo entero estén bajo el
maligno no implica que debamos abandonarlas físicamente y que no trabajemos
por Dios en ellas; alumbrándolas, con el evangelio de nuestro Señor Jesucristo;
e intercediendo, por su salvación y liberación. (Marcos 16:15-16; 1 Timoteo 2:1-
4).
7. De acuerdo al profeta Daniel nosotros, estamos viviendo el periodo de tiempo
del último reino mundial, el cual es previo a la aparición del gobierno eterno de
Jesucristo. (Daniel 2:36-45; 7:17-18, 19, 23-27).
8. El reino mundial previo al reinado de Jesucristo se expresará en su manifestación
final cuando se haga presente en este mundo el anticristo, quien será el
gobernante al que Jesucristo destruirá en su Segunda Venida a la tierra. (2
Tesalonicenses 2:8-12; Apocalipsis 16:12-16; 19:11-21).
9. La historia de la humanidad terminará con la guerra de Armagedón (Apocalipsis
16:12-16; 19:11-21) y la guerra de Gog y Magog. (Apocalipsis 20:1-10).
10. La historia de la humanidad y del mundo en general terminará con el juicio del
trono blanco. (Apocalipsis 20:11-15).
11. Los cristianos y todos los creyentes de todo el mundo y de todos los tiempos
morarán con Dios en cielos nuevos y tierra nueva en los que mora la justicia. (2
Pedro 3:7-13; Apocalipsis 21 y 22).
E. Acciones en pro de la Vida Espiritual Personal de todos y cada uno de los discípulos
de Jesucristo a la luz de lo que la Biblia dice sobre el futuro y la eternidad.
Durante todas estas lecciones hemos aprendido y repasado La Vida Espiritual Personal
que Dios nos ha dado a cada uno de nosotros cuando pusimos nuestra fe en el Señor
Jesucristo y creímos en él de todo corazón.
Ese día, precioso e inolvidable, singular y crucial, Dios nos dio su Espíritu Santo y una
naturaleza divina (1 Corintios 6:19-20; 2 Pedro 1:3-4). Ahora nosotros somos hijos de
Dios y tenemos ciudadanía celestial (Juan 1:12-13; Filipenses 3:20-21).
Esta Vida Espiritual tiene que ser cultivada y desarrollada por nosotros bajo nuestra
sumisión al Espíritu Santo y la obediencia a la palabra Escrita de Dios. (2 Pedro 1:5-11;
Romanos 8:9; Mateo 7:24-27).
Nuestra Vida Espiritual la vivimos en nuestra relación personal con Dios, en nuestra
relación con nuestra familia, en nuestra relación con la iglesia de Jesucristo, en nuestra
relación con el mundo en que vivimos y en nuestra relación al futuro y a la eternidad.
Toda nuestra Vida Espiritual Personal debe glorificar a Dios en todas estas áreas y en
todo lo que nos toque vivir mientras estamos en esta tierra.
¡Qué Dios nos ayude a vivir nuestra Vida Espiritual Personal de una manera tal que le
traigamos gloria a Dios, seamos su brazo de salvación para alcanzar a los que aún no
creen, y ayudemos en el crecimiento espiritual de nuestros hermanos en Cristo!
“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. No
seas tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios; como también yo en todas
las cosas agrado a todos, no procurando ni propio beneficio, sino el de muchos, para que
sean salvos” (1 Corintios 10:31-33).