Anuario CIJS XII
Anuario CIJS XII
Anuario CIJS XII
CENTRO DE INVESTIGACIONES
JURÍDICAS Y SOCIALES
ANUARIO XII
(2009-2010)
ALTAVILLA, Cristian; ALVAREZ, Raúl Alejandro; ASPELL, Marcela;
AVENDAÑO, María del Carmen; ÁVILA PAZ DE ROBLEDO, Rosa Angélica;
BARBARÁ, Jorge Edmundo; BASANTA, Alicia D.; BERGOGLIO, María Inés;
BERTOSSI, Roberto F.; BIANCIOTTI, Ricardo; BONAVITTA, Paola;
BONETTO, María Susana; BORGARELLO, Esther Susana;
DRNAS DE CLÉMENT, Zlata; ETCHICHURY, Horacio; GASTIAZORO, María Eugenia;
JUÁREZ CENTENO, Carlos A.; JUÁREZ FERRER, Martín; JULIÁ, Marta Susana;
LAJE, María Inés; LISTA, Carlos Alberto; LLOVERAS, Nora;
MONTENEGRO, María Cristina; NALLINO, María Alejandra; PALAZZO, José Luis;
PARMIGIANI DE BARBARÁ, Myriam Consuelo; PASTOR DE PEIROTTI, Irma;
PEREYRA, Luis Cruz; REY CARO, Ernesto; RICHARD, Efraín Hugo;
ROSSETTI, Andrés; SAAD DE BIANCIOTTI, Carla; SALAS, Graciela R.;
SÁNCHEZ, Mariana; SCHAPIRA, Leopoldo; SHAW, Enrique;
SOMMER, Christian G.; STICCA, María Alejandra; TORRES, Félix A.;
URIONDO DE MARTINOLI, Amalia; URQUIZA, María Isabel;
VOCOS, María Teresa; YANZI FERREIRA, Ramón Pedro; ZAMZEM, Verónica
Anuario XI 2008 / coordinado por Myriam Consuelo
Parmigiani de Barbará. - 1a ed. - Buenos Aires : La Ley,
2009.
864 p. ; 22x16 cm.
ISBN 978-987-03-1584-1
Printed in Argentina
I.S.B.N. 978-987-03-1584-1
AUTORIDADES
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA
Rectora
S. Carolina SCOTTO
Vicerrectora
Hebe S. GOLDENHERSCH
Decano
Ramón Pedro YANZI FERREIRA
Vicedecano
Manuel CORNET
Directora
Myriam Consuelo PARMIGIANI DE BARBARÁ
Vicedirectora
María Teresa MOUGHTY
4.4. Notas
6. Corrección de pruebas
Cristian Altavilla*
1. Introducción
* Abogado. Doctorando en Derecho y Ciencias Sociales, Facultad de Derecho y Cs. Ss., Uni-
versidad Nacional de Córdoba (UNC). Adscripto de Derecho Político y de Derecho Público
Provincial y Municipal, Facultad de Derecho y Cs. Ss., UNC. Becario de CONICET. E-mail:
cristianaltavilla@hotmail.com.
1
Con una orientación similar, el trabajo de Carlos Acuña titulado “la teoría de juegos en los
pactos constitucionales” (Acuña 1995), constituye un antecedente particularmente valioso
para nuestro análisis.
4 Anuario del CIJS (2009-2010)
2. Marco teórico.
2
Pero si hay algo que debemos rescatar de estas corrientes es el abandono de cualquier aná-
lisis ingenuo de la realidad política y social. Partiendo del supuesto de actores con intereses
nos permite reconocer “la existencia de intereses contradictorios en la sociedad”, lo que cons-
tituye el punto de partida para que la superación de estas contradicciones se dé dentro de los
marcos democráticos (Acuña, 1995:116).
3
“Las instituciones son configuradas por la historia. Independientemente de los factores que
puedan afectar su forma, las instituciones tienen inercia y ‘robustez’. Son la encarnación de
los caminos históricos y de puntos cruciales: lo que viene primero condiciona lo que viene
después. Las personas pueden escoger sus instituciones, pero no las escogen bajo circuns-
tancias creadas por ellas mismas y su escogencia influye, a su vez, en las reglas bajo las cuales
escogerán sus sucesores” (Putnam, 1994:7/8).
4
Esta interdependencia en la toma de decisiones estratégicas implica tres propiedades: a) los
beneficios de cada actor dependen de las decisiones del conjunto de los actores intervinientes;
b) los beneficios de cada actor dependen de los beneficios de todos los actores intervinientes
y c) dado que el éxito de los objetivos buscados por un actor dependerá de las decisiones que
adopte el resto de los actores, la elección de cada actor depende de la elección del conjunto
de los actores (Acuña, 1995:117).
5
El concepto de institución emergente de esta combinación, es el proporcionado por North:
“Las instituciones son las restricciones ideadas por el hombre en la interacción política, social
y económica. Ellas se conforman tanto por limitaciones informales (sanciones, tabúes, cos-
tumbres y códigos de conductas) como por reglas formales (constituciones, leyes, derechos
de propiedad)” (North 1991:1). Traducción del autor.
6 Anuario del CIJS (2009-2010)
Dado que el juego del gallina es un modelo que sirve para analizar
situaciones de conflicto entre estrategias agresivas y conciliadoras6, resulta
útil para abordar la cuestión planteada en el presente artículo, relativa al en-
frentamiento entre el Gobierno Nacional y el sector agropecuario, en la lucha
por las retenciones a las exportaciones de la producción agropecuaria.
Este juego plantea una situación, de la cual toma su nombre, don-
de dos personas se desafían con sus automóviles en una carrera en línea
recta desafiándose y enfrentándose entre sí, hasta que uno de ellos se
muestre como gallina (cobarde), desviándose hacia la banquina y evitan-
do el choque inminente. La matriz costo/beneficio del juego se presenta de
la siguiente manera:
Jugador A
Cobarde Duro
Jugador B Cobarde 0,0 2,1
Duro 1,2 -1,-1
6
Este juego es también conocido como el del Halcón-Paloma, donde Halcón es el duro, el
agresivo, y Paloma, el conciliador, el pacifista.
Altavilla, Cristian - La coparticipación de las retenciones… 7
7
Esta es una de las diferencias con el dilema del prisionero, pues no pueden salir los dos juga-
dores con el máximo de ganancia, ambos valientes vivos (no existe el costo/beneficio 2,2). Ni
tampoco existe el costo/beneficio 1/1, porque la decisión de uno, modificará necesariamente
la ganancia del otro: el total de las utilidades colectivas a distribuir varía dependiendo de la
articulación de las estrategias de los actores (Acuña, 1995:117).
8 Anuario del CIJS (2009-2010)
8
Néstor Kirchner fue el primer Presidente de la historia argentina en no concurrir por varios
años seguidos a las exposiciones que anualmente realiza la Sociedad Rural Argentina. Este
evento ha sido, desde antaño, una tradición en la cual la presencia del Presidente de la Repú-
blica no podía faltar, aún cuando no fuera bien visto por los miembros de la Sociedad Rural y
ello se respetó incluso a riesgo de recibir abucheos y silbidos, como fueron los casos de Justo
y Alfonsín.
9
La entonces candidata presidencial, Cristina Fernández de Kirchner, anunciaba durante la
campaña electoral de 2007, que continuaría con las medidas económicas en materia de polí-
ticas agropecuarias implementadas desde 2002, pero que en su gestión, se daría prioridad a
la “redistribución de la riqueza”.
10
En este conflicto han ocurrido dos sucesos importantes en lo que respecta al sistema de
Relaciones intergubernamentales: una de ellas ha ocurrido por primera vez y la segunda ha
ocurrido en modo casi estable, al menos desde 1983. Por un lado, la primera de ellas, es la
aparición en escena de actores civiles, que desde una demanda particular (la derogación de
las retenciones a las exportaciones) hicieron del federalismo fiscal su bandera; en segundo
lugar, el rol decisivo que jugaron los gobernadores en la resolución del conflicto.
11
Estas entidades (que representan a los productores rurales, a los propietarios de tierras y
a los empresarios de maquinarias rurales) son la Sociedad Rural Argentina (SRA), presidi-
da por Luciano Miguens y por Hugo Biolcatti, como vicepresidente; la Federación Agraria
Argentina (FAA), presidida por Eduardo Buzzi; Confederaciones Rurales Argentinas (CRA),
presidida por Mario Llambías y CONINAGRO (Confederación Intercooperativa Agropecuaria
Limitada), presidida por Fernando Gioino. Estas cuatro entidades fueron las que llevaron a
cabo las medidas de fuerza y las negociaciones con el Gobierno Federal. La quinta entidad
Altavilla, Cristian - La coparticipación de las retenciones… 9
Gobierno Nacional
Entidades Cobarde Duro
del campo (derogar las (imponer a toda
retenciones) costa)
Cobarde 0,0 2,1
(aceptar las
retenciones)
Duro 1,2 -1,-1
(oponerse a toda costa)
¿Por qué fue tan rápida la respuesta del Campo? El hecho es que
los problemas venían desde hacía tiempo, y sobre todo con las dos últimas
gestiones (continuación una de la otra en cuanto a políticas económicas),
situación que se exacerba aún más si tenemos en cuenta la vieja disputa
entre el modelo agro-exportador y el industrial, vigente prácticamente des-
de los inicios de nuestra nacionalidad14.
Los representantes del campo argüían que la medida resultaba
confiscatoria y perjudicaba principalmente a los pequeños productores15,
las que además se conjugaban con otra serie de críticas a las políticas agro-
pecuarias: el precio del gasoil y de los fertilizantes, el cierre de las expor-
taciones de trigo y la restricción de carnes, etc. Desde la Confederación de
Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) se sostuvo
la “constante y creciente exacción al sector agropecuario” y consideró el
aumento de las retenciones “un nuevo zarpazo del Gobierno”.
La medida adoptada consistía en la no comercialización de sus
productos y, según manifestó el presidente de CRA, tenían el objetivo de
ser atendidos por el Gobierno, es decir, querían diálogo. Pero se mostraron
duros: “Seguir actuando en contra del campo origina un reclamo que va a
terminar en una protesta más fuerte” (Miguens)16.
[2º round] El Gobierno no dio marcha atrás y no sólo defendió la
Resolución, sino que incluso endilgó a los productores una medida “des-
mesurada”. Para el Gobierno la decisión implicaba una redistribución de
la riqueza, por ello, desde su discurso, exigió “a los ruralistas que admitan
que ‘ganaron mucha plata’ y que ‘el Gobierno los ayudó mucho no sólo
con el gasoil subsidiado sino también con la devaluación’”17 y presentó un
nuevo esquema de retenciones móviles para los granos, que implica una
recaudación de US$ 2.000.000.
El campo dobló la apuesta (se aferra al volante). Las cuatro entida-
des deciden la prolongación del lock out por doce días más a lo que se su-
maron otras medidas de fuerza, esta vez de los propios productores y em-
14
El debate siempre se planteó en los términos país agro-exportador o país industrial y cada
gran etapa de la historia de la Argentina ha tenido su debate y sus actores: el Interior contra
Buenos Aires, entre 1810 y 1830, el debate entre Ferrer y Roxas y Patrón, durante la época ro-
sista, las medidas proteccionistas de Avellaneda, continuadas por la Generación del ‘80 (sólo
por algunos Presidentes, como Roca) frente a las medidas de librecambio propugnadas por el
sector ganadero y mercantil de Buenos Aires, etc.
15
Este argumento fue utilizado indistintamente por ambas partes. Desde el Gobierno se de-
cía que las retenciones no afectarían a los pequeños productores y se establecerían además
una serie de medidas tendientes a favorecer su situación. El campo, por su parte, sostenía
justamente lo contrario. Para ambos, este argumento equivalía a granjearse la simpatía de los
pequeños productores —la mayoría— y su apoyo sería, sobre todo en los primeros momen-
tos, decisivo para lograr las metas planteadas.
16
Diario Clarín, miércoles 12/03/2008.
17
Aníbal Fernández, Jefe de Gabinete, Diario Clarín, jueves 13/03/2008.
Altavilla, Cristian - La coparticipación de las retenciones… 11
pleados afines, produciéndose así los primeros cortes de rutas y los tracto-
razos que impidieron el transporte de cargamentos de hacienda y cosechas
en distintos puntos del país (Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba). El campo
se había granjeado el apoyo de los pequeños y medianos productores. En
el ínterin de esta prolongación del paro, el sector agropecuario (esta vez
dirigentes de las entidades financieras y los productores) lanza amenazas
de prolongar el paro por tiempo indefinido.
[3º round] El Campo se le adelanta esta vez al Gobierno (acelera), y
sin esperar el mensaje presidencial, que se daría ese mismo día, se declara
la prolongación por tiempo indefinido del paro. La Presidente, como estaba
previsto, dio su discurso y defendió la resolución, dando explicaciones so-
bre sus razones (lograr una mayor redistribución de las riquezas, aunque
no aclaró cómo se haría, sino bastante tiempo después, el 10 de junio). En
esa misma alocución, dirigió fuertes críticas a los representantes del cam-
po y tildó las medidas adoptadas como “piquetes de la abundancia”, expre-
sión que contribuyó a caldear los ánimos.
La reacción por parte del campo no se hizo esperar, a las cuales y
de modo espontáneo, se les sumó una importante multitud en la Capital
Federal y en diversas localidades del país, realizando cacerolazos en apoyo
del campo. Uno de los dirigentes oficialistas, Luis D’Elía, denunció públi-
camente la posibilidad de un golpe de Estado por parte de los manifestan-
tes que exigían la renuncia de la Presidente.
[4º round] El Gobierno Nacional pisa el acelerador, declarando que
no dialogará con las entidades del campo a menos que éstas cesen con la
medida de fuerza adoptada. En otro discurso presidencial, se sostuvo que
no se dialogaría sin que se levanten los paros y los cortes de rutas. Endilgó
a los manifestantes estar en contra de la política de derechos humanos que
lleva adelante su gestión y que los pedidos de renuncia que circulaban por
internet no fueron espontáneos, enrostrando así, la naturaleza de carácter
político de las actitudes adoptadas por los ruralistas. En el acto, la Presidente
se mostró con el Gabinete en pleno, el ex Presidente Néstor Kircher y varios
gobernadores oficialistas. Simultáneamente, el Gobierno preparó un acto
masivo en Plaza de Mayo mientras el Ministro de Economía emitía un docu-
mento donde se rechazan los argumentos esgrimidos por los ruralistas.
Si bien por un lado, desde el discurso oficial, se llamaba al diálogo
con una actitud conciliadora (con la condición de que cesen los cortes),
por el otro, de modo más informal, a través de “voceros no oficiales”, las
críticas al sector agropecuario eran cada vez más duras y con una fuerte
connotación ideológica18.
18
Se reinsertó así en la sociedad argentina el debate entre la oligarquía —identificada desde
antaño con el sector ganadero— y el resto de la sociedad. Se identificó al sector con los que
12 Anuario del CIJS (2009-2010)
iban en contra de los derechos humanos, con aquellos que estuvieron en contra de los Go-
biernos peronistas (los gorilas), con los golpistas, con aquellos que buscaban la desestabiliza-
ción institucional, con los que apoyaron al último Gobierno militar, etc.
19
Clarín, jueves 27/03/2008.
20
Diario Página 12, jueves 27/03/2008.
21
Esto provocó un creciente compromiso de distintas organizaciones de la sociedad civil en
el conflicto Gobierno-campo, que fueron tomando parte de uno u otro lado.
22
Diario Clarín, viernes 28/03/2008.
Altavilla, Cristian - La coparticipación de las retenciones… 13
23
El Gobierno produjo dos modificaciones a la Resolución Nº 125. La primera por Res.
Nº 284/2008 y Nº 285/2008, del 18 de abril (anunciadas el 31 de marzo), en las que se estable-
cía un sistema de compensaciones a los pequeños productores de soja y girasol; la segunda,
del 31 de mayo, complementaria de la primera, se redujo la tasa de retención —en caso que
el precio de los granos superara los US$ 600 por tonelada— de un 95% del excedente, a un
52,7% y subiendo el mínimo a US$ 750 (éste era uno de los aspectos más criticados por las
entidades del campo, Diario La Nación, viernes 30 de mayo 2008). Las modificaciones fueron
establecidas unilateralmente por el Gobierno, sin participación de las entidades agrarias. El
esquema de retenciones móviles siempre quedó vigente.
24
En el mismo se proponía ratificar —en general— el sistema de retenciones originario con
algunas modificaciones: estableció aumentos para la soja y el girasol y reducciones para el
maíz y el trigo. La más importante de ellas fue tal vez la creación del Fondo de Redistribución
Social, compuesto con los fondos que se recaudasen durante 2008 y 2009 en concepto de
derechos de exportación que superen el 35% neto de las compensaciones que fijan las Res.
Nros. 285 y 285 del 18/04/2008 (art. 4º del proyecto) y serían destinados a hospitales públi-
14 Anuario del CIJS (2009-2010)
mismo entró en la Cámara de Diputados (art. 52, CN) que lo aprobó por
una ajustada minoría (129 votos a favor, 122 en contra y dos abstencio-
nes), con ciertas modificaciones25 y pasó a la Cámara de Senadores, para
su sanción completa y su conversión en Ley de la Nación. Los ruralistas
no habían estado conformes con el Proyecto enviado por el Ejecutivo y
pidieron que el mismo pueda ser modificado en las sesiones del debate
parlamentario.
En una sesión histórica, donde se produjo un empate en la vota-
ción (26 votos positivos contra 26 negativos) decidió el Vicepresidente de
la Nación (art. 57, CN)26, de modo negativo, es decir, en contra del proyec-
to oficial. La Cámara de Senadores rechazó el proyecto oficialista —y por
tanto caía la vigencia de la Resolución 125 —y sólo bastaban los trámites
de rigor: la comunicación al Poder Ejecutivo Nacional, su ejecución y su
publicación27.
El Congreso, más que actor de la contienda, pasó a ser el nuevo
ámbito de las discusiones y presiones de uno y otro actor. Esta pudiera ha-
ber sido una solución hobbesiana al conflicto, actuando el Congreso como
ese tercero imparcial, colocado por encima de los contendientes y por so-
bre el juego mismo, que imponga las sanciones correspondientes al actor
que haya traicionado el accionar colectivo (Acuña 1995:119/120). Pero
como veremos, ello no resultó así. Una de las características —la principal
tal vez— de este tipo de solución es que el tercero imparcial, el árbitro, ten-
ga la capacidad de aumentar en forma autoritaria los costos, redefiniendo
la estructura costo/beneficio de las opciones de los contendientes, tornan-
do dominante así la estrategia de colaboración. Pero, como bien señala
Putnam, “el problema fundamental es que la imposición imparcial es en sí
misma un bien público, sujeto al mismo dilema básico que trata de resol-
ver” (1994:209).
[El último round] Su decisión pareció hacer perder la carrera a la
Presidente, pero ésta decidió arrancar el volante. La suerte de su contrin-
cante estaba echada. Se recurrió a una estrategia tan peligrosa como inno-
cos y centros de salud (60%), viviendas populares urbanas o rurales (20%) y caminos rurales
(20%) (Art. 5º).
25
Algunas fueron introducidas por el bloque oficialista y otras por bloques opositores. De los
8 artículos iniciales, se pasó con 26. En uno de los aspectos más importantes, este proyecto
aclaraba que se ratificaba la Resolución Nº 125 y declara que la ley no afectaría las atribucio-
nes que el Código Aduanero le confiere al PEN.
26
Trece senadores oficialistas habían votado en contra del proyecto.
27
En efecto, la Presidente ordenó por Decreto Nº 117 (del 18/07/2008) al Ministro de Eco-
nomía que limite la vigencia de la resolución 125, restableciendo las Res. Nº 368 y 369 (del
07/11/2007), que eran las que se aplicaban antes del 11 de marzo y que establecían retencio-
nes a tasas fijas para los granos exportados. Dando cumplimiento, el Ministro de Economía
—Carlos Fernández— sancionó las Resoluciones Nros 180, 181 y 182 de 2008.
Altavilla, Cristian - La coparticipación de las retenciones… 15
vadora, pero bien conocida por los actores que se mueven en esa arena:
tentó a los gobernadores con la coparticipación de la soja28.
El 19 de marzo de 2009, firmó el Decreto de Necesidad y Urgencia
(DNU) Nº 206/2009 y el mismo día lo anunció públicamente, sorprendien-
do incluso a los propios gobernadores (todos asistieron, con excepción de
los gobernadores de Córdoba y Santa Fe, Juan Schiaretti y Hermes Binner,
respectivamente). Con esta medida, que según la propia Presidente “no es
poco, es mucho” (ya que representa un 11% del monto total coparticipa-
ble29), se disponía la creación del Fondo Federal Solidario, por el que el
30% de los ingresos por retenciones a la soja, sería coparticipado con las
provincias, de los cuales a su vez, el 30% que recibieran, de adherirse, debía
ir destinado a sus municipios. Su finalidad era financiar, en provincias y
municipios, obras que contribuyan a la mejora de la infraestructura sanita-
ria, educativa, hospitalaria, de vivienda o vial en ámbitos urbanos o rurales
(art. 1º, del decreto)30.
En el comunicado oficial (como en los considerandos del DNU)
se fundamentó la medida en la crisis internacional y en las políticas de re-
distribución de la riqueza, que habían sido, desde la campaña electoral, la
principal arma del Gobierno.
Pero tres objetivos subyacían a la medida: a) Saltear la instancia
parlamentaria31, ya que no cuenta con las mayorías necesarias para im-
poner su proyecto32; b) Alinear a gobernadores e intendentes a la agen-
28
La innovación de la estrategia reside en que es la primera vez en la historia que se copartici-
pa un derecho de exportación. El texto del DNU resalta que esos derechos de exportación son
exclusivos del Gobierno Nacional, pero éste los cede parcialmente para “reforzar los presu-
puestos” de provincias y municipios ante una situación “excepcional” de “crisis de inusitadas
características” (Diario Clarín, viernes 20/03/2009).
29
Según el cálculo oficial, las provincias recibirían $ 6.520 millones más, cerca de un 11% de
lo que se distribuye hoy por hoy en la masa coparticipable.
30
La propia normativa prohíbe emplear los fondos para otros gastos, y expresamente lo hace
para los gastos corrientes, por lo que estamos en presencia de un sistema de asignaciones espe-
cíficas, condicionadas a una determinada finalidad.
31
El hecho de que la coparticipación sea mediante DNU del PEN, implica otro beneficio adi-
cional; significa que cuando éste lo desee (si los gobernadores no se muestren adeptos, por
ejemplo), puede derogarlo sin más. Ello implica que por más que los montos se envíen de
forma automática, como lo establece el mismo decreto, y que por tanto el envío de los fon-
dos escaque a la discrecionalidad presidencial, la existencia misma del Fondo depende de la
voluntad del Presidente. Ante las propuestas de coparticipar el 100% del impuesto al cheque,
que se debaten hoy en el Congreso, la Presidente ya advirtió que derogaría el DNU si se aprue-
ba el proyecto.
32
El mismo día del anuncio, horas antes, en la Cámara de Diputados y a pedido de las banca-
das opositoras, se reunieron los legisladores para discutir la baja de las retenciones. No logra-
ron quórum por la no concurrencia de los diputados kirchneristas (fueron 108 legisladores,
faltando para el quórum 21). El proyecto (impulsado por la UCR, la Coalición Cívica, el PRO
y otros 15 bloques) intentaba reducir las alícuotas en varios puntos, pero además proyectaba
establecer un tope de producción para que los chacareros más chicos tributen 0% y finalmen-
16 Anuario del CIJS (2009-2010)
te, le restituye la facultad al Congreso de fijar las retenciones. Seis diputados —que responden
al senador por Santa Fe, Reutemann, y a Schiaretti—, apoyaron el proyecto.
33
Terminado el acto, el ex Presidente Néstor Kirchner le manifestó a un grupo de intendentes
santafesinos “Ahora los senadores van a tener que defender a sus provincias”.
34
Uno de los referentes de la oposición, Gerardo Morales, Senador por Jujuy y Presidente
de la UCR, fue —a nuestros efectos— el más gráfico de todos: “el Gobierno ‘le quiere mojar
la oreja al campo. Les dice: no te bajo las retenciones y sigo por el mismo camino’” (Diario
Clarín, sábado 21/03/2009).
Altavilla, Cristian - La coparticipación de las retenciones… 17
35
El ex gobernador de Río Negro (Pablo Verani), aliado al Gobierno, sostuvo que “las grandes
provincias se llevan la tajada del león. Fíjese: las provincias en este momento deben alrededor
de $ 90.000 millones a la Nación, y del ’94 hasta ahora es mucha más la cifra con la que se que-
dó la Nación. Si como contrapartida de eso nos quieren decir cómo se subsidia el combustible
para los que menos tienen, cómo se subsidia la energía, etcétera, que son argumentos impor-
tantes del Gobierno Nacional, le digo que las provincias nuestras son las que más lo sienten.
Porque el petróleo lo producimos nosotros, la energía sale del Chocón, Alicurá, etcétera, y no
tenemos ninguna contrapartida beneficiosa” (en Diario Parlamentario.com, 30/05/2008).
36
Ésta última sufrió una importante fragmentación como consecuencia de las distintas alian-
zas que establecieron algunos dirigentes radicales (sobre todo gobernadores y, en menor
importancia, algunos diputados y senadores) con la alianza partidaria impulsada por el
kirchnerismo, Frente para la Victoria (FPV). Éstos —llamados radicales K— sufrieron por
parte del propio partido Radical severas sanciones. Ejemplo de ello, fueron Cobos (que in-
tegra con Cristina Fernández la fórmula presidencial como Vicepresidente y Pablo Verani,
gobernador de Río Negro), quien, en alianza electoral con el Kirchnerismo, formaron la
Concertación Plural promovida desde el Gobierno Nacional; a ambos le valió la exclusión
misma del partido.
18 Anuario del CIJS (2009-2010)
37
Por su pertenencia partidaria (PJ), tenía cercanía al Gobierno Nacional, pero no conforma
la alianza FPV. Su antecesor en la gobernación —De la Sota— había sido un acérrimo aliado
de Néstor Kirchner, pero a la finalización de ambos mandatos, se habían distanciado, habién-
dolo hecho, en consecuencia, los continuadores de ambos: Cristina Fernández y el mismo
Schiaretti. Por otra parte, además del conflicto con el campo, mantenía una seria disputa con
el Gobierno Nacional por fondos de la Caja Previsional (la provincia reclamaba el financia-
miento del déficit previsional de $ 780 millones), conflicto que se desarrolló en paralelo al del
campo y que mantuvo en vilo al gobernador, pues si se alineaba con el Gobierno Nacional,
podría solucionar su problema de caja, pero ello implicaría desprenderse de su electorado lo-
cal. Si avalaba los reclamos de los ruralistas locales, entorpecería la relación con el Gobierno
Nacional y podía ser víctima de un severo castigo (el no envío de los fondos). Este caso, al igual
que el de los otros cuatro gobernadores, es un interesante hecho que podría ser analizado
desde el dilema del prisionero.
Altavilla, Cristian - La coparticipación de las retenciones… 19
—si bien del PJ, no lo es del FPV— fue uno de los más intransigentes anti-
kirchneristas, y uno de los primeros gobernadores en salir a criticar al Go-
bierno Nacional, tomando como bandera de sus reclamos la nueva ley
de coparticipación e interpuso ante la CSJN una demanda solicitando
la nulidad de las retenciones móviles y el pago de los fondos copartici-
pados atrasados. Con esto se estableció un importante precedente en la
materia, siendo la primera vez en la historia que se recurría a la Corte
para reclamar fondos coparticipables. A esta iniciativa se sumarían otros
gobernadores: Brizuela del Moral (Catamarca, ex Radical K) acompañó
aquél reclamo y otro efectuado por la UCR del mismo tenor. En estos re-
clamos se exigían distintas cuestiones que giraban en torno al Régimen
de Coparticipación (cumplimiento del piso mínimo del 34% previsto por
la Ley 23.548, los fondos coparticipados adeudados e incluso de otras
transferencias de la Nación que ésta venía incumpliendo – programas de
vivienda, asistencia social directa, etc.). Mario Das Neves (Chubut, PJ),
otro gobernador díscolo, reclamó a fines del 2009 ante la CSJN el reinte-
gro de fondos coparticipables derivados de la ley del cheque (adeudados
desde diciembre 2006) que se sumaba a otra demanda por la mala liqui-
dación de las regalías petroleras. Arturo Colombi (Corrientes) un radical
K y aliado al Gobierno, realizó reclamos a la Nación por incumplimiento
del Convenio del Programa de Asistencia Financiera (PAF), por el que se
refinancian las deudas provinciales y más adelante lo haría ante la Corte,
para reclamar el cumplimiento de la garantía del 34% y por el giro de $80
millones, correspondientes a una deuda de ANSeS con la caja previsio-
nal local. Celso Jaque (Mendoza) y Oscar Jorge (La Pampa) son otros dos
casos de gobernadores aliados (ambos del FPV) que iniciaron reclamos
ante la Corte Suprema38.
En una posición más moderadora, se encontraba, como dijimos,
el gobernador de la Provincia de Santa Fe, Hermes Binner, quien negó la
suma del giro por coparticipación declarada por la propia Presidente y ter-
minó acompañando a las provincias demandantes ante la Corte.
38
Ambas provincias pretenden una indemnización por haber sido excluidas del Acta de Re-
paración Histórica que dispuso un régimen de promoción industrial para San Juan, San Luis,
Catamarca y La Rioja. Ya hay un dictamen favorable de la Procuración (Diario Clarín, jueves
18/03/2010).
20 Anuario del CIJS (2009-2010)
39
Biolcatti manifestó, al momento de declararse el décimo paro contra el Gobierno, que “los
1.770 millones de dólares que ahora el Gobierno promete distribuir entre las provincias equi-
valdrían a una rebaja de 15 puntos en las retenciones a la soja, que siguen en 35%” (Diario
Clarín, sábado 21/03/2009).
40
“La medida de fuerza terminará a la medianoche del viernes 27. [El 31] la Mesa de
Enlace debería ser convocada a una nueva reunión con los negociadores del Gobierno.
Todos dudan de que vaya a suceder, pero no importa. Si no hay invitación, en este par-
tido interminable la pelota quedaría otra vez en la cancha kirchnerista” (Clarín, sábado
21/03/2009).
41
Entre los argumentos de los opositores, se destacan los de Colombi, para quien, si bien la
medida es “confrontativa”, era necesario el dinero por el mal momento financiero que atra-
vesaba la provincia, pero aclaró que no dejaría de lado los otros reclamos que lleva adelante
y el proyecto de coparticipación del IVA y de Ganancias. Schiaretti sostuvo que “no enviará
a la Legislatura el proyecto de ley que implique la adhesión … hasta tanto no acuerde con la
Mesa de Enlace el destino que los representantes agrarios consideran que deben tener esos
fondos… Es dinero del campo, ellos tienen que opinar’ tras asegurar que consensuará con los
ruralistas qué obras se harán con ese dinero. Reiteró que deben bajarse las retenciones a la
soja y reclamó una vez más la necesidad de una nueva Ley de Coparticipación Federal (Dia-
rio El País, lunes 23/03/2009). Rodríguez Saá, se adhirió pero “con reservas porque mantiene
su postura en contra de la forma en que fueron establecidas las retenciones” (Diario DERF,
jueves 29/04/2009).
Altavilla, Cristian - La coparticipación de las retenciones… 21
42
A la inversa de lo que sucedió con el nivel nacional en la década de los ‘90, donde a través
de una importante proceso de Reforma del Estado, este nivel evolucionó hacia un Estado mí-
nimo, desprendiéndose de un importante cúmulo de competencias, los niveles subnaciona-
les continuaron con el modelo de estado intervencionista, quedando a cargo de importantes
22 Anuario del CIJS (2009-2010)
servicios y competencias, a los que además se le acumularon los que la Nación descentralizó
en salud y educación (Cao y Rubins, 1991).
43
Por un lado, el oportunismo, a través de decisiones inesperadas con impactos negativos
(Jordana, 2002:42), se manifiesta en el establecimiento de la coparticipación de las re-
tensiones, que ha puesto a los gobernadores en una situación de decisión (en un dilema):
o se alinean al Gobierno Nacional, y reciben los recursos para sus arcas maltrechas o se
alinean a los reclamos del campo, aunando sus esfuerzos para una mejor distribución
de los recursos y lograr establecer el régimen de coparticipación que establece la Cons-
titución. El oportunismo ha quedado de manifiesto en el hecho casi evidente de que la
coparticipación de la soja no ha sido sino, un último intento por ganar la carrera, cuando
de otra manera no se hubiera producido. Por su parte, los gobernadores —sobre todo los
opositores— no dudaron en acceder a esta propuesta, en clara autocontradicción, aún a
pesar de inclinar la balanza a favor del nivel central y en detrimento de quienes decían
defender, pues su adhesión implicó, inevitablemente, dar la razón al Gobierno en esta
contienda. Por otro lado, el clientelismo, manifestado en la tendencia de utilizar los fon-
dos con fines proselitistas, sea para convencer a los de la oposición, o de premiar la fide-
lidad de los aliados, o en definitiva, de quienes el Presidente desee asegurarse el apoyo
(Jordana, 2002:42, Novaro, 2001), ha quedado de resalto en el hecho de que el Gobierno
Nacional, a través de una alta discrecionalidad en el manejo de los fondos, otorgó impor-
tantes recursos a las provincias, con el claro propósito de alinear a gobernadores díscolos
a la agenda presidencial.
Altavilla, Cristian - La coparticipación de las retenciones… 23
7. Reseña Bibliográfica
Abal Medina, Juan Manuel y CALVO, Ernesto (editores), El federalismo electoral argenti-
no. Sobrerrepresentación, reforma política y Gobierno dividido en la Argentina, INAP-Eude-
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Gibbons, Robert; Un primer curso de teoría de juegos, ed. Antoni Bosch, 1992
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gubernamentales, con particular referencia la República Argentina”. Anuario VIII del Centro
de Investigaciones Jurídicas y Sociales -CIJS-2004/2005, Facultad de Derecho y Ciencias So-
ciales, UNC. Cba., 2005.
Putnam, Robert D.; Para hacer que la democracia funcione. La experiencia italiana en
descentralización administrativa, Editorial Galac, Caracas, Venezuela, 1994.
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ción racional”, en Revista Uruguaya de Ciencia Política - 16/2007 - ICP – Montevideo, 2007.
Subik, Martín, Teoría de juegos en las Ciencias Sociales. Conceptos y soluciones, F.C.E., Méxi-
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Tommasi, Mariano y SPILLER, Pablo (directores); Las fuentes institucionales del desarrollo
argentino. Hacia una agenda institucional, CEDI, Fundación Gobierno y Sociedad, Bs. As.,
2000.
Wright, Deil S., Para entender las relaciones intergubernamentales, FCE, México, 1997.
uu
El ERSeP: Evaluación Crítica
Consideraciones introductorias
el Estado” (capítulo 1); “Deberes del Estado Provincial” (capítulo 2); “Dere-
chos de los Usuarios de los Servicios Públicos” (capítulo 3); “Ente Regulador
de los Servicios Públicos” (capítulo 4) y “Derechos de los Consumidores” (ca-
pítulo 5).
Según se observa, en este plexo de derechos reconocidos no solo
a los usuarios y consumidores, sino a toda persona en relación al Estado
provincial, es que se crea el ERSeP.
El diseño legal
A- 1. Autarquía
De conformidad al artículo 21 de la Ley 8835, el ERSeP es creado en
el ámbito del Poder Ejecutivo Provincial, en la Jurisdicción del Ministerio
de Obras Públicas, pero con carácter de organismo autárquico, con “perso-
nalidad jurídica de derecho público del Estado Provincial y capacidad para
actuar pública y privadamente, individualidad financiera y patrimonio
propio” (artículo 21, primer párrafo).
Se le otorga al ERSeP la atribución de darse a sí mismo su propia
organización interna (artículo 21, segundo párrafo).
El diseño apunta, pues, a fortalecer su independencia o autonomía
respecto de los ámbitos superiores de la Administración Pública provin-
cial.
Dicho carácter aparece corroborado en cuanto las resoluciones
que dicta el ente causan estado, agotando la vía administrativa, de tal suer-
te que sus actos no requieren ser impugnados, vía alzada, por ante otra
autoridad administrativa de rango superior, esto es, ni por ante el Ministro
de Obras Públicas, ni por ante el Gobernador de la Provincia. De sus reso-
luciones queda expedito el control judicial, a través de una acción conten-
cioso administrativa, debiéndose cumplir con los plazos y procedimientos
procesales que preve la legislación procesal de este fuero, es decir, de la Ley
provincial 7182 (artículo 33).
A- 2. Directorio
También tiende a apuntalar, al menos parcialmente, el carácter au-
tónomo del Ente, el período de duración de su Directorio, que, de confor-
midad al artículo 26, es de (5) años, pudiendo ser reelegidos por una sola
vez.
Es de tener presente que las autoridades de carácter político y de
origen electivo —Legislatura y Poder Ejecutivo— tienen una duración en
Barbará, Jorge Edmundo - El ERSeP: Evaluación Crítica 27
sus cargos de (4) años1. Al exceder este plazo, consideramos que el Directo-
rio gana en independencia respecto de las autoridades políticas.
Sin embargo, esta misma disposición —artículo 26— nos merece
algunas observaciones en cuanto al carácter de autonomía que venimos
analizando.
Y ello porque el Directorio pareciera concebírselo como órgano
preferentemente político, antes que técnico.
En nuestro concepto, es la experticia del regulador aquello que se
supone legitima su posición y sus funciones.
Sólo su experticia —además, ciertamente, de su idoneidad ética—
lo pondrán en condiciones de advertir, y rechazar, los previsibles intentos
de cooptación por parte de las autoridades políticas, de captura por parte
de los operadores privados, de captura a la inversa por parte de los usua-
rios y consumidores e, inclusive, de la eventual ineficacia de las propias
estructuras administrativas del Ente.
En lugar de requerir un nivel aceptable de experticia por parte de
los eventuales candidatos a integrar el Directorio, el artículo 26 entiende
que “los miembros del Directorio deberán observar los mismos requisitos
que para ser Diputado Provincial”.
Ciertamente que los requisitos para ser Legislador deben ser los
más generosos y amplios posibles, en orden a la amplitud que el sufragio
universal, general e igual que la legislación democrática moderna prescri-
be.
Inclusive a un analfabeto no debe limitarse su derecho a represen-
tar al pueblo.
Pero en un órgano altamente especializado, como debiera caracte-
rizarse el ERSeP, motivado por un complejo y alto grado de división del tra-
bajo social, que precisamente requiere una labor de experticia las más de
las veces interdisciplinaria, con capacidades y competencias susceptibles
de apartarse razonablemente de las vicisitudes políticas, aparece como un
contrasentido referenciar su composición personal a la del órgano político
por excelencia que significa el Poder Legislativo.
Ahora bien, si bien es cierto el Ente no es un órgano político que
formula políticas públicas, sino un órgano técnico que primordialmente
las ejecuta, no es menos cierto que su legitimidad, haciendo abstracción de
su experticia, se debe a la autoridad democrática que lo designa. Y en este
sentido, pareciera que un adecuado reforzamiento de su independencia
debiera compadecerse con algún grado de intervención del Poder Legisla-
tivo, de tal manera que el nombramiento no sea discrecional por parte del
1
Constitución de la Provincia de Córdoba, artículos 83 y 139, para Poder Legislativo y Poder
Ejecutivo, respectivamente.
28 Anuario del CIJS (2009-2010)
2
En verdad, la independencia de un Ente Regulador queda mejor asegurada si su respon-
sabilidad se reporta y es juzgada por el Poder Legislativo, antes que por el Poder Ejecutivo,
aunque a este último le sean reconocidas facultades de designación de su Directorio, tam-
bién con intervención del órgano legislativo. Ludolfo Paramio (2008), al referirse al “Estado
Regulador” como alternativa de los gobiernos populistas en Latinoamérica, entiende como
“Estado Regulador” aquél que, en el marco de las privatizaciones, llevó a la creación de or-
ganismos reguladores: “La explosión de organismos reguladores, particularmente en sectores
como los de la energía y las telecomunicaciones, ha llevado a hablar de capitalismo regulado
o de que hemos entrado en la era del Estado Regulador… Ahora bien, el proceso al que asisti-
mos parece ser el de un auge de la regulación, no ya sobre el sector privado, sino también en el
sector público, paralelo a la tendencia hacia una “sociedad de auditoría”…” (2008:44 y 45). En
ese marco, Paramio se pronuncia por la dependencia de los organismos reguladores ante el
órgano legislativo, y no ante el ejecutivo, en los siguientes términos: “… Tanto si involucran al
sector público como al privado —o una combinación de ambos—, su puesta en práctica puede
estar regulada y auditada por organismos independientes del ejecutivo pero responsables ante
el legislativo, que garanticen la transparencia y la eficiencia…” (2008:45).
Barbará, Jorge Edmundo - El ERSeP: Evaluación Crítica 29
3
Estas reflexiones parten de la experiencia constatable en el Directorio del ERSeP. De hecho,
su integración, tanto por parte del oficialismo cuanto por parte de la oposición, se ha encon-
trado constituida, normalmente, por dirigentes que se han destacado por el cumplimiento de
roles o funciones políticas, no técnicas, conforme a la deseable experticia requerida por parte
de un organismo de clara naturaleza técnica, y no política. Un caso emblemático lo consti-
tuyó la propuesta efectuada por el opositor Partido Nuevo a integrar el Directorio del ERSeP
de uno de sus más relevantes actores políticos, el cual había demostrado una inclaudicable
y férrea línea de oposición al oficialismo en la Legislatura de la Provincia de Córdoba al mo-
mento de desempeñarse como Legislador. De manera por demás curiosa, y virtualmente sin
fundamento, se dedujo contra él una acción judicial ante la justicia civil por supuesta incom-
patibilidad para ejercer el cargo de Director para el que había sido propuesto, lo cual moti-
vó finalmente que el Partido Nuevo propusiera otro candidato. No deja de sorprender que
quien dedujera semejante acción judicial, terminara consintiendo expresamente en el propio
juicio que el candidato que había impugnado, era plenamente hábil e idóneo para cumplir
cualquier función pública, sin reserva ni observación alguna, ciertamente después que aquél
fuera sustituido para integrar dicho Directorio.
Tales extremos pueden constatarse en las actuaciones obrantes en autos “Vieyra Hipólito
Amadeo c/Aguas Cordobesas S.A. y otro –Acción declarativa de certeza”, tramitados ante el
Juzgado de 1º Instancia y 32º Nominación en lo Civil y Comercial de la Ciudad de Córdoba.
En dicho juicio se impugnó la candidatura del periodista Ricardo Oscar Fonseca para in-
tegrar el Directorio del ERSeP. Dicho juicio finalizó a través de un acuerdo en el cual todas
las partes, incluyendo, naturalmente, al impugnante, manifestaron: “Las partes reconocen
expresamente la idoneidad del Sr. Ricardo Oscar Fonseca a los efectos de ser designado o
cumplir funciones en cualquier cargo o posición en los ámbitos de los Poderes, Reparticiones
u Organismos Públicos, tanto nacional, provincial cuanto municipal. Reconocen también
expresamente que no le afecta causal de incompatibilidad alguna, ni ética ni jurídica, a ta-
les efectos”. Según se advierte, claramente, aquello que había motivado una vacancia en el
Directorio del ERSeP dio por resultado una inequívoca controversia de carácter político,
tanto para la oposición cuanto para el oficialismo sin que las razones de carácter técnico
hubieran asumido rol alguno en la discusión sobre la propuesta y su impugnación.
30 Anuario del CIJS (2009-2010)
4
En efecto, tanto el Partido Nuevo cuanto la Unión Cívica Radical, en su respectivo carácter
de partidos políticos de oposición al gobernante político Unión por Córdoba (una alianza de
partidos conducida por el Partido Justicialista), han provocado la separación de miembros
del Directorio que ellos mismos habían propuesto, por cuestiones de mera política interna
de ambas agrupaciones, durante el transcurso mismo del período de gestión del Director que
esos mismos partidos habían propuesto. Y así, con fecha 15 de setiembre de 2006, la Unión
Cívica Radical solicitó designar al Dr. Alberto Marcos Zapiola para el cargo de Director del
ERSeP en sustitución del Ingeniero Felipe Ricardo Rodríguez, antes del vencimiento del man-
dato de este último. Por decreto del Poder Ejecutivo Provincial número 1370 del 23 de octubre
de 2006 se procedió a dicha sustitución, designando al nuevo candidato propuesto. Asimis-
mo, con fecha 10 de marzo de 2008, los partidos Nuevo y Córdoba en Acción solicitaron la
designación del Ingeniero Rubén Borello para el cargo de Director del ERSeP en sustitución
del Contador Eduardo Gabriel Fernández, también antes del vencimiento del mandato de
este último, acogiendo el Poder Ejecutivo Provincial la sustitución, designando el nuevo can-
didato propuesto, por decreto número 286 de fecha 10 de marzo de 2008.
32 Anuario del CIJS (2009-2010)
A- 3. Recursos
Entendemos que también opera a favor de la autonomía del Ente,
la previsión contenida en el artículo 31 referida a los recursos del mismo.
Y ello porque, entre sus ingresos, establece una tasa a cargo de los
usuarios de los servicios regulados, “que no podrá exceder del 1,5% y que se
calculará sobre el monto de la facturación bruta”, tasa de regulación que se
fija anualmente por el ERSeP, “quién tendrá facultades para diferenciarlas
para cada tipo de servicios” (artículo 31, inciso a) primer párrafo).
Cabe aclarar que el porcentaje legalmente autorizado en concepto
de tasa de regulación —hasta el 1,5 %— se calcula sobre la facturación bru-
ta del prestador u operador, público o privado, pero a cargo del usuario.
El porcentaje varía según fuere el tipo de servicios —provisión de
agua, servicio eléctrico, transporte, etc.—y en la práctica, el ERSeP somete
anualmente el respectivo porcentaje a aprobación de la Legislatura Provin-
cial a los efectos de su inclusión en la ley impositiva anual.
Para el caso del servicio eléctrico, el artículo 31, inciso a) segundo
párrafo, remite al artículo 29 de la ley 8837, el cual establece, para el sec-
tor eléctrico una tasa de regulación bimestral a cargo de los transportistas,
distribuidores y comercializadores, en favor del ERSeP “de hasta cinco dé-
cimas por ciento (0,5%) de la facturación bruta por la prestación de los ser-
vicios correspondiente al período bimestral inmediato anterior” (Ley 8837,
artículo 29).
Es de aclarar que en la práctica, en el caso del sector eléctrico, la
única tasa de regulación que percibe el ERSeP, es la que queda a cargo del
De manera por demás ilustrativa a la comprensión que le ha merecido el Directorio del ER-
SeP a los partidos políticos cordobeses, y a la consiguiente percepción pública, en cuanto
un escenario de contiendas políticas antes que técnicas, resulta la noticia aparecida en
el diario local “La Voz del interior”, en la pág. 9A de la edición del lunes 7 de diciembre de
2009. En efecto, bajo el título “ERSEP- Luis Juez cambia a Borello por Quinteros”, refiere:
“A fin de año, Rubén Borello dejará la vocalía del Ente Regulador de Servicios Públicos para
acompañar al senador nacional en la Cámara Alta. Su lugar será ocupado por Juan Pablo
Quinteros, ex Subsecretario de Control Institucional y Transparencia de la Municipalidad de
Córdoba. El cambio obedece a que Juez quiere acentuar el rol de oposición en el organismo,
a partir de que el Frente Cívico tuvo un rol mucho más desdibujado que la representación
del radicalismo a cargo de Alberto Zapiola, quien -a su vez- será reemplazado por Alberto
Castagno. Borello asumió la vocalía en el Ersep en 2008, en medio de un polémico cambio, ya
que Juez desplazó a Eduardo Fernández, a quien le quedaban tres años de mandato. El perfil
alto de Fernández fue desplazado por una actuación mucho más acotada de Borello, uno de
los integrantes más cercanos del entorno del ex intendente”. (sic).
Ciertamente que ambos cambios en el Directorio del ERSeP se produjeron poco tiempo
después de la información arriba transcripta.
Queda claro, pues, la ausencia de compresión que los partidos políticos tienen del ERSeP,
en cuanto a la naturaleza prioritariamente técnica que legitima su propia existencia, y a la
lamentable consecuencia de instalar esa imagen ante la opinión pública. Aquí sufre, pues,
debilitamiento la deseable calidad institucional.
Barbará, Jorge Edmundo - El ERSeP: Evaluación Crítica 33
usuario, según fuere la facturación bruta del prestador, que, hasta el pre-
sente, asciende a cuatro décimas por ciento (0,4%) de aquella facturación.
Asimismo, y entre los ingresos genuinos del Ente, el artículo 31
inciso b) de la ley 8835 prevé “los importes que abonen los prestadores en
concepto de canon”.
En este caso, el pago del canon es a cargo del prestador, y su fija-
ción depende del contrato de concesión que se hubiera acordado con la
Provincia en su condición de Poder concedente.
Acerca del eventual traslado del canon a la tarifa que, por el ser-
vicio, debe pagar el usuario, consideramos que ello debe ser materia de
control por parte del ERSeP.
Consideramos que las fuentes de financiamiento propio con que
puede contar el Ente, opera en el sentido de una autonomía financiera,
toda vez que la dependencia del Tesoro Provincial tendería a provocar una
indeseable dependencia hacia los poderes políticos.
B-1. Jurisdicción
En efecto, su Jurisdicción ha sido establecida en el artículo 22, el
cual dispone.
Artículo 22: “El ERSeP tendrá como cometido la regulación de todos
los servicios públicos que se presten en el territorio provincial, con excepción
de los de carácter nacional y los municipales que no excedan el ámbito de un
solo municipio o comuna. Quedan comprendidos en la jurisdicción del ER-
SeP los servicios de transporte público y el control de las concesiones de obra
pública, inclusive las viales. Facúltase al Poder Ejecutivo para incorporar
otros servicios públicos a dicha jurisdicción”.
Como se advierte se trata de un Ente que tiene por objeto la re-
gulación de todos los servicios públicos que se presten por operadores
privados o públicos en la Provincia de Córdoba. Adviértase que la norma
deja abierta la posibilidad de que el Poder Ejecutivo a través de sucesivos
decretos, amplíe aún más el universo de servicios a regular. Es, pues, un
Ente -Ómnibus.
B- 2. Función Reguladora
Veamos, pues, en qué consiste su misión. De ello se ocupa el
artículo 24 en cuanto se refiere a la “Función Reguladora”.
34 Anuario del CIJS (2009-2010)
B- 3. Competencias
La amplitud de su Jurisdicción y de su Función Reguladora se ra-
tifica por un plexo tal de Competencias que las mismas, virtualmente, no
tienen límites.
Y esta última afirmación tiene sentido en cuanto la ley le acuerda,
además de aquellas competencias que tipifica en veinte (20) incisos del
artículo 25 (desde el inciso a) hasta el inciso s]), una última competencia
(inciso t]), que le acuerda facultades implícitas, enunciadas de manera ge-
nérica y abstracta, es decir, sin delimitar la base fáctica de su aplicación, y
sin más límites para su ejercicio que aquello que el Ente considere nece-
sario “para el buen ejercicio de su función reguladora y la satisfacción de los
objetivos de la presente ley” (artículo 25 inciso t]).
Estamos, pues, en presencia de un caso de delegación legislativa
amplia a favor del ERSeP.
La amplitud surge en razón de que la norma no establece una li-
mitación en relación a las facultades previstas en los anteriores incisos del
artículo 25. No se trata de que las facultades del inciso t) deban ejercer-
Barbará, Jorge Edmundo - El ERSeP: Evaluación Crítica 35
plo: el caso del inciso f ) preve facultades que son instrumentales respecto
del ejercicio de funciones prescriptivas o regulatorias.
Y así tenemos:
1.- Competencias cuyo ejercicio suponen actos de ejecución o
control:
Artículo 25: incisos a); b); c); g); h); i); n); ñ); o), r).
2.- Competencias cuyo ejercicio suponen actos de naturaleza ju-
dicial:
Artículo 25: incisos d); j); m); q)
3.- Competencias cuyo ejercicio suponen actos de naturaleza le-
gislativa o regulatoria:
Artículo 25: incisos f ); k); l); p).
4.- Competencias cuyo ejercicio suponen medidas proactivas:
Artículo 25: incisos e); s).
5.- Competencias de ejercicio de facultades implícitas:
Artículo 25: inciso t).
5
Artículo 32 ley 8835: “Los usuarios y terceros interesados, con carácter previo a la interven-
ción del ERSeP, deberán formular un reclamo ante el prestador del servicio quien deberá resol-
verlo en el plazo de diez (10) días hábiles administrativos.
Si el plazo venciere sin que medie resolución del prestador, el reclamante podrá ocurrir al
ERSeP.
Toda controversia que se suscite con motivo de la prestación de los servicios regulados por el
ERSeP, ya sea entre los distintos sujetos previstos en los respectivos marcos regulatorios, así
como entre ellos y los usuarios o con todo tipo de terceros interesados, será sometida en forma
previa y obligatoria la decisión del ERSeP, quien, luego de la sustanciación, deberá resolver
dentro del plazo de treinta (30) días hábiles administrativos.
Si la cuestión no se resolviera dentro de dicho plazo, el administrado podrá hacer uso ante la Cá-
mara Contencioso Administrativa con competencia por su domicilio de los medios que la Consti-
tución y las leyes provinciales regulan para supuestos de mora de la administración.
En la sustanciación de las controversias el ERSeP está facultado de oficio o a petición de parte
para suspender los efectos del acto impugnado, cuando, siendo éste susceptible de causar un gra-
ve daño al usuario, estimare que de la suspensión no se derivara una lesión al interés público”.
Artículo 33 ley 8835: “Las resoluciones del ERSeP causan estado y entiéndese que agotan la
vía administrativa, sin necesidad de recurso alguno, pudiendo ser materia de acción conten-
cioso administrativa en los plazos y con los procedimientos fijados en la ley 7182 Ver texto o
en el cuerpo legal de la materia que la sustituya”.
38 Anuario del CIJS (2009-2010)
6
El artículo 28 inciso b) de la ley 8835, establece: artículo 28: “El Directorio del ERSeP tendrá
las siguientes atribuciones…b) Elaborar anualmente le memoria y balance”.
7
La Memoria Anual y Balance General correspondiente al período dos mil siete, fue apro-
bada por Resolución Número seis del Directorio del ERSeP con fecha 19 de marzo de 2008.
(Expediente Número 0521-015459/2008).
8
La superficie de la Provincia de Córdoba asciende a 165.321 km², y la de su capital, la Ciudad
de Córdoba, asciende a 576 km². La población de la Provincia asciende, según censo de 2001,
a 3.061.611 habitantes y, en la Ciudad de Córdoba, a 1.315.540 habitantes.
42 Anuario del CIJS (2009-2010)
— “La participación y el control del usuario en los entes reguladores y de control” Centro de
Investigaciones Jurídicas y Sociales (CIJS) —Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la
Universidad Nacional de Córdoba— Anuario IX —Córdoba— 2006.
44 Anuario del CIJS (2009-2010)
— “Crisis global y Regulación local”. Ponencia incorporada a la página permanente del Con-
sejo Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD): http://www.clad.org.ve/
docume.html.
Barbará, Jorge Edmundo – Nallino, María Alejandra: “El Estado Post privatizador: De la
decisión general a la decisión especializada” —Revista Jurídica La Ley Buenos Aires— 25 de
marzo de 1996.
Paramio, Ludolfo: “El regreso del Estado: entre el populismo y la regulación”, Revista del
CLAD, Reforma y Democracia, Nº 42, Caracas, 2008.
Stiglitz, Joseph: “Mejorando la eficiencia reciente”, Revista del CLAD, Reforma y Democra-
cia, Nº 22. Caracas, 2002.
Documentos:
Autos caratulados “Vieyra Hipólito Amadeo c/Aguas Cordobesas S.A. y otro –Acción declara-
tiva de certeza”, tramitados ante el Juzgado de 1º Instancia y 32º Nominación en lo Civil y
Comercial de la Ciudad de Córdoba
Decreto Número 1370 dictado por el Poder Ejecutivo de la Provincia de Córdoba con fecha 23
de octubre de 2006.
Decreto Número 286 dictado por el Poder Ejecutivo de la Provincia de Córdoba con fecha 10
de marzo de 2008.
Diario “La Voz del Interior”, edición del día 7 de diciembre de 2009.
Fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en caso “Ángel Estrada y Cía. SA c/reso-
lución. 71/96 –Secretaría de Energía y Puertos” (Expediente Número 750-002119/96) -CSJN-
A.126. XXXVI- También puede consultarse en www.csjn.gov.ar.-
Ley de la Provincia de Córdoba Número 8837 “Ley de Incorporación de capital privado al sec-
tor público”.
Resolución General Número seis de fecha 19 de marzo de 2008 dictada por el Directorio del
ERSeP —Expediente administrativo Número 0521-015459/2008— Memoria Anual y Balance
General correspondiente al año 2007.
uu
La gratuidad de los estudios de grado en
la Universidad Nacional de Córdoba
1-Introducción.
1. Sanción y contenidos
2. Argentinos y extranjeros
1
Véase, por ejemplo, el artículo 2º.1 de la DUDH, el art. 1º de la CADH, el art. 2º.2 del PDESC
y el 2º.1 del PDCP, entre otros.
48 Anuario del CIJS (2009-2010)
2
Quiroga Lavié, Humberto, Constitución de la Nación Argentina. Comentada, 3ª ed., Zava-
lía, Buenos Aires, 2000, pág. 159.
3
“Irízar, José M. c/ Provincia de Misiones”, 12 de septiembre de 1996; Fallos, 319:1934 (en ade-
lante, “Irízar” [1996]), voto de la mayoría, considerando 8, con citas concordantes de Fallos,
160:247, 171:349 y 243:98
4
“Inchauspe Hnos. c/ Junta Nacional de Carnes”, 1 de septiembre de 1944; Fallos, 199:483.
5
Gelli, 2005: 331. En un sentido similar, Bidart Campos, 1991: 407.
6
“Repetto, Inés María c/ Bs. As. Prov. de s/ inconstitucionalidad de normas legales”, 8 de no-
viembre de 1988; Fallos, 311:2272.
7
“Calvo y Pesini, Rocío c/ Córdoba, Provincia de s/ amparo”, 24 de febrero de 1998; Fallos,
321:194.
Etchichury, Horacio Javier - La gratuidad de los estudios de grado… 49
4. Gratuidad y equidad
8
La situación de los extranjeros también se planteó en “Reyes Aguilera, Daniela c/ Estado
Nacional”, 4 de septiembre de 2007; Fallos, 330:3853 [en adelante, “Reyes Aguilera” (2007)].
Allí la Corte rechazó que para conceder una pensión a una niña extranjera discapacitada,
se le exigiera un plazo de residencia de 20 años en el país, cuando a los argentinos nativos
o naturalizados se les requiere sólo 5 años. Sin embargo, solamente dos ministros fundaron
su decisión en la prohibición del trato discriminatorio a los extranjeros. El resto sostuvo que
el plazo era demasiado extenso (más allá de que se aplicara sólo a un grupo) y ello lo hacía
irrazonable.
9
Véase la Observación General (OG) del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Cultu-
rales núm. 13 (1999), párr. 6. El Comité es el órgano de aplicación del PDESC.
50 Anuario del CIJS (2009-2010)
10
Así está definida en “Estado Nacional (Ministerio de Cultura y Educación de la Nación) for-
mula observación a los Estatutos de la UNC —art. 34, ley 24.521—”, 24 de mayo de 1999; Fallos,
322: 875 [en adelante, “UNC” (1999)], voto de la mayoría, considerando 11.
11
Esta interpretación, favorecida en Gelli, María Angélica, Constitución de la Nación Argenti-
na. Comentada y concordada, 3ª ed., La Ley, Buenos Aires, 2005, pág. 697.
12
Bidegain, Carlos María, Curso de derecho constitucional, tomo I, Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 1994, pág. 78. En materia de derechos sociales, la Corte hizo explícito uso de este crite-
rio al distinguir entre las expresiones “protección contra el despido arbitrario” y “estabilidad
del empleado público”, incluidas en el art. 14 bis; véase “Madorrán” (2007), voto de la mayoría,
considerando 5. Este criterio se reitera en “Gentini” (2008), voto de la mayoría, considerando
12. Ver Fallos, 330:1989 y 331:1815.
13
Una preocupación semejante, en Lema Añón, Carlos, “Derechos sociales, ¿para quién?
Sobre la universalidad de los derechos sociales”, Derechos y Libertades, Época II, núm. 22, Ma-
drid 2009, parág. III.1.
Etchichury, Horacio Javier - La gratuidad de los estudios de grado… 51
14
A modo de ejemplo, remitimos a la descripción que la Corte Suprema hace de la “serie
minuciosa y detallada de diligencias”, destinadas a comprobar la situación de quien solicita
una pensión no contributiva por incapacidad para trabajar; la investigación se lleva adelan-
te incluso en el domicilio del solicitante; véase “Reyes Aguilera” (2007), voto de la mayoría,
considerando 5.
15
Véase, por ejemplo, Banco Mundial, World Development Report 1994: Infrastructure for
Development, Washington (D.C.), Banco Mundial, 1994, pág. 31.
16
Abouharb, M. Rodwan, y Cingranelli, David, Human rights and structural adjustment,
Cambridge University Press, Cambridge (GB), 2007, pp. 65-66.
17
Beiter, Klaus, The international protection of the right to education by international law,
Martinus Nijhoff, Boston, 2006, pág. 490.
18
Abouharb, M. Rodwan, y Cingranelli, David, op. cit., pág. 3.
52 Anuario del CIJS (2009-2010)
19
Lema Añón, Carlos, op. cit., parág. I y III.1.
20
Citado en “UNC” (1999), voto de la mayoría, considerando 8; el texto se halla en el Diario
de Sesiones de la Convención Nacional Constituyente de 1994, pág. 3181.
21
Gelli reseña esta interpretación, pero la descarta; véase Gelli, María Angélica, op. cit.,
págs. 696-697.
22
Revirtió así la postura anterior, adoptada por la mayoría de la anterior integración de la
Corte en “UNC” (1999). Esa decisión obligó a la UNC a incorporar la palabra “equidad” en su
Estatuto.
Etchichury, Horacio Javier - La gratuidad de los estudios de grado… 53
23
“Estado Nacional - Ministerio de Cultura y Educación c/ Universidad de General Sarmiento
s/ res. (au) Nº 6/99 H.A.U. —aplicac. Ley 24.521—”, 6 de mayo de 2008, expte. E. 129. XL. [en
adelante, “UNGS” (2008)], voto de la mayoría, considerando 9. Una postura similar se halla
en “UNC” (1999), voto de la mayoría, considerandos 12 y 13. Allí, la mayoría sostiene que
“una afirmación excesiva de la igualdad puede dar lugar a un individualismo donde cada
cual reivindique sus derechos sin querer hacerse responsable del bien común”; por lo tanto,
la equidad, fundada en la solidaridad y la colaboración (no incluidas en el texto constitucio-
nal), justifica la imposición de contribuciones a los alumnos “que pueden hacerlo”, o “que
más tienen”.
54 Anuario del CIJS (2009-2010)
5. Gratuidad y progresividad
24
Sepúlveda, Magdalena, “La interpretación del Comité de Derechos Económicos, So-
ciales y Culturales de la expresión ‘progresivamente’”, en Christian Courtis (compilador),
Ni un paso atrás. La prohibición de regresividad en materia de derechos sociales, Editores del
Puerto, Buenos Aires, 2006, pág. 132; esta autora elabora su definición a partir de las OG del
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas.
25
Abramovich, Víctor, y Courtis, Christian, Los derechos sociales como derechos exigibles,
Trotta, Madrid, 2002, pág. 112.
Etchichury, Horacio Javier - La gratuidad de los estudios de grado… 55
26
La reforma de 1994 especificó, en el art. 75, inc. 22, la jerarquía de los tratados internacio-
nales, asignándoles un rango superior al de las leyes. En el caso del PDESC, esa misma dispo-
sición le da jerarquía constitucional.
27
Por supuesto, también podría aducirse que la ley 23.569 tiene jerarquía superior a la de una
ordenanza universitaria. Sin embargo, ese argumento pone en tensión la noción de autono-
mía universitaria. Creemos que basta con examinar la cuestión a la luz del principio de pro-
gresividad para comprender que la ordenanza bajo análisis significa un paso atrás prohibido
por el PDESC vigente desde 1986.
28
Y sin dudas, es regresiva hoy. La gratuidad se consagró luego expresamente para todos
los niveles educativos estatales a través del art. 39 de la ley 24.195 (o Ley Federal de Educa-
ción) sancionada en 1993. Cabe aclarar que ese mismo artículo autoriza a las universidades
a “disponer de otras fuentes complementarias de financiamiento que serán establecidas por
una ley específica, sobre la base de los principios de gratuidad y equidad”. Sin embargo, estas
fuentes no pueden consistir en aranceles estudiantiles. La gratuidad fijada al comienzo del
artículo impediría darle ese sentido al concepto de “fuentes complementarias”. Si el legisla-
dor hubiera querido autorizar esa modalidad de financiamiento, la habría especificado para
marcar una excepción al criterio general.
56 Anuario del CIJS (2009-2010)
uu
Aproximación a la Institucionalización Ambiental
Introducción
*Dra. Marta Susana Juliá, Abogada, Doctora en Derecho y Ciencias Sociales de la Uni-
versidad Nacional de Córdoba, Investigadora del CIJS, Miembro del Instituto de Derecho
Ambiental y de los Recursos Naturales de la Academia Nacional de Derecho y docente en
distintas Maestrías sobre temáticas ambientales en Córdoba, Santa Fe, y Catamarca.
58 Anuario del CIJS (2009-2010)
1
En la temática véase Gallopin, G. “Ecología y ambiente” en LEEF, E. (Coor) Los problemas
del conocimiento y la perspectiva ambiental del desarrollo. México: Siglo XXI, 1986, págs. 126-
172. o Gallopin, G. et al. Ambiente y desarrollo en América Latina y El Caribe: problemas,
oportunidades y prioridades. Río Negro: Grupo de análisis de sistemas ecológicos, 1991.
2
Alimonda. H. Gestión ambiental y conflicto social en América Latina, CLACSO, Buenos Ai-
res, 2008, pág. 13.
Juliá, Marta Susana - Aproximación a la Institucionalización… 59
3
Ibidem, pág. 14.
4
Mesa, D. A. “Fisuras en el pensamiento jurídico contemporáneo: el movimiento ‘critical
legal sudies’”. Criterio Jurídico, Santiago de Cali. Vol 2, págs. 129-159, 2002.
5
Serrano Moreno, J. L. Ecología y Derecho: principios de Derecho Ambiental y Ecología Jurí-
dica, Comares, Granada, 1992, pág. 42
60 Anuario del CIJS (2009-2010)
La institucionalización de lo ambiental
6
López Martínez, M. (dir.) Enciclopedia de la paz y conflictos. Eirene, Granada, 2004,
pág. 149.
7
Azuela, A. y Mussetta, P. “Algo más que el ambiente. Conflictos sociales entre áreas na-
turales protegidas de México”, Revista de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Quilmas
(en prensa), 2009, pág. 3.
8
Ibidem, pág. 4.
9
Enciclopedia de la paz y el conflicto, pág. 156.
Juliá, Marta Susana - Aproximación a la Institucionalización… 61
10
Alimonda, op. cit., pág. 15.
11
Alimonda, op. cit. pág. 15.
12
Cáceres Nieto, Enrique. Institucionalismo jurídico y constructivismo social. Boletín Mexi-
cano de Derecho Comparado. Nueva serie, año XXXIV, nº 100. Enero-Abril de 2001. pág. 30. En
la web en: http://www.juridicas.unam.mx (20/09/2008).
62 Anuario del CIJS (2009-2010)
estas instituciones a las que nos referimos son aquellas que surgen y se
desenvuelven en el ámbito público estatal en sus diferentes niveles.
Para algunos autores: “Desde el punto de vista ambiental, ni la
legislación ni la nueva institucionalidad (y mucho menos la producción
discursiva) otorgan garantías efectivas para los sectores populares, ya que
los interlocutores preferenciales son los agentes del capitalismo gestor de
exportaciones, recursos naturales y servicios públicos”13.
El análisis de los contextos políticos en que están funcionando las
instituciones ambientales y los poderes dominantes que están fijando con-
diciones en gran parte de las relaciones son algunos de los aspectos con
que se enfrentan diariamente.
El análisis de las instituciones no puede estar alejado de las polí-
ticas generales de la gestión que se trate, ya que van a estar imbuidas de
decisiones que las acotan o restringen en cuanto al ambiente deseado o
posible en un momento determinado.
Es por ello que se considera que: “Las bases institucionales pre-
sentan contradicciones a la hora de tomar decisiones frente a conflictos de
actividades de un área (por ejemplo la actividad agrícola, actividad turís-
tica, entre otras)”14. Claramente las contradicciones están presentes en las
diferentes políticas que guían una gestión donde lo ambiental empieza a
hacerse lugar en la agenda pero no la integra y compite con políticas glo-
bales.
La presencia de problemas ambientales genera toma de posiciones
y actitudes que no siempre forman parte de las decisiones políticas o que
incluso las contradicen, es necesario plantear una serie de debates sobre
diferentes aspectos que todavía no se han planteado en nuestro país.
Entre las propuestas que realizan los autores sobre los debates
pendientes en las distintas gestiones gubernamentales y que deben con-
siderarse, aparece entre otros destacados: “una discusión que deberá in-
tegrar la agenda se refiere a la discusión de la cosa pública y la toma de
decisiones sobre tales asuntos públicos”15.
13
Alimonda, op. cit. pág. 16.
14
Alvarado Merino, G “Políticas neoliberales en el manejo de los recursos naturales en
Perú: el caso del conflicto agrominero de Tambo grande” en Gestión ambiental y conflicto
social en América Latina, CLACSO, Buenos Aires, 2008, pág. 78
15
Ibidem pág. 78.
Juliá, Marta Susana - Aproximación a la Institucionalización… 63
16
Juliá, M; Del Campo, Mc y Foa Torres, J. La Institucionalización ambiental en Argentina.
Lerner, Córdoba, 2009.
64 Anuario del CIJS (2009-2010)
Reflexiones finales
uu
La reforma de la Administración Pública a través de la
creación de agencias. La experiencia internacional y el
caso de la Provincia de Córdoba – República Argentina
Introducción
1
“El Estado moderno es una asociación de dominio de tipo institucional que en el interior de
un territorio ha tratado con éxito de monopolizar la coacción física legítima como instrumento
de dominio y reúne a dicho objeto los medios materiales de explotación ... colocándose a sí mis-
mo, ... en la cima suprema.” (Weber 1996:1060).
2
Según Heller la función del Estado consiste en “la organización y activación autónomas
de la cooperación social – territorial, fundada en la necesidad histórica de un ‘status vivendi’
común que armonice todas las oposiciones de intereses dentro de una zona geográfica, la cual,
en tanto no exista un Estado mundial, aparece delimitada por otros grupos territoriales de do-
minación de naturaleza semejante.” (Heller, 1992:221).
3
Por cierto, “la economía capitalista del dinero reclama, tanto para el derecho privado como
para la administración, la previsibilidad, extendida a un territorio lo más amplio posible, de
un derecho sistematizado.” (Heller, 1992:150).
74 Anuario del CIJS (2009-2010)
4
Dice Weber: “La igualdad jurídica y la exigencia de garantías jurídicas contra la arbitrarie-
dad requiere una objetividad racional formal por parte del régimen de gobierno, en oposición
al capricho personal...” (Weber, 1996:735). “Sólo la burocratización del Estado y del derecho
reconoce en general la definitiva posibilidad de una rigurosa distinción conceptual entre un
orden jurídico “objetivo” y los derechos “subjetivos” de los individuos por él garantizados, así
como la separación entre el derecho “público”, que concierne a las relaciones entre las autorida-
des y los “súbditos”, y el “derecho privado”, que regula las relaciones de los individuos dominados
entre sí. La burocratización presupone la separación abstracta entre el “Estado”, en cuanto sos-
tén abstracto de los derechos de mando y creador de las “normas jurídicas” y todas las atribu-
ciones personales de los individuos” (Ibíd.:749).
5
Dice Peters: “En la mayoría de los sistemas políticos democráticos de gobierno, que asumían
este modelo tradicional, el público sólo se involucraba en la selección inicial de las medidas del
gobierno, pero sólo de una manera muy indirecta, a menudo poco efectiva. El público estaba
en realidad involucrado en la selección de sus líderes —los que a su vez planteaban objetivos y
metas— pero su influencia no podía ir mucho más allá de su voto.” (Peters, 2003:18).
76 Anuario del CIJS (2009-2010)
6
Así indica Crozier que “nuestro razonamiento tradicional, con la figura central del servidor
público obediente, que ejecutaba las decisiones adoptadas mediante el debido proceso demo-
crático, no se ajusta a la nueva realidad. El orden de capas burocráticas superpuestas resulta
demasiado engorroso para ser aplicado a la complejidad del mundo moderno”. (Crozier, 1997:
documento electrónico). Por su parte, el especialista en sector público para la región de Amé-
rica Latina y el Caribe del Banco Mundial, Shepherd (1999) repasa las características del mo-
delo burocrático - jerárquico y señala que el mismo se encuentra hoy bajo presión, aún en los
países avanzados donde ha tenido un buen desempeño.
7
“La naturaleza y especificidad de muchos de los problemas públicos pondría de manifiesto la
imposibilidad de encontrar soluciones prêt-à porter en el sector privado. ... El managment pú-
blico constituye un enfoque de gestión distintivo que se esfuerza por responder a la especificidad
y complejidad de las administraciones públicas y del entorno en que éstas operan”. (Echevarría
y Mendoza, 1999:16).
Nallino, María Alejandra - La reforma de la Administración… 77
Reflexiones finales
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uu
Habilitación de la Instancia Judicial
José L. Palazzo *
Irma Pastor de Peirotti**
INTRODUCCIÓN
1
MONTI, Laura “Control de la Habilitación de instancia contencioso administrativa (Nue-
vas orientaciones jurisprudenciales)”, publicado EDA, 00/01-494. Disponible en EL Derecho
Digital.
2
SARMIENTO GARCÍA, Jorge H.: “La Demandabilidad Del Estado y El Agotamiento De La
Instancia Administrativa”. ESTUDIOS DE DERECHO ADMINISTRATIVO-X- EL PROCESO
ADMINISTRATIVO EN LA ARGENTINA.p. 169. Edit. Artes Graficas Candil. Bs As Argentina.
2004.
Palazzo - Pastor de Peirotti - Habilitación de la Instancia… 91
ANTECEDENTES
3
Canda, Fabián y Comadira Julio Pablo: “Cuestiones relativas a la habilitación de la ins-
tancia Judicial en un fallo de la CSJ (El caso RESCH y la aplicación de la LNPA a las Fuerzas
Armadas y de Seguridad, Inhabilitación de oficio de la instancia judicial y la necesidad impe-
riosa de un Código Contencioso)”
4
DIANA, Nicolás: “¿Otra vez el enigma de la Habilitación de instancia” Pub. en LA LEY 2006-
A, 60.
5
CARRANZA TORRES, Luis R. El Procedimiento Administrativo Nacional. Régimen General y
especiales, págs. 207 y 208. Edit. Legis Argentina - Buenos Aires 1º Edic. 2008.
94 Anuario del CIJS (2009-2010)
6
Gordillo, Agustín: Procedimiento Administrativo. P. 328. Editorial Lexis Nexos – Depal-
ma. Pub. 2003.
Palazzo - Pastor de Peirotti - Habilitación de la Instancia… 95
SITUACION ACTUAL
7
CNFed. C.A. Sala I, 29/5/2001, “Cortez, Gloria E. y otros v. Dirección General de Fabricacio-
nes Militares” J.A. 2001-IV-189.
8
Gordillo, Agustín. “Procedimiento Administrativo”, Editorial Lexis Nexos- Depalma. Bs. As.,
2003, pág. 324.
96 Anuario del CIJS (2009-2010)
CONCLUSION
9
Lima, Fernando E. Juan: “La Ley 25.344, la jurisprudencia y la habilitación de instancia”
EDA 15/09/2009, nro 12.138. Pub. en 2009.
10
CSJN 07/02/2006: SISTERNA, Ramón Silvano c/ ANSÉS (s.3053.XXXVIII-R.H.).
Palazzo - Pastor de Peirotti - Habilitación de la Instancia… 97
11
CSJN, Fallos: 311:2082.
12
Sesin, Domingo J.: “El Principio del Formalismo Atenuado y sus consecuencias prácti-
cas” pág. 95- Cuestiones de Procedimiento Administrativo. Ediciones RAP-R. Argentina- Mayo
2006.
13
CSJN, 07/02/2006- Sisterna, Ramón Silvano c. ANsés (s.3053.xxxviii-R.H.).
98 Anuario del CIJS (2009-2010)
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CSJN, 15/12/87 “Caja Nacional de Ahorro y Seguro c/ N.C.R. Argentina S.A.I.C.” Fallos
310:2709.
CSJN, 13/03/ 90 “Cohen, Rafael c/Instituto Nacional de Cinematografía- s/ nulidad de Reso-
lución” Fallos 313:228.
CSJN, 06/10/92 “Construcciones Taddía S.A. c/ Estado Nacional (Ministerio de Educación y
Justicia), Fallos 315:2217
CSJN, 4/02/1999, “Gorordo Allaria de Kralj, Haydée María c/ Estado Nacional (Ministerio de
Cultura y Educación)”, Fallos 322:73.
CNFed. C. A . en pleno, 15/04/1999 “Romero, Gerardo c/ E.M.G.E.,” J. A. 1999-III -122.
CSJN, 31/03/1999, “Tajes, Raúl Eduardo c/ Estado Nacional (EMGE) s/ retiro militar y fuerzas
de seguridad”, Fallos 322:551.
CSJN, 26/10/2004. “Resch, Héctor Juan c/ Mº del Interior - Policía Federal s/ personal militar
y civil de las FF. AA. y de Seg.” R. 920. XXXVI.
CSJN,07/02/2006.- “Sisterna, Ramón Silvano c. ANSeS” (S.3053.XXXVIII-R.H.).
CSJN, 28/04/2009. “Ramírez, Andrés Lionel c. Estado Nacional- Secretaría Presidencia de la
Nación s/empleo público. (R.341.XLIII).
CSJN, 04/08/2009. “E.D.E.M.S.A. c/ E.N.A. y M.E.O.S.P.N. s/ cobro de pesos”.
uu
Una Lectura de la Cooperación Intergubernamental
Local desde el Neoinstitucionalismo
Consideraciones introductorias
1
Sigla que en inglés significa “quasi-nongovernmental organization” o “quasi-autonomous
nongovernmental organization”, cuyos equivalentes en español serían “organización cuasi-
no gubernamental” y “organización cuasi-autónoma no gubernamental”. Este acrónimo -em-
pleado con mayor frecuencia en el Reino Unido, Australia e Irlanda- alude a las agencias de
gobierno que ostentan autonomía parcial. Las mismas se encuentran fuera de la estructura
formal del gobierno, pero es éste quien financia su operatoria y designa a sus funcionarios
pese a haberles delegado poderes y prerrogativas.
2
Los acuerdos cooperativos no se limitan a sumar recursos, sino que también operan otor-
gando o fortaleciendo la viabilidad de las obras y servicios pretendidos merced a las econo-
mías de escala.
Parmigiani de Barbará, Myriam - Una Lectura de la Cooperación… 101
3
La literatura especializada es concordante e insistente sobre la intensidad que el fenómeno
presenta en Argentina (un artículo liminar sobre la materia es el de Iturburu, M., 2001). Como
indicador más que ilustrativo de la envergadura del problema baste recordar que, según datos
del año 2007, el 80% de los gobiernos locales argentinos tiene menos de 10.000 habitante y
contienen sólo el 13% de la población total del país. Además, el 38% de los gobiernos locales
registra poblaciones inferiores a 1.000 habitantes. En cuanto a la provincia de Córdoba, par-
102 Anuario del CIJS (2009-2010)
ticipa con el alto porcentaje del 18,8% en el total de gobiernos locales argentinos, mientras su
participación en el total poblacional asciende al 8.4%.
4
Esta provincia participa con el alto porcentaje del 18,8% en el total de gobiernos locales
argentinos, mientras su participación en el total poblacional asciende al 8.4%. Esta caracte-
rística justifica su elección a los efectos del texto, así como la circunstancia de ser la única que
registra iniciativas de coordinación intermunicipal amplias, estables y abarcadoras de todo
el territorio provincial a través de formaciones regionales, si bien con logros muy escasos, a
través de las leyes 8864/00 y 9206/04. He analizado esta singularidad en trabajos anteriores y
realizado en particular un balance y estudio comparativo a nivel nacional en Parmigiani de
Barbará; M.C., 2008.
5
Un análisis desde la dogmática jurídica se encuentra en Parmigiani de Barbará, M.C., 2003;
ídem, 2006.
Parmigiani de Barbará, Myriam - Una Lectura de la Cooperación… 103
6
Bueno es acotar que, a diferencia del “viejo” institucionalismo, el constreñimiento institu-
cional no tiene que ver tanto con la dimensión valorativa (ética), sino más con la cognitiva
(estructuras mentales para procesar la información influenciadas por la socialización, mode-
los cognitivos cuyos guiones o registros hacen que quienes decidan se resistan a evidencias
nuevas, etc.).
104 Anuario del CIJS (2009-2010)
7
“De cualquier modo, los diversos desempeños de las economías y de las políticas tanto his-
tóricas como contemporáneas argumentan en contra de que los individuos realmente cono-
cen lo que les beneficia y actúan en consecuencia. Por el contrario, la gente actúa en parte en
parte sobre la base de mitos, dogmas, ideologías y teorías a medio cocinar.
Las ideas importan; …En muchos de los temas relevantes para los mercados políticos y
económicos, la incertidumbre, y no el riesgo, caracteriza la toma de decisiones. Bajo con-
diciones de incertidumbre, la interpretación que hacen los individuos de su entorno refleja
su aprendizaje. Individuos con bagajes culturales y experiencias comunes compartirán
modelos mentales razonablemente convergentes, ideologías e instituciones, e individuos
con diferentes experiencias de aprendizaje (tanto culturales como ambientales) tendrán
diferentes teorías (modelos, ideologías) para interpretar su entorno” (Denzau y North,
1994:3-4).
Parmigiani de Barbará, Myriam - Una Lectura de la Cooperación… 105
los fines que de ellas se espera8. En ese sentido, los abordajes neoinstitu-
cionalistas tienen un cierto sesgo de quietismo determinista que aparece
refrendado por la experiencia histórica, argumentada aún por los teóricos
de la elección racional no obstante ser una concepción que da cabida a
conductas más intencionadas, es decir, a la programación y al cálculo.
Para esta última escuela, bajo el concepto privilegiado de los “cos-
tos de transacción”, habrá que asumir que la persistencia o cambio de una
institución dependerá del cálculo de los beneficios o perjuicios realizados
por los actores en una relación estratégica conformada según los incenti-
vos provistos por dicha institución. Pero los desarrollos más depurados de
la escuela, como los del ya citado Douglas C. North o de George Tsebelis
(1990), incorporan al análisis del cambio variabilidades que tienen que ver
con la subjetividad de los actores (modelos mentales compartidos, en el
primer autor e incertidumbre sobre el cambio institucional, en el segundo)
y que permiten esclarecer que el mismo tiene un carácter fundamental-
mente incremental. Dentro de los límites del presente artículo, me deten-
go brevemente en North, quien remarca la influencia que en los costos de
transacción tienen tanto la modificación de las estructuras productivas (en
tanto generan nuevos grupos de poder o modifican el poder de negocia-
ción de los actores), y la modificación del marco general en que actúan
(urbanización o población creciente, por ejemplo), cuanto la capacidad de
aprendizaje y de cambio en los modelos mentales compartidos. Esto últi-
mo no es para nada sencillo pues los sujetos tienden a reproducir las con-
ductas institucionalizadas, en tanto están dotadas de incentivos conocidos
y probados en juegos estratégicos anteriores. De allí que el cambio institu-
cional sea percibido en general como una suerte de inversión de alto riesgo
y se marque la tendencia —reitero— hacia el incrementalismo. Ciertamen-
te, son posibles los cambios profundos, los que ocurren “por la percepción
de los empresarios de las organizaciones políticas y económicas de que las
cosas podrían marchar mejor si el entramado institucional fuera alterado
en algún grado” (1991:8). Pero aún en los más revolucionarios la historia
8
“…resulta evidente que en un mundo donde gran parte de las decisiones se toman fuera del
mercado, las estructuras políticas ineficientes sobreviven durante largos períodos de tiempo.
De no ser así, no tendría ninguna importancia que los individuos, grupos y clases tuvieran
percepciones diferentes y contradictorias: ‘[Falsas] teorías de las que se derivan consecuen-
cias ineficientes llevarías a la desaparición de esos grupos respecto a aquellos que tienen
teorías que producen resultados más eficientes. Pero la persistencia de estructuras políticas
y económicas ineficientes, a su vez, hace que la existencia de ideologías rivales sea una cues-
tión fundamental en la comprensión de la historia económica. Las intuiciones sociobiologis-
tas sobre las características de la supervivencia de la sociedad humana son una contribución
importante, pero deben acompañarse por el hecho evidente de que, por lo menos durante
largos períodos de tiempo, fundamentales para el historiador, la cultura humana ha produci-
do diversas soluciones ineficientes y en conflicto. [North, 1984:21]’” (Romero, J. J., 1999: 24).
106 Anuario del CIJS (2009-2010)
9
La revisión de las experiencias en la materia proporciona numerosos ejemplos. Al sólo efec-
to ilustrativo mencionaremos la creación de los “Entes regionales de recaudación y gestión”
por la ley 8869/00 en la Provincia de Córdoba: en el eje de las relaciones Provincia-Municipios,
provocó largas negociaciones, dificultadas por concretos intereses políticos y financieros di-
vergentes (con respecto a la Provincia y entre las propias localidades) y, en el eje local-local,
un variado abanico de razones (políticas, demográficas, de afinidad económica, etc.) crearon
resistencias tales que debió reconfigurarse totalmente el diseño de regiones originariamente
previsto según criterios técnicos explícitos.
10
Con respecto a los primeros, dicen Cravacuore D, Ilari S. y Villar A. (2004:59) que “La arti-
culación intermunicipal en la provincia de Buenos Aires reconoce como su principal antece-
dente a los Corredores Productivos que se propagaron durante la década de los ‘90”. Los co-
110 Anuario del CIJS (2009-2010)
11
Escribíamos en su oportunidad que “La crisis económica y financiera que afecta a la Repú-
blica Argentina desde hace ya algunos años y que llegó a un punto extremo de visibilidad con
las vertiginosas sucesiones presidenciales a fines del año 2001, no ha resentido la idea fuerza
de la necesidad de vigorizar los gobierno locales ni detenido iniciativas en ese sentido, que
se inscriben dentro de las medidas propugnadas por la segunda generación de reformas del
Estado. Hasta cierto punto puede decirse que la crisis ha jugado como un contexto de oportuni-
dad para la innovación, sin perjuicio naturalmente que la misma incida luego negativamente
lentificando los procesos o modificando sus objetivos originarios” (Parmigiani de Barbará,
2002).
112 Anuario del CIJS (2009-2010)
12
La Constitución Nacional de la República Argentina de 1853/60 ya consagraba la autonomía
municipal en su art. 5, reforzándose el principio con el nuevo art. 123 incorporado a la Consti-
tución Nacional en la reforma de 1994, que reza: “Cada provincia dicta su propia constitución,
conforme a lo dispuesto en el art. 5 asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y
contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico y financiero”.
13
Hay constituciones provinciales que son explícitas y contundentes en cuanto a la coopera-
ción intermunicipal otorgando rango constitucional a los emprendimientos respectivos: es el
caso de las Constituciones de Córdoba, que en su art. 190, bajo el acápite de “Convenios in-
termunicipales”, prevé la creación de “organismos intermunicipales”, denominación corrien-
temente sustituida por la de “entes intermunicipales”, la de Chubut, que en sus arts. 235 y 237
prevé la creación de “subregiones” y la de Corrientes, que prevé “microrregiones” (art. 227).
Otras constituciones efectúan precisiones menores, como la de la provincia de Buenos Aires
cuyo art. 192 expresa “Son atribuciones inherentes al régimen municipal, la siguientes: …8)
constituir consorcios de municipalidades”; o bien se refieren a la facultad de realizar conve-
nios.
14
El nombre de estos últimos gobiernos locales de menor base demográfica —y a veces geo-
gráfica— varía según las provincias argentinas: comunas, comisiones de fomento, comisiones
municipales, comisiones rurales de fomento, juntas rurales, juntas de gobierno, etc., y varían
también los requisitos y modalidades para su constitución, así como las facultades acordadas
(Cravacuore, 2007), aunque es posible detectar siempre algún grado de autonomía.
Parmigiani de Barbará, Myriam - Una Lectura de la Cooperación… 113
En el eje vertical de las relaciones, hay que hacer notar que las ins-
tancias supraordenadas pueden funcionar como ventanas de oportunida-
des para acciones de promoción y apoyo a las políticas asociativas locales.
La experiencia argentina registra, por ejemplo, la realización de talleres,
seminarios y foros de discusión dirigidos a los funcionarios locales y pro-
movidos ya desde el nivel nacional, ya provincial15, con el objetivo de es-
timular el conocimiento de mutuas necesidades y la elaboración de diag-
nósticos compartidos, a fin de estimular la implementación mancomuna-
da de soluciones a través de estrategias asociativas interlocales16.
La política fiscal es central en un gobierno multinivel en tanto de-
termina las competencias y mecanismos para la percepción y distribución
de los recursos económicos y refleja claramente el entrecruzamiento de
factores políticos y económicos. Y sucede, precisamente, que en Argenti-
na refleja la dependencia de los gobiernos provinciales con respecto a la
Nación y de los municipales con respecto a ambos y una progresiva cen-
tralización. La ley 23.548 /88 estableció un Régimen de Coparticipación de
Impuestos entre la Nación y las provincias,17 pero el régimen original fue
sucesivamente modificado restando fondos de la masa coparticipable de
transferencia automática18, para su adjudicación a programas especiales
que importan transferencias a veces negociadas y a veces arbitrarias, por
15
En el ámbito nacional lleva a cabo este tipo de acciones la Subsecretaría de Asuntos Muni-
cipales; en las veintitrés provincias argentinas, se encuentran especialmente en las de Buenos
Aires, Córdoba y Chaco, si bien va incrementándose en las restantes, especialmente para la
promoción de microrregiones (por ejemplo Neuquén, Río Negro y Corrientes, entre otras).
16
No existen estudios evaluativos sobre el impacto de estas acciones. En la provincia de Cór-
doba, en la que se multiplicaron sobre todo a partir de la sanción de la ley 9206/04 con la
activa participación de especialistas de todas las universidades con sede en la provincia, el
balance es ambivalente, según surge de los datos relevados en el marco de los proyectos “La
nueva política de regionalización en la Provincia de Córdoba: consensos y disensos en torno
a la validez jurídica y viabilidad política de la ley nº 9206/04” y “Gobernanza regional en la
provincia de Córdoba: análisis político, cultural y de redes en estudios de casos” (2005/07
y 2008/09, respectivamente; dirección: Parmigiani de Barbará M. y Diaz de Landa, M.; con
subsidio SeCyT UNC). La tendencia a la evaluación negativa de la asistencia técnica aparece
asociada a comunidades con escasas experiencias previas de cooperación y asimetrías con-
flictivas a su interior, con incidencia del menor tamaño y recursos de influencia política de la
localidad (son casos en que en las entrevistas a los funcionarios municipales se reiteran ex-
presiones del tipo “… sí, vinieron de la universidad y nos propusieron reuniones…hablamos…
nos presentaron estudios… pero todo muy teórico pero en la práctica nada”, o “…nos pidieron
información y no teníamos y bueno…no se en qué terminó esto…”). Ciertamente, también
es posible advertir distintos impactos según las calidades de la asistencia efectuadas. Las lo-
calidades que ya han tenido experiencias asociativas más importantes aparecen, en cambio,
valorando más positivamente la asistencia técnica.
17
Vale recordar que la Ley-convenio de coparticipación impositiva prevista por la reforma
constitucional de 1994 no ha sido lograda, a casi quince años, en detrimento de un verdadero
federalismo fiscal.
18
Creación de fondos especiales: fondo educativo, fondo nacional de energía eléctrica, fondo
de emergencia social, etc. Pacto Federal para la Producción, el Empleo y el Crecimiento, etc.
114 Anuario del CIJS (2009-2010)
parte de la Nación tanto a las provincias como a los municipios; a ello hay
que agregar los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), de disponibilidad ar-
bitraria, que tanto en períodos de tanto de estrechez cuanto de bonanza
constituyen poderosos instrumentos de negociación y presión política. La
crisis e inestabilidad económica que ha caracterizado a nuestro país en la
última ha impactado naturalmente también sobre la capacidad recauda-
toria propia de las provincias —así como de los municipios—, haciendo
más patente la dependencia de los niveles infraordenados (Parmigiani de
Barbará, 2008a).
En este marco, la asociación de los gobiernos locales para reclamar
la remisión de los fondos debidos o bien negociar el apoyo para emprendi-
mientos de interés común, resulta una estrategia expectable por el fortale-
cimiento de la presión que ello significa19.
Sin embargo, los intereses y compromisos políticos impulsan con
frecuencias conductas no cooperativas de abstención por parte de los go-
biernos locales, que disminuyen los costos de transacción al permitir con
menor desgaste de recursos de tiempo, políticos, etc., obtener iguales o
mayores beneficios negociando individualmente o por agrupamientos
menores o distintos a los institucionalmente expectables20. Las conductas
19
La siguiente información periodística ilustra esta estrategia “El bloque de intendentes ra-
dicales de la Mesa Provincia-Municipios… pedirá reuniones con la Nación para tratar temas
sociales y de distribución de fondos. … Los intendentes radicales presentarán una serie de
notas en las cuales solicitarán tres audiencias con la Nación: una con el ministro del Interior,
Florencio Randazzo, por el tema de la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN)
en Córdoba; otra con el ministro de Planificación, Julio de Vido, a los efectos de saber qué
pasa con las obras y el tema de las viviendas; y otra con la ministra de Desarrollo Social Alicia
Kichner, para discutir los ocho meses de atraso en los módulos alimentarios. “Si toda la Mesa
lo acepta, automáticamente le solicitaremos al ministro de Gobierno de la Provincia… que
gestione las audiencias y dos representantes por bloque podamos estar presentes ante la Na-
ción” (Fuente: La Voz del Interior, 17/08/2009).
20
Obsérvese en esta información la estrategia contraria a la descripta en la nota anterior:
“El análisis de temas de gestión le dio un marco netamente institucional a la reunión que
sostuvieron ayer en la Casa Rosada el jefe de Gabinete Alberto Fernández y los representan-
tes del Foro de Intendentes Radicales de Córdoba. Sin embargo, la interpretación política es
unánime: la Nación continúa con su proyecto de seducir a los jefes municipales de la UCR
para que apoyen la reelección del presidente Néstor Kichner. … ‘Se estableció una agenda de
gestión por temas y por grupos, para obras y servicios para nuestras ciudades’, explicó Alberto
Giménez (Mina Clavero). Para avanzar en hechos concretos, acordaron que en las próximas
dos semanas los intendentes elevarán al Gobierno nacional los proyectos-algunos en trámite,
otros a iniciarse- de obras, servicios y créditos que necesitan. Luego la Nación les dará curso y
los financiará….” (Fuente: La Voz del Interior, 14/09/2006).
Ya en el eje provincial-local de las relaciones intergubernamentales, registramos otro
ejemplo: meses más tarde se difundió que a la segunda ciudad de la Provincia de Córdoba
(Río IV) se le anticiparían los fondos para la reparación de escuelas que debían ser remiti-
dos para su distribución a la Comunidad Regional respectiva porque no podía ponerse en
peligro el inicio de las clases por diferencias internas en la Comunidad.
Parmigiani de Barbará, Myriam - Una Lectura de la Cooperación… 115
no cooperativas de free rider son también frecuentes, sobre todo por parte
de los gobiernos con menores recursos de poder político y económico21.
Para el gobierno nacional y provincial la institucionalización de
organismos asociativos interlocales implica la posibilidad de optimizar
acciones en áreas diversas de políticas, descentralizando (en sentido téc-
nico, no jurídico político) a través de ellos y por su mediación, acciones de
decisión y ejecución de políticas públicas, particularmente en el área de
políticas sociales, medioambientales y de obras públicas en las que existan
competencias concurrentes, o bien canalizando también a través de ellos
las ayudas financieras para la realización de obras de responsabilidad local
(como pavimentación y alcantarillado de calles, alumbrado público, cons-
trucción y funcionamiento de unidades de primeros auxilios, etc.).
Ciertamente, la institucionalización de asociaciones de gobiernos
locales reduce —en principio22— la complejidad de la coordinación de la
acción colectiva propia de los Estados compuestos, pues contribuye a so-
lucionar el denominado problema del gran número. Dado que las dificul-
tades para la negociación aumentan con el número de participantes inde-
pendientes y sus opciones de acción interdependientes y, por consiguien-
te, con el número de transacciones que se deben dar simultáneamente, al
concentrarse en un organismo las preferencias de los gobiernos locales
dicha dificultad decrece significativamente23.
Sin embargo, los beneficios que puede traer esta mejor organiza-
ción de las relaciones intergubernamentales para la eficiencia y eficacia de
las políticas públicas, al reducir las arenas de juego, pueden verse frustra-
21
En las entrevistas realizadas a funcionarios municipales y comunales en las investigaciones
referidas en la nota 16, se encuentran respuestas indicativas de esta conducta, por ejemplo:
“¿Qué evaluación le merecen las acciones adoptadas por la Comunidad Regional al respecto
(se refiere a problemas regionales, que afectan a la localidad del entrevistado)? Yo pienso que
bien, yo pienso que están trabajando bien, … porque la verdad yo soy nuevo no puedo no
conozco nada anteriormente de acá pero yo pienso que sé, no… esto va a llegar.. va a llegar…
si aparte gente seria son muy buenos los chicos, son todos muy buenos” o “Qué opina Ud.
sobre las relaciones entre la Comunidad Regional y los municipios/comunas correspondien-
tes? No, no sé, yo lo que veo de la comunidad mía es que se reúne un grupo de diez comunas
y dos municipalidades, bueno… no veo activamente la cantidad que tendríamos que ser los
veinticuatro o sea en eso veo un poco de dejadez…” (transcripciones textuales de entrevistas
grabadas).
22
Decimos en principio, pues en la práctica puede implicar que en definitiva se agregue al
juego de arenas múltiples un actor más, si aparecen divergencias al interior del ente asociati-
vo que generen demandas superpuestas.
23
La siguiente noticia periodística pone de manifiesto la facilidad para la coordinación coo-
perativa creada por la existencia a la fecha de una asociación intermunicipal —la Comunidad
Regional—: “Después de varios años de gestiones, municipios y comunas de Calamuchita, a
través de la Comunidad Regional, esperan obtener finalmente el poder de policía para con-
trolar lagos y ríos de la zona y sancionar infracciones en caso de degradación.” (Fuente: La Voz
del Interior, 05/05/2009).
116 Anuario del CIJS (2009-2010)
24
En el armado institucional de la ley 9206/04 de la Provincia de Córdoba, ya explicado en
nota 10, la descentralización de tareas debía acompañarse con la remisión de los fondos co-
rrespondientes –en un primer tramo, para la refacción de escuelas según prioridades a pro-
puestas por cada Comunidad Regional y con efectivización de las tareas a cargo de ellas- La
demora de la Provincia en la remisión de fondos generó diversas reacciones, entre las que
figuran del tipo señalado en el texto, como la expresada por un intendente de filiación parti-
daria distinta al oficialismo provincial: “Todavía no vimos un solo peso, ni siquiera para cubrir
los gastos operativos, que son de tres milpesos al mes. No estamos dispuestos a seguir ponien-
do la cara por el Gobierno para anunciar obras que después no se concretan” (Fuente: La Voz
del Interior, 26/06/2006; lo resaltado en bastardilla nos pertenece).
Se encuentran percepciones coincidentes en entrevistas efectuadas en las investigaciones
indicadas en nota 16; por ejemplo: “Yo creo que ha sido una forma del gobierno de sacarse,
no se… pesos de intendentes a través de la Comunidad Regional, de bajar… este…. ayuda a
través de la Comunidad Regional a su criterio”.
25
En el encuentro que se relata en nota 19, se creó la Mesa Nación-Intendentes, a fin de faci-
litar el tratamiento de temas vinculados a las necesidades de gestión de los gobiernos locales,
pero “Con todo, nadie duda que el Gobierno nacional utilizará a la Mesa como una herra-
mienta para captar a jefes municipales que representan hoy el mayor capital del radicalismo
cordobés.” (Fuente: La Voz del Interior, 14/09/2006).
26
La percepción expresada por un funcionario local en el curso de una entrevista, ejempli-
fica con claridad esta impronta cortoplacista de la dinámica política partidaria (la referencia
personal es a un ex ministro de Gobierno de la Provincia de Córdoba): interrogado sobre sus
expectativas de apoyo por parte del gobierno provincial a las Comunidades Regionales, res-
pondió. “No se que decirte… te digo, para mí esto fue un caballito de batalla de Acastello. Y
hoy no está Acastello, y esto como que se perdió. Como que no hay que darle importancia
para que no, este… sea positivo lo que inventó Acastello. Es así lamentablemente. Las cosas
no funcionan en este país por eso. Si alguien hace algo y sirve, no importa; hay que tratar de
que no sirva. Que no tenga trascendencia para que no saque la cabeza como candidato …”.
Parmigiani de Barbará, Myriam - Una Lectura de la Cooperación… 117
28
Scharpf (1997:140) argumenta que la dependencia mutua puede ser representada como
el juego de la batalla de los sexos en la cual ambos jugadores tienen interés en concluir el
acuerdo, pero hay diferencias en las preferencias acerca de cómo coordinar los resultados. En
esta situación cada jugador puede lograr el segundo mejor resultado; si se negara a cooperar
se llegaría al resultado peor para todos. Pero si el poder está distribuido asimétricamente, el
jugador en posición de ventaja puede no querer repartir los beneficios.
Parmigiani de Barbará, Myriam - Una Lectura de la Cooperación… 119
ver en otros países, y hay países que se arman con los más chicos para tener
un poco más de escala, de presión entre comillas o de negociación y a los
más grandes se los deja de lado y en este caso como están obligados por la
ley, algunos asisten por obligación, pero no porque realmente crean que le
ven beneficio para el municipio de ellos” (Fuente: investigaciones citadas
en nota 16).
Las diferencias políticas son uno de los componentes remarcados
unánimemente por la doctrina nacional como obstáculos a la cooperación
interlocal: son fuente de grandes dilaciones en el proceso de negociación,
en el que el oportunismo y la desconfianza elevan los costos de transacción
hasta hacer abortar con frecuencia los acuerdos29. O bien producida la ins-
titucionalización, abonan conductas de abstención o defección.
Otro aspecto sobre el que creo conviene insistir es el de las estruc-
turas de redes. La existencia de un proceso a lo largo del tiempo en el que
las localidades vayan progresivamente anudando redes de conocimiento,
información y confianza a través de contactos y cooperaciones incluso in-
formales y para la solución de problemas puntuales, configura un proceso
de aprendizaje de alto valor para la construcción de futuras cooperaciones
regionales que tengan el más ambicioso objetivo de concretar un conjun-
to de políticas para el desarrollo sustentable. Las previas estructuras de
acuerdo entre gobiernos locales reducen los costos de transacción para la
innovación, a través del incremento de información sobre conductas que
ya han sido objeto de acuerdos e incrementan la confianza sobre que com-
portamientos análogos se reiterarán en el futuro. Adviértase la combina-
ción de la “dependencia del camino” y de la “lógica de lo adecuado” y su
impronta normativa y cognitiva, propias de la visión neoinstitucionalista
histórico-sociológica y aptas para crear significados compartidos de voca-
ción identitaria, con la perspectiva instrumental y estratégica del enfoque
de la elección racional.
Finalmente digamos que, precisamente por esta aseveración sobre
la importancia de la estructura de redes sobre la conformación de la ac-
ción colectiva para la cooperación, es que la doctrina nacional en general
entiende menos viables —al menos en punto a su persistencia—, las for-
mas asociativas interlocales inducidas desde la instancia supraordenada.
En efecto: aún cuando se respeten las autonomías locales vía participa-
ción voluntaria, y aún cuando proporciona una innovación más rápida y
29
El relato de los conflictos en el proceso de constitución del Consorcio del Corredor Pro-
ductivo del Sudoeste de la Provincia de Buenos Aires, disuelto en el año 2002 y luego en el del
proyecto universitario asociativo derivado de él que es la UPSO, contenido en Cravacuore D,
Ilari S y Villar A. (2004) ilustra claramente estas situaciones conflictivas. Ver también lo des-
cripto en nota 9 de este trabajo.
120 Anuario del CIJS (2009-2010)
Conclusiones
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uu
Sobre el valor de las decisiones de los
organismos universales y regionales de
derechos humanos en el derecho argentino
Andrés Rossetti*
I. Introducción.
2
Por ejemplo, en 1984 la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en el año 1986
los dos Pactos Internacionales de Naciones Unidas, sobre Derechos Civiles y Políticos y sobre
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, por citar tres de ellos bien importantes.
Rossetti, Andrés - Sobre el valor de las decisiones de los … 125
para el caso, pero también valen como precedentes para nuevos casos, y
las Observaciones Generales —u Opiniones Consultivas de la Corte Inte-
ramericana de Derechos Humanos—, las Observaciones Conclusivas, los
informes temáticos o por países, y demás documentos que emanan de los
organos que controlan los tratados que el país ha ratificado también com-
portan fuentes3 de nuestro derecho.
Ello se relaciona, por cierto, con los niveles jerárquicos de las nor-
mas de los ordenamientos y su relación entre sí. Es decir: ¿Qué o cuál nor-
ma tiene supremacía? Al hacerse este planteo, se visualiza la concepción
“dualista” y podría decirse que una primera respuesta se concentra en la
óptica de quien responde al planteo: normalmente los constitucionalistas
tienen la tendencia a dar primacía al derecho constitucional (con distintos
argumentos) mientras que los internacionalistas suelen defender la prima-
cía del derecho internacional (también con variadas razones). Esto se ve,
por ejemplo, en la actual discusión —un poco teórica en nuestro país dada
la jerarquía constitucional de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos— entre el llamado “control de convencionalidad” y su vínculo
con nuestro control de constitucionalidad4. Además, cabe preguntarse,
como hacen algunos autores, sobre si realmente el derecho internacional
es “derecho”5, y ello fundamentalmente en base a los débiles mecanismos
de “coerción” que el mismo tiene. La réplica a esta discutible objeción po-
dría ser: ¿Y el constitucional? ¿Tiene acaso este último “derecho” mecanis-
mos de coerción? Piénsese, por ejemplo, en sentencias contra el Estado que
no pueden ser ejecutadas o bien cuando su ejecución es bien complicada
y dilatada en el tiempo. Por supuesto, a más de cuestionarse sobre lo que
es “derecho” y lo que no, también puede preguntarse la razón por la cuál
el derecho debe ser obedecido, pero todo ello excede el objetivo de este
breve artículo. Sin embargo, cabe manifestar que el derecho se vincula con
lo ideológico, lo político, lo ético, lo económico, las relaciones internacio-
nales y por tanto las respuestas también se mezclan con estas disciplinas.
Y, por cierto, las decisiones que se toman (de los tribunales, pero no sólo
de ellos) dependen en buena parte de su relación con aquellos campos y la
obediencia, como así también la ejecutabilidad de las decisiones, siempre
se encuentra condicionada en alguna forma por razones “extrajurídicas”.
Doy por supuesto que el derecho debe, en principio, ser siempre obedeci-
3
Ver Gialdino (2003).
4
Ver Albanese (2008), Gialdino (2008) y Sagüés (2009).
5
Guastini (1996, 149), por ejemplo, pone en duda esta “cualidad” en relación con éste dere-
cho (fundamentalmente por los problemas de coacción y coerción que presenta) y se cues-
tiona si el mismo “debba essere annoverato tra i sistema giuridici positivi, o debba invece essere
considerato una sorta di ordinamento morale”.
126 Anuario del CIJS (2009-2010)
6
He trabajado brevemente algunas de ellas en Rossetti (2010), donde remito.
7
Por supuesto, hay que ver como es el sistema de control de constitucionalidad, pero me
refiero a sistemas como el nuestro, el estadounidense, o incluso aquellos europeos concentra-
dos. Sobre el tema del “argumento contramaayoritario”, ver Gargarella (1996).
8
En efecto, el avance incesante del derecho internacional y regional de los derechos humanos
con la incorporación del mismo en nuestro ordenamiento y la cada vez más fuerte “depen-
dencia” de éste con respecto a aquél (y que genera una “mixtura” entre ambos), produce una
fuerte resistencia teórica de parte de un sector de la doctrina. Los principales argumentos son
la “pérdida de la soberanía estatal” y, particularmente, el debilitamiento de una concepción
democrática robusta y deliberativa. Además, la misma objeción “contramayoritaria” relacio-
nada con el rol de los jueces a nivel interno se plantea, incluso reforzada, en relación con las
potestades de los diferentes organismos de monitoreo en materia de derechos humanos. Al
respecto, afirma agudamente Mariano Fernández Valle en su artículo “Corte Suprema, dicta-
dura militar y un fallo para pensar” (Gargarella, 2008, Tomo II, páginas 1069-1071) lo siguien-
te: “....la ratificación de tratados de derechos humanos se mostró como un nuevo intento para
limitar nuestra libertad política. Un justo intento, dado lo que hicimos con esa libertad. Sin em-
bargo, estos instrumentos depositan la interpretación final sobre el alcance de nuestros derechos
en órganos que, por más prestigio que nos merezcan, están alejados del control democrático, no
gozan de legitimidad popular, tienen un perfil determinado, niveles de rotación cuestionables,
Rossetti, Andrés - Sobre el valor de las decisiones de los … 127
problemas de deliberación, conflictos de intereses, etc. Todas las críticas que pueden recibir una
Constitución y los jueces por su caracter contramayoritario crecen en intensidad cuando ha-
blamos de tratados y de sus órganos de contralor. Pero reconocemos en ellos, al igual que en las
Constituciones, beneficios de los cuales queremos gozar y debemos determinar como hacerlo…
Como expliqué, los Estados entregaron, por buenas razones, su soberanía a manos de agencias
internacionales para la protección de derechos humanos, la promoción de la inversión, la re-
solución de diferendos contractuales, etc. Pero también existen buenas razones para no perder
poder de veto sobre estas materias. Sostener entonces como regla rígida la supremacía del siste-
ma internacional sobre el local, o viceversa, quizá sea un error. Desde el ámbito internacional
se dirá que su supremacía debe valer. Desde el ámbito local se dirá lo contrario. Sin embargo, no
vale nada sostener que mi supremacía debe valer porque yo lo digo. Aun así, proliferan citas de
este estilo en la jurisprudencia de nuestros tribunales. No estoy muy seguro de que debamos as-
pirar a una regla rígida de supremacía que nos ate de manos, con independencia de cuál sea el
sistema normativo que jerarquicemos en mayor medida. No queremos quedar atrapados por el
peso de la globalización y tampoco por el de la soberanía. Es un momento propicio para discu-
tir profundamente cuándo y por qué optar por uno o por otro” [citas omitidas]. Es interesante
ver la discusión entre Filippini (2007) y Rosenkrantz (2007) que toca este problema.
9
Ver Sagüés (2007, 176/7).
128 Anuario del CIJS (2009-2010)
13
Fallos 319:1840, 12 de Diciembre de 1996.
14
Fallos 321:3555, 22 de diciembre de 1998.
15
Fallos 321:3630, 22 de diciembre de 1998.
16
Fallos 323:4130, 21 de diciembre del 2000.
17
Fallos 325:2322, 19 de septiembre de 2002.
18
Fallos 328:2056, 14 de junio del 2005.
130 Anuario del CIJS (2009-2010)
19
Ver Sagüés (2003), Bazán (2007) y Gil Domínguez (2007).
20
Caso “Almonacid Arellano y otros vs. Gobierno de Chile” (26 de Septiembre de 2006).
Rossetti, Andrés - Sobre el valor de las decisiones de los … 131
cana, sus jueces están sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque el
efecto útil de la Convención no se vea mermado o anulado por la aplicación
de leyes contrarias a sus disposiciones, objeto y fin. En otras palabras, los ór-
ganos del Poder Judicial deben ejercer no sólo un control de constitucionali-
dad, sino también de convencionalidad, ex officio, entre las normas internas
y la Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respectivas
competencias y de las regulaciones procesales pertinentes. Esta función no
debe quedar limitada exclusivamente por las manifestaciones o actos de los
accionantes en cada caso concreto, aunque tampoco implica que ese control
debe ejercerse siempre, sin considerar otros supuestos formales y materiales
de admisibilidad y procedencia de este tipo de acciones”. Ratifica esta posi-
ción en “Raxcacó Reyes vs. Guatemala” (9 de Mayo de 2008, pto. 63), entre
otros fallos.
Los demás organismos que monitorean el control del cumplimien-
to de los tratados no tienen “fuerza” para exigir el cumplimiento de sus
decisiones, por lo que no parece necesario detenerse aquí a visualizar lo
que puedan decir al respecto.
IV. Cierre.
21
El Procurador General de la Nación en un Dictámen reciente ha dicho que se debe seguir
la jurisprudencia de los organismos internacionales y que: “Esto incluye un deber de examinar
minuciosamente la aplicabilidad en el caso concreto, de expresarla y discutirla razonablemente
y, en su caso, de explicar las razones jurídicas por las cuales no se sigue en el caso particular”.
Dictámen del Procurador General Esteban Righi en “A., J. E. y otro s/ recurso de casación”,
emitido el 10 de marzo de 2010. Al respecto, sobre la “jurisprudencia internacional”, en sín-
tesis señala sobre la posición del Procurador en el dictámen Gelli (2010) que éste propone
seguir, cuando se deben resolver controversias judiciales en el derecho interno, un “test que
él mismo empleó en parte en “A., J. E.”: 1) verificar si existe jurisprudencia de la Corte o la Co-
misión Interamericana o de ambas sobre la cuestión debatida en el proceso interno; 2) identi-
ficar la doctrina o razón de la decisión; 3) examinar minuciosamente la aplicabilidad de esa
doctrina al caso concreto; 4) examinar si existen razones jurídicas basadas en el ordenamiento
constitucional que se opongan a la aplicabilidad de la doctrina derivada de la jurisprudencia
del órgano pertinente, es decir efectuar un examen de compatibilidad entre esa doctrina y el or-
den jurídico constitucional”. Es claro que la parte controvertida es el punto 4, máxime cuando
se trata de “jurisprudencia” de la Corte Interamericana que debiera, en cambio según esta
Corte, ser respetada.
132 Anuario del CIJS (2009-2010)
24
Al respecto, dice Hitters (2008, 150) “En síntesis, puede sostenerse que esta específica alta
función interpretativa que cumple el cuerpo de marras, si bien no es vinculante en sentido
propio, su fuerza —como vimos— se apontoca en la autoridad científica y moral de la Corte,
y tiene efectos jurídicos innegables para todo el modelo regional, y en particular para el Estado
que lo solicitó”.
25
Se suele distinguir entre casos “judiciales” (con decisiones obligatorias), “cuasi-judiciales”
(que tienen un procedimiento similar a los anteriores, pero cuyas decisiones no son obligato-
rias) y “políticas” (que emanan de órganos “menos técnicos” y con visión política de la cues-
tión).
134 Anuario del CIJS (2009-2010)
26
Pero no todos los Comités tienen el sistema de peticiones individuales.
Rossetti, Andrés - Sobre el valor de las decisiones de los … 135
Badeni, Gregorio (2009) Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Corte Supre-
ma de Justicia en La Ley, 2 de septiembre de 2009.
Bazán, Víctor (2007) La interacción del derecho internacional de los derechos humanos y el
derecho interno en Argentina en Estudios Constitucionales, Año 5, Número 2, 2007, págs. 137-
183.
Ferrarese, Maria Rosaria (2002) Il diritto al presente. Globalizzazione e tempo delle isti-
tuzioni (Il Mulino, Bolonia 2002).
Gialdino, Rolando (2003) Control internacional de los derechos humanos y Fuentes consti-
tucionales. Fuentes universales y americanas en El Derecho, T. 2004, Año 2003, páginas 683-
699.
136 Anuario del CIJS (2009-2010)
Manili, Pablo L. (2003) El bloque de constitucionalidad (La Ley, Bs. As. 2003).
Sagüés, Néstor Pedro (2003) Las relaciones entre los tribunales internacionales y los tribu-
nales nacionales en materia de derechos humanos. Experiencias en Latinoamérica en Ius et
Praxis, Talca 2003, Año 9, Número 1 (el artículo se puede obtener en versión electrónica libre-
mente en internet).
Villán Durán, Carlos (2002) Curso de derecho internacional de los derechos humanos
(Trotta, Madrid 2002).
uu
Acerca de la “Imputabilidad Disminuida”
1
El presente artículo forma parte de un trabajo mayor de Post-Doctorado, titulado: “Las per-
sonalidades psicopáticas y la imputabilidad disminuida, un tema olvidado por el Derecho
Penal Argentino?”.
* Abogada. Docente de la Facultad de Derecho y Cs. Ss. –U.N.C.- Doctora en Derecho y
Ciencias Sociales –U.N.C.- Diplomada en Justicia Penal –INECyP – U.N.C.- Becaria Post-
Doctorado SECyT – U.N.C. E-mail: terevocos@yahoo.com.ar.
2
Refrán Griego.
138 Anuario del CIJS (2009-2010)
3
Confr. Gaviria-Trespalacios, J.; Guerrero-González, P.: “El Loco y la Justicia”. Nuevo Foro
Penal. 1982. 12. 411-32
Vocos, María Teresa - Acerca de la “Imputabilidad Disminuida”… 139
4
Confr. Gaviria-Trespalacios, J., Guerrero-González, P.: Cit.
140 Anuario del CIJS (2009-2010)
5
La legislación positiva argentina de 1886 había reconocido expresamente la imputabilidad
disminuida, adoptando el sistema Español de las eximentes incompletas.
Vocos, María Teresa - Acerca de la “Imputabilidad Disminuida”… 141
6
En este sentido, Cabello sostuvo que “después de haber desechado por impropia la deno-
minación de semiresponsabilidad, los penalistas han convenido en llamarla imputabilidad
disminuida, y así figura en los proyectos de reforma legislativa, tendiente a crear un régimen
especial para los semialienados” (Cabello, Vicente Pablo: Psiquiatría Forense en el Derecho
Penal. T. I, Hammurabi, Bs. As. Pg. 179 y ste. Adhiriendo al mismo, Carlos Fontán Balestra
en Tratado de Derecho Penal. T. III, Pg.149/153).
7
Los positivistas admitieron la imputabilidad disminuida como la llave que abría el paso a
la aplicación de medidas de seguridad (por ejemplo, los proyectos sobre estado peligroso de
1923 y 1928, y el Proyecto Coll-Gómez de 1937). Ello porque conforme la ideología del positi-
vismo, las personas que delinquían con menor culpabilidad eran más peligrosas que quienes
contaban con plena aptitud para delinquir.
8
Zaffaroni, E.; Alagia, A. y Slokar, A.: Derecho Penal. Parte General. Ediar. 2000. Pgs. 674
a 676.
9
Gómez, Eusebio: Tratado, T.I. Pg. 312 / 313.
142 Anuario del CIJS (2009-2010)
10
Soler, Sebastián: Derecho Penal Argentino. Tea. Bs. As. 9º reimpr. 1983. Pgs.40 y 48.
11
Transcripción textual del art. 25 del Anteproyecto del Código Penal Argentino de 1960.
12
Confr. Blarduni, O.: “El problema de la imputabilidad disminuida”. La Ley, T. 100, Secc.
Doctrina.
Vocos, María Teresa - Acerca de la “Imputabilidad Disminuida”… 143
13
Nuñez, Ricardo: Derecho Penal Argentino. Bibliográfica Argentina. Bs. As. 1959. T. II.
14
Zaffaroni, E.; Alagia, A. y Slokar, A.: Derecho Penal. Cit. Pgs. 674 a 676.
15
Cabello, Vicente P.: Psiquiatría Forense en el Derecho Penal. Hammurabi. José Luis De-
palma. Ed. Bs. As. 2000. Pg. 119 y ss.
144 Anuario del CIJS (2009-2010)
16
Que en esa época era profesor de Derecho Penal en la Universidad de Madrid, autor, entre
otras obras, de “La política criminal en las legislaciones europeas y norteamericanas”, asiduo
concurrente a la Argentina.
17
Frías Caballero: Imputabilidad Penal (Capacidad personal de reprochabilidad ético-so-
cial), Ediar, Bs. As., 1981. Pgs. 263 y ss.
Vocos, María Teresa - Acerca de la “Imputabilidad Disminuida”… 145
18
Frías Caballero, Jorge: Cit.
19
Von Lizt: Tratado. T. II. Pgs. 386 y ste.
146 Anuario del CIJS (2009-2010)
20
Mezger, E.: Criminología. Pg. 80; Tratado, T.II. Pg. 89, 410 y 411.
21
Beling, E.: Esquema del Derecho Penal. La doctrina del delito tipo. Depalma. Bs. As. 1944.
Pg. 35. Manifestó que:”Hay individuos cuyo poder de inhibición, si bien no puede negarse,
cuantitativamente es inferior en poder al normal, ya sea porque aún no lo es bastante (así los
jóvenes en edad penal), sea por deficiencia patológicas (espiritualmente inmaduros), sea por-
que median estados fisiológicos que debilitan el poder de resistencia. También tales personas
son plenamente imputables y penalmente responsables (es equívoca la designación de impu-
tabilidad disminuida), no hay grados de imputabilidad, sólo que la medida de culpabilidad de
sus acciones es menor y por ello su punibilidad, en parte la ley la aminora, y en parte el juez,
al fijar la pena, debe hacerlo más levemente que en otros casos”.
22
Welzel, H.: Derecho Penal. Parte General. Bs. As. 1956. Pgs. 167 y ss.
23
Maurach, R.: Tratado de Derecho Penal. T. II. Pgs. 119 y ss.
Vocos, María Teresa - Acerca de la “Imputabilidad Disminuida”… 147
24
Roxin, C.: Derecho Penal. Parte General. T. I.
25
Texto del parág.21 según traducción de E. R. Zaffaroni.
148 Anuario del CIJS (2009-2010)
punibles: 1.- El que no haya podido en el momento del hecho, ya sea por
insuficiencia de sus facultades, por alteraciones morbosas de las mismas o
por su estado de inconciencia, error o ignorancia de hecho no imputable,
comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones.
En caso de enajenación, el tribunal podrá ordenar la reclusión del
agente en un manicomio, del que no saldrá sino por resolución judicial, con
audiencia del ministerio público y previo dictamen de peritos que declaren
desaparecido el peligro de que el enfermo se dañe a sí mismo o a los demás.
En los demás casos en que se absolviere a un procesado por las cau-
sales del presente inciso, el tribunal ordenará la reclusión del mismo en un
establecimiento adecuado hasta que se comprobase la desaparición de las
condiciones que le hicieren peligroso”.
La norma transcripta establece: un criterio temporal: “en el mo-
mento del hecho”; un criterio valorativo: “comprender la criminalidad del
acto”, unido a la fórmula bío-psicológica que exige la madurez mental, sa-
lud mental y conciencia, en cuyo caso, la falta de cualquiera de ella, influye
sobre la comprensión de la criminalidad del acto y/o el poder dirigir las
acciones del sujeto.
El sistema consagrado por el Código Penal Argentino es, confor-
me a lo que venimos afirmando, mixto. La alteración o insuficiencia debe
producir determinados efectos, es decir, hay una condición biológica y un
efecto psicológico26.
La condición biológica es la insuficiencia de las facultades menta-
les, la alteración morbosa de las facultades o la inconciencia. Se trata, en
términos generales, de desarrollo insuficiente o alteración morbosa de las
posibilidades psíquicas de percepción, ideación, juicio y decisión.
El efecto psicológico que deben producir la insuficiencia o al-
teración morbosa de las facultades mentales, es el de incapacidad para
comprender la criminalidad del acto o poder dirigir sus acciones. De allí
el nombre de bio-psicológica que se ha dado a la fórmula. “Comprender”
se refiere al intelecto, y “dirigir” alude a la voluntad. De modo que son los
planos intelectuales y volitivos los que interesan a la imputabilidad —que
denominaremos criterio restringido—, expuesto principalmente por Fon-
tán Balestra27 y Núñez28.
No obstante, existe un criterio amplio frente al restringido, en el
que toma relevancia el plano afectivo cuando está afectado para determi-
nar si el sujeto es imputable o no.
26
CNCrimCorr, Sala VI, 17/11/1978. “Selección de Jurisprudencia Penal”, 5-52.
27
Fontán Balestra, Carlos: Derecho Penal. Introducción y Parte General. 5º ed. Pg. 185.
28
Núñez, Ricardo C.: La Culpabilidad. Pg.72.
Vocos, María Teresa - Acerca de la “Imputabilidad Disminuida”… 149
29
CNCrimCorr, Sala VI, 17/11/1978. “Selección de Jurisprudencia Penal”, 5-52 a 82, nº 5. Fallo
del Juez de Sentencia Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni. Ver en el fallo la transcripción íntegra. La
posición de Zaffaroni es más amplia aún que la de Spolansky. Ver nota nº 29.
30
Spolansky, Norberto: “Imputabilidad y comprensión de la criminalidad”, en Revista de
Derecho Penal y Criminología, nº 1, ene-mar. 1968. Pg. 83 y ss.
31
CNCrimCorr, Sala de Cámara, 04/06/1965, “Revista de Derecho Penal y Criminología”, nº
1, ene-mar. 1968. Pg. 83.
32
“…Por esta razón, las personas para los psicópatas no son tales, sino objetos que funcionan
como cosas… no posee un cuerpo cargado de experiencias que, integrado con los procesos
mentales, puede diferir las respuestas frente a determinadas situaciones, sino simplemente
un lugar de tránsito donde los estímulos son muy rápidamente descargados. Es por esto que
el psicópata no tolera la frustración y la espera, y de ahí también su bloqueo de emociones”
Confr. García Reynoso, Diego y otros: “La psicopatía como déficit de la personalidad”, y PAZ,
C. A.: “El Psicoanálisis de la manía y la psicopatía”, en Zac, Joel, Psicopatía; ALMEYRA, Miguel
A.: “Imputabilidad y personalidad psicopática”, en Revista de Derecho Penal y Criminología,
Jul-set. 1969. Pgs. 389 y ss.
33
Soler, Sebastián: Derecho Penal Argentino. Tea. T. II. Pgs. 58 y 59.
150 Anuario del CIJS (2009-2010)
34
Zaffaroni, E., Alagia, A. y Slokar, A.: Cit. Pg. 536.
35
Buteler, José A.: “Reproche de Culpabilidad y Exclusión Social” en: Cuadernos del Depar-
tamento de Derecho Penal y Criminología, Nº 4, Lerner. Córdoba. 2004. Pg. 13.
36
Zaffaroni, E., Alagia, A. y Slokar, A.: Cit. Pg. 535.
154 Anuario del CIJS (2009-2010)
37
Núñez, Ricardo C.: Derecho Penal Argentino, Parte General. TII, Bibliográfica Argentia,
Bs. As. 1960. Pg. 36.
38
Núñez: Cit. Pg. 37.
39
Frías Caballero, J.: Cit. Pg. 127.
40
Frías Caballero, J.: Cit. Pg. 134.
41
Zaffaroni, E., Alagia, A. y Slokar, A.: Cit. Pg. 545.
42
Zaffaroni, E., Alagia, A. y Slokar, A.: Cit. Pg . 553.
Vocos, María Teresa - Acerca de la “Imputabilidad Disminuida”… 155
43
Zaffaroni, E., Alagia, A.y Slokar, A.: Cit. Pg . 562.
44
Zaffaroni, E., Alagia, A. y Slokar, A.: Cit. Pg . 544.
45
Zaffaroni, E., Alagia, A. y Slokar, A.: Cit. Pg . 562.
46
Confr. Zaffaroni, E., Alagia, A. y Slokar, A.: Cit. Pg . 562.
47
Roxin, Claus: Derecho Penal, Parte General. 2º Edición. Civitas. Madrid. 1997. Pg. 807.
48
Mir Puig, Santiago: Derecho Penal, Parte General. 4º ed. Tecfoto, S.L. Barcelona. 1996.
Pg. 573.
49
Roxin, Claus: Derecho Penal, Parte General. TI. Civitas. Madrid. 2000. Pg. 840.
156 Anuario del CIJS (2009-2010)
50
Roxin, C.: Cit. Pg. 840.
51
Maurach, Reinhart y Zipf, Heinz: Derecho Penal, Parte General. T.I. Astrea. Bs. As. 1994.
Pg. 630.
Vocos, María Teresa - Acerca de la “Imputabilidad Disminuida”… 157
BELING, E.: Esquema del Derecho Penal. La doctrina del delito tipo. Depalma. Bs. As. 1944.
BLARDUNI, O.: “El problema de la imputabilidad disminuida”. La Ley, T. 100, Secc. Doctrina.
Buteler, José A.: “Reproche de Culpabilidad y Exclusión Social” en: Cuadernos del Departa-
mento de Derecho Penal y Criminología, Nº 4, Lerner. Córdoba. 2004.
CABELLO, Vicente Pablo: Psiquiatría Forense en el Derecho Penal. T. I, Hammurabi, Bs. As.
García Reynoso, Diego y otros: “La psicopatía como déficit de la personalidad” en Revista de
Derecho Penal y Criminología, Jul-set. 1969
Gaviria-Trespalacios, J., Guerrero-González, P.: “El Loco y la Justicia”. Nuevo Foro Penal.
1982. 12. 411-32.
Maurach, Reinhart y Zipf, Heinz: Derecho Penal, Parte General. T.I. Astrea. Bs. As. 1994.
Mir Puig, Santiago: Derecho Penal, Parte General. 4º ed. Tecfoto, S.L. Barcelona. 1996.
Núñez, Ricardo: Derecho Penal Argentino. Bibliográfica Argentina. Bs. As. 1959. T. II. T. III.
— La Culpabilidad.
Paz, C. A.: “El Psicoanálisis de la manía y la psicopatía”, en Revista de Derecho Penal y Crimi-
nología, Jul-set. 1969.
Roxin, Claus: Derecho Penal, Parte General. 2º Edición. Civitas. Madrid. 1997.
Soler, Sebastián: Derecho Penal Argentino. Tea. Bs. As. 9º reimpr. 1983.
Zaffaroni, E.; Alagia, A. y Slokar, A.: Derecho Penal. Parte General. Ediar. 2000.
uu
Abordaje de la Reforma Politica en Córdoba
Introducción:
1
Destaco la colaboración prestada al suscripto por los profesores de la Facultad de Derecho
y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba, Guillermo Barrera Buteler, José
Pérez Corti, Lorenzo Barone, Norma Bonifacino y Javier Fazio.
2
Integró la Comisión en los comienzos de las tareas de la CCE —diagnóstico de fortaleza y
debilidades del sistema político-electoral provincial—.
3
La repercusión que ese decreto tuvo inicialmente en las fuerzas políticas (Frente Cívico –
UCR sobre todo) y prensa, fue cambiando gradualmente a medida que la C.C.E cumplía aca-
badamente con su objetivo y metodología de trabajo.
Yanzi Ferreira, Ramón - Abordaje de la Reforma Politica … 161
7. Conciencia ética
Para el cumplimiento de sus fines, la Comisión Consultiva realizó
un proceso amplio de consulta con los partidos políticos de la Provincia de
Córdoba, en especial con la totalidad de las fuerzas políticas representadas
en el seno de la Legislatura Provincial y con las diversas autoridades elec-
torales tanto en el ámbito provincial como federal; autoridades del Poder
Judicial y del Poder Ejecutivo Provincial; intendentes, universidades, gre-
mios, empresarios, colegios profesionales, organizaciones de la sociedad
civil, representantes de comunidades religiosas, con los medios de comu-
nicación social, la ciudadanía en general, tanto en la ciudad de Córdoba
como en el interior provincial, y con todos aquellos otros sujetos que a cri-
terio de la comisión consultiva cooperan en una mejor realización de su
labor.
El proceso de consulta fue amplio y plural y fue ejecutado no solo
en la ciudad de Córdoba, sino también en las ciudades de Río IV, Villa Ma-
ria y San Francisco, en atención a su importancia en el marco institucional
provincial.
Entre las actividades desarrolladas por la CCE, podemos mencio-
nar:
• Ronda de consultas intersectorial.
• Encuesta poblacional en el ámbito provincial y estudio cuali-
tativos de Grupos Focales, con el fin de identificar preocupa-
ciones difusas pero al mismo tiempo sustanciales, latentes en
la sociedad.
• Investigación y sistematización (recopilación, análisis y siste-
matización de antecedentes, proyectos de ley, legislación, bi-
bliografía, etc.) en la temática de estudio de la Comisión.
• Análisis comparado electoral.
• Investigación en archivos de prensa y medios de información
acerca de la reforma político-electoral.
Asimismo, a través de su página Web la comisión (www.reforma-
políticacba.com.ar) ofreció un espacio de interacción donde fue posible
conocer las distintas opiniones de la ciudadanía.
Por otra parte, a la Comisión le fue fijada, para concluir su objetivo,
un término máximo de funcionamiento de nueve meses, no obstante, la
ardua labor de la misma, elaboró el dictamen final encomendado prácti-
camente a los siete meses de iniciada su labor, es decir, en el mes de Junio
de 2008.
Cabe agregar que los miembros de la CCE desempeñaron sus fun-
ciones ad honorem, sesionando en reuniones plenarias de sus miembros,
—se labraban actas y se publicaban en la página Web— siempre dentro
162 Anuario del CIJS (2009-2010)
4
Vease en Dictamen de la Comisión Consultiva de Expertos Así No va más, Universidad Ca-
tólica de Córdoba; 2008, pág.126/170.
Yanzi Ferreira, Ramón - Abordaje de la Reforma Politica … 163
de todos modos esa mayoría, habrá sido consecuencia del resultado elec-
toral y no de un condicionamiento preestablecido.
5) El sistema electoral vigente para la Legislatura favorece la parti-
cipación de partidos minoritarios, dando así cauce institucional a corrien-
tes de opinión que no encuentran cabida en los partidos tradicionales y
mayoritarios.
Por un lado, la supresión del piso electoral en la aplicación del sis-
tema proporcional d’Hondt tiene una obvia consecuencia favorable a los
partidos minoritarios que muchas veces han quedado excluidos de repre-
sentación legislativa, aunque sus cocientes alcanzaban para ello, por no
haber alcanzado la cifra fijada como piso.
El sistema uninominal, por su parte, si bien todavía no ha produ-
cido ese efecto en nuestra provincia, puede lograr que un partido cuyo nú-
mero de seguidores sea escaso en relación con el total del cuerpo electo-
ral, pero sea fuerte en uno o más departamentos con escasa cantidad de
población, ocupe bancas departamentales, como ocurrió en la Cámara de
Diputados de la Nación cuando, por aplicación de la ley 4161 de 1902, ocu-
pó una banca en el Congreso el socialista Alfredo Palacios, por la mayoría
lograda en una circunscripción que abarcaba barrios obreros de la Ciudad
de Buenos Aires.
6) Son conocidos los cuestionamientos que se hacen al sistema
político por la tendencia a despersonalizar la representación, asignando
un protagonismo exacerbado a los partidos a punto tal que los candidatos,
principalmente los candidatos a legisladores, pasan a ser prácticamente
anónimos. La difusa pero gráfica expresión de “listas sábanas” expresa
esos cuestionamientos.
Las consecuencias negativas de esa despersonalización que pri-
mero se detectan son la debilidad del vínculo entre representante y repre-
sentado y el poco peso que tienen las condiciones personales del candida-
to, positivas o negativas, en la decisión del elector, a la vez que el legislador
elegido por este tipo de sistemas tiende a exhibir menor independencia
de criterio, porque de alguna manera puede sentir que debe su banca al
partido que lo puso en la lista, antes que al electorado que lo votó sin co-
nocerlo.
Al utilizarse el sistema uninominal para la adjudicación de veinti-
séis bancas en la Legislatura provincial, esos defectos se atemperan porque
un número importante de legisladores es elegido intuitu personae por el
cuerpo electoral del departamento que normalmente lo conoce en forma
personal o por referencias mas o menos directas, saben cómo hacerle lle-
gar sus reclamos y hacerle conocer su aprobación o desaprobación a la la-
bor cumplida.
166 Anuario del CIJS (2009-2010)
uu
Sección II
Derecho Privado
Las pruebas científicas y la revisión
de la Cosa Juzgada Filiatoria
I. Introducción
* Doctora en Derecho y Ciencias Soc. (UNC).Prof. Titular de Teoría General del Proceso y
Derecho Procesal Civ, Miembro de Comisión Directiva del Área sobre Estudios de América
Latina –A.E.A.L. (UNC.). Profesora Titular de Derecho Procesal Civ. y Lab. y Directora de
la Maestría e Instituto de Derecho Procesal (UNLa.R). Miembro Correspondiente por prov.
de Cba. de la Academia Argentina de Ceremonial. Miembro de número de la Academia del
Plata-Sección Córdoba. Presidente del Tribunal de Disciplina de Abogados. Par Evalua-
dora de la Comisión Nacional de Acreditación y Evaluación Universitaria, C.O.N.E.A.U. y
Docente Investigadora (UNC.) Categoría 1-Ministerio de la Nación, Ciencia y Tecnología de
la Nación. rosaavilapaz@gmail.com/avilapaz@arnet.com.ar.
176 Anuario del CIJS (2009-2010)
1
El garantismo procesal, según Adolfo Alvarado Velloso, “…es una posición doctrinal aferra-
da al mantenimiento de una irrestricta vigencia de la Constitución y, con ella, del orden legal
vigente en el Estado en tanto tal orden se adecue en plenitud con las normas programáticas de
esa Constitución. En otras palabras, los autores así enrolados no buscan un juez comprometido
con persona o cosa distinta de la Constitución, sino a un juez que se empeñe en respetar a todo
trance las garantías constitucionales” (“El Garantismo Procesal”, en Garantismo y Activismo
Procesal, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, Advocatus, Córdoba,
febrero de 2009, pág. 145).
2
El activismo judicial al decir de Jorge Peyrano privilegia “llevar a cabo una realista jurispru-
dencia de necesidades en vez de practicar una aséptica y puramente intelectual jurisprudencia
de conceptos” (Sobre el activismo judicial en Garantismo y Activismo…ob. cit. pág. 18).
3
La humanización del proceso —en nuestra opinión— se plantea como una respuesta vá-
lida para superar: la prestación del servicio de justicia tardío, el exceso de ritual manifiesto
en el que incurren los jueces durante la tramitación de las causas judiciales, la utilización
—sin limites razonables- de la tecnología, tutela eficaz de los derechos humanos, entre otros.
Por consiguiente, la humanización del proceso es ver al proceso judicial como una obra del
hombre, que ejercitan los hombres para prestar el servicio de justicia a los hombres con una
postura ética, doctrinaria, legislativa, jurisprudencial, pedagógica y sociológica que debe
construirse como un requerimiento de la época (“El Proceso Judicial” en Manual de Teoría
General del Proceso, Tº I, Advocatus, Córdoba, de 2005, pág. 21).
4
Arazi, Roland y Rojas, Jorge A., Código Procesal Civil y Comercial de la Nación-Comenta-
do y anotado, Rubinzal Culzoni Editores, Santa Fe, 14 de julio de 2003, pág. 566.
5
Ávila Paz de Robledo, Rosa A., “Pruebas Científicas” en Homenaje Escuela Procesal de
Córdoba, Tº II, Marcos Lerner Editora, Córdoba, 1995, pág. 453. En las XI Jornadas Nacionales
Bonaerenses de Derecho Civil, Comercial y Procesal, del 21/06/2007, con relación a las prue-
bas científicas se dieron estas conclusiones:
I. Se entiende por prueba científica aquella que otorga una mayor certeza en sus conclusio-
nes, por el aporte de conocimientos técnicos y científicos.
Ávila Paz de Robledo, Rosa - Las pruebas científicas y la revisión … 177
II. Esa característica no significa que el juez esté eximido de controlar tanto el procedi-
miento de producción de esa prueba, como el discurso o razonamiento del perito o experto
que aporta la conclusión.
III. Se propicia un criterio amplio en la admisión de los avances técnicos o científicos como
medios de prueba.
Fuente: http://www.lexisnexis.com.ar/Noticias/MostrarNoticiaNew.asp?tipo=1&cod= 6554
(consulta: 09/07/2007).
6
En el XVIIIº Congreso Nacional de Derecho Procesal, Santa Fe, 1 al 3 de junio de 1995, en el
Tema de Pruebas Científicas se dieron las siguientes conclusiones:
1.“La comisión entiende que no corresponde hablar de “prueba científica” sino más bien de
pruebas en las que se aplican conocimientos científicos de disciplinas no jurídicas, por cuan-
to no corresponde privilegiar algunas ciencias en relación a las restantes. Esto puede desva-
lorizar la sana crítica, en virtud de que se asigna a la pericia una calidad científica que en
realidad es una técnica referida a ciencias no derivadas del Derecho.
2. Se entiende por “prueba científica, aquella en la que para su producción se necesitan conoci-
mientos ajenos al Derecho y cuyo resultado otorga una mayor certeza que el resto de las pruebas.
3. La prueba científica es adquirida mediante la prueba pericial o por la producción de con-
sultas o asesoramientos de entidades o instituciones técnicamente especializadas...” (QUI-
ROZ FERNANDEZ, Juan Carlos, Congresos Nacionales de Derecho Procesal, Conclusiones I
al XIX Congreso Nacional, 1939-1997, Revista de Derecho Procesal, Asociación Argentina
de Derecho Procesal, Rubinzal Culzoni Editores, Santa Fe, 1999, pág. 268).
En el XXIVº Congreso Nacional de Derecho Procesal, Mar del Plata, del 8 al 10 de noviembre
de 2007, en la Comisión Nº 1 Proceso Civil y Comercial, Subcomisión Nº 2 Prueba Científi-
ca, se concluyó que: “1. La prueba denominada científica, no constituye un medio de prueba
novedoso, sino que por el contrario existe desde antiguo, siendo característica distintiva de
su especie entre otros aspectos: su método, su elaboración y la especialidad del experto que
la lleve a cabo…”.
En el mismo Congreso referenciado, Gianini, en su carácter de Relator General del Panel
en cuestión, a modo de aproximación a la noción de pruebas científicas, sostuvo que: “…
para hablar propiamente de prueba científica debe cumplirse con dos requisitos: i) Subjetivo
el dispositivo es llevado a cabo por expertos o entidades especializadas o institutos de inves-
tigación reconocidos. ii) Objetivos: i) en primer lugar, la institución de marras se define por el
método empleado para su elaboración, que responde a los más elevados y actualizados pa-
rámetros de desarrollo científico-tecnológico; ii) la segunda exigencia objetiva tomada por
la mayoría de los trabajos para poder hablar de prueba científica es el calificado valor pro-
batorio que se deriva de su escaso porcentaje de error cuando es practicado en condiciones
adecuadas” (Giannini, Leandro J., “La prueba científica”, en XXIV Congreso Nacional de
Derecho Procesal, 8 al 10 de noviembre de 2007, Mar del Plata, Ponencias Generales Relatos
Generales y Trabajos seleccionados, Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2007, pág. 188).
7
Ley de Firma Digital 25.510, Publicada en el B.O. el 20/12/2001, y su reglamentación por
Dec. 2628/2002 y sus modificatorios y complementarios Dec. 78/ 2002, Dec. 624/03, Dec.
1028/03, Dec. 409/05, Dec. 724/06 y la Decisión Administrativa 6/2007.
178 Anuario del CIJS (2009-2010)
8
Constitución Nacional (art. 33), Constitución Provincial de Córdoba (art. 4º).
9
Ratificada por medio de la Ley 23.849 (Sancionada: 27/09/1990, Promulgada de hecho:
16/10/1990). A partir de la Reforma Constitucional de 1994 —de acuerdo al artículo 75 inc.
22— reviste jerarquía constitucional.
10
Artículo 7º.
1. “El niño será inscripto inmediatamente después de su nacimiento y tendrá derecho desde
que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer
a sus padres y a ser cuidado por ellos”.
2. “Los Estados Partes velarán por la aplicación de estos derechos de conformidad con su
legislación nacional y las obligaciones que hayan contraído en virtud de los instrumentos
internacionales pertinentes en esta esfera, sobre todo cuando el año resultara de otro modo
apátrida”.
11
Artículo 8º.
1. “Los Estados Partes se comprometen a respetar el derecho del niño a preservar su identi-
dad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares de conformidad con la
ley sin injerencias ilícitas.
2. “Cuando un niño sea privado ilegalmente de algunos de los elementos de su identidad o de
todos ellos, los Estados partes deberán presentar la asistencia y protección apropiadas con
miras a restablecer rápidamente su identidad”.
12
Ley 23.264, art. 253.
13
Ávila Paz de Robledo, Rosa A., “Pruebas Científicas”, ob. cit. pág. Tº II, pág. 458.
Además, el Banco Genético —según Primarosa Chieri y Eduardo A. Zanoni— cumple fun-
ciones dado que está “al servicio de la determinación de la filiación de hijos desaparecidos
o nacidos en cautiverio” y también, en general, “a través del Servicio de Inmunología del
Hospital “Carlos Durand” realiza los exámenes genéticos que se le requieren en todo juicio de
filiación (art. 4º)” (Chieri, Primarosa, Zannoni, Eduardo A., Prueba del ADN, 2ª Edición
actualizada y ampliada 1ª reimpresión, Astrea, Bs. As. 2005, pág. 189).
Enrique M. Falcón expresa que la “acreditación de identidad de las personas que se some-
tan a las pruebas a las pruebas biológicas conforme con las prescripciones de la presente
ley, consistirá en la documentación personal y, además, en la toma de impresiones digitales
y de fotografías las que serán agregadas al respectivo archivo”. De esta forma se el Banco
“centralizará los estudios y análisis de los menores localizados o que se localicen en el futuro,
a fin de determinar su filiación, y los que deban practicarse a los presuentos familiares. Asi-
mismo conservará una muestra de la sangre extraída a cada familiar de niños desaparecidos
o presuntamente nacidos en cautiverio, con el fin de permitir la realización de los estudios
adicionales que fueren necesarios (art. 5º)” (Tratado de Derecho Procesal Civil y Comercial,
Rubinzal Culzoni Editores, Santa Fe, 20 de noviembre de 2007, Tomo VII, Procesos sobre
sucesiones, personas y familia, pág. 648).
14
La Ley Nac. 26.548 Banco Nacional de Datos Genéticos, sanc. 18/11/2009; promulg.
26/11/2009 y publ. B.O. 27/11/2009. La reforma le otorga al BNDG, que tenía una doble de-
pendencia funcional, el carácter de organismo autónomo y autárquico dentro de la órbita del
Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (art. 1º). El BNDG se encarga de
Ávila Paz de Robledo, Rosa - Las pruebas científicas y la revisión … 179
algunos tratados del art. 75, inc. 22n 2do. párrafo20, con jerarquía constitu-
cional, entre los que se destaca el art. 8 1er. párrafo del Pacto de San José de
Costa Rica, que reza: “Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas
garantías…. por un juez o tribunal competente,… para la determinación de
sus derechos de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter”; y el
art. 8º 2do. párrafo, que establece: “Toda persona inculpada de delito tiene
derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente
su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena
igualdad, a las siguientes garantías mínimas…”. Si bien una interpretación
literal parecería reducir este último a los procesos penales, la jurispruden-
cia de la Corte IDH, lo ha extendido hacia otro tipo de procesos21.
Asimismo, debemos remarcar en el debido proceso, la garantía
procesal que se deriva de él, como es el derecho al recurso efectivo (art. 25
de la C.A.D.H.).
A modo de corolario, señalamos que la garantía del debido proceso
cada vez se fortalece más, puesto que trasciende el ámbito procedimental
que originalmente tenían las instituciones en las que se basan para con-
vertirse en una garantía fundamental de todos los derechos, ante cualquier
ente sancionador o que desarrolle un proceso22.
Es menester subrayar que la garantía del debido proceso legal (en
tanto derecho de las personas y correlativa obligación internacional del Es-
tado —art. 1 C.A.D.H.—) se aplica de manera operativa en el proceso ju-
dicial, procedimientos administrativos y en los métodos de resolución de
conflictos y su apartamiento representa la violación de los arts. 18 y 33 de
la CN, 1, 8 y 25 C.A.D.H.
En nuestra opinión, el debido proceso legal conforma el cimien-
to esencial para la “humanización del proceso” y, por consiguiente para la
construcción y vigencia del Estado de Derecho, el cual a través del Poder
Judicial, tiene la misión de administrar justicia en cada caso concreto, por
20
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (Art. XVIII) Derecho de Jus-
ticia; (Art. XXV) Derecho de protección contra la detención arbitraria; (Art. XXVI) Derecho a
proceso regular); Declaración Universal de los Derechos Humanos (Arts. 8º, 9º, 10 y 11); Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Arts. 9º, 10 y 14).
21
La Corte IDH en la O.C. 11/90 (10/08/1990) sostuvo que: “28. En materias que conciernen
con la determinación de [los] derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cual-
quier otro carácter el artículo 8 no especifica garantías mínimas, como lo hace en el numeral 2
al referirse a materias penales. Sin embargo, el concepto de debidas garantías se aplica también
a esos órdenes y, por ende, en ese tipo de materias el individuo tiene derecho también al debido
proceso que se aplica en materia penal…”. En la doctrina local, y favor de esta interpretación
extensiva: Gozaíni, Osvaldo Alfredo, El Debido Proceso, Rubinzal Culzoni Editores, Santa Fe,
2004, pág. 61.
22
De Bernardis, Luis Marcelo, La Garantía Procesal del Debido Proceso, Cultural Cuzco
S.A., Editores, Lima, Perú, 1995, pág. 411.
Ávila Paz de Robledo, Rosa - Las pruebas científicas y la revisión … 181
23
En una reciente reforma del Código Procesal Civil y Comercial de Río Negro, Ley 4142, ha
regulado a la prueba científica bajo la modalidad de firma digital para las notificaciones, art.
135 bis. Asimismo, Córdoba, también regula la firma digital por Ley 9401/2007, en adhesión
a la Ley Nac. 25.506.
24
Código Civil, Art. 253: “En las acciones de filiación se admitirán toda clase de pruebas, inclu-
so las biológicas, las que podrán ser decretadas de oficio o a petición de parte”.
25
VERRUNO-HAAS y otros, Manual para la investigación de la filiación, citado por CHIERI,
Primarosa, Zannoni, Eduardo A., Prueba del ADN, ob. cit., pág. 191.
26
En el artículo “Prueba de Paternidad, Análisis del ADN: fin de la confianza ciega”, publicado
en el Diario La Voz del Interior de Córdoba, de fecha 22 de abril de 2007, da cuenta como cada
vez más los cordobeses recurren al análisis de ADN para confirmar su paternidad. Los tipos
de análisis que se realizan en Córdoba, son dos. Uno, que tiene validez judicial, para lo cual
deben asistir padre y madre acompañando al niño. En tanto, que el otro, sin validez judicial se
da cuando la persona que tiene dudas acerca material genético y pide su análisis. Estos casos
se pueden realizar de manera anónima y han aumentado mucho.
182 Anuario del CIJS (2009-2010)
Según la fuente de relevante en los laboratorios Ciga, Lidmo, Ceprocor y Cepidem los ADN
en los casos judiciales arrojan una paternidad positiva del 87% y una paternidad negativa
del 13%. Mientras que en los casos extrajudiciales dan una paternidad positiva del 66% y
una paternidad negativa del 34%.
27
Chieri, Primarosa y Zannoni, Eduardo referencian que la CSJN. sostiene que “princi-
pio dispositivo que gobierna el proceso civil no puede emplearse, por falta de cooperación, en
perjuicio de la verdad jurídica objetiva, ni en el del adecuado y deseado resultado del valor
justicia” (ob. cit., pág. 192 y nota 15, C SJN, 22/7/85, JA, 1986-I-473).
Asimismo, la jurisprudencia sustenta la tesis predominante de que la negativa a someterse
a una prueba biológica, constituye una presunción judicial (art. 4º de la Ley 23.511)
La Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Contencioso administrativo de 2a No-
minación de Río Cuarto(CCivCom y Contencioso administrativo Rio Cuarto)(2aNom), con
fecha del 22/02/2007, Partes: M., O. B. c. J., O. R. señalo que:
1. Cabe desestimar el agravio relativo a que el pronunciamiento apelado tuvo por acredi-
tada la paternidad sobre la base de una sola presunción judicial, ya que, además de apli-
carse la derivada del art. 4º de la ley 23.511 (Adla, XLVII-B, 1529) — debido a la negativa del
demandado de someterse a la prueba de histocompatibilidad inmunogenética—, se hizo
mérito de la no contestación de la demanda y de la falta de ofrecimiento de prueba, máxi-
me si se tiene en cuenta que el accionado tomó participación en el juicio y con anterioridad
a ello compareció con motivo de la audiencia fijada a los fines del art. 58 del Cód Procesal
(publ. en: LLC 2007 (junio), 545).
En igual sentido el Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba, sala civil y
comercial; en “N. N.”, 04/05/2000; “M., B. del V. c. E., P. B.”, 19/04/2006 se pronuncio:
2. Lo dispuesto por el art. 4º de la ley 23.511 (Adla, XLVII-B, 1529) no implica compeler
compulsivamente a que el sujeto se someta al examen biológico, sino que se limita a es-
tablecer determinadas consecuencias jurídicas a la actitud renuente de quien se abstiene
de cumplir con el mencionado acto, en función de una presunción que se conforma como
consecuencia de no atender al principio de cooperación dinámica que en el proceso civil,
y de familia particularmente, quiere alcanzar grado de verdad .
3. Si el juez debe formar su juicio de conformidad con las reglas de la sana crítica — a los
efectos de la presunción derivada del art. 4º de la ley 23.511 (Adla, XLVII-B, 1529)—, entre
las cuales se encuentran las máximas de la experiencia, no puede apartarse de una reali-
Ávila Paz de Robledo, Rosa - Las pruebas científicas y la revisión … 183
dad incontestable, cual es la que sólo el afán de frustrar la prueba de su paternidad puede
inducir al demandado a negarse a la prueba biológica, pues, no sería razonable suponer
que quien de buena fe entiende no ser el padre del hijo que se le atribuye, se niegue a la
demostración fehaciente de ese extremo.
4. La interpretación judicial de las leyes que regulan la filiación de las personas debe rea-
lizarse en el sentido que mejor procure el cumplimiento por los padres de sus deberes res-
pecto a sus hijos menores, siendo imprescindible la investigación de la paternidad cuando
ésta es desconocida.
5. El rechazo de la acción de filiación por carencia de suficientes elementos probatorios,
que permitan demostrar la relación íntima al tiempo de la concepción entre el presunto
padre y la madre, conducen a que prevalezca la conducta obstruccionista del accionado
que, negándose a someterse a la prueba biológica, impide el esclarecimiento del estado
filial reclamado, lo cual contraviene los derechos fundamentales proclamados por el art.
2º de la Convención de los Derechos del Niño (Adla, L-D, 3693) y se aparta de los principios
emanados de los arts. 240, 241, 253, 255, 256 y 257 del Cód. Civil.
En esta misma línea el TSJ.Cba., Sala Civil y Com., con fecha 19/04/2006; Partes M.B. del
V.c.E.P.B.
Publicado en LLC2006,806-LLC 2006 con nota de Néstor E. Solari LLC 2006.919.
Por su parte Arazi sostiene que “…la ley argentina califica de “indicio” en contra del renuen-
te la negativa a someterse a los análisis necesarios para los exámenes genéticos. El indicio es
fuente de presunción judicial; por ello es correcto el término empleado, aun cuando algunos
autores prefieren utilizar la palabra “presunción”. La presunción legal invierte la carga de la
prueba o, directamente, impide probar en contrario, en caso de tratarse de una presunción
absoluta. El indicio deja al juez un amplio margen de apreciación para elaborar la presun-
ción mediante un razonamiento lógico-jurídico”. Luego sostiene que “Las conductas de las
partes en el proceso, tal el caso de la negativa a permitir los exámenes pertinentes, deben ser
valoradas por el juez, teniendo en cuenta las circunstancias de cada caso, y no por el legisla-
dor” (ARAZI, Roland (Director), “Prueba Ilícita y Prueba Científica, Conceptos Generales”
en Prueba Ilícita y Prueba Científica, Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2008, págs. 17/18).
28
CSJN, Fallos: 255:18, “Juan José Cincotta”, 13/02/1963; Fallos: 319:3370, “Mirta Liliana Gua-
rino”, 27/12/1996; Fallos: 320:1717, “Norma Beatriz Daza”, 12/08/1997; Fallos: 326:3758, “Eve-
lin Karina Vazquez Ferra”, 30/09/2003, entre otros.
29
Art. 1º — Incorpórase el artículo 218 bis al Código Procesal Penal de la Nación, que quedará
redactado de la siguiente forma:
Artículo 218 bis: Obtención de ácido desoxirribonucleico (ADN).
El juez podrá ordenar la obtención de ácido desoxirribonucleico (ADN), del imputado o de
otra persona, cuando ello fuere necesario para su identificación o para la constatación de
circunstancias de importancia para la investigación. La medida deberá ser dictada por auto
fundado donde se expresen, bajo pena de nulidad, los motivos que justifiquen su necesidad,
razonabilidad y proporcionalidad en el caso concreto. Para tales fines, serán admisibles mí-
nimas extracciones de sangre, saliva, piel, cabello u otras muestras biológicas, a efectuarse
según las reglas del saber médico, cuando no fuere de temer perjuicio alguno para la integri-
184 Anuario del CIJS (2009-2010)
dad física de la persona sobre la que deba efectuarse la medida, según la experiencia común
y la opinión del experto a cargo de la intervención.
La misma será practicada del modo menos lesivo para la persona y sin afectar su pudor, te-
niendo especialmente en consideración su género y otras circunstancias particulares.
El uso de las facultades coercitivas sobre el afectado por la medida en ningún caso podrá
exceder el estrictamente necesario para su realización.
Si el juez lo estimare conveniente, y siempre que sea posible alcanzar igual certeza con el
resultado de la medida, podrá ordenar la obtención de ácido desoxirribonucleico (ADN) por
medios distintos a la inspección corporal, como el secuestro de objetos que contengan células
ya desprendidas del cuerpo, para lo cual podrán ordenarse medidas como el registro domi-
ciliario o la requisa personal.
Asimismo, cuando en un delito de acción pública se deba obtener ácido desoxirribonucleico
(ADN) de la presunta víctima del delito, la medida ordenada se practicará teniendo en cuen-
ta tal condición, a fin de evitar su revictimización y resguardar los derechos específicos que
tiene. A tal efecto, si la víctima se opusiera a la realización de las medidas indicadas en el
segundo párrafo, el juez procederá del modo indicado en el cuarto párrafo.
En ningún caso regirán las prohibiciones del artículo 242 y la facultad de abstención del
artículo 243”.
30
Varsi Rospigliosi, Enrique y Mariana Chaves, El sometimiento a la prueba de ADN ¿Es exigi-
ble a los herederos del supuesto padre? en sitio virtual http://www.enriquevarsi.com/2009/08/
el-sometimiento-la-prueba-de-adn.html (consulta 30/05/2010).
31
Cabe tener en consideración el caso “Noble”, suscitado a raíz de una presentación de Estela
Barnes de Carlotto, en representación de las “Abuelas de Plaza de Mayo”, en el que denunciaba
a Ernestina Herrera de Noble por su responsabilidad en la adopción en el año 1976 de dos
Ávila Paz de Robledo, Rosa - Las pruebas científicas y la revisión … 185
niños —Marcela y Felipe— que habrían sido sustraídos de sus padres durante el gobierno
militar. Una de las cuestiones discutidas reside en las resoluciones de las instancias inferio-
res que ordenan el examen compulsivo de histocompatibilidad. A ello se suma el consenti-
miento “condicionado” de los hermanos Noble, el que luego, por diversas interpretaciones,
es considerado como consentimiento de la medida. Esta situación origina un recurso ante
la Corte, donde termina descalificando la decisión de la Cámara de Casación Penal que ha-
bía denegado los planteos recursivos, en torno a las medidas de referencia. (Fallos: 330:3028,
11/07/2007), Una de las lecturas que podemos extraer de este caso no resuelto, es que es-
tamos ante temas complejos para la producción del ADN, cuya decisión debe ponderar los
distintos derechos constitucionales en juego.
32
TSJ.Cba., Acuerdo Reglamentario Número 11, Serie B, del 13/08/2002.
33
Manual de derecho Procesal Civil, 18º edición actualizada, Lexis Nexis (Abeledo Perrot), Bs.
As., 2004, págs. 533/534.
34
Derecho Procesal, Depalma, Buenos Aires, 1983, pág. 252.
35
“Reflexiones en torno a la cosa juzgada y su impugnabilidad”, en Cuaderno Nº 1 del Dpto.
de Derecho Procesal-Nueva Serie, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad
186 Anuario del CIJS (2009-2010)
Juan Carlos Hitters, con cabal agudeza sostiene que “la res judicata
tiene autoridad y eficacia, lo que produce dos poderosos efectos (), por un
lado, su indiscutibilidad (o inmutabilidad) () y por el otro la coercibilidad
o imperium (posibilidad de hacer cumplir obligatoriamente el pronuncia-
miento (). En su consecuencia define a este instituto “como la inatacabili-
dad de una sentencia una vez que ha quedado firme o ejecutoriada. No se
trata sólo de una mera repercusión negativa del fallo, esto es la imposibili-
dad de un nuevo proceso sobre lo mismo, sino también de una verdadera
función positiva de aquél, es decir la prohibición de que en otro pleito se
decida de modo opuesto a lo ya fallado”36 .
Con relación al fundamento de la cosa juzgada, Lino E. Palacio y
Adolfo Alvarado Velloso sostienen que: “La cosa juzgada no configura un
atributo esencial o necesario de la sentencia, sino una simple creación del
ordenamiento jurídico que puede o no acordar tal calidad a los pronuncia-
mientos judiciales firmes sin alterar con ello principio lógico u ontológico
alguno, ya que “sólo por meras razones de oportunidad y utilidad —como
expresa Chiovenda (Principios de Derecho Procesal Civil, trad. Casais y
Santaló, T. II, pág. 461)— se introduce en los distintos derechos un límite a la
discutibilidad de lo decidido”. Es que, como señala Imaz, la cosa juzgada no
es más que “la duración de la vigencia de las sentencias judiciales —en ver-
dad, de cualquier norma jurídica— originada en la prohibición impuesta
normativamente a los órganos de la colectividad a derogarlas por medio de
otras normas jurídicas posteriores” (Límites procesales de la cosa juzgada,
LL, 75-877; La esencia de la cosa juzgada, íd. 70-866)37.
Esto se debe a que la Corte Suprema sostiene que “la cosa juzgada
tiene jerarquía constitucional y no es susceptible de alteraciones ni aun por
vía de la invocación de las leyes de orden público”38. Máxime, si recordamos
que “la Corte Suprema ha expresado, a través de numerosos precedentes,
que el derecho reconocido por una sentencia pasada en autoridad de cosa
juzgada constituye un bien que queda incorporado al patrimonio del intere-
sado, y del cual no puede ser privado sin mengua del precepto constitucional
que consagra la inviolabilidad de la propiedad”39 (art. 17CN).
40
Confr. Ávila Paz, Rosa y Jose de Cafferata, Cristina, “Revisión de la Cosa Juzgada”, po-
nencia en el Xº Congreso Nacional de Derecho Procesal, Salta, 21 al 23 de mayo de 1979. Con
más la cita 7) LL, Tº 52, pág. 311; y Fallos CSJN, Tº 209, pág. 303, Tº 235, pág. 178; Tº 254,
pág. 320 y Tº 275, pág. 389.
Asimismo, la CSJN en el caso De Gainza, Máximo E. y otro, del 13/05/1997, sostuvo el cri-
terio: “El carácter excepcional del recurso de revisión, al margen de su utilización para la
aplicación retroactiva de la ley penal más benigna que la aplicada en la sentencia revisada,
ha sido tradicionalmente establecido mediante el reconocimiento de que son taxativas
las razones que pueden darle lugar. Tal limitación no es la única consecuencia de dicho
carácter excepcional, ni la de mayor relevancia. Por el contrario, el reflejo principal de este
último reside en la labor que cabe al tribunal ‘ad quem’ en la primera fase del recurso:
‘iudicium rescindens’” (Del voto del doctor Petracchi. La mayoría consideró inadmisible el
recurso), (La Ley 1997-E, 101 - DJ 1997-3, 441).
41
Jorge A. Clariá Olmedo sostiene que existe cosa juzgada material cuando “por mandato de la
ley lo resuelto en firme queda inmutable, con las únicas excepciones (permisión de revisibilidad)
que el orden jurídico prevea expresamente y en forma específica: caso del recurso o impugnación
extraordinaria y excepcional de revisión”. En tanto, que la autoridad solo formal(o relativa) de la
cosa juzgada, es cuando “la sentencia que puede ser dictada en un posterior proceso tiene que
referirse solo a pretensiones del actor o del demandado que conforme a la ley no hayan podido o
debido ser atendidas suficientemente en el primer proceso especial o sumario” (a modo de ejem-
plo: sentencia del juicio ejecutivo) (Confr. Derecho Procesal, ob. cit. Tº. II, págs. 260/262).
188 Anuario del CIJS (2009-2010)
42
Medios de impugnación de la cosa juzgada, ob. cit. 66
43
En Córdoba, el Código Proc. Civil y Comercial, Ley 8465 y sus modificatorias, en el art. 395
se regula la “revisión” que abarcan dos supuestos: a) Con relación a la prueba: 1) documen-
tal: declaración de falsedad por redargución de falsedad (inc. 1), encontrar o recuperar do-
cumentos decisivos (inc.3); b) testimonial: declarados falsos por fallo posterior irrevocable
(inc.2). Y, b) con relación a la sentencia que se hubiere obtenido en virtud de prevaricato,
cohecho, violencia u otra maquinación fraudulenta.
44
En La Rioja, el Código Procesal Civil, Ley 3372, arts. 265 al 268.
45
En Mendoza, el Código Procesal Civil, Ley 2269, arts. 155 al 158.
46
En San Juan, el Código Procesal Civil, Comercial y de Minería, Ley 3738, arts. 283 al 286.
47
En Corrientes, el Código Procesal Civil y Comercial, Decreto Ley 14/2000, arts. 295 al 303.
48
En Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sud, el Código Procesal Civil, Comercial,
Laboral, Rural y Minero, Ley 147, arts. 301 al 312.
49
Derecho Procesal, ob. cit., Tº II, pág. 334.
50
Código Procesal Penal de la Nación, Ley 23.984, art. 479.
51
Confr Ávila Paz de Robledo, Rosa A. (Directora), “Teoría General de las Impugnaciones”
en Manual de Teoría General del Proceso, Tº II, Advocatus, Córdoba, 2006, págs. 268/269.
Ávila Paz de Robledo, Rosa - Las pruebas científicas y la revisión … 189
52
CSJN, “Campbell Davidson, Juan c/ Provincia de Buenos Aires”, 19/02/1971.
53
Revisión de la cosa juzgada. Su estado actual”, ob. cit. pág. 136.
54
En la 1ª etapa de”iudicium rescindens” estudia la procedencia de los motivos de revisión y
si los rechaza el revisionista carga con las costas y contrario sensu si hace lugar a la revisión
se anula el fallo en crisis.
55
En la 2ª etapa de “iudicium rescissorium”el tribunal revisa y dicta un nuevo fallo.
190 Anuario del CIJS (2009-2010)
56
Es preciso señalar que la discusión en torno a la revisabilidad de la cosa juzgada presenta otras
proyecciones, particularmente en los “costos” que le genera al sistema legal, en torno al desarrollo
de nuevos procedimientos, con todo lo que ello implica (Confr. Singer, Julie A., Killer, Monica
K., Adya, Meera, “The impact of DNA and other technology on the criminal justice system: im-
provements and complications”, 17 Albany Law Journal of Science & Technology 87, 2007).
57
Ver supra, nota 2.
58
“Pruebas biológicas y cosa juzgada. ¿El desarrollo de nuevos estudios genéticos o el perfeccio-
namiento de los ya existentes, habilita la revisión de la cosa juzgada sobre la base de metodologías
superadas?”, en Revista de Derecho Procesal, 2005-1, Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe, pág. 269.
59
“La prueba en el juicio de filiación”, en Revista de Derecho Procesal, 2005-2, Ed. Rubinzal
Culzoni, Santa Fe, pág. 319.
Ávila Paz de Robledo, Rosa - Las pruebas científicas y la revisión … 191
60
Rodolfo Duarte Pedro, “Prueba Pericial: Valoración del dictamen médico en las pruebas
biológicas” en La Prueba. Homenaje al maestro Hernando Devis Echandía, Universidad Libre,
Colombia, 2002, pág. 535 y ss. Citado por Roland Arazi, “La prueba en el juicio de filiación”,
págs. 319/320.
61
La cosa juzgada formal puede revisarse en otro procedimiento posterior.
62
La cosa juzgada material es inmutable, inimpugnable y coercible.
63
Tratadote Derecho Procesal… ob. cit. pág. 653.
64
Maria Victoria Famá solo referencia fallos que en los cuales se hizo lugar solo a la excepción
de cosa juzgada: Tribunal Colegiado de Familia Nº 3 de Rosario, 9/10/2001, “D., M. v. S., F, s/
reclamación de paternidad extramatrimonial s/ daño moral; STJ de Entre Ríos, 31/05/1999,
“E.G., P.v.G.J. Ch. s/ filiación. A la par que da un precedente del TSJ de la prov. de Neuquén,
29/11/2005, “M.,M.L. v. C.J.”, LL Patagonia 2006, agosto 441, con nota de Solari Néstor, “Pre-
tendida excepción de cosa juzgada en una acción de filiación. En esta causa se debatió la
posibilidad de revisar la cosa juzgada en materia filiatoria ante la preexistencia de una acción
deducida por el Ministerio Público (Confr. Filiación, Pruebas biológicas…ob. cit. pág. 23 a 26.
65
Exp: 02-401645-0186-FA, Res. 2006-00114, Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia,
San José, 03/03/2006, sostuvo: Este otro proceso está basado en la supuesta existencia de fal-
sedad o error en el reconocimiento, argumento fáctico que ya se conoció y se resolvió en el
proceso anterior, con autoridad y eficacia de cosa juzgada material… De igual forma, el hecho
192 Anuario del CIJS (2009-2010)
de que actualmente se cuente con una prueba científica más precisa, tampoco da derecho
a que pueda volverse a analizar un asunto decidido en firme. Sobre este tema y respecto
de asuntos similares pueden consultarse, de esta Sala, las sentencias números 816, de las 9:50
horas del 29 de setiembre del 2004 y 868, de las 15:25 horas del 20 octubre del 2005.
66
CSJN, Fallos: 326:3758, “Evelin Karina Vázquez Ferra”, 30/09/2003.
67
CSJN, Fallos: 332:1769, “Emma Elidia Gualtieri Rugnone de Prieto y otros”, 11/08/2009.
Ávila Paz de Robledo, Rosa - Las pruebas científicas y la revisión … 193
1. Investigaciones en desarrollo:
Directora del Proyecto de Investigación sobe “NUEVOS HORI-
ZONTES LAS CAUTELARES INNOMINADAS EN EL SIGLO XXI
EN EL PROCESO JUDICIAL ARGENTINO Y SU ARMONIZACIÓN
LEGISLATIVA EN MERCOSUR” (UNC-SECYT proyecto Categoría
“A”) presentado en la Convocatoria Marzo 2010 en proceso de eva-
luación.
Directora del Proyecto de Investigación sobre El abuso del pro-
ceso en las Medidas Cautelares y Anticipatorios en los procesos
de familia-PROPUESTA DE ARMONIZACIÓN LEGISLATIVA EN
MERCOSUR. aprobado por Resolución de CICYT Nº040/08.
Directora del Programa de Desarrollo Científico y de Proyectos de
Investigaciones Jurídicas 2007/2008 del Instituto de Derecho Pro-
cesal y CICYT aprobado por Res. C.D. 495/2007.
Publicaciones:
Nota a fallo: A.E.A.L. del 2º Laudo Arbitral Ad Hoc del MERCOSUR
en Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, UNC. Vol.
7 Nº 1-2, Año 2000- Nueva Serie
Armonización legislativa en el Área del Derecho Procesal, en
Anuario V, Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales, Facultad
de Derecho y Ciencias Sociales, UNC., El Copista, marzo de 2001.
“Amparos Especiales —Habeas data— Amparo Electoral- Amparo
Fiscal y Amparo por Mora de la Administración” en Revista de Di-
reito Processual Civil, Gênesis, Curitiba Nº 24 y 25.
194 Anuario del CIJS (2009-2010)
uu
La representación de los hijos menores de edad
frente al Principio Constitucional de Capacidad
Progresiva de los Niños, Niñas y Adolescentes
* Docente – Investigadora Categoría IV; Miembro Titular del Instituto de Derecho Civil de
la Academia Nacional de Derecho y Cs. Ss. de Córdoba; Prof. Titular de Derecho Civil I
de la UCC; J.T.P.de Derecho Privado I y Docente IECA Facultad de Derecho y Cs. Ss. UNC;
Abogada Litigante.
** Docente – Investigadora Categoría IV; Prof. Adjunta Introducción a los Estudios de la
Carrera de Abogacía, Facultad de Derecho y Cs. Ss. de UNC; Jefe de Trabajos Prácticos de
Introducción al Derecho, Facultad de Derecho y Cs. Ss. de UNC; Prof Adjunta Introducción
al Derecho Universidad Blas Pascal, Abogada Litigante.
*** Especialista en Derecho Procesal con Mención en Derecho Procesal Civil; Vocal de Cá-
mara de la Excma. Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de 7ª Nominación de la
Primera Circunscripción Judicial con asiento en esta Capital; Jefe de Trabajos Prácticos de
Derecho Privado I; Docente Práctica Profesional III, Coordinadora del Seminario Perma-
nente de Derecho Privado, Facultad de Derecho y Cs. Ss. U.N.C.
**** Especialista en Derecho de los Negocios, Docente Derecho Privado VI Facultad de De-
recho y Cs. Ss U.N.C.
***** Docente Auxiliar Ayudante A, de Derecho Privado I y de Práctica Profesional de la
Facultad de Derecho y Cs Ss., U.N.C. Abogada litigante.
****** Alumna 6to año de la Carrera de Abogacía Facultad de Derecho y Cs Ss UNC. Pasante en
el Juzgado de Menores Prevencional de 2º Nominación, Sec. 2 de la ciudad de Córdoba desde
03/03/2008 al 02/03/2010
196 Anuario del CIJS (2009-2010)
1. Introducción
2. Objetivos Propuestos
3. Metodología
4. Marco Teórico
1
Bidart Campos, Germán Tratado de Derecho Constitucional, T. I, edición ampliada y actua-
lizada 1999-2000, Ediar, Buenos Aires 2000; Manili, Pablo l. El bloque de constitucionalidad.
La recepción del Derecho Internacional de los Derechos Humanos en el Derecho Constitucional
Argentino. La Ley, Buenos Aires 2003. Los autores consideran que la expresión “bloque de
constitucionalidad” proviene de la doctrina elaborada por el Consejo Constitucional de Fran-
cia, y ha sido asimilada por la mayoría de la doctrina Argentina, aludiéndose con la expre-
sión a un conjunto normativo que contiene disposiciones, principios o valores materialmen-
te constitucionales, que no forman parte del texto de la Constitución sino que permanecen
fuera de él compartiendo con aquél su misma supremacía y erigiéndose en parámetro para
el control de constitucionalidad de normas infraconstitucionales. Alguna doctrina constitu-
cional ha adicionado a la expresión el adjetivo “federal” para señalar la doble fuente —inter-
na e internacional— que comprende no sólo la Constitución Nacional y los instrumentos de
derechos humanos incorporados con jerarquía constitucional, sino también las Opiniones
Consultivas y las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
2
Lloveras, Nora – Salomón, Marcelo, El Derecho de Familia desde la Constitución Nacio-
nal. Ed. Universidad, Buenos Aires, 2009, pág. 502 (…) sostienen que la capacidad progresiva
es un concepto abstracto que pretende explicitar una evolución escalonada y paulatina en
la esfera de autonomía de los sujetos, y asimilar la evolución legal a la evolución psíquica
-biológica.
Basanta - Raffaeli - La representación de los hijos menores… 199
resulta necesario armonizar las normas del sistema jurídico interno a la luz
de los principios del nuevo derecho constitucional argentino.
Se advierte claramente que, si bien el derecho constitucional reco-
noce a los niños y adolescentes la titularidad de derechos humanos, éstos,
de conformidad al derecho interno vigente, los deberán ejercer a través de
sus representantes hasta llegar a la mayoría de edad, que nuestra ley civil
fija actualmente en 18 años.
El hecho de que las normas jurídicas no escuchen la voz de los ni-
ños y adolescentes, no quiere decir que estos sean pasivos.
El representante actúa por su sola iniciativa, sin el concurso de la
voluntad del niño u adolescente, relevando a éste de su derecho subjetivo
acorde a su capacidad progresiva. Es decir el no escuchar al niño u adoles-
cente es la regla en el régimen de la representación.
3
Rivera, Julio César, Instituciones de Derecho Civil - Parte General, Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 1994, Tomo I, pág. 376
4
Lloveras, María Emilia, Bertoldi de Fourcade, María Virginia, Bergoglio, María
Teresa, Lecciones de Derecho Civil, personas naturales y jurídicas, Advocatus, Córdoba, 1991
pág. 108.
200 Anuario del CIJS (2009-2010)
5
Salvat, Raymundo m, Tratado de Derecho Civil Argentino, Parte General, Tipográfica Edito-
ra Argentina, Buenos Aires, 1950, pág. 407.
Basanta - Raffaeli - La representación de los hijos menores… 201
5. Marco Normativo
Ley 26.413. Esta ley deroga el Decreto Ley 8204/63, fue la respues-
ta legislativa esperada ante el conflicto normativo existente por lo estable-
cido en el art. 41 del Decreto Ley.
Como ha acontecido en otras reformas legislativas importantes,
como antecedentes de la sanción de la Ley 26.413, se encuentran relevan-
tes fallos judiciales, que han sido dictado en consonancia con el principio
de la capacidad progresiva de los menores.
En la modificación normativa verificada con el dictado de la Ley
26.413, se advierte la recepción de la tendencia que surge de los criterios
establecidos en los Tratados Internacionales que se refieren a la capacidad
progresiva de los menores.
Con relación a este tópico nuestros Tribunales en reiteradas opor-
tunidades se pronunciaron al respecto, así in re:
- B.A.G. Solicita Autorización —AI. 1044, del 25/08/2008— Juzgado
de Familia de 3º Nominación de Córdoba.
- P., A.A. Autorización Judicial - 27/08/2001 - Tribunal colegiado de
Rosario Nº 5. L.L.Litoral, 2001-1477.
En ambos fallos se indica que en la cúspide del ordenamiento ju-
rídico está la Constitución y los Tratados Internacionales Derechos Huma-
nos, en adelante TTHH, entre ellos la CDN, en un nivel inferior el Código
Civil luego los decretos ley. El orden de prelación de normas implicaba que
el artículo. 41 del decreto ley 8204/63 no podía modificar al Código Civil ni
a los tratados internacionales. Además, era ponderable que la Ley 23.264
modificó la redacción originaria del artículo 286 Código Civil y no intro-
dujo cambios —a pesar de haberse dictado mucho después del decreto ley
8204/63— en la edad requerida para que el menor reconociese hijos, ratifi-
có que podía hacerlo el menor adulto sin limitación de edad.
204 Anuario del CIJS (2009-2010)
6
Gil Domínguez, Andrés, Fama Maria Victoria y Herrera, Marisa Derecho Constitu-
cional de Familia, TI. pág. 523 y TII, pág. 1186 Ediar. Buenos Aires, 2006. Los autores expre-
san que: “El paradigma de la protección integral parte de una concepción del niño como
sujeto de derechos en la relación paterno filial reformulada a partir del principio democrá-
tico de interacción entre el adulto y el niño. Para ello no basta con el reconocimiento de los
niños como sujetos de derecho humanos. Es preciso también consentir que ellos ejerzan
con autonomía estos derechos en función de su edad y el grado de madurez en su desarro-
llo psíquico y emocional.” Los autores sostienen en definitiva, que la norma instala en la
superficie la necesidad latente de “resignificar” o “armonizar” la legislación civil en materia
de “patria potestad” y capacidad con la doctrina de protección integral de modo de respetar
los derechos fundamentales de los niños, para lo cual deviene indispensable reestructurar
el sistema de representación de “los menores” de edad desarrollado por nuestro Código
Civil en los artículo. 57y s.s.
7
Entre los fundamentos del proyecto de modificación del Código Civil que luego fue sancio-
nado como Ley 26.579, el Senador Giustiniani expresó que la diferencia de edad entre varones
y mujeres para contraer matrimonio ha sido suprimida en la mayoría de los países y responde
Basanta - Raffaeli - La representación de los hijos menores… 205
a concepciones y criterios perimidos, entendiendo que el trato diferenciado que estaba vigen-
te en la legislación nacional constituía una discriminación prohibida por la C.N. y tratados
internacionales con jerarquía constitucional.
8
Loveras, Nora – Orlandi, Olga, “La nueva edad de la mujer para contraer matrimonio:
un fallo que la interpreta de cara a la realidad”, Nota Fallo Actualidad Jurídica Revista Familia
y Minoridad Nº 70, Código 14018, 25 de Febrero de 2010.
206 Anuario del CIJS (2009-2010)
cer derechos a los niños, niñas y adolescentes, a más temprana edad, esto
es, considerar a un sujeto que posee capacidad para conocer, procesar y
ejecutar ciertos actos jurídicos sin la necesidad del instituto de la repre-
sentación.
En parte el dictado de la nueva norma Ley 26.579 se arrima a la
convención pero veremos que en realidad no se equipara, continúa con
la categorización de los menores de modo rígido tal como lo dispone el
Código de Vélez.
El mantener rígidos esquemas exige que el ordenamiento vaya dic-
tando normas sueltas que subsane a la clasificación tratando de integrar el
sistema con el principio de capacidad progresiva de la CDN, en efecto la
interpretación rígida de los artículos 126 y concordantes que hace supo-
ner un encasillamiento. Seguimos hablando de menores y además segui-
mos clasificándolos, como si la madurez biológica y sicológica fuera una
cuestión matemática. Esto implica decir de modo tajante que son menores
impúberes los que aún no tuvieren la edad de catorce años cumplidos, y
adultos los que fueren de esta edad hasta los dieciocho años cumplidos.
(art. 127).
Si naturalmente no podemos otorgar recetas de cuando un niño
comienza a ser menor niño (menores impúberes) ni cuando un niño deja
de ser menor adulto, menos aún puede la norma jurídica aseverarlo. La
reforma es superadora en cuanto al límite de los 18 años, ha flexibilizado
y adecuado a la CDN, pero sigue reforzando el término menores, y sigue
atribuyendo compartimentos pétreos dados por la edad insistiendo que
menores impúberes y menores adultos.
La convención es más flexible, habla de capacidad progresiva, de-
termina quienes deben respetarla de acuerdo a su pasar evolutivo biológi-
co y sicológico y nuestro Código Civil continua con la estructura de encasi-
llar de acuerdo a la edad.
Volvamos a lo antes planteado en esta subdivisión de los menores
encontramos una incoherencia normativa y lingüística que sin dudas ge-
nerará inseguridad jurídica. En tal contexto podemos formular una serie
de interrogantes, tales como: ¿Qué harán los jueces a la hora de aplicar el
derecho? ¿Qué pasará cuando una adolescente quiera ejercer sus derechos
sexuales por ejemplo? O la disposición de su propio cuerpo? Seguiremos
ante una incoherencia lógica del sistema que sólo podrá subsanarse por
el principio de la jerarquía, los jueces deberán optar en el caso concreto y
previo análisis de la madurez biológica y sicológica de la menor dar paso
a la CDN.
Y así cabe otra pregunta ¿qué hay con el interés superior del niño?
¿Qué aplicaremos? En tales supuestos le corresponderá los jueces valorar
Basanta - Raffaeli - La representación de los hijos menores… 207
9
Mizrhai, Mauricio Luis. “Los derechos del niño y la ley 26.061”. L.L 2006-A, 858. (…) La ley
establece el loable criterio de receptar la denominada “capacidad progresiva”, en lo relativo
a los actos que el niño puede ejercer directamente (artículos. 19, inc. a) y 24, inc. b); pauta
que se desprende de la Convención internacional que le atañe. Esta inserción también nos
parece esencial, pues obligará a los jueces a no ajustarse al texto literal de los artículos. 54 y
55 del Código Civil, de manera que -al menos en cuanto a sus derechos personalísimos- los
niños podrán ejercerlos por sí, y sin acudir a terceras personas; obviamente en función de su
desarrollo y madurez. Se intenta superar así el paradigma capacidad-incapacidad, propio de
la época pseudo-tutelar en el que se inscribe nuestro Código Civil. El concepto de la capaci-
dad progresiva se sustenta tanto en la capacidad de derecho o de goce, como en la capacidad
de hecho o de ejercicio. No estará sujeto a una edad cronológica determinada, sino que habrá
que verificar en cada caso el discernimiento del niño, su madurez intelectual y psicológica, el
suficiente entendimiento. (…).
10
Solari, Néstor. “Mayoría de edad a los 18 años. Una mirada constitucional” L.L. 2007-A,
1148. (…) debemos abandonar ese esquema clásico de “incapacidad” y “capacidad” como
línea divisoria absoluta y estática, por un sistema más flexible, esto es, la progresividad, dán-
dole activa participación al niño en los actos a realizar, no obstante la incapacidad general del
sujeto. El desarrollo y evolución del sujeto es gradual y progresiva y no abrupta e instantánea.
Por ello, constitucionalmente, debe pensarse en introducir la forma en que el niño, por de-
bajo de los dieciocho años de edad, pueda ejercer, efectivamente, los derechos y garantías
plasmados en la Convención. (…)
11
Minyerski, Nelly, Derecho de Familia y aplicación de las Convenciones Internacionales so-
bre niños y mujeres, pág. 103, GROSMAN, Cecilia pág. ,”Significado de la Convención de los
Derechos del Niño en las relaciones de Familia”, LL-1993-B-1095, Mizrahi Mauricio, Luis,
en “El niño: Educación para una autonomía responsable, LL 1993-E, 1277, Reartes, Julia
en “Infancia y Derechos: algunas cuestiones a debatir”; JA 1994 IV-904, Cillero B., Miguel,
“Infancia, autonomía y derecho: una cuestión de principios”, en Derecho a tener Derecho,
UNICEF/ IIN, Montevideo, 1998, Tomo 4, pág. 34 y ss., entre otros.
Basanta - Raffaeli - La representación de los hijos menores… 209
12
-Primer Encuentro Regional de Derecho de Familia en el MERCOSUR. Buenos Aires,
Junio 2005. En el Primer Encuentro Regional de Derecho de Familia en el MERCOSUR en la
Comisión Nº3 –Concluyó que: “Es necesario consagrar la autonomía progresiva del niño en el
ejercicio de derechos y obligaciones, subrayando que todos los actos referidos al ejercicio por
parte de niños o adolescentes de sus derechos personalísimos se presumen realizados con
capacidad y madurez suficiente”.
-
XXII Jornadas Nacionales de Derecho Civil y V Congreso de Derecho Civil. Córdoba Seti-
embre de 2009, la Comisión Nº VI, entre otras conclusiones recomendó que: “El sistema
rígido de protección de los incapaces que establece el Código Civil debe ser modificado a
fin de implementar un modelo de capacidad progresiva, mediante la adquisición gradual
de competencias”.
Basanta - Raffaeli - La representación de los hijos menores… 211
7. Conclusiones
8. Referencias Bibliográficas.
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gración y la Globalización, Libro Homenaje al Profesor Miguel Angel Ciuro Caldani.
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701.
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uu
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1
Foucault, Michel, Saber y Verdad, La Piqueta, Madrid, 1991.
2
Rawls, John, Teoría de la Justicia, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1993.
3
ALIANZA COOPERATIVA INTERNACIONAL, CONGRESO DEL CENTENARIO Manchester,
1995: 1) Asociación voluntaria y abierta; 2) Control democrático por los asociados; 3) Partici-
pación económica de los asociados; 4) Autonomía e Independencia; 5) Educación, capacita-
ción e información; 6) Cooperación entre cooperativas; 7) Ocupación por la comunidad.
4
Marbán Santos, Salvador, Cooperatismo y Cooperativismo, Manuales UTEHA, Nro. 334,
18/11/1968.
Bertossi, Roberto - Aportes para una nueva legislación… 219
Responsabilidades.
5
Aranzadi, Dionisio, Gestión de Cooperativas ante el reto europeo en: Anuario de Estudios
Cooperativos, 1986. Universidad de Deusto. Bilbao, págs. 77 a 79.
6
Bertossi, Roberto Fermín, Servicios Públicos Cooperativos, Editorial El Derecho, 2009.
7
Veron, Alberto Víctor, Tratado de las Cooperativas, T. II, Págs. 4, 155 y cc., LA LEY,
2009.
222 Anuario del CIJS (2009-2010)
8
Althaus, Alfredo A., Tratado de derecho Cooperativo, Págs. 386 y sigs., ZEUS Editora, Ro-
sario, 1977.
9
Morán García, Manuel E., “Internacionalización de las Cooperativas: aspectos jurídicos,
económicos, geográficos y sociológicos”; Facultad de Derecho de la Universidad de Alicante,
España, 2008.
224 Anuario del CIJS (2009-2010)
Nuestra posición.
10
Verón, Alberto Víctor, Op. cit.; pág. 160.
11
Régimen Jurídico de las Cooperativas, editado por la Federación Argentina de Colegios de
Abogados en 1990, págs. 48 y 49.
Bertossi, Roberto - Aportes para una nueva legislación… 225
Elección de miembros.
Conclusiones y propuestas.
Una conversación del Padre Arizmendi con José Luis del Arco,
cuando éste era la autoridad máxima en la interpretación de la legislación
cooperativa española, permitió que los Estatutos de las entidades asocia-
das a la Caja Laboral Popular de Mondragón pasaran, allá en los años se-
senta, sin problemas. Ojalá aprendamos de ello.
En este Bicentenario, el Honorable Congreso de la Nación debe es-
cuchar al sector cooperativo, administrativo, jurídico, judicial y académico
que reclama una nueva ley de cooperativas desmercantilizada, democráti-
ca, federal y republicana, acorde a los tiempos actuales como a las tenden-
cias demográficas, ecológicas y económicas más apropiadas y pragmáticas
previsibles, bregando por la autorregulación cooperativa todo lo posible
mediante federaciones y confederaciones especializadas, externas y neu-
trales repotenciando los órganos de regulación y control (Vg. de servicios
públicos cooperativos esenciales conforme la regularidad asegurada por la
Ley 25.877), la educación y concientización, incentivando la participación
12
Resolución del Instituto Nacional de Acción Cooperativa; Nº 254/77 sobre ACTA CONSTI-
TUTIVA Y ESTATUTO TIPO (Risueño: aún nos rige un modelo oficial de estatuto “Provisorio”
tipo del año 1974).
228 Anuario del CIJS (2009-2010)
13
Véase del autor: La Cooperativa, Edit. EDIAR, Bs. As., 1986.
14
Véase Ob. cit. Precedente (5).
15
Léase del autor Desvío de fondos cooperativos y/o ¿La Educación Cooperativa, irá a la es-
cuela?, La Voz del Interior, Octubre 2009 y Febrero 2010.
Bertossi, Roberto - Aportes para una nueva legislación… 229
16
Sen, Amartya; Kliksberg, Bernardo: “Primero la Gente” TEMAS Grupo Editorial, 2009.
17
Reformulación: este vocablo o acepción es propiciado por los profesores Carlos Díaz de
la Universidad Complutense de Madrid y el Dr. Antonio Colomer Viadel de la Universidad
Politécnica de Valencia, España.
230 Anuario del CIJS (2009-2010)
Benedicto XVI, CARITAS IN VERITATE La caridad en la verdad; Carta Encíclica sobre el de-
sarrollo humano integral en la caridad y en la verdad. Ediciones Paulinas, Argentina, 2009.
Althaus, Alfredo A., Tratado de derecho Cooperativo, págs. 386 y sigts., ZEUS Editora, Ro-
sario, 1977.
Aranzadi, Dionisio, “Gestión de Cooperativas ante el reto europeo”, Anuario de Estudios Co-
operativos, 1986. Universidad de Deusto. Bilbao, Págs. 77 a 79.
Bertossi, Roberto Fermín, “Desvío de fondos cooperativos” y/o “¿La Educación Cooperati-
va, irá a la escuela?”, La Voz del Interior, Octubre 2009 y Febrero 2010.
— Servicios Públicos Cooperativos, Págs. 239; Editorial El Derecho, Buenos Aires, Argentina;
2009.
Junyent Velez, Francisco y Bertossi, Roberto F., La Cooperativa, Editorial EDIAR, Bs. As.,
1986.
Verón, Alberto Víctor, Tratado de las Cooperativas, T. II, Págs. 4, 155/160 y cc., LA LEY,
2009.
Sen, Amartya; Kliksberg, Bernardo: “Primero la Gente” TEMAS Grupo Editorial, 2009.
uu
Tecnologías de la Información y
Comunicación Social (TICS)
Ricardo S. Bianciotti*
Cecilia Ferrero
María Soledad García
Dolores Verduzco
Laura Y. Andrés
Zulema D. González
1.1-Introducción.
En la actualidad la idea de Tecnologías de la Información y Co-
municación Social se relaciona preferentemente con los fenómenos del
crecimiento económico y del impacto social. Sintetizados estos procesos,
podremos abordar con éxito el concepto de TICS1.
1
Katz, Raúl, “El papel de las TICS en el desarrollo, Propuesta de América Latina a los retos
económicos actuales”, Colección Fundación Telefónica, Cuaderno 19, Ed. Ariel, Madrid 2009,
págs. VII a XII.
2
Katz, Ob. Cit, págs. VII a XII.
Bianciotti, Ricardo S. - Tecnologías de la Información y … 233
1.3-Noción.
Se ha definido a las TICS como el “conjunto de avances tecnoló-
gicos que nos proporcionan la informática, las telecomunicaciones y las
tecnologías audiovisuales, que comprenden los desarrollos relacionados
con los ordenadores, Internet, la telefonía, los “mass media”, y la realidad
virtual. Todas estas tecnologías básicamente nos proporcionan informa-
ción, herramientas para su proceso y canales de comunicación4”. También
se las ha conceptualizado como al “conjunto de tecnologías que permiten
la adquisición, producción, almacenamiento, tratamiento, comunicación,
registro y presentación de informaciones, en forma de voz, imágenes y da-
tos contenidos en señales de naturaleza acústica, óptica o electromagnéti-
ca. Las TICS incluyen la electrónica como tecnología base que soporta el
desarrollo de las telecomunicaciones, la informática y lo audiovisual5.”
Así, estas nuevas tecnologías agrupan los elementos y las técnicas
utilizadas en el tratamiento y la transmisión de la información, principal-
mente de informática, internet y telecomunicaciones.
3
Alcaide de la Fuente, A. (2009) “Relaciones comerciales por medios electrónicos”, Edición
electrónica gratuita. Texto completo en www.eumed.net/libros/2009b/556/.
4
PERE MARQUES GRAELL, “Las Tic y sus aportaciones a la sociedad” http://peremarques.
pangea.org/tic.htm.
5
Rosario, Jimmy, 2005, “La Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC). Su uso
como Herramienta para el Fortalecimiento y el Desarrollo de la Educación Virtual” http://
www.cibersociedad.net/archivo/articulo.php?art=218).
6
Lynne, Markus y Robey, Daniel, “Information Technology and Organizational Change:
Causal Structure in Theory and Research“ publicado en Management Science, Vol. 34, Nº 5,
May (1988), págs. 583-598, http://www.jstor.org/pss/2632080).
234 Anuario del CIJS (2009-2010)
1.5-Características.
Las nuevas tecnologías son inmateriales, en razón de la naturaleza
del objeto principal que es la información. Además permiten la interco-
nexión y la interactividad. Son instantáneas; tienen elevados parámetros
de imagen y sonido. Al mismo tiempo las nuevas tecnologías suponen la
aparición de nuevos códigos y lenguajes, la especialización progresiva de
los contenidos sobre la base de la cuota de pantalla (en una nueva cultura
de masas) y dando lugar a la realización de actividades inimaginables.
7
Trujillo Manriquez, Patricio J. “Tecnologías de la Información y la Comunicación” Chile,
Julio, 2006 http://www.tigweb.org.
Bianciotti, Ricardo S. - Tecnologías de la Información y … 235
8
“Tecnologías de la información y la comunicación”, http://es.wikipedia.org/.../Tecnologías
de la información y la comunicación.
236 Anuario del CIJS (2009-2010)
2.1-Introducción
La utilización de sistemas de información y comunicación basados
en el empleo de técnicas electrónicas ha revolucionado la forma de traba-
jar, relacionarse y aprender trayendo consigo nuevos paradigmas.
Entre ellos el intercambio electrónico de datos (en adelante EDI,
sigla formada por las iniciales de su denominación en inglés: Electronic
data interchange) surgió en los años 60 en EEUU ante la necesidad de los
sectores del ferrocarril, del automotor, líneas aéreas y navieras de proce-
sar y mejorar la calidad de los datos asociados al movimiento físico de las
mercaderías.
A diferencia de lo que ocurre en otros países, en la legislación na-
cional no contamos con una normativa específica que regule el EDI, de ahí
la necesidad de su conceptualización.
2.2-Noción
Piaggi9 lo define como la comunicación de computadora a com-
putadora con intercambio de información en formatos predetermina-
dos.
9
Piaggi, Ana I., “El comercio electrónico y el nuevo escenario de los negocios”, Revista del Co-
legio de Abogados de La Plata, Año XL, Nº 61, 2000, pág. 151.
Bianciotti, Ricardo S. - Tecnologías de la Información y … 237
2.3-Concepto
Entendemos que el EDI, como modalidad del comercio electróni-
co, es una de las vías de comunicación basadas en el empleo de técnicas
electrónicas.
Nuestro concepto: El intercambio electrónico de datos es todo
intercambio entre terminales informáticas, por medios electrónicos,
de datos estructurados conforme un lenguaje con una normalización
de información y automatización del procedimiento utilizado para
intercambiarla.
Este intercambio permite facilitar la interacción, dinamizar la acti-
vidad económica y despapelizar las transacciones, reduciendo los tiempos
y costos asociados a ellas. A fin de aprovechar en su integridad estas posibi-
10
Gaibrois, Luis Mauricio, “El instrumento digital en el texto y en el espíritu de la reforma
civil”, Instituciones de Derecho Privado Moderno, Abeledo-Perrot online-Doctrina, 2001.
11
SCAGLIA, Caroline P., “Breve Recomendación sobre Comercio Electrónico”, Abeledo-Perrot
online-Doctrina, 2007.
12
Art. 2º Definiciones 2.2 EDI del Modelo Europeo de Acuerdo de Edi, aprobado por el Con-
sejo Económico Europeo (94/820/CE) por Recomendación de la Comisión de las Comuni-
dades Europeas relativa a los aspectos jurídicos del intercambio electrónico de datos el 19 de
Octubre de 1994 en Bruselas.
13
Art. 2º b) Definiciones de la Ley Modelo de la CNUDMI sobre Comercio Electrónico y otros
medios conexos de comunicación de datos, aprobada por la Comisión de Naciones Unidas
para el estudio del Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI) de la Asamblea General de
las Naciones Unidas el 12 de Junio de 1996 en su 605a. sesión, ISBN 92-1-333278-5.
238 Anuario del CIJS (2009-2010)
3.2-Concepto de Firma
La firma está constituida por trazos que constituyen un modo ha-
bitual que tiene una persona de escribir su nombre con la finalidad de ma-
nifestar la adhesión de su voluntad al texto a cuyo pie la pone. Ha servido
clásicamente para la obtención de dos objetivos: imputación de la autoría
del acto y demostración de la voluntad de su autor. Obtenidos ambos fines,
la seguridad sobre la autenticación del acto es relativa puesto que el ins-
trumento deberá ser sometido al reconocimiento o desconocimiento de
aquel a quién se atribuye14.
14
Rivera, Julio César, Instituciones de Derecho Civil, Parte General, Abeledo-Perrot, Buenos
Aires,2000, t. II, pág. 675, 679.
Bianciotti, Ricardo S. - Tecnologías de la Información y … 239
15
Directiva 1999/93/CE del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establece un
marco comunitario para la firma electrónica y la Directiva 2000/31/CE del Parlamento Euro-
peo y del Consejo relativa a determinado aspectos jurídicos de los servicios de la sociedad de
la información. La legislación asigna mayor efecto jurídico a determinados métodos de au-
tenticación electrónica estableciendo un sistema de doble nivel, las firmas de más alto nivel
deben cumplir requisitos en relación concreta con una tecnología concreta, generalmente la
infraestructura de clave pública.
16
Masucci, Alfonso, “Il documento informatico” Rivista Di Diritto Civile, Anno L N5, sett-
embre-ottobre, 2004, Padova. Cedam, pág 762.
17
Farinella, Favio, “Venezuela: su ley de firma electrónica”, publicado en ED, 194-1040.
18
Res. Nº 34/06 y Res. Nº 37/06, dictadas por el órgano decisivo - Grupo de Mercado Común
– del Mercosur.
240 Anuario del CIJS (2009-2010)
19
Disponible en http://www.pki.gov.ar/
20
Rivera, Julio C., ob. Cit., pág. 679.
Bianciotti, Ricardo S. - Tecnologías de la Información y … 241
21
Cortes, Daniel E., “Identificación virtual y sociedad”, publicado en Abeledo-Perrot, JA
2007-II-1335-SJA 2/5/2007.
22
Conferencia sobre “Seguridad Informática: primera capacitación sobre firma digital”, ULP,
disponible en http://www.sanluisdigital.edu.ar/SLDASP/2008/paginas/InfoPrensaDetalle.as
p?TemaId=20&InfoPrensaId=481.-
23
Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor contra Haire, Cuarto Tribunal de
Distrito de Apelación de Florida, causas Núms. 4D02-2584 y 4D02-3315, de 15 de enero de
2003. “Fomento a la confianza en el comercio electrónico: cuestiones jurídicas de la utilización
internacional de métodos de autenticación y firma electrónicas”, (2009) N U, pág 51.
24
Gemeinsamer Senat der obersten Gerichtshöfe des Bundes, GmS-OGB 1/98, 5/04/2000,
JurPC Internet – für Zeitschrift Rechtsinformatik und Informationsrecht, JurPC Web – Dok
Nº160/2000, disponible en http://www.jurpc.de/rechtspr/20000160.htm.
25
Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Azul (Buenos Aires), Sala II, 30/04/2002,
“Banco Galicia y Bs. As. c. Lucero José s/ejecución hipotecaria”, ver http://fundaciondike.org.
ar/legislacion/fallo-pago-medio.htm.
26
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Sala D, (Buenos Aires), 16/02/2007,
“Henry Hirschen y Cía S.A. c. Easy Argentina S.R.L., publicado en DJ2007-II, 1315.
242 Anuario del CIJS (2009-2010)
4.1- Introducción
En las transacciones del Comercio Electrónico, se utilizan méto-
dos electrónicos de comunicación, almacenamiento y autenticación de la
información. Anteriormente hemos conceptualizado a la Transferencia
Electrónica de Fondos (en adelante TEF) como: “Toda manifestación de
voluntad realizada mediante instrucciones electrónicas, en cuentas ban-
carias, destinadas a mover fondos de un patrimonio a otro, asentando los
débitos y créditos correspondientes automáticamente”27 y definido su na-
turaleza jurídica: “Es un negocio jurídico plasmado en un contrato acce-
sorio al de cuentas bancarias; sea en cuenta corriente bancaria, o caja de
ahorro, o depósito en monedas extranjeras u otras cuentas que permitan
mover fondos, o intercambiar electrónicamente datos”28. Será motivo de
nuestro análisis en particular, el momento de su perfeccionamiento, en el
ámbito nacional e internacional.
27
Bianciotti, Ricardo, “Marco conceptual de las Transferencias Electrónicas de Fondos”
U.N.C, Facultad de Derecho y Cs. Soc. Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales. Anuario
1993, pág. 55.
28
Bianciotti, Ricardo, ob. Cit. pág. 61.
29
New York A/CN9/SERB/1.
Bianciotti, Ricardo S. - Tecnologías de la Información y … 243
30
Sea en la recepción del aviso, en la decisión del banco del adquirente de aceptar la TEF de
crédito, en el momento del asiento en la cuenta del adquirente (difícil de determinar en cada
uno de ellas cuando se tramitan en lotes cuando se efectúan por conducto de sistemas de
cámara de compensación de pagos interbancarios cuya liquidación neta se hace al finalizar
el día adquiere carácter irrevocable una vez efectuada la liquidación definitiva —asiento de
crédito cancelable—) o en el caso del aviso al adquirente al finalizar el día o al día siguiente o
adquiere carácter definitivo con la entrega.
31
Sobre Transferencias Internacionales de Crédito, Cap. IV Finalización de la Transferencia
de Créditos y su nota explicativa. A/CN.9/346. Lo expresado en la ley, es facultativo de los
países de incorporar su contenido.
32
En Argentina la ley de Entidades Financieras Nº 21.526 establece que en principio, los Ban-
cos Comerciales pueden emitir giros y efectuar transferencias de plaza a plaza definido a con-
trario sensu en su art. 28. En el art. 3º deja abierto la posibilidad de aplicación de dicha ley a
persona o entidad no comprendida, a juicio del B.C.R.A.
244 Anuario del CIJS (2009-2010)
33
Transferencia Electrónica de Información y Fondos, Recopilación actualizada de normas.
Cap. 4 Transferencias Electrónicas de Fondos entre clientes de diferentes Bancos, mediante
redes públicas de comunicaciones. ap.1 Generalidades. Circular Nº 3444 de 21/08/2008.
34
“Establece normas para la liquidación de inversiones de los Fondos de Pensiones a través
de sistemas de pagos electrónicos. Modifica Circular Nº 1.216 sobre inversiones del Fondo de
Pensiones y del Encaje. Cap. II ap. 8 Circular Nº 1347 del año 2005. Gobierno de Chile.
35
Ruiz, Fernando “El documento electrónico frente al Derecho Civil y Financiero” Revista Alfa
Redi Nº 16 (1999).
Bianciotti, Ricardo S. - Tecnologías de la Información y … 245
36
Condiciones generales y de operación (cap. I y III) de dicho contrato.
37
Las transferencias pueden ser tratadas FUERA DE LINEA (off line) por lotes, el banco acu-
mula determinada cantidad de TEF teniendo un criterio de clasificación de las solicitudes y
puede o no, acreditarse ese día. Precisa cierto tiempo entre la orden y la confirmación por la
institución bancaria que acepta el pago. Durante esta etapa, la transacción tiene estado de
“pendiente”, hay mayor probabilidad de cambiar de idea durante el proceso, que es manual,
es más complicado y propenso a errores. O EN LINEA (on line) actualizando en tiempo real el
saldo disponible aplicado directa y definitivamente al momento de ser recibido, disponiendo
inmediatamente de los fondos cuando las cuentas se encuentren en estado normal y haya
monto disponible.
38
Banca electrónica Transferencia electrónica vía CBU Cajeros Automáticos y Home Ban-
king, Banco Provincia de Buenos Aires. http://.www.bpba.com.ar.
39
Empresa de bancos que brinda soluciones electrónicas de gestión de tesorería para
empresas y de compensación de fondos de Alto Valor para Bancos y otras entidades.
http://www.interbanking.com.ar
246 Anuario del CIJS (2009-2010)
5.1.- Introducción.
La evolución de las Tecnologías de la Información y las Comunica-
ciones (TICS) han originado nuevas visiones de la realidad en el derecho.
El impacto y crecimiento de las mismas se caracteriza por el desarrollo y
la distribución de la información en un medio único en su género que sus
usuarios denominan “ciberespacio”.
Es por ello que se ha expresado que las nuevas tecnologías pro-
ducen un efecto de “desterritorialización” y “descentralización”, pues por
medio de ellas se eliminan jerarquías, categorías analíticas y límites geo-
gráficos40.
Hoy se alude a la “liberación del papel” lo que significa, que la so-
ciedad se independiza de este material como soporte de sus comunicacio-
nes41.
La comunicación electrónica altera normas preexistentes e innova
en concreto en las relaciones comerciales, así se observa que el número
creciente de transacciones comerciales se realiza por el medio de comu-
nicación habitualmente conocido como Comercio Electrónico en el que
se usan métodos de comunicación, almacenamiento y autenticación de la
información sustitutivos de los que utilizan papel.
40
Lorenzetti, Ricardo L., Comercio Electrónico, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2001,
pág.14.
41
Rivera, Julio César, Instituciones de Derecho Civil, Parte General, Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 2000, t II, pág. 673.
Bianciotti, Ricardo S. - Tecnologías de la Información y … 247
42
Piaggi, Ana, “Comercio Electrónico y los nuevos escenarios de los negocios”, Revista del
Colegio de Abogados de la Plata, vol 40, Nº 61 (2000), pág. 156. El “e-commerce” —en su de-
nominación inglesa— acelera el proceso de distribución, optimiza la logística, viabiliza la
penetración en mercados internacionales, reduce costos de comunicación, fomenta la comu-
nicación interactiva con los clientes y permite conocer las necesidades futuras de productos
o servicios.
43
“Fomento a la confianza en el comercio electrónico: cuestiones jurídicas de la utilización
internacional de métodos de autenticación y firma electrónicas”, (2009) N U, pág. 37.
44
Márquez, José Fernando, “Elementos de la contratación electrónica: el acuse de recibo y
la confirmación del mensaje” Anuario de Derecho Civil, Nº 7, 2003, pág. 66. Abreviaturas de
las expresiones Business to business, business to consumers y consumers to consumers.
45
Rodrigo González, Oscar, “Guía práctica del Comercio electrónico”, editorial Anaya, 2008,
España, citado por Alcaide De La Fuente, A (2009) Relaciones Comerciales por medios elec-
trónicos, Texto completo en www.eumed.net/libros/2009b/556/, pág. 35 y ss.
46
Piaggi, Ana, ob. cit pág. 152.
248 Anuario del CIJS (2009-2010)
47
Alcaide de la Fuente, A, ob. cit pág. 19 y ss. Clasifica al comercio electrónico en función
del tipo de relación que se establece entre las distintas partes que pueden integrar el inter-
cambio comercial. Comercio electrónico tradicional: sólo entre empresas: círculos cerrados;
número limitado de participantes; redes cerradas propias; participantes conocidos y dignos
de confianza; la seguridad forma parte del diseño de la red y el mercado es un círculo. Comer-
cio electrónico basado en internet: empresas-consumidores, empresas-empresas, empresas-
administraciones públicas, usuarios-usuarios; mercado mundial abierto; número ilimitado
de participantes; redes abiertas no protegidas; participantes conocidos y desconocidos; es
necesaria la seguridad y autenticación y la red es el mercado.
48
Del 28 de junio de 1998.
49
Del 20 de noviembre de 1998.
Bianciotti, Ricardo S. - Tecnologías de la Información y … 249
50
Guisado Moreno, Angela, “Formación y perfeccionamiento del contrato en Internet”, Mar-
cial Pons citado por ALCAIDE DE LA FUENTE, A, ob. cit.
51
Del 8 de junio de 2000.
52
Alegría, Héctor, “Informática y concurso (primeras ideas para un temario)”, publicado en
Sup. CyQ 2010 (abril), 22/04/2010.
53
Ley 26044, 8 de junio de 2005, artículo 1º, inciso II, domicilio fiscal electrónico; y el Inciso
XXVIII, alude a la comunicación informática del acto administrativo.
54
Resolución General 1995/2006. AFIP, 20 de enero de 2006, Procedimiento Fiscal, Comuni-
cación informática de actos administrativos.
55
BCRA, Comunicación “A” 05/05/1997 Circular RUNOR 1-215, “Sistema Nacional de Pagos.
Implementación”. Comunicación “A” 4609 27/12/2006 Circular RUNOR 1-805, “Requisitos mí-
nimos de gestión, implementación y control de los riesgos relacionados con tecnología informá-
tica y sistemas de información y recursos asociados para las Entidades Financieras”.
56
CNV, Resolución General Nº 345/99 Remisión de información financiera de emisoras por
la Autopista de la Información Financiera y Autopista de la Información Financiera sobre co-
municación de los dictámenes de las calificadoras de riesgo, disponible en http://www.cnv.
gov.ar/leyesyreg/CNV/RGCNV345.htm.
57
Secretaría de Turismo, Resolución 257/00, 30/06/2000, Venta y/o promoción vía Internet,
disponible en http://www.turismo.gov.ar/esp/drst/legisl.htm.
250 Anuario del CIJS (2009-2010)
uu
58
Mercado Común del Sur: sus estados miembros son Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Tienen estatus de estado asociado Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Venezuela, aún
no es miembro de pleno derecho, está a la espera de que los senados de Brasil y Paraguay
aprueben su solicitud de admisión.
Las Funciones del Moderno Derecho de Daños
clasifica, separa y distribuye el costo de los daños. Todos los días ocurren
cosas —sucesos— que implican que una persona o más sufra un daño, una
lesión, ya sea en su patrimonio, en su familia, o en su espíritu. Lo más co-
mún es que los costos patrimoniales y las aflicciones espirituales deban ser
soportadas, material y moralmente, por las mismas personas que intervie-
nen en el suceso dañoso. Y otras tantas veces el costo de los daños lo paga
otra persona, haya o no intervenido causalmente en el suceso dañoso.
¿Cómo sabemos quién debe soportar los costos de los sucesos da-
ñosos? Justamente el derecho de daños es el que se encarga de decir quién
y en qué medida deberá hacerse cargo del costo de los daños. ¿Podríamos
prescindir del derecho de daños? Si el derecho de daños no existiera, cada
quién debería afrontar los propios costos de sus daños.
Ahora bien, ¿sería esto justo? Tal vez podría pensarse que esto es
justo. Pero todo el derecho surge como una reacción a lo que naturalmente
sucede, como un intento de acomodar y distribuir bienes, de forma distinta
a lo que naturalmente ocurre, de acuerdo a criterios que se consideran jus-
tos2. La distribución de los resultados dañosos ha sido ligada fuertemente
con la justicia desde el derecho romano. Así, Ulpiano, al definir que es la
justicia, decía que era la perpetua y constante voluntad de dar a cada uno
lo suyo. Asignar, distribuir, dar a cada uno lo que le corresponde, eso es
justamente para lo que sirve el derecho de daños.
Cabe preguntarse entonces cómo sabemos como dar a cada uno
lo suyo. Existen diversas situaciones y circunstancias que hacen que po-
damos encontrar en los sucesos dañosos personas que consideramos que
deben hacerse cargo de los resultados. A estas situaciones y circunstancias
las llamamos factores de atribución. Estos factores de atribución son la co-
lumna del derecho de daños, y son el criterio con el cual se asignan y dis-
tribuyen los resultados dañosos. Los factores de atribución se relacionan
fuertemente con nuestra concepción de lo que es justo, e intentan hacer
una distribución justa del costo de los daños.
Mediante la distribución de los daños a través de los factores de
atribución procuramos dar a cada uno lo suyo, en el sentido de lo que cada
uno debería tener. Lo que cada uno debería tener es lo que el derecho de
daños intenta decirnos. Por eso, el derecho de daños no es simplemente un
conjunto de normas de índole técnica, sino que intenta reflejar una con-
cepción teórica de lo que es justo, dando a cada uno lo suyo, a fin de dis-
2
Debe entenderse esta afirmación como relativa al fenómeno del Derecho como distribui-
dor de derechos y deberes, que asigna con criterios particulares dichos deberes y derechos,
criterios que muchas veces intentan corregir el estado natural de cosas, tratando de corregir
situaciones injustas o en las que la fuerza, el dinero, u otras cuestiones no relacionadas con la
justicia tienen un peso relevante.
254 Anuario del CIJS (2009-2010)
El valor justicia, que es aquel hacia donde deben tender los siste-
mas jurídicos, es frecuentemente separado en dos aspectos: justicia con-
mutativa y justicia distributiva. Frecuentemente se asocia el derecho priva-
do con la justicia en su faz conmutativa y el derecho público con la justicia
en su faz distributiva.
Gustav Radbruch dice que la justicia conmutativa representa la
igualdad absoluta entre una prestación y una contraprestación, por ejem-
plo, entre la mercancía y el precio, entre el daño y la reparación, entre la cul-
pa y la pena. La justicia distributiva preconiza la igualdad proporcional en
el trato dado a diferentes personas, por ejemplo, en el reparto entre ellas de
los tributos fiscales con arreglo a su capacidad de tributación3 . Agrega des-
pués que la justicia conmutativa presupone la existencia de dos personas ju-
rídicamente equiparadas entre sí, mientras que la justicia distributiva, por
el contrario, presupone tres personas, cuando menos: una persona colocada
en un plano superior y que impone cargas o confiere beneficios a dos o más
subordinadas a ella.
De ahí que Radbruch, considerando que en el derecho privado lo
propio es la igualdad entre las personas (seguramente teniendo en mente
el derecho contractual), afirma que el ámbito propio de la justicia conmu-
tativa es el del derecho privado, mientras que el derecho público, en el que
los administrados (o, anteriormente, los súbditos) están subordinados a la
Administración Pública, es el ámbito de la justicia distributiva. Finalmente,
relaciona a la justicia distributiva con el adagio latino suum cuique tribuere,
esto es, dar a cada uno lo suyo, que era uno de los tres principios de la jus-
ticia según Ulpiano (los otros eran honeste vivere —vivir honestamente— y
alterum non laedere o naeminem laedere —no dañar a otro—).
En el derecho de daños, parte del derecho privado, la regla no es
tanto la justicia conmutativa, sino más bien la justicia distributiva, esto es,
dar a cada uno lo suyo. Pese a que pueda haber dos personas jurídicamen-
te equiparadas, producido un daño, de lo que se trata es de repartir y asig-
3
RADBRUCH, Gustav. Introducción a la filosofía del derecho. Fondo de Cultura Económica,
México, 1952 (8º Reimpresión: 2002), págs. 31-32.
Juárez Ferrer, Martín - Las Funciones del Moderno Derecho… 255
nar las cargas que implica el suceso dañoso. La justicia se logra asignando
a cada parte lo que le corresponde, lo que es suyo, distribuyendo los resul-
tados dañosos4.
4
LORENZETTI, Ricardo L., “El sistema de responsabilidad civil: ¿una deuda de responsa-
bilidad, un crédito de indemnización o una relación jurídica?”, LL 1993-D, 1140, afirma que
históricamente, la responsabilidad se ha basado en un problema bilateral, de justicia conmu-
tativa, atinente exclusivamente al derecho privado patrimonial. Actualmente se plantea que,
desde este microproblema, se puede acceder al nivel macrosocial, analizando las consecuencias
de las decisiones tomadas a nivel bilateral. Se desprende entonces, que es competencia del juris-
ta el estudio de la relación bilateral y de sus consecuencias distributivas.
5
Lamentablemente el Poder Judicial de la Provincia no tiene estadísticas desagregadas res-
pecto de los juicios por daños y perjuicios que se inician por año, pese a que dicha informa-
256 Anuario del CIJS (2009-2010)
ción podría ser fácilmente recogida, puesto que al momento de la presentación se requiere
la indicación del tipo de responsabilidad por la que se acciona. La afirmación que aquí vierto
se basa en el hecho notorio de que gran parte de los juicios de daños que se inician tienen
como causa los accidentes de tránsito, casos regidos por el factor de atribución objetivo del
art. 1113. Esta afirmación fue sugerida por el Dr. R. Daniel Pizarro en sus clases.
6
LORENZETTI, Ricardo L., “La responsabilidad civil”, LL 2003-A, 973.
7
LORENZETTI, Ricardo L. “El sistema de responsabilidad civil: ¿una deuda de responsabili-
dad, un crédito de indemnización o una relación jurídica?”, LL 1993-D, 1140.
8
CSJN, Santa Coloma, Luis F. c/ Empresa Ferrocarriles Argentinos (5.8.86). LL 1987-A, 442.
Juárez Ferrer, Martín - Las Funciones del Moderno Derecho… 257
9
CSJN, Aquino, Isacio c/ Cargo (21.9.04). LL 2005-A, 230.
10
ORWELL, George. 1984. Booket, Buenos Aires, 2006.
258 Anuario del CIJS (2009-2010)
Con este breve pantallazo de lo que son los daños jurídicos, in-
tentaré desmontar un falso argumento consecuencialista, frecuente entre
quienes se oponen a la reparación integral. Este argumento, brevemente
explicado, señala que la aplicación práctica del concepto de reparación in-
tegral causaría el fin del derecho de daños, y la necesaria intervención del
derecho y de los jueces en todos los casos en que haya un suceso dañoso.
Este argumento es erróneo por cuanto el hecho de que todos los daños ju-
rídicos deban ser resarcidos en su plenitud no implica que todos los daños
(jurídicos y no jurídicos) sean resarcidos plenamente. El argumento es más
efectista que complejo. La ampliación del territorio de los daños jurídicos
no implica que todos los daños son jurídicos.
Por ende, no todo daño es resarcible. Todos aquellos daños que se
deriven de situaciones a las que el derecho no acoge, siquiera en la forma
de interés simple, no serán resarcibles. Por cierto que los límites más o me-
nos amplios de lo resarcible, de los daños que son jurídicos, variarán con el
tiempo, acorde a las normas vigentes y a los movimientos jurisprudenciales.
Pero algo es claro: la reparación integral no intenta extender los límites de lo
resarcible, sino que los daños resarcibles sean reparados en su plenitud. Y no
parece posible extender los límites de lo resarcible indefinidamente.
Una extensión desmesurada de lo resarcible sería, en cualquier
caso, indeseable, por el fuerte perfeccionismo que importaría11. El concepto
de perfeccionismo hace referencia a la tendencias ideológicas que propug-
nan el progreso social a través de la observancia de un ideal moral (religio-
so o no) individual por todos los miembros de la sociedad. Resarcir todos
los daños podría implicar poner en tela de juicio todas las acciones y deci-
siones de las personas, sin que haya un ámbito de resguardo del individuo
exento de la ley, lo que se traduce en una necesaria limitación de la auto-
nomía personal, que tan celosamente procura tutelar el art. 19 de la CN.
Quizás dónde los peligros de la desmesurada extensión del campo
de lo resarcible se ve con más claridad es en el derecho de familia. Cada vez
es más común encontrar en las revistas jurídicas fallos en los que se hace
lugar a indemnizaciones por supuestos que antes nunca se hubieran pen-
sado. Un ejemplo de esto es la indemnización por falta de reconocimiento
del hijo extramatrimonial. Creo que estas cuestiones están en el límite de la
invasión de la autonomía personal, que es mirada y sopesada cada vez con
más rigor. Hay casos en que directamente esta es avasallada y dejada de
lado, que se oyen con asombro y estupor en la televisión y en la radio, como
11
Sin que ello importe cerrar el debate, bien interesante, respecto de la socialización de los
daños, y la introducción de técnicas o modalidades reparatorias que aseguren un mayor res-
peto del derecho a la reparación integral, tales como por ejemplo, la asunción subsidiaria de
los daños por parte del Estado.
Juárez Ferrer, Martín - Las Funciones del Moderno Derecho… 259
por ejemplo de un chico con retraso mental que demanda a los médicos
por no haber aconsejado oportunamente el aborto12.
Por mi parte, creo que es posible y deseable realizar la idea de un
derecho privado, de un derecho de daños que otorgue una plena y real
protección a quienes sufren daños jurídicos, conservando la autonomía
personal, es decir, un derecho de daños liberal, que al mismo tiempo no
descuide la tutela de quienes sufren la consecuencia de daños jurídicos.
La existencia de un derecho de daños fuertemente protectorio de los más
débiles no implica la extensión desmesurada de su campo de acción, sino
que puede realizarse a través de una opción política – constitucional como
la que nuestra Constitución ha realizado a favor de la reparación integral.
12
Kassama vs. Magat, reseñado por MEDINA, Graciela. Daños en el derecho de familia. Ru-
binzal Culzoni, Buenos Aires, 2008, págs. 449 y ss.
13
PREVOT, Juan Manuel, “¿Prevenir, punir o resarcir?”, LL.
260 Anuario del CIJS (2009-2010)
6. ¿Qué es resarcir?
14
Aclarando aquí que se usa la expresión dañador en un sentido amplio, que incluye tanto
el autor material de un daño como a quién la norma le imputa las consecuencias jurídicas
dañosas de otras personas o de ciertas cosas.
Juárez Ferrer, Martín - Las Funciones del Moderno Derecho… 261
7. Conclusiones
AGOGLIA, María M., BORÁGINA, Juan C., y MEZA, Jorge A. “La lesión de los intereses di-
fusos”. JA 1993-III, 887
ALTERINI, Atilio A., “El futuro de la codificación en Francia y en América Latina”, LL 2004-C,
1337.
GHERSI, Carlos A. “Posmodernidad jurídica - El análisis contextual del derecho como con-
tracorriente a la enseñanza de la abstracción jurídica”, LL 1997-F, 1049.
LORENZETTI, Ricardo L., “El sistema de responsabilidad civil: ¿una deuda de responsabili-
dad, un crédito de indemnización o una relación jurídica?”, LL 1993-D, 1140.
— “La Función delimitadora de las normas del Derecho Privado”. LL 1995-D, 1220.
MAYO, Jorge y PREVOT, Juan Manuel, “La responsabilidad civil hoy”, LL 2008-C, 944.
uu
Las uniones convivenciales en Argentina:
efectos patrimoniales
Nora Lloveras *
Olga Orlandi**
Fabián Faraoni***
Marcelo J. Salomón****
Susana Verplaetse*****
Valeria Durán******
Sebastián Monjo*******
1. El planteo
1
Entre otros autores mencionamos: BELLUSCIO, Augusto C., La distribución patrimonial
en las uniones de hecho, LL 1991-C-959; Bossert, Gustavo A., Régimen jurídico del concubina-
to, 4ª ed. actualizada y ampliada, Ed. Astrea, Bs. As., 1998.
2
Véase el art. 20 de la CN y otros contenidos en los Tratados y convenciones internacionales
(art. 75, inc. 22 CN).
3
Sancionada el 15/07/2010 (BO del 22/07/2010).
4
Conf. Lloveras, Nora; Orlandi, Olga, El matrimonio civil argentino. Ed. Nuevoenfoque,
Diciembre, 2010.
Lloveras, Nora - Las uniones convivenciales en Argentina… 265
de manifiesto las nuevas tendencias del derecho en los tiempos que nos
tocan vivir.
Pero, conforme el abordaje que se propone en el presente trabajo,
aún resta —en el año 2010— como materia pendiente de nuestro Parla-
mento la regulación de las uniones convivenciales y sus efectos, a los fines
de plasmar aquel derecho constitucional de las personas “a no casarse”
que se presenta como el opuesto al de aquellas que quieren consolidar sus
vínculos mediante la unión matrimonial civil.
Resulta evidente que la legislación argentina actual —reglamenta-
ria—, en relación a las uniones convivenciales o de hecho, no cumple con el
mandato constitucional de tutelar las diversas formas familiares; no se ade-
cua a la idea pluralista y a los principios de responsabilidad y solidaridad que
nutren los tratados de derechos humanos de rango constitucional.
Los conflictos discurren a diario planteando puntos de decisión sobre:
a) el deber de asistencia entre los convivientes; b) los alimentos; c) la responsa-
bilidad por las deudas contraídas por uno de ellos para atender las necesida-
des del hogar, crianza y educación de los hijos; d) la protección de la vivienda
familiar; e) la guarda de los hijos menores o incapaces; f) la distribución de
bienes a la ruptura o vaciamiento de la unión convivencial, entre otros.
El Código Civil mantiene una posición abstencionista, por lo que la
falta de respuestas específicas en el ámbito del derecho de familia crea nu-
merosas situaciones de injusticia y desprotección —particularmente en los
casos de ruptura de las parejas— en relación a la asistencia, a la vivienda,
al modo de distribución de los bienes adquiridos durante la convivencia y
a la protección económica del conviviente supérstite.
Debido a que la voz “concubinato” tiene una carga subjetiva que
denota ilicitud e inmoralidad, se prefiere nominar a esta uniones como
“matrimonio aparente”, “unión libre”, “unión de hecho marital”, “unión de
hecho”, “unión extramatrimonial”, “parejas convivientes”, “convivencias es-
tables de pareja”, convivencias “more uxorio”, “familia de hecho”, “familia
natural”, “uniones convivenciales”, “familia no matrimonial”5.
5
Cfr.: AZPIRI, Jorge O. Uniones de hecho. Hammurabi. Buenos Aires 2003, página; Grosman,
Cecilia P. Alimentos entre convivientes. Lexis Nexis. 2002. Doctrina RDF 2002-23-45; ¿Debe re-
gularse a las convivencias de pareja?; Lexis Nexis Jurisprudencia Argentina. Doctrina JA 80º
Aniversario 1998-240; IÑIGO, Delia B., Bien de familia y convivencias de pareja. Lexis Nexis
2002. Doctrina RDF 2002-23-63. La convivencia de pareja (concubinato) en el Proyecto de Có-
digo Civil 2001. Lexis Nexis. Doctrina RDF 2001-18-169. Nuevas formas familiares: uniones de
hecho, ponencia presentada al X Congreso Internacional de Derecho de Familia, Mendoza,
1998; Algunas cuestiones patrimoniales de las uniones de hecho, Derecho de Familia, Revis-
ta interdisciplinaria de Doctrina y Jurisprudencia, Ed. Abeledo-Perrot, Bs. As., n. 13, 1998;
GUASTAVINO, Elías P. Bien de familia, parentesco extramatrimonial y aspectos conexos (A
propósito de un reciente fallo). LL. Litoral, 1998-1-407; BOSSERT, Gustavo A., Régimen jurí-
dico del concubinato, Astrea, Buenos Aires, 1997; KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, Pro-
266 Anuario del CIJS (2009-2010)
9
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. http://www.indec.mecon.ar. Desde 1980 a 1991,
en la franja de 20-29 años, su proporción aumentó del 15,1% al 26,6% en todo el país. Según el
último Censo realizado en el año 2001 sobre un total de 6.515.115 uniones, 1.600.101 eran de
hecho. Con más precisión, del total de la población que integra el núcleo conyugal del hogar,
el 25 % son parejas convivientes. Si se toma la franja etárea entre los 25 y 34 años, el porcentaje
asciende al 37 %.
10
Cfr.: VALERO, Angeles; La muerte de la familia, mito o realidad. Escritos de Teoría Socio-
lógica en homenaje a Luis Rodríguez Zúñiga. Ed. Centro de Universidad sociológica. Madrid
1992. El nuevo sentido de la nupcialidad pág. 1131, y La cohabitación pág. 1133.
11
Ver. GROSMAN, Cecilia P; ¿Debe regularse a las convivencias de pareja? Lexis Nexis Juris-
prudencia Argentina. Doctrina JA 80º Aniversario 1998-240. ORLANDI, Olga E., VERPLAET-
SE, Susana, La transformación de la familia y el derecho en Colección temática Derecho de Fa-
milia / 7: Procedimientos en Divorcio y Separación Personal (Directores: Darío Cúneo – Clayde
U. Hernández) . Editorial Juris. Rosario 2008. ps. 33 a 81.
268 Anuario del CIJS (2009-2010)
12
La reglamentación del artículo 53 aprobada por el Decreto Nº 1290/94, estableció en
su parte pertinente que: “1. La convivencia pública en aparente matrimonio durante los
lapsos exigidos en el artículo que se reglamenta, podrá probarse por cualquiera de los
medios previstos en la legislación vigente. 2. La prueba testimonial deberá ser corrobo-
rada por otras de carácter documental, salvo que las excepcionales condiciones socio-
culturales y ambientales de los interesados justificaran apartarse de la limitación pre-
cedente. 3. Se presume la convivencia pública en aparente matrimonio, salvo prueba en
contrario, si existe reconocimiento expreso de ese hecho, formulado por el causante en
instrumento público…”.
13
Resolución 671/2008 de la Administración Nacional de la Seguridad Social del 19/08/2008;
Publ. 27/08/2008. AbeledoPerrot. Newsletter Diario 27/08/2008.
14
Decreto Nº 1290/94. del 29 de julio de 1994, Aprueba la reglamentación de los artículos 48,
49, 50, 52 y 53 de la Ley Nº 24.241.
Lloveras, Nora - Las uniones convivenciales en Argentina… 271
15
Juzgado Flia San Carlos de Bariloche. “G. P. E. A. s/ adopción plena” - 05/11/2008. “O., A. y
A., J. C.. S/ Adopción” - Tribunal Colegiado de Familia Nº 5 - Rosario (Santa Fe) - 15/11/2006
- Eldialexpress, 05/12/2006.
16
La Ley 24.417 Ley de violencia familiar – Fecha B.O: 03/01/1995.
Ley de violencia familiar de Córdoba: ley 9283/2006. Art. 4: todas aquellas personas que
sufriesen lesiones o malos tratos físicos o psíquicos por parte de algunos de los integrantes
del grupo familiar, entendiéndose por tal, el surgido del matrimonio, de uniones de hecho
o de relaciones afectivas, sean convivientes o no, persista o cesado el vínculo compren-
diendo ascendientes, descendientes y colaterales.
272 Anuario del CIJS (2009-2010)
17
Sancionada: 11/03/2009; promulgada: 01/04/2009; publicada: 14/04/2009.
18
Corte Sup., 11/3/1982, in re “C. de S., E. J. L. s/suc.”, Fallos 295:376; ED 68-225 y 98-
546; LL 1976-D-181; íd., C. Nac. Civ., sala E, 3/11/1998, expte. E251440, reseña de la
Secretaría de Jurisprudencia de la C. Nac. Civ., sumario 0011848, JA del 22/8/1999, n.
6160, pág. 56.
Lloveras, Nora - Las uniones convivenciales en Argentina… 273
19
Conf.: ARIANNA, Carlos A. Concubinato. Legitimación activa del concubino ante la muer-
te del otro Revista de Derecho de Familia. Lexis Nexis. 1999-14-305.
20
Ver fundamentos de la doctrina plenaria recaída in re “F. M. C. y otro v. El Puente S.A. T. s/
daños y perjuicios”, de fecha 04/09/1995.
21
LLOVERAS, Nora; MONJO, Sebastián, La legitimación activa del miembro de la unión
convivencial para reclamar por daño moral: el art. 1078 CC, LL Cba, año 26/ Número 4/ Mayo
2009, pág. 347.
22
En este sentido la Sala II de la Cámara de Apelaciones Civil y Comercial de Mar del Plata,
el 23 de noviembre de 2004 (Rev. Derecho de Familia, Lexis Nexis, 2005-II-77, D.J. 2005-1-188,
y J.A. 2005-IV-284).
274 Anuario del CIJS (2009-2010)
23
C.Apel. Civ. y Com., Mar del Plata, sala 2ª, 26 de diciembre de 2007, autos “C. M. y Otro C. L.
R. y Otra S/ Daños y Perjuicios”. Lexis Nexis Newsletter diario.
24
Conf.: LL Litorial, 1998-I-552, con nota de Guastavino Elías P. “Bien de Familia, parentes-
co extramatrimonial y aspectos conexos”. LUNA, Daniel G.; Bien de familia. Condominio y
concubinato; SJA 28/02/2007; IÑIGO, Delia, “Bien de familia y convivencias de pareja”, RDF
2002-23-63.
25
C. Nac. Civ., sala A; 11/07/2000; R., P. D. v. I.G.J.; JA 2001-II-73.
26
LL Litorial, 1998-I-552, con nota de GUASTAVINO, Elías P. “Bien de Familia, parentesco
extramatrimonial y aspectos conexos”.
27
Así nos hemos pronunciado: LLOVERAS, Nora; MONJO, Sebastián, Ponencia El Bien de
Familia y la Unión Convivencial o de Hecho en las XI Jornadas Bonaerenses de Derecho Civil,
Comercial y Procesal, Junín, Junio 2007, siendo aprobada por la Comisión de Derecho Civil
presidida por la Dra. Nora Lloveras.
28
Conf.: FLAH, Lily R.; AGUILAR, Rosana I. Concubinato, desalojo y vivienda; LL 2006-B,
759; AREÁN, Beatriz, Bien de familia, 2001, Ed. Hammurabi, pág. 31; KEMELMAJER DE CAR-
LUCCI, Aída, Protección jurídica de la vivienda familiar, 1995, Bs. As., Ed. Hammurabi.
Lloveras, Nora - Las uniones convivenciales en Argentina… 275
29
Juzgado de Primera Instancia Civil y Comercial Nº 2 de Zárate, 30712/98 “GLR C/RRG S/
División de Condominio” (Derecho de Familia. Revista Interdisciplinaria de Doctrina y Ju-
risprudencia Nº 15, cit. pág. 235 y stes.); Cam. 1º Apel. Civ. y Com. de La Plata, Sala II, del
04/11/19997, “SGF C/EMC S/División de Condominio”, Revista del Colegio de Abogados de
La Plata, julio de 1997 pág. 27; Juzgado Nacional en lo Civil Nº 33, del 15/03/2005, “MGF C/
SCM S/División de Condominio”, www.lexisnexis.com.ar; CNCiv., Sala K, 31/05/2006, Revista
La Ley del 03/08/2006, con nota de la Dra. Maria Victoria Famá, titulada: “Convivencias de
Pareja y protección de la vivienda familiar: la aplicación analógica del art. 1277 del Código
Civil”.
30
Juzgado Nacional en lo Civil Nº 33, del 15/03/2005, “MGF C/SCM S/División de Condomi-
nio”, www.lexisnexis.com.ar. CNCiv., Sala K, 31/05/2006.
31
“No obsta a la solución adoptada en el caso la circunstancia de que el inmueble sea un bien
propio del aquí apelante. Al respecto, la doctrina –en criterio que comparto– ha puntualizado
que si de la unión concubinaria hubiesen hijos menores que conviviesen con el progenitor a
quien se pretende excluir del inmueble, y éste ha obtenido la guarda de ellos, el propietario no
podría reclamar lisa y llanamente el desalojo sin dejar satisfecho el derecho a la vivienda de
los hijos a quienes debe alimentos (art. 265 y conc., C. Civil). En tal supuesto, sostiene el maes-
tro Zannoni, «la protección de la vivienda a favor de los hijos menores traslada el centro de
la gravedad de la cuestión a lo asistencial y desplaza el puro interés patrimonial determinado
por el cese de la convivencia” “V., R. O. c/ R., A. C. s/ Tenencia” – CÁMARA DE APELACIONES
DE TRELEW (Chubut) – 15/12/2009 Eldial.express Viernes, 29 de Enero de 2010 - Año XII -
Nº 2953.
276 Anuario del CIJS (2009-2010)
32
Juzg. 1ª Inst. Cont. Adm. La Plata, del 09/03/2005; “Y.E.A. c. Caja de Previsión y Seguro
Médico de la Pcia. Bs. As.”.
33
SALAS, Acdeel E., TRIGO REPRESAS, Félix A. y LÓPEZ MESA, Marcelo J., Código Civil ano-
tado, t. IV, 1999, Ed. Depalma, comentario al art. 1665 y sus citas; BORDA, Guillermo, Tratado de
Derecho Civil. Familia, cit., pág. 60 y sus citas; BOSSERT, Gustavo A., Régimen jurídico del concu-
binato cit., pág. 52 y sus citas; FLEITAS ORTIZ DE ROZAS, Abel y HERRERA, Micaela, Efectos ju-
rídicos de las relaciones de hecho. Responsabilidad por la ruptura, LL 1999-C-365; FLEITAS ORTIZ
DE ROZAS, Abel, Concubinato, 2002, Ed. Abeledo-Perrot, Lexis 0029/000013, entre otros.
Lloveras, Nora - Las uniones convivenciales en Argentina… 277
34
Arts. 223 inc. 1º y 2º, 1648, 1655, 1662, 1670, 1702, 1703, 1758, 1760, 1777, y ss CCiv., arts. 22,
25, 101, 109 y cc, Ley 19.550.
35
BOSSERT, Gustavo, Régimen Jurídico del Concubinato, Ed Astrea, Buenos Aires, 1997.
36
C. 3ª Civ. y Com. Córdoba, 12/12/2006, “Amuchastegui, Marta B. v. Ardanaz, Carlos P.”, pu-
blicado en Lexis Nexis Cba. Newsletter del 26.12.2006.
37
C. Apel. Civ. y Com. Paraná, Sala II, 03/11/2004 (ZEUS, T. 98-R. 760, Nº 21071). La sociedad
no “puede ser extendida a todos los bienes, acorde con lo dispuesto por el art. 1651 del CC”.
38
C. Apel. Civ., Com. y Cont.adm. 2ª Nom. Río Cuarto, 09/05/2008, “Leyes, Matilde Filomena
c. Demonte, Héctor Francisco”, LLC 2008 (agosto), 810.
39
C. Nac. Civ., sala F, 05/11/1991, en LL 1992-A-458.
278 Anuario del CIJS (2009-2010)
d.3. Condominio
Desde otro sector, suelen aplicarse las reglas de la división de con-
dominio para resolver el conflicto de los bienes frente a la ruptura de la
unión convivencial, aún cuando la titularidad registral del bien luce en ca-
beza de uno de los miembros de la unión convivencial41.
En este supuesto, cuando la titularidad registral contrasta con la
calidad y cantidad de aportes realizados por ambos compañeros, se pide
que se consolide la copropiedad o condominio del bien sobre ambos con-
vivientes (arts. 2673, 2676, 2684, 2687, 2692, 2693, 2695, 2698 y cc CCiv.)42.
El inconveniente de esta posición radica en que la acción de di-
visión en condominio, en general, es una acción real que exige, para que
pueda ser interpuesta, que existan dos o más titulares registrales. Por ello
se expresa que sólo puede interponer una acción de división en condomi-
nio, uno de los condóminos, y quien no es tal no estaría legitimado activa-
mente43.
En suma, posicionarse en la acción de división de condominio
para disolver y liquidar los bienes existentes en la unión convivencial, pue-
de exhibir el obstáculo de la legitimación procesal.
40
Algún sector aplica las normas del condominio como la Sala II de la Cámara de Apelacio-
nes Civil y Comercial de Azul, L.L. Bs. As., 2004-986.
41
C. Apel. Civ. y Com. de Bell Ville, Córdoba, Sent. Nº 1, 30/10/2006, autos “TOLEDO, Víctor
Hugo c/ Liliana Teresa GRANDE – Dem. Ordinaria”, expte. “T”Nº 5/05, Inédito
42
C. Civ. y Com. San Isidro, sala 1ª, 04/07/2002, “C., J. C. v. F., H.”, JA 2003-I-80, Lexis
Nº 20030488.
43
C.Nac.Civ., Sala G, 15/12/2000, “P.E. vs. C.H..N.” JA 2002-II.
Lloveras, Nora - Las uniones convivenciales en Argentina… 279
44
C. Apel. Civ. y Com., Córdoba, 4ª, B., M. S. C/ G., J. E. - ordinario - otros - recurso de ape-
lación - Expte. 16699/36, 28/11/2006, Lexis Nexis, Newsletter de Córdoba. Edición digital del
11.02.2007.
45
Cám. Apel. Comodoro Rivadavia, sala A, 05/08/2008, “B., P. J. c. Q., M. I.”, LLPatagonia 583.
46
SOLARI, Néstor, Enriquecimiento sin causa entre convivientes, LL 18/10/07, pág. 5.
47
CNCiv., Sala H, 23/05/2007, “M., O. c/ M. E.”, LL 18/10/2007, pág. 5.
48
C. 2ª Civ. y Com. La Plata, sala 1ª, 18/09/2003, “B., G. M. v. A., E. L.”, JA 2003-IV-119, Lexis
Nº 20033848.
49
SOLARI, Néstor, Enriquecimiento sin causa entre convivientes, LL 18/10/2007, pág. 5.
280 Anuario del CIJS (2009-2010)
50
Conclusiones del X Congreso internacional de derecho de familia celebrado en la ciudad
de Mendoza en el año 1998. Citado en “El derecho de familia y los nuevos paradigmas” coor-
dinado por Aída Kemelmajer de Carlucci (Tomo III), Edit. Rubinzal-Culzoni.
51
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 en su art. 16 establece que las
personas tienen derecho a casarse o a formar una familia y se reconoce a la familia como el
elemento natural y fundamental de la sociedad y en consecuencia tiene derecho a la protec-
ción de la sociedad y del Estado. El art. 23 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políti-
cos consagra dicho derecho en términos semejantes. La Convención Americana de Derechos
Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), suscrita por los Estados Americanos el 22 de
noviembre de 1969, reitera en el art. 17 las mismas normas de protección a la familia.
Lloveras, Nora - Las uniones convivenciales en Argentina… 281
52
Con. LLOVERAS, Nora; SALOMÓN, Marcelo, El derecho de familia desde la Constitución
Nacional, Bs. As., 2009, Universidad, Cap. I y II.
53
Se encuentran expresamente establecido en el art. VI de la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre, Art. 16 inc. 3 de la Declaración Universal de Derechos Hu-
manos; art. 17 del Pacto de San José de Costa Rica; art. 10 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales; art. 23 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polí-
ticos; art. 5º de la Convención de los Derechos del Niño(8); etc.
54
Cfr.: KIPER, Claudio, La discriminación, LL. 1995-B, 1025. Gil Domínguez, Andrés, La dis-
criminación una cuestión constitucional” LL, 2001-B, 897.
55
Ver con todo provecho la interpretación jurisprudencial del Tribunal Europeo de Derechos
Humanos en la interpretación del art. 14 de la Convención de Roma.
282 Anuario del CIJS (2009-2010)
56
Realizadas: 21, 22 y 23 de Junio de 2007. Comisión Nº 1: Régimen Patrimonial del Concu-
binato.
57
Corte Sup., JA 1990-II-379. Corte Sup., 08/11/1996, n. 40650, LL 1998-D, 877 (En este fallo se
reconoce el carácter familiar del núcleo que se constituye a través de la convivencia, al admitir
que el beneficio otorgado a la conviviente resulta coherente con el principio de solidaridad
social y finalidad de protección de la familia.
Lloveras, Nora - Las uniones convivenciales en Argentina… 283
uu
El Tratado de Lisboa y la Cooperación
Judicial en Materia Civil
Introducción
entrada en vigor el 1 enero 2009 si era ratificado por todos los Estados miembros de la UE de
conformidad con sus respectivas normas constitucionales, es decir, por la vía parlamentaria
o por referéndum. Sin embargo, ello no fue posible debido al fracaso del primer referéndum
llevado a cabo en Irlanda (no del segundo) y a la reticencia a su ratificación mostrada por Po-
lonia y por Checoslovaquia (habiendo sido éste el último país que lo ha ratificado). El resulta-
do negativo del primer referéndum de ratificación de Irlanda supuso un duro golpe al proceso
de entrada en vigor del Tratado, siendo ahora aplicable la disposición subsidiaria contenida
en el apartado 2 de la disposición final sexta, según la cual entrará en vigor el primer día del
mes siguiente al del depósito del instrumento de ratificación del último Estado signatario
que cumpla dicha formalidad. El proceso en Irlanda, precisamente el que más expectación
y preocupación despertaba, se decidió favorablemente el 2 de octubre de 2009 mediante la
celebración de nuevo referéndum sobre bases distintas respecto al ya celebrado con resultado
negativo Con la ratificación por Irlanda los obstáculos a su entrada en vigor se despejaron.
2
Tal como pone de manifiesto el artículo 2º del Tratado de Lisboa, el título del Tratado cons-
titutivo de la Comunidad Europea se sustituye por el de “Tratado de Funcionamiento de la
Unión Europea” (en adelante, TFUE).
3
Cada uno de ellos podía elegir su propio método de ratificación, de acuerdo con sus normas
constitucionales.
Pereyra, Luis Cruz - El Tratado de Lisboa y la Cooperación… 287
4
Los derechos, de los que disfrutan los ciudadanos de la UE, aparecen consagrados en la
Carta de los Derechos Fundamentales de la UE (proclamada en Niza, el 7 diciembre 2000, por
el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión).
5
Cfr. AGUILAR GRIEDER, Hilda, “LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL EN
MATERIA CIVIL EN EL TRATADO DE LISBOA” Cuadernos de Derecho Transnacional (Marzo
2010), Vol. 2, Nº 1, pp. 308 -338, pág. 309, ISSN 1989-4570 - www.uc3m.es/cdt.
6
Art. 61.3 del Tratado de Lisboa.
7
Cfr. AGUILAR GRIEDER, Hilda, ob, cit., pág. 310.
8
La entrada en vigencia del Tratado de Lisboa importa, por un lado, la derogación de los arts.
67, 68 y 69 del TCE y, por otro lado, la sustitución del art. 66 de dicho Tratado comunitario por
el art. 74 del TFUE, el cual forma parte del capítulo 1 de su Título V (relativo a las disposiciones
generales).
288 Anuario del CIJS (2009-2010)
9
Cfr. AGUILAR GRIEDER, Hilda, ob. cit., pág. 310. - www.uc3m.es/cdt.
10
Disponía este artículo que los Estados miembros entablarán, en tanto que sea necesario,
negociaciones entre sí a fin de asegurar, a favor de sus nacionales, la simplificación de las
formalidades a que se hallan subordinados el reconocimiento y la ejecución recíprocos de las
decisiones judiciales y de los laudos arbitrales.
11
Cfr. AGUILAR GRIEDER, Hilda, ob. cit., pág. 311. - www.uc3m.es/cdt.
Pereyra, Luis Cruz - El Tratado de Lisboa y la Cooperación… 289
12
Francia, Italia, Bélgica, Alemania, Holanda y Luxemburgo.
13
DOCE, de 28 julio 1990, núm. C 189.
14
Cfr. AGUILAR GRIEDER, Hilda, ob. cit., pág. 311. - www.uc3m.es/cdt.
15
“TRATADO DE LISBOA Y LA COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL EN MATERIA
CIVIL”. http://www.legaltoday.com/practica-juridica/supranacional/d_ue/tratado-de-lis-
boa-y-cooperacin-civil.
290 Anuario del CIJS (2009-2010)
tro del “Primer Pilar” o “Pilar Comunitario”. El Tercer Pilar, contenido en el Título
VI del TUE quedó reducido a las “disposiciones relativas a cooperación policial
y judicial en materia penal”. Estos contenidos se integraron en los artículos 29 a
42 TUE, mientras que el resto de materias contenidas en aquel Título VI del TUE
pasaron a formar el Título IV del TCE, integrado por los artículos 61 a 69, bajo la
rúbrica “Visados, asilo, inmigración y otras políticas vinculadas a la libre circu-
lación de personas”. Dentro de dicho título, la nueva competencia comunitaria
aparece encuadrada en los arts. 61 c) y 6519, siendo relevantes para la coopera-
ción judicial civil los artículos 61 c), 65 y 68. Estos artículos son los que sirven de
contraste con la nueva regulación de la materia introducida por el Tratado de
Lisboa. En virtud del art. 61 c) del TCE, tras su nueva redacción por el Tratado
de Ámsterdam, a “fin de establecer progresivamente un espacio de libertad, de
seguridad y de justicia20 el Consejo adoptará: c) medidas en el ámbito de la co-
operación judicial en materia civil, de conformidad con el art. 65”.
El art. 65 del TCE, tras su nueva redacción por el Tratado de Áms-
terdam, expresa que las medidas en el ámbito de la cooperación judicial
en materia civil con repercusión transfronteriza que se adopten de confor-
midad con lo dispuesto en el artículo 67 y en la medida necesaria para el
correcto funcionamiento del mercado interior, incluirán:
a) mejorar y simplificar:
- el sistema de notificación o traslado transfronterizo de do-
cumentos judiciales y extrajudiciales;
- la cooperación en la obtención de pruebas;
b) fomentar la compatibilidad de las normas aplicables en los
Estados miembros sobre confl ictos de leyes y de jurisdicción;
c) eliminar obstáculos al buen funcionamiento de los proce-
dimientos civiles fomentando, si fuera necesario, la compatibilidad de las
normas de procedimiento civil aplicables en los Estados miembros”.
La nueva base jurídica del DIPr. comunitario aparece en el Título
relativo a las políticas relacionadas con la libre circulación de personas.
16
AGUILAR GRIEDER, Hilda, ob. cit., pág. 312. - www.uc3m.es/cdt.
17
01/05/1999.
18
DOCE, de 10 de noviembre de 1997, núm. C 430.
19
Cfr. AGUILAR GRIEDER, Hilda, ob. cit., pág. 312. - www.uc3m.es/cdt.
20
La creación del espacio de libertad, seguridad y justicia fue uno de los principales logros
del Tratado de Amsterdam.
Pereyra, Luis Cruz - El Tratado de Lisboa y la Cooperación… 291
21
El Reglamento se caracteriza por tener un alcance general, por ser obligatorio en todos sus
elementos y por ser directamente aplicable en cada Estado miembro; mientras que la Directi-
va obliga a los Estados miembros en cuanto al resultado que deba conseguirse, dejando a las
autoridades nacionales la elección de la forma y de los medios a emplear.
22
Cfr. AGUILAR GRIEDER, Hilda, ob. cit., pág. 314. - www.uc3m.es/cdt.
23
Cfr. AGUILAR GRIEDER, Hilda, ob. cit., pág. 314. - www.uc3m.es/cdt.
24
01/02/2003.
292 Anuario del CIJS (2009-2010)
podemos decir que el apartado 4º del art. 2 del Tratado de Niza añadió un
apartado 5º al art. 67 del TCE25, en virtud del cual, desde el momento de su
entrada en vigor, se aplicó el mecanismo de la codecisión del art. 251 del
TCE a “las medidas previstas en el artículo 65, con exclusión de los aspec-
tos relativos al Derecho de familia”, lo cual significaba una mayor agilidad
en la adopción de actos normativos comunitarios.
El controvertido Tratado por el que se establece una Constitución
para Europa, firmado en Roma el 29 octubre 2004 (denominado como Pro-
yecto de Constitución Europea),26. aunque no llegó a entrar en vigor, ha
servido de inspiración al Tratado de Lisboa. Dentro del Título III (“Políticas
y acciones internas”) de su Parte III (“De las políticas y el funcionamiento
de la Unión”) incorpora un Capítulo IV (“Espacio de Libertad, Seguridad y
Justicia”), el cual consta de cinco Secciones.
La regulación contenida en la Sección 3ª, que es la relativa a la co-
operación judicial en materia civil (art. III-269), es prácticamente idéntica
a la contenida en el Capítulo 3 (art. 65) del Tratado de Lisboa. La Cons-
titución Europea, al igual que el Tratado de Lisboa, también pretendía la
consolidación del espacio de libertad, seguridad y justicia, basado en el
respeto de las tradiciones y los ordenamientos jurídicos de los Estados
miembros27; lo cual conllevaba el refuerzo y desarrollo de la cooperación
judicial en materia civil, basada en el principio de reconocimiento mutuo
de las resoluciones judiciales y extrajudiciales en materia civil28.
El Tratado de Lisboa incorpora dentro de su art. 2º un nuevo Título
IV denominado “Espacio de libertad, seguridad y justicia”, el cual sustituye
al Título IV del TCE (relativo a los visados, asilo, inmigración y otras po-
líticas relacionadas con la libre circulación de personas). Dicho Título IV
25
El Tratado de Niza incorporó al artículo 67 el apartado siguiente:
“5. Como excepción a lo dispuesto en el apartado 1, el Consejo adoptará de conformidad
con el procedimiento establecido en el artículo 251:
-las medidas previstas en el punto 1 del artículo 63 y en la letra a) del punto 2 del artículo
63, siempre y cuando el Consejo haya adoptado previamente y de conformidad con lo dis-
puesto en el apartado 1 del presente artículo una legislación comunitaria que defina las
normas comunes y los principios esenciales que rijan estas materias;
-las medidas previstas en el artículo 65, con exclusión de los aspectos relativos al Derecho
de familia”.
26
DOUE, de 16 de diciembre de 2004, núm. C 310.
27
Al respecto, el Dr. Miguel Angel Ciuro Caldani expresa: “...La realidad social que dio origen
a la actual Unión Europea, estuvo signada en gran medida por un pasado común, formado en
gran medida por la común herencia “occidental” apoyada en los aportes griegos, romanos y
judeocristianos; por un presente común, en el que la propia subsistencia de la paz y del prota-
gonismo de la región estaba amenazada, y por la comprensión de la necesidad de un futuro
común...”. en, CIURO CALDANI, Miguel Angel, El Derecho Internacional Privado ante los
Procesos de Integración. Con Especial Referencia a la Unión Europea y al Mercosur, Ed. de la
Fundación para las Investigaciones Jurídicas, Rosario, 1998, pág. 16.
28
Cfr. AGUILAR GRIEDER, Hilda, ob. cit., pág. 315. - www.uc3m.es/cdt.
Pereyra, Luis Cruz - El Tratado de Lisboa y la Cooperación… 293
29
En los ámbitos que sean objeto de una competencia compartida, la UE y los Estados miem-
bros podrán legislar y adoptar actos jurídicamente vinculantes. “Los Estados miembros ejer-
cerán su competencia en la medida en que la Unión no haya ejercido la suya. Los Estados
miembros ejercerán de nuevo su competencia en la medida en que la Unión haya decidido
dejar de ejercer la suya” (art. 2º A apartado 2º del TFUE). Tal como pone de manifiesto el
artículo único del Protocolo sobre el ejercicio de las competencias compartidas (que se in-
corpora como anexo al Tratado de la UE y al TFUE), cuando la Unión haya tomado medidas
en un ámbito que sea objeto de una competencia compartida, “el alcance de este ejercicio
de competencia sólo abarcará los elementos regidos por el acto de la Unión de que se trate y,
por lo tanto, no incluirá todo el ámbito en cuestión (vid. DOUE, de 17 diciembre 2007, núm.
C 306/158).
30
Ver. las versiones consolidadas del Tratado de la UE y del TFUE: DOUE, de 9 mayo 2008,
núm. C 115/1.
294 Anuario del CIJS (2009-2010)
31
Condición que también existía en el marco del Tratado de Ámsterdam y del Tratado de
Niza, si bien en dichos Tratados no se contenía la expresión “en particular”.
32
Dichas disposiciones también figuraban en el art. III-269 del Tratado por el que se esta-
blecía una Constitución para Europa, firmado en Roma el 29 octubre 2004. El principio de
reconocimiento mutuo adquirió un especial protagonismo al ser incluido en el art. III-257.4
del frustrado Tratado. Dicho artículo establecía que la UE “facilitará la tutela judicial, garan-
tizando en especial el principio de reconocimiento mutuo de las resoluciones judiciales y ex-
trajudiciales en materia civil”.
33
Cfr. AGUILAR GRIEDER, Hilda, ob. cit., pág. 316. - www.uc3m.es/cdt.
34
Celebrado los días 15 y 16 octubre 1999 para debatir sobre las pautas a seguir para la crea-
ción de un auténtico espacio de libertad, seguridad y justicia en la UE.
Pereyra, Luis Cruz - El Tratado de Lisboa y la Cooperación… 295
35
Cfr. AGUILAR GRIEDER, Hilda, ob. cit., pág. 316. - www.uc3m.es/cdt.
36
DOCE, de 15 enero 2001, núm. C 12.
296 Anuario del CIJS (2009-2010)
37
DOUE, de 12 agosto 2005, núm. C 198, especialmente pág. 20.
38
COM (2006) 211 final. Dicha Comunicación considera paradójico que “en un mundo globa-
lizado, nunca ha habido más necesidad de la UE pero pocas veces ha sido más cuestionada”.
39
Cfr. RODRÍGUEZ, José Manuel y SORROZA BLANCO, Alicia, “EL ESPACIO DE LIBER-
TAD, SEGURIDAD Y JUSTICIA Y LA PRÓXIMA PRESIDENCIA ESPAÑOLA DE 2010. PARTE 2ª:
EL PROGRAMA DE ESTOCOLMO –MÁS DERECHOS, MÁS SEGURIDAD, MÁS EUROPA EN
EL MUNDO”, (ARI). ARI 174/2009 - 22/12/2009, Real Instituto Elcano http://www.realinstitu-
toelcano.org/wps/portal/rielcano/contenido.
Pereyra, Luis Cruz - El Tratado de Lisboa y la Cooperación… 297
40
Cfr. RODRÍGUEZ, José Manuel y SORROZA BLANCO, Alicia, pub. cit., (ARI). ARI
174/2009 - 22/12/2009, Real Instituto Elcano http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/
rielcano/contenido.
298 Anuario del CIJS (2009-2010)
41
AGUILAR BENÍTEZ DE LUGO, M./ E. CANO BAZAGA, “Presentación, La libre circulación
de resoluciones judiciales en la Unión Europea, Actas de Seminarios”, Secretariado de Publica-
ciones de la Universidad de Sevilla, Colección “Actas”, Núm. 57, Sevilla, 2005, pp. 11-24, pág.
14.
42
Cfr. CARRASCOSA GONZÁLEZ, Javier, Desarrollo judicial y Derecho Internacional Priva-
do, Comares, Granada, 2004, pág. 275-276). Afirma el autor que la evolución hasta la más
amplia aplicación del principio de reconocimiento mutuo, en el ámbito de la eficacia extrate-
rritorial de las decisiones judiciales extranjeras en materia civil, se desarrolla en cuatro fases:
la primera consiste en el reconocimiento automático de pleno derecho sin necesidad de un
procedimiento especial (salvo en los supuestos de oposición al reconocimiento); la segun-
da fase se manifiesta en la reducción al mínimo necesario de los motivos de denegación del
reconocimiento y del exequátur; la tercera conlleva el establecimiento de un exequátur de
plano de la decisión extranjera, en la que sólo se controla su autenticidad y únicamente se
exige la presentación de unos formularios, como acontece, en primera instancia, en el marco
del Reglamento Bruselas I; siendo el objetivo definitivo (cuarta fase), la supresión total del
exequátur.
43
DOUE, de 16 enero 2001, núm. L 12; corrección de errores: DOUE, de 24 noviembre 2001,
núm. L 307; DOUE, de 5 julio 2002, núm. L 176, vigente desde 1 de marzo de 2002, reforma
y ordena las disposiciones de los Convenios de Bruselas y Lugano. Este Reglamento ha sido
objeto de diversas modificaciones.
Pereyra, Luis Cruz - El Tratado de Lisboa y la Cooperación… 299
44
Cfr. CIURO CALDANI, Miguel Angel, “El Derecho Internacional Privado ante los Proce-
sos de Integración. Con Especial Referencia a la Unión Europea y al Mercosur”, Ed. de la Fun-
dación para las Investigaciones Jurídicas, Rosario, 1998, pág. 54.
45
CIURO CALDANI, Miguel A., “Comprensión Básica de las Tendencias del Derecho Inter-
nacional Privado de Nuestro Tiempo y de la Jurisdicción Internacional”, Revista Investigación
y Docencia, Universidad de Rosario, Nº 24, Ed. Fundación para las Investigaciones Jurídicas,
Rosario, 1994, pág. 12.
46
DO L 338, de 23.12.2003, pág. 1.
47
Reglamento (CE) Nº 1347/2000 del Consejo, de 29 de mayo de 2000, relativo a la competen-
cia, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia matrimonial y de
responsabilidad parental sobre los hijos comunes, DO L 160, de 30/06/2000, pág. 19.
300 Anuario del CIJS (2009-2010)
48
En vigencia desde el 21 de enero de 2005, efectivamente aplicable desde el 21 octubre de
ese mismo año.
49
DOUE, de 30 de abril de 2004, núm. L 143.
50
Para que se expida dicha certificación, deben concurrir condiciones muy estrictas, relativas
a la protección del demandado, que aparecen recogidas en el Capítulo III del Reglamento.
Dichas condiciones se refieren a las garantías relativas a la notificación del deudor y a la infor-
mación acerca del crédito que debe acompañar a dicha notificación.
51
Cfr. AGUILAR GRIEDER, Hilda, ob. cit., pág. 322. - www.uc3m.es/cdt.
Pereyra, Luis Cruz - El Tratado de Lisboa y la Cooperación… 301
52
DOUE, de 30 diciembre de 2006.
53
Cfr. AGUILAR GRIEDER, Hilda, ob. cit., pág. 323. - www.uc3m.es/cdt.
54
DOUE, de 31 julio 2007, núm. L 199/1. Si bien entró en vigor el 1 agosto 2007, es aplicable,
con carácter general, desde el 1º enero 2009.
55
Cfr. AGUILAR GRIEDER, Hilda, ob. cit., pág. 324. - www.uc3m.es/cdt.
302 Anuario del CIJS (2009-2010)
56
AGUILAR BENÍTEZ DE LUGO, M./ E. CANO BAZAGA, ob. cit., pág. 14. “se ha dicho que la
“libertad de circulación de decisiones judiciales, tiene ahora su prolongación en la libertad de
circulación de los títulos ejecutivos”.
57
DE MIGUEL ASENCIO, Pedro Alberto, “El Tratado de Lisboa y el Derecho Internacional”
Privado. Competencia judicial, Derecho aplicable, Reconocimiento decisiones, Unión Europea“,
pub. Blog, Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, 10/12/09. http://pe-
drodemiguelasensio.blogspot.com/2009/12/el-tratado-de-lisboa-y-el-derecho.html.
Pereyra, Luis Cruz - El Tratado de Lisboa y la Cooperación… 303
ración judicial en material civil” que forma parte del Título V (“Espacio de
libertad, seguridad y justicia”) de la Tercera Parte del TFUE prevé que en el
desarrollo de la cooperación judicial en asuntos civiles la Unión adoptará
“y en particular cuando resulte necesario para el buen funcionamiento del
mercado interior” medidas para garantizar:
“a) el reconocimiento mutuo, entre los Estados miembros, de las re-
soluciones judiciales y extrajudiciales, así como su ejecución; b) la notifica-
ción y el traslado transfronterizos de documentos judiciales y extrajudicia-
les; c) la compatibilidad de las normas aplicables en los Estados miembros
en materia de conflictos de leyes y de jurisdicción; d) la cooperación en la
obtención de pruebas; e) una tutela judicial efectiva; f ) la eliminación de los
obstáculos al buen funcionamiento de los procedimientos civiles, fomentan-
do si es necesario la compatibilidad de las normas de procedimiento civil
aplicables en los Estados miembros; g) el desarrollo de métodos alternativos
de resolución de litigios; h) el apoyo a la formación de magistrados y del
personal al servicio de la administración de justicia”
Con algunos añadidos que pueden ser importantes, en particular,
la referencia a la tutela judicial efectiva y a los métodos alternativos de re-
solución de litigios, lo cierto es que en lo que respecta a los tres sectores
básicos del DIPr., el artículo 81 TFUE se limita a reiterar los términos del
artículo 65 TCE. En todo caso, es necesario insistir en el potencial de la
referencia a la posibilidad de adoptar en este ámbito las medidas necesa-
rias para “garantizar” la tutela judicial efectiva, que parece reforzar lo que
afirma el artículo 67.4 TFUE58 que sólo establece que la Unión “facilitará
la tutela judicial, garantizando en especial el principio de reconocimiento
mutuo de las resoluciones judiciales y extrajudiciales en materia civil”. El
artículo 81 TFUE parece ir más allá que el artículo 67.4 TFUE, en la medi-
da en que “garantizar” y “facilitar” parecen tener implicaciones diferentes.
Además, aunque tras la entrada en vigencia del Tratado de Lisboa la Carta
de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea adquiere el mismo
valor jurídico que los Tratados, de acuerdo con lo dispuesto también en
el nuevo artículo 6.1 TUE, las disposiciones de la Carta “no ampliarán en
modo alguno las competencias de la Unión tal como se definen en los Tra-
tados”.
Coincidimos con De Miguel Asencio, que el “hecho de que en lo
que respecta a los tres sectores esenciales del DIPr el artículo 81 TFUE re-
produzca básicamente los términos del artículo 65 TCE no parece que deba
merecer una opinión especialmente favorable, pues teniendo en cuenta la
experiencia y los logros de esta última década cabía haber aprovechado la
58
Primer artículo del mencionado Título V y que contiene ciertas disposiciones generales.
304 Anuario del CIJS (2009-2010)
59
de MIGUEL ASENCIO, Pedro Alberto, “El Tratado de Lisboa y el Derecho Internacional
Privado. Competencia judicial, Derecho aplicable, Reconocimiento decisiones, Unión Europea”,
Blog, Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, 10/12/2009.
http://pedrodemiguelasensio.blogspot.com/2009/12/el-tratado-de-lisboa-y-el-derecho.
html .
60
DE MIGUEL ASENCIO, Pedro Alberto, pub. cit., Blog, Facultad de Derecho de la Universi-
dad Complutense de Madrid, 10/12/09. http://pedrodemiguelasensio.blogspot.com/2009/12/
el-tratado-de-lisboa-y-el-derecho.html .
61
DE MIGUEL ASENCIO, Pedro Alberto, pub. cit., Blog, Facultad de Derecho de la Universi-
dad Complutense de Madrid, 10/12/09. http://pedrodemiguelasensio.blogspot.com/2009/12/
el-tratado-de-lisboa-y-el-derecho.html .
62
DE MIGUEL ASENCIO, Pedro Alberto, “El Tratado de Lisboa y el Derecho Internacional
Privado. Competencia judicial, Derecho aplicable, Reconocimiento decisiones, Unión Europea“,
Blog, Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, 10/12/2009. “Que el Tra-
tado, en la norma que atribuye competencias a la Unión en esta materia, hable de “recono-
cimiento mutuo, entre los Estados miembros, de las resoluciones judiciales…” no parece co-
herente con la posibilidad de expandir el alcance de los instrumentos actuales en la materia
para cubrir también el reconocimiento en los Estados miembros de decisiones de terceros
Estados –posibilidad que plantea el Libro Verde sobre la revisión del Reglamento 44/2001- ni
con la convicción de la Comisión acerca de que la Unión tiene la competencia exclusiva para
Pereyra, Luis Cruz - El Tratado de Lisboa y la Cooperación… 305
V. Reflexión Final
uu
¿Podría la liquidación de una sociedad ser
peor que un acuerdo concursal predatorio
para justificar su homologación?
La problemática: la investigación
I – El novedoso argumento
1
La falacia de homologar acuerdo predatorio por supuestamente mejor al resultado de liqui-
dación societaria, en libro AAVV “El Fraude Concursal y otras cuestiones de Derecho Fali-
mentario”, Ed. De la Fundación para la Investigación y Desarrollo de las Ciencias Jurídicas,
Buenos Aires Febrero 2010, págs. 195 a 256.
2
Nto. ES TIEMPO DE SIEMBRA (Sobre ciertas desinteligencias que afirman las soluciones
societarias a sus crisis, evitando responsabilidad de administradores), Publicado en Doctrina
Societaria y Concursal, Ed. Errepar, 2009 tomo XXI pág. 983, septiembre 2009.
Richard, Efraín Hugo - ¿Podría la liquidación de una sociedad… 309
3
Ntos. ANTE LA CRISIS: EL VIEJO CORAZÓN DEL DERECHO COMERCIAL en Libro colectivo
“Conflictos Actuales en Sociedades y Concursos” Editorial Ad Hoc, pág. 3. Comunicación a las
Jornadas de Institutos de Derecho Comercial, Comodoro Rivadavia 5/6 de septiembre de 2002,
y EL VIEJO CORAZÓN DEL DERECHO CONCURSAL en el mismo Libro, pág. 7.
310 Anuario del CIJS (2009-2010)
4
Nto. Integración de la propuesta de acuerdo en concurso societario (en torno a reciente fallo
señero) en Jurisprudencia anotada de RDCO Nº 234, Enero Febrero 2009, Ed. Abeledo Perrot,
pág. 79.
5
Nto. LAS LIQUIDACIONES SOCIETARIA, LA CONCURSAL Y EL ARGUMENTO DEL RE-
SULTADO DE ESTA ÚLTIMA PARA HOMOLOGAR UNA PROPUESTA ABUSIVA, en Zeus Cór-
doba, Nº 353, Año VIII, 18 de agosto de 2009, tomo 15 pág. 169, Doctrina, y en Editorial Zeus,
10 de agosto de 2009, año XXXVI, Revista Nº 15, tomo 110, pág. 785. Doctrina.
Richard, Efraín Hugo - ¿Podría la liquidación de una sociedad… 311
6
4. Lo que se apuntan Gabriela Boquin y Ricardo Augusto Nissen en UN EJEMPLAR FALLO
EN MATERIA DE TRANSPARENCIA DE LOS PROCESOS CONCURSALES, en “El Cronista Co-
mercial” del 21 de octubre de 2009.
7
Como parangón de los comentarios a la Res. 125/2008 que impuso retenciones a la expor-
tación de soja, sosteniéndose como límite de lo no confiscatorio el tercio, pese a ser una cues-
tión de derecho público, no advertimos la razón por la que no se aplica la misma jurispru-
dencia citada a impedir la confiscación de los créditos de los acreedores que no votaron, que
lo hicieron negativamente o que no pudieron votar por el trámite a que estaban sometidos.
Sobre el punto puede verse en los libros del “VI Congreso Nacional de Derecho Concursal y IV
Congreso Iberoamericano de la Insolvencia”, Santa Fe 2006, Tema: CONCURSOS CON PRO-
PUESTAS ÍRRITAS: VISION BÁSICA CONSTITUCIONAL DE PROPUESTA ÍRRITA DE QUITA
Y ESPERA que presentaramos con el Profesor Dr. José Luis PALAZZO, Tomo I pág. 715, bajo el
Sub tema: Constitucionalidad de la propuesta.
8
Nto. “Insolvencia societaria”, Ed. Lexis Nexis, Buenos Aires 2007, y nuestra comunicación al
V Congreso Iberoamericano de Derecho Concursal, Montepulciano Italia septiembre 2009:
LA CRISIS DE LA ORGANIZACIÓN SOCIETARIA y los precedentes allí indicados, que puede
verse en la referida página electrónica.
9
TRUFFAT, E. Daniel EL DERECHO CONCURSAL EN LOS TIEMPOS DE LA “GRAN CON-
TRACCIÓN (en comunicación al Congreso citado en la nota anterior), apuntando: “Hace
años que con la colaboración de queridos amigos, venimos señalando que —al menos en el
312 Anuario del CIJS (2009-2010)
derecho argentino— “soplan nuevos vientos”. Y, de modo muy notable, ello ocurre en el
ámbito societario y concursal ... Este escenario novedoso … nos impone: pensar el dere-
cho. Pensar en clave colectiva en pos de articular soluciones…La “concursalidad” en tanto
técnica jurídica es, básicamente, una regla de reparto de pérdidas frente al fenómeno
insidioso de la cesación de pagos. Su norte es evitar la propagación de tal fenómeno –dado
que la imposibilidad de cumplimiento de un sujeto cualesquiera, bien puede desenca-
denar en catarata otras imposibilidades y así al infinito .…Librado a las solas fuerzas del
mercado, la impotencia patrimonial de un cierto sujeto irrogaría, una guerra de todos
contra todos, la eventual satisfacción del mas fuerte, la absoluta falta de atención de los
derechos de los mas débiles y la directa desaparición del baldado.…Pero además, y el
tema toma otro cariz en vía preventiva, cuando se está frente a un sujeto recuperable…,
cuando está en juego la preservación de fuentes de trabajo…. Este (o sus propietarios)
no podrán, o –al menos- no deberán, “hacer negocio” de tal contribución colectiva, pero
sí recibirán de tal esfuerzo común la provisión de condiciones mínimas para superar el
mal momento (o, al menos, lo recibirá la empresa, si la solución consistiera entre otras
medidas en el cambio de titulares). Un concurso rehabilitatorio que no contemple un
“sacrificio compartido” sería un abuso”.
10
“El PLAN DE EMPRESA (o como asumir crisis tempestiva y extrajudicialmente)” en libro
colectivo “Homenaje al Dr. Osvaldo J. Maffia” Cap. II pág. 217, Ed. Lerner Córdoba 2008, Insti-
tuto Argentino de Derecho Comercial y Fundación para la Investigación del Derecho Concur-
sal y la empresa en crisis Pablo Van Nieuwenhoven. Coordinadores E. Daniel Truffat – Mar-
celo Barreiro – Carlos Roberto Antoni Piossek – Ramón Vicente Nicastro.
11
Nos hemos referido también a este caso en LAS LIQUIDACIONES SOCIETARIA, LA CON-
CURSAL Y EL ARGUMENTO DEL RESULTADO DE ESTA ÚLTIMA PARA HOMOLOGAR UNA
PROPUESTA ABUSIVA, en Zeus Córdoba, Nº 353, Año VIII, 18 de agosto de 2009, tomo 15 pág.
169, Doctrina, y en Editorial Zeus, 10 de agosto de 2009, año XXXVI, Revista Nº 15, tomo 110,
pág. 785 Doctrina.
Richard, Efraín Hugo - ¿Podría la liquidación de una sociedad… 313
12
En “Derecho Concursal Comparado”, tomo 1, Ed. Legis, Buenos Aires 2009, que comentá-
ramos públicamente, remarcando la riqueza del aporte del distinguido profesor y amigo, en
la parte I del capítulo IV.
314 Anuario del CIJS (2009-2010)
13
Nto. Integración de la propuesta de acuerdo en concurso societario (en torno a reciente fallo
señero) en RDCO pág. 79 a 106 (tomo A – Jurisprudencia anotada) año 42, Tomo 2009 B, Ed.
Abeledo Perrot.
14
Ver la comunicación al V Congreso Iberoamericano de Derecho Concursal, Montepulciano,
Italia, 2009, en nuestro libro “Perspectiva del Derecho de la Insolvencia”, ed. Academia Nacio-
nal de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, 2010.
15
Nto. ES TIEMPO DE SIEMBRA (Sobre ciertas desinteligencias que afirman las soluciones
societarias…) cit.
Richard, Efraín Hugo - ¿Podría la liquidación de una sociedad… 315
cumplimiento— y la pérdida del capital social (art. 94.5 LSA)16, los socios
debían resolver lo que dispone la ley de sociedades: reintegro o aumen-
to del capital social o liquidación de la sociedad, con la disminución de
costes que ello implicaba. Sin embargo agobiaron durante años al sistema
judicial sin recurrir a la solución privada. La liquidación privada parecería
la vía para cobrar deudas y satisfacer las acreencias. Obviamente la situa-
ción se encuadra en la situación prevista en el art. 99 LSA, por lo que los
administradores societarios debieron haber reunido a los socios para que
se procediera a la inmediata liquidación de la sociedad, que no excluye el
concurso preventivo, pero que —en el caso— por la magnitud de los cré-
ditos a cobrar que conformaban el activo, hacía presumir que con sólo la
espera se hubiera satisfecho los créditos de los acreedores y hubiera que-
dado una adecuada cuota de liquidación para los socios, la que sin duda
incrementaron a través del acuerdo predatorio.
Sin duda los administradores de la sociedad concursada no actua-
ron con la diligencia y lealtad del buen hombre de negocios, que impone el
art. 59 LSA (157 LSA para la S.R.L., teniendo las mismas obligaciones que
los directores de las sociedades anónimas), imponiendo satisfacer los da-
ños que por ello causaran a la sociedad, los socios y los terceros. Situación
de los terceros calificada por la situación concursal. Extraviaron los libros,
la documentación y al no seguir operando justificaron así el no solicitar
nuevos libros y reconstruir la contabilidad. No tenemos dudas que dieron
de “alta” a la sociedad ante los organismos fiscales nacionales, provinciales
y municipales, pues de no debían seguir formalizando sus declaraciones
de ganancias, IVA, ingresos brutos, actividad comercial. Si no lo hicieron
no hay duda que deben haber presentado sus declaraciones impositivas,
que es como un balance para determinar la existencia o no de ganancias.
3. Adviértase el juego de balances presentados y su certificación
incoherente, negándose a proporcionar información al síndico —lo que
hubiera justificado la aplicación de las medidas previstas en el art. 17 2º
párrafo LCQ—. En materia de sociedades la contabilidad es una obligación
y no meramente una carga17, así la ley prevé que las asambleas “resolve-
rán sobre los estados contables de ejercicio, para cuya consideración serán
convocados dentro de los 4 meses de su cierre” (art. 159 LS), y de los que no
se hace referencia sobre el trámite judicial extendido, sino sobre uno sólo
de ellos presentado en forma irregular.
16
Nto. FALTA DE PATRIMONIO SOCIETARIO: ¿puerta para la responsabilidad de administra-
dores y socios de control?, en El Derecho, 10 de diciembre de 2008, Buenos Aires.
17
Muguillo, Roberto Alfredo: “ASPECTOS CONTABLES PARA ABOGADOS”, Ed. Abeledo
Perrot, Buenos Aires 2008, 168 páginas. Nto. ¿Abusos en el proceso concursal?” en La Ley 24 de
diciembre de 2008, pág. 1 y ss.
316 Anuario del CIJS (2009-2010)
18
Carlino, Bernardo, GENETICA DEL PLAN DE NEGOCIOS (MÁS SOBRE LA CON-
TRIBUCIÓN DE E. H. RICHARD) en Jurisprudencia Argentina, Newsletter del 20 de marzo de
2009 y nuestro trabajo citado por Casadio Martínez.
19
Nto. Integración de propuesta de acuerdo (en concurso preventivo de sociedad) en Doctrina
Societaria y Concursal, Noviembre 2008, pág. 1081.
20
Fallo y comentario en Richard, Efraín Hugo Integración de la propuesta de acuerdo en
concurso societario (en torno a reciente fallo señero) en Jurisprudencia anotada de RDCO
Nº 234, Enero Febrero 2009, Ed. Abeledo Perrot, pag. 79.
21
Nto. Confiscatoriedad de la propuesta de quita abusiva en los concursos en ZEUS, 1º de
octubre de 2007 tomo 105 pág. 2, y los trabajos con el constitucionalista Prof. Dr. José Luiz
PALAZZO allí citados.
22
en Doctrina Societaria y Concursal de Errepar, Febrero 2009 pág. 115.
23
Nto. RESPONSABILIDAD DEL DIRECTORIO POR OMISIÓN (no liquidarla ni presentarla
en concurso y no llevar contabilidad en forma), en Revista de las Sociedades y Concursos, Ri-
cardo Nissen Director, Nº 43 año 2007 noviembre-diciembre año 9, pág. 127.
Richard, Efraín Hugo - ¿Podría la liquidación de una sociedad… 317
24
Nto. ACTIVIDAD ILÍCITA DE SOCIEDAD EXTRANJERA (indirec doing business) Y SU
QUIEBRA EN EL PAÍS (en torno a importantísimo fallo de la Corte), publicado en el Dial Ex-
press del lunes 16 de marzo de 2009.
318 Anuario del CIJS (2009-2010)
25
Puede verse nuestro libro del mismo nombre, Ed. Lexis Nexis, Buenos Aires 2007.
Richard, Efraín Hugo - ¿Podría la liquidación de una sociedad… 319
26
“Responsabilidad de los directores al ingresar la sociedad en la zona de insolvencia” en LA
LEY 2005-A, 1207.
27
Justamente a este tema nos referiremos al abrir los trabajos de Comisión en el inmediato
“VI Congreso Iberoamericano de la Insolvencia”, a desenvolverse en Mendoza, República Ar-
gentina, a partir del 4 de abril de 2009, que puede verse en la página electrónica de la Acade-
mia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba www.acaderc.org.ar.
28
L’aprendistas stregone, l’elisir di lunga vita e l’impresa immortale en Giur. Comm. 1982 I
pág. 575 y ss.
320 Anuario del CIJS (2009-2010)
29
Roitman, Horacio y colaboradores Ley de sociedades comerciales. Anotada y Comentada
Editorial La Ley, Buenos Aires 2006, tomo II pág. 491.
30
Etcheverry, Raúl Aníbal “Empresa y objeto social”, en RDCO año 15 pág. 781 y ss.; CO-
LOMBRES, Gervasio, Curso de Derecho Societario, Buenos Aires, 1972, pág. 116.
31
Conf. nuestro Conservación de la empresa, mayo de 1981, en Anales de la Academia Nacio-
nal de Derecho de Córdoba, t. 25 pág. 107 y ss.
32
Araya, M.: “La función preconcursal de la pérdida del capital social”, en Ensayos de Dere-
cho Empresario Nº 3, Director: E.H. Richard, pág. 247 y ss., FESPRESA, Córdoba, 2007.
33
Portale, Giuseppe B. y Costa, Concetto “Capitale sociale e societá per azioni sottocapi-
talizzate: le nuove tendenze nei paesi europei”, pág. 133 y ss.
Richard, Efraín Hugo - ¿Podría la liquidación de una sociedad… 321
34
Nto El PLAN DE EMPRESA (o como asumir crisis tempestiva y extrajudicialmente) en li-
bro colectivo “Homenaje al Dr. Osvaldo J. Maffia” Cap. II pág. 217, Ed. Lerner Córdoba 2008,
Instituto Argentino de Derecho Comercial y Fundación para la Investigación del Derecho
Concursal y la empresa en crisis Pablo Van Nieuwenhoven. Coordinadores E. Daniel Truffat –
Marcelo Barreiro – Carlos Roberto Antoni Piossek – Ramón Vicente Nicastro.
35
Obviamente que una empresa puede integrar su flujo operacional con subsidios, particu-
larmente si explota servicios públicos, lo que es connatural a la apreciación política sobre su
322 Anuario del CIJS (2009-2010)
36
Por ejemplo: emitir con prima, o acciones de clase, con preferencias, determinando pac-
tos de rescate, etc.. LAS CLAUSULAS O CONVENIOS DE PREFERENCIA PARA LA COMPRA
DE ACCIONES O CUOTAS SOCIALES, SON DE VALIDEZ INDISCUTIDA EN EL DERECHO
ARGENTINO TANTO COMO EN EL COMPARADO, SEA QUE ESTEN CONTENIDOS EN EL
ESTATUTO O EN PACTOS PRIVADOS ENTRE ACCIONISTAS (CFR. MANOVIL, R., “GRUPOS
DE SOCIEDADES”, P. 320, BS. AS., 1998; REGGIARDO, R., “SOBRE LA TRANSMISION ‘EN-
TRE VIVOS’ DE ACCIONES”, ED 205-844; VANHAECKE, M., “LES GROUPES DE SOCIETES”, P.
76, Nº 65, LIBRAIRIE GENERALE DE DROIT ET DE JURISPRUDENDE, PARIS, 1962; CHAM-
PAUD, C., “LE POUVOIR DE CONCENTRATION DE LA SOCIETE PAR ACTIONS”, PAGS. 51-
52, Nº 49 Y 50, SIREY, PARIS, 1962; ASCARELLI, T., “SUI LIMITI STATUTARI ALLA CIRCO-
LAZIONE DELLE PARTICIPACION AZIONARIE”, EN SAGGI DI DIRITTO COMMERCIALI, P.
359, ESPEC. P. 391, Nº 18, MILANO, A.GIUFFRE, 1955), Y SEA QUE COMPRENDAN A TODOS
LOS ACCIONISTAS O SOLO A CIERTA CLASE DE ELLOS, EN CUALQUIER CASO, ES INCUES-
TIONABLE LA LICITUD DEL CONVENIO (CFR. BROSETA PONT, M., “RESTRICCIONES ES-
TATUTARIAS A LA LIBRE TRANSMISIBILIDAD DE ACCIONES”, PAGS. 51 Y 138, MADRID,
1963). In re RECUPERO ENERGETICO SA C/ CAMUZZI GAS PAMPEANA SA S/ ORDINARIO.
vocales HEREDIA - VASSALLO – DIEUZEIDE de CAMARA COMERCIAL: D., 14/02/2007.
324 Anuario del CIJS (2009-2010)
37
Beltrán, Emilio “La disolución de la sociedad anónima”, Estudios de Derecho Mercantil,
Ed. Civitas, Madrid 1991, págs.. 34/5.
38
Beltrán, “La disolución…” cit. págs. 100/101.
39
Beltrán, “La disolución…” cit. págs. 138/9.
Richard, Efraín Hugo - ¿Podría la liquidación de una sociedad… 325
uu
40
Acciarri, Hugo A.; Castellano, Andrea y Barbero, Andrea, El problema de la insolven-
cia en el Derecho de Daños. Un aporte para su análisis económico en Jurisprudencia Argentina
2008-1 Número especial “Derecho y Economía” coordinador por Hugo A. Acciarri, Ed. Lexis
Nexis, Buenos Aires 2008, doctrina, pág. 10.
Teletrabajo, su inserción en la
Legislación Laboral Argentina
1.- Introducción
2.- Teletrabajo
2.1.-Identificando el concepto
Una de las formas de trabajo con uso de TIC1 es designada con el
nombre de “teletrabajo”. El teletrabajo como fenómeno contemporáneo,
no tiene una definición consensuada. Son varios los autores que la ensayan
y marcan un posible camino para encuadrarlo en una de ellas2.
Así, hay quienes definen al teletrabajo como: los trabajos reali-
zados por personas externas a una determinada organización destinata-
ria final de dichos trabajos, sin importar su ubicación geográfica o tam-
bién como una forma flexible de organización del trabajo que consiste
en el desempeño de la actividad profesional sin la presencia física del
teletrabajador en la empresa durante una parte importante de su hora-
rio laboral 3. Otros lo conceptúan como, cualquier trabajo, en un lugar
distinto del contratante y utilizando en cualquiera de las fases, medios
telemáticos 4. Entendiéndose también como una “Actividad laboral que
se realiza con el uso de tecnologías de la información y las comunicacio-
nes (tanto por cuenta propia como por cuenta ajena), en sedes (móviles
o en su domicilio, a tiempo completo o parcial) distintas y distantes del
centro de producción de bienes y/o servicios receptor del producto de
dicha actividad”.
En Europa nos encontramos con el “Acuerdo Marco sobre Tele-
trabajo” de carácter voluntario, suscripto el 16 de julio de 2002, en Bruse-
las, por los agentes sociales a nivel comunitario (CES, UNJCE/ UEPAME y
CEEP) donde se practica una definición de carácter amplio, con el objetivo
de abarcar varias formas de teletrabajo, así el punto 2 del Acuerdo define
“El teletrabajo es una forma de organizar y/o realizar un trabajo utilizando
las tecnologías de la información, en el marco de un contrato o relación
laboral, en la que un trabajo, que también hubiera podido ser realizado
en los locales del empleador, se realiza fuero de dichos locales de manera
regular”.
1
Tecnología de la Información y Comunicación, también llamada TICs o TI.
2
www.enred.es/foros/Teletrabajo.htm, la siguiente definición de teletrabajo, trabajo en red,
work nouveau, telecommuting .
3
CREA, Florencia, en coautoría con SZTRYK, Aníbal, “Teletrabajo y Comercio Electrónico”
(inédito).
4
www.canaltrabajo.com/teletrabajo/index.html.
Saad de Bianciotti, Carla - Teletrabajo, su inserción en la … 329
5
DE VIRGILIIS, Miguel y DE VIRGILIIS, Martín. “El Teletrabajo. De la Chimenea a la Socie-
dad de la Información” en DT 2001-B, 1365 y ss.
6
Conf. cita Ibídem, quien cita A. DE BEER en G. BLANC, “Le Travail à Distance: Enjeux et
Perspective, Une Analyse Documentaire”, pág. 81, Asociación Internacional de Futuribles, Pa-
rís, julio de 1985.
7
Para ampliar el concepto ver: BIRGIN, Oscar; FREIDENBERG, Lelio A., DT2004 (marzo),
334 - DT2004-A, 334.
8
La Comisión de Teletrabajo fue creada en el mes de septiembre de 2003. Inicialmente in-
tegraron la comisión las siguientes instituciones: USUARIA. (Asoc. Argentina de Usuarios
de la Informática y las Comunicaciones) AAT (ASOCIACION ARGENTINA DE TELETRA-
BAJO), ARTRA (Asociación de Relaciones del Trabajo de la República Argentina, ex ARIA),
UIA (Unión Industrial Argentina), Telecom SA, CGT (Confederación General del Trabajo),
FAECYS (Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicio Argentina), CTT (Cen-
tro de Teletrabajo y Teleformación de la Carrera de Relaciones del Trabajo -UBA), UNTREF-
SADL (Maestría en Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales Internacionales), TELEFO-
NICA ARGENTINA SA, PRESIDENCIA CCEF-HCDN, En el año 2005, se han incorporado:
ASOCIACION ARGENTINA DE DERECHO DEL TRABAJO Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL,
FOEESITRA (Federación de obreros, especialistas y empleados de los Servicios e Industrias
de las Telecomunicaciones de la Republica Argentina), CTA (Central de los Trabajadores Ar-
gentinos), CICOMRA (Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina),
ADESPA (Asociación de Servicios Públicos de Argentina), OIT (Organización Internacional
del Trabajo).
330 Anuario del CIJS (2009-2010)
2.2.- Tipología.
En cuanto a la forma de realización, el teletrabajo puede realizarse
“on-line” (en línea con conexión directa con la computadora), “off-line”
(fuera de línea), “one way line” (en un solo sentido con la empresa sin po-
sibilidad de interconectar con otras terminales) o “two way line” (interacti-
vo, terminal conectada a una red).
Puede organizarse individual o colectivamente; puede constituir
la totalidad o parte de la tarea del trabajador; y puede llevarse a cabo por
trabajadores independientes o subordinados, “…Se habla de un teletrabajo
sedentario o a domicilio, que sería aquel que se desarrolla en y desde el
propio hogar; y de un teletrabajo nómada o móvil, que es el que se realiza
mientras se viaja de un lugar a otro, ya sea entre aviones, habitaciones de
hotel, terminales de trenes, etc., que hacen uso de sus portátiles o de telé-
fonos móviles. De la misma manera encontramos otra modalidad como el
teletrabajo en grupos, que como el realizado en las zonas rurales suele de-
nominarse ‘telecotagge’…10”. En este trabajo nos orienta solamente el tipo
de teletrabajo en relación de dependencia.
9
Birgin, Oscar; Freidenberg, Lelio A., op. cit, pág. 334.
10
Finquelievich, Susana, afirma que entre las opciones del teletrabajo encontramos: Cen-
tros de Servicios Remotos para clientes o telecentros, donde pueden responder las llamadas
telefónicas o los e-mail de los clientes desde sus computadoras hogareñas, sin necesitar casi
nunca concurrir en persona a la oficina central; Telecottages: espacio de recursos comunita-
rios instalados en zonas rurales, equipado con computadoras, fax, scanner, fotocopiadoras,
modem, conexiones a internet y equipos de video conferencias. En ellos, los habitantes del
lugar pueden aprender a usar los equipos o utilizarlos para trabajar ya sea para empresas o
Saad de Bianciotti, Carla - Teletrabajo, su inserción en la … 331
Pérdida de contacto físico del trabajador con sus compa-
ñeros y con el empleador, lo que acarrearía problemas de
socialización.
Dificultad de control sobre el trabajo realizado y sobre las
condiciones en que este se ejecuta.
Pérdida del trabajador de su privacidad.
Dificultad para ejercer y fomentar las relaciones sindica-
les.
Dificultad para mantener la confidencialidad de la infor-
mación y procedimientos de la empresa.
Menor control directo sobre el personal que teletrabaja.
La incorporación de tecnología en la empresa siempre implica un
desafío para trabajadores y empleadores, tomar decisiones que posibiliten
disminuir las desventajas y potenciar las ventajas será una tarea a la que
debe abocarse la sociedad toda.
12
Sin perjuicio que no existen estadísticas oficiales —al menos públicas— a cerca de qué
empresas se sirven de esta manera de prestar servicios, es cada vez mas creciente su imple-
mentación. Tal es así, que el 24 de abril de 2008, en un diario de publicación local, se dio a
conocer la experiencia piloto de “teletrabajo con 40 empleados de YPF”, en el que la petrolera
se convirtió en la primera empresa adherente al Programa Piloto de Seguimiento y Promoción
del Teletrabajo en Empresas Privadas (Propet) a partir de la firma del Convenio Marco con el
Ministerio de Trabajo de la Nación. El mismo se puso en marcha a partir del 2 de mayo de
2008, donde 31 universitarios y 9 técnicos —con diferentes especialidades, grupo etáreo y
género—, durante 6 meses experimentarán dicho “sistema”. “La firma destacó que los ‘em-
pleados incluídos en el programa… gozarán de los mismos derechos y beneficios garantiza-
dos por la legislación vigente y convenios colectivos de trabajo que aquellos que prestan la
mismas tareas en los establecimientos de la empresa, sin perjuicio de los… que se pacten en
forma individual y colectiva, teniendo en cuenta las peculiaridades del trabajo…” a su vez “…
se fijarán las condiciones referidas a la protección de los bienes e información, a salvaguardar
la privacidad del dominio del trabajador y la adhesión a las normas de higiene y seguridad en
el lugar del trabajo...” . Pastorino, A. en Diario Comercio y Justicia del 24/04/2008.
Saad de Bianciotti, Carla - Teletrabajo, su inserción en la … 333
13
Grisolia, Julio Armando. Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Lexis
Nº 5609/002312.
334 Anuario del CIJS (2009-2010)
14
Capon Filas, Rodolfo en Toselli, Carlos y Sola Torino, Victorino. Régimen de la Ley
24.013 y normas agravantes del distracto, Alveroni Ediciones, Córdoba, 2009, pág.469.
15
El resaltado nos pertenece.
16
Expte. PE-159/07, Mensaje Nº 829/07, PROYECTO DE LEY SOBRE EL RÉGIMEN JURÍDICO
DE TELETRABAJO EN RELACIÓN DE DEPENDENCIA. (DAE-96).
Saad de Bianciotti, Carla - Teletrabajo, su inserción en la … 335
17
MINISTERIO DE TRABAJO, EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL DE LA NACIÓN, “Principios
mínimos del Teletrabajo”. www.trabajo.org.ar, búsqueda del 17 de Mayo de 2010.
18
Nota “Proyecto de ley para regular el teletrabajo”, Economía y Negocios, diario INFOBAE,
en http://www.argentina.ar/_es/economia-y-negocios/C3307-proyecto-de-ley-para-regular-
el-eletrabajo.php.
336 Anuario del CIJS (2009-2010)
19
En este sentido véase también: www.trabajo.gov.ar, www.caminandoutopias.org.ar, Alles,
Martha Alicia, ob.cit.; De Virgiliis, Ob.Cit., Ochoa Hortelano, José Luis, ob.cit.; Nicolosi,
Alejandra, ob.cit.; Saad de Bianciotti, Carla, ob.cit.; entre otros.
Saad de Bianciotti, Carla - Teletrabajo, su inserción en la … 337
20
www.ilo.org/public/spanish
21
Brain, Daniel Horacio. “La reforma del ius variandi: ¿protección o desprotección?”, Ac-
tualidad Jurídica de Córdoba, Primera quincena de junio de 2006, Año III, Volumen 63, Cór-
doba, RA, pág. 4850.
338 Anuario del CIJS (2009-2010)
22
Alimenti, Jorgelina en Vázquez Vialard, Antonio y Ojeda, Raúl. Ley de Contrato de
Trabajo-Comentada y Concordada- Tomo I, Rubinzal-Culzoni Editores, Buenos Aires, 2005,
pág. 487.
Saad de Bianciotti, Carla - Teletrabajo, su inserción en la … 339
23
Livellara, Carlos en Vázquez Vialard, Antonio y Ojeda, Raúl. Ley de Contrato de Trabajo-
Comentada y Concordada- Tomo I, Rubinzal-Culzoni Editores, Buenos Aires, 2005, pág. 548.
24
CNAT Sala VI sent. 54082 27/4/01 “Martinez, Ramon c/ Cía de Servicios Hoteleros SA s/
despido” (Del voto del Dr. Capon Filas, en minoría). (CF.- De la F.- FM.-) Boletín Temático de
Jurisprudencia Nº 10, Poder Judicial de la Nación.
340 Anuario del CIJS (2009-2010)
25
Se sugiere ampliar información en http://www.trabajo.gob.ar/teletrabajo/
proyectos/#propet; www.caminandoutopias.org.ar .
26
Grisolia, Julio Armando. CONTRATO DE TRABAJO/02.− Contrato y relación de trabajo,
Lexis Nº 5609/002312.
Saad de Bianciotti, Carla - Teletrabajo, su inserción en la … 341
27
http://www.cgt.info/telefonicavalencia/html/teletrabajo.html.
28
Biagi, Marco. “El teletrabajo en Italia: el papel de la negociación colectiva”, Coloquio sobre
la convergencia de los medios de comunicación múltiples (multimedia), Ginebra, 27-29 de
enero de 1997, www.ilo.org.
29
Díaz, Viviana L. “Las TICs. en el desarrollo de nuevas formas de empleo. Teletrabajo”, Lexis
Nº 0003/400942.
342 Anuario del CIJS (2009-2010)
30
La discusión “TRABAJADOR VS. MÁQUINA” está resuelta, baste ahora abordar la manera
en que será incorporada al mundo del mercado. Ver Método antropocéntrico o tecnocéntico?.
SAAD DE BIANCIOTTI, Carla. Ob.Cit, pp. 306-308.
31
CASTELLS, M., “La Era de la Información, Economía, Sociedad y Cultura”, vol. I, “La Socie-
dad Red” en: DE VIRGILIIS, M. A. - DE VIRGILIIS, M. I. “El Teletrabajo. De la Chimenea a la
Sociedad de la Información” en DT 2001-B, 1365 y ss
32
“… Informe de la OIT sobre el Trabajo en el Mundo “Life at Work in the Information Eco-
nomy”. Se insiste que el trabajo en la economía de la información puede constituir una herra-
mienta eficaz para promover la igualdad social y de género, pero sólo si media una interven-
ción directa capaz de erradicar las disparidades existentes y se protegen las necesidades y los
derechos de los trabajadores afectados.... (Noeleen Heyzer, Directora Ejecutiva de UNIFEM).
Para ampliar puede verse también la Declaración de Florianópolis, de junio de 2000 en el sitio
web de CEPAL” Conf. cita DE VIRGILIIS, op.cit.
Saad de Bianciotti, Carla - Teletrabajo, su inserción en la … 343
BIRGIN, Oscar; FREIDENBERG, Lelio A., DT2004 (marzo), 334 - DT2004-A, 334.
DE VIRGILIS, Miguel Ángel. “El teletrabajo. La nueva realidad virtual”, Revista de Derecho
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los Dos Géneros?, Informe sobre el Empleo en el Mundo 2001. La Vida en el Trabajo en la
Economía de la Información. www. ilo.org.
33
“Modernización negociada” término utilizado por Lyon Caen en opuesto a la “moderni-
zación salvaje” en CAEN, Lyon en TOSELLI, Carlos y SOLA TORINO, Victorino; Ob. Cit., pág.
466.
344 Anuario del CIJS (2009-2010)
uu
El reconocimiento y la ejecución en
los Laudos Arbitrales del CIADI
Christian G. Sommer*
Introducción
1
El presente trabajo forma parte del proyecto de investigación doctoral en el marco de la
Secretaría de Postgrado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba y de la
Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de Córdoba.
* Abogado (UNC). Profesor de Derecho Internacional Privado y Derecho Internacional Pú-
blico - Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba
(Argentina). Profesor de Derecho Internacional Público - Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales de la Universidad Católica de Córdoba y Carrera de Comercio Exterior. Univer-
sidad de Congreso (sede Córdoba - Argentina). Miembro de la Asociación Argentina de
Derecho Internacional (AADI). Miembro del Consejo Latinoamericano de Estudiosos del
Derecho Internacional y Comparado.
346 Anuario del CIJS (2009-2010)
dos entre los Estados que procuraban incentivar el desarrollo de sus in-
versionistas2.
Esto dio lugar en el marco del Banco Mundial, a la aprobación del
Convenio sobre Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones entre Estados
y Nacionales de otros Estados de 1965 (denominado también Convenio de
Washington) que estableció un mecanismo para la solución de las contro-
versias que se suscitaran entre los Estados y los inversionistas, denomina-
do Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones
(CIADI)3. El Convenio de Washington produjo una modificación respecto
al procedimiento para el reconocimiento y la ejecución de laudos arbitra-
les existente hasta ese momento, principalmente enmarcados a través de la
Convención de Nueva York sobre Reconocimiento y Ejecución de Sentencias
y Laudos Extranjeros de 1958, en donde el proceso de exequatur juega un
rol importante al momento de ser aplicado e interpretado por las autorida-
des jurisdiccionales del Estado en donde se pretenda dar cabida a la ejecu-
ción de un laudo arbitral4.
La relevancia del proceso de reconocimiento y ejecución de laudos
arbitrales en materia de inversión extranjera, tiene un significado especial
para la República Argentina, ya que están pendientes en nuestro país, las
solicitudes de ejecución de varios laudos arbitrales dictados por el CIA-
DI5. Respecto de estos laudos, se han suscitados diferencias interpretativas
entre los inversores demandantes y la postura de la República Argentina,
sobre los mecanismos adecuados para su ejecución.
2
Para un específico estudio sobre los Tratados de Inversión Extranjera, ver: DOLZER, RU-
DOLF y STEVENS, MARGRETE. Bilateral Investment Treaties. MARTINUS NIJHOFF PUB-
LISHERS, LA HAYA, BOSTON, LONDRES. 1995. UNITED NATIONS CENTRE ON TRANS-
NATIONAL CORPORATIONS AND INTERNATIONAL CHAMBER OF COMMERCE. Bilateral
Investment Treatis. UNITED NATIONS, NEW YORK. USA. 1992. SACERDOTI, GIORGIO. “Bi-
lateral Treaties and Multilateral Instruments on Investment Protection”. Recueil des Cours.
Academia de la Haya de Derecho Internacional. 1997. YMAZ VIDELA, ESTEBAN. Protección
de Inversiones Extranjeras. Tratados Bilaterales. Sus efectos en las contrataciones administrati-
vas. EDIT. LA LEY. BUENOS AIRES, 1999.
3
Entró en vigor en 1966 y la República Argentina firmó el Convenio el 21 de marzo de 1991,
ratificándolo el 19 de octubre de 1994.
4
También se pueden mencionar la Convención Interamericana sobre eficacia extraterrito-
rial de Sentencias y Laudos Extranjeros de Montevideo de 1979 (modificado parcialmente en
1989) y la Convención de Panamá de 1975 sobre Ejecución de Laudos Extranjeros (CIDIP II),
entre otros tratados.
5
Laudos pendientes de ejecución en los casos CMS, Sempra, Enron, Vivendi, entre otros.
Sommer, Christian G. - El reconocimiento y la ejecución en … 347
6
Ver CEPAL. Documento Informativo de Naciones Unidas. La Inversión Extranjera en Améri-
ca Latina y el Caribe. CHILE. 2004.
7
Ver DI GIOVAN, ILEANA. Derecho Internacional Económico. EDIT. ABELEDO-PERROT.
BUENOS AIRES. 1992, pág. 47. SBERT, HÉCTOR. “Las inversiones extranjeras en América La-
tina y la integración regional”. Revista Electrónica de Estudios Internacionales. Nº 2. ESPAÑA.
2001. www.reei.org.
8
Ver VIVES CHILLIDA, JULIO A. El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Rela-
tivas a Inversiones (CIADI), MCGRAW HILL, MADRID, 1998, FERNÁNDEZ MASIÁ, EN-
RIQUE. Arbitraje en inversiones extranjeras: El procedimiento arbitral del CIADI. EDIT.
TIRANT LO BLANCH. VALENCIA, ESPAÑA. 2004. SORNARAJAH, M. The International
Law of Foreign Investment. CAMBRIDGE UNIVERSITY PRESS, SECOND EDITION. UNIT-
ED KINGDOM, 2004. VAN HARTEN, GUS. Investment Treaty Arbitration and Public Law.
OXFORD MONOGRAPHS IN INTERNATIONAL LAW. OXFORD UNIVERSITY PRESS,
USA. 2007. HERZ, MARIANA. “Régimen argentino de promoción y protección de in-
versiones en los albores del nuevo milenio: de los tratados bilaterales, MERCOSUR
mediante, al ALCA y la OMC”. Revista Electrónica de Relaciones Internacionales. ES-
PAÑA, 2003. www.reei.org.
348 Anuario del CIJS (2009-2010)
9
VII Congreso Hispano Luso Americano de Derecho Internacional. Buenos Aires. 1969.
10
BALESTRA, RICARDO. Derecho Internacional Privado. Relación Económica Contemporá-
nea. Edit. Abeledo – Perrot. Buenos Aires. 1978.
Sommer, Christian G. - El reconocimiento y la ejecución en … 349
otros. Hoy se discute sobre si temas como las controversias por los bonos públicos (holdout)
pueden ser entendidos como una inversión, acorde lo regulado por el Convenio de Washing-
ton.
15
Lanco International, Inc. v. Argentina (Caso CIADI Nº ARB/97/6), Decisión preliminar
sobre jurisdicción de 8 de diciembre de 1998. SGS Société Générale de Surveillance S.A. c/.
República Islámica de Pakistán (Caso CIADI Nº ARB/01/13), Decisión sobre Jurisdicción de 6
de agosto de 2003. Suez, Sociedad General de Aguas de Barcelona S.A., e InterAguas Servicios
Integrales del Agua S.A. v. Argentina. (Caso CIADI Nº ARB/03/17). Decisión sobre jurisdic-
ción. 16 de mayo de 2006, entre otros.
16
SCHREUER, CHRISTOPH, “Commentary on the ICSID Convention”, ICSID Review, Foreign
Investment Law Journal, Vol 12 Nº2, JOHNS HOPKINS UNIVERSITY PRESS, USA. 2007; YMAZ
VIDELA, ESTEBAN M. Protección de Inversiones Extranjeras - Tratados Bilaterales, BUENOS
AIRES. 1999.
Sommer, Christian G. - El reconocimiento y la ejecución en … 351
territorio de todos los Estados que sean parte de dicho Convenio. Así,
los laudos arbitrales quedan fuera del procedimiento de exequatur pre-
visto en la legislación interna de los Estados, limitándose los requisitos
de ejecución a un trámite de verificación de autenticidad del laudo y
seguir el procedimiento de ejecución de la sentencia ante los órganos
administrativos respectivos fijados por el Estado. Además, no sólo se
pueden ejecutar en el Estado receptor de la inversión sino en el resto
de Estados firmantes del Convenio de Washington, por lo que el ins-
trumento internacional prevé la posibilidad de elección de foro para la
ejecución del laudo17.
En ese sentido, el texto del artículo 53 (1) del Convenio expresa:
El laudo será obligatorio para las partes y no podrá ser objeto
de apelación ni de cualquier otro recurso, excepto en los casos
previstos en este Convenio. Las partes lo acataran y cumplirán
en todos sus términos, salvo en la medida en que se suspenda su
ejecución, de acuerdo con lo establecido en las correspondientes
cláusulas de este Convenio.
Como se aludió anteriormente, el sistema arbitral del CIADI posee
un mecanismo de reconocimiento y ejecución de laudos diferentes a otros
mecanismos jurídicos sobre laudos arbitrales. En el derecho internacional
de fuente convencional, se destacan la Convención de Nueva York sobre
el reconocimiento y ejecución de sentencias arbitrales extranjeras de 1958
y la Convención de Panamá sobre arbitraje comercial internacional de
197518 19.
En cambio como lo sostiene el artículo 54 del Convenio,
Todo Estado Contratante reconocerá al laudo dictado confor-
me a este Convenio carácter obligatorio y hará ejecutar dentro
17
Art. 53 del Convenio de Washington. Ver SCHREUER, CHRISTOPH. Ibíd 10. pág. 1097 y ss.
18
El artículo 5º de la Convención de Nueva York establece que: “1. Solo se podrá denegar el
reconocimiento y la ejecución de la sentencia ...(y detalla aspectos formales esenciales). 2. Tam-
bién se podrá denegar el reconocimiento y la ejecución de una sentencia arbitral si la autoridad
competente del país en que se pide el reconocimiento y la ejecución comprueba: a) Que, según
la Ley de ese país, el objeto de la diferencia no es susceptible de solución por vía de arbitraje;
ó b) Que el reconocimiento o la ejecución de la sentencia serían contrarios al orden público de
ese país.”
19
Art. 4º: “Las sentencias o laudos arbitrales no impugnables según la ley o reglas procesales
aplicables, tendrán fuerza de sentencia judicial ejecutoriada. Su ejecución o reconocimiento
podrá exigirse en la misma forma que la de las sentencias dictadas por tribunales ordinarios
nacionales o extranjeros, según las leyes procesales del país donde se ejecuten, y lo que establez-
can al respecto los tratados internacionales”. Y en el artículo 5º se enuncian la causales en se
podrá denegar el reconocimiento y la ejecución de la sentencia, con criterio análogo al del
artículo 5º de la Convención de Nueva York.
352 Anuario del CIJS (2009-2010)
20
Sobre este punto, ver: GRACIARENA, MARÍA CAROLINA. La inmunidad de ejecución del
Estado frente a los laudos del CIADI. LEXIS NEXIS. BUENOS AIRES. 2006 págs. 48 y ss.
21
Argentina no ha establecido un sistema jurisdiccional específico para los laudos del CIADI,
por lo que debería aplicarse los procedimientos generales de ejecución de sentencias locales
contra la Administración Pública.
Sommer, Christian G. - El reconocimiento y la ejecución en … 353
22
Exposición del Sr. Broches en la Reunión Consultiva de Addis Abeba del 16 de diciembre de
1963, THE HISTORY OF THE ICSID. Vol. II-1, ICSID-Washington DC, 1970, pág. 242.
354 Anuario del CIJS (2009-2010)
de laudos del CIADI. Entre otros, se pueden mencionar los casos Benvenuti
& Bonfante v. República de Congo23; Soabi v. Senegal24; y Letco v. Liberia25.
23
En el caso, la actora, vencedora en el pleito, decidió iniciar el procedimiento de recono-
cimiento y ejecución del laudo arbitral emitido en el ámbito del CIADI ante los tribunales
franceses. El Presidente del Tribunal de Grande Instance de París le otorgó al laudo fuerza
ejecutiva mediante auto de fecha 23/12/1980 (Auto de fecha 23/12/1980, Rev. Arb., 1982,
pág. 205), pero al mismo tiempo, y forma inesperada, estableció una limitación en el senti-
do que ninguna medida de ejecución sobre bienes ubicados en el territorio Francés podía
ser llevada a cabo en virtud de dicha resolución sin autorización previa del mencionado
órgano, toda vez que, según su criterio, no resultaba posible a priori hacer un deslinde en-
tre bienes destinados a actividades soberanas y a actividades comerciales sin efectuar una
investigación previa en ese sentido (Auto de 13/01/1981, Rev. Arb., 1982, pág. 206). Sobre
dicho auto, se ha hecho referencia al efecto paradójico que presenta el mismo, en la me-
dida en que por un lado se había otorgado fuerza ejecutoria al laudo y luego se la había
suspendido, razón por la cual el Tribunal de Apelación, posteriormente, declaró la nulidad
de dicha resolución aclarando fehacientemente la distinción que existe entre la etapa de
reconocimiento y la etapa de ejecutabilidad. “El auto de exequatur de una sentencia arbitral
no constituye un acto de ejecución sino meramente un acto previo a las medidas de ejecu-
ción.... y que el primer juez, competente en aplicación del artículo 54 de la Convención de
Washington, no puede, sin exceder, inmiscuirse en la segunda fase, aquella de la ejecución,
con la que se conecta la cuestión de la inmunidad de ejecución de los Estados extranjeros”·
(sentencia del 26/06/1981, Rev. Arb., 1982, pag. 207). Al respecto, ver FERNÁNDEZ MASIÁ,
ENRIQUE, ibíd 7, págs. 329 y ss. y especialmente las notas 100 y 108.
24
En este caso, mediante Auto de fecha 14/1/1988 el Tribunal de Grande Instance de
París le reconoció (exequatur) y en consecuencia le otorgó fuerza ejecutiva al laudo arbi-
tral del CIADI; por su parte Senegal apeló tal decisión y en su oportunidad el Tribunal de
Apelación, mediante su sentencia de fecha 05/12/1989, anuló la resolución anterior, con
fundamento en el hecho que el Estado de Senegal al someterse al procedimiento arbitral
del CIADI se había comprometido a asegurar la ejecución de las obligaciones pecuniarias
impuestas por el laudo sobre el territorio, pero no había renunciado a invocar su inmu-
nidad de ejecución en un Estado Contratante de acuerdo a lo dispuesto en el artículo
55 del “Convenio”. Así las cosas, consideró que la ejecución de este laudo contrariaba
el orden público internacional al violarse el principio de inmunidad de ejecución con
fundamento en que no se había demostrado que los bienes en cuestión estuviesen afecta-
dos a actividades comerciales y económicas (ver FERNÁNDEZ MASIÁ, ENRIQUE, Ibíd 7,
pág. 330). Finalmente, La Cour de Cassation terminó anulando dicha decisión, mediante
sentencia de fecha 11/06/1991 (Rev. Arb., no 4, 1991, pág. 637), con el argumento prin-
cipal consistente en que cuando un Estado se somete a través de un convenio arbitral al
procedimiento de arbitraje del Centro CIADI acepta que el laudo que se puede adoptar
pueda recibir el exequatur, aunque tal acto de exequatur (reconocimiento) no constituye
una medida concreta de ejecución que pudiera dar lugar a las alegaciones de inmunidad
de ejecución Estatal, añadiendo al final que los artículos 53 y 54 del “Convenio” crean un
procedimiento autónomo y simplificado de reconocimiento y ejecución, y que por lo tan-
to había que excluir en este caso la aplicación de normas del código del Procedimientos
Civil Francés.
25
En este caso, el Estado de Liberia intentó recurrir a sus tribunales para solicitar la nulidad
del procedimiento arbitral del CIADI, circunstancia que motivo el dictado del laudo, de fecha
21/03/1986 (en ICSD Reports, Vol. 2, 1994, págs. 378/9) por parte del tribunal arbitral en el
cual se pronuncio en forma categórica en favor de la exclusividad del procedimiento ante el
Centro, e hizo mención especial a la mala fe procesal demostrada por el Estado demandado
que no sólo no se presentó ante el procedimiento bajo las normas CIADI sino que también en
forma contraria a lo dispuesto en el acuerdo previo entre las partes, terminó recurriendo a los
tribunales de su país para conseguir la anulación del laudo.
Sommer, Christian G. - El reconocimiento y la ejecución en … 355
26
Los Tratados de inversión tienen jerarquía supralegal, pero infraconstitucional, porque están su-
jetos a los principios de derecho público de la Constitución según el artículo 27 de la Constitución
Nacional. Para algunos, esto permitiría concluir que pueden ser declarados inconstitucionales. (ver
ROSATTI, HORACIO D., “Los Tratados Bilaterales de Inversión. El arbitraje internacional obligato-
rio y el Sistema Constitucional Argentino”. Revista Jurídica La Ley 15/10/2003, pág. 4, especialmente
notas 11, 14 y 15. En sentido coincidente, sobre los alcances de inconstitucionalidad de este tipo de
Tratados ver: BARBOZA, JULIO, Derecho Internacional Público, Edit. ZAVALIA, 1999, pág. 79).
27
Durante la década del noventa, en el marco de un amplio proceso de reformas aplicado por el
gobierno del Presidente Carlos Menem, que incluyó la convertibilidad de la moneda nacional,
la apertura comercial y financiera, la desregulación y la privatización de empresas del Estado;
se produjo un flujo de inversión extranjera, que se concentró fuertemente en empresas públicas
prestadoras de servicios o de actividades extractivas, fundamentalmente la petrolera y el trans-
porte de gas. La forma predominante de la inversión extranjera durante este período fue la de las
transferencias accionarias, lo que se verificó tanto en el proceso de privatizaciones como en la
venta de empresas privadas a inversores extranjeros que se produjo con mayor intensidad en la
segunda mitad de la década. Como consecuencia de ello, desde 1991 y por el transcurso de una
década aproximadamente, la República Argentina, firmó más de una decena de Tratados Bila-
terales de Inversión, los cuales preveían mecanismo de solución de controversias, en especial
ante el CIADI u ante otros órganos arbitrales bajo las reglas del UNCITRAL.
La crisis del régimen de convertibilidad de inicios del siglo XXI, produjo en Argentina, un
profundo quiebre no sólo económico, sino también político y social. A raíz de ello, hacia fi-
nes de 2001, el gobierno produjo la modificación de parte del sistema legal que daba marco
a las inversiones extranjeras suscriptas en los años anteriores.
En lo que hace específicamente a las condiciones para la inversión extranjera, la crisis ge-
neró una serie de cambios significativos. El que primero se hizo sentir fue el deterioro de la
situación patrimonial, dado el peso de la deuda en dólares en muchas de estas empresas.
A partir de allí, sin embargo, el alto y sostenido crecimiento económico desde mediados de
2002, el cambio de precios relativos a favor de los bienes y servicios transables, el abaratamien-
to relativo de los salarios, el tipo de cambio favorable a la exportación, posibilitaron una rápida
reestructuración de los pasivos empresariales y disminución de la relación deuda/activos.
356 Anuario del CIJS (2009-2010)
años 90, varios tribunales en casos similares han fallado o bien contradic-
toriamente o en forma divergentes. Ello conformaría una situación de frag-
mentación en la credibilidad y funcionamiento del sistema y del propio
derecho internacional28.
En el caso de Argentina, se puede tomar como parámetro de lo
expresado, lo resuelto en los laudos de los casos CMS y LG&E, sobre los
alcances interpretativos del “estado de necesidad” como razón eximente
de la responsabilidad del Estado en la violación de un TBI, que luego se
pudieron apreciar en el laudo de anulación parcial en el caso CMS29.
En el caso de CMS, la postura sobre la aplicación del estado de ne-
cesidad fue rechazada, lo que llevó al Estado a pedir la anulación el lau-
do30. Al decir del Comité de Anulación del caso CMS, los árbitros del caso,
Esta disminución, sin embargo, fue mucho más rápida en los sectores vinculados con la
producción de bienes transables que en las de servicios, aunque operó en todo el espectro
de actividades.
Entre las medidas adoptadas, se dictó la ley 25.561, de enero de 2002, que declaraba la
emergencia económica pública del país, introduciendo reformas al sistema cambiario y
en especial, la modificación de las normas referidas al sistema de convertibilidad financie-
ro, suprimiéndose la posibilidad de que los inversores extranjeros pudieran reajustar sus
tarifas en dólares, tal el sistema imperante en los Tratados firmados. Todo ello llevo a que
inversores extranjeros plantearan más de 50 demandas ante el CIADI. Como consecuencia
de las numerosas demandas contra el Estado argentino por violaciones a los TIBś a fines
de los ‘90 y comienzos de la década del 2000, El Poder Ejecutivo Nacional constituyó en el
año 2003 la Unidad de Asistencia para la Defensa Arbitral (UNADAR) dentro del ámbito
de la Procuración Nacional del Tesoro, para organizar las presentaciones frente a los jui-
cios, ya que a pesar de que en varios de ellos se involucra a los gobiernos provinciales, el
Estado Nacional es garante de las inversiones en virtud de la firma de los tratados bilate-
rales. La UNADAR está presidida por el Procurador del Tesoro de la Nación, y lo integran
representantes de los Ministerios de Relaciones Exteriores, de Economía y de Planificación
Federal (estos dos últimos Ministerios también integran una Unidad de Renegociación de
contratos de empresas privatizadas —UNIREN—). En esta instancia también se exponen y
acuerdan algunas de las estrategias adoptadas por el Estado para atender, por ejemplo, los
problemas detectados por la ausencia de un criterio uniforme y consistente del CIADI para
programar el cronograma de vencimientos y audiencias de la República Argentina; las pre-
sentaciones en los casos específicos; estructura de respuestas para casos paradigmáticos;
búsqueda de acuerdos extra arbitrales con las empresas demandantes, entre otros.
28
Ver GUTIERREZ POSSE, HORTENSIA. “Fragmentación del Derecho Internacional. Consi-
deraciones de las cuestiones desde la perspectiva de la Convención de Viena sobre el Derecho
de los Tratados”. En BARBOZA, Julio (Coordinador). Temas recientes de la Comisión de Derecho
Internacional. En Homenaje a los 60 años de su creación. CONSEJO ARGENTINO PARA LAS
RELACIONES INTERNACIONALES. INSTITUTO DE DERECHO INTERNACIONAL. BUENOS
AIRES, 2007., págs. 81 y ss.
29
CMS Gas Transmission Company v Argentina (Caso CIADI Nº ARB/1/08). Laudo del 25 de
mayo de 2005. LG&E v. Argentina. (Caso CIADI Nº ARB/02/1). Decisión sobre Responsabili-
dad del 3 de octubre de 2006.
30
CMS Gas Transmission Company v Argentina (Caso CIADI Nº ARB/1/08). Decisión del Co-
mité ad-hoc sobre solicitud de Anulación por parte de la Argentina. 25 de septiembre de 2007.
Argentina había solicitado la nulidad del laudo en razón de considerar que el tribunal arbitral
había realizado interpretaciones erróneas sobre el derecho aplicable al litigio. Cabe recordar
que el Tribunal arbitral en el laudo de CMS había analizado la postura del Estado en la cual
Sommer, Christian G. - El reconocimiento y la ejecución en … 357
argüía la aplicación del principio del estado de necesidad por las medidas tomadas ante la
crisis económica, social y financiera que estaba sucediendo en esos momentos del caso. El
Tribunal había analizado el estado de necesidad, tomado como punto de interpretación, el
artículo 25 del Proyecto sobre Responsabilidad Internacional de la CDI, llegando a la con-
clusión que no se daban todos los supuestos establecidos en la norma. Aunque el TBI entre
Argentina y EE.UU, poseía una norma en particular sobre el tema (art. XI), el Tribunal no lo
estimó como principal.
31
CMS Gas Transmission Company v Argentina (Caso CIADI Nº ARB/1/08). Decisión del Co-
mité ad-hoc sobre solicitud de Anulación por parte de la Argentina. 25 de septiembre de 2007.
parr. 133 y ss.
32
Los inversionistas insisten en sostener que la Argentina busca con estos procesos, no pa-
gar lo resuelto por el laudo o que se revisara judicialmente los laudos ya confirmados por el
CIADI.
33
CMS Gas Transmission Company v. Argentina (Caso CIADI Nro. ARB/01/8). Decisión sobre
la Solicitud de la República Argentina de Mantener la Suspensión de la Ejecución del Laudo.
Decisión del 25 de septiembre de 2007. Azurix Corp. v. República Argentina (Caso CIADI Nro.
358 Anuario del CIJS (2009-2010)
37
Cf. BROCHES, Aron. Awards, Redered Pursuant to the ICSID Convention: Binding Force,
Finality, Recognition, Enforcement, Execution, 2 ICSID Review. FILJ 287, 290 (1987).
38
Los inversionistas alegan que Argentina no efectuó el pago del laudo del caso CMS diez
meses después de dictada la Decisión de Anulación en ese caso. Esto llevó que en el caso de
CMS, el inversionista vendiera sus derechos al Bank of América.
360 Anuario del CIJS (2009-2010)
39
Companía de Aguas del Aconquija S.A. and Vivendi Universal V. Argentina. (Caso CIADI
ARB/97/3). Decisión de anulación del 3 de julio de 2002.
40
Sempra Energy International v. Argentina. (Caso CIADI Nº ARB/02/1). Laudo del Comité
Ad-Hoc del 28 de julio de 2007.
41
Enron Corporation y Ponderosa Assets v. Argentina. (Caso CIADI Nº ARB/01/3). Decisión
sobre anulación. 7 de octubre de 2007.
42
CMS Gas Transmission Company c. República Argentina (Caso CIADI Nº ARB/1/08). De-
cisión sobre la Solicitud de la República Argentina de Mantener la Suspensión de la Ejecución
del Laudo. Decisión del 1 de septiembre de 2006, 40 y 41 (Anexo 3 de la presentación de la
República Argentina de fecha 20 de junio de 2008).
Sommer, Christian G. - El reconocimiento y la ejecución en … 361
43
CMS Gas Transmission Company v Argentina (Caso CIADI Nº ARB/1/08). Decisión del
Comité ad-hoc sobre solicitud de Anulación por parte de la Argentina, 25 de septiembre de
2007.
44
CMS Gas Transmission Company v Argentina (Caso CIADI Nº ARB/1/08). Decisión del
Comité ad-hoc sobre solicitud de Anulación por parte de la Argentina, 25 de septiembre de
2007.
362 Anuario del CIJS (2009-2010)
Conclusiones
45
Azurix Corp. c. República Argentina (Caso CIADI Nro. ARB/01/12). Decisión sobre la So-
licitud de la República Argentina de Mantener la Suspensión de la Ejecución del Laudo. De-
cisión del 28 de diciembre de 2007, 37..
46
Argentine Crisis Arbitration Awards pile Up but Investors still wait for a Payout. Focus Eu-
rope. 25 de junio de 2009
47
Sempra asks ICSID panel to lift stay of enforcement of arbitral award in dispute with Argen-
tina. Investment Arbitration Reporter, Vol. 2 Nº 13. 6 de agosto de 2009. www.iareporter.com.
Sommer, Christian G. - El reconocimiento y la ejecución en … 363
un marco jurídico que posibilite dar una respuesta ante las discrepancias
que se susciten entre ambos. Sin embargo, ese transcurso del tiempo ha
permitido que observemos algunas prácticas en el ámbito del CIADI por
las cuales se han presentado no pocas críticas sobre su funcionamiento.
Observaciones como las aludidas en este texto respecto a las incongruen-
cias en laudos sobre casos de litigios de hechos similares, o las quejas de los
Estados sobre la “sospechas” de parcialidad de algunos árbitros, o el tiem-
po que lleva resolver un caso, que a criterio de los inversores se tornan ex-
cesivamente dilatorios, nos permite recomendar la necesaria modificación
del actual Tratado y los reglamentos del CIADI. En este mismo camino, y
en el proceso de reformas, debería preverse la viabilidad de estructurar un
mecanismo de revisión de laudos de CIADI, que armonice la jurispruden-
cia del sistema, evitando la excesiva dispersión de criterios existente en la
actualidad. En ese sentido, el mecanismo debería contar con árbitros que
sean elegidos por períodos bajo los requisitos de idoneidad y conocimien-
to del Derecho Internacional, similar al vigente en la Corte Internacional
de Justicia.
uu
La cooperación judicial civil en el Tratado de Lisboa
* Doctora en Derecho y Ciencias Sociales (UNC). Profesora Titular, Cátedra “B”, Derecho
Internacional Privado, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (UNC). Par Evaluadora
de Proyectos de Investigación. Docente-Investigadora Categoría I, Secretaría de Políti-
cas Universitarias del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación. Secre-
taría de Posgrado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Profesora de Posgrado
en Universidades nacionales y extranjeras. Autora de libros, capítulos y artículos publi-
cados en el país y en el extranjero. Miembro de Asociaciones de Derecho Internacional.
e-mail: uriondo@derecho.unc.edu.ar.
366 Anuario del CIJS (2009-2010)
1
ARENAS GARCÍA, Rafael, Crisis matrimoniales internacionales. Nulidad matrimonial, se-
paración y divorcio en el nuevo Derecho internacional privado español, Universidad de San-
tiago de Compostela 2004, pág. 109.
368 Anuario del CIJS (2009-2010)
2
OREJA AGUIRRE, Marcelino, (Director), El Tratado de Ámsterdam- Análisis y comentarios,
Vol. I, Ed. Mc Graw Hill, Madrid 1998, Prólogo, pág. XXXI y págs. 268/275.
3
MORENO GRAU, Joaquín, “Tratado de Lisboa y la cooperación judicial internacional en ma-
teria civil”, 14/12/2009, ver http://www.legaltoday.com/practica-juridica/supranacional/d_
ue/tratado-de-lisboa-y-cooperacin-civil.
Uriondo de Martinoli, Amalia - La cooperación judicial civil… 369
4
El Tratado de Niza incorporó al artículo 67 el apartado siguiente:
“5. Como excepción a lo dispuesto en el apartado 1, el Consejo adoptará de conformidad
con el procedimiento establecido en el artículo 251:
-las medidas previstas en el punto 1 del artículo 63 y en la letra a) del punto 2 del artículo
63, siempre y cuando el Consejo haya adoptado previamente y de conformidad con lo dis-
puesto en el apartado 1 del presente artículo una legislación comunitaria que defina las
normas comunes y los principios esenciales que rijan estas materias;
-las medidas previstas en el artículo 65, con exclusión de los aspectos relativos al Derecho
de familia”.
5
ÁLVAREZ RUBIO, Juan José, “El Tratado de Lisboa y la plena comunitarización del espacio
de libertad, seguridad y justicia”, Revista Electrónica de Estudios Internacionales (2008), www.
reei.org.
370 Anuario del CIJS (2009-2010)
6
Publicado en DOU de 16 de diciembre de 2004.
7
Los Presidentes del Parlamento Europeo, del Consejo y de la Comisión, en nombre de sus
instituciones, firmaron y proclamaron la Carta en Niza el 7 de diciembre de 2000.
8
Disposiciones particulares relativas a la realización del espacio de libertad, seguridad y jus-
ticia.
Uriondo de Martinoli, Amalia - La cooperación judicial civil… 371
ración en materia civil, establece que la Unión deberá facilitar, entre otras
medidas, una tutela judicial efectiva (art. III. 269)9.
h) El Tratado de Lisboa entró en vigor el 1 de diciembre de 2009 y
dota a la UE de personalidad jurídica propia para firmar acuerdos inter-
nacionales a nivel comunitario. Se compone de una serie de enmiendas
al Tratado de la Unión Europea y al Tratado constitutivo de la Comunidad
Europea, esta última se denominará en adelante “Tratado de Funciona-
miento de la Unión Europea”. El Tratado de la Unión Europea, después de
haber sido modificado por el Tratado de Lisboa, hace referencia a la Carta
de los Derechos Fundamentales de la UE, por lo que es un documento jurí-
dicamente vinculante. El Tratado de la UE, el Tratado de Funcionamiento
de la Unión y la Carta de los Derechos Fundamentales tienen igual valor
jurídico y constituyen la base jurídica de la Unión Europea.
El Tratado de Lisboa reemplazó el primer proyecto de Constitu-
ción para Europa, tras el rechazo de Francia y Holanda en 2005. En el título
denominado “Espacio de libertad, seguridad y justicia”, subraya en su ar-
tículo 67 que la Unión constituye un espacio de libertad, seguridad y jus-
ticia dentro del respeto de los derechos fundamentales y de los distintos
sistemas y tradiciones jurídicas de los Estados miembros, y que facilitará
la tutela judicial, garantizando en especial, el principio de reconocimiento
mutuo de las resoluciones judiciales y extrajudiciales en materia civil, sin
someter tales objetivos a premisas o exigencias previas de tipo competen-
cial o material.
El apartado dos del art. 81 dispone que a los efectos de desarrollar
una cooperación judicial en asuntos civiles con repercusión transfronteri-
za y en particular cuando resulte necesario para el “buen” funcionamiento
del mercado interior (y no correcto como lo establece el art. 65 del Tratado
de Ámsterdam), el Parlamento Europeo y el Consejo adoptarán, con arre-
glo al procedimiento legislativo ordinario10, medidas para garantizar:
a) el reconocimiento mutuo, entre los Estados miembros, de
las resoluciones judiciales y extrajudiciales, así como su ejecución;
b) la notificación y el traslado transfronterizos de documentos
judiciales y extrajudiciales;
c) la compatibilidad de las normas aplicables en los Estados
miembros en materia de conflictos de leyes y de jurisdicción;
d) la cooperación en la obtención de pruebas;
9
MOLINA DEL POZO, Carlos, La Constitución Europea. Estudio introductorio, Editorial
universitaria Ramón Areces, España, 2005.
10
El Consejo, a propuesta de la Comisión, podrá adoptar una decisión que determine los
aspectos del Derecho de familia con repercusión transfronteriza que puedan ser objeto de
actos adoptados mediante el procedimiento legislativo ordinario. El Consejo se pronunciará
por unanimidad, previa consulta al Parlamento Europeo.
372 Anuario del CIJS (2009-2010)
11
Tiene su origen en el Convenio de Bruselas de 27 de septiembre de 1968 sobre competencia
judicial y reconocimiento y ejecución de decisiones en materia civil y mercantil, al cual lo
sustituye en la relaciones entre los Estados miembros.
12
ESPINAR VICENTE, José María, Tratado elemental de Derecho Internacional Privado, Uni-
versidad de Alcalá, Servicios de Publicaciones, 2008, pág. 361.
Uriondo de Martinoli, Amalia - La cooperación judicial civil… 373
13
COBO SÁENZ, José Francisco, “El reconocimiento y la ejecución de resoluciones judicia-
les, documentos públicos y acuerdos entre las partes con fuerza ejecutiva, en el Reglamento
CE Nº 2201/2003 (Bruselas II), relativo a la competencia, el reconocimiento y la ejecución de
resoluciones judiciales en materia matrimonial y de responsabilidad parental, en Coopera-
ción judicial en materia de familia y relaciones parentales en la Unión Europea, Estudios de
Derecho Judicial 74-2005, Madrid, pág. 61.
14
Por el que se deroga el Reglamento (CE) Nº 1347/2000, cuyo antecedente relevante lo cons-
tituye el Convenio sobre la competencia, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones
judiciales en materia matrimonial de 28 de mayo de 1998 (D.O.C.E., Nº 221 de 16 de julio de
1998). El reglamento no es aplicable a Dinamarca.
15
CARO GÁNDARA, Rocío, “Ámbito de aplicación y reglas de competencia del Reglamento
2201/2003 en materia de responsabilidad parental”, Anuario Español de Derecho Internacio-
nal Privado, V. 2005, Ed. Iprolex, Madrid, pág. 396.
374 Anuario del CIJS (2009-2010)
16
Considerando 21 de Reglamento.
17
El art. 2.4 entiende por resolución judicial: “las resoluciones de divorcio, separación judi-
cial o nulidad matrimonial y las relativas a la responsabilidad parental dictadas por un órgano
jurisdiccional de un Estado miembro, independientemente de cómo se denomine dicha re-
solución, incluidos los términos de sentencia o auto”.
18
Al respecto puede verse PUIG BLANES, Francisco de Paula, “Competencia judicial y foros
de competencia en el Reglamento (CE) Nº 2201/2003 del Consejo, de 27 de noviembre de
2003, relativo a la competencia, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales
Uriondo de Martinoli, Amalia - La cooperación judicial civil… 375
21
Art. 24: “No podrá procederse al control de la competencia del órgano jurisdiccional del
Estado miembro de origen. El criterio de orden público a que se refieren la letra a) del art.
22 y la letra a) del art. 23 no podrá aplicarse a las normas de competencia establecidas en los
arts. 3º a 14”.
22
Art. 25: “No podrá denegarse el reconocimiento de una resolución de divorcio, de separa-
ción judicial o de nulidad matrimonial alegando que el Derecho del Estado miembro reque-
rido no autorizaría el divorcio, la separación judicial o la nulidad matrimonial basándose en
los mismos hechos”.
23
Un análisis de la normativa puede verse en GONZÁLEZ VICENTE, Pilar, “El Reglamento
(CE) 2201/2003: el alcance del reconocimiento mutuo de las decisiones sobre el derecho de
visita y secuestro de menores”, Cooperación judicial en materia de familia y relaciones paren-
tales en la Unión Europea, Estudios de Derecho Judicial 74-2005, Madrid, págs. 103/140.
Uriondo de Martinoli, Amalia - La cooperación judicial civil… 377
III”) 24cuyo objetivo es realizar una amplia consulta a las partes interesadas
sobre las cuestiones relativas a la legislación aplicable y la competencia en
asuntos matrimoniales.
En tal sentido y a través de distintas hipótesis, se puso de relieve
las deficiencias que la situación actual presenta cuando una pareja “inter-
nacional” quiere divorciarse. Las normas de competencia del citado Re-
glamento permiten a los cónyuges elegir entre siete foros alternativos de
competencia judicial internacional: residencia habitual de los cónyuges en
el momento de presentación de la demanda; última residencia habitual
del matrimonio, si uno de los cónyuges todavía reside allí; residencia ha-
bitual del demandado; residencia habitual de cualquiera de los cónyuges,
en el caso de demanda conjunta; residencia habitual del demandante en
dos supuestos: si ha residido allí durante al menos un año inmediatamente
antes de la presentación de la demanda; o bien al menos los seis meses in-
mediatamente anteriores a la presentación de la demanda siempre que sea
nacional de ese Estado miembro o, en el caso del Reino Unido e Irlanda,
tenga allí su “domicile”; y el de la nacionalidad común de ambos cónyuges
o, en el caso del Reino Unido e Irlanda del “domicili” común25.
Si bien esta solución incrementa las posibilidades de lograr la di-
solución del matrimonio, fomenta “espectacularmente el Forum Shopping,
ya que las normas de conflicto sobre divorcio son diferentes en cada Esta-
do miembro”26. Asimismo, la variedad de foros alternativos que conlleva
la pluralidad de leyes que concurren en la decisión de disolubilidad del
vínculo, dificulta una respuesta que garantice la seguridad jurídica, la pre-
visibilidad y la autonomía de los cónyuges. De allí que se exprese que “Una
vez incoado un proceso de divorcio ante los órganos jurisdiccionales de un
Estado miembro, la legislación aplicable se determina de conformidad con
las normas nacionales de conflicto de leyes de ese Estado. Entre las normas
nacionales de conflicto de leyes hay acusadas diferencias.
La conjunción de la diversidad de normas de conflicto de leyes
con las actuales normas de competencia puede suscitar una serie de pro-
blemas en el contexto de los divorcios “internacionales”. Aparte de la falta
de seguridad jurídica y de flexibilidad, la situación actual puede también
abocar a resultados que no correspondan a las legítimas expectativas de
los ciudadanos. Por otra parte, los ciudadanos de la Comunidad que son
residentes en un tercer Estado pueden enfrentarse a dificultades a la hora
24
Hecho que se produjo el 14 de marzo de 2005.
25
La competencia judicial internacional establecida por el Reglamento puede verse en FER-
NÁNDEZ ROZAS, José Carlos/SÁNCHEZ LORENZO, Sixto, Derecho Internacional Privado,
Tercera Edición, Thomson-Civitas, Madrid, 2004, págs. 366/371.
26
CALVO CARAVACA, Alfonso Luis/CARRASCOSA GONZÁLEZ, Javier, Derecho Interna-
cional Privado (Directores), Vol. II, Décima Edición, Ed. Comares, Granada 2009, pág. 162.
378 Anuario del CIJS (2009-2010)
e) Reglamento 664/2009
El carácter exclusivo de la competencia externa de la Comunidad
para entablar negociaciones oficiales y celebrar acuerdos internaciona-
les con terceros países y el criterio restrictivo adoptado en lo relativo a la
posibilidad de autorizar a los Estados miembros la negociación y celebra-
380 Anuario del CIJS (2009-2010)
27
Publicado el 31 de julio en el DOUE.
28
El comentario a los Reglamentos 662/2009 y 664/2009 puede verse en DE MIGUEL ASEN-
SIO, Pedro, “Cooperación judicial civil en la UE y convenios con terceros Estados”, INTER-
NET/CONTENT. I E 5 \ JXAMIFGD\ MHT MARTES 1 DE SEPTIEMBRE DE 2009.
Uriondo de Martinoli, Amalia - La cooperación judicial civil… 381
ÁLVAREZ RUBIO, Juan José, “El tratado de Lisboa y la plena comunitarización del espacio de
libertad, seguridad y justicia”, Revista Electrónica de Estudios Internacionales (2008), www.
reei.org.
382 Anuario del CIJS (2009-2010)
DE MIGUEL ASENSIO, Pedro, “Cooperación judicial civil en la UE y convenios con terceros Es-
tados”, INTERNET/CONTENT. I E 5 \ JXAMIFGD\ MHT MARTES 1 DE SEPTIEMBRE DE 2009.
ESPINAR VICENTE, José María, Tratado elemental de Derecho Internacional Privado, Uni-
versidad de Alcalá, Servicios de Publicaciones, 2008.
GONZÁLEZ VICENTE, Pilar, “El Reglamento (CE) 2201/2003: el alcance del reconocimiento
mutuo de las decisiones sobre el derecho de visita y secuestro de menores”, Cooperación judi-
cial en materia de familia y relaciones parentales en la Unión Europea, Estudios de Derecho
Judicial 74-2005, Madrid, págs. 103/140.
MOLINA DEL POZO, Carlos, La Constitución Europea. Estudio introductorio, Editorial uni-
versitaria Ramón Areces, España, 2005.
uu
Sección III
Derecho Internacional Público,
relaciones internacionales
e integración regional
La incidencia del sistema interamericano de Derechos
Humanos en el derecho interno argentino: El Caso Kimel
1. Introducción
1
Hasenclever, Andreas; Mayer, Peter y Rittberger, Volker. “Las Teorías de los
regímenes internacionales: situación actual y propuestas para una síntesis”. En: Foro Interna-
cional. Nº 158, 1999, pág. 499.
2
Ambos Pactos son adoptados por Resolución 2200 de la Asamblea General de Naciones
Unidas, el día 19 de diciembre de 1966. El primero entra en vigor el 30 de enero de 1976, y el
segundo el 23 de marzo de igual año. El protocolo facultativo de este último, le otorga al Comi-
té de Derechos Humanos la facultad de recibir y considerar comunicaciones de individuos que
aleguen ser víctimas de violaciones a los derechos consagrados en el Pacto.
Borgarello - Juárez Centeno - La incidencia del sistema… 387
3
La Cumbre Mundial de la Infancia de 1990, en Nueva York; la Conferencia Mundial sobre
Medio Ambiente de 1992, en Río de Janeiro; la de Derechos Humanos en Viena en 1993; la
Conferencia Mundial sobre Población y Desarrollo, realizada en El Cairo en 1994; las de De-
sarrollo Social en Copenhague y la de Derechos de la Mujer en Pekín, ambas de 1995; la de
Asentamientos Urbanos en Estambul y la de Alimentación en Roma, ambas de 1996. Por últi-
mo, la Conferencia Mundial contra el Racismo, realizada en Durban, en 1999. Toda esta diplo-
macia de las “megaconferencias”, como Salvioli la ha calificado, presagiaban un cambio en la
problemática en los primeros años de la post-Guerra Fría. Parecía que los derechos humanos
se instalarían definitivamente en la agenda de las relaciones internacionales y también en la
de sus actores principales, los Estados. La teoría y la práctica de la disciplina se encaminaba
en ese sentido.
388 Anuario del CIJS (2009-2010)
4
Su entrada en vigor es el 3 de septiembre de 1953.
5
El 18 de julio de ese año, cuando Grenada se constituyó en el onceavo Estado parte en depo-
sitar el respectivo documento de ratificación o adhesión, cumplimentando así lo establecido
por el artículo 21, inciso 3 de ese documento internacional.
6
El concepto de libertad de expresión corresponde al constitucionalismo clásico o liberal,
mientras que el de Derecho a la Información se genera a partir de 1948, con la recepción en
la Declaración Universal de los Derechos del Hombre (art. 19). La libertad de expresión sólo
se ocupa de la garantía de difundir información o todo tipo de expresiones, propia del cons-
titucionalismo liberal decimonónico, en tanto que el derecho a la información consiste en
difundir, recibir y buscar información de toda índole, consagrando como titular del mismo al
sujeto universal y no sólo comprensivo del propietario de los medios o de los trabajadores de
los mismos. De todos modos, son expresiones que junto con libertad de prensa y de imprenta
suelen usarse indistintamente.
Borgarello - Juárez Centeno - La incidencia del sistema… 389
7
Código Penal de la República Argentina. La redacción citada corresponde al tipo penal an-
tes de la reforma. La comparación de la normativa anterior y la modificada se transcribe en el
presente trabajo en ANEXO.
392 Anuario del CIJS (2009-2010)
8
Idem, T.O Ley 24286.
Borgarello - Juárez Centeno - La incidencia del sistema… 393
9
En: www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_177_esp.pdf, puede encontrarse el
texto completo de la sentencia del tribunal interamericano.
10
Ver http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2009/06/07/nota214873.html.
http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2009/6/edicion_228/contenidos/noticia_5720.
html.
Borgarello - Juárez Centeno - La incidencia del sistema… 395
así a percibir decenas de miles de pesos por mes para gerenciar la institu-
ción estatal (830.000 pesos al cabo de un año), dato que el artículo conec-
taba con la anterior donación.
Durante el trámite de la causa se dictó el fallo “Kimel”. En razón
de ello y a la jurisprudencia que se había generado a partir del mismo —a
los que ya se ha hecho mención— es que el juez concordó “con el planteo
formulado por la defensa de los co-querellados, Dr. Alberto José Acosta,
en cuanto a que los artículos 109 y 110 del Código Penal resultan inaplica-
bles por violar el principio de legalidad”, ya que “en dichos tipos penales no
existe un parámetro objetivo para que una persona pueda medir y predecir
la posible ilicitud de sus expresiones, sino que ello se remite a un juicio de
valor subjetivo del juzgador”11.
Por ende se negó a aplicar esos artículos ya que lo contrario “im-
plicaría el juzgamiento en base de tipos penales que han sido declarados
anticonvencionales y que el propio Estado argentino así lo ha reconocido”,
aceptando la obligación de corregir el Código Penal “para satisfacer los
requerimientos de seguridad jurídica y, consecuentemente, no afectar el
ejercicio del derecho a la libertad de expresión”.
El fallo es vinculante y obliga al Estado Argentino a obrar en conse-
cuencia” ya que la Convención de Viena “establece que no puede invocarse
ninguna norma de derecho interno para infringir una convención interna-
cional”.
Asimismo el juez señala que “es de suma importancia destacar que
en una democracia constitucional los principios de transparencia, rendi-
ción de cuentas y responsabilidad política constituyen la contrapartida
necesaria de un gobierno representativo, en la que los ciudadanos puedan
controlar los actos de quienes ejercen el gobierno. Va de suyo, por ello, que
con el fin de que los ciudadanos puedan ejercer dicho control, la libertad
de información es una libertad social claramente asociado al derecho a la
libertad de expresión protegida por nuestra Constitución Nacional y los
instrumentos internacionales incorporados a nuestra Carta Magna”12.
11
Idem.
12
Idem.
13
Ver Anexo.
396 Anuario del CIJS (2009-2010)
14
Ver causa Nº 1962 /09 “K., D. G. s/ desestimación”, voto del Juez Lucini. En: http://www.pjn.
gov.ar/Publicaciones/00017/00033562.Pdf.
Borgarello - Juárez Centeno - La incidencia del sistema… 397
15
El juez Lucini, en su voto, hace referencia a los párrafos 86 y 88 del caso Kimel vs Argentina,
referenciado en nota 8.
16
Voto del Juez Carlos A. González en causa Nº 1962 /09 “K., D. G. s/ desestimación”. http://
www.pjn.gov.ar/Publicaciones/00017/00033562.Pdf.
398 Anuario del CIJS (2009-2010)
17
Ibídem
Borgarello - Juárez Centeno - La incidencia del sistema… 399
5. Conclusión
18
Ibídem.
400 Anuario del CIJS (2009-2010)
ANEXO
ARENAL, Celestino del. Introducción a las relaciones internacionales. Ed. Tecnos, Madrid,
2002.
BONETTO, María S., PIÑERO, María T. Las Transformaciones del Estado. De la modernidad
a la globalización. 2º edición. Editorial Advocatus, Córdoba, 2003.
CASSESE, Antonio. Los derechos humanos en el mundo contemporáneo. Ed. Ariel. Barcelona,
1993.
COLAUTTI, Carlos: “El pacto de San José de Costa Rica y la libertad de expresión” En: La
Ley, 1986-B-911
FELDMAN, Gustavo Esteban. El Pacto de San José de Costa Rica. Rubinzal-Culzoni, editores.
Santa Fe, 1997.
FERRY, Jean Marc [et al.]. El nuevo espacio público. Ed. Gedisa. Buenos Aires, 1992.
Borgarello - Juárez Centeno - La incidencia del sistema… 403
HASENCLEVER, Andreas, MAYER, Peter y RITTBERGER, Volker. “Las Teorías de los regí-
menes internacionales: situación actual y propuestas para una síntesis”. En: Foro Internacio-
nal. Nº 158, 1999.
HELD, David, Mc GREW, Anthony, (et al) Transformaciones Globales. Política, cultura y eco-
nomía. Oxford University Press, México 2002.
LORETTI, Damián M.: El derecho a la información. Editorial Paidós. Buenos Aires. 1999.
ULANOVSKY, Carlos. Historia de los medios de comunicación en Argentina. Paren las rotati-
vas (1970-2000). 1ª edición, Buenos Aires, Emecé. 2005.
VANOSSI, Jorge R. y DALLA VÍA, Alberto. Régimen constitucional de los Tratados. Ed. Abe-
ledo-Perrot. Buenos Aires, 2002.
VEGA, Juan Carlos, GRAHAM, Marisa A. Jerarquía constitucional de los tratados internacio-
nales. Ed Astrea, Buenos Aires, 1996.
uu
El Fallo de la CIJ sobre las Pasteras del Río Uruguay:
Introducción
1
El presente trabajo ha sido presentado para su publicación en el Anuario XII del Centro
de Investigaciones Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba (mayo de
2010).
* Doctora en Derecho y Ciencias Sociales. Catedrática de Derecho Internacional Pú-
blico en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Cór-
doba. Profesora Emérita de la Universidad Católica de Córdoba. Miembro de Número
de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba - RA. (e-mail: zla-
ta1@fibertel.com.ar).
406 Anuario del CIJS (2009-2010)
2
Artículo 1º: Ámbito de aplicación de la presente Convención. 1. La presente Convención se
aplica a los usos de los cursos de agua internacionales y de sus aguas para fines distintos de la
navegación y a las medidas de protección, preservación y ordenación relacionadas con los
usos de esos cursos de agua y de sus aguas (…).
3
V. el detallado reporte sobre la práctica internacional presentado en el Informe del Secre-
tario General sobre los problemas jurídicos relativos al aprovechamiento y usos de los ríos
internacionales y Documentos del vigésimo período de sesiones de la Comisión preparado
por la Secretaría (COMISIÓN DE DERECHO INTERNACIONAL, Anuario 1974, Vol. II, Segun-
da parte, Naciones Unidas, Nueva York, 1976, págs. 3-404). V. asimismo, nuestro trabajo “Los
Recursos naturales compartidos entre Estados y el Derecho internacional”, Anuario Argentino
de Derecho Internacional, Vol. XII (2003), Córdoba, págs. 79-103. (Obtenible en http://www.
aadi.org.ar/doctrina/anuario.2003.pdf ).
4
Tal el caso del principio de no uso unilateral receptado por la Revolución Francesa,
contenido en el decreto de 16 de noviembre de 1792 del Consejo Ejecutivo Provisional:
“El curso de los ríos es de propiedad común e inalienable de todos los países bañados por
sus aguas. Una nación no podría sin injusticia pretender tener el derecho de ocupar exclu-
sivamente el curso de un río o impedir que los pueblos vecinos (…) gocen de sus mismas
ventajas”. (Si bien, hace referencia a “propiedad” la expresión se refiere no sólo a la pro-
piedad sino también al derecho de uso). Asimismo, el art. 108 del Acta Final del Congreso
de Viena de 9 de junio de 1815 (con efectos de verdadero tratado), expresa: “Las Potencias
cuyos Estados son separados o atravesados por un mismo río navegable, se comprometen
a regular de común acuerdo todo lo que hace a la navegación de ese río”. Debe tenerse
presente que, en ese tiempo, la navegación era el único uso de interés internacional. Ya
en la Paz de Westfalia —considerada inicio del Derecho internacional—, en el Tratado de
Münster de 24 de octubre de 1648, se hace referencia a limitaciones de los ribereños en
sus derechos sobre los ríos internacionales: “LXXXIV. The Magistrates and the Inhabit-
ants of the said City of Tabern shall keep an exact Neutrality, and the King’s Troops shall
freely pass thro’ there as often as desir’d. No Forts shall be erected on the Banks of this
side the Rhine, from Basle to Philipsburg; nor shall any Endeavours be made to divert
the Course of the River, neither on the one side or the other. (V. Documents Collection
en Avalon Project - Unversity of Yale, obtenible en http://avalon.law.yale.edu/subject_
menus/major.asp). Los tratados de Ryswyk de 20 de septiembre de 1697 (art. 18) y el de
Baden de 7 de septiembre de 1714 (art. 8) en texto idéntico, expresaban: “Fluminis autem
navigatio aliusve usus utriusque subiditis aut qui alias illuc commeare, navigare, aut mer-
Drnas de Clément, Zlata - El Fallo de la CIJ sobre las Pasteras… 407
ces transvehere volint, aeque patebit (…)”. La Corte Permanente de Justicia Internacional
(CPJI), en el Asunto del Río Oder, había hecho referencia a la “comunidad de intereses de
los Estados ribereños” en el caso que un mismo curso de agua atraviese o separe el terri-
torio de más de un Estado (CPJI, Série A, Nº 23, págs. 25-26). Tal como lo releváramos en
nuestro trabajo referido en Nota 2, más de dos centenares de manifestaciones jurídicas
(convenios, actos unilaterales, actos de organizaciones internacionales, costumbre inter-
nacional, jurisprudencia, doctrina individual e institucional) consagran las limitaciones
a la soberanía plena en caso de cursos de agua que constituyen recursos naturales com-
partidos entre dos o más Estados.
5
Dado que, frecuentemente, se torna innecesario -por su obviedad- el comentario sobre el
peso que tiene una expresión, nos limitamos a resaltarla. Atento a que lo haremos en casi
todos los textos citados, no indicaremos que “el resaltado nos pertenece”. Por el contrario, si
una expresión ha sido resaltada en el original, lo haremos presente.
6
Equivalente principio se halla en la Res. de la AG NU 1803 (XVII) Soberanía permanente
sobre los recursos naturales de 14 de diciembre de 1962.
408 Anuario del CIJS (2009-2010)
7
Es de observar en este acuerdo, al igual que en otros, que la cláusula opera como facultativa
del derecho de uso y deshabilitante de las limitaciones que impone en ese aspecto la condi-
ción de recurso natural compartido.
Drnas de Clément, Zlata - El Fallo de la CIJ sobre las Pasteras… 409
8
V. infra.
9
VICK, M. J. “International Water Law and Sovereignty: A Discussion of The ILC Draft Ar-
ticles on the Law of Transboundary Aquifers”, en McGeorge Global Bus. & Dev. L.J., 2008/21,
págs. 191 y ss.
410 Anuario del CIJS (2009-2010)
vert the flow of a river which runs from its own into a neighbour-
ing territory.10“
La soberanía de Argentina y de Uruguay sobre el río Uruguay
está perfectamente delimitada conforme a una línea mixta determina-
da mediante acuerdo internacional vigente entre los dos países (Tratado
de Límites de 1961). El Estatuto del Río Uruguay figura como Anexo A
del referido Tratado de Límites y, en su art. 1º, concordantemente con la
cooperación requerida en caso de recursos naturales compartidos, esta-
blece:
1-Las Partes acuerdan el presente Estatuto, en cumplimiento
de lo dispuesto en el artículo 7º del Tratado de Límites en el
Río Uruguay de 7 de abril de 1961, con el fin de establecer los
mecanismos comunes necesarios para el óptimo y racional
aprovechamiento del Río Uruguay, y en estricta observancia
de los derechos y obligaciones emergentes de los tratados y de-
más compromisos internacionales vigentes para cualquiera de
las Partes.
La CIJ, en el fallo de 20 de abril de 2010, reconoce la condición de
“recurso compartido” del río y la condición sustantiva, esencial, indispen-
sable de las obligaciones de informar, notificar, negociar para alcanzar el
objetivo del art. 1 del Estatuto de 1975:
81.(…) La Corte considera que las obligaciones de informar, de
notificar, de negociar, constituyen un medio apropiado, acep-
tado por las partes, para alcanzar el objetivo que las mismas
se han fijado en el art. 1 del Estatuto de 197511. Estas obligacio-
nes se revelan aún más indispensables cuando se trata, como
en el caso del río Uruguay, de un recurso compartido que úni-
camente podrá ser protegido por medio de una cooperación
estrecha y continua entre los ribereños” 12 .
10
OPPENHEIM, L.F.L. International Law: A Treatise, Longmans, London, 1905, pág. 175.
(www.archive.org).
11
El texto de la sentencia en español que obra en la página web del Ministerio de Relaciones
Exteriores de Argentina, por error, expresa “1974”. Consulta efectuada el 15 de mayo de 2010.
(http://www.mrecic.gov.ar/portal/sentencia_2010.pdf ).
12
“81. (…) La Cour considère que les obligations d’informer, de notifier et de négocier
constituent un moyen approprié, accepté par les Parties, de parvenir à l’objectif qu’elles se
sont fixé à l’article premier du statut de 1975. Ces obligations s’avèrent d’autant plus indis-
pensables lorsqu’il s’agit, comme dans le cas du fleuve Uruguay, d’une ressource partagée
qui ne peut être protégée que parle biais d’une coopération étroite et continue entre les ri-
verains”. Debe observarse que el texto traducido al inglés, publicado por la CIJ, agrega un
término (“procedural”) que no existe en el texto francés que da fe. Así, el texto inglés de la
Drnas de Clément, Zlata - El Fallo de la CIJ sobre las Pasteras… 411
CIJ expresa: “The Court considers that the procedural obligations of informing, notifying
and negotiating constitute an appropriate means, accepted by the Parties, of achieving the
objective which they set themselves in Article 1 of the 1975 Statute. These obligations are
all the more vital when a shared resource is at issue, as in the case of the River Uruguay,
which can only be protected through close and continuous co-operation between the ripar-
ian States.”
13
Obsérvese que el Estatuto en el Art.12, imperativamente, dispone: “Si las partes no llegaren
a un acuerdo dentro de los ciento ochenta días contados a partir de la comunicación a que se
refiere el art. 11, se observará el procedimiento indicado en el Cap XV”.
14
CIJ Recueil 1997, paras. 85 y 150. Para 85: “(...) Le développement moderne du droit inter-
national a renforcé ce principe également pour les utilisations des cours d’eau internationaux
à des fins autres que la navigation, comme en témoigne l’adoption par l’Assemblée générale des
Nations Unies, le 21 mai 1997, de la convention sur le droit relatif aux utilisations des cours
d’eau internationaux à des fins autres que la navigation. La Cour considère que la Tchécoslo-
vaquie, en prenant unilatéralement le contrôle d’une ressource partagée, et en privant ainsi la
Hongrie de son droit à une part équitable et raisonnable des ressources naturelles du Danube
—avec les effets continus que le détournement de ses eaux déploie sur l’écologie de la région rive-
raine du Szigetköz— n’a pas respecté la proportionnalité exigée par le droit international”. Para.
412 Anuario del CIJS (2009-2010)
150: La réparation doit “autant que possible” effacer toutes les conséquences de l’acte illicite. En
l’espèce, les conséquences des actes illicites commis par les deux Parties seront effacées “autant
que possible” si ces dernières reprennent leur coopération pour l’utilisation des ressources en
eau partagées du Danube et si le programme pluridimensionnel d’utilisation, de mise en va-
leur et de protection du cours d’eau, en tant qu’unité unique coordonnée, est réalisé de manière
équitable et raisonnable (..)”.
15
SCHWEBEL, U.N. Doc. A/C.N.4.332 add. 1, págs. 14.
Drnas de Clément, Zlata - El Fallo de la CIJ sobre las Pasteras… 413
16
V. infra Nota 30.
17
Ha votado en contra y acompañado opinión disidente el Juez ad hoc designado por Argen-
tina Raúl E. Vinuesa.
18
282. 1 (…) Dit que la République orientale de l’Uruguay a manqué aux obligations de nature
procédurale lui incombant en vertu des articles 7 à 12 du statut du fleuve Uruguay de 1975 et
que la constatation par la Cour de cette violation constitue une satisfaction appropriée. La Cor-
te tampoco hizo lugar al pedido argentino de requerir a Uruguay garantías de no repetición,
por entender que la buena fe de Uruguay debía presumirse para el futuro al no haber circuns-
tancias especiales que lo desmintieran. No tuvo en cuenta la Corte las reiteradas conductas de
incumplimiento y falta de buena fe emergentes de los hechos referidos en la causa, a más de
las reiteradas afirmaciones del Presidente Vázquez y sus ministros reivindicando la soberanía
absoluta en el área.
414 Anuario del CIJS (2009-2010)
19
269. La Cour considère que la constatation du comportement illicite de l’Uruguay en ce qui
concerne ses obligations de nature procédurale constitue en elle-même une mesure de satisfac-
tion pour l’Argentine. Les manquements de l’Uruguay aux obligations de nature procédurale
ayant eu lieu par le passé et ayant pris fin, il n’y a pas lieu d’en ordonner la cessation.
Drnas de Clément, Zlata - El Fallo de la CIJ sobre las Pasteras… 415
20
DECLARATION OF JUDGE SKOTNIKOV. “(…) 2. However, I cannot accept the
majority’s logic according to which, after the end of the negotiation period, Uruguay,
rather than referring its dispute with Argentina to the Court in accordance with Article
12 of the 1975 Statute, was free to proceed with the construction. In paragraph 154 of
the Judgment, “[t]he Court observes that the ‘no construction obligation’, said to be bor-
ne by Uruguay between the end of the negotiation period and the decision of the Court,
is not expressly laid down by the 1975 Statute and does not follow from its provisions”. I
respectfully submit that a “no construction obligation” does follow from the provisions
of the Statute and from its object and purpose. 3. The provisions of Articles 7 to 12 of the
1975 Statute are clearly intended to prevent unilateral action which is not in conformity
with the substantive provisions of the Statute, and thus to avoid causing injury to the
rights of each Party while protecting their shared watercourse. Hence the obligations to
inform, to notify and to negotiate. It is therefore only logical that, if there is still no agre-
ement after negotiations have run their course, the Party initiating the project has the
option of either abandoning it altogether or requesting the Court, in accordance with
Article 12 of the 1975 Statute, to resolve the dispute. Under this scheme of things, no
injury is inflicted on either Party’s rights and the shared watercourse remains protected.
4. By contrast, as follows from the interpretation contained in the Judgment, the Parties,
when concluding the Statute of the River Uruguay, must have agreed to allow such an
injury to occur, with the possibility of it later being rectified by a decision of the Court.
The Parties cannot be presumed to have agreed to such an arrangement, since it is in-
compatible with the object and purpose of the 1975 Statute as defined in Article 1 (“the
optimum and rational utilization of the River Uruguay”). There is nothing “optimum
and rational” about including in the Statute a possibility of causing damage to the river
and incurring financial losses, first by constructing new channels and other works (in
violation of substantive obligations under the Statute) and then by destroying them.”
(Pronunciamiento original en inglés).
416 Anuario del CIJS (2009-2010)
21
DECLARATION OF JUDGE SKOTNIKOV “8. Uruguay itself understood the ‘no construc-
tion obligation’ to extend until a decision of the Court. Ms Petrocelli, President of Uruguay’s
delegation to CARU, stated the following in her testimony before the Environment Committee
of the Uruguayan Senate on 12 December 2005: “The President: One of the arguments put for-
ward is that if consultation had taken place, the answer would have been no. That is an awk-
ward point. What would have happened if the answer had been no? Ms Petrocelli: The works
would not have been carried out. We would have had to refer the matter to an international
tribunal to establish what damage was caused by a decision to reject.” (Pronunciamiento
original en inglés).
22
“6. (…) Uruguay has violated not only Articles 7 to 12, as the Court has asserted, but
also Article 27 which is substantive in nature. Furthermore, the non-observance by Uru-
guay of the object and purpose of the Statute itself constitutes a grave substantive breach
of the Statute.” (Pronunciamiento original en inglés). Es de observar que la Corte, niega
al Art. 1 del Estatuto rol sustantivo, entendiendo que no asigna derechos y obligacio-
nes específicas a los Estados Parte, siendo útil sólo para la interpretación del conjunto
(Para. 173).
Drnas de Clément, Zlata - El Fallo de la CIJ sobre las Pasteras… 417
27. El derecho de cada parte de aprovechar las aguas del río, den-
tro de su jurisdicción para fines domésticos, sanitarios, industria-
les y agrícolas, se ejercerá sin perjuicio de la aplicación del procedi-
miento previsto en los arts. 7º a 12 cuando el aprovechamiento sea
de entidad suficiente para afectar el régimen del río o la calidad
de sus aguas.
Asimismo, Vinuesa dedica los para. 7º a 29 de su opinión disi-
dente a la “obligación de no construir”, con referencias a las obligaciones
emergentes de los arts. 7º a 12, concluyendo:
28. La ejecución de la pastera sin la autorización de la CARU,
sin consulta a la Argentina, haciendo caso omiso de las obliga-
ciones ambientales internacionales a cargo de Uruguay y sin
prestar atención a la exacerbación del conflicto, implica una
burla al recurso a la Corte. La Corte no ha encontrado a Uruguay
responsable por esos actos.
23
28. The commissioning of the plant without CARU’s authorization, without consultation of
Argentina, without regard for Uruguay’s international environmental obligations and with-
out any attention to the exacerbation of the dispute indicates a flouting of the Court’s direct
request. The Court fails to hold Uruguay accountable for these actions. 29. This interpretation
of Article 12 will validate an “in limbo” situation, allowing each of the Parties to unilaterally
exploit a shared natural resource as if it were its own exclusive resource while a dispute over
this utilization is pending before the International Court of Justice. (Pronunciamiento origi-
nal en inglés).
24
V. supra.
25
Naciones Unidas., i.a.: AG NU: Res. 1401 (XIV) de 21 de noviembre de 1959, que recomienda
el estudio de los problemas vinculados al desarrollo y al uso de los ríos internacionales; Res 2669
(XXV) de 8 de diciembre de 1970, que encomienda a la CDI el estudio del derecho relativo a la
utilización de las vías de agua para fines distintos de la navegación; Res. 3129 (XXVIII) de 13 de di-
418 Anuario del CIJS (2009-2010)
26
A más de los señalados en este trabajo, i.a. podemos recordar: El laudo de 19 de agosto de 1872,
dictado por el General Goldsmid como árbitro en el Asunto del Delta del Río Helmand (Afganistán,
Persia), el que dispone que en ninguna de las orillas se realizarán obras que entorpezcan el paso del
agua en las márgenes del Helmand, entendido ello como un derecho de los Estados. El laudo de 10
de abril de 1905, dictado por el Coronel MacMahon como árbitro en el mismo asunto señalado en
el punto anterior, confirma el principio enunciado. El laudo de 22 de marzo de 1888, dictado por el
Presidente Grover Cleveland, en calidad de árbitro del Asunto Relativo al Río San Juan (Costa Rica,
Nicaragua), en el que se determina que un Estado dispone del derecho a realizar actividades en su
propio territorio siempre que no causen daño transfronterizo. En el asunto relativo a la Infiltración
del Danubio, en sentencia de 18 de junio de 1927, el Staatsgerichtshof señaló que “el derecho de
gentes prescribe la obligación de no causar perjuicio sensible a otro Estado”. La Corte Permanente
de Justicia Internacional (CPJI) en el Asunto del Oder (1929) (Partes: “Los Siete” c. Polonia), entendió
que la navegación no es el único uso de un río y que la obligación de uno y otro ribereño no se funda
en el derecho de paso sino en la “comunidad de intereses”. Agregó, asimismo, que “tal comunidad
de intereses deviene en una comunidad de derecho, en la cual los tratos esenciales son la perfecta
igualdad de todos los Estados ribereños (...)”. (CPJI, Série A, Nº 23 (1929), págs. 25-26).
27
V. INSTITUT DE DROIT INTERNACIONAL: *Premier Rapport de von BAR et HARBURGER,
Annuaire de l’ Institut de Droit International, 1911, París, Vol. 24, 1911, págs. 166-167 (“En
tanto un curso de agua forme la frontera de dos Estados, ninguno de ellos puede, sin el asen-
timiento del otro, o en ausencia de un título jurídico especial y válido, aportar o dejar aportar
a los particulares cambios perjudiciales en el territorio de otro Estado”); *Résolution sur la
Réglamentation Internationale de l’Usage des Cours d’Eau Internationaux, Ibidem, págs. 365-
367 (“Toda alteración dañosa (...) todo vertimiento de materias dañosas (...) está prohibido”);
*Rapport Provisoire de Juraj Andrassy, Session de Neuchâtel, septembre 1959, Annuaire de l’
Institut de Droit International, 1959, Bâle, Vol. 48, T. I, pág. 210 (“Todo Estado tiene derecho
de utilizar, al máximo posible, sobre una base de igualdad de derechos, las aguas que cruzan
o bordean su territorio”); *Rapport Final de J. Andrassy, Salzburg, septembre 1961, Annuaire
de l’Institut de Droit International, 1961, Bâle, Vol. 49, T. II. págs. 370-373 (“En caso de concu-
rrencia de derechos de utilización, debe procederse a una distribución equitativa de los be-
neficios entre los Estados interesados, tomando como base la proporción de sus necesidades
respectivas (...). Son prohibidos los trabajos o utilizaciones que impliquen una modificación
o una alteración de naturaleza tal que pueda dañar seriamente el derecho de utilización de
otro Estado (...) del mismo curso de agua”). (Traducciones de la autora del presente trabajo).
INTERNACIONAL LAW ASSOTIATION: V. *Informe del Comité de Estudios, presentado bajo
la Presidencia de C. Eagleton, presentado a la Conferencia de Dubrovnik, agosto de 1956. ILA
Report of the 47th. Conference, Aberystwyth (GB), págs. 244-248 (“Todo Estado es responsable
según el Derecho internacional, de todo acto de carácter público o privado que modifique el
régimen de un curso de agua en perjuicio de otro Estado (...). Todo Estado que se proponga
emprender nuevos trabajos o realizar empleos que puedan aportar cambios a la naturaleza
de las aguas deberá llevar adelante consultas previas con el Estado interesado”); *Informe de
A. Knauth presentado al Comité en ocasión de la 48ª Conferencia de la ILA, Nueva York, 1958.
ILA Report of the 48th Conference, Aberystwyth (GB), pág. 72. (“La ONU y las organizaciones
vinculadas a ella deben cooperar con los Estados ribereños y co-ribereños con miras a ase-
gurar el mantenimiento de los derechos de cada Estado y evitar violaciones a tales derechos
por parte de algún Estado (...). Si el orden de prioridad de las utilizaciones no es fijado por
acuerdo, será necesario pedir opinión a los expertos en cuestiones técnicas”); *Art. 2º de la
Declaración de Helsinki adoptada por la ILA en 1966 (“La cuenca de drenaje internacional (...)
es definida como una zona geográfica que se extiende entre dos o más Estados (...) compren-
diendo las aguas superficiales y subterráneas que drenan en un punto común”); *Art. XXIX,
parr. 2 de las Reglas de Helsinki, Annuaire de la CDI, 1974, Vol. II, P.II, pág. 398 (“El Estado de
420 Anuario del CIJS (2009-2010)
la cuenca deberá ser advertido cuando los intereses de otro Estado puedan ser sensiblemente
afectados”); *Reglas de Seúl, adoptadas por la ILA en 1986, relativas a distintos tipos de aquí-
feros (http://www.fao.org/Legal/advserv/isarm1.pdf ). (“Los Estados de la cuenca conside-
rarán el manejo integrado (...) a solicitud de cualquiera de ellos” (R. IV)); *ILA The Revised
International Law Association Rules on Equitable and Sustainable Use in the Management of
the Waters, March 2002, Art. 4º (“Los Estados de una cuenca deberán cooperar de buena fe
en la administración de las aguas para el beneficio mutuo de los Estados participantes, res-
petando la igualdad soberana y la integridad territorial de cada Estado”). (Traducciones de la
autora de presente trabajo).
28
Estatuto de la Corte Internacional de Justicia: Art. 38. 1. La Corte, cuya función es decidir
conforme al derecho internacional las controversias que le sean sometidas, deberá aplicar:
(a). las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que establecen reglas ex-
presamente reconocidas por los Estados litigantes; (b). la costumbre internacional como prue-
ba de una práctica generalmente aceptada como derecho; (c). los principios generales de de-
recho reconocidos por las naciones civilizadas; (d).las decisiones judiciales y las doctrinas de
los publicistas de mayor competencia de las distintas naciones, como medio auxiliar para la
determinación de las reglas de derecho (…) .
29
79. La Cour considère (…),, qu’il existe certes un lien fonctionnel (…), entre les deux caté-
gories d’obligations prévues par le statut de 1975, mais que ce lien n’empêche pas que les Etats
parties soient appelés à répondre séparément des unes et des autres, selon leur contenu propre,
et à assumer, s’il y a lieu, la responsabilité qui découlerait, selon le cas, de leur violation.
Drnas de Clément, Zlata - El Fallo de la CIJ sobre las Pasteras… 421
30
80. Le statut de 1975 prévoit à la charge de la partie qui projette certaines activités, énumérées
au premier alinéa de l’article 7, des obligations de nature procédurale dont le contenu, l’articu-
lation et les délais sont précisés aux articles 7 à 12 (…).
31
CAPITULO II. Navegación y obras. Art. 3º. Las partes se prestarán la ayuda necesaria a
fin de otorgar a la navegación las mayores facilidades y seguridad posibles. Art. 4º. Las partes
acordarán las normas reglamentarias sobre seguridad de la navegación en el río y uso del canal
principal. Art. 5º. La Comisión adjudicará a las partes previo planeamiento en común, la rea-
lización del dragado, el balizamiento y las obras de conservación de los tramos del canal prin-
cipal que fije periódicamente, en función del uso del mismo y de la disponibilidad de medios
técnicos. Art. 6º. A los fines expresados en el art. 5º, cada parte autoriza a que, en su jurisdicción,
los servicios competentes de la obra efectúen las tareas respectivas, previa notificación a través
de la Comisión. 7. La Parte que proyecte la construcción de nuevos canales, la modifica-
ción o alteración significativa de los ya existentes o la realización de cualesquiera otras
obras de entidad suficiente para afectar la navegación, el régimen del Río o la calidad de
sus aguas, deberá comunicarlo a la Comisión, la cual determinará sumariamente, y en un
plazo máximo de treinta días, si el proyecto puede producir perjuicio sensible a la otra Parte. Si
así se resolviere o no se llegare a una decisión al respecto, la Parte interesada deberá noti-
ficar el proyecto a la otra Parte a través de la misma Comisión. En la notificación deberán
figurar los aspectos esenciales de la obra y, si fuere el caso, el modo de su operación y los
demás datos técnicos que permitan a la Parte notificada hacer una evaluación del efecto
probable que la obra ocasionará a la navegación, al régimen del Río o a la calidad de
sus aguas. 8. La Parte notificada dispondrá de un plazo de ciento ochenta días para expedirse
sobre el proyecto, a partir del día en que su Delegación ante la Comisión haya recibido la no-
tificación. En el caso de que la documentación mencionada en el artículo 7º fuere incompleta,
la Parte notificada dispondrá de treinta días para hacérselo saber a la Parte que proyecte rea-
lizar la obra, por intermedio de la Comisión. El plazo de ciento ochenta días precedentemente
señalado comenzará a correr a partir del día en que la Delegación de la Parte notificada haya
recibido la documentación completa. Este plazo podrá ser prorrogado prudencialmente por
la Comisión si la complejidad del proyecto así lo requiriere. 9. Si la Parte notificada no opu-
siere objeciones o no contestare dentro del plazo establecido en el artículo 8º, la otra Parte
podrá realizar o autorizar la realización de la obra proyectada. 10. La Parte notificada
tendrá derecho a inspeccionar las obras que se estén ejecutando para comprobar si se
ajustan al proyecto presentado. 11. Si la Parte notificada llegare a la conclusión de que
la ejecución de la obra o el programa de operación puede producir perjuicio sensible a la
422 Anuario del CIJS (2009-2010)
navegación, al régimen del Río o a la calidad de sus aguas, lo comunicará a la otra Parte
por intermedio de la Comisión dentro del plazo de ciento ochenta días fijado en el artículo 8º.
La comunicación deberá precisar cuáles aspectos de la obra o del programa de operación
podrán causar un perjuicio sensible a la navegación, al régimen del Río o a la calidad de
sus aguas, las razones técnicas que permitan llegar a esa conclusión y las modificaciones
que sugiera al proyecto o programa de operación. 12. Si las Partes no llegaren a un acuer-
do, dentro de los ciento ochenta días contados a partir de la comunicación a que se refiere el
artículo 11, se observará el procedimiento indicado en el Capítulo XV. 13. Las normas esta-
blecidas en los artículos 7º a 12 se aplicarán a todas las obras a que se refiere el artículo 7º,
sean nacionales o binacionales, que cualquiera de las Partes proyecte realizar, dentro de
su jurisdicción, en el Río Uruguay fuera del tramo definido como Río y en las respectivas
áreas de influencia de ambos tramos.
32
La competencia de los árbitros depende de las atribuciones que las partes le confieren al
consentir la jurisdicción. Ello, a tal punto que, si el tribunal no se atiene a la competencia
atribuida, acarreará la nulidad de la sentencia o laudo. Ello ha llevado a afirmar que, gené-
ticamente, el arbitraje es una institución del derecho internacional convencional, ya que sin
acuerdo no hay arbitraje. No es el caso de la Corte de Justicia de las Naciones Unidas, órgano
judicial principal de la Organización universal, el que posee un estatuto, el que si bien requie-
re que las partes le sometan el litigio (art. 36), debe aplicar el “Derecho internacional” en los
litigios en que le toca entender, debiendo interpretar toda controversia entre partes en ese
contexto (V. supra art. 38 del Estatuto de la Corte).
Drnas de Clément, Zlata - El Fallo de la CIJ sobre las Pasteras… 423
33
Principio de prevención sentado en el leading case Trail Smelter (Canadá, EE.UU.). El laudo
de 16 de abril de 1938 a más de la indemnización por daños, ordenó el control de contamina-
ción. En el laudo de 11 de marzo de 1941, tras constar que la fundición no podía funcionar sin
causar daño transfronterizo, decidió:. “(D)e conformidad a los principios de derecho interna-
cional, como también al derecho de los Estados Unidos, ningún Estado tiene el derecho de usar
su territorio o permitir su uso de manera que cause un perjuicio (…) en el territorio de otro Es-
tado o a bienes o personas que allí se hallan”. (“(U)nder principles of international law, as well
as the law of the United States, no State has the right to use or permit the use of its territory in
such a manner as to cause injury (…) in or to the territory of another or the properties or persons
therein). El Tribunal agregó que, independientemente de los compromisos que Canadá había
asumido convencionalmente, el Gobierno del Dominio de Canadá tenía “el deber de velar que
la referida fundición actuara conforme a la obligación emergente del derecho internacional”.
Cf. Trail Smelter Arbitral Tribunal, Decision Reported on March 11, 1941, to the Government
of the United States of America and to the Government of the Dominion of Canada under the
Convention signed April 15, 1935, RIAA, Vol. 3, págs. 1938-1982, en part. P. 1965.
424 Anuario del CIJS (2009-2010)
Cabe destacar que los votos disidentes en la parte del fallo que
hace a las violaciones sustantivas, en realidad, fueron seis y no tres (Al-
Khasawneh / Simma, Skotnikov, Yusuf, Cançado Trindade, Vinuesa-Juez
ad hoc).
Para ponderar la conformación del tribunal y su posición es nece-
sario recordar que han estado ausentes Owada (Presidente de la Corte),
Buergenthal y Shi. A ello se agrega que se ha violado el art. 13.3 del Es-
tatuto de la Corte35, más allá de que la interpretación de la Corte se haya
34
Tribunales internacionales y nacionales han señalado que el hecho de que acuerdos in-
terestatales asignen personalidad jurídica a un ente, ello no significa que la posea en sentido
objetivo. V. al respecto la Opinión Consultiva de la CIJ de 11 de abril de 1949 en el Asunto
relativo a la Reparación de Daños Sufridos al Servicio de las Naciones Unidas. La personalidad
objetiva no depende de lo que los contratantes en el tratado constitutivo afirmen de su orga-
nización. Tal como lo señalara la Corte de Casación italiana en el asunto Istituto Universitario
Europeo c. Piette (sentencia Nº 149, 18 de marzo de 1999) una disposición de ese tipo “sólo
significa que la organización adquiere la personalidad jurídica en el derecho interno de los
Estados contratantes”, es decir, impone a los Estados Miembros la obligación de reconocer la
personalidad de esa organización en su derecho interno. Resulta absurdo adjudicar a la CARU
el rol de “componente central” “para el cumplimiento de las obligaciones de cooperación del
Estatuto”, como lo hace la Corte, cuando el ente binacional queda bloqueado para adoptar
decisiones cada vez que los Estados imparten mandatos contrapuestos a sus delegados. Sor-
prende que la Corte le dedique tanto espacio de su fallo cuando ha tenido muestras claras de
sus debilidades/neutralizaciones operativas durante todo el conflicto.
35
Estatuto de la CIJ: “13.3. Los miembros de la Corte continuarán desempeñando las funcio-
nes de sus cargos hasta que tomen posesión sus sucesores. Después de reemplazados, conti-
Drnas de Clément, Zlata - El Fallo de la CIJ sobre las Pasteras… 425
inclinado por entender que los nuevos jueces reemplazan a los anteriores
si han estado incorporados antes de la fase oral del proceso. Creemos que
ello se hace eco, con visión de activismo judicial postmoderno, de lo dis-
puesto en el Estatuto de la Corte Interamericana de Derechos Humanos36,
pero no admitido (expresamente) en el Estatuto de la Corte (in claris non
fit interpretatio, principio hermenéutico asentado ya en el siglo XII). Tres
jueces que entendieron en las etapas anteriores no se han pronunciado en
contravención al 13.3 del Estatuto en el fallo del 20 de abril de 2010 por
haber concluido en sus funciones: Higgins —Presidente—, Parra Aran-
guren, Ranjeva y sí intervinieron y se pronunciaron los tres nuevos jueces
(Greenwood, Cançado Trindade, Yusuf ), incorporados en febrero de 2009
en reemplazo de los tres salientes. Se torna más preocupante la situación
en los hechos atento a que el Vice-presidente en ejercicio de la Presidencia
(Tomka) —con rol preeminente atento su función— no se había pronun-
ciado en ninguna de las ordenanzas anteriores relativas a las solicitudes de
medidas provisionales por parte de Argentina y Uruguay (Ordenanzas de
13 de julio de 2006 y 23 de enero de 2007).
También, es reflejo de la incuria de la Corte -poco respetuosa de
la soberanía de los Estados y su dignidad como sujetos internacionales- la
aplicación de prácticas surgidas en el ámbito interno al amparo de la satu-
ración de labores por exceso de causas pendientes y la facultación por ley
del derecho del tribunal de considerar sólo los argumentos de las partes
que estima relevantes. Así, la Corte falló: “Por unanimidad: Rechaza todas
las otras peticiones de las partes”37.
En resumen, debemos resaltar que la propia concepción de “obli-
gaciones de procedimiento” se refiere a las normas que regulan las “dili-
gencias”, “fases”, “trámites” de una cuestión sustantiva, en cambio, las “obli-
gaciones sustantivas”, de fondo, centrales, principales, indican lo esencial
de la naturaleza de un objeto o situación. Mal podríamos decir que noti-
ficar/informar, consultar, negociar sobre el cambio del status de un bien
compartido por parte de uno de los copartícipes al otro, sea mero trámite u
obligación de mero procedimiento.
Entendiendo la Corte que el bloqueo de una de las partes de todo
el mecanismo del Estatuto no constituye violación sustantiva, cabe pre-
guntarse si no conviene a la parte que está dispuesta a violar sus compro-
nuarán conociendo de los casos que hubieren iniciado, hasta su terminación”. En similar sen-
tido, dispone el art. 17. 4 del reglamento de la Corte con relación a los miembros de una Sala.
36
El Estatuto de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en su art. 5º.3. dispone: “Los
jueces permanecerán en funciones hasta el término de su mandato. Sin embargo, seguirán
conociendo de los casos a que ya se hubieran abocado y que se encuentren en estado de sen-
tencia, a cuyos efectos no serán sustituidos por los nuevos jueces elegidos”.
37
“282. (…) 3) A l’unanimité, Rejette le surplus des conclusions des Parties”.
426 Anuario del CIJS (2009-2010)
uu
38
VICK, M. J. Op. Cit, pág. 213.
La Unión Europea: Desde la perpectiva
de la Ordenación Territorial
Introducción:
1
El Comité de las Regiones es un Órgano Consultivo de la UE.
Montenegro, María Cristina - La Unión Europea: Desde la… 429
1. El Escenario territorial de la UE
Regiones Características
Las regiones Son con frecuencia regiones fronterizas en las que más
montañosas de un tercio de la población vive en zonas rurales. Un
10 % aproximadamente de la población comunitaria
vive en regiones montañosas. Su PIB medio per cápita
representa el 80 % de la media comunitaria, aunque
para el 25 % de sus habitantes supera esa media. Para
la mayor parte de esas regiones, la población aumen-
tó o permaneció sin cambios entre 1995 y 2004. Las
regiones montañosas cuentan con numerosas zonas
naturales y suelen tener buenas conexiones, lo que
las convierte en populares destinos turísticos. Muchas
de ellas tienen también servicios básicos de calidad,
aunque su disponibilidad difiera entre las distintas
regiones. Al mismo tiempo, se enfrentan a los desa-
fíos que plantea el cambio climático, una economía
que depende de un número limitado de actividades,
la presión derivada del turismo y la pérdida de biodi-
versidad.
430 Anuario del CIJS (2009-2010)
Regiones Características
Las regiones in- En muchos casos son montañosas y en las que más de
sulares la mitad de la población vive asimismo en una región
fronteriza; seis de las siete regiones ultra periféricas
son insulares. Un 3 % aproximadamente de la pobla-
ción comunitaria, unos 14 millones de habitantes,
vive en regiones insulares. Su diversidad dificulta una
visión general. Estas regiones son muy heterogéneas
tanto en tamaño de la población como en PIB per cá-
pita. El crecimiento de su PIB también ha sido diverso,
lo cual refleja las diferencias de sus estructuras eco-
nómicas; unas dependen enteramente del turismo
mientras que en otras el sector servicios está muy di-
versificado. La población aumentó en la mayor parte
de estas regiones entre 1995 y 2004. Sin embargo, mu-
chas islas siguen enfrentándose a problemas de acce-
sibilidad, mercados reducidos y costes elevados del
suministro de servicios públicos básicos y de energía.
Las dieciocho Todas son rurales y casi todas regiones fronterizas.
regiones escasa- Sólo 2,6 millones de personas viven en estas. Su PIB
mente pobladas per cápita oscila entre niveles muy inferiores y muy
superiores a la media comunitaria. La población de
la mayoría de estas regiones permaneció estable en-
tre 1995 y 2004, pero tres de ellas experimentaron un
descenso superior al 5 %. La baja densidad, la situa-
ción periférica y la debilidad estructural (debido por
ejemplo a la dependencia del sector primario) coexis-
ten en estas regiones y representan conjuntamente un
importante obstáculo para el desarrollo.
Las regiones con Estas regiones se enfrentan a problemas comunes,
características como las zonas costeras, que sufren la presión del de-
específicas sarrollo y están expuestas a los riesgos derivados del
calentamiento global, y las regiones ultraperiféricas,
que hacen frente a una serie de problemas relaciona-
dos con el cambio demográfico y los fenómenos mi-
gratorios, la accesibilidad y la integración regional.
Fuente: propia en base a Estrategia Territorial Europea (1999) y Diario Oficial de la UE (2008)
2
Este centro es conocido como el “pentágono”. Aquí se concentran la mitad de la riqueza y el
40% de la población, hasta 8 778 hab./km2 en la zona central de Londres e índices tan bajos
como 3,3 hab./km2 en Norland Septentrional, Suecia. Todo esto en solo el 18% del territorio
Esta región goza de mayor accesibilidad en servicios públicos, telecomunicaciones, energía
y transporte, además es el núcleo en donde la investigación y la innovación son un factor
primordial, lo que les otorga un mayor nivel de competitividad respecto a las áreas menos
favorecidas de la UE.
432 Anuario del CIJS (2009-2010)
3
Atento a lo establecido por el Tratado de la Unión Europea:
A
fin de promover un desarrollo armonioso del conjunto de la Unión, ésta desarrollará y pro-
seguirá su acción encaminada a reforzar su cohesión económica, social y territorial.
La Unión se propondrá, en particular, reducir las diferencias entre los niveles de desarrollo
de las diversas regiones y el retraso de las regiones menos favorecidas.
Entre las regiones afectadas se prestará especial atención a las zonas rurales, a las zonas
afectadas por una transición industrial y a las regiones que padecen desventajas naturales o
demográficas graves y permanentes como, por ejemplo, las regiones más septentrionales con
una escasa densidad de población y las regiones insulares, transfronterizas y de montaña
(Artículo 174, antiguo artículo 158 TCE).
4
Por el Tratado de Lisboa, la cohesión territorial ha sido reconocida entre los objetivos de la
integración europea. La política de cohesión deberá ser aprobada por codecisión entre el PE
y el Consejo pero con la obligada consulta al CDR. Coordinar la postura de la Eurocámara y
trabajar en estrecha colaboración con el CDR será la labor de la Comisión de Desarrollo Re-
gional del Parlamento Europeo (REGI) El futuro de la política de cohesión a partir de 2013 y
su inserción en el nuevo marco presupuestario será una de las principales tareas que tendrá
que abordar el CDR y la Comisión parlamentaria.
5
La ordenación territorial se refiere a los métodos usados por el sector público para influir en
la futura distribución de las actividades en el espacio. Se sobreentiende que con la voluntad
de articular las demandas de desarrollo con las necesidades de protección del medio ambien-
te con el fin de lograr objetivos sociales y económicos. La ordenación territorial comprende
medidas para coordinar los impactos territoriales de otras políticas del sector, para alcanzar
Montenegro, María Cristina - La Unión Europea: Desde la… 433
una distribución más uniforme del desarrollo económico de las regiones, y para regular la con-
versión de la tierra y los usos de la propiedad (Comisión Europea, 1997).
434 Anuario del CIJS (2009-2010)
6
Las acciones propuestas por la ATUE deberían ponerse en práctica entre 2007 y 2011.
436 Anuario del CIJS (2009-2010)
7
En concordancia con el Tratado de la Unión Europea que establece
1. A fin de contribuir a la realización de los objetivos contemplados en los artículos 26 y 174 y
de permitir que los ciudadanos de la Unión, los operadores económicos y los entes regionales
y locales participen plenamente de los beneficios resultantes de la creación de un espacio sin
fronteras interiores, la Unión contribuirá al establecimiento y al desarrollo de redes transeu-
ropeas en los sectores de las infraestructuras de transportes, de las telecomunicaciones y de
la energía.
2. En el contexto de un sistema de mercados abiertos y competitivos, la acción de la Unión
tendrá por objetivo favorecer la interconexión e interoperabilidad de las redes nacionales, así
como el acceso a dichas redes. Tendrá en cuenta, en particular, la necesidad de establecer en-
laces entre las regiones insulares, sin litoral y periféricas y las regiones centrales de la Unión
(Artículo 170, antiguo artículo 154 TCE).
Montenegro, María Cristina - La Unión Europea: Desde la… 437
transporte en las regiones donde la falta de acceso a las mismas a través del
desarrollo de conexiones y servicios intrarregionales.
La instauración de un sistema equilibrado de vías de comuni-
cación aérea y la organización de una red europea de grandes
puertos marítimos, con inclusión de un sistema secundario de
puertos regionales, serviría a los intereses de todas las regiones.
Favorecería a la vez a los grandes nudos situados en el núcleo
central de la UE, que en parte sufren una congestión cada vez
más fuerte, y a las zonas periféricas, que necesitan un mayor
desarrollo de su potencial económico. En este contexto, es muy
importante que la conexión de los nudos intercontinentales con
sus áreas de influencia por ferrocarril y vías navegables reciba
también un apoyo considerable, con el fin de garantizar la sos-
tenibilidad de las redes de comunicación. Por lo que se refiere
al desarrollo de la infraestructura de puertos marítimos y aero-
puertos, en el marco de una política dirigida a una integración
eficaz del conjunto de las regiones de la UE, la puesta a punto de
una serie de esquemas transnacionales de desarrollo territorial
constituirá seguramente una ayuda importante (Estrategia Te-
rritorial Europea: 1999: 33)
En sintonía con lo anterior, el Libro Verde de la Unión Europea ha
dejado explicito la necesidad de emprender una mejor articulación regio-
nal centro- periferia de cara al proceso de ampliación hacia los países del
Este.
Es particularmente importante integrar mejor a nuestros Esta-
dos miembros más recientes dentro de esta política de desarrollo
urbano policéntrico. A través de la Agenda Territorial contribui-
remos, en términos de solidaridad territorial, a asegurar mejores
condiciones y calidad de vida con las mismas oportunidades,
orientadas hacia los potenciales regionales y locales, con inde-
pendencia de donde vive la gente, en el área central europea o
en la periferia (Libro verde SEC: 2008:7).
Por otro lado, la Agenda Territorial de la Unión Europea (ATUE)
promueve el fortalecimiento de la competitividad global y la sostenibilidad
de todas las regiones en concordancia con la Estrategia de Lisboa acordada
por los Estados miembros en 2005. El potencial territorial de las diferentes
regiones, que deben ser identificados y movilizados para promover el cre-
cimiento económico sostenible y la creación de empleo y, mediante com-
438 Anuario del CIJS (2009-2010)
Conclusiones:
Bibliografía:
Agenda Territorial de la Unión Europea: Hacia una Europa más competitiva y sostenible de
regiones diversas. Acordada con ocasión de la reunión informal de ministros sobre desarrollo
urbano y cohesión territorial en Leipzig, 24-25 de mayo de 2007.
ALBERTI, E. Las regiones en el nuevo Tratado de la UE. Barcelona, Universitat Pompeu Fabra,
27/28 de Noviembre de 2008.
Comisión Europea: La Comisión Europea adopta el Libro Verde sobre la cohesión territorial.
Bruselas, 6 de octubre de 2008. (IP/07/1756)
Comisión Europea: ETE Estrategia Territorial Europea Hacia un desarrollo equilibrado y sos-
tenible del territorio de la UE. Acordada en la reunión informal de Ministros responsables de
ordenación del territorio en Potsdam, mayo de 1999.
Declaración de Lisboa sobre “Redes para el desarrollo territorial sostenible del continente
europeo: Puentes a través de Europa”. Conferencia Europea de Ministros Responsables de la
Ordenación del Territorio (CEMAT). Documento de la Secretaría General preparado por la
División de Ordenación del Territorio y Paisaje. Strasbourg, 27 Octubre 2006 http://ec.europa.
eu/regional_policy/consultation/terco/index_es.htm.
ZOIDO NARNAJO, F: Sinergias entre los conceptos de cohesión, diversidad y desarrollo terri-
torial. Foro sobre la cohesión, la diversidad y el desarrollo territorial. Reflexiones en torno
al Libro Verde de la Comisión de las Comunidades Europeas http://www.upo.es/ghf/giest/
ODTA/htlm/Documentos_ODTA.htm.
uu
A cuatrocientos años de la obra
“Mare Liberum” de Hugo Grocio
Resumen: Hugo Grocio fue uno de los más destacados internacionalistas del
siglo XVII. Sus obras ejercieron una marcada influencia en diferentes áreas,
particularmente en la jurídico-internacional y en la diplomacia de la época.
El libro “De Jure Belli ac Pacis”, aparecido en 1625, constituye, para gran parte
de la doctrina, la primera exposición sistematizada del Derecho de Gentes.
No obstante un trabajo anterior, su “Mare liberum”, publicado en forma anó-
nima en 1609, habría de darle una importante notoriedad y transformaría al
iusinternacionalista holandés en el paladín de la defensa del principio de la
libertad de los mares, originando una encendida polémica libresca. La tesis
grociana se impuso definitivamente a partir de la centuria siguiente y, aun-
que ha experimentado una disociación en cuanto a su alcance y contenido,
ha sido receptado en uno de los instrumentos internacionales más impor-
tantes adoptado en los últimos tiempos, la Convención de las Naciones Uni-
das sobre el Derecho del Mar de 1982.
2
Historia del Derecho Internacional Público (Traducción de F. Jardon Santa Eulalia) Parte I,
Madrid, 1961, pág. 188. Reproduciendo palabras de Brierly, Stadtmüller, destaca: “Es usual al
apreciar la obra de Grocio hablar de su notorio o instantáneo éxito; y si una demostración del
éxito es que pocos años después de su muerte su libro se haya impuesto como libro de texto
en las Universidades, que haya sido a menudo invocado en litigios internacionales, que haya
sido reeditado y traducido gran número de veces y que todo autor posterior trate su nombre
con reverencia, aun cuando discrepe ampliamente con su teoría, puede considerarse a Gro-
cio hombre de éxito”.
3
Grocio, Hugo De la libertad de los mares, estudio preliminar por Luis García Arias, Institu-
to de Estudios Políticos, Madrid, 1956, pág. 9.
4
Ibidem, págs. 13-14.
Rey Caro, Ernesto J. - A cuatrocientos años de la obra… 447
5
Ibidem, págs. 14-15.
6
GARCÍA ARIAS, Luis Historia del principio de la libertad de los mares, Santiago de Compos-
tela, 1946, págs. 14-59.
7
“El Mar y la Política Internacional”, en Estudios de Política Internacional y Derecho de Gentes,
Madrid, 1948, pág. 455.
448 Anuario del CIJS (2009-2010)
8
Hemos tomado como referencia la traducción de García Arias mencionada y de allí se han
extraído los párrafos citados infra.
9
Op.cit., págs. 57-58.
10
Op. cit., pág. 62.
Rey Caro, Ernesto J. - A cuatrocientos años de la obra… 449
11
Op.cit., pág. 75.
12
Op. cit., pág. 81.
450 Anuario del CIJS (2009-2010)
13
Op. cit., págs. 101 y 102.
14
Grocio, Hugo Le Droit de la Guerre et de la Paix (Traduit par P. Pradier Fodéré), Paris,
Guillaumin et Cie, 1867, Libre II, Chapitre III, par. VIII. “Selon cet exemple, il semble que la
mer puisse aussi être occupée par celui qui^possède les terres situées des deux côtés, encore
que cette mer soit ouverte ou par en haut, comme un Golfe, ou par le hautet le bas en forme
de detroit, pourvu que cette partie de mer ne soit pas de telle étendue, que, étant comparée à
la terre ferme, elle ne puisse pas être censée en faire partie”.
15
Colombos, John, Derecho Internacional Marítimo (Trad. de José Luis de Ascárraga), Ma-
drid, 1961, pág. 60.
Rey Caro, Ernesto J. - A cuatrocientos años de la obra… 451
16
Historia de los Progresos del Derecho de Gentes en Europa y América desde la Paz de Westfa-
lia hasta nuestros días (Trad. de Carlos Calvo), Besanzon, 1861, T. I, pág. 196.
17
Op. cit., pág. 462.
18
Grocio, Hugo, De la libertad de los mares; op. cit., pág. 34.
452 Anuario del CIJS (2009-2010)
uu
19
Nussbaum, Arthur Historia del Derecho Internacional, Serie C, Grandes Tratados de
Derecho Privado y Público, Edit. Historia del Derecho Privado, Madrid, 1949, Vol. XXXV,
pág. 116; Herrero y Rubio, Alejandro Derecho de Gentes (Introducción Histórica), Valladolid,
1976, págs. 109-111
La opinión consultiva: Efectividad
del derecho del MERCOSUR*
Graciela R. Salas**
María A. Sticca***
Introducción
* Artículo elaborado en el marco del Proyecto de Investigación que se llevó adelante entre
2008 y 2009 sobre La Opinión consultiva: Efectividad del Derecho del Mercosur.
**Abogada. Doctora en Derecho y Cs. Sociales. Titular a cargo de la Cátedra “C” de Derecho
Internacional Público, Facultad de Derecho y Cs. Sociales, Universidad Nacional de Cór-
doba. Presidente de la Comisión Directiva del Area de Estudios sobre América Latina de la
misma Facultad. Titular de Derecho Internacional Público en la Universidad Blas Pascal,
modalidad presencial y a distancia. Titular de Derecho Internacional Público, Universidad
Católica de Salta, modalidad a distancia.
*** Doctorando en Derecho (UNC). Mgter. en Cooperación Internacional al Desarrollo y
Acción Humanitaria. Profesora de Derecho Internacional Público en la Facultad de De-
recho y Cs. Sociales (UNC) y en la Universidad Empresarial Siglo 21. Coordinadora Aca-
démica del Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales de la Facultad de Derecho y Cs.
Sociales (UNC).
454 Anuario del CIJS (2009-2010)
1
La revisión con vistas a contar con un régimen definitivo quedó establecida en los arts. 43 y
44 del Protocolo de Ouro Preto.
Salas - Sticca - La opinión consultiva: Efectividad del derecho… 455
2
Art. 11 del Reglamento del Protocolo de Olivos para la Solución de Controversias en el Mer-
cosur, aprobado por Dec. Nº 37/03 del CMC.
3
Carta de las Naciones Unidas, art. 96.
4
Así lo establece en el artículo 23 del Estatuto de la Corte Centroamericana de Justicia del 10
de diciembre de 1992.
5
Rey Caro, Ernesto J. “Reflexiones sobre la jurisdicción consultiva del Tribunal Permanen-
te de Revisión del Mercosur”, en Cooperación y Conflicto en el Mercosur, Edit. Lerner, 2007,
págs. 235 -244. También disponible en http://www.eulatin.net.
456 Anuario del CIJS (2009-2010)
6
Ver art. 96 de la Carta de la ONU, art. 65 del Estatuto de la C.I.J., cuyos antecedentes radican
en el art. 14 del Pacto de la Sociedad de las Naciones.
7
Ver art. 64 de la Convención Americana sobe Derechos Humanos.
8
i.a. Convención sobre Privilegios e Inmunidades de las Naciones Unidas; Convención sobre
los Privilegios e Inmunidades de las agencias especializadas; Convención de Viena sobre De-
recho de los tratados entre Estados y Organizaciones Internacionales o entre organizaciones
internacionales; Convención de Naciones Unidas contra el Tráfico de Estupefacientes y Sus-
tancias Psicotrópicas de 1988.
9
A nuestro entender se refiere a los sujetos (Estados /Organizaciones internacionales) res-
pecto de los cuales está vigente un convenio en el que se acordó que una forma de solucionar
sus controversias sería la solicitud de una OC a la Corte Internacional de Justicia, otorgando
en consecuencia a la misma valor vinculante.
10
De PERSUADIR (del latín persuadere) inducir, obligar a alguien con razones a creer o hacer
algo. Diccionario Enciclopédico Británico, T. 3, 1995-1996, pág. 128.
11
JIMÉNEZ DE ARÉCHAGA, E. Derecho Constitucional de las Naciones Unidas, Edit. Jura,
Madrid, 1958, pág. 570.
Salas - Sticca - La opinión consultiva: Efectividad del derecho… 457
12
Daillier, Patrick. La Charte des Nations Unies. Cot Jean Pierre et Alain Pellet. Commen-
taire à l’article 96.
13
Ver art. 9º F del Tratado de Lisboa y art. 32 del Tratado de creación del Tribunal de Justicia
de la Comunidad Andina, entre otros.
14
TJE Asunto 26/62, Van Gend & Loos. Sentencia del 5 de febrero de 1963.
15
TJE Asunto 6/64, Caso Flaminio Costa c/ E.N.E.L. Sentencia del 15 de julio de 1964.
458 Anuario del CIJS (2009-2010)
16
El carácter del órgano jurisdiccional del requirente ha sido objeto de sentencias del TJE
a partir de la dictada el 30 de junio de 1966, asunto 61/65, Vaasen-Gôbbels c/ Direction du
Beamtenfonds voor het Mijnbedrijf. Pág. 184.
17
Encontramos un ejemplo en la Sentencia del TJE de 22 de octubre de 1987, asunto 314/85,
Foto-Frost c/ Hauptsollamt Lubeck-Ost.
18
Sentencia del TJE del 13 de mayo de 1981, asunto 66/80, SpA International Chemical Cor-
poration c/ Administrazione delle Finanze dello Stato, en relación a la aplicabilidad directa e
inmediata del derecho comunitario europeo.
19
Procedimiento y solución de controversias de la CAN. Procesos del Tribunal de Justicia.
Interpretaciones prejudiciales, consultado el 12/01/2010, disponible en: http://www.comu-
nidadandina.org/canprocedimientosinternet/interpretacion_prejudicial.htm.
20
Ver STICCA, María A. Laudo Arbitral Nº VII sobre Obstáculos al ingreso de productos fi-
tosanitarios argentinos en el mercado brasileño. No incorporación de las Resoluciones GMC
Nº48/96, 87/96, 149/96, 156/96 y 71/98 lo que impide su entrada en vigencia en el MERCO-
SUR, Cuaderno de Derecho Internacional Nº1, Doctrina y Jurisprudencia de los laudos arbi-
Salas - Sticca - La opinión consultiva: Efectividad del derecho… 459
24
Art. 3º del Reglamento del Protocolo de Olivos:
“1. Todos los Estados Partes del MERCOSUR actuando conjuntamente, el CMC, el GMC o la
Comisión de Comercio del MERCOSUR (en adelante CCM), podrán solicitar opiniones con-
sultivas sobre cualquier cuestión jurídica comprendida en el Tratado de Asunción, el Proto-
colo de Ouro Preto, los protocolos y acuerdos celebrados en el marco del Tratado de Asunción,
las Decisiones del CMC, las Resoluciones del GMC y las Directivas de la CCM…”.
Art. 4º:
“1. El TPR podrá emitir opiniones consultivas solicitadas por los Tribunales Superiores de Jus-
ticia de los Estados Partes con jurisdicción nacional. En este caso, las opiniones consultivas
se referirán exclusivamente a la interpretación jurídica de la normativa del MERCOSUR…”.
Salas - Sticca - La opinión consultiva: Efectividad del derecho… 461
25
Podría ser el caso del CMC sobre los otros órganos.
26
Op. Cit. GRANDINO RODAS, João. La Competencia del Tribunal….
462 Anuario del CIJS (2009-2010)
27
Art. 32 del Tratado que constituye el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina.
28
En el caso de la República Argentina es la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
29
Habida cuenta la co-existencia de sistemas federales con sistemas unitarios de gobierno y
entre ellos por las marcadas diferencias entre los respectivos sistemas constitucionales.
Salas - Sticca - La opinión consultiva: Efectividad del derecho… 463
Otra precisión en el tema que nos ocupa viene dada por los sujetos
activos de las opiniones consultivas.
Para el caso del MERCOSUR, el Reglamento del Protocolo de Oli-
vos lo establece claramente en sus arts. 3º y 4º ya citados:
• Los Estados Parte en forma conjunta
• Los órganos decisorios: originariamente Consejo Mercado
Común, Grupo Mercado Común y Comisión de Comercio
del MERCOSUR, a los que posteriormente se agregó el Par-
lamento del MERCOSUR (art. 13 del Protocolo Constituti-
vo - Dec. CMC Nº 23/05)30
• Los tribunales superiores de justicia de cada Estado Parte.
En el primer caso se requiere el consenso, lo que hasta el momento
no se ha producido.
Respecto de los tribunales superiores de justicia de cada Estado
Parte la cuestión debió ser analizada en profundidad, habida cuenta las
marcadas diferencias entre los respectivos niveles y sistemas juridiciales
de los estados que conforman actualmente MERCOSUR.
La Dec. CMC Nº02/07 vino a reglamentar la tramitación de las opi-
niones consultivas solicitadas al TPR por los Tribunales Superiores de Jus-
ticia de los Estados Partes. El Reglamento deja en manos de los Tribunales
Superiores de Justicia el establecer, dentro de sus jurisdicciones, las reglas
internas de procedimiento para la solicitud de opiniones consultivas.
A los fines de allanar el camino y dando cumplimiento con lo dis-
puesto por la Dec. CMC Nº2/07, la SCJN de la República Argentina por
Acordada 13/2008 enunció las REGLAS PARA EL TRÁMITE INTERNO
PREVIO A LA REMISIÓN DE LAS SOLICITUDES DE OPINIONES CON-
SULTIVAS AL TRIBUNAL PERMANENTE DE REVISIÓN DEL MERCOSUR,
las que fueron publicadas en el Boletín Oficial de la Nación el 23 de junio
de 2008, con lo que quedó abierta la posibilidad de solicitar OCs tal como
ocurrió en octubre de 2009.
La Corte Suprema de Justicia de Uruguay por Acordada Nº7604 del
24 de agosto de 2007 también reglamentó el procedimiento. La Corte Su-
prema de Justicia de Paraguay hizo lo propio por Acordada Nº549/2008 de
fecha 11 de noviembre de 2008. Brasil aún no ha finalizado la reglamenta-
ción de este tema.
Finalmente, debemos señalar que estas reglas deben ser observa-
das por todo juez o tribunal nacional que desee elevar una consulta al TPR,
30
Art. 13. “El Parlamento podrá solicitar opiniones consultivas al Tribunal Permanente de
Revisión”.
464 Anuario del CIJS (2009-2010)
con lo que de este modo los Tribunales Superiores de Justicia de los Esta-
dos Partes están cooperando a fin de alcanzar una interpretación uniforme
del Derecho del Mercosur.
31
Czar de Zalduendo, Susana. “La Competencia Consultiva en el Mercosur”. Disponible en:
http://amscampus.cib.unibo.it/archive/00002454/01/Competencia_consultiva.pdf.
32
Caso Carelia Oriental, punto 25. Ciertos gastos. Rec. 1962 punto 155.
Salas - Sticca - La opinión consultiva: Efectividad del derecho… 465
33
El art. 3 del Protocolo de Olivos así lo estableció y sería el Reglamento del Protocolo, apro-
bado en la DEC.CMC No. 37/03 el que desarrollaría en definitiva la institución.
34
Art. 19 de las Reglas de Procedimiento del Tribunal Permanente de Revisión.
35
Opinión Consultiva Nº1/2007; Opinión Consultiva Nº 1/2008 y Opinión consultiva
Nº1/2009. Pueden ser consultadas en http://www.mercosur.org.uy.
466 Anuario del CIJS (2009-2010)
Conclusiones
ABELLÁN HONRUBIA, B.; VILÁ COSTA, J. Ll.; PIÑOL RULL. A.; OLESTI RAYO Coordinador.
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TJE Asunto 26/62, Asunto Van Gend & Loos. Sentencia del 5 de febrero de 1963.
TJE Asunto 6/64, Caso Flaminio Costa c/ E.N.E.L. Sentencia del 15 de julio de 1964.
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TJE Asunto 66/80, SpA International Chemical Corporation c/ Administrazione delle Finanze
dello Stato. Sentencia del 13 de mayo de 1982.
TJE Asunto 314/85, Foto-Frost c/ Hauptsollamt Lubeck-Ost. Sentencia del 22 de octubre de 1987.
uu
Nosotros y los otros: Educándonos
Enrique Shaw*
Introducción
* Investigador del CIJS. Profesor titular de la Facultad de Lenguas, UNC. Profesor Adjunto
—por concurso— CEA, UNC. Profesor de Política Internacional en la Maestría de Relacio-
nes Internacionales, CEA, UNC. Investigador Categoría II.
1
En adelante La Revista.
470 Anuario del CIJS (2009-2010)
Construyendo el Nosotros.
2
WEND, Alexander. “Anarchy is what states make of it: the social construction of power
politics”. En: International organization, 46, 2. Spring, 1992. págs. 391-425, y en: http://web.
pdx.edu/~kinsella/ps442/wendt.pdf.
3
BERGER, Peter y LUCKMANN, Thomas. “La construcción social de la realidad”. Amorrortu
Editores. Buenos Aires, 1989. págs. 164-174.
4
Idem. pág. 94.
5
Idem. págs. 164-165.
Shaw, Enrique - Nosotros y los otros: Educándonos 471
6
Idem. pág. 166.
7
Idem. págs. 166-168.
8
GURRUTXAGA, Ander. “Polisemia y paradojas del nacionalismo”. En: Revista de Estudios
Políticos. n. 95, enero-marzo. Madrid, 1997. pág. 311.
472 Anuario del CIJS (2009-2010)
9
PUGA BORNE, Federico. “Discurso del senador chileno Federico Puga Borne”. En: Revista
Derecho...Op. Cit.. t. 1. 1898. pág. 562.
10
ZEBALLOS, Estanislao. “La desorganización argentina”. En: Revista.... Op. Cit. t. 5, 1900.
pág. 641.
11
Ibidem.
12
Idem. pág. 640.
Shaw, Enrique - Nosotros y los otros: Educándonos 473
13
ZEBALLOS, Estanislao. “Evolución de la instrucción primaria”. En: Revista de Derecho...
Op. Cit. t. 22, 1905. pág. 292.
14
Ibidem.
474 Anuario del CIJS (2009-2010)
15
Idem. págs. 292-298.
Shaw, Enrique - Nosotros y los otros: Educándonos 475
16
SOËTARD, Michel. “Johan Heinrich Petalozzi (1746.1827)”. En: Revista trimestral de edu-
cación comparada. Vo. XXIV, n. 1.2, 1994. págs. 299-313.
17
Pablo Ricchieri (1859-1936). El teniente general Pablo Riccheri nació en la provincia de
Santa Fe y era hijo de inmigrantes italianos. Ingresa al ejército muy joven y fue becado al
Colegio Militar, se graduó en 1879, como subteniente; fue enviado a Europa para estudiar
en Bruselas en donde se incorpora enseguida a la Escuela Superior de Guerra de Bélgica en
donde pasa quince años instruyéndose en el Viejo Mundo. Regresó a la Argentina en 1886 y
se le asignaron tareas generales administrativas; fue enviado a Europa, nuevamente, en 1890
para comprar armas en Alemania, los nuevos fusiles Mauser, mediante los cuales el Ejército
Argentino aumenta notablemente su poder de fuego. En 1898 fue ministro de Guerra del pre-
sidente Julio A. Roca y le fue otorgada la responsabilidad de crear un nuevo ejército nacional,
profesional y moderno. Influyó en la promulgación de la ley que lleva su nombre, estatuto mi-
litar orgánico de 1901 (ley 4301) que declaró obligatorio el servicio militar. Logró la compra de
tierra en Campo de Mayo y en Campo de los Andes para hacer los cuarteles de Buenos Aires y
Cuyo, respectivamente. Dividió la nación en siete regiones militares y reorganizó la secretaría
de Guerra y los Granaderos a Caballo. En 1910 fue ascendido a General de división y se retiró
en 1922 como Teniente General.
18
Zeballos rescataba, por la actualidad que tenía en ese momento, la figura de Vicente Fi-
del López, Ministro de Instrucción Pública de la Provincia de Buenos Aires, y del Decreto de
creación de la escuela pública de 1852, donde resaltó el art. 3º que reza lo siguiente: “Reflexio-
nando sobre las ventajas que resultaría á favor del país de abrir á la juventud argentina una
escena nueva y brillante, donde á la vez que se ofrezca gloria para aptitudes personales, haya
compensación para las virtudes cívicas y servicios hechos a la patria”. ZEBALLOS, Estanislao.
“Ideas sobre educación en 1852. Reminiscencias edificantes y de actualidad”. En: La Revista
de Derecho.... Op. Cit. t. 4 1899. pág. 493.
476 Anuario del CIJS (2009-2010)
19
WEINBERG, Gregorio. “Estudio preliminar”. GEL. Buenos Aires, 1984. pág. XVI.
20
La ley 1420, promulgada por el presidente Julio A. Roca el 8 de julio de 1884, legisló para la
Capital Federal y los Territorios Nacionales pues, por mandato constitucional, la educación
primaria era privativa de cada una de las provincias. Constituyó la más completa y orgánica
legislación de la educación primaria y durante casi cien años en que estuvo vigente facilitó
la realización de una obra extraordinaria, asegurando la unificación espiritual del país y la
asimilación de los hijos de inmigrantes que desde las últimas décadas del siglo pasado se
incorporaron a la República.
Los principios esenciales que esta ley estableció fueron: obligatoriedad, gratuidad, gra-
dualidad y neutralidad en materia religiosa. Esta ley de educación común enuncia la obli-
gatoriedad en el artículo 2º, y en el artículo 3º aclara que es impuesta a los padres, tutores
o encargados de los niños comprendidos en la edad escolar. En el artículo 5º especifica
que la obligación escolar no implica la concurrencia del niño a la escuela, ya que puede ser
cumplida en las escuelas públicas o privadas y en el hogar de los niños. Su cumplimiento
puede comprobarse, según el caso, por medio de certificados o exámenes. La no obser-
vancia de la obligatoriedad escolar hace pasible a los responsables de ser castigados con
amonestaciones y multas progresivas.
La gratuidad es una consecuencia inmediata de la obligatoriedad, pues tiende a asegu-
rar que la escuela primaria esté al alcance de toda la población. Por eso la ley prevé en
su artículo 5º el establecimiento de una escuela pública gratuita en cada distrito escolar
integrado, en las ciudades, por 1000 a 1500 habitantes, y en los territorios nacionales, por
300 a 500 habitantes.
Con respecto a la gradualidad, el artículo 9º impone que la enseñanza debe dividirse en
seis o más grados, que pueden establecerse en un mismo establecimiento escolar o sepa-
radamente.
Finalmente, la neutralidad escolar en materia religiosa constituyó el punto más contro-
vertido de la ley. El artículo 8º plantea que la enseñanza religiosa sólo podrá ser dada en
las escuelas públicas por los ministros autorizados de los distintos cultos, a los niños de su
respectiva comunión, antes o después de las horas de clase.
Shaw, Enrique - Nosotros y los otros: Educándonos 477
La aplicación de la ley 1420 limitada a la Capital Federal y los Territorios Nacionales fue
ampliada gracias a la ley Láinez, sancionada en 1905. La misma autorizó al Consejo Nacio-
nal de Educación a establecer escuelas primarias nacionales en el territorio de las provin-
cias que lo solicitasen. Fue pensada como un instrumento de colaboración entre la Nación
y las provincias. Por esto favoreció valiosamente la difusión de la escuela primaria.
Sin embargo, pronto la ley Láinez fue desvirtuada en su aplicación dado que, contrarian-
do lo dispuesto por ella, se instalaron escuelas nacionales en sitios donde ya funcionaban
establecimientos provinciales.
21
RIVAROLA, Rodolfo. “La instrucción superior y el problema nacional en la educación”.
En: Revista Derecho.... Op. Cit. t. 6. 1900. pág. 543.
22
Idem. pág. 544.
23
Idem. pág. 545.
24
Idem. pág. 548. Comienza a manifestarse la diferencia entre maestros y profesores.
25
La aclaración es de Rivarola en el texto original.
478 Anuario del CIJS (2009-2010)
26
SISSON, E. D. “Patriotismo y la juventud argentina”. En: Revista Derecho.... Op. Cit. t. 6. 1900.
pág. 585.
27
Ibidem.
28
Ibídem. Podría ser traducido con este sentido […La bandera, es la Patria y nuestro honor
en su flameado pliege]
29
Ibidem.
30
Comparece esta situación con la sociedad civil norteamericana, donde tiene un rol prota-
gónico en la generación y custodia del aparato simbólico patriótico.
Shaw, Enrique - Nosotros y los otros: Educándonos 479
31
BACZKO, Bronislaw. Los imaginarios sociales. Memorias y esperanzas colectivas. Ed. Nue-
va visión. Buenos Aires, 1991. págs. 28-29.
32
Idem. pág. 44.
33
Ver el interesante artículo de Rupert H. GORDON. “Modernity, Freedom, and the State:
Hegel’s Concepts of Patriotism”. En: The Review of Politics. v. 62, n. 2, Spring 2000.
480 Anuario del CIJS (2009-2010)
34
BACZKO, Bronislaw. “Los imaginarios...”. Op. Cit. págs. 132. Se refiere a los “santos de la
Patria”.
35
REYNAL O’CONNOR, Arturo. “Pueyrredón”. En: Revista de Derecho, Historia y Letras. t.
18, 1904. págs. 159-165.
36
Sobre el tema de la designación toponímica de las calles y su correlato con la memoria
recomendamos ver: CENTENO, Miguel Angel. “War and Memories: Symbols of State Natio-
Shaw, Enrique - Nosotros y los otros: Educándonos 481
nalism in Latin America”. En: Revista Europea de Estudios Latinoamericanos y del Caribe. n.
66, junio, 1999. págs. 75-106.
37
CASTORIADIS, Cornelius. La institución imaginaria de la sociedad. Marxismo y teoría
revolucionaria. Op. Cit. págs. 219-226.
38
BACZKO, Bronislaw. Los imaginarios...., Op. Cit. págs. 99-100. Las negritas son nuestras.
482 Anuario del CIJS (2009-2010)
Zeballos nos dejó su visión de cuáles eran los verdaderos y los que se de-
bían enseñar en las escuelas y reprodujo, a color —hecho significativo para
la época— un artículo, donde además planteaba su preocupación por las
alteraciones de los mismos y se preguntaba cuál era en realidad nuestro
Escudo Nacional. Señalaba “Las administraciones públicas han abando-
nado los emblemas sagrados de la Patria á la fantasía de los maestros (...)
de los extranjeros...”39. La finalidad lo dice explícitamente: “para que todos
sepan cuales son los verdaderos”40.
Hay que tener presente que en la escuela la introducción de los
símbolos patrios se correspondía con un tipo de “ceremonial” que junto a
lo simbólico, fue importante y fundamental para el éxito y durabilidad de
la identidad nacional en construcción, ya que constituía el punto de refe-
rencia desde donde la identidad individual tenía un vínculo más estrecho
con la identidad colectiva41 y era, justamente la escuela donde se forjaba
esa identidad colectiva desde lo individual.
Allí eran aprehendidos por medio de esas ceremonias que se deno-
minaron “actos” y que pretendían poder relacionarnos con nuestros ante-
cesores por medio de ciertas tipificaciones como “los Padres de la Patria”42,
la honra, el valor y antepasados comunes en la lucha de independencia.
Tipificaciones que aprehendidas, “sedimentadas”, contribuían al espíritu
de sacrificio que posibilitaban el sacrificar la vida por lealtad a esos padres
de la patria o en pro de generaciones futuras43.
Así se logró la creación de todo un sistema de representaciones
que refleja y legitima a la vez su identidad y su orden social; pero tam-
bién se instalaban “guardias” de este sistema que disponían del manejo
de una determinada forma de este sistema de representaciones ideoló-
gicas44.
Para destacar la importancia que en otros países se asignaba a la
educación como una institución sumamente importante en la constitución
de la identidad nacional y, por lo tanto en la construcción de lo simbólico,
Zeballos reprodujo un artículo de Benjamin Harrison45 donde se destacaba
el papel de la escuela y del hogar.
39
ZEBALLOS, Estanislao. “El escudo y los colores nacionales”. En: Revista Derecho... Op. Cit.
t. 7, 1900. pág. 269. El problema que además del cambio era quiénes lo cambiaban se refiere a
que muchos de los maestros eran extranjeros. Las negritas son nuestras.
40
Ibidem.
41
SMITH, Anthony. La identidad nacional. Trama editorial. Madrid, 1997 Op. Cit., pág. 48.
42
BERGER, Peter y LUCKMANN, Thomas. La construcción... Op. Cit., págs. 50-52.
43
Ibidem.
44
BACZKO, Bronislaw. Los imaginarios sociales. Memorias y esperanzas colectivas. Ed. Nue-
va Visión. Buenos Aires, 1991, pág. 18.
45
La utilización de notas al píe de página para hacer aclaraciones, es un recurso muy utiliza-
do por Estanislao Zeballos, tan utilizado que creaba con esta técnica verdaderos paratextos
Shaw, Enrique - Nosotros y los otros: Educándonos 483
Allí Resaltaba:
…los hombres pueden llegar hasta hacer frente al enemigo en los
campos de batalla con cierto grado de serenidad, por el temor
que le inspira la disciplina ó el consejo de guerra; pero solo el
amor a la bandera, hará adelantar á la columna animada de
un espiritual...46 .
Según Harrison ¿qué papel cumplía la escuela y el hogar en todo esto?:
Esta tiene que ser en sumo grado la tarea de los padres y de los
maestros, porque son ellos los que tienen á su cargo el cuidado
y la instrucción de la juventud. A ellos les dirijo mi invocación,
á fín de que en sus hogares y en la escuela, les inculquen en sus
tiernos corazones, el amor a la bandera y de todo lo que ella
simboliza, enseñándoles también á tener un respecto escrupu-
loso por la ley, como regla de conducta del ciudadano47.
Pero lo que hacía aún más relevante, en esta cita, fue el hecho de
que Benjamin Harrison fue el vigésimo tercer presidente de los Estados
Unidos de Norteamérica. La cita Harrison muestra como también en los
Estados Unidos estaban construyendo su identidad continuamente y esta-
ban concientes de cuáles eran las instituciones más importantes para esta
construcción como lo señala Harrison.
Como vemos el papel de la familia no es menor en la formación de
la identidad, tanto para Harrison como para Zeballos.
También la escuela, la educación institucionalizada, puede provo-
car que los lugares comunes son zonas muertas del lenguaje. No hay pen-
samiento en ellos. No hay subjetividad. Hay repetición y domesticación.
Hay disciplinamiento en lo social.
Ahora bien, según estas expresiones ¿cuáles eran las personas in-
dicadas para ser los forjadores de la identidad nacional por medio de la
escuela. ¿Cualquier maestro podría serlo? Evidentemente no. Zeballos fue
categórico al respecto ya que ningún extranjero podía tener la responsa-
bilidad de ser maestro, porque ellos podrían influir en la educación de
“nuestros niños”. Esta idea se reforzaba cuando opinaba “...la educación
no puede estar en manos de extranjeros”,48 por eso era necesario que se
en los artículos donde era utilizados. En la cita Zeballos aclaraba que los reproducía por las
“supremas lecciones patrióticas” del artículo.
46
HARRISON, Benjamin. “Educación patriótica”. En: Revista Derecho... Op. Cit. t. 7, 1900. pág. 21.
47
Idem. págs. 27-28. La Revista ha resaltado estas líneas poniéndolas en mayúsculas sosteni-
das lo que nosotros hemos puesto en negrita.
48
ZEBALLOS, Estanislao. “El hogar escuela primaria y sus deberes y derechos”. En: Revista
Derecho..., Op. Cit. t. 1, 1898. pág. 103.
484 Anuario del CIJS (2009-2010)
49
De esos “Otros” ¿cuáles eran los peligrosos? Ya que las escuelas étnicas en su mayoría no tu-
vieron problemas constituirse como tal, la que sí lo tuvo fue la italiana. Recordemos la política
crispina de la Italia de ultra mar. ¿Esta pudo haber alertado a la clase dirigente sobre la posible
peligrosidad de los italianos dada su condición numérica? Sobre este tema ver: VERNASSA,
Mauricio. Alle origini dell’interessamento italiano per l’america latina. Modernizzazione e co-
lonialismo nella política crispina: l’inchiesta del 1888 sull’emigrazione. Ed. Ets. Pisa, 1996.
50
ZEBALLOS, Estanislao. “El hogar escuela primaria y sus deberes y derechos”. En: Revista
Derecho... Op. Cit. t. 1, 1898. pág. 103.
51
Ibidem.
52
BERGER, Peter y LUCKMANN, Thomas. La construcción social ..., Op. Cit. P. 93.
Shaw, Enrique - Nosotros y los otros: Educándonos 485
53
Se refiere de los fenómenos que se producen en la lengua en virtud de su extensión geo-
gráfica (dialectos).
54
Se refiere a las variantes socioeconómicas producidas en el lenguaje. Variaciones linguísti-
cas producidas por el nivel socioeconómico.
55
ALONSO ALVAREZ, Andrés. “Problemas jurídicos de la normativización lingüística”. En:
Revista de Llengua i Dret. n . 45. pág. 91.
56
Idem. pág. 101.
57
Idem. pág. 102.
486 Anuario del CIJS (2009-2010)
58
GUESALAGA, Alejandro. “El idioma nacional en las escuelas. Educación patriótica”. En:
Revista Derecho..., Op. cit. t. 22, 1905. págs. 533-534.
59
Pertenencia a la élite.
60
BACZKO, Bronislaw. Los imaginarios..., Op. Cit. pág. 17.
61
ALCÁCER, Pedro S. “Enseñanza clásica”. En: Revista de Derecho…, Op. Cit. t. 30, 1908.
págs. 66- 81.
62
MONNER SANS, José María. “Importancia y necesidad de los estudios literarios. (Discur-
so pronunciado en la Academia Literaria de La Plata”. En: Revista de Derecho… t. 31, 1908.
pág. 198. Las negritas son nuestras. Monner Sans fue un exponente de la difusión de la cultura
oficial y de la pureza de la lengua, preconizando la necesidad de organizar una campaña de
depuración de la lengua imponiendo normas rígidas para su habla y escritura.
Shaw, Enrique - Nosotros y los otros: Educándonos 487
63
Nos referimos al Dr. Felipe Senillosa, no confundir con el homónimo arquitecto. Senillosa
militó con Alem y fue un activo masón de la Logia Constancia número 7. Nació en 1867 y
murió en 1933.
64
SENILLOSA, Felipe. “La crisis social. El hogar escuela del deber y del derecho”. En: Revista
Derecho... Op. Cit. t. 3, 1899. pág. 65.
65
BELTRÁN, Juan G. “La educación secundaria en Suecia”. En: Revista de Derecho…, t. 31,
1908. págs. 46-61, continúa en págs. 221-231 y en págs. 488-506.
66
MONTERO, B. J. “Modificaciones introducidas a la enseñanza primaria en Bruselas”. En:
Revista de Derecho…, t. 31, 1908. págs. 191-193.
67
CALANDRELLI, M. “Segunda enseñanza. Nuevo plan de estudios”. En: Revista de Derecho...
Op. Cit. t. 21, 1905. pág. 297-298. Las negritas son nuestras.
488 Anuario del CIJS (2009-2010)
68
Ver. ESCUDÉ, Carlos. El fracaso del proyecto argentino. Educación e ideología. Ed. Tesis.
Buenos Aires, 1990.
Shaw, Enrique - Nosotros y los otros: Educándonos 489
ANSALDI, Waldo y MORENO, José Luis. Estado y sociedad en el pensamiento nacional. Ed.
Cántaro. Buenos Aires, 1989.
— Historia General... Op. Cit. Parte II, tt. VII y VIII. Ed. Nuevo Hacer. Buenos Aires, 1999.
CORNBLITT, Oscar E.; GALLO, Ezequiel y O’CONNELL, Alfredo A. “La Generación del ‘80
y su proyecto: antecedentes y consecuencias”. En: Torcuato Di Tella Comp. Argentina Socie-
dad de masas. Ed. Eudeba. Buenos Aires, 1965.
FERRARI, Gustavo. Conflicto y paz con Chile. Ed. Eudeba. Buenos Aires, 1968.
FERRARI, Gustavo y GALLO, Ezequiel. comp. La Argentina del ochenta al Centenario. Ed.
Sudamericana. Buenos Aires, 1980.
GARCIA COTARELO, Ramón. (comp). Introducción a la teoría del Estado. Ed. Taide, Barce-
lona, 1981.
69
Idem. pág. 7.
490 Anuario del CIJS (2009-2010)
GURRUTXAGA, Ander. “Polisemia y paradojas del nacionalismo”. En: Revista de Estudios Po-
líticos. n. 95, enero-marzo. Madrid, 1997.
HOBSBAWM, Eric J. La era del imperio, 1875-1914. Ed. Crítica. Buenos Aires, 1998.
HOBSBAWM, Eric J. and RANGER, Terence. The Invention of Tradition. Ed. Canto. Cam-
bridge, 1999.
JELLINEK, Georg. Teoría General del Estado. Ed. Albatros. Buenos Aires, 1978.
LANÚS, Juan Archivaldo. La causa argentina. Ed. Emecé. Buenos Aires, 2002.
OSZLAK, Oscar. Formación histórica del Estado en América Latina. Elementos teóricos meto-
dológicos para su estudio. Ed. CEDES. Buenos Aires, 1986.
PARADISO, José. Debates y trayectoria de la Política Exterior Argentina. Grupo Editor Latino-
americano. Buenos Aires, 1993.
PIÑERO, Norberto. La Política Internacional Argentina. Ed. Jesús Méndez. Buenos Aires,
1924.
RUIZ MORENO, Isidoro. Historia de las relaciones exteriores argentinas (1810-1955). Ed. Pe-
rrot. Buenos Aires, 1964.
SATAS, Hugo R. Una política exterior argentina. Ed. Hypamérica. Buenos Aires, 1987.
SHAW, Enrique E., Zeballos y la imaginación de Argentina, 1898-1906. Ed. Advocatus. Cór-
doba, 2003.
SHAW, Enrique E. y JUÁREZ CENTENO, Carlos. “La relación entre la Argentina y los Estados
Unidos en época de la Conferencia Panamericana de Río de Janeiro de 1906. Una lectura des-
de La Revista de Derecho, Historia y Letras”. En Escenarios y nuevas construcciones identitarias
en América Latina. UNC. UNVM. Córdoba, 2004.
SOLVEIRA, Beatríz., La evolución del Servio Exterior Argentino entre 1852 y 1930. Ed. Centro
de Estudios Históricos. Córdoba, 1997.
WEND. Alexander. “Anarchy is what states make of it: the social construction of power
politics”. En: International organization, 46, 2. Spring, 1992. Pp. 391-425, y en: http://web.pdx.
edu/~kinsella/ps442/wendt.pdf.
Fuentes y repositorios:
Revista de Derecho, Historia y Letras. Años 1898 a 1914. (Hemeroteca de la Facultad de De-
recho y Cs. Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba y hemeroteca del ex Instituto de
Estudios Americanistas, biblioteca de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universi-
dad Nacional de Córdoba).
Memorias del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. años 1898 a 1914. (Archivo General
de La Nación. Biblioteca del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de La Nación. Biblio-
teca del Congreso de La Nación).
uu
El Tratado de Lisboa y la Política común
de Transportes: Un análisis
Verónica Zamzem*
I. Introducción
1
Tratado Constitutivo de la Comunidad Económica Europea, firmado en Roma el 25 de mar-
zo de 1957, Art. 3.I, inc. f.
Zamzem, Verónica - El Tratado de Lisboa y la Política común de… 495
2
Tratado de la Unión Europea de Maastrich, 1992.
3
Cf. DE RÚS, Ginés y CAMPOS, Javier. “Los fundamentos económicos de la política de
transporte europea: un análisis crítico”, en Investigaciones Regionales, Nº 007, pp.193-206,
Ed. Asociación Española de Estudios Regionales, Alcalá de Henares, 2005, España.
496 Anuario del CIJS (2009-2010)
4
La Comisión Europea ha publicado Libros Blancos sobre Transporte en 1992, dos en 1995
(1995a y 1995b), 1996, 1998, 2001 y 2005.
5
Libro Blanco sobre el Transporte, titulado “La política europea de transportes de cara al
2010: la hora de la verdad”, aprobado por la Comisión Europea el 12 de septiembre de 2001
498 Anuario del CIJS (2009-2010)
6
Reemplaza al Programa PACT (Programa de Acciones Piloto de Transporte Combinado),
creado en 1992.
Zamzem, Verónica - El Tratado de Lisboa y la Política común de… 499
7
Artículo 91 (antiguo artículo 71 TCE):
1. Para la aplicación del artículo 90, y teniendo en cuenta las peculiaridades del sector de
los transportes, el Parlamento Europeo y el Consejo, con arreglo al procedimiento legisla-
tivo ordinario y previa consulta al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones,
establecerán:
a) normas comunes aplicables a los transportes internacionales efectuados desde el terri-
torio de un Estado miembro o con destino al mismo o a través del territorio de uno o varios
Estados miembros;
b) condiciones con arreglo a las cuales los transportistas no residentes podrán prestar ser-
vicios de transportes en un Estado miembro;
c) medidas que permitan mejorar la seguridad en los transportes;
d) cualesquiera otras disposiciones oportunas.
2. Cuando se adopten las medidas contempladas en el apartado 1, se tendrán en cuenta los
casos en que su aplicación pueda afectar gravemente al nivel de vida y al empleo de ciertas
regiones, así como a la explotación del material de transporte.
Zamzem, Verónica - El Tratado de Lisboa y la Política común de… 501
8
CESE 461/2010. TEN/412 Política Europea de transporte/Estrategia de Lisboa y Estrategia
de Desarrollo Sostenible. Bruselas, 17 de marzo de 2010.
502 Anuario del CIJS (2009-2010)
VI. Conclusiones
uu
Sección IV
Historia, Filosofía,
Sociología y Política
Algunos aspectos relevantes del concepto
de poder dentro de la teoría del conflicto
elaborada por Remo Entelman
Introducción
*
Abogado y Magister, docente de la Cátedra Teorías del Conflicto y de la Decisión – Méto-
dos de Resolución de Conflicto de la U.N.C.- (ralvarez_estudio@hotmail.com).
506 Anuario del CIJS (2009-2010)
1
ENTELMAN, Remo, Teoría de Conflictos Hacía un nuevo paradigma, Ed. Gedisa, España
2002.
2
SCHNITMAN, Dora Fried, Nuevos Paradigmas Cultura y Subjetividad, Ed. Paidós Argenti-
na 1994. Citando a Morin Edgar Epistemología de la Complejidad pág. 440: “El pensamiento
complejo no es el pensamiento omnisciente, por el contrario es el pensamiento que sabe que
siempre es local, ubicado en un tiempo y un momento. Tampoco es el pensamiento completo
por el contrario sabe de antemano que siempre hay incertidumbre”.
3
MARTÍNEZ PAZ, Fernando, La Construcción del Mundo Jurídico Multidimensional, Ed. Ad-
vocatus, Córdoba 2004. pág. 53.
Alvarez, Raúl Alejandro - Algunos aspectos relevantes del… 507
4
ENTELMAN, Remo, Teoría de Conflictos Hacía un nuevo paradigma, Ed. Gedisa, España,
2002, pág. 49.
5
ENTELMAN, Remo, Teoría de Conflictos Hacía un nuevo paradigma, Ed. Gedisa, España
2002, pág. 125.
508 Anuario del CIJS (2009-2010)
6
Op. cit., pág. 119.
7
Op. cit, págs. 119 y 120 citando a Steven Lukes.
8
Op. cit., pág. 120.
9
Op. cit., pág. 122 citando a Mario Sttopino en el Dizionario di Politica de Norberto Bobbio y
Nicola Mateucci (1981:1217), tomo II, p.1217 de la segunda edición en español.
Alvarez, Raúl Alejandro - Algunos aspectos relevantes del… 509
10
Op. cit., págs. 123-125.
11
Op. cit., pág. 125.
510 Anuario del CIJS (2009-2010)
los actores del conflicto, en el marco de esa específica relación social que
los vincula y tiene sentido tan solo dentro de la relación —es por lo tanto
un concepto relacional—, es el poder que un actor dispone para obtener
su objetivo que es —o cree que es— incompatible con el objetivo del otro
actor, es el poder de alguien frente a alguien, en una concreta relación con-
flictual12.
En este sentido el poder no es pensado en términos absolutos sino
relativos, el autor pretende saber en cada conflicto, para cada uno de los
actores, cuáles son sus recursos, o cual es su poder, en comparación con el
poder del otro.
Los recursos con los que pueda contar un actor sólo son eficientes
si existe también la voluntad y la decisión de usarlos, para lo cual resulta
necesario realizar un pormenorizado análisis de la situación conflictiva y
los recursos con los que se cuenta para hacer frente a la misma, dentro del
entorno social en donde este se ha generado.
Profundizando la cuestión, advertimos que en la concepción mar-
ciana, el conflicto también se encuentran en las relaciones sociales y se da
fundamentalmente con referencia a la distribución de los recursos, (ma-
teriales o no)13, en donde el orden social solo es posible por la existencia
de la dominación de una clase sobre otras, lo que implica desde el uso de
la fuerza directa hasta el uso de la persuasión y la legitimación del orden
existente14, generando una distribución asimétrica del poder, en el cual los
estratos y grupos dominantes mantienen su situación de privilegio subyu-
gando a los estratos o grupos dominados15. Esta concepción que relaciona
el poder con factores económicos y subordina las relaciones sociales a la
estructura económica, recibe la critica de ser un modelo poco flexible16,
en donde el poder tendría por función esencial mantener las relaciones
de producción y la dominación de una clase, lo que ha sido posible por el
desarrollo de las modalidades de producción y las formas de apropiación
de las fuerzas productivas17.
Entelman estima que, en sentido material, relativo a la disposi-
ción y utilización de los recursos, como en sentido anímico relativo a la
voluntad de utilizarlos, el cálculo de poder se vincula al costo del mismo.
Todo recurso y su utilización genera un costo, que no necesariamente es
12
Op. cit., pág. 127.
13
Lista, Carlos A., Los paradigmas de Análisis Sociológico, Ed. Advocatus, Argentina 2000,
pág. 196.
14
Lista, Carlos A., obra citada, pág. 174.
15
Lista, Carlos A., obra citada, pág. 183.
16
Lista, Carlos A., obra citada, pág. 199.
17
CASTRO, Edgar, El Vocabulario de Michel Foucault, Ed. Prometeo Universidad Nacional
de Quilmes, Bs. As., 2004 pág. 241.
Alvarez, Raúl Alejandro - Algunos aspectos relevantes del… 511
Nuestra opinión.
18
ENTELMAN, Remo, obra citada, págs. 128 y 129.
19
MARTÍNEZ PAZ, Fernando, obra citada, pág. 36.
512 Anuario del CIJS (2009-2010)
20
LISTA, Carlos A., obra citada, pág. 199.
21
BOBBIO, Norberto, MATTEUCCI, Nicola y PASQUINO, Gianfranco, Diccionario de Po-
lítica, Ed. Siglo Veintiuno Editores, 12ª.edición en español, México 2000 págs.1190 a 1202.
22
BOBBIO, Norberto, MATTEUCCI, Nicola y PASQUINO, Gianfranco, obra citad
pág. 1198.
Alvarez, Raúl Alejandro - Algunos aspectos relevantes del… 513
23
MARTÍNEZ PAZ, Fernando, obra citada, pág. 67.
24
MORIN, Edgar, Introducción al Pensamiento Complejo, Ed. Gedisa, España 2001, págs. 32
a 35.
514 Anuario del CIJS (2009-2010)
Conclusión.
25
MORIN, Edgar, obra citada, pág. 60.
26
MARTÍNEZ PAZ, Fernando, obra citada, pág. 41 citando a Edgar Morin.
27
MARTÍNEZ PAZ, Fernando, obra citada, pág. 41.
28
MARTÍNEZ PAZ, Fernando, obra citada, pág. 51.
Alvarez, Raúl Alejandro - Algunos aspectos relevantes del… 515
29
CASTRO, Edgar, El Vocabulario de Michel Foucault, Ed. Prometeo, Universidad Nacional
de Quilmes, Buenos Aires, 2004, pág. 201.
30
Op. cit., pág. 263.
31
Op. cit., pág. 264.
32
Op. cit., pág. 265.
33
Op. cit., pág. 315.
34
Op. cit., pág. 60.
516 Anuario del CIJS (2009-2010)
ENTELMAN, Remo, Teoría de Conflictos. Hacia un nuevo paradigma, Ed. Gedisa, España,
2002.
LISTA, Carlos A., Los Paradigmas de Análisis Sociológico, Ed. Advocatus, Argentina, 2000.
MARTÍNEZ PAZ, Fernando, La Construcción del Mundo Jurídico Multidimensional, Ed. Ad-
vocatus, Argentina, 2004.
SCHNITMAN, Dora Fried, Nuevos Paradigmas Cultura y Subjetividad, Ed. Paidós Argentina,
1994.
uu
35
MARTÍNEZ PAZ, Fernando, obra citada, págs. 78 y 79.
36
MARTÍNEZ PAZ, Fernando, obra citada, págs. 50 y 51.
Oposiciones y lecturas en Córdoba del Tucumán
Marcela Aspell*
acceso al foro en el tránsito de los siglos XVIII a XIX”, Revista general de Legislación y Jurispru-
dencia, LXII (1971), 605-672; M. PESET REIG, “Inéditos de Gregorio Mayans y Siscar (1699-
1781) sobre el aprendizaje del derecho”, Anales del Seminario Metropolitano de Valencia, VI,
11 (1966), 49-110; M. y J. L. PESET REIG, Gregorio Mayans y la reforma de la universidad.
Idea del nuevo método que se puede practicar en la enseñanza de las universidades de España
(1767), Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, Valencia, 1975; M. PESET REIG, “La recep-
ción de las órdenes del Marqués de Caballero de 1802 en la universidad de Valencia. Exceso
de abogados y reforma en los estudios de Leyes”, Saitabi XIX (1969), 119-148; M. PESET REIG,
J. L. PESET REIG, “De la universidad moderna a la contemporánea en España” y “El sistema
de enseñanza en la universidad de Valencia y el plan Blasco de 22 de diciembre de 1786”, Actas
del III Congreso de Historia de la Medicina, 3 vols., Valencia, 1969, III, 263-273, y II, 295-315.
M. PESET REIG, “Una propuesta de código romano-hispano inspirado en Ludovico Antonio
Muratori” Homenaje a Santa Cruz Teijeiro, 2 vols. Valencia, 1974, II 217-260, y “Derecho roma-
no y derecho real en las universidades durante el siglo XVIII”, Anuario de historia del derecho
español XLV, Madrid, 1975.
3
JOVELLANOS, Gaspar Melchor de: Memoria sobre educación pública o tratado teórico
práctico de enseñanza con aplicación a las escuelas y colegios de niños, en Biblioteca de Auto-
res Españoles, obras publicadas e inéditas de don Gaspar Melchor de Jovellanos, Madrid, M.
Rivadeneyra Imprenta, 1858, págs. 230 y 231.
Aspell, Marcela - Oposiciones y lecturas en Córdoba del… 519
4
FEIJOO Y MONTENEGRO, Benito Jerónimo, Causas del atraso que se padece en España en
orden a las ciencias naturales, en Biblioteca de Autores Españoles, obras escogidas del padre
Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro, Madrid, M. Rivadeneyra Impresor, 1863, págs. 540 y
541.
5
PESET, Mariano y PESET, José Luis, La Universidad española, siglos XVIII y XIX, Despotis-
mo y Revolución Liberal, Taurus, Madrid, 1974, págs. 22.
520 Anuario del CIJS (2009-2010)
6
FEIJOO Y MONTENEGRO, Benito Jerónimo. Dictado de las Aulas, en Bibliotecas de Auto-
res, op. cit., pág. 439.
7
Archivo General de Indias, Buenos Aires 14, citado por José María Díaz Couselo, Los censo-
res regios en Indias en VII Congreso del Instituto Internacional de Historia del Derecho India-
no, Actas y Estudios I, Bs. As.1984, pág. 256.
Aspell, Marcela - Oposiciones y lecturas en Córdoba del… 521
8
Memorial histórico español, T. XIII, 73 citado por Mariano Peset y José Luis Peset, op. cit.
pág. 96.
9
PEÑA, Roberto I., Los sistemas jurídicos en la enseñanza del derecho en la Universidad de
Córdoba (1614 -1807), Córdoba, Ediciones de la Academia Nacional de Derecho, v. III, 1986,
pág. 39.
522 Anuario del CIJS (2009-2010)
10
PESET, Mariano y PESET, José Luis, op. cit. pág. 284.
11
MORA Y JARABA, Pablo de, Tratado Crítico. Los errores de Derecho Civil y abuso de los
jurisperitos, Madrid, 1748.
Aspell, Marcela - Oposiciones y lecturas en Córdoba del… 523
12
PESET, Mariano, Correspondencia de Gregorio Mayans y Siscar con Ignacio Jordán Asso del
Río y Miguel de Manuel Rodríguez, 1771-1780, en Anuario de Historia del Derecho Español, v.
XXXVI, Madrid, 1966, pág. 572.
524 Anuario del CIJS (2009-2010)
13
Conforme M. Peset Estudio Preliminar en Gregorio Mayans digital Epistolario Volumen IV
Mayans y Nebot (1753-1742) Un jurista teórico y un práctico.
14
SAAVEDRA FAJARDO, Diego de, Empresas Políticas. Edición, introducción y notas de Fran-
cisco Javier Díaz de Revenga. Planeta Autores Hispánicos. Barcelona, 1988 págs. 144-145.
15
Entre ellos se encontraban la consecuente perdida del conocimiento de la lengua latina por
encontrarse, argumentaba el autor, en castellano la mayoría de las leyes patrias, el segundo
radicaba que las soluciones del derecho civil comunes a todas las naciones de Europa “por
quien se deciden las causas y se juzgan en las cortes ajenas y en los tratados de paz “requería
justamente la presencia de “hombres doctos en el” Diego de Saavedra Fajardo, Empresas Polí-
ticas. Op. Cit. pág. 145.
16
Conforme M. Peset Estudio Preliminar en Gregorio Mayans digital cit pág. 3.
Aspell, Marcela - Oposiciones y lecturas en Córdoba del… 525
17
Un erudito estudio de estos temas se encuentra en el ya citado M. Peset Estudio Preliminar
en Gregorio Mayans digital y en otras obras del mismo autor: La enseñanza del derecho y la
legislación sobre universidades durante el reinado de Fernando VIII (1808-1833) en Anuario
de Historia del Derecho español XXXVIII Madrid, 1968 y Derecho romano y derecho real en
las universidades durante el siglo XVIII también en Anuario de Historia del Derecho español
Tomo XLV Madrid, 1975, pags.
18
CASANOVAS, I. y BATLLORI, M., Joseph Finestres Epistorari II, 349, citado por Marino Peset
y José Luis Peset, op. cit., pág. 293.
19
MOUSSET, Albert, Un temoin ignore de la Revolution: le comte de Ferán Núñez, ambassa-
deur d’Espagne a Paris (1787 - 1791), París, 1924, pág. 49. (Carta sin fecha).
526 Anuario del CIJS (2009-2010)
20
Las Siete Partidas de Alfonso el Sabio. Partida II, Título XXXI, Ley II.
21
“Tiene Vuestra Majestad en esta ciudad una Universidad Real y Pontificia fundada en el Co-
legio de la Compañía de Jesús, en que se estudia con singular aplicación y de ella salen sujetos
de aventajadas prendas, graduados de maestros y doctores, que se quedan sin premio, parece
muy conveniente, que dichos graduados, en premio del afán de sus estudios y para estimular
a la juventud a ellos fueran preferidos en vuestro real Consejo y acá en estas tres provincias de
Tucumán, Paraguay y Río de la Plata fueran asimismo preferidos para la provisión de los cura-
tos, que tal vez en concurso de graduados sale nominado el que no lo es y en las pretensiones
preferido el que no es tan hábil.” Roberto Levillier. Antecedentes de política económica en el Río
de la Plata, Documentos originales de los siglos XVI al XIX seleccionados en el Archivo de Indias
de Sevilla, ordenados y publicados por... Madrid, 1915, Libro I, Tomo I, pág. 38 y siguientes.
Aspell, Marcela - Oposiciones y lecturas en Córdoba del… 527
penalidad que padecen los jueces que no les es posible valerse de asesor, ur-
giéndole mandase fundar en esta Universidad una Cátedra de Cánones y
Leyes con que se proveyeran estas tres provincias de sujetos de letras y capa-
ces para gobernar las repúblicas y usar los oficios de justicia, así en lo ecle-
siástico como en lo secular en que se experimenta gran necesidad y falta”.
El remedio a tales males, desafiando los perjuicios de fuerte arrai-
go en la sociedad indiana, que teñían la toga del abogado con tintes inde-
seables, no obstante el peraltado concepto que se tenía del magistrado y la
altísima valoración de la justicia, era, justamente, crear las cátedras univer-
sitarias que posibilitaran la graduación de abogados.
Pero el Cabildo de la ciudad no permaneció indiferente a estos afa-
nes. En la sesión del 8 de julio de 1775, los regidores acordaron solicitar al
monarca:
“.... Se dote a los menos una cátedra de leyes para que instruidos
sus vasallos en ellas y en las demás facultades concernientes al
conocimiento de sus obligaciones sepan defender con honor la
jurisdicción y regalías de su majestad, haya quienes desempeñen
con lustre los empleos, gobiernen estas provincias en equidad y
justicia y finalmente que, alentarnos con la esperanza de premio
se dediquen con eficacia y empeño en su propia instrucción”22 .
El 7 de noviembre de 1784, el marqués don Rafael de Sobremonte
se sienta oficialmente en el sillón de la Gobernación Intendencia de Córdo-
ba del Tucumán. Y no puede haber circunstancia más feliz para la concre-
ción de las aspiraciones que nos ocupan. Porque el Marqués es un hombre
comprometido con los ideales políticos del Siglo de las Luces, y zanjados
aunque no olvidados, los roces que lo enfrentan con el Rector de la Uni-
versidad, fray Pedro Guitián, elevándose abultados expedientes a José de
Gálvez, Marqués de Sonora, viaja Sobremonte a Buenos Aires y pone en
mano propia de su superior, don Nicolás del Campo, Marqués de Loreto,
el informe donde relata la necesidad del establecimiento de la cátedra de
leyes en la Universidad de Córdoba.
Ya en tiempos del virrey don Nicolás de Arredondo, este dirige un
oficio en consulta al claustro universitario el 15 de noviembre de ese mis-
mo año, presidida por el padre lector de prima, fray Pantaleón García y los
padres lectores de vísperas, moral y cánones fray Elías del Carmen, fray An-
22
Archivo Municipal de la Ciudad de Córdoba, Actas Capitulares, Libro XXXV, folio 198, se-
sión del 8 de Julio de 1775.
528 Anuario del CIJS (2009-2010)
gel Díaz, fray Ignacio Garay y el padre lector de artes fray Anastasio Suárez,
amén de otros graduados ilustres23.
De lo allí deliberado, surge claramente que no fue unánime la
voluntad de buscar soluciones para el establecimiento de la cátedra. De-
bíanse salvar inconvenientes económicos que el propio Virrey aconsejaba
obviar, con un pequeño aumento en la matrícula de los estudiantes y la
supresión de las becas de gracia.
Por otra parte, la inauguración de una sola cátedra violaba expre-
samente el contenido de la Real Cédula del 22 de enero de 1786, incorpo-
rada luego a la Novísima, que ordenaba: “que en ninguna Universidad del
reino se diesen o confiriesen grados de bachiller en facultad que no hubie-
se dos cátedras, a los menos de continua y efectiva enseñanza y que esto se
observase en lo sucesivo, sin embargo de cualquier privilegio, costumbre o
posición contraria y bajo la pena de nulidad de los que se recibieran de otra
manera”.
Las vacilaciones del claustro contrastan con el unánime asenti-
miento que formulan los cabildos eclesiásticos y regular, cuya opinión re-
quiere el gobernador.
También apoya el proyecto el síndico de la ciudad, Pedro Lucas de
Allende, de todos modos es notable en el temple de todos estos avances,
la férrea voluntad que animaba los propósitos del Marqués. Alguien ha
querido ver tras los empeños de su pluma, la indisimulada presencia de
Victorino Rodríguez, el hombre más versado en ciencias jurídicas con que
contaba la ciudad.
Lo cierto es que el 26 de febrero de 1791, se despacharon en Bue-
nos Aires el auto ereccional de la Cátedra de Instituta24. El propio Sobre-
monte, “respecto a ser este establecimiento de primera creación” se encon-
traba facultado para proponer “sujeto de correspondiente idoneidad y de-
más calidades necesarias para regentear dicha cátedra”. Sobre el particular,
no asaltaron al Marqués dudas ni vacilaciones. Su admirativa amistad por
Victorino Rodríguez decidió su elección que fundamentaba en la reunión
“de las más recomendables calidades de ciencia, prudencia y conducta”25. El
12 de marzo de 1791 es designado, pues, Victorino Rodríguez, primer ca-
tedrático de Instituta26. Se convertía así, en el primer profesor del inmortal
texto justinianeo, un antiguo alumno de la Facultad de Teología de la Uni-
versidad de Córdoba, que no había podido graduarse de doctor, a pesar de
23
BUSTOS, Zenón, Anales de la Universidad Nacional de Córdoba, segundo período (1778-
1795), Córdoba. 1902, t. II, págs. 806 y ss.
24
BUSTOS, Zenón, op. cit., págs. 831 y ss.
25
Idem.
26
Archivo Universidad Nacional de Córdoba, Documentos libro III, folio 389.
Aspell, Marcela - Oposiciones y lecturas en Córdoba del… 529
27
PEÑA, Roberto I., op. cit., pág. 181. Victorino Rodríguez había nacido en la ciudad de Cór-
doba, probablemente el 6 de marzo de 1755 ó 1756. Hijo del español peninsular don José
Rodríguez, quien se desempeñara como Alcalde de Primer y de Segundo Voto, Mayordomo
del Hospital Regidor y Diputado ante la Audiencia de la Plata, Tesorero de Bulas de la Santa
Cruzada, Mayordomo del Santísimo Sacramento etc. entre otros cargos honrosos y de doña
Catalina Ladrón de Guevara. Victorino Rodríguez pertenecía, pues a una familia numerosa de
buena posición social con arraigo americano desde tiempos de la conquista, viejos apellidos
que se habían enlazado con nuevas alianzas de europeos radicados en la ciudad. En 1768 in-
gresó a la Facultad de Artes de la Universidad de Córdoba, como manteísta o externo, donde
luego de aprobar los cursos respectivos de Lógica, Física, Metafísica, Anima o generación,
recibió los grados de Bachiller, Licenciado y Maestro. Prosiguió luego los estudios en la Fa-
cultad de Teología y Cánones, donde pese a aprobar las cuatro parténicas y la Ignaciana, no
pudo acceder al doctorado por carecer de condición sacerdotal. Luego se trasladó a Charcas
para comenzar los estudios de Abogacía en la Facultad de Leyes de Chuquisaca y estudió las
instituciones de Justiniano con el texto del jurista holandés Arnoldo Vinnio, adicionado con
las notas de Heineccio. Se graduó en Leyes el 30 de mayo de 1784 y fue abogado de su Au-
diencia y también de la de Buenos Aires, luego de una ausencia de aproximadamente cuatro
años regresó a Córdoba donde ejerció su profesión de Abogado. Cabe agregar que en ese año
sólo residían en esta ciudad cuatro abogados seglares, los doctores Domingo Ignacio de León,
Juan Luís de Aguirre, Francisco José de Uriarte y Nicolás Pérez del Viso, este último se desem-
peñaba como Teniente Asesor de Gobierno, lo que le traía aparejado una mayor dedicación
a las obligaciones inherentes a su cargo y una gran concentración en los asuntos oficiales
de su competencia. La llegada de Victorino Rodríguez constituye un hecho importante en la
Córdoba de1784, habida cuenta que el régimen político y administrativo se había instaura-
do como consecuencia del establecimiento de la Real Ordenanza de Intendentes y ya estaba
anunciado la venida del Primer Gobernador Intendente de la nueva gobernación, el Marqués
de Sobremonte, gestor del establecimiento de la primera escuela argentina de leyes. Ocupó
el cargo el 7 de noviembre de 1784, el imperio de su jurisdicción se extendía a Córdoba, La
Rioja, San Juan, San Luis y Mendoza. El 1 de enero de 1786 fue nombrado Rodríguez, Regidor
Defensor de Menores, cargo, que como el de Alcalde, eran renovados anualmente, el primero
de enero de cada año por los cabildantes salientes. Su oficio de regidor, concluyó, pues, el 31
de diciembre de 1786. Victorino Rodríguez se convirtió en un activo consejero del Marqués
de Sobremonte que en 1788 lo designó Visitador Subdelegado con facultades administrati-
vas y policiales para que recorriera los pueblos de la villa de Jachal, Guandacol, Valle Fértil
y Ciudad de la Rioja. Posteriormente se le encomendó la visita de los yacimientos auríferos
de la Carolina. El cargo de Teniente Asesor lo desempeñó interinamente desde 1784 en las
periódicas ausencias de su titular, el Licenciado Nicolás Pérez del Viso y lo conservó hasta
el fin de sus años. Estas funciones importaban el ejercicio de la jurisdicción civil y criminal en
la capital y su territorio, el asesoramiento al gobernador en todas las negociaciones de la in-
tendencia de la capital y su territorio y en los trámites de la intendencia y suplirlo en su ausen-
cia, enfermedad y fallecimiento. Fue así como Victorino Rodríguez debió asumir el mando de
la provincia con motivo de la muerte del entonces gobernador, Coronel Don José González,
ocurrida el 1805. El gobierno interino de Rodríguez duró dos años, pero durante ese período
adoptó medidas de importancia en materia de administración de justicia, tendientes a me-
jorarla, entre otras propuso la remoción de jueces y pedáneos con intervención del Cabildo.
El 1 de enero de 1789 fue elegido Alcalde Ordinario de Segundo Voto, circunstancia que le
aseguraba la alcaldía del primer voto para el año siguiente, conforme con lo dispuesto en la
Real Ordenanza de Intendentes de 1782 y su modificatoria de 1783. Actuando como Juez en
la causa Baldez Santiago por supuesto autor de muerte a Melchor Ruiz remitió en asesoría los
autos al Doctor Miguel José de Galigiana, abogado de la Real Audiencia del distrito, residente
530 Anuario del CIJS (2009-2010)
en Buenos Aires. La novedad que importó este caso, lo constituye la precisa circunstancia que
un juez versado en derecho, designado profesor de Instituta dos años más tarde en la Univer-
sidad Real de Córdoba, recurrió igual al dictamen de un asesor letrado.
28
BUSTOS Zenon, op. cit. Acuerdo del 22 de agosto de 1791.
29
BUSTOS Zenon, op. cit., pág. 908 y ss.
Aspell, Marcela - Oposiciones y lecturas en Córdoba del… 531
Conforme M. Peset Estudio Preliminar en Gregorio Mayans digital Epistolario op. cit. Volu-
30
31
PEÑA, Roberto I. op. cit., pág. 184.
32
PEÑA, Roberto I., op. cit., pág. 185. Ha dicho Álvarez de Morales: “Heineccio contribuyó
decisivamente al éxito de Vinnio en la Europa del siglo XVIII, pues anotó sus obras y las ree-
ditó. Su contacto con Vinnio se produjo como consecuencia de que fue unos años profesor de
la Universidad holandesa de Franecker, lo cual le conectó con los medios jurídicos holandeses
ya para toda su vida. En España se editaron varias de sus obras por primera vez reunidas en
cuatro tomos en 1789-90 bajo el título de Institutionum imperialium libri III Arnoldi Vinnii...
notis ilustrati, Accedunt in eosdem libros Gottlieb Heineccii... Es significativo que esta edición
aparezca en los mismos años que el Vinnius Castigatus”. Conforme Álvarez de Morales, op. cit,
pág. 151.
Aspell, Marcela - Oposiciones y lecturas en Córdoba del… 533
33
SEMPERE Y GUARINOS, Juan, Biblioteca Española Económico-Político, Madrid, 1801. t. II.
pág. 123.
34
PABLO DE MORA Y JARABA, Tratado Crítico. Los errores del derecho civil y abusos de los
jurisperitos, Madrid, 1748, pág. 172.
35
Idea del nuevo método que se puede practicar en, la enseñanza de las universidades de Espa-
ña. En M y J.L Peset Gregorio Mayans y la reforma universitaria. Valencia, 1975 pág. 245.
534 Anuario del CIJS (2009-2010)
rista destacado, discípulo de Fray Juan Antonio Ponce, Fiscal del Consejo
de Indias, autor de los Diálogos de Chindulza (sobre el estado de la cultura
española en el reinado de Fernando VI)36 quien centro su denuncia en las
deficiencias de la instrucción universitaria: “Provéense las Audiencias (des-
de donde por sus pasos contados vienen a parar a los Consejos que tiene el
Rey en su Corte) de colegiales mozos, sin ciencia ni experiencia de negocios, y
sin haber estudiado la jurisprudencia práctica, teniendo sólo cuando salen
de los Colegios una escasa y superficial noticia del Derecho de los Romanos,
que estudian sin orden ni método, sin la historia y antigüedades romanas;
sin la crítica y erudición necesaria para discernir la diferencia de tiempos y
costumbres, y sin otras cosas para hacer buen uso de la teórica del Derecho
que estudian en las Universidades, sin haber estudiado las Leyes del Reino,
ni aun tener noticias de sus colecciones, empiezan a votar los pleitos, entre-
gándose enteramente a los Colegiales Ministros que hay en las Audiencias.
58 Por lo visto, la secta de los colegiales tenía gran afecto al derecho roma-
no. Por tradición consideraban que en él estaba la sabiduría y, también por
tradición, hacían su carrera a través de las cátedras de la universidad… Lo
peor… es que para sentenciar los pleitos recurren antes a él [Digesto] que a
las Leyes del Fuero juzgo, Partidas, Estilo, Ordenamiento y Recopilación, no
teniendo los más Ministros Colegiales todas estas colecciones, y muchos de
ellos ni aun noticia, ni se cuidan de ello, mirándolas siempre con horror por
haber sido su estudio en los colegios sobre los ápices y sutilezas del Derecho
civil, con que toda su vida viven preocupados. Las leyes de la Partida, que
son las que suelen tener, sólo las abren en algún caso, y ninguno las estudia
de propósito, sin hacerse cargo que son un compendio del Derecho canónico
y civil, en que se aclaran muchos puntos difíciles, se deciden muchas contro-
versias y se traen lugares oportunos de Santos Padres, filósofos antiguos, que
conduce mucho para dar autoridad a las opiniones que encuentran en los
mismos libros de que se valen. Lo mismo ejecutan con las leyes de la Recopi-
lación, Pragmáticas, Autos Acordados, Ordenanzas, Cédulas, Instrucciones
particulares y fueros Municipales que debieran saber de memoria para los
casos obvios y frecuentes en los Tribunales, y cuando se les citan por los boga-
dos las extrañan, dificultan y las más las veces las desprecian37.
36
Los Diálogos de Chindulza (sobre el estado de la cultura española en el reinado de Fernando
VI) (1761), permanecieron inéditos hasta su publicación en 1972 por el Profesor Francisco
Aguilar Piñal. Se destacan asimismo sus obras: Memorial dirigido al Rey nuestro Señor sobre
los abusos de los abintestatos y el folleto de 14 páginas Sobre el abuso introducido por las jus-
ticias eclesiásticas y seculares en distribuir el quinto o una parte considerable de la herencia de
los que mueren.
37
LANZ DE CASAFONDA, Manuel. Diálogos de Chindulza. Textos y estudios del siglo XVIII.
Edición, introducción y notas de Francisco Aguilar Piñal, Cátedra Feijoo, Universidad de
Oviedo, 1972, pág. 127-128.
Aspell, Marcela - Oposiciones y lecturas en Córdoba del… 535
38
El informe se encuentra trascripto en F. Aguilar Piñal: Los comienzos de la crisis universita-
ria en España, Madrid, 1967 pág. 168.
39
Citado por M. Peset Estudio Preliminar en Gregorio Mayans digital Epistolario op. cit. Volu-
men IV Mayans y Nebot (1753-1742) Un jurista teórico y un práctico.
40
Un erudito y completo panorama se encuentra en el ya citado: M. Peset Estudio Preliminar
en Gregorio Mayans digital Epistolario op. cit. Volumen IV Mayans y Nebot (1753-1742) Un
jurista teórico y un práctico.
536 Anuario del CIJS (2009-2010)
41
Conforme Peset, Mariano: Novísimo Sala Mexicano o el final del viejo Derecho Hispano.
En Memoria del IV Congreso de Historia del Derecho Mexicano. México, 2 volúmenes, 1988
II, pág. 895 y siguientes.
42
Idem, pág. 899.
43
Sustentada en los textos de las Siete Partidas y la Nueva Recopilación no olvida la consulta
de los textos de Gregorio López, Antonio Gómez, Matienzo, Covarrubias, Salgado de Somoza,
Hevia Bolaños, Parladorio, Vela, Gutiérrez, etc.
Aspell, Marcela - Oposiciones y lecturas en Córdoba del… 537
decir del profesor Peset “un deseo de lograr una enseñanza panorámica del
derecho tal como quiso la política ilustrada en Europa y en España”44.
Lentamente los cambios refractarían en las universidades india-
nas.
Al existir, pues, en este primer período de la Universidad Real, una
sola cátedra de Instituta, para suplir esta deficiencia y no violar el texto ex-
preso de la ya citada Real Cédula del 22 de enero de 1786, los estudiantes
debían concurrir a las lecciones de Teología, Moral y Cánones que se im-
partían en la Facultad de Teología.
Pero el claustro no resignó su decidido propósito de adelantar y
dotar suficientemente a los recién creados estudios de derecho, apuntando
a la tan deseada provisión de otra cátedra y al otorgamiento de grados que
aliviaran a los estudiantes de la gravosa carga que les significaba concluir
sus estudios en la lejana Universidad de San Francisco Javier, circunstancia
tal, que hacia finales de 1792, sólo tres alumnos rindieron el examen del
segundo curso de Instituta y apenas uno el primero.
El catedrático Rodríguez así se lo hacía saber al Gobernador In-
tendente: “Los progresos no llegarán a llenar las ideas de su Excelencia y
esperanzas del público en toda su extensión si no se proporcionaran grados
en el derecho que además de ser el aliciente de la juventud es también el úni-
co medio de evitar los crecidos gastos que son indispensables en el dilatado
viaje hasta la de Charcas”45.
Y el mismo claustro reunido el 9 de diciembre de 1792, comisionó
al padre Rector, fray Pedro Guitián para que: “a nombre de la misma Uni-
versidad y representando a todo su claustro, pase a presentarse personal-
mente al tribunal del Excmo. Señor Virrey y lo demás que estime convenir, a
solicitar el establecimiento de otra cátedra a efecto de que puedan conferirse
aquí los grados de derecho como se confieren en la Universidad de La Plata
y evacuar todos los encargues que sean consiguientes a éste y puedan ofréce-
sele al dicho claustro y Universidad”46 .
Dos años más tarde se coronan las laboriosas gestiones, creándose
por auto virreinal del 15 de junio de 1793 la Cátedra de Jurisprudencia Ci-
vil y otra de Jurisprudencia Canónica con la dotación anual de doscientos
y ciento quince pesos respectivamente, a cargo una y otra, del presbítero
doctor José Tristán Moscoso y fray Ángel Díaz. Por su parte, el 20 de sep-
tiembre de 1795, una Real Provisión fechada en San Idelfonso, concedía
a la Universidad Real la facultad de otorgamiento de grados de bachiller,
licenciado y doctor en Derecho Civil.
44
Peset, Novisimo Sala cit, pág. 900.
45
A.H.P.C., Escribanía 1, 1791, folio 244, citado por Carlos Luque Colombres, op. cit., pág. 44.
46
BUSTOS, Zenón, op. Cit., t. II, pág. 928.
538 Anuario del CIJS (2009-2010)
47
AGÜERO, Alejandro, Sobre el uso del tormento en la Justicia Criminal Indiana de los Siglos
XVII y XVIII en Cuadernos de Historia. Instituto de Historia del Derecho y de las Ideas Políti-
cas. Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, Volumen X págs. 195 y
siguientes. Córdoba, 2000. 13 Idem, pág. 100.
48
Ellos fueron Juan Tomás Gómez, Francisco Henriquez Peña, Pedro Pascual Arias, Pruden-
cio Lazcano, Juan Manuel Casas, Tomás Landa, Jerónimo Salguero de Cabrera, Francisco
Antonio Alberro, Manuel Bernabé de Orihuela, Juan Bautista Paz, José Manuel de Allende,
Manuel Ortíz, José de Seide, Nicolás de Herrera, Benito Piñeiro, Juan José de Lami, Fernan-
do Aramburu, Manuel Hermenegildo Arias, Felipe de Mendiolaza, Pedro Antonio Zeballos,
Tomás Bailon de Allende, Estanislao Moyano, Ramón de la Corte, Benito Lazcano, Miguel
Redruello, José Dámaso Jijena, Nicolás Calvo Vaz, Francisco Javier Uriarte, Bonifacio Redrue-
llo, Mariano de Irigoyen, Pedro Alcántara Somellera, Pedro Doncel, Pedro Ignacio de Acuña,
Bartolomé Córdoba y Ceballos, Norberto Javier del Signo y Echenique, José Antonio Ortíz del
Valle, José Benjamín Alfaro, Joaquín Campana, Narciso Moyano, José Manuel de Mendiola-
Aspell, Marcela - Oposiciones y lecturas en Córdoba del… 539
za, Rafael Palavecino, Pedro Francisco Valle, Rafael Ferreira, Pedro José Pellizar, Miguel Diez,
Juan Nepomuceno Goitia, Manuel José Báez, José Antonio Barros, José Ignacio Torres, Juan
Antonio Etura, Bernardo Vera, José Gabriel García de Miranda, Andrés Ramírez, Pedro Igna-
cio de Castro Barros, José de Losa, Manuel Antonio Báez, Juan Antonio de Sarachaga, Ramón
de Alcorta, José Felipe Funes, Santiago González Rivadavia, Mariano de Matalinares, Ignacio
Soria, José Manuel Deheza, Nicolás Posada, Juan Manuel Cardoso, José Antonio Garrón, Igna-
cio Rosas, José Roque Funes, Félix Ignacio Frías, Pedro José Indaburu, José Marcelino Tissera,
Nicolás Doria y Dávila, Juan Antonio Neirot, Mauricio Alvaro de Luna y Cárdenas, José Reyes,
Francisco Javier Frías, José Pérez, Claudio Ovejero, Miguel Núñez Duarez, Mariano Lozano.
Archivo de la Universidad Nacional de Córdoba, Exámenes de Derecho, Libro I, pág. 1-47,
citado por Carlos Luque Colombres: El Doctor Victorino Rodríguez Primer catedrático de Ins-
tituta de la Universidad de Córdoba. Córdoba, 1947.cit.
49
ORGÁZ, Raúl. Para la historia de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba,
Revista Jurídica de Córdoba, Año 2, Número 8, Córdoba, 1949. págs. 80-81.
50
LUQUE COLOMBRES, Carlos, op. cit, págs. 84-85.
540 Anuario del CIJS (2009-2010)
uu
51
ELORDI, Guillermo F. Mariano Moreno. Ciudadano ilustre, Buenos Aires, 1943, págs. 192-
193.
Modelos y metáforas: la cuestión de la referencia
Paul Ricoeur
1. Introducción
* Prof. Titular, Investigador CIJS, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Director I+D
SECYT-UNC.
1
BLACK, M. Metáforas y modelos; Madrid, Tecnos, 1966, pág. 225.
2
HESSE, M. Models and Analogies in Sciences; Notre-Dame University Press, 1970.
542 Anuario del CIJS (2009-2010)
3
RICOEUR, Paul, Educación y Política; UCA, Prometeo libros, Bs. As., 2009, pág. 39.
4
CHAKRAVARTTY, A. “The semantic model. Theoretic View of Theories and Scientific Rea-
lism” in Sinthese 127, 2001: 325-345. Klewer Academic Publisher, pág. 326.
5
LORENZANO; P. Y DIEZ, J. (comps.) Desarrollos actuales de la metateoría estructuralista;
Buenos Aires, UNQ, 2002, pág. 28.
6
LORENZANO; P. y Díez, J. op. cit., pp. 4-5.
Avendaño, María del Carmen - Modelos y metáforas: la cuestión… 543
2. Arte y ciencia
7
MOULINES, U. Pluralidad y Recursión, Madrid, Alianza, 1991, 89.
8
CABANCHIK, S. “El Ser se hace de muchas maneras”, en El Giro Pragmático en la Filosofía”,
Gedisa, Barcelona, 2003, pág. 184.
9
MOULINES, U., op. cit. 1991, pág. 90.
544 Anuario del CIJS (2009-2010)
10
GOODMAN, N. Los Lenguajes del Arte, Barcelona, Seix Barral, 1976: 91-2.
11
MOULINES, U., op. cit. 1991, pág. 92.
12
GOODMAN, op. cit. 1976, págs. 21-23.
Avendaño, María del Carmen - Modelos y metáforas: la cuestión… 545
13
GOODMAN, op. cit. 1976, pág. 38.
14
GOODMAN, op. cit. 1976, pág. 48.
15
MOULINES, U., op. cit. 1991, pág. 95.
16
MOULINES, U., op. cit. 1991, pág. 107.
546 Anuario del CIJS (2009-2010)
17
GOODMAN, op. cit. 1976, pág. 68.
18
MOULINES, U., op. cit. 1991, págs. 100ss.
Avendaño, María del Carmen - Modelos y metáforas: la cuestión… 547
19
PUTNAM, H. “Reflections on Goodman’s Ways of Worldmaking,” in Realism and Reason:
Philosophical Papers Volume III; Cambridge: Cambridge University Press, 1983, 3:155.
20
MOULINES, U. (1991) Pluralidad y Recursión, Madrid, Alianza, 1991, págs. 131 ss.
21
MOULINES, U. op. cit., pág. 184.
548 Anuario del CIJS (2009-2010)
22
MOULINES, U. op. cit., pág. 136.
23
QUINE, W. Desde un punto de vista lógico; Barcelona, Ariel, 1962, pág. 25.
24
GLOCK H. Quine and Davidson on Language, Thought and Reality. Cambridge University
Press. New York, 2003.
25
Ibid.
Avendaño, María del Carmen - Modelos y metáforas: la cuestión… 549
Conclusiones
26
DAVIDSON, D. Subjective, Intersubjetive, Objective; Oxford U. Press, 2001.
27
MOULINES, U. “Approximation and Idealization from the Structuralist Point of View” in
Kuokkanen, M. (ed.) Idealization VII: Structuralism, Idealization and Approximation; Poznan
Studies in the Philosophy of the Sciences and the Humanities. Rodopi, Amsterdam, 1994,
pág. 27.
28
Las versiones del mundo no pueden, sin embargo, ser medidas “por comparación con un
mundo no descrito” porque los dos son ontológicamente inconmensurables y por lo tanto
incomprensibles.
MCDERMID, D., “Pragmatism And Truth: The Comparison Objection To Corresponden-
ce”, The Review Of Metaphysics. Volume: 51. Issue: 4. Philosophy Education Society, Inc.,
2002, pp. 15-17.
550 Anuario del CIJS (2009-2010)
CABANCHIK, Samuel, “El Ser se hace de muchas maneras”, En El Giro Pragmático en la Filo-
sofía”, Gedisa, Barcelona, 2003.
CHAKRAVARTTY, A. “The semantic model. Theoretic View of Theories and Scientific Realism”
in Sinthese 127, 2001: 325-345. Klewer Academic Publisher.
GLOCK, Hans-Johann, Quine and Davidson on Language, Thought and Reality. Cambridge
University Press. New York, 2003.
GOODMAN, Nelson, Los Lenguajes del Arte, Barcelona, Seix Barral, 1976.
HESSE, Mary, Models and Analogies in Science; University of Notre Dame Press, 1970.
29
McDERMID, D., Ibid.
Avendaño, María del Carmen - Modelos y metáforas: la cuestión… 551
MOULINES, Ulises “Approximation and Idealization from the Structuralist Point of View” in
Kuokkanen, M. (ed.) Idealization VII: Structuralism, Idealization and Approximation; Poznan
Studies in the Philosophy of the Sciences and the Humanities. Rodopi, Amsterdam, 1994.
— “The Craving For Objectivity,” in Realism With A Human Face Cambridge, Mass.: Harvard
University Press, 1990.
RICOEUR, Paul, Educación y Polìtica; UCA, Prometeo libros, Bs. As., 2009.
uu
Cambios en la organización temporal del
trabajo jurídico: La mirada de los abogados*
1. Introducción
*La investigación fue posible gracias al subsidio brindado por la Secretaría de Ciencia y
Técnica de la Universidad Nacional de Córdoba. En el equipo de la investigación intervi-
nieron también Julio Carballo, Eugenia Gastiazoro, Santiago Amietta y Sebastián Viquei-
ra.
** Doctora en Ciencia Política (UCC) y Especialista en Sociología Política (Centro de Es-
tudios Constitucionales, Madrid). Profesora Titular, Sociología Jurídica A, Facultad de
Derecho y Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Córdoba. Investigadora Categoría
I, Programa Nacional de Incentivos, Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales, UNC.
Correspondencia relativa a este artículo a mibergoglio@gmail.com.
554 Anuario del CIJS (2009-2010)
1
Mayores detalles sobre las características generales de las muestras, y el modo en que fue-
ron procesadas, ver Bergoglio y Carballo.
Bergoglio, María Inés - Cambios en la organización temporal… 555
2
Según datos de UNIJUS, el número total de causas ingresadas cada 100.000 habitantes
(incluyendo justicia federal y todas las provinciales), que era de 9935 en el año 2000, pasó a
10.225 en 2004.
556 Anuario del CIJS (2009-2010)
3
El US Department of Labor informa que el 50% de los abogados que tienen un trabajo de
tiempo completo trabaja más de 50 horas semanales. U.S. Department of Labor - Bureau of
Labor Statistics. Accesible en: http://www.bls.gov/oco/ocos053.htm#conditions.
4
.. me parece que se trabaja más tiempo en Buenos Aires que en Córdoba, sobre todo en los
estudios grandes, no sé muy bien como serán los estudios chicos en Buenos Aires pero en los es-
tudios grandes sí. Se trabaja 14 horas por día… una cosa así. (Caso 4, Abogado junior, estudio
grande, Buenos Aires).
Bergoglio, María Inés - Cambios en la organización temporal… 557
5
... se trabaja mucho, se trabaja mucho. Incluso en el estudio hay mucha gente que vamos los
sábados, si bien no es algo obligatorio... muchas veces el número de causas que uno maneja o
de clientes, hace que tenga que ir los sábados para poder estar al día (Caso 6, Abogada junior,
estudio mediano, Córdoba).
6
…. es otra visión y otra modalidad de trabajo, a nosotros nos exigen resultados, no nos pre-
guntan cómo ni cuándo lo vamos a hacer (Abogada senior, estudio mediano en Buenos Aires,
caso 14).
558 Anuario del CIJS (2009-2010)
diciendo “¡Caí al tipo que más sabe de esto!” (Caso 20, Abogado
con estudio en Córdoba).
Sin embargo, en muchos casos, las amplias posibilidades que brin-
dan las nuevas tecnologías no traen mayor disponibilidad de tiempo libre,
sino que implican igualmente una intensificación del ritmo de trabajo has-
ta niveles difíciles de imaginar tiempo atrás.
…hemos llegado a procesar más de siete millones de fojas en me-
nos de dos meses, lo cual sin tecnología hubiera sido imposible.
Por supuesto es ineliminable el trabajo intelectual individual
del profesional pero digamos la gestión de la información ha
cambiado radicalmente. Entonces tenemos información al día
en línea en tiempo real de Estados Unidos, de Francia (Caso 14,
Abogada senior, estudio mediano en Buenos Aires).
Contra lo que pudiera esperarse, la intensificación del tiempo y del
ritmo del trabajo jurídico no implica mayores ingresos; antes bien, consti-
tuye una respuesta a la caída generalizada de los ingresos de la mayoría de
los abogados7.
E. - ¿Se trabaja, entonces, más por menos cantidad de dinero?
A. (Además afirmativo) - Uno producto de la crisis, la crisis eco-
nómica del año 2001 y segundo los altos niveles de competen-
cia.
E. - ¿Y cómo se da eso?
A.- Y que en los grandes estudios, sobretodo en el ámbito del
sector empresarial tienen que estar prácticamente a disposi-
ción plena de las empresas.... Imagináte una gran cadena de
supermercados, que tiene un conflicto por un empleado a las
8 y media de la tarde, que no sabe si aplicarle una sanción, no
la sanción, si suspenderlo o no suspenderlo, te hablan a las 9
menos cuarto de la noche, estés o no en el estudio. Entonces la
disponibilidad horaria es más amplia. Y segundo, la competen-
cia. Vos sabes que si no respondes rápidamente es muy factible
que el lobby de otro gran estudio, sobretodo a nivel de grandes
estructuras tenga su impacto, ¿no? para burlarte el cliente (Caso
23, Abogado de edad mediana, estudio unipersonal, Córdoba).
7
Para un análisis detallado de la evolución reciente de los ingresos de los abogados, ver BER-
GOGLIO y CARBALLO (2005).
560 Anuario del CIJS (2009-2010)
8
Trabajando en Chile, ASHTON (2001) encontró igualmente que los clientes internacionales
exigen mayor rapidez a los abogados.
Bergoglio, María Inés - Cambios en la organización temporal… 561
A. Si, vos tenés que estar 24 horas para él, rápido ahí. Si le podés
resolver el problema por teléfono mejor. Si te tiene que hablar un
domingo, te habla un domingo porque hay también una ma-
yor flexibilidad laboral, es decir los problemas pueden surgir en
cualquier momento y vos tenés que dejar todo por el tema de
la gran competencia y segundo por que están así las condicio-
nes, vos sabés que si dejas insatisfecho un reclamo, se busca otro
(Caso 23, Abogado de edad mediana, estudio pequeño, Córdo-
ba).
9
En la provincia de Buenos Aires, Fucito (1998) encontró también jornadas laborales redu-
cidas entre las abogadas, muchas veces facilitadas por el hecho de que el estudio se ubica en
la vivienda.
Bergoglio, María Inés - Cambios en la organización temporal… 563
10
Para un análisis de las diferencias de género en la movilidad dentro de la profesión jurídica,
ver Bergoglio (2007b).
564 Anuario del CIJS (2009-2010)
11
Esta cifra resulta menor al promedio encontrado por Dinovitzer y Garth (2004) en su
estudio de los jóvenes abogados norteamericanos, cifrado en 49 horas semanales.
Bergoglio, María Inés - Cambios en la organización temporal… 565
tradicional, los socios trabajan más horas semanales (50,8) que los asocia-
dos (47,7). En cambio, en las grandes firmas, las diferencias se invierten, y
los jóvenes asociados trabajan 54 horas por semana, y los socios, 49,9.
Puede decirse entonces que el análisis de las demandas tempo-
rales que experimentan distintos grupos de abogados pone de relieve la
fragmentación de las condiciones de trabajo dentro de la profesión, aso-
ciada a la expansión de las tendencias empresariales en la organización
del trabajo jurídico.
5. En síntesis
ASHTON, Scott (2001), El Torneo De Abogados: Law Firms in Chile, contribución al proyecto
Lawyers of Latin America, coordinado por Rogelio Pérez Perdomo, Stanford Law School. Ac-
cesible el 28/2/06 en: http://www.law.stanford.edu/library/perezperdomo/lla.html.
— (2007a) “El papel del abogado litigante”, capítulo en La justicia latinoamericana. El papel
de los actores, Luis Pásara (editor), Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, págs. 57-
85.
— (2007b) ¿Llegar a socia? La movilidad ocupacional en las grandes empresas jurídicas. Aná-
lisis de género”. Anuario del Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales Vol. X, 599-614.
DINOVITZER RONIT, Bryant G. Garth y otros (2004) Report: After the JD: First Results of a
National Study of Legal Careers. The NALP Foundation for Law Career Research and Educa-
tion and the American Bar Foundation.
FUCITO, Felipe (1998), El Perfil del Abogado de la Provincia de Buenos Aires. Investigación
cuantitativa. La Plata, Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires.
568 Anuario del CIJS (2009-2010)
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(2005), Urban Lawyers: The New Social Structure of the Bar. Chicago, The University of Chi-
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Theories of Gender Differences in the Careers of Lawyers”, Social Forces, 2000, 79, 1, págs. 229-
264.
PARSONS, Talcott (1967), Ensayos de Teoría Sociológica, Paidós, Buenos Aires. Ed. Original
1949.
uu
Mujeres pobres: la doble marginalidad
Paola Bonavitta*
Resumen: En este trabajo teorizo sobre que la opresión que enfrentan las
mujeres en situación de pobreza es una doble opresión: son marginadas por
su condición de mujeres pero también por ser pobres y ello se ve reflejado en
la creciente feminización de la pobreza en América Latina. Sin embargo, las
mujeres pobres recrean diferentes estrategias que les permiten enfrentar su
marginalidad, entre ellas las acciones colectivas que luchan por la tierra y la
vivienda. De esta manera, generan redes que les permiten mejorar su calidad
de vida en el ámbito de la comunidad barrial.
Introducción
gias para salir de ese lugar de enclaustramiento en que están las mujeres en
general y las mujeres pobres en particular.
Bibliografia
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LAGARDE Y DE LOS RÍOS, Marcela 1990. Los cautiverios de las mujeres: madresposas,
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265-302p. UNIFEM 2000. El progreso de las mujeres en el mundo 2000. Nueva York, Naciones
Unidas.
uu
La Democracia en Latinoamérica. Reflexiones sobre la
continuidad del pensamiento liberal y sus alternativas*
Introducción.
* Una versión preliminar de este trabajo se solicitó para su publicación en el Congreso del
Bicentenario.
** María Susana BONETTO Dra. en Derecho y Ciencias Sociales Propf. Titular de Teoría
Política en la E.T.S Univ. Nacional de Córdoba. Directora del Doctorado en Ciencia Política
en el CEA. Univ. Nacional de Córdoba. Directora de proyectos de investigación nacionales
e internacionales. Autora de publicaciones en el país y el exterior.
576 Anuario del CIJS (2009-2010)
der en cuyo marco tienen más peso los poderes exógenos que los viejos
actores endógenos (por ejemplo los Sindicatos)
Coincidiendo con Castorina (2007:57) “La utopía de libre mercado
iría ganando terreno sobre las utopías de la igualdad social, sustituyendo
liberalismo por democracia y ocultando o diluyendo la profunda inter-
conexión entre liberalismo económico y autoritarismo”. En este marco, la
inescindible interacción Estado de derecho-democracia liberal y capitalis-
mo se constituye en hegemónica.
Se deja de lado la discusión sobre la viabilidad de la democracia
en contextos de dependencia, prevaleciente en los setenta, en el marco de
un análisis estructural de las condiciones desiguales de intercambio y de
interrelación entre economías centrales y periféricas.
Esto implica un abandono de la consideración del desarrollo eco-
nómico equitativo, como condición de posibilidad de una democracia
igualitaria, por el contrario, se considera a las instituciones democráticas
como variables independientes. Se analiza el desempeño del Estado y la
democracia desarticulado de un análisis de la estructura y dinámica del
capitalismo latinoamericano. Así no se consideraron tampoco procesos re-
levantes, como la nueva reestructuración de la economía mundial y sólo se
atendieron a las condiciones endógenas.
Desde las nueva perspectiva de Estado y democracia liberal emer-
gentes desde los inicios de la transición, la movilización de demandas po-
pulares constituían un problema para la gobernabilidad, esta concepción
se vincula a la perspectiva de “sobrecarga de demandas sociales al Estado”
propia del informe de la Comisión Trilateral (1975) que cumplió la misión
de fundamentar los ajustes regionales y la expansión del neoliberalismo.
También se abre paso la descalificación del Estado y sus “arbitrarias” in-
tervenciones socio-económicas, por lo tanto se cierra toda posibilidad de
resistir a las recetas impuestas por los organismos internacionales. Como
sostiene Lechner “la crítica al Estado Autoritario desembocó en la crítica
a la concepción estatista de la política vigente hasta entonces” (Lechner
1995:21).
A partir de estas transformaciones políticas se instaló en los no-
venta el neoliberalismo y la preeminencia del mercado que disciplina la
sociedad con políticas de ajuste que afectan a los sectores populares.
La política se transforma sin resguardos, en la gestión del mercado
y en intermediaria de aplicación de las políticas de las Organizaciones In-
ternacionales tales como el FMI y la Organización Mundial del Comercio.
El gobierno argentino sobre todo en el período de los presidentes Menem
y De la Rúa se somete al monitoreo, contralor e incluso imposición de sus
políticas por estas organizaciones.
582 Anuario del CIJS (2009-2010)
1
Para aclarar la relación del liberalismo-neoliberalismo, es preciso destacar que el discurso
político de la tradición liberal clásica piensa a la política como resguardo legal–institucional
de las libres relaciones del mercado de la sociedad civil en las que prevalecen las relaciones de
mercado. La irrupción del Estado de Bienestar con su intervención en la planificación econó-
mica y la redistribución del producto social ya fue enunciada como un ataque a la libertad en
la década de los cincuenta por pensadores como Von Hayek o Von Misses. El neoliberalismo
se orienta a descalificar la legitimidad de ese período intervencionista y regulador del Estado,
para restaurar el liberalismo clásico, sin las deformaciones “bienestaristas”. Por eso se entien-
de que no hay diferencia entre el liberalismo clásico y el neoliberalismo, aunque éste último
discurso tiene la necesidad de deslegitimar el período del capitalismo redistributivo, para re-
tornar al liberalismo clásico. En la transición primero se instala el liberalismo político que
luego abre paso al neoliberalismo económico, que recupera el capitalismo pre-bienestar.
Bonetto, María Susana - La Democracia en Latinoamérica… 583
2
Mignolo diferencia el proyecto descolonial del proyecto postcolonial aunque se encuentren
vinculados. El giro descolonial es complementario aunque diferente de la Teoría Crítica de la
Escuela de Frankfurt. Los estudios postcoloniales se vinculan a Foucault, Lacan, Derrida y los
aportes de los intelectuales de las ex colonias inglesas de Asia y Africa.
584 Anuario del CIJS (2009-2010)
3
Las distintas corrientes de la Teoría de la Dependencia han sido sistematizadas en distintas
clasificaciones. Así las de Blomstrom y Hettne (1990) y André Gunder Frank (1991).
Bonetto, María Susana - La Democracia en Latinoamérica… 585
— (2004) Los partidos políticos. ¿Un mal necesario? Buenos Aires: Capital intelectual.
ANDERSON, Perry (1988) Dictadura y democracia en América latina. Buenos Aires: Tierra
del Fuego Edit.
FRANK ANDRE GUNDER (1991) El desarrollo del subdesarrollo. Caracas: Nueva Sociedad.
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radicalización de la democracia. Buenos Aires: F.C.E.
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mes.
RESQUEJO COLL, Ferrán (1994) Las Democracias. Democracia antigua, Democracia liberal
y Estado de Bienestar Barcelona: Ariel.
uu
Procesos de Segregación
1. Introducción
* Abogada, Doctoranda en Derecho y Ciencias Sociales de la UNC. Becaria del Consejo Na-
cional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Auxiliar Docente en la cáte-
dra Sociología Jurídica de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNC. Contacto:
megastiazoro@yahoo.com.ar.
1
Como señala Wainerman (2007:148) “las mujeres de distintos sectores sociales tienden a
incorporase masivamente a la actividad remunerada y a recorrer trayectorias laborales cada
vez más duraderas y menos interrumpidas. Esta nueva situación es sin duda revolucionaria
y trastoca la definición de las identidades de género y de las prácticas cotidianas que habían
dominado hasta los años cincuenta … las identidades rígidas de género habrían sido erosiona-
das para dar paso a definiciones más flexibles y a prácticas más adaptadas a las necesidades y
deseos individuales”.
594 Anuario del CIJS (2009-2010)
2
la presencia de las mujeres en la profesión se fue acrecentando a lo largo del siglo XX, sobre
todo a partir de su ingreso masivo a la universidad desde finales de los años sesenta y princi-
pios de los setenta (Kohen, 2005a) siendo hoy significativo el porcentaje femenino tanto en el
ingreso de la carrera de grado como en el ejercicio profesional. El número creciente de muje-
res en la profesión se observa hoy en los resultados estadísticos de la Universidad Nacional de
Córdoba. En el año 2006, las mujeres representaban el 54,93% de los egresados de la carrera
de Abogacía, en tanto que en el año 2008 el porcentaje ascendió al 65,46%. El censo de la UBA
del 2004 mostraba que de un total de 31.384 estudiantes de derecho 12.173 (38,78%) eran
hombres y 19.211(61,21%) mujeres.
3
La autora hace referencia a la justicia nacional y federal de Buenos Aires como la justicia
federal del interior del país, incluyendo la justicia provincial de Buenos Aires y los superiores
tribunales de justicia de las provincias.
Gastiazoro, María Eugenia - Procesos de Segregación… 595
4
El proceso de inserción dentro de este ámbito de trabajo es desigual respecto de sus pares
masculinos. Esta situación se manifiesta en dos sentidos: como segregación vertical según lo
cual las mujeres son admitidas con menor frecuencia a los niveles ocupacionales más altos,
caracterizados por mayor poder de decisión y mejores niveles de ingresos y como segrega-
ción horizontal según la cual tienden a concentrarse en áreas consideradas “adecuadas” a su
sexo, que muchas veces resultan ser de menor prestigio y de poco interés económico. Cuestio-
nes teóricas sobre las desigualdades de género, han sido discutidas en artículos previos, ver:
Gastiazoro, Maria Eugenia (2008) “La concentración de las mujeres en la administración de
justicia”, Anuario XI del Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales de la Facultad de Dere-
cho de la UNC. Córdoba. Gastiazoro, María Eugenia (2009) “Las mujeres en el poder judicial:
fundamentos de la democratización de los altos tribunales de justicia”, revista Identidades,
número 7, Universidad de Puerto Rico en Cayey.
596 Anuario del CIJS (2009-2010)
N= 7163 miembros de los poderes judiciales de Buenos Aires, Chaco, Córdoba, San-
ta Cruz y Nación.
Fuente: Sitios web oficiales de los poderes judiciales. Datos procesados en la pre-
sente investigación (2008)
5
Esta investigación forma parte de un proyecto mayor que estudia las transformaciones que
en la profesión jurídica dirigido por la Dra. M. I. Bergoglio. Dentro de esta línea surge este
trabajo, el que se ha propuesto comprender el proceso de producción y/o transformación de
las desigualdades de género en el interior de la profesión jurídica Argentina. Si bien el diseño
de investigación combina técnicas de análisis cualitativas y cuantitativas, presentamos acá
conclusiones desde los datos obtenidos con las sagundas.
6
Los magistrados del poder judicial son los vocales que integran los máximos tribunales de
los poderes judiciales, las cámaras y los jueces de los juzgados de primera instancia. En tanto
que los fiscales son los funcionarios que integran los cargos máximos del ministerio público
fiscal, las cámaras, y las fiscalías o juzgados de primera Instancia. Finalmente, los secretarios
son los funcionarios del poder judicial que trabajan con los magistrados o los fiscales, según
el caso.
Gastiazoro, María Eugenia - Procesos de Segregación… 597
7
Estadística judicial 2006 disponible en www.justiciachaco.gov.ar
8
La clasificación de los fueros se elaboró de acuerdo a la competencia material que cada
oficina tiene dentro del poder judicial como de su tamaño, importancia y proximidad con
otras materias. Siguiendo este criterio algunos fueros quedaron agrupados, como es el caso
de familia junto al de menores y el electoral con el administrativo y otros fueros sin clasificar.
Los demás quedaron clasificados de la siguiente manera: civil y comercial; laboral; múltiple;
penal. La Justicia de Paz fue clasificada de manera separada por la especificidad del fuero, si
bien también tiene competencia en múltiples materias. Por último, se incluyó el Ministerio
Público Fiscal como un fuero propio. La justicia de paz será analizada en el siguiente aparta-
do, a cual remitimos
598 Anuario del CIJS (2009-2010)
Poder Judicial
Buenos Aires Córdoba Chaco Santa Cruz Nación
Fueros
Brecha Brecha Brecha Brecha Brecha
Muj. Muj. Muj. Muj. Muj.
Género Género Género Género Género
% % % % %
% % % % %
Civ. y Com. 46,8 +1,5 59,9 +14,7 84,7 +23,6 ---- ---- 46,7 +6,3
Elect. Adm. 41,0 -4,3 59,1 +13,9 61,1 0,0 25,0 -16,5 50,0 +9,6
y otros
Flia. y 61,5 +16,2 72,6 +27,4 78,1 +17,0 70,7 +29.2 37,1 -3,3
Menor
Laboral 45,9 +0,6 51,5 +6,3 84,0 +22,9 ---- ---- 55,1 +14,7
Múltiple 33,3 -12,0 48,1 +2,9 60,9 -0,2 60,6 +19,1 42,7 +2,3
Penal 39,1 -6,2 27,7 -17,5 47,0 -14,1 38,0 -3,5 32,2 -8,2
Justicia de 44,7 -0,6 37,0 -8,9 40,6 -20,5 11,8 -29,7 ---- ----
Paz
Ministerio 46,3 +1,0 41,9 -3,3 50,8 -10,3 8,3 -33,2 34,3 -6,1
Público
Fiscal
Total 45,3 45,2 61,1 41,5 40,4
Prueba de Chi-cuadrado de Pearson
Valor 39,264 60,985 55,040 27,195 50,674
Gl 8 8 8 6 7
Sig. ,000(*) ,000(*) ,000(*) ,000(*) ,000(*)
Asintótica
(bilateral)
9
Los datos del fuero de Familia y Menores en el Poder Judicial de la Nación no son represen-
tativos ni comparables con las otras administraciones de justicia ya que no está distinguido el
fuero de Familia del Civil en los datos publicados. Los datos recolectados solo corresponden
a los Juzgados y Tribunales Orales de Menores de la Cámara Nacional de Apelaciones con
asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Si bien la investigación de Kohen (2008)
sobre el fuero de familia dentro de la Justicia Nacional de Buenos Aires registró en el año 2001
que el número de juezas era superior al de los varones, probando su feminización cuantitativa
(el número de juezas llegaba casi al 60 %).
10
En el fuero Penal han sido clasificados los siguientes órdenes del Poder Judicial de la Na-
ción: Cámara de Casación Penal y sus Juzgados correspondientes; Justicia Nacional en lo
Criminal y Correccional; Justicia Nacional en lo Penal Económico y Justicia Nacional en lo
Criminal y Correccional Federal, todos con asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
También los Tribunales Orales en lo Criminal con asiento en las distintas provincias.
600 Anuario del CIJS (2009-2010)
nemos que si bien las mujeres son menos en este sector, la brecha no es tan
profunda como se evidencia en Córdoba y el Chaco.
11
En el fuero Civil y Comercial han sido clasificados los siguientes órdenes de la Poder Judi-
cial de la Nación: Justicia Nacional en lo Comercial; Justicia Nacional en lo Civil y la Justicia
Nacional en lo Civil y Comercial Federal, todos con asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
12
En el fuero Laboral han sido clasificados los siguientes órdenes de la Poder Judicial de la
Nación : Justicia Nacional del Trabajo la que comprende diez salas de la Cámara del trabajo y
ochenta Juzgados del Trabajo con asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Gastiazoro, María Eugenia - Procesos de Segregación… 601
Administración de justicia
Buenos Aires Córdoba Chaco Santa Cruz Nación
Nivel Brecha Brecha Brecha Brecha Brecha
Muj. Muj. Muj. Muj. Muj.
Género Género Género Género Género
% % % % %
% % % % %
Vocal S.C.J. 14,3 -31,0 42,9 -2,3 20,0 -41,1 50,0 +8,5 28,6 -11,8
Vocal de 14,6 -30,7 21,8 -23,4 52,2 -8,9 44,4 +2,9 23,9 -16,5
Cám
Vocal Trib. ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- 20,5 -19,9
Oral (PJN)
13
Se estableció una escala tomando en cuenta los cargos y jerarquías dentro del poder ju-
dicial. En el ámbito de la administración de justicia propiamente dicha se consideraron los
cargos de magistrados y funcionarios con las siguientes jerarquías: Vocales de los Altos Tribu-
nales de la Justicia, Vocales de las Cámaras, Vocales de los Tribunales Orales (PJN) y Jueces de
Primera Instancia o Unica. En cuanto a los funcionarios solo hemos tomado los Secretarios
que integran los Altos Tribunales, las Cámaras, los Tribunales Orales (PJN) y los Juzgados. Los
Jueces de Paz fueron clasificados en un ítem aparte de los jueces comunes ya que tienen un
régimen especial en la ley. En cuanto al Ministerio Público Fiscal, la escala de funcionarios se
estableció de la siguiente manera: por un lado los Fiscales que están en los niveles superiores
de la justicia, tanto los que son cabeza del Ministerio Público como los que actúan a nivel de
Cámaras, y por el otro los Fiscales o Agentes Fiscales que actúan en los niveles de Primera
Instancia como sería el caso de las Fiscalías de Instrucción. También se han considerado los
Secretarios, los que han sido clasificados según el nivel en el cual trabajan (Superior o de
Primera Instancia dentro del Ministerio Público Fiscal). Para el caso de Buenos Aires como
Córdoba hemos incluido un último nivel que es el del Personal de Apoyo ya que pudimos
tomar el dato el cual figuraba en las páginas web respectivas.
604 Anuario del CIJS (2009-2010)
Administración de justicia
Buenos Aires Córdoba Chaco Santa Cruz Nación
Nivel Brecha Brecha Brecha Brecha Brecha
Muj. Muj. Muj. Muj. Muj.
Género Género Género Género Género
% % % % %
% % % % %
Juez de 1ª 39,1 -6,2 39,4 -5,8 70,4 +9,3 42,9 +1,4 38,4 -2,0
Inst
Secrt Cám. 56,6 +11,3 58,7 +13,5 71,8 +10,7 16,7 -24,8 52,2 +11,8
y otros Func.
Sup.
Secrt Trib. ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- 44,4 +4,0
Oral (PJN)
Secrt. 56,1 +10,8 69,7 +24,5 72,2 +11,1 62,5 +21,0 49,7 +9,3
Juzgado
Jueces de Paz 41,2 -4,1 37,0 -8,2 40,6 -20,5 11,8 -29,7 ---- ----
Total 45,3 45,2 61,1 41,5 40,4
Prueba de Chi-cuadrado de Pearson
Valor 168,034 132,483 38,189 21,182 114,881
Gl 10 10 9 7 10
Sig. ,000(*) ,000(*) ,000(*) ,004(*) ,000(*)
Asintótica
(bilateral)
14
Es interesante destacar que en el Estatuto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a los fi-
nes de salvaguardar la equidad de género, dispone que la composición del Tribunal Superior
del poder judicial de esa ciudad no puede exceder el 70% de un mismo sexo (Kohen, 2008)
606 Anuario del CIJS (2009-2010)
Cuarto y otro en La Rioja solo hay una sola mujer en calidad de jueza, que
trabaja en la Ciudad de Córdoba.
En cambio en las provincias de Buenos Aires como en Córdoba te-
nemos que todavía las mujeres participan en menor proporción que los
hombres en calidad de juezas, siendo la brecha del 6,2% y 5,8% respectiva-
mente. Es decir que en estas provincias la segregación vertical está presen-
te en todos los niveles de magistrados acentuándose en las Cámaras.
Contrariamente a lo observado hasta aquí, vemos que a nivel de
Secretarios tanto en las Cámaras, en los Tribunales Orales del PJN como
en los Juzgados de primera Instancia hay más mujeres que hombres. Esta
situación se da en todos los poderes judiciales analizados, a excepción de
lo que sucede en Santa Cruz donde se da el caso inverso en las Cámaras ya
que hay más varones en éstas.
En el caso de los Jueces de Paz también encontramos sobre-re-
presentación de varones, la que se da en todas las provincias. En el caso
de Santa Cruz y el Chaco la diferencia es mucho mayor que en las otras
provincias, con brechas del 29,7% y 20,5% respectivamente. Le sigue Cór-
doba con el 8,2% y Buenos Aires con el 4,1%. Estos Juzgados actúan en po-
blaciones más pequeñas, por ejemplo en Córdoba los Juzgados de Paz de
Campaña se establecen en aquellos lugares con más de dos mil habitantes
donde el juzgado más próximo se encuentra a una distancia mayor de cin-
cuenta kilómetros, salvo excepciones (Art. 45, ley Orgánica Poder Judicial
de Córdoba). En tanto que en Santa Cruz se establecen en poblaciones con
más de 500 habitantes (Art. 63, Ley Orgánica Poder Judicial de Santa Cruz).
Es decir hablamos de zonas rurales donde la participación de la mujer en
lo público ha de estar mucho más reducida que en las ciudades, con divi-
siones de géneros tradicionales.
En cuanto al Ministerio Público Fiscal, pese a su separación fun-
cional dentro del poder judicial observamos que también se registra segre-
gación vertical, como se deduce de la siguiente tabla.
15
El dato correspondiente a los secretarios del Ministerio Público Fiscal no aparecía publica-
do en la página del poder judicial de Santa Cruz, por lo tanto no contamos con este dato para
comparar con los demás casos.
608 Anuario del CIJS (2009-2010)
3. Síntesis final
Bergoglio María Inés (2001) Litigar en Córdoba. Investigaciones sociológicas sobre la litiga-
ción, Triunfar, Córdoba.
— (2007) El sentido práctico, Siglo XXI Editores, Buenos Aires. Edición original 1980.
Faur Eleonor (2008) Desafíos para la igualdad de género en la Argentina, Programa Nacio-
nes Unidas para el Desarrollo, Bs. As.
Gastron, Andrea (1993) Situación actual de la mujer en el poder judicial argentino, Premio
Coca-Cola en las Artes y Ciencias, Argentina.
612 Anuario del CIJS (2009-2010)
Harari, Sofía y Pastorino, Gabriela L. (2000) “Acerca del género y el derecho” en El Dere-
cho en el Género y el Género en el Derecho, Birgin Haydée (comp.), Biblós, Bs. As.
Kohen, Beatriz (2005) “¿Dónde están las profesionales del derecho en la Ciudad de Buenos
Aires?” Academia, Año 3, número 6, primavera 2005.
Sánchez, Mariana (2005) “Género y profesión jurídica”, Anuario VIII del Centro de Investiga-
ciones Jurídicas y Sociales de la Facultad de Derecho de la UNC. Córdoba, págs. 451-465.
Wainerman, Catalina (2007) “Familia Trabajo y relaciones de género”, en Entre familia y tra-
bajo. Relaciones, conflictos y políticas de género en Europa y América Latina, Levín y Carbone-
ro Gamundí Comp. Homo Sapiens Ediciones, Rosario.
Consultas en Internet
Garavano, Germán C., Información & Justicia II. Datos sobre la justicia argentina, Unidos
por la Justicia Asociación Civil: Konrad Adenauer, 1a ed., Bs. As., 2006. Accesible en www.
unidosporlajusticia.org.ar
Introducción
2
LÓPEZ OLIVA, Mabel, en GARCÍA MÉNDEZ, E. (compilador) Protección Integral de Dere-
chos de Niñas, Niños y Adolescentes. Análisis de la Ley 26.061 Editores del Sur. Bs. As. 2006.
3
PERCEVAL, María Cristina, en GARCÍA MÉNDEZ, E. (compilador) Op. Cit.
Laje - Vaca Narvaja - Gamez Schroeder - La intervención para … 615
4
GARCÍA MÉNDEZ, Emilio. Op. cit.
616 Anuario del CIJS (2009-2010)
5
GARCÍA MÉNDEZ, E. Op. cit.
Laje - Vaca Narvaja - Gamez Schroeder - La intervención para … 617
6
Los niños y adolescentes en situación de riesgo conforman tres grupos. Uno primero, in-
tegrado por adolescentes portadores de HIV. El segundo conformado por adolescentes con
dificultades de aprendizaje y deserción escolar y por último, un tercer grupo compuesto por
adolescentes en conflicto en la ley penal.
7
Construyendo ciudadanía: se enmarca en las actividades que desarrolla la Fundación En-
raisur, de Buenos Aires, que inició sus actividades hace ya 10 años, y específicamente este
programa hace 5 años que realiza actividades en ciudades de la Provincia de Bs.As.
618 Anuario del CIJS (2009-2010)
8
Tomado del Programa: Construyendo Ciudadanía en Córdoba.
9
Las cursivas entrecomilladas pertenecen a fragmentos de la entrevista realizada a la coor-
dinadora del Programa en Córdoba, por miembros del equipo de investigación “Infancia y
derechos: el nuevo contexto”, en septiembre 2009.
10
Expresamente están impedidos de ingresar adolescentes con trastornos de derivación
psiquiátrica, porque ahí se necesita otro tipo de abordaje, y que no tengan causas de índole
sexual, abuso sexual y demás. Tomado de entrevista a Coordinadora del Programa.
11
Depende de la MUNAF, tomado del Programa Construyendo Ciudadanía en Córdoba.
Laje - Vaca Narvaja - Gamez Schroeder - La intervención para … 619
12
Entrevista con la Coordinadora del Programa.
13
Un Colegio Salesiano en el centro de la Ciudad, les seden al Programa espacio físico, sepa-
rado de las actividades propias de este establecimiento educativo.
14
Los Talleres son de cine, música, literatura, cerámica y educación física. Estas actividades
acompañan los procesos de reflexión de los adolescentes y tienen efectos terapéuticos en los
mismos, toda vez que en estos espacios los jóvenes comienzan, a partir de sus intereses, a
crear cuentos, canciones, cortos de cine, elementos de cerámica, favoreciendo de esta manera
el desarrollo de sus potencialidades.
15
Véase Programa, op. cit.
16
Entrevista a Coordinadora del Programa.
620 Anuario del CIJS (2009-2010)
17
Op. cit
Laje - Vaca Narvaja - Gamez Schroeder - La intervención para … 621
18
VIRGOLINI, Julio, La razón ausente. Ensayo sobre Criminología y Crítica Política, Ed. del
Puerto 2005.
19
Fundamentación programa “Construyendo ciudadanía en Córdoba” Enraisur 2009.
20
CASTEL, Robert, Les piéges de l’excusión. Lien social et Politiques. RIAC 1995 Traducción
Martín Dupaus.
622 Anuario del CIJS (2009-2010)
21
Fundamentación programa “Construyendo ciudadanía en Córdoba” Enraisur 2009.
22
Entrevistada.
Laje - Vaca Narvaja - Gamez Schroeder - La intervención para … 623
Reflexiones finales
23
FREIRE, Paulo. La educación como práctica de la libertad, S. XXI Editores. 2006.
624 Anuario del CIJS (2009-2010)
24
Fundamentación del Programa.
25
Entrevistada.
26
Recordemos que la creación de los tribunales para menores se basó en la doctrina de la
situación irregular y en la construcción del niño (delincuente) como alguien que necesita
ser protegido y orientado Para un mayor desarrollo sobre este punto, ver Platt, Anthony M.
“Los salvadores del niño o la invención de la delincuencia”, Editorial siglo XXI. Primera Edi-
ción, México; Ariès, Philippe (1987)”El niño y la vida familiar en el antiguo régimen” Taurus
Ediciones, Madrid; García Méndez, Emilio (1990-1991) “La Convención Internacional de
los Derechos de la Infancia: el menor como objeto de la compasión-represión a la infancia-
adolescencia como sujeto de derecho” en Capítulo criminológico 18-19 Universidad de Zulia
Maracaibo Venezuela, pp 179-193.
Laje - Vaca Narvaja - Gamez Schroeder - La intervención para … 625
27
Programa ENRAISUR Córdoba.
28
Op.cit.
626 Anuario del CIJS (2009-2010)
CASTEL, Robert, Les piéges de l’ excusión. Lien social et Politiques. RIAC 1995. Traducción
Martín Dupaus.
VIRGOLINI, J. La razón ausente. Ensayo sobre Criminología y Crítica Política, Ed. del Puerto
2005.
uu
29
Entrevistada.
¿Qué criterios utilizan los jueces
al cuantificar la pena?
Carlos A. Lista**
Fernando M. Bertone***
Ana Laura Mera Salguero****
Noelia Azcona*****
Romina Soria García******
* El presente trabajo es resultado de una investigación realizada por los autores durante
el año 2009. Una versión más extensa, que contiene datos cuantitativos pormenorizados
fue publicada como informe bajo el título. “La individualización judicial de la pena” por el
Poder Judicial de la Provincia de Córdoba, Centro de Perfeccionamiento Ricardo C. Núñez,
Tomo 4, págs. 313-340.
** Doctor en Sociología. Titular de Cátedra de Sociología del Derecho, Facultad de Derecho
y Ciencias Sociales, UNC., Email: clista.argentina@gmail.com.
*** Abogado especialista en Derecho Penal, Fiscal de Instrucción de Cruz del Eje, 7ma Cir-
cunscripción Judicial de la Provincia de Córdoba, Poder Judicial, docente materia Metodo-
logía de la Investigación del Crimen, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, UNC, Email:
bertonemartin@hotmail.com.
**** Abogada, Email: ana1985lms@hotmail.
***** Abogada, Meritorio del Poder Judicial, Juzgado de Control, Menores y Faltas de Río
Segundo, 1era Circunscripción Judicial de la Provincia de Córdoba, Profesor Ayudante B
cátedra de Derecho Constitucional y Admisnitrativo, Facultad de Ciencias Económicas,
UNC, Email: noelia. azcona@gmail.com.
****** Abogada, Email: rommisg@hotmail.com.
628 Anuario del CIJS (2009-2010)
1. Introducción.
1
Ejemplo: Art. 79 del C.P “Se aplicará reclusión o prisión de ocho a veinticinco años, al que
matare a otro, siempre que en este código no se estableciere otra pena”. Art. 166: se aplicará re-
clusión o prisión de cinco a quince años: 1. si por las violencias ejercidas para realizar el robo,
se causare alguna de las lesiones previstas en los artículos 90 y 91.2. si el robo se cometiere con
armas, o en despoblado y en banda. Si el arma utilizada fuera de fuego, la escala penal previs-
ta se elevará en un tercio en su mínimo y en su máximo. Si se cometiere el robo con un arma
de fuego cuya aptitud para el disparo no pudiera tenerse de ningún modo por acreditada, o
con un arma de utilería, la pena será de tres a diez años de reclusión o prisión.
Lista, Carlos A. - ¿Qué criterios utilizan los jueces al … 629
rie de elementos, los cuales han de ser considerados por los magistrados
en función de cada caso concreto. Los aspectos que menciona la norma
en análisis pueden entenderse como “pautas generales de apreciación”
(Creus, 1996:447).
Los juristas más destacados de la dogmática penal coinciden en
señalar que las circunstancias enunciadas en el artículo 41 del C.P. admi-
ten ser clasificadas o agrupadas en dos grandes conjuntos. Por una parte
se encuentran aquellos componentes de la norma que se refieren al hecho
delictivo en sí mismo, a los que se suele denominar como circunstancias
objetivas. Por la otra, están aquellos elementos que aluden a características
personales del sujeto sindicado como responsable, normalmente llama-
dos circunstancias subjetivas2 .
El procedimiento de individualización judicial de la pena se con-
creta entonces cuando el juez, a partir de la escala penal impuesta en abs-
tracto por el legislador, fija de manera específica una cantidad de pena.
Para hacerlo es menester que evalúe las distintas circunstancias, objetivas
y subjetivas, que contiene el artículo 41 C.P., pudiendo también valorar
otros aspectos no mencionados allí de manera expresa3. Esa estimación
implica sopesar cuáles de las circunstancias enunciadas en la norma son
relevantes en ese caso en particular, y luego asignar a cada una de ellas un
sentido atenuante (disminuyendo la pena), o agravante (aumentando la
cantidad de sanción)4.
Ahora bien, es necesario que a fin de desarrollar esta actividad, se
comprueben las distintas circunstancias que rodean al hecho delictivo y al
autor, para lo cual es menester un conocimiento directo y de visu, por parte
del magistrado, de cada uno de esos aspectos. De lo contrario, y conforme
cierta doctrina, la sentencia se verá afectada de nulidad por falta de funda-
mentación (Núñez, op. cit.:452 y ss.). De este modo, este procedimiento,
cuya exposición teórica parece sencilla, resulta en los hechos sumamente
difícil de llevar a cabo, ya que exige un conocimiento acabado del delin-
cuente, de su historia personal, de su capacidad delictiva y de su persona-
lidad (Marchiori, 1995:25 y ss.).
2
Ver en este sentido: Núñez Ricardo, Op. Cit. págs. 452 y ss.; Soler Sebastián, Op. Cit., págs.
420 y ss.; Creus Carlos, Op. Cit. págs. 477 y ss.
3
Ver en este sentido Núñez Ricardo, Op. Cit. págs. 452 y ss.
4
Ver Lista C., Bertone F., Azcona N., Mera Salguero A., Soria García, Op. Cit. págs. 313-340. En
este trabajo se da cuenta del sentido agravante o atenuante que asignan los magistrados del
Poder Judicial de la Provincia de Córdoba (1era Circunscripción Judicial), a los distintos ele-
mentos del art. 41 del C.P. Así por ejemplo, la edad se presenta como un aspecto valorado casi
de manera unánime (más del 90%), como factor que disminuye la sanción. Por el contrario,
en otros casos, como el peligro en razón del lugar, la estimación es cien por ciento agravante.
Otras circunstancias contenidas en la norma, son consideradas con sentido variable, según
el caso concreto.
632 Anuario del CIJS (2009-2010)
5
Ejemplo: art. 80 inc. 2, 3, 4 y 7 C.P.
6
Ver en este sentido De la Rúa, Jorge, Op. Cit. págs.700 y ss.
Lista, Carlos A. - ¿Qué criterios utilizan los jueces al … 635
7
SOLER, Sebastián, Op. Cit. págs. 420 y ss.-; Ver también Fontán Balestra Carlos, Op. Cit.
(www.onl.abeledoperrot.com).
Lista, Carlos A. - ¿Qué criterios utilizan los jueces al … 637
8
Ver en este sentido Núñez Ricardo, Op. Cit. págs. 452 y ss.
9
Ver en este sentido Fontán Balestra Carlos, Op. Cit. (www.onl.abeledoperrot.com).
Lista, Carlos A. - ¿Qué criterios utilizan los jueces al … 639
tes abiertos, cuyas implicaciones prácticas son muy relevantes. Si, por una
parte, las “pautas generales de apreciación” de dicho artículo, según las
denomina Creus, fuesen obligatorias y además taxativas, los jueces debe-
rían considerarlas a todas al individualizar la pena, sin contemplar otros
aspectos. De ser así, lo enunciado por dicha norma resultaría insuficiente
para abarcar la amplia diversidad que ofrece la realidad respecto a los ele-
mentos vinculados tanto al acto delictivo como al autor. En consecuencia,
ello resultaría demasiado restrictivo en la tarea de individualización de la
pena.
Si por el contrario, su carácter es enunciativo, algún autor puede
argumentar que el artículo citado no estaría brindando herramientas sufi-
cientes para que el juez funde sus decisiones de manera coherente con los
hechos y procesos concretos, o que estaría dando demasiado espacio para
el uso de la discrecionalidad judicial al establecer el quantum de la pena.
Ambos temas y sus implicaciones no son menores, por lo que re-
sulta relevante ampliar y profundizar su discusión, incorporando no sólo
criterios normativos, sino también pragmáticos, con la finalidad de que las
normas operen como un instrumento útil y eficiente para la acción judi-
cial.
c. La llamada doble valoración en la configuración del hecho,
tipo penal y en la individualización judicial de la pena.
Por un lado, hay autores que entienden que no existe ningún su-
puesto en el cual pueda aceptarse la doble valoración de las pautas esta-
blecidas por el artículo 41.
En este sentido, Fontán Balestra señala que “la aplicabilidad de las
circunstancias enumeradas por el artículo 41 no tiene un carácter ilimita-
do. Se halla regida por el principio non bis in ídem. Cuando dichas circuns-
tancias han sido valoradas previamente por la ley para estructurar la figura
delictiva o básica, o la forma cualificada, su nuevo cómputo por el juez en
la individualización de la pena importaría la violación de aquel principio”
(Fontán Balestra, 1995: 553-555).
En la misma tesitura, Patricia Ziffer (op.cit.: 25) indica que la doble
valoración está prohibida. El legislador habría plasmado en el tipo penal
todas las valoraciones reprochables y las circunstancias que fundan el ilí-
cito, las cuales no pueden volver a ser consideradas al fijar la pena. Cita
como ejemplos que no se puede agravar el castigo en el homicidio por la
producción de una muerte lamentable, ni el robo por la violencia ejercida
en el apoderamiento.
Por otro lado, otros autores consideran que existen excepciones
a esta regla, si bien las mismas son discutibles. La misma Ziffer acepta la
posibilidad de valorar dos veces una misma circunstancia, dando como
640 Anuario del CIJS (2009-2010)
Ahora bien, más allá de lo establecido por las normas del C.P. ana-
lizadas y de las interpretaciones doctrinarias: ¿qué ocurre a nivel de las
prácticas judiciales concretas?
En los hechos son los jueces quienes efectivamente fijan la canti-
dad de pena, sopesando las diferentes circunstancias del art. 41 C.P. De allí
surge nuestro interés por trabajar sobre esta circunstancia, para observar
sus variaciones en la praxis judicial, el cual se resume en un interrogante
concreto: ¿los jueces tienen en cuenta la totalidad de los elementos del ar-
tículo 41 C.P al individualizar la pena?
Como cada figura delictiva tiene sus propias particularidades, con-
sideramos importante centrar nuestra investigación en sentencias judicia-
les condenatorias de dos tipos de delitos: el homicidio simple y el robo ca-
lificado por el uso de arma de fuego operativa (art. 166, inc. 2do, 2do pfo.) o
cuya operatividad no ha sido acreditada (art. 166, inc. 2do, 3er pfo.).
A fin de delimitar el campo de análisis nos centramos en las sen-
tencias dictadas por las Cámaras del Crimen de la Primera Circunscripción
Judicial de la Provincia de Córdoba Se trabajó con el universo de senten-
cias dictadas en el año 2008 (192 piezas judiciales)10.
Los resultados obtenidos tras un examen pormenorizado de las
sentencias permiten afirmar la existencia de tendencias específicas obser-
vables generadas en el seno de la organización judicial, fruto de la praxis
10
De las 192 sentencias, 19 corresponden al delito homicidio y 173 al delito robo calificado
por uso de arma.
Lista, Carlos A. - ¿Qué criterios utilizan los jueces al … 641
11
Ver Fontán Balestra, Op. Cit. (www.onl.abeledoperrot.com).
Lista, Carlos A. - ¿Qué criterios utilizan los jueces al … 643
12
La educación es valorada en sentido favorable en 91, 6% de los casos considerados y los
ingresos semanales en 86,8 % también en sentido favorable de los casos considerados. Lista
C., Bertone F., Azcona N., Mera Salguero A., Soria García, Op. Cit. págs. 313-340.
13
Los medios empleados son valorados en forma negativa al condenado en el 96,4% de los
casos. Lista C., Bertone F., Azcona N., Mera Salguero A., Soria García, Op. Cit. págs. 313-340.
14
Ver Lista C., Bertone F., Azcona N., Mera Salguero A., Soria García, Op. Cit. págs. 313-340.
644 Anuario del CIJS (2009-2010)
6. Conclusiones e implicaciones.
CREUS, Carlos, Derecho Penal. Parte General, Buenos Aires, Editorial Astrea, 4ta edición,
año 1996.
DE LA RÚA, Jorge, Código Penal Argentino-Parte General, Buenos Aires, Ed. Depalma, 2da
edición, año 1997.
FONTÁN PALESTRA, Carlos, Tratado de Derecho Penal-Tomo III-Parte General, Buenos Ai-
res, Ed. Abeledo Perrot, 2da edición, año 1995.
Lista C., Bertone F., Azcona N., Mera Salguero A., Soria García E. Colección in-
vestigaciones y ensayos, Violencia familiar y análisis de sentencias en el fuero civil, penal y
laboral, Córdoba, Centro de Perfeccionamiento Ricardo C. Núñez, Poder Judicial de la Pro-
vincia de Córdoba, Tomo 4, Apartado II, Capítulo II: “La individualización judicial de la pena”,
año 2009.
MARCHIORI, Hilda, Determinación judicial de la pena, Ed. Marcos Lerner, Córdoba, 1995.
Lista, Carlos A. - ¿Qué criterios utilizan los jueces al … 647
Núñez, Ricardo, Derecho Penal Argentino-Tomo II, Buenos Aires, Editorial Omeba, año
1988.
SOLER, Sebastián, Derecho Penal Argentino-Tomo II, Buenos Aires, Ed. Tipográfica Argenti-
na, año 1973.
Zaffaroni, Eugenio Raúl, Hacia un realismo jurídico penal marginal, Caracas, Venezuela,
Ed.Monte Avila, año 1993.
ZIFFER, Patricia S., Lineamientos de la determinación de la pena, Buenos Aires, Ed. Ad-hoc,
2da edición, 1era reimpresión, año 2005.
uu
La crítica feminista al discurso jurídico
Mariana N. Sánchez *
Introducción.
rídicas, como Cortes Supremas de Justicia que cada vez más son integradas
por mujeres. También el feminismo ha impregnado la academia jurídica a
través de la creación de carreras y estudios específicos, revistas especializa-
das en el tema, encuentros y reuniones científicas. Una parte del feminis-
mo se ha convertido así en una teoría jurídica más1: el Feminismo Jurídico,
que aparece como un esfuerzo por introducir el discurso feminista en la
teoría del Derecho.
Esta Teoría Jurídica Feminista, fortalecida dentro del movimiento
feminista alrededor de la década de los 802, centra sus estudios en una críti-
ca del Derecho y de las instituciones jurídicas y de las relaciones existentes
entre estos y la vida de las propias mujeres. El realismo jurídico y la escuela
crítica del Derecho pueden entenderse como sus principales referencias
intelectuales. Su enfoque sobre el Derecho y las estructuras que lo con-
tienen es radicalmente crítico, cuestionando sus ponderados principios
generales como los de igualdad, objetividad o imparcialidad, desmitifican-
do el sistema jurídico y sacando a la luz el soporte ideológico masculino y
patriarcal que lo sostiene3.
1
La teoría jurídica de los noventa, al decir de Owen Fiss, “¿Qué es el Feminismo?”, DOXA:
Cuadernos de Filosofía del Derecho, Nº 14, 1993, pág. 320. El subrayado es mío.
2
Aunque podemos señalar el comienzo de la inclusión del movimiento de mujeres en los
círculos legales, más específicamente en el plano constitucional, en 1973 con el renombrado
caso Roe v. Wade.
3
Soporte que sobrevivió indemne a la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano
aprobada por la Asamblea Constituyente Francesa del 26 de agosto de 1789 en donde el prin-
cipio de igualdad ante la ley se enuncia por primera vez de forma explícita; ya que a la par de
la proclama formal, abstracta y universal de este principio de igualdad ante la ley, persistían
de manera coetánea la institución de la esclavitud y la exclusión de las mujeres del derecho al
voto, evidenciando que en la sociedad se encontraban conviviendo ciertos entes que no caían
bajo la categoría de humanos y menos aún de ciudadanos (ateniéndonos al título de la Decla-
ración). Y desde entonces hasta nuestros días, en los que aquella proclama liberal con talento
universalista sigue vigente, identificando al sujeto supuestamente universal de los Derechos
con una determinada categoría de seres humanos: varón, blanco y propietario, tal como lo
señala María Ángeles Barrèrre Unzueta, “Igualdad y discriminación positiva: un esbozo de
análisis teórico-conceptual” en Género y Derechos Humanos, Andrés García Inda y Emanuela
Lombardo (Coordinadores), Mira Editores, Zaragoza, 2002, pág. 20.
Resulta oportuno destacar aquí en acuerdo con la profesora Ana Rubio Castro, cómo di-
chas contradicciones han sobrevivido mucho tiempo a lo largo de la historia y cómo las
sucesivas superaciones a esas contradicciones —si bien han sido instadas a fuerza de re-
clamos y luchas por parte de los grupos más desfavorecidos, de entre los que el feminismo
destaca sobremanera— sólo han sido aceptadas, aprobadas y puestas en práctica por parte
de quienes detentan el poder social y sólo bajo el contenido y en la medida que estos grupos
poderosos estimaron (y estiman) necesario para perpetuar su control. Ana Rubio Castro,
“Prólogo”, Evolución histórica del principio de igualdad y paradojas de exclusión, María Án-
geles Martín Vida, Universidad de Granada, Granada, 2004, pág. 13.
Para una revisión histórica del concepto de igualdad y del principio de igualdad ante la
ley pueden consultarse además de las citadas, entre otras obras, Norberto Bobbio, Igual-
dad y libertad, Paidós, Barcelona, 1993; Amelia Valcárcel, Del miedo a la igualdad, Crítica,
Sánchez, Mariana N. - La crítica feminista al discurso jurídico… 651
por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los
niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad.
Así, las disposiciones contenidas en estas actuales Constituciones nos permiten afirmar que
aún normativamente ya no se estima suficiente la igualdad ante la ley en sentido formal, sino
que además se requiere que la decisión política que ese principio encierra tienda a considerar
los fines que se persiguen y los resultados que se logran, a los efectos de no afectar el derecho/
principio/garantía que representa la igualdad dentro de cada sistema jurídico. Esto es, el Es-
tado ya no cumple su misión limitándose a no obstaculizar el ejercicio de los derechos consti-
tucionales, sino que debe crear las condiciones para el efectivo goce de derechos en igualdad
mediante una política legislativa especial. Y, como lo sugieren los ordenamientos normativos
citados, “las acciones positivas son los instrumentos constitucionales en que debe traducirse
esa política legislativa”, Susana G. Cayuso, Constitución de la Nación Argentina. Claves para el
estudio inicial de la norma fundamental, La Ley, Buenos Aires, 2006, pág. 267.
6
KOHEN, Beatriz, “El feminismo jurídico en los países anglosajones: el debate actual” en El
Derecho en el género y el género en el Derecho, Hyadée Birgin (Compiladora), Editorial Biblos,
Buenos Aires, 2000, pág. 76.
7
SMART, Carol, “La mujer del discurso jurídico” en Mujeres, Derecho penal y criminología,
Elena Larrauri (Compiladora), Siglo Veintiuno de España Editores, Madrid, 1994, págs. 167 y ss.
Sánchez, Mariana N. - La crítica feminista al discurso jurídico… 653
8
SMART, Carol, óp. cit., pág. 168.
9
Para revisar el discurso propio que la teoría feminista tiene en el campo de la filosofía moral,
política y jurídica, ver el destacado y agudo trabajo de María Teresa López de la Vieja en La
Mitad del mundo. Ética y crítica feminista, Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca,
2004. En cuanto a las ideas feministas más recientes en teoría política, Carme Castells (Com-
piladora), Perspectivas feministas en teoría política, Paidós, Barcelona, 1996.
654 Anuario del CIJS (2009-2010)
El Derecho es sexista
10
En la explicación de las relaciones entre el Derecho y el género, diferentes autoras han
desarrollado la evolución del feminismo socio-jurídico a partir de tres fases o etapas que, si
bien denominan con terminología variada, mantienen en común el mismo hilo conceptual
conductor que identifica dichas tendencias con las corrientes clásicas del pensamiento femi-
nista: ‘El Derecho es sexista’, ‘el Derecho es masculino’ y ‘el Derecho tiene género’, en términos
de Carol Smart; ‘el modelo de la mismidad-igualdad frente a la diferencia’, ‘el modelo de la
dominación’ y ‘el modelo posmoderno’, en términos de Margaret Greenberg; ‘el monopolio
machista del Derecho’, ‘la cultura masculina del Derecho’ y ‘la retórica jurídica del orden so-
cial patriarcal’, en términos de N. Naffine. Véase este punto en la explicación y citas que brinda
Beatriz Kohen, óp. cit., pág. 78 y ss. Asimismo, ‘doctrina de la igualdad como equivalencia’, ‘la
discriminación como negación de la igualdad sustantiva: la igualdad frente a la diferencia’, ‘el
Derecho como forma del patriarcado’ y ‘género y subordinación en el campo jurídico-social’,
es la clasificación y terminología que utiliza Encarna Bodelón en este punto, La igualdad y el
movimiento de mujeres: propuestas y metodología para el estudio del género, WP Nº 148, Insti-
tut de Ciencies Politiques i Socials, Barcelona, 1998, pág. 12 y ss. Igualmente, para reflexionar
sobre la adecuación de este esquema evolutivo del feminismo jurídico en relación con la pro-
blemática de la violencia de género en España, ver Juana María Gil Ruiz, Los diferentes rostros
de la violencia de género, Dykinson, Madrid, 2007, pág. 173 y ss.
Sánchez, Mariana N. - La crítica feminista al discurso jurídico… 655
11
SMART, Carol, “La teoría feminista y el discurso jurídico” en El Derecho en el género y
el género en el Derecho, Haydée Birgin (Compiladora), Editorial Biblos, Buenos Aires, 2000,
pág. 34.
12
BODELÓN, Encarna, La igualdad y el movimiento de mujeres…, ob. cit., p.16.
656 Anuario del CIJS (2009-2010)
13
La desaparición de la discriminación por sexo en este aspecto de normatividad del Derecho
ha ido consolidándose con las subsiguientes modificaciones en las normas sustantivas, pro-
ducto —además de las ideas liberales— del avance de la inclusión de la mujer en la sociedad
en las últimas tres décadas y, especialmente, de las importantes manifestaciones políticas que
lo acompañaron. En este sentido, en países como Argentina o España, las modificaciones en
las normas relativas a patria potestad de los hijos y régimen de bienes en el matrimonio, se
constituyen en valiosos ejemplos. Asimismo, si en algunos aspectos no sustanciales del Dere-
cho, como normas procedimentales o adjetivas, estas discriminaciones todavía subsisten, son
fuertemente contrarrestadas con normas de carácter constitucional o tratados internaciona-
les convalidados por estos países que permiten garantizar la no-discriminación formal entre
los sexos. Tal es el caso del nuevo art. 37 de la Constitución de la Nación Argentina que prevé
la igualdad real de oportunidades entre hombres y mujeres para el acceso a cargos electivos y
partidarios, o el artículo 9.2 de la Constitución Española, ya citado, que va más allá de la pro-
hibición de discriminación consagrada, señalando que los poderes públicos tienen el deber
de promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos
en que se integra sean reales y efectivas. Asimismo, numerosos instrumentos internaciona-
les ratificados por los países citados: desde La Declaración Universal de Derechos Humanos
(Naciones Unidas, 1948), el Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de
todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, Naciones Unidas 1999), hasta
las diferentes normativas comunitarias que regulan situaciones de desequilibrio en el ámbito
social y laboral europeo, como: Directiva 75/117/CEE, acerca de la igualdad de retribución;
Directiva 76/207/CEE, sobre acceso al empleo, a la formación y promoción profesionales y
a las condiciones de trabajo; Directiva 92/85/CEE, relativa a la aplicación de medidas para
promover la mejora de la seguridad y de la salud en el trabajo de la trabajadora embaraza-
da; Directiva 96/34/CE sobre el permiso parental; Directiva 97/80/CE relativa a la carga de
la prueba en los casos de discriminación por razón de sexo, y la Directiva 97/81/CE sobre el
trabajo a tiempo parcial; entre otras.
14
KOHEN, Beatriz, op. cit., pág. 84.
15
SMART, Carol, “La teoría feminista y el discurso jurídico”, ob. cit., pág. 35.
Sánchez, Mariana N. - La crítica feminista al discurso jurídico… 657
El Derecho es masculino
16
Aún más, algunos autores como Tamar Pitch han incluso señalado las paradójicas y nefas-
tas consecuencias de algunas modificaciones normativas llevadas a cabo en aquellas décadas
bajo la premisa de igualdad que sostenía el feminismo liberal. El dejar de lado la perspectiva
de género en modificaciones normativas en el ámbito familiar ha perjudicado aún más la
situación de la mujer. En este sentido, la autora italiana afirma que mucha literatura feminista
(sobre todo anglosajona) imputa al cambio jurídico y jurisprudencial en sentido igualitario (o
gender neutral) algunas consecuencias desastrosas que pueden observarse sobre todo cuan-
do el matrimonio se deshace: en el plano económico, el marcado proceso de empobrecimien-
to de las mujeres; en el plano de las relaciones familiares, la tendencia a una vuelta del control
paterno sobre hijos y ex esposas; en el plano cultural y simbólico, una debilitación de la figura
materna. Tamar Pitch, Un Derecho Para Dos. La construcción jurídica de género, sexo y sexua-
lidad, Trotta, Madrid, 2003, pág. 121 y ss. Con gran claridad sintetiza estos aspectos el gran
jurista italiano Luigi Ferrajoli al prologar la obra citada de Pitch (p. 12): ...el viraje paritario,
unido al puerocéntrico, están poniendo en peligro las conquistas de libertad de las mujeres. En
nombre de esa paridad desaparecen las diferencias de sexo, en la legislación, en la jurispruden-
cia y, sobre todo, en el sentido común: cónyuges y progenitores, madres y padres, aparecen desde
el formalismo del Derecho, como sujetos neutros y asexuados, antes que como iguales. Todo esto
no crea problemas mientras que la familia permanece unida. Pero en caso de separación, la
“paridad” se resuelve en un aumento de poderes de los padres (hombres) y de sus posibilidades
de chantaje y en un correlativo debilitamiento de las razones de las mujeres-madres.
658 Anuario del CIJS (2009-2010)
17
SMART, Carol, “La teoría feminista y el discurso jurídico”, ob. cit., pág. 37.
Sánchez, Mariana N. - La crítica feminista al discurso jurídico… 659
18
Es más, la tan mentada generalidad y abstracción de las normas que algunos sectores de-
fienden con tanta vehemencia e identifican con los propios principios del Estado de Derecho
y de la seguridad jurídica, han sido definidas por algunos filósofos del Derecho o juristas más
recientes como una auténtica perversión de lo jurídico Entre ellos, Michel Villey, citado por
Juan A. García Amado, Escritos sobre Filosofía del Derecho, Ediciones Rosaristas, Bogotá, 1997,
pág. 291. También Ignacio Ara Pinilla que, distanciando el concepto de abstracción normativa
del principio de igualdad, señala: Se ha solido reconocer a la abstracción de las normas jurídi-
cas como una de las manifestaciones del principio de igualdad... Olvidan, sin embargo, quie-
nes así piensan que el carácter abstracto que pudieran las normas jurídicas tener... obedece a
razones estrictamente técnicas y de economía legislativa y no a su discutible idoneidad para la
realización del principio de igualdad... Es más, podría incluso decirse que, en contra de lo que
a simple vista pudiera parecer, en ocasiones la regulación de situaciones y comportamientos
individualizados ha venido operando como un instrumento útil para la evitación de semejante
efecto desigualatorio. Ignacio Ara Pinilla, “Reflexiones sobre el significado del principio cons-
titucional de igualdad” en El principio de igualdad, Luis García San Miguel (Editor), Dykin-
son, Madrid, 2000, pág. 204.
19
Psicóloga estadounidense considerada una exponente de la corriente del feminismo cul-
tural. Éste podría ser considerado una subcorriente del feminismo radical estadounidense
que se afianza —más que en la lucha por la superación de los géneros— en la diferencia entre
los géneros. Su obra más representativa la constituye la citada, In a different voice, Harvard
University Press, Cambridge (Massachusetts), 1993.
660 Anuario del CIJS (2009-2010)
dar sus relaciones con la justicia a partir de lo que ella identifica como la
perspectiva de la ética del cuidado. Su trabajo cuestiona los renombrados
logros de la Psicología del desarrollo moral propuesta por el consagrado
modelo de Kohlberg20 que respaldaba una versión abstracta, autónoma,
formalista y universalista de la moralidad: la ética de la justicia. La autora
afirma a través de su obra que los estadios del desarrollo moral de las mu-
jeres se expresan a través de otra ética diferente a la de la justicia: la ética
de la responsabilidad, de la interdependencia, del cuidado y de la atención
a las necesidades ajenas en situaciones contingentes particulares; princi-
pios que están enfáticamente presentes en los procesos socializadores fe-
meninos. Y esta otra perspectiva, esta otra voz, al decir de la autora, debe
ser escuchada e incorporada en los discursos psicológicos y jurídicos tra-
dicionales con el fin de conseguir la visibilidad de las mujeres21. Gilligan
denuncia que hasta ese momento el sistema jurídico está impregnado de
una sola perspectiva —la masculina y patriarcal— que asocia la moral con
un principio de justicia abstracto, formal y universal, identificado con la
defensa de derechos individuales y la ausencia de criterios emocionales,
que excluye la perspectiva femenina. Su propuesta es incorporar esta ética
del cuidado, esta otra voz, como una forma de enriquecer y perfeccionar el
compromiso del Derecho con la justicia.
Catharine MacKinnon22, autora que identificamos dentro de la
perspectiva radical del feminismo, analiza el Derecho como parte de la es-
tructura de dominación masculina surgida del sistema patriarcal. Intenta
desmitificar la aparente objetividad del Derecho, desvelando la carencia
20
Las principales ideas de Lawrence Kohlberg sobre el proceso de socialización moral pue-
den seguirse en su obra Psicología del desarrollo moral, Desclée de Brouwer, Bilbao, 2003.
21
La incorporación material de mujeres en el interior de la estructura jurídica representa, en
términos de este enfoque, una inestimable posibilidad de hacer oír una voz diferente y lograr
cambios que ayuden a visibilizar a la mujer. En este sentido, la denominada feminización de
las profesiones jurídicas, por estos tiempos, es un fenómeno que ha recibido una creciente
atención, tanto en relación con el número de fiscales y jueces femeninas incorporadas a la
carrera judicial, como en relación con la creciente presencia de abogadas y de personal ad-
ministrativo femenino en los juzgados. Resultados de importantes investigaciones sobre esta
temática destacaron el carácter súbito y masivo de la incorporación de las mujeres a la judica-
tura en países europeos y también en América Latina; entre ellos, José TOHARIA, “Las jueces
españolas: quiénes y cómo son” en El Derecho y sus realidades: Investigación y enseñanza de
la sociología jurídica: Homenaje al Profesor Renato Treves, Roberto Bergalli (Coordinador),
PPU, Barcelona, 1989: 157-194; Anne BOIGEOL, “La magistrature francaise au feminin: entre
specifite et banalisation”, Droit et Société, Nº 25, 1993: 489-523; Sally KENNEY, “Breaking the
silence: gender mainstreaming and the composition of the european court of justice”, Feminist
Legal Studies 10, 2002: 257-270; Mariana Sánchez, “Género y profesión jurídica”, Anuario VIII
del Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
de la Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina, 2005: 451-465.
22
En esta temática, Catharine MacKinnon se explaya en importantes obras como Feminism
unmodified: Discourses on life and law, Harvard University Press, Cambridge, 1987; y Toward
a feminist theory of the state, Harvard University Press, Cambridge, 1989.
Sánchez, Mariana N. - La crítica feminista al discurso jurídico… 661
de neutralidad y equidad que caracterizan a las leyes. Más bien las mismas
reflejan, sostiene la autora, un punto de vista estrictamente masculino.
Afirma que el formalismo abstracto de la doctrina liberal del Estado en su
pretensión de garantizar derechos iguales a todos los ciudadanos, contrasta
con la situación objetiva y la percepción subjetiva de muchas mujeres que
no encuentran un reconocimiento adecuado de su especificidad sexual y
social, ni de sus necesidades. Igualmente, hace una dura crítica contra la
insuficiencia de las leyes sobre la igualdad de los sexos, a las que acusa de
tener como exclusiva referencia los valores y la realidad masculinos.
MacKinnon critica igualmente tanto las teorías de la igualdad
como las de la diferencia, puesto que entiende la problemática de la dis-
criminación sexual como una consecuencia directa de la desigualdad:
cualquier práctica que subordine a la mujer constituye una práctica dis-
criminatoria. En este contexto, las mujeres se encuentran inmersas en un
contexto de dominación por parte del poder de los hombres que se origina
principalmente en el control que estos tienen sobre el cuerpo de las muje-
res; la sexualidad es —para esta autora— el origen de la dominación mas-
culina; el Derecho reproduce esta situación de dominación sexual sobre
los cuerpos femeninos a través de las leyes sobre, por ejemplo, prostitución
o abusos sexuales que, más que velar por la seguridad de las mujeres, in-
crementan la cuota de poder masculino sobre ellas.
En síntesis, la autora propone el despertar de conciencias como un
nuevo método epistemológico y práctico de reflexionar sobre las discrimi-
naciones ocultas y situaciones de opresión que viven las mujeres en los
diferentes ámbitos sociales, incluido el Derecho. De tal forma, asumir este
nuevo despertar de conciencias pondrá en evidencia las situaciones de
desigualdad y discriminación, a la vez que permitirá comenzar a dotar a
las mujeres de una nueva posición en la sociedad.
Esta visión del Derecho presentada, ha recibido también algunas
consideraciones y críticas. Son Carol Smart y también el prestigioso crimi-
nólogo Alessandro Baratta, entre otros, quienes han expuesto las dificulta-
des y problemas que supone esta perspectiva de entender el Derecho como
un Derecho esencialmente masculino. Podríamos resumirlas, siguiendo a
los citados autores, en las siguientes23: En primer lugar, sostienen que el en-
foque perpetúa la noción del Derecho como una unidad, en lugar de verlo
como un fenómeno social (un proceso en construcción) y ocuparse de sus
contradicciones internas. De tal forma, se produce una visión estática del
23
SMART, Carol, “La teoría feminista y el discurso jurídico”, ob. cit., pág. 37 y ss.; Alessandro
Baratta, “El paradigma del género. De la cuestión criminal a la cuestión humana” en Las tram-
pas del poder punitivo, Haydée Birgin (Compiladora), Editorial Biblos, Buenos Aires, 2000,
pág. 48 y ss.
662 Anuario del CIJS (2009-2010)
sistema jurídico con lo cual se corre el riego de caer en una concepción esen-
cialista del mismo. En segundo lugar, el enfoque presupone que cualquier
sistema fundado en valores presuntamente universales e imparciales sirve
de modo sistemático a los intereses de los varones tomados como categoría
unitaria. Pero, como señala Smart, sabemos que el derecho no sirve a los inte-
reses de los varones entendidos como categoría homogénea, ni tampoco a los
de las mujeres consideradas de la misma forma. Se sigue, entonces, que acep-
tar la conformación de los géneros como categorías dicotómicas construidas
socialmente, sólo conlleva a un problema aún mayor que resuelva cuál de
las dos construcciones debe jerarquizarse. Además ¿puede existir un punto
de vista femenino o un punto de vista masculino? Parece difícil, puesto que la
experiencia de hombres y mujeres es diferente de acuerdo a la raza, la clase
o la cultura. Así, al darse prioridad a la dicotomía varón-mujer sobre otras
divisiones o criterios de desigualdad; como la raza, la edad, la clase social,
etc.; sólo logramos profundizar y oscurecer el problema de la discriminación
y la forma en que el Derecho debe abordarla.
En esta línea de pensamiento, los autores citados sostienen que una
visión feminista crítica sobre el Derecho debe ser abordada contemplando
la relatividad y negociabilidad de las cualidades y valores atribuidos a los
géneros, la transversalidad del mundo real de cada mujer en relación con
las diversas variables que la rodean, y la flexibilidad y redefinibilidad de los
límites culturales e institucionales entre las esferas de la experiencia y de
la vida social. En resumen, la perspectiva jurídica del feminismo debe con-
templar los complejos procesos de conflicto y contradicción que existen en
el seno de las sociedades pluralistas y reconocer la influencia del género
entrecruzado con muchos otros criterios de desigualdad. Cuestiones que
son asumidas en la siguiente etapa del feminismo jurídico en su análisis
sobre el Derecho.
24
Aunque el maestro Baratta propone identificarlo —más que con un posmodernismo femi-
nista— con un pensamiento contextual, entendido éste como una tercera vía en relación con
la alternativa entre fundamentalismo y relativismo posmoderno, óp. cit., pág. 52.
Sánchez, Mariana N. - La crítica feminista al discurso jurídico… 663
25
Fue Frances OLSEN en su obra Feminism and Critical Legal Theory (1995), quien entiende
que la teoría clásica liberal y su ideología se han estructurado sobre una compleja serie de pa-
res opuestos o dualismos como racional/iracional, penamiento/sentimiento, razón/emoción,
cultura/naturaleza, poder/sensibilidad, objetivo/subjetivo, abstracto/contextualizado, basado
en principios/personalizado. Estos pares duales dividen el mundo en esferas contrastantes o
polos opuestos. Según Olsen, este sistema de opuestos binarios está sexualizado: una parte del
dualismo se considera masculina y la otra, femenina... Los términos del dualismo constituyen
una jerarquía según la cual, en cada par, las características consideradas masculinas aparecen
como las superiores, mientras que la otra parte se considera inferior. De este modo, el Derecho
se identifica con el lado masculino del dualismo. Beatriz Kohen, “El feminismo jurídico en los
países anglosajones...”, ob. cit., pág. 94.
664 Anuario del CIJS (2009-2010)
26
SMART, Carol, “La teoría feminista y el discurso jurídico”, ob. cit., 39.
27
SMART, Carol, en sus obras “The woman of legal discourse”, Social and Legal Studies, 1, 1:
29-44. 1992; “La mujer del discurso jurídico”, ob. cit., 1994; y “La teoría feminista y el discurso
jurídico”, ob. cit., 2000; entre otras.
Sánchez, Mariana N. - La crítica feminista al discurso jurídico… 665
28
SMART, Carol, “La teoría feminista y el discurso jurídico”, ob. cit. pág. 68.
29
CHANTAL MOUFFE, El retorno de lo político. Comunidad, ciudadanía, pluralismo, demo-
cracia radical, Paidós, Barcelona, 1999, pág. 19.
666 Anuario del CIJS (2009-2010)
30
Propia de la perspectiva sociológica del consenso, de la cual Emile Durkheim es uno de sus
principales representantes.
31
Las ideas de Chantal Mouffe pueden comprenderse con mayor profundidad si nos remiti-
mos originariamente al pensamiento de quien estas ideas estaban dirigidas en forma de críti-
ca. Nos referimos a John Rawls, quizá uno de los referentes recientes más significativos en re-
lación con la problemática de la justicia desde la perspectiva del pensamiento liberal. El autor
desarrolla su teoría de La justicia como equidad y propone una concepción de justicia razo-
nable desarrollada en el marco de un sistema democrático. Rawls inicia su teoría partiendo de
lo que considera la idea intuitiva central implícita en una cultura democrática: una visión de
la sociedad como sistema equitativo de cooperación entre personas libres e iguales. A partir
de esta cooperación y a la luz de la mutua conveniencia de las personas implicadas, es posible
acordar los principios más adecuados para realizar la libertad y la igualdad sociales. El pen-
samiento de Rawls puede revisarse en profundidad en sus obras Teoría de la Justicia, Fondo
de Cultura Económica, México, 1979; Justicia como equidad. Materiales para una teoría de la
justicia, Tecnos, Madrid, 1999; y El Liberalismo Político, Crítica, Barcelona, 2004; entre otras.
32
CHANTAL MOUFFE, El retorno de lo político..., ob. cit., pág. 198.
Sánchez, Mariana N. - La crítica feminista al discurso jurídico… 667
33
CHANTAL MOUFFE, óp. cit., pág. 191.
668 Anuario del CIJS (2009-2010)
uu
34
Es esto apreciado y desarrollado con mucha claridad por Haydée Birgin en “Identidad,
diferencia y discurso feminista. Universalismo frente a particularismo” en El Derecho en el
género y el género en el Derecho, Hayée Birgin (Compiladora), Editorial Biblos, Buenos Aires,
2000, pág. 116.
35
CHANTAL MOUFFE, El retorno de lo político. Comunidad, ciudadanía, pluralismo, demo-
cracia radical, ob. cit., págs. 112 y ss.
Jóvenes y empleadores, el rompecabezas
de obstáculos a la inclusión laboral
Leopoldo Schapira y Josefina Schapira*
Introducción
3
Ficha técnica de la investigación Sondeo vía internet a 37 empresas de selección de personal
con sede en la ciudad de Córdoba elegidas al azar (2010).
4
Entre los días 9 y 10 de Mayo de 2009 se realizaron 230 entrevistas personales y domiciliarias
a residentes en la ciudad de Córdoba de entre 18 y 25 años con un cuestionario de preguntas
semicerradas y abiertas, y categorización ordinal.
El diseño muestral utilizado es del tipo estratificado y polietápico para la selección de las
unidades de muestreo. El error estándar es de 5.0% para los totales, con un nivel de con-
fianza del 95%.
En el diseño de la investigación, desarrollo del campo y análisis de los resultados partici-
paron el Arq. Leopoldo Schapira del Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales de la
UNC, la Dra. Margarita Heredia de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNC, el Lic.
León Moliina de Kadicard, Josefina Schapira y Carolina Orionte de Perspectivas Sociales y
la Lic. Verónica Ortega de la Fundación Inclusión Social Sustentable.
Schapira, Leopoldo y Josefina - Jóvenes y empleadores, el … 671
18 a 25 años 26 a 35 36 a 50 51 a 60
Entrevista individual no realizada 0,3 0,3 0,5
(no respuesta al cuestionario)
Ocupado 47,5 77,5 75,3 67,5
Desocupado 16,3 7,2 5,5 3,8
Inactivo 35,9 15,1 18,7 28,8
Total 100,0 100,0 100,0 100,0
Fuente: Encuesta Permanente de Hogares 3er Trimestre 2009, Indec.
Hay una gran distancia entre los que los seleccionadores de per-
sonal creen que los jóvenes tienen en cuenta al momento de evaluar una
oferta de trabajo y lo que los jóvenes dicen valorar.
Desde la perspectiva de los responsables de la selección de per-
sonal entrevistado, lo más importante para los jóvenes es contar con un
horario de trabajo flexible (26%), seguido de un buen sueldo (21%) y que el
trabajo les resulte de su interés (20%).
Sin embargo, cuando esta misma pregunta se les hizo a los jóvenes, las
respuestas fueron diferentes. El horario flexible, lejos de constituir una prioridad
para los jóvenes, se encontraba dentro de los elementos menos valorados.
Más de un tercio de los jóvenes respondieron que estar en blan-
co constituía el elemento de más peso para elegir un trabajo frente a otro,
punto que entre los seleccionadores ocupa recién el quinto lugar.
Conclusiones
“Dado que las PYMES son las principales empleadoras del país.
¿Están en condiciones de absorber los costos de la incorporación de jóve-
nes de entre 18 y 25 años? Sino, ¿Cómo se puede superar esta situación?”
“Las demandas de las empresas hacia el Sistema Educativo formal
y el de la familia, son la preparación de los jóvenes para el mundo laboral
en dos aspectos: el primero netamente actitudinal, o sea generar la dispo-
sición para responder a las exigencias del mundo del trabajo; y la segunda,
de formación técnica laboral. Con relación a este último punto, las empre-
sas parecen estar preparadas para ser ellas, las que carguen de habilidades
al postulante. Sin lugar a dudas, que si el Sistema Educativo generaría este
producto, las empresas se beneficiarían con externalidades positivas”.
“El desacople entre los criterios de evaluación de las empresas y
los valores y conductas de los jóvenes pueden estar marcando la necesidad
de un reajuste del paradigma de relaciones laborales”.
Los resultados de la instancia cuantitativa que se presentan en este
informe, permiten perfilar con mayor precisión la naturaleza y la magnitud
del fenómeno: estos jóvenes tienen más dificultades que otros para incor-
porarse al trabajo.
Evidentemente, el primer paso para superar el problema social, es
la difusión y toma de conciencia de su existencia e importancia.
Luego, es importante pensar en un plan de intervención dirigido a
facilitar las respuestas demandadas a las familias y al sistema educativo.
Tal vez, lo más importante con miras al futuro, sea crear la con-
diciones de generación de un nuevo paradigma laboral trabajando sobre
los aspectos más maleables, menos irreductibles, de ambas partes que de
cabida tanto a la cultura de los jóvenes cuanto a las demandas de las em-
presas.
uu
La Universidad de Córdoba durante el
gobierno de Juan Bautista Bustos*
Félix A. Torres**
Dos son los ejes sobre los que se estructura el plan político de Juan
Bautista Bustos después de la sublevación de Arequito. Un congreso na-
cional que organice definitivamente el país a través de la forma federal de
gobierno, y una constitución provincial que legitime su situación de poder
y presente a Córdoba como un ejemplo político-jurídico a imitar por el res-
to de las provincias. El primero de sus proyectos fue abortado por las cla-
ses dirigentes del puerto de Buenos Aires. A este tema el historiador Miron
Burgin lo explica con meridiana claridad en su obra Aspectos económicos
del federalismo argentino: “Advertía Buenos Aires, asimismo que el go-
bierno de Córdoba haría todo lo que estuviera en sus manos para asegu-
rar una solución federalista al problema constitucional. (…) Además, si el
Congreso se proponía adoptar el programa político federal, probablemente
lo haría sin tener en cuenta la posición peculiar de Buenos Aires en la eco-
nomía nacional. La política económica y financiera que sin duda seguiría
* Este artículo forma parte del proyecto de investigación “Historia de la Facultad de Dere-
cho en la Universidad de Córdoba, 2ª Parte, 1821-1880”, actualmente en curso.
** Licenciado en Historia. Investigador del Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales
de la Facultad de Derecho, Universidad Nacional de Córdoba. Autor de numerosos ensayos
y libros de Historia, entre otros Dalmacio Vélez Sársfield en la Universidad y su correspon-
dencia en Córdoba; Manuel Antonio de Castro y la Primera Reforma Universitaria en Córdo-
ba 1818; Joaquín V. González. Su formación intelectual en Córdoba. 1875-1886; San Martín
y Córdoba. Las cartas desconocidas del Libertador 1814-1822; Santiago Liniers. Sus cartas
desde la Historia y el Psicoanálisis; Dalmacio Vélez Sársfield. Obras de su biblioteca perso-
nal; Historia de la Facultad de Derecho en la Universidad de Córdoba. Tomo I. 1791-1820.
680 Anuario del CIJS (2009-2010)
1
MIRÓN BURGUIN; Aspectos económicos del federalismo argentino, Edit. Solar/Hachette, Bs.
As., 1969, pág. 124-125.
2
CELESIA, Ernesto; Federalismo argentino. Apuntes históricos 1815-1821. Córdoba. Tomo
III, Bs. As., 1932, pág. 6.
3
Ibídem, pág. 32.
4
PEÑA, Roberto; Juan Bautistas Bustos y el federalismo doctrinario de Córdoba. Cuadernos
de Historia, Junta Provincial de Historia de Córdoba, 1980, pág. 49.
Torres, Félix A. - La Universidad de Córdoba durante el … 681
5
MARTÍNEZ PAZ, Enrique; La formación histórica de la Provincia de Córdoba, Imprenta de
la Universidad Nacional de Córdoba, 1941, pág. 71.
6
CELESIA, Ernesto; op. cit., Tomo III, pág. 21.En realidad, con algunas variantes siguió hasta
1855, pues la Constitución de 1847 fue “una simple reforma” de la de 1821.
7
SEGRETI, Carlos S. A.; Juan Bautista Bustos en el escenario Nacional y Provincial. Córdoba,
1970, pág. 158.
8
Ibídem, pág. 158.
682 Anuario del CIJS (2009-2010)
9
CELESIA, Ernesto; op. cit., Tomo III, pág. 378.
10
Ibídem, pág. 411.
11
Constituciones de la Provincia de Córdoba, con Introducción del Dr. Carlos R. Melo, U.N.C.,
1950, pág. 89.
Torres, Félix A. - La Universidad de Córdoba durante el … 683
12
Superintendencia: suprema administración en un ramo. Superintendente: persona a cuyo
cargo está la dirección y cuidado de algo, con superioridad a los demás que sirven en ello.
Diccionario Enciclopédico de la Lengua Española Sopena; Diccionario esencial de la Lengua
Española, Real Academia Española.
684 Anuario del CIJS (2009-2010)
13
Archivo Universidad Nacional de Córdoba (en adelante A.U.N.C.), Sesiones del Claustro,
Libro F-5, f.123, del 08/11/1821.
14
Ibídem, f.123.
15
Ibídem, f.127 del 28/02/1822.
16
Ibídem, f.128 del 16/03/1822.
Torres, Félix A. - La Universidad de Córdoba durante el … 685
21
A.U.N.C., Actas de Sesiones, Libro F-5, f.134, del 24/06/1822.
22
A.U.N.C., Documentos, Libro Nº 6, f.301, del 28/06/1822.
23
Ibídem, f. 305 del 02/07/1822.
24
Ver TORRES, Félix A.; Manuel Antonio Castro y la primera reforma universitaria en Córdo-
ba. 1818. Editorial de la Municipalidad de Córdoba, 2003.
25
A.U.N.C., Documentos, Libro Nº 6, f. 305 del 02/07/1822.
26
A.U.N.C., Actas de Sesiones, Libro F-5, f.136 del 03/07/1822.
27
A.U.N.C., Documentos, Libro Nº 6, f. 317, del 18/07/1822.
Torres, Félix A. - La Universidad de Córdoba durante el … 687
28
A.U.N.C., Ibidem, f.319 del 20/07/1822.
29
Cfr. GARRO, Juan M., op. cit., pág. 308; Segretti, Carlos S. A., op. cit., pág. 169.
688 Anuario del CIJS (2009-2010)
30
A.U.N.C., Actas de Sesiones, Libro F-5, f. 141 v. del 09/09/1822; SEGRETI, Carlos S. A., op.
cit., pág. 169-170.
31
A.U.N.C., Actas de Sesiones, Libro F-5, pág. 141.
32
A.U.N.C., Documentos, Libro Nº 6, f. 333 del 16/09/1822.
33
GARRO, Juan M., op. cit., pág. 311 y ss.
Torres, Félix A. - La Universidad de Córdoba durante el … 689
34
Ibídem, pág. 287-288.
35
Ibídem, pág. 288.
36
Ibídem, pág. 288.
690 Anuario del CIJS (2009-2010)
37
Ibídem, pág. 289.
38
MARTÍNEZ PAZ, Enrique; op. cit., pág. 72.
39
Ibídem, pág. 98.
40
PEÑA, Roberto; op. cit., pág. 54.
41
A.U.N.C., Actas de Sesiones, Lubro F-5, f. 160 v. del 2/1/1823.
42
ORGAZ, Raúl; Para la historia de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba,
Edit. Assandri, Córdoba, 1950, pág. 98.
Torres, Félix A. - La Universidad de Córdoba durante el … 691
43
A.U.N.C., Actas de Sesiones, Libro F-5, f.161v. del 10/01/1823.
44
A.U.N.C., Documentos, Libro Nº 7, f. 205 y ss.
45
Orgaz, Raúl, op. cit. pág. 98.
46
A.U.N.C., Documentos, Libro Nº 7, f. 205 y ss.
692 Anuario del CIJS (2009-2010)
tercio de tiempo del año escolar. Para obtenerlo el estudiante debía desem-
peñar dos ignacianas, que consistía en una lección de una hora sobre el tema
elegido entre los tres señalados mediante la picata en el texto de la Instituta.
El graduando disponía de dos días de tiempo desde la picata —es decir de la
elección del punto a desarrollar— hasta el acto público. Este duraba tres ho-
ras, en la primera exponía sobre el tema seleccionado y en las dos restantes
defendía las conclusiones que le entregaba el rector, con bastante anticipa-
ción al día del examen, y que no podían ser menos de doce y más de dieciséis
relacionadas con la facultad —leyes o cánones— cuyo grado solicitaba. Los
graduandos de doctor debían cursar en el quinto año “una especie de pasan-
tía”, concurrían a los exámenes de previas y demás funciones literarias de la
universidad, pero no estaban obligados a asistir diariamente a clases.
El plan de estudios incluye una serie de disposiciones generales,
válidas para toda la universidad, que nos permiten observar aspectos co-
tidianos de la actividad académica. Por ejemplo, los cursos se abrían cada
dos años, de tal modo que siempre concurrían el primero con el tercero y
el segundo con el cuarto; no se admitían estudiantes fuera de curso, sino
en la forma establecida. Con respecto a los textos de estudio establece que
mientras no se consigan los autores designados en el plan de estudios de
Funes, y en el reformado por Baigorrí, el Rector de la universidad con el
dictamen del Claustro, estaba facultado para sustituir materias equivalen-
tes y designar autores que puedan conseguirse para dictar el curso, de lo
contrario “debería [haber] una cesación de estudios”. El año académico
comenzaba el 13 de marzo y duraba ocho meses, al concluir el 1º de no-
viembre se concedía a los estudiantes “quince días de punto”, esto es de
descanso a fin de que dispongan de más tiempo para preparar mejor sus
exámenes. Durante ese período los estudiantes sólo asistían a una hora de
conferencia por la mañana, que se utilizaba por los profesores en ejercicios
sobre las materias a rendir. Los exámenes comenzaban el 16 de noviembre
y una vez concluidos continuaban “las clases en una hora de academia por
la mañana”, salvo la de gramática, hasta el 24 de diciembre en que cesaban
todas las actividades escolares. En tiempo de academia el rector determi-
naba las actividades, incluidas las materias, que se dictarían hasta la con-
clusión del año lectivo.
Finalmente el proyecto de Baigorrí disponía que continuaba en vi-
gencia el plan de estudios de Funes, “en cuanto no fuere reformado por el
presente”47.
47
Para el desarrollo del plan de estudios de Baigorrí, hemos utilizado la siguiente bibliografía:
A.U.N.C., Documentos, Libro Nº 7, f. 205 y ss. Reforma del Plan de Estudios de esta Univer-
sidad. Arreglo de cursos y funciones…, Imprenta de la Universidad de Córdoba, año 1832;
Garro, Juan M. op. cit., pág. 295 y ss.; Orgaz, Raúl A. op. cit., pág. 95-99-100.
694 Anuario del CIJS (2009-2010)
48
ORGAZ, Raúl; op. cit., pág. 100.
49
A.U.N.C., Documentos, Libro Nº 7, f. 257 y ss del 04/11/1824.
50
GARRO, Juan M., op. cit., págs. 303-304.
Torres, Félix A. - La Universidad de Córdoba durante el … 695
51
A.U.N.C., Actas de Sesiones, Libro F-5 f. 171 del 30/03/1824.
52
A.U.N.C., Documentos, Libro Nº 7, f. 247 del 03/06/1824.
53
Ibidem, f.243, del 03/06/1824.
54
SEGRETI, Carlos S. A., op. cit. pág. 171.
55
A.U.N.C., Sesiones del Claustro, Libro F-6, f. 11, del 20/12/1828.
696 Anuario del CIJS (2009-2010)
uu
56
Martínez Paz, Enrique, op. cit., pág. 84.
57
PEÑA, Roberto; op. cit., pág. 121.
El Primer Centenario, el Positivismo y la Corte Suprema
1. Introducción.
2. El Primer Centenario.
1
Simón Radowitzky fue condenado a muerte, pena conmutada posteriormente, por prisión
perpetua que cumplió en el penal de Ushuaia.
2
Ley Nº 4.144 del año 1902.
3
Poco después del mensaje presidencial, se anunció la cancelación del empréstito de la Ba-
ring Brothers, de 1824. Habían pasado más de ochenta y cinco años desde su contratación y la
Argentina había pagado más de ocho veces el capital inicial.
Un acontecimiento que sucedió unos días antes del 25, para ser exacta, en la madrugada
del 18, fue el paso del cometa Halley por el cielo argentino. Se lo esperaba con cierto temor,
Urquiza, María Isabel - El Primer Centenario, el Positivismo y… 699
ya que la cercanía a la Tierra iba a ser importante y muchos creían que vendría “el fin del
mundo” con todo tipo de catástrofes. Hubo una ola de suicidios entre enero y mayo de 1910,
se estima que llegaron a más de doscientos. También el oportunismo tuvo lugar, en medio
de cierta paranoia general.
4
La celebración del Centenario de los primeros pasos hacia la Independencia Argentina, cu-
riosamente contó con la presencia de la Infanta de Borbón. Además, también fue una oportu-
nidad de que la Argentina se inscribiera en el ámbito de la hispanidad.
Como parte de nuestra idiosincracia, el fútbol no podía estar ausente: “Uno de los principales
actos programados fue el Campeonato Sudamericano de Fútbol entre Brasil, Chile, Uruguay y
nuestro país. El triunfo correspondió a nuestra representación”. SABSAY, F. 2003. Los presiden-
tes argentinos. Quiénes fueron, qué hicieron, cómo vivieron. El Ateneo, Bs. As., pág. 181.
5
“En primer lugar, Buenos Aires. Una gran ciudad de Europa, dando por todas partes la
sensación de un crecimiento prematuro, pero anunciando, por el adelanto prodigioso que ha
tomado, la capital de un continente. La Avenida de Mayo, tan ancha como nuestros mejores
bulevares, se parece al Oxford Street por el aspecto de los escaparates y la decoración de los
edificios. Punto de partida: una gran plaza pública, bastante torpemente decorada, limitada
por el lado del río por una gran construcción italiana, llamada la Casa Rosada, donde residen
ministros y presidente, y con cuyo edificio forma paralelo, a la otra extremidad de la avenida,
otra gran plaza, improvisada de ayer, que se termina por el palacio del Parlamento, colosal
edificio, casi terminado, cuya cúpula se parece al Capitolio de Washington. Se observan todos
los estilos de arquitectura y principalmente el llamado tape á l’oeil.” Clemenceau, G. Notas de
viaje por América del Sur, citado por SABSAY, F., op. cit., págs. 181-182.
6
“Para el Centenario, Leopoldo Lugones tiene ya un prestigioso recorrido por las letras argen-
tinas, que lo colocan en la cúspide de los reconocimientos intelectuales del momento. Lugones
ya se ha convertido en ‘el poeta nacional’, consagrado en su oportunidad por Rubén Darío, y
ha pasado a formar parte de una suerte de intelectualidad paraestatal construida en torno del
régimen gobernante. Sus Odas seculares con motivo del Centenario han reafirmado ese lugar
que ocupa…” TERÁN, O. 2008. Historia de las ideas en la Argentina. Diez lecciones iniciales,
1810 – 1980, Siglo XXI, Bs. As., pág. 170
7
“El diario de Gabriel Quiroga es uno de los libros que aparecen en la fecha de celebración del
Centenario, y se caracteriza por enunciar una serie de temas que se incorporarán luego al pen-
samiento nacionalista de derecha. El libro tiene el formato de un diario íntimo, según un mode-
lo ya instalado por el cual se cuenta “la historia de un alma”. (…) En el recorrido de esa alma y
de esa vida de Gabriel Quiroga se verifica que el modernismo parte de un proyecto artepurista y
desemboca en una intervención pública y política.” TERÁN, O. 2008. Op. cit., pág. 162.
700 Anuario del CIJS (2009-2010)
8
“No obstante, el balance del siglo concluye con fe en la capacidad de la nación argentina para
enfrentar los problemas presentes y por venir. Sin duda, esa fe estaba avalada por el excepcional
crecimiento económico argentino. Pero González también encuentra base para esa esperanza
en las ya tenaces creencias argentinas: la extensión del territorio (la extensión ya no es el mal de
la República Argentina, como en Sarmiento y Alberdi, sino su bendición); las cualidades de la
raza nacional, y la virtud y cultura de sus grandes hombres, tanto guerreros y estadistas como
pensadores”. Ibídem, pág. 188.
9
Cecilia Grierson fue la segunda universitaria argentina, egresada en 1889, pero debido a
su condición de mujer nunca accedió a un cargo docente en Medicina. También fundó el
Consejo Nacional de Mujeres, en 1900, y como éste adoptó un rumbo conservador; Grierson
se desvinculó.
10
Elvira Rawson fue nuestra tercera egresada, también de Medicina y fue introductora de la
eugenesia, tema al que dedicara su tesis.
11
Julieta Lanteri era de origen italiano, pero de niña había migrado a la Argentina, fue la sexta
egresada argentina y la primera migrante en graduarse en Medicina. Fundó la Asociación de
Universitarias Argentinas, en 1904. Bregó incansablemente por el sufragio femenino y para
ello, solicitó la ciudadanía argentina con el apoyo de su marido, Alberto Renshaw, de origen
alemán. Cabe aclarar que en esos tiempos, las mujeres casadas eran absolutamente incapa-
ces de hecho y se requería el consentimiento del cónyuge para los actos jurídicos.
“A la sentencia favorable del juez Claros se interpuso un recurso que finalmente fue deses-
timado por la Cámara que, en un fallo histórico –Juan Agustín García era uno de los inte-
grantes- hizo que Julieta Lanteri obtuviera la ciudadanía argentina. Y consiguió no sólo ser
inscripta en el padrón electoral correspondiente, sino que sufragó en las elecciones para la
renovación del Concejo Deliberante de Buenos Aires el 26 de noviembre de 1911”. BARRAN-
COS, D. 2002. Inclusión / Exclusión. Historia con mujeres. F.C.E., Bs. As., págs. 52-53.
12
Alicia Moreau nació en Londres en 1885. En 1902, fue una de las fundadoras del Centro
Socialista Feminista y de la Unión Gremial Femenina. Años más tarde, en 1914, obtuvo con
honores el título de médica en la UBA. Se casó con Juan B. Justo con quien tuvo tres hijos; y
tras el fallecimiento de su esposo en 1928, se dedicó aun más a a actividad política y a bregar
por los derechos de la mujer. En este sentido, en 1932 redactó un proyecto de ley sobre sufra-
Urquiza, María Isabel - El Primer Centenario, el Positivismo y… 701
gio femenino, el que fue presentado por el diputado Mario Bravo. Obtuvo media sanción en la
Cámara de Diputados, pero nunca fue discutido en el Senado.
13
Petrona Eyle fue la cuarta egresada médica en 1893, aunque en rigor de verdad, en ese año
revalidó su título obtenido antes en la Universidad de Zurich. Se destacó no sólo por la lucha
a favor de los derechos femeninos, sino también por combatir la trata de blancas.
14
Quizás llame la atención que nuestras primeras universitarias hayan elegido la Medicina
como campo profesional. Lo cierto es que no ocurrió sólo aquí, sino que fue una tendencia
en Occidente. Una explicación puede encontrarse en la relación entre las tareas femeninas de
asistencia, socialmente adscriptas, y el desarrollo de una ética del cuidado y de la responsabi-
lidad como centro de la preocupación moral femenina.
15
“Reclaman la acción del gobierno también para intervenir en los envilecidos salarios de las
obreras, mucho más bajos que los de los varones. Aun tratándose de la misma tarea. (…) Celia
Lapalma de Emery y Carolina F. de Jaimes representan especialmente el grupo más esclarecido
de las católicas convencidas de que debe dignificarse el trabajo de las mujeres fuera del hogar,
en las manufacturas y en las fábricas, y también del que realizan a destajo en sus propios ho-
gares.” BARRANCOS, D. 2007. Mujeres en la sociedad argentina. Una historia de cinco siglos.
Editorial Sudamericana, Bs. As., pág. 133.
16
“Se demanda por derechos y a veces las votaciones resultan reñidas, de modo que si bien
hay unanimidad acerca de la petición de la reforma del Código Civil y también respecto de la
sanción del divorcio, la posición que llama a expedirse a favor del voto femenino no alcanza el
mismo nivel de acatamiento. Un lugar absolutamente compartido por el importante número
de mujeres allí reunido es el del clamor por la elevación educativa, cultural y científica de las
mujeres”. BARRANCOS, D. 2007. Op. cit., pág. 134.
702 Anuario del CIJS (2009-2010)
3. El positivismo en el Centenario.
17
La selección obedece al papel social que cada uno de ellos desempeñó:
-
Ramos Mejía introdujo científicamente la noción del colectivo “masa” para aludir a un
conjunto indiferenciado de personas, a una realidad magmática, al decir de Cornelio Cas-
toriadis, y confusa. Pensemos que la élite gobernante en los tiempos del Primer Centenario
ya no podía contener a la multitud que reclamaba incesantemente y hasta con violencia,
mayor protagonismo social y reivindicaciones incesantes de derechos.
- José Ingenieros fue auténticamente un positivista, un intelectual moderno solamente le-
gitimado por el capital simbólico, su saber, como expresaría Pierre Bourdieu. Su valía inte-
lectual no estaba apoyada en un origen social prestigioso, como su maestro Ramos Mejía,
ni en su posición económica ni en su contacto con la élite gobernante.
- Cornelio Moyano Gacitúa fue un jurista especializado en materia penal, de nuestra Uni-
versidad. Sus publicaciones e investigaciones fueron elogiadas en su tiempo por otros po-
sitivistas, y con los años venideros por los grandes juristas penalistas Sebastián Soler y
Ricardo Núñez.
18
“Quien conozca el arte de impresionar la imaginación de las muchedumbres conoce también
el arte de gobernarlas”. Gustave Le Bon, citado por TERAN. O., op. cit., pág. 130.
Urquiza, María Isabel - El Primer Centenario, el Positivismo y… 703
19
“Detalló su finalidad de este modo: ‘Sistemáticamente y con obligada insistencia se les habla
de la patria, de la bandera, de las glorias nacionales y de los episodios heroicos de la historia;
oyen el himno y lo cantan y lo recitan con ceño y ardores de cómica epopeya, lo comentan a su
modo con hechicera ingenuidad, y en su verba accionada demuestran cómo es de propicia la
edad para echar la semilla de tan noble sentimiento.’
“Era el modo en que imaginó la construcción de multitudes menos pasivas políticamente que
las que creía ver en Buenos Aires de fines del siglo XIX. Y digo ‘que creía ver’, ya que recientes
estudios demuestran la presencia de una sociedad movilizada, ‘contradiciendo —como lo
ha escrito Hilda Sábato— la difundida imagen del extranjero sólo interesado en sus asuntos
privados y ajeno a la vida pública’. Dicho sea de paso, este desfase entre lo que los contempo-
ráneos ven y aquello que se les escapa plantea un problema clásico de la historia intelectual.
Ya en El otoño de la Edad Media (1919), el gran historiador holandés Johan Huizinga con-
sideró este problema en términos convincentes.(…) Concluye Huizinga, incluso aquello que
los humanos no ven forma parte de su manera de percibir la realidad y de actuar en ella”.
Ibídem, pág. 145-146.
20
Esta obra fue escrita antes de culminar sus estudios universitarios. Era la introducción de
su tesis.
Es oportuno acercar una cita de esta obra tan temprana, por la claridad y actualidad de sus
ideas, pese a que fue redactada a fines del siglo XIX: “El abogado simula en vastos escritos
apasionarse por los intereses de sus clientes, sea éste el ladrón o la víctima, mientras sólo le
preocupa asegurarse más altos honorarios. (…)
“Si se encara la cuestión desde otro punto de vista, es fácil reconocer que todos los miembros
de cada profesión, y más especialmente los funcionarios públicos que no gustan del mucho
trabajar, viven en tácito acuerdo simulando la excesiva importancia y fatiga de sus tareas;
algunos llegan, por autosugestión, a engañarse a sí mismos. (…)
“Simuladores por excelencia son todos los políticos de profesión. Es fácil verlos, en todo mo-
mento, fingiendo preocuparse del bien de su patria y de sus conciudadanos, mientras en
realidad su única preocupación es obtener ventajas personales en la lucha por la vida. Cual-
quier mandatario simula sacrificarse por su país al aceptar el nombramiento, pero guárdase
de confesar que espera sacar de su sacrificio honra y provecho”. INGENIEROS, J. 1961. La
simulación en la lucha por la vida, Losada, Bs. As., págs. 65-66.
21
Escrita en 1911, en Europa. Fue consecuencia de haber sido relegado en un concurso do-
cente por causa del entonces presidente Roque Saenz Peña.; por lo que El hombre mediocre
estaba dirigida a él, tal vez por la fuerte creencia de Ingenieros en el papel de las minorías
intelectuales como mentoras sociales.
704 Anuario del CIJS (2009-2010)
22
“Su trabajo es el más importante de sociología y antropología criminal aparecido en estos
dos últimos años y en ambos mundos, y me considero feliz de haberlo recibido. Trataré de hacer
de él un largo análisis en los archivos que dirijo, y créame su admirador”. Cesare Lombroso,
citado por MARTÍNEZ PAZ, F. 1994. Ciencia y filosofía jurídica en la primera mitad del siglo
XX, en Estudios en Honor de Pedro J. Frías, Volumen X de la Academia Nacional de Derecho y
Ciencias Sociales de Córdoba, págs. 1417-1418.
Urquiza, María Isabel - El Primer Centenario, el Positivismo y… 705
5. La Corte y el positivismo.
23
AMADEO, O. 1965. Vidas argentinas, Emecé, Bs. As., pág. 219.
24
AMADEO, O. 1965. Op. cit., págs. 221-223.
25
FRÍAS, P. 1979. El Juez Bermejo, en Homenaje a la memoria del Dr. Antonio Bermejo, Corte
Suprema de Justicia de la Nación, Bs. As., pág. 10.
En el párrafo siguiente que corresponde a esta cita, Pedro J. Frías agrega: “Pero la Corte
–digámoslo quedamente- apenas lo sabía. Las instituciones no adquieren autoconciencia
sino con el tiempo o con las muchas pruebas que fijan su identidad, sus desarrollos y sus
amputaciones o los servicios que la comunidad les requiere”. Ibídem, pág. 10.
706 Anuario del CIJS (2009-2010)
26
Fallos, 110: 207-209, de fecha 03 de noviembre de 1908.
27
Fallos, 133: 90-95, de fecha 19 de noviembre de 1920.
28
Fallos, 133: 93-94, primer y sexto párrafo, respectivamente.
Urquiza, María Isabel - El Primer Centenario, el Positivismo y… 707
29
MARTÍNEZ PAZ, F. 2000. La enseñanza del derecho, hoy, en La educación, política de Esta-
do, Academia Nacional de Educación, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de
Córdoba y Academia Nacional de Ciencias, Cba., pág. 57.
30
Fallos, 98: 20-24, de fecha 05 de septiembre de 1903.
31
Este considerando es repetido por Bermejo en su célebre disidencia en el caso Ercolano en
1922, en el Considerando Nº 30.
32
Si recordamos, ya me referí a ella y a su compromiso con los derechos de la mujer, en el
punto Nº 2. El Primer Centenario.
Julieta Lanteri, si bien tenía una visión progresista de la mujer, su representación del mun-
do seguía siendo liberal-burguesa, por lo que su actitud ideológica era aristocrática-eli-
tista.
708 Anuario del CIJS (2009-2010)
6. Algunas conclusiones.
33
Había ingresado a la Corte en 1919 en lugar de Mauricio Daract. Permaneció hasta 1927.
34
Fue designado en 1915 en lugar de Lucas López Cabanillas. Estuvo hasta 1931. Recordemos
que fue el Presidente de la Nación durante el Primer Centenario. Se desempeñó en los tres
Poderes del Estado.
“Este caso dividió los votos de Bermejo y Figueroa Alcorta, no obstante la identidad con que
se reconoce que actuaban en la Corte. Es muy bello el testimonio de Roberto Repetto en su
discurso con motivo del homenaje a ambos. Después de señalar la calidad de su amistad
escribe: ‘Dada la gravitación natural y el prestigio de estos hombres en el Tribunal, ninguna
opinión que no contara con sus sufragios habría podido traducirse en una sentencia. De cer-
ca o de lejos ellos inspiraron o dieron su palabra de aprobación al juicio de otros’”. FRÍAS, P.,
OP. CIT., pág. 18.
35
PALACIOS, A. 1954. La justicia social, Claridad, Bs. As. pág. 426.
Urquiza, María Isabel - El Primer Centenario, el Positivismo y… 709
BARRANCOS, D. 2002. Inclusión / Exclusión. Historia con mujeres. F.C.E., Bs. As.
BARRANCOS, D. 2007. Mujeres en la sociedad argentina. Una historia de cinco siglos, Editorial
Sudamericana, Bs. As.
36
INGENIEROS, J. 1999. Las fuerzas morales, Buró editor, Bs. As., pág. 27.
En esta misma obra, a título de Advertencia del Autor, Ingenieros afirma: Si este libro pudie-
ra estimular a los jóvenes a descubrir los propios valores, quedarían satisfechos los anhelos
del autor, que siempre estuvo en la vanguardia y espera tener la dicha de morir antes de
envejecer”.
Lo cierto es que murió antes de envejecer, tenía tan sólo 48 años.
37
FRIAS; P., op. cit., pág. 17.
710 Anuario del CIJS (2009-2010)
BERGOGLIO, M. 2003. La matriz del orden social: la cultura e la sociedad. Ciencia, Derecho y
Sociedad, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales; Universidad Nacional de Córdoba, Cba.
FRÍAS, P. 1979. El Juez Bermejo, en Homenaje a la memoria del Dr. Antonio Bermejo, Corte
Suprema de Justicia de la Nación, Bs. As.
FRIEDMAN, L. 1992. Ahora Elijo yo. La república de las opciones infinitas, Grupo Editor Lati-
noamericano, Bs. As.
GILLIGAN, C. 1994. La moral y la teoría. Psicología del desarrollo femenino, F.C.E., México.
GILLIGAN, C. 2003. El nacimiento del placer: una nueva geografía del amor. Paidós, Barce-
lona.
MARTÍNEZ PAZ, F. 1994. Ciencia y Filosofía Jurídica en la primera mitad del siglo XX, en Estu-
dios en Honor de Pedro J. Frías, Volumen X de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias
Sociales de Córdoba, Cba.
— 2000. La enseñanza del derecho, hoy, en La educación, política de Estado, Academia Nacio-
nal de Educación, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba y Academia
Nacional de Ciencias, Cba.
RECALDE, H. 2005. Señoras versus universitarias. Dos congresos femeninos en tiempos del
Centenario, en Todo es Historia Nº 452, Bs. As.
SABSAY, F. 2003. Los presidentes argentinos. Quiénes fueron, qué hicieron, cómo vivieron, El
Ateneo, Bs. As.
SUEIRO, C. (s.d.) El positivismo y su histórica influencia negativa sobre el instituto del juicio
por jurados en la Argentina, en Espacios Jurídicos. Disponible en:
TANZI, H. 2003. La Corte Suprema y el proceso político Argentino, en Historia, Año XXIII –
Nº 89, marzo – mayo 2003, Bs. As.
TERÁN, O. 2008. Historia de las ideas en la Argentina. Diez lecciones iniciales, 1810 -1980, Siglo
XXI, Bs. As.
Documentos.
uu
Sección V
Becarios
La Autonomía Municipal en Iberoamérica
1
Hernández, Antonio María, Derecho Municipal, Vol. I, 2º edición, Ed. Depalma, Buenos
Aires, 1997, pág. 348.
2
ALBI, Fernando, Derecho municipal comparado del mundo hispánico, Aguilar,
Madrid, 1955, pág. 284 y ss.
3
ALBI, Fernando, op. cit. (citado por Hernández, Antonio M. op. cit., pág. 348.)
4
HERNÁNDEZ, Antonio María, op. cit., pág. 349.
Chaui, Matías Ezequiel - La Autonomía Municipal en Iberoamérica 717
5
Ídem.
6
DANA MONTAÑO, Salvador M., La Autonomía Municipal, Instituto de Derecho
Municipal y Urbanismo, Universidad Notarial Argentina, La Plata, 1982, págs. 24 y ss.
7
HERNÁNDEZ, Antonio María, op. cit., pág. 386.
718 Anuario del CIJS (2009-2010)
uu
Pluriculturalidad y garantías judiciales: Alcances
de su aplicación al caso de las comunidades
originarias en la jurisprudencia de la C.I.D.H, y
de los Tribunales Nacionales de la República
Argentina desde la vigencia del Convenio 169 O.I.T.*
* Proyecto dirigido por el Dr. Nelson Marcionni a quien le estoy enormemente agradecida
por su colaboración y constante preocupación en mi formación profesional.
** Abogada graduada en la Universidad Nacional de Córdoba, Cuadro de Honor. Becaria
Doctoral CONICET y Ex Becaria de pregrado CIJS. Maestrando – Maestría en Relaciones
Internacionales C.E.A. Email: copellobaronenatalia@conicet.gov.ar.
722 Anuario del CIJS (2009-2010)
1
CALAMANDREI, Piero, El elogio de los jueces, escrito por un abogado, Capítulo I, “De la Fe
en los Jueces. Primer requisito del abogado”, Colección Clásicos del Proceso Civil, Librería El
Foro, Buenos Aires , 1997, p. 69.
Copello Barone, Natalia P. - Pluriculturalidad y garantías… 725
uu
La capacidad progresiva: El ejercicio
de derechos y de deberes
* Becaria de Pregrado del CIJS con el proyecto “LA CAPACIDAD PROGRESIVA. Conven-
ción de los Derechos del Niño: ley 26.061. El ejercicio de derechos y de deberes. Régimen
de Capacidad en el Código Civil Argentino”, bajo la dirección de la Dra. María del Carmen
Cerutti; Ayudante Alumno de la asignatura Derecho Privado I; Ayudante Alumna del pro-
grama de investigación “Estructuras y estrategias familiares de ayer y de hoy” radicado en
CEA –UNC; alumna de Abogacía – UNC, sexto año en curso.
728 Anuario del CIJS (2009-2010)
1
Tagle, María Victoria. Derecho Privado I. Parte general. Alveroni. Córdoba. 2005.
pág. 134.
2
En tal sentido, Belluscio, Augusto C. “Una ley en parte inútil y en parte peligrosa: la
26.061”, en La Ley. 2006-B, 701.
Favot, María Laura - La capacidad progresiva: El ejercicio de… 729
3
MIZRAHI, Mauricio Luis. “Los derechos del niño y la ley 26.061”. La Ley. 2006-A, 858.
4
Solari, Néstor. “La autodeterminación del niño en el régimen de tenencia”. LLLitoral.
5
FAMA, María Victoria; Herrera, Marisa; Gil Domínguez, Andrés. Ley de protección
integral de niñas, niños y adolescentes. Comentada, anotada y Concordada. Ed. Ediar. Bs As.
2007.
6
FAMA, María Victoria; Herrera, Marisa; Gil Domínguez, Andrés. Derecho Constitucio-
nal de Familia. Tomo I y II. Ed. Ediar. Bs. AS. 2006.
7
HERRERA, Marisa. “La voz del niño en su proceso de adopción”. JA. 2007-IV, 1095.
730 Anuario del CIJS (2009-2010)
8
Art. 30 (texto originario) Código Civil. La Ley. Bs. As. 2007.
Favot, María Laura - La capacidad progresiva: El ejercicio de… 731
uu
9
GARCÍA MÉNDEZ, Emilio (compilador). Adolescentes y Responsabilidad Penal. Ed. Ad-
Hoc. Bs As. 2001.
Sistema de protección del derecho a la
libertad religiosa en el MERCOSUR
Diego Robledo*
cipio pilar del derecho eclesiástico2). Para el Maestro Frías, “[l]a libertad de
religión tiene significados múltiples porque se aloja en el corazón de la digni-
dad humana”3. Así “consiste en que todos los hombres deben estar inmunes de
coacción, tanto por parte de personas particulares como de cualquier grupo o
potestad, de tal manera que en materia religiosa no se obligue a nadie a obrar
contra su conciencia ni se le impida que actúe conforme a ella en privado o
en público, solo o asociado con otros, dentro de los límites debidos”4 . En este
sentido se pronuncia, Iglesia Católica en la Declaración Dignitatis Huma-
nae5. Bidart Campos, luego de leer aquella dijo que “la libertad religiosa es
un derecho civil de todas las personas en el estado”6. Consideramos que la LR
es parte del género “libertad” y supone una libertad interior (libertad de con-
ciencia), una libertad que se exterioriza en acciones y palabra (libertad de
culto) y una libertad que permite asociarse con los semejantes, ya sea bajo
una estructura jerárquica7 o no. Vale señalar que los textos jurídicos no de-
finen términos como religión, religioso, por lo que, su significado y alcance
debe buscarse en la jurisprudencia8, el cual puede variar entre los EP de MS.
Sí es posible identificar en las Constituciones de los EP a la LR.
2
SALINAS ARANEDA, Carlos “Los principios informadores del Derecho Eclesiástico del Es-
tado de Chile” en Revista de Derecho de la Universidad Católica de Valparaíso, XXIII, Vol. II,
Ed. Universitarias de Valparaíso, Chile, 2002, pág. 90.
3
FRÍAS, Pedro José “La libertad religiosa en Occidente” en La libertad religiosa en Argenti-
na – Aportes para una legislación, AAVV, Roberto Bosca (Comp.), Consejo Argentino para
la Libertad Religiosa CALIR y Konrad Adenauer Stiftung, Editorial talleres de gráfica IDEA
GRÁFICA, Buenos Aires (RA), 2004, p.18.
4
FRÍAS, Pedro José “La libertad religiosa en Occidente” ob. cit., págs. 17-18
5
Cfr. Concilio Vaticano II, Dignitatis Humanae (DH. 2).
6
BIDART CAMPOS, Germán Manual de la constitución reformada, Ediar S.A. Editora, Bue-
nos Aires (RA), T.1, pág. 548.
7
La libertad de asociarse adquiere relevancia cuando nos preguntamos acerca de la etimolo-
gía de la voz Iglesia, la cual significa “asamblea”, como informa el Padre José Cemente Silva
S.S., se trata de una “reunión libre, voluntaria de quienes, unidos por la misma fe, sostenidos
por la misma esperanza, animados por el mismo amor, reconocen y adoran al mismo Dios
[…]”. Cfr. Silva, José Clemente S.S “Prólogo” en BRUNO, Cayetano S.S., Bases para un Con-
cordato entre la Santa Sede y la Argentina, Ed. Poblet, Buenos Aires (RA), 1947, pág. 11.
8
En la jurisprudencia observamos que “[e]n toda época y en todo lugar el hombre lleva en
sí un sentimiento religioso, una fe innata hacia lo sobrenatural, que lo consuela, lo eleva
y lo fortifica. Pese a la diversidad de las creencias y a la firmeza con que cada individuo sos-
tenga su propia convicción, en el seno de las sociedades la convivencia es posible por obra
de la educación, la cultura y la tolerancia, en las cuales s sustenta la libertad religiosa, ver-
dadera conquista de la civilización moderna” Cfr. Voto del Camarista Dr. Néstor Cichero
en el Caso “Shvartz, Jacobo León y otra s./ adopción del menor Alberto Lorenzo Camino”,
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil (Sala “D”), 28/02/1957, en Fallos de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación —con relación de sus respectivas causas— publicación di-
rigida por los Dres. Esteban Imaz, Jorge A. Peró y Ricardo J. Brea (Secretarios del Tribunal),
V. 239 —Entrega Primera—, Imprenta López, Buenos Aires (RA), 1957, pág. 373. (239:273)
El resaltado nos pertenece.
Robledo, Diego - Sistema de protección del derecho a la … 735
9
BUSSO, Ariel David La Iglesia y la Comunidad Política, Facultad de Derecho Canónico de
la Pontificia Universidad Católica Argentina, UCA, Buenos Aires, 2000, p.220.
10
Cfr. GONZALEZ del VALLE, J. “La regulación legal de la libertad religiosa” Derecho Eclesiás-
tico del Estado Español, Pamplona España, 1993 en DUBROWSKY, Sergio “El derecho de la
libertad religiosa…”, ob.cit., pág. 229.
11
Esta afirmación fue realizada como lema del Congreso Internacional “La libertad religio-
sa, origen de todas las libertades” organizado por el Consejo Argentino de Libertad Religiosa
—CALIR— en la Ciudad de Buenos Aires (RA), a finales de abril de 2008.
12
Por ej, la jurisprudencia ha afirmado que la objeción de conciencia —aunque no estuviera
reconocida como derecho en el plexo normativo— derivaba de la libertad religiosa y por ello
se hacía lugar a los pedidos de los objetores. fr. Expte. 0895-2001-AA/TC, Fundamento Jurídi-
co 6 en SAR, Omar A. Constitución Política del Perú con la jurisprudencia, artículo por artícu-
lo, del Tribunal Constitucional, 3ª edición actualizada y aumentada, Editoriales Nomos& The-
sis y Grijley, Perú, 2006, pp.32-36; y en BERMUDEZ TAPIA, Manuel Alexis La Constitución
a través de las Sentencias del Tribunal Constitucional —Interpretación artículo por artículo de
nuestra norma fundamental realizada por el Supremo intérprete, Ediciones Legales, EDILEG-
SA E.I.R.L, Lima (Perú), 1ª Edición, Noviembre de 2007, págs. 36-37.
13
Vgr. en Argentina: afectado, asociaciones, Ombudsman, Ministerio Público, como señala
Rosa Ávila Paz comentando el art. 43 de nuestra Carta Magna (Cfr. Manual de Teoría General
del Proceso, Tomo II, 1ª Ed. Advocatus, Córdoba (RA), Mayo de 2006, pág. 23). Argentina tiene
el Consejo Argentino para la Libertad Religiosa, con un observatorio para velar porque se
cumpla dicho derecho; y Brasil tiene una asociación semejante llamada Asociación Brasilera
para la Libertad Religiosa y Ciudadanía –ABLIRC. Ambas instituciones se presentan novedo-
sas para la protección de este derecho. Vale señalar que a la luz del Caso “Halabi, Ernesto c.
P.E.N. ley 25.873 dto. 1563/04” de fecha 24/02/2009, es aceptado que pueda verse como un
derecho de incidencia colectiva, como postulamos en una ponencia previamente: ROBLE-
DO, Diego “El Derecho a la Libertad Religiosa como un derecho de incidencia colectiva y
sus garantías, en el 40º Aniversario de Argentina con la Santa Sede” ponencia presentada en
el VIII Congreso Nacional de Derecho Procesal Garantista bajo el lema Por la real vigencia de
derechos y garantías constitucionales, en la Ciudad de Azul, Bueno Aires (RA), los días 2 y 3
de Noviembre de 2006 en (consultado el 01-06-2010). http://www.e-derecho.org.ar/con-
gresoprocesal/El%20derecho%20a%20la%20libertad%20religiosa%20(Diego%20
Robledo).doc (01/06/2010).
736 Anuario del CIJS (2009-2010)
Nuestras propuestas
14
MERCOSUR/XXVIII CMC/DI Nº 04/05, Informe de la Presidencia Pro Tempore Paragua-
ya del Foro de Consulta y Concertación Política del MERCOSUR y Estados Asociados, Enero
a Junio de 2005 en http://www.mrree.gub.uy/Mercosur/ConsejoMercadoComun/
Reunion28/AnexoVII.htm http://www.culto.gov.ar/noticias.php?noticia=136 (01-
06-2010).
Robledo, Diego - Sistema de protección del derecho a la … 737
15
Cfr. DRNAS DE CLÉMENT, Zlata “El transregionalismo en las relaciones Unión Europea-
MERCOSUR” en MERCOSUR y Unión Europea, AA.VV., Coordinadora Zlata Drnas de Clément
y Editor Waldemar Hummer, Ed. Lerner S.R.L., Córdoba (RA), 2008, pág. 68.
16
Protocolo de Ushuaia sobre compromiso democrático en el Mercosur, Bolivia y Chile,
suscripto el 24/07/1998. Ley Nacional de la Rep. Argentina Nº 25133. Aprobación. Sanción:
04/08/1999; Promulgación: 08/09/1999 (Aplicación art. 80, C. Nacional); Boletín Oficial
15/09/1999. Reforzada por el Protocolo de Asunción sobre el compromiso con la promoción
738 Anuario del CIJS (2009-2010)
Reflexiones finales
y protección de los Derechos Humanos del MERCOSUR que en su preámbulo reitera lo ex-
presado en la Declaración Presidencial de las Leñas de 1992, en el sentido de que la plena vi-
gencia de las instituciones democráticas es condición indispensable para la existencia y el de-
sarrollo del MERCOSUR; y subraya que el respeto a los derechos humanos y de las libertades
fundamentales son elementos esenciales de la democracia; y en su art. 1º “La plena vigencia
de las instituciones democráticas y el respeto de los derechos humanos y de las libertades fun-
damentales son condiciones esenciales para la vigencia y evolución del proceso de integración
entre las Partes” y art. 2º dice “Las Partes cooperarán mutuamente para la promoción y protec-
ción efectiva de los derechos humanos y libertades fundamentales a través de los mecanismos
institucionales establecidos en el MERCOSUR”. Dubrowsky trae estas palabras de González
del Valle, de la obra ut supra citada: “si un Estado no respetase ese derecho del hombre podría
en esa misma medida ser calificado de ilegítimo. No es una norma promulgada por el Estado
en la que se proclama el derecho a la libertad religiosa la que legitima a sus destinatarios para
hacer uso de ese derecho, sino que por el contrario es el reconocimiento de ese derecho, lo que
legitima el poder del Estado” (el resaltado nos pertence).
17
Luego de presentar el informe final, se produjeron en 2009 una serie de encuentros: entre
los que señalamos, “Diálogo Interreligioso de MERCOSUR” a propuesta de quien ocupara la
Presidencia pro tempore de MS en aquél entonces, Fernando Lugo; por otro lado se hizo una
reunión “Construyendo la identidad de MERCOSUR”; “MESA DE DIÁLOGO CON LAS EX-
PRESIONES DE RELIGIOSIDAD DEL MERCOSUR” Centro Cultural de la Ciudad — Manzana
de la Rivera, Asunción, Paraguay — 11 y 12 de marzo de 2009
18
SHEEN, Fulton J. Religión sin Dios, Colección Razón y Fe. Ed. Planeta, Barcelona (España),
1º Edición Abril de 1956, págs. 19-20.
19
VÉLEZ SÁRSFIELD, Dalmacio Derecho Público Eclesiástico: Relaciones del Estado con la
Iglesia en la antigua América Española, Buenos Aires, 1889, págs. 207-208 en BRUNO, Caye-
tano S.S., ob.cit., pág. 136.
Robledo, Diego - Sistema de protección del derecho a la … 739
uu
20
ROBLEDO, Diego “Mi visión sobre la Globalización” Globalización, Democracia y Paz La
visión de los Jóvenes,Ed. Corintios XIII, Córdoba (RA), 2005, págs. 119-122.
21
FRÍAS, Pedro José “Constructores de la Sociedad del Siglo XXI”, en Instituto Cultural Ar-
gentino-Israelí 10º Aniversario 1987-1997, Córdoba (RA), 1997, pág. 18. Destacamos que el
lema del 10º Aniversario del Instituto fue “Por una cultura a la paz”.
22
ALBERDI, Juan Bautista Bases y puntos de partida para la organización política de la Re-
pública Argentina, derivados de la Ley que preside al desarrollo de la civilización en la América
del Sud,, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, Córdoba, RA, 2002.
pág. 84.
Demanda sin Sustanciación: Inconstitucionalidad del
Instituto de Caducidad de Instancia y Consecuente
Proyecto de Reforma de la Lege Ferenda (C.P.C.C. de Cba.)*
Planteo de la Problemática
2
Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba.
Tejerina Funes, María Montserrat - Demanda sin Sustanciación… 743
3
Ellos son el C.P.C.C. de la Nación, C.P.C.C. Catamarca, C.P.C.C. Corrientes, C.P.C.C. Chaco,
C.P.C.C. Chubut, C.P.C.C. de Buenos Aires, C.P.C.C. Entre Ríos, C.P.C.C. Formosa, C.P.C.C. La
Pampa, C.P.C.C. La Rioja, C.P.C.C. Misiones, C.P.C.C. Neuquén, C.P.C.C. Río Negro, C.P.C.C.
San Luís, C.P.C.C. Santa Cruz, C.P.C.C. Santiago del Estero, C.P.C.C.L.R.M Tierra Del Fuego,
Antártida E Islas Del Atlántico Sur.
4
Se inscriben en él el C.P.C.C. Tucumán, C.P.C.C. Santa Fe, C.P.C.C. Salta.
5
Se enrolan en él el C.P.C.C. Córdoba, C.P.C.C. Mendoza, C.P.C.C. San Juan.
6
El C.P.C.C. Jujuy
744 Anuario del CIJS (2009-2010)
Conclusiones Arribadas
uu
Deficiente declaración del riesgo asegurado.
Aspectos Normativos y Jurisprudenciales
Introducción.
1
Art. 5º Ley 17.418. Toda declaración falsa o toda reticencia de circunstancias conocidas por
el asegurado, aun hechas de buena fe, que a juicio de peritos hubiese impedido el contrato o
modificado sus condiciones si el asegurador hubiese sido cerciorado del verdadero estado del
riesgo, hace nulo el contrato.
2
En la investigación se relevó toda la jurisprudencia y doctrina nacional referida a la decla-
ración del estado del riesgo publicada en Revista Jurídica La Ley, Jurisprudencia Argentina
y Actualidad Jurídica comprendiendo el período 1999 – 2009. A través de un análisis desme-
nuzado artículo 5º se evidenció la poca rigidez del articulado. Por razones de espacio nos
remitimos al Informe Final de la Investigación.
Valazza, Renato Antonio - Deficiente declaración del riesgo… 749
Propuesta de Reforma
3
En la investigación se recopiló la doctrina y la jurisprudencia en el periodo 1999 – 2009 re-
ferida a la cuestión, dividiéndose metodológicamente el análisis en el período anterior y pos-
terior a la sanción de la ley 26.361.
4
Por razones de espacio, nos remitimos al texto diagramado en el Informe Final. Sólo hare-
mos mención a las reformas propuestas que consideramos más trascendentales.
5
En este punto se sigue el modelo español de declaración del estado del riesgo. Respecto de
los fundamentos de la elección, nos remitimos a los señalado en el Informe Final de la Beca.
750 Anuario del CIJS (2009-2010)
Conclusión
6
La pericia como prueba tasada nos generó incertidumbre respecto de: ¿Cuál habrá de ser
la especialidad de los peritos llamados a determinar si probada la reticencia, se hubiese im-
pedido o modificado las condiciones contractuales? ¿A qué asegurador se refiere el artículo?
y si ¿ Es aplicable el régimen de la prueba pericial a la opción que concede el artículo 6º de la
Ley 17.418?.
7
La frase “aun hechas de buena fe” fue la que mayores dudas interpretativas generó, por lo
que se estima insalvable su eliminación de la ley de contrato de seguros.
8
Procediendo sólo en caso de dolo o culpa grave, por un lado la viabilidad de alegar reticen-
cia se estrecha; sin embargo, por otro, la reticencia posee efectos más drásticos como se verá.
Valazza, Renato Antonio - Deficiente declaración del riesgo… 751
uu
Proyecto de investigación: cambios y continuidades
en la aplicación de sanciones disciplinarias
luego de la creación de los Juzgados de
Ejecución Penal en la Ciudad de Córdoba
Introducción.
Fundamentación.
La ley de Ejecución Penal vigente (Ley 24.660) tiene por fin la rein-
serción social ofreciendo al condenado un tratamiento individualizado
que debe atender a sus necesidades y que lo debe formar para su egreso de
la institución penitenciaria. En consecuencia, primero se realizará un es-
tudio médico, psicológico y social del condenado, para llegar a un diagnós-
tico que determine: el tratamiento a seguir, el período y fase en que se lo
incorporará. Por lo tanto, la función de la ley será realizar el diagnóstico del
interno que establezca cúal es el tratamiento que le permitirá en su paso
por la prisión, formarse para ser —a su salida— reintegrado socialmente.
En lo que respecta a la Libertad condicional el código penal en su
artículo 13 establece que la misma se efectiviza por resolución judicial pre-
vio informe de la dirección del establecimiento e informe de peritos que
pronostique en forma individualizada y favorable la reinserción social del
condenado. Asimismo éste debe observar los siguientes requisitos:) Haber
cumplido una parte de la condena a prisión o reclusión (lo que varía de
acuerdo al tiempo de la pena); b) Observar con regularidad los reglamen-
tos carcelarios.
El segundo punto es el que mayor interés nos despierta debido a
que el cumplimiento de los reglamentos carcelarios tiene una estrecha re-
lación con el régimen disciplinario y por lo tanto una entidad suficiente
para influir en la concesión o no de la Libertad Condicional.
En consecuencia, hay distintas circunstancias que influyen en el
paso de una fase a otra del tratamiento, y que están relacionadas con las
normas que regulan la convivencia, la disciplina y el trabajo de los conde-
nados al interior de los sistemas carcelarios. El incumplimiento de estas
1
Si a un interno se le impone una sanción disciplinaria por falta grave o reiterada esto re-
percute en la progresividad del régimen ya que se lo puede retrotraer a la fase anterior. A su
vez, la conducta del interno que se rige por un sistema de puntos baja impidiéndole adquirir
la Libertad condicional.
Videla Ayala, Marcia - Proyecto de investigación: cambios y… 755
Objetivos.
Método.
uu
Abstracts
Sección I
Derecho Público
Rossetti, Andrés
The value of decisions of universal and regional organisms of human rights in Argentin-
ean law.
This article analyzes the value of the different decisions taken by the human rights organisms
of the treaties on human rights that check the respect of them in Argentina. These decisions
have increased the number of sources of law and the aim of the article is to reflect on this situ-
ation and about the place they have in the legal system.
Key words: mental disorder - insufficient capacity - mental health - unhealthy – Psychiatry.
Sección II
Derecho Privado
Ávila Paz de Robledo, Rosa Angélica
“Scientific evidence and the revision of filiatory “res judicata”.
It analyzes the relation between the scientific evidence and the “res judicata”. In first place,
analyze the main theoretical aspects of the scientific evidence, especially at civil procedures
and, particularly at filiation procedures. In second place, focus at scientific proof and scientific
progress in relation with the revision of the “res judicata”, especially at filiation procedures. We
propose the legislative regulation of scientific evidence at civil procedures, as well as the ap-
pellation mechanism. Besides, we consider that the discussion of the revision of “res judicata”
must be analyzed from the respect of dignity of human rights and due process of law.
Bianciotti, Ricardo S.
Information and social communication technologies (ICTS).
It reviews the legal developments related to new Technologies of information and communi-
cation (ICTS), Electronic Data Interchange (EDI), Digital Signature, Electronic Funds Transfer
‘s (EFT) performing moment and Electronic Commerce (E- COMMERCE), defining a concept
for each of the projects.
Lloveras, Nora
Cohabitant unions in Argentina: patrimonial effects. Bases for future legislation.
Briefly describes the sociological reality of cohabitant couples, the issues covered tangentially
in the Argentine legislation and court decisions concerning alternatives for the distribution of
assets remaining to the union break. It concludes with the foundations about the convenience
of regulating live-in relationships and the guidelines to be considered for future regulation.
Keywords: de facto marital unions - effects set - property regime - future projection.
Abstracts 761
Keywords: Lisbon Treaty - European Union - judicial cooperation in civil matters - Private
International Law - mutual cooperation in civil cases.
Sommer, Christian G.
Recognition and enforcement to icsid award direct enforcement or exequatur?
The awards pronounce by the International Centre for Settlement of Investment Disputes (IC-
SID), as a result of the multiple demands of Foreign Investors against Argentina, are generat-
ing continuous disputes over the scope of interpretation of awards and how they should be
enforce in the country. Argentina has expressed his objections in the interpretations, often
contradictory of the arbitrators, on responsibility of States in actions against the country. But
current controversies are mostly restricted to the proceedings - or not - that should carry out
the investors who have obtained a favourable award and the enforcement to credits in do-
mestic forum.
Based on the mutual confidence principle, selected by laws set down that decision made by
authorities in member countries on transnational processes related to marital crises, paren-
tal responsibility and obligations of food derived from the family relationships, family and
marriage or affinity.; are automatically recognized and executed in the other Member States
without the need to resort to procedure of any kind (abolition of exequatur).
Sección III
Derecho Internacional Público y Relaciones
Internacionales e Integración Regional
Borgarello, Esther Susana - Juárez Centeno, Carlos A.
The impact of the inter-american human rights system on argentine internal law: the
kimel case.
The new international scene has brought about what has been characterized as the global-
ization of law, especially in the field of the human rights. The impact of the Inter-American
System of Protection of Human Rights on Argentine internal law is analyzed in this context as
it relates to the right to information.
This scene creates some tension between the state’s logic, with its affirmation of sovereignty
and monopoly in the creation of domestic jurisdiction, and the doctrine of human rights un-
der international law, which is consequently conducive to a legal globalization of these is-
sues. Starting from this piece of information, this paper specifically inquires into the effects
brought about by the actions of the Inter-American Commission on Human Rights and the
pronouncements of the Inter-American Court on Argentine jurisprudence and legislation.
Keywords: Human Rights - Inter-American human rights system – Freedom of Speech – In-
ternal Law – International Scene – Crimes against honor.
riers and isolation by improving services and transport infrastructure is hindering balanced
and sustained development.
Keywords: Law of the Sea –The principle of freedom of the seas – Work of Huge Grotius.
Shaw, Enrique
Us and the others: educating ourselves
The current work analyzes the elements in the construction of the national identity according to
Estanislao S. Zeballos and the Journal Revista de Derecho, Historia y Letras. (“Journal of Law, His-
tory and Literature, 1898-1914”) Among them, the education, the symbols and the language.
Zamzem, Verónica
The Lisbon Treaty and Common Transport Policy: An analysis
Since the beginning of the process of European integration, transport demand, whether for
passengers or goods, has steadily increased, being that an expansion of the domestic market
makes it necessary to move more people and goods within the integrated area from and to
third countries.
The need for a common transport policy as an integral part of the concept of economic and
social cohesion as well as land use, is explicit in the Treaty of Rome of 1957 which, referring
to the end of the then European Economic Community, established in art. 3 that the action of
the Community shall include “... a common policy in the field of transport.” Currently, the EU
regards as priority objectives of sustainable transport, security and integration of the transport
system from an intermodal perspective.
Sección IV
Historia, Filosofía, Sociología y Política
Aspell, Marcela
Opposition and reading in cordoba of Tucuman
The research analyzes textbooks used in the Universitas Cordubensis Tucumanae for teaching
the law in the eighteenth century and the current doctrinarias who felt.
Bonavitta, Paola
Poor women: the double marginalization
In this paper we theorize about the oppression faced by women in poverty is a double oppres-
sion: they are marginalized by their gender but also because they are poor and this is reflected
in the increasing feminization of poverty in Latin America. However, poor women recreate
different strategies that allow them to confront their marginality, including collective action
fighting for land and housing. In this way, generate networks that enable them to improve
their quality of life in the area of the neighborhood community.
Lista, Carlos A.
What judgment used the judges to quantify the punishment? The crime of homicide and
qualified theft.
Our aim is to analyce the configuration of the punishment and the behaviour of the judges at
the moment of aply that punishment. The juzges are people who live in a determinated soci-
ety and sometimes make their job conditionated by many factors. We study certain group of
sentence and we show the results here.
Keywords: Configuration of the punishment - Penal law - author – act – article 40 and 41 of the
argentinian Penal Code - judges.
Sánchez, Mariana N.
Feminist critic to the legal speech (o how to understand the law as a gender equality in
the space of domain)
For centuries, the relationship between the concepts of gender issues and the law was over-
looked, despite the juridical has been one of the basic references for the modern gender sys-
766 Anuario del CIJS (2009-2010)
tem configuration. Contact with the formal justice has been, over time, uneven and varied in
relation to gender. However, more recently, the theoretical agreement on the position that,
whatever natural or common they may appear sexual differences, the differences between
men and women are not only the biological factors but-rather-are socially constructed has
encouraged efforts to revise the ways in which the law can generate, produce or construct
differences and social hierarchies. Or better yet, understand the law as an institution able to
mitigate the severe impact of inequality and discrimination on women’s lives.
Schapira, Leopoldo
Young people and employers, an obstacle puzzle for labor inclusion
Quantitative Research on 18 to 25 years old young people difficulties to get employment from
the point of view of human resources consultant firms (the qualitative face was communicat-
ed in last year “Anuario” edition), allows to compare its results with those of a similar research
from young people’s perspective.
Agreements and disagreements has been detected which built an obstacles puzzle to over-
come this social problem mainly caused by attitudinal factors.
Quantification confirmed the nature and size of qualitative constructs
This problem which has generated an international concern, is not yet locally taken into ac-
count. Any planned action should start by diffusion and understanding and by generating
the platform for building a new labor paradigm working on the more changeable attitudes on
both sides which could permit the co habitation of young culture together with the entrepre-
neurial demands.
Torres, Félix
The University of Córdoba under the administration of governor Juan Bautista Bustos.
The current work refers to the historical period in which the University of Cordoba gets run
by the local government, led by the Colonel Juan Bautista Bustos, from 1820 by the end of
his term in 1829. This text analyses the remarkable material and financial support that was
given to the university by the province; it includes the university reform between 1823-1824,
what meant for Bustos to be named by the University Council as a Institute of Higher Studies
‘Protector’.
Palabras Preliminares.................................................................................. IX
Sección I
Derecho Público
Sección II
Derecho Privado
Sección III
Derecho Internacional Público,
relaciones internacionales
e integración regional
Sección IV
Historia, Filosofía, Sociología y Política
procesos de segregación.
los casos de los poderes judiciales provinciales de bue-
nos aires, córdoba, chaco y santa cruz y el poder judicial
de la nación. análisis comparativo
María Eugenia Gastiazoro........................................................................... 593
Indice General 771
Sección V
Becarios