TEMA 10. Apuntes
TEMA 10. Apuntes
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BORBÓNICA (1874-1902)
Antonio Cánovas del Castillo fue el creador de la Restauración borbónica. Dirigente del
Partido Alfonsino durante el sexenio democrático, buscó apoyos en todos los sectores
conservadores, especialmente entre los militares y organizó una campaña propagandística para
hacer popular al príncipe Alfonso (Manifiesto de Sandhurst, donde Alfonso XII prometía una
monarquía liberal y tolerante, aceptando parte de los logros del sexenio). Alfonso XII fue
proclamado rey tras el pronunciamiento de Martínez Campos y Cánovas nombrado presidente
del gobierno. Cánovas diseñó un nuevo sistema político, que buscaba corregir los errores del
reinado de Isabel II. Sus principios básicos eran:
La Corona debe estar por encima del debate político, permaneciendo como algo indiscutible
y fundamental, sin identificarse con ningún partido.
Gran flexibilidad de principios fundamentales. Todos los partidos eran aceptados excepto
republicanos y carlistas. La alternancia en el poder debía producirse de forma pacífica, por
vía electoral.
Evitar la intervención del ejército en la política. A cambio, se les concede una casi total
autonomía en cuanto a organización interna. Cánovas impulsó la imagen de Alfonso XII como
rey-soldado y cabeza del ejército, para evitar la aparición de nuevos “espadones”.
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- Poder ejecutivo: lo tiene el Rey a través de los ministros. El Rey elige libremente al presidente
del gobierno.
- Amplia declaración de derechos y deberes. Recoge casi todos los de la Constitución de 1869.
- Cortes bicamerales: Senado (no electivo) y Congreso de diputados (electivo). No se fija el
tipo de sufragio
que será establecido por la ley electoral.
- Confesionalidad del estado, aunque se reconoce la libertad religiosa.
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9.2 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA (1874-1902): LOS NACIONALISMOS CATALÁN Y
VASCO Y EL REGIONALISMO GALLEGO. EL MOVIMIENTO OBRERO Y CAMPESINO
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burguesía bilbaína, asustados del fuerte crecimiento del socialismo entre los obreros
industriales, que se oponían fuertemente al nacionalismo
● REGIONALISMO GALLEGO. Tuvo mucha menos importancia que los dos movimientos
anteriores. Surge de un movimiento cultural de recuperación de la lengua y cultura gallegas
(Rexurdimento), cuyo principal exponente fue Rosalía de Castro. Posteriormente el galleguismo
tomará un carácter político, con la reivindicación de una autonomía de gobierno y el uso de la
lengua gallega, muy vinculado al republicanismo federal que culminará con la creación de una
Asociación Regionalista Gallega (Manuel Murguía y Alfredo Brañas), que incorporaba también
elementos de ideología conservadora, y las Irmandades da Fala, que lucharon por la utilización
del gallego. Hasta la II República no tendrá demasiada importancia política.
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El movimiento obrero socialista (marxista) se organizó mediante la creación del partido
socialista (PSOE, fundado por Pablo Iglesias en 1879) y el sindicato UGT, en 1888. El socialismo
se implantó principalmente entre los obreros industriales de Madrid, Bilbao y Asturias. El
establecimiento del sufragio universal y la crisis del caciquismo les permitieron obtener
representación en el Congreso (1910), en coalición con los Republicanos (coalición
republicano-socialista), donde trataron de promover leyes que mejorasen las condiciones de
vida del proletariado.
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Las guerras coloniales tuvieron un elevado coste humano (120.000 bajas, en su
mayoría por enfermedad) y económico para España por los gastos militares.
Pero tras el final de la guerra los efectos económicos no fueron especialmente
negativos. Si bien se produjo la pérdida de los mercados coloniales, la repatriación de
capitales españoles desde Cuba y la reducción de gastos militares favorecieron un ligero
desarrollo de la economía española.
Las consecuencias políticas e ideológicas fueron más importantes. Durante la
guerra de Cuba se había generado un ambiente patriótico en la opinión pública, alentada
por la prensa, que tenía una idea desmedida del poderío militar español y esperaba una
victoria fácil sobre los EE.UU. Pero la rápida derrota fue aceptada por el pueblo con
pasividad, ya que estaban hartos de la sangría humana y económica de las guerras. La
intensa conmoción se produjo entre políticos e intelectuales, que atribuyen la pasividad
(hablarán de una “España sin pulso”) a la profunda decadencia y atraso económico,
político y social de España.
Los jóvenes escritores de la época (Generación del 98: Baroja, Azorín, Unamuno...)
realizaron una despiadada crítica de la sociedad tradicional española: caciquismo,
clericalismo, atraso económico, etc... Otro grupo de intelectuales, los llamados
Regeneracionistas (Joaquín Costa) realizarán la misma crítica desde posiciones no
estrictamente literarias sino sociológicas o económicas. Los regeneracionistas además
propusieron soluciones para la “regeneración” de España, tales como la eliminación de la
corrupción política, la realización de obras públicas, el fomento de la agricultura, la
reforma educativa (“Despensa y escuela”). Sin embargo, los Regeneracionistas rechazaron
la intervención directa en la vida política y la formación de partidos. Esto hará que su
protesta resulte estéril y no se concrete en medidas políticas efectivas. De hecho, muchos
Regeneracionistas, especialmente Costa, manifestaron un rechazo hacia la democracia
liberal parlamentaria, proponiendo alternativas caudillistas o autoritarias (idea de la
necesidad de un “cirujano de hierro”). El pensamiento de Primo de Rivera, de Franco y, en
general, de buena parte del ejército está lleno de ideas regeneracionistas.