Amnistia Justicia Argentina Venezuela
Amnistia Justicia Argentina Venezuela
Amnistia Justicia Argentina Venezuela
A LA CONSIDERACIÓN DEL
HONORABLE JUZGADO NACIONAL EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL
FEDERAL 2
DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
CAUSA N° 2001/2023
CASO POR CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD EN
VENEZUELA
PRESENTA:
AMNISTÍA INTERNACIONAL
ii
I. INTRODUCCIÓN
1. Amnistía Internacional, representada por Mariela Belski, en su carácter de apoderada de la
sección Argentina (Asociación Civil Pro Amnistía) -conforme estatuto, acta de designación de autoridades
y poder adjuntos, los que se declara son fieles a sus originales y se encuentran vigentes en todos sus
términos-, con domicilio legal en Santos Dumont 3429 piso 2 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires;
Mandi Mudarikwa, Directora de Litigio Estratégico; y Ana Piquer, Directora para las Américas;
constituyendo domicilio electrónico en el CUIT 27-35243689-0 correspondiente a Mariela Galeazzi, abog.
Mat. Fed. T. 202 F. 868 C.F.A.L.P y Directora de Litigio de Amnistía Internacional Argentina, tiene el agrado
de dirigirse a Ud. a fin de realizar esta presentación en calidad de amicus curiae en la causa N° 2001/2023.
3. Mediante este este escrito de amicus curiae Amnistía Internacional sostiene que la justicia penal
Argentina es plenamente competente para investigar, perseguir y sancionar penalmente a los
perpetradores de crímenes de lesa humanidad que se pudieran hallar involucrados en el presente caso,
conforme a la jurisdicción universal. Se sostiene en tal sentido que el principio de subsidiariedad previsto
en el derecho interno argentino, y el principio de complementariedad del derecho penal internacional
aplicable, en modo alguno impiden la prosecución del presente caso por la justicia penal argentina.
4. A tales efectos se presenta, en primer lugar, un análisis del principio de jurisdicción universal y
de su aplicación al caso. Se explica por qué el principio es aplicable al caso a pesar de que los hechos hayan
acaecido en territorio extranjero e involucren a sujetos activos y pasivos foráneos, con base en la
regulación de la jurisdicción universal del artículo 118 de la Constitución de la Nación Argentina, en los
1
precedentes jurisprudenciales internos, en la normativa internacional aplicable, y en la calificación de los
delitos del caso como de lesa humanidad.
5. En segundo lugar, se presenta un análisis de las circunstancias fácticas que hacen patente la falta
de voluntad y de capacidad de Venezuela para investigar, perseguir y sancionar penalmente a los
perpetradores de crímenes graves de derechos humanos en su jurisdicción doméstica. Para ello se ofrecen
insumos basados en los informes técnicos públicos de Amnistía Internacional y de otras reputadas
organizaciones, que verifican la represión como una política de Estado en Venezuela, así como la
instrumentalización del sistema de justicia venezolano como corolario de su falta de independencia e
imparcialidad.
8. Bajo el principio de jurisdicción territorial los Estados ejercen jurisdicción sobre los delitos
cometidos en cualquier territorio sometido a su jurisdicción, fundamentado en el entendido interés de
dicho Estado “en el mantenimiento del orden público dentro del territorio en que ejerce su soberanía”.1
En favor del principio de territorialidad se suele afirmar que, además de la legitimidad devenida de la
soberanía de cada país para darse sus propias normas y ejercer el ius puniendi en los territorios sometidos
a su jurisdicción, el delito causa alarma o mayor alarma en donde se comete y, por tanto, es allí donde
debe apaciguarla la pena; y que, por otra parte, son más fáciles las pruebas en el lugar de los hechos.2
1 Mir Puig, Santiago, Derecho Penal, Parte General, 8va edición, Editorial Reppertor, Barcelona, 2006, p. 55.
2 Mir Puig, Santiago, Derecho Penal, Parte General, 8va edición, Editorial Reppertor, Barcelona, 2006, pp. 55-56.
2
9. El principio real, de defensa o de protección, hace posible el ejercicio de jurisdicción sobre ciertos
delitos ocurridos fuera del territorio nacional que producen efectos en éste. Así, aunque la comisión del
delito se registra en el extranjero, se considera que hay jurisdicción bajo este principio si existe conexión
directa con el Estado en tanto se lesionan directamente sus intereses. Por su parte, bajo el principio de
personalidad, la extraterritorialidad es admitida si el perpetrador es nacional (principio de personalidad
activa) o si la víctima es nacional (principio de personalidad pasiva).3
10. Es aceptado que, además de los tradicionales vínculos directos reconocidos bajo los principios
descritos anteriormente, los países asuman jurisdicción bajo el principio de jurisdicción universal. No
exento de modulaciones por el modo en que cada país lo regula en sus legislaciones internas,4 en general
se entiende como la habilidad de un país de ejercer jurisdicción sobre ciertos crímenes que, en razón de
su gravedad, son considerados “lesivos de intereses comunes a todo Estado”,5 independientemente de
dónde, quién y contra quién se cometan.6
11. Algunos países adoptan el principio de jurisdicción universal en su versión pura o absoluta,
ejerciendo jurisdicción contra transgresiones que han sido perpetradas fuera de sus límites territoriales,
por nacionales de otros países, contra víctimas de otros países y en ausencia de otros vínculos directos
(jurisdicción universal pura); mientras otros requieren que los perpetradores estén presentes o sean
residentes en su territorio (jurisdicción universal condicional).7
13. El que la justicia argentina asuma jurisdicción sobre el caso de marras bajo el principio de
jurisdicción universal es cónsono con la práctica internacional, la cual refleja que el número de casos
3Villavicencio Terreros, Felipe, Derecho Penal Básico, Colección “Lo Esencial del Derecho” No. 3, 1a ed., 2a reimp., Pontificia Universidad
Católica del Perú, Fondo Editorial, 2019, pp. 46-47.
https://repositorio.pucp.edu.pe/index/bitstream/handle/123456789/170674/03%20Derecho%20penal%20básico%20con%20sello.pdf
4International Center for Transitional Justice, Informe de Investigación, Advancing Global Accountability: The Role of Universal Jurisdiction in
Prosecuting International Crimes, 2020, p. 13. www.ictj.org/sites/default/files/ICTJ_Report_Universal_Jurisdiction.pdf
5 Mir Puig, Santiago, Derecho Penal, Parte General, 8va edición, Editorial Reppertor, Barcelona, 2006, pp. 55-56.
6Amnistía Internacional, La jurisdicción universal: Preguntas y respuestas, 2001, p. 3. www.amnesty.org/es/wp-
content/uploads/sites/4/2021/06/ior530202001es.pdf
7Human Rights Watch, These are the Crimes we are Fleeing, Justice for Syria in Swedish and German Courts, 2017, s/p.
www.hrw.org/report/2017/10/04/these-are-crimes-we-are-fleeing/justice-syria-swedish-and-german-courts
8Amnistía Internacional, Universal Jurisdiction: A Preliminary Survey on Legislation Around the World, 2012 Actualización, pp. 5-11.
www.amnesty.org/en/wp-content/uploads/2021/06/ior530042011en.pdf
9International Center for Transitional Justice, Informe de Investigación, Advancing Global Accountability: The Role of Universal Jurisdiction in
Prosecuting International Crimes, 2020, pp. 13-15. www.ictj.org/sites/default/files/ICTJ_Report_Universal_Jurisdiction.pdf
3
iniciados en jurisdicciones domésticas bajo la aplicación de dicho principio es creciente. Si los Estados ya
reclamaban el ejercicio de su jurisdicción extraterritorialmente hace más de 200 años -más claramente en
casos de piratería,10 con la aplicación del principio de jurisdicción universal sobre crímenes contra la
humanidad, genocidio, crímenes de guerra y tortura en los juicios que siguieron la Segunda Guerra
Mundial, incluyendo los casos de Nuremberg, la consolidación de crímenes de persecución universal en
el derecho consuetudinario y en tratados de derecho internacional es hoy muy clara. Para septiembre de
2001 Amnistía Internacional ya registraba la presencia del principio de jurisdicción universal sobre ciertos
delitos en el derecho interno de más de 125 países, y su aplicación práctica en al menos 12 jurisdicciones.11
Estudios más recientes indican que entre 1961 a 2020 se presentaron al menos 1600 casos en diferentes
países sobre la base de jurisdicción universal, 549 de los cuáles se habrían iniciado entre 2010 a 2020.12
La expansión del principio no solo ha ocurrido debido a que más Estados lo han reconocido en sus
derechos internos, sino también porque la tipología de crímenes sobre la cual los países afirman
jurisdicción universal ha sido cada vez mayor.13
14. Son profundas las raíces históricas del principio de extraterritorialidad en materia penal en la
Argentina,14 acogido constitucionalmente desde 1853.15 El artículo 118 de la Constitución vigente
reconoce el principio de la jurisdicción universal sobre delitos que han tenido lugar “fuera de los límites
de la Nación”, cuando estos sean cometidos “contra el derecho de gentes”.16
15. Como se desprende de la jurisprudencia argentina, la raison d'etre del reconocimiento de este
principio descansa en la necesidad de “impedir la impunidad” de delitos particularmente graves, lo cual
demanda el repudio de todos los Estados, incluyendo la Argentina, independientemente del lugar de su
ocurrencia. Su importancia es internamente reconocida al caracterizarlo como uno de “los componentes
10Roach, Ashley, Agora: Piracy Prosecutions, Countering Piracy Off Somalia: International Law and International Institutions, The American
Journal of International Law, Vol. 104, No. 3, pp. 397-416, julio de 2010. https://www.jstor.org/stable/10.5305/amerjintelaw.104.3.0397
Amnistía Internacional, Universal Jurisdiction: The duty of states to enact and enforce legislation: Introduction, 2001, p. 4.
11
www.amnesty.org/en/documents/ior53/002/2001/en/
Langer, Máximo y Eason, Mackenzie, La Silenciosa Expansión de la Jurisdicción Universal, Lecciones y Ensayos, Nro. 105, 2020, pp. 36-41.
12
www.derecho.uba.ar/publicaciones/lye/revistas/105/la-silenciosa-expansion-de-la-jurisdiccion-universal.pdf
Langer, Máximo, The Diplomacy of Universal Jurisdiction: The Political Branches and the Transnational Prosecution of International Crimes,
13
4
esenciales” del sistema de justicia penal internacional.17 Así, en la alegación de que “los delitos
investigados conformarían crímenes contra el derecho de gentes, deriva la idea de que la comunidad
internacional en su conjunto se encuentra interesada en su investigación y juzgamiento”.18
16. Argentina acoge, como lo hacen otros Estados, el principio de jurisdicción universal pura. Esto
es, sin condicionarla a que los perpetradores o las víctimas estén presentes en su territorio al tiempo de
dar inicio a la acción judicial, ni que sean ellos nacionales o residentes argentinos. Efectivamente, la
jurisprudencia de los tribunales nacionales ha defendido que la aplicación de este principio implica que:
17. Un reciente ejemplo práctico de esta visión pura del principio de jurisdicción universal es el
caso penal en Argentina sobre los posibles crímenes de lesa humanidad y genocidio cometidos en
Myanmar (antigua Birmania) contra la población Rohingya, relativo, así, a la comisión de delitos fuera de
las fronteras de Argentina, sin ningún vínculo directo con el país, protagonizado por perpetradores
extranjeros y contra víctimas extranjeras.20
18. Casos como los relacionados con el Franquismo de España también han involucrado la
habilitación de la justicia penal argentina, bajo el principio de jurisdicción universal, para la investigación
y posible sanción penal de crímenes de tortura, ejecución, desaparición forzada, y otros, que fueron
cometidos en territorio español, por altos funcionarios españoles y contra víctimas de ese país.21 Más
recientemente se registró la apertura de investigación penal en Argentina por casos de detenciones
arbitrarias, torturas, asesinatos y desapariciones forzadas, que habrían tenido lugar en Nicaragua, y que
involucrarían a sujetos activos y pasivos de ese país.
17Cámara Federal de Casación Penal, Argentina, Sala 4, CFP 4591/2010/22/CFC5, Registro No. 1277/22, VILLA, Rodolfo Martín s/recurso de
casación, 20 de septiembre de 2022, p. 20.
18Cámara Federal de Casación Penal, Argentina, Sala 4, CFP 4591/2010/22/CFC5, Registro No. 1277/22, VILLA, Rodolfo Martín s/recurso de
casación, 20 de septiembre de 2022, p. 20.
19Corte Suprema de Justicia de la Nación, Argentina, caso Simón, Julio Héctor y otros s/ privación ilegítima de la libertad, sentencia 1767 del 14
de junio de 2005, párr. 47, p. 220.
20 Cámara Nacional de Casación Criminal y Correccional, Argentina, Sala 1, caso Burmese Rohingya Organisation, CFP 8419/7/2019/1/RH1.
21Cámara Federal de Casación Penal, Argentina, Sala 4, CFP 4591/2010/22/CFC5, Registro No. 1277/22, VILLA, Rodolfo Martín s/recurso de
casación, 20 de septiembre de 2022.
5
B. LA CALIFICACIÓN DE LOS CRÍMENES Y LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE
JURISDICCIÓN UNIVERSAL EN EL PRESENTE CASO
19. El caso que aquí compete ha sido denunciado como de asesinato, por causa de una muerte
que, como lo han formulado los denunciantes, habría sido consecuencia de un ataque generalizado y
sistemático contra la población civil y con conocimiento de dicho ataque, que habría tenido lugar en
Venezuela en febrero de 2014, por presuntos perpetradores nacionales de ese país, y contra una víctima
venezolana.
20. La calificación jurídica del tipo penal responde a uno de los crímenes de lesa humanidad
establecidos en el artículo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Concretamente,
aplicaría el tipo penal de asesinato dispuesto en el numeral 1., literal a) del artículo 7, en concatenación
con lo dispuesto en el numeral 2., literal a) del mismo artículo:22
a) Asesinato; (…)
21. De este modo se estaría en presencia de un tipo penal calificado como de lesa humanidad,
frente al cual la Argentina está habilitada para ejercer jurisdicción universal; esto es, sin atención al lugar
de ocurrencia de los hechos ni a la nacionalidad o localidad de los presuntos perpetradores y víctimas.
22. En efecto, resulta claro que la Argentina acoge e implementa internamente la calificación
jurídica del delito. Mediante la Ley 26.200, o Ley de implementación del Estatuto de Roma de la Corte
6
Penal Internacional, promulgada en Argentina en 2007,23 el país ha hecho propio los preceptos del
Estatuto de Roma.24 Particularmente, Argentina ha reproducido la calificación del asesinato en los
términos tipificados en el art. 7.1.a. del Estatuto como un crimen de lesa humanidad, reiterado así en el
artículo 9 de la Ley 26.200 argentina,25 la cual además reconoce en su artículo 11, en consonancia con el
derecho internacional, la imprescriptibilidad de la acción y de la pena en estos casos.26
23. Si bien la Ley 26.200 acoge cláusulas de territorialidad y personalidad cuando describe su
ámbito de aplicación en el artículo 3,27 es evidente que, al constituirse este caso como un delito de lesa
humanidad, el principio de universalidad resulta aplicable indistintamente de las limitaciones que puedan
asumirse a la luz del mencionado artículo. Lo anterior es todavía más patente en tanto el artículo
reconoce, más allá de la territorialidad y la personalidad, que el ámbito de aplicación del Estatuto de Roma
también podrá tener lugar, en general, en otros “casos previstos en convenios internacionales de los que
la República Argentina es parte”.28 Además, la Argentina ha reconocido la jurisdicción universal y el
entendimiento de su alcance y aplicación actual a lo interno como un principio que se deriva del derecho
consuetudinario internacional,29 por lo cual un tratado internacional ratificado por el país puede
reforzarlo, brindando herramientas para fortalecer su implementación, o desarrollando o ampliando tipos
penales internacionales, pero no socavarlo o limitarlo:
24. Más claro aún en casos de crímenes de lesa humanidad, la Corte Suprema de Justicia de
Argentina ha reconocido que estos forman parte del derecho interno por ser su prohibición una norma
23 Ley 26.200, Ley de implementación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, promulgada en enero 05 de 2007.
24 Ley 26.200, artículo 2.
25“Penas aplicables en los casos de crímenes de lesa humanidad. ARTICULO 9º — En los casos previstos en el artículo 7º del Estatuto de
Roma…”
26“Imprescriptibilidad. ARTICULO 11. — La acción y la pena de los delitos previstos en los artículos 8º, 9º y 10 de la presente ley… son
imprescriptibles”.
27 Ley 26.200, artículo 3, literales a), b) y c).
28 Ley 26.200, artículo 3, literal d), y artículo 6.
29Corte Suprema de Justicia de la Nación, Argentina, caso Simón, Julio Héctor y otros s/ privación ilegítima de la libertad, sentencia 1767 del 14
de junio de 2005, párr. 32, p. 143.
30Corte Suprema de Justicia de la Nación, Argentina, caso Simón, Julio Héctor y otros s/ privación ilegítima de la libertad, sentencia 1767 del 14
de junio de 2005, párr. 32, p. 143.
7
imperativa de derecho internacional general (ius cogens), de manera que su existencia precede y supera
a su positivización.31
25. Así, en casos de delitos de lesa humanidad, como por ejemplo en los que la justicia argentina
ha analizado la procedencia de la aplicación de la jurisdicción universal ante crímenes de desaparición
forzada de personas, la Corte Suprema de Justicia de Argentina ha establecido que:
[Es] misión de esta Corte velar por el cumplimiento del ius cogens, esto
es, el derecho inderogable (…). La desaparición forzada de personas
constituye, no solo un atentado contra el derecho a la vida, sino también
un crimen contra la humanidad. Tales conductas tienen como
presupuesto básico la característica de dirigirse contra la persona o su
dignidad, en las que el individuo ya no cuenta, sino en la medida en que
sea miembro de una víctima colectiva a la que va dirigida el delito. Es
justamente por esta circunstancia que la comunidad mundial se ha
comprometido a erradicar crímenes de esa laya, pues merecen una
reprobación tal de la conciencia universal al atentar contra los valores
humanos fundamentales, que ninguna convención, pacto o norma
positiva puede derogar, enervar o disimular con distracción alguna. La
Nación Argentina ha manifestado su clara voluntad de hacer respetar
irrenunciablemente esos derechos y ha reconocido el principio
fundamental según el cual esos hechos matan el espíritu de nuestra
Constitución y son contrarios al ius cogens, como derecho internacional
imperativo (Fallos: 321:2031, disidencia del juez Boggiano).32
31Corte Suprema de Justicia de la Nación, Argentina, caso Simón, Julio Héctor y otros s/ privación ilegítima de la libertad, sentencia 1767 del 14
de junio de 2005, párr. 36, p. 53.
32Corte Suprema de Justicia de la Nación, Argentina, caso Simón, Julio Héctor y otros s/ privación ilegítima de la libertad, sentencia 1767 del 14
de junio de 2005, párr. 38, pp. 54-55.
33Corte Interamericana de Derechos Humanos, La Cantuta Vs. Perú́, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de noviembre de 2006.
Serie C No. 162.
34Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Almonacid Arellano Vs. Chile, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de septiembre de 2006. Serie C No. 154.
35Corte Interamericana de Derechos Humanos, Casos Goiburú Vs. Paraguay, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de septiembre de
2006. Serie C No. 153.
36Corte Interamericana de Derechos Humanos, Gelman Vs. Uruguay, Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de febrero de 2011. Serie C No.
221.
8
Miguel Castro Castro Vs. Perú,37 y Caso Herzog y otros Vs. Brasil.38 En tal sentido ha establecido la Corte
Interamericana, entre otras cosas, que:
(…)
[Es por ello que] la prohibición de los crímenes de lesa humanidad es una
norma imperativa de derecho internacional (jus cogens). Lo anterior
significa que esa prohibición es aceptada y reconocida por la comunidad
internacional de Estados en su conjunto como norma que no admite
acuerdo en contrario y que solo puede ser modificada por una norma
ulterior de derecho internacional general que tenga el mismo carácter…39
28. Para fundamentar la aplicación del principio de jurisdicción universal y su importancia en casos
de lesa humanidad, la Corte Interamericana ha asentado que:
37Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso del Penal Miguel Castro Castro Vs. Perú, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de
noviembre de 2006. Serie C No. 160.
38Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Herzog y otros Vs. Brasil, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 15 de marzo de 2018.
39Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Herzog y otros Vs. Brasil, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 15 de marzo de 2018, par. 222 y 230.
40Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Herzog y otros Vs. Brasil, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 15 de marzo de 2018, par. 294.
9
por su extensión y gravedad van más allá́ de los límites de lo tolerable
para la comunidad internacional, la que debe necesariamente exigir su
castigo. [L]os crímenes de lesa humanidad también trascienden al
individuo, porque cuando el individuo es agredido, se ataca y se niega a
la humanidad toda’.41
29. De este modo, en atención a la calificación del tipo penal en este caso como de lesa
humanidad, no queda duda que la justicia argentina tiene competencia para investigar, juzgar y sancionar,
conforme al principio de jurisdicción universal.
41Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Herzog y otros Vs. Brasil, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 15 de marzo de 2018, par. 295.
42Amnistía Internacional, La Jurisdicción Universal: catorce principios fundamentales sobre el ejercicio eficaz de la jurisdicción universal, 30 de
abril de 199, p. 5. www.amnesty.org/es/wp-content/uploads/sites/4/2021/06/ior530011999es.pdf
43 Zaffaroni, Eugenio Raúl, Crímenes de Masa, Ediciones Madres de Plaza de Mayo, 2da Edición, 2012, p. 33.
10
32. Cuando el Estado ha empleado su aparato para cometer crímenes de lesa humanidad, no solo
ha fallado en su obligación primaria de “evitar que estas conductas ocurran”,44 sino que lo ha “planificado”
como parte de “una estrategia o política manifiesta”,45 destinando deliberadamente a sus agentes al
propósito dual de, por un lado, acometerlos, y, por otro lado, garantizar su impunidad.
44Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Herzog y otros vs. Brasil, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas,
sentencia de 15 de marzo de 2018, parr. 230. También: Caso Goiburú Vs. Paraguay, Fondo, Reparaciones y Costas, sentencia de 22 de
septiembre de 2006, párr. 128.
45Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Herzog y otros vs. Brasil, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas,
sentencia de 15 de marzo de 2018, parr. 222.
46Amnistía Internacional, Venezuela: Crímenes de lesa humanidad requieren una respuesta contundente de la justicia internacional, 14 de mayo
de 2019. www.amnesty.org/es/latest/press-release/2019/05/venezuela-crimes-against-humanity-require-response-from-international-justice-
system/
47Amnistía Internacional, Venezuela: Crímenes de lesa humanidad requieren una respuesta contundente de la justicia internacional, 14 de mayo
de 2019. www.amnesty.org/es/latest/press-release/2019/05/venezuela-crimes-against-humanity-require-response-from-international-justice-
system/
48Organización de las Naciones Unidas, Misión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Bolivariana de Venezuela,
Conclusiones detalladas de la Misión internacional independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela,
A/HRC/45/CRP.11, 25 de septiembre de 2020, párrafos 2083-2094.
www.ohchr.org/sites/default/files/Documents/HRBodies/HRCouncil/FFMV/A_HRC_45_CRP.11_SP.pdf. Véase también, del mismo organismo,
Conclusiones detalladas de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela.
Crímenes de lesa humanidad cometidos a través de los servicios de inteligencia del Estado: estructuras y personas involucradas en la
implementación de un plan para reprimir la oposición al gobierno, A/HRC/51/CRP.3, 20 de septiembre de 2022.
www.ohchr.org/sites/default/files/documents/hrbodies/hrcouncil/ffmv/2022-09-20/FFMV-CRP-3-Spanish.docx
49 Corte Penal Internacional, Venezuela I, Situation in the Bolivarian Republic of Venezuela I, ICC-02/18. www.icc-cpi.int/venezuela-i
50Corte Penal Internacional, Sala de Cuestiones Preliminares I, Decisión por la que se autoriza la reanudación de la investigación de conformidad
con el artículo 18, apartado 2, del Estatuto, ICC-02/18, decisión del 27 de junio de 2023. www.icc-
cpi.int/sites/default/files/CourtRecords/0902ebd1804e8166.pdf
11
A. LA REPRESIÓN COMO UNA POLÍTICA DE ESTADO EN VENEZUELA
35. La represión en Venezuela no ha sucedido “al azar ni de forma aislada”, sino que ha formado
parte “de un ataque previamente planeado y dirigido por las fuerzas de seguridad en contra de personas
identificadas o percibidas como opositoras”, con el objeto “de neutralizarlas o eliminarlas”.51
51Amnistía Internacional, Venezuela: Crímenes de lesa humanidad requieren una respuesta contundente de la justicia internacional, 14 de mayo
de 2019. www.amnesty.org/es/latest/press-release/2019/05/venezuela-crimes-against-humanity-require-response-from-international-justice-
system/
52Organización de las Naciones Unidas, Misión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Bolivariana de Venezuela,
Conclusiones detalladas de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela.
Crímenes de lesa humanidad cometidos a través de los servicios de inteligencia del Estado: estructuras y personas involucradas en la
implementación de un plan para reprimir la oposición al gobierno, A/HRC/51/CRP.3, 20 de septiembre de 2022, párrafos 424 y 426.
www.ohchr.org/sites/default/files/documents/hrbodies/hrcouncil/ffmv/2022-09-20/FFMV-CRP-3-Spanish.docx
53Amnistía Internacional, Venezuela: Declaración oral: El continuo uso de detenciones arbitrarias por motivos políticos refuerza la necesidad del
escrutinio internacional, 26 de septiembre de 2023. www.amnesty.org/es/documents/amr53/7227/2023/es/
54Amnistía Internacional, Venezuela: Declaración oral: El continuo uso de detenciones arbitrarias por motivos políticos refuerza la necesidad del
escrutinio internacional, 26 de septiembre de 2023. www.amnesty.org/es/documents/amr53/7227/2023/es/
Amnistía Internacional, Venezuela: Información para el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, septiembre de 2023, p. 3.
55
www.amnesty.org/es/documents/amr53/7195/2023/es/
Amnistía Internacional, Venezuela: Información para el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, septiembre de 2023, p. 3.
56
www.amnesty.org/es/documents/amr53/7195/2023/es/
12
B. LA INSTRUMENTALIZACIÓN DEL SISTEMA DE JUSTICIA VENEZOLANO
40. La instrumentalización y cooperación de todos los órganos del sistema de justicia venezolano
-que además preponderantemente funcionan como parte del poder nacional, el cual de forma
prácticamente exclusiva opera el aparato de justicia y de justicia penal en todo el territorio nacional se
hace evidente en la consumación de miles de detenciones arbitrarias fundadas en razones políticas. Desde
el 2014 se contabilizan “alrededor de 15.700 detenciones arbitrarias por motivos políticos”, según cifras
extraoficiales,58 una situación sobre la cual no se registra precedente en la historia contemporánea de
Venezuela.
41. La magnitud del número de detenciones arbitrarias por motivos políticos ya podría hacer
patente el vasto uso del aparato punitivo del Estado para perpetrar crímenes graves. Pues solo sería
posible para el Estado prosperar en su materialización si existe una coordinada articulación con los
órganos auxiliares del sistema de justicia que a través de las fuerzas de policía practican las detenciones,
con los funcionarios fiscales del Ministerio Público que están a cargo de ejercer la acción penal en nombre
de la República, con los tribunales de la nación encargados de legitimar las detenciones y admitir la acción
penal, y con el sistema penitenciario encargado de la administración de centros de detención en donde
estas personas son recluidas.
42. Una revisión de los patrones de actuación comunes a estas detenciones arbitrarias refleja el
nivel de planeación y direccionamiento del aparato del Estado y, particularmente, de la
instrumentalización de los órganos del sistema de justicia para desarrollarlo y legitimarlo,59 que incluirían:
“detenciones sin órdenes judiciales con la supuesta justificación de flagrancia, períodos cortos de
desaparición forzada seguidos al arresto, imputación de delitos con amplio margen de discrecionalidad,
limitaciones al acceso al derecho a la defensa, uso de tortura u otros tratos crueles, inhumanos o
degradantes, dilaciones indebidas de períodos de investigación y -en caso de excarcelaciones- sujeciones
a procesos penales que no avanzan y que mantienen las restricciones a la libertad de la persona a través
de medidas sustitutivas a la prisión preventiva, la retaliación como objetivo de la detención, el uso de
tribunales especiales con competencia en terrorismo, la imputación del delito de asociación para delinquir
www.amnesty.org/es/latest/news/2023/08/facts-figures-politically-motivated-detentions-venezuela/
13
con un bajo estándar de evidencia, y la aplicación de penas severas que alcanzan el máximo legal del
ordenamiento jurídico”.60
43. La instrumentalización del sistema de justicia además ha servido para legitimar y asegurar
impunidad a los funcionarios del orden público con competencia de policía y militar, que han
protagonizado, no solo masivas detenciones arbitrarias por motivos políticos, sino también tortura, tratos
crueles, inhumanos y degradantes, desapariciones forzadas por períodos cortos, y ejecuciones
extrajudiciales.61
45. Uno de los problemas medulares que se suelen señalar sobre la situación que ha devenido en
la ausencia de independencia e imparcialidad del Poder Judicial en Venezuela, y, con ello, en su
instrumentalización, es el de la provisionalidad o temporalidad que ha ostentado y continúa ostentando
la inmensa mayoría de los jueces en el país, incluyendo los jueces con competencia penal. Para el año
2014 la Comisión Internacional de Juristas estimó que el 80% de los aproximadamente 1732 jueces de
todo el país carecía de estabilidad en sus cargos, ostentando el cargo provisional o temporalmente,63
situación que se ha mantenido como regla en los años subsiguientes.64
Amnistía Internacional, Datos y cifras: Detenciones arbitrarias por motivos políticos en Venezuela, 29 de agosto de 2023.
60
www.amnesty.org/es/latest/news/2023/08/facts-figures-politically-motivated-detentions-venezuela/
Amnistía Internacional, Venezuela: Información para el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, septiembre de 2023, p. 3.
61
www.amnesty.org/es/documents/amr53/7195/2023/es/
62 Organización de las Naciones Unidas, Misión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Bolivariana de Venezuela, El
sistema de justicia venezolano desempeña un papel importante en la represión del Estado contra los opositores al gobierno, 16 de septiembre
de 2021. www.ohchr.org/es/press-releases/2021/09/venezuelan-justice-system-plays-significant-role-states-
repression?LangID=S&NewsID=27479
63Comisión Internacional de Juristas, Fortaleciendo el Estado de Derecho en Venezuela, junio de 2014, p. 24.
https://icj2.wpenginepowered.com/wp-content/uploads/2014/06/VENEZUELA-Informe-A4-elec.pdf
64Organización de las Naciones Unidas, Misión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Bolivariana de Venezuela,
Informe de la misión internacional independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela, 16 de septiembre
de 2021. www.ohchr.org/en/hr-bodies/hrc/ffmv/index
14
46. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha determinado que la provisionalidad o
temporalidad de los jueces en Venezuela se traduce en que “son nombrados discrecionalmente y pueden
ser removidos sin sujeción a ningún procedimiento preestablecido”,65 careciendo de las básicas garantías
contra presiones externas que la inamovilidad provee a los jueces.66
47. Del mismo modo, la Relatoría Especial de Naciones Unidas para la Independencia de Jueces y
Fiscales ha alertado durante años la enorme “preocupación [por el hecho de que] los llamados jueces
provisorios [en Venezuela] sean susceptibles de ser removidos ‘dejando sin efecto’ su nombramiento, sin
que medie ningún tipo de procedimiento ni causa legal, ya que, tal como lo afirma el Tribunal Supremo
de Justicia [de Venezuela]… éstos son de libre remoción y su destitución es discrecional”, todo lo cual
supone una lesión grave “a su independencia, presupuesto fundamental para el buen funcionamiento de
cualquier sistema judicial”.67
48. Así, y aunque teóricamente la ley venezolana dispone que el ingreso a la carrera judicial y los
ascensos deben ser determinados por concurso de oposición público y “de acuerdo con los principios de
profesionalidad e idoneidad”,68 la práctica es dramáticamente diferente y se ha mantenido en la
actualidad. En 2021 la Misión Internacional independiente de la Organización de las Naciones Unidas
determinó que, al menos en 18 años, “desde 2003 hasta septiembre de 2021 no se han llevado a cabo
procesos de selección competitiva” para la designación de jueces en Venezuela.69
49. Al ser la inamovilidad de los jueces un factor “estrechamente ligad[o] a la garantía contra
presiones externas”,70 la provisionalidad abrumadora en la estructura judicial venezolana precisamente
ha servido como herramienta para socavar su independencia y ha permitido la destitución sumaria de
jueces no contestes con lineamientos políticos.71
65Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Reverón Trujillo Vs. Venezuela, Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas,
sentencia de 30 de junio de 2009, párr. 106.
66Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Reverón Trujillo Vs. Venezuela, Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas,
sentencia de 30 de junio de 2009, párr. 117.
67Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Informe de la Relatora Especial sobre la independencia de los jueces y abogados, 18
de junio de 2010, párr. 1181. https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G10/145/09/PDF/G1014509.pdf?OpenElement
68 Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, artículo 255. www.oas.org/dil/esp/constitucion_venezuela.pdf
69Organización de las Naciones Unidas, Misión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Bolivariana de Venezuela,
Informe de la misión internacional independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela, 16 de septiembre
de 2021. www.ohchr.org/en/hr-bodies/hrc/ffmv/index
70Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Reverón Trujillo Vs. Venezuela, Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas,
sentencia de 30 de junio de 2009, párr. 117.
71Corte Interamericana de Derechos Humanos: Caso Apitz Barbera y otros vs. Venezuela, 5 de agosto de 2008; Caso Reverón Trujillo vs.
Venezuela, 5 de agosto de 2008, y Caso Chocrón Chocrón vs. Venezuela, 1 de julio de 2011.
15
judiciales, junto con lo descrito anteriormente y otras condiciones prolijamente documentadas,72
conforman un contexto que no deja lugar a dudas de la evidente ausencia de independencia e
imparcialidad del poder judicial en Venezuela y de su manifiesta incapacidad de llevar a cabo procesos
judiciales conforme a derecho.
51. La provisionalidad o temporalidad ha sido también la regla de los fiscales en Venezuela. Estos
integran el Ministerio Público, órgano que concentra de forma exclusiva la potestad de acción penal en
todo el territorio nacional y liderado por el Fiscal General.73 Para el año 2014 la Comisión Internacional de
Juristas diagnosticó que los fiscales de todo el territorio y “en casi su totalidad son de libre nombramiento
y remoción, y por tanto vulnerables a presiones externas y sujetos a órdenes superiores”, indicando
además la exacerbada afectación de su autonomía e independencia por la interferencia indebida del Fiscal
General y de otros actores políticos:
52. Allanadas las bases mínimas de independencia e imparcialidad del sistema de justicia
venezolano, éste se ha usado y se continúa usando para dirigir el aparato punitivo del Estado en contra
de la población civil; articular la perpetración de masivas detenciones arbitrarias por razones políticas;
perpetrar por medio de sus órganos auxiliares de policía o militares ejecuciones, desapariciones
temporales, y torturas, y proteger de la justicia a los responsables de esas violaciones, que en definitiva
son sus propios agentes.
72Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Conclusiones detalladas de la Misión internacional independiente de determinación de
los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela, 16 de septiembre de 2021.
www.ohchr.org/sites/default/files/Documents/HRBodies/HRCouncil/FFMV/A-HRC-48-CRP.5_SP.pdf
73 Ley Orgánica del Ministerio Público de Venezuela.
74Comisión Internacional de Juristas, Fortaleciendo el Estado de Derecho en Venezuela, junio de 2014, p. 3.
https://icj2.wpenginepowered.com/wp-content/uploads/2014/06/VENEZUELA-Informe-A4-elec.pdf
16
53. Se ha conformado así un esquema en el cual el mismo sistema de justicia sirve al propósito de
ejecutar violaciones masivas y sistemáticas contra la población civil, y garantizar la impunidad de sus
autores, especialmente de quienes ostentan las más altas líneas de mando.75
56. En el derecho internacional de los derechos humanos y en el derecho penal internacional que
rige la persecución punitiva de crímenes graves, los principios de subsidiariedad y complementariedad se
han desarrollado bajo el entendimiento de que los criterios tradicionales de distribución de competencias
previstos en el derecho internacional y en el derecho penal clásicos son insuficientes o inadecuados para
tratar estas materias. Así, más allá de las interpretaciones que de rigor se formulen sobre la naturaleza y
75Amnistía Internacional, Venezuela: Nuevo Informe de la Misión de Determinación de los Hechos de Naciones Unidas confirma existencia de
impunidad sistémica, 16 de septiembre de 2021. https://www.amnesty.org/es/latest/press-release/2021/09/venezuela-nuevo-informe-de-la-
mision-de-determinacion-de-los-hechos-de-naciones-unidas-confirma-existencia-de-impunidad-sistemica/
76Amnistía Internacional, Comisión de Derecho Internacional: Recomendaciones iniciales para una convención sobre los crímenes de lesa
humanidad, 28 de abril de 2015, pp. 9-11. www.amnesty.org/es/wp-content/uploads/sites/4/2021/05/IOR4012272015SPANISH.pdf
77Philippe, Xavier, Los principios de jurisdicción universal y complementariedad: su interconexión, International Review of the Red Cross, No.
862 de la versión original, 2006, pp. 7-11.
78Carnevali, Raúl, El Principio de Subsidiariedad y su Papel en la Determinación de las Competencias Sancionatorias de la Unión Europea.
Relación con el Principio de Complementariedad de la Corte Penal Internacional, revista Ius et Praxis, 15 (1):397-415, 2009, pp. 397-415.
https://www.scielo.cl/pdf/iusetp/v15n1/art15.pdf
79Amnistía Internacional, Comisión de Derecho Internacional: Recomendaciones iniciales para una convención sobre los crímenes de lesa
humanidad, 28 de abril de 2015, p. 9. www.amnesty.org/es/wp-content/uploads/sites/4/2021/05/IOR4012272015SPANISH.pdf
17
alcance de tales principios, el fin último de la subsidiariedad y complementariedad en estos casos ha de
ser siempre funcional a la facilitación de la consecución de justicia efectiva. Ello es especialmente cierto
en casos que involucren graves violaciones de derechos humanos, incluyendo crímenes de lesa
humanidad.
58. En el derecho penal tradicional las reglas para resolver competencias entre distintas
jurisdicciones nacionales o locales sobre un mismo asunto son complejas y variadas.80 Dependen
sustancialmente de la legislación interna adoptada en cada país, de las reglas de tratados internacionales
que sobre el particular ratifiquen, y de los regímenes de reciprocidad y cooperación bilaterales para el
tratamiento de sus casos. La deferencia suele estar mayormente inclinada al principio de territorialidad
como principio general, que, sin embargo, admite variadas excepciones, especialmente en función de los
sujetos involucrados (personalidad activa y pasiva), y de los efectos directos que la comisión del delito ha
generado o no en el foro.81 A todo evento, no son estas reglas las que informan el tratamiento en casos
de crímenes de derecho internacional.
59. En tanto los crímenes de derecho internacional traspasan las fronteras de lo ordinario por su
especial gravedad e impacto,82 vinculan a todos los Estados y a la comunidad internacional sin importar
donde ocurran. Por ello, su reproche y castigo no puede obstaculizarse con una inflexible implementación
de los mecanismos tradicionales de prelación entre jurisdicciones con competencia en materia penal para
juzgar un asunto. Estos últimos han sido diseñados con un tenaz arraigo al principio de territorialidad que
resulta claramente discordante en casos de crímenes graves de derechos humanos.
80También llamadas reglas de concurrencia horizontal trasnacional en el derecho penal tradicional. De La Cuesta, José Luis, Competencias
penales nacionales e internacionales concurrentes y el principio ne bis in idem, Dans Revue internationale de droit penal, Vol. 73, 2002, pp. 737-
769. www.cairn.info/revue-internationale-de-droit-penal-2002-3-page-737.htm
81De La Cuesta, José Luis, Competencias penales nacionales e internacionales concurrentes y el principio ne bis in idem, Dans Revue
internationale de droit penal, Vol. 73, 2002, pp. 737-769. www.cairn.info/revue-internationale-de-droit-penal-2002-3-page-737.htm
82Corte Suprema de Justicia de la Nación, Argentina, caso Simón, Julio Héctor y otros s/ privación ilegítima de la libertad, sentencia 1767 del 14
de junio de 2005, párr. 47, p. 220.
18
60. En relación con el principio aplicable para la distribución de competencias entre tribunales
penales internacionales y jurisdicciones domésticas para la persecución penal de crímenes de derecho
internacional, las fórmulas han variado en el tiempo. Desde el principio de primacía en las que el órgano
internacional se estableció con carácter preferente a las domesticas -como el Tribunal ad hoc para la ex
Yugoslavia o el Tribunal para Ruanda,83 hasta el hoy establecido principio de complementariedad que rige
a la Corte Penal Internacional.
61. El principio de complementariedad del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, si bien
reconoce la potestad de los Estados a investigar y sancionar en sus foros nacionales, erige un conjunto de
condicionantes para asegurar que tales procesos a nivel nacional se desarrollen correctamente so pena
de sustraer la deferencia del foro nacional. Así, el fin primario y último de la complementariedad, no es
darle primacía a la Corte Penal Internacional, sino garantizar que, en cualquier caso, doméstica o
internacionalmente, se juzgue y sancione a quienes han cometido crímenes graves de derechos humanos.
Dicho de otro modo,
62. Debido a ello el Estatuto de Roma reconoce plenas potestades para investigar y sancionar
internacionalmente cuando a nivel nacional el Estado competente “no esté dispuesto a llevar a cabo la
investigación o el enjuiciamiento”, o “no pueda realmente hacerlo”.85
63. A tal efecto se exige que el Estado, entre otras cosas, “sustancie el proceso de manera
independiente o imparcial”,86 y no “demore injustificadamente” el juicio.87 El Estatuto va más allá,
permitiendo también relevar la preferencia a la jurisdicción nacional cuando se considere que el Estado
19
en cuestión ha activado un proceso penal con la mera intención de “sustraer a la persona de que se trate”
del escrutinio internacional.88
La existencia actual o eventual de un proceso penal en Venezuela relacionado con los hechos
del caso de marras no impide a la justicia argentina proseguir con el caso.
64. Como se ha explicado previamente, aunque Argentina caracteriza como subsidiaria su potestad
de ejercer jurisdicción universal – una determinación que no es común a todos los Estados-, en realidad
establece importantes modulaciones en favor de la consecución de justicia. En efecto, si bien con base en
el principio de territorialidad se ha afirmado que su normativa daría preferencia al Estado en el que los
hechos han tenido lugar para que sea éste el que investigue y castigue el crimen, también se ha
establecido con meridiana claridad que cuando éste no “pueda” o no “desee” hacerlo Argentina está
habilitada para ejercer jurisdicción universal. La represión como política de Estado vigente en Venezuela
y la manifiesta erosión de su sistema de justicia, cuestiones de público conocimiento, hacen patente que
la jurisdicción venezolana no está en posición de castigar estos crímenes. Como se explica de seguidas,
ello habilita a Argentina a ejercer jurisdicción universal en este caso, incluso si hubiere un supuesto
proceso en Venezuela relacionado con los hechos del caso en cuestión.
65. Argentina ha sido un referente en el tratamiento del principio de jurisdicción universal, con una
visión centrada en la protección del derecho de las víctimas afectadas por los más graves crímenes
internacionales. Haciendo propio el axioma según el cual la perpetración de estos crímenes demanda el
repudio de toda la humanidad, Argentina implementa el principio de jurisdicción universal sin admitir
obstrucción en razón del lugar de la comisión del delito, ni del origen o ubicación de los perpetradores o
de las víctimas:
20
66. Si bien Argentina ha reiterado que la jurisdicción universal en estos casos la ejerce en el
entendido de que la responsabilidad primaria de llevar adelante la acción penal “corresponde a aquellos
Estados en cuyos territorios los delitos han sido cometidos”, o bien a otros que puedan tener una conexión
“como el Estado de la nacionalidad del perpetrador o de las víctimas”; también es cierto que, cónsona con
los principios que hoy son reconocidos internacionalmente, Argentina ha sido consistente en su posición
de ejercer el ius puniendi en estos casos cuando los llamados a hacerlo en primer lugar “no pueden o no
desean” hacerlo. En tal sentido, ha sido la posición oficial de la Argentina ante las máximas instancias
internacionales que:
90Misión Permanente de la República de Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, comunicado a la Oficina de
Asuntos Jurídicos de la ONU, ENAUN No. 408/2018, Nueva York, 31 de mayo de 2018,
www.un.org/en/ga/sixth/73/universal_jurisdiction/argentina_s.pdf
21
hacerlo. Un Estado que no ejerce la jurisdicción en estos delitos queda en
falta frente a toda la comunidad internacional.”91
70. Dicho de otro modo, el condicionante “puede” o “desee” implica que, incluso si la jurisdicción
llamada a ejercer su potestad prioritariamente iniciare proceso penal por los hechos que se denuncian, la
Argentina se puede asumir habilitada para proseguir con la persecución penal en su propio foro bajo
91Corte Suprema de Justicia de la Nación, Argentina, caso Simón, Julio Héctor y otros s/ privación ilegítima de la libertad, sentencia 1767 del 14
de junio de 2005, párr. 32, p. 143.
92Corte Suprema de Justicia de la Nación, Argentina, caso Simón, Julio Héctor y otros s/ privación ilegítima de la libertad, sentencia 1767 del 14
de junio de 2005, párr. 30, pp. 155-156.
93Corte Suprema de Justicia de la Nación, Argentina, caso Simón, Julio Héctor y otros s/ privación ilegítima de la libertad, sentencia 1767 del 14
de junio de 2005, párr. 66, p. 111.
22
jurisdicción universal, si aquella jurisdicción carece de los mecanismos idóneos o no tiene la real voluntad
de perseguir y castigar a los perpetradores. En palabras del magistrado de la Corte Suprema de Justicia
Argentina, Ministro Juan Carlos Maqueda:
71. Así, cuando el sistema señalado de cometer crímenes de lesa humanidad es el mismo que
ostenta la primaria responsabilidad de evitarlos y de sancionarlos, resulta especialmente patente la
ausencia de “poder” o “desear” hacer justicia en tales casos, especialmente respecto de quienes ostentan
las más altas líneas de mando.
72. A los efectos de ejercer su jurisdicción, la Corte Interamericana de Derechos Humanos también
analiza si el Estado de ocurrencia del hecho tiene capacidad y voluntad de hacer justicia en el caso
concreto. Lo hace empleando un análisis meticuloso de la existencia de recursos adecuados, idóneos y
efectivos en el foro doméstico. Si verifica que el Estado en realidad no ofrece dichos recursos para
garantizar justicia en el caso concreto y en un plazo razonable, asume competencia sobre el caso, incluso
cuando el Estado reclame preferencia. Aunque la Corte Interamericana no es una corte penal, sino una
que juzga Estados, las consideraciones que ha desarrollado sobre la adecuación, idoneidad y efectivad a
la luz de la Convención Americana sobre Derechos Humanos vinculan a la Argentina como Estado de dicho
Tratado y miembro del sistema interamericano, y bien pueden ser usadas como marco de referencia para
ratificar la competencia de la justicia argentina en el caso de marras bajo el principio de jurisdicción
universal, incluso si el Estado venezolano erradamente reclamare preferencia.
73. La Convención Americana, al igual que los demás tratados que establecen sistemas
internacionales de protección de derechos humanos, adopta el principio de subsidiariedad, al reconocer
94Corte Suprema de Justicia de la Nación, Argentina, caso Simón, Julio Héctor y otros s/ privación ilegítima de la libertad, sentencia 1767 del 14
de junio de 2005, párr. 55, p. 105.
23
que el rol de sus instancias de protección es de “naturaleza coadyuvante o complementaria de la que
ofrece el derecho interno de los Estados americanos”.95
74. Como consecuencia de ello, la Convención Americana requiere que las partes afectadas “hayan
agotado los recursos de jurisdicción interna”, como presupuesto de admisibilidad para la presentación de
casos individuales ante la Comisión.96 De esta manera, la Convención Americana, en principio, confiere
prioridad al Estado en donde se haya producido el hecho que se denuncia, para que éste tenga la
oportunidad preferente de investigarlo y sancionarlo, siguiendo sus normas y procedimientos internos,
antes de que los individuos afectados puedan recurrir internacionalmente. Al respecto la Corte
Interamericana ha indicado que:
75. Este requerimiento, sin embargo, ha sido y continúa siendo objeto de importantes
modulaciones desde los primeros casos conocidos por el sistema interamericano hasta la actualidad.98
Efectivamente, a lo largo de la jurisprudencia de la Corte Interamericana se ha establecido de forma
reiterada que la evaluación del principio de subsidiariedad, y de su derivada regla del agotamiento de los
recursos internos, no consiste en analizar la mera existencia formal de recursos legales en el sistema
normativo positivo del Estado que se trate, o en verificar que éste haya iniciado una investigación del
hecho en su jurisdicción, o que incluso haya procedido a juzgarlo. En cambio, el análisis que hace la Corte
Interamericana trasciende las formas y analiza si en la jurisdicción doméstica, en realidad, existe o ha
existido la posibilidad de acceder a recursos jurídicos adecuados, idóneos y efectivos para lograr justicia
en el caso.99
76. En tal sentido, la Corte Interamericana ha determinado que, si bien como atributo de su
soberanía los Estados son competentes para juzgar y sancionar los hechos ocurridos en su territorio, no
es menos cierto que para reclamar preferencia el andamiaje jurídico internacional actual les ordena
garantizar que los agraviados, conforme a las reglas del debido proceso, tengan derecho a la tutela judicial
efectiva en el caso concreto:
24
La Corte Interamericana ha considerado que la regla del previo
agotamiento de los recursos internos en la esfera del derecho
internacional de los derechos humanos, tiene ciertas implicaciones que
están presentes en la Convención. En efecto, según ella, los Estados
Partes se obligan a suministrar recursos judiciales efectivos a las víctimas
de violación de los derechos humanos (artículo 25), recursos que deben
ser sustanciados de conformidad con las reglas del debido proceso legal
(artículo 8.1), todo ello dentro de la obligación general a cargo de los
mismos Estados, de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos
reconocidos por la Convención a toda persona que se encuentre bajo su
jurisdicción (artículo 1.1). Por eso, cuando se invocan ciertas excepciones
a la regla de no agotamiento de los recursos internos, como son la
inefectividad de tales recursos o la inexistencia del debido proceso legal,
no sólo se está alegando que el agraviado no está obligado a interponer
tales recursos, sino que indirectamente se está imputando al Estado
involucrado una nueva violación a las obligaciones contraídas por la
Convención.100
77. Así, en el análisis de la deferencia que, en principio, la Convención Americana ofrece a los
Estados para que ejerzan su jurisdicción interna en virtud de la subsidiariedad, la Corte Interamericana
revisa, desprovista de meras formalidades, si el Estado en realidad ha aprovisionado o está en capacidad
de aprovisionar garantías efectivas y protección judicial al agraviado, conforme a los artículos 1, 8 y 25 de
la Convención Americana. Caso contrario, la Corte releva la deferencia al Estado y asume competencia
para juzgar y decidir el caso que se le presenta.
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Castañeda Gutman Vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
100
Reparaciones y Costas, Sentencia de 23 de noviembre de 2017, Serie C No. 344, párr. 34, párr. 41.
25
79. En armonía con lo anterior ha reiterado la Corte Interamericana que la mera existencia de
recursos en las normas internas de un país, no bastan para reflejar su efectividad:
Dadas las consecuencias del presente caso, la Corte estima que el fracaso
de los recursos interpuestos… se debe a apreciaciones no estrictamente
jurídicas. Está probado que quienes integraron el Tribunal Constitucional
y conocieron el amparo de los magistrados destituidos, fueron las mismas
personas que participaron o se vieron involucradas en el procedimiento
de acusación constitucional... En razón de lo anterior, de conformidad
con los criterios y exigencias esgrimidas por este Tribunal sobre la
imparcialidad del juez…, puede afirmarse que en la decisión de los
amparos en el caso en análisis no se reunieron las exigencias de
imparcialidad por parte del Tribunal que conoció los citados amparos.
Por lo tanto, los recursos intentados por las supuestas víctimas no eran
capaces de producir el resultado para el que habían sido concebidos y
estaban condenados al fracaso, como en la práctica sucedió.103
(Destacado propio)
81. Así, ha insistido la Corte Interamericana en analizar las circunstancias que trascienden lo
jurídico, y que harían claramente inoficiosa la deferencia a un Estado para que investigue y juzgue hechos
violatorios de derechos humanos ocurridos en su territorio. En esta misma línea ha destacado la Corte
Interamericana situaciones en las que, por condiciones del contexto particular que rodean el caso, “resulta
peligroso” para los interesados intentar ciertos recursos en la jurisdicción doméstica:
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Trabajadores Cesados de Petroperú y otros Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
102
Reparaciones y Costas, Sentencia de 23 de noviembre de 2017, Serie C No. 344, párr. 34, párr. 41.
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso del Tribunal Constitucional Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de
103
26
Un recurso debe ser, además, eficaz, es decir, capaz de producir el
resultado para el que ha sido concebido. El de exhibición personal puede
volverse ineficaz si se le subordina a exigencias procesales que lo hagan
inaplicable, si, de hecho, carece de virtualidad para obligar a las
autoridades, resulta peligroso para los interesados intentarlo o no se
aplica imparcialmente.104 (Destacado propio)
82. De este modo, resultaría claro para la justicia argentina concluir que el sistema de justicia
venezolano no puede tener deferencia para juzgar este asunto por carecer de capacidad y de voluntad
reales para hacer justicia, evidenciado en la falta de recursos domésticos adecuados, idóneos y efectivos
en Venezuela, en violación de las obligaciones de proveer acceso a la justicia, debido proceso y garantías
a las víctimas en los términos consagrados en los artículos 1.1, 8.1 y 25 de la Convención Americana y
desarrollados por la jurisprudencia de la Corte Interamericana ya analizada.
84. Coordinar las competencias entre los tribunales nacionales con los internacionales llamados a
conocer materias similares, es usualmente referido como uno de los puntos más importantes al momento
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Trabajadores Cesados de Petroperú y otros Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
104
Reparaciones y Costas, Sentencia de 23 de noviembre de 2017, Serie C No. 344, párr. 34.
105Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, artículo 17.2.a): “A fin de determinar si hay o no disposición a actuar en un asunto
determinado, la Corte examinará, teniendo en cuenta los principios de un proceso con las debidas garantías reconocidos por el derecho
internacional, si se da una o varias de las siguientes circunstancias, según el caso: (…) a) Que el juicio ya haya estado o esté en marcha o que la
decisión nacional haya sido adoptada con el propósito de sustraer a la persona de que se trate de su responsabilidad penal por crímenes de la
competencia de la Corte, según lo dispuesto en el artículo 5”.
27
de diseñar los instrumentos normativos que han establecido mecanismos de persecución penal de
crímenes internacionales.106
85. Los Estatutos de Tribunales ad hoc como el del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia
(TPIY) y el del Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR),107 establecían la jurisdicción concurrente
de estos con los tribunales nacionales, pero resolvían en favor de la primacía de los primeros en relación
con los tribunales nacionales.108 Así, el Estatuto del Tribunal para Ruanda, por ejemplo, disponía, por una
parte, que “El Tribunal Internacional y los tribunales nacionales tendrán jurisdicción concurrente para
enjuiciar a las personas que hayan cometido violaciones graves del derecho internacional humanitario en
el territorio de la ex Yugoslavia a partir del 1 de enero de 1991”;109 mientras que, seguidamente, resolvía
que “El Tribunal Internacional tendrá primacía respecto de los Tribunales nacionales”.110 Como
consecuencia de dicha primacía “En cualquier etapa del procedimiento” el Tribunal Internacional podría
“pedir oficialmente a los Tribunales nacionales que convengan en la competencia del Tribunal
Internacional”, de conformidad con su “Estatuto y con las normas sobre procedimiento y prueba del
Tribunal Internacional”.111
86. En contraste, el Estatuto de Roma establece que la competencia de la Corte Penal Internacional
es “complementaria” de las jurisdicciones nacionales. Así, la Corte “no tiene ninguna primacía obligatoria
frente a los órganos jurisdiccionales domésticos”,112 en tanto solo ejerce jurisdicción si el Estado llamado
a hacerlo no está dispuesto o no puede llevarlo a cabo.113
87. Como lo explican algunos autores, la complementariedad fue el resultado de la búsqueda de los
redactores del Estatuto de Roma de un “equilibrio correcto” entre el papel de la Corte Penal Internacional
y el de los Estados parte, en procura de evitar reglas demasiado estrictas que limitaran de forma
Carnevali Rodríguez, Raúl, Los Principios de Primacía y Complementariedad: una necesaria conciliación entre las Competencias de los órganos
106
penales nacionales y los internacionales. Revista de derecho (Valdivia), 23(1), 2010, pp. 181-200. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-
09502010000100008.
107 Comité Internacional de la Cruz Roja, Tribunales ad hoc, 2010. www.icrc.org/es/doc/war-and-law/international-criminal-jurisdiction/ad-hoc-
tribunals/overview-ad-hoc-
tribunals.htm#:~:text=El%20Tribunal%20Penal%20Internacional%20para,juzgar%20delitos%20nacionales%20e%20internacionales.
Carnevali Rodríguez, Raúl, Los Principios de Primacía y Complementariedad: una necesaria conciliación entre las Competencias de los órganos
108
penales nacionales y los internacionales. Revista de derecho (Valdivia), 23(1), 2010, pp. 181-200. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-
09502010000100008.
Estatuto del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia, artículo 1.
109
www.cruzroja.es/dih/pdf/Estatuto_Tribunal_Internacional_para_la_ex_Yugoslavia.pdf.
110 Estatuto del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia, artículo 2, primera parte.
Estatuto del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia, artículo 2, segunda parte.
111
www.cruzroja.es/dih/pdf/Estatuto_Tribunal_Internacional_para_la_ex_Yugoslavia.pdf.
112De La Cuesta, José Luis, Competencias penales nacionales e internacionales concurrentes y el principio ne bis in idem, Dans Revue
internationale de droit penal, Vol. 73, 2002, pp. 737-769. www.cairn.info/revue-internationale-de-droit-penal-2002-3-page-737.htm.
113 Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, artículo 17.
28
exacerbada las competencias de la Corte so pena de hacerla inoperante, o que le dieran tanta autoridad
que persuadiera a la mayoría de los Estados a no suscribir el Estatuto.114
88. Así, de acuerdo con el Estatuto de Roma, la competencia de la Corte Penal Internacional es
complementaria de las jurisdicciones nacionales, no ostentando “ninguna primacía obligatoria frente a
los órganos jurisdiccionales domésticos”,115 pues solo ejerce jurisdicción si el Estado competente no está
dispuesto o no puede llevarlo a cabo.116 El Estatuto de Roma establece, entonces, una “presunción inicial
a favor de las jurisdicciones nacionales”.117
89. De este modo, el proceso que ha iniciado la Fiscalía de la Corte Penal Internacional no es
preferente al proceso que ha iniciado la justicia argentina, en tanto esta última es competente bajo el
principio de jurisdicción universal, y está dispuesta y puede llevar a cabo el proceso. Como ya se analizó,
el objetivo de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional “no es competir con los Estados por la
jurisdicción”, sino más bien “ayudar a garantizar que los crímenes internacionales más graves no queden
impunes”.118 En esta misma línea también se ha pronunciado recientemente la justicia argentina en el
caso de la población Rohingya.119
Kleffner, Jann K, Complementarity in the Rome Statute and National Criminal Jurisdictions: Review, Edinburgh Law Review, 14 (2). pp. 351-
114
353. http://eprints.gla.ac.uk/41745/1/41745.pdf
115De La Cuesta, José Luis, Competencias penales nacionales e internacionales concurrentes y el principio ne bis in idem, Dans Revue
internationale de droit penal, Vol. 73, 2002, pp. 737-769. www.cairn.info/revue-internationale-de-droit-penal-2002-3-page-737.htm.
116 Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, artículo 17.
117 Betancourt, Milagros, La Conferencia de Revisión del Estatuto de Roma, Perspectiva Iberoamericana sobre la Justicia Penal Internacional, Vol.
I, 2011, p. 357.
118Oficina del Fiscal, Corte Penal Internacional, Informal expert paper: The principle of complementarity in practice, 2003, p. 3. www.legal-
tools.org/doc/8mksx9/pdf Reiterado recientemente en: Oficina del Fiscal, Corte Penal Internacional, DRAFT Policy on Complementarity and
Cooperation, septiembre de 2023, p. 3.
119 Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, Argentina, caso Burmese Rohingya Organisation, 8419/2019.
120 Corte Penal Internacional, Venezuela I, Situation in the Bolivarian Republic of Venezuela I, ICC-02/18. www.icc-cpi.int/venezuela-i
121Corte Penal Internacional, Situación en Venezuela: La Sala de Cuestiones Preliminares I de la CPI autoriza la reanudación de la investigación,
27 de junio de 2023. www.icc-cpi.int/news/situation-venezuela-icc-pre-trial-chamber-i-authorizes-resumption-investigation?lang=Spanish
29
E. EL PRINCIPIO DE CONCURRENCIA PARA EL JUZGAMIENTO DE CRÍMENES DE LESA
HUMANIDAD
91. Aunque ha quedado claro a lo largo de este escrito de amicus curiae, que bajo los denominados
principios de subsidiariedad y de complementariedad la jurisdicción argentina resulta plenamente
competente para juzgar este caso, es importante hacer referencia al principio de concurrencia que
debería primar en el juzgamiento de crímenes de lesa humanidad bajo jurisdicción universal.
92. Tal como lo advirtió en 2009 un grupo especial de expertos creado por la Unión Africana y la
Unión Europea para clarificar la interpretación de la jurisdicción universal, “un Estado que posee
jurisdicción universal sobre, por ejemplo, los crímenes de lesa humanidad, no tiene ninguna obligación
legal positiva de conceder prioridad respecto al procesamiento ni al Estado en cuyo territorio se
cometieron los actos criminales, ni al Estado de la nacionalidad o de las víctimas”.122 Tribunales nacionales
también han hecho interpretaciones en similares términos.123
94. A todo evento, se insiste, la justicia argentina es plenamente competente para juzgar el caso de
marras incluso a la luz de los denominados principios de subsidiariedad y de complementariedad, como
ya fue analizado.
122Consejo de la Unión Europea, The AU-EU Expert Report on the Principle of Universal Jurisdiction (8672/1/09 REV 1), 16 de abril de 2009,
párr. 14.
123Véase, por ejemplo, decisión del tribunal superior en el Reino Unido en la causa Kumar Lama, basada en la jurisdicción universal consagrada
en la Convención contra la Tortura. R. v Lama (Kumar) [2014] EWCA Crim.1729, 7 de agosto de 2014, párr. 71.3.
Amnistía Internacional, Comisión de Derecho Internacional: Recomendaciones iniciales para una convención sobre los crímenes de lesa
124
30
V. CONCLUSIÓN
95. Conforme a la jurisdicción universal, el sistema de justicia de Argentina es plenamente
competente para investigar, perseguir y sancionar penalmente a los perpetradores de crímenes de lesa
humanidad que se pudieran hallar involucrados en el presente caso.
98. El sistema de justicia de Venezuela ha demostrado que no tiene voluntad ni capacidad para
genuina y adecuadamente investigar, perseguir y sancionar penalmente a los perpetradores de crímenes
graves de derechos humanos en su jurisdicción doméstica, menos aún a aquellos que ostentan altos
cargos en las líneas de mando. Así, conforme a las normas y principios aplicables, Argentina es plenamente
competente para ejercer jurisdicción universal en este caso, incluso si Venezuela reclamare jurisdicción
preferente o si hubiere un supuesto proceso en Venezuela relacionado con los hechos del caso en
cuestión.
99. Finalmente, ha quedado claro en este escrito de amicus curiae que la existencia de un proceso
de investigación en la Corte Penal internacional tampoco impide a la justicia argentina proseguir con este
caso. De acuerdo con el Estatuto de Roma, la competencia de la Corte Penal Internacional es
complementaria de las jurisdicciones nacionales, no ostentando primacía frente a los órganos domésticos,
pues solo ejerce jurisdicción si el Estado competente no está dispuesto o no puede hacerlo. Argentina es
competente en este caso bajo el principio de jurisdicción universal, y está dispuesta y puede llevar a cabo
el proceso para la investigación, judicialización y sanción penal a que haya lugar.
VI. PETITORIO
100. Conforme a las razones enunciadas, respetuosamente se solicita que:
31
2. Oportunamente, se tengan en cuenta los criterios expuestos en el
presente escrito de amicus curiae.
____________________
Mariela Belski
Ge
____________________
Ana Piquer
____________________
Mandi Mudarikwa
____________________
Mariela Galeazzi
32