Taller de Culturas Indígenas de Colombia
Taller de Culturas Indígenas de Colombia
Taller de Culturas Indígenas de Colombia
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DBA (DERECHOS BASICOS DE APRENDIZAJE): Analiza los legados que las sociedades americanas prehispánicas dejaron
en diversos campos.
EVIDENCIAS DE APRENDIZAJE:
Representa y sitúa en un mapa los espacios geográficos en que se desarrollaron sociedades prehispánicas como
mayas, aztecas, incas, chibchas u otros grupos ancestrales.
Describe los aportes tecnológicos y culturales de las sociedades prehispánicas como el calendario maya, la
arquitectura, los aspectos religiosos, la astronomía y las técnicas de cultivo.
Compara la estructura social, política y económica de las sociedades prehispánicas, con las sociedades actuales del
continente americano, y establece similitudes y diferencias en sus procesos históricos.
Explica la importancia de alimentos domesticados en América como el maíz, el tomate y la papa, en la gastronomía
del mundo contemporáneo.
DESCRIBA LA ACTIVIDAD A DESARROLLAR: (Instrucciones para el estudiante)
TALLER A REALIZAR
Se evalúa la entrega del Taller, este debe estar diligenciado en su totalidad. Se evalúa su capacidad de argumentación y
análisis, así como la elaboración de acuerdo a las instrucciones proporcionadas.
TEMA 1
Meta: Reconoce que tanto los individuos como las organizaciones sociales se transforman
con el tiempo, construyen un legado y dejan huella que permanecen en las sociedades
actuales.
TERRITORIO DE PAZ
IDEAS PREVIAS
Responde las ideas previas que tienes frente a los dos interrogantes planteados
Punto de Partida
Realiza la lectura y resuelve la pregunta correspondiente.
¿Qué sucedió?
En lo que se refiere a lo más antiguo, eso que ya sucedió, ¡si! la prehistoria e historia de nuestro territorio, encontramos
que estos son los períodos en los cuales se desarrolló el poblamiento y asentamiento de los primeros habitantes, tiempo
que se puede dividir en tres períodos: el Paleoindio, el Arcaico y el Formativo. La etapa formativa se divide a su vez en
inferior, medio y superior. Entonces, podemos decir de forma general que nuestra historia más antigua donde se
desarrollaron los primeros habitantes del territorio colombiano consta de cinco períodos los cuales abarcan desde el año
15.000 a.C. hasta el siglo XVI d.C., este tiempo es llamado período indígena de Colombia.
Dentro de las rutas del poblamiento de Colombia, se narra que los primeros pobladores llegaron a nuestro país desde el
norte, siguiendo la ruta norte-sur del poblamiento de América, la cual había atraído grupos nómadas desde el
continente asiático; este proceso habría de dispersar la especie humana por todo el continente americano. Lo anterior
nos muestra que el proceso poblacional llevó a transitar a nuestros antepasados precolombinos por Mesoamérica y
entrar por el tapón del Darién a territorio colombiano, o al menos eso se cree, que poseemos un pasado común con los
antepasados de los Mayas y Aztecas. Estos primeros habitantes siguieron los patrones de agrupación de los primeros
pobladores de América, los cuales lo hacían en hordas compuestas de cazadores y recolectores que buscaban sobrevivir,
por lo tanto, se desplazaban de un lugar a otro en busca de comida y mejores condiciones ambientales, se cree que
diferentes olas migratorias poblaron a Colombia. Estos habitantes en busca de mejores condiciones no sólo se
dedicaban a la caza; también recolectaban frutos y con piedras fabricaban instrumentos que utilizaban en sus
actividades diarias. A estos primeros pobladores se les conoce como paleoindios.
Pero, ¿cómo sabemos que ellos existieron? lo sabemos porque los primeros habitantes de Colombia y sus períodos,
dejaron huellas de su existencia y estas corresponden al año 10.500 a.C. y se encontraron en el valle de El Abra, en el
departamento de Cundinamarca. En los abrigos rocosos de este valle que sirvieron para que los primeros pobladores
vivieran allí, se encontraron herramientas de piedra. Cerca de este lugar, en el Tequendama, se descubrieron entierros
humanos y pinturas como rastros de los moradores que habitaron esas zonas hace 11.000 o 5.000 años.
En el período arcaico, vinieron los cambios climáticos y estos causaron modificaciones en las formas de subsistencia de
nuestros antepasados.
la disminución de temperatura, llevó a que estos primeros pobladores de Colombia se asentaran en las riberas de los
ríos, lagunas y mares.
Con la aparición de una agricultura primaria basada en el cultivo de yuca y otras raíces, algunos árboles frutales y
semillas; se dio el paso para que estas comunidades se convirtieran en sedentarias. Los primeros indígenas de Colombia
o las principales poblaciones de este período se encontraron en la costa caribe, especialmente en lo que hoy comprende
el territorio del departamento de Bolívar; se destaca entre ellas, Monsú, esta cultura se halló cerca a la desembocadura
del Canal del Dique, allí crearon un montículo para instalarse, practicar la caza, la pesca y recolección de moluscos, todo
esto complementado por una agricultura rudimentaria que les permitiera subsistir. Otros pueblos pobladores de
Colombia que sobresalen en este período son: Canapote, Puerto Hormiga; de estas poblaciones se resalta que basaron
su dieta alimenticia en la recolección de moluscos. Por último, tenemos a los habitantes de San Jacinto, que
compartieron las características de los pueblos anteriores. Un dato curioso de estas poblaciones es que allí se hicieron
los primeros objetos en cerámica, cada cultura tuvo un estilo propio para esta práctica, aunque fue utilizada para el
mismo fin; guardar alimentos y cocinar. La elaboración de cerámica sería adoptada años después por las comunidades
de Centro América y del Perú en Sur América.
Aunque fueron muchas las tribus precolombinas que se formaron tras las olas migratorias en territorio colombiano,
estas se pueden unificar tras una característica en común; las familias lingüísticas.
Las principales familias lingüísticas de Colombia se pueden dividir en tres: la caribe ubicada en el área del litoral del
Océano Atlántico, la arawak esta se encontraba en los territorios de los ríos Putumayo, Caquetá y Amazonas; y por
último tenemos a la más importante de todas por su gran población y desarrollo intelectual, la familia
lingüística chibcha, la cual se localizaba en los altiplanos del centro del país y en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Pasadas estas dos primeras etapas de poblamiento sobrevendría la etapa formativa que traería consigo grandes cambios
en las culturas precolombinas de la historia de Colombia.
Como ya sabemos el hombre no es originario del continente americano, pero ¿y entonces, ¿cómo es que estamos hoy
aquí, ¿cómo se pobló Colombia?; esto lo podemos explicar mediante las diferentes rutas que utilizaron los antiguos
hombres para efectuar el poblamiento de las distintas regiones de América, en especial la ruta del norte donde a través
del estrecho de Bering, en la Cuarta era geológica entre los períodos pleistoceno y holoceno; en los que se dieron las
grandes glaciaciones. Este fenómeno provocó que los hombres crearan olas migratorias a causa del intenso frío y que
vagaran de un lugar a otro en busca de alimentos y tierras más cálidas, fue de esta manera que ingresaron a América y
se dirigieron a diferentes partes del continente siguiendo el sentido de la ruta de poblamiento norte-sur. En un primer
momento y tras miles de años los hombres pasaron del nomadismo al sedentarismo y lograron el establecimiento de
verdaderas sociedades culturales.
Colombia no estuvo excepta de la dinámica poblacional de América; los primeros pobladores del territorio colombiano
ingresaron hace 15.000 años a.C. La primera ruta que puede establecerse es la que transcurre desde la parte norte del
continente pasando por Centro América y atravesando el canal de Panamá, e ingresando a nuestro país por la región del
Darién para asentarse en la costa caribe e internarse al interior en las zonas altas de los Andes; a esta ruta se le atribuye
ser la principal o por donde se inició el poblamiento de Colombia. Una segunda ruta es la que se puede establecer en el
sur; estos pobladores procedían del sector costero del actual territorio ecuatoriano, al llegar a nuestro territorio se
asentaron en lo que hoy corresponde a los actuales departamentos de Cauca, Huila, Nariño y Putumayo.
Una tercera ruta, es la que corresponde a las oleadas o grandes migraciones que se dieron a través del océano Pacífico
procedentes de muchas islas de esta región. Las características que se han logrado fijar de los pueblos que ingresaron
por esta vía, es que provenían de la Polinesia. Otros habitantes de nuestro país utilizaron una cuarta ruta; la cual
corresponde al río Amazonas, estas comunidades eran procedentes del Brasil, se sabe que debieron sortear las
inclemencias de la selva Amazónica para migrar hasta el norte del territorio, cabe señalar que hacia el año 4000 a.C las
comunidades establecidas en la región amazónica desarrollaron la primera agricultura de carácter intensivo.
Al cambiar el medio geográfico el nuevo asentamiento costero creo condiciones a las cuales los hombres
debieron adaptarse, como a la siembra de raíces (Yuca), la caza de animales, la recolección de moluscos, frutas y
semillas; las reservas alimenticias en estas zona eran escasas esto causaba que la población fuese poco densa.
Al verse limitadas las provisiones de alimentos en la costa del mar Caribe estas poblaciones indígenas hicieron un nuevo
avance migratorio hacia las riberas del río Magdalena, donde empezaron a cultivar el maíz aproximadamente en el año
500 a.C.
A lo largo de nuestro territorio hubo grandes encuentros poblacionales en diferentes regiones, ya que, este se convirtió
en paso obligado para las diferentes comunidades que debían desplazarse tanto al norte como al sur del continente
americano; algunas continuaban sus viajes y otras se instalaron definitivamente en nuestros territorios, agrupándose en
tres grandes familias lingüísticas que se convirtieron en nuestros antepasados primigenios. Fue así como se realizó el
poblamiento de Colombia.
Desde el año 1200 a.C. hasta el 500 a.C. se desarrolló el formativo inferior; en esta etapa se afianzó la agricultura y se
produjeron grandes migraciones de los pueblos que se encontraban en la costa, utilizando el valle de río Magdalena para
llegar al interior del país y asentarse en los Andes colombianos.
Además, se dio la aparición de las primeras aldeas y se desarrolló junto con la cerámica una nueva forma para
transportar y almacenar alimentos; la cestería.
Las culturas que se destacan de este tiempo en la historia de Colombia son: Malambo, en el departamento del Atlántico,
este pueblo fue un gran cosechador de yuca, su subsistencia se basó en torno a este producto, se cree que también
practicaron la caza y la pesca. Dentro de los desplazamientos migratorios que realizaban estas comunidades se establece
que se alejaron del litoral para radicarse cerca a fuentes de agua dulce y explotar la abundancia de recursos que estas
zonas le ofrecían, este proceso haría crecer la población.
Otra cultura de este período es Momil I y II, en el departamento de Córdoba, un pueblo que pasó de la siembra y
tratamiento de la yuca al cultivo del maíz, esto se puede evidenciar en los diferentes hallazgos arqueológicos que de su
cerámica se tiene, los primeros artefactos eran planos poco profundos, mientras los de la siguiente generación puede
observarse la producción de elementos más profundos, se cree que, para machacar el maíz, almacenarlo y así obtener
productos como la chicha. En otra región del país, pero de este mismo período tenemos a la cultura San Agustín, en la
parte sur de los Andes colombianos, su agricultura se desarrolló en torno al maíz, fríjoles, yuca y otros productos. Se
destacaron también en la construcción de tumbas cerca de las casas para depositar allí los restos de sus difuntos, ya
fuese en urnas o el suelo.
Definitivamente el pueblo de San Agustín, se destacó en la construcción de estatuas. Otro cambio importante se dio con
el cultivo del maíz como producto principal y en grandes cantidades, esto sucedió durante la etapa media del formativo
que abarca del 500 a.C. al siglo XVI. Con las grandes cantidades de alimentos las comunidades tuvieron mejores
oportunidades, lo que hizo crecer la población y por ende se necesitó una organización política para manejar las aldeas;
es así como aparece el cacicazgo. El cacique era la máxima autoridad dentro de esta organización. Otras actividades a
desarrollar fueron la metalurgia y la creación de arte religioso para la adoración de los dioses de la naturaleza. Dentro de
este período podemos resaltar el crecimiento de las culturas Tierra Adentro, Calima, Quimbaya y la anteriormente
mencionada San Agustín.
Ahora damos paso al formativo superior, o bien llamado período clásico de las culturas precolombinas; se adelantó en
el siglo XVI y finalizó con la conquista de los españoles a nuestros territorios. En esta etapa se destacan las culturas más
grandes que vivieron en nuestra tierra, los Muiscas y los Taironas; las cuales tenían una compleja y avanzada sociedad,
las dos hablaban el chibcha y se encontraban organizadas en confederaciones, también poseían una economía fuerte
afianzada en la agricultura, desarrollaron ciudades, en especial los taironas que se ubicaron en la Sierra Nevada.
Su máxima autoridad era el cacique; el cual era adorado como un dios. Tal adoración se hacía con ofrendas en oro, es
por ello que estas dos culturas se destacan en el trabajo de la orfebrería en nuestro pasado precolombino.
C
hibchas no eran belicosos por naturaleza. Pero una vez forzados a la guerra mostraron su raza sanguinaria al no otorgar
el perdón a cualquier contrario que callera en sus manos. Las luchas fueron más frecuentes entre Zipa y el Zaque, no hay
enemigos permanentes. El ejército entró en la batalla lujosamente decorado y se utiliza como espadas bastón armas,
palos puntiagudos dardos, hondas, hachas y disparar flechas tiradas. Fueron acompañados por músicos con
instrumentos especiales producen un ruido ensordecedor como un trueno.
Para los estudios sobre las tribus indígenas, los historiadores e investigadores se han basado principalmente en el
aspecto lingüístico. Estos estudios han llevado a clasificar las tribus en tres grandes familias: Familia CHIBCHA, CARIBE y
ARAWAK. El referirse a familias significa que se habla de grupos pertenecientes a una misma comunidad lingüística, en
los cuales puede haber diferentes dialectos y lenguas, pero con una base en común. Las culturas prehispánicas de
Colombia florecieron en extensos territorios de límites imprecisos. De sur a norte, estas regiones culturales son: la costa
suroccidental sobre el Pacífico, donde creció el núcleo Tumaco-La Tolita, entre los años 400 a. C. y 500 d. C.
De este son admirables miles de cerámicas, muchas con una volumetría escultórica, en las que, aparte de su diversidad
temática —figuras humanas, de animales, de viviendas—, aparece una evidente inclinación realista: en tipos humanos,
expresiones, actividades, enfermedades, escenas de sexo, etc. También se han encontrado en cerámica multitud de
vasijas, ralladores, rodillos y sellos, los últimos con bellos diseños orgánicos y geométricos.
PUNTO DE PARTIDA
La zona más poblada fue la sabana cundiboyacense, entre ellas, Bogotá, Nemocón, Ubaté, Chiquinquirá, Tunja y
Sogamoso. Las condiciones de terrenos propios para la agricultura y el clima sano los hizo llevar una vida sedentaria. Fue
el grupo de lengua chibcha más importante de los Andes colombianos, que ocupó la zona aproximadamente 1000 d. de
C.
Características Físicas
El tipo del indio chibcha aún se conserva y puede describirse así: talla mediana y robusta, pelo negro y lacio; nariz ancha
y corta, ojos pequeños, boca y dientes grandes, pómulos salientes. Eran inteligentes, valerosos y sufridos.
Aspecto económico
Los indios muiscas fueron muy laboriosos. Sus principales actividades eran: la agricultura, la minería, la pesca, la caza, la
industria textil, la cerámica, la orfebrería y el comercio.
La agricultura
Los Muiscas fueron básicamente agricultores y tuvieron grandes conocimientos sobre los ciclos de la lluvia, los cambios
de la luna y el cuidado de los cultivos. Cultivaron en tierras planas utilizando en algunos casos hileras de montículos;
también usaron terrazas y se valieron de la irrigación natural con apoyo de los ríos y las lagunas cercanas a sus poblados;
entre las más importantes están Guatavita, Siecha, Tota, Fúquene e Iguaque. Su principal trabajo fue el cultivo de las
plantas empleadas en la alimentación, como el maíz, con el cual preparaban arepas, bollos y bebidas embriagantes
como la chicha; la papa que fue el cultivo fundamental; también sembraron la arracacha, quinua, los cubios, ibias,
chuguas, fríjoles y auyamas; el ají lo usaban como condimento. Cultivaban frutas como guayaba, el tomate, uchuvas y
curubas.
La minería
Los Muiscas se distinguieron entre las demás tribus por su gran habilidad para explotar las minas de sal, carbón y
esmeraldas. Extraían la sal de Zipaquirá, Nemocón, Sesquilé y Upía. La procesaban haciendo evaporar el agua salada en
grandes vasijas, de barro cocido que luego rompían para obtener pesados bloques.
Obtuvieron las esmeraldas en las minas de Muzo y Somondoco. El carbón lo utilizaban como combustible en la
preparación de la sal y otros oficios.
La pesca y la caza
Pescaban en las lagunas; cazaban venados, armadillos y dantas; domesticaron los conejos y los pavos.
La industria fabril
También fue muy desarrollada. Tejían mantas que usaban como vestido. Estas eran muy finas y de variados colores.
Orfebrería y cerámica
Para los orfebres Muiscas, el arte tenía un doble significado: expresión estética y simbolismo religioso. Entre la
orfebrería muisca sobresalen los tunjos, piezas con unas características definidas: pequeñas figuras humanas de una
pieza, construidas en lámina delgada, en forma de placa triangular. Son estilizaciones hechas en la técnica de la cera
perdida. En los cementerios y santuarios indígenas se han encontrado muestras de estas industrias, como patenas,
instrumentos musicales, vasijas y como cosa sobresaliente los tunjos o ídolos de oro.
Comercio
Sobresalieron por su habilidad como mercaderes; practicaron el intercambio mercantil entre sus tierras frías y las de los
llanos. Esto lo hacían a través de caravanas por sus caminos empedrados algunos y puentes colgantes, o en medio de
trochas que les permitían llegar ante sus interlocutores comerciales. Se concentraban para sus mercados en Funza,
Tocancipá y Turmequé. Uno de los principales productos que los Muiscas intercambiaron a través del sistema de
trueque fue la sal, a cambio de la cual recibían oro, que luego trabajaban a su manera para volverlo a intercambiar. Lo
mismo pasaba con las esmeraldas, amatistas y topacios, piedras preciosas que cambiaban por sal y después regresaban
a sus antiguos dueños, pero esta vez pulidas y talladas, y por lo tanto, con mayor valor agregado. Caso similar sucedía
con el algodón, producto del que carecían. Lo obtenían mediante el intercambio mercantil y con él elaboraban ruanas o
ponchos, que tejían y decoraban con estilo y colorido particular. De esta manera lograron desarrollar una industria textil
de gran aceptación, incluso en nuestros días. La versatilidad comercial de los Muiscas se complementó con el desarrollo
que lograron en los medios contables crediticios, ya que supieron diferenciar el producto y su equivalente luego de
agregarle más trabajo. De la misma manera llegaron a establecer tasas de interés sobre créditos comerciales, lo que
quedó sustentado en una legislación de acuerdos comerciales entre las partes, que debía respetarse, so pena de recibir
sanción de tipo social o económico, mediante la confiscación de sus bienes. También usaban como monedas discos de
oro.
Organización social
La base de la organización chibcha fue la familia. Los matrimonios se efectuaban generalmente entre gentes de la misma
tribu; los jefes tenían el privilegio de poseer varias esposas. La sociedad se dividía en varias clases: Nobles o usaques,
sacerdotes o jeques, quechuas o guerreros, comerciantes y el pueblo, que comprendía agricultores, mineros y
artesanos.
Los Sacerdotes o Jeques eran a la vez médicos y brujos; para llegar a esta posición el indio tenía que estudiar durante
muchos años.
Vestido
El vestido consistía en una especie de túnica y una manta atada por las puntas en el hombro, fabricadas con telas
gruesas de algodón, adornadas con rayas de colores. Los personajes principales vestían mantos más finos de distintos
colores, las telas eran estampadas con tintas de origen vegetal y mineral, utilizaban rodillos y sellos hechos en cerámica.
No utilizaban calzado. Se pintaban el cuerpo con achiote, además utilizaban en la cabeza plumas vistosas de aves;
también usaron brazaletes, collares, narigueras y pectorales bellamente fabricados en oro.
Las ciencias
Las ciencias estaban representadas por la astronomía, la meteorología y la confección de un calendario que servía de
base para la agricultura, ya que los cultivos dependían directamente del comportamiento del sol (Zué) y de la Luna
(Chía). Dividían el año solar en cuatro épocas, delimitadas por los períodos de invierno y verano, que a su vez se
subdividían de acuerdo a los cambios lunares. Utilizaron el sistema basado en los dedos de las manos y de los pies para
contar; al llegar al veinte, comenzaban otra veintena; el palmo y el pie fueron sus medidas de longitud.
Religión
Los sacerdotes Muiscas eran los jeques y éstos, para desempeñar su oficio, se recluían por algún tiempo en una especie
de “seminario”. Practicaban el ayuno y dedicaban toda su vida a la religión. Los Muiscas, al contrario de otros grupos
precolombinos, representaron en diferentes animales a sus principales divinidades y situaron al hombre como centro de
la naturaleza. El hombre representó la fuerza, el poder, la sabiduría y la prudencia; la mujer, la vida, la fertilidad y la
organización. Eran cultivadores y consumidores de coca, tabaco y yopo. Dicho consumo tenía connotaciones religiosas.
Los indios eran idólatras. Adoraban al Sol a quien llamaban Sue y a la Luna, Chía. Rendían también culto al agua, al arco
iris. Su dios principal fue Chimininchagua, quien era el origen de todo y fue quien creó la luz, pues el mundo antes era
oscuro. Chibchacum era el dios protector y si se le ofendía, se vengaba. Celebraban sus fiestas con mucha solemnidad.
Las procesiones eran muy concurridas. Los adoratorios más célebres fueron las lagunas de Guatavita, Siecha, Ubaque y
Fúquene.
En Sogamoso se encontraba el templo del Sol, el principal de los indios chibchas. Los indios por lo general rendían culto
a los muertos y como creían en la inmortalidad del alma los enterraban con alimentos, joyas, vestidos, etc. La muerte
era concebida como el comienzo de un viaje que los conduciría a un mundo parecido al de ellos y en donde la vida sería
fácil y difícil, de acuerdo con el comportamiento que hubieran tenido en esta vida.
Ritos
Celebraban los ritos religiosos principalmente en las lagunas. Allí concurrían periódicamente en peregrinación a llevar
sus ofrendas al Sol y a la Luna; poseían también adoratorios como los cojines del diablo en Tunja. El centro ceremonial
del zipa estaba ubicado en la localidad de Chía (actual municipio de Cundinamarca), donde había un templo dedicado a
la diosa Luna. La adoración al Sol se llevada a cabo en el centro ceremonial del zaque en la población de Sogamoso
(actual municipio de Boyacá), y en la laguna de Guatavita tenía lugar el famoso baño en oro del zaque de este Estado
muisca, el cual dio paso a la famosa leyenda de El Dorado. En la laguna de Guatavita, el cacique de la región, para rendir
culto a los dioses se cubría el cuerpo con oro en polvo y se bañaba en ella; los indios completaban la ceremonia,
arrojando a sus aguas esmeraldas y figuras de oro. La religión tenía también prácticas muy crueles; al Sol le ofrecían
como sacrificio niños y mancebos que alimentaban con esmero. En Gachetá cada semana se sacrificaba un muchacho
sobre una piedra como ofrenda a los ídolos. En la laguna de Siecha se encontró un objeto de oro en forma de balsa con
diez figuras humanas. Esta imagen dio a conocer la ceremonia religiosa. Los ritos que ellos celebraban originaron la
leyenda de El Dorado, que tanto atrajo a los conquistadores.
Personajes y leyendas
Los chibchas tenían leyendas para explicar los grandes acontecimientos y fenómenos. En relación con la leyenda del
origen del hombre decían que, de la laguna de Iguaque en Boyacá, salió una mujer llamada Bachué con un niño de tres
años. Cuando este fue mayor, Bachué lo recibió por esposo y del matrimonio nacieron los primeros hombres. Ya
ancianos, regresaron a la laguna convertidos en dos grandes serpientes; posteriormente se convirtió en protectora de la
agricultura. Chía produjo una inundación en la sabana de Bogotá y cuando los hombres estaban a punto de ahogarse,
apareció Bochica, quien los salvó dándole salida a las aguas al formar el Salto del Tequendama, convirtiéndose desde
entonces en patrono de los Muiscas. Lo representaban en el Arcoíris, símbolo de las relaciones entre el sol, padre de la
luz y el agua, padre de los hombres y principio de la vida. Según las tradiciones chibchas Bochica fue un personaje que
influyó en sus vidas porque dio sabias enseñanzas e ilustró a los indios sobre la inmortalidad del alma y sobre los
premios y castigos en una vida futura.
Se situaron entre el nivel del mar y una altura aproximada de 2.000 metros, principalmente en la zona de Santa Marta,
cerca del río Bonda y a lo largo de los ríos Ariguaní, Cesar y Ranchería, también en los valles de los ríos Palomino y
Buriticá. Se caracterizó el territorio Tayrona por sus hoyas quebradas y faldas montañosas bastante abruptas y en
muchos casos encajonadas. Esto los llevó a desarrollar una agricultura de terrazas y una urbanización escalonada en las
ciudades. Conocieron el calor del trópico por su cercanía al mar Caribe y las zonas templadas y frías de la Sierra Nevada.
Organización Política
Los Taironas sobresalieron por su destreza urbanística en ingeniería, lo que en cierta forma los situó a la altura del resto
de culturas precolombinas más adelantadas en América. En lo urbanístico se destacaron por la construcción de poblados
o ciudades en forma circular en las zonas planas de las estribaciones de la Sierra Nevada, a las cuales se llegaba por
medio de caminos empedrados y/o puentes colgantes. Dichos poblados contaron con canales de desagüe, zonas
públicas y residenciales con casas de ricos y pobres, que se diferenciaron por el tipo de base sobre la cual se
construyeron. En el caso de las casas de ricos los cimientos eran de varios círculos, mientras que la base de los pobres
era de un sólo círculo, lo que las hacía más frágiles.
Un ejemplo de lo que fue el sistema de una urbanización Tayrona es Ciudad Perdida o Buritaca 2.000, la cual fue
descubierta en 1975. Se designa con ese número por haber sido el poblado doscientos de esa cultura hallado con las
características propias de las ciudades Taironas, tales como plataformas curvas y revestidas de piedra para las casas
situadas en las laderas, escaleras de piedra, muros de contención para evitar deslizamientos, canales y sistemas de
drenaje tanto para la parte urbana como para las zonas agrícolas y una plaza pública para transitar y para ceremonias
especiales.
Agricultura
Los Taironas trabajaron la agricultura mediante el sistema de terrazas, debido a lo escarpado de sus territorios; hicieron
uso de sistemas de irrigación y desagüe especializados. El instrumento de trabajo agrícola fue el surco de madera como
principal herramienta. Se destacaron el cultivo del maíz (principal cultivo), yuca, auyuma, fríjoles y árboles frutales. Los
Taironas cultivaron y consumieron coca.
La pesca y caza
Los Taironas fueron pescadores y el pescado fue un elemento básico del comercio que desarrollaron activamente,
intercambiando también sal marina, orfebrería y tejidos. Con los Muiscas, cambiaban sal marina y caracoles por
esmeraldas. Combinaron la agricultura con la caza y cría de animales, tales como el curí y varios tipos de patos y
venados, que abundaban en los ríos y lagunas.
Orfebrería y cerámica
La alfarería fue otra actividad de tipo artesanal y se expresó en vasijas, jarrones, platos, copas, etc., que muchas veces
decoraban con figuras humanas deformes, zoomorfas o geométricas, en diferentes colores, que obtenían de minerales o
vegetales.
Comercio
En el caso de los Taironas, los equivalentes de valor llegaron a ser el oro, la sal, el pescado y algunos llegan a señalar
también la coca para intercambiar por otras cosas que necesitaban.
Creencias y Ritos
La sierra Nevada de Santa Marta comprende el mundo de Los Taironas; alrededor suyo giran todas sus creencias y
actividades. El sol y la luna tienen una gran importancia dentro de sus creencias ya que influyen sus cosechas, fuente de
subsistencia. El centro de la vida social, política y religiosa era la plaza de la población; allí se realizaban los actos
religiosos en honor al sol, los juegos y las danzas rituales.
Familia Arawak
Cuando los conquistadores llegaron al Nuevo Mundo encontraron las tierras habitadas por numerosas tribus indígenas,
de diferentes familias, con diversas religiones, idioma y costumbres.
Caracterizada por haber subsistido en un clima hostil, y resistido la violencia de otras civilizaciones, la cultura
wayúu resguardó celosamente sus tradiciones morales, espirituales y éticas hasta la actualidad. Conocidos comúnmente
como guajiros por ser los pobladores de la península de la Guajira, están establecidos en la frontera entre Colombia y
Venezuela. De esta manera, ocupan el territorio norte del departamento colombiano de la Guajira, y el noreste del
estado venezolano Zulia. Pero para ellos la identidad cultural está por encima de los límites fronterizos entre ambas
naciones.
Representando la etnia indígena más numerosa de ambos países sudamericanos, un 97% de su población habla la
lengua tradicional wayuunaiki, que pertenece a la familia lingüística arawak. Hasta el momento no existe un consenso
histórico sobre el panorama de la cultura wayúu en la época prehispánica. Pero se puede abordar su historia a partir de
los tiempos de la colonia, en el siglo XVI. Unos de los datos más precisos, es que los guajiros provenientes de los pueblos
arawak, migraron desde la Amazonia hacia las Antillas en el año 150 A.C. Estableciéndose en la península Guajira, los ríos
Limón y Ranchería, constituyeron la frontera que los separaba de españoles y criollos. Manteniendo siempre una
postura de resistencia ante la intromisión española, sobre todo en las actividades de pesca de perlas.
No fue sino hasta que Colombia y Venezuela lograron su independencia de la corona española, que los wayúu fueron
conquistados. A partir de 1830, el gobierno venezolano comenzó las primeras incursiones para someter y reducir a los
aborígenes. Lo que originó que huyeran más hacia el norte, hasta que finalmente en 1893, quedaron reducidos y
subyugados. Dando como resultado, que los dos países suramericanos se repartieran el territorio.
A pesar de esta expansión territorial de Venezuela y Colombia, la cultura wayúu mantuvo una autonomía ilegal, que
posteriormente fue reconocida por la constitución de ambas repúblicas, bajo la legalidad de un derecho propio en todo
el territorio propio.
Familia Tierradentro
La mágica belleza del territorio de Tierradentro, llena de encanto misterioso, de lagunas cristalinas, de cascadas
fantásticas, de paisajes inolvidables, entre montañas de fábula y cañones abismales, guarda las características de un
paraíso.
Tierradentro llamada Abirama por los indígenas antiguos es hoy un Parque Nacional Arqueológico, declarado Patrimonio
Nacional, con arte lítico estatuario muy influido al parecer por sus vecinos de San Agustín, del mismo modo que su
devoción y culto a los difuntos, en cuya memoria se consagraron, cavadas en el filo de la montaña, unas tumbas
subterráneas, hipogeos únicas en su género y en el estilo con el cual han sido elaboradas y adornadas para que los
muertos se sientan a gusto, en su propio paraíso, y puedan así proteger a los vivos y cuidar su bienestar. Una cultura
religiosa en que la reciprocidad, del más acá al más allá y viceversa, juega un papel fundamental.
LOS HIPOGEOS
La gran riqueza arqueológica de Tierradentro reside principalmente en sus peculiares necrópolis, denominadas hipogeos
("debajo de la tierra"), a semejanza de los que existieron en el antiguo Egipto, y para diferenciarlas de las tumbas de
cielo abierto, o primarias, características de las demás culturas indígenas de América Latina, como las de San Agustín.
Los hipogeos fueron abiertos por sus constructores en la roca, a manera de pozos a través de los cuales se desciende por
complicadas escalinatas de caracol. Estos hipogeos nos dan una idea clara de la extrema importancia que los abiramas
de Tierradentro para identificarlos de alguna manera le daban al culto funerario. Alvaro Chaves Mendoza y Mauricio
Puerta Restrepo describen así estas tumbas monumentales:"...cámaras de planta ovalada, el techo convexo sostenido
por dos o tres grandes columnas y tres, cinco o siete nichos alrededor.
Son las más amplias y profundas -hasta ocho metros bajo la superficie- con puertas de variada forma, y escalera de
acceso conformada por escalones de caprichosas alturas, excavados sobre los costados del pozo, formando una espiral.
En su interior fantásticas pinturas en blanco, rojo y negro decoran columnas, paredes y techo, y figuras de seres
misteriosos, talladas sobre las pilastras que separan los nichos, rodean el espacio, vigilantes".
Las investigaciones adelantadas a partir de la expedición del arqueólogo alemán Th. Preuss entre 1913 y 1960 y las
pruebas posteriores con carbono 14, permitieron establecer que la civilización agustiniana floreció entre los años 500
antes de la era cristiana y 500 después de la era cristiana.
Especial El Tiempo
Se calcula su desaparición hacia 1300 - 1400 de la era cristiana, pero ha sido imposible conocer las causas próximas ni
remotas que la originaron.
Según Luis Duque Gómez, "el número extraordinario de esculturas en la región de San Agustín, y lo complicado y variado
de sus formas, hace pensar en el desarrollo de una cultura milenaria en este territorio de Colombia".
El enigma de Piedra
Las esculturas líticas de San Agustín, con sus formas extrañas y simbólicas, han despertado desde hace muchos años la
curiosidad de los científicos y de los profanos. Cientos de arqueólogos, desde principios del siglo pasado, volvieron sus
ojos a estos monumentos que le suscitaban a su curiosidad asombrosos interrogantes. Y con la misma curiosidad, miles y
miles de turistas han visitado desde 1937 el Parque Nacional Arqueológico de San Agustín.
Las reflexiones que provocan las enormes figuras de piedra, de rostros solemnes y actitudes devotas, son numerosas y
variadas ¿De qué remota antigüedad provienen? ¿Conservan el secreto del origen por alguna civilización extraterrestre?
Un pueblo de artistas había habitado aquellas regiones y dejó en estas estatuas monumentales su huella imborrable.
Juan Friede, el notable historiador, considera que la cultura Agustiniana es prehistórica y juzga (pie sus capacidades
físicas e intelectuales fueron superiores a las del hombre moderno, si ha de tenerse en cuenta que trabajaron con
instrumentos primitivos, pero poseyeron "un conocimiento fino y exacto de la naturaleza"'.
Fl Parque Arqueológico de San Agustín, como sus visitantes lo han dicho, con cierta admiración religiosa, es un lugar
único en el mundo.
La huella miseriosa
Muy poco es lo que se ha podido precisar con respecto a las personas que esculpieron las monumentales estatuas de
San Agustín. Su historia es un misterio, que nos legaron en sus enigmáticas figuras de piedra; pero no sabemos nada de
sus características físicas, imposibles de deducir por el aspecto de su estatuaria, el cual apenas nos indica que se trataba
de un pueblo profundamente religioso e imbuido en el culto de los muertos.
Sin embargo el profesor Preuss, después de estudiar las características de cada una de las estatuas agustinianas,
concluyó que los pueblos de San Agustín usaban vestidos de formas variadas. Las mujeres una falda corta, sostenida por
un cinturón. Los hombres, un taparrabo, que pasaba por entre las piernas, originado en un cinturón ancho del cual
descendían los extremos. La confección de la indumentaria empleaba como materia prima la corteza de los árboles.
ADORNOS Y VANIDAD
Los agustinianos quizá no fueron ajenos a la vanidad y la coquetería, a juzgar por la gran cantidad de adornos que
fabricaban, para uso personal, y posiblemente para el comercio con otros pueblos: collares de cuentas de piedra,
concha, semillas, hueso y oro; pulseras de sartas de chaquira; narigueras de oro, unas en forma de lúnulas, otras
circulares, laminadas, tubulares o de simple alambre; zarcillos de oro, unos consistentes en alambres entorchados con
engarce de cuentas de piedra; joyeles o pendientes de oro macizo con figuras de águilas o cóndores diminutos, y
diademas de oro, de acuerdo a la descripción del arqueólogo colombiano Luis Duque Gómez.
Entre sus costumbres religiosas no era la menos fuerte el culto por los muertos. Los difuntos tenían para los agustinianos
un carácter sagrado. De ahí que, como ceramistas consumados, hubieran producido, con especial arte y cuidado, una
gran cantidad de urnas funerarias, y elaborado tumbas en cuya confección se aprecia el deseo de que el muerto tuviera
un magnífico lugar de reposo. "Enterraban a sus muertos en tumbas cuya construcción variaba según la categoría social
o jerarquía político religiosa de los difuntos, desde el sepulcro revestido de grandes losas de piedra, al sarcófago
monolítico, debajo de un montículo artificial, hasta la simple fosa de poca profundidad y de construcción sencilla", dice
Duque Gómez. Los muertos eran enterrados en cementerios previamente diseñados, o en las casas de habitación. En el
curso de varias décadas los arqueólogos han excavado más de medio millar de tumbas en San Agustín.
LA INDUSTRIA DE PIEDRA
Los agustinianos no emplearon la piedra sólo para es culpir sus estatuas, sino que hicieron con ella una gran industria al
utilizarla como materia prima para la fabricación de cuchillos, navajas, raspadores, buriles, que producían en gran escala,
posiblemente con propósitos comerciales. Así mismo utilizaron la piedra para fabricar cuentas de collar, discoides,
tabulares, globulares y poligonales, y bruñidores.
El santuario del lavapatas
Compendia de forma admirable el complejo mundo mítico-religioso de la civilización agustiniana.
Este templo acuático debió ser de gran importancia, dadas sus dimensiones y el asombroso trabajo llevado a cabo por
los escultores que tallaron las piedras del lecho de la quebrada.
PUEBLO DE ESCULTORES
Las estatuas que pueblan el Parque Nacional Arqueológico de San Agustín, y las que abundan en sus terrenos limítrofes,
nos indican la calidad de artistas que distinguían a la nación que habitó esos
territorios.
La monumentalidad de las esculturas, el enigma de sus figuras, la disposición en que fueron colocadas, todo ello revela
"una marcada evolución", en opinión de Juan Friede, quien agrega:"En san Agustín observamos figuras que, aunque
esculpidas en un estilo convencional estilizado, muestran unas más y otros menos rasgos naturalistas. Basados sobre
una observación de la naturaleza, los agustinianos producen un estilo completamente naturalista que, con un
conocimiento fino y exacto de la naturaleza produce obras como la lechuza redonda con sus dos pichones que es de una
realidad impresionante hasta para el hombre moderno y para cualquier escultor de nuestros días". Muchas de las
estatuas de San Agustín llevan una figura sobrepuesta que hace alusión a un alter ego o un doble, algo así como un
espíritu inspirador, o el alma, o lo sobreviviente del hombre después de la muerte.
AUTOEVALUACIÓN
¿Qué nuevos aprendizajes obtuviste?
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1.
2.
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Responde: ¿Por qué fueron importantes los mitos y leyendas en la vida religiosa?
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Supón que eres un cacique Tairona. Describe ¿Cuáles serían las principales funciones que encargarías a los habitantes
de tu aldea? Luego explica ¿por qué serían importantes para el buen funcionamiento de tú comunidad?
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Características
Ubica en el mapa, el recorrido que hicieron las principales familias lingüisticas en Colombia. Para ello, ten en cuenta
trazar
EL RESUMEN
Esta herramienta te permite convertir un texto base en otro de menor extensión que presente las ideas fundamentales
del escrito original. El resumen se redacta utilizando las palabras y estilo propio del lector. Sus características son:
Su extensión máxima debe corresponder a la cuarta parte del texto original.
Si la lectura que hiciste es de cuatro páginas, tu resumen debe ser de una; si es de ocho páginas lo que leíste, tu
resumen debe ser de dos, máximo.
Debe ser un texto con estilo narrativo – prosa – cuyas ideas deben estar enlazadas. El resumen
no es una lista de ideas sueltas.
Debe contener las ideas fundamentales del texto original e ideas secundarias que las amplíen o
expliquen.
Se escribe en tono claro y ameno.
Sigue estos pasos para construirlo: Herramientas de Pensamiento
Formula preguntas como: ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Qué?
¿Por qué? ¿Para qué?
Subraya en el texto (si es posible) o saca en hojas aparte las palabras clave las oraciones que respondan a las
preguntas anteriores.
Escribe estas respuestas en tu cuaderno o en cualquier herramienta que te permita dar a conocer tu resumen.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Proyecto educativo Siglo XXI, Editorial Santillana, volumen 6.2, pág. 180-200
http://rinconhistoriacolombia.blogspot.com/2017/09/periodo-formativo-colombia.html
https://colombiapais.com/pagina-cultura/cultura-colombia-precolombina-familias-linguisticas-san-
agustin.html
Agenda Escolar I.E. CHILOE, pág. 12 y 13. Secretaría de Educación y Cultura Soacha- Cundinamarca