Hora Santa Jueves Santo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

UNA HORA CON JESÚS

EN LA NOCHE DEL JUEVES SANTO


CANTO: DE NOCHE IREMOS, DE NOCHE

MONITORA

En esta noche santa, nos disponemos a hacer la experiencia de acompañar a


Jesús en su noche. Hoy velamos y oramos con él y por él. Intentando
asomarnos al misterio de la soledad del Hijo de Dios. A su dolor, a su
tristeza, a su miedo. Lo compartimos con él, que abrió para nosotros las
puertas de la esperanza, con él, cuyas heridas nos curan, cuya tiniebla nos
ilumina, cuya muerte nos da vida.

Hacemos presentes entre nosotros a todos los dolientes de la tierra,


particularmente a aquellos que tienen para nosotros nombre y rostro.
Recordamos a los cinco millones de parados en este país. A los desahuciados,
a los explotados, a los. que les han arrebatado el trabajo, el futuro, la
dignidad. A las mujeres asesinadas, a los niños masacrados, a los ancianos
abandonados; a los enfermos, los presos, los agonizantes. A las víctimas de
la violencia en Latinoamerica, en Asia, en África. Recordamos y traemos
entre nosotros a todos los que en el mundo entero no tienen ni siquiera
recursos, ni fuerzas, ni esperanza para luchar. Estarán aquí, con Jesús, en
esta noche en que lo que celebramos es el amor infinito de Dios.

Todos conocemos la escena de esta noche. Jesús ha celebrado la cena


pascual con sus discípulos en el Cenáculo. Todo ha sido muy intenso: la
entrega, la emoción, los sentimientos.

En un momento de la Cena El, el Maestro, ha lavado los pies a los discípulos.


¡Era tarea de esclavos! Nunca un Maestro se había abajado tanto. En otro
momento, con un trozo de pan en las manos ha pronunciado palabras de
entrega: “Tomad y comed, esto es mi cuerpo”. Y con una copa de vino ha
seguido entregándose: “Bebed todos, porque esta es mi sangre”. Y les ha
dicho algo de cara al futuro: “Haced esto en memoria mía”. Jesús ha amado
hasta el extremo.

Ahora ya es de noche. Ya han cenado. Han cantado los salmos y salen para
el Monte de los Olivos. Recorren las calles de Jerusalén y llegan a un huerto
llamado Getsemaní. Jesús busca ayuda para vivir esa hora, tan dura para
Él.¿Quién será en esta noche luz y apoyo, presencia alentadora para Jesús?
Les pide a los suyos, los más queridos, que le acompañen; busca, una vez
más, el encuentro con el Padre.

También ahora, aquí, es de noche. Y nos hemos reunido en la noche para


escuchar una palabra, para encontrarnos con un hombre. Hemos venido por
Jesús. Para que ilumine nuestra noche, para que sostenga nuestra vida.

CANTO: SEÑOR, TÚ ERES MI LUZ

NARRADORA: Van a una propiedad, cuyo nombre es Getsemaní, y dice a


sus discípulos:
JESÚS: “Sentaos aquí, mientras yo hago oración.”
2
NARRADORA: Toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir
pavor y angustia. Y les dice:
JESÚS: “Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y
velad.”
NARRADORA: Y adelantándose un poco, caía en tierra y suplicaba que a
ser posible pasara de él aquella hora. Y decía:
JESÚS: “¡Abbá, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa;
pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú.”
NARRADORA: Viene entonces y los encuentra dormidos; y dice a Pedro:
JESÚS: “Simón, ¿duermes?, ¿ni una hora has podido velar?. Velad y
orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la
carne es débil.”
NARRADORA: Y alejándose de nuevo, oró diciendo las mismas palabras.
Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados;
ellos no sabían qué contestarle. Viene por tercera vez y les dice:
JESÚS: “Ahora ya podéis dormir y descansar. Basta ya. Llegó la hora.
Mirad que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.
¡Levantaos! ¡vámonos! Mirad, el que me va a entregar está cerca.”
NARRADORA: Todavía estaba hablando, cuando apareció Judas, uno de
los doce, acompañado de un tropel de gente con espadas y palos, mandado
por los sumos sacerdotes y los senadores del pueblo. El traidor les había
dado esta contraseña: “Al que yo bese, ése es: detenedlo”. Después se
acercó a Jesús y le dijo: “¡Salve, Maestro!”. Y lo besó. Pero Jesús le contestó:
JESÚS: “Amigo, ¡a qué vienes?”
NARRADORA: Entonces se acercaron a Jesús y le echaron mano para
detenerlo. Uno de los que estaban con Él agarró la espada, la desenvainó y
de un tajo cortó la oreja al criado de sumo sacerdote. Jesús le dijo:
JESÚS: “Envaina la espada: quien usa espada, a espada morirá. ¿Piensas
tú que no puedo acudir a mi Padre? El me mandaría enseguida más de doce
legiones de ángeles. Pero entonces no se cumpliría la escritura que dice que
esto tiene que pasar.”
NARRADORA: Entonces dijo Jesús a la gente:
JESÚS: “¿Habéis salido a prenderme con espadas y palos como a un
bandido? A diario me sentaba en el templo a enseñar, y sin embargo, no me
detuvisteis. Pero esta es vuestra hora, la del poder de las tinieblas.”
NARRADORA: Todo esto ocurrió para que se cumpliera lo que escribieron
los profetas. En aquel momento todos los discípulos lo abandonaron y
huyeron.

SILENCIO

Esta es la hora del poder de las tinieblas. Quizá esas tinieblas se hayan
apoderado ya de una parte de nosotros. Siempre hay en nuestro corazón
lugares oscuros, donde incluso a nosotros nos da miedo entrar. Hoy podemos
dejar a este Jesús sufriente y lleno de amor que entre en nuestro interior. Él
lo hace sin herir, conoce nuestra fragilidad. Oh, Jesús, haz que las tinieblas
no tengan poder sobre mí.

CANTO: CRISTO JESÚS, OH FUEGO QUE ABRASA

MONITORA

2
3
La Palabra de Dios es como una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta
que despunte el día y amanezca la luz en nuestros corazones. Acompañando
a Jesús, también somos conducidos por él, guiados a través de nuestra
oscuridad. Su palabra y su vida, su amor y su entrega, encienden en nuestro
corazón la llama de su amor.

CANTO: EN NUESTRA OSCURIDAD

1.- “ME MUERO DE TRISTEZA. QUEDAOS AQUÍ Y VELAD CONMIGO”

MONITORA

¿Cómo responderemos a tu petición, Señor? Tú nos pides que estemos


contigo, que no te dejemos solo en esta hora. Pero somos pobres, tú lo
sabes, y estamos cansados. El sueño y la tristeza nos pueden. Tenemos
miedo, no tenemos fuerzas. No sabemos cómo quitar el pecado del mundo, ni
siquiera somos capaces de arrancarlo de nuestro propio corazón. Nos falta
luz, valor, virtud. Queremos practicar el bien y hacemos el mal. Queremos
orar y no sabemos. Queremos amar y no podemos. Queremos
comprometernos y nos cansamos. Queremos dar testimonio y nos
avergonzamos. Queremos ser libres y nos sentimos esclavos. Queremos
combatir el mal y nos acobardamos. Acepta Señor que te acompañemos con
toda nuestra pobreza e impotencia.

SILENCIO

CANTO: VELARÉ CONTIGO, SEÑOR

2.- “Y ADELANTÁNDOSE UN POCO, CAYÓ ROSTRO EN TIERRA Y


ORABA”

MONITORA

Jesús, tu rostro está en la tierra. Cuánto has amado nuestro barro, con
cuánto cariño lo has besado. Tu Palabra salió limpia y pura de las manos del
Padre. Te pusiste el mejor de los trajes para salir al encuentro de los tuyos, y
los tuyos no te recibimos.

Y entonces aceptaste mancharte con los últimos y sentarte a comer con los
pecadores. Como cualquiera de nosotros, como el más pobre y oscuro de
nosotros.

Ahora, entre unos olivos, sufres sólo la agonía del abandono de todos los
tuyos, incluso de tu Padre. ¿Nos dormiremos también hoy nosotros, por el
cansancio y el miedo? ¿Seremos capaces de acompañarte, de reconocerte
bajo el barro y el dolor que has asumido sobre Ti? Si en lugar de volver la
vista y mirar para otro lado cuando algo o alguien nos desagrada, nos
repugna, nos produce rechazo, fuéramos capaces de seguir mirando como tú
nos has seguido mirando siempre a cada una de nosotras, de nosotros…
quizá entonces seríamos capaces también de reconocerte, y de rescatarte,
bajo esa corteza de pecado, de dolor, de temor, que te hace irreconocible en
tantos de nuestros hermanos y hermanas heridos. Jesús, despierta nuestro
corazón, abre nuestros ojos, que podamos verte, y limpiar y besar tu Rostro
bendito.
3
4

SILENCIO

CANTO: QUIÉN PUEDE VER EN TI AL HIJO?”

3.- “PADRE MÍO, SI ESTE CÁLIZ NO PUEDE PASAR SIN QUE YO LO


BEBA, HÁGASE TU VOLUNTAD”

MONITORA

Jesús, qué bien nos enseñas en esta noche el Padre Nuestro. “Danos lo que
te hace vivir así”, te pedían los discípulos, cuando veían la ternura con que
levantabas a todos los caídos. Y Tú sacabas de tu corazón la perla más
preciosa, tu Abbá, tu Aita, y lo mostrabas a todos. ¿Con qué gozo
comunicabas a tus amigos los secretos del Padre!

Ahora, en la noche de la angustia, brota también de tus labios la palabra más


dulce, la más amada: Abbá. Y en medio de la noche surge también tu deseo
más profundo: “Hágase tu voluntad”. Y el Reino sigue abriéndose camino en
nuestra tierra por caminos invisibles.

CANTO: PADRE, POR TU BONDAD

También nosotros queremos orar el Padre Nuestro contigo, en esta noche de


nuestra vida, unidos a todos tus hijos dispersos y perdidos, poniendo, como
Tú, nuestra voluntad en la del Padre.

ORACIÓN DEL PADRENUESTRO

4.- “¡LEVANTAOS! ¡VAMOS!”

MONITORA

Jesús, estas a punto de morir, pero tu fuente sigue manando amor.

Jesús, estás a punto de ser clavado en la cruz, pero de tu costado sigue


manando el Espíritu que nos da la vida.

Jesús, estás a punto de entrar sepultado en la tierra, pero tu vida sigue


siendo para nosotros una luz en la noche.

Nos pedías compañía, y eres Tú quien nos da el apoyo.

Nos pedías que estuviéramos contigo, y eres Tú quién está con nosotros.

¿A dónde quieres que vayamos contigo? Juntos andemos, Señor.

Enséñanos a amar con tu mismo corazón, para que donde nosotros estemos,
estés también Tú. Para que quien vea cómo nos amamos, pueda intuir algo
del amor infinito del Padre. Porque donde hay amor, ahí está Dios. Amén.

CANTO: LA TINIEBLA YA NO ES TINIEBLA PARA TI

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy