Tesis Embarazo
Tesis Embarazo
Tesis Embarazo
Walker (1) establece que el suelo pélvico es el conjunto de músculos y fascias que cierran la cavidad
abdominopélvica en su parte más inferior. Se extiende de lado a lado desde el arco tendinoso del elevador del ano y la
espina isquiática, y en sentido anteroposterior, desde la cara posterior del pubis, en ambos lados, hasta la espina
isquiática y el cóccix. Estas fascias cumplen la función de consolidar y soportar los órganos pélvicos.
Las estructuras que componen el suelo pélvico son:
Fascia endopélvica.
Diafragma pélvico.
Membrana perineal.
1. Suspender horizontalmente sobre el elevador del ano, la vejiga, los dos tercios superiores del recto
y la vagina.
2. Servir de conducto flexible y soporte a los vasos, los nervios y el tejido linfático del suelo pélvico.
El grado de tensión de esta red tridimensional dependerá en gran medida del tono y la fuerza de los músculos
elevador del ano, debido a la relación que existe entre ambas estructura (1).
• El músculo puborrectal forma una banda alrededor y detrás del recto (1).
MÚSCULO COCCÍGEO
Está ubicado posterior al musculo iliococcígeo extendiéndose desde la espina isquiática y el ligamento sacroespinoso hasta el cóccix
y el sacro.
MÚSCULOS SUPERFICIALES DEL SUELO PÉLVICO
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La capa muscular inferior se constituye por la membrana perineal y los músculos del periné.
La membrana perineal es una densa fascia de forma triangular ubicada en el anillo himenal que sirve como lugar de contención de los
genitales externos y la uretra (fig. 2), mientras que el periné, se subdivide en dos regiones triangulares. El canal anal (músculo esfínter
anal, cuerpo perineal y rafe anococcígeo) está contenido en la región posterior y se conoce como triángulo anal, y la región anterior
abarca la vagina y la uretra y se denominándose triángulo urogenital.
El suelo pélvico debe resistir la alta presión que pueda surgir en la cavidad abdominal al toser,
estornudar, reír, así como al levantar cargas pesadas y realizar diversos esfuerzos físicos.
Función sexual: unos músculos perineales tonificados mejoran la calidad de las relaciones sexuales.
Función reproductiva: el periné es el último obstáculo que debe salvar la cabeza del bebé, ayuda a
que su cabeza rote y produce una contracción refleja en el útero (reflejo expulsivo) que provoca a la
embarazada un deseo de empujar.
Estabilización lumbopélvica.
Durante el parto se pueden desarrollar una serie de problemas como: un sobre estiramiento del suelo pélvico, desgarro
de la musculatura y excesiva tensión del suelo pélvico.
Trabajo físico prenatal:
Según Walker (1)incluye dos aspectos: las sesiones individuales y el trabajo en grupo. Durante todo el embarazo se
ejecutaran técnicas de terapia manual, ejercicios de estabilización o de higiene postural, sin embargo la mujer que
presenta dolor de espalda durante el embarazo sea valorada por un especialista en esta área.
Las sesiones individuales se podrán utilizan para la evaluación inicial. Registrar el estado del suelo pélvico
es de gran importancia ya que esto nos permite
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compararlo con los resultados de la valoración posparto determinando si este ha sido la causa de disfunción o si ya
estaba presente durante el embarazo. Asimismo, la valoración inicial permitirá verificar la movilidad de la pelvis y de
la región lumbar, el tono y el control de los músculos del abdomen, la existencia de contracturas, rigidez, asimetrías,
etc.
La valoración inicial es fundamental para conocer si la mujer requiere algún tipo de tratamiento fisioterápico
específico o puede incorporarse directamente a las sesiones de grupo. Por lo general, a la semana son
suficientes tres sesiones de ejercicio con finalidad de garantizar una adecuada preparación física. Si las
seciones son en grupo no se recomienda más de 6 mujeres para tener un máximo control, tomando en cuenta
que estará constituido por mujeres con embarazos sin riesgos, sanas y, en principio, sin molestias.
El tiempo de la sesión variara en función del tiempo de gestación ya que esto establecerá los temas a
abordar, los grupos musculares que se deben trabajar, etc. Es importante que equipos multidisciplinares,
posean buena interacción entre los miembros, ya que esto garantizará la mejor calidad asistencial a la gestante
(1). El tiempo recomendado para iniciar la preparación física es el segundo trimestre ya que: es cuando
empieza a crecer el abdomen y las articulaciones se encuentran más flexibles, además la gestante toma
conciencia de su verdadero estado, el momento del parto se vuelve más próximo el momento del parto por
lo que busca información y cuidados saludables para ella y su hijo. Así mismo, el cuerpo requiere
tonificación y preparación física con la finalidad de prevenir problemas y prepararse para el tercer trimestre
y el parto. Otra de las razones es que por lo general el segundo trimestre es el más cómodo ya que
tanto náuseas como vómitos desaparecen y los movimientos del bebe se hacen presentes (1).
También se puede dividir el contenido por temas:
1.- Posturas: para la vida diaria, para descansar, para incorporarse. Para favorecer el descenso del bebe, para
acompañar una contracción.
LA PELVIS: Es el lugar de acogimiento durante el embarazo y de tránsito en el período del parto. Se debe buscar
ayudar a la mujer embarazada a encontrar el equilibrio lumbopélvico con la finalidad de resguardar la relación con el
alineamiento y la comodidad de la columna, la distensión de la pared abdominal, la distribución del peso, la
respiración y la circulación sanguínea y linfática.
A menudo la pelvis se encuentra en anteversión como consecuencia del peso del abdomen proyectado hacia el
pubis (fig.7), esta postura tiende aumentar las tensiones de las cadenas musculares posteriores, que a la vez
que mantienen el desequilibrio (1).
EJERCICIOS:
Círculos sobre balón (fig.8)
Posición inicial: sentada sobre el balón, con las piernas separadas. Con las manos sobre los muslos
y la columna elongada.
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Movimiento: se realiza círculos siguiendo la dirección de las agujas del reloj con la pelvis, de tal
modo que solo esta se mueva. Se repite el ejercicio en sentido contrario.
• Apoyo sobre un balón desde la «posición del indio» (fig. 9): con los pies juntos y las rodillas separadas se
inclinar el tronco hacia delante, con la columna recta y elongada, hasta apoyarlo sobre el balón. Se realiza
balanceos hacia los lados de tal modo que se sienta el desplazamiento del peso sobre los isquiones.
«Posición de mahometano» (fig. 10): con las rodillas separadas y los pies juntos, se inclina el tronco de tal modo que
se logre apoyar los antebrazos en el punto más lejano, sobre la colchoneta, el balón o sobre el respaldo de una
camilla.
Posición lateral con el pie apoyado (fig. 11): en decúbito lateral ubicamos el pie del miembro inferior de arriba
apoyado delante del cuerpo para facilitar la rotación externa de cadera.
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Figura Nº 11 Posición lateral con el pie apoyado
• Posición lateral con la rodilla apoyada (fig. 13): se realiza en decúbito lateral, con la extremidad inferior de
arriba apoyada la rodilla sobre una almohada, a la altura de la cadera o sobrepasándola. El miembro inferior
de abajo permanece estirado.
• Posición ginecológica favorable. Las piernas quedan apoyadas sobre los estribos en rotación interna y flexión de
cadera > 90°, es decir, pies más separados que las rodillas.
RAQUIS: Walker (1) cita a Panjabi al mencionar que la estabilidad del raquis depende de la interacción
coordinada de tres sistemas:
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1. El sistema de control neuronal.
2. El sistema pasivo, constituido por las vértebras, los discos intervertebrales, los ligamentos, las cápsulas y las fascias.
Estos sistemas trabajan conjuntamente para luchar contra la gravedad, manteniendo el equilibrio. A lo largo
del embarazo se demanda un mayor esfuerzo por parte de los músculos y la acentuación de la actividad puede
ocasionar contracturas, tendinitis, fatiga, etc. Por lo que, uno de los objetivos de la de la preparación física es
el control de la posición de la columna. Para ello, el espejo es una herramienta útil para la reeducación. En el
embarazo se necesita realizar un trabajo de tonificación muscular y de control postural.
EJERCICIOS
Movimiento: durante la inspiración, dejar caer el abdomen hacia el suelo lentamente, sintiendo el
movimiento bascular anterior de la pelvis y durante el tiempo espiratorio, intentar sujetar y acercar
el bebé, metiendo la parte inferior del abdomen.
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Ejercicio para la columna dorsal (fig. 15):
Posición inicial: dejar caer la espalda sobre el balón, con las piernas separadas y
flexionadas, asegurando el equilibrio sobre el balón.
Movimiento: durante la inspiración, dejar caer los brazos hacia el suelo, durante la espiración,
se contrae el suelo pélvico mientras se aproximan los brazos por delante del cuerpo y se eleva
ligeramente la cabeza.
SUELO PÉLVICO
Los objetivos en la preparación del suelo pélvico son:
Desarrollar la elasticidad y la flexibilidad mediante masajes durante las últimas semanas del
embarazo
EJERCICIOS
Ejercicio básico de contracción de suelo pélvico (fig.16):
Posición inicial: decúbito supino o decúbito lateral, con las piernas flexionadas.
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Movimiento: se le pide a la que trate de retener la orina, que sienta cómo cierra los esfínteres
sin utilizar los glúteos, los aductores o los rectos abdominales.
Posición inicial: de pie, con las rodillas flexionadas, las manos sobre los muslos y el balón
sobre la región lumbosacra.
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Movimiento: contraer la musculatura del suelo pélvico y percibir la sensación de tensión en la región inferior
del abdomen.
Posición inicial: con los pies sobre un disco inflable, las manos apoyadas sobre un punto fijo.
Movimiento 1: contraer el suelo pélvico y percibir la sensación de tensión en la región inferior del abdomen
(1).