Teoria de Economia - 1ra. Unidad
Teoria de Economia - 1ra. Unidad
Teoria de Economia - 1ra. Unidad
PRIMERA UNIDAD
EL OBJETO, EL CONCEPTO Y EL METODO DE LA ECONOMIA
1. El objeto.
2. Las corrientes fundamentales de la economía.
3. El método de la economía política.
4. El concepto.
5. Relación de la economía con otras ciencias.
ECONOMÍA:
Estudia cómo las sociedades utilizan sus recursos para producir, distribuir y
comercializar bienes y servicios, desde las necesidades humanas más básicas
hasta el comercio internacional y la innovación tecnológica, incidiendo directamente
en la vida de las personas.
Corrientes Económicas:
El Mercantilismo (siglos XVI, XVII y XVIII)
La Fisiocracia (siglo XVIII)
El Periodo Clásico Liberal (siglo XVIII y principios del XIX)
El Socialismo (siglos XIX y XX)
El Socialismo Utópico (mayores exponentes Platón, Tomas Moro, entre otros)
El Socialismo Científico (mayor exponente Karl Marx)
El Marxismo (desde mediados del siglo XIX)
El Marginalismo o Neoclásica (desde mediados del siglo XIX)
La Teoría Keynesiana (desde segundo cuarto del siglo XX)
El Neoliberalismo (desde el último cuarto del siglo XX).
LA COMUNIDAD PRIMITIVA:
El hombre desde que aparece trata de subsistir, crea refugios, armas y en su fase
inicial es un nómada, camina y camina tras el alimento (recolector, cazador, etc.);
no obstante que se encuentra en un estado semisalvaje es capaz de buscar una
primera forma de organizarse que se le ha denominado comunidad primitiva. Más
adelante se convierte en sedentario al descubrir el cultivo de la tierra y la crianza de
animales, adquiere el dominio del fuego y se empieza a desarrollar en pequeñas
comunidades donde todo se comparte: lo que se caza, el espacio donde habitan y
duermen. Todo es de todos. En esta comunidad sólo se produce lo que
inmediatamente se consume, no hay excedentes; aún no se tiene ese enfoque, la
ingenuidad y la supervivencia los conduce. Los primeros instrumentos que se
utilizan son las piedras labradas, las lanzas de madera; más adelante se descubren
y utilizan diversos metales, que constituyeron diferentes periodos, de miles de años,
que se conocen como la Edad de Cobre, la de Hierro, etcétera. La evolución del
herramental que iban adquiriendo, permitió cambios importantes en sus actividades,
por ejemplo, la aparición del arco y la flecha facilitó la caza de animales y como
consecuencia a la alimentación del hombre se sumó la carne, dando pie al
surgimiento de la ganadería. Simultáneamente a esto descubrieron la agricultura y
dispositivos primarios para establecerla, lo que llevó a una gran transformación en
la vida de estos primeros pobladores de nuestro planeta. Los convirtió en
sedentarios y constituyó lo que se conoce como la primera gran división social del
trabajo. Esta primera gran división del trabajo trajo consigo la producción de
excedentes y la necesidad de bienes que ciertos grupos no los producían. Este
fenómeno originó el intercambio entre las tribus agricultoras y las que se dedicaban
a la caza. Al evolucionar las fuerzas productivas, el ser humano tiene a su alcance
mayores satisfactores. El dominio sobre algunas fuerzas de la naturaleza y el
aumento de la productividad laboral del hombre ocasionan un desequilibrio entre el
conocimiento asimilado por algunos y la distribución del producto del trabajo para
todos (Roll, 2008). Esta nueva condición rebasa la necesidad de la propiedad
comunal y el reparto igualitario del producto. Los medios de producción se
individualizan y se engendra la propiedad privada. Por lo tanto, los poseedores de
los medios de producción requieren del trabajo de otros hombres para lograr
mayores producciones. Los primeros tenían experiencias heredadas o adquiridas y
los segundos eran suministrados por la guerra. Los vencidos pasaban a servir a los
vencedores.
EL ESCLAVISMO:
Las tribus más fuertes se apoderan de los bienes y tierras de otros grupos más
débiles. No sólo los despojan, sino que los convierten en sirvientes y su trabajo es
transferido al ganador, apareciendo lo que se conoce como esclavismo. La
esclavitud es una forma de opresión y maltrato de unos seres humanos sobre otros.
Ponen a una de las partes en la situación más denigrante y constituye la expresión
más indeseable de desigualdad social. Con la fuerza de trabajo de los esclavos se
sentaron las bases de las grandes civilizaciones como la egipcia, la griega y la
romana, del mundo antiguo. Se construyeron caminos, puentes, monumentos,
pirámides, templos, teatros, recintos públicos, etc. Los primeros indicios de la
presencia del esclavismo se encuentran en Mesopotamia y en zonas del antiguo
oriente, aproximadamente 3000 años a.C. En Babilonia el esclavo se compraba y
se vendía como un objeto; en Egipto los faraones lo ocuparon para su servicio y
poder lograr colosales construcciones; en Grecia el esclavo era un elemento
indispensable del modo de vida, exigencias sociales y económicas del pueblo
helénico. En las conquistas romanas desde el siglo III a.C. el número de esclavos
aumentó por la gran cantidad de actividades que requerían los emperadores y la
aristocracia, para obtener por medio del trabajo de éstos: comodidades,
infraestructura, alimentos y objetivos militares. El modo de producción esclavista
alcanzó su máximo desarrollo en la Grecia antigua y en el periodo de la Roma
clásica. El régimen de esclavos siempre fue altamente rentable, el beneficio sólo fue
en una dirección. Las clases altas los consideraban como objetos y los utilizaban
mientras tenían una buena respuesta de trabajo, luego cuando estaban enfermos o
viejos los dejaban a su suerte. Esto condujo a que algunos esclavos como
Espartaco comenzaran movimientos para liberarse de la opresión. Durante las
primeras décadas de la Edad Media en Europa, los cambios económicos sociales,
debidos a la caída del Imperio Romano, fueron transformando a la población esclava
en una nueva clase: la de los siervos. En América, entre los siglos XV y XVI, los
conquistadores sometieron y esclavizaron a los indígenas en un inicio; pero gracias
al buen oficio de algunos religiosos como Bartolomé de las Casas y Vasco de
Quiroga lograron ciertas ordenanzas de la colonia española para liberar a los
aborígenes; sin embargo, se permitió esta práctica cruel, principalmente de hombres
negros traídos de África, en algunas colonias españolas, portuguesas, holandesas
e inglesas, asentadas en regiones de América del Sur y las Antillas. A finales del
siglo XVIII y durante el XIX surge en el mundo una nueva corriente libertaria
inspirada en los principios de la Revolución francesa (Herrerías, 1980). En algunos
países europeos se legisló para evitar el tráfico de esclavos; en Estados Unidos
aparecen leyes semejantes después de la Guerra de Secesión. En México el
artículo segundo de la Constitución señala que en territorio mexicano todos los
hombres son libres, con los derechos y las obligaciones que les corresponden. La
no esclavitud como principio se ha establecido en casi todo el orbe; sin embargo,
todavía hay en una buena proporción, tanto en su manera más ancestral como en
formas más modernas y sofisticadas. Se tiene información que sólo hace algunos
años Sudáfrica lo toleraba y actualmente se practica oficialmente en Mauritania. En
Asia hay sistemas de producción que guardan muchos de los rasgos originales y lo
mismo sucede en zonas de Centroamérica y en las fronteras mexicanas; donde se
puede observar jornadas extenuantes de trabajo, maltrato y discriminación,
explotación de menores, mujeres y viejos; y salarios muy por debajo del nivel de
subsistencia.
EL FEUDALISMO:
La herencia de la cultura helénica, principalmente el pensamiento de Aristóteles, y
la filosofía cristiana surgida en la época esclavista, dan por resultado los principios
de la "Escolástica", defendida principalmente por los religiosos de la Edad Media,
especialmente Tomás de Aquino. En el mundo Occidental se dice que esta etapa
empieza en el siglo V y termina en el siglo XV. El misticismo, fue el principal
mecanismo de relación social en este periodo, que aunado a una compleja
estratificación de clases sociales y los acuerdos entre éstas sobre el trabajo y
tenencia de la tierra originan el llamado: “Sistema Feudal”; caracterizado por su
cerrazón, con una idea de autosuficiencia (Huberman, 2001). En el fondo subyace
una estructura de poder de forma tripartita: “Los Señores Feudales, El Clero y El
Soberano”. A la caída del Imperio Romano de Occidente, a la mitad del siglo V, por
las invasiones germanas, se inicia en Europa un periodo de aproximadamente mil
años denominado Edad Media. La cultura medieval se formó con elementos
bárbaros, griegos, romanos y cristianos. Los germanos absorben el poder político y
militar, los cristianos son los herederos de las instituciones romanas y hacen
predominar sus ideas religiosas. En ese periodo la religión cristiana se transforma
en la visión social; su principio de igualdad entre los hombres termina por
desmembrar el régimen de esclavitud establecido por los antiguos imperios. Los
siglos iniciales de la Edad Media presentan una economía que se sustentó en la
agricultura y en el lento transcurrir de las cosas. Durante los siglos VIII y IX el reino
de los francos, Galia fue una de las regiones más prósperas bajo el reinado de Carlo
Magno, quien se dio a la tarea de restaurar el Imperio Romano, logrando un enorme
territorio. A la muerte de este personaje el Imperio Carolingio se debilitó, volvió a
sufrir invasiones de los pueblos bárbaros y musulmanes. Por esta razón, los
soberanos dejaron en manos de los condes y marqueses la defensa de las tierras;
y la población encontró en los nobles su única protección. Los "beneficios" eran
tierras otorgadas a los soldados de las tropas combatientes contra los bárbaros, los
primeros fueron llamados "vasallos". Muchos nobles y señores formaron sus grupos
con vasallos a los que ofrecían beneficios; así también algunos hacendados y
campesinos pobres, por los peligros a los que estaban sometidos, se vieron
obligados a aceptar el vasallaje y entregar sus tierras a los más poderosos, con la
esperanza de recibir los beneficios feudales. Fue en el siglo XI cuando se empezó
a utilizar el término "feudo" en sustitución de "beneficio". A consecuencia de estos
cambios, se aceptó que las tierras cedidas al vasallo por los señores fueran
heredadas a los hijos de éstos, de tal forma que el heredero fuera grato al señor
feudal y pagara un impuesto llamado "socorro". El vasallo debía jurar un especial
homenaje a su señor y estaba obligado a guardarle fidelidad por siempre. De esta
manera, el feudalismo constituyó una institución tanto política como militar, que
estaba sostenida en una relación contractual entre dos individuos: el señor y el
vasallo, los cuales tenían sus respectivos derechos sobre el feudo. Los impuestos
fueron institucionalizados para sostener los tres poderes, les llamaron tributos para
el rey, diezmos para la Iglesia y aportaciones para los señores. Los feudos sólo
producían para el autoconsumo la mayoría de las veces; había un mínimo o no
existía comercio entre los feudos (Kuseynsky, 1985). El estar permanentemente
protegidos contra las invasiones hacía difícil comerciar los productos y las
herramientas, así como las técnicas de cultivo que eran rudimentarias. La Iglesia
agrupó a todas las regiones a su alcance para organizar las "cruzadas" contra los
herejes a fin de rescatar los santos lugares, al final del siglo XI, cuando toda Europa
Mediterránea, Francia y Europa Central habían adoptado las formas del feudalismo.
Esto vigorizó principalmente el comercio; no obstante que las guerras eran muy
duraderas. En este periodo la Iglesia desempeñó un papel central influyendo en las
políticas militares económicas y en los principios morales de la sociedad. Así, las
cruzadas que tuvieron un objetivo religioso lograron en lo económico una
repercusión muy importante ya que, al abrirse a diversas regiones, los pobladores
de los feudos, pudieron crear otras formas de trabajo, productos, mercados y
nuevas ideas. En pocas palabras aparece un pujante comercio exterior, a la vez que
los señores feudales iban perdiendo su tradicional control en la producción y en sus
siervos. En el periodo feudal el concepto de capital se asocia únicamente con los
bienes materiales, había nula o poca posibilidad de conseguir créditos, ya que se
consideraba el pago de intereses como usura, es más, en algún tiempo fueron
prohibidos los préstamos y perseguidos quienes los practicaran. Esto según los
estudiosos de la economía retrasó o al menos detuvo el crecimiento económico del
mundo Occidental bajo la institución feudal. En esta época aparecen diferentes
formas de moneda: tabaco, papel, metal, piedras preciosas y otras. En los siglos
XIII y XIV hay levantamientos de los trabajadores del campo en los debilitados
feudos lo cual da lugar a la aparición de espacios para hombres que deseaban ser
libres, dedicados a la artesanía, el comercio y a las pequeñas industrias. A estos
nuevos asentamientos humanos se les denomina "Burgos" (Colonia, Salzburgo,
Londres, Florencia) que después se convirtieron en ciudades.
EL MERCANTILISMO:
La corriente que hoy conocemos como Mercantilismo, se puede considerar que fue
el pensamiento económico dominante (o la “filosofía” económica predominante)
entre los grandes comerciantes y los “hombres de Estado” (hombres fuertes,
ministros y consejeros de las monarquías absolutistas) de los siglos XVI, XVII y
XVIII, aunque algunos de sus planteamientos también estuvieron presentes en el
siglo XV y aun antes. Durante su vigencia, impulsaron cambios que fueron claves
para el crecimiento del poder de la burguesía y para el desarrollo del capitalismo.
Esta corriente de pensamiento tuvo un gran impacto, y durante unos trescientos
años, fue el pensamiento económico hegemónico, es decir dominio o supremacía
que un grupo ejerce, de tal modo de dictar los términos y parámetros de la acción
social en todos los sentidos y mantener la oposición fuera de la ley o la legitimidad.
Exportar más de lo que se importa, era una premisa fundamental de los autores
mercantilistas, basada en la versión de las ventajas absolutas (lo que uno gana
el otro lo pierde). Esto propugna balanzas comerciales favorables: el Estado
debe vender a otras economías mucho más de la cantidad que compra, lo que
permite al primero un fortalecimiento continuo.
LA FISIOCRACIA:
Surge en Francia en el siglo XVIII como reacción a las prácticas mercantilistas y
etimológicamente significa: “El Poder de la Naturaleza”. Los fisiócratas que
afirmaban la existencia de una “Ley Natural” para todas las cosas, abarcando la
sociedad y el orden económico, fueron férreos defensores de una política
económica de Laissez Faire, Laissez Passer (dejar hacer, dejar pasar), de la mayor
abstención del Estado en la economía, del libre intercambio que los llevaría, según
ellos, a una sociedad más próspera y de mejor nivel de vida para toda la población
(Herrerías, 1980). Esta preocupación nunca estuvo en los administradores
económicos anteriores, que únicamente privilegiaban el poder político del soberano
y en otras ocasiones de los comerciantes o grupos industriales. Ante la oposición
de las tesis mercantilistas que sostenían que era necesaria la intervención del
Estado para el correcto funcionamiento de la economía, los fisiócratas fueron los
pioneros en creer en las ventajas de la libertad económica. La buena economía no
requiere de reglamentaciones o imposiciones arbitrarias del Estado, sino más bien,
le es indispensable la libertad de acción de los individuos y dejar el curso de las
cosas a un orden natural espontáneo. Los fisiócratas para su análisis, encabezado
por el doctor Quesnay, dividieron a la sociedad en tres grandes clases, siguiendo
un criterio eminentemente económico: “La clase propietaria”, donde colocaban a los
terratenientes incluyendo al rey y al clero; “la clase productiva” formada por los
agricultores, y “la clase estéril” que identificaba a incipientes industriales, artesanos
y comerciantes. Los agricultores crean la verdadera riqueza, los industriales y
comerciantes sólo le dan forma y lugar a lo creado por la naturaleza. El cuadro
económico, planteado por Quesnay, muestra una economía de Francia de aquella
época de 5,000 millones de francos, de los cuáles 2,000 millones se destinaron para
cubrir las necesidades de sobrevivencia de los agricultores: 2,000 millones más se
utilizan para el pago a los terratenientes por rentas de las tierras, y los otros 1,000
para obtener bienes no agrícolas que requiere el campo para producir. De los 2,000
millones que obtienen los terratenientes, la mitad los encauzan a la adquisición de
productos agrícolas para su alimentación y la otra para adquirir bienes del sector
estéril. También la denominada clase estéril comprará al sector agrícola 1,000
millones en bienes para su subsistencia y los otros 1,000 para abastecerse de
materia prima que demandará a ese mismo sector productivo. De tal manera que
puede concluirse que después de circular la riqueza por las clases propietaria y
estéril, ésta regresa a la clase agrícola o productiva. De aquí también demuestran
que el costo de la producción anual de Francia está por debajo del valor de la
producción en el mismo periodo. Este excedente de riqueza anual, que ellos se lo
atribuyen a una capacidad real de la tierra, es lo que se conoce como el producto
neto (produit net), concepto que ponen en el centro de sus argumentaciones. Otra
aportación de los fisiócratas es el impuesto único. Toda vez que el producto neto se
deriva de la capacidad de la tierra y éste por su naturaleza no puede ser sujeto de
impuesto; por lo tanto. los propietarios de la tierra que se benefician de las rentas
son los que deben responder al compromiso fiscal. También la industria y la
actividad comercial aumentan los costos de los productos y por tal motivo deben
pagar impuesto.
Laissez Faire:
Es una teoría económica que significa ''dejen hacer, dejen pasar'' que defiende la
libertad individual a través de la no intervención gubernamental en los asuntos
económicos de un país, consiguiendo una libertad absoluta en la economía y una
economía de mercado sin obstáculos.
EL PERIODO CLÁSICO LIBERAL:
El pensamiento liberal inglés es contemporáneo del desarrollo ascendente del
capitalismo industrial en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII y principios del
siguiente; se fundamenta en permitir la libertad de hacer y de elegir y respetar el
orden natural que tiene la esencia del quehacer económico. Esta parte se tratará
presentando a continuación algunos de los conceptos principales de dos de sus más
destacados exponentes: Adam Smith y David Ricardo.
Individualismo:
Hay comportamientos o características personales del ser humano que por
naturaleza son egoístas; por ejemplo, el procurar el beneficio personal, antes que
cualquier otro; la obsesión por el ahorro o acumulación de capital para el futuro; la
discreción sobre asuntos que ameritan mantenerlos en secreto; la rigurosa
disciplina con uno mismo sobre la persistencia por alcanzar las metas. No hay duda
de que corresponden a una postura definida claramente como individualista; no
obstante, es aceptada y hasta a veces reconocida por la sociedad. Según Smith, lo
anterior es el ingrediente para un sistema económico que aspira a crecer: el
obstinado comportamiento humano por el interés personal. El hombre no actúa por
su benevolencia o por su humanismo lo hace por su interés personal en algo. Pero
este autor no termina aquí su razonamiento, sino que lo lleva más lejos, ya que
considera que si se canalizan todos los intereses personales individuales en
conjunto aparecerá el verdadero interés de la sociedad.
El SOCIALISMO:
Se concreta con pensadores del siglo XIX y XX, sin embargo, a lo largo de la historia
ha tenido intérpretes como Platón en la antigüedad o Tomás Moro en la Edad Media,
sólo por mencionar algunos. Entre esa gran gama de autores hay encontradas y
marcadas diferencias; no obstante, podrían enlistarse los rasgos de esta corriente
del pensamiento donde todos coinciden y que le permiten cierta unidad y
consistencia:
SOCIALISMO UTÓPICO:
Es una de las vertientes del socialismo reconocidas en el estudio de la economía.
Consiste en trabajos escritos y hechos pragmáticos de algunos personajes que
imaginaron o llevaron a cabo proyectos tendientes a la creación de nuevas
estructuras sociales con ideas igualitarias, libertarias y democráticas en toda la
extensión de la palabra. Estos personajes corresponden a diversas épocas de la
historia, por lo que cada trabajo o proyecto deja en claro el tiempo y el espacio en
que fueron realizados. Entre los múltiples personajes considerados como socialistas
utópicos, destacan: Platón, Tomás Moro, Saint Simón, Charles Fourier, Proudhom
y Roberto Owen, entre otros.
SOCIALISMO CIENTÍFICO:
De acuerdo con las argumentaciones de los autores, esta escuela económica está
sostenida de manera más sólida y se fundamenta en diversas teorías intelectuales
y en el análisis profundo de la historia. Su artífice principal es Karl Marx, cuya obra
surge como una reacción al liberalismo, ya que los teóricos de esta concepción
económica ofrecieron grandes beneficios a la sociedad con el libre cambio, entre
ellos, el pleno empleo. En las últimas décadas del siglo XIX, en las que Marx
analizaba el sistema económico imperante, se daban contradicciones al respecto,
las principales ciudades y regiones presentaban; pobreza, marginación, hambre,
desocupación y si había trabajo era en condiciones insalubres, mal remunerado y
agotador. Las aportaciones de Marx al entendimiento de los procesos económicos
son múltiples en una gran cantidad de obras, encabezadas por El capital, a manera
de ejemplo se comentarán algunas de ellas:
El porqué del valor de las cosas ha sido uno de los puntos que más han
inquietado a los estudiosos de la economía, para Marx el tiempo de trabajo
necesario para producir un bien es la expresión cuantitativa del valor. Por lo
tanto, el valor de un producto terminado está determinado por el número de
horas-hombre trabajadas. Esta equivalencia es lo que permite saber por qué
cambiar un conjunto de bienes por otros o por cierta cantidad de dinero.
El valor que puede crear el ser humano con su trabajo es mayor que el costo, en
conjunto, de los ingredientes para producir un bien y del salario que devenga por
elaborarlo (Niquitin, 1980). Por lo tanto, hay un excedente de valor que se crea
por la fuerza laboral y que no le es remunerada, sino todo lo contrario, que es
apropiada por los dueños de los medios de producción; a este excedente de
valor Marx le denomina “Plusvalia”, y que al multiplicarlo por todos los
trabajadores de una unidad productora, permite la acumulación de grandes
capitales.
Críticas al Marxismo:
No son pocos los críticos del marxismo, tanto desde un punto de vista académico y
filosófico, como político y práctico. Por un lado, su visión del capitalismo y su
profecía sobre la llegada del comunismo resultó ser mucho más cortoplacista de lo
inicialmente pensado, ya que el sistema capitalista se mantuvo en pie frente al
derrumbe de los regímenes comunistas del siglo XX, y continúa su marcha incierta,
pero continua. Muchos incluso llegaron a acusar a El capital de ser un manual
desfasado y obsoleto, o también de haberse convertido, junto con mucha de la obra
de Marx, en un nuevo texto sagrado para sus militantes fanáticos. El mismo
Sigmund Freud criticó el lugar del marxismo en la cultura contemporánea
comparándolo con el que ocupaba el Corán en la sociedad fundamentalista
islámica. Por otro lado, los regímenes marxistas de diversa índole (marxistas-
leninistas, marxistas-maoístas, marxistas-juche, etc.) que surgieron en el siglo XX
con el objetivo de establecer una sociedad sin clases sociales, más igualitaria y más
próspera, en líneas generales, fracasaron en su intención de brindar a sus
ciudadanos un mayor nivel de felicidad y desarrollo. No sólo porque sus prácticas
económicas pueden haber sido cuestionables, aún a pesar de sus relativos éxitos
en materia social, sino porque sus modelos políticos pasaron siempre por la
dictadura y el totalitarismo. Además, tuvieron un altísimo costo humano durante y
después de la Revolución. La URSS, la China maoísta, la Cuba de Fidel Castro, la
Camboya de los Jemeres Rojos son sólo algunas de las naciones que vivieron
regímenes comunistas y padecieron de pobreza, represión y genocidio. Estos
ejemplos constituyen, para sus detractores, el mayor argumento moral en contra de
la aplicación de los llamados “manuales marxistas”.
EL MARGINALISMO:
Los estudiosos de la economía: Jevons, Walras, Menger, Marsall y otros, en el
periodo de 1870 a 1914, formaron una corriente económica denominada
"Neoclásica" o también reconocida como “Marginalista”; que en una revisión actual,
tuvieron como propósito central explicar específicamente los planteamientos de los
clásicos liberales, como Smith y Stuart Mill. Esto es, no adicionaron nada en el
fondo, más bien siguieron el pensamiento original liberal, creando instrumentos de
análisis para explicar aspectos parciales de la concepción teórica con la que se
identificaban. El crecimiento económico o los conflictos de clase en este periodo, no
fueron el interés central del análisis económico; sino más bien, lo que giraba
alrededor de las interacciones de los individuos en una economía de mercado. Los
modelos que desarrollaron los autores de esta corriente están impregnados de
conceptos de la psicología humana como del rigor de la matemática pura. Los
marginalistas en cuanto a la teoría del valor se inclinan por afirmar que un bien vale
por la utilidad que proporciona (Castro y Lessa, 1984). Cuestionan a los clásicos de
la economía cuando dicen que, si un bien llevó mucho tiempo en elaborarse, no
necesariamente debe tener un alto valor. Dentro del análisis psicológico del hombre
en la economía ellos consideran que éste busca el mayor beneficio y rehúye al
sacrificio y al dolor; lo que en términos más modernos los economistas entienden
como que el ser humano busca el máximo de utilidad con el mínimo de esfuerzo.
Esta postura permitió adentrarse a la construcción de modelos microeconómicos
para encontrar precios de equilibrio en un mercado, la producción media y su
contribución marginal en un proceso productivo, o la relación de costos fijos y
variables en la fabricación de un producto, entre otros muchos.
LA TEORÍA KEYNESIANA:
EL NEOLIBERALISMO:
La gran influencia de Keynes en materia económica, desde los años treinta hasta la
mitad de los ochenta de la centuria pasada, llevó a que gran número de países
avanzados y en desarrollo adoptaran un esquema económico con estado social o
más bien llamado de "bienestar", cuya función era intervenir en sus economías con
el propósito de hacer frente a las crisis, regular los mercados y planear el
crecimiento económico (Sunkel y Paz, 1980). En la segunda mitad del siglo XX la
revolución tecnológica y el surgimiento de las empresas multinacionales crearon no
sólo un inmenso cambio en los patrones de producción y consumo sino además una
inmensa variedad de nuevos productos diferenciados, con lo cual el escenario se
modificó en forma radical (Blanco, 1999: 199). El neoliberalismo es una corriente
económica que rechaza los postulados del estado benefactor; encuentra su origen
en la Universidad de Chicago, ligada a la Escuela Austriaca de Economía, partidaria
del libre mercado, quien tuvo como sus más destacados exponentes en las
personas de George Stigler y Milton Friedman, este último, Premio Nobel de
Economía en 1976. A grandes rasgos, este modelo se relaciona con la teoría
neoclásica de los precios, y se inclina por el monetarismo, dejando a un lado al
keynesianismo. Ante el desastre económico de finales de los setenta y toda la
década de los noventa, estimulado por las enormes deudas externas impagables,
las desafiantes moratorias y las grandes inflaciones en los países deudores de la
banca internacional, condujo a los organismos como el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial a la adopción de las teorías económicas de la
Universidad de Chicago. Esto culmina en el denominado "Consenso de
Washington" que es la instrumentación de 10 medidas de política económica para
impulsar un proyecto de un sistema capitalista mundial conocido también como "La
Globalización de la Economía", éstas son:
1. Disciplina fiscal
2. Control de la inflación
3. Minimizar el déficit presupuestal del Gobierno
4. Reformas hacendarias
5. Tasas de interés reales
6. Tipo de cambio determinado por el mercado
7. Apertura comercial
8. Apertura a la inversión extranjera
9. Privatización de empresas del Estado
10. Desregulación para promover la competencia
En nuestro país y en muchos otros de América Latina y del resto del mundo, desde
principios de la década de los ochenta, fueron introduciéndose las políticas
económicas neoliberales, algunas han encontrado resistencias para implantarse.
Por ejemplo, en México en los años setenta habían más de 1,000 empresas del
Estado, actualmente se tienen menos de 50; otro caso en nuestro territorio es el de
la inflación que en 1982 alcanzó casi 150% anual y en los últimos años ha sido de
un solo dígito y, para finalizar, uno de los asuntos más discutidos es la apertura
comercial a raíz de la cual participa nuestra economía en el TLCAN. El balance
entre los logros y fracasos de este modelo es materia de análisis y polémica
permanente en la sociedad mexicana.
ECONOMÍA Y SOCIOLOGÍA:
La principal relación que existe entre la economía y la sociología es que ambas son
ciencias sociales que estudian el comportamiento y las actividades de los humanos.
La sociología es la ciencia que estudia las relaciones sociales, la composición de la
sociedad y sus instituciones. Si se quiere ser un buen economista es necesario
conocer el contexto sociológico que rodea a la unidad que se va a estudiar ya sea
una persona, un país o una empresa ya que eso permite entender su
comportamiento en el ámbito económico.
Econometría:
Es la aplicación de métodos matemáticos y estadísticos al análisis de los datos
económicos, con la finalidad de dotar de contenido empírico a las teorías
económicas y verificarlas o refutarlas.
ECONOMÍA E HISTORIA:
La historia y la economía están estrechamente relacionadas. Por ejemplo, la gran
mayoría de las guerras o de las decisiones importantes que se han producido en la
historia mundial se han debido a factores económicos. Además gracias al paso del
tiempo se han podido demostrar la validez o los fallos de los sistemas
económicos como el comunista o el capitalista. De esta forma, si tenemos un buen
conocimiento de la historia podremos contrastar hipótesis y teorías económicas.
Historia:
Conocer el pasado, para comprender el presente y prever el futuro.
ECONOMÍA Y PSICOLOGÍA:
La psicología es la ciencia de la mente. Estudia todo tipo de comportamiento
humano. Por ejemplo, nos encontramos con la psicología infantil, la psicología
clínica, la psicología forense, entre otras. Por su parte, la economía estudia el
comportamiento que llevan a cabo los humanos en relación con los deseos
ilimitados y los medios limitados. Por lo tanto, ambas ciencias están relacionadas
ya que estudian la conducta humana. Además, durante los últimos años esta
relación se ha visto aumentada tras la aparición de nuevas subdivisiones como la
psicología industrial o la psicología del consumidor. La psicología industrial se
encarga de la selección, la formación y la adaptación de los trabajadores al entorno
laboral. Por su parte la psicología del consumidor estudia el comportamiento y las
estructuras mentales de los consumidores con el fin de poder conocer sus
comportamientos de compra, sus motivaciones y sus creencias. Destacar también
que muchas leyes importantes de la economía se basan en la psicología. Por
ejemplo, tenemos la ley de la utilidad marginal decreciente. Ésta dice que cuanto
más se tiene de una cosa, menos se desea y por tanto pagaremos un precio menor.
ECONOMÍA Y DERECHO:
La actividad económica de cualquier persona funciona dentro de las condiciones
impuestas por la sociedad en la que vive. La más importante de estas condiciones
es el marco jurídico legal que existe. La sociedad mediante las leyes delimitará la
forma de conducta económica de los individuos. Es decir, para entender las
acciones económicas que llevan a cabo las personas es necesario entender el
sistema jurídico que les rodea. Al final, el progreso económico de un país depende
en gran medida de su sistema jurídico. Mientras que las buenas leyes promueven
el progreso económico, las malas leyes actúan como un impedimento para el
crecimiento.
ECONOMÍA Y TECNOLOGIA:
La tecnología influye con gran importancia en la economía ya que la innovación
tecnológica ha servido de gran utilidad para alcanzar mayores niveles de
competitividad en los mercados internacionales. La explotación de los inventos ha
sido en gran medida transformador de las relaciones económicas. Perfectamente
podemos decir que la tecnología es actualmente el factor que más influye en el
aumento de la competitividad de los países.
ECONOMÍA Y GEOGRAFÍA:
Gracias a la geografía un economista puede comprender el medio físico y las
relaciones comerciales, así como la óptima localización de las actividades
económicas.
ECONOMÍA Y ÉTICA:
Existe una relación entre la economía y la ética. Mientras que, según Alfred
Marshall, la economía, tiene como objetivo promover el bienestar material, la ética
tiene como objetivo promover el bienestar moral. Cuando se discuten los problemas
económicos, se deben tener en cuenta las cuestiones éticas. Por ejemplo, el
progreso económico de un país o de una empresa nunca debe producirse a partir
de la sobreexplotación de los trabajadores o de los recursos naturales. El fin no
justifica los medios.
ECONOMÍA Y FÍSICA:
La relación parte de la necesidad de considerar a la economía como un sistema
complejo en el cual se necesitan modelos matemáticos que permitan predecir cómo
va a cambiar el flujo de capitales, tendencias de compras e inversiones, entre otros.
ECONOMÍA Y QUÍMICA:
La química es el estudio de la naturaleza, la composición, las propiedades, las leyes
y la clasificación de la materia. En palabras sencillas, la economía es la química de
la riqueza. Todos los principios o leyes de la química son válidos también para la
economía. Por ejemplo: la ley de la oferta y la demanda; y la ley de la utilidad
marginal decreciente de la economía, son formas diferentes de expresar la ley de
acción de masas de la química.