S: I. Introducción. II. Neoliberalismo y Derechos Sociales. III. El

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 27

Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM

www.juridicas.unam.mx Libro completo en:


https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO


Y EL RETORNO DEL ESTADO DEL BIENESTAR

Jaime Cárdenas Gracia*

Sumario: I. Introducción. II. Neoliberalismo y derechos sociales. III. El


neoliberalismo y su vínculo con la democracia, IV. El neoliberalismo y la
corrupción. V. El retorno del Estado en una etapa postneoliberal. VI. Con-
clusiones. VII. Bibliografía.

I. Introducción

Nos encontramos como sociedad polemizando sobre las medidas jurídicas,


económicas, y políticas que el gobierno, la sociedad, y el sector económi-
co deben implementar para hacer frente a la pandemia mundial y nacional
del coronavirus, la que ha trastocado la “normalidad” de nuestras vidas, así
como las condiciones del funcionamiento institucional del Estado. Desde los
ámbitos económicos, se exigen del gobierno apoyos fiscales y crediticios en
respaldo a las empresas. La sociedad cuestiona las capacidades sanitarias del
gobierno y reclama que se tengan a punto equipos médicos, hospitales y me-
dicinas. El gobierno mexicano propone apoyar con recursos directos a las ca-
pas con menos ventajas de la sociedad. En nuestro mundo jurídico, se desea
un plan integral de medidas a tomar en cuenta durante la pandemia, porque
se insiste que el gobierno no lo tiene, y que avanza a tientas en esta materia.
Todos, en fin, exigen al gobierno recursos, medidas políticas, jurídicas, socia-
les o económicas para afrontar la crisis y paliar sus efectos.
Aunque considero importante lo anterior, en estas páginas me refiero a
lo qué vendrá después de la pandemia,1 desde una perspectiva de teoría del
Estado y en relación con el modelo económico dominante en las últimas

*
Código ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7566-2429.
1
Ramonet, Ignacio, “La pandemia y el sistema mundo”, La Jornada, México, 25 de
abril de 2020. Este autor considera que es posible que no tengamos un regreso a un Estado

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

2 JAIME CÁRDENAS GRACIA

décadas que ha sido el neoliberal.2 Estoy convencido que ese modelo ha


sido puesto duramente en cuestión por la crisis sanitaria.3 ¿Por qué? Porque
el Estado y, fundamentalmente, algunos de sus elementos no han podido
responder a este cataclismo satisfactoriamente, debido a que los gobiernos
de nuestro país y de otras latitudes no tienen las capacidades para satisfacer
plenamente derechos sociales como el derecho a la salud —pensemos en el
grave caso de los Estados Unidos en donde en su mayor parte la salud no
es pública—, pues muchos servicios relacionados con ese derecho o con la
seguridad social se han liberalizado y privatizado, están sometidos a las va-
riables del mercado, y están bajo el control de particulares nacionales y ex-
tranjeros. Responder a una pandemia, como a la que nos enfrentamos, sin
tener el control total de la atención médica, sanitaria y de seguridad social,
dificulta la respuesta de los gobiernos.
Por ejemplo, el establishment gubernamental de nuestro país, no tiene el
control de los grandes laboratorios médicos que proveen de medicinas y
equipos. Las empresas que tienen esos laboratorios especulan con sobre pre-
cios, en ocasiones con corrupción, con los medicamentos y otros insumos.
Las medicinas se ofrecen y demandan, no bajo criterios que garanticen el
derecho humano a la salud, sino a partir de los presupuestos de la economía
de mercado y de los enormes beneficios que obtienen esas empresas oligo-
pólicas, tanto nacionales como trasnacionales. Igual podemos decir sobre
los hospitales, en donde muchos de los servicios de salud de calidad se brin-
dan, bajo la lógica del mercado y no de la justicia, en hospitales privados y
no en los públicos, y en los que solo una minoría privilegiada, la que puede
pagar esos servicios, o que cuenta con seguros de gastos médicos privados,
puede acceder a la medicina de calidad o de cierta calidad. El modelo neo-
liberal respecto a todos los derechos sociales ha estimulado una concepción
de economía de mercado para su satisfacción, disminuyendo el gasto social,
y ha presionado a los gobiernos durante las últimas décadas a desmantelar
los fundamentos del Estado del bienestar.
En materia educativa, de alimentación y vivienda, la crisis pandémi-
ca nos advierte sobre las insuficiencias en la garantía de esos derechos. El
sistema educativo se ha ido paulatinamente privatizado y se ha dejado a la

de bienestar después de la pandemia, sino a un acrecentamiento en los Estados de los rasgos


neoliberales y autoritarios.
2
Harvey, David, Breve historia del neoliberalismo, Madrid, Akal, 2007.
3
Es importante leer al respecto las reflexiones del presidente López Obrador. López
Obrador, Andrés Manuel, “Algunas lecciones de la pandemia COVID-19”, México, Presidencia de
la República, 3 de mayo de 2020, y López Obrador, Andrés Manuel, “La nueva política econó-
mica en los tiempos del coronavirus”, México, Presidencia de la República, 15 de mayo de 2020.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO Y EL RETORNO DEL ESTADO... 3

suerte de las lógicas del mercado. Hoy nos percatamos que necesitamos de
una educación pública para todos, en los distintos niveles educativos, y de alta
calidad, que sea capaz de generar investigación y ciencia para enfrentar retos
como el de la pandemia. Los centros de educación privada al fundarse en las
lógicas mercantiles no destinan recursos a la investigación ni a la ciencia cuan-
do no se obtienen beneficios inmediatos. La educación pública en las últimas
décadas ha visto como se estacan los presupuestos para el desarrollo científico
y tecnológico, y observa cómo laboratorios privados apoyados muchas veces
con recursos públicos, realizan la investigación que debería corresponder a la
universidad e instituciones públicas. Lo anterior obliga a repensar el modelo
educativo para situarlo fuera del mercado.
La alimentación no ha estado garantizada durante el periodo neoli-
beral. Después de la pandemia, para enfrentar hambrunas, será necesario
exigir una alimentación universal y de calidad, lo que afectará los intereses
económicos de las empresas del ramo. El derecho a la alimentación estará
acompañado por una discusión sobre la renta básica universal a fin de que
todos tengan acceso a alimentos nutritivos, suficientes y completos. Para
ello, es evidente que la satisfacción de la alimentación no podrá realizarse a
través del mercado, sino que tendrá que basarse en la producción y distri-
bución pública y comunitaria de los alimentos.
Respecto de la vivienda podemos señalar exactamente lo mismo que
mencionamos sobre la salud, educación y alimentación. El techo de las per-
sonas no debe obedecer a la lógica del mercado, sino a la satisfacción de las
necesidades humanas. Ello exigirá un papel más decidido del sector público
y del sector social sobre el ámbito privado, el que tradicionalmente se ha
encargado de brindar vivienda.
En el ámbito económico, apreciamos la misma realidad que en materia
de derechos sociales. Los bancos que administran el crédito están en manos
privadas nacionales y extranjeras, y sus políticas no son de carácter solida-
rio para ofrecer crédito a los más pobres, sino a los que pueden garantizar
cumplir con las obligaciones contractuales que imponen. Las grandes tras-
nacionales han vaciado de contenido principios constitucionales como el de
rectoría económica del Estado, planeación gubernamental para el desarrollo,
o áreas estratégicas del Estado. La reforma energética de 2013 y 2014, es un
ejemplo palpable de lo que aquí señalo.4 En situaciones de crisis como la que
vivimos, el gobierno recuerda que tuvo otrora de manera real la rectoría eco-
nómica del Estado, los instrumentos de la planeación democrática, y las áreas

4
Cárdenas Gracia, Jaime, Crítica a la reforma constitucional energética de 2013, México,
UNAM, 2014.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

4 JAIME CÁRDENAS GRACIA

estratégicas que él solo podía explotar para el beneficio de los intereses gene-
rales. Hoy, el gobierno, echa de menos la facticidad de esos medios y ve con
claridad que solo con instrumentos poderosos de intervención en la econo-
mía podría atender las dimensiones de una emergencia como la que vivimos.

II. Neoliberalismo y derechos sociales

Teóricamente, en el Estado de derecho y más en el Estado constitucional, se


entiende que el ordenamiento jurídico está al servicio de los débiles frente
a los poderosos. Sin embargo, el neoliberalismo y la globalización hacen lo
contrario: transfieren las riquezas de los pobres a los ricos, privatizan los be-
neficios y socializan las pérdidas.5 ¿Cómo ocurre este proceso? La respuesta
es profusa y amplia, pero podemos de inicio decir que ello sucede porque
los poderosos —las grandes corporaciones económicas— no actúan exclu-
sivamente en el ámbito de la economía de mercado, sino que con su poder
económico determinan el funcionamiento de la política, e instrumentalizan
en su provecho a las instituciones y a las normas jurídicas.
Las grandes corporaciones y empresas trasnacionales obtienen los be-
neficios de la economía de mercado, pero rehúyen pagar las consecuencias
sociales y medioambientales derivadas de su actividad económica —las lla-
madas, en economía, externalidades—. Existen abundantes situaciones en
el capitalismo mundial que lo confirman. Joseph Stiglitz ejemplifica con el
caso de la explosión a bordo de la plataforma Deepwater Horizon en abril
de 2010, que provocó un vertido que derramó millones de barriles de pe-
tróleo de la empresa British Petroleum a las aguas del Golfo de México; los
directivos de BP escatimaron las medidas de seguridad a costa del medio
ambiente para incrementar los beneficios de la empresa.6
El neoliberalismo se caracteriza por repartir de forma desigual el poder
económico de las personas, lo que entraña consecuencias políticas y jurídi-
cas. La principal es que los que tienen el gran poder económico utilizarán
su poder político —influyendo en el Congreso y en otros poderes e instan-
cias públicas— para garantizar el mantenimiento de las desigualdades, en
5
Me he ocupado con extensión del modelo neoliberal en: Cárdenas Gracia, Jaime, El
modelo jurídico del neoliberalismo, México, Flores-UNAM, 2016, y en Cárdenas Gracia, Jaime,
Del Estado absoluto al Estado neoliberal, México, UNAM, 2017.
6
Stiglitz, Joseph, El precio de la desigualdad. El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita,
trad. de Alejandro Pradera, México, Taurus-Prisa Ediciones, 2012, p. 249. En México, el
día 6 de agosto de 2014, la mina Buenavista del Cobre, subsidiaria del Grupo México vertió
productos químicos altamente contaminantes en los ríos Sonora y Bacanuchi, negando, en
principio, su responsabilidad y, posteriormente, tratando de eludir sus responsabilidades.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO Y EL RETORNO DEL ESTADO... 5

vez de para lograr una economía y una sociedad más igualitaria y justa.
Los intereses económicos más importantes participan mediante esquemas
de cabildeo y de financiamiento de las campañas políticas electorales en el
diseño de leyes que les beneficien, por ejemplo, en materia de propiedad
intelectual, fiscal, subvenciones, laboral, de inversión extranjera, medio am-
biente, etc. Dice Joseph Stiglitz, que las grandes empresas también influyen
indirectamente, a través de los altos costos de acceso al sistema judicial,
para no estimular que los débiles accedan en igualdad de condiciones que
los ricos al mismo.7
Cuando algún Estado intenta aprobar leyes en beneficio de los débiles,
principalmente en el ámbito financiero, fiscal o presupuestal, las reacciones
de los mercados financieros mundiales son desproporcionadamente opues-
tas. Por ejemplo, las agencias de calificación que evalúan la deuda soberana
de los países condenan ese tipo de decisiones estableciendo calificaciones
muy bajas o presionando a los Estados con la amenaza de sacar las divisas
invertidas en el país respectivo y, en el mejor de los casos, se niega a los Es-
tados préstamos internacionales o se les sitúa en la lista negra de los países
inviables. Las medidas de presión que el capitalismo mundial —las trasna-
cionales— puede imponer a los países para que estos se ajusten a las políticas
neoliberales de los organismos financieros internacionales, como el Fondo
Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial, son enormes. Por eso,
los Estados que intentan aprobar leyes de protección a los consumidores o
para limitar los créditos usurarios de los bancos son inmediatamente inhibi-
dos de hacerlo o se les recomienda que abroguen esos ordenamientos.
Los marcos jurídicos de los Estados se construyen entonces para favore-
cer a los grandes intereses económicos nacionales y mundiales por encima
de los intereses y los derechos humanos de la población. Los gobiernos de
los Estados en el modelo neoliberal de la globalización buscan seguir la pau-
ta que señalan las grandes potencias y sus corporaciones, señaladamente las
de los Estados Unidos.
En ocasiones, cuando en algún país no desarrollado, se implementa al-
guna política pública a favor de los débiles, esta es retomada por las gran-
des corporaciones para manipularla en su beneficio, ocasionando al final
sufrimiento a los más desaventajados. Ejemplo de ello es la experiencia de
los microcréditos impulsada en Bangladesh, en donde con criterios socia-
les se concedió a través de cooperativas, créditos con bajo interés a los más
pobres, a los que nunca habían tenido tratos con una institución bancaria;
cuando los bancos con ánimo de lucro advirtieron que en la base de la pi-
7
Ibidem, p. 251.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

6 JAIME CÁRDENAS GRACIA

rámide social había dinero, instrumentaron planes de crédito para los más
pobres, pero ya no con criterios de solidaridad, sino de especulación. La
consecuencia fue la extensión del empobrecimiento acelerado de las fami-
lias más débiles incapacitadas para pagar sus deudas.
Los organismos reguladores nacionales, los que deben reducir o limitar
los excesos de las corporaciones, son incapaces para contener la voracidad
y los intereses de las corporaciones. Stiglitz señala el ejemplo de la SEC (Se-
curities and Exchange Comission) —la Comisión del Mercado de Valores de
Estados Unidos—, encargada de aplicar las leyes federales de ese país sobre
los valores, misma que ha adoptado decisiones en contra de Citibank y otros
bancos norteamericanos por infringir la legislación contra el fraude. Lo que
sigue después de la decisión concreta es lo siguiente: los bancos impugnan la
resolución con el propósito de llegar a un compromiso con el órgano regula-
dor. El acuerdo consiste en que el banco pague una fuerte multa, sin admitir
ni negar su culpabilidad, y se comprometa a no realizar ninguna conducta
parecida a la que suscitó el procedimiento. Sin embargo, nada más haber rea-
lizado esa promesa, vuelven a repetir sus conductas fraudulentas, son someti-
dos a nuevos procedimientos y, en ellos, ocurre exactamente lo mismo que en
el primero. Es una espiral sin fin, en donde las corporaciones siguen actuando
en contra del ciudadano corriente.8
La desigualdad no surge de las fuerzas abstractas del mercado, nace de
la manera en la que se distribuye el poder político en una sociedad. El que
tiene el poder político confecciona el orden jurídico en su beneficio para
perpetuarse en el poder y mantener el status quo de privilegios. La política
configura los mercados y determina las reglas del juego de todos los subsis-
temas sociales y económicos.
Existen muchas aproximaciones para entender y definir poder. Una de
ellas, la más elemental y socorrida, entiende que alguien tiene poder sobre
otro cuando prevalece su interés y logra influir en sus decisiones. Otro en-
foque señala que alguien tiene poder no solo cuando influye en el otro e
impone su interés, sino también cuando logra evitar conflictos y excluye de
la agenda pública los intereses del otro. También se entiende que el poder
significa la capacidad para moldear los intereses de los otros e influir en los
arreglos suscitados por los conflictos. Igualmente, algunos consideran que el
poder deviene de la inacción de los sin poder y, por eso, conviene estudiarlo
cuando los sin poder tienen la capacidad de cambiar su situación política.9
8
Stiglitz, Joseph, op. cit., pp. 264 y 265.
9
Steven, Lukes, El poder: un enfoque radical, Madrid, Siglo XXI de España Editores, 2007,
y Gaventa, John, Power and Powerlessness. Quiescence and Rebellion in an Appalachian Valley, Univer-
sity of Illinois Press, 1982.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO Y EL RETORNO DEL ESTADO... 7

Los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en el pe-


riodo neoliberal y, como dice José Eduardo Faria, han corrido con mala
suerte, pues cuanto más veloz es la integración de los mercados en un “sis-
tema mundo” o en una “economía-mundo”, más se reduce la capacidad de
coordinación macroeconómica de los Estados-nación en el nivel interno,
pues mediante las recomendaciones de los organismos financieros interna-
cionales se llega a impedírseles establecer políticas keynesianas de altas tasas
de gasto público para sustentar el empleo o el crecimiento económico.10 De
esta suerte, las posibilidades del Estado se reducen para garantizar o contri-
buir a garantizar los derechos sociales. El modelo jurídico neoliberal de la
globalización se caracteriza por la reducción sustancial en la satisfacción de
los derechos sociales. En este modelo, los ciudadanos del Estado nación tie-
nen menos acceso al empleo, a la salud, a la educación, a la vivienda y otros
derechos sociales que en el viejo modelo del Estado del bienestar.
Ciertamente, el Estado del bienestar tradicional —años posteriores a la
segunda guerra mundial hasta la década de los setentas del siglo XX— tam-
bién fracasó, porque la teoría y práctica jurídica que produjo, no logró con-
solidarlo y/o perfeccionarlo. Los derechos económicos, sociales, culturales y
ambientales, nunca lograron el grado de exigibilidad que tenían los derechos
liberales y los principios democráticos tradicionales. Las teorías jurídicas más
radicales del Estado del bienestar, como las escuelas del uso alternativo del
derecho, el constitucionalismo popular o los critical legal studies, han sido
movimientos jurídicos minoritarios, despreciados por las clases jurídicas de
los países industrializados. En general, las estructuras institucionales y jurídi-
cas del Estado del bienestar no se democratizaron como correspondería a sus
objetivos, porque ello implicaba poner en riesgo el poder de la élite política y
económica que gobernaba y que representaba sustancialmente los intereses
del gran capital.

III. El neoliberalismo
y su vínculo con la democracia

El neoliberalismo produjo una democracia electoral de baja intensidad. En


este modelo se apuesta por democracias electorales formales, en donde el
ciudadano no puede votar por lo que determina su vida, pues esas decisiones
corresponden a gobiernos extranjeros o a instancias financieras supranacio-
nales como el FMI, el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación
10
Faria, José Eduardo, El derecho en la economía globalizada, Madrid, Trotta, 2001, p. 30.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

8 JAIME CÁRDENAS GRACIA

y el Desarrollo Económico, etc. Nos referimos, por ejemplo, a decisiones que


tienen que ver con la aprobación vía referéndum de los tratados de libre co-
mercio o de integración económica, o a determinaciones relacionadas con el
modelo económico, verbigracia, votar en torno a las leyes fiscales para que
estas redistribuyan las riquezas —en México se prohíben en el artículo 35
constitucional las consultas populares sobre las leyes fiscales—. El ciudadano
elige de cuando en cuando a gobernantes que no representan una ruptura
con el modelo neoliberal globalizador, sino por autoridades que serán fieles
reproductoras de los intereses y objetivos de las élites trasnacionales. La de-
mocracia participativa y deliberativa escasea. Las elecciones, muchas veces,
no son libres ni equitativas porque los votos se compran y los medios de co-
municación electrónica, que en México aún conforman un duopolio, asfixian
el derecho a la información y, en esas condiciones, el voto no es ni informado
ni razonado.
En el neoliberalismo, el sistema electoral y político de los respectivos
países, así como las instituciones supranacionales, destacan por su ausen-
cia de democracia interna. A nivel nacional, el neoliberalismo prohíja el
control sobre los medios de comunicación tradicionales, principalmente
los electrónicos, que suelen no representar a la diversidad social ni políti-
ca. Las concesiones para acceder a los medios se conceden a unas cuantas
personas afines a los grandes intereses económicos y, una vez que los conce-
sionarios tienen los medios de comunicación no proporcionan información
plural a la sociedad, se cuidan de expresar solamente el punto de vista que
conviene a los poderosos. Un sistema político que no garantiza el derecho a
la información no puede considerarse democrático. Otra vía de manipula-
ción del sistema político se da a través del financiamiento de las campañas.
En países como Estados Unidos, en donde prevalece el financiamiento pri-
vado sobre el público, los financiadores de las campañas, que son las gran-
des corporaciones, deciden apoyar a unos candidatos sobre otros y, una
vez que el candidato accede al cargo público, este pasa a representar en
el Congreso, o en otras instancias públicas, los intereses del financiador.11
Una vía más de manipulación del sistema político se ejerce a través del ca-
bildeo en el Congreso o en otras instancias de poder: los grandes intereses
económicos tienen los recursos para que cabilderos profesionales orienten
y supervisen de manera permanente el diseño de las políticas públicas o

11
Es muy conocida la resolución de la Corte Suprema de los Estados Unidos, en el
caso Citizens United contra la Comisión Federal de ese país de 2010, en donde ese tribunal
aprobó la constitucionalidad de los gastos ilimitados de las grandes corporaciones en las
campañas —financiamiento privado sin topes en las aportaciones— para que las grandes
empresas y sindicatos ejercieran su “libertad de expresión”.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO Y EL RETORNO DEL ESTADO... 9

de la legislación. En países como México, en donde las desigualdades son


enormes, la manipulación a favor de los poderosos del sistema político se
produce por las vías anteriormente citadas y, además, a través de la compra
y/o coacción del voto; el uso clientelar de los programas públicos —es de-
cir, la manipulación de la pobreza con fines electorales—; la integración de
los órganos electorales de acuerdo a los intereses de la oligarquía; el desvío
de los recursos públicos de los presupuestos con fines electorales, aprove-
chando los débiles mecanismos de fiscalización estatal; el mantenimiento,
al margen del control jurídico del Estado y de la rendición de cuentas, de
los poderes fácticos; la inhibición de los mecanismos de democracia parti-
cipativa y deliberativa a favor de los ciudadanos, e impidiendo que los de-
rechos económicos, sociales y culturales sean realmente exigibles al Estado
para ayudar a remediar las condiciones de pobreza.12
La democracia es incompatible con la concentración extrema de in-
gresos y el modelo neoliberal promueve esa concentración de la riqueza
en pocas manos. En este sentido, el modelo neoliberal es antitético con
la democracia y con el Estado de derecho, tal como lo ha advertido Paul
Krugman.13 En el modelo neoliberal no puede existir un marco jurídico
que favorezca la plena garantía de los derechos económicos, sociales, cul-
turales y ambientales, porque ello iría en demérito de las posibilidades de
la concentración de la riqueza en pocas manos. Tampoco en el modelo
neoliberal se pueden establecer en el ordenamiento jurídico herramientas
de democracia participativa y deliberativa, porque ellas tienden a igualar
las relaciones sociales y a incrementar los mecanismos sociales de control
y fiscalización al poder. El modelo neoliberal globalizador tampoco puede
admitir que los Estados nacionales consideren como parte de su domino
eminente a los re­cursos naturales del subsuelo, porque se limitan las posi-
bilidades de los negocios trasnacionales, tal como ocurrió en México con la
reforma energé­ti­ca de 2013-2014.
Durante el neoliberalismo, se produjo un debilitamiento paulatino de
la administración pública en las últimas décadas, tanto por la reducción
del gasto público como por la creación nuevas instituciones que no forman
parte de ella, inhibe la respuesta adecuada y eficaz a la crisis. La pandemia
demanda de una administración pública robusta, capaz de responder con
eficiencia y eficacia a los retos de la emergencia. La administración pública
brilla en estos momentos por su ausencia, salvo en el área de las fuerzas ar-

12
Cárdenas Gracia, Jaime, La crisis del sistema electoral mexicano. A propósito del proceso electoral
de 2012, México, UNAM, 2014.
13
Krugman, Paul, “Oligarchy, American Style”, New York Times, 4 de noviembre de 2011.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

10 JAIME CÁRDENAS GRACIA

madas, las que no han sido mermadas y afectadas en los últimos sexenios.
La fortaleza de las fuerzas armadas demuestra la importancia de contar con
una administración pública sólida y consolidada, la que ahora en nuestro
país no se tiene.
Muchos de los órganos constitucionales autónomos en México deben
su origen a recomendaciones y/o imposiciones de organismos financieros
internacionales, como ha sido los casos del Banco de México, el Instituto
Federal de Telecomunicaciones, la Comisión Federal de Competencia Eco-
nómica y el desaparecido Instituto Nacional para la Evaluación de la Edu-
cación. A las instituciones financieras internacionales y a las empresas tras-
nacionales les interesa que existan órganos reguladores que no obedezcan a
las coyunturas políticas, garanticen y den seguridad a las inversiones econó-
micas, principalmente extranjeras, y posibiliten el mantenimiento equilibra-
do en el ámbito doméstico de las variables macroeconómicas. Es decir, los
órganos constitucionales autónomos —al menos algunos de ellos— derivan
de lógicas neoliberales y sirven para evitar que gobiernos con gran legitimi-
dad democrática o “irresponsables” amenacen la estructura del capitalismo
mundial que se aplica a todas las naciones del mundo.
Además de las razones anteriores, otras causas de la proliferación de los
órganos constitucionales autónomos tienen que ver con decisiones de polí-
tica interna. Ejemplo de ello, fue el Pacto por México, que significó entre
otras cosas, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, el aumento de 4
a 10 de los órganos constitucionales autónomos en nuestro país para abrir
espacios de poder al PRD, que no los tenía en ese tipo de organismos.
El Pacto por México de dos de diciembre de 2012, fue firmado por el
gobierno federal y los dirigentes de los siguientes partidos políticos: PRI,
PAN y PRD. Se trató de un acuerdo político conformado por 95 compro-
misos políticos que fueron el fundamento de las principales reformas estruc-
turales a la Constitución y a las leyes secundarias durante el gobierno de
Enrique Peña Nieto.
Políticamente, el Pacto por México integró con el gobierno federal a
las tres fuerzas políticas más importantes del país en ese entonces (PRI,
PRD, PAN), pero no comprendió al resto de los partidos (Partido del Traba-
jo, Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza, etc.). El Pacto por México no
sumó a las organizaciones sociales ni a las organizaciones empresariales. No
existió en él representación estatal ni municipal. No se incluyó en el Pacto a
los pueblos indígenas ni estuvieron formalmente en él los poderes fácticos.
Fue un acuerdo político poco representativo, débilmente incluyente, que no
respetó los derechos de las minorías y la pluralidad existente en el país. Fue

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO Y EL RETORNO DEL ESTADO... 11

elaborado y diseñado de espaldas a la sociedad y, en su implementación,


a través del Consejo Rector del Pacto, se repitieron las deficiencias aquí
apuntadas.
Las cúpulas de los tres partidos mayoritarios negociaron el Pacto y las
militancias de esos partidos estuvieron ausentes. Los temas y el alcance o
profundidad de cada uno de ellos fueron decididos por esas dirigencias y no
se ha justificado, aún ante la sociedad, el porqué de esos temas y por qué
con ese alcance. No se dio oportunidad para que los discursos alternativos a
la hegemonía política —como el de los zapatistas o los miembros del Movi-
miento Regeneración Nacional (Morena)— expusieran sus preocupaciones,
sus temáticas y la profundidad con que debieran tratarse los asuntos.
Se trató de un Pacto acordado sin luz ni taquígrafos, en la opacidad.
Se desconocen aún los motivos particulares que tuvieron los partidos o el
gobierno para firmarlo. ¿Por qué lo firmó Peña Nieto? ¿Por qué el PAN?
¿Por qué el PRD? Los motivos particulares que existen en cada caso son
fundamentales para comprender los propósitos y los fines de cada una de
las partes.
Se ha dicho que el Pacto por México equivalió a los pactos que pro-
dujeron la transición a la democracia en España. Aseveración totalmente
falsa. Los acuerdos españoles fueron para convocar a elecciones democrá-
ticas y a partir de ahí aprobar una nueva Constitución. Las temáticas del
Pacto por México fueron disímbolas —contienen políticas públicas, medi-
das presupuestales, reformas legales y reformas constitucionales— y no tu-
vieron por objetivo la convocatoria a un congreso constituyente destinado
a aprobar una nueva Constitución. Los temas respondieron a los intereses
particulares de los partidos signatarios y no fueron consecuencia de un
diagnóstico previo sobre los grandes problemas nacionales. Fue un Pacto
elaborado sin estudios o análisis sobre lo que demandaban y reivindicaban
los ciudadanos.
Jurídicamente el Pacto por México tendió al diseño de políticas centra-
listas que han fortalecido a las autoridades federales sobre las locales y las
municipales. En algunas materias, como la de medios de comunicación o la
de telecomunicaciones, no se fue al fondo del problema, que es el de la con-
centración monopólica en el sector, lo que obligaría a establecer porcentajes
límite a las empresas y corporaciones para acceder al espacio radioeléctrico
y a los servicios de telefonía menores de los que se aprobarían constitucio-
nalmente —no existió una seria voluntad anti monopólica—. En los asuntos
energéticos se trató de abrir la industria petrolera a la inversión privada y
eso equivale a la privatización del petróleo en contra de lo que establecía el
párrafo sexto del artículo 27 de la Constitución.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

12 JAIME CÁRDENAS GRACIA

Internacionalmente no existió en el Pacto una definición sobre el papel


preponderante de los Estados Unidos en la política económica, comercial y
de seguridad de nuestro país. El Pacto se desentendió del intervencionismo
del FMI o del Banco Mundial en nuestra economía. El Pacto no abordó la
relación y la posición que México debe tener respecto a la política de seguri-
dad nacional de los Estados Unidos que nos considera dentro de su área de
influencia. Ni siquiera buscó incorporar a los ciudadanos en la aprobación
de los tratados internacionales para que esas relaciones tengan algún tipo de
legitimidad democrática.
En economía el Pacto se inscribió en el canon neoliberal, cuando este
modelo está en crisis en el mundo entero. No existió ni un solo renglón en el
Pacto que reclamara una modificación a este modelo para poner coto a sus
consecuencias económicas, sociales y políticas negativas. Se trató de un Pac-
to neoliberal que representó el pensamiento único hegemónico de carácter
mundial. No se apostó en él por un modelo alternativo.
Socialmente se procuró atender a los derechos económicos, sociales, cul-
turales y ambientales de los mexicanos dentro del modelo neoliberal. Los de-
rechos sociales no fueron tratados en el Pacto como derechos humanos uni-
versales e indivisibles, directamente exigibles ante los tribunales, sino como
políticas públicas para paliar en la desigualdad y la pobreza extremas. En
síntesis, el Pacto por México representó, más allá de la desmesura en la crea-
ción de los órganos constitucionales autónomos, un hito dentro de la cons-
trucción del neoliberalismo jurídico que ha prevalecido en nuestro país desde
la década de los ochenta del siglo pasado a nuestro tiempo.

IV. El neoliberalismo y la corrupción

En fin, el modelo neoliberal ha producido en nuestro país, afectaciones


enormes a la capacidad de respuesta del Estado. Las lógicas de ese mode-
lo han propiciado consecuencias tales como: grandes endeudamientos con
cargo a las finanzas públicas, por ejemplo, por transformar deudas privadas
en deudas públicas (FOBAPROA) que desvían ingentes recursos presupues-
tales para su atención, y que se podrían destinar a fines sociales; empobre-
cimiento agudo de la población; incremento de la desigualdad social; gran
corrupción política y económica; consolidación de élites divorciadas del
resto de la sociedad y de sus necesidades; y, entrega de la soberanía nacional
a intereses foráneos.
En nuestra República, destacadamente desde el inicio de los gobiernos
neoliberales la corrupción se ha manifestado en los modos de operación y

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO Y EL RETORNO DEL ESTADO... 13

procedimientos de privatización, desincorporación y liberalización de em-


presas públicas, y en el otorgamiento de los contratos o concesiones más
importantes en cada sexenio. La corrupción ha sido enemiga de la demo-
cracia, de los derechos humanos y del libre mercado.
El premio Nobel de Economía, el estadunidense Gary Becker, ha seña-
lado que en América Latina se ha consolidado un ‘’capitalismo de compa-
dres’’, por el que sectores privilegiados consiguen ‘’favores del gobierno’’,
entre otras vías, a través de la privatización de las empresas públicas o por
medio de jugosos contratos o concesiones. El ganador del premio Nobel en
1992 advierte que, en el supuesto mexicano, esa forma de economía se ob-
serva en el sector televisivo y en las telecomunicaciones.
Douglas North, quien también recibió el Nobel de Economía un año
después, ha alertado sobre el asalto de grupos de intereses que se supieron
aprovechar del Estado en su propio beneficio para enriquecerse mediante
mecanismos de privilegio, tráfico de influencias y corrupción, fundamental-
mente en los procesos de privatización de las empresas públicas, en el otor-
gamiento de contratos y concesiones, y en las compras gubernamentales.
Las reflexiones anteriores son propias del modelo económico hoy do-
minante. El neoliberalismo contemporáneo se caracteriza, como ya señala-
mos, por repartir de forma desigual el poder económico de las personas, lo
que entraña consecuencias políticas y jurídicas en cuanto a la distribución
del poder en esos ámbitos. La principal es que los que tienen el gran poder
económico utilizarán su poder político —influyendo en los ejecutivos, en el
Congreso y en otros poderes e instancias públicas— para garantizar me-
diante actos de corrupción el mantenimiento de las desigualdades, en vez de
para lograr una economía y una sociedad más igualitaria y justa. Los intere-
ses económicos más importantes participan mediante esquemas de cabildeo
y de financiamiento de las campañas políticas en el diseño de leyes que les
beneficien, por ejemplo, privatizando empresas públicas, obteniendo con-
tratos bajo esquemas de corrupción, en las compras gubernamentales, en
materia de propiedad intelectual, fiscal, subvenciones, laboral, de inversión
extranjera, medio ambiente, etcétera.
Jurídicamente el modelo neoliberal alienta la corrupción. Un ejemplo
en México, lo tenemos con la reforma estructural de 2013, en materia de
juicio de amparo, la que establece en el artículo 61, fracción I, de esa ley,
que el amparo es improcedente respecto a las reformas constitucionales.
¿Qué es eso? Un mecanismo que impide el acceso a la justicia de todos
aquéllos que estamos en contra de las reformas estructurales neoliberales
que propician y se valen de la corrupción.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

14 JAIME CÁRDENAS GRACIA

Para Stiglitz, el capitalismo de compadres se ha comprobado y, cita el


caso de Carlos Slim, que se benefició de la privatización de TELMEX y
obtuvo la antigua empresa pública a precios irrisorios dada su importan-
cia estratégica. Además, indica que Slim participa en el mercado de las
telecomunicaciones en una posición de preponderancia indudable frente a
otras empresas. La riqueza de Slim deriva de una transferencia de recursos
públicos a manos privadas, es decir, de un saqueo. El FOBAPROA es otro
ejemplo que expone Stiglitz, de cómo el rescate bancario, implicó la trans-
formación de deudas privadas en deudas públicas, es decir, se privatizaron
los beneficios y se socializaron las pérdidas entre los ciudadanos mexicanos
que pagan los impuestos para darle solidez al sistema bancario nacional. El
rescate de las carreteras en México es otro de sus ejemplos preferidos. Sti-
glitz indica que en los procesos de privatización de empresas públicas o de
transferencias de recursos públicos a manos privadas participan dos partes:
los funcionarios públicos que toman las decisiones y los empresarios que se
benefician de ese traspaso de recursos públicos a su patrimonio privado, lo
que implica una apropiación indebida de la riqueza pública de las naciones
y, por tanto, entraña por ambas partes actos de corrupción.14
La realidad es que los marcos jurídicos de los Estados se construyen con
la complicidad de los congresos para favorecer a los grandes intereses econó-
micos nacionales y mundiales por encima de los intereses y los derechos hu-
manos de la población. Los gobiernos de los Estados, particularmente los ti-
tulares del poder ejecutivo, en el modelo neoliberal de la globalización buscan
seguir la pauta que señalan las grandes potencias, sus corporaciones y los or-
ganismos financieros internacionales para beneficiar a los intereses hegemó-
nicos en detrimento de los derechos humanos de las personas y de los pueblos.
En materia de corrupción existen situaciones de alto riesgo. Por ejem-
plo, en países como México, ricos en recursos naturales, pero que carecen de
instituciones democráticas fuertes, los funcionarios públicos corruptos tienen
oportunidades para robar grandes y significativas cantidades de dinero y pue-
den hacerlo con la complicidad de las corporaciones. Lo mismo ocurre con
los grandes proyectos de infraestructura que permiten a los funcionarios pú-
blicos entrar en contacto estrecho con las corporaciones para realizar actos de
corrupción a cambio de concesiones, contratos, permisos y autorizaciones.15
Un interesante estudio elaborado por The Corner House señala que
el fenómeno de la corrupción más importante de nuestra época surge de
los procesos de privatización, desregulación y reforma del servicio social,
14
Stiglitz, Joseph, op. cit., pp. 89, 127, 229 y 235.
15
International Council on Human Rights, La corrupción y los derechos humanos. Establecien-
do el vínculo, México, EGAP-Tecnológico de Monterrey, 2009, p. 70.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO Y EL RETORNO DEL ESTADO... 15

impulsados por las mismas instituciones financieras internacionales y los


gobiernos del primer mundo. Por ejemplo, se concluye que las empresas del
primer mundo pagan sobornos del orden de los 80 mil millones de dólares
al año, aproximadamente la cifra que la Organización de las Naciones Uni-
das considera necesaria para erradicar la pobreza en el mundo.16
Los ámbitos de riesgo de la corrupción se encuentran, aunque no solo,
en la relación del ámbito institucional formal con las grandes empresas tras-
nacionales. En México, los observamos en:

1. En los partidos políticos y sus vínculos con el sector privado y pú-


blico. Aquí la corrupción surge del inadecuado sistema de financia-
miento y fiscalización. En nuestro país hemos tenido los conocidos
casos de “Pemexgate” y “Amigos de Fox”, entre otros.
2. Los conflictos de interés y declaraciones patrimoniales que no des-
cansan en autoridades independientes capaces de verificar y con-
trolar su legalidad. En México, los conflictos de interés no están
bien regulados y las declaraciones patrimoniales de los servidores
públicos no han dado lugar a significativas responsabilidades de al-
tos fun­cionarios públicos. Eso quiere decir que, en este punto, como
en otros, nuestro sistema fracasa porque no contamos con autorida-
des independientes y con facultades suficientes capaces de verificar y
sancionar las transgresiones.
3. En materia penal, el equilibrio entre la corrupción activa y pasiva es
desigual, es decir, se sanciona con mayor fuerza al servidor público,
pero no en la misma medida al particular que lo soborna. En nuestro
país no existen, en la realidad, responsabilidades penales relevantes
—en contra de servidores públicos de alto nivel— por soborno, co-
hecho, enriquecimiento ilícito, entre otros delitos relacionados. Exis-
te un tratamiento desigual entre corrupción activa y pasiva.
4. Los organismos de lucha contra la corrupción deben ser indepen-
dientes y eficaces. En México ninguno de ellos lo es. Por ejemplo, la
Auditoría Superior de la Federación que depende de la Cámara de
Diputados, carece de las facultades y del presupuesto para realizar
debidamente su tarea.
5. Los servicios policiales, de la fiscalía y judiciales deben ser de carrera
e independientes. Como sabemos en México no contamos en los he-
chos con un servicio civil de carrera fortalecido. Los nombramientos

16
Hawley, Sue, Exporting Corruption. Privatization, Multinationals and Bribery, UK, The Cor-
ner House, Briefing 19, June, 2000, pp. 1-24.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

16 JAIME CÁRDENAS GRACIA

de los funcionarios del sector energético, por poner un ejemplo, care-


cen del perfil adecuado y evidentemente no son de carrera. Se trata
de nombramientos políticos.
6. Los sectores de mayor riesgo tienen que ver con la privatización de las
empresas públicas, las compras gubernamentales, los cambios de uso
de suelo, la opacidad del sector financiero, los sobornos en el extranje-
ro, la persecución y veces la muerte de los periodistas que denuncian la
corrupción. Todas las anteriores variables las encontramos en México
y, por eso, es imperioso que una comisión de la verdad independiente y
ciudadana investigue las áreas de riesgo más preocupantes. En México
se han privatizado empresas públicas desde el sexenio de Salinas de
Gortari para beneficiar a unos cuantos, tal como Stiglitz lo ha señala-
do; en las compras gubernamentales, en muchas ocasiones autorida-
des de la Secretaría de Comunicaciones, del ISSSTE o del IMSS han
sido señaladas por actos de corrupción. El desarrollo urbano de las
ciudades se ha realizado en un profundo caos, con afectaciones al me-
dio ambiente y a la salud de las personas. El sector financiero nacional
es uno de los menos transparentes del país y no han faltado grandes
escándalos de corrupción en esa área. En cuanto a las limitaciones a
la liberación de expresión, podemos simplemente mencionar el caso
de Carmen Aristegui que fue despedida de su centro de trabajo por
denunciar la corrupción del ex presidente Peña Nieto y las decenas de
periodistas que han sido asesinados.

Todo lo anterior demuestra, desde nuestro punto de vista, que no hay


tarea más importante en el Estado mexicano que luchar contra la corrup-
ción, pero ello exige de autoridades independientes y con suficientes facul-
tades que realicen ese cometido. Están en juego los derechos de millones
de personas que no pueden satisfacer sus derechos humanos esenciales a
la educación, salud, alimentación o vivienda por los desvíos de los recursos
públicos que representan los actos de corrupción de los altos servidores pú-
blicos. También está a discusión el sistema político y la existencia misma del
Estado de derecho en México.

V. El retorno del Estado


en una etapa postneoliberal

Pienso que, ante el panorama descrito y a partir de la pandemia, es necesario


volver a pensar en las bases de nuestra convivencia. El coronavirus ha puesto

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO Y EL RETORNO DEL ESTADO... 17

de manifiesto nuestras debilidades institucionales, pero también y fundamen-


talmente la inconveniencia del modelo neoliberal. Por eso, considero que en
los próximos años viviremos un retorno al Estado. La pregunta obligada es
qué tipo de Estado debemos construir.
Desde luego, debe ser un Estado democrático, en donde los diversos
individuos y sectores sociales tengan un peso mayor en las decisiones nacio-
nales. Ello, en el ámbito del derecho constitucional, significa profundizar
en los medios de democracia directa, participativa, deliberativa; entraña
que, los principales cambios jurídicos —reformas constitucionales o tra-
tados— se aprueben mediante referéndum; exige que el contenido de los
derechos humanos se delibere socialmente y desde todas las perspectivas
epistemológicas e ideológicas.
El retorno del Estado después del coronavirus se vincula con la cons-
trucción de un nuevo Estado del bienestar que se apoye en variables y
categorías jurídicas precisas: 1) reconocimiento y garantía efectiva de los
derechos económicos, sociales y culturales y ambientales y de otras gene-
raciones de derechos, en donde el Estado sea el garante preponderante
de esos derechos; 2) crecimiento de la administración pública, de la bu-
rocracia y del gasto público del Estado para satisfacer los derechos reco-
nocidos; 3) intervención del Estado en la economía para posibilitar, entre
otros, los principios de rectoría económica, planeación democrática para
el desarrollo y preservación de las áreas estratégicas; 4) sistema democrá-
tico pluralista; 5) capacidad de transformación de la Constitución sobre
el sistema económico-social, y 6) el logro del Estado del bienestar a través
los derechos sociales, pero también por medio de la legislación fiscal y
presupuestal.
El Estado del bienestar que propongo debe trastocar las bases del Esta-
do neoliberal mexicano,17 hasta hoy en día vigentes, y que a saber son:

1. La destrucción de la empresa pública estatal. Lo que significa que


debemos volver a las empresas del Estado.
2. La desarticulación de las agrupaciones de los trabajadores creadas
para resistir al poder del Estado y del capital. Lo que implica fortale-
cer el sindicalismo democrático e independiente mexicano.
3. La reducción de la fuerza de las agrupaciones corporativas (obre-
ras y campesinas). Lo anterior significa invertir en el campo y ga-
rantizar la representación económica y política de campesinos y
trabajadores.
17
Tello, Carlos e Ibarra, Jorge, La revolución de los ricos, México, UNAM, 2012, pp. 45 y ss.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

18 JAIME CÁRDENAS GRACIA

4. La constitución de un nuevo sujeto globalizado para sustituir al suje-


to nacionalista creado por la Revolución mexicana —el empresaria-
do de la globalización neoliberal—. El empresariado debe gozar de
independencia en sus formas de organización y expresión, pero no
debe poner a su servicio al aparato del Estado. El aparato del Estado
está ahí para tutelar el interés general y no los intereses parciales.
5. El fortalecimiento del individualismo para vincular toda subjetividad
al consumo. La sociedad del consumo debe ser desalentada y en su
lugar se debe buscar afianzar una sociedad que valore la solidaridad
y la fraternidad.
6. La integración subordinada al capitalismo mundial, principalmente
al de Estados Unidos. Es imperioso exigir de los Estados Unidos y de
poderes hegemónicos nuestros espacios de independencia nacional
para decidir el modelo económico que nos parezca.
7. La pérdida de soberanía nacional. Es necesario que toda la política
exterior esté bajo el control de los ciudadanos. Los tratados deben ser
aprobados por los ciudadanos mediante referéndum.
8. El incremento de la desigualdad y la pobreza. Es necesaria una nue-
va política fiscal y presupuestal. El Estado debe ser el rector y el mo-
tor de la economía nacional para disminuir pobreza y desigualdad.
9. El desmantelamiento paulatino de los derechos económicos, sociales,
culturales y ambientales. Se requiere de garantías efectivas de satis-
facción de estos derechos.
10. La aparición de nuevas formas de corrupción centradas en la apro-
piación de los recursos naturales de la nación para beneficio de unos
cuantos. Es imprescindible volver al espíritu del artículo 27 de la
Constitución. Los recursos naturales son la nación y no son suscepti-
bles de apropiación por los particulares.

En el ámbito constitucional, será muy importante detener el proceso


deconstituyente de las últimas décadas. Gerardo Pisarello, a propósito de la
hegemonía del modelo neoliberal, ha advertido de la aparición de estos pro-
cesos en las naciones, mismos que falsean el sentido garantista —maximiza-
dor de los derechos humanos y de la democracia— de los marcos constitu-
cionales y ha destacado también el desarrollo de una cultura constitucional
liberal oligárquica que responde a la vigencia de las redes jurídicas interna-
cionales y a la importancia que en ellas tiene la nueva “lex mercatoria” vin-
culada a los intereses de las grandes empresas trasnacionales, a los organis-
mos financieros y comerciales internacionales y, por supuesto, a las grandes
potencias que están detrás de todos esos procesos. Al interior de los Estados,

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO Y EL RETORNO DEL ESTADO... 19

los órganos de defensa de la Constitución —ejecutivos, parlamentos, tribu-


nales constitucionales— han asistido impotentes, cuando no han alentado,
el vaciamiento normativo nacional, el que es promovido desde instancias es-
tatales y supraestatales. Las constituciones y los marcos jurídicos nacionales
se vuelven flexibles frente a las presiones antisociales de la globalización y
rígida frente a las exigencias democratizadoras provenientes de las socieda-
des locales, principalmente de los sectores más desfavorecidos.18
Para hacer frente a las características nocivas de la lex mercatoria del neo-
liberalismo globalizador, Ferrajoli desbroza sus propuestas. Así insiste en: 1)
un constitucionalismo mundial que prohíje un federalismo global multini-
vel, en donde los ordenamientos nacionales e internacionales estén coordi-
nados de suerte que se limite cualquier poder arbitrario, se garanticen los
derechos humanos y se preserve la paz; 2) los derechos civiles de autonomía
que dan fundamento al mercado deben quedar subordinados a los derechos
humanos, tanto de libertad como a los de carácter social; 3) la orientación
de todo derecho debe estar enmarcado en la garantía de la paz y de los
derechos humanos; 4) las funciones de garantía de los derechos humanos,
tanto nacionales como internacionales, deben subordinar cualquier acción
de gobierno nacional e internacional que se pretendan colocar por encima de
ellas, y 5) se deben articular las competencias del nivel federal mundial con
los estatales, de suerte que se produzca un nuevo federalismo cooperativo,
capaz de subordinar la economía al derecho, a través, entre otras medidas,
de la democratización y perfeccionamiento jurídico de las actuales institu-
ciones internacionales.19
Las propuestas de Ferrajoli pueden ser consideradas utópicas por mu-
chos, por eso él en su descargo insiste que estimar el constitucionalismo
global como no realista equivale a una falacia semejante a la naturalista,
que confunde lo que acaece con lo que no puede acaecer y, por tanto, ese
pensamiento constituye una abdicación de la razón y de la política. La
conclusión de Ferrajoli, que recuerda a la izquierda hegeliana —todo lo
racional es real— no carece de fundamentos, aunque la creación de las
condiciones de un nuevo constitucionalismo mundial que enfrente los ex-
cesos e injusticias del neoliberalismo globalizador, no solo depende exclu-
sivamente de la razón, sino también de la voluntad y de la lucha política
democrática de las sociedades para llevar a cabo ese proyecto jurídico-

18
Pisarello, Gerardo, Procesos constituyentes. Caminos para la ruptura democrática, Madrid,
Trotta, 2014, pp. 16 y 17.
19
Ferrajoli, Luigi, Principia iuris. Teoría del derecho y de la democracia, Madrid, Trotta, 2011,
t. 2, pp. 540-544.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

20 JAIME CÁRDENAS GRACIA

político, pues siempre estarán en duda las posibilidades de lo jurídico para


transformar el status quo.
Desde otras posturas críticas, diversas al actual Ferrajoli, y que provie-
nen o reciben influencia del marxismo, tales como la escuela del uso alter-
nativo del Derecho20 o los partidarios del Critical Legal Studies,21 siempre se ha
sostenido: 1) el uso ideológico del derecho por sus operadores en respaldo de
las clases o de los intereses dominantes, y 2) el histórico papel instrumental
del Derecho en apoyo al status quo, y la necesidad, a partir de los plantea-
mientos críticos, para que este sea en adelante un medio a favor de la trans-
formación social. Es verdad que esas posturas teóricas, hasta recientemente,
no habían llevado sus categorías al estudio del derecho de la globalización
neoliberal; sin embargo, hoy en día comienzan a realizarlo de manera per-
sistente para advertir como la estructura económica de dominación mun-
dial neoliberal exige un análisis no solo desde esa estructura económica,
sino desde las superestructuras, entre ellas la del derecho.22
Para las posturas críticas, la superestructura jurídica no es un simple
reflejo o instrumento, sino que es una instancia que proporciona las condi-
ciones generales y contextuales de la existencia de la estructura misma. En
este sentido el Derecho expresa las contradicciones de la lucha mundial
de las clases sociales y aunque generalmente juega a favor de los intereses de
las clases dominantes también puede jugar a favor de las clases dominadas
cuando estas imponen condiciones en la estructura y en el funcionamien-
to de los aparatos del Estado. Es verdad que entre los sostenedores de las
posturas críticas no existen unanimidades y existen visiones pesimistas que
estiman que el derecho nunca puede colocarse del lado de los débiles, pero
también están los que consideran que el derecho, sobre todo la teoría,
pero también la práctica jurídica, pueden aportar contribuciones esen-
ciales para la emancipación de clase. En este sentido, las teorías críticas
tienen mucho que aportar en la construcción de un derecho alternativo al
derecho neoliberal de la globalización.
En este sentido, y para tener más claridad en el hacer, afirmo que hay
que mirar de frente las bases del Consenso de Washington y disputarlas

20
Poulantzas, Nicos, “Marx y el derecho moderno”, Hegemonía y dominación en el Estado
moderno, Buenos Aires, Cuadernos de Pasado y Presente-Siglo XXI Argentina, 1975; Ce-
rroni, Umberto, Introducción al pensamiento político, México, Siglo XXI, 1994; López Calera,
Nicolás et al., Sobre el uso alternativo del derecho, Valencia, Fernando Torres Editor, 1975.
21
Kennedy, Duncan, Libertad y restricción en la decisión judicial, Bogotá, Universidad de
los Andes-Pontificia Universidad Javeriana-Ediciones Uniandes-Instituto Pensar-Siglo del
Hombre Editores, 1999.
22
De Cabo Martín, Carlos, Pensamiento crítico, constitucionalismo crítico, Madrid, Trotta, 2014.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO Y EL RETORNO DEL ESTADO... 21

política, jurídica, económica y socialmente para desterrarlas de la vida na-


cional. Como se sabe, las políticas del Consenso de Washington —impo-
siciones del gobierno de los Estados Unidos— fueron resumidas por John
Williamson y han consistido en las últimas décadas en: 1) disminuir el déficit
presupuestario de los países y jamás recurrir a la inflación para financiarlo;
2) el gasto público se debe apartar de aquéllas áreas que reciben recursos
desproporcionados en relación con los beneficios económicos que se produ-
cen, tales como la administración, la defensa y los subsidios indiscriminados
en gasto social; 3) promover reformas tributarias para ampliar la base de los
ciudadanos que deben contribuir y reducir las impuestos directos —favore-
cer los indirectos para no afectar tanto a los ricos—; 4) lograr que las tasas
de interés bancarias y financieras las determine el mercado; 5) establecer
criterios de cambio monetario unificados entre el mayor número de países,
además de lograr que sean competitivos para estimular el crecimiento ace-
lerado de exportaciones no tradicionales; 6) liberalizar el comercio mundial
a través de la celebración de acuerdos comerciales y mediante la reducción
de los aranceles nacionales, aunque existe gran asimetría en las economías
nacionales; 7) estimular y proteger a la inversión extranjera, incluyendo la
especulativa; 8) privatizar a las empresas estatales; 9) desreglamentar para
eliminar las normas que impiden la participación de nuevas empresas y que
restringen la competencia en los mercados nacionales para favorecer a las
trasnacionales, y 10) fortalecer la propiedad privada sobre otras modalida-
des de propiedad.23
Lo anterior significa la construcción de un Estado diverso al que hemos
tenido. No basta con construir un nuevo Estado constitucional con garan-
tías de legitimidad democrática y de protección de los derechos humanos
al interior de los Estados24 —aunque es importante hacerlo porque es una
parte del problema—, sino que es necesario someter a derecho y a contro-
les democráticos a los poderes fácticos trasnacionales y dotar de legitimi-
dad democrática a las instancias supranacionales para que estén al servicio
de todos, sobre todo de los menos aventajados de nuestras sociedades. Hoy
por hoy, esa transformación se ve remota porque la institucionalidad inter-
nacional depende en gran medida de la economía mundial y de quién la
dirige en su beneficio.

23
Williamson, John, “What Washington Means by Policy Reform”, en Williamson, John
(ed.), Latin American Adjustment: How Much Has Happened?, Washington, D. C., Peterson Institu-
te for International Economics, abril de 1990, chapter 2.
24
Zagrebelsky, Gustavo, El derecho dúctil. Ley, derechos, justicia, Madrid, Trotta, 1995, pp.
12 y ss.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

22 JAIME CÁRDENAS GRACIA

El derecho internacional no puede ser como el derecho de la globaliza-


ción neoliberal, que ha sido un derecho opaco e ilegítimo. La opacidad fue
evidente porque las normas jurídicas del soft law fueron producidas por instan-
cias supranacionales gubernamentales y no gubernamentales, sin el concurso
de la sociedad, sin rendición de cuentas. Los procedimientos de genera-
ción de ese derecho se tomaban por unos cuantos funcionarios y empresarios
—la tecnocracia de la globalización— y las sociedades nacionales descono-
cieron las razones, motivos o argumentos que esgrimieron esas personas para
producir ese derecho, a quién beneficiaba y por qué no beneficiaba o se pro-
ducía bajo criterios alternativos. El proceso legislativo de creación del derecho
de la globalización se realizó sin luz ni taquígrafos, sin debates parlamentarios
en las instituciones planetarias y sin que los sectores sociales involucrados o
afectados por esas normas pudieran exponer sus puntos de vista en esos pro-
cedimientos. Era ilegítimo el derecho de la globalización neoliberal porque se
trata de un derecho conformado por personas que no habían sido electas por
el pueblo, que no le rendían cuentas al pueblo, que no podían ser removidas
de sus funciones por el pueblo y porque el derecho producido no respondía a
los intereses del pueblo ni a los derechos fundamentales, sino a los intereses y
deseos de las grandes corporaciones internacionales y de los poderes políticos
y económicos que han estado detrás de ellas. El derecho de la globalización
no se sometió en muchos casos a la aprobación de los parlamentos de los Es-
tados-nación y mucho menos al referéndum ciudadano. Fue un derecho que
no podía ser derogado o abrogado por los ciudadanos de los Estados-nación.
Además, para pensar en el nuevo Estado, insisto en reflexionar en estas
variables: 1) volver al Estado del bienestar con el que contábamos antes del
inicio de la implantación del modelo neoliberal, es decir, se requieren refor-
mas constitucionales y legales que tengan por fin fortalecer, ampliar y garan-
tizar los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales; 2) se debe
garantizar el principio de la propiedad originaria de la nación sobre todos los
recursos naturales y subordinar a la propiedad privada, social y pública a ese
principio; 3) la democracia electoral debe ser de calidad y debe complemen-
tarse con la democracia participativa y deliberativa, fundamentalmente para
que las cuestiones trascendentes, como las reformas constitucionales o los tra-
tados comerciales, se aprueben por los mexicanos mediante referéndum; 4)
no debemos seguir copiando acríticamente los modelos de justicia anglosajo-
nes; 5) debemos rechazar el populismo penal que consiste en el incremento en
el número de los delitos y el aumento de las penas para pretender garantizar
la seguridad que no brindó el modelo económico, político y social del neolibe-
ralismo; 6) la legislación secundaria en materia energética, minera, telecomu-

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO Y EL RETORNO DEL ESTADO... 23

nicaciones, radiodifusión, propiedad intelectual, etc., debe ponerse del lado


de los intereses de la nación y de los mexicanos, incluyendo la preservación
al 100% de la inversión nacional sobre la extranjera en algunos de esos secto-
res; 7) es necesario rechazar la centralización en los poderes federales, princi-
palmente en el ejecutivo, de muchas competencias constitucionales y legales,
para que el sector externo ya no pueda negociar con más facilidad con un
único centro de poder del Estado mexicano; 8) se debe recuperar la soberanía
legislativa y jurisdiccional frente al ejecutivo y las instancias supranacionales;
9) todos los acuerdos internacionales deben pasar por la prueba de la repre-
sentación política. No más Iniciativa Mérida o ASPAN, e 10) impedir la
privatización del derecho público y la pérdida de la visión de Estado y de na-
ción, para no beneficiar a una globalización que fue impuesta de arriba abajo.

VI. Conclusiones

Pienso que después de la emergencia del coronavirus, al menos existirá la


convicción que el mundo y nuestro país, que las realidades no serán las mis-
mas. Estimo que, la salida a la crisis consiste en volver a repensar los fun-
damentos de nuestra convivencia, y en debatir el tipo de Estado que puede
responder a pandemias como la que vivimos, pero desde luego no solo ante
circunstancias semejantes, sino que permita en nuestro devenir cotidiano y
ordinario una vida común más libre, igualitaria y justa.
El logro de los anteriores objetivos no es simple, las luchas jurídicas
y sociales de las sociedades en las próximas décadas pondrán a la luz las
enormes contradicciones de la globalización neoliberal.25 Desde la teoría
jurídica nuestro papel es el desenmascarar la injusta faz del derecho que
ha producido el proceso político-económico del neoliberalismo y proponer
las formas alternativas de un nuevo derecho para el siglo XXI. Como dice
Boaventura de Sousa Santos, los fines de ese nuevo derecho alternativo
son: desmercantilizar las relaciones jurídicas y sociales; democratizar radi-
calmente las instituciones y los procesos de creación y aplicación norma-
tiva; y descolonizar el derecho para ponerlo al servicio de los más débiles,
principalmente de los pueblos originarios.26

25
En contra del punto de vista que expongo sobre las posibilidades de cambio véase
Han, Byung-Chul, “¿Por qué hoy no es posible la revolución?”, El País, Madrid, 3 de octubre
de 2014.
26
Sousa Santos, Boaventura de, Refundación del Estado en América Latina. Perspectivas desde
una epistemología del sur, México-Guatemala-Buenos Aires, Universidad de los Andes-Siglo del
Hombre Editores y Siglo Veintiuno Editores, 2010, pp. 157-163.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

24 JAIME CÁRDENAS GRACIA

El Estado del neoliberalismo globalizador requiere ser desmontado. Los


poderes fácticos nacionales y trasnacionales deben someterse a controles ju-
rídicos suficientes que sean dirigidos o al menos supervisados por los ciuda-
danos. Los derechos fundamentales deben contar con garantías plenas de
realización, principalmente los derechos económicos, sociales, culturales y
ambientales. Es imperioso luchar por una democratización radical, al igual
que por la transparencia, rendición de cuentas, eficiencia y eficacia de las
instituciones del Estado. Los tratados internacionales, principalmente los re-
lacionados con el comercio, las inversiones y la propiedad deben ser votados
por los ciudadanos para poder entrar en vigor en los respectivos ámbitos
territoriales. Los mecanismos de derecho procesal constitucional deben ser
amplios y accesibles a cualquier ciudadano o grupo social para proteger con
suficiencia los derechos fundamentales de carácter social y los derechos co-
lectivos. Los instrumentos anticorrupción deben dirigirse funda­mentalmente
en contra de las grandes corporaciones trasnacionales. La democracia par-
ticipativa y deliberativa necesita ser estimulada en todos los ámbitos. El pa-
trimonio de las naciones —sus recursos naturales— y su explotación deben
corresponder exclusivamente a las naciones a través de sus Estados. La sobe-
ranía nacional debe seguir siendo un elemento importante para la definición
del Estado. Y, sobre todo, es imprescindible modificar el actual modelo eco-
nómico neoliberal globalizador y sustituirlo por otro de naturaleza social que
permita promover la industrialización interna y que fortalezca los mercados
nacionales bajo criterios de solidaridad e igualdad.
Como dice Thomas Piketty, ya es tiempo de reubicar el tema de la des-
igualdad social en el centro del análisis económico —pero también del aná-
lisis jurídico— para volver a plantear todas las cuestiones propuestas por la
ciencia económica desde el siglo xix. En contra de los dogmas del neoli-
beralismo, debe señalarse que el crecimiento económico, la competencia y
el desarrollo de la técnica no bastan para propiciar condiciones igualitarias
en las sociedades. Es preciso llevar a cabo políticas redistributivas de la ri-
queza a través del presupuesto, los tributos y, en general, a través de todas
las políticas públicas y del diseño de instituciones justas en las sociedades.
El Estado está obligado a ser el rector y a intervenir decididamente en los
procesos económicos. Tenemos que poner fin a las profundas desigualdades
económicas que el capitalismo neoliberal globalizador produce porque esas
desigualdades conspiran en contra de los valores democráticos y de los de-
rechos humanos de millones de seres.27

27
Piketty, Thomas, El capital en el siglo XXI, México, FCE, 2014.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO Y EL RETORNO DEL ESTADO... 25

Por eso, los elementos que caracterizan al estado neoliberal globa-


lizador deben ser desarticulados y ser sustituidos por otros compatibles
con una visión igualitaria y libre de las sociedades para que contemos con
sociedades justas en donde todos podamos caber bajo condiciones simi-
lares de existencia. La lucha por la edificación de un Estado alternativo
al neoliberal no es simple ni fácil, pero debemos empeñarnos en ello. Los
retos son teóricos, ideológicos, pero también prácticos. Desde el ámbito
de la acción política tenemos varias vías para lograrlo: 1) la vía político-
electoral; 2) la vía de la resistencia pacífica no proactiva; 3) la vía de la
resistencia pacífica activa, y 4) la vía revolucionaria. Algunas de estas vías
pueden coexistir. Otras excluyen las alternativas restantes, como es el caso
de la vía revolucionaria.28

VII. Bibliografía

Cabo Martín, Carlos de, Pensamiento crítico, constitucionalismo crítico, Madrid,


Trotta, 2014.
Cárdenas Gracia, Jaime, Crítica a la reforma constitucional energética de 2013,
México, UNAM, 2014.
Cárdenas Gracia, Jaime, Del Estado absoluto al Estado neoliberal, México,
UNAM, 2017.
Cárdenas Gracia, Jaime, El modelo jurídico del neoliberalismo, México, Flores-
UNAM, 2016.
Cárdenas Gracia, Jaime, La crisis del sistema electoral mexicano. A propósito del
proceso electoral de 2012, México, UNAM, 2014.
Cerroni, Umberto, Introducción al pensamiento político, México, Siglo XXI,
1994.
Faria, José Eduardo, El derecho en la economía globalizada, Madrid, Trotta,
2001.
Ferrajoli, Luigi, Principia iuris. Teoría del derecho y de la democracia, Madrid,
Trotta, t. II, 2011.
Gaventa, John, Power and Powerlessness. Quiescence and Rebellion in an Appalachian
Valley, University of Illinois Press, 1982.
Han, Byung-Chul, “¿Por qué hoy no es posible la revolución?”, El País, Ma-
drid, 3 de octubre de 2014.

28
Cárdenas Gracia, Jaime, Crítica a la reforma constitucional energética de 2013, México,
UNAM, 2014.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

26 JAIME CÁRDENAS GRACIA

Harvey, David, Breve historia del neoliberalismo, Madrid, Akal, 2007.


Hawley, Sue, Exporting Corruption. Privatization, Multinationals and Bribery, UK,
The Corner House, Briefing 19, junio de 2000.
International Council On Human Rights, La corrupción y los derechos humanos.
Estableciendo el vínculo, México, EGAP-Tecnológico de Monterrey, 2009.
Kennedy, Duncan, Libertad y restricción en la decisión judicial, Bogotá, Univer-
sidad de los Andes-Pontificia Universidad Javeriana-Ediciones Uniandes-
Instituto Pensar, Siglo del Hombre Editores, 1999.
Krugman, Paul, “Oligarchy, American Style”, New York Times, 4 de noviem-
bre de 2011.
López Calera, Nicolás et al., Sobre el uso alternativo del derecho, Valencia, Fer-
nando Torres Editor, 1975.
López Obrador, Andrés Manuel, “Algunas lecciones de la pandemia
COVID-19”, México, Presidencia de la República, 3 de mayo de 2020,
6 pp.
López Obrador, Andrés Manuel, “La nueva política económica en los
tiempos del coronavirus”, México, Presidencia de la República, 15 de
mayo de 2020, 30 pp.
Piketty, Thomas, El capital en el siglo XXI, México, FCE, 2014.
Pisarello, Gerardo, Procesos constituyentes. Caminos para la ruptura democrática,
Madrid, Trotta, 2014.
Poulantzas, Nicos, “Marx y el derecho moderno”, Hegemonía y dominación
en el Estado moderno, Buenos Aires, Cuadernos de Pasado y Presente-Siglo
XXI Argentina, 1975.
Ramonet, Ignacio, “La pandemia y el sistema mundo”, La Jornada, México,
25 de abril de 2020.
Sousa Santos, Boaventura de, Refundación del Estado en América Latina. Perspec-
tivas desde una epistemología del sur, México-Guatemala-Buenos Aires, Univer-
sidad de los Andes-Siglo del Hombre Editores-Siglo Veintiuno Editores,
2010.
Steven, Lukes, El poder: un enfoque radical, Madrid, Siglo XXI de España Edi-
tores, 2007.
Stiglitz, Joseph, El precio de la desigualdad. El 1% de la población tiene lo que el
99% necesita, trad. de Alejandro Pradera, México, Taurus-Prisa Ediciones,
2012.
Tello, Carlos e Ibarra, Jorge, La revolución de los ricos, México, UNAM,
2012.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas


Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx Libro completo en:
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://tinyurl.com/respamn7

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO Y EL RETORNO DEL ESTADO... 27

Williamson, John, “What Washington Means by Policy Reform”, en Wi-


lliamson, John (ed.), Latin American Adjustment: How Much Has Happened?,
Washington, D. C., Peterson Institute for International Economics, abril
de 1990, chapter 2.
Zagrebelsky, Gustavo, El derecho dúctil. Ley, derechos, justicia, Madrid, Trotta,
1995.

DR © 2021. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Jurídicas

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy