Módulo 24: Proyecto de Intervención en El Campo Elegido: Derecho Informático
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Guía de actividades
Módulo 24
Proyecto de Intervención en el Campo
Elegido: Derecho Informático
Unidad 1
Abordaje metodológico
Sesión 1
MASC, justicia restaurativa y procesos
restaurativos: Diferencias
Texto de apoyo
Índice
Presentación.......................................................................................................................................... 3
Diferencias entre mediación, mediación penal y justicia restaurativa ..................................................... 4
Mediación........................................................................................................................................... 5
Justicia restaurativa............................................................................................................................ 6
Mediación........................................................................................................................................... 7
Conciliación ........................................................................................................................................ 7
Juntas restaurativas ........................................................................................................................... 8
Legislación ....................................................................................................................................... 15
Presentación
Actualmente cuando se habla de MASC y justicia restaurativa se suele cometer el error de usar los
términos como sinónimos. También es común que en el discurso se confundan sus principios y
finalidades, lo cual genera una percepción equivocada sobre el objetivo de cada una y los casos en
que se pueden utilizar. Por esta razón, deben distinguirse para evitar que se sigan replicando ideas
erróneas.
De esta manera, en esta sesión conocerás las principales diferencias que existen entre los MASC y los
procesos restaurativos, así como los criterios que se utilizan para la aplicación de uno u otro de
acuerdo con la finalidad que persiguen o la etapa procesal en que se encuentran las partes.
Como sociedad tenemos el derecho de conocer las formas de acceso a la justicia de una manera clara
y sencilla, cosa que las autoridades se encuentran obligadas a difundir y a acatar. Así, si se
comprende la esencia de la justicia restaurativa y la finalidad de los MASC, se podrá contribuir a un
mejor desarrollo en su implementación, al identificar áreas de oportunidad y lagunas en su marco
jurídico.
A partir de la reforma del 2008 al artículo 17 constitucional, se volvió necesario conocer y tratar las
controversias de una manera diferente, al establecerse en el párrafo quinto del citado artículo lo
siguiente:
Las leyes preverán mecanismos alternativos de solución de controversias. En la materia penal regularán
su aplicación, asegurarán la reparación del daño y establecerán los casos en los que se requerirá
supervisión judicial.
Si bien algunos estados ya contaban con legislaciones sobre justicia alternativa, hasta el 29 de
diciembre de 2014 se publicó, en el Diario Oficial de la Federación, la Ley Nacional de Mecanismos
Alternativos de Solución de Controversias en Materia Penal (LNMASCMP), la cual tiene como objetivo
establecer principios, bases, condiciones y requisitos de los MASC en materia penal, que conduzcan a
las soluciones alternas, siendo estos mecanismos la mediación, la conciliación y la junta restaurativa.
Como se puede apreciar, estas frases llevan inmersa una idea tradicional sobre la impartición de
justicia en donde el castigo es la forma de responder a las conductas delictivas y, de no ser así, se
presuma injusto o impune. Estas ideas no cambian en poco tiempo y, por supuesto, se necesitan
servidores públicos comprometidos que puedan garantizar los objetivos de los MASC y la justicia
restaurativa, para que no queden en buenas intenciones o en interpretaciones que puedan ser
percibidas como contrarias a Derecho o privilegios para los imputados.
Atendiendo a estas necesidades que permitan generar una mejor idea respecto de las diferencias
existentes entre las categorías mencionadas, identificar los asuntos en que pueden aplicarse y
establecerse los criterios para la elección de la instancia que mejor atienda un caso concreto, se
analizarán los conceptos que suelen confundirse con mayor frecuencia: mediación, mediación penal y
justicia restaurativa.
Mediación
De esta manera, en la mediación aplicada en materia civil, mercantil o familiar, los intervinientes son
considerados contendientes, al estar en plano de igualdad, conociéndosele a esto comúnmente como
“mesa pareja”.
No obstante, el facilitador dentro de las sesiones de mediación puede utilizar algunos elementos de los
procesos restaurativos, con la finalidad de atender las necesidades generadas a consecuencia del
delito entre las partes, sin que propiamente se esté hablando de mediación penal como tal.
Justicia restaurativa
Al haberse agotado este tema en sesiones anteriores, se puede recapitular que la justicia restaurativa
es una filosofía, una brújula, una forma de actuar frente al delito, enfocada en atender los orígenes de
la conducta delictiva. Por lo tanto, no es proceso en específico, pues se trata de un concepto amplio,
que se puede visualizar como una forma alternativa de justicia a modo de metodología que permite
solucionar conflictos, basándose en el principio fundamental de que el comportamiento delictivo no
solamente viola la ley, sino también hiere a las víctimas y a la comunidad.
Mediación
Este mecanismo tiene como objetivo lograr que las partes lleguen a un acuerdo reparatorio o plan de
reparación en donde el facilitador, durante la sesión, trabajará la relación desarrollada entre las partes,
originada por conflictos construidos entre éstos, para evitar que escale.
Cabe recordar que el facilitador sólo funge como puente de comunicación entre las partes, pero éste
no puede proponer alternativas de solución.
Conciliación
Procura el acuerdo entre las partes para que puedan acceder a una solución alterna. Así como en el
mecanismo anterior, el facilitador no trabaja la relación entre las partes, con la diferencia de que éstas
no tienen una relación preexistente.
En las conciliaciones, el facilitador podrá, con base en criterios objetivos –como datos o cifras de
mercado, dictámenes, jurisprudencia, legislación, entre otros–, proponer opciones de solución. En caso
de que las partes lleguen a un acuerdo, éste deberá ser aprobado por el ministerio público o juez de
control.
Juntas restaurativas
Como se ha señalado en sesiones anteriores, este modelo restaurativo implementado como MASC
tiene como objetivo atender necesidades y responsabilidades tanto individuales como colectivas,
además de la reinserción de la víctima (u ofendido) y ofensor a la comunidad.
En este proceso, durante las sesiones, el facilitador identifica las causas del conflicto y las
necesidades e intereses de las partes previas.
Cuando se inicia una carpeta de investigación por hechos constitutivos del delito de
discriminación en un centro de trabajo, al negársele a una persona o grupo de
personas un derecho o prestación por motivos de origen, raza, género, preferencia
sexual, condición social o económica, embarazo, opiniones políticas o de cualquier
otra índole.
En estos asuntos, existe una víctima y un ofensor identificados; con ellos, el facilitador hará uso de las
teorías de la justicia restaurativa, para generar una vergüenza reintegradora en el ofensor, que le
permita asumir su responsabilidad y, por consiguiente, reparar el daño causado.
En una reunión conjunta, se propicia la identificación de formas en las que el daño puede ser reparado,
y el imputado manifiesta acciones para ello. De esta manera, el facilitador plasma en un acuerdo, las
obligaciones que estuvieron dispuestos a contraer, para que el ministerio público o juez de control lo
apruebe.
Como has podido observar en sesiones anteriores, los modelos de prácticas restaurativas comparten
estructuras similares, sin embargo, sus principales diferencias radican en el número y tipo de
participantes, o bien, en la forma de intervención que realicen los facilitadores.
Conferencias víctima-ofensor
Como su nombre lo indica, se reunirán las partes que intervinieron de manera directa en el hecho
delictivo. En este supuesto, el facilitador admitirá a trámite la carpeta de investigación, la causa penal o
el cuadernillo de ejecución y, enseguida, deberá analizar si este modelo es el adecuado para tratar el
caso concreto.
Para determinarlo, debe considerarse que el modelo de reunión víctima-ofensor está contemplado
como proceso restaurativo y bajo la denominación “reunión de la víctima con la persona adolescente”
en la LNSIJPA, por tanto, este modelo se aplica como un mecanismo alternativo en aquellos casos en
donde una persona adolescente haya cometido una conducta tipificada como delito, con la finalidad de
llegar a un acuerdo reparatorio o plan de reparación y propuestas de condiciones por cumplir para una
suspensión condicional del proceso.
Por otro lado, aunque la Ley Nacional de Ejecución Penal es omisa al señalar cuáles son los procesos
restaurativos que pueden aplicarse en etapa de ejecución. De la lectura realizada al artículo 204 de
ese ordenamiento, se desprende lo siguiente:
Los procesos restaurativos se llevarán a cabo con la participación del sentenciado en programas
individuales o sesiones conjuntas con la víctima u ofendido, en las cuales podrán participar miembros de
la comunidad y autoridades, atendiendo al caso concreto y con el objetivo de analizar con las
consecuencias derivadas de delito. Los procesos de justicia restaurativa en los que participe la víctima u
ofendido y el sentenciado constarán de dos etapas: preparación, y encuentro, en las cuales se contará
con la asistencia de un facilitador…
Por lo tanto, se puede deducir que el modelo de encuentro víctima-ofensor puede aplicarse en la etapa
de ejecución de sanciones penales, para dar solución a las cuestiones derivadas del delito.
Conferencias familiares
Las conferencias familiares permiten la participación de un mayor número de personas, tales como
miembros de la familia, tanto de la víctima como del ofensor, u otras personas que en su momento
pudieran estar interesadas en participar en el proceso, pues de alguna o de otra forma se siente con la
responsabilidad de participar en la toma de decisiones. Como ya se ha expuesto, este modelo se
utiliza con la finalidad de generar una vergüenza reintegradora en los ofensores, que les permite
asumir la responsabilidad de sus acciones y reparar el daño. Durante el desarrollo del proceso se
pretende que el ofensor pueda replantearse su conducta para motivar un cambio positivo en su
comportamiento.
Este modelo sirvió como base para la implementación de las juntas restaurativas en nuestro sistema
de justicia, por lo tanto, de acuerdo con la LNMASCMP, este modelo de justicia restaurativa funciona
como un mecanismo alternativo para acceder a una de las soluciones alternas contempladas en el
Código Nacional de Procedimientos Penales:
La ley establece que será posible iniciar una junta restaurativa por la naturaleza del caso y por el
número de personas involucradas en el conflicto. Sin embargo, estos supuestos no deberían ser las
pautas para efecto de seleccionar este modelo como el mecanismo oportuno para llegar a un acuerdo
reparatorio o plan de reparación, sino porque existe plenamente identificada una víctima y un ofensor
(que ha admitido su responsabilidad), así como una comunidad que resultó afectada con la comisión
del delito y que está interesada en participar en el proceso.
Círculos
Como también se ha expuesto en otros momentos, los fines de los círculos son diversos, de manera
que existen círculos de sentencia, círculos de paz o los círculos para toma de decisiones, entre otros.
Suelen utilizarse cuando se le quiere dar participación a las víctimas, ofensores, familias y, en
ocasiones, a funcionarios que son parte del sistema de procuración y administración de justicia,
además de otros miembros de la comunidad que pudieran estar interesados en participar en la
práctica.
Por su parte LNSIJPA, contempla el modelo restaurativo de los círculos, estableciendo lo siguiente:
número de participantes sea muy extenso o cuando la persona que facilita lo considere el
modelo idóneo, en virtud de la controversia planteada.
En la sesión conjunta del círculo, el facilitador hará una presentación general y explicará
brevemente el propósito de la sesión. Acto seguido, formulará las preguntas que previamente
haya elaborado en virtud de la controversia, para dar participación a todas las personas
presentes, con el fin de que se conozcan las distintas perspectivas y las repercusiones del
hecho. Posteriormente, las preguntas del facilitador se dirigirán a las posibilidades de
reparación del daño y de alcanzar un resultado restaurativo.
El facilitador, sobre la base de las propuestas planteadas por los intervinientes, facilitará la
comunicación para ayudarles a concretar el acuerdo que todos estén dispuestos a aceptar
como resultado de la sesión del círculo. Finalmente, el facilitador realizará el cierre de la sesión.
En el caso de que los intervinientes logren alcanzar una solución que consideren idónea para
resolver la controversia, el facilitador lo registrará y lo preparará para la firma de éstos, de
conformidad con lo previsto por la Ley Nacional de Mecanismos Alternativos de Solución de
Controversias en Materia Penal.
Debido a que durante el desarrollo de los procesos restaurativos se tocan fibras sensibles, como
emociones, sentimientos o traumas en las víctimas u ofensores, es importante verificar que el
ambiente sea seguro para llevar a cabo el proceso y garantizar de esta manera la seguridad de las
partes.
Asimismo, será necesario tomar algunas precauciones adicionales en cuanto al desarrollo de los
procesos, pues, aunque las partes participantes en un encuentro se preparan exhaustivamente,
siempre existen imprevistos o dificultades que se presentan en el mismo. Por ello, debe ponerse
especial atención en los siguientes elementos:
La condición de la víctima debe evaluarse, pues se han dado casos en que se siente agobiada o
presionada por tener que reunirse con el ofensor, al resultarle intimidante o traumático, lo cual a
nivel procesal, puede resultar ventajoso para el imputado.
Es importante procurar la garantía de la seguridad de las partes, pues siempre surgen cuestiones
que están fuera del alcance del facilitador.
o Considerar que no siempre se puede garantizar la confidencialidad del proceso, ya que los
participantes pueden transgredir este principio.
o Evitar la revictimización del afectado, pues suele ser recurrente que en el proceso
restaurativo las víctimas experimenten sensación de miedo o inseguridad. Los facilitadores
deben ser muy conscientes de la manipulación sutil y la intimidación de la víctima del
crimen por parte del delincuente antes, durante y después de un proceso restaurativo.
o Procurar valorar objetivamente el impacto que pueden llegar a tener los programas de
justicia restaurativa: Esto es para que no se generen expectativas que posteriormente
puedan ser difíciles de cumplir y propicien una falsa idea sobre la justicia restaurativa.
Por todo lo anterior, se requiere que los facilitadores reciban entrenamiento extenso,
no solamente en cuanto a los principios y prácticas de la justicia restaurativa, sino
también para preparar los procesos restaurativos, con el propósito de generar un
ambiente de seguridad entre la víctima, el ofensor y la comunidad.
Por otro lado, resulta de vital importancia el hecho de que los facilitadores tengan plena conciencia de
la responsabilidad que están adquiriendo al tratar con cuestiones psicológicas, pues los facilitadores
deberán estar preparados para reconocer las emociones experimentadas por los participantes, tales
como miedo, rencor, enojo, estrés, angustia y ansiedad para poder realizar la debida intervención y, en
caso de ser necesario, remitirlos a la institución que pueda brindarles servicios más especializados.
La justicia restaurativa no es una metodología “unitalla” para el crimen. Como tal, continúa evolucionando
y asumiendo nuevas maneras a medida que los gobiernos y comunidades implementan principios de
justicia restaurativa de manera que satisfagan las necesidades de las víctimas del crimen, delincuentes y
residentes de la comunidad. Una medida para el éxito de la metodología restaurativa es que es creada a
partir de muchos tipos diferentes de los programas y procesos (UNODC, 2006:90).
Lo anterior nos da la pauta para considerar a la justicia restaurativa como una filosofía que está en
continua evolución, pues dependerá de la implementación que se realice en los distintos sistemas de
justicia, comunidades o formas de gobierno; sin embargo, siempre deberá enfocarse en satisfacer de
una forma adecuada las necesidades generadas en víctima, ofensor y comunidad a consecuencia de
un delito.
Cierre
Cierre
Fuente: Flaticon
Hay quienes conciben a la justicia restaurativa como un MASC y que todo MASC implica un proceso
restaurativo, lo cual puede justificar la idea errónea que hasta el día de hoy se tiene de que la justicia
restaurativa solamente puede aplicarse en delitos menores.
En este sentido, estas tres categorías comparten entre sí algunos elementos importantes. Por ejemplo,
en ambos se devuelve a las personas la responsabilidad de ser ellas quienes decidan la manera de
resolver su conflicto; sin embargo, la diferencia importante radica en sus principios y las formas de
llevar a cabo esos procedimientos.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Domingo, V. (2013). Diferencias entre mediación y mediación penal [entrada de blog]. Recuperado
de: https://www.lajusticiarestaurativa.com/la-justicia-restaurativa-no-es-un
Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) (2006). Manual sobre
programas de justicia restaurativa. Nueva York: UNODC. Recuperado de: https://bit.ly/2nn1hST
Pesqueira, J. (2010). Artículo sobre mediación penal [entrada de blog]. Recuperado de:
http://justiciarestaurativamexico.blogspot.com/2010/03/articulo-sobre-mediacion-penal.html
Vázquez, M. P. (2013). La mediación penal, ¿un nuevo paradigma en el Derecho Penal o una
herramienta para el ejercicio discrecional de la persecución pública local? Revista Institucional de
la Defensa Pública de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. (4), 29-46. Recuperado de:
https://www.corteidh.or.cr/tablas/r32370.pdf
Zehr, H. (2010). El pequeño libro de la justicia restaurativa. EUA: Good Books. Recuperado de:
https://www.icbf.gov.co/sites/default/files/el_pequeno_libro_de_las_justicia_restaurativa.pdf
Legislación