XiCheng-Esas Pequeñas Cosas-La Eleccion
XiCheng-Esas Pequeñas Cosas-La Eleccion
XiCheng-Esas Pequeñas Cosas-La Eleccion
Uno de los pocos fluff entre tanto desastre que escribo, donde XiChen
se fija hasta cómo le gusta el té al otro líder.
Calla poco, realmente, dice mucho, diariamente, pero cuando no, siente
explotar.
"Desde que te vi, empecé a conocerte, muy lento, tanto que daba miedo,
y ahora, cada día, cada hora, cada momento, hay sinfín de detalles que
me sé de memoria, el cómo arreglas tu cabello, cuánto picante llevan tus
platillos, las palmadas en la espalda que das a tu sobrino, la corta risa al
abrazar un perro, tu mirada pérdida en los silencios, de qué lado
duermes, lo que susurras en las noches, dónde te gusta caminar más.".
El primer Jade seguirá viendo esas pequeñas cosas de él, como sus manos
encajan tan bien, como sus humores distintos no llegan a chocar sino que
se ayudan. Para la mayoría, él será una amenaza, para él, es una criatura
bella e incomprendida, otro ser que sufre y que lo entiende, su
compañero, su amigo, su pareja, su todo.
...
Canción;
Notas finales:
Aquellos cercanos al líder Nie, cuidan muy bien sus pasos, no dejan de
estar sorprendidos de su intelecto, su paciencia, su audacia, pero él está
tranquilo, disfrutando de la armonía.
Wei Ying y Lan WangJi se casaron en secreto hace semanas, son quienes
mejor rehicieron sus vidas, por el otro lado, sus hermanos han
descubierto algo y optado por entenderlo lentamente.
...
Cartas del primer maestro Lan llegaron, un día, dos días, tres, hasta ser
una cada dos días, nunca antes había tenido un intercambio así, los
primeros rollos eran saludos cordiales, preguntas si necesitaba algo,
mensajes extras que enviaba Wei WuXian. Después fueron más
personales, cada uno describía brevemente su día, al menor se le hacía
sencillo por no tener que hablar ni tratarlo de frente, todo fluía como el
agua de una cascada.
El final de una carta, hizo lo mismo que los breves encuentros con la
señorita Qing, su corazón se aceleró un poco, se dijo que no volvería a
abrir su corazón, porque dolería mucho, y ya había tenido suficiente.
...
Los líderes quedaron que se verían en Yunping, Lan XiChen tenía que
recoger un informe de caza de ahí, de un jovencito que se quiso ir muy
lejos, usualmente se lo habrían enviado, sin embargo informó estaría de
paso, prometiendo recogerlo personalmente.
—WanYín. —El jade se inclinó, el otro hizo igual, llamándolo Zéwù Jún,
cambiando el neutral gesto del loto eléctrico a una pequeña sonrisa,
perdiéndose Lan Huan en la sinceridad de su mirada, no era fría, era cálida
y hacia él.
Los dos caminaron muy de cerca, el dueño del Zidian no resultaba tan
platicador en persona como en las cartas, aún así, no dejaba de interesarle
a su homólogo.
Ahí, frente a las rocas, alguien estaba de espaldas, mirándose las manos
con confusión, no fue difícil identificarlo; estatura baja, uniforme de la
secta Jin, sombrero café.
—Por favor, A-Yao, deja de jugar, esto no es justo, no está bien, todas las
mentiras.
—Pero Er-Ge, ¿a qué te refieres?, ¿qué pasó en éste lugar?
"Nunca me mintió, directamente... fue real, tan real, una realidad brillante,
flotando en un vórtice de mentiras y tretas, no me hizo daño a mi, pero
dañó todo mi entorno.".
Pero... estaba el otro lado, ahí, entre la espada y la pared, estaba seguro
que quien parecía la espada, era una pared segura.
"El joven maestro Wei dijo una vez, que él ofende sin querer, pero yo
jamás me sentí ofendido. WanYín no calla, WanYín grita y actúa como
quiere, explota, y es hermoso.".
...
Pasaron los años, se creó una fama hostil y despreciable, nadie podría
lastimarlo, nadie iba a acercarse, nadie lo iba a cuestionar, tenía una
muralla impenetrable en el corazón y en el alma, sus ojos como tempanos
de hielo, su voz agria y demandante, sus movimientos engreídos, su
fuerza atemorizante con el látigo.
Fue un arduo trabajo, ganó respeto, puso muy en alto a la secta, educó a
su sobrino, manejaba el clan mejor que cualquiera, sus padres estarían
orgullosos al fin, y su hermana destrozada al encontrar al viejo Chéng
sepultado.
¿O no?
Con pesar y actuado fastidioso, se tapó media cara con una mano, de
lejos si alguien pudiera verlo, diría que el líder Senshou está fastidiado y
de un humor del infierno, por cerca escucharía entonces su respiración
contenida.
...
...
Sin perder más tiempo, subió a Liebing, con una mano en su centro,
enfocando su Qi para encontrarlo.
En su camino, su cielo se vio iluminado del color de los ojos del hombre
que le dio otro sentido a su vida, en lindísimas formas florales, destellos
bien controlados, sin excedente de pólvora.
...