Las Garantías Constitucionales
Las Garantías Constitucionales
Las Garantías Constitucionales
Las garantías constitucionales son mencionadas como garantías individuales, los derechos del
hombre, derechos humanos, derechos fundamentales, derechos públicos subjetivos o derechos
del gobernado.
El primer ejemplo Claro de la creación de garantías constitucionales Fue Un consenso general. Que
se realizó en Inglaterra. Mediante la proclamación de la Carta Magna expedida el 15 junio de 1215.
El autor Hauriou se refiere a este documento afirmando que la Gran Bretaña Gozó de un
movimiento constitucional y a la vez amplio y armonioso, el cual ha conocido también
revoluciones como la del 1215, Donde los barones ingleses obligaron a Juan Sir Tierra al
otorgamiento de la Carta Magna, después de que éste fue derrotado en el continente de Bouvines
y en Roche- Aux- Moines.
Al examinar el origen de los fueros españoles, El de Aragón, el de Vizcaya y el de León, los cuales
no se pueden contemplar como un acto de soberano, sino como jalones de los súbditos.
Especialmente La nobleza, que estaba revestida de una fuerza material oponible al soberano., por
considerar que un estatuto contrario Asus libertades no podían aceptarse ni ser objeto de
sumisión incondicionada. El caso ocurrido con el movimiento conocido como la Revolución
francesa, que culmina con una declaración de derechos del hombre y del ciudadano, y que se
continúan las revoluciones de independencia de los después, constituirían en los países
americanos, aunque principalmente se perseguía la plena autonomía política y no simplemente
obtener los reconocimientos de derecho, pero bajo la soberanía de los países colonialistas.
Dichas observaciones son trascendentales para concluir tomando posición respecto a esta grave
polémica, si las constituciones otorgan las garantías referidas a derechos y meros o simplemente
las reconocen.
El propio Hauriou indica que mediante la Carta Magna, el soberano inglés se compromete a la vez
a respetar las libertades individuales, como son la seguridad personal, la libertad de comercio,
como ejemplo, a no recaudar tributos que no sean aprobados por el Consejo y a gobernar por el
gran Consejo, Es decir, tener un consejo común del Reino, Compuesto de pares laicos y
eclesiásticos, a través de la cual se hallan válidamente representados los súbditos ante el Príncipe
según las costumbres feudales. Como se ve en el artículo 29. El cual dice: “ningún hombre libre
será detenido, ni preso ni desposeído de su tenencia de sus libertades o libre uso, ni puesto fuera
de la ley, ni exiliado, ni molestado de manera alguna, y no nos pondremos ni haremos poner mano
sobre él, A no ser en virtud de un juicio legal de sus pares y según la ley del país”.
Otros autores destacan al paralelo el antecedente inglés, al que se refiere a los procesos forales es
de Aragón; el autor, Víctor Fairén Guillén, Comparó la garantía jurídica del derecho de la libertad
en los fueros de Aragón y la Carta Magna inglesa, considerando la carta como el antecedente del
proceso de manifestación. Siendo esto último, un corolario del derecho de los hombres a un fallo
legal ante un juez competente.
El texto del año 683 el Octavo Concilio de Toledo en su canon 2° preceptúa que nadie puede ser
privado de sus honores, detenido, atormentado o condenado a muerte por ninguna institución del
Estado sin tener pruebas claras y evidente. También se refiere a la protección contra el
encarcelamiento en los fueros de Nájera, Jaca en el año 1064, Tudela, Zaragoza y Daroca en el año
1142. En el que se hayan disposiciones sobre la libertad bajo fianza y expresa. Pero la protección
judicial como garantía del derecho de libertad, Dejando aparte el supuesto fuero de Sobrarbe.
En Aragón aparece con la figura de la justicia como juez medio entre el rey y sus vasallos en el
fuero de Ejea de 1265, aplicándose a ellos sin distinción entre la nobleza y el Estado llano, en 1283.
La combinación de estas normas permite asentar la existencia legal del principio de garantía del
proceso legal ante el juez competente. Como resumen, guillén concluyó: “Así, el problema
fundamental de garantizar la concesión real. Resuelto en Inglaterra por la creación de la Carta
Magna del Tribunal de 25 barones, especie de tribunal de Contrafuero, se resuelve en Aragón de
modo fidedigno en las cortes de Gea de 1265, con la aparición de justicia mayor como juez medio,
pero en la institución inglesa desaparece temprano en un e institución feudal. En tanto la justicia
se asienta en Aragón, incrementa sus poderes paulatinamente y tiene continuidad como garante
de derechos fundados en los fueros. En la edad moderna. Se garantiza la integridad de los
derechos fundamentales por proceso judicial.
Como complemento de estos antecedentes, se puede decir que la disposición de la Carta Magna
se ratifica en Los Petition of Rights de 1628 y en el Bill of Rights de 1689.
Brinquemos ahora las colonias inglesas de América como antecedente la Constitución americana
de 1787. Según Hauriou esta constitución es la mas antigua escrita de la época moderna, donde
los migrantes ingleses llevaron a América la tradición jurídica del common law. Para fundar una
colonia inglesa en América, se requería autorización de el soberano inglés mediante una
expedición de documento que establecía las reglas de gobierno y en la cual se concedían una
amplia autoridad y autonomía. En cuanto a su régimen interior, dicho documento. Recibió el
nombre de cartas, las principales cartas de las 13 colonias inglesas que se habían convertido
posteriormente en Estados Unidos de América, son las de Connecticut en 1662, Rhode Island en
1663, Virginia, Pennsylvania, Maryland y Carolina del Norte en 1776, Vermont en 1777,
Massachusetts en 1780 y New Hampshire en 1783.
De todos estos cartas se destaca la de Virginia, en donde se incluye Por Primera Vez un catálogo de
derechos Bill of rights, donde se establecen prerrogativas del Gobernador frente al poder público,
todas estas cartas son antecedentes de las garantías constitucionales a la manera moderna.
Porque establecían derechos fundamentales para los habitantes de las colonias y porque
trascendieron en las enmiendas de la Constitución americana que debía regir a los territorios
separados de la metrópoli.
Los establecimientos ingleses de América del Norte lucharon al lado de la corona contra los
franceses de Canadá. Lo que motivó fuertes lazos de solidaridad entre ellos, pero habiendo
resultado muy onerosa a dicha guerra a Inglaterra, para aumentar el rendimiento de sus
posiciones para disminuir la carga que representó para el contribuyente inglés.
Inglaterra se había reservado el derecho de votar leyes fiscales y entre otras; las colonias
americanas descontentas por las reformas tributarias establecidas por el Parlamento inglés, se
reunieron en un congreso que encabezó Massachusetts en 1765 para redactar una declaración de
derechos y una petición al rey para obtener el beneficio para los colonos americanos de no ser
grabados más que por una tasa que ellos mismos hubiesen consentido previamente, dada la
negativa de Del rey, ha dicho, es peticiones, y después de varios incidentes se llegó al conflicto
armado que llevó al pueblo norteamericano a la victoria que planeó los propósitos de la
declaración de la Independencia el 04 de julio de 1776, redactada por Thomas Jefferson.
El ahora conocido catálogo de derechos que se reconocen a las personas humanas (Bill of rights) y
excepcionalmente solo a los ciudadanos, derivado que se entiende que siguen existiendo en las
cartas de las antiguas colonias y el cual continuaban en vigor, por lo tanto, no resultaba
indispensable la duplicidad de ellas, es por esto que ante la falta de ellas en el catálogo, en 1791 se
hace necesario expedir las 10 enmiendas de la Constitución americana que contienen los primeros
enunciados de dichas garantías constitucionales en Estados unidos, , en 1865, se decretan las otras
enmiendas que son la consecuencia de una guerra civil. Dentro del país y que complementan el
cuadro de garantías constitucionales de dicho país.
en 1787, como corolario de la Revolución francesa, se expide la declaración de los derechos del
Hombre y del ciudadano la cual contiene garantías individuales que establecen numerosas y
fundamentales libertades que fueron adoptadas en la Constitución moderna. La primer
Constitución francesa se expidió en 1761, la declaración constituye simplemente una idea
revolucionaria sin contener las disposiciones para la organización del Estado francés.
Hauriou reflexiono: “la declaración francesa de 1789, No es de una novedad absoluta, ya que la
1er declaración de derechos de la época es la de los Estados de Virginia del 12 junio de 1766, Pero
la Constitución americana de 1787 no la contenía y la resonancia mundial corresponde a la
declaración francesa”. En conclusión, de este análisis podemos decir que tanto el movimiento
americano como el francés, ya que ocurren en las mismas fechas, deben considerarse que se
inspiran mutuamente. y que son fuentes de las constituciones modernas en general,
especialmente en las garantías constitucionales. Ya que estas no pueden faltar desde entonces en
las sucesivas constituciones, principalmente en los países que logran posteriormente a ellos sus
movimientos de independencia, ya sea por Revolución o pactos convenidos con los países
colonialistas que los formaron.
Cabe mencionar que después de 2 guerras mundiales, estas también inspiran garantías
constitucionales y en general podemos decir que el objetivo es recordar estos acontecimientos
sociales, políticos y jurídicos que forman precedentes internacionales de las garantías
constitucionales que actualmente se prevén, nuevos e inusitados derechos como producto de las
intranquilidades de Estados contemporáneos.
Burgoa expreso en su libro que, en la época precolombina de nuestro país ni en lo que respecta el
Derecho novohispano, ni las leyes de la India o sus supletorias leyes de Castilla, son protectoras de
las garantías constitucionales. El absolutismo del régimen español impedía la fructificación de un
sistema de derechos públicos subjetivos que pudieran hacer pensar en la existencia de garantías
constitucionales Sui Generis.
Al final de la vida colonial, España sufrió una transformación política que abarca la figura del
soberano, al menos lo que respecta a su normativa jurídica al régimen constitucional francés,
derivado de su movimiento revolucionario. Así surge la llamada constitución de Cádiz de 1812,
documento español que muy relativamente rigió en México, en pleno movimiento insurgente, lo
que llevaría la Independencia total del país, Inspirando e iluminando el constitucionalismo
mexicano y aparecen disposiciones, fundatorias de garantías del carácter constitucional en que se
originan. La mayor trascendencia de este documento en lo que toca al régimen jurídico es el ser
fuente de inspiración de algunas disposiciones constitucionales que han llegado hasta estos días.
“Sus derechos son el primero de la libertad: Que es el de pensar, hablar, escribir, imprimir y hacer
todo aquello que no ofenda los derechos de otro en el 2do de igualdad: Qué es de ser regidos por
una misma ley sin otras distinciones que lo establecen por ella misma; en el 3ero, que es el de la
propiedad, así como el de consumir, donar, vender, conservar o exportar lo que sea suyo, sin
limitaciones a que se designe la ley. El 4to es el no haber por ley, sino aquella que fuese acordada
por el Congreso y de sus representantes.” Esta Constitución no contiene ningún capítulo especial.
Donde se numeren garantías que reconozcan a personas frente al estado en general y funcionarios
públicos en lo particular.
En su artículo 50, se refiere a la facultad exclusiva del Congreso General, entre ellas la fracción III,
que señala el proteger y arreglar la libertad política de imprenta, de modo que jamás se pueda
suspender su ejercicio y mucho menos abolirse en ninguno de los Estados ni territorios de la
Federación. En el artículo 161 se refiere a las obligaciones de los Estados y en su fracción IV
menciona textualmente el de proteger a sus habitantes en el uso de la libertad que tienen al
escribir, imprimir y publicar sus ideas políticas sin necesidad de licencia, revisión o aprobación
anterior a la publicación, cuidando siempre que se observen las leyes generales de la materia.
El autor concluye que de esta Constitución del país sí existía una Concepción del sistema vaga para
la representación de las garantías constitucionales en lo que respecta a la libertad de la persona,
pero solo se concibieron en su aspecto ideológico a la libertad de expresión y pensamiento, y era
expresado mediante el uso de la imprenta, que es donde posiblemente en ese tiempo se llegó a
asegurar la parte fundamental del ejercer ese derecho de la manifestación de ideas por ese medio.
Indirectamente también esta Constitución reconoce otros derechos fundamentales del individuo,
como es en el en el artículo 112, el cual restringe las facultades del presidente, que no podría
privar a ninguno de libertad ni imponerle pena alguna, aunque si se arrestará cuando lo exigiese el
bien y la seguridad de la federación en la fracción II, ni ocupará la propiedad de ningún particular,
ni corporación, ni perturbarlo en posesión, uso o aprovechamiento de ella en la fracción III.
En la sección séptima del título 5to, se disponen reglas generales de la administración de justicia
obligatorias para los Estados y territorios de la federación, donde se prohíben las penas
trascendentales en el artículo 146, así como la confiscación de bienes en el artículo 147. Los juicios
por comisión y leyes retroactivas en el 148, los tormentos en el artículo 149, detenciones sin
pruebas semiplenas o indicios por más de 70 horas en el artículo 150 y 151, así como el registro de
casas y papeles, efectos de los habitantes sin ajustarse a las disposiciones legales del artículo 152.
Todas estas a las fechas han sido incorporadas en nuestra Constitución vigente como garantías
individuales.
La 2da constitución en México, también conocida como 7 leyes constitucionales del 30 de
diciembre de 1836. Este documento dio fin al sistema federal de la Constitución de 1824 y creando
ahora un régimen centralista. Este documento, enumera las garantías individuales, mejor y mas
elaboradas como “Derecho del mexicano”, y dando a entender que el extranjero no tiene
derechos fundamentales, lo cual es simplemente una conjetura conceptual.
En su ley 3ra, en su artículo 45, se establecen prohibiciones dictadas al Congreso General, donde
se ratifican los derechos del mexicano anteriormente enunciados y en su ley 5ta ordena
prevenciones generales sobre la administración de justicia en lo civil y en lo criminal,
disponiéndose en el artículo 43 al 51 normas de aprisionamiento y de tensión para el
procesamiento y para la aplicación de penas que en algunos casos, siguen vigentes en la
Constitución como garantías constitucionales.
Cabe destacar que don Mariano Otero, miembro del congreso, formuló un voto particular en este
sentido diverso, acompañado de un proyecto de acta de reformas. Que también fue del
conocimiento del Congreso en dicha sesión, posteriormente el Congreso, en la sesión del 16 de
abril del mismo año, rechazó el dictamen de la mayoría y discutió el voto particular del señor
Otero, con las modificaciones y adiciones, La cual fue jurada el 21 de mayo de 1847 y publicada el
día siguiente. Cabe destacarse que el artículo 5 del Acta que correspondió el artículo cuatro del
proyecto de Otero, se disponía: para asegurar los derechos del hombre que la Constitución
reconoce una ley fijará las garantías de libertad, seguridad, propiedad e igualdad de que gozarán
todos los habitantes de la República y establecerán los medios de hacerlas efectivas.
El voto particular del señor Otero que acompañó al proyecto y que en alguna de sus partes dice:
Desde 1832 comenzó a observarse que la constitución federal debía arreglar el ejercicio de los
derechos del ciudadano y yo he creído que esta debe de ser la primera de las reformas., persuadió
como lo estoy de que eneste.es en el que se caracteriza y asegura el principio de la forma de los
gobiernos, según que se extiendan o se limiten esos derechos. Por último, concluyó que estos
conceptos: dominando por este pensamiento propongo que la Constitución fije los derechos
individuales y asegure su inviolabilidad, dejando a una ley posterior pero general y de un carácter
muy elevado, el detallarlos; de ahí el artículo 4to de su proyecto, que se convirtió el 5to en la Acta
Constitutiva.
Este documento es notable por el motivo de que se debe examinar el artículo 25, el proyecto del
señor Otero llevaba el Numeral 19 y establece el amparo cualquier habitante de la República en el
ejercicio y conservación de los derechos constitucionales, contra todo ataque de los poderes
legislativo y ejecutivo, ya que la Federación ya de los Estados.
La primera observación.: quien promueve estos derechos que conocemos como garantías
constitucionales, siempre mencionan como basamiento la libertad, queda establecido y
demostrado que pertenece a la naturaleza humana.
Es difícil entender el por qué se le considera a la libertad como axiomática, ya que en sí el derecho
no partiera del supuesto de que el hombre es libre, no podríamos sancionar los actos humanos
que contradicen dichas normas jurídicas, pues sin la libertad no es responsabilidad y sin esta no se
justifica la acción pública que sanciona por el incumplimiento de la norma. Debemos examinar por
qué y para qué es necesaria la libertad, El doctor José Rubén Sanabria dice que “libertad es
necesaria para la autorrealización personal, Pero no basta porque el hombre es esencialmente
social, Necesitamos de la convivencia y la colaboración de los demás, de ahí la necesidad de la
estructura llamada Estado, que no es más que la sociedad política, es decir, una comunidad
humana en orden a la realización del bien común total. Para que la sociedad esté bien ordenada,
debe de tener los medios necesarios para ello. Así, la sociedad política está por encima de los
individuos y tienen un poder soberano o de gobierno, y sus miembros deben obedecerla, el
Estado, por lo tanto, tiene la facultad de limitar los derechos de los individuos en vista del bien
común. y su fin es procurar el bien común, jamás puede impedir totalmente la libertad. Tampoco
puede permitir que cada individuo haga lo que le venga en gana, porque una libertad total. Se
convierte en su versión y en anarquía, siendo el fin del Estado. Por lo tanto, el bien humano total
es natural que el Estado propicie la libertad de cátedra en la exposición de los conocimientos en
los centros de estudios. Igualmente, el Estado respeta las libertades religiosas, políticas, artísticas,
de prensa, etcétera, siempre y cuando no lesione los derechos de los demás”
El autor, Ángel González Álvarez, define la libertad en primer término de la acción humana y se
transfiere a la naturaleza de donde brota. Esta naturaleza y libertad se vinculan a la realidad
particular del hombre, que debe ser concebido como naturaleza liberada en tendencia hacia el
bien universal. La libertad humana se apoya, pues, en una naturaleza cuya necesidad trasciende,
no incide en el hombre desde fuera, brota en el hombre desde dentro. El mismo proceso que nos
hace ser nos hace ser libres y este ser libres se funda en la posibilidad. Que cada hombre tiene que
llegar a acabamiento de ser hombre, esto es, de ser promovido al Estado perfecto del hombre. En
cuanto tal ser libre, es para el hombre poder desarrollar la naturaleza hasta llevarla a la plenitud”.
Hay una polémica que se debe analizar con respecto a. Las constituciones de que si crean las
llamadas garantías o derechos del hombre, o simplemente las reconocen, pero previamente hay
que hacer una aclaración, debemos primero de que distinguir entre la libertad de querer y la
libertad de actuar.
La libertad de querer es el estar exento de una inclinación necesaria para tomar una decisión, por
lo tanto, es un fenómeno interior, probablemente entintando de problemas psicológicos y que
corresponde previamente a la libertad de elección. Por ello. Esta libertad de querer o de elegir
debe ser llamada con mayor precisión, bajo su denominación técnica más exacta, el famoso libre
albedrío.
Por lo tanto, esta última afirma que es solo un poder, quien puede disponer los límites de la
libertad de actuar del ser humano y nos toca examinar: ¿Cuál es esa esencia de la naturaleza
humana que debe respetarse y garantizarse, ¿Cuáles son los límites de la misma esencia que tiene
la libertad humana?, ¿cuáles son los atributos del poder público que limitan a la libertad natural?
para permitir la convivencia social, mediante orden jurídico que resulta tan respetable y necesario
como la libertad Con la cual fija fronteras.
Hauriou, se refirió al agudeza de este problema en el Derecho constitucional y el cual dice que la
oposición, entre necesidades sociales y aspiraciones individuales, entre autoridad y libertad,
sensible en las diversas ramas del Derecho privado, sé hacen más agudas y esencial, en cierto
modo, el derecho público, especialmente el derecho constitucional.
Por lo tanto, se trata de disponer la sociedad en su conjunto de situar relaciones de base entre
sociedad e individuos y de determinar los campos respectivos del poder del Estado o de quien
actúa en su nombre, así como de la autonomía propia de los individuos, cabe destacar que esta
oposición es tan viva que con frecuencia se traduce en movimientos violentos dentro de una
sociedad, ya sea con revoluciones, golpes de Estado, etcétera. Al referirse Hauriou a la función del
Derecho constitucional menciona 2 campos en las cuales se han dividido los autores respecto al
primer planteamiento: El primero es el derecho constitucional como técnica de autoridad y el
segundo es derecho constitucional como técnica de libertad.
El primer campo fue criticado Hauriou (derecho constitucional como técnica de autoridad) por
Prelot y Vedel; quienes afirmaron que el fenómeno de la autoridad es en sí lo que constituye el
Derecho constitucional, el cual define como ciencia de las reglas jurídicas según las cuales se
establece, ejerce y transmite el poder político. Históricamente se creo bajo la presión de los
ciudadanos, deseosos de que se reconocieran sus libertades individuales e incluso participar en el
ejercicio de dicho poder.
En un segundo campo encabezado por Mirkine-Guetzevitch, quien se baso su impresión en el
movimiento constitucional posterior a la guerra de 1918 la cual permitió la liberación de
numerosos pueblos oprimidos. Deduce de todo ello que el Derecho constitucional es
esencialmente una técnica de la libertad, Esta posición fue criticada por Hauriou, ya que al no
haber límites al impulso hacia la libertad, la hace de generar necesidad de anarquía, si no se ejerce
el orden.
Noriega concluye resumiendo, en las creencias que los diferentes autores tienen de que no existen
los llamados derechos públicos subjetivos, sino que son las limitaciones que se le impone el Estado
con el fin de favorecer el libre desenvolvimiento de las actividades sociales de los individuos e
impedir que las de cada uno de ellos se estorben a los demás, pero sin aceptar que tengan un
espíritu metafísico.
Noruega concluye que los derechos del hombre, las garantías individuales, son derechos naturales
inherentes a la persona humana, en virtud de su propia naturaleza y de la naturaleza de las cosas,
que el Estado debe reconocer, respetar y proteger mediante la creación de un orden jurídico y
social. Que permite el libre desenvolvimiento de las personas de acuerdo en su propio y natural
vocación individual y social.
Estas afirmaciones del maestro Noriega son correctas siempre y cuando permanezca la afirmación
en el campo de las garantías de libertad. Y por lo tanto, se requiere hacer una aclaración que se
amplía en el apartado final de este capítulo uno, el cual estamos analizando., no todas las
garantías constitucionales pueden ubicarse como el contenido de una libertad reconocida y
asegurada.
Estas garantías, que se denominaron garantías de libertad, existen también las garantías de orden
jurídico y las garantías de procedimientos, las cuales veremos más adelante en la clasificación de
garantías constitucionales.
Cuando nuestra Constitución distribuye las competencias que garantizan a los ciudadanos que solo
ciertas autoridades pueden afectar sus derechos, la libertad. De la persona humana no está
entredicho, sino que es una referencia a un orden jurídico, único bajo el cual se ejerce el poder
público, cuando se disponen los procedimientos bajo los cuales pueden procesarse a un individuo,
solo indirectamente se hace una referencia a las libertades de las personas, ya que lo que resalta
es como debe. Instaurarse y regirse un proceso penal, para que esto sea válido y permita una
amplia defensa de los acusados.
Cabe destacar que frente a una fundamentación extrema de la esencia de las garantías
constitucionales, ya sea jusnaturalista o positivista, el autor adopta una posición y una tesis
humanista.
Al decir humanismo, se refiere a un ideal humano. En este caso hay muchos humanismos posibles,
ya sea el cristiano, el socialista, el vitalista liberal o en el liberal existencial, científico o integral. El
autor dice que como jurista piensa que el hombre es un elemento esencial de la vivencia social y a
esta como la única razón de la Genesis del Derecho.
Un jurista no se plantea como de partida de su ciencia al origen al ser humano y da por entendida
su alta calidad existencial al regular los datos esenciales del convivir humano, resalta esa calidad
universal que centra el fenómeno de tan alta categoría y toma en cuenta el sometimiento de los
humanos regulados en una parte de su ser libre para permitir la convivencia, acepta la existencia
de un Estado de Derecho, revestido de fuerza pública para imponer sus determinaciones, pero al
mismo tiempo garante del respeto a los derechos fundamentales del existir humano.
Estas garantías de aquello que es lo que más respetable de los humanos, puede ser regulada a
nivel constitucional o a nivel secundario en normas comunes ordinarias, a las primeras se les
denomina garantías constitucionales, y las secundarias constituyen una normatividad que realiza
un ideal humano y por lo tanto forman del humanismo jurídico.
El humanismo puede ser genérico en la medida en que corresponde a una Concepción implícita en
todas las actividades metafísicas orientadas hacia la justicia, de las cuales la especulación idealista
no es más que una variante, pero el término genérico no indica en ningún caso el proceso de
formación de la categoría. Humanismo, por un tipo de generalización que arroja hasta las
consecuencias más extremas a los humanismos concretos.
Por lo tanto, se admite que la justicia se basa en su propio contenido, en la existencia o en el ser,
tal y como este se manifiesta a través de una esencia dada, ya sea en el hombre o en una
naturaleza de las cosas. Exterior a él, Habrá que reconocer que el hombre no es más que un
mediador de lo que le supera. Ya lo sea en su naturaleza, en las relaciones sociales que se
desarrolla. Ante sus ojos.
Sciaccia dijo: “Hombres buenos forman una sociedad buena, pero una sociedad buena no nace sin
su voluntad, un solo hombre bueno aún ofreciéndole a las mejores condiciones; quien se confía a
la obra de la sociedad a leyes y reformas, abdicando a la iniciativa personal, se hace esclavo por
esto mismo de la renuncia para ser libre, o cada uno piensa por sí mismo o no puede proveer
ninguna ley ni intuición, porque la libertad, la justicia y la bondad son dadas al del exterior: si
alguno promete que basta programar y planificar para obtenerlas, nos considera esclavos, nos
niega como personas. . si la sociedad sobrepasa o desconoce sus límites, el individuo está
autorizado para oponerse; Para hacer yo mismo lo pienso yo y debo pensarlo solamente yo,
ninguno puede sustituirme en este cometido, aunque para cumplirlo me son necesarios los otros,
el celo por el bien y el mal que cada uno cumple es virtud del hombre libre cuando la sociedad,
cualquiera que sea su forma, familia comprendida, pretende sustituir a las personas, dictarle su
vida espiritual y mandar sus sentimientos, el individuo frente a esta necesidad exterior, a veces
organizada, con perfecto mecanismo, agotados los medios de defensa y persuasión amorosa, tiene
el derecho de discernir y de oponerse, de contraponerle la obligación categórica de ser el mismo
en su libertad, hasta dar testimonio de ella con la propia vida”.
El autor González Álvarez dijo: “estamos demasiado habituados a referirnos a las leyes, sea como
formulas matemáticas, sea con proposiciones morales. Suele atribuirse a las primeras la regulación
de los fenómenos y a las segundas las normativas de la conducta humana, La ley científica no es
algo racional meramente. Aunque se expresa en lenguaje matemático, tiene una esencia de
referencia a lo que en realidad fue descubierto. La ley. Precede a su fórmula y debe estar
incardinada al la realidad. Algo semejante cabe decir de las leyes morales. Depende del legislador
cuando al momento de darlas, pero el hecho de que una. Encienda alabanza y otras susciten
censura, indican muy claramente que no todo consiste en la voluntad del legislador.”
, por lo tanto, no hay una diferencia muy clara entre las leyes de tipo científico y de las de
significación civil, el científico precede. Inductivamente desde los hechos de experiencia y el
legislador por deducción de los principios supremos. Si la labor de ambos no se ajusta a los
cánones de su respectivo quehacer, el científico no descubre. La ley y se une en el error y el
legislador no ofrece una perversión de la ley.
por lo anterior, nos parece muy superior la fórmula del artículo uno de la Constitución de 1857
que la del mismo numeral de la Constitución actualmente de 1917, el primero de ellos. Decía así:
El pueblo mexicano reconoce que los derechos del hombre son la base y el objeto de las
instituciones sociales en consecuencia, declara, que todas las leyes y todas las autoridades del
país, deben respetar y sostener las garantías que otorga la presente Constitución. ., en cambio, la
Constitución de 1917, influida por el positivismo jurídico de la época, cambió totalmente la
hondura de los principios, de su antecedente y del texto actual, en su primer párrafo dice lo
siguiente, en los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozará de las garantías que otorga esta
Constitución, las cuales no podrán restringirse ni suspenderse, sino en los casos y con las
condiciones que ella misma establece.
El artículo 102 constitucional publicado el día 28 de enero de 1992 por decreto un día anterior en
el DOF; el cual se ha apartado para regular el Ministerio público federal, encabezado por el
procurador general de la República, donde se crea el Organismo de Protección de Derechos
Humanos que deberían ser nominados por el Congreso de la Unión y la legislatura de los Estados,
para reconocer de las quejas en contra de actos u omisiones de naturaleza administrativa
provenientes de cualquier autoridad o servidor público, con excepción de los poderes judiciales de
la federación que violen estos derechos, en su apartado B, y en el A lo que se refiere al MP
federal.
El apartado B, como nuevo, se refiere a los nuevos organismos que formulan recomendaciones
públicas autónomas no vinculatorias y denuncias y quejas ante las autoridades respectivas.
Toda la anterior. Fue presentado por el ejecutivo el 18 de noviembre de 1992, en este caso el
presidente Carlos Salinas de Gortari. Indicó que el objetivo inicial de esta propuesta de su cargo
ejecutivo es el de instituir al más alto nivel normativo la existencia y funcionamiento de
instituciones que, en los diferentes órdenes de gobierno, coadyuven a hacer realidad uno de los
propósitos fundamentales de su administración, que era el promover y preservar el respeto a los
derechos humanos y la protección de su ejercicio pleno.
Cabe señalar y dicho por el expresidente salinas de Gortari, que lo que trataba al hacer esto era
imitar al Ombudsman que es un defensor del Pueblo según las tradiciones escandinavas, las cuales
fueron adoptadas en Europa, El ombudsman investiga todos los actos de abusos cometidos por la
administración, lo cual presentaba todo a esta investigación al Parlamento y el Parlamento asigna
en este caso lo que son las sanciones. A los administrativos infractores de los derechos de las
personas, el ombudsman lo único que puede hacer es emitir recomendaciones y presentarlas al
Parlamento para que ellos se hagan cargo.
La creación de esta Comisión se inscribe en el marco de la cooperación entre los Estados para
enfrentar asuntos de interés recíproco de la comunidad internacional, El país se ha comprometido
internacionalmente en la protección de derechos humanos mediante la firma de diversas
Convenciones que prevén el respeto de los derechos y libertades básicos y la obligación de
garantizar su libre y pleno ejercicio. Entre estas firmas se puede citar la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, en el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Pacto de San
José, que es la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Convención relativa a la
esclavitud, la Convención Internacional sobre la eliminación de todas. Las formas de discriminación
racial, el Pacto Internacional de Derecho económico, sociales y culturales, el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Internacional contra la Tortura y otros Tratos o
penas crueles, Inhumanos o Degradantes, la Convención Interamericana para la Prevenir y la
sancionar la tortura y la conversión. De los derechos del niño.
Para cumplir dichos compromisos internacionales y por ser un principio fundamental rector de las
acciones del Estado mexicano, el país ha adoptado diversas medidas jurídicas, que han implicado
reformar a nivel constitucional o legal, en otros, los cambios se han dado al interior de la
administración pública y federal, como fue la creación de la Comisión Nacional de Derechos
Humanos, como órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación.
El autor de este libro hace una particular adición desde su perspectiva, donde dice” el Presidente
salinas de Gortari no advirtió que los llamados derechos humanos, los cuales no definió, ya
estaban previstos en los artículos 1 a l29 de la CPEUM, ni mucho menos vio que ya estaban
garantizados bajo el procedimiento que el mismo texto fundamenta precisa en los artículos 103 y
107 de ahí que la primera confusión donde se advierte, puesto que resalta 1ue hay disposiciones
constitucionales que ya defienden las garantías individuales bajo un sistema jurisdiccional que
dicta sentencias, que tienen medios para imponer, interpretar y sancionar la desobediencia de sus
determinaciones y otro sistema, que no puede funcionar como órgano jurisdiccional que no dicta
sentencia, sino recomendaciones, que además se tienen facultades de investigación, las cuales la
Constitución otorgaba solamente a la MP según los artículos 21 y 102, actualmente el apartado A,
lo cual constituye una segunda confusión, que mucho daño hizo el sistema de certeza y efectividad
constitucional, sin proporcionar criterios que indiquen, tomó como hacer convivir 2 instituciones
totalmente contradictorias”.
El autor dice: “ la crítica de haber dado vida a estos entes en el artículo 102, que está ubicado en el
capítulo IV de la Constitución, bajo el rubro del poder judicial , nada tiene que ver el
funcionamiento y en las atribuciones de las Comisiones del Derechos Humanos, se creó la
confusión al incrustarse la disposición en este capítulo, respecto si el propósito del reformador fue
crear un sistema paralelo del propiamente judicial o bien un sistema complementario o sustitutivo
del tradicional juicio de amparo protector de los derechos constitucionales desde mediados del
siglo pasado”.
El mismo autor dice que. ¿Debe concluir con algo en concreto? Es el tener la convicción de que el
sistema jurídico mexicano tradicional entiendas el juicio de amparo debe prevalecer para la
defensa de los derechos humanos y las garantías constitucionales. Se debe trabajar para
perfeccionar y elevar dicho sistema tradicional que tantos nos han copiado.
El artículo 102 en su apartado b dice que: el Congreso de la Unión y las legislaturas de las
entidades federativas, en el ámbito de sus respectivas competencias, establecerán organismos de
protección de los derechos humanos que ampara el orden jurídico mexicano, los que conocerán
como quejas en contra de actos u omisiones de naturaleza administrativa provenientes de
cualquier autoridad o servidor público. Con excepción de los poderes judicial de la federación, que
violen estos derechos, los organismos a que se refiere el párrafo anterior, formulan
recomendaciones públicas, no vinculatorias y denuncias y quejas ante las autoridades respectivas.
El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, quien lo será también del Consejo
consultivo, será elegido en los mismos términos del párrafo anterior. Durará en su cargo 5 años,
podrá ser reelecto por una sola vez y sólo podrá ser removido de sus funciones en los términos del
título. Cuarto de esta Constitución, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos
presentará anualmente a los poderes de la Unión un informe de actividades, al efecto
comparecerá ante las cámaras de congreso en los términos que disponga la ley.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos conocerán las Inconformidades que se presentan
en relación con las recomendaciones, acuerdos u omisiones que los organismos equivalentes en
las entidades federativas.
El autor Teófilo olea y Leyva comenta que “las garantías individuales, como las garantías sociales,
conforman un concepto moderno de lo que son las garantías jurisdiccionales constitucional
afirmando actualmente la garantía es una noción de carácter procesal y no de carácter sustantivo;
La garantía constitucional es individual y la social a un mismo tiempo, resultando empírico y
arbitrario el término o expresión de garantías individuales ,, como lo es el de su generalización
falsa de garantías sociales.
Este autor comenta que ciertamente, lo positivo que el de los derechos del hombre como
derechos humanos de la persona individual considerada se aumentaron en nuestra Constitución
Actual, comprendiendo el hombre en un solo como individuo, sino integrado también a la familia y
en múltiples asociaciones intermedias de diversa índole.
El autor, Héctor Fix Zamudio dijo que el país tuvo el honor de adelantarse en el camino de la
conquista social, al establecer en dicha constitución actual los principios justicieros de los derechos
sociales, recibiendo el nombre sumamente impropio de garantías sociales. En este estricto
derecho sólo cabe hablar de derechos sociales que garantizan a través de jurisdiccionales
específicas, resultando indispensable establecer normas instrumentales inspiradas en la justicia
social, desprovistas de rigorismo, fórmulas y lentitud de los procedimientos ordinarios y
permitiendo que surja un derecho procesal social. Del cual forman parte de los procesos laboral,
agrario y asistencial.
Burgoa sostuvo que la garantía social, al igual que el individual, se revela como una relación
jurídica. Considera determinadas clases sociales, colocadas en un una deplorable situación
económica., exigieron al Estado adopción de ciertas medidas proteccionistas de ciertos medios de
tutela frente a la clase social, poderosa. Concluyó afirmando que al dictarse normas para tal fin, se
establecen las garantías sociales que vienen a ser una relación de derecho entre los grupos
sociales favorecidos o protegidos y aquellos frente a los que se implantó la tutela.
Noriega rechazó la idea del Derecho social, es derecho obrero en concreto, o bien un derecho
especial destinado a proteger las clases desvalidas. Afirmando que es fundamental una nueva
forma estilística del derecho en general, un derecho de integración, apoyado el fenómeno de la
comunión en la totalidad. En su opinión, trata de mismos derechos de la persona humana, pero
que corresponden en tanto se encuentran vinculada a un grupo social determinado y que tienen
un contenido específico, o sea, un deber que se impone al Estado. Es importante subrayar la
creencia de que, frente al lado de garantías constitucionales individuales, nuestra actual
constitución creó garantías constitucionales sociales que pretenden proteger a la persona
humana, ya no como individuos, sino como un componente de un grupo social o de una sociedad
en general.
En el artículo 107 en su fracción uno. Establece el juicio de amparo. El cual seguirá siempre a
instancias de la parte agraviada. Bajo este sistema actual se plantea la cuestión de que debe
reconocer que hay garantías sociales. ¿Están enunciados los derechos sociales? Habría que
contestar que esto es una falsedad, para que fuera cierto, tendríamos que establecer a nuestra
vez, así como derecho y garantías individuales, porque existe una acción individual de amparo, ya
sea agravio personal y directo, debería establecer una secuencia lógica según la cual hay derechos
sociales, por lo tanto las garantías sociales cuando exista una acción social de amparo que
fundamente en agravio colectivo, aún sigue haciendo directo en cuanto aprovecha cada uno de los
miembros de un grupo da social dado.
El autor comenta que la Constitución así como el derecho en general, ha nacido disposiciones que
protegen a la persona, no en su carácter individual, sino como miembros de un grupo con interés
común o de sociedad general, creándose así los derechos sociales. Esto no significa que dentro del
proceso constitucional de amparo hayan nacido garantías sociales, porque evidentemente el
medio para reclamar la violación de las garantías individuales es una acción procesal, que el juicio
de amparo sigue siendo estrictamente individual y no de carácter colectivo, como debiera ser la
que existiera para dar nacimiento pleno a las garantías sociales constitucionales, por lo tanto,
concluye que Burgoa está errado al referirse de las garantías sociales como lo vimos En los
párrafos anteriores.
La relación jurídica se establece entre particulares y malamente se podría asimilar a las garantías
individuales constitucionales. Que es una relación jurídica de los particulares frente al poder
público, pretendiendo los primeros que el Estado respete sus derechos fundamentales, que por
demás limitan al poder público. Por lo tanto, estamos de acuerdo que la confusión pone de
manifiesto el equívoco uso del concepto garantías para referirse a ciertos derechos destacados,
como que la garantía en realidad es un instrumento procesal que permite el aseguramiento de los
derechos reconocidos, que es lo que pretende aclarar Olea y Leiva, y que dentro de su Concepción
es continuado por Fix Zamudio.
Al clarificar estos entendidos de diferentes autores, se llega a la conclusión de que no hay
garantías individuales y garantías sociales, ya que se enfrenten o se complementen, sino que bajo
nuestro sistema fundamental solamente hay garantías constitucionales que son en gran número
de casos de derechos del hombre. Noriega nos demuestra que están amparados por una
institución procesal constitucional, el juicio de amparo, pero que siguen siendo de carácter
individual y personalísimo, aunque la acción pueda ejercerse por personas morales respecto a sus
derechos patrimoniales, y a que no de los físicos que en ellas son existentes.
En general, se dice que en la Constitución no se jerarquiza ni hay algún orden con método riguroso
de las garantías que en ella se conocen, sin embargo, los tratadistas suelen utilizar un sistema de
agrupamiento que comprende las garantías constitucionales en los siguientes apartados
generales:
garantías de igualdad,
garantías de libertad,
garantías de propiedad
garantías de seguridad jurídica.
Sin embargo, el autor considera que esta clasificación. No es aún suficiente para lograr una secuela
jerarquizada de derechos de la persona humana, ni dice nada al respecto a ese dualismo ya
mencionado de libertad, poder público dentro de la dinámica del fenómeno social y mucho menos
a las restante normatividad para su necesario equilibrio. se hizo la edición plena al principio de
que el ser humano es libre como requisito necesario para realizarse vitalmente. También se
pronunció por la posición según la cual es la libertad de acción precede al Estado que posee el
poder público y cuya teología. Es mantener el orden público mediante la creación y el
mantenimiento del orden jurídico que le permita lograr el bien común, y finalmente sabemos del
enfrentamiento de las personas humanas a la autoridad de la libertad individual, el orden jurídico
que sólo resuelve mediante instrumentos equilibradores, como lo son los procedimientos legales
que el Estado establece. Antes de invadir el campo de las libertades humanas y de sostener el
orden jurídico. Derivado a esto, y porque el texto constitucional aparece Claro, el reconocimiento
de estos factores esenciales del fenómeno humano y Político, la siguiente clasificación para el
estudio de las garantías constitucionales:
Dentro de las garantías de libertad, se comprenden las libertades políticas. Las cuales son
pluralidad de libertad esencial del hombre actuando en la sociedad.
Los diversos autores consideran la libertad política como base del resto de las libertades, en la
medida que dentro de un sistema democrático de representación, se conforme un régimen dentro
de la cual se establezca el respeto de las libertades políticas, el resto de las libertades deben
considerarse auténticas y suficientes para permitir la vida en la sociedad.
Existen garantías constitucionales de libertad a medida que exista una libertad política no sólo
para. Elección de representantes, sino también para la exigencia de responsabilidades aquellas
autoridades que excedan o incumplan las funciones para las cuales fueron electos o designados en
términos de la organización política que un pueblo se da a sí mismo.
Con lo que respecta a cuestiones electorales, las libertades políticas se ven limitadas al
establecimiento de un sistema electoral, concretamente a los términos de las disposiciones
constitucionales mexicanas. Se desarrollan en disposiciones de carácter orgánico estatal, no de
inclusión dentro de la parte dogmática constitucional que obliga a tratamiento en el estudio de las
garantías constitucionales que nos rigen.
El autor Sánchez Belmonte expone su punto de vista a este tema: “queda todavía la libertad
política, separada por Aristóteles de la libertad civil, pero contenida en la idea integral de libertad
como la importante de ella. La libertad política consiste en la facultad de hacer todas aquellas
cosas mediante las cuales el hombre como ciudadano, participa en la formación del gobierno e
interviene en su funcionamiento. este autor dice que la libertad política, así como la de civil, se
haya formada por 2 elementos, uno el activo y el otro el dinámico, y otro pasivo o estático, que es
la facultad de hacer la libertad política, se resuelve en poder político. Puesto que el poder del
hombre sobre sí mismo, sino el poder del individuo ejercido en el cuerpo social, los derechos
políticos, son las manifestaciones de ese poder y esto basta para reconocerles en una categoría
propia. La seguridad personal del ciudadano, la libertad política es una sola con la libertad civil. Su
elemento pasivo o estático es el mismo para liberar. Civil del hombre como para la libertad del
ciudadano. En ambos casos es seguridad del individuo como persona humana. Hay que reconocer
que la libertad política como facultad de hacer es técnicamente distinta de la libertad personal, no
se empeña en negarle la carácter de la libertad.
Kelsen sostiene que “los derechos políticos comúnmente son definidos como los que se le da a su
poseedor la facultad de intervenir en él formación del Estado y que el principal es el de voto”,
El orden jurídico nacional puede conceder derechos políticos a los no ciudadanos y lo fundamenta
en el siguiente término textual: como derecho político también se considera usualmente ciertas
libertades garantizadas por la Constitución, como la religiosa, como como la de la palabra y la de la
prensa. El derecho de tener y portar armas, el derecho del pueblo a la seguridad personal y a la
inviolabilidad de sus domicilios, papeles y bienes, el derecho contra pesquisas y embargos, el
derecho a no ser privado de la vida, de la libertad o de la propiedad sin juicio previo, el de no ser
expropiado sin justa compensación, etcétera.
El autor González Calderón indica que el derecho de tomar parte en la formación y en el ejercicio
del Gobierno y el Revolución, los de reunión, petición y asociación reconoce la ley fundamental
como pertenecientes a todos los habitantes de la República son pues en su esencia, derechos
civiles. algunos autores consideran como derecho político los de reunión, petición y asociación.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos de San José, Costa Rica, el 22 de noviembre
de 1969, en su artículo 23 y bajo el rubro de derechos políticos, dispone lo siguiente:
El autor concluye que sin importar el contenido concreto que se dé las libertades o derechos
políticos, es claro que se admiten una subdivisión refiriéndose a uno de los extremos de tal
clasificación al derecho al sufrir el sufragio y respeto al voto público; El otro, a una serie de
derechos o libertades que permiten una participación de los individuos en las decisiones
gubernamentales que se reconozcan o no ciertas libertades como políticas o civiles, es claro que
ellas están incluidas y protegidas en el texto constitucional, y fuera de este hecho que no se
conoce la acción de amparo para combatir las violaciones de los derechos políticos.
Según las concepciones que se tenían a mediados del siglo de nuestra independencia, y conforme
a la nación, sino con anterioridad a los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, se entendía con
lógica que los individuos componentes de la nación conservaban el poder electoral y el cual
precedía a los tradicionales poderes de ejercicio. El autor Otero informó que los ciudadanos
mexicanos ejercen el derecho el poder de electoral, no conformado por declaración o por
reconocimiento, sino sencillamente como derecho constitucional como lo hizo en su proyecto de
constitución del 3 de noviembre de 1842 en los art.16 y 22.
Por inspiración de este autor jalisciense, El amparo que tramita y resuelve el poder judicial federal,
pero también lo que se entendía en ese entonces que el poder electoral no podría evaluarse con
intervención de otro poder que es derivado de él, aunque no sea directamente sino a través de los
poderes ejecutivos y legislativos, sí electos por la ciudadanía. Con lo que respecta al sufragio,
nuestra Constitución no lo incluye dentro del capítulo específico de referente a las garantías
constitucionales, la ley de amparo no permite el ejercicio de la acción de amparo para combatir su
violación, la jurisprudencia confirma dicho tratamiento y por todo lo anterior no profundiza en el
estudio de las libertades políticas.
Resulta conveniente recordar que en la legislación electoral se dispone que ella reglamenta los
artículos constitucionales relativos a los derechos y obligaciones político-electorales de los
ciudadanos, a la organización, función., derechos y obligaciones de los partidos políticos
nacionales y a la elección ordinaria y extraordinaria de los integrantes de los poderes legislativo y
ejecutivo de la federación.
En el libro séptimo de dicho Código se establecen los recursos, nulidades y sanciones que se
reconocen en materia electoral, siendo los primeros aquellos medios de impugnación con que se
encuentran las personas legítimas por el propio código y que atienden a lograr la revocación a las
notificaciones. De las resoluciones dictadas por los organismos electorales.
El artículo 41 establece un Instituto federal electoral que ahora en la actualidad le llamamos INE,
que es el encargado de organizar las elecciones Federales. la suprema corte no debería intervenir
en violaciones de derechos políticos, aunque es una verdad que ese involucramos. Esto no puede
existir si hablamos de juicio de amparo. Pero si ubicamos en las nuevas acciones procesales
constitucionales del artículo 5 del propio Pacto Federal, las acciones de inconstitucionalidad, ya
que no es actual la prohibición, sino por el contrario, existe un mandato expreso de intervenir para
frenar a las leyes electorales que se demuestren son inconstitucionales.
Se reconoce una jurisdicción electoral que corresponde al tribunal electoral del poder judicial de la
Federación para conocer no cuestiones de constitucionalidad electoral, sino de legalidad
constitucional y constitucional, las cuales tramita y resuelve aquel tribunal. De estas últimas
resoluciones no pueden ser revisadas por la suprema corte, pero sí las contradicciones de tesis
jurisprudenciales entre la sala del tribunal electoral y las sostenidas por las salas del Pleno de la
suprema corte. En estos casos, este último decidirá la tesis que debe prevalecer en los términos
del artículo 99 constitucional.