PDF Hazlo Simple Compress
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Hazlo simple
Una guía de iniciación a los conceptos básicos
de la ACT (terapia de aceptación y de compromiso)
y muchas más cosas
Si este libro le ha interesado y desea que le mantengamos informado de
nuestras publicaciones, escríbanos indicándonos qué temas son de su interés
(Astrología, Autoayuda,
Espiritualidad, Cienciasy Ocultas,
Tradición...) ArtesleMarciales,
gustosamente Naturismo,
complaceremos.
Colección Psicología
HAZLO FÁCIL
Russ Harris
Portada
Hazlo simple
Créditos
editorr
Nota del edito
Dedicatoria
Prefacio: Tu punto de elección
¿Qué hay de nuevo en esta segunda
segunda versión?
usar este libro
Cómo usar
Parte 1: ¿Qué es la ACT?
Capítulo 1. El desafío humano
Capítulo
Capítulo 2. Engancharse
Engancharse
Capítulo 3. Mindfulness y otras palabras dudosas
Capítulo 4. Sé un geek
Parte 2: Empe
Empezando
zando
Capítulo 5. Preparándose para el éxito
Capítulo
Capítulo 6. ¿Cuál es el problema?
Capítulo 7. ¿Dónde empiezo?
Capítulo empiezo?
Parte 3: El meollo de la cuestión
Capítu
Capítulo
lo 8. ¿Creativa
¿Creativa qué?
Capítulo
Capítulo 9. Dejar
Dejar de luchar
Capítulo 10. Anclaje
Capítulo 11. Fijarse en ese pensamiento
Capítulo 12. Profundizando en la defusión
Capítulo 13. La defusión Smörgåsbord
Capítulo 14. Barreras a la defusión
Capítulo 15. Hojas, arroyos, nubes y cielo
Capítulo 16. Sobrecarga técnica y otros peligros
Capítulo 17. Estar presente
Capítulo 18. Abrázate amablemente
Capítulo 19. Saber lo que importa
Capítulo 20. ¿Qué pasa si nada importa?
Capítulo 21. Haz lo que sea necesario
Nota biográfica
Nota del editor
Tu punto de elección
Puedes un
declarar abrazar conscientemente
ganador y encontrar unapensamientos contradictorios
gran coherencia sin
y comprensión
como resultado.
Puedes considerar que no eres nada, y hallar una enorme tranquilidad y
propósito porque lo has hecho.
Encontrarás que lo que importa profundamente reside a la vista en el
interior de tu dolor, de tu alegría, de tu admiración, o de tu autenticidad.
Elegir es posible, incluso mientras tu mente trata constantemente de
convertir las opciones en silogismos lógicos.
Lo que hace posible este viaje es la vitalidad de la existencia que ofrece la
flexibilidad psicológica. Es un faro para clientes y terapeutas por igual, una
vez que puedas atravesar la maraña mental lo suficiente como para verlo.
Russ Harris ha reelaborado por completo esta nueva edición de Hazlo
libros
prontopara
veráscentrarme en ello.
cuán efectiva es. YAsí,
si lasiconoces,
aún no laconfío
conoces, confío
en que en que
aprenderás
mucho más sobre cómo usarla para obtener el máximo impacto. Dicho
esto, no es una herramienta esencial; odiaría que alguien pensara que
tiene que usar el punto de elección para realizar la ACT bien. Así que,
si bien aparece en bastantes capítulos, también te daré muchas, muchas
alternativas.
Entonces, ¿estás dentro? Si es que no, que así sea. Lo he hecho lo mejor que
he podido. Pero si es que sí…, como decimos en Australia, «¡Bien por ti!».
Estoy seguro de que no te arrepentirás.
Cómo usar este libro
Secciones de «Habilidades»
Las secciones «Habilidades» te sugieren cosas que debes hacer para
desarrollar tus habilidades de ACT. Leer sólo este libro no te acerca lo
suficiente como para aprenderla por completo; también deberás practicar
activamente los ejercicios a medida que avances. Después de todo, no
puedes aprender a conducir leyendo sobre ello; tienes que subirte a un
automóvil, poner las manos en el volante y dar una vuelta. Así que te
animaré repetidamente a practicar de manera activa nuevas habilidades, en
casa y en las sesiones. Encontrarás estas secciones en muchos, aunque no
en todos los capítulos; pero incluso cuando no se incluyan explícitamente,
espero que practiques alguna combinación para completar las hojas de
trabajo, revisar los guiones, ensayar intervenciones con un cliente
imaginario, probar técnicas en ti mismo y luego hacerlo todo de verdad, en
la sesión.
paso
gamalosdeseis procesos clínicos.
problemas centrales El
de énfasis
la ACT en y cómo
cadaaplicarlos
capítulo aestará
una amplia
en la
simplicidad y practicidad para que puedas comenzar a utilizar este enfoque
de manera inmediata. (Pero ten en cuenta que los recién llegados primero
deben leer el libro completo, de principio a fin, antes de aplicar sus
contenidos). En la parte 4, «Concluyendo» (capítulos 30-32), cubriremos
una amplia gama de temas importantes, incluidos la mejora de la relación
cliente-terapeuta, las dificultades comunes del terapeuta, la superación de
las barreras al cambio, bailando alrededor de los seis procesos centrales y
guiándote en tu viaje como terapeuta ded e la ACT
ACT..
Luego asistí
otro gran a un
error: tallertan
estaba conimpresionado
Steve Hayes,con
el su
fundador de la de
estilo único ACT, y cometí
hacer terapia
que comencé a tratar de copiarlo. Esto tampoco me funcionó muy bien. El
problema era que no estaba siendo auténtico; estaba haciendo una mala
imitación de Steve.
Entonces, un día, escuché esta cita de Oscar Wilde: «Sé tú mismo, el resto
de los papeles ya están cogidos». Y fue entonces cuando se encendió la
bombilla. Me alejé de los guiones, dejé de suplantar a los gurús de la ACT y
encontré mi propia manera de implementar la ACT. Desarrollé mi propio
estilo y mi propia forma de hablar, una manera que se evidenciara natural y
que también se adaptara a los clientes con los que trabajo. Fue entonces
cuando la ACT cobró realmente vida para mí. Así que te animo a que hagas
lo mismo. Sé tú mismo. A medida que vayas leyendo este libro, utiliza tu
creatividad. Siéntete libre de adaptar, modificar y reinventar las
herramientas
permanezcas fiely técnicas quedeencontrarás
al modelo la ACT) paraen estas páginas
adaptarte a tu (siempre que
propio estilo
personal. Cuando presentes metáforas, guiones, hojas de trabajo o
ejercicios, cambia las palabras para adaptarlas a tu manera de hablar. Y si
tienes metáforas o ejercicios mejores o diferentes que logran los mismos
fines, utilízalos en lugar de los de este libro. Hay un enorme espacio para la
creatividad y la innovación dentro del modelo de la ACT, así que
aprovéchalo al máximo.
El desafío humano
¿Qué es la ACT?
Oficialmente pronunciamos «ACT» como la palabra, no como las iniciales.
Y hay una buena razón para esto. En esencia, la ACT es una terapia
conductual: se trata de llevar a cabo un acto, una acción. Pero no cualquier
acción, sino una acción guiada por tus valores fundamentales: comportarte
como el tipo de persona que quieres ser. ¿Qué quieres representar en la
vida? ¿Qué es lo que realmente te importa en lo más hondo de tu corazón?
¿Cómo quieres tratarte a ti mismo, a los demás y al mundo que te rodea?
¿Por qué cosas quieres que te recuerden en tu funeral? La ACT te pone en
contacto con lo que realmente importa en el panorama general: los deseos
más profundos de tu corazón sobre cómo quieres comportarte y lo que
quieres hacer durante tu breve tiempo en este planeta. Luego utilizas estos
linealidad es que hace que la ACT sea más difícil de aprender inicialmente
que los modelos de «seguir los pasos».
¡Pero no desesperes! En los últimos años, esta tarea se ha vuelto mucho
más fácil gracias a una herramienta simple pero poderosa llamada punto de
elección, que presentaré pronto. Primero, sin embargo, pasemos
TERMINOLOGÍA COMPLEJA
La defusión, la aceptación, el yo como contexto y el contacto con el momento presente (también
llamado «atención flexible») son los cuatro procesos centrales de mindfulness de la ACT. Así
pues, cada vez que encuentres el término «mindfulness» en la ACT, podría referirse a cualquiera
o a todos estos procesos, en cualquier combinación.
El triflex de la ACT
Los seis procesos centrales se pueden agrupar en lo que yo llamo el triflex
(porque suena más impresionante que triángulo). El triflex comprende tres
unidades funcionales, como se muestra en la figura de abajo.
El yo como contexto (también conocido como percatarse de uno mismo)
y ponerse en contacto con el momento presente implican prestar atención de
manera flexible y participar en tu experiencia del aquí y el ahora (en otras
palabras, «estar presente»).
La defusión y la aceptación consisten en separarse de los pensamientos y
sentimientos, verlos como realmente son, dejarles espacio y permitirles ir y
venir por su propia cuenta (en otras palabras, «abrirse»).
Los valores y la acción comprometida implican iniciar y mantener
acciones que mejoren la vida (es decir, «hacer lo que importa»).
Por lo tanto, podemos describir la flexibilidad psicológica como la
capacidad de «estar presente, abrirse y hacer lo que importa».
Ahora que tienes una idea de los seis procesos centrales y cómo podemos
agruparlos en tres unidades más grandes, quiero presentar mi herramienta
de la ACT favorita de todos los tiempos, que los reúne a todos de una
manera fácil de entender y en un formato fácil de utilizar.
demasiado difícil, cuando las cosas van bien, cuando obtenemos lo que
queremos, es mucho más fácil elegir los movimientos hacia adelante. Pero
como sabes, la vida no es así muchas veces. La vida es dura, y en muchas
ocasiones no conseguimos lo que queremos. Así que, a lo largo del día,
nos encontraremos con todo tipo de situaciones difíciles, y aparecerán
pensamientos y sentimientos complejos.
En la parte inferior del diagrama, el terapeuta ahora escribe: «Situación(es),
pensamientos y sentimientos» (Nota: A lo largo de este libro, el término
«pensamientos y sentimientos» se utilizará como abreviatura de
pensamientos, sentimientos, emociones, recuerdos, impulsos, imágenes y
sensaciones. Cualquiera o todas estas experiencias privadas pueden
mencionarse o escribirse en el punto de elección).
El terapeuta continúa: El problema es que la configuración predeterminada
para la mayoría de nosotros es que cuando aparecen estos pensamientos y
sentimientos
enganchan, nosdifíciles, tendemos
atrapan, nos sacuden ya nos
«engancharnos»
lanzan por todasapartes.
ellos.¿Sabes
Nos
a lo que me refiero? Pueden engancharnos físicamente, por lo que
comenzamos a actuar de diversas maneras con nuestros brazos, piernas y
boca. O pueden llamar nuestra atención, así que en lugar de centrarnos en
lo que estamos haciendo, nos perdemos en nuestro mundo interior. Y
cuanto más fuertemente estamos enganchados… más hacemos esos
movimientos hacia atrás, ¿verdad?
elección» o las iniciales «PE»). Mientras hace esto, continúa: Así, cuando
estamos en estas situaciones desafiantes, y aparecen estos pensamientos y
sentimientos difíciles, debemos hacer una elección: ¿cómo vamos a
responder a esto? Cuanto más nos enganchemos, más probable es que
hagamos movimientos hacia atrás. Pero cuanto más podamos
desengancharnos, más fácil será que hagamos movimientos hacia adelante.
El terapeuta continúa: De este modo, si queremos ser buenos haciendo esto
(señala la flecha «Adelante»), debemos hacer dos cosas: necesitamos
aprender algunas habilidades de desenganche. Y tenemos que tener claro
qué movimientos hacia adelante queremos hacer. Una vez hecho esto,
tenemos muchas más opciones sobre cómo vamos a responder a todas
estas cosas difíciles que la vida nos depara. Y de eso trata básicamente
este tipo de terapia: aprender a desengancharse de estas cosas (apunta
hacia «Pensamientos y sentimientos»), reducir estas cosas (apunta a
movimientos hacia «Atrás») y ayudarte a mejorar en hacer esto cosas
(señala movimientos hacia «Adelante»).
TERMINOLOGÍA COMPLEJA
Algunos profesionales de la ACT utilizan el término «enganchado» para referirse únicamente a
la fusión cognitiva. El punto de elección emplea el término en un sentido más amplio para
referirse tanto a la fusión cognitiva como a la evitación experiencial. Exploraremos esto más a
fondo en el capítulo 2.
BITS EXTRA
Descárgate el PDF titulado ACT Made Simple: The Extra Bits de la página «Free Stuff» en
www.actmindfully.com.au y lee el capítulo 1. Allí encontrarás: (a) versiones imprimibles del
hexaflex, el tríptico y el punto de elección y (b) una explicación de las principales diferencias
entre el punto de elección y la matriz.
Habilidades
Leer sólo este libro no te dará habilidades de la ACT, al igual que leer un
libro de cocina no te dará habilidades de cocina. Si quieres aprender a
cocinar bien, tienes que practicar, practicar y practicar esas habilidades, y lo
mismo ocurre con la ACT. Así, al final de la mayoría de los capítulos, te
pediré que hagas algo para desarrollar tus habilidades de la ACT. Aquí te
expongo algunas sugerencias para comenzar:
Recorre el punto de elección con un cliente imaginario como si fueras
un actor ensayando para una obra de teatro. Actúa en voz alta, si estás
dispuesto a hacerlo; pero si no, hazlo en tu cabeza. Idealmente,
prolóngalo mientras lo ensayas.
Una vez que hayas ensayado el punto de elección en privado, revísalo
con un amigo o con un colega para ver si puedes resumir de qué se trata
la ACT.
Después, pruébalo de verdad con algunos de tus clientes.
Puedes ser un poco reacio a hacer esto; puedes pensar que es una tontería,
que no tiene mucha importancia, o simplemente que no es tu estilo. Sin
embargo, aunque nunca lo hagas con un cliente real, ensayarlo te ayudará a
comprender el modelo de la ACT. (Además, también te ayudará
enormemente si alguna vez quieres explicar la ACT a los amigos, los
colegas, los parientes o a los invitados curiosos de tu próxima cena).
Para llevar
La ACT es una terapia conductual que utiliza creativamente valores y
habilidades de mindfulness para ayudar a las personas a construir vidas ricas
y significativas. Se basa en seis procesos centrales: valores, acción
comprometida y los cuatro procesos de mindfulness de defusión, de
aceptación, del yo como contexto y de contacto con el momento presente.
Podemos agruparlos en tres procesos más grandes: estar presente, abrirse y
hacer lo que importa. En términos técnicos, el objetivo de la ACT es ayudar
a las personas a desarrollar flexibilidad psicológica: la capacidad de
concentrarse y participar en lo que estamos haciendo, de abrirnos y dejar
espacio a nuestros pensamientos y sentimientos, y de actuar de manera
efectiva, guiados por nuestros valores.
CAPÍTULO 2
Engancharse
¿Qué es la mente?
Esto es muy difícil. No puedo hacer esto. Desearía que hubiera aquí un
terapeuta de verdad para decirme qué hacer. Tal vez no estoy hecho para
este tipo de trabajo. Soy tan torpe…
podrían salireso
Si es así, mal?
significa que tu mente es normal. No, eso no es un error
tipográfico. En la ACT, suponemos que los procesos psicológicos normales
de una mente humana normal se vuelven destructivos y crean sufrimiento
psicológico para todos nosotros. Y la ACT especula que la raíz de este
sufrimiento es el mismo lenguaje humano.
El lenguaje y la mente
El lenguaje humano es un sistema de símbolos altamente complejo que
incluye palabras, imágenes, sonidos, expresiones faciales y gestos físicos.
Los humanos usan el lenguaje en dos dominios: abierto y encubierto. El
lenguaje abierto incluye hablar, imitar, gesticular, escribir, pintar, esculpir,
cantar, bailar, actuar, etc. El lenguaje encubierto incluye pensar, imaginar,
soñar despierto, planificar, visualizar
visualizar,, analizar, preocuparse, fantasear, etc.
La palabra «mente» se refiere a un conjunto increíblemente complejo de
procesos cognitivos interactivos, que incluye analizar, comparar, evaluar,
planificar, recordar, visualizar, etc. Y todos estos procesos complejos se
basan en el sofisticado sistema de símbolos que llamamos lenguaje humano.
Por lo tanto, en la ACT, cuando utilizamos la palabra «mente», la estamos
usando como una metáfora de «lenguaje humano».
Fusión cognitiva
La
quefusión cognitiva,
nuestras generalmente
cogniciones abreviada
dominan nuestroa fusión, básicamente
comportamiento significao
(abierto
encubierto) de una manera autodestructiva o problemática. En otras
palabras, nuestras cogniciones tienen una influencia negativa en nuestras
acciones y nuestra conciencia.
TERMINOLOGÍA COMPLEJA
En la ACT, el término «cognición» se refiere a todas y cada una de las categorías de
1.problemáticas.
Nuestras cogniciones dominan
En respuesta nuestras
a nuestras acciones decimos
cogniciones, físicas dey hacemos
maneras
cosas que no son efectivas para construir la vida que queremos. Por
ejemplo, en respuesta al pensamiento: «No le gusto a nadie», cancelo
mi asistencia a un evento social importante.
2. Nuestras cogniciones dominan nuestra conciencia de maneras
problemáticas. En otras palabras, nos «arrastramos» en nuestras
cogniciones o nos «perdemos» en ellas para que nuestra conciencia se
reduzca y ya no prestemos atención de manera efectiva. Por ejemplo,
estoy tan «atrapado» en la preocupación o en la reflexión que no puedo
mantener mi atención en las tareas importantes que necesito hacer en el
trabajo y empiezo a cometer muchos errores.
Existe un consenso general en la ACT de que el término «fusión» sólo debe
utilizarse si el proceso da lugar a un comportamiento problemático y
autodestructivo. En otras palabras, si en respuesta a nuestras cogniciones,
nuestro comportamiento abierto o encubierto se volviera estrecho, rígido e
inflexible en un grado que es ineficaz y autodestructivo (por ejemplo,
empeora la vida a largo plazo, perjudica la salud y el bienestar, nos aleja de
nuestros valores), entonces, usaríamos el término «fusión». Pero si no, no lo
haríamos.
Por ejemplo, si estoy «perdido en mis pensamientos» de una manera que
mejora la vida, como soñar despierto mientras estoy tumbado en la playa de
vacaciones o ensayando
momento adecuado, mentalmente
lo llamaríamos un discurso
«absorción» en lugar importante
de fusión. en el
Ahora te presentaré una de mis metáforas favoritas para transmitir
brevemente los conceptos de fusión y defusión. Voy a hacer que hagas el
ejercicio parte por parte para que puedas experimentarlo por ti mismo.
***
Terapeuta: Así, ¿cómo sería andar todo el día con las manos cubriéndote
los ojos de esta manera? ¿Cuánto te limitaría? ¿Cuánto te perderías?
¿Cómo reduciría tu capacidad de responder al mundo que te rodea? Esto
es lo que quiero decir con «engancharnos»: estamos tan atrapados en
nuestros pensamientos y sentimientos que nos perdemos la vida y no
podemos actuar con eficacia.
[Ahora, una vez más, cuando llegues al final de este párrafo, haz la
siguiente parte del ejercicio].
Terapeuta: Tápate los ojos con las manos nuevamente, pero esta vez bájalos
de la cara muy, muy lentamente. Y a medida que aumentas la distancia
entre tus manos y tu rostro, observa cuán fácil te resulta conectarte con el
mundo que te rodea.
[Haz esto ahora, antes de seguir leyendo].
Terapeuta: Esto es lo que yo llamo «desenganche». ¿Cuánto más fácil es
ahora tomar medidas efectivas? ¿Cuánta más información puedes recibir?
¿Cuánto más conectado estás con el mundo que te rodea?
***
Esta metáfora
defusión: (Harris,
participar 2009a) demuestra
plenamente en nuestralosexperiencia
dos propósitos principales
y facilitar de la
una acción
efectiva. (Una nota rápida: el objetivo de la defusión no es deshacerse de
los pensamientos y sentimientos no deseados o hacernos sentir mejor. Esto
a menudo sucede como resultado de la defusión, pero como exploraremos
más adelante, en la ACT, consideramos esto un bono o un subproducto, no
la intención principal).
Funcionabilidad
Todo el modelo de la ACT se basa en un concepto clave: la funcionabilidad.
Grábate esa palabra, funcionabilidad, en la corteza cerebral, porque sustenta
cada intervención que hacemos. Para determinar la viabilidad, nos
preguntamos: «¿Lo que estoy haciendo está trabajando para darme el tipo
de vida que deseo a largo plazo?». Si la respuesta es sí, entonces decimos
que es «viable», por lo que no es necesario cambiarlo. Y si la respuesta es
no, entonces decimos que es «inviable», en cuyo caso, podemos considerar
alternativas que funcionen mejor.
mejor.
Por lo tanto, en la ACT, no nos enfocamos en si un pensamiento es
verdadero o falso, sino en si es viable. En otras palabras, queremos saber si
un pensamiento ayuda a un cliente a avanzar hacia una vida más rica, plena
y significativa. Para determinar esto, podemos hacer preguntas como: «Si
dejas que este pensamiento guíe tu comportamiento, ¿eso te ayudará a crear
una vida más rica, más plena y más significativa?». «Si te aferras
firmemente a este
a hacer lo que pensamiento,
quieres hacer?». ¿te ayuda a ser la persona que quieres ser y
***
Cuando usamos el marco básico de la funcionabilidad, nunca necesitamos
juzgar el comportamiento de un cliente como «bueno» o «malo»,
«correcto» o «incorrecto»; en cambio, podemos preguntar, sin prejuicios y
con compasión, «¿Está funcionando para darte la vida que deseas?». Del
mismo modo, nunca necesitamos juzgar los pensamientos como
irracionales, disfuncionales o negativos, o debatir si son verdaderos o
falsos. En cambio, podemos hacer preguntas como:
¿Cómo funciona a largo plazo, si dejas que esa creencia/idea/regla
dirija tu vida/dicte lo que haces/guíe tus acciones?
Si todos esos pensamientos te atrapan/enganchan, ¿eso te ayuda a hacer
las cosas que quieres?
Si dejas que esos pensamientos te guíen, ¿eso te ayuda a ser la persona
que quieres ser?
Ten en cuenta que, en la transcripción anterior, el terapeuta no intenta
cambiar el contenido de los pensamientos. En la ACT, el contenido de un
pensamiento rara vez se considera problemático. Por lo general, la fusión
con el pensamiento crea el problema. En muchos libros de psicología,
descubrirás esta cita de William Shakespeare: «No existe nada bueno ni
malo, es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así». La postura de
la ACT sería fundamentalmente diferente: «Pensar no hace nada bueno ni
malo, pero la fusión con tu pensamiento crea problemas».
En una nota aparte, ¿te has fijado cómo ha respondido el terapeuta cuando
el cliente le ha dicho: «¡Pero no puedo evitarlo!»? Nuestros clientes suelen
decir cosas como ésta, especialmente cuando se trata de comportamientos
impulsivos, adictivos o agresivos. Y cuando lo hacen, queremos validarlo y
decir algo como, «Eso es correcto. En este momento, no puedes evitarlo.
Estos pensamientos y sentimientos te enganchan instantáneamente y te
sacuden como un títere en una cuerda». Luego podemos preguntar:
«¿Entonces te gustaría cambiar eso?». Si el cliente responde que sí,
podemos invitarlo a aprender algunas habilidades nuevas, como al final de
la transcripción anterior. («Eso es correcto», te escucho decir, «pero ¿qué
pasa si el cliente responde que no, o simplemente dice: “Eso no es
posible”?». Exploraremos esas preguntas en capítulos posteriores).
Preocupación, catastrofismo.
Predicción de lo peor, desesperación.
Falta de estímulo, rechazo,
rech azo, dolor, pérdida, etc.
Fusión con el autoconcepto. Se refiere a todos los tipos de cognición
autodescriptiva y autoevaluada, que incluyen:
Autojuicios negativos: soy malo, antipático, inútil, sucio, dañado, no
soy nada, estoy roto.
C dicedeque
lugar no debería
trabajo, etc.). (C = padres, religión, ley, creencias culturales,
Fusión con las reglas. Esta categoría incluye todas las «reglas» a las que
me suscribo sobre cómo debería ser yo, los demás o el mundo. Las reglas
generalmente se pueden identificar con palabras como «debería», «tendría
que», «correcto», «incorrecto», «justo» o «injusto». Y a menudo
especifican condiciones como: «No puedo hasta que…», «No debería a
menos que…», «No debo porque…», «X debe hacer esto para…», «No
El pasado y el futuro.
Uno mismo y los otros.
Nuestros propios pensamientos y sentimientos.
Nuestro cuerpo, nuestro comportamiento, nuestra vida.
El mundo, lugares, personas, objetos, eventos y casi cualquier cosa.
Estas seis categorías de fusión se superponen y se entrelazan fácilmente en
narraciones complejas como ésta: debido a que me han sucedido cosas
malas (pasadas), estoy dañado (autoconcepto, juicio), lo que significa que
no puedo hacer X (motivo), por eso nunca podré tener Y (futuro). Ten en
cuenta que estas seis categorías no cubren todo el espectro de fusión, pero sí
representan los repertorios más comunes que encontramos en la práctica
clínica.
Evitación experiencial
Veamos ahora el otro proceso central que engancha a las personas: la
evitación experiencial. Este término se refiere a nuestro deseo de evitar o
deshacernos de las «experiencias privadas» no deseadas y cualquier cosa
que hagamos para intentar que eso suceda.
TERMINOLOGÍA COMPLEJA
Una experiencia privada significa cualquier experiencia que hayas vivido y que nadie más
conozca (a menos que se la hayas contado a alguien): pensamientos, sentimientos, recuerdos,
imágenes, emociones, impulsos, deseos, sensaciones…
Entonces, ylaesmente
problemas, humana
muy buena en essu como unaY máquina
trabajo. dado quedela resolución
resolución de
de
problemas funciona tan bien en el mundo material, es natural que nuestra
mente intente hacer lo mismo con nuestro mundo interior: el mundo de los
pensamientos, los sentimientos, los recuerdos, las sensaciones y los
impulsos. Pero, desafortunadamente, cuando tratamos de evitar o
deshacernos de pensamientos o sentimientos no deseados, a menudo no
funciona, o si lo hace, terminamos creando muchos problemas nuevos que
nos hacen la vida aún más difícil.
aaumenta
corto yplazo
se agudiza, y ahora
al evitar tengo «fobia
situaciones social».(puedo
sociales Hay un beneficio obvio
rehuir algunos
pensamientos y sentimientos ansiosos), pero el coste a largo plazo es
enorme: me vuelvo una persona aislada, mi vida «se hace más pequeña» y
me encuentro atrapado en un círculo vicioso.
Alternativamente, puedo tratar de reducir mi ansiedad en situaciones
sociales desempeñando el papel de «buen oyente». Me vuelvo muy
empático y cariñoso con los demás, y descubro mucha información sobre
los pensamientos, sentimientos y deseos de las personas con las que hablo,
pero revelo poco o nada de mí mismo. Esto ayuda a corto plazo a reducir mi
miedo a ser juzgado o rechazado, pero a la larga significa que mis
relaciones carecen de intimidad, apertura y autenticidad.
Ahora supongamos que tomo Valium, o alguna otra sustancia que altera el
estado de ánimo, para reducir mi ansiedad. Nuevamente, el beneficio a
corto plazo es obvio: menos ansiedad. Pero los costes a largo plazo de
depender de las benzodiacepinas, los antidepresivos, la marihuana o el
alcohol para reducir mi ansiedad podrían incluir: (a) dependencia
psicológica de la sustancia, (b) adicción física, (c) efectos secundarios
físicos y emocionales, (d) costes financieros, y (e) no obtener respuestas
más efectivas a la ansiedad, lo que, por lo tanto, mantiene o exacerba el
problema.
Otra forma en que podría responder a la ansiedad social sería apretar los
dientes y socializar a pesar de mi ansiedad, es decir, tolerar los sentimientos
aunque esté angustiado por ellos. Desde la perspectiva de la ACT, esto
también sería evitación experiencial. ¿Por qué? Porque, aunque no estoy
evitando la situación, sigo luchando con mis sentimientos y esperando
desesperadamente que desaparezcan. Esto es tolerancia, no aceptación.
Hay una gran diferencia entre tolerancia y aceptación. ¿Te gustaría que las
personas que amas te tolerasen mientras estás presente, esperando que
pronto te fueras y verificando con frecuencia si ya te has ido? ¿O preferirías
que te aceptasen
debilidades, y quecompleta y totalmente
estuvieran dispuestoscomo eres todo
a tenerte con todos tus defectos
el tiempo y
que elijas
quedarte?
El coste de tolerar mi ansiedad social (es decir, apretar los dientes y
soportarla) es que requiere una gran cantidad de esfuerzo y energía, lo que
hace que sea difícil participar plenamente en la interacción social. Como
consecuencia, me pierdo gran parte del placer y de la satisfacción que
comúnmente acompaña a la socialización. Y esto a su vez aumenta mi
ansiedad sobre futuros eventos sociales porque: «No lo disfrutaré» o «Me
sentiré horrible» o «Supone demasiado esfuerzo».
Lamentablemente, cuanta más importancia le damos a evitar la ansiedad,
más desarrollamos ansiedad por nuestra ansiedad. Es un círculo vicioso,
que se encuentra en el centro de cualquier trastorno de ansiedad. (Después
de todo, ¿qué hay en el centro de un ataque de pánico, si no es ansiedad por
la ansiedad?) De hecho, los intentos de evitar pensamientos y sentimientos
no deseados a menudo pueden aumentarlos paradójicamente. Por ejemplo,
la investigación demuestra que la supresión de los pensamientos no
deseados puede conducir a un efecto de rebote: un aumento tanto en la
intensidad como en la frecuencia de los pensamientos no deseados
(Wenzlaff y Wegner, 2000). Otros estudios muestran que tratar de suprimir
un estado de ánimo, en realidad, puede intensificarlo en un ciclo
autoamplificador (Feldner, Zvolensky, Eifert y Spira, 2003; Wegner,
Wegner, Erber y
Zanakos, 1993).
Un amplio y creciente cuerpo de investigación muestra que una mayor
evitación experiencial se asocia a trastornos de ansiedad, preocupación
excesiva, depresión, peor desempeño laboral, niveles más altos de abuso de
sustancias, menor calidad de vida, comportamiento sexual de alto riesgo,
trastorno límite de la personalidad, mayor gravedad del trastorno de estrés
postraumático (TEPT), discapacidad a largo plazo y mayores grados de
psicopatología general (Hayes, Masuda, Bissett, Luoma y Guerrero, 2004).
deNo
losesprotocolos
sorprendente,
de laentonces, que unponer
ACT implique componente
al clientecentral de la mayoría
en contacto con los
costes y la inutilidad de la evitación experiencial. Éste es a menudo un
primer paso esencial para allanar el camino para una agenda radicalmente
diferente: la aceptación de la experiencia. Por supuesto, aunque queremos
facilitar una vida consciente y basada en valores, no queremos convertirnos
en…
Fascistas de la mindfulness
En la ACT no somos «fascistas de la mindfulness»; no insistimos en que las
personas siempre deben estar en el momento presente, siempre
desactivadas, siempre aceptando. Eso sería ridículo. La evitación
experiencial no es inherentemente «mala» o «patológica»; es normal. Sólo
la enfocamos cuando es excesiva, rígida o inapropiada hasta tal punto que
se interpone en el camino de una vida rica y significativa.
Entonces, en los libros de la ACT, cuando hablamos de la evitación
experiencial como problemática o patológica, no nos referimos a toda
evitación experiencial; nos referimos a la evitación experiencial excesiva,
rígida e inapropiada. En otras palabras, se trata de viabilidad. Si nos
tomamos una aspirina de vez en cuando para deshacernos de un dolor de
cabeza, eso es evitar la experiencia, pero es viable, es decir, mejora nuestra
calidad de vida a largo plazo.
Si tomamos un vaso de vino tinto por la noche principalmente para
eliminar la tensión y el estrés, eso también es evitar la experiencia, pero a
menos que tengamos ciertas condiciones médicas, no es probable que sea
dañino, tóxico o que distorsione nuestra vida. Sin embargo, si bebemos dos
botellas enteras de vino tinto cada noche, ésa es una historia diferente.
los
paraanalicemos,
ilustrar cadaproporcionaré
proceso. ejemplos de clientes con depresión clínica
Fusión
Como ya sabes, la fusión significa que nuestros pensamientos dominan a
nuestras acciones físicas y a nuestra conciencia hasta un punto
problemático. En un estado de depresión, por ejemplo, los clientes pueden
fusionarse con todo tipo de pensamientos inútiles: soy malo, no merezco
nada mejor, no puedo cambiar, siempre he sido así, la vida apesta, es
demasiado duro, la terapia no funcionará, nunca mejoraré, no puedo
Evitación experiencial
La evitación experiencial, el intento continuo de deshacerse, evitar o
escapar de experiencias privadas no deseadas, como pensamientos,
sentimientos y recuerdos, es todo lo contrario a la aceptación. Los clientes
deprimidos suelen esforzarse mucho por evitar o por deshacerse de las
emociones y los sentimientos dolorosos, como la ansiedad, la tristeza, la
fatiga, la ira, la culpa, la soledad, el letargo, etc. Pongamos el ejemplo
común de retraimiento social. Tu cliente planea ir a la fiesta de cumpleaños
de su mejor amiga, pero a medida que se acerca el momento de ir, se
fusiona con pensamientos como soy aburrida, soy una carga, no tengo
nada que decir, no lo disfrutaré, estoy demasiado cansada o no puedo ser
molestada, además de recuerdos dolorosos de eventos sociales recientes que
no han ido bien. Tiene sentimientos de ansiedad, que se vuelven cada vez
más fuertes a medida que se acerca la hora, hasta que se siente consumida
por una sensación de temor. Entonces llama a su amiga y le dice que se
siente demasiado enferma para salir. Y en ese momento, siente un alivio
instantáneo: todos esos pensamientos y sentimientos difíciles desaparecen
al momento. El alivio no dura mucho, por supuesto. Poco tiempo después se
fusiona con el odio hacia sí misma: ¡Mira qué desastre soy! Ni siquiera
puedo ir a la fiesta de mi mejor amiga. Pero ese breve estallido de alivio,
ese breve escape de su temor, es muy reforzador: aumenta la posibilidad de
una futura retirada social.
La fusión y la evitación van de la mano. Nuestros clientes se fusionan con
todo tipo de cogniciones dolorosas (por ejemplo, la reflexión, la
preocupación, la autocrítica o los recuerdos de fracasos y decepciones) al
mismo tiempo que tratan de evitarlas o deshacerse de ellas (por ejemplo, a
través de las drogas, el alcohol, los cigarrillos, mirar la televisión, o dormir
en exceso).
Atención inflexible
Ponerse en contacto con el momento presente, o la atención flexible,
significa la capacidad de establecer un contacto completo y consciente con
tus mundos interno y externo y ddee estrechar, ampliar,
ampliar, cambiar o mantener tu
enfoque, dependiendo de lo que sea más útil. Tu atención inversa e
inflexible se refiere a una amplia gama de déficits de esta capacidad,
especialmente las «tres D»: distraibilidad, desvinculación y desconexión.
Distraibilidad
La distraibilidad se refiere a la dificultad para mantener la atención en la
tarea o en la actividad en cuestión: la atención cambia fácilmente a otros
Desvinculación
La desvinculación se refiere a las muchas maneras diferentes en que
perdemos interés o participación consciente en nuestra experiencia: hacer
cosas sin pensar, en piloto automático, o de manera aburrida, desinteresada
o distraída.
Desconexión
La desconexión es un término que uso para describir la falta de contacto
consciente con nuestros propios pensamientos y sentimientos. Si no somos
capaces de notar cómo estamos pensando o qué estamos sintiendo, entonces
nos falta autoconciencia, por lo que es mucho más difícil cambiar nuestro
comportamiento de manera adaptativa. Somos propensos a la desregulación
emocional y al comportamiento impulsivo, reactivo o sin sentido.
Comúnmente vemos las tres D –distraibilidad, desvinculación y
desconexión de los pensamientos y sentimientos– no solo en clientes con
depresión, sino en todo el espectro de problemas clínicos.
Acción inviable
El término «acción inviable» (o «movimientos hacia atrás») describe
patrones de comportamiento que nos alejan de la vida consciente basada en
los valores. Esto incluye acciones impulsivas, reactivas o automáticas (en
lugar de ser conscientes, consideradas o con un propósito); acciones
motivadas persistentemente por fusión o evitación experiencial (en lugar de
por valores); o inacción o dilación donde se requiere una acción efectiva.
Los ejemplos comunes de acción inviable en casos de depresión (y muchos
otros trastornos) incluyen el uso excesivo de drogas o alcohol; retirarse
socialmente; cesar las actividades que antes se disfrutaban; dormir, mirar
televisión o jugar en exceso; e intentar suicidarse.
desagrados, y nuestraspuede
historia fácilmente, esperanzas, sueñosa y definir
ayudarnos aspiraciones. Si abrazamos
quiénes somos y esta
qué
queremos en la vida.
Pero, cuando nos fusionamos con nuestro autoconcepto, parece que todos
esos pensamientos autodescriptivos son la esencia misma de quienes somos.
Perdemos la capacidad de dar un paso atrás y ver este autoconcepto como
nada más o menos que una construcción cognitiva compleja, un rico tapiz
de palabras e imágenes. (Muchos libros sobre la ACT se refieren a esa
fusión con el término algo confuso de «autocontenido»).
En la depresión, los clientes generalmente se fusionan con un concepto de
sí mismos muy negativo: Soy malo/inútil/desesperado/poco amable, etc.
Sin embargo, también puede obtener elementos «positivos», por ejemplo,
Soy una persona fuerte; No debería estar reaccionando así o Soy una
buena persona, ¿por qué me está pasando esto?
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 2 de ACT Made Simple: The Extra Bits (descargable desde la página de
«Free Stuff» en www.actmindfully.com.au) para obtener la hoja de trabajo de «Seis procesos
patológicos centrales», que puedes usar en la sección «Habilidades».
Habilidades
Para ayudarte a comenzar a pensar en términos de este modelo, hagamos un
ejercicio de conceptualización de casos:
Elige a uno de tus clientes y encuentra ejemplos de los seis procesos
patológicos centrales descritos en este capítulo, que verás que todos se
superponen entre sí. Utiliza la hoja de trabajo de Bits extra.
Si te quedas atascado
simplemente pasa al en cualquierYencabezado,
siguiente. no te que
ten en cuenta preocupes por gran
hay una eso,
superposición entre estos procesos, así que, si se te preguntas, ¿es esto
fusión o evitación?, entonces probablemente sea ambas, así que
escríbelo debajo de ambos encabezados. Este ejercicio es para
comenzar. Más adelante nos centraremos en la conceptualización del
caso con más detalle. Por ahora, sólo inténtalo y comprueba cómo te
va.
Mejor aún, realiza este ejercicio para dos o tres clientes porque (como
casi todo) con la práctica se vuelve más fácil.
Y aún mejor: si realmente quieres entender este enfoque de la
psicopatología humana, elige dos o tres trastornos en el DSM-5
(Manual de diagnóstico y estadística de los trastornos mentales, 5.ª
edición; Asociación Estadounidense de Psiquiatría, 2013) e identifica la
fusión, la evitación y la acción inviable que ocurre: ¿con qué tipo de
contenido cognitivo se fusionan las personas con estos trastornos (en
términos de pasado, futuro, autoconcepto, razones, reglas y juicios)?
¿Qué sentimientos, impulsos, sensaciones, pensamientos y recuerdos no
quieren tener o intentan evitar activamente? ¿Qué acciones inviables
suelen tomar? ¿Con qué valores centrales pierden contacto? ¿Qué tipo
de distracción, desvinculación y desconexión es común?
Por último, pero no menos importante: realiza este ejercicio contigo
Para llevar
El modelo de la ACT se basa en el concepto central de la funcionabilidad:
¿estás haciendo lo que haces para que tu vida sea más rica y plena? El
proceso patológico general en la ACT es la fusión cognitiva, de la cual hay
seis amplias categorías: pasado, futuro, autoconcepto, razones, reglas y
juicios. La fusión puede dar lugar a muchos problemas, y uno de los más
ACT y mindfulness
La ACT ha sido descrita como una terapia conductual, cognitiva,
existencial, humanista, transpersonal, de mindfulness centrada en el cliente.
Y creo que es una descripción justa porque la mayoría de los procesos
principales de la ACT se pueden encontrar, al menos en cierta medida, en
muchos otros modelos de terapia. Sin embargo, hay algunas grandes
diferencias entre la ACT y la mayor parte de los otros enfoques basados en
la mindfulness. Así que consideremos por un momento…
enfoques occidentales
toman prestados fundamentados
conceptos en la mindfulness
en gran medida se basan,
del budismo; la ACTderivan
es unao
notable excepción.
procesos).
En segundo lugar, la mindfulness es un proceso de atención, no de
pensamiento. Implica prestar atención a tu experiencia, en lugar de
estar atrapado en tus pensamientos.
En tercer lugar, la mindfulness implica una actitud particular: de
apertura y curiosidad. Incluso, si tu experiencia en este momento es
difícil, dolorosa o desagradable, puedes estar abierto a ella y sentir
curiosidad por ella en lugar de huir de ella o luchar contra ella.
En cuarto lugar, la mindfulness implica flexibilidad de atención: la
capacidad de ampliar conscientemente, reducir, mantener o redirigir tu
enfoque para que puedas asistir a los diferentes aspectos de tu
experiencia del aquí y ahora, según desees.
En quinto lugar, la atención consciente incluye la cualidad de la
amabilidad. No es como la atención fría, clínica y desapegada de un
científico diseccionando una rata, es como la atención cálida y cariñosa
que un padre amoroso le presta a un niño.
Podemos usar la mindfulness para «despertar», conectarnos con nosotros
mismos y apreciar la plenitud de cada momento de la vida. Podemos
utilizarla para mejorar nuestro autoconocimiento, para aprender más sobre
cómo nos sentimos, pensamos y reaccionamos. Podemos utilizarla para
conectarnos profunda e íntimamente con las personas que nos importan,
incluidos nosotros mismos. Y podemos utilizarla para influir
conscientemente en nuestro propio comportamiento y aumentar nuestra
gama de respuestas al mundo en que vivimos. Es el arte de vivir
conscientemente, una forma profunda de mejorar la resistencia psicológica
y aumentar la satisfacción con la vida.
Por supuesto, la ACT es mucho más que sólo mindfulness. También se
trata de alcanzar una vida basada en los valores: tomar medidas, de manera
continua, guiadas y alineadas con los valores fundamentales. De hecho,
enseñamos habilidades de atención plena en la ACT con el objetivo
principal de ayudar a las personas a vivir según sus valores.
Mindfulness no es meditación
Un psicólogo me dijo que acababa de tener una primera sesión con un
cliente nuevo, y al principio de la sesión, le dijo al cliente que le gustaba
usar la «mindfulness» en su trabajo. El cliente arrugó la cara y dijo con voz
gruñona: «Sé lo que es la mindfulness, amigo. ¡Puedes cogerla y metértela
por el culo!». ¿Alguna vez has tenido reacciones negativas similares de los
clientes? La mindfulness, al menos en algunos sectores, tiene mala fama.
Parte del problema es que muchas personas, tanto clientes como
terapeutas, combinan las palabras «meditación» y « mindfulness». Así que
seamos claros: no son lo mismo. En primer lugar, la mindfulness no se
refiere necesariamente a la práctica meditativa formal, como observar la
respiración o escanear el cuerpo. A veces lo hace, sin duda, pero también se
refiere a una amplia gama de habilidades, herramientas y prácticas que se
parecen poco o nada a la meditación formal.
Ten en cuenta, asimismo, que hay muchos tipos diferentes de estilos y
prácticas de meditación, algunos de los cuales son extremadamente
diferentes de la meditación formal mindfulness. Por ejemplo, en algunos
tipos de meditación, el objetivo es «despejar la mente de todos los
pensamientos». Esto es todo lo contrario de la meditación mindfulness,
donde no tienes expectativas de que la «mente se despeje», y estás abierto e
«anclaje»
«expansión»,(o etc.
«echar el ancla»),
Y te alentaré «atención
a que seas centrada
muy claro con tusenclientes
la tarea»,
sobre
la habilidad específica que estás enseñando (es decir, no la llames
vagamente «mindfulness») y cómo es probable que les ayude con sus
problemas.
Por ejemplo, si los clientes están enganchados a pensamientos difíciles, o
preocupaciones o reflexiones, podríamos hablar sobre ayudarlos a
«desengancharse» o a aprender algunas «habilidades de desenganche». O si
el hecho de liberar espacio para sentimientos difíciles puede ayudar a los
clientes a vivir sus valores y alcanzar sus metas, podemos hablar sobre
ayudarlos a «expandirse» o «abrirse y hacer espacio para» esos
sentimientos y luego podemos referirnos a «habilidades de expansión» o
«habilidades de apertura». Y si tienen dificultades para concentrarse en
tareas importantes, participar en la vida o estar presente con sus hijos,
entonces podemos ayudarlos a «enfocarse», «reenfocarse», «participar»,
«entrenar su atención» o «estar presente». Básicamente, como término,
«mindfulness» es a menudo simplemente demasiado abstracto, demasiado
embriagador, demasiado genérico y está demasiado alejado de los
problemas de los clientes.
Una cosa a tener en cuenta es la enorme diferencia que existe entre
«practicar la mindfulness» y «practicar la meditación de la mindfulness». De
nuevo, no son lo mismo. Hay miles de maneras de practicar la mindfulness
en la vida cotidiana, sin meditar ni una sola vez. El simple hecho es que la
mayoría de los clientes no entrarán mucho en la meditación, si es que lo
hacen. Y para muchos, incluso el pensamiento de la meditación será un
desvío. Si estás ejecutando un programa de meditación de mindfulness y
para eso viene la gente, genial. Pero en un contexto de terapia, si comienzas
a tratar de impulsar la meditación, a menudo te resultará difícil de vender.
La conclusión es que necesitamos vincular cada una de las cuatro
habilidades específicas de la mindfulness cubiertas por la ACT (defusión,
aceptación, contacto con el momento presente y el yo como contexto) con
los problemas específicos de los clientes y con tus objetivos de terapia.
Necesitamos asegurarnos de que no sólo vean por qué esto es relevante,
sino que también experimenten los beneficios durante la sesión real.
Pero, si utilizas la palabra « mindfulness» con un cliente y ésta provoca
una reacción negativa, entonces explora respetuosamente esa respuesta. ¿El
cliente lo ve como una práctica religiosa? ¿Ha escuchado cosas malas al
respecto? ¿Cuáles son sus experiencias pasadas con la mindfulness? ¿Qué
prácticas de mindfulness ha probado ya? ¿Qué esperaba que sucediera y qué
sucedió realmente?
Si exploras estas preguntas, encontrarás a menudo que tus clientes no han
experimentado el tipo flexible, práctico y no meditativo acercamiento a la
mindfulness que ofrece la ACT. En cambio, probablemente hayan
experimentado prácticas formales de meditación de mindfulness, que,
seamos sinceros, son difíciles y aburridas para muchas personas. En tales
casos, podríamos tranquilizarlos: «Ése es un enfoque de mindfulness muy
diferente al que tenemos en este modelo. Pero, dado que la palabra tiene
connotaciones negativas para ti, no la usaremos más. Sólo hablaremos de
habilidades de desenganche».
Además, a menudo encontrarás que los clientes realmente no entienden
cómo se supone que la mindfulness ayuda en la vida cotidiana. Con mucha
frecuencia, han entendido mal que es una técnica de relajación y esperan
Para llevar
«Mindfulness» es sólo una palabra dudosa en la ACT, pero hay bastantes
más, incluyendo «valores», «compromiso», «aceptación» y
«autocompasión». Estas palabras tienen muchas connotaciones negativas;
están bien para ser utilizadas con algunos clientes, pero con otros pueden
provocar respuestas negativas. Entonces, cuando lleguemos a estos temas,
te daré una variedad de palabras que puedes utilizar en su lugar. Recuerda,
como dije en el capítulo 1 (y lo diré de nuevo más tarde), acomoda y
modifica todo en la ACT para adaptarlo a tu propio estilo y a los clientes
con los que trabajas. Si sospechas que una determinada palabra, metáfora,
herramienta o técnica no funcionará bien con tu cliente, cámbiala,
Sé un geek
¡Por favor,
favor, no omi
omitas
tas este capítulo!
c apítulo!
Este capítulo, a diferencia del resto del libro, es un poco geek. De hecho,
contiene más jerga técnica que el resto del libro en su conjunto. Así que, si
lo tuyo es lo geek, te divertirás. Sin embargo, si no lo es, tampoco te saltes
este capítulo. Léelo por tres buenas razones:
(a) Enriquecerá tu comprensión de la ACT de maneras valiosas que te
harán un mejor terapeuta de la ACT.
(b) Más adelante nos referiremos a menudo de nuevo a los conceptos que
se incluyen en este capítulo, por lo que, si te lo saltas, te preguntarás de
qué demonios estamos hablando.
(c) Cuando hayas acabado de leerlo, todo lo demás te parecerá mucho más
simple en comparación. ¿Juegas? Bueno. Tu primera misión es
comprender el contextualismo funcional.
que
sobreutilizaría
la ACT. con Cuando
los clientes) que encontrarás
preguntamos, «¿Cuálen es
la mayoría de los
la función delibros
este
comportamiento?», queremos decir: «¿Qué efecto tiene este
comportamiento en esta situación? ¿Qué está logrando?». Para aclarar esto,
imagina cinco personas diferentes, en cinco situaciones diferentes, cada una
haciendo cortes en su antebrazo con un cuchillo afilado. Ahora trata de
encontrar cinco funciones posibles para tal comportamiento.
***
***
atención en esta en
más interesados situación. Ende
la función el un
contextualismo funcional,
comportamiento, estamos
en el efecto quemucho
tiene,
que en la forma del mismo. Cuando usamos el punto de elección, por
ejemplo, estamos analizando continuamente la función del comportamiento
del cliente en el contexto de la vida del cliente (más sobre lo que significa
«contexto» en un minuto). Preguntamos si funciona como un movimiento
hacia adelante o como un movimiento hacia atrás. Esto nos permite tener
una visión sin prejuicios del comportamiento del cliente; en lugar de
evaluar si es bueno o malo o correcto o incorrecto o positivo o negativo,
simplemente podemos verlo en términos de viabilidad. Recuerda: si su
comportamiento funciona de tal manera que lo ayuda a construir la vida que
desea, es viable; si funciona de la manera opuesta, es inviable.
TERMINOLOGÍA COMPLEJA
Un recordatorio rápido de que la palabra «comportamiento» significa todo lo que hace alguien.
El comportamiento abierto es el comportamiento físico: acciones que realiza con su cuerpo,
expresiones faciales, lo que dice, cómo se mueve, la postura de su cuerpo, etc. Comportamiento
encubierto significa acción psicológica, como pensar, enfocarse, desactivarse, aceptar y
recordar; comportamiento que llevas a cabo en tu mundo interior; comportamiento que una
cámara de vídeo, si está presente, nunca podría grabar.
¡El contexto!
Todo comportamiento ocurre dentro de un contexto. Y el término técnico
«contexto» significa todo lo que influye en el comportamiento que estamos
analizando.
Esto puede incluir:
Emociones, sentimientos,
Eventos cognitivos estados de creencias,
(pensamientos, ánimo. actitudes, suposiciones,
esquemas).
Procesos cognitivos (atención, recuerdos).
Factores interpersonales (quién más está presente, su historial de
relaciones pasadas con ellos).
Eventos sociales y culturales (días festivos, celebraciones tradicionales
y rituales).
El entorno físico (ubicación, mobiliario, clima, hora del día,
temperatura, olor).
Factores genéticos y epigenéticos.
Estados fisiológicos como sed, hambre, fatiga.
Consumo de drogas, alcohol, alimentos.
Salud física o enfermedad.
Estado social y cultural (clase social, posición y rango, grupos de
pares).
Historial de desarrollo y aprendizaje, incluido el estilo de apego.
Nuestro comportamiento ocurre en medio de una corriente de influencias
sin parar, vasta y siempre cambiante. Tan extensa y compleja es esta
corriente, que es imposible para nosotros saber todo lo que influye en
nuestro comportamiento en ese momento. Colectivamente, estas influencias
se conocen como el «contexto» en el que ocurre el comportamiento. Y
podemos dividir convenientemente cualquier contexto en dos grandes
categorías de influencia: antecedentes y consecuencias.
Los antecedentes son factores que desencadenan el comportamiento en
cuestión, es decir, lo preceden inmediatamente y señalan su ocurrencia.
Clínicamente, los antecedentes principales en los que nos enfocamos son
situaciones, pensamientos y sentimientos. Al utilizar el punto de elección,
los antecedentes siempre van al final, como se ilustra en la figura a
continuación. En este ejemplo, los movimientos hacia atrás son todos
formas de retiro social. Como lo ilustra el diagrama, hay muchos
antecedentes posibles para tales comportamientos.
Para llevar
En la ACT, utilizamos continuamente todos los conceptos cubiertos en este
capítulo. Por ejemplo, utilizamos la mindfulness tanto para aumentar la
conciencia de los antecedentes (es decir, para fijarse en los pensamientos,
los sentimientos y las situaciones que desencadenan el comportamiento en
cuestión) como para rastrear las consecuencias del comportamiento (qué
efectos tiene, tanto a corto como a largo plazo). También utilizamos la
mindfulness y los valores para ayudar a las personas a cambiar la manera en
que responden a los antecedentes, de modo que esas mismas situaciones,
pensamientos y sentimientos que una vez desencadenaron movimientos
hacia atrás ahora se convierten en antecedentes para movimientos hacia
adelante. En capítulos posteriores, a medida que exploremos los procesos
principales de la ACT en profundidad, vincularé lo que estamos haciendo
una y otra vez con estos conceptos básicos de comportamiento. Pero por
ahora, el tiempo geek ha terminado. (Ahora puedes respirar
conscientemente un suspiro de alivio).
CAPÍTULO 5
Lo primero es lo primero
Aproximadamente la mitad de los problemas que encuentro en la
supervisión suceden porque los terapeutas se lanzan a la ACT sin establecer
efectivamente sus sesiones. Si nos tomamos el tiempo para configurar bien
nuestras sesiones, desde el primer momento, es probable que obtengamos
resultados mucho mejores. Así pues, en este capítulo y en el siguiente, te
daré un montón de sugerencias para hacerlo. (Y, por supuesto, como todo lo
que lees en este libro, acomoda y modifica cuanto desees para adaptarlo a tu
propia manera de trabajar).
La primera sesión
Los terapeutas llegan a la ACT desde una amplia gama de antecedentes y,
por lo tanto, a menudo tienen ideas muy diferentes sobre la primera sesión.
Por ejemplo, a muchos terapeutas les gusta hacer una «sesión de admisión»
o una «sesión de pretratamiento» antes de la primera sesión de terapia
«activa». Esto generalmente implica tomar un historial, completar
formularios de evaluación, realizar evaluaciones especializadas, como por
ejemplo un examen del estado mental, y acordar un contrato terapéutico.
Sin embargo, los profesionales con una breve orientación terapéutica
prefieren no hacer una sesión de pretratamiento; en su lugar, saltan a la
realmente apreciar
trabajar a un suprofundo
nivel tan singularidad y el donsemejantes?
con nuestros que se nos ha otorgado de
Cuando los clientes están profundamente atrapados, es decir,
extremadamente fusionados y evasivos, la terapia a menudo se vuelve
extremadamente difícil o se detiene. No es sorprendente que los terapeutas
encuentren esto desafiante. Cuando trabajamos con clientes muy atascados,
y no estamos progresando, nuestras mentes suelen comenzar a juzgar
rápidamente. Y si nos enganchamos a esos juicios, comenzamos a ver a
nuestros clientes como obstáculos: se interponen en nuestro camino, evitan
que hagamos nuestro trabajo, son una molestia.
Por lo tanto, es esencial aplicar la ACT a nosotros mismos en estas
situaciones: desengancharnos de nuestros juicios y, en su lugar, prestar
atención a nuestros clientes con apertura, curiosidad y aprecio.
Una relación compasiva y respetuosa con nuestros clientes es esencial
para hacer una buena ACT; sin ella, nuestras intervenciones están casi
garantizadas para fallar, para ser contraproducentes o inválidas. Desarrollar
y mantener la relación terapéutica es un tema fundamental, por lo que en el
capítulo 30 lo exploraremos con más profundidad. Por ahora, sólo tengo un
punto más que destacar: la postura de la ACT de igualdad radical entre
clientes y terapeutas: la idea de que todos estamos en el mismo barco. Al
igual que nuestros clientes, los terapeutas nos enredamos fácilmente en
nuestras mentes, perdemos el presente y participamos en batallas inútiles
con nuestros propios pensamientos y sentimientos. Al igual que nuestros
clientes, perdemos contacto repetidamente con nuestros valores
fundamentales y actuamos de manera autodestructiva. Y al igual que
nuestros clientes, nos enfrentamos a muchos aspectos de una vida humana
plena: desilusión, rechazo, fracaso, traición, pérdida, soledad, conflicto,
enfermedad, lesiones, dolor, resentimiento, ansiedad, inseguridad y muerte.
Entonces, dado que los clientes y los terapeutas son compañeros en el
mismo viaje humano inspirador y doloroso, ambos podemos aprender
mucho el uno del otro.
La metáfora de las dos montañas (Hayes, Strosahl y Wilson, 1999) es una
buena manera de transmitir esta postura de igualdad. Muchos terapeutas la
comparten en la primera sesión.
Con este acuerdo mutuo de «pulsar pause», ahora tienes una intervención
de mindfulness realmente simple que puedes realizar en cualquier momento
de la sesión, ya sea para interrumpir el comportamiento problemático o para
reforzar el comportamiento psicológicamente flexible a medida que surge
durante la sesión.
Por ejemplo, supongamos que el cliente levanta la voz y se vuelve
agresivo con sus palabras e intimida con su lenguaje corporal. El terapeuta
podría decir: «¿Recuerdas que dijiste que podía pulsar pause a veces? Creo
que ésta es una de esas veces en la que resultaría útil hacerlo. ¿Puedo
pedirte que te detengas por un momento; sólo respira un par de veces,
tómate un instante para fijarte en cómo estás hablando, tu tono de voz, las
cosas que estás diciendo, la manera en que aprietas los puños… ¿Puedo
pedirte que te fijes en ello y en lo que sientes ahora? Yo mismo lo estoy
haciendo y me doy cuenta de que me siento bastante intimidado». El
terapeuta ha interrumpido el comportamiento del cliente y ahora puede
intervenir de muchas maneras: trabajando en la conexión con la tierra y en
el centrado, o desviándolo de los pensamientos enojados, o explorando sus
sentimientos de ira, o practicando habilidades de asertividad, y así
sucesivamente.
El terapeuta también puede poner en práctica una táctica interpersonal:
«En este momento, no me parece que seamos un equipo. Siento que hay
mucha tensión entre nosotros. ¿Te parece bien si echamos un vistazo a lo
que está pasando aquí y veamos si podemos volver a trabajar en equipo
nuevamente?».
Ahora supón que tu cliente generalmente está distraído y desinteresado,
pero, de repente, te das cuenta de que está realmente comprometido: está
sentado erguido en lugar de encorvado, te mira a ti en lugar de al suelo, y
parece interesado en lugar de aburrido. Éste es un comportamiento
psicológicamente flexible que deseas reforzar. Si lo ignoras, lo das por
sentado o no lo comentas, estás perdiendo una oportunidad. Así, podrías
decir algo como: «¿Puedo pulsar pause por un momento? No puedo evitar
notar que estás haciendo algo muy diferente en este momento. Hace unos
minutos estabas encorvado y mirando al suelo… y ahora, ¿notas cómo te
sientas diferente y te muestras interesado? Tengo que decirte que es una
gran diferencia. Me siento mucho más conectado contigo, ahora siento que
realmente somos un equipo».
CONSEJO PRÁCTICO
Nunca podemos saber con certeza de antemano qué es lo que reforzará el comportamiento de un
cliente, pero sí hacer una buena suposición. Cuando ayudamos al cliente a fijarse en su
comportamiento y el efecto positivo que está teniendo, esto generalmente será una consecuencia
reforzadora; es decir, veremos aumentar el comportamiento. Pero supongamos que vemos que el
comportamiento en cuestión se reduce, por ejemplo, si el cliente se siente avergonzado o
cohibido y deja de hacerlo. Si es así, entonces lo que dijimos fue, en realidad, una consecuencia
punitiva, en cuyo caso, dejaríamos de hacerlo y probaríamos una estrategia diferente.
Después del discurso sobre pulsar pause de antes, puedes seguir probando
la metáfora de la guitarra, que viene a continuación.
Metáfora de la guitarra
Terapeuta: Hacer ACT es un poco como tocar la guitarra. No podemos
aprender a tocarla pensando, leyendo o hablando de ello; la única manera
en que podemos aprender es cogerla y comenzar a tocar las cuerdas. Así
que voy a llevarte a través de estas nuevas habilidades durante la sesión,
aquí conmigo, y eso será útil. Pero lo que marcará la diferencia es que las
practiques en casa. De nuevo, es como aprender a tocar la guitarra; si
quieres obtener algo bueno, tienes que practicar. Entonces, te pediré que te
lleves estas nuevas habilidades a casa y practiques entre sesiones.
Habilidades
Si eres como yo, tienes tendencia a leer ensayos y libros de texto y esperas
a que todo se «hunda» para que puedas llevarlo rápidamente a la sala de
terapia. No hay dos maneras de hacerlo: no aprenderás la ACT simplemente
leyendo un libro. Así que espero que hayas estado haciendo estas secciones
de Habilidades. Para este capítulo, tu desafío es simplemente hacer lo
siguiente:
Lee todos los diálogos del terapeuta anteriores. Léelos en voz alta,
como si fueras un actor ensayando el papel para una obra de teatro; o si
no estás dispuesto a hacerlo, al menos revísalos en tu cabeza.
Mientras lees cada guion, modifícalo: ponlo en tus propias palabras.
Idealmente, haz esto varias veces, hasta que te sepas cada frase, para que
puedas, si lo deseas, resumir rápidamente todos los puntos clave a colegas,
profesionales de la salud aliados o personas que conozcas en la gran final
del Campeonato Mundial de Ajedrez. No puedo exagerar la importancia de
esto: si no practicas esto fuera de las sesiones, es probable que no lo
recuerdes cuando estés en una sesión.
Para llevar
La conclusión principal de este capítulo es: configura tus sesiones de
manera efectiva. Es como sentar los cimientos de la casa que vas a
¿Cuál es el problema?
Compilar un historial
Compilar un historial rara vez es un proceso limpio, ordenado y lineal. Por
lo general, reunimos partes y piezas a medida que avanzamos, saltando
hacia atrás, hacia adelante y hacia los lados para completar progresivamente
la imagen de la vida actual del cliente, los problemas contra los que está
luchando y la historia pasada relevante. Afortunadamente, no necesitamos
reunir toda nuestra información en una sola sesión; siempre podemos reunir
más historial más tarde, según sea necesario. Para que la compilación del
historial sea más rápida y fácil, les pido a los clientes que completen un par
de hojas
correo de trabajoalantes
electrónico de las
cliente la primera
hojas de sesión.
trabajo (Le
o leenvío por llegue
pido que correoveinte
o por
minutos antes y las complete en la sala de espera). Dos hojas de trabajo que
he encontrado especialmente útiles para este propósito son «Diseccionar el
problema» y «Ojo de buey». Los encontrarás al final del capítulo (y para las
versiones imprimibles, ves a «Bits extra»). Échales un vistazo rápido ahora,
luego regresa a este punto.
Si queremos obtener rápidamente un sentido de los valores en diferentes
dominios de la vida, la hoja de trabajo más rápida y fácil que conozco es el
«Ojo de buey». Ésta divide la vida en cuatro dominios: trabajo/educación,
crecimiento personal/salud, relaciones y ocio. Cuando los clientes la
completan por primera vez, es probable que obtengas una gran mezcla de
valores, deseos, necesidades y objetivos: un excelente punto de partida para
una mayor exploración.
La hoja de trabajo «Disección del problema» divide el sufrimiento del
cliente en cuatro componentes clave: fusión con pensamientos, fusión con
sentimientos, evitación experiencial y acción inviable. Les pido a mis
clientes que completen estas hojas de trabajo lo mejor que puedan y que las
traigan a la primera sesión. Les explico que, aunque sólo escriban unas
pocas palabras, ya es un buen comienzo. Alternativamente, puedes
completar estas hojas de trabajo durante la sesión o darlas como «tarea»
para completar después de la sesión.
6.Comienza
Los factores motivacionales
motivacionales
a identificar factores motivacionales positivos como, por
ejemplo, metas, sueños, deseos, visiones y valores. Y también identifica
factores motivacionales negativos como, por ejemplo, la fusión con la
impotencia o las consecuencias reforzadoras de los comportamientos
problemáticos.
7. La flexibilidad psicológica
Busca evidencias de los seis procesos básicos de la flexibilidad
psicológica: los valores, la acción comprometida, la defusión, la
aceptación, la atención flexible (contacto con el momento presente), y el
yo como contexto. De nuevo, no confíes únicamente en los informes de
los clientes; permanece atento a tales comportamientos, ya que surgen
espontáneamente durante la sesión.
8. Los recursos del cliente
¿Qué fortalezas, habilidades y otros recursos personales tiene el cliente
que podrían utilizarse? ¿A qué recursos externos puede acceder el
cliente? ¿A quién puede recurrir para obtener ayuda, apoyo y aliento?
En capítulos posteriores, descubrirás muchas preguntas útiles que puedes
formular para desarrollar estas áreas clave del historial, pero, por ahora,
quiero pasar a un tema extremadamente importante.
Establecimiento
para la terapia de objetivos de comportamiento
Hagas lo que hagas, no te saltes ni pases por alto esta parte del capítulo. Es
muy importante. Numerosos problemas que encuentro en la supervisión se
deben a un error principal: el capacitador o el terapeuta no ha logrado
establecer objetivos de comportamiento para la terapia. Las metas de
comportamiento son metas de «hacer»: describen lo que quieres hacer.
(Recordatorio rápido: el comportamiento encubierto es una acción
psicológica: lo que hacemos en nuestro mundo interno y privado. El
comportamiento encubierto es una acción física: todas las cosas que
hacemos con nuestro cuerpo físico).
Para establecer objetivos de comportamiento, podemos preguntar:
Si el trabajo que hacemos aquí es exitoso, entonces…
¿Qué harás diferente?
¿Qué comenzarás a hacer/dejarás de hacer?
Objetivo emocional # 1
Cliente: No quiero hacer nada diferente. Sólo quiero dejar de sentirme así.
Sólo quiero deshacerme de estos
pensamientos/sentimientos/emociones/recuerdos.
Objetivo emocional # 2
Cliente: Sólo quiero sentirme bien (o feliz, confiado, tranquilo, enamorado,
etc.).
Objetivo emocional # 3
Cliente: (En respuesta al replanteamiento anterior). No quiero manejarlos.
¡Sólo quiero deshacerme de ellos!
CONSEJO PRÁCTICO
Si esto es todo lo que el cliente desea, sentirse bien y deshacerse de los sentimientos no
deseados, y no está interesado en nada más, el terapeuta deberá pasar a la desesperanza creativa,
como se no
clientes, explica
podrá en el capítulo
seguir adelante 8.
conSilaelACT.
terapeuta se salta la desesperanza creativa con tales
deseos, obsesiones,
comportamiento compulsiones,
y aprender etc.) que para
nuevas habilidades desencadenan
manejarlos este
de
manera más efectiva para que dejen de molestarte llevándote de nuevo a
hacer estas cosas. Y otra parte del trabajo es explorar lo que quieres hacer,
así que, si alguna vez vuelves a estar en una situación similar, puedes
elegir hacer algo diferente que, con suerte, funcionará mejor.
Objetivo de resultado # 1
Cliente: Quiero encontrar una pareja/conseguir
p areja/conseguir un trabajo mejor.
Reformulación del objetivo de comportamiento
Terapeuta: Entonces, parte de nuestro trabajo es lograr que hagas las cosas
de manera diferente, que digas y hagas cosas que probablemente
Objetivo de resultado # 2
Cliente: Quiero que mis hijos me obedezcan o que mi esposo deje de beber.
Meta de resultado # 3
Cliente: Quiero curarme esta enfermedad/recuperarme de esta lesión.
quieres
Lo querealmente en la vida.por
tengo curiosidad Esosaber
ya es un
es hecho; todovez
que, una es parte
que del proceso.
tengas esa
comprensión, ¿qué quieres hacer de manera diferente? Si tuvieras ese
conocimiento, ¿qué harías que no estás haciendo ahora? ¿De qué manera
diferente te comportarías? ¿Qué notarían los demás que es distinto en ti, en
términos de lo que dices o haces o cómo interactúas con ellos?
En resumen, hay tres tipos de objetivos:
Objetivos de comportamiento = lo que quiero hacer.
Objetivos emocionales = cómo quiero sentirme.
Objetivos de resultados = lo que quiero obtener o tener.
Objetivos de comportamiento abiertos y encubiertos
Cuando utilizamos un punto de elección para trazar los problemas del
cliente y los objetivos de la terapia, las flechas Adelante y Atrás pueden
incluir comportamientos
movimientos tanto abiertos
hacia adelante como encubiertos.
encubiertos Por ejemplo,
podrían implicar los
enfoque,
participación, autocompasión, aceptación, perdón, apreciación,
planificación y estrategias efectivas, reflexión sobre los valores, ser
consciente, etc. Los movimientos hacia atrás encubiertos pueden implicar
desconectarse, prestar atención a los pensamientos y sentimientos en lugar
de la actividad actual (a menudo descrita como «distracción» o «falta de
concentración») y actividades cognitivas como preocuparse, reflexionar y
obsesionarse.
A veces, encontrarás clientes que están bastante contentos con su
comportamiento manifiesto; pasan por la vida haciendo todas las cosas que
quieren hacer (o al menos, eso es lo que dicen). El problema del que se
quejan es que no pueden disfrutar o apreciar lo que están haciendo porque
están consumidos por la preocupación (u otros procesos cognitivos, como el
hecho de reflexionar, fantasear, obsesionarse o detenerse en el pasado). En
el siguiente ejemplo, la cliente, que recientemente ha tenido cáncer, está
consumida por la preocupación de que ella o alguien al que ama se entere.
También le preocupan las situaciones sociales, tanto antes como durante el
evento (si le gustará a la gente, si aburrirá a las personas).
Su ansiedad no le impide hacer las cosas que le gustaría hacer: todavía ve
a sus amigas, pasa tiempo con sus hijos, va a trabajar, etc., pero tiene
dificultades para disfrutar de estas cosas. Llega a la terapia con una serie de
objetivos emocionales: dejar de preocuparse, dejar de pensar en
enfermedades, sentirse más feliz y menos ansiosa.
El terapeuta deduce que, si la terapia es exitosa, el comportamiento
manifiesto del cliente (es decir, sus acciones físicas) no cambiará, pero su
comportamiento encubierto (es decir, su comportamiento psicológico
interior) sí. Por ejemplo, aunque esta cliente actualmente asiste a eventos
sociales, está enganchada en sus preocupaciones, y eso la lleva a realizar
movimientos hacia atrás que son principalmente comportamientos
encubiertos, como desconectarse y enfocarse en sus pensamientos y
sentimientos en lugar de estar completamente presente con sus seres
queridos (con el cliente, llamaríamos a esto «distraerse»). En la siguiente
transcripción, el terapeuta articula cómo sería un resultado exitoso (es decir,
un cambio en el comportamiento encubierto).
Terapeuta: Parte de nuestro trabajo aquí es ayudarte a desarrollar algunas
habilidades nuevas para manejar todos estos pensamientos y sentimientos
de ansiedad de manera más efectiva, y especialmente para ayudarte a
concentrarte
que realmentemejor cuando
puedas te encuentras
involucrarte en en
lo esas
que situaciones sociales
estás haciendo para
y estés
completamente presente con tus seres queridos, para que puedas apreciar
estos eventos.
Cliente: Pero ¿qué hay de la preocupación? Realmente quiero dejar de
preocuparme por todo esto; no es bueno para mí.
Terapeuta: Por supuesto. Entonces, lo que significa «preocuparse»
básicamente es «engancharse a pensamientos que producen ansiedad».
Ahora no sé cómo evitar que tu mente tenga pensamientos sobre cosas
malas que podrían suceder; hasta cierto punto, todas las mentes hacen eso.
Pero, cuando nos enganchamos a esos pensamientos, y nos quedamos
atrapados en ellos, completamente perdidos en ellos, eso es lo que
queremos decir con «preocuparnos». Así que otra parte de nuestro trabajo
aquí es aprender cómo desengancharte de esos pensamientos ansiosos y
reenfocar tu atención en lo que estás haciendo; ése es el antídoto de
preocuparse.
***
¿Te has fijado cómo el terapeuta ha reformulado el objetivo de persona
muerta de «dejar de preocuparse» en un objetivo de persona viva de
«desengancharse de los pensamientos ansiosos y reenfocar la atención en la
actividad en cuestión»? Podemos usar un replanteamiento similar para otros
procesos cognitivos: reflexionar en exceso, vivir en el pasado, tener
fantasías de venganza, culparse, obsesionarse, etc. Podemos replantear estos
comportamientos encubiertos como «enganchados» al contenido cognitivo
en cuestión (por ejemplo, pensamientos sobre «por qué soy así», recuerdos
dolorosos, fantasías de venganza). El antídoto, entonces, es aprender cómo
desengancharse de dicho contenido cognitivo y reenfocar la atención a la
actividad en cuestión.
En un punto de elección, podríamos trazar el resumen del terapeuta
anterior de la siguiente manera. (Observa cómo los movimientos adelante y
atrás son comportamientos encubiertos).
Objetivos de la terapia: Dos ejemplos
Hay mucho que ver en este capítulo, así que para ayudarte a unirlo todo, te
pondré un par de ejemplos de objetivos de comportamiento para la terapia,
buen camino?
habilidades Así pues,
nuevas lo que buscamos
para manejar todos esosaquí es: (a) aprender
pensamientos algunas
y sentimientos
difíciles, desengancharte de ellos para que ya no te depriman o te
detengan, y (b) recuperarte para hacer cosas que solían importarte, como
socializar, trabajar, hacer ejercicio y, en general, hacer cosas que te
satisfagan. ¿Es correcto?
Observa cómo el terapeuta divide el problema en dos elementos que se
correlacionan bien con el punto de elección: (1) engancharse (fusionar y
evitar) pensamientos y sentimientos, y (2) acciones inviables. Si lo desea, el
terapeuta podría trazar esto en un punto de elección mientras habla con el
cliente. Sería algo así:
Ten en cuenta que, desde el principio, podemos sentar sutilmente las bases
para dos ideas clave:
CONSEJO PRÁCTICO
Los diagramas de puntos de elección en este capítulo son todos «minimalistas»: sólo algunas
notas para resaltar los temas clave. Si lo deseas, tú o el cliente podéis describirlos con mucho
más detalle. También puedes hacer un punto de elección separado para cada problema en el que
te concentres. Por ejemplo, supón que, en una sesión posterior con el cliente anterior, te
concentras principalmente en mejorar su relación con su esposa; entonces, puedes hacer un
nuevo punto de elección puramente sobre los problemas de la relación.
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 6 de ACT Made Simple: The Extra Bits (descargable desde la página
«Free Stuff» en www.actmindfully.com.au). Allí encontrarás: (a) versiones imprimibles de
dos hojas de trabajo, «Disección del problema» y «Ojo de buey», y (b) más consejos para
establecer objetivos de comportamiento en casos difíciles.
Habilidades
Aquí hay algunos pasos que puedes seguir para practicar las habilidades que
acabamos de abordar:
Lee en voz alta y parafrasea los diálogos del terapeuta en las
transcripciones anteriores para acostumbrarte a hablar de la ACT y
encontrar tu propio estilo.
Elige dos clientes y escribe respuestas breves a estas preguntas clave:
¿en qué dirección valiosa desea avanzar el cliente? ¿Qué se interpone
en su camino?
Practica pensando en términos de objetivos de comportamiento. Elige
dos clientes e imagina cómo resumirías los objetivos de la terapia.
Si te gusta el punto de elección, completa un diagrama para uno de los
Para llevar
La conclusión general de este capítulo es que se deben establecer objetivos
de comportamiento lo antes posible, incluso si son sólo los vagos objetivos
genéricos cubiertos en el consentimiento informado. Es especialmente
importante hacer esto cuando los clientes presentan una pila de objetivos
emocionales. Esto puede necesitar un tiempo, pero hace que el resto de tu
terapia sea mucho más fácil.
Pensamientos que te enganchan Acciones que drenan la vida:
¿En qué recuerdos, preocupaciones, ¿Qué estás haciendo actualmente que empeora tu
miedos, autocríticas u otros vida a largo plazo: te mantiene estancado; malgasta
pensamientos inútiles te detienes o te tu tiempo o dinero; drena tu energía; restringe tu
«atrapan» en relación con este tema? vida; impacta negativamente en tu salud, trabajo o
¿Qué pensamientos tienden a relaciones; mantiene o empeora los problemas con
engancharte, sacudirte, sacarte de tu los que estás lidiando?
vida?
¿Dónde empiezo?
Comenzando bien
Una de las preguntas más comunes que me hacen en los talleres de la ACT
es: «Russ, ¿de dónde sacas tus increíbles camisas?», a lo que respondo: «Lo
siento, pero eso es un secreto comercial». Sin embargo, también suelen
hacerme mucho otras dos preguntas: «¿Dónde empiezo?» y «¿En qué
proceso me enfoco primero?». Y mi respuesta a ambas preguntas es
«Depende». Recuerda, la ACT es un modelo no lineal y puede trabajar con
cualquier proceso central en cualquier punto de cualquier sesión. Entonces
no hay una secuencia fija; donde comiences variará de un cliente a otro. Sin
embargo, puedo darte algunos consejos sobre: (a) los primeros pasos en la
terapia activa y (b) a dónde ir en las sesiones posteriores. (Y como de
costumbre, recuerda modificar y adaptarlo todo; lo que sigue son sólo
consejos y sugerencias, no los diez mandamientos).
Idealmente, comenzarás tu primera sesión de la ACT haciendo todas las
cosas que hemos visto en los dos capítulos anteriores:
Estableciendo una buena relación.
Obteniendo un historial.
Obteniendo un consentimiento informado.
Estableciendo objetivos de comportamiento.
Intervenciones iniciales
siguiente? Primero,
dónde los haces? ¿Enobserva tus movimientos
qué se diferencian? hacia adelante.
Comprueba ¿Cuándo
si realmente puedesy
apreciarlos mientras los haces.
En segundo lugar, observa tus movimientos hacia atrás. ¿Cuándo y
dónde los haces? Y observa especialmente si puedes darte cuenta: ¿cuáles
son los pensamientos y sentimientos que te enganchan y te empujan a
hacerlos?
***
Hay muchas formas de modificar esta tarea. Por ejemplo, puedes pedirle al
cliente que escriba sus observaciones en un diario. O puedes darle al cliente
un punto de elección en blanco para colocarlo en un lugar destacado como
recordatorio. También puedes pedirle que complete un punto de elección
entre sesiones, centrado en un tema específico (por ejemplo, un «mal
hábito» que está tratando de romper, como fumar o beber demasiado, o una
situación recurrente contra la que lucha, por ejemplo, cómo cuidar a sus tres
propósitos diferentes:
Aumenta la autoconciencia del cliente.
Proporciona información útil para la próxima sesión, que ayuda a
establecer una agenda y decidir a qué apuntar primero.
Es un buen primer paso para lograr que el cliente se fije en sus
pensamientos y sentimientos y se vuelva más consciente de su
comportamiento.
La información recopilada sobre los movimientos suele ser muy útil
para explorar valores, objetivos y acciones comprometidas.
CONSEJO PRÁCTICO
Si no estás interesado en el punto de elección, puedes configurar exactamente la misma tarea
que la de más arriba sin dibujarla o referirte a ella. El lenguaje y los conceptos (movimientos de
enganche, desenganche, adelante y atrás) son más poderosos para la mayoría de las personas
cuando se los ilustra visualmente, pero no es necesario.
TERMINOLOGÍA COMPLEJA
En muchos libros de la ACT, los términos «estar presente», «abrirse» y «hacer lo que importa»
se refieren, respectivamente, a «conciencia», «apertura» y «compromiso».
ese momento:
Si el cliente está abrumado, disociado o extremadamente fundido,
comenzamos a estar presentes: conectarse a la tierra y el anclaje.
Si queremos ayudar al cliente a moverse, cambiamos al lado derecho
del triflex: hacer lo que importa (valores y acción comprometida).
Aclaramos valores, establecemos objetivos, creamos planes de acción y
enseñamos habilidades.
Si el cliente está profundamente atascado, no avanza, paralizado por la
fusión y la evitación experiencial, cambiamos al lado izquierdo: abrirse
(defusión y aceptación).
Si nos topamos con barreras en el lado izquierdo o derecho (o en
ambos),
anclaje). volvemos al centro: estar presente (conectarse a la tierra, el
Si el cliente está haciendo con éxito lo que importa, volvemos a estar
presente: le ayudamos a participar plenamente en su experiencia y a
centrarse en lo que está haciendo. Y si está haciendo algo
potencialmente agradable, lo ayudamos a aprender a apreciarlo y
saborearlo.
7.
8. Aceptación del dolor25).
Percatarse (capítulo (capítulo 22).
Puedes usar esta secuencia como una guía general, que probablemente
funcionará bien con la mayoría de tus clientes. Sin embargo, no lo
consideres como algo que estés obligado a seguir. Varía según te resulte
necesario. Siempre queremos ser flexibles en la manera en que trabajamos y
adaptar lo que hacemos al cliente único que tenemos delante.
estado consciente
Revisión y establece
de la sesión una expectativa
anterior. para el trabajo
Revisa la sesión anterior,experiencial.
incluido el
contenido clave encubierto, los ejercicios practicados y cualquier
pensamiento o reacción que el cliente haya tenido desde entonces. Si
cumplió con su tarea, ¿qué pasó y qué diferencia marcó? Y si no, ¿qué se
interpuso en el camino?
Agenda. Acuerda una agenda para la sesión, como he descrito
anteriormente.
Intervenciones principales. Si sigue un protocolo, tendrás una buena idea
de antemano de lo que deseas lograr en la sesión. Sin embargo, es
importante ser flexible: responder a lo que sucede en la sesión. Permanece
dispuesto a abandonar todo lo que habías planeado, si es necesario.
(Siempre puedes volver a ello más tarde). Si no estás siguiendo un
protocolo, continúa desde donde lo dejaste en la sesión anterior o aborda
un nuevo problema en función de la agenda que acabas de establecer.
Tareas. Es importante enfatizar repetidamente a los clientes que lo que
hacen entre sesiones es lo que realmente marcará la diferencia en sus
vidas. Las nuevas habilidades requieren práctica. La acción valorada
requiere esfuerzo. Antes del final de cada sesión, debes acordar con el
cliente lo que va a practicar, hacer o experimentar entre sesiones. (Pero,
ten cuidado, no seas demasiado agresivo ni utilices valores
coercitivamente).
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 7 de ACT Made Simple: The Extra Bits (descargable desde la página de
«Free Stuff» en www.actmindfully
www.actmindfully.com.au).
.com.au). Allí encontrarás el «Diario de vitalidad contra el
sufrimiento» y la hoja de trabajo «Problemas y valores».
Para llevar
Después de haber compilado el historial, haber establecido una buena
relación, obtener el consentimiento informado y determinar objetivos de
comportamiento para la terapia, que es el trabajo principal de la primera
sesión (o de las dos primeras), pasa a la intervención activa, con énfasis en
el trabajo experiencial en la sesión y tarea entre sesiones.
Cuando inicies el trabajo experiencial, muévete alrededor de los tres
procesos generales representados en el tríptico de la ACT: estar presente,
abrirse, hacer lo que importa.
¿Creativa qué?
recuerdas bienque
tendrás algo lo te
desafiante
ayudará que
con fue!
estosAfortunadamente, a partir de
clientes: la desesperanza ahora,
creativa.
(Por favor, no dejes que el nombre te desanime).
basa
ayudarena el concepto
construir unade viabilidad:
vida ¿este comportamiento
rica y significativa? funciona
Entonces, si tus para
estrategias
de control emocional están trabajando para enriquecer y mejorar tu vida,
¡sigue con ellas! Sin embargo, la realidad es que la mayoría de los seres
humanos usan demasiadas ECS y, cuando se usan de manera excesiva,
rígida o inapropiada, la calidad de vida se ve afectada.
Comer chocolate, por ejemplo. Cuando comemos conscientemente un
trozo de chocolate de buena calidad, apreciándolo y saboreándolo, nos
sentimos bien (suponiendo que nos guste el chocolate). Si lo utilizamos
como una ECS, de manera flexible y moderada, enriquece nuestra vida: es
viable. Pero si lo hacemos en exceso, puede comenzar a tener costes para
El ejercicio
sentimos mejores(al
otro ejemplo.
menos Cuando
después, si nohacemos ejercicio, aYmenudo
en el momento). nos
el ejercicio
también mejora nuestra calidad de vida. Por lo tanto, si usamos el ejercicio
como una ECS, y lo hacemos de manera flexible y moderada, generalmente
es factible. Pero si se vuelve excesivo, como el cliente con anorexia que
pasa tres horas en el gimnasio cada día para mantener su cuerpo en un
estado de delgadez desperdiciada, incluso algo tan positivo como el
ejercicio tendrá costes.
Además, la ACT postula que incluso las actividades que mejoran la vida
(como el ejercicio, la meditación y la alimentación saludable) serán más
satisfactorias y gratificantes cuando estén motivadas por valores (como el
autocuidado) en lugar de por la evitación experiencial (tratar de escapar de
sentimientos no deseados).
Por ejemplo, ¿alguna vez has comido alimentos deliciosos principalmente
para alejar sentimientos no deseados como el aburrimiento, el estrés o la
ansiedad? ¿Fue una experiencia profundamente satisfactoria? Compara eso
con las ocasiones en que tu alimentación estuvo motivada por valores
relacionados con saborear y apreciar la comida, o con conectarse y
compartir con tus seres queridos. ¿Cuál fue más gratificante? Del mismo
modo, si realizas un trabajo de caridad motivado por valores relacionados
con compartir, cuidar, dar y ayudar, es probable que lo encuentres mucho
más gratificante que si está motivado principalmente para tratar de evitar
sentimientos de culpa o de inutilidad.
Por lo tanto, nuestro objetivo es ayudar a los clientes a tomar medidas
guiadas por sus valores en lugar de por la evitación experiencial: queremos
que se muevan conscientemente hacia adelante, hacia lo que es significativo
en lugar de huir de lo que no desean.
4. ¿Qué has
5. ¿Estás sentido?
abierto a algo nuevo?
Ahora vamos a explorar estas preguntas en profundidad. Hay mucho que
asimilar, pero no te preocupes, puedes descargar mi hoja de trabajo Join the
DOTS, que resume todos los puntos clave (consulta Bits extra). También
puedes usar Join the DOTS (u otra hoja de trabajo o herramienta, o bien tu
bloc de notas) para registrar la valiosa información que tú y tu cliente
obtendréis de estas cinco preguntas.
D = distracción
Les diré a los clientes: «¿Alguna vez has intentado distraerte de estos
sentimientos? ¿Qué has intentado? ¿Ver la televisión? ¿Escuchar música?
¿Salir de casa? ¿Ocuparte en tareas? ¿Videojuegos? ¿Has intentado
Éste es un término lego para el hecho de evitar abrirse, es decir, evitar cosas
fuera de mi piel: lugares con personas, situaciones, actividades, eventos.
Por lo tanto, podemos preguntarle al cliente: «¿Alguna vez has tratado de
optar por no participar, retirarte o mantenerte alejado de situaciones,
personas y actividades que tienden a provocar estos pensamientos y
sentimientos incómodos? ¿A qué tipo de cosas has renunciado?
La referencia más fácil para comenzar es usualmente la dilación, así que
les pregunto a los clientes: «¿Hay cosas importantes que estás
postergando?», «¿Hay tareas importantes que estás evitando?», «¿Hay
personas o lugares de los que te hayas alejado?», «¿Hay actividades
importantes que estás posponiendo?».
T = tácticas de pensamiento
La pregunta que hacemos aquí es: «¿Cómo has tratado de alejar tu dolor?».
Ejecuta algunas estrategias o tácticas de pensamiento comunes con tus
clientes: «¿Has intentado pensar en personas que están peor que tú?
¿Piensas en positivo? ¿Desafías a tus pensamientos o debates contigo
mismo? ¿Sacas los pensamientos de tu cabeza? ¿Los minimizas? ¿Te
criticas a ti mismo? ¿Te dices que debes salir o seguir con esa situación?».
terapeutas? ¿Leesmeditación,
ejercicio, yoga, libros de autoayuda?
cambio de¿Has intentado
dieta? cosas como hacer
¿Te autolesionas? ¿Has
intentado suicidarte? ¿Te arriesgas o haces cosas peligrosas? ¿Te metes en
peleas? ¿Te mantienes ocupado? ¿Planeas vacaciones? ¿Haces tareas
domésticas? ¿Rezas? ¿Te golpeas a ti mismo? ¿Renuncias a cosas?
¿Aprietas los dientes y te obligas a seguir adelante? ¿Te preguntas por qué
eres así?».
Aquí hay un ejemplo de cómo se desarrolla este proceso en una sesión:
***
Cliente: Sí.
Otras personas prefieren entretejer las preguntas 1 y 2, en lugar de
abordarlas en fases separadas. Entonces, después de que el cliente identifica
una ECS (o una categoría de ECS), el terapeuta pregunta: «¿Te ha
funcionado eso a corto plazo? ¿Te ha proporcionado un poco de alivio?». El
cliente generalmente responderá «Sí» o «Al principio» o «Un poco» o «Al
principio ayudó un poco». El terapeuta responde: «¿Y qué pasa a largo
plazo?» o «¿Y cuánto duró eso?» o «¿Y cuánto tiempo pasó antes de que
volvieran los sentimientos?».
De cualquier manera, el terapeuta finaliza la pregunta 2 de la siguiente
forma: «Así que has probado muchas estrategias diferentes. Y a corto plazo,
la mayoría de estas estrategias han funcionado, te han proporcionado un
poco de alivio, pero a largo plazo, estos pensamientos y sentimientos
difíciles siguen volviendo».
También vale la pena preguntar: «¿Y dirías que, año tras año, tu
dolor/ansiedad/depresión se mantiene igual, mejora o empeora?». Casi
todos estos clientes informarán de que está empeorando.
CONSEJO PRÁCTICO
Recuerda, en la ACT no somos «fascistas de la mindfulness», no nos oponemos a todos las ECS.
Por lo tanto, sé claro con tu cliente sobre esto, y dile algo así como: «Si alguna de estas
estrategias funciona a largo plazo para ayudarte a construir la vida que deseas vivir, ¡sigue
utilizándolas! No te estoy pidiendo que pares. Lo que me gustaría hacer, por favor, si estás de
acuerdo, es identificar los costes de estas estrategias cuando las utilizas en exceso».
Costes de distracción
La distracción, con moderación, utilizada de manera flexible, rara vez es un
problema y a veces es muy útil. Pero ¿cuáles son algunos de los costes de la
distracción excesiva? Queremos preguntarle al cliente: «¿Cuánto tiempo
pasas distrayéndote?». «¿Cuánto de ese tiempo te parece bien invertido y
cuánto crees que es tiempo perdido?», «¿Cuánto dinero gastas en eso?»,
«¿Estas cosas tienen algún coste para tu salud, tu trabajo o tus relaciones?
Costes de la no participación
A continuación, queremos explorar los costes de la exclusión excesiva
(evitación abierta). Para la mayoría de las personas, el mayor coste son las
oportunidades perdidas. Cuanto más comenzamos a evitar a personas,
lugares, situaciones, actividades y eventos importantes y significativos, más
pequeñas se vuelven nuestras vidas y más nos perdemos. Si tu cliente evita
pedirle al jefe un aumento de sueldo, ¿cuál es el coste financiero de eso? Si
evita tener una conversación difícil de corazón a corazón con su pareja,
¿cuáles son los costes de la intimidad para la relación? Si evita ir al médico
o al dentista o al gimnasio, ¿cuáles son los costes de la salud?
p ensamiento
Costes de estrategias de pensamiento
Uno de los mayores costes de las estrategias de pensamiento es pasar el día
atrapado en los pensamientos, perdiéndose así la vida, desconectándose,
haciendo cosas en piloto automático o perderse en la «parálisis de análisis».
Por supuesto, cuando el dolor emocional es leve, cuando sólo hay un poco
de ansiedad, tristeza o culpa, a menudo es posible reducir el dolor mediante
estrategias de pensamiento, pero cuanto más desafiante es la situación y
mayor es el dolor emocional, más ineficaces son las estrategias de
pensamiento.
Otro coste para la mayoría de los clientes es el tiempo perdido: todo el
tiempo invertido en pensar en lugar de dedicarlo a la vida. Por lo general,
en este caso el terapeuta necesitará hacer preguntas importantes: «¿Cuánto
tiempo has pasado en tu cabeza, tratando de pensar en tu dolor? ¿Cuánto
tiempo has perdido?».
Completar la pregunta 3
Queremos completar la pregunta 3 validando que el cliente ha trabajado
duro y no es estúpido. Por ejemplo, podríamos decir: «Realmente has
trabajado duro en esto. Has intentado e intentado e intentado durante
mucho, mucho tiempo deshacerte de estos pensamientos y sentimientos
dolorosos. Nadie puede llamarte perezoso. Has puesto mucho esfuerzo en
esto. Y tampoco nadie puede llamarte estúpido, porque todo el mundo hace
estas cosas, todos intentamos distraernos, evitar tareas y situaciones
profesionales
por supuesto, de la salud,
estas revistas femeninas,
cosas funcionan librostedebrindan
a corto plazo: autoayuda,
esos etc. Y,
dulces
momentos de alivio. Pero, a largo plazo, esos sentimientos siguen
volviendo, ¿verdad? Y lo que me pregunto es si estas estrategias realmente
te dan la vida que deseas y te ayudan a ser el tipo de persona que quieres
ser».
CONSEJO PRÁCTICO
Para que este trabajo sea efectivo, necesitamos venir de un espacio de compasión, igualdad y
respeto. Nuestro objetivo es validar la experiencia del cliente, que está trabajando muy duro y
que a largo plazo no está funcionando. Obviamente, si nos mostramos críticos, entonces, nuestro
cliente se sentirá invalidado. Por esta razoón es tan importante destacar que éstas son estrategias
que todos usamos en cierta medida, y que, a corto plazo, a menudo funcionan para hacernos
sentir mejor.
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 8 de ACT Made Simple: The Extra Bits (descargable desde la página de
«Free Stuff» en www.actmindfully.com.au). Allí encontrarás la hoja de trabajo «Join the
DOTS» (que creé para ayudarme a recordar todos los pasos de la CH). Puedes completar esta
hoja de trabajo con el cliente o dibujarla en una pizarra. También encontrarás otros dos
formularios útiles: el «Vitality vs. Suffering Diary» y la hoja de trabajo «Problems and
Values».
Habilidades
Hay bastantes pasos para realizar la CH, por lo que requiere práctica. Te
recomiendo que hagas lo siguiente:
Descarga la hoja de trabajo «Join the DOTS» e imprime dos copias.
Completa una sobre ti mismo (después de todo, la mejor persona para
practicar la ACT eres tú) y la otra en función de un cliente actual.
Después, ensaya los distintos pasos en voz alta (o al menos dentro de tu
cabeza) con un cliente imaginario, cambiando las palabras para
adaptarlas a tu propia manera de hablar.
Una vez que lo haya ensayado, pruébala en la sesión con un cliente
real.
Para llevar
La desesperanza creativa es una parte opcional del modelo de la ACT; no
tienes que implementarla con todos los clientes. Sin embargo, si tu cliente
tiene un alto nivel de evitación experiencial y sólo le interesa sentirse bien o
deshacerse de sus pensamientos y sentimientos difíciles, entonces debes
aplicar una desesperanza creativa; si la omites con dichos clientes, te
quedarás
Mientrasatascado.
la implementes con compasión y curiosidad, no con juicio,
condescendencia o sermoneando, los clientes descubrirán que valida con
fuerza su propia experiencia.
CAPÍTULO 9
Dejar de luchar
TERMINOLOGÍA COMPLEJA
El término «voluntad» tiene dos significados diferentes en la ACT: (a) es un sinónimo de
aceptación: tener voluntariamente o dejar espacio a los pensamientos y sentimientos (en lugar de
hacerlo de mala gana o sin entusiasmo, lo que llamaríamos «tolerancia») y (b) es una calidad de
acción: haces algo voluntariamente, en lugar de demostrar resentimiento o renuencia.
Empujar el papel
Este ejercicio, que ha evolucionado desde mi anterior ejercicio
«Rechazando el portapapeles» (Harris, 2009a), es una metáfora de la
aceptación y la evitación experiencial. El texto que sigue es una versión
genérica, adecuada para casi cualquier persona. Es mucho más poderoso si
lo hacemos específico para cada cliente único, por lo que en lugar de decir
cosas como: «todas las personas que te importan», diríamos, por ejemplo,
«Tu esposo, Michael, y tu hija adolescente, Sarah».
***
Terapeuta: (sentado al lado del cliente, ambos mirando hacia la habitación)
Imagina que frente a ti (señalando el contenido de la habitación y la pared
del fondo) hay todo lo que realmente te importa en lo más hondo de tu
corazón; todo lo que hace que tu vida sea significativa (o que solía hacerlo
en el pasado); todas las personas, lugares y actividades que amas; todas
tus comidas y bebidas favoritas, tu música, libros y películas; todas las
cosas que te gusta hacer; y todas las personas que te importan y con las
que quieres pasar tu tiempo.
Pero eso no es todo. También están ahí todos los problemas y desafíos a
los que debes enfrentarte en tu vida de hoy en día, como… (el terapeuta
da algunos ejemplos basados en el historial del cliente, como «tu conflicto
con tu hijo», «tus problemas financieros», «tus problemas de salud», «tu
amas estuviera justo frente a ti, ¿te sería fácil prestarle toda tu atención?
Si tu película favorita se estuviera reproduciendo en una pantalla ahí
delante, ¿cuánto te perderías? Si estuvieras ante una tarea importante en
***
CONSEJO PRÁCTICO
Algunas veces un cliente dirá: «¿No puedo hacer esto?», y tirará el papel al suelo. El terapeuta
respondería resumiendo algunas de las principales estrategias de evitación identificadas en el
trabajo de desesperanza creativa, de la siguiente manera: «Sí, ya hemos establecido que conoces
muchas formas de hacerlo durante un corto período de tiempo: tomar algunos medicamentos,
evitar una situación difícil, distraerse con un juego de ordenador, pero ¿cuánto tiempo pasará
antes de que vuelva el dolor? No mucho, ¿verdad? Entonces, esto (hace el gesto de tirar el papel)
es básicamente lo mismo que esto (hace el gesto de empujar el papel). Estamos hablando de
hacer algo radicalmente diferente, como esto (hace el gesto de dejar caer el papel en su regazo).
Terapeuta: ¿Recuerdas esas viejas películas en las que el chico malo cae en
unas arenas movedizas, y cuanto más lucha más rápido lo absorben éstas?
En arenas movedizas, lo peor que puedes hacer es luchar. La manera de
monstruo
La metáfora del tira y afloja con el monstruo
Terapeuta: Imagina que estás en un tira y afloja con el enorme monstruo de
erupción con picazón e inclinarse hacia atrás en los esquís cuando vas
demasiado rápido. Otra opción es la metáfora del interruptor de lucha
(Harris, 2007), que mostramos en el capítulo 22.
CONSEJO PRÁCTICO
Puedes volver a estas metáforas en sesiones posteriores cuando un cliente recaiga en estrategias
de control emocional autodestructivas. Por ejemplo, si tu cliente informa que estuvo de
borrachera tres días, puedes responderle compasiva y respetuosamente: «Luchando en las arenas
movedizas nuevamente. Es muy común. Es muy difícil para nosotros romper viejos hábitos» o
«Tres días haciendo eso (el terapeuta imita el papel), deben de haberte dejado exhausto».
comprobarlo por ti mismo». Luego, podrías hacer que el cliente haga uno o
todos los ejercicios que siguen en cualquier combinación u orden. (Los dos
primeros son de Harris, 2007, y los otros son de Hayes et al., 1999).
recuerdo
Eliminar un recuerdo
Terapeuta: Tómate un momento para recordar cómo has llegado hoy aquí.
¿Ya está? Bien, ahora borra ese recuerdo. Sólo deshazte de él. (Pausa)
¿Cómo te ha ido?
Entumece tu pierna
No pienses en…
Terapeuta: Para el próximo ejercicio, no debes pensar en lo que digo. Ni
siquiera por un microsegundo. No pienses en… helados. No pienses en tu
sabor favorito. No pienses en cómo se derrite en la boca en un caluroso
día de verano. (Pausa) ¿Cómo te ha ido?
Enamorarse
Terapeuta: Ahora supongamos que debo darte mil millones de dólares, mil
millones, si puedes hacer lo que te pido. Voy a traer a alguien a esta
habitación, a alguien que nunca has visto antes, y si puedes enamorarte al
instante de esa persona, entonces te daré el dinero. ¿Podrías hacerlo?
Clienta: Si fuera Brad Pitt, podría.
¿Qué es lo siguiente?
En este punto, es de esperar que el cliente esté preparado para comenzar a
aprender algunas habilidades nuevas. Si te queda tiempo suficiente en esta
sesión, puedes comenzar de inmediato. Para empezar, las habilidades más
fáciles para la mayoría de los clientes son el anclaje o una simple defusión
(no meditativa); las habilidades más desafiantes para comenzar son la
aceptación, la autocompasión y el autocontrol.
Sin embargo, si no tienes tiempo suficiente para comenzar a desarrollar
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 9 de ACT Made Simple: The Extra Bits (descargable desde la página de
«Free Stuff» en www.actmindfully.com.au). Allí encontrarás: (a) la hoja de trabajo «Daily
Struggle», (b) cómo normalizar y validar las luchas de los clientes contra sus emociones y
ayudarlos a comprender por qué lo hacen, (c) cómo manejar reacciones poco comunes pero
difíciles con el ejercicio «Empujar el papel» y (d) enlaces a mi animación de YouTube de la
metáfora del polígrafo.
Habilidades
Probablemente puedas adivinar lo que voy a decir a continuación. Leer
estas cosas no es suficiente, tienes que practicar. Así que:
Lee en voz alta todos los ejercicios y metáforas, como si estuvieras
haciéndolos con un cliente. (O al menos ensáyalos mentalmente).
Observa tus propias tendencias a luchar contra tus pensamientos y
sentimientos. Mantén
la desencadena? un diario:
¿Cuáles son las¿cuándo y dónde ocurre
consecuencias? la lucha?
¿Cuándo, si es¿Qué
que
sucede alguna vez, abandonas la lucha? ¿Qué diferencia se da?
Para llevar
Las metáforas sobre abandonar la lucha proporcionan un buen paso hacia el
trabajo formal explícito sobre la aceptación. También facilitan un puente
útil entre la desesperanza creativa y la voluntad.
CAPÍTULO 10
Anclaje
Ataques de pánico.
Además, es una buena primera habilidad que enseñar a cualquier cliente
que esté interesado en la mindfulness o que quiera mejorar para
desengancharse de los pensamientos y sentimientos difíciles. También es
una excelente opción como tu primer paso para desarrollar activamente la
disposición, después de la desesperanza creativa y el abandono de la lucha.
(¿Puedes decir que me gusta esta técnica?)
dentro de tu cabeza?
Cliente: Terrible. Todo
Todo gira en mi cabeza (gira su dedo al lado de
d e la sien).
Terapeuta: Entonces, tienes todos estos pensamientos girando en tu cabeza,
todos estos sentimientos alrededor de tu cuerpo. Es como una tormenta
emocional que estalla dentro de ti. Y mientras la tormenta te arrastra, no
hay nada efectivo que puedas hacer. Estás a merced de los elementos,
¿verdad?
Cliente: ¡Exacto!
Terapeuta: Supongamos que tu barco navega hacia el puerto justo cuando
estalla una gran tormenta, ¿cuál es tu principal prioridad?
CONSEJO PRÁCTICO
Es importante mencionar que el barco se acerca o ya está en el puerto. Un barco en el mar no
echaría el ancla durante una tormenta; intentaría remontar las olas.
Ejercicio de anclaje
Idealmente, antes de comenzar este ejercicio, el cliente ya te ha contado los
elementos de su tormenta emocional: los pensamientos, sentimientos,
emociones y recuerdos contra los que está luchando. Si es así, puedes
Para
no lo ello, ¿podrías
deseas, seguir hablar
pero puedes mis instrucciones?
si quieres. No tienes que decir nada si
Bueno, primero, tómate un momento para reconocer que hay
pensamientos y sentimientos difíciles que se te presentan en este
momento.
Y al mismo tiempo, mira si puedes presionar los pies con fuerza contra
el suelo. Empújalos hacia abajo (el terapeuta empuja sus propios pies con
fuerza)… Eso es todo. Siente el suelo debajo de ti.
Ahora siéntate erguido en tu silla (el terapeuta hace estas acciones
mientras habla)… Siente la silla debajo de ti, nota tu espalda apoyada.
Ahora presiona lentamente las yemas de los dedos y, mientras lo haces,
mueve suavemente los codos y los hombros (el terapeuta realiza estas
acciones mientras habla).
Siente que tus brazos se mueven desde los dedos hasta los omóplatos.
Tómate un momento para reconocer que hay mucho dolor contra el que
estás luchando… No lo pediste…, pero aquí está… y es desafiante y es
difícil y quieres que desaparezca, y sin embargo no va a desaparecer…
En silencio reconoce qué tipo de dolor es… Por ejemplo, dite a ti
mismo: «Aquí hay tristeza» o «Aquí hay ansiedad» o «Aquí hay un
recuerdo doloroso». (Si el terapeuta sabe cuál es el dolor, puede
mencionarlo específicamente).
Ahora nota que tienes pensamientos y sentimientos dolorosos , y
también que hay un cuerpo alrededor de todo ese dolor, sosteniéndolo,
conteniéndolo. Y es un cuerpo que puedes mover y controlar. Endereza la
espalda nuevamente y observa todo tu cuerpo ahora: manos, pies, brazos,
piernas. (El terapeuta endereza la espalda). Muévelos suavemente y siente
cómo se mueven… Haz un buen estiramiento (el terapeuta estira los
brazos)… Observa cómo se estiran los músculos… Presiona con los pies
hacia abajo y siente el suelo (el terapeuta presiona con los pies hacia
abajo).
Ahora mira también alrededor de la habitación (arriba, abajo y de lado a
lado). (El terapeuta mira alrededor de la habitación) y observa cinco cosas
que puedes ver.
ver.
Y también observa tres o cuatro cosas que puedes escuchar: sonidos
provenientes de mí o de ti o de la habitación que te rodea.
Y también nota que tú y yo (el terapeuta hace gestos tanto para él como
para el cliente) estamos trabajando aquí juntos, como un equipo.
Así que fíjate, hay algunos pensamientos y sentimientos difíciles
contra los que estás luchando y, al mismo tiempo, mira si también puedes
notar tu cuerpo en la silla… y mueve suavemente ese cuerpo, estírate (el
terapeuta se mueve, se estira)… Eso es todo, toma el control de tus brazos
y piernas.
Y también observa la habitación a tu alrededor (el terapeuta mira a su
alrededor).
Y observa que tú y yo aquí (gestos del terapeuta hacia él y hacia el
cliente) trabajamos juntos como un equipo.
El terapeuta continúa realizando un ciclo del ejercicio (reconociendo la
experiencia interna, volviendo al cuerpo, interactuando con el mundo) hasta
que el cliente esté conectado a la tierra, lo que podría identificarse por
respuestas no verbales (por ejemplo, expresiones faciales, postura corporal,
contacto visual) o respuestas verbales (por ejemplo, hablar fácilmente,
hacer o responder preguntas, verbalizar pensamientos y sentimientos) que
transmiten compromiso. El terapeuta finaliza el ejercicio con preguntas
informativas simples como:
¿Notas alguna diferencia ahora? ¿Estás menos enganchado a esos
pensamientos y sentimientos difíciles? ¿Te sientes menos afectado o
agitado por ellos?
¿Te resulta más fácil involucrarte conmigo, estar presente, concentrarte
en lo que digo y en lo que estamos haciendo aquí?
¿Tienes más control sobre tus acciones, sobre tus brazos, piernas y
boca? Compruébalo, mueve los brazos y las piernas, estira (el terapeuta se
mueve y estira, animando al cliente a copiarlo). ¿Tienes ahora más control
sobre lo que haces?
CONSEJO PRÁCTICO
Ten en cuenta que, en todas estas preguntas informativas, el terapeuta nunca pregunta si el dolor
se ha reducido o si el cliente se «siente mejor». Hacer tales preguntas enviaría un mensaje
equivocado: que el objetivo del ejercicio es reducir o eliminar el dolor de las emociones. Por
supuesto, esto sucede a menudo; pero en la ACT eso es una ventaja, no el objetivo principal.
¿Te has fijado en todas las frases en negrita y en cursiva del guion
anterior? Éstas son todas las variantes de la instrucción «Observa tus
pensamientos y sentimientos dolorosos». Ésta es la gran (y muy importante)
diferencia entre los ejercicios de conectarse a la tierra en la ACT y casi
todos los demás modelos. En prácticamente todos los demás modelos de
terapia, no encontrarás estas instrucciones repetidas para fijarse y reconocer
experiencias personales dolorosas. ¿Y por qué esto es un problema? Porque
si el cliente no reconoce repetidamente la presencia del dolor, es muy
probable que estos ejercicios funcionen como técnicas de distracción en
lugar de técnicas de mindfulness; los clientes casi siempre las usarán para
escapar o evitar sus pensamientos y sentimientos dolorosos, a fin de sentirse
menos angustiados o ansiosos. (De hecho, en algunos modelos, éste es el
objetivo principal de tales técnicas de conexión a la tierra). Recuerda: la
distracción es lo opuesto a la mindfulness, la atención plena. Si has olvidado
la diferencia, vuelve al capítulo 3.
Supón que le preguntas a un cliente cómo puede resultarle útil el ejercicio, y él responde algo
como «Me relaja», «Me reduce la ansiedad» o «Me distrae de mis sentimientos». Si es así,
podríamos decir: «Bueno, eso es una buena ventaja cuando sucede, así que disfrútala cuando
ocurra, pero ése no es realmente el objetivo del ejercicio. ¿Podemos tomarnos un momento para
aclarar el objetivo real de esto?». Luego repite el ejercicio de «Empujar el papel» (capítulo 9).
Ser creativo
El primer paso para echar el ancla es reconocer los pensamientos y
sentimientos que están presentes, ya sean extremadamente dolorosos,
moderadamente incómodos, algo neutros, bastante agradables o incluso una
sensación de entumecimiento.
Después, el cielo es el límite para los próximos dos pasos. Para ayudar al
cliente a recuperar el control de su cuerpo, puedes invitarlo a beber
conscientemente un vaso de agua, a ponerse de pie y caminar por la
habitación, a comer un refrigerio, a estirarse, a cambiar de postura, a girar
los pulgares, a asentir con la cabeza, a coger un objeto (por ejemplo, un
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 10 de ACT Made Simple: The Extra Bits (descargable desde la página de
«Free Stuff» en www.actmindfully.com.au). Allí encontrarás enlaces de descarga de cuatro
grabaciones gratuitas de ejercicios de anclaje, que varían en duración de uno a once minutos.
También hallarás preguntas y respuestas para: (a) cuándo «sentarse» con sentimientos, (b)
cómo echar el ancla en la cama, (c) qué hacer si el cliente dice que no está funcionando o
«No lo entiendo; ¿qué propósito tiene esto?», (d) cómo usar el anclaje con la disociación y
los flashbacks, y (e) cómo puede ayudar la aplicación de teléfono inteligente ACT
Companion.
Habilidades
Te animo a que escuches los ejercicios de anclaje que se mencionan en la
sección «Extra bits» y los practiques activamente con la mayor frecuencia
posible.
enseñarlaSimejor
hacesaeltusesfuerzo
clientes,desino
desarrollar esta habilidad,
que también no útil
te será muy sólo en
podrás
esos
momentos difíciles de una sesión de terapia cuando tú mismo estés
fusionado o abrumado. Además, ¿por qué no probar algunos o todos de los
siguientes ejercicios?
Lee todos los guiones de este capítulo (idealmente en voz alta),
modificando el lenguaje según lo desees, como si lo estuvieras
haciendo con tus clientes.
Crea tus propios ejercicios de anclaje, escríbelos y ensáyalos.
Practica echar el ancla durante todo el día, tanto en momentos en que tu
Para llevar
Todos los ejercicios de anclaje siguen una estructura repetitiva de tres
pasos:
R. Reconocer tu experiencia
ex periencia interior.
V. Volver a tu cuerpo.
El gran problema
Desde la perspectiva de la ACT, ¿cuál es el mayor problema contra el que
luchan los clientes? (Sí, sé que ya lo sabes; sólo parecía una buena pregunta
para comenzar el capítulo). La fusión cognitiva es el problema clínico
general. (Muchos novatos tienen la falsa idea de que la evitación
experiencial es el problema número uno en la ACT, por lo que quiero
recordarles: la evitación experiencial es a menudo, pero no siempre, un
problema, y rara vez, si es que lo es, el único problema).
Realizar el enlace
Queremos ayudar a los clientes a «establecer el vínculo» entre la fusión con
las cogniciones y la manera en que esto cambia su comportamiento. En
otras palabras, queremos identificar qué sucede realmente cuando las
cogniciones en cuestión dominan el comportamiento: ¿qué cambios
problemáticos en el comportamiento (manifiesto o encubierto) resultan? Si
omites este paso, es casi seguro que te atascarás. ¿Por qué? Porque si tu
un diagrama
cuando uno de
se puntos
fusionadecon
elección.
ellas Las cogniciones
(flecha ddifíciles
ifíciles),van
de Enganchado hayal cambios
fondo y,
problemáticos en el comportamiento abierto y encubierto (movimientos
hacia atrás).
CONSEJO PRÁCTICO
Todas las preguntas anteriores mencionan el «pensamientos», pero puedes sustituirlo por
palabras como «preocupaciones», «juicios», «miedos», «predicciones», «historias no lo
suficientemente buenas», «fantasías
de enojo», «pensamientos ansiosos»,dey venganza», «escenarios
así sucesivamente. de pesimismo»,
También «pensamientos
puedes hacer las mismas
preguntas sobre «sentimientos», «impulsos», «antojos», «emociones», «imágenes» y
«recuerdos».
Ofrecer
Ofrecer una n
nueva
ueva habilidad
Una y otra y otra vez (y otra y otra), los novatos de la ACT me hacen
alguna versión de esta pregunta: «¿Cómo vendo la
mindfulness/defusión/aceptación/autocompasión al cliente?». Y mi
respuesta es siempre: «No lo hagas». No intentes «vender» estas cosas a tus
clientes; en su lugar, «ofréceselas». Primero, descubra cuáles son los
problemas de tu cliente y luego vuelve a enmarcarlos en una formulación de
la ACT.
ACT. Después, ofrece al cliente habilidades que él pueda ver con claridad
que sean directamente relevantes y útiles para sus problemas específicos.
No se requiere «vender» cuando hacemos esto.
Por ejemplo, si un cliente está deprimido y un terapeuta le dice que la
mindfulness puede ayudar, el ajuste entre el problema (depresión) y la
solución (mindfulness) es tan vago que es poco probable que interese al
cliente. Pero supongamos que el terapeuta dice algo como:
Terapeuta: Entonces, ¿puedo resumirlo de esta manera? Hay varios
aspectos diferentes en tu depresión, y queremos abordarlos todos, pero
creo que quizá el mejor para comenzar es la manera en que tu mente sigue
afectándote, diciéndote que eres un perdedor, que la vida es una
desesperación, que todos te odian, que no tiene sentido seguir adelante, y
que básicamente no hay futuro. Parece que, cuando te enganchas a esos
pensamientos, tiendes a hacer cosas que no llevan tu vida en la dirección
que deseas, tiendes a beber y a fumar droga y a quedarte en tu habitación
y a evitar a las personas y a renunciar a hacer las cosas con las que solías
disfrutar.. ¿Es correcto?
disfrutar
Cliente: Sí, más o menos.
***
y a estar más presente con las personas que amas. ¿Qué te parece?
***
alentar la defusión.
Normalizar y validar pensamientos
Cuando normalizamos y validamos pensamientos difíciles, esto facilita
tanto la aceptación como la defusión. Los clientes están más dispuestos a
tener sus pensamientos y tienen menos intenciones de deshacerse de ellos.
Y a menudo sienten una gran sensación de alivio, sólo sabiendo que son
«normales». Hay muchas maneras en que podemos hacer esto, en cualquier
sesión, y una de mis favoritas es decir cosas (sinceramente) como:
en esto…
Terapeuta: Claro, y mi mente ha evolucionado exactamente de la misma
manera que la tuya.
Si el terapeuta ya ha explorado cómo ha evolucionado la mente humana, es
posible que desee resumir brevemente los aspectos más destacados. Si aún
no ha presentado ese tema, ahora es un buen momento. Encontrarás muchas
versiones diferentes de esta espiral evolutiva en la ACT. Me refiero
colectivamente a todas ellas como…
***
CONSEJO PRÁCTICO
No todo el mundo cree en la evolución. Si tu cliente no cree en ella, modifica la metáfora, deja
de lado la evolución/hombre de las cavernas/aspectos prehistóricos y, simplemente, di cosas
como: «el objetivo más importante de tu mente es mantenerte a salvo, protegerte, impedir que te
hagas daño».
como tu mente?».
sentimientos:
Las manos como metáfora de pensamientos y sentimientos:
Versión extendida
Este ejercicio es predominantemente una metáfora de fusión y defusión.
Evolucionó a partir de mi anterior ejercicio «Manos como pensamientos»
(Harris, 2009a), y las instrucciones se superponen mucho a las del ejercicio
de «Empujar el papel» detallado en el capítulo 9. El guion que sigue es una
versión genérica, adecuada para casi cualquier persona. Es mucho más
poderoso si lo hacemos específico para cada cliente único, por lo que en
lugar de decir«tu
por ejemplo, cosas como
esposo «todasylas
Michael, personas
tu hija que te Sarah».
adolescente importan», diríamos,
Cuando hago esto, generalmente, acerco mi silla al cliente, y nos
sentamos uno al lado del otro, de espaldas a la pared, frente a la habitación,
y ambos hacemos todas las acciones simultáneamente. No tienes que
hacerlo de esta manera, por supuesto; al igual que cualquier ejercicio de la
ACT, puedes modificarlo y adecuarlo libremente para adaptarse a ti, porque
así resultará mucho más efectivo.
También me gusta practicar dos encantadoras variantes de este ejercicio.
Una opción es escribir algunos pensamientos y sentimientos relevantes en
una hoja de papel, y utilizarla en lugar de las manos. Otra opción es
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 11 de ACT Made Simple: The Extra Bits (descargable desde la página de
«Free Stuff» en www.actmindfully.com.au). Allí encontrarás secciones sobre: (a) reacciones
delicadas a la metáfora «Manos como pensamientos y sentimientos» y cómo manejarlas, (b)
cómo «realizar el enlace» cuando ves que la fusión aparece en tu cliente durante la sesión, y
(c) cómo destruir la ilusión de que nuestros pensamientos nos controlan.
Habilidades
Ahora que conoces los entresijos de esa forma de defusión, ya estás listo
para comenzar. Así que aquí está tu misión:
Practica todos los guiones y diálogos de este capítulo, adaptando y
modificando el lenguaje.
Utiliza la metáfora de las manos como pensamientos y sentimientos al
menos dos veces; tiene tantas partes y piezas que requiere práctica.
Para llevar
Para «preparar la escena» para la defusión, hay cinco pasos básicos: (1)
averiguar «¿A qué se engancha?» (identificar el contenido cognitivo con el
que el cliente se está fusionando); (2) realizar el enlace (hacer la conexión
entre la fusión y los comportamientos problemáticos); (3) ofrecer una nueva
habilidad (ofrecer defusión como solución a los problemas identificados
anteriormente); (4) normalizar y validar pensamientos difíciles; y (5)
presentar una metáfora para resumir los problemas de fusión y los
beneficios de la defusión.
CAPÍTULO 12
Profundizando en la defusión
fácilmente invalidante,
Por lo tanto, indiferente,
es importante trivial
que nos o degradante.
unamos compasivamente al cliente:
nos conectamos con su sufrimiento y validamos cuánto dolor ha
experimentado. Desde una postura de empatía, amabilidad, igualdad y
respeto, formamos una alianza; trabajamos juntos como un equipo para
encontrar una nueva manera de responder a estos pensamientos y
desarrollar una nueva actitud que permita una vida consciente y basada en
valores.
Una muestra de defusión
brinda una experiencia de defusión para casi todo el mundo. Dice así:
Expresa tu juicio negativo en una oración corta, en la forma: «Soy X».
Por ejemplo, «Soy un perdedor o no soy lo suficientemente inteligente».
Ahora fusiónate con este pensamiento durante diez segundos. En otras
palabras, quédate atrapado en él y créetelo todo lo que puedas.
Luego repite en silencio el pensamiento con esta frase: «Tengo el
pensamiento de que…». Por ejemplo, «Tengo el pensamiento de que soy
un perdedor».
Ahora repítelo una vez más, pero esta vez agrega esta frase: «Me doy
cuenta de que estoy pensando que…». Por ejemplo, «Me doy cuenta de
que estoy pensando que soy un perdedor».
***
***
Terapeuta: ¿Podrías decir eso otra vez, pero esta vez, diciendo antes «Tengo
el pensamiento de que…»?
Cliente: Estoy pensando que soy un estúpido.
Terapeuta: ¿Notas alguna diferencia?
Cliente: Sí, la segunda vez no me ha molestado tanto.
CONSEJO PRÁCTICO
Puedes usar la técnica «Estoy teniendo un…» con emociones, impulsos, recuerdos, sensaciones,
etc.: «Tengo un sentimiento de ansiedad», o «Tengo ganas de salir corriendo». Una buena frase
alternativa es: «Estoy notando…», por ejemplo, «Estoy notando un mal recuerdo», o «Estoy
notando opresión en el pecho».
***
Pantalla de ordenador
Este ejercicio (Harris, 2007) es particularmente útil para las personas que
son buenas visualizando. El guion requiere la utilización de una pantalla de
ordenador imaginaria, pero también puedes hacerlo con un ordenador real
(escríbela en una presentación de PowerPoint o Keynote en un ordenador
portátil, tableta o iPad), en papel con bolígrafos de colores, o utilizando una
de las muchas aplicaciones de teléfonos inteligentes para dibujar, escribir o
pintar.. Éstos son los pasos:
pintar
Fusiónate con tu juicio negativo durante diez segundos.
Ahora imagina una pantalla de ordenador e imagina tu pensamiento
salten hacia
giren en arriba y hacia abajo, que se muevan como una oruga o que
círculo.
Vuelve a ponerla en texto en negro y esta vez imagina una de esas bolas
de pantalla de karaoke rebotando de una palabra a otra. (Y si lo deseas, al
mismo tiempo, tararea en tu mente la melodía de «Feliz cumpleaños»).
***
¿Invalidación?
¿Alguno de esosdisculpas.
así, mis sinceras ejercicios Ésa
te ha
noparecido desdeñoso,
era la intención trivial, burlón?
en absoluto. Si es
Hay muchas
personas en el mundo que descartarán o trivializarán tus problemas, pero yo
¡Pero es verdad!
Cuando hiciste esos ejercicios, tu mente protestó: «¡Pero es verdad!
¿Realmente soy XYZ?». De vez en cuando, tus clientes se resistirán o
criticarán una técnica de defusión por estos mismos motivos. Por lo general,
responderías a esto en términos de viabilidad: «La cuestión es que, en este
enfoque, no se trata de si tus pensamientos son verdaderos o falsos, sino de
lo que sucede si dejas que estos pensamientos corran por tu vida. Si
mantienes firmemente este pensamiento, o dejas que dicte lo que haces,
¿eso te ayudará a vivir la vida que deseas? ¿Para lograr tus objetivos,
mejorar tus relaciones, actuar como la persona que quieres ser?
A continuación, se muestra un ejemplo de una sesión de terapia:
En la
sino si ACT, no nos
podemos interesa
usarlo saber
como si un
guía pensamiento
para actuar deesmanera
verdadero o falso,y
efectiva
construir la vida que queremos.
pensamiento
Cuando esto doloroso, desaparece,
sucede, el terapeuta o necesita
se sienten mejor,que:
aclarar o ambas cosas.
(1) esto es
simplemente una bonificación, no el propósito principal, y (2) no siempre
sucederá, así que es mejor que no lo esperen. Si el terapeuta no hace esto,
los clientes comenzarán a utilizar la defusión para tratar de controlar sus
pensamientos y sentimientos. Y luego, por supuesto, ya no funciona como
una técnica de mindfulness, sino como una técnica de control emocional. Y,
además, es sólo cuestión de tiempo que el cliente se sienta frustrado o
decepcionado (y vuelva a decir: «No está funcionando»). Aquí hay dos
ejemplos de cómo el terapeuta puede manejar esto:
Cliente: Eso ha estado genial. El pensamiento simplemente se ha ido.
Terapeuta: Interesante. Ya sabes, a veces sucede eso y otras no. En
ocasiones, un pensamiento sigue dando vueltas. Nuestro objetivo no es
intentar que desaparezca, sino dejar de quedar atrapado en él, dejarle
espacio, permitir que esté allí sin problemas, de modo que, si se queda, no
te impida hacer lo que importa y participar plenamente en tu vida.
***
***
Desactivar no es descartar
Queremos responder a nuestras cogniciones con apertura y curiosidad, no
descartarlas. Incluso las cogniciones y los procesos cognitivos más difíciles
generalmente tienen algo útil que ofrecernos. Por ejemplo, nuestros
pensamientos ansiosos a menudo nos apuntan hacia cuestiones importantes
que debemos abordar, y los pensamientos autocríticos con frecuencia nos
señalan valores que estamos descuidando. En capítulos posteriores,
veremos cómo podemos «extraer lo bueno» de los pensamientos inútiles.
A veces, los terapeutas tienen la idea de que en la ACT no estamos
interesados en el contenido de los pensamientos. Nuevamente, éste es un
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 12 de ACT Made Simple: The Extra Bits (descargable desde la página de
«Free Stuff» en www.actmindfully.com.au). Allí encontrarás: (a) cómo saber cuándo tus
clientes se están desactivando y (b) una técnica popular de defusión llamada «Repetición de
Titchener».
Habilidades
¿Es éste el final de la defusión? De ninguna manera. En el próximo
capítulo,
siguiente veremos
veremos una mezcla heterogénea
las barreras de ladefusión,
comunes para defusión.y Pero,
en el antes
capítulo
de
seguir leyendo, aquí tienes algunas sugerencias para desarrollar tus
habilidades:
Regresa y prueba cualquiera de las técnicas de defusión anteriores que
has omitido.
Lee todos los ejercicios en voz alta como si estuvieras conduciendo a
un cliente a través de ellos (o al menos, imagínate vívidamente que lo
estás haciendo).
Elige tu técnica favorita y utilízala durante la semana siguiente. Cuando
te des cuenta de que estás enganchado, echa el ancla y fíjate en el
pensamiento que te enganchó. Si todavía estás enredado en él después
de echar el ancla, utiliza la técnica elegida para jugar con él y observa
lo que sucede.
Para llevar
Hay millones de técnicas de defusión, así que las de este capítulo son sólo
algunas. Cuando las presente a los clientes, hazlo siempre con gran empatía
y respeto, y asegúrate de haber establecido primero una razón clara
(consulta «Realizar el enlace» en el capítulo 11) para evitar el riesgo de
confusión o invalidación.
Hazlo todo como un experimento, porque nunca sabes con certeza qué
sucederá. Y permanece atento a los conceptos erróneos comunes, como
pensar que el objetivo es sentirse bien o deshacerse de los pensamientos no
deseados.
CAPÍTULO 13
La defusión Smörgåsbord
qué cogniciones están presentes. Para ayudar a los clientes a notar sus
cogniciones, el terapeuta podría decirle: «Fíjate en lo que estás pensando»,
«Observa lo que está haciendo su mente», «Observa qué pensamientos
están surgiendo», «¿Qué te está diciendo tu mente?», «¿Qué te engancha?»,
«¿Qué está haciendo tu mente?», y así sucesivamente.
Nombrar
Nombrar la cognición o el proceso cognitivo suele ser el segundo paso en la
defusión. La manera de referirnos a ello puede ser simple (por ejemplo,
puedes hablar de «pensar», de «preocuparse», del «autojuicio», de «pensar
en blanco y negro», de «predecir lo peor»). Puedes ser juguetón (por
ejemplo, «La historia que no es lo suficientemente buena», «Radio
pesimismo», «La cháchara mental», «Tu crítico interior vuelve a hablar»).
Puedes ser autorreferencial (por ejemplo, «Estoy pensando que…», o «Ahí
va mi mente»). Y puedes incluir palabras o frases que reconocen su
recurrencia, como «¡Vaya,
«¡Vaya, aquí está de nuevo!», o «Sé que está ahí».
Neutralizar
La mayoría de las técnicas de defusión incluyen un paso que llamo
Observa el pensamiento
las imágenes como
de las que se si fuera
compone un objeto. Observa
el pensamiento; observalassupalabras
tamaño oy
ubicación; observa cómo van y vienen, su movimiento, velocidad,
dirección.
Describe el pensamiento. Describe la naturaleza o propiedades del
pensamiento en términos de las palabras o de las imágenes que contiene;
su tamaño, ubicación, movimiento, velocidad o dirección; y otras
propiedades simbólicas (por ejemplo, «pensamientos cálidos»,
«pensamientos pesados», «pensamientos pegajosos», «pensamientos
enganchados»).
Juega con las propiedades
propiedades del pensamiento. Juega un poco con sus:
Propiedades: forma, tamaño, color, textura, solidez, brillo.
Propiedades de sonido: volumen, ritmo, voz, tono; cántalo, dilo lenta o
rápidamente o con diferentes voces, agrégale música.
Propiedades kinestésicas, movimiento, dirección, velocidad, ubicación.
Representa el pensamiento. Escríbelo, dibújalo, píntalo, escúlpelo, báilalo,
represéntalo, cántalo, imítalo, representarlo a través de la fotografía o del
collage.
Transpón el pensamiento. Imagina que colocas tus pensamientos sobre
otros objetos (por ejemplo, hojas en un arroyo, maletas en una cinta
transportadora, nubes flotando en el cielo, etiquetas en artículos en un
escaparate); imagina que los colocas en objetos que haya en la habitación
(por ejemplo, en una silla o en una estantería, o proyéctalos en la pared); o
transponlos a otro medio (por ejemplo, como subtítulos en un televisor o
mensajes de texto en un teléfono móvil; o escucharlos como transmisiones
de una radio).
Dale un carácter al proceso cognitivo. Por ejemplo, caracteriza un patrón
Presentar
Presentar la defusión:
d efusión: Parte 1
Terapeuta: Entonces, una cosa que identificamos la semana pasada, una
gran parte del problema, es que a menudo te enganchas a la idea de que
eres inútil o prescindible.
Clienta: Sí, lo hago. Siento que soy una pérdida de espacio. Ni siquiera sé
por qué estás perdiendo el tiempo conmigo.
Terapeuta: Y me doy cuenta de que al decir eso te estás desplomando, casi
como si te hundieras en la silla. Tengo la sensación de que estos
pensamientos realmente te arrastran hacia abajo. (La clienta asiente). Eso
debe doler. (La clienta asiente nuevamente y sus ojos se llenan de
lágrimas). ¿Qué estás sintiendo ahora?
Clienta: (Sacudiendo la cabeza). Es una tontería.
Terapeuta: ¿Qué es una tontería?
Clienta: Yo. Todo esto. (Secándose los ojos). No creo que puedas
ayudarme.
Terapeuta: Bueno, es un pensamiento perfectamente natural. Mucha gente
Presentar
Presentar la defusión:
d efusión: Parte 2
El terapeuta ahora pasa unos tres minutos «realizando el enlace»
rápidamente (capítulo 11). El terapeuta descubre que, cuando está
enganchada, la clienta se retira socialmente, mira compulsivamente
programas de televisión, fuma marihuana, se pone irritable con su familia,
se queda en la cama en exceso, llama para decir que está enferma en lugar
de ir a trabajar, se demora en solicitar un mejor trabajo y consume mucha
comida basura.
Presentar
Presentar la defusión:
d efusión: Parte 3
Esta transcripción continúa desde el final de la metáfora «Manos como
pensamientos y sentimientos». La tarjeta ahora descansa en el regazo de la
clienta, con la escritura hacia arriba para que los pensamientos transcritos
sean claramente visibles tanto para ella como para el terapeuta.
Terapeuta: Bien, ésa es la idea básica de desenganchar, y voy a pedirte que
hagas un par de experimentos ahora, para ayudarte a aprender cómo
hacerlo. Los llamo «experimentos» porque, aunque espero que sean útiles
para ti, nunca sé con certeza exactamente cómo funcionarán. La idea es
¡quiere
pero su deshacerse
tono de vozdey ellos! O biencorporal
su lenguaje supongamos queque
sugieren dicerealmente
que está no
bien,
le
gusta la idea. ¿Cuál podría ser una buena respuesta del terapeuta?
Presentar
Presentar la defusión:
d efusión: Parte 4
La cuarta y última parte de esta transcripción comienza aproximadamente
quince minutos después del final de la parte 3. Mientras tanto, el terapeuta
ha conducido a la clienta a través de varias de las técnicas breves de
defusión que aparecen en el capítulo anterior, trabajando con pensamientos
específicos escritos en la tarjeta. Durante todo ese tiempo, el cliente ha
dejado la tarjeta en su regazo, una metáfora continua tanto para la defusión
como para la aceptación. De vez en cuando, miraba la tarjeta y el terapeuta
le preguntaba: «¿Enganchada?». La clienta volvía a mirar de inmediato,
momento en el cual el terapeuta hacía un comentario alegre como: «Ah, ya
estás aquí de nuevo».
Ahora, en
defusión la parte
llamada 4, el terapeuta
«Nombrar une toda
la historia» la sesión
(Harris, con que
2007), otra además
técnica de
se
utiliza como tarea.
Terapeuta: Volvamos a todos estos pensamientos escritos en la tarjeta. Voy
a preguntarte algo y puede parecerte un poco extraño.
Clienta: Me estoy acostumbrando.
Terapeuta: Hay muchos pensamientos, sentimientos, emociones y
recuerdos dolorosos relacionados con este problema que se remontan a tu
Clienta: ¿T
¿Tee refieres a leerlo en voz alta?
Terapeuta: No. Sólo hazlo en tu cabeza. Y, sinceramente, no sé qué pasará.
Espero que sea útil, pero, recuerda, lo estamos haciendo como un
experimento, ¿de acuerdo?
Clienta: Claro. (El terapeuta le pasa la tarjeta a la clienta. Ella lee en
silencio todos los pensamientos negativos, con el ceño fruncido en el
rostro. Luego le da la vuelta a la tarjeta y lee en silencio las palabras del
reverso: «¡Ajá! ¡Aquí está de nuevo! ¡La historia de Jane la inútil! Ésta
me la sé». Luego sonríe y mira al terapeuta).
Terapeuta: Estás sonriendo. ¿Por qué?
Clienta: Porque es como has dicho. Puedo verlo como una historia. Eso es
el poder. Así que, ¿estarías dispuesta a hacer eso? Está bien si no quieres.
Hay muchas otras cosas que puedo sugerirte.
Clienta: No. Eso está bien.
Terapeuta: Genial.
Ahora, antes de terminar, revisemos esto una vez más. Aquí hay algunas
cosas que debes considerar:
1. No siempre sale tan bien. Esta clienta abrazó fácilmente la defusión. A
algunas personas les puede resultar difícil o pueden no entenderlo.
Otras pueden volver a la agenda de tratar de deshacerse de los
pensamientos; si es así, tu mejor opción es volver a la desesperanza
creativa.
2. El terapeuta puede usar cualquier cantidad de técnicas de defusión en
una sesión como ésta. No hay nada esencial sobre escribir
pensamientos en una tarjeta o nombrar la historia. Sin embargo, como
probablemente hayas adivinado, el terapeuta soy yo, y este doble
combo es mi favorito personal. Particularmente me gusta usar una
tarjeta (o una hoja de papel) porque: (a) proporciona una gran metáfora
física para trabajar en la sesión; (b) cuando el cliente se la lleva, le
recuerda la sesión y la tarea; y (c) llevarse la tarjeta (o el papel) en un
bolso o billetera es una metáfora continua para la defusión y la
aceptación.
3. Supón que la clienta fuera reacia a aceptar la tarjeta. Supongamos que
dice: «No, no la quiero. Eso podría empeorarlo». Esto indicaría tanto la
fusión como la evitación experiencial, por lo que yo diría: «Bien, creo
que, en ese caso, esto no sería bueno para ti, después de todo. Así que
intentemos otra cosa». Luego, establecería una tarea diferente,
guardaría la tarjeta en el archivo y la sacaría nuevamente en la siguiente
sesión.
Técnicas en abundancia
Existen más de un centenar de técnicas de defusión diferentes
documentadas
oportunidades en paralosque
libros
tú odetus
la clientes
ACT y en los de
creéis autoayuda,
otras nuevas. yPuedes
hay muchas
hacer
cualquier cosa que coloque el pensamiento en un nuevo contexto, donde
puedas verlo tal como es: una cadena de palabras e imágenes; nada contra
lo que tengas que luchar, de lo que huir, o a lo que debas aferrarte u
obedecer.
Por ejemplo, puedes visualizar el pensamiento como un título en una
tarjeta de felicitación, escrito en un glaseado en un pastel de cumpleaños o
apareciendo dentro del globo de diálogo de un personaje de cómic. O
puedes imaginar el pensamiento proveniente de una radio o de un teléfono
móvil, o escucharlo con la voz de un conocido político o comentarista
deportivo. O podrías imaginarte bailando con el pensamiento, caminando de
la mano con él por la calle, o haciéndolo botar como una pelota. Puedes
dibujar o pintar el pensamiento, escribirlo en diferentes colores o esculpirlo
en arcilla. Puedes visualizarlo en la camiseta de un corredor, imaginarlo
como un mensaje de texto en tu teléfono móvil o verlo como una ventana
emergente en la pantalla de tu ordenador. Puedes cantarlo con diferentes
estilos musicales (por ejemplo, ópera, jazz, rock), decirlo con un
escandaloso acento extranjero o hacer que un títere lo diga en voz alta. Las
opciones son infinitas. Así que, antes de seguir leyendo, comprueba si
puedes pensar algunas técnicas propias. Y diviértete con eso. (¿Con qué
frecuencia escuchas eso en un libro?).
A continuación, se presenta un resumen de muchas (pero ni de lejos
todas) técnicas de defusión comunes. Cubriremos la mayoría de estas
técnicas en este libro; puedes encontrar las pocos que no tenemos en Bits
extra.
Metáforas en abundancia
También podemos usar todo tipo de metáforas para ayudar a la defusión.
Podemos comparar la mente con:
Una máquina de hacer palabras: Fabrica un flujo interminable de
palabras.
«Radio pesimismo»: Le gusta transmitir mucha tristeza sobre el pasado,
mucha fatalidad sobre el futuro y mucha insatisfacción con el presente.
Un mocoso malcriado: Pide todo tipo de cosas y pilla un berrinche si no
se sale con la suya.
Unalas
por máquina
que noque da razones:
puedes Produce
o no debes una lista interminable de razones
cambiar.
Un dictador fascista: Constantemente te ordena y te dice lo que puedes
y no puedes hacer.
Una fábrica de juicios: Se pasa todo el día haciendo juicios.
Etcétera, etcétera. Una vez que hayas utilizado estas metáforas con un
cliente, puedes volver a ellas una y otra vez en sesiones posteriores como
breves intervenciones de defusión. Por ejemplo, en respuesta a un cliente
que emite toda una serie de juicios negativos, podría decir: «Ahí está la
fábrica de juicios nuevamente; hoy los está fabricando con ganas». O en
respuesta a un cliente que sigue diciendo: «¡Debería hacer X, tengo que
hacer Y!», podrías decir: «¡Vaya! Parece que ese pequeño dictador fascista
que está dentro de tu cabeza está realmente dictando las reglas hoy».
Probablemente ya conozcas algunas metáforas para la mente: por ejemplo,
la «cháchara» y el «crítico interior» son de uso muy común. Antes de seguir
leyendo, ¿por qué no te tomas unos minutos para ver si puedes encontrar
una metáfora o dos propias?
defusión que me olvidé del ser humano que tenía frente a mí. Así que
debemos recordar: realizamos técnicas para los clientes, no con los clientes.
E implementar la ACT no quiere decir ofrecer técnicas, sino construir una
vida vital y significativa.
Por lo tanto, en todo este trabajo, es esencial tener una conexión
consciente y sintonizada con el cliente. Necesitamos estar atentos a nuestros
clientes, respetar dónde se encuentran y estar abiertos a sus respuestas. Y si
estamos tan atrapados en la entrega de técnicas que descuidamos la
relación, tan pronto como nos demos cuenta, debemos disculparnos:
«¡Vaya! Lo siento mucho. Me acabo de dar cuenta de lo que he estado
haciendo. Me he quedado tan atrapado en mi propio entusiasmo que he
perdido el contacto contigo. ¿Podemos detenernos y retroceder un poco,
antes de que empezara a bombardearte con todo esto?».
Este tipo de interacciones no sólo construyen una relación abierta y de
confianza, sino que también nos permiten modelar la autoconciencia y la
autoaceptación. Y demuestran que estamos en el mismo barco que nuestros
clientes: que también podemos quedarnos atrapados en nuestras cabezas y
perder el contacto con el momento presente, ¡y que podemos regresar al
presente y actuar con eficacia!
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 13 de ACT Made Simple: The Extra Bits (descargable desde la página de
«Free Stuff»
Stuff» en www
www.actmindfully
.actmindfully.com.au).
.com.au). Allí encontrarás: (a) una versión imprimible del
«Summary of Common Defusion Techniques»,
Techniques», (Resumen de técnicas comunes de defusión),
con descripciones de los pocos métodos que no abordamos en el libro principal, (b) una
descripción de fusión en lenguaje cotidiano, (c) la hoja de trabajo «Getting Hooked»
(Engancharse), y (d) cómo usar la aplicación ACT Companion (Compañera ACT) para la
defusión.
Habilidades
Para ponerte al día con las técnicas de defusión:
Para llevar
Después de haber allanado el camino para comenzar a trabajar
Barreras a la defusión
«Historia»
La palabra «historia», si se usa sabia y apropiadamente, con compasión,
empatía y respeto, es muy útil para la defusión con la mayoría de los
clientes. Sin embargo, si la usamos con ligereza, o sin una verdadera
empatía o compasión, puede parecer despectiva o trivial. Si sospechas que
tu cliente podría no responder bien a la palabra, no la utilices; usa términos
como «pensamientos», «cogniciones», «preocupaciones», etc.
Si alguna vez utilizas la palabra «historia» y tu cliente se siente molesto u
ofendido («¡No es una historia!»), pide disculpas de inmediato. Di algo
como: «Lo siento mucho. No he querido ofenderte. Con “historia” no he
querido decir que sea inventada o no sea cierta. Sólo he querido decir que es
una cadena de palabras que se unen para transmitir información o contar
una narración. Utilizo la frase simplemente porque la mayoría de las
personas
utilizar laconsideran que les ayuda
palabra “cognición” a desengancharse.
o “pensamiento” Si lo prefieres,
en su lugar. puedo
¿Sería mejor?».
Falta de empatía
La fusión crea mucho sufrimiento. Si el terapeuta no logra empatizar con la
gran cantidad de dolor, dificultad y sufrimiento que ha causado la fusión,
entonces las intervenciones de defusión pueden parecer despectivas o
triviales. Esto a menudo desencadena una respuesta del cliente como: «¡No
lo entiendes» o «¡No sabes lo que significa para mí!». Esto ocurre
comúnmente cuando un terapeuta dice: «Sólo es un pensamiento», porque
casi siempre se verá como trivializar el pensamiento. Puede ser «sólo un
pensamiento» para el terapeuta, pero no es así como lo siente el cliente en
ese momento, por lo que este tipo de comentario transmite una falta de
empatía. (Por otro lado, cuando un cliente dice espontáneamente, sobre su
Falta de claridad
Es crucial preparar el terreno para aprender activamente las habilidades de
defusión al: (a) establecer el vínculo entre la fusión y el comportamiento
inviable, (b) aclarar el propósito de la defusión, y (c) descubrir cómo esta
habilidad será útil y relevante para los objetivos de la terapia del cliente.
Los terapeutas a menudo fallan en algo o en todo lo anterior antes de pasar
al trabajo activo en la defusión, y los clientes, naturalmente, se confunden o
se molestan. Y a veces el motivo de tal fracaso es en realidad la fusión del
terapeuta, como veremos a continuación.
¿Demasiadas metáforas?
Cuando los terapeutas se quedan atrapados en el modo «hablar sobre la
ACT», a menudo hacen algo que llamamos humorísticamente «abuso de
metáforas». Esto es cuando un cliente entra en terapia y el terapeuta
(enganchado en la duda, la ansiedad y la incertidumbre) se va a su
estantería y saca una enorme lata llena de metáforas. Quita la tapa y
comienza a sacar metáforas a puñados y a arrojárselas al cliente, una tras
otra, con la esperanza de que una o dos de ellas calen. Al final de la sesión,
el cliente abandona la sala de terapia goteando metáforas.
Las principales razones por las que usamos metáforas en la ACT son: (a)
transmiten mucha información en poco tiempo, (b) los clientes tienden a
aceptarlas porque son obvias, y (c) los clientes tienden a recordarlas
después de una sesión. Sin embargo, podemos usarlas en exceso fácilmente,
y es muy probable que lo hagamos cuando no comprendamos del todo su
propósito o evitemos desarrollar habilidades activas en la sesión.
Aclara que cuando se desactiva, es mucho más fácil lidiar con estos
problemas.
implican
neutralizar.una(Recuerda,
combinación de las
el paso más«tres
fácilN»:
paranotar o fijarse,
neutralizar nombrarlosy
es valorar
pensamientos en términos de viabilidad: si dejas que este pensamiento dicte
lo que haces, ¿a dónde te lleva?). Ten en cuenta también que todo esto
podría hacerse en la primera sesión si es necesario, sí, incluso a medida que
conocemos al cliente y compilamos el historial inicial.
Los terapeutas con frecuencia ven la fusión con la desesperanza y el
razonamiento como una barrera para la terapia. Espero que ahora lo
reformules: no es una barrera para la terapia, sino una oportunidad de oro
para llevar a cabo activamente la terapia. Nos da la oportunidad de
desarrollar habilidades de defusión en la sesión (en lugar de sólo hablar de
ellas).
Adaptar
cognitivosestas estrategias a otros procesos
Con un poco de imaginación, puedes adaptar fácilmente las estrategias 1, 2,
4 y 7 descritas anteriormente para tratar casi cualquier proceso cognitivo
problemático que interfiera en el progreso durante una sesión: culpa, exceso
de reflexión, obsesión, fantasía de venganza, preocupación, pensar de
manera catastrofista, y así sucesivamente.
Por ejemplo, supongamos que un cliente sigue culpando a todos los demás
por sus problemas. La estrategia 1 consiste en notar y nombrar, por lo que
podríamos decir: «¿Te das cuenta de lo que tu mente está haciendo? Hay
muchas personas en tu vida que no se comportan de la manera que tú
deseas, lo cual es realmente molesto para ti, y tu mente sigue recordándote
eso». (Observa cómo esta forma de hablar evita utilizar el término «culpar»,
ya que esto podría ser invalidante).
La estrategia 2 consiste en validar y normalizar, por lo que podríamos
decir: «Y esto es perfectamente natural. Cuando suceden cosas que nos
molestan en nuestras vidas, nuestra mente nos las recuerda porque quiere
que hagamos algo al respecto. El trabajo de tu mente es cuidarte, mejorar tu
vida, por lo que te alerta sobre los problemas con los que debes lidiar».
Después de esto, estableceríamos (o restableceríamos) objetivos de
comportamiento (capítulo 6). Podríamos decir: «Dado que tu mente quiere
que hagas algo al respecto, ¿podemos tomarnos un momento para aclarar lo
que quieres de nuestras sesiones? ¿Quieres ver cómo lidiar con tus
sentimientos cuando los demás se comportan de esa manera? ¿O quieres ver
cómo puedes influir en tu comportamiento de forma constructiva para que
te ayude a construir relaciones saludables? ¿O quieres aprender a
desengancharte y reenfocarte cuando tu mente te empuja a pensar en esas
cosas?».
Si el cliente quiere aprender a manejar mejor sus pensamientos y
sentimientos, podemos ver qué sucede cuando su mente comienza a
culparlo y ayudarle a aprender a desengancharse. Como parte de este
trabajo, podría ser muy útil incorporar la estrategia 4: escribir los
pensamientos. Podríamos escribir todos sus pensamientos de «culpa» (sin
utilizar nunca la palabra «culpa») y explorar: «¿Qué sucede cuando te
enganchas a estos pensamientos? ¿Qué dices? ¿Qué haces? ¿A dónde va tu
atención? ¿Eso te ayuda a ser la persona que quieres ser o a influenciar a
otros de manera efectiva?».
Si el cliente quiere aprender cómo influir en otros de manera más efectiva,
ahora podemos ver cómo hacerlo a través de habilidades de asertividad y de
comunicación, de refuerzo positivo y de comportamiento de conformación
(véase el capítulo 29: «Relaciones flexibles»). También podemos introducir
la estrategia 7: reconocer los pensamientos recurrentes. Cada vez que
aparezca la culpa en la sesión, podemos decir: «Así que aquí está tu mente
recordándote una vez más todas esas relaciones difíciles en tu vida». La
estrategia de reconocer pensamientos generalmente funcionará muy bien en
este momento. Después de marcar un pensamiento recurrente, el terapeuta
puede preguntar:
objetivos «Entonces, ¿continuamos
de comportamiento con XYZ o(donde
recién establecidos), XYZque
dejamos soneste
los
pensamiento nos desvíe?».
CONSEJO PRÁCTICO
Para que la estrategia 7 funcione, debes establecer claramente los objetivos de comportamiento
para la terapia. Si no lo haces, el cliente no tendrá motivación para desengancharse. El cliente
sólo estará interesado en desengancharse si puede ver que engancharse interfiere en sus
objetivos de comportamiento.
Habilidades
Para llevar
Espero y confío en que ahora tengas muchas ideas para superar las barreras
a la defusión. Hay cuatro mensajes principales para llevar a casa: primero,
practica la defusión en ti mismo: desengánchate de tus propios miedos y
dudas, y comienza a implementar la ACT activamente, no sólo hablando de
ella. Segundo, modela la ACT para tus clientes. Vive tus valores y sé
consciente en cada sesión. Realiza tu trabajo con empatía, respeto y
compasión. Y mira a tus clientes como a arcoíris, no como a obstáculos.
Tercero, baila en la oscuridad antes de guiar a la luz. ¡Y, finalmente, valida,
valida y valida! Si crees que una determinada intervención puede ser
invalidante, entonces, no la hagas; siempre hay muchas alternativas. Y si
alguna vez invalidas accidentalmente a un cliente, de inmediato pídele
disculpas y aclara cuáles fueron tus intenciones reales.
CAPÍTULO 15
Defusión meditativa
«¡No me des esa mierda hippie!» ¿Alguna vez has tenido un cliente que te
haya dicho algo así? Yo sí, en varias ocasiones, y siempre en respuesta a la
palabra «meditación». El problema es que «meditación» es un término muy
denostado, evoca imágenes de hippies cantando «Om», varitas de incienso
y velas encendidas, gurús y monjes budistas. O está fuertemente
relacionado con otras palabras como «aburrida» y «difícil». Por eso ahora
hablo de «habilidades de desenganche» en lugar de «meditación de
mindfulness».
Como explicamos en el capítulo 3, desde la perspectiva de la ACT, la
meditación formal es sólo una de las cientos de formas de aprendizaje de las
habilidades básicas de la mindfulness: defusión, aceptación, atención
flexible y del yo como contexto. Si los clientes quieren practicar la
meditación u otras prácticas formales de mindfulness como el yoga o el tai
chi, eso es genial, porque cuando se trata de aprender nuevas habilidades,
cuantas más practiquen mejor, pero definitivamente no es algo que
esperamos o solicitemos.
Dicho esto, algunas técnicas de defusión son claramente de naturaleza
meditativa. Son ejercicios más largos, en los que nos fijamos en nuestros
pensamientos
se quedan y seconvanapertura y curiosidad;
a su debido tiempo, nos damos cuenta
sin juzgarlos, de que avienen
aferrarnos ellos oy
alejarlos. La defusión al estilo de la meditación es mucho más difícil para la
mayoría de las personas que las breves intervenciones que hemos revisado
hasta ahora, así que, si queremos que los clientes la practiquen, necesitamos
aclarar…
procesos cognitivos contra los que esté luchando el cliente). Y parece que
tan pronto como aparecen estos pensamientos, te enganchan
instantáneamente. Te pierdes en ellos. Te quedas tan atrapado que ya no
puedes prestarle atención a GHI o involucrarte en JKL o enfocarte en
MNO. (GHI, JKL y MNO son actividades específicas en las que el cliente
tiene dificultades para participar o enfocarse cuando se preocupa,
reflexiona, obsesiona, etc., como estar presente con los niños o
concentrarse en una tarea en el trabajo). ¿Podría llegar a un punto en el
que estos pensamientos aparezcan y tú puedas dejarlos flotar, en lugar de
dejarte atrapar por o aferrarte a ellos, para que puedas prestar toda tu
atención a GHI y JKL?
Cliente: Eso estaría bien.
Terapeuta: Bueno, el objetivo de este ejercicio es ayudarte a hacer
exactamente eso: aprender a dar un paso atrás y notar tus pensamientos, y
verlos ir y venir, sin dejarte llevar ni aferrarte a ellos.
Cliente: Bien, eso tiene sentido.
Terapeuta: Esto también desarrolla las otras habilidades de desenganche en
las que hemos trabajado, las hace más efectivas y más fáciles de llevar a
cabo. Es un poco como hacer ejercicio en el gimnasio. Los ejercicios que
hemos hecho hasta ahora son como las pesas ligeras que levantas para
Volveremos a este tema más adelante en el libro. Por ahora, sólo te pediré
que tomes nota de estas «semillas para el SAC» a medida que las
encuentres «plantadas» en muchos de los guiones que siguen en este
capítulo y en los próximos.
superficie del agua, y colocas tus pensamientos sobre ellas y dejas que
floten. Sin embargo, es fácil tener problemas con este ejercicio, por lo que
quiero darte algunos consejos para que sea más efectivo.
difícil,
debemossi ofrecer
no imposible (yo mismo
una alternativa estoy Una
no visual. en ese grupo),
buena enescuyo
opción caso,
cerrar los
ojos y, en lugar de tratar de imaginar una corriente y hojas, utilizar el
espacio negro detrás de los párpados. (Otra opción es hacer el ejercicio de
escuchar tus pensamientos en su lugar, expuesto más adelante en este
capítulo).
Deja que venga, que se quede y que se vaya
La expresión «déjalos ir» es a menudo malentendida (por los clientes y los
terapeutas) como «deja que pasen de largo»; se da la suposición de que el
pensamiento pasará, desaparecerá. Y sí, eso sucede a menudo, la mayoría
negativo
Incluir lo positivo y lo negativo
Haz hincapié en que, durante este ejercicio, el objetivo es poner todos
nuestros pensamientos en las hojas o en el espacio negro: positivo y
negativo, optimista y pesimista, feliz y triste. Podrías decirle al cliente: «La
habilidad que estamos aprendiendo es cómo observar la corriente de
nuestros pensamientos sin dejarnos llevar por ella, cómo verlos entrar y
salir sin aferrarnos a ellos. Si aparece un pensamiento positivo o feliz y tú
dices: “Oh, no voy a poner eso en una hoja, no quiero que se vaya
flotando”, entonces no estás realmente aprendiendo la habilidad de mirar
tus pensamientos».
Invitar a la creatividad
Invita a los clientes a modificar creativamente el ejercicio: pueden preferir
usar maletas en una cinta transportadora, nubes en el cielo, platos en un tren
de sushi o vagones en un tren. Uno de mis clientes era fanático de Star
Wars, y ¿sabes cómo flotan las letras en la pantalla en los créditos iniciales
de esas películas? Bueno, eso es lo que hizo con sus pensamientos. Otro
***
Si no deseas plantar semillas para el SAC, puedes dejar de lado esa parte.
arroyo
Ejercicio de las hojas en un arroyo
1. Encuentra una posición cómoda y cierra los ojos o fíjalos en un lugar.
siéntate erguido
habitación… en tulosilla…
y observa y abre
que puedes ver ylosoír…
ojos. Mira alrededor
y estírate. de de
¡Bienvenido la
nuevo!».
***
simplemente…
Observa tus pensamientos
2.palabras,
Observa alasonidos?
forma de(Pausa
tus pensamientos: ¿se parecen más a imágenes, a
de 10 segundos).
3. ¿Tus pensamientos se mueven o permanecen quietos?… Si se mueven,
¿a qué velocidad y en qué dirección? Si están quietos, ¿dónde están
flotando?
4. ¿Qué hay encima y debajo de tus pensamientos? ¿Hay alguna brecha
entre ellos?
5. Durante los próximos minutos, observa tus pensamientos yendo y
viniendo como si fueras un niño curioso que nunca antes ha visto algo
así.
***
Olas alejándose
Pájaros volando suavemente
por el cielo. de la playa.
Trenes entrando y saliendo de la estación.
y se prestara atención curiosa a las cualidades auditivas como el volumen, el tono, el ritmo y
el componente emocional. Consulta el capítulo 15 de ACT Made Simple: The Extra Bits (en
la página www.actmindfully.com.au), donde encontrarás un enlace para descargar una
grabación de audio gratuita del ejercicio de observar tus pensamientos.
Habilidades
De nuevo, es momento para una nueva tarea para ti. Antes de hacer estos
ejercicios con los clientes, es importante que los conozca a fondo. Tu
misión, si eliges aceptarla, es:
Ensaya estos guiones (por lo menos mentalmente, pero lo ideal sería en
voz alta) para que puedas familiarizarte con el lenguaje, y modifícalos
para que se adapten a tu estilo.
Prueba estas prácticas en ti mismo, para que sepas qué implican, porque
cualquier dificultad que tengas con estos ejercicios es muy probable
que sea similar a las de tus clientes.
Para llevar
A menudo es útil proponer a los clientes ejercicios de meditación que
impliquen «observar el pensamiento» (o «escuchar el pensamiento») como
un antídoto contra el exceso de reflexión, la preocupación y cosas similares.
Pero siempre debemos tener claro el propósito: ¿cómo ayudará
específicamente al cliente con sus problemas? Y siempre debemos adaptar
el ejercicio al cliente: hacerlo más corto o más largo, cambiar la metáfora o
el énfasis de ver pensamientos a escuchar pensamientos. Después siempre
deberemos analizar el ejercicio cuidadosamente y asegurarnos de que el
cliente pueda vincularlo a sus problemas. Y, finalmente, suponiendo que el
cliente vea los beneficios potenciales del ejercicio, lo alentaremos a
practicarlo entre sesiones. (Veremos cómo hacer esto en el próximo
capítulo).
CAPÍTULO 16
Demasiado bueno
¿Alguna vez has experimentado una «sobrecarga técnica»? Es una
experiencia bastante abrumadora. Estás en medio de una sesión y parece
que tienes un millón de técnicas flotando en tu cabeza, y no sabes cuál usar.
Tu sesión se vuelve cada vez más pesada, y tu mente comienza a decir,
«Soy un pésimo terapeuta», «No sé lo que estoy haciendo», «Lo estoy
desbaratando todo». Llegados a este punto, muchos terapeutas abandonan la
ACT y recurren a la orientación de apoyo u otros modelos de terapia que les
resultan más fáciles.
Comenzaremos este capítulo analizando una excelente manera de evitar la
sobrecarga técnica. Luego repasaremos una gran cantidad de consejos
prácticos que se aplican a todos los ejercicios experienciales y prácticas de
mindfulness. Si agregara estos consejos a cada capítulo, este libro se
volvería muy repetitivo y bastante grueso (un poco como yo, podrían decir
algunos). Así que voy a agruparlos a todos en este capítulo.
En primer lugar, abordemos la sobrecarga técnica. Aquí hay un gran
consejo que tomé de Kirk Strosahl, uno de los pioneros originales de la
ACT. Para cada uno de los seis procesos centrales, elige tres técnicas
principales: herramientas, hojas de trabajo, ejercicios, metáforas, prácticas,
preguntas, etc., y utilízalas una y otra vez hasta que estés realmente
familiarizado con ellas. Esto te dará un conjunto básico de dieciocho
intervenciones que pueden incorporarse, combinarse y adaptarse a una
Si estás haciendo
periódicamente ejercicios
(sobre de prácticas
todo con uno en uno
máscon tus clientes,
largas): «¿Cómoverifícalos
te va con
esto? ¿Qué aparece en tu mente? ¿Tu mente te ayuda o interfiere? ¿Estás
bien para continuar?». Si tu cliente tiene dificultades, haz una pausa en el
ejercicio y explora su reacción, como se explica a continuación en «Cuando
las cosas van mal».
Ves le
lentamente
ntamente
Cuando realizas un ejercicio con tus clientes, es fácil ir demasiado rápido
pero casi imposible ir demasiado lento. Así que ve más despacio de lo que
crees que necesitas. Y si tienes dudas, pregúntale a tu cliente: «¿Voy
de ver a clásica
metáfora los clientes
de la como «arcoíris,
psicóloga Kelly no obstáculos»
Wilson sobre veresa mi versión
nuestros de la
clientes
como «puestas de sol, no problemas matemáticos». Así que, por favor,
Improvisa
Todos los libros sobre la ACT contienen guiones para ejercicios. Por favor,
NO leas palabra por palabra el guion; te sonará rígido, extraño o artificial.
Improvisa el guion, utilízalo como referencia, pero ponlo todo en tus
propias palabras. Si tienes términos, frases, imágenes o metáforas que te
parecen mejores o más naturales que las del guion, utilízalas en su lugar.
Mezcla y combina
Puedes tomar partes de un ejercicio o técnica y agregarlos a otro. Por
ejemplo, al realizar ejercicios de anclaje, después de una instrucción como
«Notar A y B y C y D y E», podrías agregar «Entonces, hay una parte de ti
que lo nota todo», que planta semillas para el trabajo futuro sobre el yo
como contexto. Del mismo modo, a menudo es útil finalizar los ejercicios
de mindfulness más largos con un poco de anclaje o una breve conexión con
los valores.
Garantiza claridad
Es posible que hayas notado que sigo insistiendo en la importancia de la
claridad. Hago esto porque es un gran problema entre los novatos de la
ACT, pero también entre los veteranos. Con demasiada frecuencia, los
terapeutas piden a los clientes que hagan ejercicios inusuales (que a menudo
son difíciles y desafiantes) sin una justificación clara. Vale la pena tomarse
el tiempo para vincular claramente estas intervenciones con los problemas
específicos del cliente para asegurarse de que comprenda por qué esto es
relevante y útil para resolver sus problemas y lograr sus objetivos de
terapia.
Para cualquier técnica que pretendas utilizar, verifica: ¿tienes claro su
propósito? ¿A qué objetivos específicos del cliente es probable que esto
ayude y de qué manera? ¿Serías capaz de responder estas preguntas si te las
hiciera el cliente? Si no, tienes una tarea que hacer: no deberías usar estas
técnicas hasta que tú mismo las tengas claras.
La misma precaución se aplica a las metáforas: ¿qué perspectiva
específica esperas que logre el cliente y cómo se relaciona eso con sus
objetivos terapéuticos? Ten cuidado con una trampa en la que comúnmente
cae el terapeuta que se llama juguetonamente «abuso de metáforas»: es
cuando el terapeuta, que no tiene muy claro lo que pretende lograr, lanza
metáfora tras metáfora a los clientes, esperando que alguna le llegue. Esto
rara vez lleva a algo útil. Utiliza tus metáforas con moderación y precisión,
Es muy importante informar los ejercicios experienciales una vez que hayan
terminado. Las preguntas útiles para hacer incluyen:
¿Qué te ha parecido?
¿Qué te ha pasado?
¿Qué sentimientos han surgido? ¿Has luchado contra ellos? ¿Te has
enganchado a ellos?
¿Qué ha hecho tu mente? ¿Qué te ha dicho? ¿Ha sido útil o ha sido un
obstáculo?
¿Te has enganchado en algún momento? ¿Por qué? ¿Y qué ha pasado
entonces? ¿Has conseguido desengancharte de nuevo? ¿Cómo lo has
terapia, entonces
similar, como una atarea.
menudo podemossiestablecer
Por ejemplo, el ejercicioeste ejercicio,
consistió o algo
en respirar
conscientemente o en hacer un escaneo corporal o fue el de las hojas en el
Cuando no funciona
nuestra
Y así,voz, nuestras
no sólo palabras,
debemos nuestranosotros,
anclarnos postura corporal
sino queyhemos
nuestras
deacciones.
ayudar a
nuestros clientes a hacer lo mismo. Si el cliente está molesto o fusionado o
aquí para verme, incluso cuando tu dictador hace todo lo posible para
convencerte de que no vengas?
Cliente: Sí.
Terapeuta: Entonces, veamos si podemos fijarnos bien cómo se desarrollan
esas dos partes en la sesión de hoy. Espero que sigan luchando por
dominar la cabeza. En este momento, ¿cuál está ganando?
Cliente: Creo que la parte cariñosa está aumentando.
Terapeuta: Interesante. ¿Qué está haciendo el dictador?
Cliente: Todavía está ahí diciendo que esto es una mierda. Pero, sí, está un
poco más tranquilo.
Terapeuta: Genial. ¿Ha habido algo en particular que he dicho o hecho en
ese ejercicio que haya provocado su reacción?
***
algo así:mucho
callado «Vaya. Ahí está el dictador otra vez. Sabía que no estaría
tiempo».
4. Ahora el cliente se está desactivando, instalando y participando en la
sesión, por lo que en este punto el terapeuta debe explorar, con sincera
apertura y curiosidad, si ha habido algo que ha dicho o hecho que haya
desencadenado específicamente esta reacción.
Es inevitable que a veces las cosas salgan mal. Sin embargo, si podemos
desactivar, aceptar, conectarnos a la tierra y permanecer abiertos y curiosos,
generalmente podemos convertir estos eventos en experiencias de
aprendizaje útiles.
técnicas a nuestra
las preguntas, los disposición, incluidas las metáforas,
ejercicios experienciales, las hojas
las prácticas de trabajo,,
de mindfulness
etc., que podemos utilizar para provocar y reforzar cualquier proceso
central. Debido a esto, bastantes coach de la ACT hablan sobre los peligros
de «confiar en la técnica» y enfatizan la mayor importancia de «trabajar con
el proceso». Sin embargo, esta manera de hablar me parece potencialmente
confusa porque la única forma de «trabajar con el proceso» es a través del
uso de técnicas.
Ahora, claramente, algunas técnicas son mucho más flexibles que otras.
Por ejemplo, considera la técnica de «notar X» (capítulos 3, 10, 17). Esta
técnica simple, común a todas las terapias basadas en la mindfulness, es
exactamente lo que parece: el terapeuta alienta al cliente a notar X (con
apertura y curiosidad). X podrían ser pensamientos, si el proceso deseado es
la defusión. X podrían ser emociones dolorosas, si el proceso deseado es la
aceptación. X podrían ser lo que se puede ver y escuchar, tocar, saborear y
oler, si el proceso deseado se relaciona con el mundo alrededor. Hasta
ahora, en cada transcripción, demostración y vídeo que he visto en el que se
describe cómo «trabajar con el proceso», el terapeuta se basa en gran
medida en la técnica de «notar X»: «Nota lo que sientes», «Nota lo que
estás pensando», «¿Notas lo que estás haciendo?», «¿Notas lo que acabas
de hacer?», «¿Podemos reducir la velocidad por un momento, y pedirte que
compruebes y notes lo que aparece en tu mente?», «Nota lo que dice tu
mente», «¿Te has fijado en cómo has omitido mi pregunta y cambiado de
tema?». «Nota X» es una técnica muy flexible (y al final del libro verás que
puedes utilizarla efectivamente para los seis procesos principales). Por otro
lado, las técnicas como cantar tus pensamientos con la melodía de «Feliz
cumpleaños» o darle las gracias a tu mente son mucho menos flexibles. Son
útiles para el proceso de defusión, pero no para cualquier otro proceso
central. E incluso con la defusión, debes limitar cuidadosamente cuándo y
dónde utilizas esas intervenciones, para asegurarte de no invalidar al
cliente. Del mismo modo, algunas metáforas son útiles para varios procesos
diferentes (por ejemplo, la metáfora del escenario de la vida (capítulo 25) se
presta fácilmente a la defusión, la aceptación, la atención flexible y al yo
Si continúas
espero haciendo
que hagas), un entrenamiento
es probable avanzado
que escuches mucho en la«técnica
la frase ACT versus
(como
proceso». Si es así, ten en cuenta que no hay manera de promover ningún
proceso central sin usar algún tipo de técnica. El verdadero problema no es
«técnica versus proceso», sino la «flexibilidad con la técnica». Las
preguntas más destacadas son:
¿Podemos ser lo suficientemente flexibles con las técnicas que
utilizamos para fomentar con éxito los procesos centrales deseados?
¿Podemos
sesión, conelegir
este una técnica
cliente que sea
único, paraapropiada,
fomentar enlosesteprocesos
punto deque
la
deseamos?
¿Podemos modificar o adaptar una técnica sobre la marcha,
improvisando o ajustándola para que se adapte mejor al cliente, de
modo que sea eficaz para fomentar el proceso o procesos deseados?
¿Podemos cambiar a otras técnicas si la que hemos elegido no funciona,
para fomentar el proceso o procesos deseados?
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 16 de ACT Made Simple: The Extra Bits (descargable desde la página de
«Free Stuff» en www.actmindfully.com.au), donde encontrarás un documento para crear tu
Habilidades
Hemos dado una gran cantidad de consejos en este capítulo. Son muchos
consejos para asimilar, así que, por favor, revísalos y practícalos
regularmente para perfeccionar tus habilidades. En particular, intenta hacer
lo siguiente:
Crea tu propio kit de herramientas para la ACT como se describe
anteriormente.
Comienza a jugar con la idea de experimento en las sesiones con tus
clientes. Presenta cada nuevo ejercicio explícitamente como un
experimento y aprovecha ese sentido de la curiosidad.
Para llevar
Sé creativo con tus técnicas. Mezcla y combina, adapta y modifica, y si
quieres divertirte, inventa la tuya. Cuanto más inusual o desafiante es la
técnica, más importante es tener claro su propósito; vincularlo
explícitamente con los problemas del cliente o los objetivos de la terapia.
Recuerda informar cada ejercicio después y preguntar al cliente de qué
manera es relevante para sus problemas o útil para sus objetivos
terapéuticos. Si el cliente lo ha encontrado útil y ve su relevancia, trata de
convertirlo en una tarea.
Finalmente, sé flexible con tus técnicas. Antes de lanzarte a ellas,
considera estas preguntas: ¿qué proceso central espero fomentar? ¿Parece
probable que esta técnica ayude a este cliente en concreto, en este punto de
la sesión, a experimentar el proceso deseado? Deja de usar o adapta y
modifica una técnica si no ayuda a fomentar el proceso que deseas.
CAPÍTULO 17
Estar presente
¡AHORA! Es elpoder».
el que tenemos momentoLa más importante
famosa porque nos
cita de Tolstoi es elrecuerda
único momento en
que la vida
sucede ahora, en este momento. El pasado y el futuro sólo existen como
pensamientos que ocurren en el presente. Podemos planificar o predecir el
futuro, pero esa planificación y predicción ocurren aquí y ahora. Podemos
reflexionar y aprender del pasado, pero esa reflexión ocurre en el presente.
Este momento es todo lo que tenemos.
yautocontrol.
un «componente central» de los otros tres procesos de mindfulness: defusión, aceptación y
entonces te estás
experiencia. perdiendo.
También permiteEstar presente
una acción agregaesriqueza
efectiva: difícil yhacer
plenitud
algo acon
tu
eficacia cuando no prestas atención a lo que estás haciendo. Al hacer un
trabajo de valores, muchos clientes mencionarán algo como «vivir el
momento», «apreciar lo que tengo» o «parar y oler las rosas», y casi todos
hablarán sobre el deseo de cultivar relaciones amorosas o afectuosas. Todas
estas actividades requieren que estemos presentes. Y, por supuesto, si
queremos saber si vivimos o no de acuerdo con nuestros valores, y si
nuestro comportamiento es viable o no, debemos ser conscientes de lo que
estamos haciendo y notar las consecuencias de nuestras acciones.
La atención flexible también es esencial para la autoconciencia y el
autoconocimiento. Cuanto más en contacto estemos con nuestros propios
pensamientos y sentimientos, mejor podremos regular nuestro
comportamiento y tomar decisiones sabias que dirijan la vida en la
dirección que queremos ir.
ir.
las respuestas
hablar de lo aque
estassucede
preguntas. Para ayudar
cuando a aclarar
nos faltan esto,utilizamos)
(o no a menudo esestas
útil
habilidades. Hay tres consecuencias adversas principales: nos separamos,
nos perdemos cosas y lo hacemos mal.
Separarse. Nos «separamos» de las personas con las que estamos
interactuando; estamos hablando y escuchando, pero no estamos
completamente presentes; no les estamos prestando toda nuestra atención
con genuina apertura y curiosidad. Debido a esto, no hay un sentido real
evitación),
Es posiblealejan
que sutu atención delseresto
cliente no veadereflejado
tu vida. en los tres problemas ya
mencionados, pero seguramente se conectará con al menos uno o dos de
ellos. La transcripción que sigue muestra cómo puedes introducir estos
conceptos. En este caso, la clienta, dice que todavía está socializando
activamente, sin evadirse, y para todos los demás parece normal, pero ya no
lo disfruta; ella simplemente «hace los movimientos», se siente ansiosa y
deprimida.
Terapeuta: En absoluto. ¿Alguna vez has tratado de ignorar una voz alta en
un restaurante o una radio que suena de fondo? (La clienta asiente). ¿Y
qué pasó?
Clienta: Me molestó aún más.
Terapeuta: Ya has intentado ignorar estos sentimientos. Y de distraerte. Y si
recuerdo correctamente, has tratado de deshacerte de mil y una otras cosas
más. (El terapeuta se refiere a una intervención de desesperanza creativa
anterior).
Clienta: Entonces, ¿qué se supone que debo hacer? ¿Sólo aguantar y
continuar?
Terapeuta: También has intentado hacer eso muchas veces. Y es agotador,
¿no? Creo que no quieres pasar de nuevo por ello.
Clienta: ¿Y qué más puedo hacer?
Terapeuta: Buena pregunta. Tal como estás ahora, estos pensamientos y
sentimientos siguen apareciendo… y generalmente, cuando lo hacen, te
enganchas a ellos y te sacan de lo que sea que estés haciendo, por lo que
no puedes involucrarte en lo que haces. Cuando estás con tus amigos y
familiares es como si estuvieras desconectada: estás tan enganchada a lo
que sucede dentro de ti que no puedes implicarte en lo que sucede a tu
alrededor.
Clienta: (Asintiendo). Es horrible.
Terapeuta: ¿Qué crees que pasaría si pudieras aprender a participar
realmente en las cosas, en lugar de engancharte?
Clienta: ¿Y cómo hago eso?
Terapeuta: Bueno, eso implica aprender algo que llamamos «habilidades
atractivas».
***
terapeuta
pensamientos puede replantear no
y sentimientos, esto:puedes
«Cuando estás enganchada
comprometerte a con
o conectarte tus
los demás». La solución que la ACT ofrece a este problema es
desengancharse de estos pensamientos y sentimientos y comprometerse
activamente con los demás en lugar de separarse de ellos.
Del mismo modo, cuando «perderse» es un impedimento importante para
el cliente, el terapeuta puede replantear el problema de la siguiente manera:
cuando estamos enganchados a nuestros pensamientos y sentimientos, nos
perdemos aspectos agradables, placenteros o satisfactorios de la
experiencia, y así se vuelve decepcionante o insatisfactoria.
Y si el problema es «hacer las cosas mal», el terapeuta puede replantearlo
de la siguiente manera: «Cuando estamos enganchados a nuestros
pensamientos y sentimientos, no podemos concentrarnos adecuadamente en
lo que estamos haciendo; nos distraemos, nuestra atención se desvía y no
hacemos las cosas bien».
actividad actual
Habilidades (si es algoElpotencialmente
de enfoque. placentero
objetivo es enfocarse o agradable).
en cualquier aspecto de
tu actividad actual que sea importante (para hacerlo bien) mientras
reduces, amplías, mantienes o reenfocas tu atención según sea necesario.
Obviamente, estas categorías se superponen y son algo intercambiables, y la
mayoría de los ejercicios formales fomentan al menos dos, si no las tres. Si
clasificas una habilidad particular como atractiva, sabrosa o enfocada,
dependerá en gran medida de: (a) lo que enfatizas durante el ejercicio y (b)
pasar de largo por las cosas, etc. A menudo, estas quejas se centran en la
interacción social con amigos, familiares y compañeros de trabajo. Por lo
tanto, queremosdeayudar
y a conectarse maneraal genuina
cliente acon
participar
las otrasplenamente en susupuesto,
personas. (Por experiencia
no
siempre se trata de personas, puede tratarse de conectarse con la naturaleza
o con un perro, un gato o un canguro). Un ejercicio ideal para este propósito
es el notar la mano. Aunque una mano no es una persona, las preguntas
informativas relacionan claramente este ejercicio con el compromiso social
y allanan el camino para experimentos sociales útiles fuera de la sesión.
que la notes realmente, que te fijes en ella como si nunca hubieras visto
una mano antes. Y voy a pedirte que la mires durante cinco minutos. Pero
antes de hacer eso, me gustaría saber qué piensa tu mente sobre los
próximos cinco minutos.
Cliente: Parece mucho tiempo.
Terapeuta: Sí. Y, sólo aventuro, ¿está tu mente prediciendo que va a ser
aburrido, tedioso, difícil, o algo así?
Cliente: (Risas). Sí, suena bastante aburrido.
Terapeuta: De acuerdo. Echemos un vistazo y veamos si ése es el caso. A
veces nuestra mente acierta al predecir cosas. Lo hace absolutamente bien.
Pero, muy a menudo, sus predicciones están un poco fuera de lugar.
Veamos qué sucede: comprueba si realmente es algo lento, tedioso y
aburrido.
(En el resto de esta transcripción, los puntos suspensivos indican pausas de
aproximadamente cinco segundos).
Terapeuta: Te invito a que te pongas en una posición cómoda. Y
simplemente vuelve una de tus manos con la palma hacia arriba y
mantenla a una distancia cómoda de tu cara. Y aporta tu sentido de la
curiosidad. Durante los próximos minutos, el objetivo es que observes tu
mano como si fueras un niño curioso que nunca ha visto una antes.
Comencemos con su forma. Traza mentalmente el contorno de tu mano,
comenzando en la base del pulgar, y resiguiendo una línea alrededor de
todos los dedos… y nota las formas de los espacios entre los dedos… y
nota dónde se estrecha la mano en la muñeca.
Y ahora, nota el color de su piel… nota que no es sólo un color… hay
diferentes tonos y sombras, y áreas moteadas… y, muy lentamente, estira
los dedos y empújalos hacia atrás a medida que avanzan, y nota cómo
cambia el color en su piel… y luego libera poco a poco la tensión, y nota
cómo vuelve el color… y haz esto una vez más, muy despacio, notando
que el color desaparece… y luego regresa…
Y ahora, nota las líneas grandes en tu palma… nota las formas que
adoptan donde se juntan o divergen o se cruzan… y amplía una de esas
líneas y nota cómo hay muchas líneas más pequeñas que se alimentan y se
ramifican hacia afuera…
Y ahora traslada tu atención a una de las puntas de los dedos… y nota el
patrón en espiral que hay ahí… el patrón que siempre ves en las huellas
digitales… y nota cómo el patrón no se detiene en la punta del dedo…
fíjate en que baja por el dedo… y síguelo directamente hacia abajo y nota
cómo continúa
Y ahora, muyenlentamente,
la palma…acerca el dedo meñique hacia el pulgar… y
nota cómo la carne de la palma se contrae… y ahora sepáralos
la diferencia
dedo índice, yentre
nota la
quepiel
hayenuna
la especie
palma ydelalínea
piel divisoria,
del reverso…
dondey esos
mirados
el
tipos de piel se encuentran…
Y, muy lentamente, vuelve la mano… y nota la piel del reverso… y nota
cualquier crítica o juicio que haga tu mente… nota las cicatrices, manchas
solares, pecas… y nota los diferentes colores de la piel… donde hay una
vena… o los nudillos…
Y, muy despacio, cierra la mano en un puño suave… y nota cómo
cambia la textura de la piel… y nota cualquier comentario que tu mente
haga sobre eso… y concéntrate en los nudillos… y gira el puño
suavemente y nota los contornos y valles de los nudillos…
Y ahora aprieta el puño y nota lo que les sucede a los nudillos… a su
color y a su relieve… y luego, lentamente, abre la mano, estira los dedos y
nota cómo los nudillos desaparecen…
Y ahora presta atención a una de las uñas… y nota la textura de la uña…
y los diferentes tonos de color… y nota dónde desaparece debajo de la
piel… y la cutícula que la sella… y ahora, muy lentamente, muy
suavemente, mueve los dedos hacia arriba y hacia abajo… y nota los
tendones moviéndose debajo de la piel… bombeando hacia arriba y hacia
abajo como pistones y bielas…
Y eso nos lleva a poco más de cinco minutos.
Cliente: (Asombrado). ¡Estás bromeando! ¿Esto han sido cinco minutos?
Terapeuta: Claro que sí. ¿Y ha sido lento, tedioso, aburrido?
Cliente: No. Ha sido realmente interesante.
El sentido
que resultade
deconexión que desarrollamos
prestar atención realmente yycon
la gran diferencia
verdadera positivaa
curiosidad
las personas.
A menudo es útil extrapolar estas reflexiones a la vida en general: cómo
todos damos por sentado las cosas y no las apreciamos, y cómo, cuando
realmente prestamos atención, la vida es mucho más interesante y
satisfactoria.
Para convertir este ejercicio en una actividad de tarea, podríamos
preguntar: «¿Qué podría pasar en tus relaciones más cercanas si prestaras
atención a tus seres queridos de la misma manera que lo has hecho con tu
mano? ¿Estarías dispuesto a intentarlo?». O, «La próxima vez que te sientas
aburrido, estresado, ansioso o atrapado en tu cabeza, ¿estarías dispuesto a
involucrarte en lo que sea que estés haciendo, como acabas de hacer con tu
mano y notar lo que sucede?». Entonces podemos entrar en detalles sobre
cuándo y dónde y con quién harán eso.
CONSEJO PRÁCTICO
La curiosidad es una cualidad clave de la mindfulness, por lo que es una buena idea explicitarla.
Las siguientes metáforas son útiles al respecto: «Observar como un niño curioso», «Observar
como un científico curioso», y «Observar como si nunca antes hubiera visto algo así».
Notar los sentimientos
Estar presente también implica notar nuestros sentimientos, emociones,
sensaciones, deseos e impulsos, que es un primer paso esencial hacia la
aceptación. Todavía nos faltan algunos capítulos para explorar cómo aceptar
el dolor y la incomodidad, y la razón por la que estamos tardando tanto en
llegar es que eso es algo muy difícil para la mayoría de las personas. Por lo
a Sin embargo,
través podemos
de breves sentar las bases
intervenciones para la aceptación
de atención flexible, por adelantado,
basadas en la
instrucción «Notar X». Una y otra vez durante nuestras sesiones, podemos
hacer preguntas como: «¿Notas lo que está sucediendo en tu cuerpo ahora
mismo?», «¿Qué sientes?», «¿Dónde sientes eso?», «¿Cómo es?», «¿Dónde
está el sentimiento más intenso?», «¿Cuál es la forma y el tamaño?», «¿Está
en la superficie o dentro de ti?», y así sucesivamente. De esta manera,
alentamos al cliente a que note sus sentimientos con franqueza y curiosidad:
un pequeño pero significativo paso hacia la aceptación.
Por supuesto, algunos clientes no están dispuestos a fijarse en sus
sentimientos. Esto generalmente indica altos niveles de evitación
experiencial: si quieres evitar tus sentimientos, ¡no quieres notarlos! Otros
clientes no pueden notar sus sentimientos debido a la disociación. Pero si
tus clientes pueden notar sus emociones, el siguiente paso es nombrarlas.
Podríamos preguntar: «¿Qué es esta emoción?», «¿Cómo llamarías a ese
sentimiento?», o «¿Hay algún otro sentimiento mezclado con ése?», y si los
clientes no pueden nombrar sus emociones, un déficit de habilidad
técnicamente llamado «alexitimia», tendremos que enseñarles cómo
hacerlo.
momento? Me doy cuenta de que estás mirando al suelo y creo que te has
quedado atrapado en una historia. ¿Estoy en lo cierto?». Una vez que
nuestro cliente está presente de nuevo, podríamos preguntarle: «¿A dónde te
Puedo ver que eso es muy doloroso para ti, y no puedo casi no comenzar a
imaginarme cómo debe de ser algo así. Al mismo tiempo, me pregunto si
has notado lo que está sucediendo aquí. Ya me has hablado de eso varias
veces con bastante detalle. ¿Hay algo útil en repasarlo nuevamente?
Cliente: (Pausa larga). En realidad, no. No.
Terapeuta: ¿Puedes notar cómo tu mente sigue enganchándote a eso?
¿Llevándote de regreso al pasado, de vuelta a todo ese dolor? ¿Es donde
quieres estar ahora?
Cliente: Eso es correcto. Mis amigos dicen que debería superarlo, pero me
gustaría verlos intentarlo.
Creatividad
Te animo a ser creativo con los ejercicios que practiques en la sesión. No te
limites a los mismos ejercicios clásicos de mindfulness (como el escaneo
corporal, la respiración y comer uvas pasas). Estos ejercicios tradicionales
ya tienen su espacio seguro; sin embargo, hay muchas otras maneras de
enseñar estas habilidades. Así que sé juguetón e imaginativo; piensa fuera
de la caja. Por ejemplo, en plena sesión, he tenido a clientes que se
masajeaban cuidadosamente la piel de las manos con crema hidratante,
haciendo estallar una envoltura de burbujas, explorando atentamente un
libro (el sonido de las páginas, el olor del papel, las diferentes texturas de la
portada del libro y las páginas), escuchando atentamente una cortadora de
césped afuera de la habitación o el aire acondicionado dentro, oliendo flores
y examinando pétalos, escuchando atentamente su música favorita y
rastreando varios instrumentos, caminando conscientemente conmigo
afuera del edificio, estirándose plenamente conscientes… y eso es sólo para
empezar.
Así que inventa algunas prácticas de mindfulness propias. Dedica unos
minutos a pensar en esto: ¿qué tienes en tu sala de terapia (incluido todo lo
que el cliente trae con él) que podría convertirse en una «X» en la que
fijarse?
combinación
problemas de tudecliente.
los mismos, para que coincida con los principales
Además, puedes sugerir una práctica formal de meditación de
mindfulness, como la respiración consciente o un escaneo corporal
consciente. Y no olvides que también puedes recurrir a todas las otras
técnicas que hemos desarrollado en capítulos anteriores, desde el punto de
elección hasta el anclaje. Por último, pero no menos importante, también
puedes darles a tus clientes una copia de la hoja de trabajo «Involucrar,
saborear y enfocar», que les brinda muchas ideas para convertir las
actividades cotidianas en oportunidades de capacitación de mindfulness
(consulta «Bits extra»).
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 17 de ACT Made Simple: The Extra Bits (descargable desde la página de
«Free Stuff» en www.actmindfully.com.au). Allí encontrarás: (a) guiones para la respiración
consciente, para el escaneo corporal consciente y para beber agua conscientemente; (b) un
enlace para descargar una grabación del ejercicio de notar la mano; (c) la hoja de trabajo
«Involucrar, saborear y enfocar»; (d) una explicación sobre «El terapeuta consciente»; (e)
algunos consejos sobre cómo aplicar todo esto a clientes con bajo estado de ánimo que
reflexionan en exceso y se preocupan; y (f) cómo usar la aplicación ACT Companion para
fomentar este proceso.
Habilidades
Bien, ya conoces el ejercicio: basta de charla entonces, e invierte el tiempo
en practicar:
mentalmente).
Revisa los casos de dos de tus clientes e identifica cuándo y cómo
pierden el contacto con el momento presente: se preocupan, reflexionan
en exceso, se disocian, se «escapan» mediante drogas o alcohol, etc.
Reflexiona sobre ti mismo: ¿cuándo y dónde te separas, te pierdes o
haces las cosas mal? ¿Cómo te dejas llevar durante tus sesiones de
terapia? (como hacemos todos a veces). ¿Cómo aleja tu mente su
atención de tu cliente? ¿Con qué frecuencia quedas atrapado pensando
qué hacer a continuación o juzgándote a ti mismo y, por lo tanto,
desconectado de él?
Practica las actividades descritas en la hoja de trabajo «Involucrar,
saborear y enfocar» y observa lo que sucede.
Planifica algunas prácticas creativas de mindfulness para realizarlas en
las sesiones con tus clientes.
Para llevar
Ponerse en contactoencon
papel importante el momento
cada sesión depresente (atención
ACT. Para flexible)
facilitar una juega un
atención
flexible, la instrucción básica es «Notar X», donde X es cualquier cosa que
esté aquí en este momento. Éste es el primer paso tanto de la defusión como
de la aceptación: notar a lo que estás fusionado o lo que estás evitando. Los
principales costes de la atención inflexible son separarse, perderse las cosas
y hacerlo mal, y las habilidades para revertir esto son aquellas que hemos
llamado «atractivas», «para saborear» y «enfocadas». Es muy gratificante
ayudar a nuestros clientes a hacer este cambio, así que fíjate cuando sucede
y disfrútalo.
CAPÍTULO 18
Abrázate amablemente
El arte de la autocompasión
La vida es dura. La incómoda verdad es que, si vivimos lo suficiente,
cosas físicamente
de apoyo para ser
a las personas queactivamente amables,
sufren dolor) cariñosos y para
o un comportamiento servirles
encubierto,
como rezar, hacer una meditación de bondad amorosa o empatizar y pensar
amablemente sobre ellos. Y la autocompasión significa respondernos de
esta manera a nosotros mismos. (Pero ten en cuenta que la autocompasión
es mucho más que simplemente «ser amable contigo mismo». A menudo es
muy desafiante: un gran acto de coraje).
En mi experiencia, un buen número de clientes reacciona negativamente
al término «autocompasión», al menos inicialmente. El término puede traer
connotaciones relacionadas con la religión, el budismo, el misticismo o
simplemente sonar «no científico». Puede desencadenar pensamientos de
juicio relacionados con el Flower power , la New age , el «tacto sensible» o
directamente con la «mierda hippie». Puede juzgarse como un signo de
debilidad o de ser afeminado. Por lo tanto, para ir a lo seguro, a menudo no
utilizo el término hasta que los clientes hayan aprendido cómo hacerlo. En
cambio, con frecuencia presento el concepto con la metáfora de los dos
amigos.
momento de necesidad.
la atención flexible.
instantáneamente al modoConde demasiada frecuencia,
evitación: nos pasamos
distraemos, nos
insensibilizamos o intentamos escapar de nuestro dolor de manera
desadaptativa.
2. Sé humano.
Validemos nuestro dolor como una parte natural y normal del ser
humano. Nuestros pensamientos y sentimientos dolorosos no son un
signo de debilidad, defecto o enfermedad mental. Son recordatorios de
que somos humanos y nos importa. Esto es lo que siente un ser humano
vivo y afectuoso cuando encuentra dificultades en la vida.
3. Desarma al crítico.
reconocer que es parte del hecho de ser humano y darnos cuenta de que
la vida hiere a todo el mundo (no importa cuán privilegiados puedan
ser), entonces podemos desarrollar un sentido de «humanidad común»,
es decir, una sensación de que no estamos solos en nuestro sufrimiento,
una sensación de que somos parte de algo mucho más grande.
desde las palmas hacia el corazón, y desde allí, extendiéndose por todo el
cuerpo a las áreas del dolor o del entumecimiento.
***
(Si estás entumecido, coloca la mano sobre la parte que sientes más
adormecida. Y si no sientes dolor ni entumecimiento, entonces apoya
suavemente la mano en el corazón).
Deja que la mano descanse allí, ligera y suavemente; siéntela contra tu
piel o contra tu ropa. Y siente el calor que fluye de tu palma hacia tu
cuerpo y se extiende en todas las direcciones, de arriba abajo.
Y donde sea que encuentres un área de dolor u opresión o tensión, deje
que esa energía cálida y amable actúe, e imagina que esa incomodidad de
tu cuerpo se ablanda: se afloja, se relaja y abre mucho espacio. Si estás
entumecido, entonces ablanda y afloja la zona de ese entumecimiento.
(Y si no sientes ni dolor ni entumecimiento, entonces imagínatelo como
quieras. Puedes imaginar que, en un sentido mágico, tu corazón se está
abriendo, por ejemplo).
Mantén su dolor o entumecimiento muy suavemente. Sostenlo como si
fuera un bebé que llora, o un cachorro que gime, o una obra de arte frágil
y de valor incalculable.
Infunde esta acción con cuidado y calidez, como si estuvieras
contactando con alguien que te importa.
Deja que la amabilidad fluya de tus dedos hacia tu cuerpo.
Ahora usa ambas manos en un gesto amable. Coloca una mano sobre el
pecho y la otra sobre el estómago. Deja que ambas descansen suavemente
y abrázate con amabilidad.
Y mientras descansas en ese espacio de calidez y amabilidad, tómate un
momento para considerar que ese dolor (o entumecimiento) es parte de ser
humano. No es una señal de que algo va mal en ti, sino de que eres un ser
humano
preocupanvivo y afectuoso.
cuando la vida Esto es lo nos
es difícil; que duele
sienten(o los
noshumanos que en
encerramos se
nosotros mismos y nos quedamos entumecidos). Esto es algo que tienes
en común con todos los seres humanos del planeta. Es una parte de quien
eres, una parte de ser humano y de tener un corazón.
Tómate el tiempo que desees para estar así, conectado contigo mismo,
cuidándote, aportando comodidad y apoyo. Continúa durante el tiempo
que desees: cinco segundos o cinco minutos, no importa. Es el espíritu de
amabilidad lo que cuenta cuando haces este gesto, no la duración del
mismo.
***
cualquiera
sugerenciasopara
en los
queseis bloques de fluya
tu creatividad construcción.
y veas siUtiliza
puedeslasllegar
siguientes
a tus
propias intervenciones de autocompasión.
Imagina que alguien que es una fuente de amor y bondad (por ejemplo,
un amigo, un pariente, una figura histórica como Gandhi o Mandela, un
Barreras a la autocompasión
Como cualquier aspecto del modelo de la ACT, encontraremos barreras
para la autocompasión. Como se mencionó anteriormente, una de estas
barreras a menudo son las reacciones negativas a la palabra misma.
Podemos lidiar con eso con bastante facilidad evitando el término
«autocompasión» y haciendo un buen uso de la metáfora de los dos amigos.
Otra barrera es la falta de claridad. El cliente se pregunta: «¿Cómo me va
a ayudar esto?». Una vez más, nos ocupamos de este problema siendo
claros desde el principio sobre el propósito y los beneficios potenciales, y
vinculándolos a los objetivos terapéuticos del cliente. El punto de elección
realmente puede ayudar con esto, de la siguiente manera:
Terapeuta: Entonces, cuando te tratas a ti mismo como lo haría un amigo
duro e indiferente, ¿eso es un movimiento hacia adelante o hacia atrás?
no funcionará?
***
A veces, un cliente insiste en que ser duro consigo mismo es una buena
manera de motivarse y le preocupa que si es amable consigo mismo pueda
BITS EXTRA
Dirígete al capítulo 18 de ACT Made Simple: The Extra Bits (en la página
www.actmindfully.com.au) para disponer de: (a) guiones para ejercicios adicionales de
autocompasión, (b) cómo manejar las reacciones difíciles de los clientes, (c) cómo puede
ayudar la aplicación ACT Companion, (d) imaginario del niño interior y (e) una mirada al
perdón.
Habilidades
La compasión es un gran tema, por lo que, si deseas saber más al respecto,
te recomiendo el libro The ACT Practitioner’s Guide to the Science of
Compassion de Dennis Tirch, Benjamin Schoendorff y Laura R. Silberstein
(2014). También es posible que desees leer The Reality Slap (Harris, 2012),
mi libro de autoayuda sobre el enfoque de la ACT para el dolor y la
pérdida, que se centra principalmente en la autocompasión.
Asimismo, te animo a:
Desarrollar tu propio ejercicio breve de autocompasión, incorporando
algunos o los seis componentes básicos, y a practicarlo a diario.
Tomarte un breve «descanso de autocompasión»: cuando hayas tenido
una de esas sesiones de terapia realmente estresantes o molestas (que
todos tenemos a veces), antes de volver al trabajo (hacer esas llamadas,
escribir esas notas, ver al siguiente cliente), tómate dos o tres minutos
para llevar a cabo una versión breve de tu ejercicio y observar las
mejoras que ello implica.
Para llevar
La compasión reside en todos los aspectos de la ACT, y la autocompasión
es una parte vital de la terapia. Podemos pensar en la autocompasión como
en seis componentes básicos y podemos trabajar con cualquier número de
ellos, en cualquier combinación, para ayudar a los clientes a desarrollar esa
poderosa habilidad. Como terapeutas, nuestro trabajo a menudo es
desafiante y doloroso, especialmente cuando nuestros clientes no responden
a nuestros mejores esfuerzos: cuando permanecen estancados, o empeoran,
de una sesión a otra. Así que asegurémonos de practicar la autocompasión
en nosotros mismos y ayudar a nuestros clientes a desarrollarla.
CAPÍTULO 19
Cuándo usarlo: Cuando se busca orientación desde adentro; cuando falta motivación para la
acción; como guía para establecer metas y planes de acción; para facilitar la aceptación; para
agregar riqueza, satisfacción y significado a la vida.
Cuando describo los valores a mis clientes, les digo algo como: «Los
valores son los deseos más profundos de nuestro corazón sobre cómo
queremos comportarnos; cómo queremos tratarnos a nosotros mismos, a
otras personas y al mundo que nos rodea. Describen lo que queremos
defender en la vida, cómo queremos actuar, qué tipo de persona queremos
ser, qué tipo de fortalezas y cualidades queremos desarrollar». A menudo
describimos los valores como una brújula interna: nos dan orientación, nos
ayudan a encontrar una dirección, a mantener el rumbo y a encontrar
nuestro camino nuevamente cuando nos salimos de él.
A medida que leas más libros sobre la ACT, hallarás varias definiciones
diferentes de valores, y algunas de las técnicas son bastante complejas. Ésta
es la que creo que es más fácil de manejar: los valores son «cualidades
globales deseadas de la acción en curso» (Hayes, Bond, Barnes-Holmes y
Austin, 2006, p. 16). Vamos a dividir eso en tres componentes:
1. Acción en curso. Los valores se refieren a una «acción continua»:
cómo quieres comportarte, abierta o encubiertamente, de manera
continua. Por ejemplo, ¿cómo quieres comportarte en tus relaciones con
tus seres queridos? Si tu respuesta es que quieres ser amoroso y
afectuoso,
compasivo, oentonces
justo ydiríamos
sincero,que
o abierto y auténtico,
estas cualidades o atento
deseadas son tusy
valores. Y, presumiblemente, querrías comportarte con estas cualidades
de manera continua; no querrás dejar de actuar de esta forma mañana,
la próxima semana o el próximo mes.
2. Cualidades globales. Los valores se refieren a las «cualidades
globales» de la acción en curso. Para ilustrarlo, supongamos que
quieres jugar a béisbol. Ahora, claramente, jugar a béisbol es algo que
puedes hacer de manera continua: es una acción continua, pero no es
una cualidad de la acción. Para aclarar esto, aquí hay cuatro posibles
cualidades de esa acción en particular: jugar a béisbol con habilidad,
jugar a béisbol con entusiasmo, jugar a béisbol
béisbo l apasionadamente, jugar
es un objetivo. Una vez que lo tienes: misión cumplida. Pero si quieres ser
útil, fiable y honesto, esos son valores: cualidades deseadas de acción
continua. Y en cualquier momento, puedes actuar sobre esos valores,
incluso si tu trabajo apesta o si actualmente estás en el paro.
3.
4. Los
Los valores
valores asemenudo necesitan
mantienen ser priorizados.
mejor ligeramente.
5. Los valores se eligen libremente.
6. Los valores incluyen a uno mismo y a los demás.
Echémosles un vistazo rápido.
futuro
ilusión ydeseque
esfuerzan continuamente
les proporcionará por lograr
felicidad el próximoduraderas.
o satisfacción objetivo con
En la
la
vida centrada en los valores, todavía tenemos objetivos, pero el énfasis está
Supongamos
honestidad, laque una clienta
amabilidad identifica
y el amor. valoresexplorar
Queremos tales como
cómolapuede
justicia, la
actuar
sobre estos valores tanto en su relación consigo misma como en sus
relaciones con los demás. En otras palabras, queremos saber qué puede
hacer para ser justa, honesta, amable y amorosa consigo misma, y qué
puede hacer para ser justa, honesta, amable y amorosa con los demás.
CONSEJO PRÁCTICO
A algunos clientes no les gusta la palabra «valores», así que asegúrate de tener algunos términos
alternativos o expresiones bajo la manga: ser tú mismo, ser fiel a ti mismo, vivir la vida a tu
manera, comportarte como el tipo de persona que deseas ser, los deseos más profundos de tú
corazón acerca de cómo quieres comportarte, las cualidades personales y fortalezas con las que
deseas actuar/vivir/poner en juego, las cualidades que deseas tener como
modelo/mostrar/demostrar/inspirar/c
modelo/mostrar/d emostrar/inspirar/con
on las que alentar a otros.
Cómo aclarar
En esta sección, y contactar
revisaremos condelosmisvalores
sólo algunas técnicas favoritas para
identificar los valores (encontrarás muchas más en «Extra bits»). Pero,
recuerda, son sólo un medio para un fin: ayudar a nuestros clientes a
conectarse con su propia humanidad y descubrir qué tipo de persona
quieren ser realmente, para que puedan vivir sus vidas con un sentido de
significado y propósito. Podemos implementar estas técnicas de manera
conversacional, o convertirlas en ejercicios formales de experiencia. Si
adoptamos este último enfoque, podríamos comenzar con un breve ejercicio
de mindfulness (por ejemplo, dos o tres minutos de anclaje) y luego pedirle
a nuestro cliente que cierre los ojos y reflexione en silencio sobre la
pregunta o que imagine la escena. A continuación, encontrarás tres
Dentro de un año
Imagina que, dentro de un año, estás recordando la dificultad a la que te
enfrentas hoy. Imagina que la has gestionado de la mejor manera posible,
comportándote como la persona que realmente quiere ser en el fondo de tu
Trabajando con
co n los valores
En esta próxima sección, cubriremos las intervenciones, los formularios y
está feliz para siempre. Entonces, ¿qué tipo de madre te gustaría ser?
Clienta: No lo sé. Sólo quiero ser una buena madre.
Terapeuta: De acuerdo. Si quisieras ganarte ese título, el de ser una buena
madre, ¿cómo serías con David? ¿Qué tipo de cualidades te gustaría tener
como madre?
Clienta: No lo sé.
Terapeuta: Bueno, supongamos que ocurre un milagro, y David ordena su
vida, y dentro de unos años lo entrevistamos en la televisión nacional y le
preguntamos: «David, ¿cómo era tu madre cuando estabas pasando por lo
peor de lo peor de esa adicción a la heroína?». En el mundo ideal, ¿qué te
gustaría que dijera?
Clienta: Supongo que me gustaría que dijera que era… cariñosa… y
amable… y… solidaria.
Terapeuta: ¿Algo más?
Clienta: Que estaba allí cuando me necesitaba.
Terapeuta: Entonces, ser cariñosa, amable, solidaria… ¿Eso es lo que
quieres representar como madre?
Clienta: Sí.
Terapeuta: De acuerdo. Quédate con eso por un momento. Ser amorosa,
amable y solidaria: eso es lo que te importa como madre.
Clienta: Sí. (Se sienta erguida, asintiendo lentamente con la cabeza). Quiero
hacer lo mejor para él. Quiero hacer lo correcto. Y sé que darle dinero no
lo es.
Terapeuta: De acuerdo. (Pausa). Entonces, la próxima vez que venga tu
hijo, parece que tendrás que tomar una decisión. Por un lado, puedes dejar
que tu mente te intimide, te ataque y te diga qué hacer. Y sabes
exactamente lo que tu mente te va a decir: que tienes que darle el dinero y,
que si no lo haces, eres una mala madre. Y decir que no es muy estresante
y doloroso, es más fácil darle el dinero, y entonces te dejará en paz. Ésa es
una opción. Por otro lado, puedes elegir dejar que tu mente diga lo que
quiera, pero, en lugar de hacerle caso, puedes ser el tipo de madre que
realmente quieres ser: amorosa, amable, solidaria y hacer lo mejor para
David a largo plazo. ¿Cuál elegirás?
***
Alcanzar demostrar?
permitiría ese objetivo ¿qué cualidades o fortalezas personales te
Si las personas a las que amas supieran esto, ¿qué cualidades y
fortalezas te gustaría que les inspirase?
CONSEJO PRÁCTICO
Si los clientes nos dicen algo que ya no quieren hacer, a menudo podemos llegar a los valores
preguntando: «¿Qué quieres hacer en su lugar?». Por ejemplo, si el cliente dice: «Quiero dejar
de pelearme con mi madre», podemos preguntarle, «¿Qué te gustaría hacer en su lugar? ¿Cómo
te gustaría tratar a tu madre cuando pasas tiempo con ella? ¿Cómo te gustaría tratarla cuando
hace algo que te molesta o te hace enfadar?».
valores que quieras poner en juego al día siguiente. Por ejemplo, puedes
elegir, «amar» y «ser amable». Puedes elegir nuevos cada día, o puedes
elegir los mismos todos los días; tú decides. Luego, a lo largo del día,
busca oportunidades para «espolvorear» esos valores en lo que sea que
estés diciendo y haciendo, para que le dé a tu comportamiento el sabor de
los valores elegidos. Y a medida que lo condimentas, saboréalo, nota los
efectos de vivir esos valores, aprecia la diferencia que hay.
***
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 19 de ACT Made Simple: The Extra Bits (en la página
Habilidades
En este capítulo,
realidad, no tareas.
hay muchas hay tarea paranoti.has
Si aún ¡No, sólo estoylosbromeando!
completado formularios En
de
valores antes mencionados, descárgatelos y hazlo. Luego:
Lee todas las intervenciones de valores en voz alta, como si estuvieras
realizándolas con tus clientes.
Piensa en otras preguntas que puedas hacer. ¿Hay algún otro ejercicio
que conozcas, o ideas que tengas, sobre maneras de poner a los clientes
en contacto con los valores?
Para llevar
Técnicamente, los valores son cualidades deseadas de acción continua.
Poéticamente, son los deseos más profundos de nuestro corazón sobre cómo
queremos tratarnos a nosotros mismos, a los demás y al mundo que nos
rodea durante nuestro breve tiempo en este planeta. Metafóricamente, son
como una brújula: nos dan la dirección, cuando nos perdemos nos ayudan a
encontrar nuestro camino y nos mantienen en él.
Ayudar a nuestros clientes a ponerse en contacto con sus valores puede ser
difícil. A menudo nos encontramos con todo tipo de conceptos erróneos y
malentendidos, más comúnmente en torno a la diferencia entre valores y
objetivos. Además, con frecuencia nos toparemos con barreras en forma de
fusión y evitación (como veremos en el próximo capítulo). Sin embargo,
con paciencia, amabilidad y persistencia, generalmente podemos ayudar a
nuestros clientes a «conectarse con sus corazones», y cuando vemos que
eso sucede, es realmente mágico.
LISTA DE VERIFICACIÓN DE VALORES COMUNES
—Cuidado/autocuidado:
el medio ambiente, etc. ser cuidadoso conmigo mismo, con los demás, con
—Curiosidad: ser curioso, de mente abierta e interesado; explorar y
descubrir.
—Destreza: practicar y mejorar continuamente mis habilidades y aplicarme
por completo.
—Diligencia: ser industrioso, trabajador y dedicado.
—Diversión y humor: serse r amante de la diversión; buscar,
b uscar, crear y participar
en actividades llenas de diversión.
—Equidad y justicia: ser justo conmigo mismo o con los demás.
—Estado físico: mantener o mejorar o cuidar mi salud física y mental.
—Flexibilidad: ajustarme y adaptarme fácilmente a las circunstancias
cambiantes.
—Fomento: alentar y recompensar el comportamiento que valoro en mí
mismo o en los demás.
—Gratitud: agradecerme y apreciarme a mí mismo, a los demás y a la vida.
—Honestidad: ser honesto y sincero conmigo mismo y con los demás.
—Intimidad: abrirme, revelarme y compartirme, emocional o físicamente.
Evitación experiencial
Como regla general, es más fácil hacer que los valores funcionen con
clientes de alto funcionamiento o con problemas emocionales que con
clientes de bajo funcionamiento o aquellos con altos niveles de evitación
experiencial. Esto se debe a que, cuanto más nos impulsa la fusión y la
evitación experiencial, más nos desconectamos de nuestros valores. En la
terapia, a menudo vemos ejemplos dramáticos de esto en clientes con
trastorno límite de la personalidad o con adicciones a las drogas, el alcohol
o el juego. A menudo, estos clientes, impulsados por la fusión y la
evitación, actúan repetidamente de maneras muy alejadas de sus valores
fundamentales: lastiman, abusan de su cuerpo o lo descuidan, y hacen lo
mismo con sus amigos, sus familias, sus parejas, etc. Y si realmente se
detienen para reconocer este comportamiento destructivo, y reconocen cuán
alejado está de sus propios valores, seguramente experimentarán mucho
dolor emocional: ansiedad, culpa, tristeza, vergüenza, etc. No es
sorprendente que, para evitar ese dolor, estos clientes se resistan o bloqueen
el trabajo con valores. De hecho, muchas de las barreras mencionadas en
este capítulo funcionan principalmente como evitación experiencial: «No
sé», «Nada importa», «No tengo ningún valor», «No le veo el qué», «No
merezco tener una vida», «Esto es muy cursi», y así sucesivamente. Si
sabemos o sospechamos que la evitación experiencial es la barrera
principal, respondemos con el anclaje, la defusión, la autocompasión y la
aceptación. Esto podría resultar más o menos así:
Cliente: (En respuesta a preguntas sobre valores). No lo sé. ¿Por qué
preguntas esas cosas? No tengo ningún valor.
Terapeuta: De acuerdo. ¿Te parece bien si pulso pause durante un
momento?
Cliente: Si debes hacerlo…
Terapeuta: Bueno, mira, no tengo que hacerlo, si realmente no quieres que
lo haga. Podemos continuar con la sesión e ignorar lo que está
sucediendo. Pero preferiría no hacerlo, porque tengo la sensación de que
ambos estamos un poco atascados. Tengo la sensación de que te estoy
presionando y que tú te estás resistiendo. ¿Sientes lo mismo que yo?
Cliente: Sí, me siento un poco arrinconado.
Terapeuta: Sí, eso no es propio de un buen equipo, ¿verdad? ¿Qué tal si
retrocedo y te doy algo de espacio, y sólo pulsamos pause por un
momento?
Cliente: (Sonriendo). Bien.
Terapeuta: Genial. Y gracias por dejarme saber que te has sentido
acorralado, realmente aprecio la retroalimentación. Avísame si vuelvo a
hacerlo. A veces puedo entusiasmarme demasiado con estas cosas, y me
pongo un poco
p oco avasallador.
Cliente: No te preocupes.
Terapeuta: Ahora, reconozcamos la situación. Ésta es una parte bastante
desafiante de la terapia. Estoy aquí haciéndote preguntas difíciles que
una máquina
haciendo de resolver
preguntas problemas.
difíciles Y el problema
que te provocan aquí es
sentimientos que te estoy
dolorosos. Y la
solución que se te ocurre para salir de esto es decir que no lo sabes, que
nada importa, que sigamos adelante y cambiemos de tema.
Cliente: No pensé eso.
Terapeuta: No. No pensaste eso conscientemente. Lo que digo es que ése es
el tipo de proceso de resolución de problemas por el que ha pasado tu
mente fuera de tu conciencia. ¿Y si seguimos con eso? ¿Supongamos que
dejamos de hacer este trabajo de valores y pasamos a otra cosa? ¿Cuánto
te puede costar eso?
Cliente: No estoy seguro.
Terapeuta: Bueno, ¿cuánto te ha costado hasta ahora pasar por la vida sin
una brújula interna, sin ningún sentido de lo que realmente te importa?
Cliente: Creo que sigo cagándola.
Terapeuta: Bueno, es una manera de decirlo. En una escala de 0 a 10,
¿cuánto sentido de significado, propósito y realización dirías que tienes en
tu vida? Cero significa que la vida está vacía, es aburrida y no tiene
sentido. Diez, que la vida es rica, plena y significativa.
Cliente: Alrededor de dos.
Terapeuta: Uno de nuestros principales objetivos de este trabajo que
***
Ahora lee la transcripción anterior por segunda vez y observa todos los
procesos de la ACT que estén implicados. Deberías poder identificar la
defusión, la aceptación, la atención flexible, la acción comprometida, la
viabilidad y la disposición. Los procesos de la ACT entran en juego
continuamente a lo largo de cada sesión, incluso cuando se abordan barreras
a otros procesos. Y si estás preparado para un desafío adicional, imagina
cómo sería todo el episodio anterior si el terapeuta decidiera escribirlo en
un punto de elección. ¿Qué escribiría y dónde? (Puedes encontrar la
respuesta en «Bits extra»).
Fusión
Muchas barreras comunes para conectarse con valores se deben a la fusión
con:
Motivos: No puedo hacer nada diferente hasta que deje de sentir
ansiedad/encuentre trabajo/recupere a mis hijos/me recupere de esta
lesión/recupere a mi pareja/me sienta mejor, y así sucesivamente.
Juicios: Esto es una mierda. Una pérdida de tiempo. ¿Qué sentido tiene
todo esto cuando mi vida es tan horrible?
Autoconcepto: ¿Por qué dedicamos tiempo a esto? Soy una mala
persona. ¡No merezco una vida mejor!
Pasado y futuro: ¡No tiene sentido! ¡No funcionará! ¡Ya he intentado
antes este tipo de cosas!
Cuando surge tal fusión, bailamos a través del hexaflex desde los valores
hasta la atención flexible y la defusión. Reconocemos la difícil situación –
validamos que el trabajo es duro y desafiante– y notamos, nombramos y
verificamos los pensamientos y sentimientos difíciles que aparecen.
Entonces podemos usar cualquier combinación de las estrategias de
defusión descritas en los capítulos 11-14, y una vez que el cliente está un
tanto desenganchado, podemos volver a los valores.
«¡Nada importa!»
Algunos clientes insistirán en que nada es importante, en que no tienen
valores, en que no les importa nada. Si esto se debe a que están fusionados
con la desesperanza, el primer paso sería desactivarla, como hemos visto en
el capítulo 14. Si no, una manera simple de responder es con este tipo de
frases: «Tengo curiosidad. Por un lado, te escucho decir “nada importa” y,
por otro lado, te veo sentado aquí frente a mí. Así que me pregunto, ¿qué es
lo suficientemente importante como para que hayas venido a terapia?».
Algunos clientes responderán que vinieron por su pareja, hijos, padres o
amigos. Si es así, podemos explorar estas relaciones y descubrir qué le
importa al cliente y qué valores tiene al respecto. Como mínimo, podemos
descubrir el valor de «cuidar a los demás».
Otros pueden decir que han venido porque están cansados de sentirse
deprimidos o quieren sentirse felices o dejar de sentirse ansiosos. En este
caso, podemos reformular esto de la siguiente manera: «Entonces, tu salud
mental y tu bienestar son importantes para ti», y pasar a etiquetar esto como
el valor de «autocuidado». Sin embargo, otros clientes pueden decir que han
venido porque su médico se lo ha dicho, en cuyo caso podemos replantearlo
de la siguiente manera: «Así que te preocupas lo suficiente por tu salud
como para escuchar a tu médico». Y nuevamente, podemos etiquetar esto
como el valor de «autocuidado».
En este punto hay una manera diferente, pero a menudo muy útil, de
seguir, cuando el cliente insiste en: «No tengo valores» o «No me importa
nada»:
Terapeuta: Sí, ahora mismo, así es más o menos como te sientes. No tienes
la sensación de que haya nada que te guíe desde lo más profundo de tu
corazón, no tienes la sensación de tener esta brújula interna que he estado
llamando «valores». ¿Te gustaría cambiar eso?
Si el cliente dice que no, entonces podemos volver a sus objetivos de
terapia (capítulo 6) y explorar la idea de que sin valores para guiarlo o
motivarlo, es probable que siga haciendo lo mismo que antes de asistir a la
terapia: es poco
cliente dice probable
que sí, podemosque su vidacon
continuar cambie mucho. Sin
la disposición, embargo,
como si el
se describe
en la sección anterior sobre evitación experiencial. Una vez que esté
dispuesto, podemos pasar a realizar ejercicios activos de aclaración de
valores, como se describe en la siguiente sección.
«No lo sé»
En respuesta a preguntas sobre valores, algunos clientes se encogerán de
hombros y dirán: «No lo sé». Y esto puede ser una simple declaración de
hechos. A veces el cliente simplemente no tiene ni idea de qué son los
«valores». Les parece algo de otro planeta. También puede ser una solicitud
de ayuda: el cliente básicamente dice: «Me estás haciendo todas estas
preguntas difíciles, y no sé ni por dónde empezar. Ayúdame. Dame una
pista».
Si éste es el caso, entonces hacemos una breve psicoeducación (valores
como brújula, un ejemplo de valores versus objetivos) y pasamos a
ejercicios experienciales como en el capítulo anterior. Sin embargo, en lugar
de hacer preguntas, podemos convertir estas intervenciones en ejercicios
formales: haz que el cliente haga dos o tres minutos de anclaje o de otra
práctica de mindfulness, y luego aliéntalo a imaginar o visualizar la escena
Deseo de aprobación
Algunos clientes están tan concentrados en obtener la aprobación de otros o
están tan acostumbrados a obedecer las reglas de sus padres, la religión o la
cultura que se desconectan de sus propios valores fundamentales. Para
ayudar a reconectarlos, aquí tienes una pregunta útil: «Supongamos que
mismo? ¿Teesos
indicar que mueves en la
valores sondirección que quieres ir? Si es así, eso tiende a
auténticos.
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 20 de ACT Made Simple: The Extra Bits (en la página
www.actmindfully.com.au). Allí encontrarás: (a) cómo manejar otros problemas difíciles
como conflictos de valores, deseo de poder y dilemas complejos y (b) un ejemplo de cómo
usar el punto de elección en el escenario descrito bajo el encabezado «Evitación
experiencial». También puedes volver a la «Lista de verificación de valores comunes» del
capítulo 19; es útil para imprimir y usar con clientes que realmente tiene muchas dificultades
al respecto.
Habilidades
Igual
tienenque en el
claro cualquier otrayparte
propósito del modelo–sidenola ven
los objetivos ACT,cómo
si losconocer
clientes sus
no
valores puede ayudarlos con sus objetivos de terapia–, podemos esperar
confusión y resistencia. Además, los clientes (como los terapeutas) a
menudo se confunden acerca de la diferencia entre valores y objetivos.
Entonces, si dejaste de lado la importante psicoeducación sobre este tema
que desarrollamos en el último capítulo (o si lo hiciste, pero el cliente lo
olvidó), entonces es absolutamente esencial revisarlo (o volver a analizarlo
nuevamente).
Con esto en mente, una vez más te animo a que:
Practiques con clientes imaginarios, en voz alta o en tu cabeza, hasta
que puedas aclarar rápidamente estas cosas.
Practiques con los amigos, los padres, la pareja, los hijos, el perro, el
gato, los invitados a la fiesta… Ya
Ya te haces una idea.
Para llevar
Es común que los clientes luchen un poco contra los valores, pero si
persistimos suavemente y seguimos siendo flexibles, por lo general
podremos llegar a buen puerto. Si la fusión o la evitación experiencial
comprometida.
que haces con tuEncuerpo,
otras palabras, ya sea
cara y voz) unaacción
o una acciónencubierta
abierta (por ejemplo,
(por lo
ejemplo,
mindfulness o autocompasión), si es flexible y está guiada por valores, lo
clasificaríamos como acción comprometida.
Acción comprometida en pocas palabras
En lenguaje sencillo: La acción comprometida es realizar un acto efectivo, guiado y motivado
por valores. Esto incluye la acción física (conducta abierta) y la acción psicológica (conducta
encubierta).
La acción comprometida implica una acción flexible: Adaptarse fácilmente a los desafíos de
la situación y persistir o cambiar el comportamiento según sea necesario. En otras palabras,
hacer lo que corresponde para vivir de manera efectiva según los propios valores.
Objetivo: Traducir los valores en patrones continuos, evolutivos, efectivos y dinámicos de
comprometida
Bajo el título de acción comprometida, podemos incorporar todas y cada
una de las intervenciones conductuales tradicionales: capacitación de
habilidades, juegos de rol, programación y monitorización, prevención de
exposición y respuesta, reversión de hábitos, activación conductual, etc.
Entonces, por ejemplo, si trabajamos en problemas de relación, a menudo
enseñaremos habilidades de asertividad, de comunicación, de negociación,
de resolución de conflictos, de autoalivio y de intimidad.
En este capítulo nos centraremos en cuáles son probablemente las tres
habilidades más comunes que enseñamos: la resolución de problemas, el
establecimiento de objetivos y la planificación de acciones.
apropiado.
Supongo que ya conoces los pasos de la resolución básica de problemas:
identifica y define el problema, haz una lluvia de ideas sobre una variedad
de soluciones, evalúa los pros y los contras de cada opción, genera un plan
de acción, impleméntela, observa los resultados y modifica el plan como
sea necesario. (Si no conoces estos pasos, apréndelos; es una información
básica esencial para cualquier profesional de la salud mental y juega un
papel importante en el tratamiento de muchos trastornos).
Los pasos reales de la resolución de problemas son los mismos en la ACT
que en otros modelos; la gran diferencia es que a menudo precedemos estos
3. Quedarnos y dejar de actuar de manera efectiva: hacer cosas que no marquen la diferencia o
que la empeoren.
Establecimientoo de objetivos
Establecimient
Hay dos amplias clases de establecimiento de objetivos en la ACT; voy a
llamarlas formal e informal. La principal diferencia es que el
establecimiento formal de objetivos sigue pasos específicos, que resumiré a
continuación, mientras que el establecimiento informal de objetivos, no.
La mayoría deefectiva
configuración las personas no se daEscuenta
de objetivos. de cuánto
una habilidad se involucra
compleja. en la
Y como la
mayoría de las habilidades nuevas, lleva un tiempo dominarla. Para
aprender cómo hacerlo, te recomiendo que practiques en ti ahora mismo.
éste un objetivo sabio que perseguir? Por lo que puedes decir, ¿es
probable que mejore tu vida?
– Realista: Asegúrate de que el objetivo sea realista para los recursos que
tienes disponibles. Los recursos necesarios pueden incluir tiempo,
dinero, salud física, apoyo social, conocimiento y habilidades. Si estos
recursos no están disponibles, deberás cambiar tu objetivo a uno más
realista. El nuevo objetivo, en realidad, podría ser encontrar los
recursos que te faltan: ahorrar dinero, o desarrollar habilidades, o
construir una red social, o mejorar la salud, etc.).
– Enmarcado en el tiempo: Establece un marco de tiempo específico para
***
ACT). Cada vez que un cliente acepta hacer algo entre sesiones, por
pequeño y simple que parezca, le recomiendo que se pregunte: «En una
escala de 0 a 10, donde 10 es igual a “esto es completamente realista,
definitivamente lo haré, pase lo que pase” y 0 es igual a “esto es
totalmente irreal, nunca lo haré”, ¿cuán realista es lo que vas a hacer?».
Si nuestro cliente obtiene una puntuación menor a 7, entonces debemos
modificar el objetivo. Necesitamos hacerlo más pequeño, más simple y
más fácil hasta que el cliente pueda anotar al menos 7. En ocasiones, es
posible que necesitemos cambiar el objetivo por completo.
¿Cuáles son los beneficios? Podemos mejorar la motivación de los clientes
destacando los posibles «beneficios» para su nuevo comportamiento: en
otras palabras, destacamos los valores subyacentes y consideramos los
posibles beneficios. Podemos hacer preguntas como:
¿Esto parece un movimiento hacia adelante?
¿Estás saliendo de tu zona de confort? ¿Intentando algo nuevo? ¿Ser
más como la persona que quieres ser?
¿Qué valores vivirás con cada pequeño paso que des?
No podemos saber con certeza qué sucederá, esto es un experimento,
pero ¿cuáles son algunos de los posibles beneficios de seguir adelante
con esto? ¿Qué cosas positivas podrías ganar, lograr o sacar de ello?
CONSEJO PRÁCTICO
Es útil hacer que los clientes consideren posibles resultados positivos, como en la pregunta
anterior. Sin embargo, también queremos advertirles: «Podrían darse resultados positivos, y
espero que sea así. Pero, por favor, no empieces a fantasear con lo maravillosa que será la vida
después de lograr tu objetivo; la investigación demuestra que fantasear con esto va a reducir tus
posibilidades de seguir adelante».
él no se
cosas puede. Por ejemplo,
interpusieron en tupodemos
camino: decir:
A, B y«La
C. semana pasada,
Me pregunto si algunas
algunas
podrían surgir nuevamente. Si es así, ¿cómo podrías lidiar con ellas?
Saber lo que está bajo nuestro control y lo que no
Cuanto más nos centramos en las cosas que queremos cambiar que NO
están bajo nuestro control, más impotentes y molestos nos sentiremos. Esto
puede manifestarse como impotencia, desesperanza, ira, ansiedad, culpa,
tristeza, rabia, desesperación, etc. Por lo tanto, es importante que
aprendamos a centrarnos en lo que está bajo nuestro control y a canalizar
nuestra energía y tiempo hacia esas cosas. Esto está en el núcleo del
autoempoderamiento. Para ayudar a nuestros clientes a entenderlo,
***
corto plazo para satisfacer sus necesidades (por ejemplo, gritar, llorar,
culpar, mentir, engañar, actuar agresivamente, ser pasivo, permanecer
en silencio, amenazar, coaccionar), pero que a largo plazo tienen
efectos adversos sobre la relación.
Ayudamos al cliente a ver a los demás desde la perspectiva de ellos, a
comprender cómo ven el mundo, a empatizar con sus necesidades y
problemas, a ver las cosas desde su punto de vista.
Supongo que cualquier consejero, coach o terapeuta que lea este libro de
texto ya sabrá cómo hacer todo lo anterior. Es un conocimiento esencial
para cualquiera que trabaje en tales roles porque muchos problemas se
derivan o empeoran por la falta de habilidades interpersonales efectivas. Si
no sabes o estás un poco oxidado en cuanto a asertividad, comunicación,
negociación, empatía y habilidades de toma de perspectiva, ponte al día
rápidamente. (Una manera simple de hacerlo es leer mi libro de autoayuda
sobre la ACT y los problemas de relación: ACT with Love [Harris, 2009b]).
A muchos terapeutas de la ACT les gusta enseñar estas habilidades
interpersonales en la sesión mediante juegos de rol. (Esto no es esencial,
pero es una forma de enseñanza muy efectiva y atractiva). Durante estos
juegos, el terapeuta generalmente alienta al cliente a experimentar con
diferentes formas de comunicación: el tono y el volumen de voz, la postura
***
Lo que estamos tratando aquí es una gran «brecha de realidad»: una gran
brecha entre la realidad actual y la deseada. Y cuanto mayor sea esa brecha,
más dolorosos serán los sentimientos que surgirán. Naturalmente, nuestro
objetivo es validar y normalizar esos sentimientos, reconocer lo dolorosos
que son y ayudar a nuestro cliente a aceptarlos y ser compasivos. Por lo
tanto, mi respuesta a Alex fue:
Terapeuta: Absolutamente. No es lo mismo. No es lo mismo en absoluto.
Ni siquiera se acerca. Y cuando hay una gran brecha entre lo que quieres
y lo que tienes, eso duele. Puedo ver lo molesto que estás ahora, y sólo
puedo empezar a imaginarme cuánto estás sufriendo. (Pausa). Y en mi
experiencia, cuando las personas están sufriendo de la misma manera que
tú ahora, es porque están en contacto con algo realmente importante.
(Pausa). Supongamos que puedo darte una opción al respecto. Una opción
es que aprendas cómo darles espacio a estos sentimientos dolorosos y
cómo abandonar la lucha contra ellos para que puedas poner tu energía en
hacer algo que sea importante, algo que realmente te importe en lo más
profundo de tu corazón, para que puedas tolerar esa realidad dolorosa. La
otra opción es empantanarte con esos sentimientos dolorosos y
simplemente dejar de intentarlo y poner tu vida en espera. ¿Qué opción
quieres elegir?
En ese momento, Alex experimentó una gran ola de tristeza, resentimiento
y miedo, por lo que trabajamos en la aceptación, la confusión y la
autocompasión. Alex aprendió a aceptar los sentimientos dolorosos
relacionados con sus pérdidas y a desactivar los pensamientos que lo
arrastraban a la amargura y la desesperanza: nunca podré tener la vida que
quiero, no es justo, no tiene sentido continuar.
Más tarde, volvimos a los valores de Alex y comenzamos a establecer
pequeños objetivos realistas. Por ejemplo, dos de sus valores fundamentales
eran «contribuir» y «ser sociable». En lugar de un equipo deportivo, Alex
Planificación de la acción
Después de establecer un objetivo guiado por valores, algunos clientes son
muy buenos tomando medidas para lograrlo. Pero otros necesitarán ayuda
para dividirlo en un plan de acción paso a paso. Una pregunta muy útil es:
«¿Cuál es el paso más pequeño, simple y fácil que puedes dar en las
próximas veinticuatro horas que te llevará un poco más en esa dirección?».
Aprender a dar pequeños pasos es importante. Cuando los clientes se
concentran demasiado en grandes objetivos a largo plazo, dejan de vivir en
el presente; quedan atrapados en la mentalidad de: «Seré feliz una vez que
haya logrado ese objetivo». Y, por supuesto, es posible que nunca lo logren,
o que tarden mucho más de lo esperado, o que no los haga felices aunque lo
logren.
Así que me gusta recordar a los clientes el famoso dicho del Tao Te
Ching: «Un viaje de mil kilómetros comienza con un paso». Vivir nuestros
valores es un viaje sin fin, continúa hasta el momento de nuestro último
aliento. Y cada pequeño paso que damos, por pequeño que sea, es una parte
válida y significativa de ese viaje. (También me gusta citar una frase muy
común de la sabiduría popular: «Quien la sigue la consigue»).
Para mostrar cómo los valores, los objetivos y las acciones se unen,
consideremos el caso de Sarah, una enfermera de treinta y ocho años, sin
pareja desde su divorcio, cuatro años antes. Sarah tenía muchas ganas de
encontrar una nueva pareja, casarse y tener hijos, y le preocupaba que
pronto sería demasiado mayor para quedarse embarazada. Por supuesto,
casarse y tener hijos son objetivos (pueden, potencialmente, ser tachados de
la lista, logrados, conseguidos), pero no son valores. Entonces, utilizando la
hoja de trabajo «Configuración inteligente de objetivos», Sarah identificó
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 21 de ACT Made Simple: The Extra Bits (en la página
www.actmindfully.com.au). Allí encontrarás: (a) una descripción de los problemas que
surgen de un enfoque excesivo en el resultado, (b) cómo manejar la fusión que surge mientras
se establece el objetivo, (c) una versión imprimible de la fórmula del desafío con un texto
explicativo para dar a los clientes, (d) una hoja de trabajo imprimible de la configuración
inteligente de objetivos, y (e) cómo usar la aplicación ACT Companion para establecer
objetivos y planificar acciones.
Habilidades
Aquí hay algunas sugerencias para ti:
Utiliza el proceso formal de la configuración inteligente de objetivos
descrito anteriormente en ti mismo. Hazlo al menos tres o cuatro veces
para dominarlo; luego pruébalo con un cliente en la sesión.
Ensaya los guiones anteriores, especialmente la fórmula de desafío y la
metáfora de la pistola apuntando a la cabeza.
Ensaya la pregunta del «paso más pequeño» varias veces; luego
comienza a preguntarlo regularmente en la sesión.
Para llevar
La
de acción
maneracomprometida es vivir
efectiva, abierta de acuerdopara
o encubierta, con lograr
nuestros valoresobjetivos
nuestros y actuar
congruentes con los valores. Puede implicar el establecimiento informal de
objetivos, como «condimentar y saborear», o la configuración formal de
objetivos. Algunos de nuestros clientes tendrán muy pocas barreras
psicológicas para la acción; simplemente, si los ayudamos a ponerse en
contacto con sus valores y les preguntamos acerca de objetivos congruentes
con los valores será suficiente para que avancen. Sin embargo, la mayoría
de nuestros clientes tendrá al menos algunas barreras, y veremos cuáles son
y cómo superarlas en los capítulos 22-24.
CAPÍTULO 22
¿Aceptación de qué?
Como ya hemos dicho anteriormente, aceptación es la abreviatura de
«aceptación experiencial». Se trata de aceptar activamente nuestras
experiencias privadas: pensamientos, sentimientos, recuerdos, etc. No se
trata de aceptar pasivamente nuestra situación de vida. La ACT aboga por
tomar medidas para mejorar nuestra situación tanto como sea posible:
¡aceptación y compromiso! Por ejemplo, si tienes una relación íntima difícil,
la ACT recomienda que practiques la autocompasión y dejes espacio para
todos tus pensamientos y sentimientos dolorosos (en lugar de hacer cosas
autodestructivas como beber, fumar, comer en exceso, reflexionar y
preocuparte), y al mismo
mejorar la relación tiempo
(o, si es tomarabandonarla).
necesario, medidas, guiado por tus valores, para
Además, lamento seguir insistiendo en esto, pero es muy importante, y
muchos practicantes nuevos tienen una idea equivocada: no abogamos por la
aceptación de cada pensamiento y sentimiento no deseado. Abogamos por la
aceptación siempre y cuando la evitación experiencial se interponga en el
camino de una vida efectiva basada en valores.
les damos espacio, abandonamos la lucha contra ellos y les permitimos ir y venir libremente, a su
debido tiempo.
Objetivo: Abrirnos a experiencias internas no deseadas nos permite actuar de acuerdo con
nuestros valores.
Sinónimos: V Voluntad,
oluntad, expansión, abandonar la lucha, abrirse, dar espacio.
Método: Establecer un contacto psicológico completo, abierto y no a la defensiva, con
experiencias internas no deseadas.
Cuándo utilizarla: Cuando la evitación experiencial se convierte en una barrera para una vida
efectiva basada en valores.
El lenguaje de la aceptación
Los clientes Por
«aceptación». a menudo
lo generalno entienden
piensan lo que
que aceptar algoqueremos decir cona
significa resignarse
ello, tolerarlo, o incluso disfrutarlo, desearlo o aprobarlo. Por lo tanto, al
principio de la terapia, tiendo a evitar la palabra. «Voluntad» es un término
alternativo popular: la voluntad de tener tus pensamientos y sentimientos
como son, en este momento. Otro término que puedes usar es «expansión»,
que encaja muy bien con la charla metafórica de abrirse y dar espacio. Aquí
hay algunas otras expresiones:
Apóyate en ello.
Llegar a la aceptación
En muchos protocolos de la ACT, la aceptación sigue a la desesperanza
creativa (capítulo 8) y al abandono de la lucha (capítulo 9). Si ése es el
camino que estás tomando, el ejercicio de empujar el papel (capítulo 9) se
presta bien a esta transición,
t ransición, como veremos a continuación.
Terapeuta: Hagamos un resumen rápido. (El terapeuta recapitula el ejercicio
de empujar el papel y hace que el cliente lo empuje). Así que estás
empujando y empujando y empujando, y eso te está quitando todo tu
tiempo y energía. Tus hombros están cansados, y te sientes confinado, y no
puedes hacer nada útil como conducir o cocinar la cena o abrazar a alguien
a quien amas mientras haces eso. Ahora déjalo reposar en tu regazo. (El
cliente pone el papel en su regazo). ¿Qué te parce? ¿No es mucho menos el
esfuerzo que haces?
Cliente: Bueno… sí. Es menos esfuerzo. Pero sigue ahí.
Terapeuta: Absolutamente. No sólo sigue ahí, sino que está aún más cerca
de ti que antes. Pero nota la diferencia: ahora eres libre de hacer las cosas
que hacen que tu vida funcione. Puedes abrazar a alguien a quien amas,
preparar la cena o conducir. No te agota, ni te cansa, ni te ata, ni te
encierra. Obviamente, eso es sólo una hoja de papel, pero ¿y si pudieras
aprender cómo hacer lo mismo con tus
t us sentimientos reales?
Recuerda, no hay una secuencia establecida que debas seguir con los
procesos centrales de la ACT,
ACT, por lo que hay muchas otras rutas para llegar a
la aceptación. Aquí hay ejemplos de lo que podríamos decir para introducir
la aceptación desde otros procesos de la ACT:
ACT:
Desde el yo
echemos un como contexto:
vistazo «Utilizando
a algunos esa parte de ticontra
de estos sentimientos que selos
daque
cuenta,
has
estado luchando».
Por supuesto, cuanto más propensos a evitar las experiencias sean nuestros
clientes, más renuentes se mostrarán a aceptar experiencias internas no
deseadas, por lo que tendremos que ir más despacio y con más cuidado.
Deberemos trabajar más en torno a la desesperanza creativa, y es posible que
tengamos que hacerlo repetidamente.
nuestros clientes; siempre pedimos permiso, siempre les damos una opción,
siempre les hacemos saber que pueden detenerse en cualquier momento.
con nosotros.
CONSEJO PRÁCTICO
En este capítulo, el énfasis está en aceptar las emociones. Sin embargo, los mismos principios se
aplican a la aceptación de cualquier experiencia interior no deseada: pensamientos, recuerdos,
impulsos, sensaciones, etc.
La aceptación Smörgåsbord
Hay una gran variedad de formas de trabajar con la aceptación, y la siguiente
figura ilustra muchas de ellas (pero no todas). Algunas ocupan sólo diez
segundos y otras hasta diez minutos. Revisaremos muchas de ellas en este
libro; las otras podrás encontrarlas en «Bits extra».
Un kit de herramientas de aceptación
Estoy a punto de presentar un ejercicio de aceptación muuuuy largo, que en
realidad es un kit de herramientas completo, así que siento la necesidad de
hacerte un recordatorio amable (lo siento): la aceptación es un proceso, no
una técnica. Las herramientas y técnicas se utilizan para ayudar a tus clientes
y a ti mismo a conocer los entresijos del proceso.
Este ejercicio, en realidad, se construye a partir de trece técnicas diferentes
combinadas: enlace a valores y objetivos, observar como un niño curioso, la
parte que nota, radio mente, notar, nombrar, respirar, expandir, permitir,
materializar,, normalizar, ser autocompasivo y expandir la conciencia. Sí, son
materializar
muchas, pero no te preocupes, las abordaremos poco a poco.
Debido a que el ejercicio es tan largo, en las primeras etapas de la terapia
puede resultar demasiado difícil para muchos clientes. Sin embargo, puedes
acortarlo fácilmente para que sea más cómodo de usar. Puedes utilizar sólo
una o dos técnicas y hacer un ejercicio mucho más breve. (Más adelante
veremos versiones ultrabreves de todos estos métodos). También puedes
mezclar y armonizar estas técnicas en cualquier combinación y orden (junto
con cualquier otra técnica de aceptación que desees), y desecha la que no te
guste, para que puedas crear fácilmente tus propios ejercicios breves (o
largos).
Un recordatorio rápido: a algunos clientes no les gusta ningún ejercicio que
se centre en la respiración, y una de las técnicas implica «respirar» un
sentimiento. Para la mayoría de las personas esto es muy útil para la
aceptación, pero si tienes un cliente al que no le gusta, simplemente, no la
utilices. (El mismo consejo se aplica a cualquier herramienta o técnica en
cualquier proceso de la ACT; ninguna de ellas es esencial).
CONSEJO PRÁCTICO
Cuando realizamos estos ejercicios en un entorno cara a cara, no tenemos al cliente sentado en
silencio mientras le hablamos. Es un diálogo, no un monólogo. Seguimos consultando con el
cliente, preguntándole cómo va, obteniendo comentarios y modificando lo que hacemos según sea
necesario.
El ejercicio de aceptación
aceptación de las emociones
emociones
Como de costumbre, te animo a leer este guion en voz alta, como si hablaras
con un cliente. Los puntos suspensivos indican breves pausas de dos a cuatro
segundos.
Radio mente
Terapeuta: Deja que tu mente suene como una radio que suena de fondo… y
mantén tu atención en el sentimiento… y en cualquier momento, si tus
pensamientos te enganchan y te sacan del ejercicio, en el instante en que te
des cuenta, reconócelo, desengánchate y reenfócate…
Notar
Terapeuta: Nota dónde comienza y dónde se detiene… Aprende sobre ello
tanto como puedas…
Si dibujaras un contorno a su alrededor,
alrededor, ¿qué forma tendría?… ¿Es en 2D
o en 3D? ¿Está en la superficie de tu cuerpo o dentro de ti, o en ambos?…
¿Hasta dónde llega?… ¿Dónde es más intenso?… ¿Dónde es más débil?
(Pausa de 5 segundos).
Y si en algún momento te das cuenta de que estás enganchado,
simplemente desengánchate y vuelve a concentrarte en la sensación…
Obsérvala con curiosidad… ¿Es diferente en el centro que alrededor de
los bordes? ¿Hay alguna pulsación o vibración dentro de ella?… ¿Es ligera
o pesada?… ¿Está en movimiento o quieta?… ¿Cuál es su temperatura?…
¿Hay puntos calientes o fríos?…
Nota los diferentes elementos dentro del sentimiento… Nota que no es
Nombrar
Respirar
Terapeuta: Y mientras notas ese sentimiento, respira… Imagina que tu
respiración fluye dentro y alrededor de ese sentimiento… Respirando
dentro y alrededor…
Expandir
Terapeuta: Y es como si, de una manera mágica, todo ese espacio se abriera
dentro de ti… Te abres alrededor de ese sentimiento… Haz espacio para
él… expándete alrededor… Entiendes que esa idea está bien… Respira…
ábrete… expándete a su alrededor…
Permitir
Terapeuta: Y ve si puedes permitir que ese sentimiento esté ahí. No tienes
que desearlo… sólo permitir que esté ahí… Deja que ocurra… Nota que
respiras en él, que te abres a su alrededor, y que permites que sea como es.
(Pausa de 10 segundos). Puedes sentir una fuerte necesidad de luchar
contra él o alejarlo. Si es así, sólo reconoce el impulso que existe sin actuar
en consecuencia. Y sigue notando la sensación. (Pausa de 5 segundos). No
intentes deshacerte de ella ni de alterarla. Si cambia por sí misma, está
bien. Si no cambia, también está bien.
Cambiar la sensación o deshacerte de ella no es el objetivo. Tu objetivo
es simplemente permitirla… dejarla ser.
ser. (Pausa de 5 segundos).
Materializar
Terapeuta: Imagina que este sentimiento es un objeto físico… Como objeto,
¿qué forma tiene?… ¿Es líquido, sólido o gaseoso?… ¿Se está moviendo o
Normalizar
Terapeuta: Este sentimiento te brinda información valiosa… Te dice que
eres un ser humano normal con un corazón… Te dice que te importan las
cosas… que hay cosas en la vida que te importan… y esto es lo que los
seres humanos sentimos cuando hay una brecha entre lo que queremos y lo
que tenemos… Cuanto más grande sea la brecha, mayor será la sensación.
(Pausa de 5 segundos).
Ser autocompasivo
Expandir la conciencia
Terapeuta: La vida es como un espectáculo en el escenario… y en ese
estás estirando…
Y también nota las luces de la habitación donde te encuentras… Abre los
ojos, mira a tu alrededor y nota lo que puedes ver… y nota lo que puedes
oír… y nota que no hay sólo un sentimiento; hay un sentimiento dentro de
un cuerpo, dentro de una habitación, donde tú y yo estamos trabajando
juntos en algo muy importante… ¡y bienvenido
bienvenido de nuevo!
En el guion anterior, nos enfocamos en una sola sensación, la más intensa. A
menudo esto es suficiente para que la aceptación «se extienda» por todo el
cuerpo. Pero a veces puede haber otras sensaciones fuertes en diferentes
partes del cuerpo, en cuyo caso podemos repetir el procedimiento con cada
una. Y si el cliente se fusiona o se abruma en algún momento, podemos
echar el ancla y utilizar la defusión, y luego volver a la aceptación.
CONSEJO PRÁCTICO
Podemos trabajar con la insensibilidad de la misma manera que trabajamos con otros
sentimientos. Encuentra el área de mayor insensibilidad, obsérvala, nómbrala, descríbela, ábrete a
nota
La parte que nota
Como en cualquier ejercicio de mindfulness, podemos plantar semillas para
el yo como contexto. Más tarde, podemos regarlas, como en el capítulo 25.
«Darse cuenta de uno mismo» facilita la aceptación porque ofrece un «lugar
seguro» o un «punto de vista seguro» desde el cual observar.
La versión de diez segundos
Terapeuta: Utiliza esa parte de ti para notar esto realmente.
Radio mente
Respirar
Muchos clientes, pero no todos, encuentran que respirar en un sentimiento
les permite hacer espacio. La respiración diafragmática lenta y suave parece
muy útil para muchas personas (sin embargo, también hace que una pequeña
minoría se sienta mareada, aturdida o ansiosa, en cuyo caso hay que
omitirla).
La versión de diez segundos
Terapeuta: Nota esa sensación y respira suavemente.
Expandir
A menudo es útil hablar metafóricamente acerca de hacer espacio, crear
espacio, abrirse o expandirse. Esto nos lleva de los reinos del «reconocer» y
del «permitir» al de «acomodar».
La versión de diez segundos
Terapeuta: Trata de abrirte alrededor del sentimiento, de hacerle algo de
espacio.
Permitir
Una y otra vez, les recordamos a nuestros clientes que la aceptación no
significa que les guste, o que quieran o aprueben un pensamiento o un
sentimiento; significa permitirlo o dejarlo ser.
ser.
La versión de diez segundos
Terapeuta: Sé que no quieres ese sentimiento, pero mira si puedes dejarlo
reposar ahí por un momento. No tiene que gustarte, sólo déjalo ahí.
Materializar (u cosificar)
Muy a menudo, nuestros clientes, especialmente aquellos que son muy
visuales, lo harán espontáneamente cuando les pedimos que observen sus
sentimientos. Cuando imaginamos un sentimiento como un objeto físico, nos
ayuda a experimentar que ese sentimiento no es más grande que nosotros;
tenemos mucho espacio para ello.
En algunos modelos de terapia, se puede intentar disolver el objeto con luz
blanca o reducirlo de varias maneras. En la ACT no lo haríamos así, ya que
eso reforzaría la agenda del control emocional. Sin embargo, como sucede,
el objeto casi siempre cambia espontáneamente. Por lo general, se vuelve
más pequeño o más blando, pero a veces se hace más grande. Si ocurre esto
último, podríamos decir: «No importa cuán grande sea ese sentimiento, no
puede ser más grande que tú. Así que obsérvalo, respira y dale más espacio».
La cuestión es que no necesitamos reducir o eliminar el objeto; sólo
hacerle espacio. En trabajos sobre el duelo agudo, a menudo tengo clientes
que salen de mi consulta con una pesada roca negra dentro del estómago o
una gruesa tabla de madera en el pecho. Eso es de esperar. Las pérdidas
importantes dan lugar a sentimientos dolorosos. Ayudemos a nuestros
clientes a llevarlos de buena gana, en lugar de atascarse en una lucha contra
ellos, para que puedan participar plenamente de la vida y hacer lo que les
importe.
La versión de diez segundos
Terapeuta: Si este sentimiento fuera un objeto, ¿cómo sería?
Normalizar
Si podemos reconocer que es normal y natural tener sentimientos dolorosos,
que es una parte inevitable de ser humano, es más probable que los
aceptemos.
La versión de diez segundos
Terapeuta: Es completamente natural y normal que te sientas así.
Ser autocompasivo
conciencia
Expandir la con ciencia
A veces, es posible que deseemos concentrarnos en nuestras emociones,
como cuando estamos aprendiendo una habilidad de mindfulness o llorando
por un ser querido. Sin embargo, la mayor parte del tiempo, enfocarnos
demasiado intensamente en nuestros sentimientos se interpondrá en el
camino de vivir la vida. En ocasiones, los clientes abandonarán su sesión con
sensaciones fuertes o desagradables en su cuerpo. Esto es muy probable
cuando se trabaja con clientes con síndrome de dolor crónico, dolor agudo
debido a una pérdida repentina o ansiedad por alguna crisis o desafío mayor
inminente. Queremos que los clientes puedan hacer espacio para sus
sentimientos y ampliar la conciencia para comprometerse con el mundo que
los rodea, para que así puedan hacer lo que sea necesario para que su vida
funcione.
Esta expansión de la conciencia es, por supuesto, un gran componente de
todos los ejercicios de anclaje, por lo que podemos elegir mencionar
explícitamente esa metáfora. Si no, la metáfora del espectáculo escénico es
una buena alternativa, y deja claro que eso no es una distracción. El
sentimiento permanece en el escenario pero, a medida que el escenario se
ilumina, podemos ver todo el espectáculo, y el sentimiento como sólo una
parte de él. Esto en sí mismo facilita la aceptación: cuando es sólo «una
parte de todo el espectáculo», el sentimiento ya no parece tan grande y
amenazador.
La versión de diez segundos
Terapeuta: Nota el sentimiento, y tu cuerpo, y la habitación a tu alrededor, y
a ti y a mí trabajando aquí juntos. Están pasando muchas cosas.
La aceptación no
no es todo o nada
Algunos libros sobre la ACT afirman que la aceptación es un estado de todo
o nada: tú aceptas o no; es negro o blanco, sin tonos de gris. Me parece una
El interruptor de luch
lucha a
La metáfora del interruptor de lucha (Harris, 2007) es una poderosa
herramienta interactiva para el trabajo de aceptación. Si los clientes no
pueden hacer el ejercicio de empujar el papel (capítulo 9) debido a
problemas físicos, entonces, el del interruptor de lucha es mi alternativa.
(Puse una animación de esta metáfora en YouTube; para encontrarla, escribe
«Russ Harris Struggle Switch». Puedes mostrársela a los clientes como una
alternativa a desarrollarla tú mismo).
Terapeuta: Imagina que en el fondo de nuestra mente hay un interruptor de
lucha. Cuando está encendido, significa que vamos a luchar contra
cualquier dolor físico o emocional que se nos presente. Ante cualquier
molestia que aparezca, haremos todo lo posible para deshacernos de ella o
evitarla.
Supongamos que lo que aparece es ansiedad. (Adaptamos esto al
problema del cliente: ira, tristeza, recuerdos dolorosos, ganas de beber,
etc.). Si mi lucha está activada, ¡entonces tengo que deshacerme de ese
Si podemos aprender cómo apagar ese interruptor de lucha, eso marca una
gran diferencia. Y lo que me gustaría hacer a continuación, si estás
dispuesto, es mostrarte cómo hacerlo.
***
¿qué esEsto.
Cliente: lo que
(Elmás te molesta?
cliente se toca la garganta).
Terapeuta: De acuerdo. Entonces, ¿recuerdas ese interruptor de lucha del
que hablamos? (El cliente asiente). Bueno, ¿en este momento dirías que
está encendido o apagado?
Cliente: ¡Encendido!
Terapeuta: De acuerdo. Supongamos que lo convertimos en una escala de 0
a 10. 10 estás lleno de lucha: tengo que deshacerme de este sentimiento sin
importar qué; 0 no es una lucha en absoluto: no me gusta este sentimiento,
pero no voy a luchar contra él; y 5 es el punto medio, que podríamos
llamar «tolerable» o «soportable». En esa escala, ¿cuánto estás luchando
contra ese sentimiento en este momento?
Cliente: Alrededor de un 9.
Terapeuta: De acuerdo. Entonces, en este momento estás luchando mucho.
Veamos si podemos reducirlo un par de puntos. Podemos o no ser capaces
de hacerlo, pero vamos a intentarlo.
(El terapeuta ahora guía al cliente a través de varias partes del ejercicio
de aceptación de emociones descrito anteriormente: observar como un niño
curioso, respirar, notar y nombrar, expandirse a su alrededor. Luego habla
con el cliente para ver qué está sucediendo).
Terapeuta: Entonces, ¿qué está pasando ahora con el interruptor de lucha?
Cliente: Bueno, me siento menos ansioso.
Deberes
Una posible tarea es hacer que los clientes practiquen formalmente un
ejercicio de mindfulness centrado en la aceptación de las emociones. Esto es
particularmente útil para los trastornos de ansiedad y el trabajo sobre el
duelo. Es ideal hacer tales ejercicios en la sesión y grabarlos a medida que se
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 22 de ACT Made Simple: The Extra Bits (en la página www.actmind‐
fully.com.au). Allí encontrarás: (a) cómo mejorar el elemento de aceptación de cualquier
ejercicio de mindfulness, (b) la hoja de trabajo «Struggling vs. Opening Up» mencionada
anteriormente, (c) ejercicios y metáforas adicionales para la aceptación, incluyendo el surf
emocional y el surf del impulso, (d) cómo nuestra programación infantil nos prepara para
luchar contra nuestros sentimientos, (e) cómo abordar la creencia de que nuestras emociones
controlan nuestras acciones, y (f) cómo valorar la aceptación para que los clientes no se
sientan abrumados.
Habilidades
Prueba estas técnicas en ti mismo. Practica abrirte y dejar espacio para esos
Para llevar
La aceptación es el proceso de hacer espacio activamente a experiencias
privadas no deseadas. En este capítulo, nos hemos centrado en las
emociones, pero podemos usar las mismas técnicas (o ligeramente
modificadas) para aceptar pensamientos, imágenes, recuerdos, sentimientos,
impulsos, deseos y sensaciones. La aceptación y la defusión van de la mano:
en la aceptación, a medida que tomamos contacto experiencial directo con
nuestras experiencias privadas, desactivamos nuestros pensamientos sobre
CAPÍTULO 23
manifiesto, nuestras
controlar cómo accionesUna
nos sentimos. físicas,
y otraenvez,
momentos en que
en la ACT, no podemos
hacemos un buen
uso de esta habilidad. Ayudamos a las personas a separar sus acciones
físicas de sus emociones. Si un cliente acude a nosotros para «manejar la
ira», podemos ayudarle a aprender cómo abrirse y dejar espacio para sus
sentimientos de ira y calmar sus pensamientos de enojo y, al mismo tiempo,
ejercer control sobre su voz, expresión facial, postura corporal y acciones
físicas, para que pueda actuar con calma, incluso mientras se siente furioso.
Del mismo modo, si un cliente tiene un trastorno de ansiedad, podemos
ayudarlo a abrirse y dejar espacio para los sentimientos de ansiedad y, al
mismo tiempo, tomar el control de su voz, rostro, postura corporal y
acciones físicas para actuar de manera efectiva en las situaciones que lo
asustan, para que pueda actuar con valentía incluso mientras se siente
asustado.
Nuestra capacidad de separar las acciones físicas de las emociones es
increíblemente útil. Si podemos controlar nuestra postura, rostro, voz y
acciones al sentir una emoción fuerte en particular, eso puede permitirnos
actuar de maneras que obtengamos mejores resultados.
Por ejemplo, si me siento furioso con mi hijo (sí, sucede) y puedo hablar
con voz suave y paciente, con los brazos a los lados y las manos abiertas, y
explicarle con firmeza y paciencia cuál es el problema y qué me gustaría
que hiciera, eso es mucho más saludable para nuestra relación que cuando
me siento furioso y le grito (sí, sucede). Como cualquier padre sabe, gritar a
menudo funciona a corto plazo para satisfacer nuestras necesidades, pero a
la larga no funciona bien para una relación saludable (ni es un buen modelo
a seguir).
CONSEJO PRÁCTICO
A veces, cuando ayudo a los clientes a hacer esto, dicen: «¡Oh! Quieres decir, ¡fingir hasta que
lo hagas!». Mi respuesta a esto es: «¡No! No se trata de ser “falso”. No se trata de pretender ser
algo que no eres. El objetivo es ser fieles a nosotros mismos, reconocer honestamente lo que
estamos sintiendo y aceptar verdaderamente esos sentimientos, y al mismo tiempo,
comportarnos como el tipo de persona que queremos ser.
ser. ¡No hay falsificaciones implicadas!».
¿Para qué sirven nuestras emociones?
Muchos clientes tienen poco conocimiento de los propósitos de nuestras
emociones: por qué han evolucionado y cómo nos ayudan a adaptarnos al
mundo en que vivimos. Pero no queremos convertir nuestras sesiones en
largos seminarios didácticos sobre estos temas, y un poco de
psicoeducación puede ser muy útil para ayudarlos a responder de manera
más flexible a sus emociones. Si entienden cómo y por qué evolucionaron
nuestras emociones dolorosas, podrían aceptarlas mejor y ser más
expresas tu tristeza
de relación dependerá
tienes con de Por
ellos, etc. quiénes son, si
lo tanto, cuál es laque
sabes situación, qué tipo
es probable que
otras personas sean hostiles y agresivas si expresas tu tristeza, ¡entonces
generalmente es mejor no expresarla!
Cuando expresamos físicamente nuestras emociones de manera apropiada
para cuidar a los demás en situaciones adecuadas, esto es lo que es probable
que comuniquemos:
El miedo comunica: «Cuidado» ¡Hay peligro!», o «Te encuentro
amenazador».
La ira comunica: «Esto no es justo o correcto», o «Estás invadiendo mi
territorio», o «Estoy defendiendo lo que es mío».
La tristeza comunica: «He perdido algo importante».
las emociones. Y como sabes, ése no es el caso. Cerca del final del ejercicio
de empujar el papel y de la metáfora de las manos como pensamientos y
sentimientos, hay una línea que dice aproximadamente lo siguiente: si hay
algo útil que puedas hacer con ellos, entonces utilízalos, incluso los
Algunas
miedo y emociones
la ira. Si son extremadamente
podemos desactivar energizantes, muy inútiles,
los pensamientos obviamente el
hacer
espacio para los sentimientos y conectarnos a la tierra, a menudo podemos
aprovechar la energía de esas emociones para tomar medidas
comprometidas. Un ejemplo común es la ansiedad por el desempeño que
los actores y músicos profesionales sienten universalmente antes de salir al
escenario frente a una audiencia. Esto puede ser útilmente aprovechado y
canalizado en una actuación. En lugar de describir su experiencia interna
como ansiedad, muchos artistas se refieren a ella como «amplificación»,
«aceleración», «agitación» o «descarga de adrenalina». (Para una mirada
más profunda sobre este tema, consulta mi libro The Confidence Gap
[Harris, 2011]).
BITS EXTRA
Consulta el capítulo 23 de ACT Made Simple: The Extra Bits (en la página
www.actmindfully.com.au). Allí descubrirás: (a) cómo trabajar con la disociación, (b) cómo
ayudar a los clientes a descubrir cuándo es útil concentrarse en sus emociones, y cuándo no lo
es, (c) enlaces a varias animaciones de YouTube que he creado sobre la neurociencia de la
emoción y (d) la regulación emocional en la ACT.
Para llevar
Las emociones ofrecen una rica fuente de sabiduría y orientación a la que
no podemos acceder si estamos ocupados evitándolas. Cuando en la ACT
trabajamos con emociones, no se trata sólo de notarlas, nombrarlas y
aceptarlas, sino de hacer un uso activo de ellas. Recuerda el clásico eslogan
de la ACT: tu dolor es tu aliado.
CAPÍTULO 24
¿Qué te detiene?
Cambiar no es fácil
¿Alguna vez ha tenido un cliente que abandona tu consulta todo
enfervorizado, lleno de entusiasmo y diciendo: «Voy a hacer esto y aquello
y lo otro»? ¿Y luego viene a la siguiente sesión y no ha hecho nada? Por
supuesto que sí. Pero sólo unas pocas miles de veces, ¿verdad? Cuando mis
clientes dicen tales cosas, inmediatamente respondo: «¡Te pareces a mí!».
(Deberías ver la expresión de sorpresa en sus caras). «Sí», continúo, y
añado: «¿Sabes con qué frecuencia digo que voy a hacer algo, pero en
realidad no lo hago?».
Por lo general, el cliente, aturdido, dice: «Oh, vaya, no pensé que…».
«Con estas cosas todos estamos en el mismo barco», digo. «Y si tu mente
es como la mía, probablemente te esté atacando en este momento,
contándote esa historia “no lo suficientemente buena”». Ante esto, el cliente
generalmente asiente con la cabeza, por lo que trabajamos un poco para
desengancharlo de la autocrítica, haciendo espacio para la ansiedad y la
culpa, y practicando la autocompasión.
Después de eso digo: «Ahora, antes de hacer algo más en esta sesión,
¿podemos pasar algún tiempo identificando lo que te detuvo? Porque lo que
Superar barreras
Existen muchas barreras posibles contra el cambio, y a menudo los
terapeutas las refuerzan involuntariamente omitiendo aspectos importantes
del capítulo 21, como establecer objetivos inteligentes y ayudar a los
clientes a planificar y prepararse para posibles obstáculos. Así que, verifica:
tú y tu cliente, ¿tenéis claro el objetivo? ¿Es inteligente, es decir, específico,
motivado por los valores, adaptativo, realista, enmarcado en el tiempo?
¿Has identificado posibles obstáculos y has planeado estrategias para
enfrentarte a ellos? ¿Se te ocurrió un plan B? ¿Has implementado todas las
otras cosas del capítulo 21?
Aparte de tales omisiones, las cuatro barreras más comunes para cambiar
son:
—Engancharse.
—Evitar molestias.
—Lejanía de los valores.
—Objetivos dudosos.
Lo que sigue es una simple hoja de trabajo del cliente que explica los
encabezados anteriores y proporciona los «antídotos». También encontrarás
una copia descargable en «Extra bits».
¿QUÉ TE DETIENE?
Evitar molestias
simples,
menos unmás
7 enfáciles,
términosadaptados
de cuán arealistas
tus recursos,
son. hasta que puedas obtener al
***
La idea es atravesar estas barreras comunes con el cliente, ver cuáles son
relevantes y elaborar planes para abordarlas. Si el cliente aún no tiene las
habilidades necesarias de defusión o aceptación, las colocamos en la agenda
de esta sesión y trabajamos activamente en ellas. (Por supuesto, no tenemos
que usar la hoja de trabajo anterior; podemos hacer todo esto a través de la
conversación, sin escribir nada, pero la hoja de trabajo es muy útil).
Motivación: Viabilidad y disposición
Hay muchas herramientas útiles que podemos usar para ayudar a la
motivación. Y mi favorita (como habrás adivinado) es el punto de elección.
Supongamos que tenemos un cliente que reconoce un patrón de
comportamiento como autodestructivo y, sin embargo, es ambivalente o
duda sobre cambiarlo. ¿Te suena familiar? Exploremos cómo podemos
ayudar.
Una opción es observar el comportamiento problemático en términos
de…
Funcionabilidad
Para explorar la viabilidad de un comportamiento, básicamente
identificamos y validamos sus beneficios (resultados que el cliente quiere) y
los comparamos compasiva y respetuosamente con los costes (resultados
que el cliente no quiere). Podemos destacar los beneficios de cualquier
comportamiento dado haciendo preguntas como:
¿Qué sucede cuando haces eso o inmediatamente después?
CONSEJO PRÁCTICO