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g a n t e s e n

i v i e n d o e le
V d i f í c i l e s
c u s t a n c i a s
c i r

Serigrafía de Toño Merinero.


ÍNDI
CE:

1 Rockers y mods. Culturas separadas, y unidas, desde 1964


2 Sawdust Caesars. La “batalla” de Brighton
3 Faces Without Shadows. La historia olvidada de los jóvenes mods
4 El estilo es inmortal. Viviendo elegantes en circustancias difíciles
5 Discos negros. Otis, Jackie Wilson y Sam Cooke
6 Sooters. La dolce vita sobre dos ruedas
7 Mainstream vs. Underground. Muriendo de éxito.
8 Los mods han regresado. ¿Qué pasó en los 70?
9 Quadrophenia. Mucho más que un modo de vida.
10 De Inglaterra al resto del mundo. This is the Modern World.
11 Modzines. Autarquía con grapas
12 Del orgullo y del recuerdo todo lo que puede salir es bueno. Spanish mods.
13 Euroyeyé. Festivales mods.
14 Mods clubs. Allnighter.
15 I’m not like everybody else de Álex Cooper
16 Mocky “Dimples”
17 Álvaro “Dimples”
18 Esto es puro baile de Alberto Valle
19 Lista de reproducción seleccionada por Dani Llabrés
20 Glosario

2 3
Culturas separadas, y unidas,
desde 1964

Rockers y mods: 60 años desde la pelea de Brighton conmemora un episodio


que sucedió el 18 de mayo de 1964 en aquella localidad de la costa inglesa. El
acontecimiento llamó la atención sobre dos culturas urbanas que coexistían en
las principales ciudades británicas. Fueron dos de las primeras, y tuvieron gran
influencia en la aparición de otras culturas posteriores. La exposición también
conmemora los 45 años de Quadrophenia, la película que fijaría definitivamente su
recuerdo en el imaginario colectivo.

Ambos grupos quedaron marcados por aquellos sucesos, y a su vez ellos mismos
marcaron una época. Su rivalidad, amplificada por los medios de comunicación, ha
sido objeto de estudio durante décadas. Stanley Cohen, en Folk Devils and Moral
Panics (1972) acuñó el concepto sociológico de “pánico moral” referido a cómo
la ciudadanía percibió estos movimientos juveniles como violentos y basados en
conductas antisociales. Por otro lado, el trabajo de Dick Hebdige Subculture, the
Meaning of Style (1979), de la Escuela de Estudios Culturales de Birmingham,
demostró que también tenían muchos rasgos en común como formas de expresión
generacionales, y que no eran tantas las diferencias que los separaban.

Esta exposición recorre los caminos seguidos por rockers y mods desde aquella
época germinal hasta nuestros días: su popularización, su revitalización de finales
de los 70 –que dio lugar a una muy extensa producción cultural global–y su arraigo
en nuestro país a partir de los años 80. Dos de los mejores conocedores de ambas
culturas, Rubén Olivares Rosell y Dani Llabrés, nos hacen de guías a lo largo de un
recorrido a través de objetos extraordinarios cargados de vivencias,
Photo by Terence Spencer/Popperfoto via Getty Image
fruto de la generosidad y el compromiso de un buen puñado de rockers y mods
que comparten aquí sus colecciones.
dy, Go!
s ? R e a dy, Stea
uirlo
as a seg
¿Te anim

4 5
Sawdust Caesars
La “batalla” de Brighton

Los fines de semana con bank


holiday (aquellos con lunes festivo
en que cerraban los bancos) los
mods tenían por costumbre rodar
con sus scooters hasta la playa. Otro
tanto hacían los rockers con sus
motos. Normalmente se ignoraban
entre sí y rara vez entraban en
conflicto.

El domingo de Pascua de 1964


cientos de mods se dejaron caer por
la ciudad costera de Clacton. Ese
día de marzo fue tremendamente
frío y la mayor parte de los locales
prefirieron no abrir. Los aburridos
mods estuvieron molestando por
el parque de atracciones hasta que
llegó la policía y todos corrieron en
caótica desbandada. La prensa local
lo tildó de “invasión adolescente”.

Al día siguiente, el reclamo atrajo PA Images / Alamy Stock Photo

a muchos más mods, reporteros y


refuerzos policiales, combinación Los ánimos se fueron encendiendo habló de 1300 mods y rockers insultándose a
ganadora para que aumentaran para acabar en llamas el siguiente gritos delante del Palace Pier. Alguien lanzó la
(y se agravaran) los altercados. bank holiday: el 18 de mayo, día de primera piedra y el polvorín saltó por los aires.
Aunque fueron escasos los rockers Pentecostés. Hordas motorizadas Lluvia de guijarros. Familias corriendo aterradas.
implicados, la prensa (ya de tirada de rockers y mods, llegadas de toda Enfrentamientos a puñetazos y a golpe de
nacional) llenó sus portadas Inglaterra, acudieron en busca de gresca silla plegable. Cargas policiales a pie, a caballo.
con alarmistas titulares sobre a las localidades turísticas de Margate, Estampidas errantes por la ciudad destrozando
enfrentamientos de bandas rivales Bournemouth y Brighton. La que los al paso escaparates y mobiliario urbano… En
juveniles, que alimentaron una tabloides bautizaron como “Battle of fin, todo aquello que tan bien contaría la película
rivalidad anteriormente inexistente. Brighton” fue la más numerosa. Se Quadrophenia quince años después.
6 7
Faces Without Shadows
La historia olvidada de los jóvenes mods

Los teenagers, con dinero en los bolsillos y ganas de jarana, no tardaron


”. en formar subculturas juveniles inspiradas en “tribus” precedentes como
de Álvaro y Mocky “Dimples
The Scene. 1964. Colección modernistas y eduardianos.

Los ancestros directos de los mods fueron los modernists. En realidad,


dos grupos diferentes con el mismo nombre: por un lado, estaban los
aficionados al jazz moderno de Charlie Parker y Dizzy Gillespie (con
base en el Soho) y, por otro, un grupo de dandis locos por la moda
francoitaliana del momento (con su base en barrios como Stamford Hill).

De la fusión de ambos grupos (con la obsesión y la xenofilia en el ADN),


surgió una criatura nueva que acortó su nombre. Lo mod tuvo su puesta
de largo en 1962, en las páginas del magacín Town. El reportaje se tituló
Faces Without Shadows, un juego de palabras que hacía referencia a la
veloz (y voraz) existencia de los faces (aquellos mods que siempre iban
un paso por delante).

Sus fieles seguidores eran chavales de 15 y 16 años que abandonaban


la escuela en pro de trabajos poco cualificados (y preferiblemente
limpios), con salarios semanales que dilapidar en ropa continental,
música afroamericana y scooters italianas. Aunque mayoritariamente
masculino, lo mod siempre tuvo su cara femenina. Contar con unos
compañeros de viaje tan narcisistas y poco atentos hizo de las mods
unos miembros más de la tribu. Una igualdad que, sin duda, determinó su
aspecto andrógino.

En 1963 abrieron sus puertas los primeros mod clubs (The Scene en
“Anfetaminas Londres y The Twisted Wheel en Manchester), nació el primer sello
, Jean-Paul S
John Lee Hoo artre y discográfico para mods (la versión brit de Sue Records) y se estrenó el
ker. Eso era
(Days in the ser mod” programa televisivo musical Ready, Steady, Go!, de influencia claramente
Life, Jonathan
Green) mod. Aunque ya por entonces el 35 % de la juventud inglesa se había
rendido a sus encantos, lo mod seguía siendo un misterio para adultos,
El Reino Unido, muy castigado por la Segunda Guerra autoridades y medios de comunicación masiva. Pero esto iba a cambiar
Mundial, tardó una década en recuperarse. Los muy, muy pronto…
escombros y el racionamiento dieron paso a una época
de optimismo contagioso, consumismo desbocado y un
recién estrenado fenómeno adolescente.
8 9
El estilo es inmortal Discos negros
Viviendo elegantes en circunstancias difíciles Otis, Jackie Wilson y Sam Cooke

La otra gran
pasión que h
izo al mod fu
e la música.

Los mods vendieron su


alma a ese diablo que
está en los detalles
para dedicarse, cual
reencarnaciones del
Beau Brummell, a
Fotografía Small Faces y chicas mod.
cincelar una imagen Revista Blan
co y Negro. Pictorial Press. 1966. Colección de Álvaro y
11 de julio de
donde la única opción 1964. Colecc
ión de Álvaro Mocky “Dimples”. Fotografía Cl
y Mocky “Dim Colección de ub Flamingo
era la perfección. ples”. Álvaro y Moc . 1964.
ky “Dimples
”.

De sus mayores, los modernistas, recibieron en herencia el Ivy League


norteamericano y el look continental. El Ivy era la estética de los elitistas campus De los primeros modernistas, adoptaron la querencia por el jazz de posguerra, y de
estadounidenses (Yale, Princeton, Harvard, Columbia…), de la que se habían los fanáticos del estilo francoitaliano, el gusto por el rhythm and blues facturado
apropiado, con insolencia, los músicos afroamericanos del modern jazz. Un uniforme por discográficas como Atlantic y Chess Records. Fue su pasión por el R&B lo que
de presidentes en ciernes (de gobierno o de multinacional) compuesto por chaquetas les hizo añadir a su colección cada nueva música que surgió de aquella: el soul (con
de tres botones de seersucker o madrás, camisas con cuellos abotonados, corbatas el que Stax y Motown dinamitaron prejuicios raciales y listas de éxitos), el ska
a rayas, mocasines… todo ello confeccionado por Brooks Brothers, J. Press y G.H. (que venía de poner banda sonora a la independencia jamaicana) y el boogaloo (esa
Bass. El look continental importó de Francia los peinados cortos y limpios, los primera música nuyorriqueña con que desgastaban suela los teenagers de Harlem
pantalones hipster (apoyados en la cintura) y las camisetas matelot (marineras y y El Barrio). Todo un catálogo de black music que aquellos pálidos mods del imperio
rayadas), y de Italia los trajes entallados de Brioni, fabricados con telas ligeras de británico coleccionaron a 45 revoluciones por minuto y bailaron en el Flamingo, La
colores inusuales. Un estilo que se paseó por la gran pantalla gracias a La dolce vita Discothèque y el Last Chance Saloon.
y la Nouvelle Vague.
A los héroes del modern jazz de allende los mares (Jimmy Smith, Jimmy McGriff,
A las influencias iniciales, los mods añadieron infinidad de estilos, prendas y Mose Allison, Charles Mingus…), del blues (Howlin’ Wolf, Muddy Waters, Jimmy
detalles, que se fueron sucediendo vertiginosos, que una semana estaban de moda Reed, Bo Diddley, Slim Harpo…), del ska (Prince Buster, The Skatalites, Derrick
y a la siguiente demodé: sus guardarropas se llenaron de chaquetas Harrington, Morgan, Laurel Aitken…) y del soul (Ray Charles, Aretha Franklin, James Brown,
polos Fred Perry, Levi’s 501, desert boots, botas Chelsea con tacón cubano, corbatas Etta James…) no tardaron en sumarse sus alumnos aventajados y británicos:
de punto, abrigos tres cuartos de piel, puños franceses, Mary Janes, maillots de Georgie Fame, The Rolling Stones, The Yardbirds, The Kinks, The Action, Zoot
ciclista, vestidos A-Line, zapatos Hush Puppies, sombreros pork pie, monkey jackets, Money’s Big Roll Band, The Who, The Graham Bond Organisation, Small Faces, The
anoraks guateados, peinados bob, tejidos Tonik, telas de príncipe de Gales y raya Animals, Manfred Mann, The Spencer Davis Group, Steampacket, The Artwoods…
diplomática, jerseys de cuello alto y de pico y redondo… y así hasta el infinito de lo Todos ellos, y muchos más, compusieron la banda sonora de aquella generación de
cool y más allá. jóvenes meteoritos enfundados en moaré.
10 11
Scooters Mainstream vs. underground
La dolce vita sobre dos ruedas Muriendo de éxito

joven
p i d o , muere ver…
á á
Vive r n bonito cad
e j a u
yd

A partir de 1964, con el


A los mods les chiflaba movimiento beat y su
todo lo itálico: su ropa, sus eclosión en las listas de
películas, sus ciclistas, éxitos generales, teddy
sus capuchinos, su dolce boys y rockers quedaron
far niente y, cómo no, sus relegados a circuitos
scooters. alternativos, y solo
recuperaron la primera
Ya fuera la pontederesa línea musical en 1968,
Vespa manufacturada tras una nueva edición
por Piaggio (1946) o la Publicidad de Lambretta. España. Alrededor de 1964. de Rock Around the
Colección de Álvaro y Mocky “Dimples”.
milanesa Lambretta de Clock y el regreso de
la casa Innocenti (1947) Elvis Presley a los
aquellas máquinas bellas, sencillas y pulcras parecían hechas a su medida. La Vespa escenarios.
GS y la Lambretta Li. Libertad sobre ruedas. Una prenda más del atuendo mod.
Personalizadas hasta lo inimaginable en la tienda de Eddy Grimstead con espejos, En 1966, el
pegasos, cromados, faros, bocinas, largas antenas y colas de zorro. movimiento mod
colapsó, primero en Teen Titans. Nº 7. 196
7. Primera aparición
En la contienda Vespa vs. Lambretta, esta última ganaba por una cabeza en el Londres y algo más de Mad Mod.
corazoncito de los mods. La razón era muy simple: mientras Vespa tenía fábrica en tarde en el resto del
Inglaterra, las Lambrettas se importaban desde Italia. Un plus de autenticidad que país. Intensidad, velocidad y
las hacía deliciosamente exclusivas. Fue tal el boom escuterista, espoleado por la celebridad lo mataron de éxito. Asimilado, mercantilizado y domesticado
euforia mod, que los dominios de su graciosa majestad se convirtieron en el segundo por la corriente principal, lo mod desapareció como subcultura para convertirse en
mayor mercado mundial de Vespa y en el destino final de la mitad de la producción un reclamo comercial que compartía molde con la beatlemanía, la British Invasion
de Innocenti. y el Swinging London.

Contra la creencia popular, la parka no fue el chaquetón típico de los mods A finales de los 60, la de rockers y mods era una historia olvidada, como lo eran sus
originales. Solo la llevaban cuando iban a lomos de su scooter para protegerse la peleas en Brighton. Entonces, nadie podía imaginar que volverían, y esta vez para
ropa. quedarse.
12 13
Los mods han regresado Quadrophenia
¿Qué pasó en los 70? Mucho más que un modo de vida
de mi edad nunca habían “Pocas semanas después de que
“La mayoría de los chicos la película llegara a los cines, la
a lo sumo, los recordaban nación
oído hablar de los mods o, entera parecía estar atrapada
de nuevo en las garras de la mo
mpos oscuros” dm anía”
como bestias míticas de tie (Mod a Very British Phenomeno
(Paul Weller, The Jam) Cromos de The Who. Holanda.
n, Terry Rawlings).
Segunda mitad de 1960. Colección de Álvaro y Mocky “Dimples”.

Adaptación cinematográfica del álbum homónimo de The Who dirigida por el


Aunque los años 70 estuvieron llenos de reminiscencias de lo que una vez se llamó
debutante Franc Roddam. La película, ambientada en el Londres de 1964, cuenta la
“mod” (la ópera rock Quadrophenia de The Who, The Hammersmith Gorillas debutando
“vida total” de Jimmy y su pandilla de mods con los disturbios playeros de Brighton
con You Really Got Me, el elepé Pin Ups de Bowie con clásicos mod, los Sex Pistols
como punto álgido. Su rodaje fue un lugar de encuentro entre mods y scooter
versionando a los Small Faces…) hasta que The Jam no saltó a la palestra en 1977 con
boys de toda Inglaterra (que participaron como extras) y punto de partida para la
su In the City, la mecha no volvió a prenderse, y lo mod vivió un nuevo amanecer.
organización posterior de mod rallies.
Estos mods de segunda hornada repitieron la historia (que no los errores) de
Tras su estreno, en 1979, se convirtió en acicate del revival mod y en toda una
sus predecesores: surgieron por generación espontánea, se convirtieron en
máquina de fabricar adolescentes con parka militar y scooter sepultada en faros y
culto underground, y los mass media hicieron de ellos la última moda para luego
espejos. Aunque ha envejecido con envidiable dignidad, mantiene una relación de
defenestrarlos. Pero a diferencia de aquellos, estos nuevos mods tuvieron una cabeza
amor-odio con aquellos mods que sobrevivieron al revival. Amor: por ser la causante
visible, la de Paul Weller, y estaban suficientemente resabiados como para sobrevivir
de su forma de vida. Odio: por ser la culpable de infinidad de tópicos de los que jamás
pasada la euforia comercial.
podrán escapar.
En suma, el revival fue una segunda oportunidad que los mods no desperdiciaron. Un
tiempo en que parkas y trajes brincaron (y sudaron) a ritmo de punk rock, power pop
y espídico soul. Al mod se unió el ska revival, capitaneado por The Specials y su sello
2-Tone, el revival soulero, que abanderaron los Dexys Midnight Runners. Carnaby
Street vivió una segunda juventud y el escuterismo británico su segunda edad de oro.

Sus hitos, además de Quadrophenia y The Jam: Secret Affair, The Chords, The
Purple Hearts, Nine Below Zero, Merton Parkas, The Lambrettas, Long Tall Shorty,
Killermeters, el recopilatorio Mods Mayday ‘79, los modzines (Extraordinary
Sensations, In The Crowd, Direction Reaction Creation, Roadrunner, Maximum Speed,
Patriotic, Go Go…), la gira March of the Mods, el libro Mods! de Richard Barnes, las
fiestas del Bridge House y el Ilford Palais y el rockumental sobre The Who The Kids
Are Alright.

En 1979, la revista Sounds publicó el ya legendario Mod Top 100 de Randy Cozens, un
mod de los 60 que día sí, día también, enviaba misivas incendiarias a los magacines
musicales exhortando a los herederos de su subcultura a que volvieran a la “real mod
music”. Aquellas 99 canciones (había una falsa para coger al mentiroso) marcaron el
camino de vuelta a casa para toda una generación de mods. Fotografía de Gema Romero. Brighton. 1964.
14 15
De Inglaterra al resto del mundo Modzines
This is the Modern World Autarquía con grapas

A partir de 1982, los mods


ingleses comenzaron a echar
la vista atrás. A pesar de su
calidad (Makin’ Time, The
Prisoners, The Truth…) el
tiempo de las bandas había
pasado y se volvía a la cultura Modzine Shar
p Smart. Nº 2.
de club con culto al disc- Colección de
Dani Llabrés.
jockey. En su mejor momento,
y contra todo pronóstico,
Paul Weller dio carpetazo a
The Jam para embarcarse
en The Style Council. Un
punto de inflexión que
coincidió con la puesta de
largo de dos mesiánicos
sellos discográficos: Acid
Jazz Records y la versión
británica de Kent (también
Edsel Records, aunque en
menor medida). Los mods Acrónimo de “fan” y “magazine”, los fanzines existen desde el siglo XIX: revistas
estaban ahora conectados, Flyer de Mod
Weekend en Bé
por y para fanáticos que fueron profesionalizando su amateurismo a medida que
lgica. 2004.
informados y organizados, Colección de
Dani Llabrés.
evolucionó la tecnología.
a través de sus fanzines y de los rallies nacionales
de Tony Class promocionados por la Phoenix List. Además, Londres era la meca Como muchos de los ingredientes del revival mod, los fanzines fueron herencia
hacia donde peregrinaban mods de todo el planeta para gozar de “La Vida”, aquella directa del punk. Los primeros modzines brotaron en el Reino Unido, como acné
de la que hablara Tom Wolfe en su Underground de mediodía. adolescente, a partir de 1978. De adquisición directa a sus editores, normalmente
mediante giro postal, aquellas publicaciones, de periodicidad imprecisa y escasa
Idéntica evolución se produjo, con varios años de diferencia (así eran las cosas longevidad, compensaban su falta de medios, técnica y experiencia con grandes
en la era preinternet), en todos aquellos países en que el estreno de Quadrophenia dosis de pasión y amor al arte (y a la escena). En sus hojas fotocopiadas y grapadas
propició el nacimiento de una escena mod autóctona: Italia, Francia, Suecia, nacían y se dirimían polémicas, se entrevistaba a los grupos, se reseñaban sus
Alemania, América del Norte, Australia, Japón… y, por supuesto, España. maquetas, se hacían crónicas de los rallies pasados, se anunciaban los venideros y
mucho, mucho más.

Los modzines aparecieron en España en 1982. Los pioneros fueron el barcelonés


(Este es el) Mundo Mod-erno de Ringo Julián y el madrileño Pow! de los Camel Boys,
que en 1984 se reencarnarían, respectivamente, en Reacciones y Hitch Hike.
16 17
Del orgullo y del recuerdo todo Euroyeyé
Festivales mods
lo que puede salir es bueno
Spanish mods
Málaga fue la ciudad que albergó la primera concentración mod española en la
Semana Santa de 1984, seguida de Lloret-Barcelona ese mismo verano y Zaragoza
en Reyes de 1986. Trío clásico e imperdible al que han sucedido, durante las últimas
cuatro décadas, muchos otros contubernios modernistas: el Purple Weekend de
León, el Walrus Weekend de Lleida, el valenciano Autumn Mod Rally, el barcelonés
Le Clean Cut y, por supuesto, el EuroYeyé de Gijón que este verano cumple 30 años.

Celebrado durante la última semana de julio, el Ye-Yé es la quintaesencia del


despiporre con estilo. El who is who de la escena mod & 60s mundial ha pasado por
Ringo Julián en la sala M-Tro. Concentración Mod. sus pistas, cabinas y escenarios. Cuatro días de noches sin fin (y scooter-runs y
Fotografía de Miguel Trillo. Zaragoza, 1989. cine y gastronomía astur) en los que el mundo se detiene para girar hacia atrás a
Las “tribus urbanas” entraron en la España de la transición como elefantes en 45 revoluciones por minuto.
una cacharrería. Mezcladas, agitadas y en tropel. Toda una explosión juvenil que Concierto The Strypes, Festival Yeyé.
abanderaba nuevos tiempos de libertad y donde no faltaron los mods. Fotografía de Nacho Martínez. 2012.

Madrid vio nacer a Los Elegantes, Escándalos y Pánico Speed, y Barcelona a


Brighton 64, Los Negativos y Kamenbert. Mod bands pioneras a las que pronto se
unirían los Scooters (vascos y valencianos) y los malagueños Agentes Secretos.
El relevo generacional y musical llegaría a partir de 1985 con Los Flechazos, The
Allnighters, Smart Dress, Los Canguros… Lo mod pasó de moda nuevaolera a escena
retro con el correspondiente cisma entre puristas y aperturistas.

Los 90 fueron la década de los grandes mod weekends y de la entronización


de los disc-jockeys en detrimento de un montón de bandas tan talentosas como
ninguneadas.

Con la llegada de internet, muchas de las filias cotidianas del mod (ensuciarse los
dedos buscando discos, leer modzines, recorrer mercadillos a la caza y captura de
ropa de los 60…) pasaron a ser ocasionales, cuando no a mejor vida.

60 años después de la pelea de Brighton, el número de citas en el calendario mod


se ha visto reducido drásticamente y la media de edad duplica aquella que los mods
originales consideraban insultante. En realidad, nada de esto preocupa a los mods,
que siguen haciendo lo que mejor saben hacer: bailar viejos discos de soul hasta el
amanecer y combinar con acierto la corbata y el pañuelo en el convencimiento de
que la elegancia es el último acto de rebeldía.
18 19
Mods clubs “I’M NOT LIKE EVERYBODY ELSE”
Allnighter

Yo soy muy crítico con toda esta historia. Me hice mod muy joven
porque fue la manera más excitante que encontré de escapar del
ambiente frío y gris que tenía a mi alrededor, con la espontaneidad
y la inconsciencia imprescindibles para iniciar un camino que no
sabes a dónde te va a llevar. Me gustaba el sonido, me gustaba la
imagen, rápidamente hice buenos amigos y encontré una dirección,
un modo de canalizar mi pasión por la música. Parece aceptado
que son los medios de comunicación generalistas, difundiendo
claves equivocadas y viejos clichés de nuestra subcultura, los
causantes de la inevitable comercialización y posterior destrucción
de un movimiento cuyo principal atractivo es el secretismo y la
exclusividad. Difícil de aceptar para alguien que descubrió a los
Jam en la televisión nacional, en un programa musical en horario
Secuencia de fotos del Flamingo Club de Jeremy Fletcher. 1964. Colección de Álvaro y Mocky “Dimples”.
de máxima audiencia. Sinceramente, creo que tan perjudiciales
como las desinformadas crónicas de los mass media, si no más,
En el Londres de los 60, los mods contaron con espacios de encuentro dedicados son los mitos que los propios mods han creado sobre su escena a lo
en exclusiva a ellos, como The Scene, La Discothèque, The Last Chance Saloon o largo de los años y que hoy día son casi dogmas de fe.
Tiles (una auténtica mod city bajo tierra y en miniatura), y con muchos otros en
los que pinchaban su música y tocaban sus bandas: The Flamingo, The Marquee, Yo ni siento ni pienso lo mismo que los mods originales de los 60;
The Railway Hotel Club, Crawdaddy, Eel Pie Island Hotel, The Goldhawk Social Club, de hecho, en muchos aspectos pienso exactamente lo contrario.
Klooks Kleek, Roaring 20’s, The Ram Jam Club… Para empezar no soy inglés. Tampoco soy esencialmente
individualista. No pertenezco a la clase trabajadora. Siento un
No hubo ciudad con unas mínimas aspiraciones cosmopolitas que no tuviera su rechazo visceral por la espiral de consumismo que alimenta esta
correspondiente club for mods only: en Manchester estuvo The Twisted Wheel, en sociedad, una sociedad que no distingue entre lo viejo y lo antiguo.
Windsor (y no solo) el Ricky-Tick, en Sheffield el King Mojo Club, en Portsmouth se No me agrada la fascinación por “el último grito”, el valor añadido
ubicó The Birdcage… de la novedad que impera en el ámbito cultural, a la deriva muchas
veces por no saber aceptar que una de las características de los
Con el revival el concepto resurgió, con el mismo fondo, con distinta forma. Ya no clásicos es que siempre serán ejemplo de modernidad. Mi pasión por
eran clubes para mods sino locales que programaban mod sessions en determinados la estética no me lleva a juzgar a la gente por su apariencia, no soy
días, lo que acabó derivando en colectivos de mods que organizaban sus propios tan superficial como para decidir si me interesa una persona o no
eventos (concepción que ha llegado hasta nuestros días). Los 80 fueron la época según su imagen. Puedo aceptar que haya élites, pero nunca me han
del Ilford Palais, The Phoenix, Sneakers y de mod clubs que aparecieron en medio gustado las jerarquías; no quiero pertenecer a un grupo humano
mundo. Entre los más influyentes de los últimos tiempos: The Hideaway Club en el que unos cuantos dictan lo que está bien y la mayoría sigue
(Manchester), el Boiler barcelonés y el londoner New Untouchables (NUTs). sus directrices (seguramente por ello nunca quise ser un face y me
20 21
bastó con ser un mod más; actitud muy poco mod, en realidad). El clásico aforismo vez tenía uno en casa y Steve Marriott tenía que atravesar todo el patio trasero
acuñado para describir la Vida Total Mod “Quick Sex, Quick Fame, Quick Money”, si le entraban ganas de ir al servicio, ya que la mayoría de las casas inglesas no
como ética vital me parece basura. Pete Meaden, face original e ideólogo modernista, disponían de W.C. dentro.
vivía en un apartamento vacío, con un colchón en el suelo, algunos discos y sus
trajes de mohair colgados de un perchero. Soñó con conquistar el mundo, pero murió Si le dijeras a un mod de la primera generación que un español, de más de cincuenta
de sobredosis de barbitúricos antes de los 40; no es alguien a quien admire, para años, que viste ropa de segunda mano y conduce un scooter que tiene medio
mí era un pobre diablo. Al pensar en tantos chicos empeñados en aparentar lo que siglo, casado y con una hija dice ser mod, se partiría de risa o simplemente no
no son, en vivir la vida que imaginan que otros llevan, no siento más que decepción se lo creería. Y, sin embargo, a pesar de todo lo anterior, yo vivo mi incoherencia
y tristeza. Y, por supuesto, no me hubiera gustado vivir en la Inglaterra de los 60. con devoción y orgullo, como muchos de los de mi generación. Para encontrar
En el 65 Pete Townshend residía en un apartamento de dos habitaciones en un razones que expliquen esta paradoja debo reconocer que he tenido que sentarme
sexto piso sin ascensor, Spencer Davis estaba feliz porque se acababa de comprar su a reflexionar qué es lo que me sigue atrayendo de esta escena de un modo tan
primer frigorífico, Brian Jones no paraba de hablar por teléfono porque por primera irresistible.

El modernismo tiene que ver con el estilo y el buen gusto, y eso a mí siempre me
Alex Cooper. Alrededor de 2018. Fotografía de Mary Wilson. ha apasionado. Luego está la música, los mejores sonidos que puedas imaginar son
parte de nuestra escena, canciones imborrables que han forjado la historia del rock
y el soul. Como buen amante del paradigma “All Things Mod” vibro con el modern
jazz, el rhythm’n’blues, el soul, el beat, el garaje, la psicodelia, la música jamaicana,
el northern, el revival mod, el acid jazz y hasta el britpop (sí, también el britpop).
La imagen juega una parte muy importante en mi fascinación por el universo mod
y mi gusto estético es muy marcado, siempre a vueltas con la elegancia sixties
y la cultura pop. Y luego está una característica algo más abstracta e intangible
pero igual de importante: el deseo de aprender, de conocer y de mejorar. Seguir
alimentando la curiosidad me hace estar más vivo y avanzar en el culto mod me
lleva a buscar las infinitas piezas de un puzzle imaginario para comprender mejor
qué pasó, cómo sucedieron las cosas antes de que yo formara parte de todo esto.
Ser mod requiere paciencia, dedicación y pasión. Viajar, buscar sin descanso
en mercadillos, polvorientos cajones de ferias del disco, almacenes y tiendas de
segunda mano. Es difícil transmitir, sin resultar banal, la excitación que he sentido
al encontrar el 45 de Pandamonium en Jukebox, la mejor tienda de discos de
Bruselas; o al abrir un Melody Maker antiguo y descubrir una imagen de los Action
o los Small Faces que hasta ese momento era desconocida para mí. Pero, como el
amor, el que lo conoce lo sabe: lo vintage crea adicción.

Aprender para progresar. Progresar para crear. Nuestro ambiente fomenta la acción
y la creación. Y si eres respetuoso con algunas normas básicas serás capaz de
encontrar tu sitio. Adoptar objetos, sonidos o actitudes ajenos a nuestra escena e
integrarlos en esta forma de vida hasta que se conviertan en un rasgo más que no
choque con el conjunto es algo que me divierte. Pero también me he esforzado por
saber más, descubrir las raíces, conocer testimonios de primera mano. Nunca me
ha bastado con aceptar la línea ortodoxa que otros marcaban porque la intuición me
22 23
decía que no existe una única perspectiva, y yo quería conocerlas todas.
Así comenzaron los primeros contactos con mods de otras ciudades, la adquisición
de fanzines y las largas conversaciones con amigos que hoy son casi hermanos Mocky Dimples
de sangre. Así empezaron mis peregrinaciones a la Mecca, Londres, a la búsqueda
de discos, ropa y revistas originales de los sesenta repletas de la tan necesaria
información. Cada hallazgo era un paso adelante, y la colección creció tanto que
surgió la necesidad de compartir todo aquello. El vehículo elegido fue el Pussycat,
el modzine que Elena y yo publicábamos en los tiempos de Los Flechazos. Con la
llegada de Internet desapareció la urgencia de regresar a Inglaterra cada seis
meses, las posibilidades se multiplicaron y descubrí que mi “patria” espiritual era
Ebay. Si las cosas que más te importan son las cosas a las que más tiempo dedicas,
mis mayores inquietudes son, por este orden: mi familia, mi grupo y mi colección de
discos. Me siento absurdo al decirlo, pero estoy siendo sincero. Algunos son socios
del Real Madrid, Testigos de Jehová o afiliados a la UGT. Yo soy mod.

Hay otro aspecto de esta historia que se adapta muy bien a mi forma de ser. Es
la necesidad de mantener el compromiso adquirido hace tiempo, el sentido de la
lealtad, la responsabilidad ante la herencia recibida, el respeto a una tradición
que no es sólo tuya. Poner en marcha el Archivo Gráfico de la Era Pop o colaborar
con el Museo Nacional de Antropología en la muestra sobre Mods y Rockers de
esta primavera son distintas manera de reavivar ese compromiso: sigo sintiendo
la necesidad de compartir lo que he conocido, con la esperanza de que otros lo
disfruten tanto como yo lo hago.

He tenido mucha suerte. Como nunca he sentido nostalgia de una época que no
conocí, he vivido mi vida sin desear la de otros. Conservo grandes recuerdos de
los tiempos pasados, y esos recuerdos no son prestados, son propios. Pero también
es cierto que mi camino ha estado marcado por gente, músicos famosos y también
anónimos, artistas que me han emocionado e inspirado en todos estos años. Es de
n.
justicia volver a las raíces de vez en cuando. Es bueno conocerse. do Martí
a de Conra
Fotografí
de 2019.
ton. Agosto
Alex Cooper imples”. Brigh
Álvaro “D
Mocky y
Adaptación de un texto escrito en 2010 para el libro “Club 45”

León siempre ha sido, a excepción de Madrid y Barcelona, claro está, la ciudad de


los Mods en España. Fue a finales de los años 80 cuando empecé a preguntarme
quiénes eran esos chicos y chicas que veía por la calle con (entonces no tenía ni
idea de cómo se llamaban) parkas y preciosos trajes de tres botones o llamativas
camisas con pantalones estrechos y de cintura muy baja o con chaquetas de ante y
faldas de cuadros por la rodilla.
24 25
Siempre fui muy fan de las películas de los años 60 cuyo estilo me encantaba y
en mi casa siempre se escuchaba música “negra”, así que el soul de, sobre todo,
Tamla Motown también estaba muy presente en mi día a día. También entonces Álvaro “Dimples”
había programas musicales en la TV en los que se podía ver todo tipo de grupos de
distintos estilos. Además, mi ciudad era la ciudad de Los Flechazos, el grupo mod
con más importancia y repercusión mediática de España. Todos los fines de semana
había alguna fiesta o simplemente algún pub al que poder ir a escuchar y bailar
discos y lucir nuevos modelos. Me hablaban de Antropología y yo pensaba en neandertales, tribus recónditas
del Amazonas o cartagineses ¡¿pero Mods?! Cuando Álex “Cooper” me comentó el
rentes,
n ie n d o to dos esos refe proyecto del Museo Nacional de Antropología me quedé un tanto “descolocado” la
y te nces,
m e la m o da, la música lv a ri to (m i novio ento verdad… Una rápida búsqueda en Google —¿dónde si no?— Aah… bien, bien, todo
án d o que A e los
Así que, gust m á s q u e a bonado para “e l sa st re ” para hacerm s cobra sentido, ignorante que es uno. Nunca se deja de aprender.
taba ocer a Emilio ol”, a que no
el camino es ll evara a con ta “old scho
m e o d is que
marido a h o ra )
h ip st er, a Consu el o , m
d e to d a la v ida de León, ¡¿Ya han pasado 60 años?! Quién lo diría… para nosotros menos, algo menos. No
ntalones s, a tiendas stocks con
primeros pa n te las originale u n a lmacenaban quiero contar “batallitas”, he leído demasiadas. Con 14 primaveras no existe la
hiciera cam
is a s co m en te a la tienda
s q u e sorprendente ta rd e, a “Chelsea”, palabra nostalgia. ¡Ha ido todo tan rápido! ¿Dónde se han ido todos estos años?
sobrevivían
, en la
e los años 6
0 y, m á s rgados de
a o ri gi n a l d te en cu a n to venían ca Supongo que es porque lo hemos pasado de maravilla. Hay momentos, sin querer, en
p puntualmen
zapatos y ro que visitaba que todo da un giro…
E le n a ,
de Ále x y or UK.
s d e su s ex pediciones p
monad a
Ver a los Jam en RTVE en “Metrópolis” unas Navidades me cambió la vida, e
imagino que un poquito la de los que me rodeaban. Entonces la música se compraba
en tiendas de discos o por correo en Discoplay. Yo compré mis primeras casetes
Mis primeros hipsters me costaron 5.000 pesetas más la tela y recuerdo a mi de The Jam en Discoplay. Tuve que pedirle el dinero a mi madre porque no me
madre escandalizada, diciéndome que ¡cómo los llevaba tan bajos!, que se me iban alcanzaba con mi propina semanal. Alucinó. ¡¿La Mermelada?! Mi madre era Filóloga
a caer mientras andaba. Cuando llegó Internet todo dio un vuelco radical. Ahora Moderna, aunque sacó las “opos” de Lengua Española y Literatura y daba clases
tenías a un solo golpe de ratón los discos de 45 rpm que antes tenías que pedir, en un instituto de León, igual que mi padre, que era Catedrático de Griego. Ambos
con no poco esfuerzo, por teléfono (la mayoría de las veces en una cabina de nos educaron en un ambiente humanístico y controladamente permisible, entre
monedas en la calle) o por carta (de las de papel, sello y sobre) seleccionándolos libros, cuadernos, exámenes y una preciosa máquina de escribir Olympia con la que
de largas listas que mandaban vendedores ingleses o americanos y, además, en jugueteábamos todo el día. Mis padres tenían la cabeza en preocupaciones de verdad
Ebay encontrabas toda la ropa y los zapatos que antes solo habíamos soñado que y siempre fueron muy laxos con mis extravagancias.
podían existir. Antes de Internet era todo más romántico, no me cabe duda, pero
después tenías tanto al alcance de la mano que ¡a nadie le amarga un dulce! Si bien lo miras, León no está demasiado lejos de Londres. Imagino que sería
el viento del norte el que hizo llegar algo de todo eso hasta mi habitación. Qué
difícil era conseguir información entonces y, sin embargo, estábamos a años luz
de la chavalería de hoy día. Yo intuía que detrás de todo aquello (Secret Affair,
Ya vamos siendo poquitos, pero entusiastas, los Mods que aun Lambrettas, Chords, Makin’ Time…) tenía que haber mucho más.
continuamos y nos vamos haciendo mayores; pero el mismo espíritu
de los comienzos seguirá haciendo que se nos aceleren las pulsaciones En la colección “Los Juglares”, de la editorial Júcar, leí información muy valiosa.
al ir llegando a una allnighter aquí o allá y saber que vas a compartir Ahí hablaban de Mods de los 60, de Motown, Blue Beat, Atlantic, R&B… Tomé buena
pista de baile con almas que igual que tú mantienen la pasión por la nota y me inspiró tanto que no pasó demasiado tiempo hasta que pude conseguir
vida y el estilo Mod. discos recopilatorios de Booker T. and The MGs, Wilson Pickett, Supremes, Spencer
Mocky Dimples. Davis Group, Desmond Dekker y ¡los Who! Nada mal para ser 1988 más o menos.
26 27
Londres: 1992. Olvídate de Carnaby Street. Ahora son los mercadillos de Portobello
y Camden Town buscando prendas vintage, las tiendas de telas y sastres del Soho
y discos originales (primeras ediciones), sencillos de 45 rpm (no recopilatorios)
como los que ponían en los clubs Mod de Londres los “Untouchables” (allí vi bailar
el “Block” al son de “Buzz with the fuzz” de Chris Farlowe y ¡te vuela la cabeza!)…
Vale, vale… no más “batallitas”… aquí lo dejo.

Me considero muy afortunado por todo lo que he vivido y por compartir mi vida
con una persona que está igual de colada que yo por todo esto. Con ella tuvimos a
nuestro querido hijo que sobrelleva con naturalidad a sus padres Mods. Me licencié
en Derecho, aunque siempre quise ser filólogo inglés. Hoy día soy profesor de
Formación y Orientación Laboral en un cole de León.

Gracias por su infinita comprensión a mi familia, por convivir con algo que no tiene
sentido si no estás dentro. Gracias al Museo de Antropología por haber querido
profundizar y no quedarse en tópicos como suele pasar. Gracias a los compañeros
de viaje que han hecho posible esta exposición. Gracias a ti que te tomas un
Entre salida y salida minuto para leer este texto. Espero que te guste todo lo que veas en el Museo de
por los Pubs Heste, Antropología, hay mucha ilusión detrás. Una época que no vivimos pero que hemos
Berlín y La Hila de mi revitalizado a diario y durante muchos años en una feliz anacronía. ¿Quién sabe?
bonita ciudad donde Igual el reguetón un buen día pasa de moda y los jóvenes descubren a Kevin Fingier,
se daban cita todos Original Gravity, Miles Kane, Amy Winehouse, Blur, Jamiroquai, las Marvelettes,
los Mods de León, Slim Harpo o Jimmy McGriff… y el mundo se convierte en un lugar mejor. Imaginar
tuve la suerte de es gratis. Soñemos.
visitar Londres aquel Álvaro “Dimples”
verano. Me atrapó
para siempre. Carnaby
Street aún tenía mucha
vida y podías conseguir
“básicos fantásticos”
Mock
yyÁ
(nada que ver con la
lvaro anodina calle que es
“Dim
ples”
. hoy día). Ya nada se
detuvo.
Aquella ropa un día te encantaba y al siguiente no te veías con ella y andabas
buscando un sastre (sí, un sastre, de los que no quedan) para que te hiciera unos
pantalones en condiciones y luego un traje así y luego un abrigo asá… y te empiezas
a peinar muy Mod, algo que vaya a tono con esa ropa a medida tan increíble. Los
discos empiezan a ser de nombres menos conocidos, pero igual de excitantes:
Jimmy Smith, Inez and Charlie Foxx, Prince Buster, Mose Allison, Alexis Korner y
recopilatorios de “Soul” de Kent, “Beat” de See For Miles o “Jazz” de BGP. Vuelta a
28 29
Esto es puro baile

Ante todo, yo bailaba. Durante años, muchos años, los más importantes, los que
son formativos y me acabaron definiendo como lo que, para bien o para mal, he
terminado siendo, bailé.

Sobre las pistas de baile y a pie de escenario me pasaron cosas. Epifanías, alegrías,
emociones. Sensaciones extraordinarias, como la de dejarte arrastrar por el rugido
del Hammond de Brian Auger con los quince recién cumplidos. Como desafiar varias
leyes de la física –y todas las del decoro-- saltando con The Style Council. Como no
ser capaz de estarme quieto en La Boîte, con Sharon Jones dándolo todo a medio
metro de distancia. Como dar infinitas vueltas sobre mí mismo con Etta James o
descubrir que el mid-tempo también se baila o sudar hasta las uñas con aquel set de
puro Funk servido por Ian Wright, aquella vez en Gijón. Ilustraci
ón de Ja
ime Panto
ja. 2021
Bailar fue mi forma de autoafirmarme en este mundo. Casi tanto como lo era vestir,
como lo era peinarme de ciertas maneras, como lo era ver ciertas películas y visitar
ciertas exposiciones, como lo era comprar y amar determinados discos y libros. tal y cual Dj tenían en su maleta. Pero el espíritu contenido en aquellos surcos
Bailaba, a lo loco. Dándolo todo, hasta el último suspiro, con esa energía, ganas y te contagiaba, te atravesaba, te quitaba de encima tus cargas, tus angustias, tus
angustia de cuando eres joven y aquel podría ser el último baile. Bailar hasta tener miedos. Bailabas y no es que fueras libre, porque la cosa no va exactamente así,
toda la ropa empapada en sudor. Bailar hasta fundir la suela de los zapatos. Bailar pero sí tenías la sensación de volar. De que la noche te pertenecía y de que estabas
hasta alcanzar el éxtasis. disfrutando de la mejor banda sonora del planeta. Porque a ver. Georgie Fame o Joe
Bataan o las Marvelettes son la mejor banda sonora del planeta.
Y lo gracioso es que ni siquiera se me daba bien. Era torpe, desgarbado, proclive a
pisar los pies de otros bailarines, de hincarles el codo en las costillas, de tropezar. Y ese baile es lo que luego tratabas de expresar por otros cauces. Haciendo fanzines,
Cuántas veces choqué contra mi amigo Edu Domingo que, él sí, bailaba como los haciendo programas de radio y organizando saraos. Fiestas, clubes, conciertos,
ángeles. Pero qué más daba. En ningún lugar como en el baile es más cierto aquello weekenders. Desde pinchadas modestas en baretos musicales hasta fines de semana
de que lo que cuenta es la intención. El alma que le echas al asunto. Jackie Wilson con actuaciones, Djs internacionales y actividades varias. Pero el denominador
y Sister Rosetta Tharpe son tu evangelio y tú les rezas con todo. Con el alma, con común siempre era el baile. Las piruetas, los gestos, los pasos y juegos de piernas
la cabeza, con los pies. Bailar es una cuestión de devoción. No bailas porque sí. No del respetable sobre la pista. Palmadas con Quartette Très Bien, chasquidos de
bailas por no estarte quieto. No bailas cualquier cosa que suene. Esta no es una dedos con Yvonne Baker, brincos con los Animals, aspavientos con los Creation,
jodida boda con el Paquito el chocolatero, esto es Chuck Jackson, estos son The aullidos con Jorge Ben. El éxtasis, sí.
Hipster Image, esta es Marcia Griffiths. Esto es serio.
A decir verdad, ahora ya bailo muy poco. A veces aún me animo, como el otro día,
Bailar era el momento clave. Era la comunión con tus héroes musicales, aunque en que a mi amigo Lluís le habían invitado a pinchar en unas fiestas muy chulas que
bailaras una gran cantidad de temas desconocidos para ti hasta aquel momento. hacen en Sant Andreu y, bueno, es que es Lluís Cardenal y, cuando se pone detrás
Aunque luego tardaras meses en enterarte del título y autor de esa canción que de los platos, a ver quién se resiste.
30 31
El caso es que, como decía, bailo muy poco. Por eso tampoco pincho mucho, porque,
con algunas honrosas excepciones, creo que los mejores Djs son los que conocen
la pista desde dentro. Los que saben cómo respira aquello. Los que se meten en el
meollo del fregao. He visto chavales con maletas de discos carísimos y deseadísimos
vaciar pistas y he visto chavales con discos baratos y fáciles de conseguir llenarlas,
porque ante todo lo de pinchar va de gusto y de criterio.
Lista de reproducción seleccionada
Eso creo que, de alguna manera, lo conservo. Aunque en muchos casos ya no lo
viva desde la pista de un club, sino sentado en una cava de Jazz viendo cómo cada por Dani Llabrés
instrumento expresa todo su potencial, todas sus posibles voces. Igual eso era
hacerse mayor, ahora que lo pienso. Dejar de bailar. O, al menos, dejar de hacerlo
tanto con los pies y que cada vez más sean la cabeza, el alma, las que se meneen 1 Muddy Waters - ‘Got My Mojo Working’ (US-Chess).
al compás de los sonidos, exultando con cada crescendo, amando cada silencio,
vibrando con cada cambio rítmico. 2 Jimmy McGriff - ‘All about My Girl’ (US-Sue/UK-Sue).

Quizás por eso se da la extraña paradoja de que, pese a que ya no baile mucho, yo Booker T. and The M.G.’s - ‘Green Onions’ (US-Volt/UK-London).
no me siento como que he dejado de bailar. No del todo, al menos. No en lo esencial, 3
más allá de ahorrarle al sufrido personal ulteriores pisotones, codazos y tropiezos.
Prince Buster All Stars - ‘Al Capone’ (JAM-Prince Buster
Porque la cuestión es que, con tanta danza a cuestas, tal vez uno pueda decir que 4 Voice of the People/UK-Blue Beat).
realmente ha dejado de bailar cuando deje de hacerlo su alma. Cuando se le seque el
espíritu y se le quede, éste, vacío de sonidos y de colores.
Stevie Wonder - ‘Uptight (Everything’s Alright)’
Y a mí eso no me pasa. A mí me pasa todo lo contrario, de hecho. Ya sea hincándole
5 (US-Tamla/UK-Tamla Motown).
el diente a un viejo disco de Makin’ Time, descubriendo un tema que no controlaba
de Little Walter o escuchando lo ultimísimo de Irene Reig. The Joe Cuba Sextet – ‘Bang! Bang!’ (US-Tico/UK-Pye
6 International).
En cualquiera de estos casos, siento un arrebato. Algo efervescente que vibra en mi
sangre.
7 Georgie Fame and The Blue Flames - ‘Yeh, Yeh’ (UK-Columbia).
Y entonces pienso que esto es pura vida. Que esto es, de alguna manera, sin que
nadie me lo pueda arrebatar jamás, puro baile. 8 The Who - ‘My Generation’ (UK-Brunswick).
Alberto Valle – abril de 2024
9 Small Faces - ‘Whatcha Gonna Do About It’ (UK-Decca).

10 The Jam - ‘Going Underground’ (UK-Polydor).

32 33
35 34
GLOSARIO

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