U 1 C Srnicek
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T
LA LARGA RECESIÓN
años 1960 a más del 7 6 % para 2006. Junto con esto hubo
un movimiento hacia la contratación de todo el resto del
trabajo asociado a la hotelería: los servicios de limpieza,
gerencia, mantenimiento y conserjería.9 Los motores de
esta modificación fueron la reducción de beneficios y la
reducción de pasivos, en un esfuerzo por mantener los ni
veles de rentabilidad. Estos cambios inauguraron las ten
dencias seculares que hemos visto desde entonces, con un
empleo cada vez más flexible, con salarios bajos, y sujeto
a presiones de la gerencia.
9. Noam Scheiber, "Growth in the 'Gig Economy' Fuels Work Forcé Anxie-
ties", The New York Times, 12 de julio de 2015, disponible en www.ny-
times.com.
10. Robeit Brenner, La expansión económica y la burbuja bursátil. Estados
Unidos y la economía mundial, Madrid, Akal, 2003.
11. Juan Antolin-Diaz, Thomas Drechsel e Ivan Petrella, "Following the Trend:
Tracking gdp W hen Long-Run Growth Is Uncertain", Centre for Economic
Policy Research, Discussion Paper 10272, noviembre de 2015, disponible en
papers.ssm.com; Antonin Bergeaud, Gilbert Cette y Rémy Lecat, "Productivity
Trends in Advanced Countries between 1890 and 2012", Review of Income
and Wealth, 10 de marzo de 2015, disponible en onlinelibrary.wiley.com.
de las punto-com en los noventa y, en relación con ello,
el frenesí de interés en las posibilidades de Internet. De
hecho el boom de los noventa se parece a gran parte de
la fascinación actual por la economía compartida, la In
ternet de las cosas y demás negocios habilitados por la
tecnología. Quedará para el siguiente capítulo mostrarnos
si el destino de estos desarrollos recientes seguirá también
el mismo camino cuesta abajo. Para los propósitos que
tenemos ahora, los aspectos más significativos del boom y
caída de los años noventa son la instalación de una base
de infraestructura para la economía digital y el giro hacia
una economía monetaria ultraadaptable como respuesta a
problemas económicos.
El boom de los años 1990 llegó efectivamente hasta la
fatídica comercialización de lo que había sido, hasta ese
momento, una Internet mayormente no comercial. Fue una
época alentada por la especulación financiera, que estaba
a su vez alimentada por grandes cantidades de capital de
riesgo ( cr) y se expresó en altos niveles de cotización de
acciones. Cuando el sector manufacturero estadounidense
empezó a estancarse después de los efectos del Acuerdo
Plaza, el sector de las telecomunicaciones se convirtió en
la opción preferida del capital financiero en la segunda
mitad de los noventa. Era un sector nuevo y grande, y el
imperativo de obtener ganancias se aferró a las oportu
nidades provistas por la posibilidad de conseguir gente y
negocios online. Cuando este sector estuvo en su punto
más alto, cerca del 1% del producto interno bruto (p ib )
12. Carlota Perez, "The Double Bubble at the Turn of the Century: Technologi-
cal Roots and Structural Implications", Cambridge Journal ofEconomics, 1° de
julio de 2009, vol. 33, n° 4, disponible en academic.oup.com; Brent Goldforb,
David Kirsch y David Miller, "Was There Too Little Entry During the Dot Com
Era?", Journal of Financial Economics, I o de octubre de 2007, vol. 86, n° 1.
LA L A R G A R E C E S I Ó N
25
con las acciones del sector de tecnología. Impulsado al
-
principio por los costos a la baja para tomar préstamos y
las ganancias corporativas en alza,14 el boom de la bolsa
quedó desanclado de la economía real cuando se aferró a
la "nueva economía" prometida por las empresas con base
en Internet. Durante su apogeo entre 1997 y 2000, las
acciones de las empresas de tecnología subieron 3 0 0 % y se
hicieron con una capitalización de mercado de 5 trillones
de dólares.15
El entusiasmo por esta nueva industria se tradujo en
una inyección masiva de capital hacia los activos fijos de
13. Brent Goldfarb, Michael Pfarrer y David Kirsch, "Searching for Ghosts:
Business Survival, Unmeasured Entrepreneurial Activity and Prívate Equity
Investment in the Dot Com Era", Social Science Research Network, Working
Paper rhs- 06 - 02 7 , 26 de octubre de 2005 , disponible en papers.ssrn.com.
14. Robert Brenner, "Los orígenes de la crisis actual. Lo que es bueno
para Goldman Sachs es bueno para Estados Unidos", en La economía de la
turbulencia global, op. cit.
15. Carlota Perez, "The Double Bubble at the Turri of the Century: Techno-
logical Roots and Structural Implications", op. cit.
Internet. Aunque la inversión en computadoras y tecnolo
gía de la información había estado en marcha desde hacía
décadas, el nivel inversión en el período entre 1995
y 2000 sigue siendo al día de hoy algo único. En 1980 el
nivel de inversión anual en computadoras y equipamiento
periférico fue de 50.100 millones de dólares; para 1990
había alcanzado los 154.600 millones; y en el punto más
alto de la burbuja, en 2000, llegó a un pico de 41 2.8 00
millones, que todavía no ha sido superado.16 Este fue tam
bién un cambio global: en las economías de bajos ingresos
el sector de telecomunicaciones fue el más grande para in
versiones extranjeras directas en los años 1990 -con más
de 33 1.0 00 millones de dólares de inversión-.17 Las em
presas empezaron a gastar montos increíbles para moder
nizar su infraestructura computacional y, en combinación
con una serie de cambios regulatorios introducidos por el
gobierno de los Estados Unidos,18 esto estableció la base
para la implementación de Internet en los primeros años
del nuevo milenio. Concretamente, esta inversión signifi
có que se instalaran millones de kilómetros de fibra óptica
y cables submarinos, que se establecieran grandes avances
en software y diseño de red, y que se hicieran fuertes
inversiones en servidores y bases de datos. Este proceso
también aceleró la tendencia a la deslocalización y terce-
rización que se había iniciado en los setenta, dado que los
costos de coordinación se redujeron drásticamente cuando
la comunicación global y las cadenas de suministros se
volvieron más fáciles de armar y manejar.19 Las empresas
16. Federal Reserve Bank of St. Louis, "Prívate Fixed Investment: Nonresiden-
tial: Information Processing Equipment and Software: Computers and Peripher-
al Equipment", Economic Research, 2016, disponible en research.stlouisfed.org
17. Comments ofVerizon and Verizon Wireless, Department of Commerce, 6
de diciembre de 2010, disponible en www.ntia.doc.gov.
18. Dan Schiller, Digital Depression: Information Technology and Economic
Crisis, Chicago, University of Illinois Press, 2014.
19. Nick Dyer-Witheford, Cyber-Proletariat: Global Labour in the Digital
Vortex, op. cit.
LA L A R G A R E C E S I Ó N
LA CRISIS DE 2 0 0 8
22. Luckasz Rachel y Thomas Smith, "Secular Drivers of the Global Real
Interest Rate", Bank of England, Staff Working Paper 5 7 1 ,1 1 de diciembre
de 2015, disponible en bankofengland.co.uk.
LA L A R G A R E C E S I Ó N
23. Mehreen Khan, "Mapped: Negative Central Bank Interest Rates Now
Herald New Danger for the World", The Telegraph, 15 de febrero de 2016,
disponible en www.telegraph.co.uk.
LA L A R G A R E C E S I Ó N
25. Mehreen Khan, "Mapped: Negative Central Bank Interest Rates Now
Herald New Danger for the World", op. cit.
26. Michael Joyce, Matthew Tong y Robert Woods, "The United King-
dom's Quantitative Easing Policy: Desing, Operation and Impact", Quar-
terly Bulletin, 2011; Joseph Gagnon, Matthew Raskin, Julie Remache y
Brian Sack, "The Financial Market Effects of the Federal Reserve's Large-
Scale Asset Purchases", International Journal of Central Banking, vol.
7, n° 1, 2011; Ben Bernanke, "Monetary Policy since the Onset of the
Crisis", Federal Reserve Bank of Kansas City Economic Symposium, 31 de
agosto de 201 2, disponible en www.federalreserve.gov.
LA L A R G A R E C E S I Ó N
- 33
bajo interés, líquidos-.28 Esto es parte de una tendencia
global y de largo plazo hacia niveles más elevados de aho
rros corporativos;29 pero el alza en acopio de efectivo ha
acelerado con el aumento de las ganancias de las empresas
después de la crisis. Más aún, con algunas excepciones,
como General Motors, es un fenómeno dominado por las
empresas de tecnología. Dado que estas empresas solo ne
cesitan trasladar propiedad intelectual (en vez de fábricas
enteras) a otras jurisdicciones impositivas, la evasión fis
cal les es particularmente sencilla. El Cuadro 1.1 muestra
Monto en el
Reservas (miles Monto en
exterior (miles
de millones de el exterior
de millones de
dólares) (porcentaje)
dólares)
CONCLUSIÓN
37 -
para aliviar las condiciones económicas. Esto, combinado
con aumentos en los ahorros corporativos y con la ex
pansión de los paraísos fiscales, dejó libre un gran exceso
de efectivo, que ha estado buscando tasas de inversión
decentes en un mundo de bajas tasas de interés. Por úl
timo, los trabajadores han sufrido enormemente a raíz de
la crisis y han quedado m uy vulnerables a condiciones
laborales explotadoras como resultado de su necesidad de
obtener un ingreso. Todo esto prepara el terreno para la
economía de hoy.
CA PITA LISM O
DE PLATAFORMAS
- 41
fuera del capitalismo. Dado que los imperativos del capi
talismo se sostienen tanto para estas empresas como para
cualquier otra, las compañías no dejan de ser capitalistas.
Pero hay algo nuevo aquí, y vale la pena intentar discernir
qué es exactamente.
Un argumento clave de este capítulo es que en el si
glo XXI el capitalismo avanzado se centra en la extracción
y uso de un tipo particular de materia prima: los datos.
Pero es importante ser claro en cuanto a lo que son los
datos. En primer lugar distinguiremos datos (información
de que algo sucedió) de conocimiento (información acerca
de por qué algo sucedió). Los datos pueden implicar co
nocimiento, pero no es una condición necesaria. Los datos
también implican ser grabados, y por lo tanto algún medio
material de algún tipo. Como entidad grabada, cada dato
4. Tiziana Terranova, "Free Labor: Producing Culture for the Digital Eco-
nomy", Social Text, vol. 18, n° 2, 2000.
5. McKenzie Wark, Un manifiesto hacker, Barcelona, Alpha Decay, 2004.
requiere sensores para ser capturado y enormes sistemas de
almacenamiento para su mantenimiento. Los datos no son
inmateriales, como cualquier mirada al consumo de energía
de los centros de chatos confirmará enseguida (e Internet
en su conjunto es responsable de cerca del 9 ,2 % del con
sumo mundial de energía eléctrica).5 También deberíamos
ser cautelosos con pensar que la recopilación y el análisis
de datos no tienen complicaciones o son procesos automa
tizados. La mayor parte de los datos precisa limpieza y se la
deben organizar en formatos estandarizados para que sean
utilizables. Del mismo modo, generar los algoritmos apro
piados puede implicar ingresar manualmente secuencias de
aprendizaje en un sistema. En conjunto, esto significa que
la recopilación de datos al día de hoy depende de una vasta
infraestructura para detectar, grabar y analizar.7 ¿Qué es lo
que se graba? Dicho de manera simple, deberíamos conside
rar que los datos son la materia prima que debe ser extraída,
y las actividades de los usuarios, la fuente natural de esta
materia prima.8 Al igual que el petróleo, los datos son un
- 43
Maps, coches con piloto automático, Siri). Todo esto te
nía precedentes históricos en períodos más tempranos del
capitalismo, pero lo que resultó innovador con el cambio
en la tecnología fue la cantidad de datos que ahora se
podían utilizar. Habiendo comenzado como un aspecto se
cundario de los negocios, los datos se volvieron cada vez
más un recurso central. En los primeros años del siglo no
estaba tan claro, sin embargo, que los datos se converti
rían en la materia prima que impulsaría un gran cambio
en el capitalismo.9 Los esfuerzos incipientes de Google
utilizaban los datos simplemente para sacar ganancias de
publicidad a los medios tradicionales, como los periódicos
y la televisión. Google estaba llevando a cabo un valioso
18. Cade Metz, "If Xerox parc Invented the pc, Google Invented the Inter
net", Wired, 8 de agosto de 2012, disponible en www.wired.com.
19. Podemos imaginar un escenario en el que una compañía es dueña del
código de una plataforma pero le alquila todas sus necesidades computa-
cionales a u n servicio con base en la nube. El hardware por lo tanto no es
esencial para ser propietario de una plataforma. Pero, dadas las demandas
competitivas que delinearemos más adelante, las plataformas más grandes
se han pasado todas a hardware propio. En otras palabras, la propiedad de
capital fijo sigue siendo importante para estas empresas, si no esencial.
etc.), de procesos de producción (líneas de ensamble, m a
nufactura de flujo continuo, etc.) y de otros negocios y
usuarios (rastreo web, uso de datos, etc.). Son un aparato
extractor de datos?
Lo que queda de este capítulo proporcionará un re
sumen del emergente paisaje de plataformas mediante la
presentación de cinco tipos de plataformas distintos. En
cada una de estas áreas, el elemento importante es que la
clase capitalista es propietaria de la plataforma, no nece
sariamente que produce un producto físico. El primer tipo
es el de las plataformas publicitarias (como Google o Face-
book), que extraen información de los usuarios, llevan a
cabo un trabajo de análisis y luego usan los productos de
ese proceso para vender espacio publicitario. El segundo
tipo es el de las plataformas de la nube (como Am azon
Web Services -a w s - o Salesforce), que son propietarias del
hardware y del software de negocios que dependen de lo
digital y que los rentan de acuerdo con necesidades. El
tercer tipo es el de las plataformas industriales (como ge
PLATAFORMAS PUBLICITARIAS
20. Brent Goldfarb, David Kirsch y David Miller, "Was There Too Little
Entry During the Dot Com Era?", op. cit.
21. Matthew Crain, "Financial Markets and Online Advertising: Reevalua-
ting the Dotcom Investment Bubble", Information, Communication & So-
ciety, vol. 17, n ° 3, 2014.
22. Shoshana Zuboff, "Google as Fortune Teller: The Secrets of Survei-
llance Capitalism", Frankfurter Allgemeine Zeitung, 5 de marzo de 2016,
disponible en www.faz.net.
C A P I T A L I S M O DE P L A T A F O R M A S
23. Hal Varían, "Online Ad Auctions", American Economic Review, vol. 99,
n° 2, 2009.
24. Tiziana Terranova, "Free Labor: Producing Culture for the Digital Eco- ¿
nomy", op. cit.
gratis para el capitalismo, y nos empezamos a preocupar
de que no hay salida del capitalismo. El trabajo se vuelve
inseparable de aquello que no es trabajo y las categorías
precisas se vuelva! chatas banalidades. Es importante, sin
embargo, marcar diferencias entre las interacciones que
se llevan a cabo en plataformas de las interacciones que se
llevan a cabo en otros lugares, así como también entre in
teracciones que se desarrollan en plataformas con orien
tación lucrativa y las interacciones que se desarrollan en
otras plataformas.25 No todas nuestras interacciones so
ciales -y ni siquiera la mayor parte- están cooptadas por
un sistema de generación de ganancias. De hecho, una de
las razones por las cuales las empresas tienen que com
petir para construir plataformas es que la mayor parte
de nuestras interacciones sociales no entran en procesos de
valorización. Si todas nuestras interacciones estuvieran ya
capturadas por la valorización capitalista, es difícil ver
por qué habría una necesidad de construir el aparato ex
tractivo de las plataformas. En términos más generales, el
"trabajo gratis" es solo una parte de la multitud de fuen
tes de datos de la que depende una empresa como Google:
transacciones económicas, información recolectada por
sensores en la Internet de las cosas, datos corporativos
y gubernamentales (del tipo de registros crediticios y re
gistros financieros) y vigilancia pública y privada (como
los automóviles que se usaron para armar Google M aps).26
E incluso si limitamos nuestra atención a los datos
generados por usuarios, ¿es correcto denominar "trabajo" a
esta actividad? Dentro de un marco marxista, "trabajo"
tiene un significado muy particular: es una actividad que
27. Ibíd.
28. Para un ejemplo de la cadena de valor de los datos, ver Edd Dumbill,
"Understanding the Data Valué Chain", iB M B ig Data & Analytics Hub, 10 de
noviembre de 2014, disponible en www.ibmbigdatahub.com.
C A P I T A L I S M O DE P L A T A F O R M A S
PLATAFORMAS DE LA NUBE
30. Adam Davidson, "W h y Are Corporations Hoarding Trillions?", The New
York Times, 20 de enero de 2016, disponible en www.nytimes.com.
31. Nikhil Krishnan, "Microsoft Races Ahead with m & a as Yahoo,, Google
and Others Pulí Back", Linkedln, 8 de marzo de 2016.
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59 -
bajos salarios. Para crecer como una plataforma de e-com
merce, Am azon ha buscado ganar tantos usuarios como le
fuera posible mediante la subvención cruzada. Por lo que
parece, el servicio de entregas Am azon Prime pierde dine
ro en cada orden, y el lector de e-books Kindle se vende
al costo.34 Medido con los estándares tradicionales de los
negocios austeros, esto es incomprensible: los negocios
que no dan ganancias deberían eliminarse. Pero la entre
ga rápida y barata es una de las maneras principales con
las que Am azon atrae a los usuarios a su plataforma para
hacer ganancias por otro lado.
En el proceso de construir una enorme red de logís
tica, Am azon Web Services (a w s ) fue desarrollado como
32. Doug Henwood, After the New Economy, Nueva York, New Press, 2003.
33. Leslie Hook, "Amazon Leases 20 Boeing 767 Freight Jets for Air Cargo
Programme", Financial Times, 9 de marzo de 2016, disponible en www.ft.com.
34. Meagan Clark y Angelo Young, "Amazon: Nearly 20 Years in Business and
It Still Doesn't Make Money, but Investors Don't Seem to Care'', International
Business Times, 18 de diciembre de 2013, disponible en www.ibtimes.com.
una plataforma interna, para manejar las logísticas cada
vez más complejas de la empresa. De hecho, un tema co
m ún en la génesis de las plataformas es que a menudo
emergen de necesidades internas de la empresa. Amazon
necesitaba modos de incorporar nuevos servicios y mante
nerlos funcionando rápido, y la respuesta fue desarrollar
la infraestructura básica de manera tal que les permitiera
a los nuevos servicios utilizarla fácilmente.35 Enseguida
quedó claro que esto también se podía alquilar a otras
compañías. En efecto, aws alquila servicios informáticos
de la nube, que incluyen mantenimientos on-demand de
servidores, almacenamiento y potencia para ordenadores,
herramientas de desarrollo de software y sistemas operati
vos y aplicaciones ya listas para usar.36 La utilidad de esta
práctica para otros negocios es que no necesitan invertir
el tiempo y el dinero para desarrollar su propio sistema
de hardware, su propio kit de desarrollo de software o sus
propias aplicaciones. Pueden adquirir temporalmente estos
elementos "según se necesiten". El software, por ejemplo,
se utiliza cada vez más en base a suscripciones; Adobe,
Google y Microsoft han comenzado a incorporar esta prác
tica. De la misma manera, las sofisticadas herramientas
analíticas que desarrolló Google ahora están empezando
a ser alquiladas como parte de su competencia con a w s . 37
35. Ingrid Burrington, "W h y Amazon's Data Centers Are Hidden in Spy
Country", The Atlantic, 8 de enero de 2016, disponible en www.theatlan-
tic.com.
36. En la industria son conocidas respectivamente como "infraestructura
como servicio" [infrastructure as a Service (iaas)], "plataforma como ser
vicio" [platform as a Service (paas)] y "software como servicio" [software
as a service (saas)].
37. Jack Clark, "Google Taps Machine Learning to Lure Companies to Its
Cloud", Bloomberg Technology, 23 de marzo de 2016, disponible en ww w .
bloomberg.com.
C A P I T A L I S M O DE P L A T A F O R M A S
- 61
puede ser derivado a la nube y da motivos al capitalista
para usar estas plataformas.
La lógica que hay detrás es similar a cómo funcionan
las utilidades. Jeff Bezos, el ceo de Am azon, lo compara
con el aprovisionamiento de electricidad: mientras que
las primeras fábricas tenían cada una su propio generador
eléctrico, eventualmente la generación de energía eléc
trica se centralizó y pasó a ser alquilada "según se nece
sitara". Hoy en día todas las áreas de la economía están
cada vez más integradas con un estrato digital; por lo
que ser propietario de la infraestructura que precisa una
de cada dos industrias es estar en una posición inmensa
mente poderosa y rentable. Más aún, la importancia que
tiene la plataforma de la nube para la extracción de datos
es que su modelo de alquiler le permite recolectar datos
constantemente, mientras que el viejo modelo de compra
PLATAFORMAS INDUSTRIALES
39. Matt Asay, "Amazon's Cloud Business Is Worth At Least $70 Billion",
ReadWrite, 23 de octubre de 2015, disponible en readwrite.com.
40. Sarah McBride y Narottam Medhora, "Am azon Profit Crushes Estimates
as Cloud-Service Revenue Soars", Reuters, 28 de abril de 2016, disponible
en www.reuters.com.
CAPI TALI SMO DE P L A T A F O R M A S
41. Alex Webb, "Can Germany Beat the us to the Industrial Internet?",
Bloomberg Businessweek, 18 de septiembre de 2015, disponible en ww w .
bloomberg.com; Jacques Bughin, Michael Chui y James Manyika, "An Ex-
ecutive's Guide to the Internet of Things", McKinsey & Company, agosto de
2015, disponible en www.mckinsey.com.
proceso de realización. En vez de depender de grupos fo
cales o encuestas, los manufactureros esperan desarrollar
nuevos productos y diseñar nuevos dispositivos sobre la
base del uso de&atos extraídos de productos ya existentes
(incluso mediante el uso de metodologías online como los
test A / B ) .42 La Internet industrial también posibilita la
customización masiva. En una fábrica de prueba de basf se ,
42. Jacques Bughin, Michael Chui y James Manyika, "An Executive's Guide
to the Internet of Things", op. cit.
43. Christophei Alessi, "Germany Develops 'Smart Faetones' to Keep an
Edge", MarketWatch, 27 de octubre de 2014, disponible en www.market-
watch.com.
44. World Economic Forum, "Industrial Internet of Things: Unleashing the
C API TALI SMO DE P L A T A F O R M A S
PLATAFORMAS DE PRODUCTOS
49. Ron Miller, "he Predicts Predix Platform Will Generate $6B in Revenue
This Year”, TechCrunch, 29 de septiembre de 2015, disponible en social.
techcrunch.com.
50. Richard Waters, "Microsoft's Nadella Taps Potential of Industrial Inter
net of Things", op. cit.
51. Ron Miller, "ge Adds Infrastructure Services to Internet of Things Plat
form", TechCrunch, 4 de agosto de 2015, disponible en social.techcrunch.com.
Hay dos modelos de negocios m uy relacionados pero dis
tintos: la plataforma de productos y la plataforma austera.
Tomemos, por ejemplo, Uber y Zipcar -ambas plataformas
diseñadas para consumidores que quieren alquilar algo
por un tiempo-. Aunque son similares en este aspecto,
sus modelos de negocios son significativamente distintos.
Zipcar es propietaria de los bienes que alquila -los vehí
culos-; Uber no. La primera es una plataforma de produc
tos, mientras que la segunda es una plataforma austera
que intenta tercerizar casi todos los costos posibles. (Uber
apunta, sin embargo, a estar eventualmente al frente de
una flota de coches con piloto automático, sin conductor,
lo que la transformaría en una plataforma de productos.)
Zipcar, en cambio, puede ser considerada como una plata
forma del tipo de "bienes como servicio".
Las plataformas de productos son quizás uno de los m e
dios más importantes a través de los cuales las empresas
intentan recuperar la tendencia a cero costos marginales en
algunos bienes. La música es el mejor ejemplo, desde que a
fines de los años noventa descargar música gratis se volvió
tan simple como instalar un programa sencillo. Los ingresos
de los sellos discográficos sufrieron una importante caída,
dado que los consumidores dejaron de comprar cds y otras
copias físicas de música. Pero, a pesar de sus muchos obi
tuarios, la industria de la música revivió en años recientes
gracias a plataformas (Spotify, Pandora) que perciben pagos
tanto de quienes escuchan música como de los sellos disco-
gráficos y los anunciantes. Entre 2010 y 2014 los servicios
de suscripción vieron aumentar la cantidad de usuarios de
8 millones a 41 millones, y los ingresos por suscripción ya
están preparados para superar a los ingresos por descargas
como la fuente más importante de la música digital.52 Luego
53. Office for National Statistics, "Economic Review: April 2016", Londres,
6 de abril de 2016, disponible en www.ons.gov.uk.
m uy pocas nuevas empresas, y ninguna de las empresas
ya existentes se apartó de la industria.54 En cambio, las
tres compañías m^s importantes compitieron intensamen
te entre sí introduciendo mejoras tecnológicas graduales,
en un esfuerzo por obtener una ventaja. Esta competen
cia tecnológica todavía continúa al día de hoy, cuando la
industria de los motores de reacción se consolida como
pionera en el uso de fabricación aditiva. (Por ejemplo, el
motor de reacción más vendido de ge tiene una cierta can
tidad de partes que ahora se imprimen con impresoras
3D en vez de ser fabricadas soldando distintos componen
tes.)55 Pero los márgenes en los motores siguen siendo
pequeños, y la competencia ceñida. Por el contrario, el
mantenimiento de estos motores implica márgenes de ga
nancia mucho más altos -siete veces más, de acuerdo con
algunas estimaciones-.56 El desafío en el caso del mante
nimiento es que resulta bastante fácil para competidores
externos entrar al mercado y quedarse con las ganancias.
Esto llevó a que Rolls Royce introdujera el modelo de "bie
nes como servicios", mediante el cual las aerolíneas no
compran el motor de reacción, sino que pagan una tasa
por cada hora que lo emplean. A su vez, Rolls Royce pro
porciona el mantenimiento y los repuestos.
La materia prima de los datos es tan central para esta
plataforma como para cualquier otra. Todos los motores
contienen sensores y de cada vuelo se extraen enormes
cantidades de datos, combinados con datos del clima e
información de control del tráfico aéreo, y son enviados
54. Andrea Bonaccorsi y Paola Giuri, "Industry Life Cycle and the Evolu-
tion of an Industry NetWork", Laboratory of Economies and Management,
Sant'Anna School of Advanced Studies, Working Paper Series, Pisa, 2000,
disponible en www.lem.ssup.it.
55. Lydia Dishman, "Thrust for Sale: Innovation Takes Flight", se Digital,
10 de junio de 2015, disponible en www.ge.com .
56. "Britain's Lonely High-Flier", The Economist, 8 de enero de 2009, dis
ponible en www.economist.com.
C A P I T A L I S M O DE P L A T A F O R M A S
PLATAFORMAS AUSTERAS
57. Tom Goodwin, "The Battle Is for the Customer Interface", TechCrunch,
3 de marzo de 2015, disponible en social.techcrunch.com.
58. A propósito, parece que son propiedad de lo que McKenzie Wark llama
la "clase vectorialista"; ver McKenzie Wark, Un manifiesto hacker, op. cit.
59. Adi Kamdar, "W h y Some Gig Economy Startups Are Reclassifying Wor-
kers as Employees", On Labor: Workers, Unions and Politics, 19 de febrero
de 2016, disponible en www.onlabor.com; Maya Kosoff, "Uber's Nightmare
Scenario", Business Insider, 10 de julio de 2015, disponible en uk.busi-
nessinsider.com.
C A P I T A L I S M O DE P L A T A F O R M A S
- 73
un pequeño núcleo de diseñadores y promotores de mar
ca, que luego tercerizaban la fabricación de sus productos
a otras empresas. Como resultado, para 1996 la gente ya
expresaba la preocupación de que estábamos en transición
hacia "un a era del 'justo a tiempo' \just-in-time] de traba
jadores 'desechables'".61 Pero el problema no incluye solo
a las plataformas austeras. Apple, por ejemplo, emplea de
manera directa a menos del 1 0 % de los trabajadores que
contribuyen a la producción de sus productos,62 De la mis
ma manera, con una mirada rápida al Departamento de
Trabajo de los Estados Unidos se puede encontrar una gran
cantidad de casos no-Uber implicados en la categorización *
errónea de trabajadores como contratistas independientes:
casos relacionados con trabajadores de la construcción,
75 -
te que completó en los Estados Unidos el formulario de
impuestos 1099 para autónomos aumentó.69 Lo que vemos
aquí es efectivamente una aceleración de la tendencia de
largo plazo hacia empleos más precarios, en particular des
de 2008. En el Reino Unido se pueden observar las mismas
tendencias: el trabajo autónomo creó el 6 6 ,5 % del empleo
neto después de 2008 y es lo único que hizo que no hubiera
niveles de desempleo mucho más elevados.70
¿Dónde encajan en esto las plataformas auste
ras? El punto más obvio es la categoría de contratistas
71. Lawrence Katz y Alan Kiueger, "The Rise of Alternative Work Arrange-
ments and the 'Gig' Economy", op. cit.
72. Distintas estimaciones incluyen: 0 ,5 % de la fuerza laboral (ibíd); 0,4-
1 ,3 % (Seth Harris y Alan Krueger, "A Proposal for Modernizing Labor Laws
for Twenty-First-Century Work: The 'Independent Worker'", Pie Hamilton
Project, 2015, disponible en www.hamiltonproject.com); 1 % (James Man-
yika, Susan Lund, Kelsey Robinson, John Valentino y Richard Dobbs, "A
Labor Market That Works: Connecting Talent with Opportunity in the
Digital Age", Mckinsey & Company, 2015, disponible en www.mckinsey.
com); 2 % ("Intuit Forecast: 7.6 Million People in On-Demand Economy by
202 0", Business Wire, 13 de agosto de 2015, disponible en www.business
wire.com). U n sondeo más bien atípico de Burson-Marsteller sugiere que
el 2 8 ,6 % de la fuerza laboral de los Estados Unidos ha brindado servicios a
través de la economía del trabajo temporal (ver Burson-Marsteller, Aspen
Institute y time, "The On-Demand Economy Survey", 6 de enero de 2016,
disponible en www.burson-marsteller.com).
73. Seth Harris y Alan Krueger, "A Proposal for Modernizing Labor Laws
for Twenty-First-Century Work: The 'Independent Worker'", op. cit.
C A P I T A L I S M O DE P L A T A F O R M A S
77 -
autónomo no es un camino elegido libremente, sino más
bien una imposición forzada. Una mirada a la demogra
fía de los trabajadores de las plataformas austeras parece
76. Doug Henwood, "What the Sharing Economy Takes", The Nation, 27 de
enero de 2015, disponible en www.thenation.com.
77. Janine Berg, "Highlights from an ilo Survey of Crowdworkers", Work-
shop on the Measurement of Digital Work, Bruselas, 18 de febrero de 2016,
disponible en dynamicsofvirtualwork.com.
78. Sam Knight, "H o w Uber Conquered London", The Guardian, TI de abril
de 2016, disponible en www.theguardian.com.
CAPI TALI SMO DE P L A T A F O R M A S
79. Véanse muchos más ejemplos en Am azon Web Services, "Case Studies
and Customer Success Stories, Powered by the aws Cloud", 2016, disponible
en aws.amazon.com.
80. Ellen Huet, "Instacart Gets Red Bull and Doritos to Pay Your Delivery
Fees", Bloomberg Technology, 11 de marzo de 2016, disponible en www.
bloomberg.com.
actividades, y eso es antes de que se tengan en cuenta los
más bien elevados costos de espacios de oficina o de los sa
larios del equipo principal de trabajo.81 La falta de rentabili
dad llevó a la predécible medida de recortar los salarios -un
fenómeno notablemente expandido entre las plataformas
austeras-.
Esto también incitó a que las empresas compitieran en
la extracción de datos -una vez más, un proceso optimiza
do por el acceso ofrecido por las plataformas-. Uber es qui
zás el mejor ejemplo de este desarrollo, dado que recolecta
datos de todos sus viajes, así como también datos de los
conductores, incluso cuando no están recibiendo un pago.82
Los datos acerca de lo que los conductores están haciendo
y acerca de cómo están manejando se usan de distintas m a
neras con el fin de superar a la competencia. Por ejemplo,
Uber utiliza sus datos para asegurarse de que sus conducto
res no estén trabajando para otras plataformas de taxis; y
sus algoritmos de rutas usan los datos de patrones de tráfi
co para trazar el recorrido más eficiente para un viaje. Los
datos pasan a otros algoritmos para conectar a pasajeros
con conductores que estén cerca, así como también para
hacer predicciones acerca de dónde es probable que suba la
demanda. En China, Uber monitorea incluso si los conduc
tores van a manifestaciones. Todo esto le permite a Uber
tener un servicio que es rápido y eficiente desde el punto
de vista del pasajero, haciendo así que los usuarios no se
pasen a la competencia. Los datos son uno de los principa
les recursos de competencia para las plataformas austeras.
Sin embargo, estas compañías están todavía luchando
por ser rentables y el dinero para respaldarlas tiene que
llegarles de afuera. Como vimos más arriba, una de las
81. Ibíd.
82. Mientras que, a menudo, hoy en día la vigilancia gubernamental es el
foco de la atención pública, la vigilancia corporativa es un fenómeno igual
% de pernicioso. Frank Pasquale, "The Other Big Brother", The Atlantic, 21 de
septiembre de 2015, disponible en www.theatlantic.com.
C A P I T A L I S M O DE P L A T A F O R M A S
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generación significativa de ganancias. Lejos de representar
el futuro del trabajo o el de la economía, estos modelos pa
recen estar más cerca de derrumbarse en los próximos años.
CONCLUSIÓN
- 85
de negocios austeros es llevado al extremo por compañías
como Uber, que depende de un modo de generar beneficios
virtualmente desprovisto de activos. Como hemos visto, sin
embargo, gran parte de su rentabilidad después de la crisis
se originó a raíz de mantener los salarios bajos. Incluso
The Economist se vio forzado a admitir que, desde 2008,
"si el porcentaje de la ganancia bruta interna pagado en
salarios subiera a los niveles promedio de los noventa, el
rendimiento de las compañías estadounidenses caería un
quinto".91 Un excedente de población cada vez más deses
perado proporcionó por lo tanto un suministro considerable
de trabajadores mal pagos y no calificados. Este grupo de
trabajadores explotables se cruzó con una gran cantidad de
capital excedente en un mundo de bajas tasas de interés.
90. Adrián Chen, "The Laborers W h o Keep Dick Pies and Beheadings Out of
Your Facebook Feed", Wired, 23 de octubre de 2014, disponible en ww w .
wired.com.
91. "The Age of the Torporation", The Economist, 24 de octubre de 2015,
disponible en www.economist.com.
Evasión fiscal, elevado nivel de ahorro corporativo y po
líticas monetarias laxas se combinaron haciendo que una
importante cantidad de capital buscara el retorno de varias
maneras. No sorpufende, por lo tanto, que la financiación
para start-up de tecnología haya aumentado enormemente
desde 2010. Puesta en contexto, la economía de la plata
forma austera básicamente aparece como una salida para el
capital excedente en una época de tasas de interés ultraba-
jas y pésimas oportunidades de inversión, más que como la
vanguardia destinada a revivir el capitalismo.
Aunque las plataformas austeras parecen ser un fenó
meno de corta duración, los otros ejemplos que se presenta
ron en este capítulo parecen señalar un cambio importante
en la manera en que operan las compañías capitalistas.
Habilitadas por la tecnología digital, las plataformas emer
gen como los medios para liderar y controlar las industrias.
En su punto más alto, tienen predominancia sobre la fa
bricación, la logística y el diseño, dado que proporcionan
el paisaje básico en el que opera el resto de la industria.
Posibilitaron un cambio de productos a servicios en varias
nuevas industrias, haciendo que hubiera quien declarase
que se terminó la era de la propiedad. Pero seamos claros:
este no es el fin de la propiedad, sino más bien la concen
tración de la propiedad. Los fervores acerca de una "era del
acceso" no son más que una retórica vacía que oculta las
realidades de la situación. Del mismo modo, mientras que
las plataformas austeras apuntaron a construirse virtual
mente desprovistas de activos, todas las plataformas más
importantes están construyendo grandes infraestructuras y
gastando importantes montos de dinero para comprar otras
empresas e invertir en sus propias capacidades. Lejos de
ser simples propietarios de información, estas empresas se
están convirtiendo en dueñas de las infraestructuras de la
sociedad. Por lo que las tendencias monopólicas de estas
plataformas deben tenerse en cuenta en cualquier análisis
que se haga de sus efectos en la economía en general.