Devocionales
Devocionales
Devocionales
PROFUNDIZACIÓN
Cuando salió de las manos del Creador, la tierra era sumamente hermosa… No había repugnantes pantanos ni
desiertos estériles. Agraciados arbustos y delicadas flores saludaban la vista por dondequiera. Las alturas estaban
coronadas con árboles aún más imponentes que los que existen ahora. El aire, limpio de impuros miasmas, era
claro y saludable. El paisaje sobrepujaba en hermosura los adornados jardines del más suntuoso palacio de la
actualidad.
Una vez creada la tierra con su abundante vida vegetal y animal, fue introducido en el escenario el hombre, corona
de la creación para quien la hermosa tierra había sido aparejada. Génesis 1:26,27 expone con claridad el origen de
la raza humana; y el relato divino está tan claramente narrado que no da lugar a conclusiones erróneas. Dios creó
al hombre conforme a su propia imagen. No hay en esto misterio. No existe fundamento alguno para la suposición
de que el hombre llegó a existir mediante un lento proceso evolutivo de las formas bajas de la vida animal o
vegetal. Tales enseñanzas rebajan la obra sublime del Creador al nivel de las mezquinas y terrenales concepciones
humanas. Los hombres están tan resueltos a excluir a Dios de la soberanía del universo que rebajan al hombre y le
privan de la dignidad de su origen. El que colocó los mundos estrellados en la altura y coloreó con delicada
maestría las flores del campo, el que llenó la tierra y los cielos con las maravillas de su potencia, cuando quiso
coronar su gloriosa obra, colocando a alguien para regir la hermosa tierra, supo crear un ser digno de las manos
que le dieron vida. La genealogía de nuestro linaje, como ha sido revelada, no hace remontar su origen a una serie
de gérmenes, moluscos o cuadrúpedos, sino al gran Creador. Aunque Adán fue formado del polvo, era el "hijo de
Dios."
El hombre había de llevar la imagen de Dios, tanto en la semejanza exterior, como en el carácter… Su naturaleza
estaba en armonía con la voluntad de Dios. Su mente era capaz de comprender las cosas divinas. Sus afectos eran
puros, sus apetitos y pasiones estaban bajo el dominio de la razón. Era santo y se sentía feliz de llevar la imagen de
Dios y de mantenerse en perfecta obediencia a la voluntad del Padre.
Dios dio a nuestros primeros padres los alimentos que él se propuso que debía comer la raza humana. Era
contrario a su plan quitar la vida de ninguna criatura. No debía haber muerte en el Edén. Los frutos de los árboles
del jardín constituían el alimento que requerían las necesidades del hombre.
REFLEXIÓN
Dios todo lo hizo bueno, Dios todo lo hizo bello y eso te incluye a ti. Te creó a su imagen con excelentes cualidades y
dones, capaz de cumplir los más sublimes propósitos y de gobernar la tierra.
Levántate cada día feliz de ser quién eres, la más hermosa creación de Dios, Él se deleitó al crearte y darte vida y
tiene grandes sueños para ti. Analízate y pídele a Dios que por medio de su Santo Espíritu te ayude a ver tus dones
y cómo puedes usarlos en su obra y también para que te muestre cuál es su sueño para tu vida. Si te entregas a
Dios plenamente dispuesto(a) a cumplir su voluntad podrás vivir realmente una vida con propósito sabiendo de
dónde vienes y hacia dónde vas.
Al crear Dios a Adán y Eva los colocó como cabeza de la creación, esa misma misión la tienes tú, estás llamado a
cosas grandes, a metas más elevadas y no sólo en tu vida espiritual, también eres llamado a aspirar bien alto en tu
desarrollo profesional y emocional. No te conformes en la mediocridad, si el plan de Dios es lo más sublime ¿por
qué estancarte? Ponte metas altas, sueña en grande, pero recuerda igual siempre que soñar en grande también
requiere de gran esfuerzo y dedicación.
Por último, recuerda que Dios preparó todo un universo para que cuando existieras todo fuera una bendición para
tu vida. Hoy tómate tu tiempo para contemplar la creación, mira el cielo, la vegetación, contempla a tu familia, a
quienes amas y agradece a Dios porque todo eso lo hizo Él por amor para que seas feliz.
SEMANA 2
PROFUNDIZACIÓN
Dios miró con satisfacción la obra de sus manos. Todo era perfecto, digno de su divino Autor; y él descansó, no
como quien estuviera fatigado, sino satisfecho con los frutos de su sabiduría y bondad y con las manifestaciones de
su gloria.
Después de descansar el séptimo día, Dios lo santificó; es decir, lo escogió y apartó como día de descanso para el
hombre. Siguiendo el ejemplo del Creador, el hombre había de reposar durante este sagrado día, para que,
mientras contemplara los cielos y la tierra, pudiese reflexionar sobre la grandiosa obra de la creación de Dios; y
para que, mientras mirara las evidencias de la sabiduría y bondad de Dios, su corazón se llenase de amor y
reverencia hacia su Creador.
Eva fue creada de una costilla tomada del costado de Adán; este hecho significa que ella no debía dominarle como
cabeza, ni tampoco debía ser humillada y hollada bajo sus plantas como un ser inferior, sino que más bien debía
estar a su lado como su igual, para ser amada y protegida por él. Siendo parte del hombre, hueso de sus huesos y
carne de su carne, era ella su segundo yo; y quedaba en evidencia la unión íntima y afectuosa que debía existir en
esta relación.
El árbol del conocimiento, que estaba cerca del árbol de la vida, en el centro del huerto, había de probar la
obediencia, la fe y el amor de nuestros primeros padres. Aunque se les permitía comer libremente del fruto de todo
otro árbol del huerto, se les prohibía comer de éste, so pena de muerte.
Dios puso al hombre bajo una ley, como condición indispensable para su propia existencia. Era súbdito del
gobierno divino, y no puede existir gobierno sin ley. Dios pudo haber creado al hombre incapaz de violar su ley;
pudo haber detenido la mano de Adán para que no tocara el fruto prohibido, pero en ese caso el hombre hubiese
sido, no un ente moral libre, sino un mero autómata. Sin libre albedrío, su obediencia no habría sido voluntaria,
sino forzada.
No habría sido posible el desarrollo de su carácter. Semejante procedimiento habría sido contrario al plan que Dios
seguía en su relación con los habitantes de los otros mundos. Hubiese sido indigno del hombre como ser
inteligente, y hubiese dado base a las acusaciones de Satanás, de que el gobierno de Dios era arbitrario. Dios hizo al
hombre recto; le dio nobles rasgos de carácter, sin inclinación hacia lo malo. Le dotó de elevadas cualidades
intelectuales, y le presentó los más fuertes atractivos posibles para inducirle a ser constante en su lealtad. La
obediencia, perfecta y perpetua, era la condición para la felicidad eterna.
REFLEXIÓN
El capítulo 2 de Génesis inicia destacando lo valioso que es el sábado. El séptimo día es un regalo de Dios para la
humanidad, este día recibe una gran bendición del Creador que se transmite también a todos aquellos que deciden
reposar en él. Nuestro Dios es sabio y nada se le pasó por alto, sabía que necesita- ríamos ese día especial para
renovar nuestra comunión con Él y poder descansar en su amor. Tampoco se le pasó por alto que el hombre
necesitaría una ayuda idónea, una compañera que le permitiera vivir pleno y feliz.
Ese Dios detallista está pendiente de ti, te conoce, sabe tus sueños y tus derrotas, sabe qué te hace feliz y qué te
preocupa justo en este instante. Puedes confiar en que te ama, Él está consciente de tus problemas y te dará a su
tiempo todo lo que necesites.
Nadie te puede conocer y entender mejor que como te conoce tu Creador. Él sabe para qué te creó y por qué te
hizo así tal cual eres. Aprovecha cada instante para acercarte a Jesús, deja que Él sea quien dirija tu vida, y si te
desviaste del camino que Él sea quien te rescate y te lleve de nuevo a su lado ya que solo cerca de tu Creador
podrás vivir en plenitud.
Hoy abre tu corazón a Jesús, dile si te sientes solo, cuéntale tus necesidades y temores, Él está pendiente de ti y
dispuesto a escucharte.
SEMANA 3
PROFUNDIZACIÓN
No siéndole posible continuar con su rebelión en el cielo, Satanás halló un nuevo campo de acción para su
enemistad contra Dios, al tramar la ruina de la raza humana. Vio en la felicidad y en la paz que la santa pareja
gozaba en el Edén el deleite que él había perdido para siempre. Estimulado por la envidia, resolvió inducirles a
desobedecer y atraer sobre sí la culpa y el castigo del pecado. Trataría de cambiar su amor en desconfianza, y sus
cantos de alabanza en oprobio para su Creador. De esta manera no sólo arrojaría a estos inocentes seres en la
desgracia en que él mismo se encontraba, sino que también ocasionaría deshonra para Dios y pesar en los cielos.
A nuestros primeros padres no dejó de advertírseles el peligro que les amenazaba. Mensajeros celestiales
acudieron a presentarles la historia de la caída de Satanás y sus maquinaciones para destruirlos;
Los ángeles habían prevenido a Eva que tuviese cuidado de no separarse de su esposo mientras éste estaba
ocupado en su trabajo cotidiano en el huerto; estando con él correría menos peligro de caer en tentación que
estando sola. Pero distraída en sus agradables labores, inconscientemente se alejó del lado de su esposo. Al verse
sola, tuvo un presentimiento del peligro, pero desechó sus temores, diciéndose a sí misma que tenía suficiente
sabiduría y poder para comprender el mal y resistirlo. Desdeñando la advertencia de los ángeles muy pronto se
encontró extasiada, mirando con curiosidad y admiración el árbol prohibido. El fruto era bello, y se preguntaba por
qué Dios se lo había vedado. Esta fue la oportunidad de Satanás.
Después de ser engañada por la serpiente, Eva se convirtió en agente de Satanás y fue hasta donde su marido. Con
extraña y anormal excitación, y con las manos llenas del fruto prohibido, lo buscó y le relató todo lo que había
ocurrido.
Una expresión de tristeza cubrió el rostro de Adán. Quedó atónito y alarmado. A las palabras de Eva contestó que
ése debía ser el enemigo contra quien se los había prevenido; y que conforme a la sentencia divina ella debía morir.
Adán comprendió que su compañera había violado el mandamiento de Dios, menospreciando la única prohibición
que les había sido puesta como una prueba de su fidelidad y amor. Se desató una terrible lucha en su mente. Adán
había gozado el compañerismo de Dios y de los santos ángeles. Había contemplado la gloria del Creador.
Comprendía el elevado destino que aguardaba al linaje humano si los hombres permanecían fieles a Dios. Sin
embargo, se olvidó de todas estas bendiciones ante el temor de perder el don que apreciaba más que todos los
demás. El amor, la gratitud y la lealtad al Creador, todo fue sofocado por amor a Eva… No alcanzó a comprender
que el mismo Poder infinito que lo había creado del polvo de la tierra y hecho de él un ser viviente de hermosa
forma y que, como demostración de su amor, le había dado una compañera, podía muy bien proporcionarle otra.
Adán resolvió compartir la suerte de Eva; si ella debía morir, él moriría con ella.
Después de su transgresión, Adán se imaginó al principio que entraba en un plano superior de existencia. Pero
pronto la idea de su pecado le llenó de terror. El aire que hasta entonces había sido de temperatura suave y
uniforme pareció enfriar los cuerpos de la culpable pareja. El amor y la paz que habían disfrutado desapareció, y en
su lugar sintieron el remordimiento del pecado, el temor al futuro y la desnudez del alma. El manto de luz que los
había cubierto desapareció, y para reemplazarlo hicieron delantales; porque no podían presentarse desnudos a la
vista de Dios y los santos ángeles.
REFLEXIÓN
¡Cuántas veces nos entramos en terreno peligroso creyendo que somos lo suficientemente sabios y fuertes para
resistir cualquier tentación! Tristemente eso fue lo que le pasó a Eva, se alejó de su esposo y al verse en peligro no
buscó la ayuda, sino que confió en sus propias fuerzas.
Dios gobierna el universo bajo distintas leyes, la naturaleza y todos los seres creados subsisten gracias al
cumplimiento de esas leyes, es por amor y sabiduría que existen, dudar de ello es entrar en el terreno del enemigo.
Adán y Eva creyeron que alcanzarían un nivel superior al desobedecer el único mandato que Dios les había dejado,
pero solo llenaron su vida de terror. Muchas veces el pecado nos es atractivo a la vista, puede parecer lleno de
placer y nuevas experiencias, pero después bien sabemos que solo queda una vida vacía llena de remordimiento.
Estas historias de los errores humanos nos son dejadas en la biblia para nuestra reflexión y advertencia, cuán
distinta sería la historia de la humanidad si ante cualquier indicio de mal, de pecado, Eva hubiese huido de aquel
lugar. No siempre ser valiente es enfrentar con nuestras fuerzas lo que se nos presente, ante la tentación la valentía
consiste en huir y resguardarnos en nuestro Señor. El enemigo es astuto, lleva miles de años estudiando al ser
humano, conoce nuestras debilidades y es experto en hacernos caer. No juguemos con el fuego, si hoy sabes que
te encuentras en terreno peligroso, huye de una vez por todas, aléjate de esas malas amistades que solo te apartan
de Dios, de los malos hábitos que te impiden vivir plenamente como hijo fiel de Dios.
Todos los días estamos en medio de un conflicto espiritual, esa batalla ya Jesús la ganó y si nos refugiamos en Él
saldremos igualmente vencedores, decide hoy huir de la tentación, llénate de Cristo no dejes ni un solo espacio
vacío para que el enemigo ataque tu vida. Fiel es Dios y ante cualquier tentación ten la seguridad de que Él te
proveerá la salida.
Hoy puede ser un día de victorias en Jesús, es momento de orar de pedir perdón y entregarle al Señor tus luchas y
tentaciones, confía…
SEMANA 4
PROFUNDIZACIÓN
Adán no podía negar ni disculpar su pecado; pero en vez de mostrar arrepentimiento, culpó a su esposa, y de esa
manera al mismo Dios: "La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. " El que por amor a Eva
había escogido deliberadamente perder la aprobación de Dios, su hogar en el paraíso y una vida de eterno regocijo,
ahora después de su caída culpó de su transgresión a su compañera y aun a su mismo Creador. Tan terrible es el
poder del pecado.
Cuando la mujer fue interrogada: "¿Qué es lo que has hecho?" contestó: "La serpiente me engañó, y comí." "¿Por
qué creaste la serpiente? ¿Por qué la dejaste entrar en Edén?" Estas eran las preguntas implícitas en sus disculpas
por su pecado. Así como Adán, ella culpó a Dios por su caída. El espíritu de autojustificación se originó en el padre
de la mentira; lo manifestaron nuestros primeros padres tan pronto como se sometieron a la influencia de Satanás,
y se ha visto en todos los hijos e hijas de Adán. En vez de confesar humildemente su pecado, tratan de justificarse
culpando a otros, a las circunstancias y hasta a Dios.
Dios creó al hombre a su semejanza, libre de pecado. La tierra debía ser poblada con seres algo inferiores a los
ángeles; pero debía probarse su obediencia; pues Dios no había de permitir que el mundo se llenara de seres que
menospreciasen su ley. No obstante, en su gran misericordia, no señaló a Adán una prueba severa. La misma
levedad de la prohibición hizo al pecado sumamente grave. Si Adán no pudo resistir la prueba más ínfima, tampoco
habría podido resistir una mayor, si se le hubiesen confiado responsabilidades más importantes.
A Eva le pareció de poca importancia desobedecer a Dios al probar el fruto del árbol prohibido y al tentar a su
esposo a que pecara también; pero su pecado inició la inundación del dolor sobre el mundo. ¿Quién puede saber,
en el momento de la tentación, las terribles consecuencias de un solo mal paso?
Cuando vieron en la caída de las flores y las hojas los primeros signos de la decadencia, Adán y su compañera se
apenaron más profundamente de lo que hoy se apenan los hombres que lloran a sus muertos. La muerte de las
delicadas y frágiles flores fue en realidad un motivo de tristeza; pero cuando los bellos árboles dejaron caer sus
hojas, la escena les recordó vivamente la fría realidad de que la muerte es el destino de todo lo que tiene vida.
REFLEXIÓN
En la historia de hoy podemos analizar que el mundo difícil y triste en el que vivimos es solo resultado del pecado
de nuestros primeros padres, nunca fue el plan de Dios que eso sucediera, Él creó un mundo perfecto. No
podemos culpar a Dios por el sufrimiento, la mejor actitud que debemos tomar es reconocer nuestras faltas y
nuestra necesidad de estar continuamente aferrados a Jesús.
Muchas veces al apartarnos de la ley de Dios aun cuando pareciera ser algo mínimo, terminamos ocasionándole a
nuestra vida tristes consecuencias y lo peor es que en ocasiones afectamos también por nuestros errores a quienes
más queremos. Solo mediante una comunión viva con Jesús podremos afrontar cada tentación que se nos presente
y obtener la victoria sobre el pecado. Lo más bonito de todo es que hoy a pesar de nuestros fallos y del continuo
rechazo a nuestro Creador, Él nos sigue buscando, Él es quien primero nos llama y dice: ¿Dónde estás tú?
Responde hoy con arrepentimiento y entrega: Aquí estoy, “Señor toma mi corazón; porque yo no puedo dártelo. Es
tuyo, mantenlo puro, porque yo no puedo mantenerlo por ti. Sálvame a pesar de mi yo, mi yo débil y desemejante a
Cristo. Modélame, fórmame, elévame a una atmósfera pura y santa, donde la rica corriente de tu amor pueda fluir
por mi alma.”
SEMANA 5
PROFUNDIZACIÓN
Caín y Abel, los hijos de Adán, eran muy distintos en carácter. Abel poseía un espíritu de lealtad hacia Dios; veía
justicia y misericordia en el trato del Creador hacia la raza caída, y aceptaba agradecido la esperanza de la
redención. Pero Caín abrigaba sentimientos de rebelión y murmuraba contra Dios, a causa de la maldición
pronunciada sobre la tierra y sobre la raza humana por el pecado de Adán. Permitió que su mente se encauzara en
la misma dirección que los pensamientos que hicieron caer a Satanás, quien había alentado el deseo de ensalzarse
y puesto en tela de juicio la justicia y autoridad divinas.
Caín tuvo la misma oportunidad que Abel para aprender y aceptar estas verdades. No fue víctima de un propósito
arbitrario. No fue elegido un hermano para ser aceptado y el otro para ser desechado. Abel eligió la fe y la
obediencia; Caín, en cambio, escogió la incredulidad y la rebelión. Todo dependió de esta elección.
En lugar de reconocer su pecado, Caín siguió quejándose de la injusticia de Dios, y abrigando envidia y odio contra
Abel. Censuró violentamente a su hermano y trató de arrastrarlo a una disputa acerca del trato de Dios con ellos.
Con mansedumbre, pero valiente y firmemente, Abel defendió la justicia y la bondad de Dios. Indicó a Caín su error,
y trató de convencerle de que el mal estaba en él. Le recordó la infinita misericordia de Dios al perdonar la vida a
sus padres cuando pudo haberlos castigado con la muerte instantánea, e insistió en que Dios realmente los amaba,
pues de otra manera no entregaría a su Hijo, santo e inocente, para que sufriera el castigo que ellos merecían. Todo
esto aumentó la ira de Caín. La razón y la conciencia le decían que Abel estaba en lo cierto; pero se enfurecía al ver
que quien solía aceptar su consejo osaba ahora disentir con él, y al ver que no lograba despertar simpatía hacia su
rebelión. En la furia de su pasión, dio muerte a su hermano.
Aunque Caín merecía la sentencia de muerte por sus crímenes, el misericordioso Creador le perdonó la vida y le dio
oportunidad para arrepentirse. Pero Caín vivió sólo para endurecer su corazón, para alentar la rebelión contra la
divina autoridad, y para convertirse en jefe de un linaje de osados y réprobos pecadores.
REFLEXIÓN
En este capítulo vemos nuevamente evidenciado el papel tan importante del libre albedrío. Tanto Caín como Abel
fueron educados en el temor de Dios, ambos escucharon de sus padres sobre la justicia y la misericordia de Dios,
ambos fueron igualmente advertidos sobre caer en las trampas de Satanás, pero estaba en cada uno el decidir a
quién obedecer.
En las ofrendas de Caín y Abel podemos ver reflejada la actitud que tenemos muchas veces ante los requerimientos
de Dios. Dios tiene una ley perfecta y exige un cumplimiento total. No podemos ir cambiando los requerimientos de
Dios según nuestro parecer, cada aspecto de la ley divina tiene su razón de ser, Él es sabio, nos conoce y tiene un
porqué para cada mandamiento. A Caín le pareció que llevar frutas también sería una buena ofrenda, no entendía
que al no sacrificar el cordero símbolo de Jesucristo estaba rechazando totalmente su salvación. En la decisión de
Caín podemos ver que nuestros pecados generalmente no solo nos afectan a nosotros, sino que pueden acarrear
consecuencias por generaciones. Los descendientes de Caín siguieron su mal proceder y al asesinato le agregaron
la poligamia.
No tratemos de acomodar a nuestra vida las leyes de Dios, antes bien ajustémosla para vivir conforme a su ley. Hoy
pídele a Dios que te ayude a rendirte ante Él humildemente y servirle en obediencia como Abel.
SEMANA 6
PROFUNDIZACIÓN
En tanto que Adán había sido creado sin pecado, a la semejanza de Dios, Set, así como Caín, heredó la naturaleza
caída de sus padres. Pero recibió también el conocimiento del Redentor, e instrucción acerca de la justicia.
Mediante la gracia divina sirvió y honró a Dios; y trabajó, como Abel lo hubiera hecho, de haber vivido, por cambiar
las mentes pecaminosas de los hombres y encauzarlas a reverenciar y obedecer a su Creador.
Las Escrituras dicen que Enoc tuvo un hijo a los sesenta y cinco años. Después anduvo con Dios durante trescientos
años. En la primera parte de su vida, Enoc había amado y temido a Dios y guardado sus mandamientos. Pertenecía
al santo linaje, a los depositarios de la verdadera fe, a los progenitores de la simiente prometida. De labios de Adán
había aprendido la triste historia de la caída y las gozosas nuevas de la gracia de Dios contenidas en la promesa; y
confiaba en el Redentor que vendría. Pero después del nacimiento de su primer hijo, Enoc alcanzó una experiencia
más elevada, fue atraído a más íntima relación con Dios. Comprendió más cabalmente sus propias obligaciones y
responsabilidades como hijo de Dios. Cuando conoció el amor de su hijo hacia él, y la sencilla confianza del niño en
su protección; cuando sintió la profunda y anhelante ternura de su corazón hacia su primogénito, aprendió la
preciosa lección del maravilloso amor de Dios hacia el hombre manifestado en la dádiva de su Hijo, y la confianza
que los hijos de Dios podían tener en el Padre celestial. El infinito e inescrutable amor de Dios, manifestado
mediante Cristo, se convirtió en el tema de su meditación de día y de noche; y con todo el fervor de su alma trató
de manifestar este amor a la gente entre la cual vivía.
El andar de Enoc con Dios no era en arrobamiento o en visión, sino en el cumplimiento de los deberes de su vida
diaria. No se aisló de la gente convirtiéndose en ermitaño, pues tenía una obra que hacer para Dios en el mundo.
En el seno de la familia y en sus relaciones con los hombres, como esposo o padre, como amigo o ciudadano, fue
firme y constante siervo de Dios.
En medio de una vida de activa labor, Enoc mantenía fielmente su comunión con Dios. Cuanto más intensas y
urgentes eran sus labores, tanto más constantes y fervorosas eran sus oraciones.
Seguía apartándose, durante ciertos lapsos, de todo trato humano. Después de permanecer algún tiempo entre la
gente, trabajando para beneficiarla mediante la instrucción y el ejemplo, se retiraba con el fin de estar solo, para
satisfacer su sed y hambre de aquella divina sabiduría que sólo Dios puede dar. Manteniéndose así en comunión
con Dios; Enoc llegó a reflejar más y más la imagen divina. Tenía el rostro radiante de una santa luz, semejante a la
que resplandece del rostro de Jesús. Cuando regresaba de estar en comunión con Dios, hasta los impíos miraban
con reverencia ese sello del cielo en su semblante.
Durante trescientos años Enoc buscó la pureza del alma, para estar en armonía con el Cielo. Durante tres siglos
anduvo con Dios. Día tras día anheló una unión más íntima; esa comunión se hizo más y más estrecha, hasta que
Dios lo llevó consigo… La desaparición de Enoc se sintió en la tierra. La voz de instrucción y amonestación que se
había escuchado día tras día se echó de menos.
REFLEXIÓN
¿Has sentido la ausencia de alguien? La humanidad entera en su tiempo sintió la ausencia de Enoc cuando este fue
llevado al cielo. El hecho de que se sintiera la ausencia indica que su presencia había impactado a muchos. ¿Quieres
dejar una huella en este mundo? ¿Quieres marcar significativamente la vida de las personas? Esto solo se logra
caminando con Jesús a diario.
Enoc se extasiaba en meditar sobre el amor de Dios manifestado en Cristo y así podía mostrar en sí mismo el amor
hacia sus semejantes, él no se encerraba solo a meditar, sino que lo que recibía de Dios lo compartía y no
solamente predicando sino en cada labor diaria, en su actuar revelaba que vivía en continua comunión con Dios.
Creo que la mayor meta que tenemos como cristianos es vivir segundo a segundo en conexión con el cielo.
Únicamente por medio de esta comunión constante podremos tener una vida santa como la de Enoc.
Hoy Dios te está llamando a caminar con Él, a que cada día vivas un pedacito de cielo aquí en la tierra. Él quiere que
tu rostro resplandezca y que todos vean en tus acciones el sello divino.
Decide caminar con Él como lo hizo Enoc, decide buscar la pureza de tu alma, decide ejecutar la misión para la cual
Dios te creo y estar dispuesto a cumplir cada día las minimisiones que Él te indique.
PROFUNDIZACIÓN
Dios otorgó ricos y variados dones a estos antediluvianos; pero los usaron para glorificarse a sí mismos, y los
transformaron en maldición poniendo sus afectos en ellos más bien que en Aquel que se los había dado. También
les había dado a los hombres sus mandamientos como norma de vida, pero su ley fue quebrantada, y como
resultado cometieron todos los pecados concebibles.
Mientras Noé daba al mundo su mensaje de amonestación, sus obras demostraban su sinceridad. Así se
perfeccionó y manifestó su fe. Dio al mundo el ejemplo de creer exactamente lo que Dios dice. Todo lo que poseía
lo invirtió en el arca. Cuando empezó a construir aquel inmenso barco en tierra seca, multitudes vinieron de todos
los rumbos a ver aquella extraña escena, y a oír las palabras serias y fervientes de aquel singular predicador. Cada
martillazo dado en la construcción del arca era un testimonio para la gente.
Pero Noé se mantuvo como una roca en medio de la tempestad. Rodeado por el desdén y el ridículo popular, se
distinguió por su santa integridad y por su inconmovible fidelidad. Sus palabras iban acompañadas de poder, pues
eran la voz de Dios que hablaba a los hombres por medio de su siervo. Su relación con Dios le comunicaba la fuerza
del poder infinito.
REFLEXIÓN
Qué gran logro representa ser fiel a Dios en medio de una sociedad tan corrompida, más aún ser el único hombre
íntegro en la tierra. Noé es ese héroe de la fe cuya historia nos deja grandes desafíos para nuestro tiempo. En
primer lugar, quiero que te fijes en que Noé halló gracia ante los ojos de Dios, pero,
¿qué significa eso? Hallar gracia es alcanzar la misericordia de Dios y esto no porque lo merezcamos, sino porque
en su infinito amor Él nos acepta como somos, aún pecadores, pero con el deseo de ser fieles. Esa oportunidad que
tuvo Noé de recibir la salvación del castigo también está a nuestro alcance hoy. Podemos tener la certeza de que, si
somos fieles seguidores de Jesús, Él nos aceptará y nos salvará.
Lo segundo que quiero que analicemos hoy es que al igual que Enoc, podemos leer que Noé caminó con Dios y
como resultado se le describe como varón justo y perfecto.
Solo cuando cada paso que damos lo hacemos al lado de Jesús, sabiendo que hacemos su voluntad, podemos tener
como resultado una vida perfecta ante los ojos de Dios.
En tercer lugar, resalté la frase “estableceré mi pacto contigo”. Dios desea hacer pacto con su pueblo, a lo largo de
la historia bíblica Dios hizo pacto con muchos personajes y hoy quiere también llamarte a hacer pacto con Él. Hacer
pacto con Dios significa que toda la bendición del cielo estará a nuestro favor si decidimos hacer conforme a todo lo
que Él nos mande. No hay pierde, cuando pactamos con Dios tenemos la certeza de que cumplirá porque Él es
inmutable.
Hoy Dios te propone 3 cosas: Su gracia, caminar a tu lado y hacer pacto contigo. Aférrate a estas 3 bendiciones, no
las dejes ir. Es momento de orar y hacer pacto con tu Dios…
SEMANA 8
PROFUNDIZACIÓN
Animales de toda especie, desde los más feroces hasta los más mansos, se veían venir de las montañas y los
bosques, y dirigirse tranquilamente hacia el arca. Se oyó un ruido como de un fuerte viento, y he aquí los pájaros
que venían de todas direcciones en tal cantidad que oscurecieron los cielos, y entraban en el arca en perfecto
orden. Los animales obedecían la palabra de Dios, mientras que los hombres la desobedecían.
[Cuando cayó el diluvio]En aquella terrible hora vieron que la transgresión de la ley de Dios había ocasionado su
ruina. Pero, si bien por temor al castigo reconocían su pecado, no sentían verdadero arrepentimiento ni verdadera
repugnancia hacia el mal. Habrían vuelto a su desafío contra el cielo, si se les hubiera librado del castigo. Así también
cuando los juicios de Dios caigan sobre la tierra antes del diluvio de fuego, los impíos sabrán exactamente en que
consiste su pecado: en haber menospreciado su santa ley. Sin embargo, su arrepentimiento no será más genuino
que el de los pecadores del mundo antiguo.
Dios no condenó a los antediluvianos porque comían y bebían; les había dado los frutos de la tierra en gran
abundancia para satisfacer sus necesidades materiales. Su pecado consistió en que tomaron estos regalos sin
ninguna gratitud hacia el Dador, y se rebajaron entregándose desenfrenadamente a la glotonería. Era lícito que se
casaran. El matrimonio formaba parte del plan de Dios; fue una de las primeras instituciones que él estableció. Dio
instrucciones especiales tocante a esta institución, revistiéndola de santidad y belleza; pero estas instrucciones
fueron olvidadas y el matrimonio fue pervertido y puesto al servicio de las pasiones humanas.
Las advertencias de Noé habían sido rechazadas por el mundo, pero su influencia y su ejemplo habían sido una
bendición para su familia. Como premio por su fidelidad e integridad, Dios salvó con él a todos los miembros de su
familia. ¡Qué estímulo para la fidelidad de los padres!
REFLEXIÓN
La historia del diluvio es de gran importancia en estos últimos tiempos. Se acerca el juicio final de Dios y la biblia
menciona que, así como en los días de Noé será antes de la segunda venida de Jesús. Cada vez la maldad es más
común en nuestros días, y lo más grave aún es que no nos sorprende como antes ver cosas tan viles que se
cometen a diario. El hombre ha decidido glorificarse a sí mismo en lugar de honrar al Creador, pero aún Dios tiene
la puerta del arca abierta, ahora tenemos oportunidad de arrepentirnos sinceramente y de predicar a otros
también sobre la gracia redentora de Dios y los juicios próximos a caer sobre la tierra.
El pueblo antediluviano vio señales sobrenaturales como lo fue la forma en que llegaron los animales al arca, vio la
perseverancia y el interés sincero de Noé al predicarles, pero se negaron a creer. De la misma manera Dios nos
muestra a través de las condiciones del mundo actual muchas señales de su pronta venida, llama nuestra atención
por medio de nuestros, padres, maestros y amigos para acercarnos a Él, pero nos resistimos a su llamado. Noé
predicó por 120 años, pero finalmente hubo un momento en que su voz ya no se escuchó más. Hay un límite para
la gracia de Dios. No esperemos a que sea ya demasiado tarde para ser plenamente justos ante Dios. Noé dio todo
por Dios, por la obra de construir el arca. Es tiempo de darlo todo por Él.
Por último, este capítulo nos da esperanza para nuestra familia. No desistamos de orar y trabajar por la salvación
de nuestros seres queridos, al igual que con la familia de Noé, Dios nos proveerá la protección y redención en el día
final.
SEMANA 9
PROFUNDIZACIÓN
A menudo le pareció a la familia que ocupaba el arca que todos perecerían, pues durante cinco largos meses su
buque flotó de un lado para otro, aparentemente a merced del viento y las olas. Fue una prueba grave; pero la fe
de Noé no vaciló, pues tenía la seguridad de que la mano divina empuñaba el timón.
Noé había regresado a una tierra desolada; pero antes de preparar una casa para sí mismo, construyó un altar para
Dios. Asimismo, nuestro primer deber consiste en dar a Dios nuestras ofrendas voluntarias. Toda manifestación de
su misericordia y su amor hacia nosotros debe ser reconocida con gratitud, mediante actos de devoción y ofrendas
para su obra.
A medida que las aguas comenzaron a bajar, las lomas y las montañas quedaron rodeadas por un vasto y turbio
mar. Por todo lugar yacían cadáveres de hombres y animales. El Señor no iba a permitir que permanecieran allí
para infectar el aire por su descomposición, y por lo tanto, hizo de la tierra un vasto cementerio. Un viento violento
enviado para secar las aguas las agitó con gran fuerza, de modo que en algunos casos derribaron las cumbres de
las montañas y amontonaron árboles, rocas y tierra sobre los cadáveres. De la misma manera la plata y el oro, las
maderas escogidas y las piedras preciosas, que habían enriquecido y adornado el mundo antediluviano y que la
gente idolatrara, fueron ocultados de los ojos de los hombres.
Las más terribles manifestaciones que el mundo jamás haya visto hasta ahora serán presenciadas cuando Cristo
vuelva por segunda vez. Así destruirá Dios a los impíos de la tierra. Pero los justos serán protegidos en medio de
estas conmociones, como lo fue Noé en el arca. Dios será su refugio y tendrán confianza bajo sus alas protectoras.
REFLEXIÓN
La prueba que pasó la familia de Noé dentro del arca no fue nada fácil, encerrados con el olor continuo de toda
clase de animales y con los fuertes movimientos del mar. Pero Dios estaba al timón y los llevó finalmente a puerto
seguro. Cuando salieron del arca, Noé lo primero que hizo fue agradecer a Dios por su protección y cuidado, gran
lección para nosotros, muchas veces Dios obra milagros en nuestras vidas y nos provee lo que necesitamos, pero
estamos tan acostumbrados a recibir estos favores que nos olvidamos de agradecer y darle la gloria a Dios por sus
bondades.
En el resultado del mundo antediluviano podemos ver que todo lo terrenal que se llegue a construir quedará en el
olvido, de nada le sirvió a la humanidad conquistar el mundo si al final perdieron sus vidas. Esta misma desolación
se volverá a ejecutar cuando Cristo vuelva por segunda vez, no estamos muy lejos de ello, pero podemos confiar
que Dios guardará a salvo a sus hijos fieles.
En los últimos versículos de este capítulo se menciona que Jehová percibió olor grato a causa del sacrificio de Noé.
Que valioso es que nuestros actos tengan un olor agradable para Dios. Cada acto que realizas tiene un significado
para Dios. Él nos observa con ternura y se regocija por esas acciones de entrega, de amor y fidelidad que
realizamos durante el día, ya sea de adoración a Él directamente o de servicio a nuestros semejantes.
Nada de lo que hacemos quedará sin recompensa, ya sea en esta tierra o en el cielo. Dediquemos nuestra vida a
cosechar para la eternidad, jamás será un esfuerzo perdido.
Hoy pídele a Dios que te ayude a vivir en continuo agradecimiento por sus favores y a que tus actos tengan un olor
grato ante su trono.
SEMANA 10
PROFUNDIZACIÓN
¡Cuán grandes fueron la condescendencia y compasión que Dios manifestó hacia sus criaturas descarriadas al
colocar el bello arco iris en las nubes como señal de su pacto con el hombre! El Señor declaró que al ver el arco iris
recordaría su pacto. Esto no significa que pudiera olvidarlo, sino que nos habla en nuestro propio lenguaje, para
que podamos comprenderle mejor. El Señor quería que cuando los niños de las generaciones futuras preguntaran
por el significado del glorioso arco que se extiende por el cielo, sus padres les repitieran la historia del diluvio, y les
explicaran que el Altísimo había combado el arco, y lo había colocado en las nubes para asegurarles que las aguas
no volverían jamás a inundar la tierra. Así sería el arco iris, de generación en generación, un testimonio del amor
divino hacia el hombre, y fortalecería su confianza en Dios.
En el cielo una semejanza del arco iris rodea el trono y nimba la cabeza de Cristo. El profeta dice: "Como el aspecto
del arco iris que está en las nubes en día de lluvia, así era el aspecto del resplandor alrededor. Esta fue la visión de
la semejanza de la gloria de Jehová". Ezequiel 1:28. Juan el revelador declara: "Vi un trono establecido en el cielo, y
en el trono, uno sentado. La apariencia del que estaba sentado era semejante a una piedra de jaspe y de cornalina,
y alrededor del trono había un arco iris semejante en su apariencia a la esmeralda". Apocalipsis 4:2, 3. Cuando por
su impiedad el hombre provoca los juicios divinos, el Salvador intercede ante el Padre en su favor y señala el arco
en las nubes, el arco iris que está en torno al trono y sobre su propia cabeza, como recuerdo de la misericordia de
Dios hacia el pecador arrepentido.
El monstruoso crimen de Cam demostró que hacía mucho que la reverencia filial había desaparecido de su alma, y
reveló la impiedad y la vileza de su carácter. Estas perversas características se perpetuaron en Canaán y su
descendencia, cuya continua culpabilidad atrajo sobre ellos el juicio de Dios. En cambio, la reverencia manifestada
por Sem y Jafet hacia su padre y hacia los estatutos divinos, prometía un futuro más brillante a sus descendientes.
Generalmente, los niños heredan la disposición y las tendencias de sus padres, e imitan su ejemplo; de manera que
los pecados de los padres son cometidos por los hijos de generación en generación. Así la vileza y la irreverencia de
Cam se reprodujeron en su posteridad y le acarrearon maldición durante muchas generaciones."
REFLEXIÓN
Una de las bellas formas en las que Dios se revela al hombre es por medio de la naturaleza. Dios nos regaló su arco
para que generación tras generación recordara su pacto de amor y misericordia con el hombre. Otra razón que
tuvo al ponerlo es para que no nos preocupáramos al ver caer la lluvia. Cuan tierno y detallista es nuestro Dios que
hasta pensó en nuestros miedos, Él no quería que viviésemos atemorizados al ver caer el agua del cielo. Así que
ahora cada vez que veas el arco iris eleva tus pensamientos a Dios y agradece por el gran amor y paciencia que
tiene contigo.
En la última parte de la historia de este capítulo vemos como un descuido de Noé fue un detonante para que Cam
revelase que ya hacía mucho que su carácter era vil. No fue injusticia de Noé juzgarlo por solo este acto. El patriarca
habló dirigido por el espíritu de profecía. Los resultados que prosiguieron en la descendencia de Cam son una
advertencia para nosotros en la actualidad. Lo que somos ahora acarrea consecuencias para bien o para mal de
nuestros hijos. No solo nuestra salvación está en juego sino la de nuestra familia, es por ello que cada decisión que
tomamos en contra de la ley de Dios es de suma relevancia.
Hoy Dios quiere llamar tu atención a pesar muy bien tus acciones y la influencia que ejerces sobre quienes te
rodean, decide hoy transmitir no la desobediencia a la ley de Dios, sino la reverencia y la confianza en sus promesas
y en su pacto de protección mostrado en el hermoso ARCOIRIS.
SEMANA 11
PROFUNDIZACIÓN
Los moradores de la llanura de Sinar no creyeron en el pacto de Dios que prometía no traer otro diluvio sobre la
tierra. Muchos de ellos negaban la existencia de Dios, y atribuían el diluvio a la acción de causas naturales. Otros
creían en un Ser supremo, que había destruido el mundo antediluviano; y sus corazones, como el de Caín, se
rebelaban contra él. Uno de sus fines, al construir la torre, era el de alcanzar seguridad si ocurría otro diluvio… Toda
la empresa tenía por objeto exaltar aun más el orgullo de quienes la proyectaron, apartar de Dios las mentes de las
generaciones futuras, y llevarlas a la idolatría.
Los constructores de la torre de Babel manifestaron un espíritu de murmuración contra Dios. En vez de recordar
con gratitud su misericordia hacia Adán, y su bondadoso pacto con Noé, se quejaron de su severidad al expulsar a
la primera pareja del Edén y al destruir al mundo mediante un diluvio. Pero mientras murmuraban contra Dios
calificándolo de arbitrario y severo, estaban aceptando la soberanía del más cruel de los tiranos. Satanás trató de
acarrear menosprecio sobre las ofrendas expiatorias que prefiguraban la muerte de Cristo; y a medida que la
mente de los hombres iba entenebreciéndose con la idolatría, los indujo a falsificar estas ofrendas, y a sacrificar sus
propios hijos sobre los altares de sus dioses. A medida que los hombres se alejaban de Dios, los atributos divinos:
la justicia, la pureza y el amor, fueron reemplazados por la opresión, la violencia y la brutalidad.
Dios soporta pacientemente la perversidad de los hombres, dándoles amplia oportunidad para arrepentirse; pero
toma en cuenta todos sus ardides para resistir la autoridad de su justa y santa ley. De vez en cuando la mano
invisible que empuña el cetro del gobierno se extiende para reprimir la iniquidad. Se da evidencia inequívoca de
que el Creador del universo, el que es infinito en sabiduría, amor y verdad, es el Gobernante supremo del cielo y de
la tierra, cuyo poder nadie puede desafiar impunemente.
Muchos procuran hacerse un cielo adquiriendo riquezas y poder. "Se mofan y hablan con maldad de hacer
violencia; hablan con altanería" (Salmos 73:8), pisotean los derechos humanos, y desprecian la autoridad divina.
Podrán los orgullosos ejercer momentáneamente gran poder y tener éxito en todas sus empresas; pero al fin solo
encontrarán desilusión y miseria.
REFLEXIÓN
En la historia de la torre de Babel podemos evidenciar que nadie se revela contra Dios sin acarrear consecuencias.
Dios como supremo Soberano del universo está al control y es quien juzgará al hombre. Si has sido víctima de
opresión e injusticia por parte de algunos orgullosos, no te desanimes que ya tendrán su recompensa, no está en
nuestras manos ejercer venganza.
Aquí Dios también nos llama nuevamente a entender que nuestro mayor interés no debe estar en construir
grandes logros en la tierra para llenarnos de orgullo, Dios desea nuestra prosperidad, que avancemos en
conocimiento y desarrollo material también, pero nos quiere cuidar de llegar a un límite en el que pensemos que
no necesitamos de Él.
En la actitud de los hombres de la llanura de Sinar podemos ver qué dos rumbos puede elegir el hombre. O nos
unimos a Dios en justicia, amor y pureza o nos unimos al enemigo en violencia, orgullo y rebelión. No hay término
medio, el alejarnos de Dios nos acerca al enemigo.
Hoy ora pidiéndole a Dios que conserve tu corazón siempre cerca al suyo, que cada día prefieras a Cristo por
encima de cualquier triunfo terrenal…
SEMANA 12
PROFUNDIZACIÓN
La obediencia incondicional de Abraham es una de las más notables evidencias de fe de toda la Sagrada Escritura
PP 104.3
Muchos continúan siendo probados como lo fue Abraham. No oyen la voz de Dios hablándoles directamente desde
el cielo; pero, en cambio, son llamados mediante las enseñanzas de su Palabra y los acontecimientos de su
providencia. Se les puede pedir que abandonen una carrera que promete riquezas y honores, que dejen afables y
provechosas amistades, y que se separen de sus parientes, para entrar en lo que parece ser únicamente un
sendero de abnegación, trabajos y sacrificios. Dios tiene un trabajo para ellos; pero una vida fácil y la influencia de
las amistades y los parientes impediría el desarrollo de los rasgos esenciales para su realización. Los llama para que
se aparten de las influencias y los auxilios humanos, y les hace sentir la necesidad de su ayuda, y de depender
solamente de Dios, para que él mismo pueda revelarse a ellos. ¿Quién está listo para renunciar a los planes que ha
abrigado y a las relaciones familiares tan pronto lo llame la Providencia? ¿Quién aceptará nuevas obligaciones y
entrará en campos inexplorados para hacer la obra de Dios con buena voluntad y firmeza y contar sus pérdidas
como ganancia por amor a Cristo? El que haga esto tiene la fe de Abraham, y compartirá con él el "más excelente y
eterno peso de gloria", con el cual no se pueden comparar "las aflicciones del tiempo presente".
Durante su permanencia en Egipto, Abraham dio evidencias de que no estaba libre de la imperfección y la debilidad
humanas. Al ocultar el hecho de que Sara era su esposa, reveló desconfianza en el amparo divino, una falta de esa
fe y ese valor elevadísimos tan noble y frecuentemente manifestados en su vida.
Dios permite que las pruebas asedien a los suyos, para que mediante su constancia y obediencia puedan
enriquecerse espiritualmente, y para que su ejemplo sea una fuente de poder para otros… Es mediante pruebas
estrictas y reveladoras cómo Dios disciplina a sus siervos. Él ve que algunos tienen aptitudes que pueden usarse en
el progreso de su obra, y los somete a pruebas. En su providencia, los coloca en situaciones que prueban su
carácter, y revelan defectos y debilidades que estaban ocultos para ellos mismos. Les da la oportunidad de corregir
estos defectos, y de prepararse para su servicio.
REFLEXIÓN
El llamado que Dios le hizo a Abram fue bastante especial, si bien no era fácil dejarlo todo por seguirlo, la
recompensa sería muy grande. Dios no sólo le promete a Abram bendiciones, sino que él mismo se convertiría en
una bendición. ¿Te gustaría llegar a ser una bendición para cualquier persona que te conozca? De seguro que sí,
entonces lo que debes hacer es aceptar el llamado de Dios.
Aparte de la lección de obediencia que nos deja la historia, también podemos encontrar una invitación a vivir en
oración y adoración a Dios. En cada lugar donde Abram se detenía a acampar, él establecía un altar e invocaba el
nombre de Dios junto a su familia y criados. Dios quiere que le llevemos en cada trayecto, y que podamos ser luz en
dondequiera que estemos, la pluma inspirada menciona que estos altares que hacía el patriarca quedaban como
testimonio para todo el que pasaba por esos lugares.
Abram es conocido como el padre de la fe, pero al igual que nosotros tuvo su momento de debilidad. Dios es
misericordioso y a pesar de ese fallo, lo protegió tanto a él como a su esposa Sarai. Es de resaltar que Dios no
oculta este fallo de Abram en la biblia, todo lo que está escrito, para nuestra enseñanza ha sido escrito.
Si has fallado en tu experiencia de fe con Dios, no te desanimes, Dios te da siempre una nueva oportunidad,
aprovecha ese fallo para fortalecerte en Jesús y pulir esas debilidades que descubriste.
PROFUNDIZACIÓN
Abraham era mayor que Lot, y superior a él en parentesco, riqueza y posición; no obstante, él fue el primero en
sugerir planes para mantener la paz. PP 111.1
Este caso puso de manifiesto el noble y desinteresado espíritu de Abraham. ¡Cuántos, en circunstancias
semejantes, habrían procurado a toda costa sus preferencias y derechos personales! ¡Cuántas familias se han
desintegrado por esa razón! ¡Cuántas iglesias se han dividido, dando lugar a que la causa de la verdad sea objeto de
las burlas y el menosprecio de los impíos! … El cultivo de una cortesía uniforme, y la voluntad de tratar a otros como
deseamos ser tratados nosotros, eliminaría la mitad de las dificultades de la vida. El espíritu de ensalzamiento
propio es el espíritu de Satanás; pero el corazón que abriga el amor de Cristo poseerá esa caridad que no busca lo
suyo. PP 112.1
La región más fértil de toda Palestina era el valle del Jordán, que a todos aquellos que lo veían les recordaba el
paraíso perdido, pues igualaba en hermosura y producción a las llanuras fertilizadas por el Nilo que hacía tan poco
tiempo habían dejado. También había ciudades, ricas y hermosas, que invitaban a hacer provechosas ganancias
mediante el intercambio comercial en sus concurridos mercados. Ofuscado por sus visiones de ganancias
materiales, Lot pasó por alto los males morales y espirituales que encontraría allí. Los habitantes de la llanura eran
"malos y pecadores para con Jehová en gran manera", pero Lot ignoraba eso, o si lo sabía, le dio poca importancia. "
PP 112.3
Después de separarse de Lot, Abraham recibió otra vez la promesa del Señor de que todo el país sería suyo…
Abraham fue honrado por los pueblos circunvecinos como un príncipe poderoso y un caudillo sabio y capaz. No
dejó de ejercer su influencia entre sus vecinos. Su vida y su carácter, en contraste con la vida y el carácter de los
idólatras, ejercían una influencia notable en favor de la verdadera fe. Su fidelidad hacia Dios fue inquebrantable, en
tanto que su afabilidad y benevolencia inspiraban confianza y amistad, y su grandeza sin afectación imponía
respeto y honra.
REFLEXIÓN
En este fragmento de la historia, Abram nos da ahora una lección de nobleza. ¡Cuántas veces egoístamente
preferimos tomar la mejor parte y dejarle a los demás lo peorcito! Dios nos llama a ser diferentes, a dar siempre lo
mejor. Si guardamos en nuestro corazón el amor de Cristo podremos llevar una vida de servicio desinteresado,
evitaremos rupturas de relaciones tanto familiares como con hermanos de iglesia.
Lot es el otro protagonista de esta historia, por su parte él prefirió su desarrollo y éxito material, antes que velar
por sus intereses eternos. Muchas veces hay cosas que son atractivas a la vista, nos hacen soñar con lujos y
beneficios, pero con el riesgo de que todo ello nos aleje de Dios y por ende de nuestra salvación. Esta decisión de
Lot, más adelante en Génesis veremos que le ocasionó grandes pérdidas.
Por otro lado, Dios siguió prosperando a Abram, porque Abram decidió colocar de nuevo un altar a Dios en su
morada. Este evento nos recuerda dos cosas: Primero, que no importa lo difícil que sea el terreno, Dios promete su
bendición y Él siempre cumple. Segundo, que a cada lugar a donde Dios nos lleva es para ser luz.
Decídete a hacer de tu hogar un altar de adoración al Señor, a hacer de los intereses eternos tu prioridad y a elegir
siempre el camino de la nobleza.
SEMANA 14
PROFUNDIZACIÓN
Abraham, además de ser rico en fe, noble y generoso, inquebrantable en la obediencia, y humilde en la sencillez de
su vida de peregrino, era sabio en la diplomacia, y valiente y diestro en la guerra. A pesar de ser conocido como
maestro de una nueva religión, tres príncipes, hermanos entre sí y soberanos de las llanuras de los amorreos
donde él vivía, le demostraron su amistad invitándolo a aliarse con ellos para alcanzar mayor seguridad; pues el
país estaba lleno de violencia y opresión. Muy pronto se le presentó una oportunidad para valerse de esta alianza.
Abraham, que habitaba tranquilamente en el encinar de Mamre, se enteró por un fugitivo de lo ocurrido en aquella
batalla y de la desgracia de su sobrino. No había albergado en su corazón resentimiento por la ingratitud de Lot. Se
despertó por él todo su afecto, y decidió rescatarlo. Buscando ante todo el consejo divino, Abraham se preparó
para la guerra.
Después de Dios, el triunfo se debió a Abraham. El adorador de Jehová no solo había prestado un gran servicio al
país, sino que también se había mostrado como hombre de valor. Se vio que la justicia no es cobarde, y que la
religión de Abraham le daba valor para mantener el derecho y defender a los oprimidos.
Muy pocos, si fueran sometidos a la misma prueba, se habrían mostrado tan nobles como Abraham. Pocos
hubieran resistido la tentación de asegurarse tan rico botín. Su ejemplo es un reproche para los espíritus egoístas y
mercenarios. Abraham tuvo en cuenta las exigencias de la justicia y la humanidad… No quería darles motivo para
que creyeran que había emprendido la guerra con miras de lucro, ni que atribuyeran su prosperidad a sus regalos o
a su favor. Dios había prometido bendecir a Abraham, y a él debía adjudicársele la gloria.
REFLEXIÓN
Cuán maravilloso es Dios al darnos la Biblia, en cada capítulo encontramos una gran lección. Hoy el patriarca Abram
nos da un ejemplo de valentía. En su historia podemos ver que Dios nos da también la victoria cuando con valor
decidimos defender a los oprimidos. En este mundo tan lleno de injusticia somos llamados a luchar a favor de los
menos favorecidos, en nuestro contexto ya no por guerras y espada, pero sí por medio de nuestra voz y actos
valientes de defensa al desvalido. La escritora Elena G. de White comenta que la clave del valor de Abram era su fe.
Sin fe cualquier situación nos llega a atemorizar, pero si confiamos en Dios podremos vencer cualquier gigante que
enfrentemos.
Levántate, no te quedes temblando en el suelo ante los ataques que has recibido, mira hacia arriba y aférrate de las
promesas y de la fuerza de nuestro Dios. Recuerda que en el equipo de Dios la victoria está garantizada.
La historia de esta batalla termina felizmente con un botín de guerra, bien podría Abram haberse quedado con
todo lo que habían ganado, pero en lugar de eso él decide hacer 2 cosas. Primero le devuelve el diezmo a Dios.
Antes de hacer uso de lo que ganamos Dios, nos invita a ser agradecidos y darle la gloria a Él quien es el que nos
bendice y nos da las capacidades para poder obtener los recursos. Aquí podemos aprender que la fe de Abram
también incluía la fidelidad en el ámbito económico. En segundo lugar, él decide no tomar parte del botín, es decir
no aprovecharse de la situación para enriquecerse. Muchas veces somos tentados a recibir beneficios a costa de la
necesidad de otros, como por ejemplo prestar dinero con altos intereses, solo porque sabemos que sea como sea
van a necesitar que les prestemos el dinero. Dios ya prometió su bendición, no busquemos enriquecernos a costa
de la injusticia o el dinero fácil, dejemos que Dios obre, Él desea manifestar su gloria en tu vida.
PROFUNDIZACIÓN
Abraham había aceptado sin hacer pregunta alguna la promesa de un hijo, pero no esperó a que Dios cumpliese su
promesa en su oportunidad y a su manera. Fue permitida una tardanza para probar su fe en el poder de Dios, pero
fracasó en la prueba. Pensando que era imposible que se le diera un hijo en su vejez, Sara sugirió como plan
mediante el cual se cumpliría el propósito divino, que una de sus siervas fuese tomada por Abraham como esposa
secundaria. La poligamia se había difundido tanto que había dejado de considerarse pecado; violaba, sin embargo,
la ley de Dios y destruía la santidad y la paz de las relaciones familiares.
El casamiento de Abraham con Agar fue un mal, no solo para su propia casa, sino también para las generaciones
futuras. Si Abrahán y Sara hubieran esperado con fe inconmovible el cumplimiento de la promesa de que tendrían
un hijo, se habrían evitado muchos sinsabores. Creían que las cosas sucederían como Dios las había prometido,
pero no podían creer que Sara, a su edad, pudiera tener un hijo… En esto ambos manifestaron falta de fe y perfecta
confianza en el poder divino. Al escuchar la voz de Sara y al tomar a Agar como esposa, Abrahán no soportó la
prueba de su fe en el ilimitado poder de Dios, y acarreó mucha infelicidad sobre Sara y sobre sí mismo. El Señor
quería probar la firmeza de la fe y la confianza del patriarca en sus promesas.
REFLEXIÓN
Sara y Abram habían recibido la promesa de un hijo, pero, aunque confiaban en Dios, la espera los hizo dudar y
querer intervenir. Infelizmente esta decisión que tomaron tuvo tristes consecuencias inmediatas y otras que aún se
evidencian en el medio oriente. Dios utiliza la espera para pulir nuestra fe y necesitamos aprender con paciencia a
esperar en Dios. Una lección que podemos extraer de esta historia es que nuestros planes jamás van a ser mejores
que los de Dios y mucho menos cuando incumplen su santa ley. ¿Será que actualmente estás esperando la
respuesta a alguna oración especial? ¿Quizás algún cumplimiento de las promesas de Dios?
La historia nos muestra que a pesar del fallo de Abram, y de la mala actitud asumida por Agar, Dios le promete igual
una bendición para su hijo Ismael. A pesar de nuestros fallos Dios nos muestra su misericordia, Agar quería huir y
desistir, pero Dios no la dejó rendirse. El relato menciona que Agar se refiere a Jehová como: El Dios que me ve.
¡Cuán hermoso es saber que Dios nos ve! Él está pendiente de nuestro sufrimiento, así como lo estuvo con Agar.
Dios conoce específicamente tus luchas y si esperas pacientemente en Él haciendo tu parte, el Señor te va a
bendecir.
Hoy cumple tu labor, acepta tu condición, no intentes resolver tus problemas solo por tus medios ignorando la ley
de Dios, decide esperar pacientemente en sus promesas, pídele al Dios te ve, que te dé más fe para confiar
plenamente en que Él cumplirá e intervendrá poderosamente a tu favor.
SEMANA 16
PROFUNDIZACIÓN
Dios confirió un gran honor a Abraham. Los ángeles del cielo anduvieron y hablaron con él como con un amigo.
Cuando los juicios de Dios estaban por caer sobre Sodoma, este hecho no le fue ocultado y él se convirtió en
intercesor de los pecadores para con Dios. Su entrevista con los ángeles presenta también un hermoso ejemplo de
hospitalidad PP 117.3
Siendo él mismo pecador, intercedió en favor de los pecadores. Semejante espíritu deben tener todos los que se
acercan a Dios. Abraham manifestó la confianza de un niño que suplica a un padre a quien ama. Se aproximó al
mensajero celestial, y fervientemente le hizo su petición.
El amor hacia las almas a punto de perecer inspiraba las oraciones de Abraham… Por todas partes, en derredor
nuestro, hay almas que van hacia una ruina tan desesperada y terrible como la que sobrecogió a Sodoma. Cada día
termina el tiempo de gracia para algunos. Cada hora, algunos pasan más allá del alcance de la misericordia. ¿Y
dónde están las voces de amonestación y súplica que induzcan a los pecadores a huir de esta pavorosa
condenación? ¿Dónde están las manos extendidas para sacar a los pecadores de la muerte? ¿Dónde están los que
con humildad y perseverante fe ruegan a Dios por ellos?
REFLEXIÓN
Sara y Abraham humanamente hablando era imposible que pudieran tener hijos, pero cuán importante es saber
que nuestro Dios es el Dios de lo imposible. Muchas veces es en esos momentos más oscuros cuando más
podemos ver la gloria de Dios. Si estás pasando por momentos difíciles, si ves tambalear tu fe, si tal vez ya como
Sara hasta te ríes de las promesas de Dios porque crees que ya tu caso está perdido, es momento de abrir tus oídos
y escuchar la voz del Ángel de Jehová que te dice
¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Mas adelante en la historia de este par de ancianos vemos que Dios cumplió su
promesa y les dio un hijo, Dios hizo el milagro y también lo hará en tu vida si puedes creer.
• Hospitalidad: Tan valiosa es esta lección que el autor del libro de Hebreos menciona este acontecimiento
diciendo, no olviden la hospitalidad porque por esta algunos sin saberlo hospedaron ángeles. Una gran enseñanza
de mis padres desde chica fue eso, abrirle las puertas de la casa a quien lo necesitara y a pesar de que ninguno de
ellos era un ángel (creo), la experiencia de compartir y ser de ayuda para otro es muy especial para nuestra vida
cristiana, Dios bendice cada acto de amor que realizamos por los otros. Dios nunca desampara a sus hijos y muchas
veces te quiere usar a ti como instrumento de bendición. Recuerda que prestar ayuda al pobre es prestarle a Dios y
él paga con intereses. En lo personal luego de varios años fui también beneficiaria de esos actos de hospitalidad
cuando más yo lo necesité.
• Amistad: Abraham fue llamado amigo de Dios, era tal su amistad que Dios mismo le quiso compartir sus
planes. ¡Qué hermoso es poder saber los secretos de Dios! Que Dios te cuente a ti sus planes antes de ejecutarlos
es todo un privilegio. Dios quiere tener esa relación cercana con cada uno de nosotros, quiere que seamos sus
amigos, quiere revelarnos sus propósitos y hacernos partícipes de ellos. Necesitamos cultivar a diario una relación
personal con nuestro Jesús, tener un vínculo tan cercano con Él que nos considere sus amigos.
• Intercesión: Abraham gracias a la amistad que tenía con Jesús pudo interceder y hacer pedidos como un
niño los hace a su padre con esa insistencia y confianza plena en el amor y misericordia de su papá. Nos falta
mucho de ese espíritu intercesor, nos centramos sólo en nosotros y nuestros seres más cercanos que nos
olvidamos que hay muchos a nuestro alrededor que la están pasando mal y peor aún que puede que ya les quede
poco tiempo de vida y nosotros no hemos hecho nada por su salvación.
Necesitamos ese amor por las almas, que las veamos como las ve Jesús y que realmente nos interesemos por su
salvación. Sólo cerca de Jesús, comprendiendo y viviendo su amor podremos entender cuánto sufre y ama el Buen
Pastor a esas ovejas que están lejos del redil.
Hoy decide confiar en el Dios de lo imposible, hacerte su amigo(a) y trabajar de su mano participando de sus planes
de amor y salvación por sus hijos.
SEMANA 17
PROFUNDIZACIÓN
Nada desean los hombres tanto como la riqueza y la ociosidad, y, sin embargo, estas cosas fueron el origen de los
pecados que acarrearon la destrucción de las ciudades de la llanura. La vida inútil y ociosa de sus habitantes los
hizo víctimas de las tentaciones de Satanás, desfiguraron la imagen de Dios, y estaban más cerca de Satanás que de
Dios. PP 136.1
Lot no conocía el verdadero carácter de los visitantes, pero la cortesía y la hospitalidad eran una costumbre en él,
formaban parte de su religión, eran lecciones que había aprendido del ejemplo de Abraham. Si no hubiera cultivado
este espíritu de cortesía, habría sido abandonado para morir con los demás
habitantes de Sodoma. Muchas familias, al cerrar sus puertas a un forastero, han excluido a algún mensajero de
Dios, que les habría proporcionado bendición, esperanza y paz. PP 137.2
A Lot le parecía insoportable la idea de dejar a los que más quería en la tierra. Lo apenaba abandonar su suntuosa
morada y la riqueza adquirida con el trabajo de toda su vida, para salir como un pobre peregrino. Aturdido por el
dolor, se demoraba, y no podía marcharse. Si no hubiera sido por los ángeles de Dios, todos habrían perecido en la
ruina de Sodoma. PP 139.3
La infame conducta de sus hijas fue la consecuencia de las malas compañías que habían tenido en aquel vil lugar.
La depravación moral de Sodoma se había filtrado de tal manera en su carácter, que ellas no podían distinguir
entre lo bueno y lo malo. Los únicos descendientes de Lot, los moabitas y amonitas, fueron tribus viles e idólatras,
rebeldes contra Dios, y acérrimos enemigos de su pueblo.
Los que procuran para sus hijos riquezas y honores terrenales a costa de sus intereses eternos, comprenderán al
fin que estas ventajas son una terrible pérdida.
Como Lot, muchos ven a sus hijos arruinados, y apenas salvan su propia alma. La obra de su vida se pierde; y
resulta en triste fracaso. Si hubieran ejercido verdadera sabiduría, sus hijos habrían tenido menos prosperidad
mundana, pero tendrían en cambio seguro derecho a la herencia inmortal.
REFLEXIÓN
¿Quién pensaría que ser cortés y hospitalario le podría salvar la vida? Dios en su misericordia le dio esa
oportunidad a Lot, respondiendo así también a las súplicas de su amigo Abraham. Dios responde nuestras
oraciones intercesoras, no nos cansemos de insistir en oración por la salvación de algún ser querido.
A pesar de la liberación de Lot, su historia tristemente tiene muchos sin sabores. En primer lugar, Lot tuvo que
perder todos los bienes materiales que tenía, de nada le sirvió buscar los tesoros terrenales en esa gran ciudad,
porque todo fue destruido. En segundo lugar, perdió a su propia esposa, al decidir ubicarse con su familia dentro
de Sodoma, lo único que consiguió fue que las influencias corruptoras permearan su hogar. La tercera y más
influyente consecuencia fue que todos sus descendientes fueron pueblos rebeldes a Dios y enemigos de su pueblo.
¡Cuánto cuidado debemos tener en las elecciones que hacemos! Por más simple que parezca el asunto puede
acarrear consecuencias eternas.
El tiempo de gracia aún está abierto, hoy Dios te invita a confiar en su salvación, si ya has fallado y quizás tomado
malas decisiones, Dios te da una nueva oportunidad, entonces no mires hacia atrás como la mujer de Lot.
Avancemos con fe, vivamos con esperanza y agradecidos por su redención, aún, cuando el camino nos parezca
difícil. Cualquier limitación que tengamos en esta tierra se tornará insignificante comparada con la infinidad de
bendiciones que Dios nos tiene preparadas en la eternidad. Pongamos nuestra vista, interés y esfuerzo en aquel
tesoro que Dios tiene preparado para sus hijos.
Hoy ora y agradece a Dios por su salvación y la nueva oportunidad que te ofrece.
SEMANA 18
PROFUNDIZACIÓN
No tenemos nada que temer del futuro, a menos que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido, y lo
que nos ha enseñado en nuestra historia pasada. EUD 64.1
REFLEXIÓN
A pesar de que Abraham es conocido como el padre de la fe, nuevamente vemos que su fe flaqueó. Puede
parecernos extraño que alguien como Abraham repitiera su error al mentir sobre su esposa, pero ninguno de
nosotros está exento de fallar. He aquí una advertencia valiosísima para ti y para mí. Necesitamos cultivar nuestra
fe en cada vivencia que afrontamos, por más sencillo que parezca, podemos llegar a envolvernos en situaciones
muy tensas y peligrosas por un simple desliz, por una simple mentira.
Dios había cuidado de Abraham, le había dado evidencias de su protección y bendición, pero él en ese momento
fue como si hubiese olvidado que tenía de su lado al Rey del universo, ante el cual ningún rey terrenal podría hacer
frente y vencer. Muchas veces como cristianos nos olvidamos de ese Dios que en el pasado nos ha ayudado y
desconfiamos de su protección. Gracias sean dadas a Dios que, a pesar de nuestra poca fe, Él aún interviene en
nuestro auxilio y así fue como Abraham fue librado misericordiosamente de las consecuencias de su desconfianza y
mentira.
El éxito ante el pecado es depender plenamente de nuestro Padre, si confiamos en su poder y no en nuestras
habilidades e inteligencia vamos a obtener la victoria ante cualquier prueba que afrontemos.
Dios quiere estar contigo en todo lo que hagas, así como lo estuvo con Abraham, no lo saques de tus planes, no
intentes resolver tus problemas solo, recuerda que hay un Dios en los cielos dispuesto a obrar en tu favor si tú lo
crees y se lo permites.
SEMANA 19
PROFUNDIZACIÓN
El nacimiento de Isaac, al traer, después de una espera de toda la vida, el cumplimiento de las más caras
esperanzas de Abraham y de Sara, llenó de felicidad su campamento. Pero para Agar representó el fin de sus más
caras ambiciones. Ismael, ahora adolescente, había sido considerado por todo el campamento como el heredero de
las riquezas de Abraham, así como de las bendiciones prometidas a sus descendientes. Ahora era repentinamente
puesto a un lado; y en su desengaño, madre e hijo odiaron al hijo de Sara. La alegría general aumentó sus celos,
hasta que Ismael se atrevió a burlarse abiertamente del heredero de la promesa de Dios.
Sara vio en la inclinación turbulenta de Ismael una fuente perpetua de discordia, y le pidió a Abraham que
expulsara del campamento a Ismael y a Agar. El patriarca se llenó de angustia. ¿Cómo podría desterrar a Ismael, su
hijo, a quien amaba profundamente? En su perplejidad, Abraham pidió la dirección divina. Mediante un santo ángel,
el Señor le ordenó que accediera a la petición de Sara; que su amor por Ismael o Agar no debía interponerse, pues
únicamente así podría restablecer la armonía y la felicidad en su familia. Y el ángel le dio la promesa consoladora
de que aunque viviera separado del hogar de su padre, Ismael no sería abandonado por Dios; su vida sería
conservada, y llegaría a ser padre de una gran nación. Abraham obedeció la palabra del ángel, aunque no sin sufrir
gran pena. Su corazón de padre se llenó de una indescriptible tristeza al separar de su casa a Agar y a su hijo. PP
126.3 - PP 127.1
La instrucción impartida a Abraham tocante a la santidad de la relación matrimonial, había de ser una lección para
todas las edades. Declara que los derechos y la felicidad de estas relaciones deben resguardarse cuidadosamente,
aun a costa de un gran sacrificio. Sara era la verdadera esposa de Abraham. Ninguna otra persona debía compartir
sus derechos de esposa y madre. Reverenciaba a su esposo, y en este aspecto el Nuevo Testamento la presenta
como un digno ejemplo. Pero ella no quería compartir el afecto de Abraham con otra; y el Señor no la reprendió
por haber exigido el destierro de su rival. PP 127.2
REFLEXIÓN
¿Te ha visitado alguna vez Dios? ¿Cómo ha sido esa visita? Lo que vivió Sara fue nada menos que el cumplimiento
de la palabra de Dios. Creemos en un Dios que cumple lo que promete, en un Dios que aún a la estéril y anciana
puede dar hijos conforme a su voluntad, en un Dios que cuando te visita te hace reír. Reclama y espera con fe las
promesas de Dios por que en el tiempo que Dios tiene marcado van a hacerse una realidad en tu vida ni antes ni
después.
En la circuncisión de Abraham vemos cuál debe ser nuestra respuesta ante cada bondad que recibimos de Dios.
Nuestra obediencia es el mejor agradecimiento que podemos ofrecerle a nuestro gran Benefactor.
En la vida de Abraham podemos encontrar también la instrucción sobre cómo tomar decisiones difíciles. Nada da
más paz que saber que antes de tomar la decisión consultaste a Dios y eso que vas a hacer está de acuerdo a su
voluntad. Dios es el dueño de toda sabiduría, es deber nuestro orar pidiendo el derramamiento de su Santo
Espíritu para que nos llene de sabiduría y nos guíe en la toma de decisiones.
Dios nunca les negará a sus hijos algo que ya prometió darles, así que puedes confiar que orar por su Espíritu Santo
o por sabiduría, es una oración cuya respuesta es un sí rotundo.
Finalmente, en la historia de este capítulo vemos cómo Dios intercede misericordiosamente ante el clamor de uno
de sus hijos. Dios escuchó a Ismael, y acudió en su auxilio. Ningún clamor se escapa de un hijo de Dios sin que Él lo
note. Dios está atento a tu sufrimiento, a tu cansancio, a tus ganas de ya desfallecer y dejarte vencer, es momento
de levantar la vista al cielo y clamar, no es cuestión de sólo orar, clama, clama con todas tus fuerzas que así cómo
Dios hizo brotar agua en el desierto para Agar e Ismael, hará brotar agua en tu desierto. Si hasta ahora has llevado
una vida de oración superficial hoy Dios te está invitando a clamar. ¿Qué estás esperando?
SEMANA 20
PROFUNDIZACIÓN
Ni aun entonces murmuró Abrahán contra Dios, sino que fortaleció su alma espaciándose en las evidencias de la
bondad y la fidelidad de Dios. Se le había dado este hijo inesperadamente; y el que le había dado este precioso
regalo ¿no tenía derecho a reclamar lo que era suyo? Entonces su fe le repitió la promesa: "En Isaac te será llamada
descendencia" (Génesis 21:12), una descendencia incontable, numerosa como la arena de las playas del mar. Isaac
era el hijo de un milagro, y ¿no podía devolverle la vida el poder que se la había dado? Mirando más allá de lo
visible, Abrahán comprendió la divina palabra, "considerando que aun de entre los muertos podía Dios resucitarle."
Hebreos 11:19 No obstante, nadie sino Dios pudo comprender la grandeza del sacrificio de aquel padre al acceder a
que su hijo muriese.
Con voz temblorosa, Abrahán reveló a su hijo el mensaje divino. Con terror y asombro Isaac se enteró de su
destino; pero no ofreció resistencia. Habría podido escapar a esta suerte si lo hubiera querido; el anciano, agobiado
de dolor, cansado por la lucha de aquellos tres días terribles, no habría podido oponerse a la voluntad del joven
vigoroso. Pero desde la niñez se le había enseñado a Isaac a obedecer pronta y confiadamente, y cuando el
propósito de Dios le fue manifestado, lo aceptó con sumisión voluntaria. Participaba de la fe de Abrahán, y
consideraba como un honor el ser llamado a dar su vida en holocausto a Dios. Con ternura trató de aliviar el dolor
de su padre, y animó sus debilitadas manos para que ataran las cuerdas que lo sujetarían al altar.
Fue para grabar en la mente de Abrahán la realidad del Evangelio, así como para probar su fe, por lo que Dios le
mandó sacrificar a su hijo. La agonía que sufrió durante los aciagos días de aquella terrible prueba fué permitida
para que comprendiera por su propia experiencia algo de la grandeza del sacrificio hecho por el Dios infinito en
favor de la redención del hombre. Ninguna otra prueba podría haber causado a Abrahán tanta angustia como la
que le causó el ofrecer a su hijo.
REFLEXIÓN
Sin duda todos hemos pasado por situaciones difíciles en las que nuestra fe ha sido grandemente probada, pero
esta prueba por la que pasó Abraham en verdad que se sale de nuestra comprensión. A pesar de lo duro que fue
para el patriarca estar dispuesto a matar a su propio hijo, el pasaje dice que Abraham se mantuvo mirando más allá
de lo visible. Muchas veces en nuestra vida necesitamos tener tal fe que, aunque todo parezca desolada tristeza,
más allá lo entenderemos. Hay un canto especial que dice “Dios ve por sobre todo lo que tú no puedes ver”
necesitamos esa fe que cree en ello con todo su corazón y aunque afronte la más dura prueba, nunca duda ni
desobedece el mandato divino.
La actitud de Isaac es un ejemplo también de obediencia sumisa a la voluntad de nuestro Padre, él conocía a Dios y
aún a costa de su vida estaba dispuesto a obedecer. Dios desea que nuestro corazón sea como el de Isaac, que ante
cualquier mandato divino esté dispuesto a obedecer por amor y confianza en Aquel que ha dado la instrucción.
Por medio de esta prueba Abraham comprendió aún más el plan de salvación, todo el gran sacrificio que implicaba
y cuánto le dolería al Padre entregar a su Hijo a la muerte. Hoy recordamos a Abraham como el padre de la fe,
como el amigo de Dios. Solo por amor a Jesús y su obra redentora podemos vivir así por fe como vivió Abraham.
Jesús hoy te invita a meditar en la obra realizada en la cruz. Si comprendiésemos más plenamente todo el sacrificio
que implicó para el Padre y para el Hijo darse por amor a nosotros, ciertamente nuestras vidas serían distintas.
Nos dolería cada fallo y rechazo a la voluntad de Dios, lo pensaríamos dos veces antes de provocar un nuevo
sufrimiento a Aquel que tanto nos amó que dio a su Hijo, su único para rescatarnos. Dios quiere que tú también
seas un ejemplo de fe, Él quiere referirse a ti como su amigo(a). Dedica hoy tiempo a meditar en el infinito amor de
Dios derramado en la cruz por ti y por mí. Recuerda que nosotros le amamos a Él porque Él nos amó primero.
SEMANA 21
PROFUNDIZACIÓN
La fe habitual de Abrahán en Dios y su sumisión a la voluntad divina se reflejaban en el carácter de Isaac; pero el
joven era de afectos profundos, y de naturaleza benigna y condescendiente. Si se unía con una mujer que no
temiera a Dios, se vería en peligro de sacrificar sus principios en aras de la armonía. Para Abrahán, elegir esposa
para su hijo era asunto de suma importancia y anhelaba que se casara con quien no le apartase de Dios.
Nadie que tema a Dios puede unirse sin peligro con quien no le teme. "¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de
concierto?" Amós 3:3. La felicidad y la prosperidad del matrimonio dependen de la unidad que haya entre los
esposos; pero entre el creyente y el incrédulo hay una diferencia radical de gustos, inclinaciones y propósitos.
Sirven a dos señores, entre los cuales la concordia es imposible. Por puros y rectos que sean los principios de una
persona, la influencia de un cónyuge incrédulo tenderá a apartarla de Dios.
Isaac, confiando en la sabiduría y el cariño de su padre, se conformaba con dejarle a él la solución del asunto
creyendo que Dios le guiaría en la elección.
¡Qué contraste entre la conducta de Isaac y la de la juventud de nuestro tiempo, aun entre los que se dicen
cristianos! Los jóvenes creen con demasiada frecuencia que la entrega de sus afectos es un asunto en el cual tienen
que consultarse únicamente a sí mismos, un asunto en el cual no deben intervenir ni Dios ni los padres. Mucho
antes de llegar a la edad madura, se creen competentes para hacer su propia elección sin la ayuda de sus padres.
Suelen bastarles unos años de matrimonio para convencerlos de su error; pero muchas veces es demasiado tarde
para evitar las consecuencias perniciosas. La falta de sabiduría y dominio propio que los indujo a hacer una elección
apresurada agrava el mal hasta que el matrimonio llega a ser un amargo yugo. Así han arruinado muchos su
felicidad en esta vida y su esperanza de una vida venidera.
Si hay un asunto que debe ser considerado cuidadosamente, y en el cual se debe buscar el consejo de personas
experimentadas y de edad, es el matrimonio; si alguna vez se necesita la Biblia como consejera, si alguna vez se
debe buscar en oración la dirección divina, es antes de dar un paso que ha de vincular a dos personas para toda la
vida.
REFLEXIÓN
Es poco común en nuestra época escuchar historias en las que los hijos se someten a la voluntad de los padres
para la elección de sus parejas. Si bien culturalmente ya no es habitual, Dios desea que no tomemos con liviandad
tal decisión. En la respuesta que Dios le dio al criado de Abraham podemos analizar que Dios se interesa y está
dispuesto a guiarnos e indicarnos a quién debemos entregar nuestros afectos, sólo debemos estar dispuestos a
seguir su voluntad.
Es importante que tengamos presente que nunca la voluntad de Dios es que estemos con alguien que no practique
nuestra misma fe, Dios desea nuestra felicidad plena y esta nunca la viviremos si intentamos agradar a nuestra
pareja que tiene otros intereses y a la vez agradar a Dios, no podremos tener plena comunión y tarde o temprano
terminaremos distanciándonos de Dios. Nuestro Padre quiere evitarnos sin sabores y problemas innecesarios, si de
por sí en el matrimonio a veces hay desacuerdos puesto que se tienen caracteres diferentes, una unión en yugo
desigual dificultará en mayor medida la unión y la paz del hogar.
Pídele a Dios que te guíe por medio de su Santa Palabra, que te ayude a ser paciente, que su Santo Espíritu te llene
de sabiduría y que su providencia te indique quién habrá de ser tu compañero(a) de vida. El mismo Dios de la
antigüedad es nuestro Dios y aún usa su providencia para mostrarnos su voluntad, aprendamos a escuchar su voz.
Este es un tema muy importante así que no dudes también en buscar ayuda y consejo con personas mayores que
te inspiren confianza y sabiduría y por, sobre todo, que sepas que tienen el temor de Dios.
SEMANA 22
PROFUNDIZACIÓN
Isaac presentó a sus hijos los privilegios y condiciones (de la primogenitura), y les indicó claramente que Esaú, por
ser el mayor, tenía derecho a la primogenitura. Pero Esaú no amaba la devoción, ni tenía inclinación hacia la vida
religiosa. Las exigencias espirituales que acompañaban a la primogenitura eran para él una restricción
desagradable y hasta odiosa. La ley de Dios, condición del pacto divino con Abraham, era considerada por Esaú
como un yugo servil. Inclinado a la complacencia propia, nada deseaba tanto como la libertad para hacer su gusto.
Para él, el poder y la riqueza, los festines y el alboroto, constituían la felicidad. Se jactaba de la libertad ilimitada de
su vida indómita y errante.
Por un plato de lentejas Esaú se deshizo de su primogenitura, y confirmó la transacción mediante un juramento.
Unos instantes después, a lo sumo, Esaú hubiera conseguido alimento en las tiendas de su padre; pero para
satisfacer el deseo del momento, despreció insensatamente la gloriosa herencia que Dios mismo había prometido a
sus padres. Todo su interés se concentraba en el momento presente. Estaba dispuesto a sacrificar lo celestial por lo
terreno, a cambiar un bien futuro por un placer momentáneo.
Así menospreció Esaú la primogenitura". Al deshacerse de ella, tuvo un sentimiento de alivio. Ahora su camino
estaba libre; podría hacer lo que se le antojara. ¡Cuántos aun hoy día, por este insensato placer, incorrectamente
llamado libertad, venden su derecho a una herencia pura, inmaculada y eterna en el cielo!
REFLEXIÓN
¡Cuánta diferencia podemos encontrar en estos dos hijos! Al igual que en el caso de Jacob y Esaú, nuestro futuro se
va cultivando desde los primeros años de la vida por los hábitos que se van adquiriendo. Cada decisión que
tomamos y cada actividad que realizamos nos puede o acercar o alejar de Dios. Nuestro Padre no nos llama a tener
una vida de solo orar y leer la biblia, pero espera que durante el día ocupemos nuestro tiempo en actividades que
contribuyan integralmente a nuestra formación, Él desea que nuestro crecimiento y desarrollo sea pleno, no sólo
en la parte profesional, sino también emocional y espiritualmente. Esaú no estaba interesado en las cosas eternas,
desde muy chico se centró solamente en sus aventuras terrenales y esta inclinación desde su temprana edad lo
llevó hasta a despreciar la bendición prometida por ser el hijo mayor.
En esta vida podemos encontrar muchas cosas atractivas a la vista, pero Dios nos llama a mirar por encima de lo
terrenal, a fijar nuestra vista en aquello que es eterno. Como Esaú, muchas veces despreciamos las cosas de Dios e
invertimos nuestro tiempo y recursos en cosas pasajeras, nada de lo que vivamos aquí se compara con la gloria que
Dios nos tiene guardada.
Hoy decide como Jacob emplear tu tiempo a meditar y trabajar en busca de esa bendición especial que Dios quiere
dar a sus hijos fieles.
SEMANA 23
PROFUNDIZACIÓN
Sometido siempre a los estímulos exteriores y terrenales, Esaú se casó con dos mujeres de las hijas de Het, que
adoraban dioses falsos, y su idolatría causaba amarga pena a Isaac y Rebeca. Esaú había violado una de las
condiciones del pacto, que prohibía el matrimonio entre el pueblo escogido y los paganos; pero Isaac no vacilaba en
su determinación de conferirle la primogenitura. Las razones de Rebeca, el vehemente deseo de Jacob de recibir la
bendición, la indiferencia de Esaú hacia sus obligaciones, no consiguieron cambiar la resolución del padre.
A Jacob, la idea de engañar a su padre le causaba mucha aflicción. Le parecía que tal pecado le traería maldición en
lugar de bendición. Pero sus escrúpulos fueron vencidos y procedió a hacer lo que le sugería su madre. No era su
intención pronunciar una mentira directa, pero cuando estuvo ante su padre, le pareció que había ido demasiado
lejos para poder retroceder, y valiéndose de un engaño obtuvo la codiciada bendición.
Jacob y Rebeca triunfaron en su propósito, pero por su engaño no se granjearon más que tristeza y aflicción. Dios
había declarado que Jacob debía recibir la primogenitura y si hubieran esperado con confianza hasta que Dios
obrara en su favor, la promesa se habría cumplido a su debido tiempo. Pero, como muchos que hoy profesan ser
hijos de Dios, no quisieron dejar el asunto en las manos del Señor. Rebeca se arrepintió amargamente del mal
consejo que había dado a su hijo; pues fue la causa de que quedara separada de él y nunca más volviera a ver su
rostro.
A causa de su indiferencia hacia las bendiciones y requerimientos divinos, la Escritura llama a Esaú "profano".
Representa a aquellos que menosprecian la redención comprada para ellos por Cristo, y que están dispuestos a
sacrificar su herencia celestial a cambio de las cosas perecederas de la tierra. Multitudes viven en el momento
presente, sin preocuparse del futuro.
REFLEXIÓN
Al igual que Jacob, muchas veces somos tentados a apresurar las bendiciones de Dios por nuestra cuenta, ya sea un
ascenso laboral, obtener dinero más rápido, empezar una relación amorosa más pronto de lo debido, entre otras
cosas, que sabemos que Dios nos quiere bendecir con ellas, pero no estamos dispuestos a esperar. Con esta
historia podemos recordar que tratar de interferir en los planes de Dios solo nos causará desdicha. Creemos en un
Dios que cumple lo que promete, si algo está demorando en llegar es porque hay una razón para esa espera, no
nos desesperemos, aprendamos a confiar. Jacob jamás se imaginó que esa decisión de engañar a su padre con tal
de obtener la bendición le ocasionaría tener que alejarse de por vida de su querida madre. A veces no medimos las
consecuencias de querer todo en el momento y no esperar el tiempo de Dios.
Por otro lado, Esaú nos deja como lección cuánto afecta a la familia una mala decisión amorosa, se unió con
mujeres paganas y eso trajo desdicha a sus padres. En todas las decisiones de Esaú se ve que siempre le dio más
importancia al goce temporal, no estaba dispuesto a sacrificar sus apetitos en favor de la recompensa eterna.
Muchas cosas a las que le dedicamos tiempo día con día llegarán a no tener nada de importancia de aquí a un año,
y lo que es más grave aún es que no tendrán importancia para la eternidad. Pídele cada día a Dios que te ayude a
colocar lo mejor de tu tiempo, esfuerzo y dedicación a aquello que represente mayor valor para tu vida eterna con
Jesús.
SEMANA 24
PROFUNDIZACIÓN
La noche del segundo día (de viaje de Jacob) lo encontró lejos de las tiendas de su padre. Se sentía desechado, y
sabía que toda esta tribulación había venido sobre él por su proceder erróneo. Las tinieblas de la desesperación
oprimían su alma, y apenas se atrevía a orar. Sin embargo, estaba tan completamente solo que sentía como nunca
antes la necesidad de la protección de Dios. Llorando y con profunda humildad, confesó su pecado, y pidió que se
le diera alguna evidencia de que no estaba completamente abandonado. Su corazón agobiado no encontraba alivio.
Había perdido toda confianza en sí mismo, y temía haber sido desechado por el Dios de sus padres.
Pero Dios no abandonó a Jacob. Su misericordia alcanzaba todavía a su errante y desconfiado siervo.
Compasivamente el Señor reveló a Jacob precisamente lo que necesitaba: un Salvador. Había pecado; pero su
corazón se llenó de gratitud cuando vio revelado un camino por el cual podría ser restituido a la gracia de Dios. PP
163.2 - PP 164.1
Hasta el tiempo de la rebelión del hombre contra el gobierno divino, había existido libre comunión entre Dios y el
hombre. Pero el pecado de Adán y Eva separó la tierra del cielo, de manera que el hombre no podía ya comunicarse
con su Hacedor. Sin embargo, no se dejó al mundo en solitaria desesperación. La escalera representa a Jesús, el
medio señalado para comunicarnos con el cielo. Si no hubiera salvado por sus méritos el abismo producido por el
pecado, los ángeles ministradores no habrían podido tratar con el hombre caído. Cristo une el hombre débil y
desamparado con la fuente del poder infinito. PP 165.1
El cristiano ha de repasar muchas veces su vida pasada, y recordar con gratitud las preciosas obras que Dios ha
realizado en su favor, sosteniéndole en la tentación, abriéndole caminos cuando todo parecía tinieblas y obstáculos,
y dándole nuevas fuerzas cuando estaba por desmayar. Debe reconocer todo esto como pruebas de la protección
de los ángeles celestiales. En vista de estas innumerables bendiciones debe preguntarse muchas veces con corazón
humilde y agradecido: "¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo?" PP 165.5
REFLEXIÓN
No importa cuánto has fallado, ni cuán bajo has caído, si con corazón sincero confiesas tu pecado a Dios, Él te
escuchará y no sólo eso, te dará también la seguridad de la salvación. Jacob sentía que por su pecado ya Dios lo
había abandonado, pero cuán hermoso es nuestro Padre que nunca nos abandona, el que empezó la buena obra
en nosotros la terminará. Dios anhela tu salvación, su mayor sueño es gozar de la eternidad a tu lado, así que no te
desanimes, no desistas si has fallado, aún hay oportunidad de levantarse y subir al cielo por medio de Jesús. Cristo
es esa escalera que nos conecta con nuestro Padre.
El pecado separó al hombre de Dios, pero nuestro Padre en su infinito amor ya tenía un plan ideado para
conectarnos con Él, gracias a la obra de Jesús al venir a esta tierra entregándose como nuestro Salvador, podemos
reconciliarnos con Dios. Cada día podemos acudir a Dios y por los méritos de Jesús tener la seguridad de que
nuestras oraciones serán respondidas. En el sueño de Jacob, él vio a los ángeles subiendo y bajando por la escalera.
Esta revelación nos muestra también a nosotros que todo el cielo está interesado e involucrado en nuestra
salvación.
Qué hermoso es saber que nuestro Dios ansía salvarnos y nos ha provisto los medios para la victoria. Recordar sus
liberaciones pasadas y cómo nos ha fortalecido y abierto puertas en diversas ocasiones, nos ayuda a acrecentar
nuestra fe. El reto es vivir por fe, Dios ya prometió su bendición. Al igual que Jacob decide hoy ser fiel y
agradecido(a) con lo que Dios te ha dado. Finalmente recuerda que Dios no te dejará hasta que haya hecho lo que
prometió hacer en ti.
SEMANA 25
PROFUNDIZACIÓN
En los tiempos antiguos era costumbre que el novio, antes de confirmar el pacto matrimonial, pagara al padre de su
novia, según las circunstancias, cierta suma de dinero o su valor en otros efectos. Esto se consideraba como
garantía del matrimonio. No les parecía seguro a los padres confiar la felicidad de sus hijas a hombres que no
habían hecho provisión para mantener una familia. Si no eran bastante frugales y enérgicos para administrar sus
negocios y adquirir ganado o tierras, se temía que su vida fuera inútil. Pero se hacían arreglos para probar a los que
no tenían con que pagar la dote de la esposa.
Se les permitía trabajar para el padre cuya hija amaban, durante un tiempo, que variaba según la dote requerida.
Cuando el pretendiente era fiel en sus servicios, y se mostraba digno también en otros aspectos, recibía a la hija por
esposa, y, generalmente, la dote que el padre había recibido se la daba a ella el día de la boda. PP 167.1
Esta antigua costumbre, aunque muchas veces se prestaba al abuso, como en el caso de Labán, producía buenos
resultados. Cuando se pedía al pretendiente que trabajara para conseguir a su esposa, se evitaba un casamiento
precipitado, y se le permitía probar la profundidad de su amor y su capacidad para mantener a su familia. En
nuestro tiempo, resultan muchos males de una conducta diferente. Muchas veces ocurre que antes de casarse las
personas tienen poca oportunidad de familiarizarse con sus mutuos temperamentos y costumbres; y en cuanto a la
vida diaria, cuando unen sus intereses ante el altar, casi no se conocen. Muchos descubren demasiado tarde que no
se adaptan el uno al otro, y el resultado de su unión es una vida miserable. Muchas veces sufren la esposa y los
niños a causa de la indolencia, la incapacidad o las costumbres viciosas del marido y padre. Si, como lo permitía la
antigua costumbre, se hubiera probado el carácter del pretendiente antes del casamiento, habrían podido evitarse
muchas desgracias.
[V.20-> Porque la amaba. Jacob mostró su amor por Raquel no sólo por su buena disposición para servir siete años
por ella sino, aún más, por el espíritu con el que trabajó para su tío avariento. Aunque fueron muchos los días que
debieron pasar antes de que Raquel fuera su esposa, le resultaron felices por su amor a ella. Las palabras usadas
por Moisés para expresar el profundo amor de Jacob respiran un afecto puro y una tierna dedicación.]
REFLEXIÓN
En esta historia podemos resaltar que amar va más allá de solo palabras, el amor verdadero se demuestra con
hechos. Hoy te invito a completar este formato con lo que tu creatividad y la dirección de Dios te indique.
- Separando los primeros minutos del día para hacer mi culto personal
- Escuchándolos respetuosamente
-
SEMANA 26
PROFUNDIZACIÓN
Después de luchar con el Ángel, "El patriarca estaba imposibilitado y sufría el dolor más agudo, pero no aflojó su
asidero. Completamente arrepentido y quebrantado, se aferró al Ángel y "lloró, y le rogó" (Oseas 12:4), pidiéndole la
bendición. Necesitaba tener la seguridad de que su pecado había sido perdonado. El dolor físico no bastaba para
apartar su mente de este objetivo. Su decisión se fortaleció y su fe se intensificó en fervor y perseverancia hasta el
fin.
Jacob alcanzó la bendición que su alma había anhelado. Su pecado como suplantador y engañador había sido
perdonado. La crisis de su vida había pasado. La duda, la perplejidad y los remordimientos habían amargado su
existencia; pero ahora todo había cambiado; y fue dulce la paz de la reconciliación con Dios. Jacob ya no tenía
miedo de encontrarse con su hermano. Dios, que había perdonado su pecado, podría también conmover el
corazón de Esaú para que aceptara su humillación y arrepentimiento.
Esta será la experiencia del pueblo de Dios en su lucha final con los poderes del mal. Dios probará la fe de sus
seguidores, su constancia, y su confianza en el poder de él para librarlos. Satanás se esforzará por aterrarlos con el
pensamiento de que su situación no tiene esperanza; que sus pecados han sido demasiado grandes para alcanzar
el perdón. Tendrán un profundo sentimiento de sus faltas, y al examinar su vida, verán desvanecerse sus
esperanzas. Pero recordando la grandeza de la misericordia de Dios, y su propio arrepentimiento sincero, pedirán
el cumplimiento de las promesas hechas por Cristo a los pecadores desamparados y arrepentidos. Su fe no faltará
porque sus oraciones no sean contestadas en seguida. Se aferrarán al poder de Dios, como Jacob se aferró al ángel
del Ángel, y el lenguaje de su alma será: "No te dejaré, si no me bendices”.
Los que no estén dispuestos a dejar todo pecado ni a buscar seriamente la bendición de Dios, no la alcanzarán.
Pero todos los que se apoyen en las promesas de Dios como lo hizo Jacob, y sean tan vehementes y constantes
como lo fue él, alcanzarán el éxito que él alcanzó. "¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él
día y noche? ¿Se tardará en responderles?" Lucas 18:7, 8. PP 179.2 - PP 179.3
REFLEXIÓN
Jacob había recibido la promesa de protección de Dios ya hacía 20 años en Betel por medio del sueño de la
escalera, sin embargo, ahora al retornar a su tierra sintió temor de su hermano. Es normal que como humanos
sintamos miedo, Dios conoce nuestras debilidades, por ello fue misericordioso con Jacob y le envió sus ángeles
como señal de su presencia y protección. A pesar de esto Jacob siguió con temor y fue necesario que el mismo
Ángel de Jehová se presentara ante él. Estas dos manifestaciones de la presencia de Dios deben servirnos como
consuelo y seguridad cada vez que pasemos por dificultades. Dios nos envía a sus ángeles para auxiliarnos y no
sólo eso, Jesús mismo está a nuestro lado dispuesto a bendecirnos, librarnos de nuestros enemigos y darnos la
salvación.
En la lucha que tuvo Jacob con el Ángel podemos rescatar varias lecciones para nuestra vida. Hay siempre dos
caminos y hoy quiero que los analicemos juntos y que decidas cuál vas a elegir.
Puedes dejarte vencer por el remordimiento y la culpa que el enemigo quiere que tengas o puedes rendirte
sinceramente ante Dios y recibir su perdón y su gracia.
Puedes orar pidiendo la bendición de Dios cada vez que lo recuerdes, o puedes clamar insistentemente hasta
recibir aquello que siempre has anhelado y estás segur@ de que Dios prometió dártelo.
Puedes dejarte vencer por tus temores y dudas y no avanzar hacia tus sueños, o puedes aferrarte al brazo
poderoso de Dios hasta tener la fortaleza y seguridad de que te dará la victoria.
Hoy decide confiar en ese Dios de amor dispuesto a borrar tu pasado y restaurarte a una nueva vida. Aférrate a Él,
no sueltes su brazo hasta que recibas la paz de su salvación. Ahora es tu momento de CLAMAR al Señor.
SEMANA 27
PROFUNDIZACIÓN
El pecado de Jacob y la serie de sucesos que había acarreado no dejaron de ejercer su influencia para el mal, y ella
produjo amargo fruto en el carácter y la vida de sus hijos. Cuando estos hijos llegaron a la adultez, cometieron
graves faltas. Las consecuencias de la poligamia se revelaron en la familia. Este terrible mal tiende a secar las
fuentes mismas del amor, y su influencia debilita los vínculos más sagrados. Los celos de las varias madres habían
amargado la relación familiar; los niños eran contenciosos y contrarios a la dirección, y la vida del padre fue
nublada por la ansiedad y el dolor.
Sin embargo, hubo uno de carácter muy diferente; a saber, el hijo mayor de Raquel, José, cuya rara hermosura
personal no parecía sino reflejar la hermosura de su espíritu y su corazón. Puro, activo y alegre, el joven reveló
también seriedad y firmeza moral. Escuchaba las enseñanzas de su padre y se deleitaba en obedecer a Dios. Las
cualidades que lo distinguieron más tarde en Egipto, la benignidad, la fidelidad y la veracidad, aparecían ya en su
vida diaria. Habiendo muerto su madre, sus afectos se aferraron más estrechamente a su padre, y el corazón de
Jacob estaba ligado a este hijo de su vejez. "Amaba ... a José mas que a todos sus hijos". PP 186.1 - PP 186.2
Pero hasta este cariño había de ser motivo de pena y dolor. Inprudentemente Jacob dejó ver su predilección por
José, y esto motivó los celos de sus demás hijos. PP 186.3
Finalmente llegó el día que cambiaría para siempre la vida de esa familia. Los hermanos de José decidieron
venderlo aún cuando bien les suplicó q no lo hicieran…
Después de matar un cabrito, tiñeron con su sangre la ropa de José, y la llevaron a su padre, diciéndole que la
habían encontrado en el campo, y que temían que fuera la de su hermano. "Reconoce ahora -dijeron- si es o no la
ropa de tu hijo".
Con temor habían esperado esta escena, pero no estaban preparados para la angustia desgarradora, ni para el
completo abandono al dolor que tuvieron que presenciar. "Es la túnica de mi hijo; alguna mala bestia lo devoró;
José ha sido despedazado".
Sus hijos trataron inútilmente de consolarlo. Entonces Jacob rasgó sus vestidos, se puso ropa áspera sobre su
cintura y guardó luto por su hijo durante muchos días. El tiempo no parecía aliviar su dolor. "¡Descenderé enlutado
junto a mi hijo hasta el seol!", era su grito desesperado.
Los jóvenes estaban aterrados por lo que habían hecho; y sin embargo, espantados por los reproches que les haría
su padre, seguían ocultando en sus propios corazones el conocimiento de su culpa, que aun a ellos mismos les
parecía enorme. PP 189.1
REFLEXIÓN
La prudencia es una valiosa virtud que sin duda podría haber cambiado esta historia. Jacob de forma imprudente
mostró sus cariños privilegiados por uno de sus hijos y esto ocasionó la envidia de sus hermanos. Por su parte José,
luego de tener esos sueños especiales decidió divulgarlos sin pensar en lo que ocasionaría y así aumentó la rabia
que sus hermanos tenían en su contra. Al igual que Jacob y José, los 10 hermanos actuaron sin medir las
consecuencias y cuánto dolor no le ocasionaron a su hermano, a su padre y a ellos mismos. Esta historia nos
recuerda que es súper importante pedir día a día la dirección de Dios antes de cualquier decisión, hasta para la
compra de un sencillo regalo podemos pedir la guía divina, necesitamos también aprender a pensar antes de
actuar, a tener consciencia de que cada acción o palabra tendrá sus consecuencias y a no dejarnos controlar por las
emociones del momento sino nosotros controlar las emociones en el momento.
La vida de José es también un llamado de atención a que no hay excusa para no vivir una vida recta. José estaba
rodeado de malos ejemplos, todos sus hermanos deshonraban a su padre y a Dios, sin embargo, eso no lo desvió
de su camino.
José desde muy chico se deleitó en obedecer a Dios y esa fidelidad ejercitada desde pequeño fue el cimiento de una
vida fiel a lo largo de todos sus días. Puedes estar rodeado de influencias negativas, aun así, no te desanimes
recuerda que con Cristo todo lo puedes y Él te llama a marcar la diferencia. Hoy decide ser luz en medio de este
mundo de tanta oscuridad. Brilla en tu hogar, brilla en tu escuela, brilla en tu vecindario, brilla en cada lugar en que
estés, recuerda que si Dios te puso allí fue con un propósito de salvación. Pídele a Dios hoy en oración que te ayude
a brillar con su luz celestial.
SEMANA 28
PROFUNDIZACIÓN
José creyó que el Dios de sus padres sería su Dios. Entonces, allí mismo, se entregó por completo al Señor, y oró
para pedir que el Guardián de Israel estuviera con él en el país adonde iba desterrado. Su alma se conmovió y tomó
la decisión de ser fiel a Dios y de actuar en cualquier circunstancia como convenía a un súbdito del Rey.
La notable prosperidad que acompañaba a todo lo que se encargara a José no era resultado de un milagro directo,
sino que su trabajo, su interés y su energía fueron coronados con la bendición divina.
Pero la fe e integridad de José habían de acrisolarse mediante pruebas de fuego. La esposa de su amo trató de
seducir al joven a violar la ley de Dios. Hasta entonces había permanecido sin mancharse con la maldad que
abundaba en aquella tierra págana; pero ¿cómo enfrentaría esta tentación, tan repentina, tan fuerte, tan
seductora? José sabía muy bien cuál sería el resultado de su resistencia. Por un lado, había encubrimiento, favor y
premios; por el otro, desgracia, prisión, y posiblemente la muerte. Toda su vida futura dependía de la decisión de
ese momento. ¿Triunfarían los buenos principios? ¿Se mantendría fiel a Dios? Los ángeles presenciaban la escena
con indecible ansiedad.
Si abrigáramos habitualmente la idea de que Dios ve y oye todo lo que hacemos y decimos, y que conserva un fiel
registro de nuestras palabras y acciones, a las que tendremos que hacer frente en el día final, temeríamos pecar.
Recuerden siempre los jóvenes que en cualquier lugar que estén, y no importa lo que hagan, están en la presencia
de Dios. Ninguna parte de nuestra conducta escapa a su mirada. No podemos esconder nuestros caminos al
Altísimo. Las leyes humanas, aunque algunas veces son severas, a menudo se violan sin que tal cosa se descubra; y
por lo tanto, las transgresiones quedan sin castigo. Pero no sucede así con la ley de Dios. La más oscura
medianoche no es cortina para el culpable. Puede creer que está solo; pero para cada acto hay un testigo invisible.
Los motivos mismos del corazón están abiertos a la inspección divina. Todo acto, toda palabra, todo pensamiento
están tan exactamente anotados como si hubiera una sola persona en todo el mundo, y como si la atención del
cielo estuviera concentrada sobre ella.
REFLEXIÓN
José es uno de mis personajes favoritos de la biblia, ya que representa para mí un gran ejemplo a seguir. Es fácil ser
fiel a Dios cuando todo marcha bien, pero la fidelidad se pone a prueba cuando al parecer Dios se ha olvidado de
nosotros. José decidió confiar en el Dios de su padre y esa fe fue la clave de su éxito en Egipto. Sería grandioso que
de ti y de mí se pudiera decir, y Jehová está con (tu nombre) y todo lo que hace Jehová lo hace prosperar en su
mano. Dios hoy quiere prosperar tu camino, pero para alcanzar esa bendición hay ciertos requisitos, analizaremos
dos a continuación.
Requisito 1: Vivir conscientes de la presencia de Dios. Muchas veces podemos actuar correctamente por el simple
hecho de que hay alguien que nos está observando, pero cuando ya sabemos que nadie nos ve actuamos como
realmente somos. Si vivimos conscientes de que Dios nos está viendo y de que queremos agradarle en todo
momento, sin duda nuestra vida se convertirá en un homenaje al Rey eterno, siempre haremos lo debido porque
deseamos honrarlo y a Dios le complace bendecir a sus hijos fieles.
Requisito 2: Ser dedicado y diligente. Dios recompensó el esfuerzo de José. A pesar de que injustamente estaba
siendo tratado como esclavo, José nunca se quejó, ni realizó sus labores de mala gana, antes fue más dedicado de
lo que se acostumbraba en un esclavo. Dios hoy te llama a cumplir tus labores en tu casa, estudio, trabajo, iglesia o
comunidad, no haciendo solo lo requerido sino realizando todo como si fuera para Dios. Ese empeño y dedicación
que colocas en tus labores Dios hará que den sus frutos y también obrará según su voluntad para que halles gracia
ante quizás ese profesor gruñón al que todos temen o ante tu jefe, o ¿por qué no? ante autoridades del gobierno.
Dios te quiere prosperar, no importa el lugar en donde estés, si decides serle fiel Dios te pondrá en alto allí,
recuerda Dios te hizo para que fueras cabeza y no cola. Hoy renueva tu compromiso de fidelidad con Dios, pídele su
bendición. Él ya lo prometió, aférrate a su promesa.
SEMANA 29
PROFUNDIZACIÓN
Al principio, José fue tratado con gran severidad por sus carceleros. El salmista dice: "Afligieron sus pies con grillos;
en cárcel fue puesta su persona. Hasta la hora en que se cumplió su palabra, el dicho de Jehová lo probó". Salmos
105:18, 19. Pero el verdadero carácter de José resplandeció, aun en la oscuridad del calabozo. Mantuvo firmes su fe
y su paciencia; los años de su fiel servicio habían sido compensados de la manera más cruel; no obstante, esto no lo
transformó en una persona sombría ni desconfiada. Tenía la paz que emana de una inocencia consciente, y confió
su caso a Dios. No caviló en los perjuicios que sufría, sino que olvidó sus penas y trató de aliviar las de los demás.
Encontró un trabajo que hacer, aun en la prisión. Dios lo estaba preparando en la escuela de la aflicción, para que
fuera de mayor utilidad, y no rehusó someterse a la disciplina que necesitaba. En la cárcel, presenciando los
resultados de la opresión y la tiranía, y los efectos del crimen, aprendió lecciones de justicia, solidaridad y
misericordia que lo prepararían para ejercer el poder con sabiduría y compasión. PP 194.3
Poco a poco José ganó la confianza del carcelero, y se le confió por fin el cuidado de todos los presos. Fue el trabajo
que ejecutó en la prisión, la integridad de su vida diaria, y su solidaridad con los que estaban en dificultad y
congoja, lo que le abrió paso hacia la prosperidad y los honores futuros. Cada rayo de luz que derramamos sobre
los demás se refleja sobre nosotros mismos. Toda palabra bondadosa y compasiva que se diga a los angustiados,
todo acto que tienda a aliviar a los oprimidos, y toda dádiva que se otorgue a los necesitados, si son impulsados por
motivos sanos, resultarán en bendiciones para el dador. PP 195.1
Después de interpretar los sueños al copero y al panadero. El principal de los coperos vio su sueño cumplido en
todo detalle; pero cuando fue reintegrado al favor real, ya no se acordó de su benefactor. PP 195.3
Durante dos años más, José permaneció preso. La esperanza que se había encendido en su corazón se desvaneció
poco a poco, y a todas las otras tribulaciones se agregó el amargo aguijón de la ingratitud.
Pero una mano divina estaba por abrir las puertas de la prisión.
REFLEXIÓN
A José Dios le había otorgado un don especial y a pesar de las circunstancias él no dudó en usarlo. A veces
colocamos excusas para no aprovechar nuestras habilidades para ayudar a otros, Dios nos dotó de distintos dones
para poder ser útiles en este mundo y es nuestro deber aprovecharlos y no esconderlos.
José pasó por situaciones muy difíciles y sin embargo nunca renegó de Dios, pacientemente esperó y confió en la
voluntad de Dios.
Quizás estés pasando por una situación difícil y aún no llega la respuesta de Dios, sin embargo, hoy te invito a
confiar y esperar pacientemente en Él por que Dios está al control.
SEMANA 30
PROFUNDIZACIÓN
"El faraón dijo a José: "Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo intérprete; pero he oído decir de ti que oyes sueños
para interpretarlos". Respondió José al faraón: "No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia al faraón"". La
respuesta de José al rey revela su humildad y su fe en Dios. Modestamente rechazó el honor de poseer en sí mismo
sabiduría superior. "No está en mí". Únicamente Dios puede explicar estos misterios.
Desde el calabozo, José fue exaltado a la posición de gobernante de toda la tierra de Egipto. Era un puesto
honorable; sin embargo, estaba lleno de dificultades y riesgos.
Uno no puede ocupar un puesto elevado sin exponerse al peligro. Así como la tempestad deja incólume a la
humilde flor del valle mientras desarraiga al majestuoso árbol de la cumbre de la montaña, así los que han
mantenido su integridad en la vida humilde pueden ser arrastrados al abismo por las tentaciones que acosan al
éxito y al honor mundanos. Pero el carácter de José soportó la prueba tanto de la adversidad como de la
prosperidad. Manifestó en el palacio del faraón la misma fidelidad hacia Dios que había demostrado en su celda de
prisionero. Era aún extranjero en tierra pagana, separado de su parentela que adoraba a Dios; pero creía
plenamente que la mano divina había guiado sus pasos, y confiando siempre en Dios, cumplía fielmente los
deberes de su puesto. Mediante José la atención del rey y de los grandes de Egipto fue dirigida hacia el verdadero
Dios; y a pesar de que siguieron unidos a la idolatría, aprendieron a respetar los principios revelados en la vida y el
carácter del adorador de Jehová.
¿Cómo pudo José dar tal ejemplo de firmeza de carácter, rectitud y sabiduría? En sus primeros años había seguido
el deber antes que su inclinación; y la integridad, la confianza sencilla y la disposición noble del joven fructificaron
en las acciones del hombre. Una vida sencilla y pura había favorecido el desarrollo vigoroso de las facultades tanto
físicas como intelectuales. La comunión con Dios mediante sus obras y el estudio de las grandes verdades
confiadas a los herederos de la fe habían elevado y ennoblecido su naturaleza espiritual al ampliar y fortalecer su
mente como ningún otro estudio pudo haberlo hecho. La atención fiel al deber en toda posición, desde la más baja
hasta la más elevada, había educado todas sus facultades para el más alto servicio. El que vive de acuerdo con la
voluntad del Creador adquiere con ello el desarrollo más positivo y noble de su carácter. "El temor del Señor es la
sabiduría, y el apartarse del mal la inteligencia". Job 28:28.
Pocos se dan cuenta de la influencia de las cosas pequeñas de la vida en el desarrollo del carácter. Ninguna tarea
que debamos cumplir es realmente pequeña. Las variadas circunstancias que afrontamos día tras día están
concebidas para probar nuestra fidelidad, y han de capacitarnos para mayores responsabilidades. Adhiriéndose a
los principios rectos en las transacciones ordinarias de la vida, la mente se acostumbra a mantener las demandas
del deber por encima del placer y de las inclinaciones propias. Las mentes disciplinadas en esta forma no vacilan
entre el bien y el mal, como la caña que tiembla movida por el viento; son fieles al deber porque han desarrollado
hábitos de lealtad y veracidad. Mediante la fidelidad en lo mínimo, adquieren fuerza para ser fieles en asuntos
mayores.
Un carácter recto es de mucho más valor que el oro de Ofir. Sin él nadie puede llegar a un cargo honorable. Pero el
carácter no se hereda. No se puede comprar. La excelencia moral y las buenas cualidades mentales no son el
resultado de la casualidad. Los dones más preciosos carecen de valor a menos que sean aprovechados.
REFLEXIÓN
Cada situación que vivimos debemos aprovecharla como aprendizaje de vida. Dios permite que pasemos por
distintas situaciones y así nos prepara para enfrentar nuevos y más grandes desafíos. Si vives cada día y aprender a
ser fiel y obrar sabiamente en cosas pequeñas, estarás capacitado para mayores cosas.
Puede que ahora desees tener muchas cosas, tengas altos sueños y metas elevadas, recuerda que puedes llegar a
las alturas, pero hay que recorrer un camino antes, las cosas que llegan fácil, también fácilmente se van. La
perseverancia es una virtud que pocos poseen y sin embargo es muy valiosa.
Hoy pídele a Dios paciencia, cuéntale tus sueños y pídele que los haga realidad según sea su voluntad. Recuerda
que los planes de Dios siempre son mejores y sus tiempos son perfectos.
SEMANA 31
PROFUNDIZACIÓN
Durante los años en que José había estado separado de sus hermanos, estos hijos de Jacob habían cambiado de
carácter. Habían sido envidiosos, turbulentos, engañosos, crueles y vengativos; pero ahora, al ser probados por la
adversidad, se mostraron desinteresados, fieles el uno al otro, consagrados a su padre y sujetos a su autoridad,
aunque ya tenían bastante edad.
José se había comunicado con ellos mediante un intérprete, y sin sospechar que el gobernador los comprendía,
conversaron libremente el uno con el otro en su presencia. Se acusaron mutuamente de cómo habían tratado a
José: "Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos
rogaba y no lo escuchamos; por eso ha venido sobre nosotros esta angustia". Rubén que había querido librarlo en
Dotán, agregó: "No os hablé yo y dije: "No pequéis contra el joven, pero no me escuchásteis; por eso ahora se nos
demanda su sangre".
[Cuando ocurrió lo de la copa] En su profundo dolor, Judá se acercó al gobernador y exclamó: "¡Ay, señor mío!, te
ruego que permitas a tu siervo decir una palabra a oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo,
pues tú eres como el faraón". Con palabras de conmovedora elocuencia describió el profundo pesar de su padre
por la pérdida de José, y su rechazo a permitir que Benjamín viajara con ellos a Egipto, pues era el único hijo que le
quedaba de su madre Raquel, a quien Jacob había amado tan tiernamente. "
José estaba satisfecho. Había visto en sus hermanos los frutos del verdadero arrepentimiento. Al oír el noble
ofrecimiento de Judá, ordenó que todos excepto estos hombres se retiraran; entonces, llorando en alta voz,
exclamó: "Yo soy José: ¿Vive aún mi padre?“ Sus hermanos permanecieron inmóviles, mudos de temor y asombro.
¡El gobernador de Egipto era su hermano José, a quien por envidia habían querido asesinar, y a quien por fin habían
vendido como esclavo! Todos los tormentos que le habían hecho sufrir pasaron ante ellos. Recordaron cómo
habían menospreciado sus sueños, y cómo habían luchado por evitar que se cumplieran. Sin embargo, habían
participado en el cumplimiento de esos sueños; y ahora estaban por completo a merced de él, y sin duda alguna, él
se vengaría del daño que había sufrido. Viendo su confusión, les dijo amablemente: "Acercaos ahora a mí", y
cuando se acercaron, él prosiguió: "Yo soy José vuestro hermano el que vendisteis a los egipcios. Ahora pues, no os
entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para salvar vidas me envió Dios delante de vosotros".
Considerando que ya habían sufrido ellos lo suficiente por su crueldad hacia él, noblemente trató de desvanecer
sus temores y de reducir la amargura de su remordimiento.
"Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales no habrá
arada ni siega. Dios me envió delante de vosotros para que podáis sobrevivir sobre la tierra, para daros vida por
medio de una gran liberación. Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre del
faraón, por señor de toda su casa y por gobernador en toda la tierra de Egipto. Daos prisa, id a mi padre y decidle:
"Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; ven a mí, no te detengas.
Después de esto, sus hermanos hablaron con él". Confesaron humildemente su pecado, y le pidieron perdón.
Durante mucho tiempo habían sufrido ansiedad y remordimiento, y ahora se llenaron de gozo al ver que José
estaba vivo.
REFLEXIÓN
¿Te has enojado fuertemente contra algún amigo o familiar? No dejes que tu enojo avance con el tiempo porque no
sabes hasta donde te llevará. A los hermanos de José los llevó a venderlo como esclavo, algo súper fuerte, que
nunca pudieron dejar atrás puesto que la culpa no los dejó en paz. Los crímenes y maldades del mundo se originan
en la mente, así que cuida tus pensamientos porque después serán actos.
La historia de estos hermanos con José también nos recuerda que nunca es tarde para pedir perdón, si recuerdas
algo que le hiciste a alguien, hoy puede ser un buen día para mencionarle a esa persona si así lo sientes de corazón,
que te arrepientes del daño que le hiciste.
Ahora coloquémonos en los zapatos de José, ¿estarías dispuesto a perdonar de esta manera? Solo Dios puede
ayudarnos a perdonar, pero necesitamos estar dispuestos. Recuerda que el perdón no libera a la otra persona, sino
que te libera a ti principalmente. Piensa hoy si hay alguien a quien aún no has perdonado y si así lo deseas pídele a
Dios que te ayude a ser libre del rencor.