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Publicado el 11/Junio/2005 | 00:00 Las ltimas reformas al Cdigo Penal, en el captulo de delitos sexuales, dejaron tres "hoyos" que

impiden que la reforma sea ntegra y a favor de la niez y las mujeres. El estupro se mantuvo y, para las organizaciones de defensa y proteccin a los nios y nias, es la figura que facilita evitar la acusacin por violacin. Igual se dej de lado la acusacin por embarazo y esterilizacin forzados. Por tanto, se plantea una nueva reforma. Elsa Beatriz, madre a los 13 El caso de esta menor es una denuncia de las cinco mil que anualmente se hacen en el Ecuador de violencia y abuso sexual contra menores de edad, en diversas entidades. Las organizaciones de proteccin sealan: la cifra puede ser mayor En julio se cumple un ao de la partida forzada de Elsa Beatriz. Viva en Chillanes, provincia de Bolvar; haba dejado la escuela y se dedicaba a trabajar como cocinera en una casa particular. No haba cumplido los 13 aos y Nelson Daquilema Toabanda, de 18, se la llev a Quito. Antes, los padres sospechaban que algo ocurra entre los dos, pero no le dieron mucha importancia. Solo sintieron la gravedad del asunto cuando Elsa Beatriz desapareci. Pocos meses despus, ella qued embarazada. En dos semanas ms podra dar a luz, pero nadie garantiza que la salud de ella y su hijo soporten el parto. Daquilema le ha dado palizas, la ha dejado sin comer durante ocho das. En un centro mdico de Chaguarquingo le advirtieron que era un embarazo de alto riesgo. Cuando llevaba cinco meses de embarazo, la nia coment a una de sus tas que le dola todo el cuerpo. Daquilema la golpeaba en el vientre. Y no era el nico caso de este tipo en su familia: Vernica (19), hermana mayor de Elsa Beatriz, tambin fue raptada y golpeada por Jorge, el hermano de Nelson. Ahora ellos viven en Guaranda, con una nia de ocho meses, a la cual el padre la golpe varias veces y hasta le dieron convulsiones. Lo mismo hizo otro Daquilema con la hermana mayor de todas: Mnica, de 21 aos. Los testimonios de los familiares de Elsa Beatriz revelan que los hermanos Daquilema estn acostumbrados a llevarse a menores de edad, dejarlas embarazadas y luego abandonarlas, "para no comprometerse con nada". El 10 de agosto pasado, el padre de Elsa Beatriz, Gerardo, hizo la denuncia por rapto en la Polica Judicial y en la Fiscala, pero solo hasta la semana que culmina se pudo acelerar el trmite por la presin de los vecinos y amigos de la familia. Todos ellos temen por la vida de Elsa Beatriz. Claro, Gerardo tambin, por la suya: los hermanos Daquilema,

con sus amigos del barrio Chaguarquingo le han amenazado de muerte si denuncia a la Polica. Hace cinco meses, lo arrinconaron en una esquina y le soltaron la advertencia. Una de sus tas, Teresa, vivi de cerca cmo Daquilema maltrataba a su sobrina. Era su vecina y solo la separaba una puerta: "Ese tipo no trabajaba, no haca nada, solo pasaba metido en la casa y mi marido y yo les dbamos desayuno, almuerzo y merienda. Un da mi esposo me dijo que les estbamos malenseando. Entonces, dejamos de darles de comer. Ah fue cuando se encerraron en el cuarto durante ocho das y no salieron para nada. No se oa nada, pero, al salir, la Elsa tena los ojos bien llorados". Todo ello ocurri hace unos cuatro meses, en el barrio Chaguarquingo. Luego, Daquilema se la llev para Tumbaco, a una finca, ubicada en la zona de Collaqu. El 21 de abril de 2005, un amigo del barrio llev a Gerardo hasta la Junta Metropolitana de Proteccin de Derechos, del Distrito Metropolitano. En la denuncia nmero 079-JMPD-05 se describe la situacin de Elsa Beatriz y se solicita que la nia "sea localizada, trasladada provisionalmente a una casa de proteccin de adolescentes embarazadas, para su posterior reingreso a la casa paterna, una vez que se asegure que el seor Daquilema y sus hermanos no van a allanarlos nuevamente y una vez que se le proporcione la asistencia psicolgica que requiere". En el mismo documento, firmado por Ernesto Delgado, miembro de la Junta, se solicitaba la intervencin de la Direccin Nacional de Polica Especializada para Nios, Nias y Adolescentes (Dinapn), el envo de la menor a la Casa Mercedes de Jess Molina, en San Carlos de Alangas, y que la Fiscala incorpore la denuncia en el expediente presentado por Gerardo en agosto de 2004. Sin embargo, no pas absolutamente nada desde esa fecha. Ahora, Gerardo est dispuesto a recuperar a su hija y que se sancione penalmente a Nelson Daquilema, pues su hija est a punto de dar a luz y teme por su vida. El pasado jueves acept reactivar la denuncia y el viernes, por la maana, lleg a la Fiscala de Pichincha. Como el caso fue denunciado primero en la Unidad de Delitos contra la Vida, se reinici en esa instancia; pero legalmente ahora le corresponde a la fiscal de Delitos Sexuales, Alva Luca Moreno. Con las nuevas reformas al Cdigo Penal, segn la fiscal, Nelson Daquilema debera ser procesado por violacin, al haber seducido y raptado a una menor de 14 aos con fines sexuales. Eso s, lo que podra ocurrir es que sea sentenciado con una pena no mayor de tres aos, cuando por violacin debera recibir una condena de 12 a 16 aos, si algn juez optara por la figura de estupro, que se mantiene en el Cdigo Penal, puesto que el acusado podra justificar haber actuado con consentimiento de Elsa Beatriz. El fiscal Henry Estrada dispuso ayer en la instruccin fiscal nmero 4003-2.004-Hem, que el juez primero de lo Penal de Pichincha, Antonio Guerrero, autorizara "el allanamiento del inmueble que se dice queda

ubicado en la parroquia Tumbaco, cantn Quito, barrio Collaqu, calle Los Pinos, pasando el colegio Ameritek, en una finca que se dice cuida el denunciado Nelson Daquilema". Pero al acudir ante el juez, los auxiliares y el secretario del juzgado dijeron a Gerardo que Antonio Guerrero estaba en un seminario y no poda autorizar nada. Entonces, todo el trmite qued para la prxima semana. (OP) La reforma tiene tres "hoyos" Las entidades de proteccin y ayuda a nios y mujeres indican que el Cdigo Penal no fue tratado con la suficiente responsabilidad legislativa. Varias figuras legales anacrnicas se conservaron en la ley Varias organizaciones sociales sealan que quedaron grandes "hoyos" en las reformas al Cdigo Penal sobre delitos sexuales. Roco Rosero, directora ejecutiva del Consejo Nacional de las Mujeres (Conamu), indica que el Cdigo arrastra viejas figuras como la del estupro en el artculo 509 ("Llmase estupro la cpula con mujer honesta empleando la seduccin o engao para alcanzar su consetimiento"). Si bien los diputados cambiaron la palabra "mujer" por "persona" (para quitar la connotacin machista del artculo), se mantiene la nocin de "persona honesta" que, segn Rosero, "est sujeta a la subjetividad (la honestidad) y no a un hecho objetivo (la integridad sexual)". La figura implica discriminacin en el juicio, pues la vctima debe probar ese "honor". Si no puede hacerlo, el consentimiento de la persona se sugiere, el delito desaparece y el culpable es salvado. El Conamu subraya la omisin de las figuras de embarazo y esterilizacin forzados. Silvia Amores, abogada de la institucin, dice que estos crmenes (que se refieren al embarazo o a la esterilidad como formas de amenaza, manipulacin, o como armas de guerra) se contemplan en artculo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, firmado por el Ecuador en febrero de 2002, por lo que se los debera tener en nuestra legislacin. El Conamu tambin pide la derogacin del artculo 508 sobre atentados al pudor, que se dej mientras que se elimin el resto (505, 506, 507 y 511). Adems, la organizacin solicita que se revisen los errores de transcripcin del Cdigo, para evitar la malinterpretacin de la ley . (GGS) Hay que incorporar nuevas figuras No al veto de las nuevas leyes Luis Fernando Torres es el nuevo presidente de la Comisin de lo Civil y

lo Penal en el Congreso Nacional, y con l se aprobaron las reformas en la nueva codificacin sobre los delitos sexuales. Cules son, a su criterio, las principales reformas que se hicieron al Cdigo Penal? Las reformas ms importantes son aquellas que hoy sancionan, con penas bastante altas y drsticas, el abuso sexual, la trata de personas con fines sexuales, el turismo sexual y la pornografa infantil. La extensin de las penas ms altas va entre los 16 y los 25 aos de reclusin, pudiendo acumularse hasta los 35 aos. Segn algunas organizaciones femeninas hay ciertos "hoyos negros" en el Cdigo de la Niez, sobre todo en el caso del estupro. No, eso es falso. S se reform esa figura, a pedido de las diputadas mujeres. Anteriormente, el estupro tena como vctima nicamente a la mujer honesta. Hoy, vctima del estupro puede ser una mujer o un hombre. Sin embargo, se dice que el estupro "diluye" el delito sexual y es un escape legal utilizado para legitimar la impunidad de una violacin. No es as, en el Cdigo, el abuso sexual es un acto en el cual no hay acceso carnal. En la violacin hay acceso carnal en un hombre o mujer menor de 14 aos. El estupro puede cometerse con una persona mayor de esa edad cuando alguien tiene relaciones utilizando para ello el engao y la simulacin, de tal modo que son tres conductas diferentes que se distinguen entre s. Pero no se podra decir, a travs del engao que implica el estupro, que la persona consinti el acto? Hay que diferenciar. Una cosa es el sometimiento de una persona a otra y otra distinta el engao para llegar a la relacin. En un caso se sancionara como abuso sexual y, en el otro, como un estupro. Cree usted que el presidente Alfredo Palacio debe vetar las reformas? Espero que no vete las reformas, porque, de lo contrario, se evitara concretar la vieja aspiracin de varios sectores ciudadanos y de la opinin pblica en general, de sancionar a todos los involucrados en cualquier crmen de ndole sexual.

Qu falt en el Cdigo y qu se puede mejorar en l? Habra que incorporar figuras que ya estn reguladas en la legislacin mundial como, por ejemplo, las conductas relacionadas con el manejo de embriones, que tiene que ver con la Biotica. No obstante, el Congreso no tiene toda la informacin necesaria para poder tramitar un proyecto de esa envergadura. A futuro habr que tramitarlo. A mi criterio, el poder Legislativo ha hecho bastante respecto al Cdigo, aunque an falta ms trabajo al respecto. Esperamos que con la participacin de toda la ciudadana podamos impulsar el Cdigo sin mayores problemas. (GGS) El pas depende de buenos jueces En dos meses se har otra propuesta El diputado Ernesto Pazmio, de la Izquierda Democrtica, ha trabajado con organizaciones de proteccin a los nios, nias, adolescentes y mujeres, en el proceso de aprobacin de las reformas al Cdigo Penal en el captulo de delitos sexuales. Fue uno de los legisladores ms activos en la preparacin y debate del nuevo proyecto. Qu valora como positivo en las reformas al Cdigo? Lo principal fue incorporar nuevas figuras como la pornografa infantil (que no estaba tipificada), el abuso sexual a menores de edad, la explotacin sexual (principalmente con fines de prostitucin a menores de edad), la rufianera (el crimen de subsistir con las ganancias de la explotacin sexual). Tambin se tipific como delito el turismo sexual. Adems, se reformaron los artculos sobre la violacin para que las penas, cuando las vctimas son menores, sean ms drsticas. Las reformas son fundamentales, pero el pas no solo depende de buenas leyes, sino de buenos jueces que las apliquen. Qu falt en el Cdigo y qu se puede mejorar en l? Algo que no contempla la reforma presentada es sancionar a la demanda, a la persona que paga para tener acceso a las relaciones sexuales con menores de edad. Solo se castiga al negociante, pero no al cliente. Por ello, estamos conversando con algunas instituciones, como el Conamu y la Unicef, para elaborar una nueva propuesta de reformas al Cdigo Penal. Esto se realizara en uno o dos meses. Tambin se podran redactar mejor las figuras sobre el abuso sexual. Por ejemplo, el obligar a un nio a tener una relacin (con o sin acceso

carnal) con una tercera persona. Esto sucede mucho en el pas, sobre todo en las escuelas, donde se han registrado actos sexuales entre menores forzados por un adulto. Segn algunas organizaciones, hay otros "hoyos negros" en el Cdigo como la figura del estupro, que qued en la ley y que puede desvanecer el delito de violacin. S, dejar al estupro fue un error. Se debe borrar esta figura anacrnica mantenida en la codificacin desde hace 68 aos. Con ella, muchos delitos sexuales quedaron impunes, pues era descrita como la cpula carnal con mujer honesta. A veces, la vctima no poda probar ese subjetivo "mujer honesta". En el nuevo Cdigo se ha cambiado, en el artculo del estupro, la palabra "mujer" por "persona" honesta. Esto no cambia mucho el contenido de la figura tpica, pues tenemos abogados "bandidos" que interpretan la ley extensivamente para favorecer al agresor. Los jueces tambin se aprovechan para no sancionar las acciones sexuales delictivas. Sern vetadas las reformas por el presidente de la Repblica, Alfredo Palacio? S, parcialmente, pues con un veto parcial se podran mejorar las figuras con un poco ms de tranquilidad. (GGS) Las nuevas reformas son un mero paliativo? Los organismos de proteccin a nios y adolescentes ven intil su trabajo si luego de realizar la atencin y poner la denuncia los jueces no aplican bien la ley Samanta, una nia manabita de 14 aos, fue violada el 4 de octubre de 2003 por un adulto y dos menores de edad en una fiesta mientras estaba inconsciente. El adulto acusado est siendo juzgado por estupro, figura legal que se mantiene en el Cdigo Penal porque los diputados no la reformaron tal como demandaban las organizaciones de defensa y proteccin de nios, adolescentes y mujeres. El agente fiscal concluy, el 17 de noviembre de 2003, que el mayor de edad haba cometido violacin, tal como indica el artculo 512 del Cdigo Penal. El 2 de julio de 2004, el juez tercero de lo Penal de Manab dict el llamamiento a juicio contra el acusado, quien apel a la Corte Superior de Portoviejo y el caso se radic en la Primera Sala Especializada de lo Penal. Aqu, la acusacin por violacin se cambi por estupro, segn reza el artculo 509. La decisin se tom por dos votos contra uno. La violacin se castiga con reclusin mayor extraordinaria de 12 a 16

aos y, con reclusin mayor ordinaria de ocho a 12 aos, mientras que el estupro solo se castiga con prisin de tres meses a tres aos si la persona es mayor de 14 y menor de 18. Si es menor de 14 y mayor de 12, se sanciona con crcel de dos a cinco aos. El juicio contina hasta hoy. Al cambiar la figura de violacin por la de estupro, el delito real, segn los padres y los acusadores, se desvaneci y asimismo se dio por hecho el consentimiento de Samanta. Los abogados de la menor plantearon una demanda por prevaricato en contra de los dos jueces que votaron por el cambio de figura legal. Casos como estos han dado pie a que una de las organizaciones que trabaja en la proteccin a menores (la Junta Metropolitana de Proteccin de Derechos) considere que la reforma debi ser ms radical. Esta entidad, desde el 4 de octubre de 2004, ha recibido 214 denuncias. Como se indica en el cuadro: el 52% de las denuncias corresponden a maltrato y 9%, a abuso sexual, solo en el Distrito Metropolitano de Quito. Ante esa realidad, esta Junta ofrece medidas de proteccin de los derechos del menor. Para realizarlo, el organismo acta de oficio (cuando se conoce una situacin que amenace los derechos del menor) o por peticin de parte (denuncia de los afectados). Cuando llega el caso (por ejemplo, una denuncia de abuso sexual), se sigue el procedimiento de proteccin de derechos, que se encuentra en el Cdigo de la Niez: se recepta la denuncia, se toman los datos y se avoca conocimiento del hecho (lo que consiste en hacer una providencia en la que se disponen medidas de proteccin emergentes y la citacin a audiencia). Las medidas de proteccin que la Junta proporciona son boletas de auxilio, y la prohibicin al agresor de acercarse a la vctima. Adems, se tramitan los retiros de las autoridades de instituciones que hayan consentido el abuso al menor. La Junta tambin sanciona de manera administrativa, con multas que van entre $100 y $1 000. Con ese dinero se financiar un fondo municipal de proteccin integral para la niez. "La Junta quiere facilitar la atencin y la disposicin de medidas hacindolas ms giles y cercanas. Para lograr estos objetivos, las reformas al Cdigo Penal sern herramientas de vital importancia", coment Glenda Jager, miembro de la Junta. Sin embargo, la funcionaria indica que los diputados, al esperar casi un ao para aprobar las reformas, solo saludaron a la bandera el 1.o de junio pasado, cuando, en medio de la premura, pasaron los cambios del Cdigo sin estudiarlos a fondo y en todas sus implicaciones. Los legisladores, advierte Jager, al demorar la aprobacin de las reformas, contradijeron el artculo 48 de la Constitucin, donde se indica que "ser obligacin del Estado, la sociedad y la familia promover con mxima prioridad el desarrollo integral de nios y adolescentes y asegurar el ejercicio pleno de sus derechos".

Esta accin, anota Jager, fue "una tremenda irresponsabilidad". Finalmente, considera que sin una reforma integral y profunda, las aprobadas ahora sern un paliativo mediocre. (OP-GGS) PUNTO DE VISTA Los jueces tienen ahora la palabra El inusitado debate sobre los delitos sexuales, particularmente contra menores de edad, ha llegado un punto que motiva varias reflexiones desde diversos sectores. Los movimientos de defensa y proteccin de la niez, adolescencia y mujeres, consideran como un gran avance las reformas al Cdigo Penal aprobadas por el Congreso, pero creen que son insuficientes. En cambio, algunos congresistas piensan que la tarea est cumplida. Solo queda por esperar la aprobacin o veto del presidente de la Repblica, Alfredo Palacio. Sin embargo, tras la aprobacin de las reformas, tal como lo exhibe este informe, ya no se trata solo de pensar que se ha superado un escollo y se cumpli el deber, aunque sea al apuro y para hacer coincidir con el Da Internacional del Nio. Queda por impulsar todo el proceso social alrededor del tema y, en particular, que los jueces y administracin de justicia tomen conciencia de que este tipo de delitos requieren una sensibilidad especial, una atencin prioritaria y un tratamiento adecuado. Sin eso, la ley ser letra muerta. Incluso, se requiere una mejor y profunda capacitacin, de modo que la urgencia no sea motivo de errores y fallas que luego favorecen a los victimarios. Es importante "aceitar" los trmites para que la burocracia judicial no sea favorecida por quienes, con dinero, poder e influencias, dejan en libertad a los culpables y a las vctimas condenadas para toda la vida. A toda reforma debe acompaarla un proceso de socializacin y concienciacin. (OP)(Blanco y Negro)
www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/el-estupro-sigue-siendo-la-salida-legal-a-la-violacion

UN DERECHO FUNDAMENTAL:

El caso de los delitos sexuales


Dra. Ximena Andrade CEIME

EN NUESTRA SOCIEDAD ocurren ciertos hechos que alarman y provocan una


generalizada condena como es el caso de los delitos sexuales (violacin, estupro, atentado

al pudor, incesto etc.) esto se debe a que se estn atacando importantes derechos humanos luego del derecho a la vida, como el derecho a la intimidad sexual, a la seguridad y libertad sexual. Algunos criterios: As, autores como Carlos Fontan Balestra seala que el bien jurdico protegido es "la moral social y la libertad sexual o voluntad sexual", considera, adems, que "la violacin atenta contra la libertad sexual al obligar a un individuo a la relacin carnal involuntaria". Para Ricardo Nez, la violacin es uno de los modos de ofender la honestidad, mirada sta como el derecho a "la reserva sexual" que para ste autor es el derecho del individuo a la incolumidad del consiente y voluntario trato de tipo sexual. Resaltando la importancia y transcendencia de ste tipo de bienes jurdicos en la sociedad, aade que "la ley, al sancionar la violacin, el estupro, el abuso deshonesto y el rapto, castiga ciertos modos coercitivos, abusivos o atentatorios de la reserva sexual, entendida como un elemento fundamental de la libertad civil, pues sta se vera gravemente coartada si la legislacin no defendiera a las personas de los ataques de ste tipo". Bajo la misma ptica, el autor Argentino, Manzini y todos los autores que siguen su corriente consideran que es la libertad sexual el bien jurdico protegido por la ley, sosteniendo que sta defiende el derecho a disponer de la vida sexual. Al respecto, Carrara menciona que es inherente a la persona humana el derecho a que se respete su pudor asimilando a ste la honestidad, debiendo el derecho penal castigar esa conducta y proteger el derecho individual, afirmando que cuando la relacin sexual se realiza con una persona mediante violencia real o presunta, no es condicin esencial la "libertad" de la mujer, pues puede suceder tambin en el caso de que la mujer sea casada. De igual forma, Rodrguez Muoz manifiesta que honestidad equivale a pudor, recato, compostura, decencia y moderacin, todo lo que es protegido por la ley, aunque no lo nico, pues tambin se protege la libertad, el honor sexual, el orden de la familia, sin poder determinarse cul es el atentado ms grave, si el que se comete contra el pudor o el que se infiere contra esos derechos o la institucin de la familia e incluso la ofensa a toda la sociedad. Nuestra legislacin: Como vemos, en todos los delitos sexuales el bien protegido es del ms alto valor, sin duda superior a otros que, por ejemplo, en lugar de afectar a la persona humana perjudican nicamente su patrimonio, por lo tanto, la tutela penal debe defender en el sentido ms amplio, el honor, el pudor, la expresin y la libertad sexual. Al respecto, nuestra legislacin desde la norma suprema, la Constitucin Poltica establece garantas relacionadas con el respeto y proteccin que el Estado garantiza a los derechos y libertades sexuales vulnerados por este tipo de delitos, as por ejemplo en el Art. 23 se indica en forma expresa algunos de los derechos humanos que el Estado ecuatoriano se obliga a reconocer y garantizar entre ellos: 1.- La inviolabilidad de la vida y 2.- La integridad personal. Se prohiben las penas crueles, las torturas, todo procedimiento

inhumano, degradante o que implique violencia fsica, psicolgica, sexual o coaccin moral, y la aplicacin y utilizacin indebida de material gentico humano. Adicionalmente el num. 17 del Art. 24 de la Constitucin, establece el derecho que tiene toda persona para acceder a los rganos judiciales y a obtener de ellos la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses, sin que en caso alguno quede en indefensin. El cumplimiento de las resoluciones judiciales ser sancionado por la ley. Muchas veces este principio de la tutela jurdica es dejado de lado por otro principio no menos pero tampoco ms importante a la hora de la aplicacin de la justicia "el principio in dubio pro reo" El atentado contra el pudor.- (Arts. 505 al 508 C.P.) Siguiendo con nuestro anlisis el Cdigo Penal Ecuatoriano dedica todo un captulo a los delitos sexuales, refirindonos a los ms comunes tales como los de violacin, estupro, atentado al pudor, acoso sexual, nuestra legislacin penal los tipifica y sanciona de la siguiente manera: - Se da el nombre de Atentado contra el Pudor a todo acto impdico que pueda ofenderlo, sin llegar a la cpula carnal, y se ejecute en la persona de otro, sea cual fuere su sexo. - Todo atentado contra el pudor cometido sin violencias ni amenazas en otra persona menor de catorce aos ser reprimido con prisin de uno a cinco aos.La pena ser de tres a seis aos de reclusin menor, si el ofendido fuere menor de doce aos. - El atentado contra el pudor cometido con violencias o amenazas en otra persona, ser reprimido con reclusin menor de tres a seis aos. - Se asimila al atentado con violencia el cometido en una persona que, por cualquier causa, permanente o transitoria, se hallare privada de la razn. - Si el atentado ha sido cometido en una persona menor de catorce aos, el culpado ser condenado a reclusin mayor de cuatro a ocho aos y si fuere en una persona menor de doce aos, con reclusin mayor de ocho a doce aos. - El atentado existe desde que hay principio de ejecucin. El Estupro.- (Arts. 509 al 511 C.P.): - Llmase estupro la cpula con una mujer honesta, empleando la seduccin o engao para alcanzar su consentimiento. - El estupro se reprimir con prisin de tres meses a tres aos si la mujer fuere mayor de catorce aos y menor de diez y ocho

- Si la mujer fuere menor de catorce y mayor de doce, el estupro se reprimir con prisin de dos a cinco aos. Acoso Sexual: (Agregado por el Art. 7 de la Ley 106, R.O. 365, 21-VII-98) El que solicitare favores de naturaleza sexual para s o para un tercero prevalindose de una situacin de superioridad laboral, docente o anloga con el anuncio expreso o tcito de causar a la vctima un mal relacionado con las legtimas expectativas que pueda tener en el mbito de dicha relacin, ser castigado como autor de acoso sexual con pena de prisin de seis meses a dos aos. Violacin: (Arts. 512 al 515) Violacin es el acceso carnal, con introduccin parcial o total del miembro viril, por va vaginal, anal o bucal, con personas de uno u otro sexo, en los siguientes casos: 1.- Cuando la vctima fuere menor de catorce aos, 2.- Cuando la persona ofendida se hallare privada de la razn o del sentido, o cuando por enfermedad o por cualquier otra causa no pudiere resistirse, y, 3.- Cuando se usare de violencia, amenaza o de intimidacin. Art.(Agregado por el Art. 9 de la Ley 106, R.O. 365, 21-VII-98) Se aplicarn las mismas penas del artculo anterior, en caso de agresin sexual consistente en la introduccin de objetos distintos del miembro viril por va vaginal o anal, realizado en las mismas circunstancias del Art. 512. Art. 513.- (Sustitudo por el Art. 8 de la Ley 106, R.O. 365, 21-VII-98) El delito de violacin ser reprimido con reclusin mayor de ocho a doce aos, en el caso primero del artculo anterior, y con reclusin mayor de cuatro a ocho aos en los casos segundo y tercero del mismo artculo. Si la violacin produjere una grave perturbacin en la salud de la persona violada, se aplicar el mximo de las penas indicadas en el artculo anterior, y si le produjere la muerte, la pena ser de reclusin mayor extraordinaria de doce a diecisis aos. Art. 515.- (Reformado por los Arts. 10 y 11 de la Ley 106, R.O. 365. 21 de VII-98) El mnimo de las penas sealadas por los artculos anteriores ser aumentado con cuatro aos: - Si los culpados son los ascendientes de la persona en quien ha sido cometido el atentado, o sus descendientes, hermanos o afines en lnea recta, debiendo, en su caso, ser condenados, adems la prdida de la patria potestad, - Si son de los que tienen autoridad sobre ella, - Si son institutores, o sus sirvientes, o sirvientes de las personas arriba designadas Si el atentado ha sido cometido sea por funcionarios pblicos, o ministros del culto, que

han abusado de su posicin para cometerlo, sea por profesionales de la salud y personal responsable en la atencin y cuidado del paciente, comadrones o practicantes, en personas confiadas a su cuidado, y, - Si en los casos de los Arts. 507 y 512, el culpado, quienquiera que sea, ha sido auxiliado en la ejecucin del delito por una o muchas personas A simple vista, a nadie le queda la menor duda de que el Cdigo Penal por lo menos con stos delitos establece sanciones especialmente severas, sobretodo cuando se trata de vctimas menores de edad y an ms en los casos previstos en el Art. 515 (que son la mayora de los casos) establece que a las penas deber aumentarse cuatro aos. No se denuncia: Pero si esto es as, cmo se explica entonces, que no se denuncien estos hechos, por qu el alto grado de desercin y abandono de causas y por qu existen sentencias que en la mayora de los casos y salvo honrosas excepciones establecen penas muy inferiores a las que deberan aplicarse. La respuesta es obvia, el Estado no est cumpliendo a cabalidad con su obligacin y no est otorgando la tutela eficaz, oportuna y expedita de los derechos de las vctimas de delitos sexuales (Art. 24. num. 17 Const.). Tan cierto es aquello que, por mencionar algunos ejemplos, en relacin con la violacin, la determinacin de la existencia de ste delito en nuestro medio depende casi exclusivamente de la pericia mdico legista, pero lamentablemente sta se reduce a un simple examen ginecolgico, no se toman muestras de secrecin vaginal, no se hace cepillado de vello pbico, no se guarda ropa de la vctima, no se realiza una evaluacin psicolgica que permita medir el dao causado, perdindose valiosa evidencia, la misma que de estar presente en el juicio acortara el engorroso, tortuoso y humillante proceso penal al que se somete la vctima y garantizara una correcta administracin de justicia. Conceptualizaciones importantes: Por otra parte, en pleno siglo XXI, prevalecen ciertos paradigmas en los actores de justicia, que dan una excesiva importancia al "himen", en virtud de lo cual la virginidad y el tipo de desgarro o de desfloracin "reciente" o "antigua", son indispensables para determinar o no la violacin. En otros delitos como el de Atentado al Pudor en cambio se exige prueba material, certificado mdico legista, cuando este delito por su naturaleza en la mayora de los casos no deja huella ni vestigios materiales, al respecto Jorge Daniel Lpez Bolado, menciona que precisamente por la fugacidad con que muchas veces se cometen los actos de abuso deshonesto, la dificultad de su prueba es muy grande, es poco comn que estas acciones dejen rastros de su comisin, y, adems, generalmente, se cometen sin presencia de testigos. Por ello, es importante que el Juzgador determine la existencia del delito y la responsabilidad del sindicado por lo que l denomina la "prueba compuesta", la cual, dice el tratadista, debe admitirse como medio apto para acreditar la accin y la responsabilidad penal del acusado, ya que en stos casos el delincuente procede tratando de ocultar sus actos a la vista de terceros, de otro modo la impunidad ser, casi la regla.

Proteccin de la libertad y seguridad sexual: Todos coinciden en la misma premisa proteger la seguridad y la libertad sexual, el derecho a la intimidad y a un correcto y adecuado desarrollo sexual que garantice una vida digna y plena y ponen mucho nfasis en la tipificacin de figuras delictivas en la normativa sustantiva, pero como se puede palpar, existe un procedimiento para el juzgamiento de estas causas que no responde a esta realidad delincuencial y establece la posibilidad de actuar prueba que en un momento dado puede ser considerada no vlida, subjetiva o meramente referencial por el juzgador. Adems, pese a que todos se alarman y condenan con especial severidad stas conductas, varios autores de la doctrina, legisladores, sociedad civil etc. el momento que se denuncia un hecho de esta naturaleza la carga probatoria se vuelve un verdadero calvario, sobretodo para la vctima, pues en ms de un caso los actos de violencia sexual se cometen en lugares recnditos, escondidos, desolados, dnde no hay testigos presenciales y son nicamente la vctima y el agresor, lo que presupone que igualmente en el proceso ser la versin de la vctima frente a la versin del agresor las que finalmente estarn en juego dentro del juicio y quedar a la subjetiva sana crtica del juzgador la determinacin entre la realizacin de la justicia y la impunidad. Una realidad Tambin en este tipo de infracciones penales los delincuentes o agresores van sofisticando o creando nuevas formas para delinquir y atentar contra la libertad, integridad y seguridad sexual de sus congneres, con la finalidad de justamente no dejar huellas que los incriminen. En forma totalmente equivocada se piensa que el tema de delitos sexuales es un tema de mujeres, pero nada ms alejado de la verdad, pues los delitos sexuales son conductas que atacan derechos sexuales de todos los miembros de la sociedad, si bien es cierto afecta a grupos sociales especialmente vulnerables como nios, nias y mujeres, todos estamos expuestos en diferentes etapas de nuestra vida y en las ms diversas situaciones a ser vctimas de una agresin sexual, de un "atentado al pudor" de un "acoso sexual", todava en nuestra sociedad no existe una cultura de defensa de "todos" los derechos humanos y lo ms grave todava no existe la conciencia suficiente en cada uno de nosotros de los derechos que tenemos por el hecho de ser seres humanos, nuestra sociedad no se ha sincerado y an persiste la equivocada y daina costumbre de ocultar y silenciar estos hechos y de que los mismos no transciendan el fuero privado. Es necesario, cambiar esta realidad y lograr que el acceso a la justicia y la tutela jurdica de los derechos de las vctimas de delitos sexuales deje de ser una quimera y se convierta en una realidad. Por ello, el CEIME como un aporte a ese cambio ha venido realizando importantes esfuerzos encaminados al establecimiento de un Sistema Nacional de Medicina Legal que coadyuve a la administracin de justicia en la dura tarea de juzgar estos delitos y de establecer de forma ms certera la existencia de la infraccin penal y el grado de participacin del sindicado, contando para ello con mecanismos probatorios cientficos y tcnicos.

www.dlh.lahora.com.ec/paginas/judicial/PAGINAS/D.penal

SEOR DIRECTOR GENERAL DE PERSONAL DE LA POLICIA NACIONAL EN SU DESPACHO.-

Mi Coronel: SUBOFICIAL SEGUNDO DE POLICIA NAVARRO CUEVA CARLOS VICENTE, portador de la cdula de ciudadana No. 0501321525, actualmente prestado mis servicios en el Comando Provincial de Polica Cotopaxi No.- 13, acudo a usted, y respetuosamente solicito: Revisada mi Hoja de Vida Profesional otorgado por la Direccin General de Personal de la Policia Nacional, consta en Demritos una sancin disciplinaria con fecha 20-12-1993 AISLAMIENTO, 720 HORAS Art. 367 12,.., sin que exista el Oficial Sancionador. Por lo arriba expuesto, solicito comedidamente se digne disponer a quien corresponda se me confiera una Copia certificada de los documentos que sirvieron de respaldo para el registro de esta sancin disciplinaria que ha sido ilegalmente registrada en mi Hoja de Vida Profesional, as como tambin el

nombre del Oficial Sancionador, a fin de hacer valer mis derechos, de conformidad con la Constitucin de la Repblica del Ecuador.

Por la gentil atencin que se digne dar a la presente, anticipo mis debidos agradecimientos.

Muy atentamente,

CARLOS VICENTE NAVARRO CUEVA Suboficial segundo de policia C.I. No. 0501321525

SEOR DIRECTOR GENERAL DE PERSONAL DE LA POLICIA NACIONAL EN SU DESPACHO.-

Mi Coronel: SUBOFICIAL PRIMERO DE POLICIA MIRANDA BARROS LUIS OSWALDO, portador de la cdula de ciudadana No. 1801397702, actualmente prestado mis servicios en el Comando Provincial de Polica Tungurahua No. 9, acudo a usted, y respetuosamente solicito: Revisada mi Hoja de Vida Profesional otorgado por la Direccin General de Personal de la Polica Nacional, consta lo siguiente: Demritos: FECHA. SANCIONADOR. 14-04-1983 ARRESTO 48 N. HORAS ART. 367 N. 15 OF.

22-04-1983 ARRESTO 96 10-05-1983 ARRESTO 48 17-07-1983 ARRESTO 240 12-11-1987 ARRESTO 360 28-11-1988 ARRESTO 216 02-07-1992 ARRESTO 216

N. N. N. N. N. N.

ART. 367 N. 15 ART. 367 N. 15 ART. 367 N. 15 ART. 367 N. 15 ART. 367 N. 15 ART. 367 N. 3

Por lo arriba expuesto, solicito comedidamente se digne disponer a quien corresponda se me confiera una Copia certificada de los documentos que sirvieron de respaldo para el registro de estas sanciones disciplinarias que han sido ilegalmente registrada en mi Hoja de Vida Profesional, as como tambin el nombre del Oficial Sancionador, ya que en ninguna de estos arresto consta la persona que dispuso estas sanciones, a fin de hacer valer mis derechos, de conformidad con la Constitucin de la Repblica del Ecuador. Por la gentil atencin que se digne dar a la presente, anticipo mis debidos agradecimientos. Muy atentamente, LUIS OSWALDO MIRANDA BARROS Suboficial Primero de Polica C.I. No. 1801397702

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