Tema 6.2

UNIDAD 6. EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN (1874-1902).
6.2. LAS GUERRAS DE CUBA, EL CONFLICTO BÉLICO CONTRA ESTADOS UNIDOS Y LA

CRISIS DE 1898.
a. La Guerra de los Diez años en Cuba o Guerra Larga.

En Cuba existía un movimiento liberal de cierta importancia, compuesto por pequeños y medianos
propietarios de tierras y clase media en general. En principio solo aspiraban a una mayor autonomía de la
isla que les permitiera adoptar decisiones acordes con sus intereses. Pero la insensibilidad española con sus
peticiones empujó a este sector de la sociedad cubana a ir cambiando sus posiciones desde el reformismo a
la revolución independentista.
La guerra se inició el 10 de octubre de 1868 con el llamado "Grito de Yara", poco después del triunfo de la
Revolución Gloriosa y de la instauración del Gobierno provisional. Durante todo el Sexenio la política hacia
Cuba fue de una gran torpeza, ya que se limitó a una estrategia de guerra sin cuartel, con resultados muy
pobres por dos razones fundamentales: la insuficiencia de recursos militares que España podía enviar a Cuba
y el apoyo encubierto de Estados Unidos, cuyas inversiones en el negocio azucarero cubano le conferían
intereses particulares en la isla. La guerra persistió durante todo el Sexenio, añadiendo nuevas dificultades al
complejo proceso político de la Península.
Tras la aprobación de la Constitución de 1876 y el asentamiento definitivo de la monarquía de Alfonso XII,

se intentó hallar una solución duradera al conflicto en Cuba. Se reforzó la presencia militar española en la
isla, y el general Martínez Campos fue enviado con un ejército de 25,000 hombres. La intención era
combinar victorias militares con gestiones políticas. La Paz de Zanjón en febrero de 1878 finalizó la guerra
con concesiones limitadas como mejoras en las condiciones políticas y administrativas de la isla, un indulto
a los insurrectos y desertores españoles, y la liberación de esclavos de las filas rebeldes.
Sin embargo, estas concesiones no resolvieron el fondo del problema, y en 1879, una nueva revuelta
conocida como la Guerra Chiquita estalló, siendo sofocada rápidamente. Este episodio precedió la guerra de
independencia de Cuba que se desarrollaría a finales de siglo, entre 1895 y 1898.
b. El Desastre colonial: independencia de Cuba y Filipinas y conflicto contra EE.UU.
En 1895, un nuevo levantamiento independentista en Cuba, el "Grito de Baire", marcó el inicio de una fase
crucial. Esta vez, la maduración del movimiento independentista indígena, liderado por figuras como
Antonio Maceo, Máximo Gómez y José Martí, combinada con errores estratégicos por parte de España,
avivaron las llamas del conflicto. A pesar de los intentos en 1894 de implementar un tímido proyecto de
autonomía, la revuelta estalló a comienzos de 1895. El gobierno liberal de Sagasta intentó una mediación
enviando a Martínez Campos, pero fracasó. El nuevo gobierno conservador de Cánovas envió al general
Weyler, quien llevó a cabo una guerra de desgaste basada en la superioridad militar española y en el
dominio del terreno por los guerrilleros cubanos, conocidos como los mambises.
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UNIDAD 6. EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN (1874-1902).
Weyler implementó una represión feroz, especialmente criticada en la prensa mundial, generando protestas
en España. Tras el asesinato de Cánovas en 1897, Sagasta, que formó un nuevo gobierno, envió al general
Blanco como sustituto de Weyler, con un proyecto de autonomía que parecía ser más viable. Sin embargo,
en este contexto, Estados Unidos decidió intervenir.
La intervención estadounidense se vio precipitada por la explosión del acorazado estadounidense "Maine".
Una investigación rápida culpó a España por el incidente y la intervención de Estados Unidos se volvió
inevitable, ya que se ganó el apoyo de la población para declarar la guerra a España. La guerra se desarrolló
no solo en Cuba sino también en Filipinas, donde la flota estadounidense brindó apoyo a los insurrectos
frente al ejército español.
El desarrollo de las operaciones fue rápido y contundente. La superioridad material y técnica de Estados
Unidos, así como su proximidad geográfica, jugaron un papel crucial. En Filipinas, los barcos
estadounidenses tomaron Cavite y derrotaron a la flota española. En Cuba, la flota española al mando del
almirante Cervera también fue derrotada contundentemente. Además, nuevas tropas estadounidenses
desembarcaron en Puerto Rico. Ante esta situación, España pidió el armisticio y firmó el Tratado de París el
10 de diciembre de 1898. Como resultado, España renunció a su soberanía sobre Cuba, cedió Filipinas,
Puerto Rico y la isla de Guam a Estados Unidos a cambio de 20 millones de dólares. En 1899, España
vendió a Alemania las islas Marianas, las Carolinas y las Palaos, completando así el desmantelamiento
completo de los restos del Imperio colonial español.
c. Consecuencias del Desastre del 98.
Las repercusiones del Desastre de 1898 en España fueron numerosas e importantes. La pérdida de las
colonias dejó una profunda huella en la conciencia nacional, con aproximadamente 120,000 vidas perdidas,
la mitad de ellas españolas. Esto generó protestas, especialmente entre las familias más desfavorecidas
incapaces de costear la exención del servicio militar.
Desde el punto de vista económico, la derrota resultó en la pérdida de ingresos, mercados privilegiados y
acceso a mercancías a precios internacionales. Este impacto económico se sumó a una crisis política que
afectó al partido liberal y a su líder Sagasta, llevando a un cambio generacional en el liderazgo político.
Aunque el Ejército español sufrió un desprestigio más político que militar, las críticas hacia el sistema
político y la percepción de una mentalidad derrotista se intensificaron. Los regeneracionistas, liderados por
Joaquín Costa, abogaron por una reorganización integral que incluyera reformas en el sistema electoral,
educación, ayuda social y obras públicas.
La Generación del 98, integrada por destacados escritores como Unamuno, Azorín y Machado, contribuyó
significativamente al análisis crítico de la situación española, reflexionando acerca de las complejas causas
ideológicas y culturales de la derrota.
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6.2. LAS GUERRAS DE CUBA, EL CONFLICTO BÉLICO CONTRA ESTADOS UNIDOS Y LA

a. La Guerra de los Diez años en Cuba o Guerra Larga.

Tras la aprobación de la Constitución de 1876 y el asentamiento definitivo de la monarquía de Alfonso XII,

b. El Desastre colonial: independencia de Cuba y Filipinas y conflicto contra EE.UU.

c. Consecuencias del Desastre del 98.

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