RESUMEN de La Gramática Del Texto

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 16

TORRES USCAMAITA, JOSE LUIS

De la Gramática del Texto

al Análisis Crítico del Discurso

Una breve autobiografía académica

Teun A. van Dijk

En esta breve “autobiografía académica” explico algunos de los desarrollos de mi trabajo


desde la “gramática del texto” a comienzos de los años 70, hasta mis actuales estudios
en “Análisis Crítico del Discurso” (ACD), y otros temas de investigación sobre ideología,
conocimiento y contexto. El punto central de esta autobiografía se centra en lo
“académico”. Mi historia personal será contada en otra parte.

Gramática del Texto

Para entender mi interés por la gramática del texto debe recordarse que mi primer amor
académico fue la Teoría Literaria. En ese momento me centré especialmente en la
lengua literaria, y quería saber si se podía caracterizar la literatura específicamente por
su uso particular de la lengua. Sin embargo, la Gramática que serviría para explicar las
estructuras del texto nunca se llevó a cabo y así mi objetivo de desarrollar una «poética
generativa», que se ve reflejado en una de mis primeras publicaciones en
holandés, pronto fue substituido por un objetivo más importante, el de centrarme en una
«gramática generativa del texto».

Así como la gramática de la oración necesita hacer explícita la forma en la que las
cláusulas de oraciones complejas se relacionan semánticamente, debería haber una
investigación seria, que no existía entonces, que permitiera extender el estudio de la
semántica a una semántica lineal del discurso.

Lo fundamental de las macroestructuras es que los textos no sólo tienen relaciones


locales o microestructurales entre las oraciones subsecuentes, sino que también tienen
estructuras generales que definen su coherencia y organización globales. En mi trabajo
previo, tales macroestructuras eran de dos tipos diferentes, es decir, estructuras
globales del significado, y estructuras globales de la forma. Para evitar la confusión
entre estas clases diferentes de estructuras, introduje posteriormente la noción de
«superestructura». Con ella me refería a las últimas estructuras, es decir, al esquema, a
las estructuras esquemáticas que organizan la forma o el formato total del texto, tal
como lo conocemos desde la teoría de la narrativa o de la teoría de la argumentación.
Después de más de 30 años vale la pena preguntarse si esta gramática del texto era
errónea o correcta. En efecto, al igual que una gramática de la oración explica por qué
las secuencias arbitrarias de palabras no definen las oraciones, una gramática del texto
necesita explicar por qué las secuencias arbitrarias de oraciones no definen un texto. Lo
que se mantuvo, sin embargo, fue la importante noción de coherencia en cualquier
teoría semántica del discurso, y la idea obvia de que los textos también están
organizados en niveles más globales, más generales de descripción.

Estudios posteriores, incluso en psicología, sobre la coherencia global y local resultaron


ser más sofisticados. Es decir, dos proposiciones subsecuentes P1 y P2 son coherentes
si denotan dos hechos F1 y el F2 que están relacionados dentro de un «mundo
posible», o a un cierto modelo que representa una situación de un «mundo
posible». Obviamente los discursos no son coherentes abstractamente, o sea sin
contexto, sino que son «discursos coherentes para los participantes de una situación
comunicativa».

Las oraciones no son sólo coherentes debido a las relaciones entre los hechos que
denotan, sino, más bien, a las relaciones de sus significados entre sí. Sin embargo, esta
relación del significado no se definió en términos de los significados de palabras
aisladas, sino en términos de las relaciones entre proposiciones enteras. Por
ejemplo, dos proposiciones P1 y P2 son «intencionalmente» coherentes si P2 es una
Generalización, una Especificación, una Explicación o un Ejemplo de
P1. Desafortunadamente estas relaciones se confunden a veces con las relaciones
referenciales entre proposiciones, relaciones entre los hechos denotados por
proposiciones.

Más adelante, dentro de la psicología del procesamiento del texto, estas


«macroestructuras» desempeñaron un papel fundamental al ayudar a comprender las
maneras en las que los usuarios de una lengua almacenan y recuerdan los textos.

Por lo tanto, resulta extraño que incluso, aún hoy, la gramática del discurso funcione
solamente a nivel «lineal» de oraciones o proposiciones subsecuentes e ignore el de las
estructuras globales cruciales que definen el significado total y la forma del texto. De
hecho, apenas puedo imaginar una explicación de las estructuras, por
ejemplo, narrativa, argumentativa o conversacional solamente con base en la
gramática. En este sentido, la lingüística moderna, como tal, no ha desarrollado una
teoría basada en el discurso o uso de la lengua porque su gramática sigue siendo
esencialmente una gramática de la oración o «gramática de la ‘secuencia’».

La psicología del procesamiento del texto


Precisamente porque mis colegas lingüistas, aún los de la gramática del texto, no se
sintieron muy cómodos con nociones extrañas como la de «macroestructura», acudí a
la psicología para buscar inspiración y ayuda, y entonces encontré a Walter
Kintsch. Él, se refirió así a mi disertación doctoral de 1972 sobre la gramática del
texto. Pronto entramos en contacto, y colaboramos durante algo más de 10 años – al
tiempo que yo escribía mi libro Texto y Contexto, y algunos artículos sobre la pragmática
del discurso, así como varios libros en holandés –. Muchas de las ideas originales de la
gramática del texto, incluyendo las elusivas macroestructuras, encontraron su lugar
dentro de la teoría cognitiva de la comprensión del texto.

Igualmente, diferente a la explicación gramatical es el hecho de que los usuarios de la


lengua pueden utilizar la información del texto y del contexto al mismo tiempo, o
funcionar en varios niveles lingüísticos para interpretar el texto al mismo tiempo.

Asimismo, sucede con la producción del discurso: los usuarios de la lengua pueden
comenzar a hablar o a escribir sin una estructura 8 completamente desarrollada de
oraciones, párrafos, giros o discursos completos “en mente”.

Los usuarios de la lengua representan oraciones y sus significados en su memoria. De


esta manera, Kintsch y yo describimos las estrategias implicadas en el análisis, la
interpretación y el almacenaje en la memoria para cada uno de los niveles del discurso.

El resultado de tal proceso de comprensión es una Representación en la Memoria


Episódica, es decir, la parte del texto del MLP en donde se almacenan las experiencias
personales de la gente. La noción de la macroestructura desempeña un papel
fundamental en este proceso y en la representación, es una estructura construida por el
usuario de la lengua para organizar una representación del texto de la memoria. Otro
elemento crucial, que faltaba en la gramática del texto, se introdujo, el
conocimiento. Para entender un texto, los usuarios necesitan saber cantidades
extensas de conocimiento del mundo socio-cultural. Por la misma época, Schank y
Abelson publicaron su famoso libro acerca de las «scripts» , tomadas como modos
abstractos de las maneras en las que la gente organiza su conocimiento sobre los
acontecimientos estereotipados .

Modelos mentales

Kintsch y yo introdujimos otra noción crucial, la de modelo (de la situación), una noción
que también fue utilizada, aunque de manera diferente, por el psicolingüista Johnson-
Laird en su libro Modelos Mentales (1983). El punto central de tal noción es que los
usuarios de la lengua no construyen simplemente la representación (semántica) del
texto en su memoria episódica, sino, además, una representación acerca del
acontecimiento o de la situación del texto. Esta concepción sobre el modelo demostró
ser muy acertada pues explicó muchas cosas que eran hasta entonces oscuras,
ignoradas o no atendidas, algunas de las cuales enumeraré a continuación.

Esto también resuelve el problema de la referencia «extra lingüística» y del análisis del
discurso, no es tanto el «mundo verdadero» a lo que la gente se refiere o de lo que
habla, sino a la construcción del mundo subjetivo, o de una situación en el mundo, de
acuerdo con sus modelos mentales. Así, tenemos bases cognitivas y subjetivas, y por
lo tanto, más realistas para la noción de la «coherencia referencial» que había sido
definida anteriormente de manera abstracta, en términos de modelos formales o de
mundos posibles. En otras palabras, la información y las inferencias implícitas en el
proceso del discurso se representan en los modelos mentales, lo cual explica bien la
noción de la presuposición, conocida como una proposición en un modelo que no se
expresa en el discurso.

En tercer lugar, los modelos también proporcionan una explicación adecuada para el
hecho de que cuando la gente recuerda un texto, a veces «recuerda» información que
nunca fue expresada explícitamente en el texto original. Es decir, lo que la gente
recuerda de un texto no es tanto su significado, sino más bien, el modelo subjetivo que
ellos construyen sobre el acontecimiento del que trata el texto. En resumen: entender
un texto significa que la gente es capaz de construir un modelo mental del texto.

Dicho modelo servirá como base para, por ejemplo, contar una historia sobre el
acontecimiento o escribir una noticia sobre éste. En quinto lugar, los modelos explican
el hecho de que la gente no sólo representa lo que «sabe» sobre un
acontecimiento, sino también, sus opiniones y emociones asociadas a tal
acontecimiento.

Finalmente, los modelos explican cómo el conocimiento general se relaciona con el


procesamiento del texto: mientras que los modelos son personales y subjetivos, el
conocimiento se puede considerar como una generalización y abstracción de tales
modelos. Por lo tanto, la idea de «aprender de las propias experiencias», se refiere a
una operación hecha sobre los modelos. Por el contrario, el conocimiento general se
utiliza de manera fragmentaria, en «instantáneas» de tal conocimiento en modelos
específicos.

Lo que el libro que escribimos con Kintsch no desarrolló fue que, además de modelos
acerca de los acontecimientos hablados o escritos, los usuarios de la lengua también
construyen modelos del acontecimiento comunicativo en el cual participan. Esos
«modelos del contexto» contienen las representaciones subjetivas de las características
del Yo hablante, de los otros participantes del discurso, del tiempo y el lugar, de las
características sociales, de las relaciones entre los participantes, de los objetivos, los
propósitos y los fines. Los modelos contextuales también conforman la base mental de
los actos del discurso dependientes del contexto, del estilo y la retórica.

Ha sido sorprendente que mientras la noción de modelo mental ha llegado a ser muy
popular en la psicología del procesamiento del discurso, la noción, igualmente
crucial, de modelo del contexto haya tenido tan poca influencia. Sin modelos del
contexto, una teoría del procesamiento del discurso y del uso del lenguaje, no puede
explicar cómo es que la gente está capacitada para hablar y escribir adecuadamente en
una situación comunicativa. Visto así, sin modelos del contexto, las teorías del discurso
carecen de las dimensiones relevantes: social e interaccional.

Esta noción de «modelos del contexto» sería desarrollada de manera más


detallada, hacia finales de los años 90, y se resolverá completamente en mis libros
multidisciplinarios sobre contexto. Ya que los hablantes no pueden representar todo lo
que los destinatarios saben en esos pequeños modelos estratégicos 13 del
contexto, necesitan estrategias simples que permitan concluir lo que los receptores
presumiblemente ya saben.

Estas opiniones son en parte personales y en parte basadas en opiniones


estructuradas, como por ejemplo actitudes e ideologías.

Pragmática del discurso

A diferencia de muchos investigadores, trabajo con un concepto algo restringido de la


pragmática, como el estudio de los actos de habla y de las secuencias de actos de
habla. Mientras que la sintaxis tiene que ver con las formas, la semántica con los
significados y la referencia, la pragmática tiene que ver con la acción. Es decir, la
pragmática no es el estudio general del «uso» de la lengua. Lo mismo sucede con el
estudio de las estrategias interaccionales concretas, como la cortesía y la gestión de la
interacción.

Mis estudios en pragmática se centraron naturalmente en la pragmática del discurso, y


no en la pragmática de las oraciones aisladas. Es decir, de la misma manera que
podemos trazar secuencias de proposiciones en macroproposiciones, podemos trazar
secuencias de discurso en macroactos.
Esto describe bien la teoría de las estructuras globales, que ahora cuenta no solamente
con una dimensión formal, y con una dimensión del significado, sino también, una
dimensión pragmática.

Discurso y racismo

En 1980 mi trabajo tomó una orientación algo diferente. Parte de ello se debió a mi
primera estancia prolongada en un país del "tercer mundo", durante un curso que impartí
en el Colegio de México. Allí decidí que era hora de hacer algo serio. Las gramáticas
del texto, y las teorías psicológicas eran campos de estudio fascinantes, pero –con
excepción de sus aplicaciones obvias, por ejemplo, en la educación–, tenían muy poco
que ver con los problemas reales del mundo. La época era favorable para trabajar temas
más sociales y más políticos y uno de esos temas fundamentales, especialmente en
Europa, era el racismo. Así, me interesé en las maneras que el racismo se expresa, se
reproduce o se legitima a través del texto y el habla.

Conversaciones cotidianas

En varios proyectos estudié de manera sistemática las formas en las que las mayorías
blancas piensan, hablan y escriben sobre las minorías étnicas, inmigrantes, refugiados
y sobre la gente «del sur», en general. Después de registrar, transcribir y analizar
centenares de entrevistas espontáneas en varios barrios de Ámsterdam y San
Diego, mis estudiantes y yo pronto encontramos aspectos típicos en todos los niveles
de la estructura de dichas conversaciones.

Así, por ejemplo, en cuanto a los temas encontramos que, a diferencia de otro tipo de
conversaciones, hay muy poca variedad cuando se habla de 16 los «extranjeros». Tales
tópicos expresan y reproducen prejuicios y estereotipos que se extienden y
prevalecen. Estos movimientos parecen activar localmente las estrategias
conversacionales para la presentación negativa del otro frente a la autopresentación
positiva, de manera que se defiende una auto imagen positiva, evitando, así, la «pérdida
de la cara».

Posteriormente, dentro del análisis de las narraciones sobre inmigrantes, encontramos


que la categoría narrativa obligatoria de la «Resolución» suele faltar. Esto parece sugerir
que en sus modelos mentales de los acontecimientos étnicos la gente blanca no ve
«realmente» una «solución» para el «problema del extranjero».

El estilo, retórico y otras características formales de estas conversaciones completan


esta imagen. Así, por ejemplo, los pronombres y los demostrativos se pueden utilizar
selectivamente para realzar la distancia social, como cuando los hablantes locales se
refieren a sus vecinos turcos con el pronombre "ellos" o "esa gente", antes que referirse
a ellos como personas normales con la frase descriptiva e integradora "mis vecinos (los
turcos)". En las interacciones también encontramos que la gente tiende a vacilar, comete
errores o los repara cuando tiene que nombrar al Otro, se trata de una ruptura en la
fluidez discursiva que se puede explicar en términos de las estrategias (cognitivas y
sociales) de la gestión de salvar la cara, al tratar un asunto tan “delicado” como es el de
las “minorías.”

La prensa

Los otros estudios sobre la expresión del prejuicio étnico y la reproducción del racismo
en el discurso se enfocaron en lo institucional, en el texto y habla de la élite. Lo que
deseábamos saber inicialmente era cómo los periódicos corrientes escriben sobre los
Otros, y qué papel desempeña la prensa en las relaciones étnicas, la propagación de
estereotipos, y la reproducción de la dominación blanca, en general. Por ejemplo, en la
prensa, al igual que en las conversaciones, la selección de los temas principales sobre
minorías es restrictiva y estereotipada, cuando no negativa.

El «crimen étnico», al igual que los muchos problemas atribuidos a la inmigración son
asuntos que destacan incluso en la prensa de referencia y liberal.

Las fuentes que se citan en las noticias son igualmente predecibles. Sin embargo, nada
es menos cierto ya que son las instituciones y las élites blancas las que se citan. Es el
caso, especialmente, cuando surgen temas difíciles como la discriminación o el
racismo, a los Otros se les permite hablar, pero se les tacha de acusar sin pruebas, su
voz aparece entre comillas, de manera que se presenta como una opinión y no como un
hecho.

Estas estructuras de polarización negativa, que se pueden también observar en las


negaciones, las descripciones que se hacen de los actores de la minoría, además de la
estructura de los títulos, el estilo y la retórica en buena parte de la prensa europea siguen
siendo de la mayoría “blanca”. Muy pocos periodistas de grupos minoritarios trabajan
para los periódicos importantes y a niveles editoriales más altos. Igualmente, a las
organizaciones de las minorías y a sus portavoces se les encuentra como menos
creíbles, menos “objetivos” y por lo tanto con menos acceso a la prensa.

Las consecuencias del uso de la polarización negativa en una conversación cotidiana


son reducidas con respecto al uso de esta misma estrategia en un informe de noticias o
en un editorial que pueden tener miles e incluso, como es el caso de los tabloides
británicos, millones de lectores a los que va a influenciar. En nuestra investigación sobre
conversaciones cotidianas pudimos observar la influencia de la prensa en el día a día y
por ello concluimos que la prensa en Europa desempeña un papel central en el
mantenimiento del «status quo étnico», si no, en la reproducción del racismo.

La noticia como discurso

Me resultaba interesante investigar sobre la influencia del discurso escrito en nuestras


vidas. Asumí que el discurso de las noticias tenía una estructura canónica o «esquema
de noticias» que organiza las redacciones de los textos periodísticos, y que comenzaba
con las categorías bien conocidas de Título y Lead, juntos formando una categoría de
nivel más alto, Resumen, seguido por categorías tales como Acontecimientos
Principales, Acontecimientos Previos, Contexto, Historia y Comentarios.

Enfaticé en el hecho de que también la producción de las noticias es en gran parte una
forma de procesamiento de textos, de los muchos textos 20 originales que utilizan los
periodistas al escribir un informe noticioso. Analizamos sistemáticamente centenares de
noticias de una gran cantidad de periódicos y en muchos idiomas con el fin de descubrir
si existen redacciones de noticias «universales» y/o si las redacciones de noticias en
diversos países, idiomas, culturas y sistemas políticos proporcionan un «cuadro» típico
diferente del acontecimiento. Las diferencias se presentan más bien entre la prensa de
calidad y el tabloide, o la prensa popular dentro de un mismo país.

Libros de texto

Otra fuente importante para los estereotipos étnicos y los prejuicios, de los cuales
millones de niños y niñas son las víctimas diarias, son los libros de texto utilizados en
los centros escolares. Aunque especialmente en USA la situación está mejorando
lentamente con la introducción de más materiales de aprendizaje «multicultural», la
mayoría de los libros de texto, especialmente en Europa, continúa ignorando a las
minorías en conjunto, o tienden a confirmar estereotipos simples o aún prejuicios
racistas. Las minorías, así como la «gente del Sur», en general, son no sólo
presentadas como «pobres» o «primitivas», sino también como criminales y
agresivas, al igual que lo hacían los medios y las conversaciones cotidianas.

Los debates parlamentarios y otros discursos de élite

Otro dominio importante implicado en el discurso público de asuntos étnicos es la


política. Por lo tanto, analizamos los debates parlamentarios sobre la
inmigración, minorías o la acción afirmativa en los Países
Bajos, Francia, Alemania, Gran Bretaña y USA. Obviamente, tal discurso oficial público
rara vez es abiertamente racista, a excepción de las declaraciones de los miembros de
partidos de la extrema derecha.

En este trabajo fue de especial interés el estudio de múltiples jugadas discursivas


estratégicas utilizadas para limitar la inmigración o los derechos de minorías, tales como
el de «culpar a la víctima». Esta jugada discursiva se utiliza para responsabilizar a las
minorías de su propia posición marginal, su carencia de trabajo, la falta de
vivienda, etc. Se sugiere que es «mejor para ellos» si permanecen en su propio país
para «levantarlo», o más cínico aún, para que no tengan que enfrentar el racismo de los
barrios periféricos en donde tienen que vivir.

Discurso corporativo

Dado su papel en el mercado laboral, el discurso de los directivos corporativos también


se estudió especialmente a través de entrevistas a jefes de personal. Al mismo tiempo
la mayoría, especialmente en los Países Bajos, se opone obstinadamente a cualquier
forma de Acción Afirmativa.

El racismo y el discurso de las élites

Después de estudiar algunos manuales contemporáneos de sociología, se demostró


que también que en el caso del discurso académico 23 todas estas formas de discursos
dominantes «de la mayoría» y especialmente en algunos géneros del discurso de la
élite, hay muchas semejanzas. La estrategia principal en tal tipo texto y discurso, es la
de la «auto-representación positiva» de sí mismo frente a la «presentación negativa»
del Otro.

En ningún otro ámbito se niega tanto el racismo como entre las élites. Debido a su papel
en la toma de decisiones, la enseñanza, la investigación, el empleo, la burocracia, la
información y la comunicación, las élites, sus ideologías y sus prácticas étnicas tienen
un enorme impacto en la sociedad. Sabemos que, aunque, con excepciones, las élites
suelen simplemente preformular el alcance y la medida de lo que será aceptado en la
sociedad. Es decir, las élites desempeñan un papel central en la circulación del
racismo, son la que controlan el discurso público a través del cual se aprende el
racismo, y por lo tanto son las responsables directas de su reproducción en la sociedad.

Recogimos debates parlamentarios sobre la inmigración y otros temas étnicos en siete


países de Europa occidental y analizamos sistemáticamente el contenido y las
estructuras de tales discursos. Así, observamos cómo el racismo –y rara vez el
«antirracismo»– era producido y reproducido en la «alta» sociedad, y enfatizamos en el
hecho de que los políticos pueden convertirse en un mal ejemplo para la
sociedad, además de tomar decisiones vitales sobre las vidas de los inmigrantes y de
las minorías. Finalmente, después de emigrar a España en 1999, presté más atención
al racismo en este país y en América latina, y escribí un libro sobre el tema. Esta
investigación sobre el racismo en la sociedad también tomó una dimensión
organizacional a principios de los 90, cuando un grupo de eruditos Europeos formó una
Asociación Internacional para el Estudio del Racismo, con Laura Balbo como
Presidente, y conmigo, como Secretario General.

Consecuencias de hacer investigación antirracista

No sólo había publicado columnas racistas bajo su propio nombre en el periódico, sino
que posiblemente también habría participado en una broma práctica publicando, bajo
un seudónimo, un folleto racista, islamofóbico. La prensa holandesa al completo, los
periodistas, comentaristas, columnistas, etc., me atacaron por este caso, y nadie quería
creerme, a pesar de las numerosas semejanzas llamativas entre el folleto racista y la
columna del escritor, quién me llevó hasta la Corte para acusarme por calumnias, un
caso que, desde luego, perdió. Los jueces tuvieron razón al concluir que este famoso
escritor, con su columna en un periódico holandés importante, que incidentalmente
había sacado adelante la publicación de un folleto racista, sabría defenderse muy bien.

Cuando años más tarde publiqué un libro muy completo sobre este tema (van Dijk,
2003), con discusiones y demostraciones extensas de la implicación del escritor famoso
en este asunto, ningún editor se atrevió a publicar el libro. Entonces lo publiqué por mi
propia cuenta, a lo que la prensa respondió con silencio. A pesar del tema, obviamente
candente, no se publicó ni una sola reseña del trabajo, de modo que el libro fue
totalmente desconocido e ignorado por el gran público –vendiéndose apenas algo más
de 150 copias.

Análisis Crítico del Discurso

Paralelo a este extenso proyecto de investigación sobre discurso y racismo, a principios


de los 90, se requería la ampliación de este trabajo al estudio más general del
discurso, la ideología. Encontré que el acceso al discurso es un recurso social escaso
para la gente, y que en general, las élites se pueden definir también en términos de su
acceso preferencial, si no del control sobre discurso público.

Tal control mental, que está a su vez en la base del control de la acción, es ampliamente
discursivo.

Con estos antecedentes, y junto con otros investigadores en Análisis del Discurso y
disciplinas relacionadas, se fue acentuado la idea de que el análisis del discurso debe
tener también una dimensión crítica. Es decir, al elegir su orientación, temas, problemas
y métodos, el análisis del discurso debe participar activamente, y con su propia forma
académica, en debates sociales y hacer que los resultados de la investigación sirvan a
aquellos que los necesitan más, antes que a aquellos que puedan pagar más. En varios
artículos he enfatizado en el hecho de que el Análisis Crítico del Discurso no es una
teoría o un método. Deseamos saber sobre el discurso cómo se legitima, cómo se
expresa, se condona o contribuye a la reproducción de la desigualdad.

De esta manera hemos podido motivar al desarrollo de un acercamiento más crítico al


estudio de la lengua, de la comunicación y del discurso.

Después de esto, fundé otras revistas internacionales de discurso Discourse Studies y


Discourse & Communication. Para el mundo latino fundé la página y la revista de
Internet Discurso & Sociedad, que espero poder desarrollar a un sitio de referencia para
los estudios críticos del discurso en España y América Latina en los años que vienen.

Ideología

Uno de los proyectos centrales dentro de la orientación general hacia los estudios
críticos del discurso es mi estudio sobre ideología, iniciado alrededor de 1995. En
particular, las ideologías racistas no son las únicas, y para explicar su influencia en la
sociedad necesitamos una teoría más general de la ideología. En proyectos posteriores
desarrollaría cada teoría parcial, es decir, las relaciones entre la ideología y la cognición
social, entre la ideología y la sociedad y finalmente entre la ideología y el discurso.

El concepto crucial de ideología que propuse se define en términos de las creencias


cognitivas fundamentales que están en la base de las representaciones sociales
compartidas por los miembros de un grupo. Al mismo tiempo, somos capaces de ligar
ideologías a discursos, y, por ende, con las maneras en que estos reproducen las
ideologías discursivamente, así como con las maneras en que los miembros de un grupo
representan y reproducen su posición y condiciones sociales en sus cogniciones y
discursos sociales.

Las ideologías controlan las representaciones sociales de los grupos, y en


consecuencia, las prácticas y los discursos sociales de sus
miembros. Inversamente, las ideologías pueden ser «aprendidas» con la generalización
de los modelos mentales, es decir, las experiencias personales de los miembros
sociales. La teoría considera así todas las fases en el ciclo que relaciona ideología con
discurso y otras prácticas sociales. En mi proyecto de ideología postulo que las
ideologías, como tantas otras representaciones cognitivas, tienen una organización
esquemática que consiste en un número de categorías fijas que definen la «identidad»
o la propia imagen de un grupo, tales como sus actos, objetivos, normas, relaciones con
otros grupos y recursos.

Conocimiento

El paso siguiente en el mega-proyecto sobre ideología fue la teoría de la cognición social


de la cual la ideología sería ser parte. Sin embargo, esto presuponía, entre otras
cosas, hacer una teoría detallada de las relaciones entre la ideología y el
conocimiento. Sin embargo, cuando comencé a escribir un libro sobre ideología y
cognición social pronto descubrí que, a pesar de los miles de libros que tenemos sobre
el tema, no existe una teoría general del conocimiento.

Comencé así el trabajo, de manera novedosa y pragmática, con una definición más
empírica del conocimiento como la creencia compartida certificada por las
comunidades, basadas en los criterios de la comunidad que dicen a sus miembros qué
creencia es «aceptada» y compartida como conocimiento. Ello también proporciona una
base para una teoría del contexto que explica la manera en la que los usuarios de la
lengua manejan sus discursos, como una función de lo que saben que los receptores
ya saben.

Finalmente, esta teoría también explica las relaciones entre la ideología y el


conocimiento. Esto, sin embargo, es teóricamente insatisfactorio ya que, si todo el
conocimiento se basara en lo ideológico, sería diferente para cada grupo en la sociedad
y no tendríamos conocimiento común en ningún campo, significaría que no podríamos
presuponer tal conocimiento común y los grupos no podrían entenderse entre sí – lo que
no es verdad.

Es decir, la gente puede, por ejemplo, tener diversas opiniones sobre el aborto o la
inmigración, pero las discusiones ideológicas presuponen que la gente de diversos
grupos ideológicos tiene el conocimiento del campo común: saben qué son la
inmigración y el aborto.

Este concepto del conocimiento lo hace esencialmente relativo pues el conocimiento se


define como relativo a las comunidades en las que se ratifica y se comparte. Esto
también implica que el conocimiento puede cambiar, así lo que antes pudo ser apenas
creencia de algunos estudiosos o movimientos sociales, puede, con el
tiempo, convertirse en conocimiento compartido y viceversa, lo que alguna vez fue una
creencia general compartida, y, por lo tanto, conocimiento, ahora se considera de
manera general como una mera creencia.
En mi trabajo posterior sobre el conocimiento, que debe dar lugar eventual a una
monografía sobre discurso y conocimiento, espero desarrollar esta teoría del
conocimiento y demostrar cómo el discurso se produce y se entiende con base en el
conocimiento. Esto proporciona, a su vez, una base más amplia, multidisciplinaria, a la
teoría psicológica más limitada del conocimiento usada hasta ahora en la psicología del
proceso de texto, así como los cimientos necesarios para la teoría socio-cognitiva de la
ideología.

Contexto

Finalmente, hay otra noción que necesitaba un desarrollo teórico adicional: el


contexto. Paralelo a mi trabajo sobre ideología y conocimiento, y a veces, muy
relacionado con él, concebí la idea de clarificar la noción del contexto.

Sin embargo, esto era teóricamente insatisfactorio, especialmente porque los contextos
sociales como tales no pueden influenciar sobre el texto o el
habla. Afortunadamente, tenemos una noción teórica y empírica excelente para explicar
tales interpretaciones subjetivas de acontecimientos o de situaciones, los modelos
mentales. Estos modelos del contexto - o simplemente los contextos - controlan todos
los niveles y aspectos de la producción y comprensión del discurso, tal como el
género, las formas, el estilo, la variación y en general la manera en la que un discurso
se adapta a la situación comunicativa.

Como otros modelos mentales, también los modelos del contexto consisten en un
número limitado de categorías, tales como Escenario /Setting (Tiempo. Lugar),
Participantes y Acciones, con otras subcategorías tales como Identidades, Roles, Metas
y Conocimiento.

Una estructura esquemática tan simple permite que los usuarios de la lengua analicen
y definan situaciones sociales ‘on line’ y así controlen la producción y la comprensión
del discurso en función de su modelo de la situación comunicativa. Dado que los
modelos del contexto son subjetivos, esto significa también que los diferentes
participantes pueden tener diversos modelos de la situación actual, y esto puede, por
supuesto, conducir a malentendidos y conflictos. Uno de los componentes cruciales de
los modelos del contexto es el conocimiento. Los usuarios de la lengua adaptan lo que
dicen o escriben a lo que creen o saben que los receptores ya saben. Por lo
tanto, propuse en varios ensayos introducir un dispositivo especial en los modelos de
contexto, el dispositivo-K.

De esta manera, podía conectar el proyecto sobre conocimiento con el de contexto. El


libro multidisciplinar que acabo de terminar sobre esa teoría del contexto resultó ser
mucho más complejo que había planificado. Aparte de la teoría cognitiva de los modelos
contextuales, y la psicología social de las situaciones y de las representaciones sociales
a la base de las modelos, también necesitamos una sociología de la situación y una
antropología de la variación cultural de los modelos del contexto.

Gran parte del discurso social relevante es ideológico y por lo tanto, necesitamos
entender cómo se relacionan tales formas diferentes de cognición, socialmente
compartidas o «distribuidas» como conocimiento e ideologías, para luego entender
cómo teorizar las vagas nociones tradicionales de actitudes y representaciones sociales.

Contribuciones

Muchos aspectos de la teoría, análisis y estudios de caso del discurso racista. El estudio
del racismo en el discurso político.

La teoría del discurso de las noticias, por ejemplo, los esquemas de las noticias, la
producción de las noticias, y su comprensión. El estudio del discurso y de la cognición
social. Los fundamentos de los estudios críticos del discurso. La teoría de la ideología.

Algunos aspectos de una teoría del conocimiento y del discurso. La teoría del
contexto, por ejemplo, de los modelos del contexto. La edición de dos manuales de los
estudios del discurso. Establecimiento y manteniendo de un Sitio Web personal con los
recursos para los estudios críticos del discurso.

Conclusiones

Sin embargo, como fundador y editor de varias revistas


internacionales, anteriormente, Poetics y TEXT, y actualmente Discourse &
Society, Discourse Studies, Discourse & Communication, Discurso y Sociedad, y como
editor del Handbook of Discourse Analysis y de otra introducción de dos
volúmenes, Discourse Sudies , he intentado siempre
promover, estimular, integrar, unificar y desarrollar mucho más allá, los dominios para
estudiar el texto y el habla, como una nueva disciplina de «estudios del discurso».

He propagado un acercamiento más social en la psicología cognitiva del proceso del


discurso y para un acercamiento más sociocognitivo en los estudios del discurso crítico
y sociopolítico. Los estudios del discurso deben ser tan teóricamente explícitos como
diversos, integrando todos los dominios relevantes de la lingüística, la pragmática, la
psicología, los estudios de la comunicación y las demás ciencias sociales.

Afortunadamente, a través de las revistas y como autor y editor de libros puedo


influenciar un poco en este proceso, pero, obviamente, no puedo hacerlo solo. Y
cualquiera que sean los esfuerzos teóricos y de organización, el último objetivo es y
debe ser una contribución a un análisis crítico de la sociedad, incluyendo la enseñanza
crítica de nuestros estudiantes.

Otra conclusión importante es que mi trabajo representa varias


orientaciones, métodos, teorías, y direcciones de investigación. Emergiendo del
estructuralismo francés en poética y semiótica, pronto me centré en la lingüística
moderna, luego en la psicología cognitiva y después en las ciencias sociales. Mi objetivo
ha sido siempre ser claro y didáctico, evitando la escritura esotérica que les encanta
tanto a algunos de mis colegas en la aproximación filosófica del discurso. He evitado
permanecer estático en un dominio, problema o paradigma, y he acudido siempre a
otros campos para explorar nuevos problemas y maneras de hacer el análisis del
discurso.

Como puede ser obvio de lo que se narra arriba, el análisis del discurso para mí es
esencialmente multidisciplinario. Debido a la naturaleza multifacética del discurso, esta
investigación multidisciplinaria debe ser integrada, debemos idear las teorías que son
complejas y considerar lo textual, lo cognitivo, lo social, la dimensión política e histórica
del discurso.

Con la disciplina como una totalidad, he aprendido mucho sobre discurso durante los
últimos 40 años. Pero, al mismo tiempo sé que mucho de lo que sabemos es incompleto
y equivocado. Comparado con las «gramáticas del texto» iniciales de principios de los
70, el trabajo formal contemporáneo sobre las estructuras del discurso es, por
supuesto, mucho más sofisticado. Y comparado con el cognitivo simplista, los modelos
sociales e interaccionales del texto y del habla de hace de 20 años, el nuevo trabajo
sobre el proceso de texto, de los estudios sociopolíticos del discurso y del análisis
conversacional también han avanzado mucho. Aunque rara vez los estudios del
discurso se ejercen académicamente en los departamentos o en los programas
especiales, estos se han transformado en una disciplina madura, con sus propias
revistas, manuales, congresos y especializaciones. Todavía, queda mucho por
hacer. Hay campos todavía no desarrollados, como es el caso de la ciencia política del
discurso.

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy