Tema 10. LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL.

Factores de la
actividad industrial. Principales sectores industriales en la
actualidad. Distribución geográfica de la industria en
España.

Introducción.
LA INDUSTRIA es la actividad que transforma materias primas en productos
manufacturados. Tradicionalmente, la industria se ha dividido en industria pesada,
básica o de bienes de equipo, e industria ligera, de transformación o de bienes
de consumo.
- La industria pesada implica grandes instalaciones, importantes inversiones y
mano de obra, aunque éste último aspecto está siendo sustituido por el progreso
tecnológico. Su producción se dirige a la elaboración de materias primas para otras
industrias o a la fabricación de maquinaria.
- La industria ligera suele adoptar la forma de medianas instalaciones, con mano
de obra menor pero más cualificada y muy tecnificada. Su producción es de bienes
listos para el consumo. Su diversidad es enorme.
LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL GENERA UN PAISAJE GEOGRÁFICO PROPIO, de
fuerte impacto en el territorio, debido a la complejidad de sus instalaciones, a las
vías de comunicación y a la concentración. A ello se suma su altísimo impacto
medioambiental.
El espacio industrial comprende el territorio donde se asienta la industria. Esta
actividad transforma las materias primas en productos semielaborados o elaborados
utilizando una fuente de energía. De su estudio se ocupa la geografía industrial, que
analiza las interacciones entre la industria y el espacio donde se ubica.
• El territorio influye en la localización y las características de la industria por los
recursos que ofrece: recursos naturales, como materias primas y fuentes de energía;
y recursos humanos, como mano de obra, clima social, o política industrial.
• La industria ejerce a su vez una destacada influencia en el territorio donde se
implanta:
– En el plano económico-social, a pesar de su modesta contribución a la
ocupación y al PIB de España (14 % y 15,8 %, respectivamente en 2019), crea
empleo de calidad; e impulsa el desarrollo tecnológico, la I + D + i, los servicios a la
producción y las exportaciones. Por eso, la mayoría de los territorios industrializados
son espacios dinámicos que atraen población, generan empleo, y elevan las rentas
de sus habitantes. La crisis de 2008 afectó duramente al sector secundario y sobre
todo a la construcción. La industria española ocupa un lugar subordinado respecto al
sector servicios, y de segundo orden dentro de los países más desarrollados.
– En el plano medioambiental, la industria ejerce un fuerte impacto por los
recursos naturales que consume y las alteraciones medioambientales y paisajísticas
que puede ocasionar.

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El espacio industrial producto de estas interrelaciones es dinámico, dado que los
rasgos de la industria han variado a lo largo del tiempo; y heterogéneo, puesto que
los cambios no han afectado por igual a todo el territorio y coexisten situaciones
diversas.
1. Proceso de industrialización en España.
Con relación a los países europeos más avanzados, el proceso de industrialización
español ha sido discontinuo, con retraso y muy polarizado en torno a los núcleos
iniciales. Si bien en la primera mitad del siglo XIX se producen intentos importantes,
el proceso no se desarrolla plenamente en nuestro país hasta:
LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX.
- La industrialización española avanzó a un ritmo lento y discontinuo, amparada bajo
un proteccionismo que favorecía desde el poder, el desarrollo de dos núcleos
poderosos:
Cataluña y País Vasco, reservando a Madrid el papel de centro financiero y al resto
del país una mera función de granero, con la única posibilidad de industrias agrarias.
- Pese a todo, su crecimiento fue pobre debido a la debilidad del mercado interior
por la escasa renta de la población, y a la dependencia tecnológica y financiera de
Europa, agravada por el hecho de que las desamortizaciones desviaron al capital
hacia la compra de tierras.
DURANTE EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX.
La industria española se benefició de la repatriación de capitales tras la pérdida de
las colonias, (Desastre de 1898) de una mentalidad más emprendedora y de los
beneficios comerciales de la Primera Guerra Mundial en la que España fue neutral.
Durante la dictadura de Primo, se realizan importantes obras públicas que
permitieron conectar el mercado interior. Sin embargo, éste seguía siendo bastante
débil, y nuestras exportaciones, faltas de competitividad.
TRAS LA GUERRA CIVIL.
La destrucción y el aislamiento internacional frenaron el relanzamiento.
- El franquismo optó por la autarquía y por el intervencionismo estatal plasmado
en la creación del Instituto Nacional de Industria (INI) en 1.941 destinado a construir
un sector básico de siderurgia, naval y petroquímica.
A PARTIR DE 1950.
La paulatina salida del aislamiento (firma de los pactos España-U.S.A. en 1952)
permitió la entrada de capital extranjero, constituyéndose la que será la estructura
característica de la industria franquista:
La dualidad entre un sector dominado por el capital público (INI) orientado a
bienes de equipo y otro sector de mediana y pequeña empresa dedicado a las
industrias de transformación y de bienes de consumo.
Se plantea una nueva política económica encaminada a conseguir una sociedad
industrializada y de consumo, una mayor diversificación y modernización de la
industria, así como su difusión a las regiones atrasadas.
Aprovechando el férreo control de la Dictadura, y la falta de libertades sindicales,
todo el proyecto descansa sobre un Plan de Estabilización del crecimiento salarial
para desviar los beneficios a inversiones productivas (a partir de 1959).

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Se pusieron en funcionamiento los Planes de Desarrollo que dirigían la inversión y la
creación de polos de desarrollo y de promoción en ciudades no industrializadas.
La política desarrollista tuvo resultados evidentes:
- El PIB alcanzó tasas de crecimiento anual en torno al 7% y el país se convirtió en
la décima potencia mundial en cuanto a producción industrial.
- Sin embargo, el desarrollo industrial de los sesenta se polarizó de nuevo en las
regiones tradicionales. Por otra parte, la contención salarial impidió la creación de un
mercado interior de consumo similar al europeo.
- Al final del periodo, la industria española es un gigante con pies de barro; falta de
renovación tecnológica, bajo la tutela del estado, sin una estructura empresarial
competitiva y con gran dependencia energética.
LA CRISIS ENERGÉTICA DE 1973.
Afecta gravemente a España a partir de 1.975. Diversas causas contribuyen a este
impacto.
- Causas externas:
- El encarecimiento del petróleo.
- La aparición de nuevos países industriales que competían con nuestra producción.
- Causas internas:
- La dependencia tecnológica.
- La anticuada estructura empresarial.
- La inestabilidad de la transición que asustó a la inversión exterior y afectó
gravemente a la productividad.
- La falta de competitividad que obligaba a cerrar empresas.
El resultado de todo ello fue un enorme crecimiento del paro industrial que ya no
tenía el escape de la emigración.
En la década de los ochenta, el primer gobierno socialista, aborda una
restructuración general de la industria, que incluía entre otras medidas:
La reindustrialización de las zonas donde el tejido había resultado dañado para lo
que se crearon las Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR). Sin embargo, la
mayoría de los proyectos se aplicaron en zonas tradicionales, agravando los
desequilibrios. El proceso tuvo un alto coste humano en el paro.
ESPAÑA EN LA C.E.E.1986.
Supuso un nuevo reajuste que, al tener que seguir las directrices europeas, agravó
el problema del paro.
- Un amplio programa de privatizaciones de las empresas estatales. Así, en 1.995 se
suprime el INI y se sustituye por la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones
Industriales) cuyo objetivo era privatizar el sector industrial público. Los ingresos
obtenidos sirvieron para reducir el déficit presupuestario pero, al haber enajenado
las empresas más rentables, el estado perdió fuentes de ingresos y la capacidad de
maniobrar en la economía nacional.
- Ayudas a las PYMES para elevar su competitividad en un espacio sin aranceles.

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 2. Factores de la actividad industrial.
Materias primas
Tradicionalmente, las materias primas junto las fuentes de energía, fueron factor
determinante en el emplazamiento de la actividad industrial. Sin embargo, en la
actualidad, éste depende más de otros factores como los económicos, políticos,
consumo, etc…
Materias primas de origen mineral.
- LOS MINERALES METÁLICOS más importantes son el hierro (Cantabria,
Granada, Huelva), el cobre (Huelva), la pirita (Huelva), el plomo (Jaén), el cinc
(Cantabria, Murcia), es el único realmente rentable, el wolframio y el estaño disperso
por toda la España granítica, y el mercurio (Ciudad Real). En general la minería
metálica española se ha reducido en el último cuarto de siglo en un 25% y la
tendencia es a la baja con el peligro de la conflictividad social que ello puede
generar.
- LOS MINERALES NO METÁLICOS (caolín, cuarzo, arcilla, baritina, sal gema),
destinados a la construcción y a la industria química, con producción excedentaria;
podemos exportar.
- LAS ROCAS INDUSTRIALES se explotan en canteras (arenisca, caliza, mármol,
granito, yeso, etc...) son la materia prima para la construcción. Su localización es
muy dispersa y hay autoabastecimiento, excepto en el mármol, que a pesar de tener
una importante producción no es suficiente para la industria del mármol y sus
derivados.
Materias primas de origen orgánico.
En la actualidad a las tradicionales (lana, lino, algodón), se han unido otras como el
girasol, la leche, la remolacha, el tabaco, que necesitan importantes
transformaciones industriales. España es deficitaria en madera (para muebles,
construcción y pasta de papel), pero posee excelentes materias primas de origen
agrario y pesquero que permiten una magnífica industria agroalimentaria.
Fuentes de energía.
Fuentes de energía no renovables.
- EL CARBÓN. En España se localizan una docena de cuencas, entre las que
destacan las de la Cordillera Cantábrica, la Sierra Morena cordobesa
(Peñarroya) y Teruel. Su extracción está prácticamente desaparecida desde 2019.
Se trata de un carbón caro (profundidad de sus vetas) y de mediana calidad (la hulla
no representa ni la mitad de la producción) que a mediados de siglo ya resultó
insuficiente, por lo que hubo que recurrir al petróleo y al carbón de importación,
chino y sudafricano. Su consumo es cada vez menor debido a las elevadas
emisiones de CO2 responsables del cambio climático.
- EL PETRÓLEO constituye la principal fuente de energía primaria, de él
procede más de la mitad de la energía consumida, gracias a su polivalencia.
Nuestras reservas son muy escasas y sólo cubren un 0,3% de las necesidades.
Para evitar la dependencia, se importa desde varios países: los del Golfo, México,

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Nigeria y Rusia. Se trata de petróleo en bruto que es tratado en refinerías y
distribuido por una compleja red de oleoductos.
- EL GAS NATURAL se usa desde 1.969. Nuestra producción (Vizcaya y Marismas
de Huelva) es muy escasa. Se importa de Argelia, Noruega y del este europeo a
través de una amplia red de gasoductos. El plan energético nacional de 1.991 abogó
por él como sustituto del petróleo. Su consumo alcanza ya el 12% de la energía
primaria.
- LA ENERGÍA NUCLEAR EL URANIO es el mineral energético más abundante en
el suelo peninsular, sobre todo en las penillanuras occidentales, pero no poseemos
tecnología para su enriquecimiento por lo que dependemos de EE.UU. y
Francia. Se utiliza para abastecer reactores nucleares que en la actualidad
funcionan en España.
Fuentes de energía renovables.
- LA ENERGÍA HIDRÁULICA su mayor potencial se da en el norte, de acuerdo con
la distribución de las precipitaciones. Es una energía limpia pero últimamente no se
desarrolla por el coste de sus instalaciones y por su impacto medioambiental.
- LA SOLAR usa el calor y la luz del sol. Se destina a producir agua caliente y
calefacción (mediante captadores térmicos situados sobre los edificios); o a
producir electricidad. Las centrales termoeléctricas la obtienen usando espejos
para calentar un fluido y generar vapor (Sanlúcar La Mayor, en Sevilla). Las
centrales fotovoltaicas utilizan paneles de silicio para convertir directamente la luz
solar en electricidad, en grandes centrales (Badajoz, Murcia, Zaragoza) y en
pequeñas instalaciones o «huertas solares». Las centrales solares se localizan en
zonas con abundantes horas de sol y en áreas rurales, donde el suelo es más
barato.
- LA EÓLICA utiliza la fuerza del viento. Se destina a producir electricidad en
parques eólicos, que desde 1991 han experimentado un crecimiento espectacular,
gracias a las mejoras técnicas que han reducido los costes, convirtiendo a España
en la segunda potencia eólica de la UE detrás de Alemania. Los parques eólicos se
localizan en zonas con vientos intensos, constantes y regulares, que coinciden con
las cumbres montañosas y ciertas costas (litoral gallego, Tarifa); y también en
algunas comunidades que han apostado por ellos, como Navarra, Canarias, ambas
Castillas y Aragón. Además, existen aerogeneradores de baja potencia usados para
proporcionar electricidad a instalaciones aisladas o para bombear agua. La eólica
marina está en estudio, por su elevado coste.
- LA BIOMASA usa la materia orgánica procedente de residuos agrícolas,
ganaderos y forestales; de la basura; o de ciertas industrias que usan productos
orgánicos como materia prima, como la agroalimentaria, la madera y el papel. Estos
residuos se destinan a producir energía eléctrica o térmica. Además, se está
fomentando el uso doméstico en estufas de pellets. Las comunidades más
productoras son Andalucía, Galicia y Castilla y León.
- GEOTÉRMICA Y MARINA en la actualidad son minoritarias en España. La
geotérmica (calor interno de la Tierra) en yacimientos de altas temperaturas de

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Canarias. La marina procede de las olas y las mareas, aprovechando sus
movimientos (energía mareomotriz) para producir electricidad, se localiza en
algunas zonas costeras, como en Cantabria.

La fuentes de energía a su vez se pueden dividir en:

● Energía primaria está constituida por las fuentes de energía tal y como se
encuentran en la naturaleza, sin ninguna transformación. Son todas las
anteriores.
● Energía secundaria o final que se obtiene de la transformación de las
fuentes de energía primaria en formas de energía aptas para ser utilizadas
por los consumidores, como el transporte, la industria, los hogares y otras
actividades económicas. Como productos petrolíferos y electricidad.
Estructura empresarial.
En conjunto podemos decir que la estructura empresarial de la industria española es
débil en comparación con la magnitud de nuestro PIB.
Dos tercios del empleo de la industria en España está dentro de las PYME. La
inversión en I+D (Investigación y desarrollo es débil). La penetración del capital
extranjero es muy fuerte en sectores como, por ej,. Automóvil. A la inversa
multinacionales españolas (Telefónica, Repsol, Abengoa, Zara..). Las empresas
públicas han quedado muy reducidas.
Tradicionalmente, el desarrollo industrial español se hizo a partir del modelo de
capitalismo bancario; bien fuera a través de la colocación de activos de sus
clientes o mediante la concesión de créditos, lo que genera una fuerte dependencia
financiera.
A ello se une el importante papel del capital público durante el franquismo, ya sea
por el carácter estatal de la mayoría de las grandes empresas, como por la
dependencia que generó en las medianas y pequeñas a través de los créditos
oficiales.
El ingreso de España en la Unión Europea significa la adaptación a un modelo de
capital bursátil, con carácter inversor privado. Las inversiones captadas proceden
esencialmente del exterior, aunque es cierto que han crecido las exportaciones de
capital español a Latino América de la mano de las grandes empresas constructoras
y de comunicaciones.
Todo ello ha sido favorecido por EL MODELO DE EMPRESA ESPAÑOLA:
la gran mayoría, un 98%, de pequeño o mediano tamaño, (PYMES) muchas de
carácter familiar y sin apetencias por cotizar en bolsa. Sólo las de la construcción y
algunas de la comunicación han obtenido un tamaño comparable a las europeas con
las que pueden competir en las grandes contratas mundiales. En general, el mundo
del capital español está a bastante distancia de su correspondiente de los países
desarrollados. Existe poco espíritu de riesgo y los ahorradores siguen prefiriendo
colocar sus activos en instituciones bancarias que se convierten así en
intermediarios todopoderosos entre el ahorro y la inversión.

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 3. Principales sectores industriales.
LA METALURGIA.
La “reconversión” afectó especialmente a la Siderurgia integral ( obtiene acero en
los altos hornos a partir del mineral de hierro), se mantiene la no integral, acerías,
(hornos eléctricos a partir de la refundición de la chatarra). Focos principales en el
País Vasco y secundarios Navarra, Asturias y Cataluña.
LA CONSTRUCCIÓN NAVAL.
Ha sido siempre otro de los sectores más importantes. Por iniciativa del INI se
construyeron artilleros con estructura de grandes empresas públicas (Astano,
Bazán). Junto a ellas existen empresas privadas de menor tamaño dedicadas a la
construcción de barcos de pesca o de recreo. Actualmente se encuentran en una
grave crisis por la competencia de los países asiáticos, por su dependencia de
subvenciones públicas, en grave contradicción con la política de liberalización de la
Unión Europea. En la actualidad se encuentran en un proceso de privatización
impuesto por la U.E. que ha llevado a una drástica reducción.
FABRICACIÓN DE ELECTRODOMÉSTICOS.
En la actualidad es un sector dominado por grupos de capital extranjero. Su
producción es un indicador del nivel económico de una sociedad (crisis o
crecimiento).
AUTOMÓVIL.
Fue muy importante en el despegue industrial de España en el franquismo. En la
actualidad está en manos de multinacionales extranjeras y en gran parte dirigido a la
exportación.
AGROALIMENTARIO.
Tiene una gran diversidad y dispersión con abundancias de PYMES, las grandes
empresas, multinacionales con frecuencia, controlan los sectores lácteos, aceite,
azúcar, cerveza. La localización está muy mediatizada por la proximidad a las
materias primas agrícolas, ganaderas y de productos marinos.
SECTOR QUÍMICO.
Se articula en torno a la petroquímica y a la química de transformación. La
primera genera grandes complejos asociados a las refinerías (Huelva, Algeciras,
Cartagena, Puertollano, Tarragona, Avilés), tributaria de grandes capitales
extranjeros. La química de transformación, (fertilizantes, pinturas, farmacias) implica
instalaciones medianas pero con gran tecnología, se concentra en los grandes
núcleos urbanos.
PARQUES TECNOLÓGICOS.
Aglutina sectores de tecnología punta como electrónica, energías renovables, etc.
Son Madrid, Cataluña, el País Vasco y Navarra las que proporcionalmente invierten
más en I+D+i (investigación, desarrollo e innovación).

4. Distribución geográfica.
Podemos distinguir cuatro grandes sectores regionales en función de la realidad de
su industria.

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 1. ÁREAS INDUSTRIALES DESARROLLADAS.
Son las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona. Centros neurálgicos de la
economía española. Con una enorme y diversificada industria. Cada vez con
mayores cifras de inversión en I+D+i A la crisis han respondido con establecimientos
dinámicos y de sectores de alta tecnología.
- La industrialización catalana afecta no sólo a la capital sino a una serie de
ciudades como Hospitalet, Badalona, Sabadell, Tarrasa o Tarragona (petroquímico),
generando un 26% de la producción nacional. En estas pequeñas ciudades el
predominio de las PYMES genera problemas de competitividad.
- Madrid es un territorio de industrias punteras al mismo tiempo que principal centro
de la toma de decisiones. Muy diversificado, se vuelca hacia sectores de gran
dinamismo como el electrónico, químico, óptico. Extendido hacia municipios
cercanos y hacia Toledo y Guadalajara, el núcleo de Madrid supone el 9,5% de la
producción industrial española.
2. ÁREAS Y EJES EN EXPANSIÓN.
Se pueden incluir todas las áreas periurbanas y los ejes de desarrollo a lo largo de
corredores que comunican áreas industrializadas como el del Ebro y el del
Mediterráneo.
- El eje del Mediterráneo acoge una industria muy diversificada que se beneficia del
acceso a un mercado de alta densidad de población y alto nivel adquisitivo.
Destacan la industria endógena de la plana de Castellón con la industria cerámica,
Valencia y la reconvertida Sagunto como una producción muy diversificada, y la
pequeña industria del textil, calzado y juguete de Alicante, con problemas de
competitividad internacional. Valencia es la tercera región industrial de España con
un 11% de la producción nacional.
- En el eje del Ebro se abren expectativas para Navarra con una rica industria
endógena basada en la tradición y recursos locales de Tudela o Estella, que
complementan al sector automovilístico de Pamplona. En La Rioja la nueva
industria agroalimentaria conservera se une a la tradicional del calzado. Sin
embargo, en Aragón el 80% de la industria se concentra en Zaragoza, donde
destacan las industrias del transporte.
- Ejes secundarios de Ferrol-Vigo y el Bajo Guadalquivir (Bahía de Cádiz).
Formado por el triángulo Sevilla-Cádiz-Huelva.
3. ÁREAS EN DECLIVE.
La cornisa cantábrica como consecuencia de la crisis de los sectores tradicionales
de este espacio (metalurgia, petroquímica, naval), pero también se incluyen
Puertollano, Ferrol o Cádiz.
Fue muy fuerte en el País Vasco pero el dinamismo de la pequeña empresa de esta
región permite un repunte esperanzador. Destaca la siderurgia no integral y la
metalurgia de transformación junto a la química y material eléctrico. Pese al declive
general de la región, la industria vasca sigue suponiendo un 10% del total nacional.

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 4. ÁREAS DE INDUSTRIALIZACIÓN ESCASA.
Se corresponde con las zonas interiores y algunas periféricas.
- Zonas de escasa tradición industrial y dedicación agraria (Extremadura, Castilla.
La Mancha).
- Zonas como Baleares, Canarias y Costa del Sol donde la dedicación terciaria y el
sector de la construcción absorben todas las energías económicas.

CONCLUSIÓN.
España muestra un sector industrial propio de un país desarrollado, pero que ha
sufrido los efectos de diversas crisis y reestructuraciones a lo largo de su historia
reciente. Los principales retos de la industria en España son adaptarse a un sistema
descentralizado y flexible. Así como la demanda de una mano de obra cada vez más
cualificada, para hacer frente a los nuevos retos como la inteligencia artificial o la
realidad virtual. Otro reto no menos importante es hacer compatible el desarrollo
industrial con la conservación del medio ambiente y una explotación sostenible de
los recursos naturales.