Mirar o Copiar A Los Artistas Plásticos.¿cómo Enseñar A Pintar?

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 3

Mirar o copiar a los artistas plásticos.¿Cómo enseñar a pintar?

Mirar o copiar a los artistas plásticos.¿Cómo enseñar a pintar?


Por Patricia Berdichevsky

Para abordar esta problemática es necesario hacer un poco de historia.


Durante muchos años los docentes de inicial nos formamos en la Plástica, para ​hacer trabajitos
que engrosaran una carpeta, fin último y preciado que, supuestamente, garantizaba el desarrollo
de la creatividad de los niños.
Para hacerlos proponíamos las llamadas técnicas gráfico­plásticas, combinaciones de materiales
que posibilitaban entretener a los chicos con la novedad y obviamente alimentar la carpeta.
Cuando ingresé al profesorado de Inicial ya estudiaba Bellas Artes y veía como dos mundos
paralelos el del arte adulto con sus técnicas tradicionales (pintura dibujo, escultura, collage,
grabado) y el del jardín con sus pluviomanías, esgrafiados, dibujos con cola vinílica y betún,
collage con boletos, collage con papel glasé De hecho algunas de esas combinaciones de
materiales podían ser interesantes utilizadas de otra manera, con continuidad suficiente para
descubrir sus posibilidades expresivas, pero ciertamente, este paseo, este saltar de una cosa a
otra sólo servía para llenar hojas y obtener un nuevo trabajito.
En Buenos Aires, a partir de la publicación de Diseño Curricular 89, se plantea que la Plástica es
un lenguaje que puede ser enseñado. Un lenguaje que expresa y comunica a través de
imágenes, realizadas con diferentes técnicas y procedimientos: pintura, escultura, dibujo, colage,
grabado; con determinados materiales y herramientas.
También se incluye algo esencial: que éste, como todo lenguaje artístico se aprende en varias
direcciones, hacer imágenes, observar imágenes y comprenderlas como productos culturales.
Entonces se empieza a incluir en la enseñanza de la plástica la observación de imágenes
artísticas: la lectura de imagen. En el diseño curricular actual se incluye el eje de la apreciación, la
importancia de formar a los chicos como espectadores.
Si se leen detenidamente todos estos documentos curriculares es claro que nunca se propone
copiar, todo lo contrario, se habla de un acercamiento sensible y crítico, para conocer, para
comprender, para aprender, para disfrutar, para conmoverse.
Esto es algo fundamental porque somos espectadores desde de que nacemos y lo seremos toda
la vida.
Pero no basta con la publicación de un documento curricular para que los docentes formados en
otros enfoques puedan enseñar a los chicos uno de los lenguajes que los seres humanos
empleamos para expresarnos. Tampoco basta para que, estos docentes que no han transitado la
experiencia personal de apreciar y disfrutar el arte, puedan iniciar a los chicos en una práctica que
para ellos también era ajena.
Muchos docentes formados para hacer trabajitos se sintieron (o se sienten) desorientados en esto
de enseñar a ver imágenes, en especial imágenes artísticas que son el referente principal de este
lenguaje que estamos enseñando a los chicos. Cada quien hizo lo que pudo y comenzaron a
verse propuestas como​ ​vamos a pintar como Miró, luego de elegir un cuadro bien fácil de imitar y
de poner en las mesas, sólo los colores del cuadro elegidos cuidadosamente por la docente.
Esta incitación pecaminosa a la copia emplea esfuerzo, materiales y tiempo del docente y de los
chicos en aprender a copiar en lugar de ofrecer la oportunidad de observar de conmoverse y
también de aprender a pintar para crear imágenes propias y personales.
Seguramente copiando los chicos podrán desarrollar habilidades para lograr los colores, imitar las
pinceladas, copiar las forma ¿pero cuál es el sentido de hacer otra vez lo hecho por otro?
Los chicos aprenden muchas cosas imitando a los que saben, pero se trata fundamentalmente de
procedimientos. Pueden aprender a mezclar los colores imitando a su maestra o a un compañero,
observando como saca de a poquito un color y lo incluye en otro, como limpia el pincel, como lo
escurre en el borde del vaso para afinar su punta, como lo limpia con el trapo. Seguramente
podrá usar estos conocimientos para hacer sus propias obras y para descubrirlo en la producción
de otros.
Pero cuando lo que imita es un producto acabado perderá la oportunidad de utilizar todos estos
descubrimientos en su propia expresión. Posiblemente poco a poco, se hará dependiente de esas
copias y tal vez desvalorice sus propia producción. El que copia aprende a copiar y el que pinta
aprende a pintar.
Copiar es un hecho mecánico, una fotocopiadora lo realiza en un minuto y sin necesidad de
conmoverse.
Así como cuando leemos un libro no es necesario copiarlo ni repetirlo para disfrutarlo, tampoco es
necesario copiar una obra plástica para deleitarse, extrañarse, conmoverse y comprenderla.
Algo totalmente diferente de la observación del natural, mirar los árboles, descubrir sus colores,
los distintos matices que provoca la luz sobre las hojas, tocar los surcos del tronco, percibir su
textura y luego pintarlos. Algo muy diferente es copiar los árboles pintados por otros, un producto
resuelto por otra mirada.
Dice Graciela ​Montes “Leer es construir sentido (…) Se “lee” una imagen, una ciudad que se
recorre un rostro que se escudriña. Se buscan indicios, pistas, y se construye sentido, se
arman pequeños cosmos de ​ significación en los que uno como lector queda implicado.”#
Por eso es importante que los chicos se acerquen a diversas imágenes para conocerlas,
disfrutarlas, descubrir sus indicios y construir múltiples significados a partir del impacto que estas
obras les provocan.
Brindarles oportunidades de conocer las producciones artísticas de su medio, de su país y de
otras culturas, esos objetos maravillosos que los ayudarán a acrecentar su sensibilidad,
alimentarán su imaginación, ampliarán sus horizontes y les permitirán construir su juicio crítico.
Como dice Octavio Paz, para ver de verdad hay que comparar lo que se ve con lo ya visto.#
Dejarse conmover, emocionar, atravesar por las imágenes, tanto las del entorno natural como las
del construido por el hombre en el que se incluyen obras de arte, artesanías, imágenes de todo
tipo y también las que hacen los chicos.
Ellos se están iniciando en los lenguajes artísticos y es importante que en esta iniciación puedan
conocer el arte que la humanidad ha ido construyendo desde sus orígenes hasta la actualidad, la
cultura en que ellos y nosotros estamos inmersos.
Por ejemplo, cuando se les propone trabajar sobre retratos será importante observar retratos, así
se descubrirá y se comprenderá qué es ese género, por qué los seres humanos sentimos la
necesidad de retratarnos, se nutrirá la imaginación de los chicos con diversas formas de
expresión, comprenderán que estas formas dependen también de diferentes necesidades y
diferentes contextos, que responden a ideas y concepciones distintas. Descubrirán en las obras
esos indicios, esas pistas que menciona Graciela Montes, que serán transformados por cada uno
en sentidos, emociones y sensaciones diversas.
Luego, si queremos que transiten la experiencia de retratar, se podría sugerir observar al docente,
mirar la forma de su rostro, mirar su peinado el color de su pelo detenerse en sus características y
retratarlo. Estas propuestas implican un trabajo de observación y la creación de una imagen
diferente a partir de lo observado y lo sentido por cada uno a partir de lo que mira.
Si en otra oportunidad miran caricaturas y retratos expresionistas, los chicos descubrirán que a
veces los artistas deciden deformar, distorsionar para expresar otras cosas, para resaltar algo. Tal
vez apreciar retratos imaginarios podrá ser la puerta para inventar caras locas, el permiso o la
fuente de nuevas ideas para trabajar.
Cuando acercamos a los chicos a diversas manifestaciones artísticas lo hacemos
fundamentalmente, para que las contemplen, para que las conozcan, para que las disfruten y
puedan construir significados propios a partir de lo que ven.
Por todo esto es importante dar tiempo a la contemplación para que cada uno haga sus propios
descubrimientos. A veces una pregunta dispara las reflexiones: ­ ¿qué tienen de diferente estos
retratos? Otras veces una comparación ayuda a encontrar nuevas pistas. Pero también es
importante la actitud lúdica, proponer, por ejemplo imitar corporalmente un retrato ayuda a
penetrar en su expresión, y tal vez proponer un diálogo entre varias obras.
Además, como están aprendiendo a pintar, la posibilidad de acercarse a lo que otros han creado
les permitirá descubrir recursos, formas de hacer, permisos y desafíos. Esto puede generar
nuevas imágenes puede enseñar nuevos caminos e invitar a transitarlos. Si los chicos observan
pinturas abstractas hechas con manchas y chorreaduras, seguramente, este encuentro abrirá un
abanico de posibilidades creativas, otros interrogantes y otros sentidos. Entonces si el docente los
invita a producir sus propias pinturas a partir de manchas, a experimentar parte de lo que han
apreciado será para crear sus propias imágenes, únicas, irrepetibles, singulares.
Como lo expresa el artista plástico, Luis Felipe Noé ​“Este artista no está solo en el tiempo. Hay
muchos artistas antes que él. Hay muchos que han sentido la misma sensación. Ellos se han
completado unos a otros. Han hecho un devenir de la imagen.”#
Del mismo modo los chicos, al ser espectadores de lo que los artistas hacen y nutrirse con
imágenes diversas podrán participan de ese devenir creando también ellos mismos algo nuevo,
nuevas imágenes y múltiples significados y sentidos.

Otra vuelta

​ Cuando comencé a leer el texto de Mariana y la cita de Matisse que eligió ​incesante exploración,
el título: ​conmovedora aventura, y finalmente las palabras con que define esta forma de
expresión: ​un mundo poético centrado en el color, una ​construcción estética que se ofrece a los
sentidos; ​contacto sensual con la materia; ​emoción y significado; inmediatamente vinieron a mí
escenas del mundo del jardín de infantes.
Todas estas bellas palabras me llegaron muy hondo, me evocaron mis propias sensaciones al
pintar y al acompañar a mis alumnos en esta ​conmovedora aventura. Entonces, como dije, pensé
en los jardines de infantes y en particular en qué poco se ve hoy a los chicos viviendo el ​contacto
sensual con la materia. Tal vez los miedos de los docentes, la mirada puesta en otras cosas, han
cedido espacio a esta otra escena: los chicos pintando, pero pintando con todo, con muchos
colores en la mesa, con pinceles, con esponjas con lo que sea necesario para dejarse llevar por
el ​contacto sensual con la materia, por la música de los colores, por las sensaciones y las
vibraciones que producen al relacionarse; con tiempo para la experimentación, con la certeza, por
parte del docente, que esta es una experiencia valiosa.
Ema dice, refiriéndose a la posibilidad de ver obras de arte: ​en muchas ocasiones será la única
posibilidad que los niños tengan de acercarse sensiblemente a estas manifestaciones
estético­culturales. Creo que también esta frase vale para la oportunidad de pintar. La mayoría de
los chicos sólo tienen esta oportunidad y este espacio en la escuela. Qué importante es entonces
que el docente confíe y se entregue al placer de conducirlos en esta maravillosa oportunidad.
Ema y yo nos hemos preocupado por la primera parte del título: la importancia de mirar para
pintar, aprender a ver nuestro entorno, las obras de arte, sus propias producciones, algo que
muchas veces falta también en la escuela, el ejercicio de la contemplación, el placer de mirar, de
mirar para disfrutar, que no siempre será un mirar para hablar de lo que se mira, porque por algo
los seres humanos creamos estos otros lenguajes para expresarnos, lenguajes no verbales como
la pintura

Creo que este espacio me servirá para recordar, a aquellos maestros que tal vez lo olvidan, el
sentido profundo de sus acciones, porque enseñar a pintar es enseñar a construir mundos y
cuando los chicos aprenden a pintar aprenden a usar los colores, a seleccionar las herramientas
a conducir sus gestos y sus acciones para hacer dialogar a los colores y a las formas. Aprenden
que los colores, como la mayoría de las cosas de este mundo, no valen por lo que son sino por
cómo se relacionan con lo que los rodea. Aprenden a valorar lo que hacen ellos mismos y
también lo que hacen los otros, a descubrir la belleza de las diferencias. Aprenden a ver el mundo
y tal vez transformarlo dejando su huella en él.

http://www.educared.org.ar/infanciaenred/Dilemas/dilemas2007/julio/temario/sem
ana2.asp

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy