Cuadernillo #2 - Ley Micaela - 8°cohorte
Cuadernillo #2 - Ley Micaela - 8°cohorte
Cuadernillo #2 - Ley Micaela - 8°cohorte
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Enfoque de Derechos
Humanos
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Enfoque de Derechos Humanos | CLASE 2
Una pregunta que puede surgir en este punto es por qué, si todos somos iguales ante la ley (así lo
estipula la Constitución Nacional en el Artículo 16), se necesitan lineamientos y leyes particulares para
proteger a las personas LGBTI+ y a las mujeres. Esto es así porque hay una diferencia entre “sujeto de
derecho formal” y “sujeto de derecho real o sustancial”. Es decir, que existen desigualdades reales, de
facto (en la vida cotidiana, atravesada por determinadas violencias) que vuelve diferencial el acceso
a la justicia y a los derechos. Por esto es que existen leyes particulares orientadas a identificar y
terminar con esa desigualdad de hecho.
La propuesta de esta clase será recorrer algunos hitos e instrumentos de protección de los derechos
de las mujeres y personas LGBTI+ que consideramos destacados y que nos permiten observar cómo
se ha avanzado y se sigue avanzando en materia de derechos y reconocimientos legales.
El concepto de Derechos Humanos surge en 1945 con la firma de la Carta de las Naciones Unidas,
instrumento que crea la Organización de las Naciones Unidas. Con esta firma, se consagra por primera
vez el compromiso de los Estados por el respeto universal de los derechos humanos y aparece por
primera vez la concepción del Derecho Internacional. Esto surge principalmente como respuesta a los
crímenes del nazismo, un caso emblemático de legalización de crímenes de lesa humanidad. La ONU
se constituye así como un ámbito internacional al cual las personas pueden acudir en caso de ver
violados sus derechos en el territorio de un Estado.
Funcionamiento de la ONU
Los países que suscriben a la ONU se comprometen al cumplimiento de sus tratados y a la protección
irrestricta de los DDHH. También se someten a la posible denuncia internacional en caso de
incumplimiento de dichos compromisos.
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los/as niños/as, la comunidad LGBTI+ y las personas con discapacidad). ¿Por qué se necesitan tratados
“especiales” que protejan los derechos de estas personas? Porque estos grupos, como hemos visto, no
cumplen con el estereotipo del “sujeto político amparado”, es decir, del sujeto en el cual se basan las
constituciones y las declaraciones de derechos a nivel de los Estados particulares.
Cada uno de estos tratados crea un Comité especial que se ocupa de su cumplimiento y a la vez recibe
las distintas denuncias en caso de incumplimiento. Las denuncias a este organismo internacional sólo
pueden hacerse en caso de haberse agotado las instancias nacionales de cumplimiento del derecho. Si
el Estado no toma medidas para corregir la situacion de violación de derechos, los Comités elevan los
informes a la Asamblea de Naciones Unidas para que se haga pública dicha situación.
Para conocer mejor el funcionamiento de la ONU, podes consultar su web haciendo click acá.
Además de la ONU, existen sistemas regionales de protección de los DDHH. Estos son: el Sistema
Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), la Convención Europea de Derechos Humanos y la
Comisión Africana de Derechos Humanos. Los tratados de estos sistemas regionales sólo están
abiertos a la firma de países de esas regiones.
Argentina forma parte del SIDH, que a su vez pertenece a la Organización de los Estados Americanos
(OEA). Este organismo cuenta con dos órganos principales: la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) y la Corte Interamericana de DDHH.
La protección de los derechos humanos, como se ve, está en la agenda social y política de la mayoría de
los países del mundo desde mediados del siglo pasado. En Argentina contamos con leyes nacionales
fundamentales tendientes a la protección de los DDHH y que a su vez amplían la mirada sobre los
modos en que se manifiestan las violencias por razones de género. Algunas de las leyes argentinas
fueron pioneras en la región y en el mundo, representando avances históricos en la protección de
derechos de los colectivos LGTBI+.
Les proponemos recorrer algunos de estos hitos legales para entenderlos, y tenerlos a disposición,
como material de consulta permamente:
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Esta convención (también conocida por sus siglas en inglés: CEDAW) es un Tratado Internacional
adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Es el primer instrumento jurídico
internacional que establece que las mujeres son sujetos de derecho específicos a quienes los Estados
deben proteger. Aquí se da por primera vez una definición, por parte de un organismo internacional,
de lo que significa la discriminación contra las mujeres: “toda distinción, exclusión o restricción basada
en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o
ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre
y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica,
social, cultural y civil o en cualquier otra esfera” (artículo 1°).
Asimismo, delinea varios objetivos que los Estados parte deben promover:
• Asegurar las mismas oportunidades para el acceso a becas y subsidios, como así también para
el ejercicio del deporte (artículo 10°).
Argentina suscribe a esta Convención desde 1980. Así lo ratifica la Ley Nº 23.179 sancionada en 1985,
que podés leer haciendo click acá.
Desde el año 1999, la CEDAW cuenta con un Protocolo Facultativo, que establece sus mecanismos de
denuncia e investigación, e indica el modo en que se debe actuar para dar seguimiento a la denuncia
en territorio, investigando y monitoreando las acciones que el Estado parte realice para rectificar,
sancionar y/o reparar los daños sufridos por la o las víctimas (artículo 7° y siguientes).
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Esta convención propone por primera vez el desarrollo de mecanismos de protección y defensa de los
derechos de las mujeres con el objeto de luchar contra la violencia que atente a la integridad física,
sexual y psicológica, en el ámbito público como en el privado. Se entenderá a la violencia contra la
mujer como cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento
físico, sexual o psicológico a la mujer (artículo 1°). Estos tres tipos de violencia son más adelante
recuperados por nuestras leyes internas y ampliados en la ley 26.485 que agrega nuevos tipos y
modalidades en los que se configura la violencia por motivos de género.
En el marco de esta convención cada Estado parte debe, entre otros compromisos, adoptar medidas
y programas para:
Nuestro país incorporó esta convención bajo la Ley 24.632 del año 1996.
Podés leerla haciendo click acá.
Esta ley, que rige tanto para efectores de salud públicos como privados, establece los derechos de
los que deben gozar las personas con capacidad de gestar, en el embarazo, trabajo de parto, parto y
postparto.
Entre otras cuestiones de importancia, se destaca el derecho a ser informadx previamente sobre
todas las intervenciones que pudieren tener lugar durante esos procesos de manera que se pueda
optar libremente cuando existieren diferentes alternativas. Además, la ley se expide sobre el derecho
a tener un parto que sea respetuoso de los tiempos biológicos y psicológicos de la persona gestante
y a ser acompañada durante todo el proceso por alguien de su confianza.
La Ley también indica que representa un derecho poder tener al recién nacido al lado desde el momento
de su llegada al mundo y durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que éstx no
requiera de cuidados especiales.
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Los Principios fueron desarrollados y adoptados por unanimidad por un grupo de expertos en derechos
humanos de distintas regiones y ratifican la obligación primordial que tienen los Estados de velar por
los derechos humanos. Los Principios fueron presentados, como una carta global para los derechos
LGBTI+, ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra. Estos principios no
han sido adoptados en un tratado y por tanto no constituyen, por sí mismos, un instrumento vinculante
del Derecho internacional de los derechos humanos. Sin embargo, sus redactores pretenden que los
Principios de Yogyakarta sean adoptados como una norma universal, esto es, un estándar jurídico
internacional de obligatorio cumplimiento para los Estados.
Si te interesa leer los principios de Yogyakarta podés hacerlo haciendo click acá.
2009 | Ley Nacional Nº 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar
la violencia contra las mujeres en los ámbitos donde desarrollen sus relaciones
interpersonales
Esta ley contiene muchas definiciones que nos ayudan a entender de qué hablamos cuando hablamos
de violencia por motivos de género. Si bien vamos a ver que la ley refiere a la violencia contra
las mujeres, podemos entender esta noción de manera más amplia incluyendo los derechos y
protecciones a personas trans, travestis, lesbianas, gays, bisexuales, intersexuales y todas las
personas que forman parte del colectivo de las diversidades. Las vulneraciones y violencias que
atraviesan todas estas personas tienen la base común de la desigualdad de género, originada en el
sistema de dominación hegemónico que posiciona históricamente a los varones (cis y heterosexuales)
en un lugar de superioridad y dando lugar a un sinfin de situaciones de violencia y discriminación. Sin
embargo, esto no significa que podamos equiparar las violencias sufridas por cada colectivo, dado
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Enfoque de Derechos Humanos | CLASE 2
que, como hemos visto, el género no es el único factor de desigualdad que define la vulnerabilidad de
las personas.
En el marco de esta ley, se define a la violencia de género como “toda conducta, acción y omisión, que
de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación
desigual de poder, afecta su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica
o patrimonial, como así también su seguridad personal” (artículo 4°). Por otro lado, “se considera
violencia indirecta, toda conducta, acción y omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que
ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón”. Por supuesto, en esta definición se incluye a
las acciones de violencia que pudieran ser ejercidas desde el Estado por sus agentes. La ley reconoce,
en su artículo 5°, distintos tipos de violencia: física, psicológica, sexual, económica y patrimonial,
simbólica y política. Existen, a su vez, diferentes modalidades por las que se pone de manifiesto
la violencia contra las mujeres: doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva,
obstétrica, y mediática y en el espacio público (callejera), y pública y política (art. 6).
El trabajo de prevención, sanción y erradicación de toda forma de violencia contra las mujeres debe ser
realizado con el despliegue de mecanismos y protección de los derechos aquí mencionados mediante
la acción conjunta de los tres poderes del Estado, tanto a nivel nacional como provincial (artículo 7°).
En el año 2019 se modificó la ley y se incorporaron: la violencia política, las modalidades de violencia en
el espacio público y la violencia pública y política, comprendiendo la violencia en los espacios públicos
y los espacios de representación que ocupan las mujeres en el ámbito de deliberación público-político.
A medida que avancemos en el curso vamos a analizar esta ley con mayor profundidad. Pueden leer
esta normativa haciendo click acá.
Esta ley modifica los artículos del Código Civil correspondientes al matrimonio y amplía sus definiciones
para que las parejas, sean éstas constituidas por personas de igual o distinto género, tengan los
mismos derechos.
La ley establece que “todas las referencias a la institución del matrimonio que contiene nuestro
ordenamiento jurídico se entenderán aplicables tanto al matrimonio constituido por DOS (2) personas
del mismo sexo como al constituido por DOS (2) personas de distinto sexo. Los integrantes de las
familias cuyo origen sea un matrimonio constituido por DOS (2) personas del mismo sexo, así como un
matrimonio constituido por personas de distinto sexo, tendrán los mismos derechos y obligaciones.
Ninguna norma puede ser interpretada ni aplicada en el sentido de limitar, restringir, excluir o suprimir
la igualdad de derechos y obligaciones de los integrantes del matrimonio, y los efectos que éste
produce, sea constituido por dos personas de distinto o igual sexo”.
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Antes de la sanción de esta ley, las personas que querían realizar un cambio registral ,es decir lograr que
su DNI reflejara su identidad de género autopercibida, debían judicializar su reclamo, es decir, solicitar a la
justicia esta modificación en sus registros.
Si bien no existía ninguna prohibición explícita, las leyes anteriores obligaban al uso del Sistema Judicial para
modificar la informacion contenida en el marcador “sexo” y el marcador “nombre”. Esto era una consecuencia
de un esquema médico patologizador de las personas trans: es decir, que definía la transgeneridad como
una enfermedad. En este sentido, se hablaba de personas que sufrían de “incongruencia de género” o
“disforia de género”, que hacían referencia a la difundida idea de que las personas trans “nacen en el cuerpo
equivocado”. Las personas trans, entonces, tenían que probar a la justicia que sufrían de esta supuesta
enfermedad para conseguir que sus documentaciones sean rectificadas.
Sin embargo, en el año 2012 Argentina se constituye como el primer país en todo el mundo en instalar un
modelo alternativo al reconocimiento de la identidad de género, un modelo que rechaza la idea de que las
personas trans son personas “enfermas”. Por eso, la Ley de Identidad de Género argentina fue un antes y
un después en materia de Derechos Humanos y es reconocida por los organismos internacionales. Después
de su sanción, muchos países (como Noruega, Canadá, entre otros) adoptaron el modelo argentino.
La Ley de Identidad de Género se basa en la decisión y la libertad de las personas de definir su identidad
y para eso no requiere más que la expresión de voluntad de las personas. Incluye, también, el derecho
a la intervención quirúrgica, entendiendo que el cuerpo forma parte de la “expresión de género” de las
personas.
La ley define la identidad de género como “la vivencia interna e individual del género tal como cada
persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento,
incluyendo la vivencia personal del cuerpo. Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o
la función corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello
sea libremente escogido. También incluye otras expresiones de género, como la vestimenta, el modo
de hablar y los modales.”
También nos aporta nociones sobre el modo en que desde el Estado, las instituciones y todos los
ámbitos donde se desarrolle la persona debemos actuar para garantizar un trato digno, libre de violencia
y discriminación (Art. 12°). En este sentido, la ley establece que las personas deberán ser nombradas
por el nombre de pila elegido y reconocidas por su género autopercibido así hayan realizado el cambio
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Enfoque de Derechos Humanos | CLASE 2
registral o no. Es decir que, a su solo requerimiento, la manera adecuada para nombrar a las personas
es aquella que responde a la identidad autopercibida independientemente de lo que diga su DNI.
Este informe presenta un mapeo de las múltiples violencias a las que son sometidas las personas por
motivos de género y orientación sexual en todo el territorio de América. Además, define y profundiza
varios de los conceptos que trabajamos en la unidad anterior, como “identidad de género”, “expresión
de género”, “orientación sexual”, entre otros. Este documento reconoce la Ley de Identidad de Género
argentina como la mejor en la región.
2018 | Ley Nacional N° 27.499 (Ley Micaela) de capacitación obligatoria en género para
todas las personas que integran los tres poderes del Estado
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violencia contra las mujeres en cada uno de los organismos del Estado y realizará informes de
seguimiento sobre su impacto. Se considerará como una “falta grave”, pasible de una sanción
disciplinaria, que algún/a agente del Estado se negase, “sin causa justa”, a participar de las
capacitaciones.
Pueden leer más sobre esta ley haciendo click acá.
2018 | Ley Nacional Nº 27.452 (Ley Brisa) de Régimen de Reparación para Niñas, Niños y
Adolescentes
Esta ley lleva el nombre de la hija menor de Daiana Barrionuevo, una joven asesinada por su ex
pareja, Ivan Adalberto Rodríguez, en el año 2014. La normativa tiene el objetivo de llevar a cabo una
reparación económica a lxs hijxs de víctimas de femicidio.
Esta incorporación al Convenio establece la posibilidad de solicitar licencia laboral por violencia de
género con goce íntegro de haberes y por un plazo de hasta 15 días corridos por año, con la posibilidad
de prórroga por igual período por única vez cuando se acredite la persistencia del motivo que justificó
su otorgamiento.
A través de este decreto se establece que las personas travestis, transexuales y transgénero que
reúnan las condiciones de idoneidad deberán ocupar cargos en el sector público nacional en una
proporción no inferior al 1% del total de los cargos. La medida, representa una conquista fundamental
para este colectivo históricamente vulnerado.
La población travesti-trans tiene una expectativa de vida de alrededor de 35 años como consecuencia
de varios factores entre los que se encuentran la exclusión temprana del hogar que trae como
consecuencia la deserción escolar. El abandono temprano de los estudios trae aparejada la imposibilidad
de acceder a un empleo formal, lo que lleva a la realización de trabajos en condiciones precarias, el
ejercicio de la prostitución y, consecuentemente, la posibilidad de contraer enfermedades venéreas.
Este colectivo es además víctima habitual de la persecución policial y suele sufrir hostilidad a la hora
de acceder al sistema de salud, circunstancias que exponen las múltiples vulnerabilidades a las cuales
esta población está expuesta desde temprana edad.
Es por ello que se vuelve fundamental la creación de políticas concretas para brindar acceso al empleo
formal a quienes reúnan las condiciones de idoneidad, al tiempo que facilitan el acceso a la salud
y a la educación en un intento de integrar y otorgar derechos a quienes se encontraban excluídxs
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Enfoque de Derechos Humanos | CLASE 2
socialmente. En ese sentido vale destacar la inmensa lucha que han llevado a cabo Lohana Berkins y
Diana Sacayán para conseguir el reconocimiento y ampliación de los derechos del colectivo travesti-
trans.
Para conocer más acerca de este decreto podes hacer click acá.
El citado convenio establece el derecho de toda persona a un mundo del trabajo libre de violencia y
acoso, incluidos la violencia y el acoso por razón de género, y reconoce que estas acciones pueden
constituir una violación o un abuso de los derechos humanos, y que son una amenaza para la igualdad
de oportunidades además de ser inaceptables e incompatibles con el trabajo decente.
La ratificación de este convenio implica el reconocimiento por parte de nuestro país de que la violencia
y el acoso en el mundo del trabajo afectan a la salud psicológica, física y sexual de las personas, a su
dignidad, y a su entorno familiar y social y pone en evidencia que se puede ver afectada la calidad
de los servicios públicos y privados, al tiempo que pueden impedir que las personas, en particular las
mujeres, accedan al mercado de trabajo, permanezcan en él o progresen profesionalmente.
Esta normativa tiene por objeto regular el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo y a la
atención post aborto, en cumplimiento de los compromisos asumidos por el Estado argentino en
materia de salud pública y derechos humanos de las mujeres, varones trans y personas de género
no binario con capacidad de gestar, a fin de contribuir a la reducción de morbilidad y mortalidad
prevenible.
Ley 27.636 de Promoción del Acceso al Empleo Formal para personas travestis,
transexuales y transgénero “Diana Sacayán - Lohana Berkins”
Esta ley busca promover la igualdad real de oportunidades de acceso a empleos formales de las
personas travestis, transexuales y transgénero. La normativa establece que el Estado Nacional
debe garantizar un cupo no menor al 1% para la cobertura de cargos, en todas las modalidades de
contratación regular vigentes, por parte de personas cuya identidad de género autopercibida no
se corresponda con aquella asignada al nacer. En cuanto a los sectores privados, se establece una
política de redistribución del destino de las cargas patronales, durante 12 ó 24 meses (según sea la
dimensión de la empresa) a cuenta del pago de impuestos nacionales, con la finalidad de promover
contrataciones.
La ley se pronuncia además a favor de la finalización de los trayectos educativos y la capacitación de las
personas travestis, transexuales y transgénero, indicando que ambas no pueden ser un impedimento
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Enfoque de Derechos Humanos | CLASE 2
para la entrada y/o permanencia en los espacios de trabajo. Si lxs ingresantes no hubieran completado
su educación en los términos previstos por el artículo 16 de la Ley 26.206 de Educación Nacional,
se habilitará el ingreso al empleo a condición de que se cursen y finalicen los trayectos educativos
faltantes. Para ello las jornadas laborales deberán poder adaptarse para contemplar la asistencia de
lxs trabajadorxs a las instituciones educativas correspondientes.
Decreto 476/2021
Esta normativa considera que la identidad tiene una directa e indisoluble ligazón con el derecho a no
sufrir discriminación, a la salud, a la intimidad y a realizar el propio plan de vida, y por ello dictamina
que tanto los DNI como los Pasaportes emitidos por el Registro Nacional de las Personas tendrán, en
el campo referido al “sexo”, las nomenclaturas “F”, “M” y “X”.
El decreto considera, en su artículo 4, que la denominación “X” comprende las siguientes acepciones:
no binaria, indeterminada, no especificada, indefinida, no informada, autopercibida no consignada; u
otra acepción con la que pudiera identificarse la persona que no se sienta comprendida por el binomio
masculino/femenino.
La normativa aplica también para aquellas personas a las que se les hubieran expedido Partidas de
Nacimiento en el marco de la Ley Nº 26.743, “con anterioridad a la vigencia de esta medida, sin perjuicio
de lo consignado en la partida de nacimiento en la categoría “sexo”. Además, alcanza tanto a las
personas nacidas en Argentina como a aquellas que cuenten con DNI para extranjerxs o Documento
de Viaje para Apátridas o Refugiadxs
Resolución 286/2021
El Ministerio de Trabajo de la Nación dispuso que el número de Código Único de Identificación Laboral
(CUIL) no esté relacionado con un género específico, determinando estos dígitos de forma aleatoria.
Los organismos de la seguridad social y AFIP deberán adecuar sus sistemas informáticos para que los
números del CUIL no identifiquen género en su codificación.
Las personas a quienes se les hubiera asignado un número de C.U.I.L. con anterioridad a la vigencia
de esta resolución, y que se encuentren amparadas por la Ley de Identidad de Género N° 26.743,
podrán solicitar un nuevo número de C.U.I.L. por única vez que se asignará de manera aleatoria.
Reflexiones finales
Luego de este recorrido les proponemos pensar cuáles de estas leyes o lineamientos conocían y si
consideran que faltan otros hechos o hitos. Es importante tratar de comprender que estas normativas
son derechos conquistados gracias a la lucha de los movimientos de mujeres, feministas y de la
diversidad y que implican un largo recorrido histórico donde aún quedan muchos objetivos por
alcanzar.
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