Frases para Elaborar Diagnósticos PDAII

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Frases para

elaborar
diagnósticos
Lenguajes
PDA II
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Frases para elaborar diagnósticos
Lenguajes PDA II
Nivel 1
Necesita mejorar
1. El niño raramente manifiesta sus necesidades, emociones o ideas de manera clara. Puede
ser tímido o reacio a comunicarse, lo que a veces dificulta su comprensión.
2. Puede ser introvertido y sentirse inseguro al expresarse en situaciones sociales. Puede evitar
hablar en público o con personas desconocidas.
3. Puede mostrar resistencia a hablar o compartir sus pensamientos y sentimientos. Esto puede
deberse a la falta de confianza en su habilidad para comunicarse.
4. Cuando intenta comunicarse, es posible que utilice palabras o frases simples, lo que
dificulta la comprensión de sus necesidades o emociones.
5. Puede tener dificultades para mostrar sus emociones a través de expresiones faciales y
lenguaje corporal. Puede tener una apariencia más seria o poco expresiva.
6. Puede necesitar que los adultos le alienten y le brinden un ambiente seguro para
expresarse. La falta de confianza puede requerir un estímulo adicional.
7. Puede ser menos propenso a iniciar conversaciones o compartir sus pensamientos
voluntariamente, a menos que se le aliente o le hagan preguntas directas.
8. Debido a su dificultad para expresarse, podría experimentar frustración al tratar de
comunicar sus necesidades y emociones.
9. El niño ocasionalmente expresa sus necesidades, emociones o ideas, pero lo hace de
manera limitada. Puede usar palabras simples o gestos básicos para comunicarse, pero su
expresión es inconsistente.
10. Aunque a veces se comunica, no lo hace de manera constante. Puede haber momentos
en los que se expresa claramente y otros en los que parece reticente o callado.
11. Puede utilizar palabras básicas o frases cortas para expresarse. Su vocabulario puede ser
limitado en comparación con otros niños de su edad.
12. Es posible que utilice gestos simples, como señalar o asentir con la cabeza, para comunicar
sus necesidades o emociones. También puede expresar algunas emociones a través de sus
expresiones faciales.
13. Cuando se expresa, tiende a ser breve y no profundiza en detalles. Puede tener dificultades
para expresar sus ideas de manera detallada.
14. Puede requerir aliento y preguntas específicas para que comparta sus pensamientos y
sentimientos. Puede no sentirse totalmente seguro al comunicarse por sí mismo.
15. Aunque utiliza palabras y gestos, su repertorio de lenguajes para comunicarse puede ser
limitado. Puede depender más de ciertos métodos de comunicación.
16. Puede sentirse inseguro al comunicarse y dudar de su capacidad para expresarse de
manera efectiva.
17. El niño raramente muestra interés en producir textos o mensajes escritos. Puede que
ocasionalmente realice algunos trazos o garabatos, pero no demuestra un intento
consistente de comunicar mediante la escritura.
18. Está comenzando a experimentar con las formas y marcas en el papel, pero aún no siente
una conexión fuerte entre estas actividades y la comunicación efectiva.
19. El niño está más enfocado en la exploración sensorial y la creatividad visual que en la
producción de textos con significado convencional.
20. Puede disfrutar de los trazos y garabatos por sí mismos, sin necesariamente asociarlos con la
representación de letras o palabras.
21. El niño muestra un inicio de interés en producir textos o mensajes escritos, pero lo hace de
manera limitada. Puede copiar algunas letras o intentar imitar formas gráficas básicas, pero
su expresión es poco desarrollada.
22. Su expresión es poco desarrollada, muestra interés y esfuerzo por producir textos las cuales
son señales positivas de su crecimiento.
23. El niño muestra interés en copiar algunas letras o imitar formas gráficas básicas, aunque su
habilidad para hacerlo de manera precisa y coherente puede ser limitada.
24. Experimenta con la escritura de su propio nombre o algunas letras familiares.
25. Sus trazos son irregulares y sus intentos de escritura pueden variar en calidad y legibilidad.
26. El niño raramente muestra interés en registrar su nombre por sí mismo y no demuestra
comprensión del propósito de hacerlo. No utiliza recursos propios para este fin y puede que
necesite apoyo significativo.
27. El niño muestra poco o ningún interés en intentar escribir o registrar su nombre por sí mismo.
28. No comprende el propósito de registrar su nombre y no ve la relevancia de hacerlo en
diferentes situaciones.
29. Requiere un apoyo significativo de adultos o cuidadores para realizar cualquier intento de
escritura, ya que no se siente motivado por sí mismo para hacerlo.
30. No muestra iniciativa para marcar sus pertenencias o producciones con su nombre, ya que
no ve la utilidad o el valor en hacerlo.
31. Muestra resistencia o rechazo a la idea de escribir su nombre, ya que no lo relaciona con
algo que le interese o le importe.
32. El niño muestra un inicio de interés en registrar su nombre, pero su capacidad para hacerlo
es limitada. Puede que ocasionalmente realice trazos o marcas que se asemejen a letras,
pero su expresión es inconsistente y no refleja un intento claro de escribir su nombre.
33. El niño comienza a mostrar cierto interés en la idea de registrar su nombre, posiblemente
influenciado por la observación de otras personas que lo hacen.
34. Aunque muestra interés, su habilidad para escribir su nombre es limitada. Realiza trazos o
marcas que parezcan letras, pero no logra una representación clara y reconocible de su
nombre.
35. La expresión de su nombre puede ser inconsistente en términos de forma y orden de las
letras. Puede que no siga un patrón específico o que no logre una estructura legible.
36. No demuestra un intento claro de escribir su nombre de manera precisa. Las marcas que
realiza pueden parecer más como garabatos que como letras reconocibles.
37. Puede que experimente con diferentes formas y movimientos al realizar los trazos, sin una
comprensión clara de cómo construir las letras de su nombre.
38. Muestra potencial para mejorar la escritura de su nombre con práctica y apoyo continuo.
39. El niño podría tener un vocabulario limitado y utilizar palabras simples o frases cortas al
comunicarse.
40. Sus expresiones verbales pueden ser poco claras o ambiguas, lo que dificulta que los
demás comprendan completamente lo que está tratando de comunicar.
41. Ante la dificultad para expresarse verbalmente, el niño podría recurrir a expresiones
faciales, gestos o movimientos del cuerpo para transmitir sus necesidades, emociones o
deseos.
42. Debido a su dificultad para comunicarse de manera efectiva, el niño podría sentir
frustración al no poder expresar lo que siente o necesita.
43. Puede requerir más tiempo para encontrar las palabras adecuadas o para organizar sus
pensamientos antes de comunicarlos.
44. Es posible que con el tiempo y la práctica, el niño vaya adquiriendo un lenguaje más claro
y preciso para expresar sus necesidades y emociones.
45. Aunque pueda tener dificultades en situaciones más amplias, es probable que se sienta
más cómodo y capaz de expresarse con claridad en entornos familiares o con personas
cercanas.
46. El niño puede estar en proceso de observar y aprender cómo los adultos y otros niños se
comunican, y gradualmente puede adquirir una mejor comprensión y uso del lenguaje.
47. Con el apoyo y la paciencia de los adultos, así como la promoción de un entorno en el
que se aliente la comunicación, el niño tendrá más oportunidades para desarrollar sus
habilidades lingüísticas.
48. El niño tiene dificultades para escribir su nombre sin la ayuda constante de un adulto.
Requiere la presencia y la guía de un adulto para realizar esta tarea.
49. Solo puede registrar su nombre en situaciones muy específicas y con muchas dificultades.
Puede que necesite condiciones particulares o una estructura específica para poder
hacerlo.
50. Es posible que el niño carezca de confianza en sus habilidades de escritura o tenga cierta
inseguridad que le impide hacerlo por sí mismo.
51. Puede haber barreras emocionales, cognitivas o de motricidad que dificultan su
capacidad para escribir su nombre de forma autónoma.
52. La dificultad para realizar la tarea de manera independiente podría generar frustración en
el niño, especialmente si observa que otros de su edad lo hacen con mayor facilidad.
53. La necesidad constante de apoyo de un adulto puede requerir recursos y estrategias
especiales para ayudar al niño a desarrollar gradualmente la capacidad de registrar su
nombre de manera más autónoma.
54. Aunque el niño enfrenta dificultades en este momento, con el apoyo adecuado y un
enfoque gradual de enseñanza, es posible que con el tiempo logre desarrollar habilidades
más autónomas en la escritura de su nombre.
55. El niño está en las primeras etapas de desarrollo en cuanto a la escritura. Puede intentar
copiar algunas letras o símbolos, pero su precisión es limitada y las formas gráficas que
produce aún no son legibles como textos reconocibles.
56. El niño muestra interés en explorar y experimentar con las formas gráficas, pero todavía no
ha llegado a un punto donde sus intentos se traduzcan en escritura legible o reconocible.
57. A pesar de sus esfuerzos, el niño todavía no puede producir mensajes escritos que sean
comprensibles para los demás. Puede dictar palabras sueltas o frases muy cortas, pero la
coherencia y el contexto de estos mensajes pueden ser difíciles de comprender.
58. Los mensajes que intenta crear no están claramente dirigidos a un propósito específico ni a
un destinatario identificable. Puede que el niño esté experimentando con la escritura sin
tener una comprensión completa de su función comunicativa.
59. A pesar de las limitaciones actuales, es importante reconocer que este niño está en una
fase de desarrollo y exploración. Su capacidad para escribir y comunicarse evolucionará
con el tiempo a medida que mejoren sus habilidades motoras, cognitivas y lingüísticas.
60. Es fundamental brindarle al niño un ambiente de apoyo y estímulo en el que pueda seguir
explorando la escritura y la comunicación de manera creativa. Proporcionarle
oportunidades para experimentar y aprender a través de la interacción con textos y la
práctica guiada puede ser beneficioso.
61. En esta etapa, el enfoque debe estar en fomentar la expresión y la curiosidad del niño, más
que en lograr resultados específicos en términos de escritura precisa. Celebrar sus intentos y
proporcionarle retroalimentación positiva puede motivarlo a seguir explorando y
desarrollando sus habilidades en el futuro.
Frases para elaborar diagnósticos
Lenguajes PDA II
Nivel 2
En desarrollo
1. El niño manifiesta sus necesidades, emociones, gustos, preferencias e ideas en situaciones
específicas. Aunque su expresión puede ser clara en ciertos contextos, puede tener
dificultades para comunicarse en situaciones más complejas.
2. Se siente más cómodo expresando sus pensamientos y sentimientos en situaciones
específicas donde se siente seguro y familiarizado.
3. En las situaciones en las que se siente cómodo, es capaz de comunicar de manera clara y
efectiva sus necesidades, emociones, gustos y preferencias. Puede utilizar palabras y
expresiones adecuadas.
4. En situaciones más desafiantes o contextos nuevos, puede experimentar dificultades para
comunicarse. Puede mostrar indecisión o reticencia para expresarse de manera completa.
5. Su capacidad de expresión puede estar influenciada por el entorno y las personas
presentes. Puede ser más abierto cuando está con personas cercanas y menos seguro
cuando está con desconocidos.
6. Puede beneficiarse de orientación y apoyo para expresarse en situaciones que le resultan
más complicadas. Puede requerir preguntas o aliento para comunicar sus ideas.
7. Puede utilizar una variedad de lenguajes para expresarse, como palabras, gestos,
expresiones faciales y otros métodos de comunicación.
8. El niño demuestra la capacidad de expresar de manera más consistente sus necesidades,
emociones, gustos, preferencias e ideas utilizando palabras, gestos y expresiones faciales.
Puede comunicarse de manera efectiva en situaciones familiares y cómodas.
9. Utiliza una combinación de palabras, gestos y expresiones faciales para expresar sus
pensamientos y sentimientos. Puede emplear diferentes formas de comunicación según la
situación y la audiencia.
10. Sus mensajes son claros y coherentes, lo que indica una comprensión más sólida de cómo
expresarse. Puede articular sus pensamientos de manera más completa y precisa.
11. Utiliza expresiones faciales y corporales para respaldar su comunicación. Sus gestos pueden
enfatizar sus emociones y necesidades.
12. Se siente más seguro comunicándose en situaciones que le resultan familiares y cómodas,
como en casa o con personas cercanas.
13. Puede comunicar sus necesidades, emociones, gustos y preferencias en una variedad de
temas, desde cosas cotidianas hasta eventos importantes en su vida.
14. Comienza a reconocer y comprender las emociones de los demás y puede mostrar
empatía en su comunicación. Puede expresar consuelo o alegría cuando otros lo
necesitan.
15. Es capaz de comunicarse con compañeros de juego de manera más efectiva, lo que
facilita la colaboración y la resolución de conflictos en actividades grupales.
16. Puede relacionar los diferentes lenguajes que utiliza para comunicarse, como combinar
palabras con gestos para enriquecer su expresión.
17. El niño demuestra la capacidad de producir textos o mensajes escritos en ciertas
situaciones.
18. Puede copiar algunas palabras o utilizar formas gráficas personales para comunicar ideas
simples, aunque su escritura aún es irregular.
19. Su escritura aún puede ser irregular y en proceso de desarrollo, su capacidad para
comunicar ideas simples a través de palabras copiadas o formas gráficas personales es un
paso positivo en su camino hacia la escritura más formal.
20. El niño muestra interés y disposición para copiar algunas palabras, especialmente aquellas
que son familiares o importantes para él.
21. Experimenta con formas gráficas que representen objetos o ideas que le resulten
significativos.
22. Su escritura es desigual y sus letras no siempre están perfectamente formadas, es un logro
importante que esté explorando y expresándose a través de la escritura.
23. El niño produce textos o mensajes escritos de manera regular. Puede copiar palabras y
frases cortas con mayor consistencia y utiliza formas gráficas personales para expresar sus
ideas y emociones de manera más elaborada.
24. El niño tiene una mayor habilidad para copiar palabras y frases cortas con mayor
consistencia y precisión.
25. Comienza a utilizar formas gráficas personales de manera más elaborada para expresar sus
ideas y emociones.
26. Se siente más cómodo al escribir palabras conocidas y puede intentar copiar etiquetas,
nombres o palabras familiares.
27. Su escritura es más legible y sus letras están más formadas y en línea.
28. Está explorando diferentes formas gráficas para representar objetos, personas o situaciones
en sus dibujos y escritura.
29. El niño es más consciente de la relación entre el lenguaje hablado y escrito, y se muestra
emocionado por utilizar la escritura como una herramienta para expresarse.
30. Empieza a compartir sus escritos con otros y se siente orgulloso de sus logros.
31. El niño demuestra la capacidad de registrar su nombre en ciertas situaciones, pero lo hace
de manera limitada. Puede que utilice algunas letras reconocibles para formar su nombre o
que reproduzca partes de su nombre de manera aproximada, aunque aún presenta
dificultades en la escritura precisa.
32. El niño ha avanzado más allá de simplemente trazar líneas o garabatear, y está
comenzando a utilizar letras reconocibles en su intento de escribir su nombre.
33. Puede que utilice algunas letras que reconoce correctamente en su nombre, lo que
demuestra cierta comprensión de las formas y sonidos de las letras.
34. Aunque utiliza letras reconocibles, su escritura puede ser aproximada y no necesariamente
en el orden correcto. Puede que omita o reemplace algunas letras de su nombre.
35. Aunque está progresando, la precisión en la escritura aún es un desafío. Las letras que
utiliza pueden tener tamaños y formas inconsistentes.
36. Puede que necesite modelos visuales o ejemplos de su nombre escrito para guiar su
intento. La escritura puede ser influenciada por la observación de otros.
37. A pesar de las limitaciones actuales, el niño muestra un progreso en su capacidad para
registrar su nombre. Con práctica y apoyo continuo, es probable que mejore con el
tiempo.
38. El niño registra su nombre de manera más regular y puede hacerlo en diferentes contextos
y propósitos. Utiliza letras reconocibles y su escritura se vuelve más consistente, aunque
todavía puede cometer errores ortográficos o en la secuencia de las letras.
39. El niño muestra un avance en su habilidad para escribir su nombre de manera más regular
y en diversos contextos y propósitos.
40. El niño utiliza letras que puede reconocer y escribir de manera más consistente. Puede que
algunas letras sean claramente legibles y reconocibles.
41. Aunque su escritura se vuelve más consistente, todavía puede cometer errores ortográficos
o en el orden de las letras. Por ejemplo, puede invertir el orden de algunas letras o tener
dificultades con las letras que se ven similares.
42. Aunque todavía puede utilizar ejemplos visuales o modelos de referencia, es menos
dependiente de ellos en comparación con niveles anteriores.
43. A medida que continúa practicando y refinando su habilidad para escribir su nombre, es
probable que mejore su ortografía y la secuencia correcta de las letras.
44. El niño comienza a comprender la utilidad de escribir su nombre en diferentes situaciones,
como marcar sus producciones o registrar su asistencia.
45. El niño podría utilizar un vocabulario más amplio y variado en comparación con etapas
anteriores. Puede emplear palabras más específicas y detalladas para describir sus
pensamientos y emociones.
46. En lugar de limitarse a frases simples, el niño puede formar oraciones más completas y
elaboradas para expresar sus pensamientos y necesidades.
47. Sus expresiones verbales son más claras y coherentes, lo que permite a los demás entender
con mayor facilidad lo que está tratando de comunicar.
48. Aunque puede expresarse de manera más clara y elaborada, aún podría requerir apoyo
ocasional para encontrar las palabras adecuadas o para organizar sus ideas de manera
completa.
49. Puede describir sus emociones de manera más precisa, expresando no solo si se siente feliz,
triste o enojado, sino también proporcionando detalles sobre por qué se siente de cierta
manera.
50. El niño podría mostrar un mayor deseo de comunicarse y compartir sus pensamientos y
experiencias con los demás.
51. Su habilidad para expresarse puede variar según el contexto y la audiencia. Puede sentirse
más cómodo y seguro al comunicarse con personas cercanas y familiares.
52. Es probable que siga aprendiendo nuevas palabras y formas de expresión a medida que
continúa interactuando con el entorno y las personas que lo rodean.
53. El apoyo positivo y el aliento por parte de los adultos, así como brindarle oportunidades
para expresarse y conversar, son fundamentales para seguir desarrollando sus habilidades
lingüísticas.
54. El niño puede registrar su nombre de manera independiente en ciertas situaciones, pero
todavía puede requerir ayuda ocasionalmente, especialmente en situaciones nuevas o
más complejas.
55. Muestra un interés genuino en registrar su nombre y está dispuesto a hacerlo cuando se le
pide o cuando lo considera necesario.
56. Aunque se esfuerza por escribir su nombre correctamente, a veces comete errores en la
escritura. Estos errores pueden estar relacionados con la secuencia de letras, la ortografía o
la legibilidad.
57. Su capacidad para escribir su nombre con recursos propios y disposición para hacerlo
indican que está en camino de adquirir las habilidades necesarias para la escritura y la
expresión personal.
58. A pesar de los errores ocasionales, el niño demuestra motivación para mejorar y seguir
practicando la escritura de su nombre.
59. A veces, puede requerir orientación o supervisión de un adulto para corregir errores o para
escribir su nombre en situaciones más complejas.
60. A medida que continúa practicando y ganando experiencia, es probable que disminuyan
los errores y la necesidad de ayuda, mostrando un progreso en su autonomía y habilidades
de escritura.
61. El niño ha avanzado en su capacidad para copiar letras y símbolos con mayor precisión en
comparación con etapas anteriores. Aunque pueden persistir errores ocasionales, su
control motor está mejorando, lo que se refleja en una escritura más clara y reconocible.
62. El niño está en el proceso de crear formas gráficas que se pueden reconocer como textos
o palabras básicas. Este es un hito importante en su desarrollo de escritura, ya que está
comenzando a comprender cómo los símbolos se combinan para formar palabras.
63. El niño ha avanzado en su capacidad para dictar mensajes más extensos y coherentes.
Puede utilizar frases completas y un mayor número de palabras para expresar sus ideas y
pensamientos con mayor claridad y coherencia.
64. El niño ha comenzado a comprender el propósito de sus mensajes y a identificar a quién
van dirigidos. Aunque esta comprensión puede ser limitada en esta etapa, es un signo
positivo de su desarrollo, ya que está empezando a comprender la función comunicativa
de la escritura.
65. Es importante reconocer que el progreso en la escritura y la comunicación ocurre de
manera gradual. A medida que el niño continúa practicando y experimentando, es
probable que mejore aún más en todas estas áreas.
66. Brindar al niño un entorno de apoyo y aliento sigue siendo esencial. Celebrar sus logros, por
pequeños que sean, y proporcionar oportunidades para que continúe practicando y
explorando la escritura contribuirá a su desarrollo continuo.

Frases para elaborar diagnósticos


Lenguajes PDA II
Nivel 3
Logrado
1. El niño manifiesta de manera regular sus necesidades, emociones, gustos, preferencias e
ideas en diversas situaciones. Utiliza una combinación de lenguaje verbal, gestual y
expresiones faciales para comunicarse con claridad y coherencia.
2. El niño puede expresar sus pensamientos y sentimientos de manera fluida y sin dificultades
evidentes. Su comunicación es más natural y espontánea.
3. Utiliza una variedad de medios para comunicarse, como palabras, gestos, expresiones
faciales e incluso dibujos o representaciones visuales.
4. Es capaz de comunicar sus emociones mediante expresiones faciales y gestos que reflejan
sus sentimientos. Puede mostrar alegría, tristeza, enojo, sorpresa, miedo y otras emociones
de manera reconocible.
5. Sus mensajes son claros y coherentes. Puede organizar sus pensamientos de manera
efectiva para que los demás entiendan lo que está tratando de transmitir.
6. El niño puede reconocer las emociones de los demás y responder de manera adecuada.
Puede mostrar consuelo, alegría o empatía en situaciones en las que otros necesitan
apoyo emocional.
7. Está más dispuesto y capaz de participar en conversaciones grupales, compartiendo sus
pensamientos y contribuyendo a la interacción con otros.
8. Puede expresar sus necesidades, gustos y preferencias de manera más independiente, sin
necesidad constante de la guía de un adulto.
9. Su vocabulario se ha expandido y es capaz de usar palabras más específicas y detalladas
para describir sus experiencias y emociones.
10. Aunque todavía puede sentirse más cómodo en situaciones familiares, está comenzando a
adaptarse y comunicarse en contextos nuevos y desafiantes.
11. Puede expresar sus ideas y preferencias en actividades grupales y colaborativas,
participando en la toma de decisiones y aportando a la dinámica del grupo.
12. El niño demuestra un alto nivel de habilidad en la comunicación de sus necesidades,
emociones, gustos, preferencias e ideas. Puede expresarse de manera clara y detallada
utilizando diferentes lenguajes, adaptando su comunicación según la situación y la
audiencia.
13. El niño puede expresar sus pensamientos y emociones con detalles y precisiones, lo que
permite a los demás comprender plenamente su perspectiva.
14. Tiene un vocabulario extenso y variado que le permite elegir las palabras adecuadas para
transmitir sus mensajes de manera precisa y enriquecedora.
15. Puede adaptar su comunicación a diferentes situaciones y audiencias. Es capaz de usar un
lenguaje más formal o informal según corresponda.
16. Muestra una comprensión profunda de las emociones y necesidades de los demás, y
responde de manera empática. Escucha activamente a los demás y se esfuerza por
comprender sus perspectivas.
17. Utiliza diferentes lenguajes expresivos, como el arte, la música o el juego simbólico, para
comunicar sus emociones, ideas y experiencias de manera única y creativa.
18. Participa activamente en la toma de decisiones en situaciones grupales, aportando sus
ideas y considerando las opiniones de los demás.
19. Puede utilizar la comunicación efectiva para resolver conflictos de manera constructiva,
expresando sus puntos de vista y colaborando en la búsqueda de soluciones.
20. Sus mensajes son coherentes y fáciles de entender. Organiza sus pensamientos de manera
lógica y estructurada.
21. Es capaz de reflexionar sobre sus propias emociones, preferencias y reacciones, lo que
demuestra una mayor autoconciencia y madurez emocional.
22. Utiliza gestos, expresiones faciales y posturas corporales de manera efectiva para
complementar su comunicación verbal y transmitir sus sentimientos y pensamientos.
23. Inicia conversaciones y participa activamente en interacciones grupales, mostrando una
actitud proactiva y participativa.
24. Es capaz de adaptar su comunicación en diferentes contextos, como en casa, la escuela o
en entornos sociales.
25. El niño produce textos o mensajes escritos con formas gráficas personales de manera más
avanzada. Puede dictar a alguien para que escriba textos más complejos y elaborados,
demostrando una comprensión básica de la estructura y el propósito de diferentes tipos de
textos.
26. Muestra habilidad para crear formas gráficas elaboradas y detalladas que reflejan sus
ideas y emociones de manera más precisa.
27. Además de crear sus propios dibujos y escritura, el niño también dicta a alguien más para
que escriba textos más complejos y elaborados.
28. El niño está adquiriendo una comprensión básica de la estructura y el propósito de
diferentes tipos de textos.
29. El niño está interesado en contar historias más largas, describir eventos o situaciones
detalladamente, o incluso crear textos imaginativos.
30. El niño está consciente de la relación entre las palabras habladas y escritas, y puede estar
experimentando con la escritura de palabras y frases más largas.
31. Su escritura es más legible y las letras están mejor formadas y espaciadas.
32. Usa la escritura para comunicarse con otros de una manera más significativa y expresiva.
33. El niño muestra un alto nivel de competencia en la producción de textos o mensajes
escritos. Puede crear textos originales con formas gráficas personales, expresando ideas
detalladas y emociones complejas. También es capaz de copiar textos con precisión y
dictar mensajes más elaborados con claridad y coherencia.
34. El niño es capaz de crear textos originales con formas gráficas personales que reflejan sus
ideas y emociones de manera detallada.
35. Su escritura es más legible y refinada, con letras bien formadas y espaciadas de manera
consistente.
36. El niño no solo se limita a escribir sus propias ideas, sino que también puede copiar textos
con precisión, lo que muestra su capacidad para comprender y replicar la estructura de
diferentes tipos de escritos.
37. Tiene la habilidad de dictar mensajes más elaborados a alguien más, demostrando
claridad y coherencia en sus expresiones verbales para ser transcritas a forma escrita.
38. Su comprensión de la relación entre las palabras habladas y escritas es más sólida, y está
experimentando con diferentes géneros de textos, como narrativas, descripciones y
explicaciones.
39. Sus escritos tienen una mayor profundidad y detalle, y puede que también comience a
explorar la organización y secuencia de sus ideas de manera más consciente.
40. El niño registra su nombre con recursos propios de manera efectiva y para varios propósitos.
Puede escribir su nombre de manera legible y precisa, utilizando las letras correctas y en la
secuencia adecuada. También puede estar comenzando a experimentar con variaciones
en la escritura de su nombre.
41. El niño es capaz de escribir su nombre de manera legible y clara, utilizando letras que son
reconocibles y correctamente formadas.
42. El niño es capaz de escribir su nombre en la secuencia correcta de letras, sin invertir el
orden de las mismas.
43. El niño utiliza las letras correctas para escribir su nombre, sin cometer errores en la elección
de las letras.
44. Es posible que el niño esté comenzando a experimentar con diferentes formas de escribir su
nombre, como variaciones en el tamaño de las letras o en el estilo de la escritura.
45. El niño puede registrar su nombre sin necesidad constante de modelos o ejemplos visuales,
mostrando independencia en la producción de su escritura.
46. El niño utiliza su habilidad para escribir su nombre en diferentes contextos y propósitos,
como marcar sus producciones, registrar su asistencia o simplemente por el placer de
hacerlo.
47. El niño demuestra una comprensión sólida de por qué y cuándo es importante escribir su
nombre, y puede aplicar esta habilidad de manera efectiva en diversas situaciones.
48. El niño demuestra un alto nivel de competencia en la habilidad de registrar su nombre con
recursos propios y para diferentes propósitos. Escribe su nombre de manera legible y
precisa en una variedad de situaciones y contextos. Además, puede que también
empiece a mostrar interés en experimentar con diferentes estilos de escritura y decoración
de su nombre.
49. El niño es capaz de escribir su nombre de manera legible y clara, con letras correctamente
formadas y en la secuencia adecuada.
50. El niño puede escribir su nombre sin depender de modelos o ejemplos visuales,
demostrando confianza en su habilidad.
51. El niño utiliza su habilidad para escribir su nombre en una variedad de situaciones y
contextos, como marcar sus producciones, identificar sus pertenencias y más.
52. El niño podría comenzar a mostrar interés en experimentar con diferentes estilos de escritura
y decoración de su nombre, explorando variaciones en el tamaño, la forma o el color de
las letras.
53. El niño comprende claramente por qué es importante escribir su nombre en diferentes
situaciones y puede aplicar esta comprensión de manera efectiva.
54. El niño es consistente en su habilidad para escribir su nombre de manera precisa y sin
errores ortográficos o de secuencia.
55. El niño puede estar mostrando creatividad al experimentar con diferentes formas de escribir
su nombre y al agregar detalles decorativos a su escritura.
56. El niño se siente seguro al registrar su nombre y puede expresar satisfacción al hacerlo, lo
que indica un nivel alto de autoeficacia.
57. El niño utiliza un vocabulario amplio y variado para expresar sus pensamientos y emociones.
Puede utilizar palabras específicas y detalladas para comunicar sus necesidades y deseos.
58. Forma oraciones completas y elaboradas, que permiten una comunicación más detallada
y precisa. Puede proporcionar información adicional y describir sus pensamientos con
mayor profundidad.
59. Puede describir sus emociones de manera precisa y detallada, utilizando un lenguaje que
refleja su comprensión de las emociones. Expresa cómo se siente y por qué se siente de esa
manera.
60. Además del lenguaje verbal, el niño utiliza expresiones corporales, gestos y movimientos
para complementar y enriquecer su comunicación. También puede recurrir al arte y la
creatividad para expresar sus ideas.
61. Su habilidad para comunicarse de manera clara y expresiva le permite interactuar
efectivamente con los demás, transmitir sus deseos y compartir información.
62. Puede adaptar su forma de comunicarse según la audiencia. Por ejemplo, puede usar un
lenguaje más simple y directo con los más jóvenes y ser más detallado y preciso al hablar
con adultos.
63. El niño puede involucrarse en conversaciones más profundas y significativas, y estar
dispuesto a compartir sus pensamientos y opiniones.
64. Puede utilizar la creatividad para expresar sus ideas a través de dibujos, representaciones
artísticas y juegos imaginativos.
65. Se siente cómodo al comunicarse y compartir sus pensamientos, emociones y deseos con
los demás.
66. El apoyo positivo de los adultos y la promoción de un ambiente abierto y receptivo a la
comunicación son fundamentales para fomentar y nutrir sus habilidades de expresión.
67. El niño demuestra independencia al registrar su nombre sin necesitar una guía constante o
supervisión cercana.
68. Se siente seguro al escribir su nombre y no muestra inseguridad ni dudas al hacerlo.
69. Escribe su nombre de manera precisa, respetando la secuencia correcta de las letras y la
ortografía adecuada.
70. Puede registrar su nombre en diferentes contextos y para varios propósitos, como marcar
sus producciones, registrar su asistencia en la escuela u otras actividades.
71. Utiliza su nombre como firma personal en sus producciones y proyectos, lo que refleja su
identidad y sentido de pertenencia.
72. El nombre que escribe es legible y reconocible, lo que demuestra su dominio de las
habilidades motoras finas necesarias para la escritura.
73. Puede usar su nombre para marcar su asistencia de manera efectiva, lo que muestra su
comprensión de la relación entre su nombre y su identidad.
74. El niño muestra habilidades organizativas al registrar su nombre en los momentos
apropiados y en los espacios designados.
75. Registra su nombre con una actitud positiva y se siente orgulloso de hacerlo de manera
independiente.
76. La capacidad de registrar su nombre de forma autónoma es un hito en su desarrollo
cognitivo, motor y lingüístico, lo que sugiere que está adquiriendo habilidades esenciales
para la escritura y la expresión personal.
77. El niño muestra una habilidad para copiar letras y símbolos con gran precisión. Su control
motor ha mejorado significativamente, lo que se refleja en una escritura más legible y clara
en comparación con etapas anteriores.
78. El niño está creando textos con formas gráficas más definidas y reconocibles. Sus letras y
símbolos son coherentes y muestran una progresión en su capacidad para formar palabras
legibles.
79. El niño ha avanzado en su capacidad para dictar mensajes con claridad y coherencia.
Puede expresar ideas más elaboradas y complejas utilizando frases más detalladas y
extensas.
80. El niño demuestra una comprensión clara del propósito de sus mensajes y sabe adaptar su
lenguaje según el destinatario. Esto muestra una comprensión más profunda de la
comunicación y la audiencia.
81. Las habilidades que el niño muestra en la escritura y la comunicación indican un nivel
avanzado de desarrollo para su edad. Está demostrando una combinación de habilidades
motoras finas, comprensión lingüística y conciencia de la audiencia que son
impresionantes para su etapa de desarrollo.
82. Aunque el niño ha alcanzado un nivel avanzado, seguir proporcionando oportunidades y
estímulo para seguir desarrollando estas habilidades es importante. Esto incluye brindar
oportunidades para practicar la escritura y la comunicación en diferentes contextos y con
una variedad de destinatarios.
Frases para elaborar
diagnósticos
Saberes y pensamiento
científico
PDA II
PREESCOLAR
Frases para elaborar diagnósticos
Saberes y pensamiento científico PDA II
Nivel 1
Necesita mejorar
1. El niño raramente muestra interés en usar números en situaciones cotidianas y no
demuestra comprensión de su propósito. Puede que ocasionalmente cuente objetos de
manera básica, pero su uso de números es muy limitado.
2. El niño no muestra entusiasmo por usar números en actividades cotidianas y puede
evitar situaciones donde se requiera el uso de números.
3. Aunque ocasionalmente podría contar objetos básicos, como dedos en una mano, su
capacidad para hacerlo es limitada y no lo hace de manera consistente.
4. No puede aplicar números en diferentes contextos, como medir, comparar, identificar
secuencias o participar en actividades que requieran conocimientos numéricos.
5. El niño no se comunica de manera efectiva utilizando números, ya sea verbalmente o
con gestos.
6. Puede que no reconozca números escritos o que no pueda relacionar números con
elementos familiares en su entorno.
7. El niño puede tener dificultades para entender conceptos básicos como más o menos,
contar en orden o reconocer números familiares.
8. El niño muestra un inicio de interés en usar números en ciertas situaciones cotidianas,
pero su comprensión y uso son limitados. Puede contar objetos y usar números para
indicar cantidades simples, pero su aplicación es inconsistente.
9. El niño empieza a mostrar cierta curiosidad por los números en situaciones cotidianas,
aunque todavía no está completamente comprometido con su uso.
10. Puede contar objetos simples, como los dedos de una mano, o realizar conteos básicos
de elementos familiares.
11. Utiliza números para indicar cantidades simples, como contar objetos hasta números
bajos o señalar cuántos elementos hay en una pequeña colección.
12. Aunque muestra algunos intentos de usar números, su aplicación puede ser
inconsistente y no siempre precisa.
13. Aunque puede contar y usar números en ciertas situaciones, todavía no comprende
completamente conceptos más complejos, como sumar o restar.
14. No puede expresar conceptos numéricos de manera detallada o explicar sus ideas
numéricas de manera clara.
15. Puede necesitar apoyo y guía ocasional de adultos para entender y usar números en
diferentes contextos.
16. El niño muestra poco o ningún interés en contar objetos.
17. No demuestra comprensión de la noción de conteo.
18. No utiliza palabras o gestos para contar objetos.
19. El niño no parece estar interesado en actividades que involucren contar objetos. Puede
mostrar apatía o desinterés cuando se le presenta la oportunidad de contar o participar
en juegos numéricos.
20. El niño no comprende la noción básica de contar. Puede no entender que los números
se utilizan para representar cantidades y que contar es una manera de determinar
cuántos objetos hay en un conjunto.
21. El niño no utiliza palabras o gestos para contar objetos. Puede no intentar asignar
números a objetos ni llevar a cabo una secuencia numérica al contar.
22. El niño puede evitar actividades que involucren contar objetos. No se involucra de
manera activa en juegos o situaciones en las que se espera que cuente objetos.
23. El niño podría no reconocer diferencias en cantidades o ser incapaz de identificar
cuántos objetos hay en un grupo sin contarlos físicamente.
24. La falta de interés y comprensión del conteo podría estar relacionada con una
variedad de factores, como la falta de estímulo previo o una comprensión menos
desarrollada del concepto numérico.
25. Enfoque en Otras Habilidades: Aunque el niño puede mostrar poco interés en el conteo
en este momento, es posible que esté más centrado en desarrollar otras habilidades y
áreas de interés.
26. El niño muestra un inicio de interés en contar objetos, pero de manera limitada.
27. Puede contar hasta 2 o 3 objetos, pero su rango de conteo es muy reducido.
28. Su conteo es inconsistente y puede omitir u omitir objetos.
29. El niño muestra un leve interés en contar objetos, lo cual puede ser evidente en su
disposición a participar en actividades numéricas o en su intento de contar objetos en
ciertas situaciones.
30. Aunque muestra interés, su rango de conteo es muy reducido y se limita a contar solo
hasta un pequeño número, como 2 o 3 objetos. No ha ampliado su habilidad para
contar más allá de esta cantidad.
31. El niño tiene dificultades para llevar a cabo un conteo consistente y preciso. Puede
cometer errores al nombrar los números en orden o puede repetir números o contar el
mismo objeto más de una vez.
32. Durante el conteo, el niño podría omitir contar ciertos objetos o podría omitir algunos
números en la secuencia numérica. Esto puede deberse a una falta de atención o a
una comprensión limitada de la relación entre los números y los objetos.
33. Aunque muestra interés en contar, el niño aún necesita orientación y práctica para
desarrollar sus habilidades numéricas. Puede beneficiarse de actividades que lo ayuden
a practicar el conteo de manera más sistemática.
34. Es posible que el niño prefiera contar objetos físicos y tangibles en su entorno cercano
en lugar de números abstractos. Puede ser útil proporcionarle oportunidades para
contar objetos reales en diferentes contextos.
35. Aunque su conteo es limitado y puede haber inconsistencias, es importante centrarse
en el proceso de contar en lugar de enfocarse en la precisión numérica en esta etapa
inicial.
36. El niño está en una etapa temprana de desarrollo numérico y es natural que su conteo
sea limitado y tenga errores. Con el tiempo, la práctica y el apoyo adecuado, es
probable que mejore su habilidad para contar con mayor precisión y amplíe su rango
de conteo.
37. El niño raramente muestra interés en construir o comparar colecciones de elementos.
No demuestra comprensión de la noción de colecciones ni de cómo representarlas.
38. El niño no se siente atraído por actividades que implican agrupar objetos en
colecciones o conjuntos. Puede que prefiera enfocarse en otras actividades en lugar de
estas relacionadas con las cantidades y los objetos.
39. El niño puede no reconocer patrones o características comunes en los objetos que
podrían ser agrupados. Esto podría indicar una falta de conexión entre objetos similares
o diferentes.
40. No muestra intención de representar las colecciones con dibujos o símbolos personales.
Puede que no vea la necesidad o el propósito de hacerlo, lo que indica una falta de
comprensión de cómo mostrar las cantidades visualmente.
41. El niño no muestra signos de comprender cómo comparar colecciones en función de
sus cantidades. Puede que no note diferencias entre grupos de objetos o no sepa cómo
determinar cuál conjunto tiene más o menos elementos.
42. No demuestra comprensión de la relación entre los números y las cantidades. Puede
que no entienda que agregar o quitar objetos cambia la cantidad total en una
colección.
43. No siente la necesidad de involucrarse en actividades relacionadas con los números o
las cantidades. Puede que prefiera actividades que no requieran manipulación de
objetos o pensamiento numérico.
44. El niño muestra un inicio de interés en construir colecciones de elementos, pero lo hace
de manera limitada. Puede agrupar objetos similares de manera ocasional, pero su
comprensión es básica y su representación gráfica es muy rudimentaria.
45. Aunque no muestra un interés constante, el niño demuestra cierta curiosidad o
disposición a participar en actividades de construcción de colecciones en momentos
específicos.
46. Puede agrupar objetos similares de manera ocasional. Es posible que elija objetos que
sean claramente iguales en función de características visibles, como el color o la forma.
47. Aunque puede formar grupos simples de objetos, su comprensión de la noción de
colecciones y conjuntos es básica. Puede que no entienda completamente el propósito
de agrupar objetos y cómo esto se relaciona con las cantidades.
48. Si intenta representar sus colecciones con dibujos o símbolos, es probable que su nivel
de detalle y precisión sea muy básico. Puede que utilice trazos simples para indicar la
presencia de objetos en su dibujo.
49. Aunque puede agrupar objetos, es posible que no demuestre habilidades para
comparar colecciones en función de sus cantidades. Puede que no entienda cómo
determinar cuál conjunto tiene más o menos elementos.
50. Dado que su comprensión y habilidades son básicas en este momento, es posible que
necesite el apoyo y la orientación de adultos para participar en estas actividades de
manera más efectiva.
51. A pesar de las limitaciones actuales, su interés inicial es un signo positivo y podría ser el
punto de partida para un mayor desarrollo en la construcción y comparación de
colecciones a medida que continúa explorando y aprendiendo.
52. El niño muestra dificultades para contar objetos y realizar operaciones sencillas con
números, como sumar o restar cantidades pequeñas. Puede tener dificultades para
comprender la relación entre los números y las cantidades que representan.
53. El niño todavía requiere apoyo y guía para usar los números de manera efectiva en
diferentes situaciones cotidianas. Puede que necesite instrucciones claras y repetidas
para llevar a cabo tareas numéricas simples.
54. Debido a sus dificultades, es posible que el niño no se sienta seguro al usar números y
puede evitar situaciones que involucren conteo o cálculos numéricos.
55. El niño se beneficiará de práctica regular y oportunidades para interactuar con
números en contextos significativos y atractivos. Juegos, actividades y ejercicios que
involucren números de manera divertida pueden ayudar a fortalecer su comprensión
numérica.
56. El niño encuentra dificultades al contar objetos y elementos en su entorno. Puede
contar pequeños conjuntos de objetos de manera más efectiva, pero tiene dificultades
al tratar de contar conjuntos más grandes.
57. Al contar conjuntos más grandes, el niño puede confundirse o perder la cuenta. Es
posible que le resulte complicado realizar un seguimiento de los números y asegurarse
de no omitir ni repetir ningún objeto.
58. El niño requiere apoyo constante de un adulto para contar correctamente y para
ampliar su rango de conteo. Puede ser que necesite recordatorios y orientación para
contar objetos con precisión.
59. Debido a sus dificultades, es posible que el niño carezca de confianza en sus
habilidades numéricas. Esto puede afectar su disposición para intentar contar conjuntos
más grandes de manera independiente.
60. Aunque enfrenta desafíos, el niño puede beneficiarse de oportunidades regulares de
práctica. La práctica constante, con el apoyo y la paciencia de los adultos, puede
ayudarle a desarrollar su habilidad numérica con el tiempo.
61. Puede ser útil adoptar un enfoque gradual al trabajar con el niño en su conteo.
Comenzar con conjuntos más pequeños y poco a poco avanzar hacia conjuntos más
grandes puede ayudarle a ganar confianza y desarrollar sus habilidades.
62. El niño enfrenta dificultades al intentar construir colecciones de elementos que
contengan menos de 10 objetos. Puede tener dificultades para agrupar objetos y
formar colecciones coherentes.
63. El niño muestra una limitada comprensión de cómo comparar cantidades y determinar
cuál es mayor o menor. Puede tener dificultades para reconocer diferencias en el
número de elementos en distintas colecciones.
64. Al intentar representar las colecciones, el niño puede usar dibujos o símbolos poco
claros o incluso no utilizar ningún tipo de representación gráfica. Esto puede indicar una
falta de comprensión en cómo transmitir visualmente la cantidad de elementos en una
colección.
65. Debido a sus dificultades, el niño puede requerir un enfoque más estructurado y apoyo
en la enseñanza. Estrategias que involucren manipulativos físicos, como contar objetos
uno por uno, podrían ser útiles para ayudar al niño a comprender las cantidades.
66. Puede ser beneficioso adoptar un enfoque gradual al trabajar con el niño en la
construcción y comparación de colecciones. Comenzar con conjuntos pequeños y
brindar oportunidades para contar, agrupar y comparar objetos de manera visual
podría ser efectivo.
67. A pesar de las dificultades, animar al niño a explorar y manipular objetos puede
ayudarle a desarrollar una comprensión más profunda de las cantidades y las
colecciones.
Frases para elaborar diagnósticos
Saberes y pensamiento científico PDA II
Nivel 2
En desarrollo
1. El niño demuestra la capacidad de usar números en situaciones específicas de la vida
cotidiana. Puede contar y comparar cantidades, así como usar números para
identificar elementos familiares como edades, números de teléfono o números de
casas.
2. El niño puede contar objetos de manera efectiva, ya sea en juegos, juguetes u otros
contextos. También es capaz de comparar cantidades, identificando cuál grupo tiene
más o menos elementos.
3. El niño puede reconocer y nombrar números familiares que lo rodean, como su edad,
números de teléfono, números de casas, fechas importantes, etc.
4. El niño usa números en actividades cotidianas, como contar elementos en la mesa
durante la comida, decir cuántos pasos ha dado o cuántas sillas hay en la habitación.
5. El niño puede comprender y seguir instrucciones simples que involucran números, como
"Pon tres bloques en la caja" o "Trae dos cucharas para la cena".
6. El niño puede identificar números escritos en diferentes contextos, como en carteles,
letreros, juguetes o libros.
7. El niño utiliza números en juegos simples, como contar el número de pasos en un juego
de movimiento o participar en juegos de contar objetos.
8. El niño puede relacionarse con su entorno usando números, como reconocer números
de autobuses o contar objetos en el supermercado.
9. El niño utiliza números de manera regular en diferentes contextos cotidianos. Puede
aplicarlos para medir, ordenar objetos o identificar secuencias en situaciones familiares,
como contar hasta ciertos números o identificar días de la semana.
10. El niño puede usar números para medir y comparar objetos, como decir que un objeto
es más grande que otro o que un objeto tiene más piezas que otro.
11. El niño puede identificar y seguir secuencias numéricas simples, como los días de la
semana, los números de un reloj o los pasos en una rutina.
12. El niño es capaz de identificar cantidades específicas, ya sea en conteo o al reconocer
números escritos. Por ejemplo, puede contar hasta cierto número o identificar un
número específico en un cartel.
13. El niño utiliza números en juegos y actividades, como contar pasos, identificar colores o
formas numeradas, y participar en juegos de contar objetos.
14. El niño puede expresar conceptos numéricos de manera verbal o utilizando símbolos,
como mostrar con los dedos o trazar números en el aire.
15. El niño usa números en su entorno familiar y en actividades diarias, como decir su edad,
reconocer números de objetos en su hogar o identificar números en la calle.
16. El niño puede seguir y entender rutinas que involucran números, como contar durante
una canción o saber cuántos días faltan para un evento especial.
17. El niño demuestra la capacidad de contar objetos de manera más regular.
18. Puede contar hasta 5 o 6 objetos de manera precisa.
19. Aunque amplía su rango de conteo, aún puede cometer errores ocasionales.
20. El niño puede contar hasta 5 o 6 objetos de manera precisa y ordenada. Puede
mantener una secuencia numérica correcta mientras señala o toca cada objeto al
contar.
21. Aunque aún está limitado a cantidades relativamente pequeñas (hasta 5 o 6), el niño
ha logrado ampliar su rango de conteo en comparación con etapas anteriores.
22. A pesar de contar con precisión en general, el niño aún puede cometer errores
ocasionales. Estos errores podrían incluir saltarse un número, repetir un número o contar
un objeto dos veces.
23. El niño está desarrollando una comprensión más sólida de la relación entre los números y
las cantidades. A medida que cuenta objetos, es más consciente de que cada número
representa una unidad adicional.
24. Aunque puede contar hasta 5 o 6 objetos, es posible que el niño se sienta más cómodo
y confiado al contar cantidades más pequeñas en lugar de cantidades más grandes.
25. El niño muestra interés en participar en actividades numéricas y de conteo. Puede estar
dispuesto a contar objetos en juegos y situaciones cotidianas.
26. A medida que el niño amplía su rango de conteo, podría comenzar a mostrar
curiosidad por números más allá de los que puede contar de manera precisa en este
momento.
27. El niño cuenta objetos con mayor precisión y de manera más consistente.
28. Puede contar hasta 10 objetos sin dificultad.
29. Empieza a entender la relación entre los números y las cantidades.
30. El niño es capaz de contar objetos de manera precisa y ordenada. Puede contar hasta
10 objetos sin saltarse ni repetir números, y su secuencia numérica es coherente.
31. El niño muestra confianza al contar objetos y es capaz de hacerlo sin dificultad. Se
siente cómodo al mantener una secuencia numérica correcta mientras señala o toca
cada objeto.
32. El niño está comenzando a comprender la relación entre los números y las cantidades.
Puede darse cuenta de que a medida que cuenta en orden, cada número representa
una unidad adicional.
33. El niño puede aplicar su habilidad de contar objetos en situaciones cotidianas, como
contar juguetes, elementos en la mesa o personas en una habitación.
34. A medida que desarrolla su habilidad de contar hasta 10 objetos, es posible que el niño
comience a hacer comparaciones numéricas simples, como decir qué grupo tiene más
o menos objetos.
35. El niño puede sentirse entusiasmado por participar en actividades que involucren contar
objetos. Puede disfrutar de juegos numéricos y actividades que requieran contar y
reconocer cantidades.
36. A medida que empieza a entender la relación entre los números y las cantidades, el
niño podría mostrar curiosidad por explorar más allá del 10, aunque su conteo preciso
todavía se limite a cantidades más pequeñas.
37. El niño podría disfrutar de contar objetos junto a sus compañeros o adultos,
compartiendo su habilidad y colaborando en actividades numéricas.
38. Con su habilidad creciente para contar objetos, es probable que el niño comience a
utilizar términos numéricos de manera más efectiva en su comunicación diaria.
39. El niño construye colecciones de elementos en ciertas situaciones, aunque su habilidad
es limitada. Puede formar grupos con objetos similares y representarlos de manera
simple con dibujos o símbolos, pero su capacidad para comparar colecciones es
todavía limitada.
40. El niño puede agrupar objetos en colecciones de manera básica. Puede identificar
objetos similares y crear conjuntos con ellos, aunque su organización y agrupación
pueden ser simples y poco elaboradas.
41. Puede intentar representar las colecciones con dibujos o símbolos, pero su capacidad
de representación puede ser limitada en términos de detalle y precisión. Los dibujos o
símbolos pueden ser rudimentarios y no reflejar con exactitud las cantidades de objetos
en cada conjunto.
42. Aunque pueda construir colecciones, puede tener dificultades al compararlas. Puede
que no sea capaz de determinar de manera clara cuál colección tiene más o menos
objetos, y su capacidad para expresar diferencias numéricas puede ser limitada.
43. Aunque muestra un inicio en la comprensión de cantidades y agrupación, su
comprensión numérica aún está en desarrollo. Puede que no esté completamente
seguro de cómo representar cantidades con precisión ni de cómo aplicar conceptos
numéricos para comparar colecciones.
44. El niño construye y compara colecciones de elementos de manera más regular. Puede
formar grupos con objetos y representarlos con dibujos o símbolos personales. Aunque su
habilidad para comparar es básica, muestra una comprensión creciente de las
cantidades.
45. El niño puede agrupar objetos en colecciones con mayor facilidad y consistencia.
Puede reconocer patrones o características comunes en los objetos y organizarlos en
conjuntos de manera más efectiva.
46. El niño es capaz de representar las colecciones con dibujos o símbolos personales de
manera más elaborada. Sus representaciones pueden empezar a mostrar una
correlación más clara con las cantidades de objetos en cada conjunto.
47. Aunque su capacidad para comparar colecciones puede ser básica, el niño está
mejorando en esta área. Puede notar diferencias en las cantidades y tener una
comprensión general de cuándo una colección tiene más objetos que otra.
48. A medida que interactúa más con las cantidades y las colecciones, su comprensión
numérica está creciendo. Puede comenzar a entender que más objetos en un conjunto
significan una cantidad mayor y menos objetos una cantidad menor.
49. Aunque todavía puede necesitar apoyo ocasional, el niño está ganando más
independencia en la construcción y comparación de colecciones. Puede llevar a cabo
estas actividades con menos supervisión y guía directa.
50. Puede empezar a compartir sus colecciones con otros niños y comparar sus conjuntos
entre sí. Esto puede fomentar conversaciones y debates sencillos sobre las cantidades y
cómo se comparan.
51. El niño muestra cierta habilidad para utilizar los números en situaciones cotidianas.
Puede contar objetos y realizar operaciones básicas como sumar o restar cantidades
pequeñas de manera autónoma.
52. Aunque es capaz de realizar operaciones numéricas de manera independiente,
todavía comete errores ocasionales. Estos errores son normales en esta etapa del
desarrollo y son parte del proceso de aprendizaje.
53. El niño demuestra un interés genuino y una disposición para aplicar los números en
situaciones diversas. Puede que participe activamente en actividades que involucren
contar, medir o comparar cantidades.
54. Puede que el niño utilice los números en contextos cotidianos, como contar juguetes,
contar pasos o comparar tamaños de objetos. Su aplicación de los números puede
estar relacionada con su entorno y experiencias diarias.
55. Continuar brindando al niño oportunidades para interactuar con números de manera
significativa y atractiva es fundamental para su desarrollo numérico. Juegos,
actividades prácticas y conversaciones sobre números en la vida cotidiana pueden
fortalecer su comprensión numérica.
56. El niño muestra habilidad en el conteo de objetos y elementos de su entorno. Puede
contar de manera efectiva y precisa, asegurándose de contar cada objeto en un
conjunto.
57. El niño está progresando en su capacidad para contar conjuntos más grandes de
manera gradual. Aunque puede cometer errores ocasionales, demuestra una
tendencia a mejorar su precisión a medida que practica más.
58. El niño está interesado en el conteo y está dispuesto a practicar y aprender más sobre
los números. Su actitud positiva hacia el conteo es evidente y está motivado para
ampliar su rango numérico.
59. El niño está activamente involucrado en la exploración numérica. Busca oportunidades
para contar objetos en su entorno y puede mostrar entusiasmo al contar objetos en
diferentes situaciones y contextos.
60. Comunica sus conteos utilizando el lenguaje de manera efectiva. Puede contar en voz
alta y expresar sus números en palabras, lo que demuestra una conexión entre su
habilidad numérica y su habilidad lingüística en desarrollo.
61. El niño muestra un enfoque en la práctica constante para mejorar su conteo. Está
dispuesto a corregir errores y aprender de ellos, lo que refleja una mentalidad de
crecimiento en su desarrollo numérico.
62. El niño es capaz de construir colecciones de menos de 10 elementos con cierta
habilidad. Puede agrupar objetos y formar colecciones que reflejen cantidades
específicas.
63. El niño demuestra la capacidad de comparar cantidades en algunas situaciones y
puede determinar cuál es mayor o menor en esas ocasiones. Sin embargo, todavía
puede cometer errores ocasionales, lo que sugiere que su comprensión de las
relaciones numéricas está en proceso de desarrollo.
64. El niño utiliza dibujos o símbolos para representar las colecciones. Aunque está
empezando a utilizar esta forma de comunicación numérica, aún necesita mejorar en
cuanto a la precisión y claridad de sus representaciones.
65. Dado que el niño aún comete errores ocasionales en la comparación de cantidades y
en la representación gráfica, podría beneficiarse de práctica continua y oportunidades
para explorar y manipular objetos en contextos numéricos.
66. Es importante reconocer y elogiar el progreso del niño en su capacidad para construir
colecciones, comparar cantidades y utilizar representaciones gráficas. Esto puede
aumentar su confianza y motivación para seguir desarrollando sus habilidades
numéricas.
67. Aunque el niño está mostrando habilidades en desarrollo, aún puede requerir apoyo y
guía ocasional para fortalecer su comprensión numérica y mejorar la precisión de sus
representaciones.
Frases para elaborar diagnósticos
Saberes y pensamiento científico PDA II
Nivel 3
Logrado
1. El niño muestra un uso más avanzado de números en varias situaciones cotidianas. Puede
aplicarlos para resolver problemas simples de conteo, medición o clasificación. También
puede comprender y usar números en juegos y actividades con sus pares.
2. El niño es capaz de contar objetos de manera más precisa y rápida. Puede contar grupos
de objetos de diferentes tamaños y determinar la cantidad total.
3. El niño puede aplicar números para medir de manera rudimentaria. Por ejemplo, podría
comparar tamaños de objetos usando términos como "más grande" o "más pequeño", y tal
vez comience a usar términos como "largo" o "corto".
4. El niño puede agrupar objetos por características similares, como forma, color o tamaño.
También podría comenzar a ordenar objetos según criterios específicos, como "primero",
"segundo" y "tercero".
5. En juegos y actividades, el niño puede comprender y usar números de manera más activa.
Por ejemplo, podría mover su ficha en un juego de mesa según el número que obtenga en
un dado, o participar en juegos donde se cuente y se compare el número de elementos.
6. El niño es capaz de participar en conversaciones con sus compañeros que involucran
números. Puede hablar sobre cuántos objetos hay, comparar cantidades y discutir
conceptos numéricos simples.
7. El niño empieza a usar números en interacciones sociales más complejas, como contar
cuántos juguetes hay para compartir entre amigos o determinar turnos en juegos basados
en números.
8. El niño demuestra un alto nivel de competencia en el uso de números en diversos
propósitos cotidianos. Puede aplicar conceptos numéricos de manera efectiva, como
sumar o restar pequeñas cantidades, identificar patrones numéricos y participar en
conversaciones numéricas con sus compañeros.
9. El niño puede realizar sumas y restas simples, como agregar o quitar objetos de un
conjunto. Puede resolver problemas sencillos que involucran estas operaciones, como "Si
tienes tres manzanas y das una, ¿cuántas te quedan?".
10. El niño puede identificar patrones numéricos en secuencias simples, como contar de dos
en dos o de tres en tres. También puede notar patrones en secuencias de números, como
números ascendentes o descendientes.
11. El niño puede comparar cantidades y números, usando términos como "más grande", "más
pequeño", "igual", "mayor que" y "menor que". También es capaz de ordenar objetos o
números según criterios específicos.
12. El niño usa números de manera activa en juegos, actividades y situaciones cotidianas.
Puede contar objetos en juegos, compartir y repartir entre amigos y resolver situaciones
numéricas simples.
13. El niño participa en conversaciones numéricas más elaboradas con sus compañeros.
Puede hablar sobre números con confianza, explicar sus ideas y comprender las
perspectivas de los demás.
14. El niño muestra interés en explorar y comprender conceptos numéricos más avanzados,
como patrones numéricos más complejos o la idea de "más" y "menos" en cantidades
mayores.
15. El niño usa números en situaciones de la vida diaria, como contar objetos, medir
cantidades y comprender instrucciones simples que involucran números.
16. El niño amplía su rango de conteo más allá de 10 objetos.
17. Puede contar hasta 20 objetos o incluso más en ciertas situaciones.
18. Comienza a reconocer patrones numéricos y estructuras de conteo.
19. El niño puede contar objetos de manera precisa y ordenada hasta números superiores a
10. Puede contar objetos en secuencia sin omitir ni duplicar ninguno.
20. El niño reconoce y comprende los números más allá de 10. Puede identificar y nombrar
números como 11, 12, 13, etc., y comprender que representan cantidades específicas.
21. El niño muestra consistencia en su conteo a medida que amplía su rango. Puede contar
objetos en diferentes situaciones y contextos, manteniendo la precisión en su conteo.
22. Puede empezar a notar patrones numéricos, como que después del 10 viene el 11,
después el 12, y así sucesivamente. Esto indica un entendimiento más profundo de la
secuencia numérica.
23. El niño puede aplicar su habilidad de contar en situaciones cotidianas. Por ejemplo, podría
contar los pasos al subir escaleras, los juguetes en su habitación o los objetos en una
colección.
24. Puede mostrar curiosidad por números más allá de 20, aunque su comprensión puede ser
menos sólida en esta parte de la secuencia.
25. El niño cuenta objetos de manera avanzada y precisa.
26. Puede contar en secuencias más largas, hasta 30 o más.
27. Demuestra una comprensión más profunda de la relación entre los números y las
cantidades.
28. El niño puede contar objetos en secuencias más largas, llegando hasta 30 o más. Su
habilidad para mantener una secuencia de conteo precisa y ordenada es notable.
29. El niño comprende la relación entre los números y las cantidades de manera más profunda.
Puede asociar números más grandes con conjuntos de objetos más grandes, y viceversa.
30. El niño no solo puede contar objetos en un entorno controlado, sino que también puede
aplicar su habilidad en situaciones cotidianas y contextos variados.
31. Además de contar hasta 30 o más, el niño podría estar interesado en explorar números aún
más grandes, aunque su comprensión puede ser menos sólida en esa parte de la
secuencia.
32. El niño podría comenzar a mostrar signos de pensamiento abstracto en relación con los
números. Por ejemplo, podría preguntar sobre números más allá de lo que ha explorado
directamente.
33. Es probable que el niño muestre un entusiasmo genuino por los números y el conteo. Puede
disfrutar de juegos y actividades numéricas y estar motivado para seguir explorando.
34. Aunque el niño ha alcanzado un nivel avanzado, aún se beneficia de interacciones y
actividades que fomenten su desarrollo numérico y su amor por los números.
35. El niño construye y compara colecciones de elementos con más destreza. Puede agrupar
objetos en colecciones y representarlas con dibujos o símbolos que reflejan su comprensión
de las cantidades. También puede comparar colecciones y notar diferencias y similitudes.
36. El niño puede agrupar objetos en colecciones de manera más organizada y precisa.
Puede crear grupos con objetos similares en función de características como el color, el
tamaño o la forma.
37. El niño puede representar las colecciones con dibujos o símbolos de manera más detallada
y precisa. Sus representaciones reflejan su comprensión de las cantidades, y puede que
incluso empiece a incluir detalles que indiquen cuántos objetos hay en cada colección.
38. El niño muestra una mayor capacidad para comparar colecciones. Puede notar
diferencias y similitudes entre las cantidades de objetos en diferentes grupos. Puede que
comience a utilizar palabras como "más", "menos", "igual" o "parecido" al hablar de las
cantidades.
39. El niño tiene una comprensión más sólida de cómo los números representan cantidades.
Puede relacionar números con la cantidad de objetos en las colecciones y utilizar esto
para comparar y hablar sobre las diferencias entre ellas.
40. El niño puede comenzar a notar patrones numéricos simples en las colecciones. Puede
darse cuenta de que algunos grupos tienen más objetos que otros en función de cómo los
agrupa.
41. Además de la representación gráfica, el niño puede expresar sus comparaciones y
observaciones verbalmente. Puede explicar por qué una colección tiene más objetos que
otra o identificar qué objetos son iguales en diferentes grupos.
42. El niño demuestra un alto nivel de competencia en construir y comparar colecciones de
elementos. Puede crear colecciones con precisión, representarlas de manera detallada
con dibujos o símbolos y comparar cantidades de manera efectiva. Su comprensión
numérica es sólida.
43. El niño es capaz de crear colecciones de elementos con gran precisión y organización.
Puede agrupar objetos de manera clara y ordenada, evidenciando un entendimiento
sólido de cómo formar conjuntos coherentes.
44. Su habilidad para representar las colecciones mediante dibujos o símbolos es avanzada.
Sus representaciones son detalladas y reflejan con precisión las cantidades de objetos en
cada conjunto.
45. Puede comparar colecciones de elementos con confianza y habilidad. Utiliza términos
como "más", "menos", "igual" y "parecido" con precisión para describir las diferencias y
similitudes entre las cantidades de objetos en diferentes conjuntos.
46. Tiene una comprensión sólida de cómo los números representan cantidades. Puede
relacionar los números con la cantidad de objetos en las colecciones y utiliza este
conocimiento para comparar y discutir las diferencias numéricas entre ellas.
47. El niño demuestra una capacidad para utilizar los números en una variedad de situaciones
cotidianas. Puede contar objetos con precisión y realizar operaciones matemáticas
básicas, como sumar y restar cantidades pequeñas, de manera autónoma y efectiva.
48. El niño es capaz de aplicar los números sin la necesidad de supervisión constante. Puede
contar, medir y resolver problemas matemáticos por sí mismo, lo que refleja su confianza y
habilidades numéricas sólidas.
49. Utiliza los números de manera apropiada en diversos contextos cotidianos. Puede contar
objetos en juegos, medir cantidades en actividades prácticas y aplicar conceptos
numéricos en situaciones de la vida diaria.
50. El niño no solo realiza operaciones numéricas, sino que también muestra un entendimiento
profundo de los saberes matemáticos de su comunidad. Puede aplicar los números en
contextos relevantes, como al contar objetos en grupos o al comparar tamaños y
cantidades.
51. Es capaz de compartir y discutir sus conocimientos numéricos con otros niños y adultos.
Puede explicar su proceso de pensamiento y mostrar un buen nivel de comunicación en
términos matemáticos.
52. El nivel de habilidad de este niño sugiere que ha tenido oportunidades significativas de
interactuar con números desde una edad temprana. Los estímulos y el apoyo
proporcionados por los adultos en su entorno han contribuido al desarrollo de sus
habilidades matemáticas.
53. El niño es capaz de contar objetos y elementos de su entorno de manera efectiva y
precisa. Puede contar en secuencias ordenadas y asegurarse de que no omita ni duplique
ningún objeto en su conteo.
54. El niño muestra confianza al contar conjuntos más grandes de objetos. A medida que se le
presentan conjuntos de objetos más amplios, no se siente intimidado y sigue aplicando su
habilidad de conteo con precisión.
55. El niño está expandiendo gradualmente su rango de conteo. No se limita a contar solo
hasta números bajos, sino que puede contar hasta números más altos, como 20 o más, de
manera efectiva.
56. Utiliza su lengua materna para comunicar sus conteos. Puede expresar claramente sus
números en palabras y está desarrollando una comprensión más profunda de los
conceptos numéricos y su relación con el lenguaje.
57. El niño no solo cuenta objetos, sino que también demuestra comprensión de conceptos
numéricos más avanzados, como la relación entre los números y las cantidades. Puede
comparar conjuntos de objetos y notar patrones numéricos.
58. El niño muestra confianza en sus habilidades numéricas y está dispuesto a contar objetos en
diferentes situaciones y contextos. Su actitud positiva hacia el conteo y su entusiasmo por
aprender y explorar números son evidentes.
59. El niño tiene la capacidad de construir colecciones de menos de 10 elementos de manera
efectiva y precisa. Puede agrupar objetos y formar colecciones que reflejen con precisión
la cantidad de elementos que se le pide.
60. El niño compara cantidades con facilidad y muestra una comprensión sólida de las
relaciones de cantidad, como igual, mayor o menor. Puede determinar con seguridad cuál
es la cantidad mayor o menor entre dos conjuntos.
61. El niño utiliza dibujos o símbolos personales para representar las colecciones. Estas
representaciones son claras y precisas, reflejando con exactitud la cantidad de elementos
en cada conjunto. Esto muestra un entendimiento profundo de cómo comunicar
visualmente las cantidades.
62. La capacidad del niño para comparar cantidades y representarlas de manera precisa
sugiere una comprensión numérica avanzada para su edad. Su capacidad para aplicar
conceptos numéricos en diversas situaciones cotidianas es notable.
63. Dado su alto nivel de competencia numérica, es importante proporcionar oportunidades
para desafiar al niño con problemas numéricos más complejos y situaciones de resolución
de problemas que fomenten su crecimiento continuo.
64. Animar al niño a explorar conceptos matemáticos y a hacer preguntas relacionadas con
las cantidades puede ayudar a mantener viva su curiosidad y su amor por los números.
65. Dado que el niño demuestra un alto nivel de competencia, es fundamental fomentar su
autonomía y permitirle aplicar sus habilidades en diversos contextos para seguir
desarrollando su comprensión numérica.
Frases para elaborar
diagnósticos
Ética, Naturaleza y
Sociedades
PDA II
PREESCOLAR
Frases para elaborar diagnósticos
Ética, Naturaleza y Sociedades PDA II
Nivel 1
Necesita mejorar
1. El niño muestra poco o ningún interés en la naturaleza y sus elementos. No demuestra
comprensión de la importancia del aire, el sol, el agua y el suelo para la vida.
2. El niño podría no mostrar curiosidad por el entorno natural y no prestar atención a los
elementos como el sol, el aire, el agua y el suelo.
3. Es posible que el niño no pueda identificar o nombrar los elementos naturales en su
entorno. Podría no entender cómo estos elementos son esenciales para la vida.
4. No suele hacer preguntas sobre el entorno natural ni mostrar interés en aprender sobre
cómo funcionan los elementos naturales.
5. No hace conexiones entre los elementos naturales y su importancia para la vida. Puede
que no comprenda cómo el sol proporciona luz y calor, cómo el aire es necesario para
respirar, cómo el agua es vital para beber y cómo el suelo es donde crecen las plantas.
6. No demuestra preocupación por cuidar el medio ambiente ni muestra comprensión de
la relación entre los elementos naturales y la sostenibilidad de la vida en el planeta.
7. El niño demuestra un inicio de interés en la naturaleza y sus elementos, pero su
comprensión es limitada. Puede notar la presencia de elementos naturales como el sol y
el agua, pero no comprende plenamente su importancia para la vida.
8. El niño puede notar la presencia de elementos naturales como el sol, el agua y tal vez el
aire en su entorno. Puede señalarlos o hacer preguntas sobre ellos de manera
ocasional.
9. Puede que el niño haga preguntas simples sobre la naturaleza y sus elementos, pero su
comprensión de cómo funcionan estos elementos y su importancia para la vida aún es
limitada.
10. Aunque el niño nota la existencia de elementos naturales, puede que no comprenda
plenamente cómo están relacionados con la vida en la Tierra. Puede no tener un
entendimiento completo de cómo el sol proporciona luz y calor, o cómo el agua es
esencial para la supervivencia de las plantas y los animales.
11. Si se le pregunta sobre la importancia de estos elementos, el niño podría ofrecer
respuestas simples o incompletas, demostrando su nivel limitado de comprensión en
esta etapa.
12. El niño muestra poco o ningún interés en actividades al aire libre, exploración de la
naturaleza o interacción con elementos naturales como plantas, animales, agua, tierra
y sol.
13. Tiene un conocimiento limitado sobre la importancia de elementos naturales como el
sol, el aire, el agua y el suelo para la vida. Puede no comprender cómo estos elementos
están interconectados y su papel en el bienestar de los seres vivos.
14. Puede preferir actividades en interiores como juegos de mesa, ver televisión o jugar con
juguetes en lugar de explorar el entorno exterior.
15. El niño puede no tener una conexión emocional con la naturaleza y no percibir su
belleza ni sentir curiosidad por su funcionamiento.
16. No demuestra conciencia sobre la importancia de cuidar el medio ambiente ni de
cómo sus acciones pueden afectar el entorno natural.
17. Puede centrarse más en las interacciones humanas y actividades relacionadas con
personas, en lugar de conectarse con la naturaleza y los elementos naturales.
18. El niño podría no hacer preguntas sobre el mundo natural ni mostrar curiosidad por
aprender sobre los elementos que lo componen.
19. Aunque en este momento muestra poca interacción con la naturaleza, es importante
recordar que los niños pueden desarrollar su conexión con la naturaleza a medida que
se les brinda oportunidades y experiencias en entornos naturales.
20. El niño puede no comprender cómo los elementos naturales son esenciales para el
funcionamiento y la supervivencia de los seres vivos en la Tierra.
21. Puede no mostrar interés en aprender sobre los elementos naturales ni hacer preguntas
al respecto.
22. No experimenta una conexión emocional o un sentido de asombro hacia la naturaleza
y su importancia.
23. No demuestra curiosidad ni búsqueda activa de información sobre el mundo natural y
sus componentes.
24. Puede estar más interesado en actividades o temas que no estén relacionados con la
naturaleza, lo que limita su exposición y entendimiento.
25. No puede relacionar cómo estos elementos influyen en la salud de los seres vivos, el
crecimiento de las plantas, la regulación del clima, entre otros aspectos.
26. Es importante proporcionar oportunidades educativas y experiencias que ayuden al
niño a comprender cómo el aire, el sol, el agua y el suelo son fundamentales para la
vida en la Tierra.
27. El niño puede no mostrar interés o iniciativa propia para explorar el entorno natural sin
que se le anime o guíe.
28. Puede requerir la presencia y dirección constante de un adulto para involucrarse en
actividades al aire libre.
29. No tiende a hacer preguntas sobre el mundo natural ni a expresar curiosidad sin que se
le motive.
30. Puede sentirse inseguro o desorientado sin instrucciones claras sobre qué hacer o cómo
interactuar con el entorno natural.
31. No se aventura por su cuenta para observar, tocar o explorar objetos y elementos en la
naturaleza.
32. Puede seguir instrucciones o sugerencias de un adulto, pero no se involucra
activamente sin esta dirección.
33. Puede no experimentar una conexión emocional con el entorno natural ni mostrar
entusiasmo por las actividades al aire libre.
34. Puede sentirse más cómodo en entornos familiares o lugares donde se le anima a
participar.
35. No toma decisiones independientes sobre cómo participar en actividades al aire libre y
puede necesitar que se le guíe en cada paso.
36. Aunque necesita guía constante en este momento, con el tiempo y la exposición
gradual a actividades al aire libre, es posible que desarrolle un mayor interés y
autonomía.
Frases para elaborar diagnósticos
Ética, Naturaleza y Sociedades PDA II
Nivel 2
En desarrollo
1. El niño muestra una mayor disposición para interactuar con la naturaleza. Puede
reconocer algunos elementos como el sol, el aire, el agua y el suelo y estar dispuesto a
explorarlos en cierta medida. Sin embargo, su comprensión sigue siendo básica.
2. El niño es capaz de identificar algunos elementos naturales básicos, como el sol, el aire,
el agua y el suelo. Puede notar su presencia en su entorno y mostrar curiosidad al
respecto.
3. Puede mostrar interés en actividades al aire libre, como jugar en la tierra o sentir el
agua, pero su comprensión de cómo funcionan y su importancia aún es limitada.
4. El niño puede hacer preguntas simples sobre la naturaleza y los elementos que la
componen. Puede expresar su interés en saber más sobre el sol, por ejemplo, o por qué
las plantas necesitan agua para crecer.
5. Aunque el niño muestra interés y curiosidad, su comprensión sigue siendo básica en esta
etapa. Puede tener una idea general de que el sol brinda luz y calor, el agua es
necesaria para las plantas y los animales, y el aire es lo que respiramos, pero su
conocimiento no es profundo ni detallado.
6. El niño demuestra la capacidad de reconocer y nombrar con precisión los elementos
naturales como el aire, el sol, el agua y el suelo. Puede expresar cierta comprensión de
su importancia para la vida, pero su conocimiento es limitado en términos de procesos
naturales y conexiones más profundas.
7. El niño es capaz de identificar y nombrar con precisión los elementos naturales
mencionados: aire, sol, agua y suelo. Puede hacerlo en su entorno y cuando se le
pregunta directamente sobre estos elementos.
8. El niño puede expresar que el sol brinda luz y calor, el agua es necesaria para que las
plantas crezcan y los animales beban, el aire es lo que respiramos y el suelo es donde
crecen las plantas. Aunque su comprensión es básica, demuestra cierta conexión entre
estos elementos y la vida.
9. La comprensión del niño se basa principalmente en experiencias concretas y
observaciones directas en su entorno. Puede que haya visto plantas crecer o haya
sentido el calor del sol, lo que le ayuda a relacionar estos elementos con su entorno
cotidiano.
10. A pesar de su conocimiento limitado, el niño puede mostrar curiosidad y disposición
para aprender más sobre la naturaleza y los procesos que la sustentan. Puede hacer
preguntas y estar interesado en explorar más a medida que tenga más oportunidades
de aprendizaje y experiencias.
11. El niño puede participar en actividades al aire libre de vez en cuando, pero no de
manera constante.
12. Puede mostrar curiosidad e interés por ciertos elementos naturales o situaciones, pero
no en todos los aspectos de la naturaleza.
13. Su participación puede estar influenciada por la presencia de otros niños, adultos o la
disponibilidad de actividades específicas.
14. Aunque puede mostrar interés en algunos elementos naturales, su exploración podría
ser limitada en términos de diversidad y profundidad.
15. Puede requerir estímulos o invitaciones para participar en actividades al aire libre en
lugar de tomar la iniciativa de forma autónoma.
16. Su respuesta emocional a la naturaleza puede variar, desde entusiasmo hasta
desinterés, según la situación.
17. Puede mostrar interés en actividades como buscar tesoros, recoger hojas, observar
insectos u otros aspectos específicos de la naturaleza.
18. Es posible que busque variedad en las actividades al aire libre y se involucre más
cuando hay nuevas oportunidades.
19. Aunque su relación con la naturaleza es ocasional en este momento, podría desarrollar
un mayor interés y conexión a medida que tenga más experiencias positivas.
20. El niño muestra curiosidad y empieza a hacer preguntas sobre la naturaleza y los
elementos que la componen.
21. Está dispuesto a participar en actividades al aire libre y experimentar con elementos
naturales, pero todavía necesita más oportunidades para profundizar su comprensión.
22. Puede entender conceptos básicos como que necesitamos aire para respirar, el Sol
proporciona luz y calor, el agua es importante para beber y el suelo es donde crecen
las plantas.
23. Puede hacer preguntas sobre por qué ciertas cosas ocurren en la naturaleza y muestra
interés en descubrir respuestas.
24. Puede sentir emoción y alegría al experimentar la naturaleza, como correr bajo el sol o
jugar con el agua.
25. Aunque está comenzando a comprender la importancia de los elementos naturales,
todavía puede necesitar orientación y explicaciones más detalladas.
26. Con cada experiencia en la naturaleza, el niño puede aprender nuevas conexiones y
detalles sobre cómo estos elementos son esenciales para la vida.
27. Interacciones sensoriales: Disfruta de la experiencia sensorial que la naturaleza ofrece,
como sentir el viento, el calor del sol y el tacto del suelo.
28. Puede comenzar a expresar sus observaciones y descubrimientos a través de
conversaciones con adultos y compañeros.
29. A medida que se le brinden más oportunidades para explorar y reflexionar sobre la
naturaleza, es probable que su comprensión y conexión continúen creciendo.
30. El niño demuestra un interés genuino en participar en actividades al aire libre y explorar
la naturaleza.
31. Puede iniciar por sí mismo actividades como recolectar hojas, observar insectos o jugar
en el agua.
32. Está dispuesto a experimentar y explorar diferentes aspectos de la naturaleza, pero
todavía puede necesitar estímulo o sugerencias para profundizar en su exploración.
33. Tiene una comprensión general de la importancia del aire, el Sol, el agua y el suelo para
la vida, pero puede necesitar más información para comprender mejor sus roles
específicos.
34. Puede hacer preguntas sobre lo que observa en la naturaleza y busca respuestas más
detalladas.
35. Disfruta de las experiencias sensoriales que la naturaleza ofrece, como sentir la textura
de las hojas, el sonido del viento y la frescura del agua.
36. Explora diferentes actividades al aire libre, como jugar en la arena, correr bajo el sol o
observar nubes, lo que le permite hacer descubrimientos por sí mismo.
37. Aunque está dispuesto a explorar, todavía puede requerir orientación y explicaciones
para comprender mejor los procesos naturales y las interacciones.
38. Puede describir sus experiencias y observaciones con cierta claridad, pero a veces
necesita ayuda para encontrar las palabras adecuadas.
39. Está dispuesto a aprender más sobre la naturaleza y sus elementos y a profundizar en su
conocimiento con el apoyo de adultos y experiencias educativas.
Frases para elaborar diagnósticos
Ética, Naturaleza y Sociedades PDA II
Nivel 3
Logrado
1. El niño muestra un conocimiento más avanzado de la importancia de los elementos
naturales para la vida. Puede explicar de manera sencilla cómo el aire es necesario
para respirar, el sol proporciona luz y calor, el agua es esencial para beber y el suelo es
donde crecen las plantas. Su interés y comprensión están creciendo.
2. El niño es capaz de explicar de manera sencilla y comprensible para su edad cómo
cada uno de los elementos naturales es necesario para la vida. Puede decir que el aire
es lo que respiramos y nos ayuda a vivir, que el sol nos da luz y calor, que el agua es lo
que bebemos y que el suelo es donde crecen las plantas.
3. El niño puede relacionar estos elementos con su vida diaria. Por ejemplo, puede
mencionar que necesita agua para beber y que las plantas necesitan agua para
crecer. Puede que mencione que le gusta sentir el sol en su piel y que el aire fresco es
agradable para jugar al aire libre.
4. Aunque su explicación es sencilla, el niño demuestra una comprensión más profunda de
cómo cada elemento afecta a la vida. Puede que mencione que las plantas utilizan la
luz del sol para crecer y que el aire es lo que mantiene a las personas y los animales
vivos.
5. El niño puede hacer preguntas más detalladas sobre estos elementos y su
funcionamiento. Puede estar interesado en saber por qué el agua es importante para el
cuerpo o cómo el sol puede dar calor.
6. Su conocimiento más avanzado y su habilidad para hacer conexiones simples
demuestran un creciente interés en la naturaleza y en cómo interactúa con su entorno.
7. El niño puede empezar a usar dibujos o representaciones visuales simples para ilustrar
cómo interactúan los elementos naturales con la vida. Por ejemplo, puede dibujar un sol
brillante, un vaso de agua y una planta creciendo en el suelo.
8. El niño demuestra un alto nivel de competencia en la relación con la naturaleza y la
comprensión de sus elementos. Puede explicar con detalles cómo el aire proporciona
oxígeno para respirar, el sol permite el crecimiento de las plantas, el agua es vital para
todas las formas de vida y el suelo alberga nutrientes para las plantas. Puede mostrar
interés en aprender más sobre los procesos naturales y su impacto en la vida.
9. El niño es capaz de explicar con detalles cómo cada uno de los elementos naturales es
fundamental para la vida. Puede explicar que el aire contiene oxígeno, que es
necesario para que las personas y los animales respiren y vivan.
10. El niño entiende cómo funcionan los procesos naturales. Puede explicar cómo el sol
proporciona luz y calor, lo que permite que las plantas crezcan. También puede
entender cómo el agua es esencial para la hidratación y cómo el suelo alberga
nutrientes para las plantas.
11. El niño puede describir cómo los elementos naturales están interconectados. Puede
hablar sobre cómo el sol ayuda a que las plantas crezcan y estas, a su vez, generan
oxígeno.
12. El niño puede hacer preguntas más profundas sobre la naturaleza y cómo funciona.
Puede estar interesado en saber por qué algunas plantas necesitan más agua que otras
o cómo las estaciones cambian.
13. El niño puede mostrar interés en observar y experimentar con la naturaleza. Puede notar
cómo las plantas crecen con luz solar o cómo el agua se evapora en días calurosos.
14. El niño puede usar representaciones visuales más elaboradas para ilustrar los procesos
naturales, como hacer dibujos que muestren cómo el sol alimenta las plantas.
15. El niño muestra respeto y aprecio por la naturaleza y sus elementos, y es consciente de
su importancia en la vida de las personas, los animales y las plantas.
16. El niño muestra un interés genuino en explorar y aprender sobre la naturaleza. Disfruta
de las actividades al aire libre y se siente emocionado por interactuar con los elementos
naturales.
17. Tiene la capacidad de iniciar por sí mismo actividades relacionadas con la naturaleza,
como recoger piedras, observar insectos, plantar semillas o explorar diferentes terrenos.
18. Comprende la importancia del aire, el Sol, el agua y el suelo para la vida y puede
explicar cómo cada uno de estos elementos es esencial para las plantas, los animales y
las personas.
19. Se toma el tiempo para observar y explorar su entorno natural con atención. Puede
notar detalles como patrones en las hojas, cambios en el clima o rastros de animales.
20. Hace preguntas reflexivas sobre la naturaleza y busca respuestas a través de la
observación, la exploración y la conversación con adultos.
21. Se involucra en actividades como plantar, regar plantas, recolectar frutos y observar la
vida silvestre. Disfruta de la experiencia práctica y está dispuesto a ensuciarse.
22. Puede llevar a cabo tareas simples relacionadas con la naturaleza de manera
independiente, como regar plantas o recoger hojas.
23. Utiliza su imaginación para crear juegos y actividades relacionados con la naturaleza,
como construir refugios para insectos o hacer dibujos inspirados en lo que observa.
24. Muestra un deseo constante de aprender más sobre la naturaleza y sus elementos.
Puede pedir libros, buscar información en línea o buscar oportunidades de aprendizaje.
25. Demuestra empatía hacia la naturaleza y puede mostrar preocupación por cuidar el
medio ambiente y respetar los recursos naturales.
26. Puede describir con detalle sus experiencias en la naturaleza, expresar sus
observaciones y explicar sus descubrimientos a otros de manera coherente.
27. Está dispuesto a cuidar y preservar su entorno natural, siguiendo prácticas de
conservación y cuidado.
28. Reconoce la belleza y la importancia de la naturaleza y siente gratitud por las
experiencias que le brinda.
29. El niño puede explicar de manera coherente y precisa cómo cada uno de estos
elementos es esencial para la supervivencia y el bienestar de las plantas, los animales y
las personas.
30. Comprende las conexiones entre los elementos naturales y sus efectos en el entorno.
Puede describir cómo el Sol proporciona luz y calor, el agua es necesaria para la vida y
cómo el suelo es donde crecen las plantas.
31. Puede aplicar su conocimiento en diferentes situaciones. Por ejemplo, puede explicar
por qué las plantas necesitan Sol y agua para crecer y cómo el aire es necesario para
que los seres vivos respiren.
32. Demuestra su comprensión a través de acciones, como cuidar de las plantas, mantener
su entorno limpio y buscar la sombra en días calurosos.
33. Muestra una curiosidad constante y hace preguntas detalladas sobre los elementos
naturales y su función en el ecosistema. Busca respuestas y aprende a través de la
observación y la experimentación.
34. Está dispuesto a escuchar y aprender sobre fenómenos naturales, y busca
oportunidades para adquirir más conocimientos sobre el medio ambiente.
35. Puede expresar de manera clara y sencilla cómo el aire, el Sol, el agua y el suelo son
vitales para la vida, incluso puede compartir sus conocimientos con otros de manera
efectiva.
36. Utiliza su comprensión para tomar decisiones relacionadas con su bienestar y el cuidado
del medio ambiente, como cerrar el grifo mientras se cepilla los dientes o buscar sombra
en días soleados.
37. Desarrolla un sentido de empatía hacia la naturaleza y muestra una disposición a cuidar
el entorno, evitando la contaminación y promoviendo prácticas sostenibles.
38. Aprecia y respeta la belleza y la importancia de la naturaleza en su vida y en la vida de
los demás seres vivos.
39. El niño demuestra interés y voluntad propia para involucrarse en actividades al aire libre,
como explorar el jardín, recoger hojas u observar insectos.
40. Puede tomar decisiones sobre qué actividades realizar y cómo hacerlo, mostrando una
creciente autonomía en su exploración y participación.
41. Muestra un entendimiento de la importancia de cuidar el medio ambiente. Puede
hablar sobre la necesidad de no ensuciar, recoger basura o evitar dañar las plantas y
los animales.
42. El niño demuestra conocimiento de las precauciones necesarias para mantenerse
seguro en la naturaleza, como no tocar plantas venenosas o acercarse a animales
desconocidos.
43. Trata a las plantas y animales con consideración y respeto. Puede ser cauteloso para no
dañar o molestar a los seres vivos que encuentra.
44. Hace preguntas sobre su entorno natural y busca respuestas a través de la observación
y la exploración.
45. Muestra un deseo genuino de cuidar el medio ambiente, incluso puede expresar su
deseo de ayudar a plantar árboles, regar las plantas o recoger la basura.
46. Puede experimentar con diferentes actividades al aire libre y adaptar su
comportamiento según lo que descubre.
47. Se siente cómodo al interactuar con la naturaleza y disfruta de la experiencia, ya sea
observando mariposas, recogiendo piedras o saltando en charcos.
48. Puede compartir emociones y experiencias con otros, contando sobre sus aventuras al
aire libre y lo que ha aprendido.
49. Muestra comprensión y empatía hacia los seres vivos, evitando hacerles daño y
comprendiendo su importancia en el ecosistema.
Frases para elaborar
diagnósticos
De lo Humano y lo
Comunitario
PDA II
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Frases para elaborar diagnósticos
De lo Humano y lo Comunitario PDA II
Nivel 1
Necesita mejorar
1. El niño/a muestra un inicio de interés por participar en actividades grupales, pero aún tiene
dificultades para comprender y seguir acuerdos establecidos.
2. El niño demuestra cierta curiosidad por lo que está sucediendo en las actividades grupales
y muestra interés en unirse a ellas.
3. Aunque tiene interés, puede tener dificultades para comprender completamente las reglas
y expectativas de las actividades grupales.
4. Puede requerir ayuda de adultos o compañeros para entender lo que se espera de él en
las actividades grupales.
5. Puede sentirse más cómodo participando si alguien le brinda orientación o lo anima a
unirse.
6. Puede alternar entre momentos de participación activa y momentos de observación más
pasiva.
7. Necesita un período de tiempo para adaptarse a nuevas situaciones y acuerdos
establecidos en el grupo.
8. Puede intentar diferentes roles en las actividades, pero no siempre está seguro de cuál es el
más apropiado.
9. A pesar de las dificultades, demuestra un deseo genuino de formar parte de las
actividades grupales.
10. Está en proceso de desarrollar sus habilidades sociales y su capacidad para interactuar de
manera efectiva en situaciones grupales.
11. Puede beneficiarse de elogios y aliento para fortalecer su confianza en su participación en
actividades grupales.
12. Puede necesitar orientación para unirse a las actividades y cooperar con otros.
13. El niño/a comienza a comprender la importancia de los acuerdos en actividades grupales
y demuestra una mayor disposición para seguirlos.
14. El niño muestra curiosidad y empieza a mostrar interés por comprender las reglas y
expectativas en las actividades grupales.
15. Presta atención cuando se explican los acuerdos y muestra señales de comprensión
mientras se establecen las reglas.
16. Comienza a participar de manera más consciente, considerando las reglas y expectativas
establecidas previamente.
17. Muestra una mayor disposición para cooperar con otros niños y seguir acuerdos que
involucran compartir, turnarse u otras formas de colaboración.
18. Empieza a anticipar las consecuencias de seguir o no seguir los acuerdos en las actividades
grupales.
19. Si tiene dudas sobre los acuerdos, puede hacer preguntas para aclarar su comprensión.
20. Comienza a experimentar diferentes roles en las actividades y a entender cómo encajan
en los acuerdos establecidos.
21. Aunque todavía puede necesitar algún recordatorio ocasional, muestra un aumento en su
capacidad para participar de manera autónoma.
22. Empieza a interactuar más con sus compañeros y a comprender la importancia de trabajar
juntos para lograr objetivos comunes.
23. Se siente más seguro al seguir los acuerdos y participar en actividades grupales, lo que
refleja un progreso en su desarrollo social y emocional.
24. Requiere recordatorios y apoyo en la toma de acuerdos, muestra avances en su
capacidad para colaborar con compañeros.
25. El niño raramente muestra interés en colaborar o ayudar a otros en actividades grupales.
26. El niño tiende a mantenerse al margen en situaciones grupales y no se involucra
activamente en juegos o actividades en equipo.
27. Muestra una preferencia por actividades en solitario en lugar de trabajar con otros niños
hacia un objetivo común.
28. No se ofrece a colaborar ni a ayudar a sus compañeros sin una motivación o instrucción
específica.
29. No demuestra preocupación por las necesidades o deseos de sus compañeros y puede
mostrar falta de empatía.
30. Puede mostrar resistencia compartir materiales, ideas o responsabilidades con los demás.
31. Puede mostrar resistencia a seguir instrucciones o a trabajar junto a otros niños para lograr
un objetivo común.
32. No busca discutir o planificar con otros, y puede mostrar dificultades para negociar y tomar
decisiones en grupo.
33. Puede requerir aliento y dirección constante para participar en actividades de
colaboración.
34. No muestra reconocimiento ni celebración cuando los compañeros logran algo en
conjunto.
35. No encuentra satisfacción en trabajar con otros ni encuentra recompensa en los logros
grupales.
36. Tiene dificultades para entender la importancia de trabajar juntos para lograr objetivos
comunes.
37. Puede mostrar resistencia o falta de disposición para contribuir en juegos y actividades de
colaboración.
38. El niño muestra ocasionalmente interés en colaborar y ayudar a sus compañeros en
actividades grupales.
39. El niño elige ocasionalmente involucrarse en actividades grupales y mostrar interés en
trabajar con otros niños hacia un objetivo común.
40. Aunque no siempre, a veces toma la iniciativa de colaborar o ayudar a sus compañeros sin
que se le indique específicamente.
41. Puede mostrar curiosidad y experimentar con la colaboración, aunque no siempre de
manera consistente.
42. Muestra empatía en algunas ocasiones al responder a las necesidades de sus compañeros,
pero no lo hace de manera constante.
43. A veces está dispuesto a compartir materiales, ideas o responsabilidades con sus
compañeros, pero no de manera constante.
44. Puede requerir algún nivel de apoyo o motivación para involucrarse de manera activa en
actividades de colaboración.
45. A veces busca discutir y planificar con otros, pero no siempre toma la iniciativa en la toma
de decisiones grupales.
46. A veces muestra reconocimiento y celebración cuando sus compañeros logran algo en
conjunto, pero no siempre lo hace.
47. Podría beneficiarse de más experiencias y ejemplos de colaboración para entender mejor
su importancia y practicarla de manera más consistente.
48. Aunque muestra interés en ocasiones, aún está explorando cómo se siente al trabajar con
otros y no siempre encuentra motivación intrínseca en la colaboración.
49. Aunque muestra algunas iniciativas, todavía tiene dificultades para entender
completamente el propósito de trabajar juntos.
50. Puede necesitar recordatorios o aliento para participar activamente en juegos y
actividades colaborativas.
51. El niño muestra poca o ninguna conciencia de sus rasgos de identidad. No es capaz de
expresar cómo es físicamente ni sus preferencias personales.
52. El niño aún no ha desarrollado una comprensión clara de quién es en términos de su
apariencia física, habilidades y preferencias personales.
53. Puede tener dificultades para expresar sus pensamientos y sentimientos en general, lo que
hace que sea aún más difícil hablar sobre sí mismo.
54. Puede que no muestre mucho interés en hablar sobre sí mismo o en compartir sus
preferencias con los demás.
55. Es posible que esté más centrado en jugar y explorar el mundo que en reflexionar sobre
quién es.
56. Si se le pregunta sobre su apariencia física o sus gustos, puede proporcionar respuestas
vagas o generales.
57. Puede requerir apoyo adicional de adultos para ayudarlo a identificar y expresar aspectos
de su identidad.
58. Aunque en este momento muestra poca conciencia de sus rasgos de identidad, es
importante recordar que el desarrollo emocional y de la autoconciencia es un proceso
que se desarrolla con el tiempo.
59. El niño empieza a demostrar una ligera comprensión de algunos aspectos de su identidad,
como su apariencia física o algunas cosas que le gustan. Sin embargo, su capacidad para
expresar estos rasgos es limitada y poco clara.
60. El niño está en proceso de explorar quién es y cómo se siente acerca de sí mismo, lo que
puede manifestarse en una comprensión básica de su apariencia y preferencias.
61. Aunque tiene una idea de ciertos aspectos de su identidad, puede tener dificultades para
expresar sus pensamientos y sentimientos de manera coherente.
62. Puede usar palabras simples y gestos para describir aspectos de su identidad, pero su
capacidad para hacerlo de manera detallada puede ser limitada.
63. Es posible que se centre en detalles tangibles, como su color favorito o su juguete preferido,
en lugar de reflexionar sobre aspectos más abstractos de su identidad.
64. Puede requerir apoyo y estímulo por parte de adultos para ayudarlo a expandir su
comprensión y expresión de su identidad.
65. El niño muestra dificultades para participar en conversaciones constructivas y no tiene la
capacidad de llegar a acuerdos consensuados. Puede reaccionar de manera impulsiva
ante los conflictos.
66. El niño tiende a evitar o rehuir las conversaciones que involucran conflictos o decisiones
grupales. Puede mostrar resistencia para involucrarse en diálogos sobre estos temas.
67. En lugar de tomar tiempo para reflexionar, el niño puede reaccionar impulsivamente ante
los conflictos, respondiendo con enojo, frustración o negación sin considerar
completamente la situación.
68. Puede tener dificultades para expresar sus pensamientos y sentimientos de manera clara, lo
que puede llevar a malentendidos y frustraciones en las interacciones con otros.
69. No muestra una comprensión clara de que otras personas pueden tener puntos de vista
diferentes. Esto puede llevar a malentendidos y conflictos con compañeros.
70. El niño puede tener dificultades para ponerse en el lugar de los demás y entender sus
emociones o perspectivas. Esto contribuye a la falta de capacidad para llegar a acuerdos
consensuados.
71. Requiere una guía constante de los adultos para manejar los conflictos y encontrar
soluciones. Puede ser que no sepa cómo hacerlo por sí mismo/a.
72. En lugar de afrontar los desafíos de manera constructiva, el niño puede sentirse frustrado
rápidamente y tener dificultades para manejar estas emociones.
73. Puede no tener las habilidades necesarias para expresar sus necesidades y deseos de
manera efectiva, lo que afecta su capacidad para participar en conversaciones
constructivas.
74. El niño muestra un inicio de interés en resolver conflictos a través del diálogo, pero aún le
falta la capacidad de considerar diferentes puntos de vista y llegar a acuerdos
consensuados. Puede necesitar guía y apoyo para expresar sus pensamientos.
75. El niño está comenzando a mostrar un interés en abordar los conflictos a través del diálogo
en lugar de reacciones impulsivas.
76. Puede tener dificultades para expresar sus pensamientos y sentimientos de manera clara y
detallada, lo que puede dificultar la comunicación efectiva en situaciones de conflicto.
77. Aunque está comenzando a dialogar, todavía le cuesta entender que otras personas
pueden tener puntos de vista diferentes y que es importante considerarlos.
78. Puede requerir orientación y apoyo de adultos para articular sus pensamientos y
emociones de manera adecuada durante las conversaciones de conflicto.
79. Aún no tiene la habilidad de negociar y llegar a acuerdos que sean mutuamente
beneficiosos para todas las partes involucradas.
80. Aunque muestra un inicio de disposición para dialogar, todavía puede ser propenso a
reacciones emocionales intensas cuando se enfrenta a conflictos.
81. El niño no muestra una comprensión evidente de los cambios corporales relacionados con
emociones. No puede identificar emociones específicas ni relacionarlas con personas o
situaciones.
82. El niño no parece notar o no es consciente de los cambios físicos que ocurren en su cuerpo
cuando experimenta diferentes emociones, como la forma en que su corazón late más
rápido cuando está emocionado o cómo su rostro puede cambiar cuando está triste.
83. Puede que el niño tenga dificultades para identificar y nombrar emociones básicas como
alegría, tristeza, enojo, miedo, sorpresa o asco. Puede que no entienda qué significan estas
palabras o cómo se sienten.
84. No puede relacionar las emociones con situaciones o personas específicas en su entorno.
Puede que no comprenda que ciertas situaciones le hacen sentir de cierta manera.
85. Es posible que tenga dificultades para expresar sus emociones de manera evidente a
través de gestos faciales, lenguaje corporal o palabras. Puede que su expresión emocional
sea más sutil o poco clara.
86. Todavía no ha comenzado a explorar y comprender sus emociones de manera
significativa.
87. Necesita orientación y apoyo de adultos para comprender y manejar sus emociones.
88. El niño puede notar ciertos cambios corporales cuando experimenta emociones, como
sonrisas cuando está contento o llanto cuando está triste. Sin embargo, aún no puede
identificar o nombrar emociones con precisión.
89. El niño muestra conciencia de que su cuerpo reacciona de manera diferente en diferentes
situaciones emocionales. Puede notar sonrisas, lágrimas, palpitaciones más rápidas del
corazón u otras manifestaciones físicas en respuesta a sus emociones.
90. Aunque puede reconocer algunos cambios físicos asociados con emociones, puede que
todavía le resulte difícil identificar y nombrar las emociones específicas que está
experimentando. Puede que no tenga un vocabulario emocional amplio para describir lo
que siente.
91. El niño puede expresar sus emociones a través de su lenguaje corporal y expresiones
faciales de manera más evidente que a través de las palabras. Puede que sus reacciones
emocionales sean más visibles que su capacidad para comunicarlas verbalmente.
92. Aunque puede notar cambios físicos en su cuerpo en respuesta a las emociones, es posible
que necesite la guía de adultos para comprender y etiquetar esas emociones
correctamente.
93. Este niño podría estar en una etapa en la que está comenzando a aprender sobre
emociones y cómo identificarlas. Su interés en notar los cambios en su cuerpo en respuesta
a diferentes situaciones emocionales es un paso importante en su desarrollo emocional.
94. El niño muestra un nivel muy básico de coordinación y adaptación en los movimientos.
Puede realizar desplazamientos simples como caminar o correr, pero tiene dificultades
para variar su velocidad y dirección. Las actividades individuales son más exitosas que las
coordinadas con otros niños.
95. El niño es capaz de realizar movimientos básicos como caminar, correr y saltar, pero tiende
a realizarlos de manera bastante directa y sin muchas variaciones.
96. Le cuesta modificar su velocidad y dirección durante los movimientos. Puede tener
dificultades para ajustar su ritmo al espacio y la situación, lo que puede llevar a choques
accidentales o caídas ocasionales.
97. No muestra un interés activo en explorar nuevos tipos de movimientos o variaciones. Puede
preferir realizar movimientos con los que se siente cómodo y familiar.
98. Suele tener más éxito en actividades que realiza de manera individual, donde puede
concentrarse en su propio movimiento sin la presión de coordinarse con otros niños.
99. En actividades grupales o coordinadas, el niño puede enfrentar dificultades para
sincronizar sus movimientos con los de otros niños. Puede que le cueste seguir patrones de
movimiento establecidos.
100. Es posible que el niño tenga una autoconfianza limitada en términos de su habilidad
para moverse en diferentes formas y velocidades. Puede sentirse inseguro al experimentar
con movimientos más complejos.
101. Puede requerir apoyo y orientación de adultos o compañeros más experimentados
para participar en actividades físicas más desafiantes.
102. Dado que su habilidad de adaptación y coordinación es limitada, el niño podría
experimentar frustración ocasional al enfrentar actividades que requieren un mayor nivel
de movimiento y coordinación.
103. El niño tiene el potencial de desarrollar su coordinación y adaptación a medida que
se familiarice más con el movimiento y participe en actividades físicas variadas.
104. El niño comienza a demostrar una mayor coordinación en los movimientos. Puede
realizar desplazamientos más variados, como saltar o girar, pero todavía tiene dificultades
para adaptar su velocidad y dirección de manera consistente. Puede mostrar algún interés
en coordinarse con otros en actividades simples.
105. El niño ha progresado en su capacidad para realizar movimientos más allá de
caminar y correr. Puede intentar saltar, girar o balancearse, lo que demuestra una
exploración activa de su rango de movimiento.
106. Aunque muestra una mayor variedad en sus movimientos, todavía puede tener
dificultades para adaptar su velocidad y dirección de manera constante. Puede que
algunas veces lo logre con éxito y otras veces no.
107. Muestra cierto interés en coordinarse con otros niños en actividades simples. Puede
que participe en juegos que involucren movimientos en grupo, aunque la sincronización
aún puede ser un desafío.
108. Está más dispuesto a explorar y experimentar con diferentes movimientos corporales.
Puede estar interesado en imitar movimientos que ve en otros niños o adultos.
109. A medida que desarrolla más habilidades en sus movimientos, su confianza en sus
capacidades físicas también puede aumentar. Puede sentirse más seguro al probar
movimientos nuevos y más desafiantes.
110. Necesita apoyo ocasional y orientación de adultos o compañeros más
experimentados para ciertas actividades.
111. El niño puede comenzar a expresar emociones y estados de ánimo a través de su
movimiento. Por ejemplo, podría saltar de alegría o dar vueltas cuando está emocionado.
112. Enfrenta frustración ocasional cuando no logra realizar un movimiento de la manera
que quisiera. Es importante fomentar un ambiente de apoyo y aliento.
113. Está en un punto en el que está emocionado por descubrir nuevas formas de
movimiento y está dispuesto a explorar su cuerpo y sus habilidades físicas de manera más
activa.
114. El niño raramente muestra interés en usar objetos y materiales en juegos y
actividades. No demuestra comprensión de cómo controlar sus movimientos en relación
con los objetos y puede ponerse y poner a los demás en riesgo debido a su falta de
atención.
115. El niño tiene poco entusiasmo por participar en juegos y actividades que involucren
el uso de objetos y materiales. Puede preferir otras formas de entretenimiento o juego.
116. El niño no demuestra una comprensión sólida de cómo controlar sus movimientos en
relación con los objetos. Puede tener dificultades para entender cómo interactuar con los
objetos de manera segura y efectiva.
117. Debido a la falta de atención y comprensión, el niño podría ponerse a sí mismo y a
los demás en riesgo al usar objetos y materiales. Esto podría incluir situaciones en las que no
toma precauciones adecuadas o no entiende las posibles consecuencias de sus acciones.
118. Es posible que el niño tenga dificultades para manipular objetos y materiales de
manera efectiva. Puede tener problemas para realizar tareas simples que requieren
coordinación y destreza manual.
119. Debido a su falta de comprensión y habilidad, el niño puede necesitar una
supervisión constante y orientación para evitar situaciones peligrosas.
120. El niño podría carecer de creatividad al usar objetos y materiales en juegos y
actividades. Puede que no se sienta motivado para explorar nuevas formas de uso o
experimentar con diferentes ideas.
121. El niño muestra un inicio de interés en usar objetos y materiales en juegos, pero su
capacidad para controlar sus movimientos es limitada. Puede tener dificultades para
manipular objetos de manera segura y puede necesitar recordatorios constantes para
evitar riesgos.
122. El niño muestra cierto grado de curiosidad y disposición para participar en juegos y
actividades que involucran objetos y materiales. Puede mostrar interés en explorar y
experimentar.
123. Aunque tiene interés, el niño puede enfrentar dificultades para manipular objetos de
manera efectiva. Puede tener problemas para agarrar, sostener o usar objetos de manera
adecuada.
124. Puede que el niño tenga dificultades para coordinar sus movimientos al usar objetos.
Puede ser torpe o inseguro al intentar realizar tareas que requieren precisión y destreza.
125. Dado que su capacidad para controlar los movimientos es limitada, el niño puede
necesitar recordatorios constantes y orientación para evitar situaciones riesgosas. Puede
que no sea consciente de los posibles peligros y necesite supervisión.
126. Aunque tiene un inicio de interés, su limitada capacidad de control puede hacer
que se sienta inseguro al explorar nuevas formas de usar objetos y materiales. Puede ser
cauteloso al probar nuevas actividades.
127. Debido a sus limitaciones en la manipulación y coordinación, el niño podría
experimentar frustración al no poder realizar ciertas actividades como quisiera.
128. A medida que el niño sigue interactuando con objetos y materiales, es probable que
con el tiempo mejore su habilidad y control. A medida que gane confianza, su capacidad
para manipular objetos de manera segura puede aumentar.
129. El niño no muestra ninguna comprensión de a dónde o con quién acudir cuando se
siente mal físicamente. Puede que no tenga conocimiento sobre cómo abordar malestares
o enfermedades.
130. El niño no puede nombrar a ningún adulto al que podría acudir en caso de sentir
malestar o enfermedad. Puede que no tenga una figura de referencia a la que se sienta
cómodo buscando ayuda en estas situaciones.
131. El niño no tiene conocimiento o no puede nombrar problemas comunes de salud,
como resfriados, dolores o malestares básicos. Puede que no tenga la capacidad de
identificar o comunicar lo que siente en términos de salud.
132. El niño no comprende la necesidad de buscar ayuda cuando se siente mal
físicamente. Puede que no reconozca que los adultos o profesionales de la salud están
disponibles para brindar asistencia en tales situaciones.
133. El niño no tiene idea de las acciones que debe tomar cuando se siente mal. Puede
que no sepa cómo comunicar sus síntomas, pedir ayuda o recibir apoyo adecuado.
134. El niño puede identificar a un adulto cercano, como un padre o un cuidador, como
la persona a la que puede acudir en caso de malestar. Puede que tenga una comprensión
muy básica de que necesita buscar ayuda en estos casos.
135. El niño puede nombrar a una figura de confianza, como un padre, madre, cuidador
o familiar, a quien sabe que puede recurrir si se siente mal físicamente. Tiene la noción de
que existen adultos que pueden brindar apoyo en esas situaciones.
136. Aunque el niño puede identificar a la persona a la que acudir, su comprensión de
por qué necesita buscar ayuda podría ser limitada. Puede no estar completamente
consciente de la importancia de recibir asistencia cuando se siente mal.
137. El niño podría tener dificultades para expresar con precisión lo que siente. Puede que
no sea capaz de comunicar sus síntomas o malestares de manera clara y detallada.
138. Aunque reconoce la figura de apoyo, el niño podría no saber qué hacer después de
identificar al adulto en caso de sentirse mal. Puede que no tenga una idea clara de cómo
expresar sus necesidades o buscar asistencia.
139. El niño muestra poco o ningún interés en la seguridad, higiene o limpieza al
manipular alimentos y bebidas. Puede no prestar atención a medidas básicas como
lavarse las manos antes de comer.
140. El niño puede mostrar falta de interés en lavarse las manos antes de comer y puede
no entender la importancia de hacerlo.
141. Puede que el niño no tenga una comprensión clara de por qué es necesario
mantener la seguridad y la higiene al manipular alimentos y bebidas.
142. Podría rechazar o resistirse a seguir instrucciones relacionadas con la higiene y la
seguridad alimentaria.
143. No puede identificar adecuadamente los conceptos de limpieza y seguridad en
relación con la preparación y el consumo de alimentos y bebidas.
144. Puede requerir supervisión y recordatorios constantes para realizar medidas básicas
de seguridad, higiene y limpieza.
145. Si los adultos cercanos no practican medidas adecuadas de higiene y seguridad, es
posible que el niño tampoco muestre interés en hacerlo.
146. Puede que el niño no entienda las posibles consecuencias negativas de no seguir
prácticas adecuadas de higiene y seguridad.
147. Puede que el niño no vea la relevancia de estas medidas en su vida diaria y, por lo
tanto, no tenga motivación para aplicarlas.
148. Puede requerir actividades educativas o interacciones positivas que le ayuden a
comprender la importancia de la seguridad, la higiene y la limpieza.
149. Aunque no muestre interés en este momento, es importante recordar que los niños
pueden estar en diferentes etapas de desarrollo y pueden comenzar a mostrar interés en la
higiene y la seguridad en un momento posterior.
150. El niño demuestra un inicio de interés en la seguridad y la higiene al manipular
alimentos, pero su comprensión es limitada. Puede seguir algunas indicaciones simples,
como lavarse las manos antes de comer, pero su práctica puede ser inconsistente.
151. El niño puede mostrar curiosidad o interés en seguir ciertas prácticas de seguridad y
limpieza al manipular alimentos, pero este interés puede ser variable.
152. Puede que el niño siga instrucciones básicas, como lavarse las manos antes de
comer, pero su cumplimiento puede ser inconsistente.
153. Aunque pueda seguir algunas indicaciones, el niño no necesariamente comprende
completamente la razón detrás de estas prácticas. Puede necesitar una explicación simple
para entender por qué es importante.
154. Puede requerir recordatorios frecuentes de los adultos para realizar medidas de
seguridad e higiene de manera constante.
155. Aunque su comprensión sea limitada en este momento, el niño puede estar en una
etapa de exploración y aprendizaje, y su interés puede desarrollarse con el tiempo.
156. Puede que no sea capaz de tomar la iniciativa por sí mismo para aplicar prácticas
de seguridad y limpieza sin la guía de los adultos.
157. A medida que el niño se familiarice más con la importancia de la seguridad y la
higiene al manipular alimentos, es probable que mejore su comprensión y práctica.
158. La influencia de los adultos, especialmente a través de modelos a seguir y
explicaciones simples, puede ayudar al niño a desarrollar un mayor entendimiento y
compromiso.
159. A pesar de la limitada comprensión en este momento, el niño podría estar dispuesto
a aprender y adoptar hábitos más saludables con el tiempo.
Frases para elaborar diagnósticos
De lo Humano y lo Comunitario PDA II
Nivel 2
En desarrollo
1. El niño/a participa de manera más activa en situaciones grupales y demuestra la
capacidad de recordar y cumplir con acuerdos previamente establecidos.
2. El niño muestra un mayor deseo de involucrarse en actividades grupales y participar en
ellas de manera activa.
3. Comprende y recuerda los acuerdos que se establecen al comienzo de la actividad y
demuestra la capacidad de aplicarlos mientras participa.
4. Se esfuerza por seguir las reglas y acuerdos establecidos, incluso cuando hay distracciones
o desafíos.
5. Muestra una mayor responsabilidad en el seguimiento de los acuerdos y en asegurarse de
que todos los participantes los cumplan.
6. Puede recordar y comunicar los acuerdos a otros compañeros cuando sea necesario.
7. Contribuye a la toma de decisiones grupales al recordar los acuerdos y considerarlos en las
elecciones que se hacen durante la actividad.
8. Inicia interacciones con otros niños para asegurarse de que todos sigan los acuerdos y para
colaborar de manera efectiva.
9. Demuestra empatía al tener en cuenta las necesidades y deseos de sus compañeros en
relación con los acuerdos establecidos.
10. Utiliza los acuerdos como base para resolver conflictos y mantener un ambiente de juego
armonioso.
11. A medida que participa activamente y sigue acuerdos, mejora sus habilidades sociales al
trabajar en grupo de manera efectiva.
12. Muestra confianza en su capacidad para seguir acuerdos y participar en actividades
grupales, lo que contribuye a su crecimiento emocional y social.
13. A veces, puede proponer pequeños acuerdos por sí mismo/a, como compartir materiales o
turnarse.
14. El niño muestra una comprensión básica de la importancia de los acuerdos para una
interacción armoniosa y resuelve pequeñas situaciones por sí mismo/a.
15. Puede observar las dinámicas sociales y las necesidades de los demás niños, lo que lo lleva
a proponer acuerdos que beneficien a todos.
16. Expresa sus propuestas de manera clara y sencilla, utilizando palabras y gestos para
asegurarse de que otros comprendan su intención.
17. Muestra una disposición a cooperar con sus compañeros al proponer acuerdos que
involucran compartir, turnarse o colaborar en actividades.
18. Puede idear formas creativas de resolver problemas simples a través de acuerdos, incluso si
todavía no comprende todas las implicaciones.
19. Identifica las necesidades y deseos de los demás niños y propone acuerdos que satisfagan
esas necesidades de manera equitativa.
20. Puede probar diferentes roles y estrategias en la proposición de acuerdos para ver cuáles
funcionan mejor en diferentes situaciones.
21. A medida que propone y negocia acuerdos, está fortaleciendo sus habilidades sociales,
como la comunicación efectiva y la empatía.
22. Muestra una cierta confianza en sus propias ideas y soluciones al proponer acuerdos.
23. Aunque todavía está desarrollando su capacidad para proponer acuerdos, está en un
camino positivo hacia la comprensión más profunda de la colaboración y la resolución de
conflictos.
24. El niño participa de manera más activa en actividades de colaboración y ayuda a sus
compañeros en ciertas situaciones.
25. El niño muestra un mayor nivel de involucramiento en actividades grupales y está dispuesto
a trabajar con otros niños para lograr objetivos comunes.
26. Toma la iniciativa de colaborar y ayudar a sus compañeros sin necesidad de instrucciones
constantes.
27. Muestra un mayor grado de empatía al responder a las necesidades de sus compañeros y
entender sus sentimientos.
28. Está dispuesto a compartir materiales, ideas y responsabilidades con sus compañeros en
una variedad de situaciones.
29. Busca discutir, planificar y tomar decisiones con otros niños de manera más consistente y
activa.
30. Celebra y reconoce los logros de sus compañeros cuando trabajan juntos para alcanzar un
objetivo.
31. Encuentra satisfacción y recompensa en el trabajo en equipo y en los logros obtenidos a
través de la colaboración.
32. Puede abordar y resolver desafíos en el proceso de colaboración de manera efectiva.
33. Aunque no siempre, a veces muestra señales de liderazgo al guiar y apoyar a otros en
actividades grupales.
34. Está dispuesto a asumir diferentes roles en las actividades de colaboración y se adapta a
las necesidades del grupo.
35. Se siente cómodo trabajando con otros y tiene confianza en sus habilidades para contribuir
de manera significativa.
36. Puede recordar y cumplir con acuerdos establecidos previamente con sus compañeros.
37. Está abierto a aprender y mejorar sus habilidades de colaboración a medida que se
enfrenta a nuevas situaciones.
38. Comienza a comprender la importancia de trabajar en equipo, pero todavía puede tener
dificultades en la coordinación y en el logro de propósitos comunes.
39. El niño demuestra regularmente disposición para colaborar y ayudar a otros en juegos y
actividades grupales.
40. El niño participa activamente en actividades grupales y busca oportunidades para trabajar
con otros niños en tareas y proyectos.
41. Toma la iniciativa de ofrecer ayuda y colaborar con sus compañeros sin necesidad de ser
solicitado.
42. Muestra una comprensión sólida de los sentimientos y necesidades de sus compañeros, y
responde de manera empática.
43. Está dispuesto a compartir sus recursos, ideas y esfuerzos para contribuir al éxito del grupo.
44. Participa activamente en discusiones y decisiones grupales, y busca soluciones en
colaboración con otros.
45. Celebra los logros de sus compañeros y muestra reconocimiento por su contribución al
grupo.
46. Encuentra satisfacción en el proceso de colaboración y en lograr objetivos grupales.
47. Aborda los desafíos y desacuerdos en el grupo de manera constructiva y busca soluciones
que beneficien a todos.
48. A veces asume roles de liderazgo, guiando a otros y fomentando un ambiente de trabajo
en equipo.
49. Se siente seguro en su capacidad para colaborar y aportar al grupo de manera
significativa.
50. Participa de manera activa y comprometida en tareas asignadas, cumpliendo con los
acuerdos establecidos.
51. Busca aprender de las experiencias de colaboración y mejorar constantemente sus
habilidades.
52. Se adapta fácilmente a diferentes roles y responsabilidades dentro del grupo, según las
necesidades.
53. Está dispuesto a ayudar y apoyar a sus compañeros en momentos de dificultades o
desafíos.
54. Comprende el valor de trabajar juntos y muestra habilidades básicas para la coordinación
y el logro de propósitos compartidos.
55. El niño reconoce y puede expresar algunos aspectos básicos de su identidad. Puede
hablar sobre cómo se ve físicamente, algunas actividades que le gustan o cosas que le
resultan fáciles. Aunque su expresión puede ser un poco limitada, demuestra un intento por
comunicar estos detalles.
56. El niño es capaz de mencionar algunas características básicas de su apariencia física,
como el color de su cabello o sus ojos, su altura y quizás alguna característica distintiva.
57. Puede hablar sobre algunas actividades o cosas que le gustan. Puede mencionar juguetes
favoritos, actividades preferidas o alimentos que disfruta.
58. El niño puede comunicar algunas cosas que se le facilitan o que le resultan fáciles. Puede
mencionar situaciones en las que se siente más cómodo o seguro.
59. Aunque el niño está tratando de comunicar aspectos de su identidad, su expresión puede
ser un poco limitada en términos de detalles y descripción.
60. Es posible que el niño necesite algún tipo de apoyo o estímulo para expresar aspectos de
su identidad. Puede requerir preguntas específicas o la oportunidad de compartir en un
entorno cómodo y seguro.
61. El niño está en las primeras etapas de desarrollar una comprensión más profunda de quién
es. Aunque su expresión es básica, muestra interés en compartir información sobre sí mismo.
62. Con el tiempo, a medida que el niño continúa interactuando y explorando su entorno, es
probable que su capacidad para expresar diferentes aspectos de su identidad se
desarrolle y expanda.
63. El niño muestra una comprensión sólida de varios rasgos de su identidad. Puede hablar de
su apariencia física, habilidades que le resultan fáciles, cosas que le gustan y quizás
algunas cosas que no le gustan tanto. Su expresión es más fluida y detallada en
comparación con niveles anteriores.
64. El niño es capaz de describir su apariencia física de manera más detallada. Puede
mencionar aspectos como el color y tipo de cabello, ojos, estatura y quizás incluso algunas
características faciales.
65. Puede hablar sobre las cosas que le resultan fáciles o en las que se destaca. Puede
mencionar habilidades como correr rápido, construir cosas con bloques o dibujar figuras
simples.
66. El niño puede expresar con claridad las cosas que le gustan. Puede hablar sobre sus
juguetes favoritos, actividades que disfruta y comidas que le gustan.
67. Puede comunicar algunas cosas que no le gustan tanto o que le resultan difíciles. Puede
mencionar situaciones en las que se siente incómodo o inseguro.
68. Su capacidad para expresar detalles de su identidad es más fluida y detallada. Puede
describir sus rasgos y características con mayor claridad.
69. El niño está desarrollando una mayor conciencia de quién es y cómo se relaciona con el
mundo que lo rodea. Puede reconocer y comunicar aspectos importantes de su identidad.
70. Su capacidad para expresarse ha avanzado, lo que le permite comunicar sus
pensamientos de manera más efectiva y detallada.
71. Es probable que el niño se sienta más seguro y cómodo compartiendo sobre sí mismo en
diferentes situaciones y con distintas personas.
72. El niño muestra una mayor disposición para dialogar y resolver conflictos, pero todavía
necesita una guía significativa de los adultos para considerar diferentes perspectivas y
tomar decisiones en conjunto.
73. El niño muestra curiosidad y disposición para hablar sobre los problemas y conflictos que
surgen en las interacciones con otros niños.
74. El niño puede expresar sus pensamientos y sentimientos de manera básica, pero puede
necesitar ayuda para encontrar las palabras adecuadas y expresarse claramente.
75. Aunque está dispuesto a resolver conflictos, el niño aún busca la dirección y el apoyo de
los adultos para entender completamente las diferentes perspectivas y considerar
opciones de solución.
76. El niño puede tener dificultades para comprender por completo los puntos de vista de los
demás niños involucrados en el conflicto.
77. El niño puede requerir que los adultos le ayuden a mediar y guiar el proceso de resolución
de conflictos, incluyendo la presentación de diferentes perspectivas y la sugerencia de
posibles soluciones.
78. El niño puede estar dispuesto a llegar a acuerdos, pero todavía necesita una dirección más
directa de los adultos para tomar decisiones que sean justas y equitativas.
79. El niño está en proceso de aprender a escuchar atentamente, considerar las necesidades
de los demás y colaborar para encontrar soluciones mutuamente aceptables.
80. El niño participa en diálogos para resolver conflictos y tomar decisiones, pero aún puede
necesitar apoyo y recordatorios para considerar las opiniones de los demás y llegar a
acuerdos mutuos.
81. El niño está dispuesto a involucrarse en conversaciones y diálogos para abordar conflictos y
tomar decisiones en situaciones grupales.
82. Puede expresar sus propias opiniones y preferencias en los diálogos, aunque a veces lo
haga de manera impulsiva o sin considerar completamente las perspectivas de los demás.
83. Aunque está dispuesto a dialogar, el niño puede necesitar que los adultos le recuerden la
importancia de escuchar a los demás y considerar sus puntos de vista antes de tomar
decisiones.
84. El niño puede comprender que es necesario llegar a acuerdos para resolver conflictos y
que esto es una parte esencial de la convivencia en grupo.
85. A veces, el niño puede requerir que los adultos lo guíen para considerar las perspectivas de
los demás y encontrar soluciones que satisfagan a todos los involucrados.
86. El niño está en proceso de aprender cómo interactuar de manera efectiva en situaciones
de grupo, escuchando a los demás y tomando decisiones conjuntas.
87. Aunque puede que no siempre tenga un entendimiento completo de las emociones de los
demás, el niño comienza a mostrar signos de comprensión de que las personas pueden
tener diferentes puntos de vista y sentimientos.
88. El niño puede identificar emociones básicas como alegría, tristeza o enojo, pero
generalmente necesita la guía de un adulto para hacerlo. Puede comenzar a reconocer
personas o situaciones que están relacionadas con esas emociones.
89. El niño puede identificar algunas emociones básicas, como la alegría cuando está feliz, la
tristeza cuando está llorando o el enojo cuando está frustrado.
90. Aunque el niño puede reconocer algunas emociones, a menudo necesita que un adulto le
ayude a etiquetarlas correctamente. Puede que no siempre sepa qué emoción está
experimentando o cómo expresarla verbalmente.
91. El niño está comenzando a relacionar ciertas emociones con situaciones o personas
específicas. Puede notar que se siente feliz cuando juega con su juguete favorito o triste
cuando no puede hacer algo que quiere.
92. Puede que el niño esté empezando a identificar algunas señales físicas asociadas con las
emociones, como sonreír cuando está feliz o fruncir el ceño cuando está enojado.
93. Aunque puede que aún le cueste expresar sus emociones de manera verbal, es posible
que utilice gestos faciales, tono de voz y lenguaje corporal para comunicar cómo se siente.
94. El niño es capaz de identificar y nombrar emociones básicas por sí mismo/a, como alegría,
tristeza y enojo. Puede reconocer a algunas personas o situaciones que provocan estas
emociones, pero su comprensión puede ser limitada.
95. El niño puede identificar y etiquetar algunas emociones básicas, como la alegría cuando
está contento, la tristeza cuando está llorando y el enojo cuando está molesto.
96. Puede identificar estas emociones por sí mismo/a, sin necesidad constante de guía o
ayuda de un adulto.
97. El niño puede reconocer que ciertas emociones están relacionadas con situaciones o
personas específicas. Puede que sepa que se siente feliz cuando juega con sus amigos o
que se pone triste cuando se lastima.
98. Aunque puede identificar emociones, su comprensión puede ser básica. Puede que no
comprenda completamente por qué siente ciertas emociones o cómo podrían estar
relacionadas con sus pensamientos y experiencias internas.
99. Puede que utilice gestos faciales y lenguaje corporal para expresar sus emociones de
manera más evidente. Su expresión verbal de las emociones puede ser simple y directa.
100. El niño muestra una coordinación mejorada en los movimientos y puede adaptar su
velocidad y dirección de manera más eficiente. Puede participar en juegos y actividades
individuales y en grupo, realizando desplazamientos más complejos y explorando diferentes
posiciones corporales.
101. El niño ha desarrollado una mayor destreza en coordinar sus movimientos. Sus
acciones son más precisas y fluidas, lo que le permite ejecutar tareas motrices con mayor
eficacia.
102. Puede ajustar su velocidad y dirección de manera más eficiente según las
demandas de la actividad. Pasa de movimientos rápidos a lentos y de direcciones rectas a
curvas con más facilidad y control.
103. El niño puede involucrarse tanto en juegos y actividades individuales como en
grupos. Se adapta a las dinámicas del juego y puede cambiar su ritmo y dirección según la
situación.
104. Además de movimientos básicos, el niño es capaz de realizar desplazamientos más
elaborados. Puede correr, saltar, girar y cambiar de dirección de manera más coordinada
y controlada.
105. Se aventura a experimentar con diferentes posiciones corporales, como agacharse,
estirarse, girar y saltar en varias combinaciones. Esta exploración aumenta su repertorio de
movimientos y su comprensión del cuerpo.
106. Junto con las habilidades motoras gruesas, el niño también puede mostrar mejoras
en las habilidades motoras finas, como la coordinación de manos y dedos para manipular
objetos de manera más precisa.
107. Participa activamente en actividades de grupo, lo que le brinda la oportunidad de
practicar habilidades de cooperación, comunicación y coordinación con sus compañeros.
108. A medida que mejora su coordinación y adaptabilidad, el niño gana confianza en
sus habilidades. Se siente más cómodo al moverse y explorar, lo que contribuye a su
entusiasmo y participación activa en actividades físicas.
109. Aprovecha las oportunidades para aprender a través de la práctica y la
experiencia. Experimenta con diferentes movimientos y ajustes para descubrir lo que
funciona mejor en diferentes situaciones.
110. El niño adapta sus movimientos de manera más precisa y efectiva en diversos
desplazamientos. Puede realizar movimientos más elaborados, como saltar con un solo pie
o moverse en zigzag, y demostrar control sobre su velocidad y dirección. Puede coordinar
movimientos con otros niños en juegos y actividades grupales.
111. El niño ha desarrollado una mayor capacidad para ajustar sus movimientos según las
demandas de la actividad. Puede modificar su velocidad, dirección y posición corporal de
manera precisa y en el momento adecuado.
112. Además de los movimientos básicos, el niño es capaz de realizar movimientos más
complejos y desafiantes. Puede saltar con un solo pie, hacer giros y movimientos en zigzag,
lo que demuestra un mayor control sobre su cuerpo.
113. El niño es consciente de cómo cambiar su velocidad y dirección según la situación.
Puede moverse lentamente en espacios estrechos o acelerar en áreas más amplias,
mostrando un control refinado.
114. Participa activamente en juegos y actividades de grupo que requieren coordinación
de movimientos. Puede seguir patrones de movimiento establecidos y adaptarse a las
acciones de otros niños en el juego.
115. Adapta sus movimientos de manera efectiva en contextos específicos. Por ejemplo,
puede caminar despacio durante una actividad tranquila y correr con entusiasmo en una
actividad más enérgica.
116. El niño muestra curiosidad y disposición para probar nuevos movimientos. Puede
intentar diferentes tipos de saltos, giros o movimientos creativos para ver cómo se sienten y
cómo afectan su movimiento.
117. Se involucra con otros niños de manera cooperativa. Puede comunicarse con sus
compañeros para coordinar movimientos en juegos grupales, demostrando habilidades
sociales en acción.
118. El niño se siente cómodo al explorar movimientos más desafiantes. A medida que
adquiere confianza en su capacidad para adaptar sus movimientos, se convierte en un
participante más activo y entusiasta en actividades físicas.
119. A medida que adapta sus movimientos de manera más precisa, también está
desarrollando su cognición motora al comprender cómo su cuerpo se mueve en el espacio
y cómo controlar sus acciones de manera efectiva.
120. El niño demuestra la capacidad de controlar sus movimientos al usar objetos y
materiales en ciertas situaciones. Puede manejar objetos de manera más segura y evitar
riesgos evidentes, pero su control puede ser inconsistente y puede necesitar supervisión y
orientación ocasional.
121. El niño es capaz de manejar objetos y materiales con cierto nivel de control en
contextos particulares. Puede realizar tareas simples y actividades que involucran objetos
con relativa seguridad.
122. El niño muestra una comprensión básica de la seguridad al interactuar con objetos y
materiales. Puede reconocer riesgos obvios y tomar medidas para evitar situaciones
peligrosas.
123. Aunque el niño puede tener cierta autonomía, todavía puede requerir supervisión y
orientación ocasional de un adulto para asegurarse de que está utilizando objetos de
manera segura y adecuada.
124. Aunque el niño puede demostrar control en ciertas ocasiones, su nivel de destreza
puede variar. Puede haber momentos en los que su control no sea tan preciso y podría
cometer errores.
125. El niño puede estar dispuesto a explorar y experimentar con objetos y materiales en
cierta medida, pero es posible que su rango de experimentación sea más limitado en
comparación con niños con un mayor nivel de competencia.
126. A medida que el niño continúa interactuando con objetos y materiales, es probable
que su capacidad de control mejore con el tiempo y la práctica constante.
127. El niño muestra una mayor habilidad en el control de sus movimientos al usar objetos
y materiales. Puede participar en juegos y actividades de experimentación y creación
personal con un nivel razonable de seguridad, aunque todavía puede cometer errores
ocasionales.
128. El niño tiene un nivel más avanzado de habilidad para manipular objetos y
materiales. Puede realizar tareas más complejas con mayor precisión y control en
comparación con etapas anteriores.
129. El niño puede participar en una variedad de juegos y actividades que involucran la
experimentación y creación con objetos y materiales. Esto podría incluir construcción, arte,
juegos de roles, entre otros.
130. El niño muestra una comprensión mejorada de la seguridad al utilizar objetos y
materiales. Puede evitar riesgos evidentes y es consciente de la importancia de la
precaución al manipular cosas.
131. Aunque el niño tiene una mayor destreza, todavía puede cometer errores
ocasionales al manipular objetos. Sin embargo, estos errores son menos frecuentes y menos
graves que en etapas anteriores.
132. El niño puede estar más dispuesto a explorar y experimentar con objetos y materiales
de manera creativa. Puede tener ideas propias y utilizar objetos en formas inusuales para
crear nuevas experiencias.
133. Aunque aún puede necesitar supervisión y orientación en ciertas situaciones, el niño
está desarrollando una mayor independencia en el manejo de objetos y materiales en
comparación con etapas anteriores.
134. Su coordinación motora y habilidades de manipulación han mejorado
significativamente, lo que le permite realizar movimientos más precisos y controlados al
interactuar con objetos.
135. El niño puede nombrar a un adulto de confianza y también puede mencionar
algunos problemas físicos básicos, como dolor de estómago o dolor de cabeza. Sin
embargo, su conocimiento sobre cómo manejar situaciones más específicas puede ser
limitado.
136. El niño puede nombrar a un adulto cercano, como sus padres, abuelos, cuidadores
o maestros, a quienes acudiría si se siente mal.
137. El niño es capaz de mencionar problemas físicos comunes que ha experimentado o
ha escuchado, como dolor de estómago, dolor de cabeza, sentirse cansado o tener un
resfriado.
138. Aunque el niño puede reconocer algunos problemas físicos, puede tener dificultades
para saber qué hacer en esas situaciones. Puede requerir orientación y ayuda de adultos
para tomar medidas adecuadas.
139. El niño podría no entender las acciones específicas a tomar en casos más complejos
o situaciones menos familiares, como cómo reaccionar ante una herida o una fiebre alta.
140. A pesar de su conocimiento limitado, el niño puede estar dispuesto a buscar ayuda,
pero podría depender en gran medida de los adultos para recibir dirección y tomar
decisiones adecuadas.
141. El niño puede identificar a varios adultos, como padres, maestros o cuidadores, a
quienes puede recurrir en caso de malestar. También puede nombrar problemas comunes,
como resfriados o dolores. Comienza a entender la variedad de situaciones que pueden
causar malestar.
142. El niño puede nombrar a varios adultos a quienes acudiría en caso de sentirse mal,
como sus padres, maestros, abuelos o cuidadores. Reconoce que estos adultos pueden
brindar apoyo y ayuda en situaciones de malestar.
143. El niño es capaz de mencionar problemas de salud comunes que ha experimentado
o ha observado en otros, como resfriados, dolores de cabeza, dolor de estómago, entre
otros.
144. Comienza a entender que hay diferentes situaciones que pueden causar malestar
físico, como enfermedades, heridas o sentirse cansado. Está adquiriendo una comprensión
más amplia de las posibles causas de malestar.
145. El niño puede expresar que sabe que debe buscar ayuda de los adultos en caso de
sentirse mal. Entiende que acudir a ellos puede proporcionar apoyo y orientación.
146. El niño puede reconocer a quiénes acudir y qué problemas son comunes, su
conocimiento sobre las acciones específicas a tomar en caso de malestar puede estar en
desarrollo. Puede necesitar orientación y recordatorios para saber qué hacer en
situaciones específicas.
147. El niño muestra una comprensión básica de la seguridad y la higiene al manipular
alimentos. Puede seguir instrucciones para lavarse las manos y limpiar su área antes de
comer. Sin embargo, todavía puede necesitar recordatorios y supervisión constante.
148. El niño puede seguir instrucciones simples para lavarse las manos antes de comer y
puede estar dispuesto a limpiar su área antes de consumir alimentos.
149. Aunque comprende la importancia de la higiene, el niño todavía puede requerir
recordatorios frecuentes por parte de adultos para lavarse las manos y mantener su área
de comida limpia.
150. A pesar de su comprensión básica, el niño todavía necesita ser supervisado de
cerca por un adulto mientras se lava las manos y maneja los alimentos.
151. El niño entiende que es necesario mantener su área de comida limpia, pero puede
requerir dirección para hacerlo correctamente.
152. El niño muestra una comprensión limitada sobre la importancia de no compartir
utensilios y puede necesitar recordatorios sobre este aspecto.
153. A pesar de su nivel básico de comprensión, el niño puede estar interesado en
aprender más sobre la seguridad alimentaria y estar dispuesto a seguir aprendiendo con la
guía de adultos.
154. El niño puede aprender a través de la observación de adultos y compañeros
mayores, y es más propenso a seguir hábitos cuando los ve realizados por otros.
155. El niño demuestra la capacidad de llevar a cabo medidas de seguridad, higiene y
limpieza de manera más regular. Puede lavarse las manos de manera independiente antes
de las comidas y puede seguir instrucciones para mantener su área de comida limpia.
156. El niño puede lavarse las manos de manera independiente antes de las comidas,
utilizando jabón y agua, y siguiendo el proceso adecuado durante un tiempo apropiado.
157. Es capaz de seguir instrucciones simples relacionadas con la higiene y la seguridad
alimentaria, como limpiar su área de comida antes de consumir alimentos.
158. El niño es consciente de la importancia de mantener su área de comida limpia y
puede hacerlo sin necesidad de recordatorios constantes.
159. Entiende la importancia de no compartir utensilios y puede aplicar este
conocimiento al comer y beber.
160. Puede entender conceptos básicos de seguridad alimentaria, como no comer
alimentos que parezcan dañados o poco frescos.
161. Muestra un interés genuino en aprender más sobre la seguridad, la higiene y la
limpieza al manipular alimentos y bebidas.
162. Aunque todavía puede necesitar algún recordatorio ocasional, el niño está
desarrollando una mayor independencia en la aplicación de estas medidas.
163. Puede expresar de manera sencilla por qué es importante lavarse las manos y
mantener una buena higiene al manipular alimentos.
164. Comienza a mostrar estas prácticas de higiene a través de la observación de adultos
y compañeros mayores y puede influir positivamente en sus pares al compartir su
conocimiento.
Frases para elaborar diagnósticos
De lo Humano y lo Comunitario PDA II
Nivel 3
Logrado
1. El niño/a participa de manera autónoma en actividades grupales y muestra habilidades
para proponer, negociar y cumplir con acuerdos en colaboración con otros.
2. El niño demuestra confianza y entusiasmo al unirse a actividades grupales sin la necesidad
constante de supervisión o apoyo.
3. Es capaz de identificar situaciones en las que se necesitan acuerdos y proponer soluciones
que considera justas y beneficiosas para todos.
4. Utiliza un lenguaje claro y efectivo para expresar sus ideas, necesidades y propuestas de
acuerdos, y escucha activamente las opiniones de los demás.
5. Tiene la habilidad de negociar acuerdos de manera equitativa, cediendo cuando es
necesario y llegando a compromisos que sean aceptables para todos.
6. Puede idear soluciones creativas y realistas para situaciones que requieren acuerdos,
demostrando un entendimiento profundo de las dinámicas sociales.
7. Demuestra empatía hacia los deseos y necesidades de los demás al proponer acuerdos
que beneficien a todos los involucrados.
8. A menudo se convierte en un modelo a seguir al proponer y cumplir con acuerdos, lo que
motiva a otros a hacer lo mismo.
9. Aunque tiene ideas propias, está dispuesto a considerar las sugerencias de los demás y
ajustar los acuerdos según sea necesario.
10. Utiliza sus habilidades para proponer y negociar acuerdos como herramienta para resolver
conflictos de manera pacífica y constructiva.
11. Está consciente de su propio impacto en el grupo y sabe cuándo y cómo proponer
acuerdos para mantener la armonía y el buen funcionamiento del grupo.
12. Las habilidades que está desarrollando al proponer, negociar y cumplir acuerdos son
transferibles a muchas situaciones en su vida cotidiana.
13. Su capacidad para participar activamente y liderar con acuerdos exitosos contribuye al
desarrollo de una mayor confianza en sí mismo y una autoestima positiva.
14. Evidencia un entendimiento profundo de la importancia de la organización y la
convivencia en grupo.
15. El niño/a no solo sigue acuerdos, sino que también puede liderar el proceso de
establecerlos en diversas situaciones.
16. El niño demuestra una inclinación innata para tomar la iniciativa en la organización y
participación en actividades grupales.
17. Utiliza un lenguaje claro y coherente para proponer y explicar los acuerdos a sus
compañeros, asegurándose de que todos comprendan su propósito.
18. Antes de proponer acuerdos, considera las necesidades y deseos de los demás,
asegurándose de que sean justos y equitativos.
19. Puede idear soluciones originales y adecuadas para situaciones que requieren acuerdos,
abordando desafíos de manera efectiva.
20. Posee habilidades de negociación avanzadas y puede llegar a acuerdos que sean
aceptables para todos los involucrados.
21. Comprende las dinámicas del grupo y cómo los acuerdos pueden influir en la colaboración
y el bienestar general.
22. Está seguro de sus ideas y decisiones, lo que le permite liderar el proceso de
establecimiento de acuerdos de manera efectiva.
23. Puede liderar discusiones y reuniones en las que se proponen y negocian acuerdos,
manteniendo el enfoque y el respeto mutuo.
24. Utiliza su liderazgo en el establecimiento de acuerdos como una herramienta para prevenir
y resolver conflictos dentro del grupo.
25. Sus habilidades de liderazgo en el establecimiento de acuerdos están contribuyendo al
desarrollo de una comunicación efectiva y habilidades sociales avanzadas.
26. Puede identificar las fortalezas y habilidades de los demás miembros del grupo y
aprovecharlas para lograr acuerdos exitosos.
27. Su liderazgo inspira a otros a participar activamente en el proceso de establecimiento de
acuerdos y a contribuir con ideas y sugerencias.
28. Los otros niños lo ven como un modelo a seguir en términos de liderazgo, colaboración y
respeto por los acuerdos.
29. Participa activamente en la organización de actividades grupales, promoviendo una
colaboración efectiva y respetuosa entre sus compañeros.
30. El niño participa de manera activa y entusiasta en juegos y actividades colaborativas.
31. El niño muestra entusiasmo y energía al participar en juegos y actividades grupales. Su
actitud positiva contagia a otros y crea un ambiente animado.
32. Toma la iniciativa para unirse a juegos y actividades grupales sin necesidad de ser
animado. Está ansioso por participar y contribuir.
33. Trabaja de manera efectiva con sus compañeros, compartiendo ideas, escuchando
opiniones y contribuyendo al logro de objetivos comunes.
34. Demuestra empatía hacia sus compañeros, reconociendo sus sentimientos y necesidades,
lo que fomenta una mejor comprensión y cooperación.
35. Participa activamente en las conversaciones grupales, ofrece sugerencias y escucha
atentamente las ideas de los demás.
36. Sigue las reglas y pautas establecidas para los juegos y actividades colaborativas,
promoviendo la equidad y la organización.
37. Brinda apoyo y aliento a sus compañeros, animándolos y celebrando los éxitos del grupo.
38. Aporta ideas creativas y originales a las actividades, lo que enriquece la experiencia del
grupo.
39. En ocasiones, puede asumir un rol de liderazgo dentro del grupo al proponer ideas, guiar a
otros o tomar decisiones.
40. Participa activamente y se mantiene concentrado en las actividades, lo que contribuye a
un ambiente de trabajo productivo.
41. Aborda los desacuerdos y conflictos de manera constructiva, buscando soluciones que
beneficien a todos los involucrados.
42. Está dispuesto a adaptarse a diferentes roles y responsabilidades dentro del grupo según
las necesidades y situaciones.
43. Busca oportunidades para aprender de las experiencias grupales y mejorar
constantemente sus habilidades de colaboración.
44. Está dispuesto a asumir diferentes tareas y roles en función de las necesidades del grupo,
mostrando una actitud de equipo.
45. Se siente seguro en su capacidad para contribuir positivamente al grupo y enfrentar
desafíos colaborativamente.
46. Brinda un buen trato a sus compañeros, mostrando empatía y respeto por sus ideas y
necesidades.
47. Contribuye de manera efectiva en el logro de objetivos comunes y se involucra en la toma
de decisiones grupales.
48. El niño lidera con ejemplaridad en juegos y actividades colaborativas, fomentando un
entorno positivo y de cooperación.
49. El niño demuestra una fuerte iniciativa al proponer ideas, iniciar actividades y motivar a
otros a unirse al juego o la tarea colaborativa.
50. Tiene una alta sensibilidad hacia los sentimientos y necesidades de sus compañeros.
Escucha activamente y muestra comprensión hacia las perspectivas de los demás.
51. Se comunica de manera clara y respetuosa, asegurándose de que todos entiendan las
reglas y objetivos de la actividad colaborativa.
52. Inspira a sus compañeros con su entusiasmo y energía positiva, manteniendo su motivación
y espíritu durante toda la actividad.
53. Fomenta un ambiente de respeto mutuo y cooperación, donde todos se sienten valorados
y pueden contribuir al grupo.
54. Ayuda a organizar y estructurar las actividades de manera eficiente, asignando roles y
tareas de manera justa y equitativa.
55. Actúa como un modelo a seguir al mostrar conductas deseables, como compartir,
escuchar, esperar turnos y resolver conflictos de manera constructiva.
56. Aborda cualquier conflicto o desafío que surja de manera calmada y equitativa, buscando
soluciones que beneficien a todos.
57. Asegura que todos los compañeros se sientan incluidos y participen activamente en la
actividad colaborativa, sin importar sus habilidades o personalidades.
58. Su liderazgo está marcado por la positividad, la amabilidad y la paciencia, creando un
ambiente en el que todos se sientan cómodos y apoyados.
59. Su motivación proviene de la satisfacción de ver a otros disfrutar y aprender, en lugar de
buscar reconocimiento personal.
60. Está dispuesto a ajustar los planes y adaptarse a las necesidades cambiantes del grupo,
demostrando adaptabilidad y tolerancia.
61. Sabe cómo delegar tareas y responsabilidades, permitiendo que cada miembro del grupo
tenga la oportunidad de contribuir.
62. Reconoce y celebra los logros individuales y colectivos, fomentando un sentido de logro y
pertenencia en el grupo.
63. Utiliza cada actividad colaborativa como una oportunidad para aprender y mejorar juntos,
promoviendo la reflexión y la retroalimentación constructiva.
64. Ofrece ayuda de manera natural y es consciente de las necesidades de sus compañeros.
65. Demuestra habilidades avanzadas de colaboración, como la resolución de conflictos y la
motivación del grupo para alcanzar objetivos conjuntos.
66. El niño demuestra una comprensión profunda y reflexiva de su identidad.
67. Puede expresar de manera clara y elaborada cómo es físicamente, qué le resulta fácil o
difícil, lo que disfruta y lo que no disfruta.
68. También puede hablar sobre sus intereses y preferencias con mayor profundidad.
69. El niño es capaz de describir con detalle cómo es físicamente. Puede mencionar
características específicas de su apariencia, como color de cabello, ojos, estatura y otros
detalles relevantes.
70. El niño muestra capacidad para identificar y expresar qué cosas le resultan fáciles y en qué
áreas encuentra más dificultades. Puede reconocer habilidades específicas en las que
destaca y desafíos que enfrenta.
71. El niño puede articular sus emociones y sentimientos en relación a lo que disfruta y lo que
no disfruta. Puede hablar sobre las actividades que le hacen feliz, emocionado o
incómodo, y expresar por qué siente de esa manera.
72. El niño es capaz de hablar con profundidad acerca de sus intereses y pasatiempos. Puede
compartir información específica sobre qué le gusta hacer en su tiempo libre, qué
actividades le llaman la atención y por qué le resultan atractivas.
73. El niño utiliza un lenguaje más elaborado y complejo para describir su identidad. Puede
expresar sus pensamientos de manera coherente y estructurada, utilizando palabras más
precisas y variadas.
74. El niño puede relacionar su identidad con experiencias personales y momentos
significativos en su vida. Puede hablar sobre cómo sus características y preferencias han
influido en sus experiencias y decisiones.
75. El niño es capaz de comunicar su identidad tanto verbalmente como a través de otros
lenguajes, como el arte, el juego simbólico o la expresión corporal.
76. El niño tiene un dominio completo para reconocer y expresar su identidad en varios
aspectos.
77. Puede describirse físicamente con detalles, hablar sobre sus habilidades y dificultades, así
como expresar sus gustos y disgustos con gran precisión y claridad.
78. Puede comunicar su identidad de manera coherente en diferentes situaciones y con
diversos lenguajes.
79. El niño es capaz de proporcionar una descripción de su apariencia física. Puede mencionar
características específicas, como color de cabello, ojos, tono de piel y detalles únicos.
80. El niño comprende sus propias habilidades y dificultades. Puede hablar sobre lo que se le
facilita y lo que encuentra más difícil.
81. El niño puede comunicar sus emociones y sentimientos de manera precisa y detallada.
Puede expresar claramente lo que le gusta, lo que le disgusta y por qué experimenta
ciertas emociones en situaciones específicas.
82. El niño es capaz de describir con precisión sus intereses y preferencias. Puede hablar en
detalle sobre sus actividades favoritas, alimentos preferidos, colores preferidos y otras
preferencias personales.
83. El niño es capaz de comunicar su identidad de manera coherente en diferentes contextos.
Puede expresar su identidad en conversaciones con compañeros, adultos y en situaciones
variadas.
84. El niño puede utilizar una variedad de lenguajes para comunicar su identidad. Puede
expresarse verbalmente, a través de arte, juegos, movimiento y otras formas de expresión.
85. El niño puede reflexionar sobre su identidad en relación con sus experiencias y su entorno.
Puede hablar sobre cómo su identidad influye en sus decisiones y acciones.
86. El niño demuestra una confianza en su capacidad para reconocer y expresar su identidad.
No solo está dispuesto a compartir información sobre sí mismo, sino que también lo hace
con seguridad y autenticidad.
87. El niño demuestra habilidades crecientes para dialogar y resolver conflictos por sí mismo/a.
Puede considerar diferentes puntos de vista y trabajar en equipo para llegar a acuerdos
consensuados, mostrando una comprensión básica de la importancia de respetar las
diferencias.
88. El niño muestra la capacidad de escuchar y comprender diferentes perspectivas en una
situación de conflicto. Puede reconocer que cada persona puede tener opiniones y
sentimientos diferentes.
89. El niño se siente cómodo expresando sus pensamientos y sentimientos de manera
respetuosa y clara. Puede comunicar lo que piensa sin recurrir a la agresión o la
confrontación.
90. El niño muestra disposición para trabajar con otros niños para encontrar soluciones. Puede
colaborar en la búsqueda de un compromiso o solución que beneficie a todas las partes
involucradas.
91. En lugar de imponer su punto de vista, el niño busca activamente acuerdos en los que
todas las partes involucradas estén de acuerdo. Puede estar dispuesto a ceder en ciertos
puntos para llegar a una solución que todos acepten.
92. El niño muestra una comprensión básica de la importancia de respetar las diferencias entre
las personas. Puede reconocer que todos tienen sus propias opiniones y formas de ver las
cosas, y está dispuesto a escuchar y aprender de esas diferencias.
93. El niño recurre al diálogo y la comunicación para resolver problemas en lugar de recurrir a
la agresión física o verbal. Puede expresar sus necesidades y deseos de manera
constructiva.
94. El niño puede comprender y reconocer los sentimientos de los demás. Puede ponerse en el
lugar de los demás y considerar cómo se sienten en una situación determinada.
95. El niño es capaz de aceptar los resultados de un acuerdo o solución, incluso si no es
exactamente lo que deseaba. Puede comprender que a veces es necesario hacer
concesiones para llegar a una resolución satisfactoria.
96. El niño demuestra habilidades avanzadas en el diálogo, la negociación y la resolución de
conflictos. Puede considerar y respetar las perspectivas de los demás, expresar sus propias
opiniones de manera respetuosa y llegar a acuerdos consensuados sin necesidad
constante de guía.
97. El niño puede reconocer y entender los sentimientos y perspectivas de los demás. Puede
ponerse en el lugar de los demás y ver las situaciones desde diferentes puntos de vista.
98. El niño es capaz de expresar sus pensamientos y sentimientos de manera clara y
respetuosa. Utiliza un lenguaje adecuado y no recurre a la agresión verbal.
99. El niño presta atención cuando los demás hablan y muestra interés genuino en entender lo
que dicen. Hace preguntas y solicita aclaraciones cuando es necesario.
100. El niño puede proponer soluciones creativas para resolver conflictos. Está dispuesto a
pensar fuera de la caja y considerar diferentes opciones para llegar a acuerdos
beneficiosos para todos.
101. El niño busca un equilibrio justo entre sus propias necesidades y las de los demás. Está
dispuesto a ceder en algunos puntos para lograr un acuerdo que satisfaga a todas las
partes.
102. El niño puede abordar y resolver conflictos sin necesidad constante de supervisión de
un adulto. Tiene la confianza para enfrentar situaciones desafiantes por sí mismo/a.
103. El niño puede asumir un papel de liderazgo al guiar el proceso de resolución de
conflictos en situaciones grupales. Puede ayudar a los demás a comunicarse de manera
efectiva y llegar a acuerdos.
104. El niño maneja la frustración de manera constructiva en situaciones de conflicto. No
se rinde fácilmente y busca soluciones incluso cuando las cosas se ponen difíciles.
105. El niño promueve un ambiente de respeto y tolerancia en el grupo. Puede intervenir
para prevenir conflictos y alentar a los demás a trabajar juntos de manera armoniosa.
106. El niño tiene la capacidad de llegar a acuerdos que beneficien a todas las partes
involucradas. Puede encontrar puntos en común y generar consenso en situaciones
desafiantes.
107. El niño puede identificar emociones más sutiles como sorpresa, miedo y asco. Puede
asociar estas emociones con experiencias específicas y es capaz de señalar personas o
situaciones que las desencadenan.
108. El niño es capaz de reconocer y nombrar emociones como sorpresa, miedo y asco
en sí mismo y en los demás. Puede describir estas emociones con mayor precisión y puede
expresar verbalmente cuando siente estas emociones.
109. El niño puede relacionar estas emociones con situaciones o eventos específicos.
Puede explicar qué situaciones le hacen sentir sorpresa, miedo o asco, y puede recordar
experiencias pasadas donde haya experimentado esas emociones.
110. El niño es capaz de identificar a las personas o situaciones que provocan estas
emociones en él o en otros. Por ejemplo, puede decir "Me siento sorprendido cuando veo
fuegos artificiales" o "Tengo miedo cuando escucho truenos".
111. Además de reconocer emociones en sí mismo, el niño puede identificarlas en los
demás. Puede mostrar empatía cuando alguien más está sintiendo sorpresa, miedo o asco,
y puede expresar interés en cómo se sienten.
112. El niño es capaz de comunicar de manera más elaborada cómo se siente y por qué.
Puede utilizar un lenguaje más detallado para describir sus emociones y las situaciones que
las desencadenan.
113. El niño muestra una comprensión profunda de una variedad de emociones y puede
expresar sus sentimientos de manera más elaborada. Puede relacionar sus emociones con
situaciones más complejas y reconocer cómo afectan su cuerpo y comportamiento.
114. El niño utiliza un vocabulario rico y variado para expresar sus emociones. Puede
nombrar una amplia gama de emociones, incluyendo no solo las básicas (alegría, tristeza,
miedo, enojo), sino también emociones más complejas como vergüenza, orgullo, gratitud,
etc.
115. El niño es capaz de relacionar sus emociones con situaciones más complejas y
contextos. Puede explicar cómo se siente en diferentes situaciones y es consciente de los
factores que desencadenan sus emociones.
116. El niño reconoce cómo las emociones afectan su cuerpo. Puede describir
sensaciones físicas que acompañan a ciertas emociones, como sentir el corazón
acelerado cuando tiene miedo o sonrojarse cuando siente vergüenza.
117. El niño es capaz de entender cómo las emociones influyen en su comportamiento.
Puede reconocer que sentirse enojado puede llevar a comportamientos impulsivos, o que
sentirse triste puede llevarlo a querer estar solo.
118. El niño puede hablar más detalladamente sobre cómo se siente y por qué. Puede
explicar lo que le provocó la emoción, cómo la está experimentando y cómo está
respondiendo ante ella.
119. Además de comprender sus propias emociones, el niño también muestra empatía
hacia las emociones de los demás. Puede reconocer cómo se sienten las personas a su
alrededor y puede ofrecer apoyo o consuelo en función de esas emociones.
120. El niño demuestra una gran destreza en la adaptación de movimientos. Puede
realizar desplazamientos que involucran cambios rápidos de dirección, velocidad y
posición corporal con facilidad. Muestra interés en explorar nuevas formas de movimiento y
puede sugerir ideas creativas en juegos y actividades de grupo.
121. El niño es capaz de ejecutar movimientos complejos con precisión y fluidez. Puede
cambiar rápidamente de dirección y velocidad sin dificultad y sin perder el equilibrio.
122. Además de los desplazamientos básicos como caminar y correr, el niño puede
realizar movimientos más elaborados, como saltos, giros, rodadas y cambios de posición en
el aire.
123. El niño muestra curiosidad por explorar nuevas formas de movimiento. Puede
inventar movimientos y experimentar con diferentes posiciones y gestos corporales.
124. Se involucra de manera entusiasta en juegos y actividades grupales que requieren
movimiento. Puede sugerir ideas creativas para enriquecer la dinámica del juego y añadir
variedad a los movimientos.
125. El niño puede liderar la exploración de movimientos creativos en grupo. Su interés y
habilidades pueden inspirar a otros niños a probar movimientos nuevos y emocionantes.
126. El niño es capaz de adaptar sus movimientos a diferentes contextos y desafíos.
Puede ajustar su estilo de movimiento según la actividad que esté realizando, ya sea una
carrera, una danza improvisada o un juego de coordinación.
127. Utiliza su cuerpo para comunicar emociones y acciones en los juegos y actividades.
Sus gestos y movimientos expresan su entusiasmo y participación.
128. Está dispuesto a aprender y probar nuevos movimientos. Puede incorporar
rápidamente sugerencias y consejos para mejorar su técnica y estilo de movimiento.
129. El niño muestra un dominio en la adaptación de movimientos y la exploración
corporal. Puede ejecutar movimientos complejos y creativos de manera fluida y
coordinada. Además de adaptar su propio movimiento, puede influir positivamente en la
dinámica de juego de grupo al proponer y liderar actividades que involucren movimientos
variados y emocionantes.
130. El niño demuestra una habilidad para ejecutar movimientos complejos de manera
precisa y fluida. Puede realizar cambios rápidos de dirección, variar la velocidad y ajustar
su posición corporal de manera natural.
131. El niño no solo es capaz de realizar movimientos básicos, sino que también inventa
movimientos originales y creativos. Puede combinar diferentes movimientos de manera
innovadora para crear secuencias.
132. El niño no solo se adapta a diferentes movimientos, sino que también lidera la
exploración de nuevas formas de movimiento. Puede sugerir y liderar actividades de grupo
que involucren movimientos diversos y emocionantes.
133. Utiliza su cuerpo de manera expresiva para comunicar emociones, ideas y acciones
en los juegos y actividades. Sus gestos y movimientos reflejan su entusiasmo y creatividad.
134. Su habilidad y pasión por el movimiento pueden inspirar a otros niños a participar
activamente en las actividades físicas y a experimentar con diferentes movimientos.
135. El niño es capaz de adaptar su estilo de movimiento según el contexto y las
demandas de la actividad. Puede ajustar su técnica y expresión corporal según lo requiera
la situación.
136. A pesar de su alto nivel de habilidad, el niño sigue dispuesto a aprender y mejorar.
Acepta sugerencias y consejos de manera constructiva y busca constantemente nuevas
formas de expandir su repertorio de movimientos.
137. El niño demuestra una confianza sólida en su capacidad para moverse y explorar su
cuerpo. Esto se refleja en su postura, gestos y en cómo asume desafíos físicos.
138. El niño controla sus movimientos de manera efectiva al utilizar objetos y materiales en
una variedad de juegos y actividades. Puede resolver problemas simples que involucran
objetos y demostrar un buen nivel de seguridad tanto para sí mismo como para los demás.
139. El niño demuestra habilidad en manipular objetos y materiales de manera segura y
precisa. Puede usar herramientas, juguetes y utensilios de forma adecuada y controlada.
140. El niño es capaz de enfrentar desafíos que involucran objetos y materiales. Puede
idear soluciones creativas para resolver problemas simples, como construir estructuras,
completar rompecabezas o realizar actividades de clasificación.
141. El niño tiene un buen nivel de conciencia sobre la seguridad al manipular objetos. Es
capaz de prever posibles riesgos y tomar medidas para evitar accidentes tanto para sí
mismo como para otros niños que puedan estar involucrados en las actividades.
142. El niño muestra disposición para explorar nuevas formas de uso de objetos y
materiales en juegos y actividades. Puede experimentar con diferentes enfoques y
soluciones, lo que demuestra un grado de creatividad en su enfoque.
143. El niño puede realizar actividades que involucran objetos y materiales de manera
autónoma, sin necesidad constante de ayuda o supervisión. Esto refleja su desarrollo de
habilidades motoras y cognitivas.
144. El niño puede ajustar sus movimientos y su forma de interactuar con objetos en
función de las necesidades de diferentes juegos y situaciones. Es capaz de adaptarse a
diferentes contextos y actividades.
145. El niño demuestra control de sus movimientos al usar objetos y materiales. Puede
participar en juegos y actividades de resolución de problemas de manera segura y
creativa, mostrando una comprensión profunda de cómo manipular los objetos de manera
controlada y evitar riesgos.
146. El niño exhibe una gran habilidad en la manipulación de objetos y materiales. Puede
realizar tareas complejas que requieren coordinación fina y movimientos controlados.
147. El niño es capaz de abordar desafíos y problemas más complejos que involucran
objetos y materiales. Puede idear soluciones ingeniosas y creativas para resolver problemas
y completar actividades.
148. El niño muestra una comprensión profunda de cómo utilizar objetos y materiales de
manera segura. Es capaz de prever y evitar riesgos potenciales tanto para sí mismo como
para los demás, demostrando una alta conciencia de seguridad.
149. El niño muestra un alto nivel de creatividad al utilizar objetos en juegos y actividades.
Puede generar ideas innovadoras y experimentar con diferentes enfoques en su
interacción con los objetos.
150. El niño puede liderar juegos y actividades que implican el uso de objetos y
materiales, demostrando independencia y liderazgo en la toma de decisiones y la
organización de las actividades.
151. El niño es muy adaptable en su forma de interactuar con objetos y materiales. Puede
ajustar sus movimientos y estrategias según las necesidades cambiantes de diferentes
juegos y situaciones.
152. El niño demuestra una comprensión profunda de cómo manipular y controlar objetos
en función de su forma, peso y funcionalidad. Puede aplicar su conocimiento de manera
efectiva en una variedad de contextos.
153. El niño puede nombrar a profesionales de la salud, como médicos o enfermeras, y
comprender que son quienes pueden ayudar en caso de problemas de salud más
complejos. Puede expresar conocimiento sobre enfermedades más específicas y
situaciones que requieren atención médica.
154. El niño es capaz de nombrar a profesionales de la salud, como médicos y
enfermeras, y entiende que son las personas capacitadas para ayudar cuando alguien
está enfermo o tiene problemas de salud.
155. El niño puede expresar conocimiento sobre enfermedades más específicas y
comprende que algunas situaciones de salud son más graves que otras. Puede diferenciar
entre enfermedades menores y situaciones que pueden requerir atención médica más
seria.
156. El niño es capaz de reconocer situaciones que podrían requerir la ayuda de un
profesional de la salud. Por ejemplo, podría entender que la fiebre alta, el dolor severo o
una herida que sangra mucho son situaciones en las que es importante buscar la ayuda de
un médico o enfermera.
157. El niño podría expresar qué síntomas puede experimentar una persona cuando está
enferma, como fiebre, tos o dolor de garganta. Puede relacionar estos síntomas con la
necesidad de buscar atención médica.
158. El niño entiende que visitar al médico es parte del cuidado de la salud y que es
importante recibir atención médica para sentirse mejor cuando se está enfermo.
159. Aunque quizás no en términos muy complejos, el niño puede demostrar cierta
empatía hacia quienes están enfermos, mostrando interés en su bienestar y sugiriendo que
deberían ir al médico si están sintiéndose mal.
160. Demuestra comprensión completa y sabe cómo actuar: El niño tiene un
conocimiento sólido sobre a quién acudir en caso de malestar físico o enfermedad. Puede
nombrar tanto a adultos cercanos como a profesionales de la salud y entiende cuándo es
apropiado buscar ayuda de cada uno. Además, puede expresar qué acciones tomar,
como comunicar sus síntomas o pedir asistencia a un adulto.
161. El niño es capaz de nombrar a una variedad de personas a las que podría acudir en
caso de malestar físico o enfermedad. Puede mencionar a adultos cercanos, como
padres, abuelos o cuidadores, así como profesionales de la salud, como médicos y
enfermeras.
162. El niño entiende cuándo es apropiado acudir a diferentes personas en función de la
gravedad de la situación. Por ejemplo, podría comprender que ante un dolor leve puede
hablar con un adulto cercano, pero si la situación es más seria, es necesario visitar a un
médico.
163. El niño puede expresar cómo se siente cuando está enfermo, describiendo sus
síntomas de manera sencilla. Puede comunicar si tiene dolor, fiebre u otras molestias, lo que
puede ayudar a los adultos a comprender mejor su situación.
164. El niño sabe qué hacer en caso de malestar, como pedir ayuda a un adulto,
informar sobre sus síntomas y expresar su necesidad de recibir atención. También puede
comprender la importancia de descansar y cuidarse cuando no se siente bien.
165. El niño comprende que los médicos y enfermeras son personas que pueden ayudar
a diagnosticar y tratar problemas de salud. Puede expresar que los profesionales de la
salud saben mucho sobre enfermedades y cómo ayudar a las personas a sentirse mejor.
166. Aunque el niño sabe cómo actuar en situaciones de malestar, aún podría requerir la
ayuda y supervisión de un adulto para tomar decisiones y seguir las instrucciones
necesarias.
167. El niño muestra un buen nivel de competencia en la aplicación de medidas de
seguridad, higiene y limpieza al manipular alimentos. Puede seguir rutinas establecidas para
lavarse las manos antes de comer y puede comprender la importancia de no compartir
utensilios.
168. El niño sigue de manera consistente las rutinas establecidas, como lavarse las manos
antes de comer o manipular alimentos.
169. El niño entiende por qué es importante lavarse las manos antes de comer y cómo
esto ayuda a mantenerse saludable. Puede expresar que lavarse las manos elimina
gérmenes y evita enfermedades.
170. El niño comprende que no debe compartir utensilios con otras personas para evitar
la propagación de gérmenes. Puede explicar que cada persona debe usar sus propios
utensilios para comer y beber.
171. El niño muestra precaución al manipular alimentos calientes o afilados. Puede
entender que debe tener cuidado para evitar quemaduras o cortes.
172. El niño puede limpiar su área de comida después de comer, como recoger los restos
de comida y tirar la basura en el lugar correcto.
173. El niño escucha y sigue las indicaciones de los adultos sobre cómo manejar y comer
alimentos de manera segura y saludable.
174. El niño muestra curiosidad e interés en aprender más sobre la seguridad alimentaria y
la higiene. Puede hacer preguntas sobre cómo se deben manejar los alimentos de manera
adecuada.
175. A medida que demuestra su competencia, el niño se vuelve más independiente en
la aplicación de medidas de seguridad e higiene al manipular alimentos, aunque aún
puede requerir recordatorios y supervisión ocasional.
176. El niño demuestra un alto nivel de habilidad en la seguridad, higiene y limpieza al
manipular alimentos y bebidas. Puede seguir rutinas de lavado de manos de manera
consistente, utilizar utensilios apropiados y conocer la importancia de la higiene en la
preparación y el consumo de alimentos saludables.
177. El niño sigue rigurosamente las rutinas de lavado de manos antes de comer o
manipular alimentos y bebidas. Comprende que esto es esencial para evitar la
propagación de gérmenes.
178. El niño utiliza utensilios apropiados para comer y beber, evitando compartirlos con
otros. Comprende la importancia de no compartir para prevenir la transferencia de
gérmenes.
179. El niño comprende que la higiene es vital en la preparación de alimentos. Puede
expresar la necesidad de lavar frutas y verduras antes de comerlas y de manipular
alimentos con las manos limpias.
180. El niño muestra una preferencia por alimentos y bebidas saludables, y comprende
que estos son beneficiosos para su bienestar.
181. El niño puede identificar alimentos que deben ser cocinados adecuadamente para
evitar enfermedades, como carnes crudas, y evitar consumir alimentos que han caído al
suelo o que se ven sucios.
182. El niño participa activamente en la limpieza después de comer, como recoger su
área de comida y asegurarse de que los utensilios y platos estén limpios.
183. El niño puede comunicar de manera efectiva la importancia de lavarse las manos,
utilizar utensilios limpios y manejar los alimentos con precaución a sus compañeros y
adultos.
184. El niño es capaz de aplicar las medidas de seguridad, higiene y limpieza de manera
independiente y efectiva, sin necesidad constante de supervisión o recordatorios.
185. El niño muestra un interés genuino en aprender más sobre la seguridad alimentaria y
la importancia de los hábitos saludables. Puede hacer preguntas y buscar información
adicional.

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