Boletin Laudate 31
Boletin Laudate 31
Boletin Laudate 31
31 - ABRIL 2024
La Resurrección,
perpetuación del
Sacrificio
D. Tomás Miguet Civera, Pbro.
La fecha de la Pascua,
causa inal del
calendarios
Víctor Asensi Ortega,
Unversidad de Valencia
Un “dogma” laicista: la
falsedad de las reliquias
Jorge-Manuel Rodríguez
Almenar,
Universidad de Valencia,
Presidente del Centro Español Estimados peregrinos:
de Sindonología Para celebrar la gran fiesta de la Pascua florida el boletín Laudate nos trae
unas interesantes reflexiones sobre diversos temas de actualidad.
Notas de actualidad
Ya estamos en los meses previos a la peregrinación y son muchos los prepara-
II Encuentro de Jóvenes NSC- tivos para los que esperamos contar con vuestra oración y vuestro apoyo. Este
año se prevé un aumento de peregrinos, por lo que se hace más necesario
E que nunca contar con un gran número de voluntarios para atender las diversas
áreas que componen la logística de la peregrinación. Las inscripciones para el
Abierto el plazo para la
voluntariado ya están abiertas a través de la web, por lo que os animamos a
creación de capítulos todos los que hayáis participado otros años caminando, a vivir una experiencia
única de entrega a los demás.
¡La Santina nos espera a todos!
Diana Catalán Vitas
Presidenta de NSC-E
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resurrección que la suprima. Al revés, propiamente Éste es el misterioso y eficaz y bendito poder
el modo en el que Cristo (de modo vicario) ha dado de la economía sacramental: Cristo, habiendo resuci-
satisfacción a Dios por nuestros pecados ha sido por tado y ascendido al Cielo, ha actualizado real, verda-
medio de su pasión y muerte; su resurrección y su dera y sustancialmente su Sacrificio en la Santa Misa
ascensión, en cambio, son dos misterios que siguen y, por ella, en el resto de sacramentos. Por así decir,
a la muerte de Cristo, como premio y consumación.1 lo ha perennizado. Nos ha regalado de este modo la
increíble posibilidad de que, en cualquier momento
La insistencia de la Palabra de Dios es siempre
de la historia y de nuestras vidas, podamos acceder
la misma: es necesario, ahora, morir con Él para, más realmente al Calvario, para poder participar de ver-
adelante, resucitar con Él. «¡Nosotros predicamos a dad (¡no de recuerdo!) en su entrega total «por no-
Cristo crucificado!», proclama san Pablo a los porfia- sotros y por nuestra salvación». En una conferencia
dos Corintios (cf. 1Cor 1, 23). Y con no menos fuerza sobre educación, Santa Teresa Benedicta de la Cruz
recrimina a los insensatos Gálatas que se hayan olvi- (Edith Stein) dijo estas palabras:
dado tan pronto del Crucificado. San Pablo no piensa
ceder: «En cuanto a mí, Dios me libre de gloriarme si “El Salvador murió en el Calvario por nosotros.
no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la Pero a Él no le bastaba con este sacrificio de la muerte
cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el para completar de una vez para siempre la redención
mundo» (Gál 6, 14). para nosotros. Él quiere ofrecer a cada uno perso-
nalmente los frutos de su obra. Por eso Él renueva
De ahí la necesidad de que el Sacrificio Reden- diariamente el sacrificio en el altar, y todo aquel que
tor de Cristo, su pasión y muerte en Cruz, no quede con corazón creyente participa, queda purificado en
en el pasado como un hecho más o menos memora- la sangre del Cordero y renovado espiritualmente.
ble o evocador (y mucho menos como un accidente Toda santa misa está determinada para alimentar a
que “pilló a Cristo por sorpresa”), sino que desplie- los hombres con la abundancia de la gracia que pue-
da ser alcanzada, es decir, para aquellos que les sea
gue su eficacia y presencia todos los días de nuestra posible estar presentes y hacerla fructífera para sí y
vida (hasta que muramos) y todos los días de la histo- para los demás. Pero quien pudiera estar presente y
ria (hasta que Él vuelva). no lo está, pasa con frío corazón ante la cruz del Señor
Pero, ¿cómo puede perpetuarse un hecho del pisoteando su gracia”.
pasado?
¡Él quiere ofrecer a cada uno personalmente
los frutos de su obra! ¡Diariamente! Para que quien
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«Ni la resurrección, ni la resurrección, ni la glorifica- participe con corazón creyente quede purificado en
ción del cuerpo ni su ascensión a los cielos fue un mérito de la sangre del Cordero. Por eso, Él quiere ofrecer esos
Cristo, sino que constituyó algo merecido para Éste en recom- frutos a cada uno. No se nos impone la Redención
pensa por la humillación que sufrió en su pasión y muerte. […]
como si fuéramos marionetas. No nos la inocula obli-
En el aspecto soteriológico, la resurrección no es, sin duda,
causa meritoria de nuestra redención como lo fue la muerte en gatoriamente. Qui creavit te sine te, non salvabit te
cruz, pero es la consumación victoriosa de la obra redentora. sine te.
Pertenece a la integridad de la Redención y la Sagrada Escritura
Así, para que no olvidemos la íntima conexión
la propone formando un conjunto con la muerte redentora; es
figura de nuestra resurrección espiritual del pecado y es figura y entre Cruz y Resurrección, Cristo resucitado sigue
prenda de nuestra resurrección corporal. De semejante manera, portando las llagas abiertas (cf. Jn 20, 20). Del mismo
la ascensión es la consumación gloriosa de la obra redentora de modo, como revela el Apocalipsis, el Cordero está a
Nuestro Señor Jesucristo, así como el typo de nuestra resurrec- la vez de pie y degollado (cf. 5, 6). Para eso ha perpe-
ción corporal. Pero cuando se quiere precisar el valor salvífico
tuado su sacrificio cruento en el sacrificio incruento
de estos tres grandes misterios de la redención, se ha decir que
solo la cruz es causa meritoria de ésta, mientras que la resurrec- del altar. No estamos ante un recuerdo, sino ante la
ción y la ascensión son su causa ejemplar y eficiente. En la teoría misma realidad. Y así está también en el Sagrario: re-
del Misterio Pascual ya no se hacen estas distinciones sino que sucitado y, por eso, eternamente sacrificado.
se habla indistintamente de “redención” en general y esto po-
dría dar a entender que hemos sido redimidos por la cruz y por La Resurrección de Cristo, por tanto, nos per-
la resurrección en un plano de igualdad total». Pablo Marini, El mite entender y participar del valor perenne del mis-
drama litúrgico (Buenos Aires, 2018), 64-65. terio de la Cruz, que no fue un hecho aislado, puntual
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menos intuitivos de deducir mirando el cielo, tienen quista romana de Egipto, Julio César adaptó y corrigió
la ventaja de mantener los días de cada mes dentro el calendario egipcio añadiendo un día extra al sexto
de la misma estación del año. mes del calendario romano cada cuatro años (de ahí
Por ejemplo, el mes lunar de Ramadán, un mes el nombre bisiesto) reduciendo el error de desfase
del calendario estrictamente lunar propio del Islam, estacional a un día cada 128 años, debido a que la
comienza 11 o 12 días antes cada año gregoriano, Tierra tarda unos 11 minutos menos de 6 horas en
causando que el Ramadán pase por todas las esta- regresar a la misma posición respecto al Sol. El nuevo
ciones del año en unos 33 años. Por eso, aunque este calendario juliano, mucho más preciso que cualquie-
año 2024 el primer día del mes Ramadán cayó 10 de ra hasta el momento, se adoptó con relativa rapidez
marzo, hace 20 años, en 2004, cayó 14 de octubre. por todo el imperio y era ya dominante en los años
Es por eso que no puede utilizarse un calendario es- de vida pública de Nuestro Señor Jesucristo.
trictamente lunar para referenciar ciertos eventos re- Los Evangelios declaran con certeza que Cristo
petitivos a lo largo de los años –no puedes «sembrar murió crucificado el 14 del mes Nisán, en la prepara-
tomates cuando empiece el Ramadán» porque los es- ción de la Pascua. Y aunque haya discusión sobre qué
tarás sembrando cada año en diferentes estaciones. día del calendario solar correspondía al 14 de Nisán
el año que murió Cristo, la tradición siempre lo ha
Para evitar este desplazamiento pero seguir
situado el 25 de marzo, el mismo día que se encarnó,
guiándose por la Luna, muchos calendarios antiguos
como dice explícitamente San Agustín en De la Trini-
ajustaban la fecha lunar a la solar de forma periódi-
dad. Muchos eventos de la historia de la Salvación se
ca –eran luni-solares. Este era el caso del calendario
han situado el 25 de marzo, incluso la propia creación
babilónico y hebreo. El ajuste en ambos casos con-
del universo, dejando el Sol y la Tierra en posición del
sistía en añadir un mes extra o «embolismo» cada
equinoccio vernal3.
tres años, lo que mantenía los meses relativamente
estables dentro de las estaciones. En el caso hebreo Al ser Nisán un mes lunar, la mitad del mes –la
había otro motivo acuciante para mantener el año noche del 14 al 15– corresponde con el plenilunio, el
lunar relativo a las estaciones: La Pascua debía caer momento donde Dios comanda a Moisés y Aarón ce-
después del equinoccio de primavera2. lebrar la Pascua. Los primeros cristianos, sabedores
de que Cristo completó la imagen de la vieja Pascua
En el Deuteronomio el Señor mandó a su pue- en su misterio Pascual, continuaron celebrando uná-
blo «Observa el mes de Nisán celebrando la Pascua nimemente estos misterios tras la primera luna pri-
del Señor». Nisán procede del acadio y significa «re- maveral. Y aunque la gran mayoría de cristianos man-
brote», «raíz tierna». En la segunda Epístola del Vier- tenían el ayuno cuaresmal hasta el primer domingo
nes Santo (según el misal de 1962), escuchamos los después del plenilunio (por ser el domingo el día de
mandatos de Dios a Moisés y Aarón respecto a la Pas- la Resurrección) unos pocos cristianos en Antioquía
cua, siendo el primero ellos «Este mes [Nisán] será lo rompían el mismo 14 de Nisán, independiente-
para vosotros el principal de los meses; será para vo- mente del día de la semana que fuera.
sotros el primer mes del año». Es decir, no bastaba
La controversia sobre la fecha de la Pascua fue
con empezar cada año lunar en Nisán, sino que ade-
temprana, al menos desde el año 120 según San Ire-
más Nisán debía caer en primavera.
neo. Los cuartodecimanos (llamados así por celebrar
Los calendarios luni-solares, aunque evitan el 14) defendían que habían recibido esa tradición
el desfase desbocado de un calendario lunar, son del Apóstol San Juan, quien murió en el año 100. Sin
menos precisos que los solares. Por ejemplo, el ca- embargo, la tradición apostólica del resto de Iglesias
lendario solar egipcio constaba de 12 meses de 30 apuntaban al domingo. Siendo la Pascua la fiesta
días y 5 días extras al final. El desfase anual en este central del calendario litúrgico, la Iglesia intentó por
caso era solo de 6 horas, dado que el ciclo solar no todos los medios unificar la práctica en Asia menor.
es exactamente de 365 días. Poco antes de la con-
3
T. C. Schmidt, “Calculating December 25 as the Birth of
2
F. Gigot, “Jewish Calendar”, en The Catholic Encyclope- Jesus in Hippolytus’ Canon and Chronicon”, en Vigiliae Christia-
dia. New York: Robert Appleton Company, 1908. Disponible aquí. nae Vol. 69, Issue 5 (2015), pp. 542-563). Brill. Disponible aquí.
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Finalmente, el Papa S. Víctor I zanjó la controversia currieron al ciclo metónico, pues por la imprecisión
en el año 190, ordenando que la Pascua se celebra- del calendario hebreo, los cristianos que celebraban
ra siempre el domingo después del primer plenilunio la Pascua con los judíos, llegaron incluso a celebrar la
primaveral y no en el mismo plenilunio, bajo pena de Pascua antes del equinoccio, celebrando dos Pascuas
excomunión para aquellos que mantuvieran la prácti- al año (de equinoccio a equinoccio), cosa inadmisible.
ca cuartodecimana4. El Concilio de Nicea, en su labor de codifica-
Tras este decreto la práctica se extinguió rápi- ción y unificación de la doctrina cristiana, fijó tam-
damente, pero no los problemas con datar la Pascua. bién la fecha de la Pascua. Aunque el documento
Gracias a la reforma juliana, ubicar en el calendario original no ha sobrevivido, una carta de Eusebio de
el equinoccio vernal era mucho más sencillo, pues Cesarea indica que el Concilio buscó fijar una fecha
apenas se había desplazado un día desde la prime- fácil de calcular para toda la cristiandad en el calen-
ra Pascua cristiana hasta el decreto de Víctor I. Sin dario juliano pero sin renunciar a relacionarla con el
embargo, de igual manera que un calendario lunar primer plenilunio vernal6.
se desincroniza de las estaciones, un calendario pu- La primera medida fue fijar el 21 de marzo
ramente solar se desincroniza de la Luna. De esta ma- como fecha del equinoccio, independientemente de
nera, cuando pasa un año juliano, la Luna no solo se las observaciones astronómicas, para asegurar que la
encuentra 11 o 12 días por detrás, sino que cuando Pascua se celebrara siempre en primavera. Esto pasó
pasen esos días puede encontrarse en cualquier otro a conocerse como «equinoccio eclesiástico». Es por
punto de su fase. eso que la fecha más temprana posible para el Domin-
Pero igual que los calendarios luni-solares pue- go de Resurrección es el 22 de marzo, cuando el pleni-
den intentar mantener la sincronía añadiendo meses lunio coincide con el equinoccio eclesiástico. Además,
embólicos, los calendarios solares pueden calcular el estableció los ciclos metónicos como el método para
desfase lunar usando la epacta – la edad de la Luna el calcular el plenilunio y decretó que el Domingo de Re-
primer día del primer mes del calendario solar. En la surrección sería el domingo siguiente a esa fecha.
antigüedad, Metón, un astrónomo ateniense, descu- Es muy probable que los Padres de Nicea su-
brió que 235 lunaciones se correspondían a 19 años pieran que la solución no iba a ser definitiva. Aunque
solares. Es decir, que cada 19 años la Luna volvía a su con las normas fijadas cualquier Iglesia podía calcular
punto «exacto». Así cada año tenía una epacta del 1 la fecha de la Pascua, el Concilio emplazó a la Iglesia
al 19 que permitía calcular el desfase lunar. Este mé- de Alejandría a que informara al resto de la fecha de la
todo, pese a que se acogió con tanto entusiasmo que Pascua. En Alejandría trabajaban los astrónomos más
se grabó en oro en el templo de Atenea (de donde competentes (de ahí salió el calendario egipcio y julia-
recibe su sobrenombre «número áureo») tampoco es no) que ya notaban síntomas del desfase del calenda-
exacto y también acumula desfase5. rio juliano y los ciclos metónicos, pues llevaban siglos
Aún con todo, los ciclos metónicos eran una calculando la fecha de Pascua. Pero el Concilio primó
manera más fiable de fijar la primera luna vernal que la celebración conjunta de toda la cristiandad de la
intentar seguir el calendario hebrero y ubicar el 14 Resurrección del Señor a la precisión astronómica7.
de Nisán, pues aunque los meses embólicos siguen Este sistema siguió vigente algo más de un mi-
un ciclo para reajustarse, normalmente era el sane- lenio, hasta los tiempos de Gregorio XIII. Para enton-
drín el que empíricamente declaraba el comienzo de ces, el calendario juliano había acumulado ya 10 días
Nisán cuando la cebada maduraba. Una vez introdu- de desfase, encontrándose el equinoccio de primave-
cido el calendario juliano, la mayoría de cristianos re- ra más cerca del 11 de marzo que del 21. Si la Iglesia
solo se hubiese preocupado de unificar el día en la
4
H. Thurston, “Easter Controversy”, en The Catholic En- cristiandad y no del equinoccio, no tendría por qué
cyclopedia, New York: Robert Appleton Company, 1909. Dispo- haber modificado nada. Como mucho, modificar el
nible aquí.
5
A. María Carabias Torres, Salamanca y la medida del 6
Ibid., 4.
tiempo. Ediciones Universidad de Salamanca, 2012. Disponible
aquí. 7
Ibid., 5.
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equinoccio eclesiástico para ajustarlo al astronómico Evidentemente esto no fue cuestión de pocos
y dejar el resto del sistema intacto. Pero esto no fue años. La propuesta de reformar el calendario llevaba
lo que decidió Gregorio XIII. casi un siglo en el aire. Colaboraron muchas de las
En esa época pujante de las ciencias natura- grandes mentes de la época, y la Universidad de Sa-
les, la Iglesia no solo se dedicó a mirar desde un lado, lamanca realizó dos informes al respecto, el primero
arbitrar, o amparar otras investigaciones. La Iglesia de ellos en 1515 y el segundo en 1578. Este último
abrazó totalmente estos avances hasta el punto de comentando también las observaciones que se incor-
acometer la reforma más ambiciosa del calendario poraron en el calendario final de 158210.
de la historia, cuando la computación se hacía con La bula Inter gravissimas se publicó en febre-
papel y pluma, con una precisión pasmosa, incluso
ro del 1582 y preveía el cambio del calendario para
para hoy en día. La forma más precisa para medir el
octubre del mismo año: al 4 de octubre (juliano) le
tiempo disponible actualmente son los relojes atómi-
seguiría el 15 de octubre (gregoriano). Debido a la
cos, que solo han encontrado un pequeñísimo des-
fase en la duración media de un año en el orden del precisión del calendario y a su implicación en su ad-
segundo respecto a los cálculos usados para la refor- venimiento, las naciones católicas lo adoptaron ese
ma gregoriana8. mismo octubre, incluyendo la corona católica bajo
Felipe II (que representaba un gran porcentaje de la
En la bula donde se aprobó la reforma grego-
población mundial), Francia, Luxemburgo o la man-
riana del calendario, el Papa no solo menciona de-
comunidad Polaco-lituana.
volver el equinoccio y el plenilunio a sus días apro-
piados, sino que declara también «fundar un sistema Los países protestantes y ortodoxos se mostra-
metódico y racional que asegure que, «en el futuro, ron reticentes a aceptar un invento católico y man-
[···] no se muevan de sus posiciones propias». Inclu- tuvieron el calendario juliano durante un par más de
so nombra explícitamente el año 2000 asumiendo siglos, siendo el último protestante en adoptarlo el
que iba a seguir vigente. Es decir, no era un simple Reino Unido en 1752 (incluyendo las 13 colonias). Los
acuerdo, ni un parche temporal, sino que se propuso ortodoxos tardaron aún más, siendo Grecia el último
confeccionar el calendario más preciso, que no deja- país europeo que lo adoptó «para fines civiles» en
ra de ser preciso, y que además permitiera calcular la 1923, pues la mayoría de Iglesias ortodoxas siguen
posición de la luna con precisión. utilizando el calendario juliano con fines litúrgicos,
El calendario juliano añadía un día cada 4 años que actualmente se acerca a los 14 días de desfase
porque Alejandría había calculado un desfase de 6 respecto al equinoccio vernal.
horas. Sin embargo, ahora se había calculado que el
Uno de los argumentos que se daban y se dan
desfase en realidad era algo menor, apenas 11 minu-
contra el calendario gregoriano es que los Padres en
tos menos que 6 horas. Así, para compensar estos mi-
Nicea no buscaban la precisión astronómica, sino
nutos extra que se estaban añadiendo, los años múl-
tiplos de 100 no serían bisiestos, a no ser que fueran unificar la fecha para la cristiandad. Es también un
divisibles por 400. Gracias a esta norma, el equinoc- argumento que se da para que la Pascua deje de ser
cio de primavera pasó de desplazarse un día cada 128 móvil. Sin embargo, aunque existía cierta arbitrarie-
años en el calendario juliano a un día cada 7 700 años dad en la fijación de la Pascua, Nicea dejó claro que
en el gregoriano. Además, se instauró un nuevo modo sí se preocupaba porque siguiera relacionada con la
de calcular la epacta, que aunque seguía basándose primera luna vernal, tal y como indican las Escritu-
en el ciclo metónico, reduce notoriamente su error y ras. Y la Iglesia en el s. XVI, sabiéndose técnicamente
hace coincidir la gran mayoría de veces el plenilunio capaz de mejorar ese trabajo, nos regaló a todos el
eclesiástico con las observaciones astronómicas9. calendario gregoriano.
8
Los interesados pueden leer sobre el «leap second», Journal of the British Astronomical Association vol. 102, no. 1
una breve introducción aquí. (1992), pp. 40-42.
9
J. Meeus – D. Savoie, “The history of the tropical year”, 10
Ibid., 5.
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guien ha reparado en la ingente cantidad de publica- Sinceramente creo que no, porque más allá de
ciones de temas esotéricos, misteriosos y fantásticos algunos abusos, fruto inevitable de la disminución de
que se venden todos los meses en nuestros quioscos, formación religiosa, las reliquias siguen conservando
como si tal cosa? –¿es posible que existan tantos mis- su valor y, en todo caso, se trata de clarificar y de co-
terios?– Impresiona conocer su volumen de ventas. locar las cosas en su sitio.
Lo cierto es que, el episodio de la cuarta cru- El valor de las reliquias
zada terminó por enturbiar todo el panorama y, con
En primer lugar, a diferencia del amuleto, el
base en estos hechos, realmente tristes, se afirma in-
valor cristiano de la reliquia no reside tanto en sí
justamente que todas las reliquias son falsas y que no
merece la pena ni siquiera tomarlas en consideración. misma, sino ser un instrumento que nos remite a “al-
guien”. Podríamos decir que, desde este punto de vis-
Se ha pasado del exceso de credulidad al caso ta instrumental y subjetivo, es poco importante el es-
contrario: la absoluta incredulidad. De un prejuicio, tudio científico de su autenticidad y, en cierta forma,
se ha pasado al prejuicio contrario. cumple su misión por el solo hecho de “conectarnos
Es necesario discriminar anímicamente” con Cristo o los Santos. Tienen una
No pretendo meter en el mismo saco todas función semejante al de las imágenes religiosas cuyo
las supuestas reliquias que se veneran en el mundo valor no puede quedarse en ellas mismas sino en su
aceptando, sin más, que sean originales sino, precisa- carácter de “mediación anímica”.
mente, lo que quiero apuntar es que, con demasiada Pero es que, además, las reliquias son ver-
frecuencia, le colocamos a todo ese conjunto de ob- daderos documentos sin palabras, que nos hablan
jetos dispares el sambenito de la falsedad, sin distin- elocuentemente de quienes nos han precedido en
guir en absoluto su carácter y origen. Una actitud que el camino de la Vida, y que –en algunos casos– nos
choca frontalmente con la mentalidad científica del pueden dar una preciosa información de hechos tras-
mundo contemporáneo. cendentales de la historia del cristianismo o de nues-
Que existan reliquias falsas no quiere decir tra fe. Desde este punto de vista es claro que la única
que no puedan existir las auténticas. Es más, solo alternativa racional es el estudio científico de estos
quien niegue la existencia histórica de Jesús puede objetos ¿Acaso podemos saber lo que nos cuentan si
negar la posibilidad de que hayan llegado ante noso- no los leemos?
tros algunos de los vestigios de su paso por la tierra. La investigación científica profunda realizada
¿No guardamos con veneración los objetos que nos recientemente sobre la Sábana Santa de Turín, el San-
recuerdan especialmente a nuestros padres? ¿no los to Sudario de Oviedo, el Títulus de Roma (el “INRI”
trasmitimos a nuestros hijos con legítimo orgullo? de la Cruz), el santo Cáliz de Valencia y tantas otras,
¿qué tendría de extraño, entonces que los apóstoles además de revalorizar su existencia y el sentido de la
y Santa María hubiesen guardado algunos objetos de tradición cristiana, nos está permitiendo conocer de-
Aquél que dio sentido a su vida y por el que práctica- talles preciosos de la auténtica Pasión de Cristo que
mente todos iban a dar la suya? valdría la pena describir con detenimiento.
No creo que ninguno de nosotros rechazara Es más –según se realizan estudios y análisis–
un fajo de dólares alegando que es la moneda más nos estamos llevando abundantes sorpresas, pues
falsificada del mundo, por muy verdad que sea. ¿No muchas reliquias aparentemente “absurdas” y, por
merecería la pena, siquiera, detenerse a estudiar los tanto, “increíbles” han pasado a ser bastante razona-
billetes que nos entregaran para evitar los falsifica- bles tras un simple estudio histórico y arqueológico,
dos y quedarse con los auténticos? más allá de interesadas intoxicaciones periodísticas
Se me podría decir que el ejemplo no vale por- o deformaciones populares. La “leche de la Virgen”
que esto lo haríamos con el dinero porque tiene va- resulta ser tierra de la “Gruta de la leche” que se en-
lor, pero con otros objetos sin valor, ¿para qué?… Y cuentra en Belén, la “Pluma de San Miguel” pasa a
ese es precisamente el tema. ¿Qué valor tienen las ser lo que siempre se ha dicho en Liria, (es decir los
reliquias? ¿no les estaremos dando un carácter de fe- restos de la veneradísima imagen de San Miguel pro-
tiche o de amuleto que sería bueno desterrar? fanada y destruida en 1936), etc, etc…
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Es cierto, hemos de purificar nuestra fe. Pero Y, entonces ¿por qué permitimos que se haga
hay que hacerlo bien. Los españoles llevamos mu- esto con nuestro patrimonio histórico? Lo que hay
chos siglos viviendo en el seno de la Iglesia Católica que exigir es que se siga en este tema los mismos
y, como ocurre cuando se vive mucho tiempo en una parámetros de la ciencia de nuestro tiempo y no te-
casa, uno tiende a acumular cosas que no sabe muy ner miedo a la verdad, (aunque nos confirme lo que
bien por qué las guarda. Pero yo, sinceramente, no siempre había dicho la tradición... que eso es a lo
dejaría que hiciera limpieza de mis recuerdos alguien que más se tiene miedo, paradójicamente).
que no tuviera ningún criterio y menos aún alguien En todo caso, no hay nada menos científico
que tuviera un clarísimo prejuicio en mi contra. que el prejuicio. Por definición.
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