Santiago 4

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23/09 Sesión 9 Exposición Santiago 4:

20h-21h Advertencia contra la


mundanalidad

San%ago 4. 1-10

4 La amistad con el mundo


1
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre
vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales
combaten en vuestros miembros? 2 Codiciáis, y no
tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis
alcanzar; combaIs y lucháis, pero no tenéis lo que
deseáis, porque no pedís. 3 Pedís, y no recibís,
porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
4
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del
mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues,
que quiera ser amigo del mundo, se consStuye
enemigo de Dios. 5 ¿O pensáis que la Escritura dice
en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en
nosotros nos anhela celosamente? 6 Pero él da
mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los
soberbios, y da gracia a los humildes. a 7 Someteos,
pues, a Dios; resisSd al diablo, y huirá de vosotros.
8
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.
Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de
doble ánimo, purificad vuestros corazones. 9 Afligíos,
y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en
lloro, y vuestro gozo en tristeza. 10 Humillaos delante
del Señor, y él os exaltará.1

INTRODUCCIÓN

Otro indicador clave de la verdadera fe


salvadora es la ac%tud de uno hacia el mundo.

San6ago presentó este asunto en el primer


capítulo, diciendo:

“La religión pura y sin mácula delante de


Dios el Padre es esta: Visitar a los
huérfanos y a las viudas en sus
tribulaciones, y guardarse sin mancha del
mundo” (1:27).

La verdad esencial de este pasaje es: “La


amistad con el mundo es enemistad contra
Dios” (vea 4:4).

1
La Santa Biblia Reina-Valera 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas, 1960), Tg 4.
… Cualquiera, pues, que quiera ser amigo
del mundo, se cons6tuye enemigo de
Dios.2

San6ago había denunciado las disputas y


rivalidades que exisSan entre los miembros de
las iglesias a las que escribía (3,14).

Ahora señala su origen, que se puede resumir


en la palabra "mundanalidad" (4,4).

Este es el tema de la primera parte de este


capítulo (4.1-10).

Tal amistad impía inevitablemente resultará en


conflictos personales: con otros (4:1a), con uno
mismo (vv. 1b-3), y, más importante, con Dios
(vv. 4-6).

2
La Santa Biblia Reina-Valera 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas, 1960), Tg 4.4.
I. CONFLICTO CON LOS DEMÁS

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos


entre vosotros? (4:1a)

EXPLICACIÓN:

El texto griego de esta oración no %ene verbo,


y dice más literalmente: “¿De dónde guerras y
de dónde pleitos entre vosotros?”

Polemos (guerras), de la que se deriva la


palabra “polémica”, se relaciona con disputas
o combates frecuentes, prolongados y serios,
y se traduce a menudo “guerra” (p. ej. Mt.
24:6; Ap. 11:7).

“pleitos” traduce machē, que se refiere a una


lucha o batalla específica.

Ambos términos se usan aquí metafóricamente


para referirse a las relaciones personales
violentas, las cuales, en extremo, pueden
resultar incluso en asesinato (v. 2): “matáis”.

“entre vosotros” indica que había estas


relaciones violentas entre los miembros de las
iglesias a las que escribió San6ago.

San6ago ya había denunciado la lucha de


clases (2,1-9). Los ricos recibieron toda la
atención y los pobres fueron ignorados.

San6ago también denuncia la guerra dentro de


la iglesia (1.19,20 y cap 3). Los creyentes se
herían unos a otros con su lengua y su
temperamento descontrolado.

San6ago también denunció la guerra entre


patrones y empleados (5.1-6), cuando los ricos
retenían fraudulentamente los salarios de los
recolectores.

ILUSTRACIÓN:
Diácono que planeó el secuestro de un rico
empresario de la iglesia

APLICACIÓN:

Los creyentes vivían en un clima constante de


hos%lidad.

Los creyentes hablaban mal unos de otros y se


juzgaban unos a otros.

Como analizaremos, bajo el versículo 4, es


obvio que algunos de esos miembros no eran
salvos.

En tal situación, el conflicto es inevitable.

El mundo ve estas guerras dentro de las


denominaciones, dentro de las iglesias, dentro
de las familias y esto es un obstáculo para la
evangelización.

Por eso Jesús oró por la unidad (Juan 17:21).


¿Cómo podemos estar en guerra unos con
otros si pertenecemos a la misma familia, si
confiamos en el mismo Salvador, si el mismo
Espíritu habita en nosotros?

La respuesta de San6ago es la amistad con el


mundo (valores mundanales).

1
Conflicto con los demás
II. CONFLICTO CONSIGO MISMO

¿No es de vuestras pasiones, las cuales


combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y
no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no
podéis alcanzar; combaIs y lucháis, pero no
tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís,
y no recibís, porque pedís mal, para gastar en
vuestros deleites. (4:1b-3)

EXPLICACIÓN:

La amistad con el mundo no solo crea conflicto


con otras personas, sino que también lo crea
dentro de la propia persona mundana.

Las fuentes de los conflictos externos entre las


personas invariablemente surgen de
conflictos internos dentro de cada persona.

Las evidencias del conflicto interior son muchas


en la sociedad actual. La proliferación de
psicólogos y psiquiatras, de consejeros y
terapeutas de todo 6po; clínicas para el
tratamiento de muchos desórdenes
emocionales y psicológicos.

En estos versículos, San6ago señala tres causas


del conflicto interior: el deseo incontrolado
(4:1b), el deseo incumplido (v. 2a), y el deseo
egoísta (vv. 2b-3).

2.1. EL DESEO INCONTROLADO

¿No es de vuestras pasiones, las cuales


combaten en vuestros miembros?
(4:1b)

El origen de las luchas internas está en las


pasiones.

La palabra “pasiones” se traduce hēdonōn, de


la que se derivan “hedonista”y “hedonismo”.

Tiene la connotación de la sa%sfacción de los


deseos sensuales, carnales.

Es hedonismo.

Los deseos egoístas son cosas peligrosas.


Conducen a acciones incorrectas (4.2):

2
Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de
envidia, y no podéis alcanzar; combaIs y
lucháis, pero no tenéis lo que deseáis,
porque no pedís3

Y conducen a oraciones incorrectas (4.3):

3
Pedís, y no recibís, porque pedís mal,
para gastar en vuestros deleites.4

Ilustración:

Una hermana que me pidió que orara para


Dios bendecir a una toma de terreno fiscal
que ella y su familia pretendían hacer.

Cuando nuestras oraciones están


equivocadas, toda nuestra vida está
equivocada.

3
La Santa Biblia Reina-Valera 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas, 1960), Stg 4:2.
4
La Santa Biblia Reina-Valera 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas, 1960), Stg 4:3.
Nuestras oraciones no son contestadas cuando
hay guerras entre hermanos y pasiones dentro
del corazón.

1
El deseo incontrolado.

2.2. EL DESEO INCUMPLIDO

Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de


envidia, y no podéis alcanzar; combaIs y
lucháis. (4:2a)

El verbo epithumeō (codiciáis) se refiere a


tener un deseo o anhelo de cualquier 6po,
pero el contexto pone en claro que el deseo
mencionado aquí es desmedido y pecaminoso.

Cuando no se complace alguna codicia fuerte y


pecaminosa, la persona terrenal 6ende a
arremeter en colérica frustración, a veces
incluso llegando a matar.

Aun los fariseos, que codiciaban la sa6sfacción


personal de tener una reputación de virtud y
san6dad, mataron al Salvador que
desenmascaró su hipocresía.

La palabra “matáis” traduce el verbo phoneuō,


el que en este contexto pudiera incluir un odio
sanguinario, una conducta destruc%va en
extremo e incluso el suicidio.

Cuando la persona codiciosa no puede lograr


sus anheladas metas, ya sea por reputación,
pres6gio, sa6sfacción sexual, dinero, poder,
escapar a través de las drogas o el alcohol,
éxito, posesiones, el afecto de otra persona, o
cualquier otra cosa, el resultado es a menudo
catastrófico para otros y siempre destruc%vo
para uno mismo.

Aquí zeloō se traduce “ardéis de envidia”, es


sinónimo de epithumeō, y 6ene una
connotación aun más fuerte, de un deseo o
sen%miento más urgente.

Es la palabra de la que se derivan “celoso” y


“zelote”.
La palabra “zelote” proviene del griego
“zelotēs” (ζηλωτής), que significa “aquel que
%ene celo” o “fervoroso”. Este término se
u6liza para describir a alguien que demuestra
gran pasión o compromiso en defender una
causa, frecuentemente religiosa o polí6ca. En
la tradición judía del primer siglo, los zelotes
eran conocidos por su fervor en defender la
libertad de Israel contra el dominio romano.

El celo en el contexto original tenía


connotaciones posi6vas, asociándose a la
dedicación religiosa y a la obediencia a la ley de
Dios. Sin embargo, entre los zelotes, ese celo
se transformó en un movimiento militante
que jus%ficaba el uso de la violencia para
alcanzar sus obje%vos.

Cuando las personas albergan deseos tan


impetuosos, pero no pueden alcanzar lo que
codician, combaten y luchan.

Los conflictos conyugales, familiares, laborales


y nacionales; todos estos son resultado de
codicia y envidia personal no sa6sfecha.
1
El deseo incontrolado.

2
El deseo incumplido.

2.3. EL DESEO EGOÍSTA

no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.


Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para
gastar en vuestros deleites. (4:2b-3)

Conduciendo a su tema sobre el egoísmo,


San6ago dice primeramente que los incrédulos
no %enen porque no piden.

Muchos de ellos ni siquiera pensaban en


pedirle a Dios ayuda alguna, porque se
consideraban a sí mismos autosuficientes,
completamente capaces de cuidar de ellos
mismos.

Ellos creían que todas sus necesidades y


deseos podían suplirse por medios humanos, a
través de su propia sabiduría, poder y
diligencia.
No creían que “toda buena dádiva y todo don
perfecto desciende de lo alto, del Padre de las
luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de
variación” (Stg. 1:17).

Por consiguiente, nunca se les ocurría pedir a


Dios alguna cosa.

Muchos incrédulos sí piden cosas a Dios, todo


6po de cosas.

Sin embargo, con6núa explicando San6ago,


piden y no reciben porque piden con mo%vos
incorrectos, para gastar en sus deleites.

No piden cosas para magnificar la bondad y la


gracia de Dios, o para su gloria y honra.

Sino para cumplir su propia pecaminosa y


egoísta voluntad.

“mal” traduce la palabra griega kakōs, que


6ene el sen6do esencial de malo, pecaminoso,
o perverso, como a veces se traduce.
“pedís mal” se refiere al deseo de usar el
regalo de Dios para deleites personales.

Dapanaō (gastar) significa consumir o


malgastar por completo, y la empleó Jesús para
describir la forma en la que el hijo pródigo
malgastó su herencia (Lc. 15:13).

1
El deseo incontrolado.

2
El deseo incumplido.

3
El deseo egoísta.

1
Conflicto con los demás.

2
Conflicto consigo mismo.
III. CONFLICTO CON DIOS

¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la


amistad del mundo es enemistad contra Dios?
Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del
mundo, se cons%tuye enemigo de Dios. ¿O
pensáis que la Escritura dice en vano: El
Espíritu que él ha hecho morar en nosotros
nos anhela celosamente? Pero él da mayor
gracia. Por esto dice: Dios resiste a los
soberbios, y da gracia a los humildes. (4:4-6)

En estos versículos, San6ago señala tres


caracterís%cas de los que están en conflicto
con Dios: enemistad con Dios, no prestar
atención a las Escrituras y orgullo.

3.1. ENEMISTAD CON DIOS

¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la


amistad del mundo es enemistad contra
Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser
amigo del mundo, se cons%tuye enemigo
de Dios. (4:4)
Adulterio es el pecado de violar un pacto
matrimonial al tener relación sexual con
alguien que no sea el cónyuge.

Al referirse a “almas adúlteras”, San6ago usa


el término metafóricamente en forma tal que
sus lectores judíos puedan entender
claramente.

No está hablando de infidelidad sexual, sino


espiritual, tal y como el término se emplea a
menudo en el An6guo Testamento para
referirse al pueblo infiel de Dios, Israel.

En ninguna parte la Biblia emplea los términos


adúltero o adúltera haciendo referencia a los
gen%les, porque solo Israel tenía una relación
de pacto con Dios, al que podían ser infieles,
así como los esposos y esposas 6enen el pacto
del matrimonio.

Los gen6les podían ser fornicarios espirituales,


por decirlo así, pero no adúlteros; una
dis6nción despreciable reservada para Israel, la
esposa infiel.
Lo mismo puede decirse de los que dicen ser
cris6anos y se unen a la iglesia, pero no %enen
relación salvadora con Dios ni amor a Él ni a
Su Palabra.

Los había incluso en la iglesia primi6va, y


San6ago les llama “almas adúlteras”, - los
cris6anos nominales.

No se puede tener espiritualmente dos dioses,


como no se puede tener legalmente dos
cónyuges.

“Amistad” traduce el sustan6vo philia, que se


emplea solamente aquí en el Nuevo
Testamento. Su forma verbal, phileō, a menudo
se traduce “amor” (p. ej. Mt. 6:5; 10:37; 1 Co.
16:22) y se usa incluso para el amor del Padre
por el Hijo (Jn. 5:20) y para el amor del Padre y
del Hijo por los que 6enen fe salvadora (Jn.
11:3; 16:27; Ap. 3:19).

(agapaē) parece ser más voli6vo, mientras que


phileō es más emocional.
San6ago emplea philia para describir un afecto
intenso y profundo por el malvado sistema
mundial.

El sustan6vo relacionado philos (amigo) se


empleaba para referirse a ín%mas relaciones
personales.

Implica in%midad personal.

Kosmos (mundo) no se refiere a la 6erra o el


universo osico, sino más bien a la realidad
espiritual del sistema de esta época, dirigido
por Satanás y enfocado en el hombre, y que es
enemigo de Dios y del pueblo de Dios.

Se refiere al egoísta e impío sistema de valores


y costumbres de la humanidad caída.

“Cualquiera, pues,” con6núa San6ago, “que


quiera ser amigo del mundo, se cons%tuye
enemigo de Dios.”

Boulomai (quiera) 6ene una connotación que


va más allá de querer o desear que algo se
cumpla. Tiene la idea más fuerte de escoger
una cosa antes que otra.

Una persona que quiera ser amiga [del


sistema] del mundo, ha optado por hacerse
enemiga de Dios.

La amistad con el mundo y la amistad con Dios


se excluyen mutuamente.

Los creyentes no solo deben estar separados


del mundo, sino también muertos al mundo.

El enemigo de Dios es carnal y por definición


carente del Espíritu Santo (Jud. 19):

19
Estos son los que causan divisiones; los
sensuales, que no tienen al Espíritu.5

Pueden par6cipar regularmente en los cultos


de adoración de los cris6anos y en otras
ac6vidades.
Incluso pueden sen6rse mal cuando pecan,
reconocer sus imperfecciones pero nunca

5
La Santa Biblia Reina-Valera 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas, 1960), Jd 19.
desean abandonar sus pecados o reconocer a
Cristo como Señor y Salvador.

Cristo no es el Salvador de quien Él no es El


Señor.

Por lo tanto, no es posible que un enemigo de


Dios sea creyente.

1
Enemistad con Dios.

3.2. NO PRESTAR ATENCIÓN A LAS


ESCRITURAS

¿O pensáis que la Escritura dice en vano:


El Espíritu que él ha hecho morar en
nosotros nos anhela celosamente? (4:5)

La frase ”¿O pensáis que la Escritura dice en


vano…” introduce el argumento central del
versículo.
San6ago está haciendo referencia a la
Escritura para fundamentar lo que está
enseñando, sugiriendo que el mensaje sobre
los celos de Dios o del Espíritu no es una idea
nueva o aislada, sino algo que ya está presente
en la enseñanza bíblica.

Sin embargo, no hay una cita directa y exacta


de un versículo específico del An%guo
Testamento en este punto.

Más bien, parece ser una síntesis o alusión al


tema general del celo de Dios por su pueblo,
que se encuentra en varios pasajes de las
Escrituras, como Éxodo 20:5, Deuteronomio
4:24 y otros textos que mencionan el celo de
Dios o su demanda de lealtad exclusiva.

Calvino prefiere entender que San%ago hace


una alusión general a la enseñanza de las
Escrituras. "Esta verdad ocurre en toda la
Escritura" (J. Calvin).

Esta introducción con “La Escritura dice…” es


común en las epístolas del Nuevo Testamento
para subrayar la autoridad y la coherencia de
lo que se está enseñando con el tes%monio de
las Escrituras hebreas.
Si alguien es amigo del mundo y todavía piensa
que también es amigo de Dios, no toma en
serio las enseñanzas de las Escrituras sobre
este tema.

Estos “celos” se en6enden como una metáfora


del deseo del Espíritu de que los creyentes
permanezcan fieles y san%ficados.

Juan Calvino, por ejemplo, enfa6za que el


Espíritu desea que no haya espacio para
ídolos ni amores rivales en nuestros
corazones, ya que nuestro afecto debe estar
completamente dirigido a Dios.

Este versículo es diocil de entender, y no todos


los eruditos evangélicos están de acuerdo en
su sen6do preciso.

Es arbitrario el escribir con mayúscula


“Espíritu”, ya que los manuscritos del original
griego no ponían con mayúsculas las palabras.

Tiendo a la interpretación de que el Espíritu


Santo 6ene celos de su pueblo y no lo quiere
dividir con las pasiones del mundo (Éxodo
20:5).

Según las interpretaciones clásicas reformadas,


San6ago 4:5 refleja el celo de Dios o del
Espíritu Santo por la lealtad total de los
creyentes.

Ya sea que se en6enda el “Espíritu” como el


Espíritu Santo o como el espíritu humano, el
punto central es que Dios exige un
compromiso pleno y no tolera la mezcla de la
fidelidad a Él con las influencias del mundo. Ese
celo divino está mo6vado por el deseo de ver a
sus hijos viviendo en san6dad, y la respuesta
de Dios a este llamado es gracia abundante
para los humildes que vuelven sus corazones a
Él.

1
Enemistad con Dios.

2
No presta atención a las escrituras.

3.3. ORGULLO
Pero él da mayor gracia. Por esto dice:
Dios resiste a los soberbios, y da gracia a
los humildes. (4:6)

Aquí San6ago cita el An6guo Testamento,


específicamente Proverbios 3:34 de la
Septuaginta (la traducción griega del An6guo
Testamento hebreo), como hace Pedro en 1
Pedro 5:5, diciendo: “Dios resiste a los
soberbios, y da gracia a los humildes”.

An;tossomai (resiste) se empleaba como un


término militar que describe a todo un ejército
dispuesto para la batalla.

Dios está en pleno orden de batalla, por decirlo


así, contra los soberbios, porque el orgullo es
el pecado fundamental del que los demás
emanan.

“soberbios” traduce el nombre compuesto


huperēphanos, compuesto de huper (arriba) y
phainomai (aparecer, o manifestarse).
La idea es la del que arrogantemente se cree
estar por encima de los demás.
Esta palabra literalmente significa uno que se
muestra a sí mismo superior a otras personas.

La descripción que San6ago presenta aquí es la


de un pecador atrevido y soberbio, que se
autoproclama su dios verdadero.

Sin embargo, Dios sí da gracia a los humildes.


La primera y fundamental bienaventuranza es:

“Bienaventurados los pobres en espíritu”, es


decir, los humildes, “porque de ellos es el reino
de los cielos” (Mt. 5:3).

Al igual que el orgullo es la raíz de todos los


pecados, la humildad es la raíz de toda
jus%cia.

Los verdaderos cris6anos no forman parte del


malvado sistema mundial.

1
Enemistad con Dios.

2
No presta atención a las escrituras.
3
Orgullo.
1
Conflicto con los demás.

2
Conflicto consigo mismo.

3
Conflicto con Dios.

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