Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2
Hans Wilsdorf, el creador de la prestigiosa marca de relojes Rolex, tiene
una fascinante historia de superación y emprendimiento. Nacido en
Alemania en 1893, quedó huérfano a los 12 años tras la muerte de su madre y su padre. Fue el segundo hijo de tres hermanos y, tras la pérdida de sus padres, fue enviado a un internado por sus tíos, quienes costeaban su educación con los ahorros que sus padres le habían dejado. Aunque vivió una infancia solitaria, Wilsdorf destacó académicamente y, tras terminar sus estudios, consiguió un trabajo en una fábrica de relojes en Suiza, donde comenzó a desarrollar sus habilidades en la fabricación y comercialización de relojes. Su conocimiento del inglés le permitió desempeñarse como traductor y corresponsal, lo que lo llevó a perfeccionar sus habilidades en los negocios internacionales. A sus 24 años, decidió emprender y fundó su propio negocio en Londres junto a su cuñado, Alfred Davis. Este negocio importaba relojes suizos y los vendía en Inglaterra. Sin embargo, Wilsdorf no se conformó con esto. Sabía que los relojes eran más que simples accesorios, representaban prestigio y estatus, por lo que decidió crear su propia marca. Tras probar varias combinaciones de nombres, finalmente eligió "Rolex", un nombre fácil de pronunciar en cualquier idioma. En 1908, registró la marca y comenzó a fabricar relojes de pulsera, a pesar de que en ese tiempo eran percibidos como frágiles y solo populares entre las mujeres, mientras que los hombres preferían los relojes de bolsillo.
Wilsdorf apostó por cambiar esta percepción y fabricó su primer reloj de
pulsera masculino en 1910, recibiendo el primer certificado suizo de precisión cronométrica. Este reconocimiento ayudó a la aceptación de los relojes de pulsera entre los hombres y consolidó la reputación de Rolex como una marca de calidad. En 1919, Wilsdorf trasladó la sede de su empresa a Ginebra, Suiza, una ciudad famosa por su tradición relojera. En 1929, Rolex lanzó el primer reloj hermético y, en 1931, inventó el rotor Perpetual, el primer mecanismo automático, que se convirtió en el estándar de los relojes automáticos modernos.
Con el tiempo, Rolex se convirtió en una marca icónica, utilizada por
figuras prominentes en todo el mundo, como presidentes y líderes de renombre. La marca también fue llevada a la cima del Monte Everest en la expedición de 1953, liderada por Sir Edmund Hillary y Tenzing Norgay, un hecho que añadió aún más prestigio a la marca. Los relojes Rolex también fueron sometidos a pruebas extremas, como su exposición a campos magnéticos en el CERN en los años cincuenta, donde demostraron su resistencia.
Hans Wilsdorf, un empresario visionario, falleció en 1960 a la edad de 79
años, pero su legado continúa. Rolex sigue utilizando estrategias de marketing que asocian la marca con eventos de prestigio en los ámbitos cultural y deportivo, lo que refuerza su imagen de grandeza y liderazgo. Con ventas anuales que superan los 5 mil millones de dólares, Rolex se ha consolidado como una de las marcas más valiosas del mundo. Además, los relojes Rolex se han convertido en una inversión a largo plazo, con un próspero mercado de segunda mano, donde los modelos clásicos aumentan su valor con el tiempo. Así, la historia de Hans Wilsdorf, un hombre que comenzó con una infancia trágica, se transformó en un legado de éxito y grandeza que sigue vigente hoy en día.