El Cerebro de Un Perro
El Cerebro de Un Perro
El Cerebro de Un Perro
adulta.
Según la especie, las ranas hembras pueden poner cientos, incluso miles de huevos
en estanques o lagos. Los huevos están recubiertos con una sustancia gelatinosa
que los protege de los peces.
Los renacuajos, eclosionan de huevos después de aproximadamente 21 días desde
que se los deposita. A medida que el renacuajo se desarrolla, forma branquias para
respirar y una "cola de pez" que lo ayuda a nadar.
Durante las siguientes semanas las branquias del renacuajo son reemplazadas por
pulmones.
Después de aproximadamente 9 semanas, las patas traseras del ranacuajo aparecen,
las patas delanteras se desarrollan y la cola comienza a acotarse y eventualmente
desaparece.
Aproximadamente 12 semanas después de que se deposita el huevo, una rana
completamente desarrollada ya es capaz de salir del agua y aventurarse en la
tierra.
Las figuras están elaboradas en plástico resistente y son perfectas para que los niños
conozcan las diferentes etapas por las que pasan para desarrollarse los seres vivos que los
rodean, conozcan sus nombres y se familiaricen con la naturaleza y nuestro entorno.
El cerebro de los perros distingue lo que le
dicen los humanos
El examen de las imágenes cerebrales realizado a varios
perros ha revelado que los canes pueden distinguir entre
el habla del ser humano y el sonido emitido por otro
perro.
J. M. Sadurní
Redactor digital de National Geographic e Historia National Geographic
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Un estudio publicado por la revista Royal Society Open Science ha concluido que el cerebro
de los perros reacciona de manera muy distinta frente a los estímulos generados por el ser
humano que ante los producidos por otros perros. De hecho, lo que sugiere este estudio es
que el perro ha evolucionado para reconocer la voz del ser humano.
Investigaciones anteriores revelaron que los canes también pueden hacer coincidir las voces
humanas con sus expresiones, aunque lo que no está todavía muy claro es cómo el cerebro
canino procesa los sonidos. Algunos estudios sobre el cerebro canino que se han llevado a
cabo mediante resonancias magnéticas han demostrado que ciertas regiones cerebrales se
encuentran más activas en algunos casos, como por ejemplo cuando un cachorro escucha
lloriquear o ladrar a otro perro adulto, aunque lo que no pueden revelar las imágenes es en
que momento se activan las neuronas en el cerebro de los perros y si estas se activan de
manera diferente como respuesta a los distintos estímulos que reciben.
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Los perros fueron sometidos a un electroencefalograma para medir sus ondas cerebrales,
momento en el cual se reprodujeron distintos sonidos.
Foto: iStock
Según los resultados de este estudio, “las ondas eran eléctricamente más positivas en
respuesta a las vocalizaciones humanas y más negativas en respuesta a los sonidos
caninos”. Aunque aún se desconocen los procesos cerebrales que permiten a los perros
procesar de manera distinta los sonidos dependiendo de quien los emita, Jeffrey Katz,
neurocientífico cognitivo de la Universidad de Auburn, en Estados Unidos, considera este
trabajo fundamental para los etólogos, ya que sus resultados podrían ayudar a estos
profesionales a entrenar de una manera mucho más eficaz a los perros.
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