Oh Jesús, por el Inmaculado Corazón de María, te ofrezco mis oraciones, trabajos, alegrías y

sufrimientos de este día por todas las intenciones de tu Sagrado Corazón en unión con el Santo
Sacrificio de la Misa en todo el mundo, por la salvación de las almas, la reparación de los
pecados, la reunión de todos los cristianos, y en particular por las intenciones del Santo Padre.
Amén.
Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para
cambiar las cosas que puedo, y la sabiduría para saber la diferencia.
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, fortaléceme.
Oh Buen Jesús, escúchame.
Dentro de tus heridas escóndeme.
No permitas que me separe de ti.
Del enemigo malvado, defiéndeme.
A la hora de mi muerte, llámame
y me pides que vaya a ti
Para que con tus santos te alabe
Por los siglos de los siglos. Amén.
Al amanecer, te alabamos, Señor, porque has salvado a toda tu creación. Por tu misericordia,
concédenos un día de paz; concede el perdón de nuestros pecados. Que nunca cortes la
esperanza, ni cierres la puerta ante nuestro rostro. No nos niegues tus cuidados, pues sólo tú
conoces nuestra debilidad.
Siembra el amor, la paz y la armonía; defiende a nuestros sacerdotes y calma a nuestros reyes;
cura a todos nuestros enfermos y protege a los fuertes; perdona los pecados de toda la
humanidad.
Señor Jesús, en tu Nombre, y con el poder de tu Sangre Preciosa, sellamos toda persona, hecho
o acontecimiento a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en
el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los
abismos del infierno, y en el mundo en el cual nos moveremos hoy.
Con el Poder de la Sangre de Jesús rompemos toda interferencia y acción del Maligno. Te
pedimos que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la Santísima Virgen María
acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa, todos los que la habitan (nombrar a
cada uno de ellos), las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos y los bienes
que Él generosamente nos envía para nuestro sustento.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes y pisos,
el aire que respiramos y en Fe, colocamos un círculo de Su Sangre alrededor de toda nuestra
familia.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos los lugares en donde vamos a estar en este día y las
personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios
de nuestra familia, y los vehículos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de
transporte que habremos de utilizar.
Con tu Sangre Preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de nuestra patria a fin de
que tu Paz y tu Corazón al fin reinen en ella.
Te agradecemos Señor por Tu Sangre y por Tu Vida, ya que gracias a Ellas hemos sido salvados
y somos preservados de todo lo malo. Amén.
1. Oración de la mañana al levantarse
Querido Padre Celestial, te doy gracias por este nuevo día. Gracias por darme un sueño
tranquilo, gracias por tus cuidados y protección, tus cuidados y protección me hacen sentir muy
realizada y feliz. Por esto quiero alabar Tu santo nombre. En el nuevo día pongo en Tus manos
mi tiempo, mi vida y mi familia. Que Tus santas palabras guíen nuestra vida, estudio y camino
de vida, para que nuestra vida pueda hacer toda Tu voluntad. Quiero agradecerte y alabarte por
siempre, en el nombre de Jesucristo, ¡Amén!
2. Oración de la mañana al espíritu santo
Espíritu Santo, en el silencio de este amanecer, te doy gracias por darme aliento y permitirme vivir
para ver todo en el mundo. Gracias por darme paz y alegría. Cualesquiera que sean las personas y
las cosas que encuentro todos los días está arreglada por tu sabiduría. Estoy dispuesto a entregarte
cada día. Que me guíes por el camino correcto, nunca me desvíe de Tus enseñanzas y guarde
siempre Tus palabras en mi corazón. Estoy dispuesto a seguir Tu camino y glorificar tu nombre.
Gracias y alabado seas, ¡Amén!
3. Oración de la mañana para dar gracias a Dios
Querido Dios, en esta hermosa mañana te doy gracias por cobijar mis sueños, gracias por todo lo que
has brindado a mi familia, gracias por traer comida a nuestra mesa, gracias por regalarme un día
lleno de esperanza. Gracias mi querido Dios, aunque no tengamos una vida lujosa ni riquezas
asombrosas, Tú siempre nos proporcionas todo, incluso más de lo que necesitamos, qué maravilloso
es poder disfrutar de Tus grandes bendiciones.
Dios, no quiero empezar mi día sin dártelo. Por favor cuida mi vida, la vida de mis familiares y
amigos; Te pido que nos guíes en cada momento con Tu santa palabra, tomes nuestras manos con
Tu amor y nos conduzcas por el camino correcto, seamos elevados en la verdad y felicidad. ¡Amén!
4. Oración de la mañana para agradecer a Dios por el nuevo amanecer
Querido Dios, qué bendición es despertar y sentir tu presencia y darme cuenta de que siempre estás
a mi lado, dándome la sabiduría que necesito para llevar mi vida por el camino del bien y el amor.
Oro por todos los que se despiertan esta mañana con pena o necesidad. Oro para que todos en el
mundo sientan tus grandes manos trabajando y entiendan que tus planes son perfectos y todo lo que
sucede tiene un motivo. Oro para que tus seres queridos escuchen tu voz y regresen a tu presencia.
¡Amén!
5. Oración de la mañana por mis hijos
Querido Padre Celestial, por favor cuida la vida de nuestros hijos, protege su salud y protégelos del
mal para que puedan crecer felices y en paz. Mantenlos fieles a su fe en Ti y no permitas que el
egoísmo, la ambición y la ira los desvíen. Que encuentren fuerza y guía en Tus palabras para luchar
contra el mal y superar las dificultades de la vida, Amén.
6. Oración de la mañana para un día maravilloso
Padre Celestial, quiero encomendarte este día que está a punto de empezar. Permíteme pasar este
día como Tú voluntad. Por favor ayúdame a no enojarme por mis dificultades, sino a verlas con fe y
confiar en Tu ayuda para superarlas. Por favor protégeme de todo mal, declararé tu gloria y alabaré
tu bondad, Amén.
7. Oración de la mañana para orar por las bendiciones de Dios
Querido Padre Celestial, encomiendo a mi familia y a mí a tu cuidado, para que nos protejas del mal y
nos mantengamos fuertes en la fe. En medio del dolor, concédenos la alegría y déjanos ver todo a la
luz de Tu Palabra. Que Tu amor nos cubra y evite que seamos contaminados por cualquier pecado o
caigamos en las tentaciones de Satanás. Que nuestros pensamientos, palabras y acciones de hoy
estén en armonía con Tu corazón, hagamos las cosas que te agraden, Amén.
“Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame;
Porque tú eres el Dios de mi salud: En ti he esperado todo el día” (Salmos 25:4-5).*
“Por la mañana hazme oír tu misericordia, porque en ti confío; enséñame el camino por el que debo
andar, pues a ti elevo mi alma” (Salmos 143:8).
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Salmos 51:10).
Dios, en este momento estoy enfrentando una enfermedad, que atormenta mi cuerpo y mi
mente, y mi corazón está muy débil. No sé por qué me enfermo ni sé cómo experimentar
en un entorno así. Dios, que me ayudes y me guíes, déjame entender tu voluntad y tener
la confianza para mantenerme firme en tal entorno. Dios, quiero imitar a Job, nunca
malinterpretar a Ti ni quejarme de Ti, y poder obedecer Tu soberanía y Tus arreglos sin
importar lo que pase. ¡Amén!
Dios, mi familia y amigos están sufriendo de enfermedad, se sienten impotentes y
débiles, y necesitan tu ayuda. Oro por ellos, que los guíes a comprender tu voluntad en el
dolor y hacerles saber cómo atravesar el dolor para que no se quejen cuando estén
enfermos, y que puedan obedecer Tu voluntad y sentir Tu amor y salvación. Amén.
Oh, queridísimo consolador de los atribulados, alivia nuestra preocupación y dolor con tu dulce amor,
y concédenos la gracia y la fuerza para aceptar esta carga. Querido Dios, ponemos nuestras
preocupaciones en tus manos. Ponemos a nuestros enfermos bajo tu cuidado y te pedimos
humildemente que devuelvas la salud a tu siervo.
Querido Señor, Señor, oro por (insertar nombre). Oro para que puedan experimentar tu profunda
comprensión espiritual, tu fuerza, tu resistencia y tu paciencia. Oro para que puedas darle a
(nombre) más conocimiento de ti mismo durante este momento difícil.