CAP7
CAP7
CAP7
Documento: escritura, instrumento u otro papel autorizado, según los casos, con que se
prueba, acredita o hace una cosa.
1. Certificado
2. Recetas.
3. Presupuestos.
4. Recibos.
5. Historias clínicas.
6. Informes Periciales.
7. Consulta odontológica Legal.
8. Informe verbal.
9. Ficha odontológica.
10. Solicitud de Exámenes complementarios.
11. Consentimiento Informado.
Certificado
Es todo documento que asegura la veracidad de un hecho y su consecuencia, por ello debe
tener una finalidad social, por lo cual debe figurar en primer lugar la verdad, y esto nunca es lo
ignorado, lo dudoso, inexacto o carente de prueba. De esta manera los odontólogos solos
pueden extender certificados cuando afirman la existencia de hechos observados por ellos en el
dominio de su especialidad. El Código penal se refiere a en el Título XII - Delitos contra la fe
pública - Capítulo III Falsificación de documentos en general, Art. 292, 295, 296 y 298.
- Nacimiento
De orden público - Matrimonio
- Defunción
- Domicilio, etc.
Un certificado nunca debe tener un contenido falso, debe contener lo comprobado por el
odontólogo y no lo relatado por el solicitante.
Un documento falso, como un certificado, es un delito contra la fe pública bajo la forma”
falsificación de documento”.
Art. 292: El que hiciere todo o en parte un documento falso o adultere uno verdadero, de
modo que pueda resultar perjuicio. Será reprimido con reclusión o prisión de 1 a 6 años si se
tratare de un instrumento público y de 6 meses a 2 años si se tratare de un instrumento privado.
Si el documento falsificado o adulterado fuere de los destinados a acreditar la identidad de
las personas o la titularidad del dominio o habilitación para circular de vehículos automotores, la
pena será de tres a ocho años.
Para los efectos del párrafo anterior están equiparados a los documentos destinados a
acreditar la identidad de las personas, aquellos que a tal fin se dieren a los integrantes de las
fuerzas armadas, de seguridad, policiales o penitenciarias, las cédulas de identidad expedidas
por autoridad pública competente, las libretas cívicas o de enrolamiento y los pasaportes, así
como también los certificados de parto y de nacimiento.
Art. 295: Sufrirá prisión de un mes a un año, el médico que diere por escrito un certificado
falso, concerniente a la existencia o inexistencia, presente o pasada, de alguna enfermedad o
lesión cuando de ello resulte perjuicio.
La pena será de uno a cuatro años, si el falso certificado debiera tener por consecuencia que
una persona sana fuera detenida en un manicomio, lazareto u otro hospital.
Art. 296: El que hiciere uso de un documento o certificado falso o adulterado, será reprimido
como si fuere autor de la falsedad.
Art. 298: Cuando alguno de los delitos previstos en este capítulo, fuere ejecutado por un
funcionario público con abuso de sus funciones, el culpable sufrirá, además, inhabilitación
absoluta por el doble de tiempo de la condena.
Receta
Presupuesto
Recibos
Las historias clínicas nacieron con un objetivo fundamental, el de recogida de datos de los
enfermos, con la finalidad de conseguir una asistencia médica de la mejor calidad.
Posteriormente se han añadido otros objetivos:
1. Asistencial: trata de conseguir una correcta elaboración del diagnóstico, pronóstico y
tratamiento.
2. Docente: mediante el estudio de historias clínicas se puede conocer la manera de
expresarse las enfermedades y las diferencias y coincidencias entre unas y otras.
3. Investigador: sirven de base para elaborar estudios e investigaciones
4. Sanitarios y particularmente epidemiológicos: nos aportan datos suficientes para adoptar
decisiones sanitarias y bases epidemiológicas de numerosos procesos patológicos
5. Administrativos: a efectos económico-administrativos
6. Control de calidad
Otras maneras de elaborar las historias clínicas sería subdividirlas en los grupos:
Historia Clínica General, realizada en los servicios de medicina general o por los médicos
generalistas.
Historia Clínica de Especialidad, que son las que se llevan a cabo por los médicos
especialistas, estando incluidas en este grupo las que elaboran los odontólogos.
Juicio diagnóstico
En todo caso el odontólogo tiene la obligación de conocer el diagnóstico y tratamiento de los
principales procesos patológicos bucales, así como la repercusión en su campo de actuación de
las enfermedades de otros órganos y sistemas y ello con independencia de la especialización
que practique.
Juicio pronóstico
El pronóstico se pide al médico y al odontólogo frecuentemente por escrito, lo que le da mayor
relevancia jurídica, de ahí la importancia que tiene respecto de la imagen del profesional.
Las clases de pronóstico se expresan comúnmente a través de una escala pronostica que de
menos a mas es la siguiente: pronóstico leve, menos grave, grave, y muy grave.
Juicio terapéutico
La libertad terapéutica puede encontrarse limitada tanto en el ejercicio privado como en el
ejercicio público de los profesionales generalmente por razones económicas. Lo que obliga al
odontólogo a adoptar decisiones de conformidad con los pacientes y una vez llevada a cabo la
práctica del consentimiento informado.
Informe verbal
Informe pericial
1. Capítulo expositivo:
Presentación del informe pericial
En este punto como preámbulo y proemio, nos presentaremos, haciendo (según el Fuero) el
juramento de ley y demás prescripciones legales, diremos a quién va dirigido el informe,
citaremos la carátula de los autos, el Juez interviniente, la instrucción (si hubiere), el lugar, la
fecha y hora de realización (que generalmente es la fecha de la recolección de datos), luego se
hace la presentación del segundo paso, por Ej; Con el resultado que a continuación detallo: o A
V.E. respetuosamente me presento y digo:
2. Capítulo Analítico:
2.1 Examen clínico
2.2 Estudios Realizados
2.3 Diagnóstico.
Con la realización de la anamnesis, el examen clínico y los estudios presentados se debe
llegar a un diagnóstico de la afección u afecciones que padece el paciente. En el caso que no se
haya podido diagnosticar fehacientemente que patologías padece, o que el Perito dude de algo,
es conveniente hacérselo saber al Juzgador diciéndole que necesita realizar otros estudios,
indicando siempre las razones.
3. Capítulo conclusiones:
3.1 Consideraciones médico-legales
También llamado fundamentos médico-legales. Constituye una parte esencial del informe, es
una labor específica, se deben correlacionar los conocimientos médicos existentes para llegar al
diagnóstico mencionado, con las normas jurídicas que correspondan. Explicando siempre al
Juzgador, la forma y el porqué de lo que se dice.
3.2 Conclusión
Es la consecuencia lógica de todo de todo lo manifestado anteriormente en el Informe, no
pueden ser manifestaciones aisladas y que no puedan demostrarse fehacientemente.
Este capítulo es el que primero leen los abogados. Tienen una costumbre muy particular (que
recomiendo a quienes tengan que desempeñarse en éste medio), cuando toman un expediente,
van primero a la última actuación, una vez que la han visto comienzan a leer de adelante hacia
atrás. de allí la importancia de escribir separando cada capítulo, facilitando enormemente la
comprensión de quién la lee.
3.3 Calificación médico-legal
Esta parte sigue en orden de importancia a la conclusión escrita por el Perito. Es aquí donde
se debe relacionar la recolección de datos con los conocimientos y el criterio del Perito
Odontólogo, o sea con su formación, para valorar en forma correcta el estado actual, con los
antecedentes obrantes en autos.
3.4 Grado de incapacidad (Libremente para el fuero laboral y ajustado a baremo en lo posible
(para algunos) al de la legislación vigente, para el fuero Laboral)
3.5 Documentación y material agregado.
En este ítem detallamos y describimos los elementos que entregaremos junto con el Informe
escrito y que tienen valor para fundamentar la validez de las conclusiones y pueden servir como
ilustración al Juzgador de manera tangible.
El hecho de ponerle número a cada capítulo obedece al deseo de llevar un orden lógico,
además realizando los consiguientes signos de puntuación y dejando espacios (a excepción del
fuero penal donde no debe haber espacios en blanco), lleva a una lectura rápida y fácilmente
entendible.
Es necesario que éstas distintas partes o capítulos se destaquen en el escrito, porque de esa
manera se puede leer correctamente el Informe.
No nos debemos olvidar que lo primero que se lee en un Informe Pericial, son las conclusiones
y después se lee el resto. Vale decir entonces que no se debe escribir todo seguido en donde no
se puede visualizar correctamente cada una de sus partes.
Una correcta manera de realizar esto es poniéndoles números o letras a cada capítulo.
Cuando el informe pericial tenga una extensión de más de una carilla es conveniente, debajo
de la firma al final del texto, una indicación en el mismo acto que se trata de una de las carillas
del número total.
Es común ver en los peritos recién iniciados lo que habitualmente se denomina pericia
telegráfica. Es aquel informe que es escrito casi a renglón seguido, en una sola carilla, donde
solo figuran algunos datos, no explican suficientemente. Evidentemente no cumplen con los
requisitos explicados antes y lógicamente no siempre asesoran convenientemente al Juez de la
causa. No es raro entonces que los abogados de las partes o el mismo Juez pidan una o más
aclaraciones.
Contrariamente a la anterior cuando el Informe es demasiado largo y se va en explicaciones
tediosas y aburridas sobre distintas circunstancias sin entrar en el caso que nos ocupa, tampoco
asesoran debidamente al Juez.
Como podemos apreciar de todo lo expuesto anteriormente, para poder realizar un correcto
Informe Odontológico Pericial, hay que tener en cuenta una serie de pasos previos y luego
volcarlos debidamente en el papel con un orden lógico y establecido. Donde el documento se
realice de una manera correcta y científicamente fundamentado.
Ficha odontológica
Es sin duda el documento que libra el odontólogo que tiene (hasta el momento) mayor
representación social, que identifica al profesional por la habitualidad. En él se detalla el estado
bucal del paciente, las lesiones y tratamientos sucesivos a los que se ha sometido, siendo
innumerables los casos en que la ficha ha permitido el reconocimiento de personas vivas o
muertas.
Siempre debe estar firmada por el profesional y el paciente
Es considerada un documento público, en todo caso que pueda verse involucrada su
adulteración o falsificación, configurando el delito de estafa en el código penal, Art. 172 y 173.
Art. 172: Será reprimido con prisión de un mes a seis años, el que defraudare a otro con
nombre supuesto, calidad simulada, falsos títulos, influencia mentida, abuso de confianza o
aparentando bienes, crédito, comisión, empresa o negación o valiéndose de cualquier otro ardid
o engaño.
Art. 173: Sin perjuicio de la disposición general del artículo precedente, se considerarán
casos especiales de defraudación y sufrirán la pena que él establece:
1º el que defraudare a otro en la substancia, calidad o cantidad de las cosas que le entregue
en virtud de contrato o de un título obligatorio;
2º el que con perjuicio de otro se negare a restituir o no restituyere a su debido tiempo, dinero,
efectos o cualquier otra cosa mueble que se le haya dado en depósito, comisión, administración
u otro título que produzca obligación de entregar o devolver;
4º el que cometiere alguna defraudación abusando de firma en blanco, extendiendo con ella
algún documento en perjuicio del mismo que la dio o de tercero;
7º el que, por disposición de la ley, de la autoridad o por un acto jurídico, tuviera a su cargo
el manejo, la administración o el cuidado de bienes o intereses pecuniarios ajenos, y con el fin
de procurar para sí o para un tercero un lucro indebido o para causar daño, violando sus deberes
perjudicare los intereses confiados u obligare abusivamente al titular de éstos;
8º el que cometiere defraudación, sustituyendo, ocultando o mutilando algún proceso,
expediente, documento u otro papel importante;
9º el que vendiere o gravare como bienes libres, los que fueren litigiosos o estuvieren
embargados o gravados; y el que vendiere, gravare o arrendare como propios, bienes ajenos;
10º el que defraudare, con pretexto de supuesta remuneración a los jueces u otros empleos
públicos;
11º el que tornare imposible, incierto o litigioso el derecho sobre un bien o el cumplimiento,
en las condiciones pactadas, de una obligación referente al mismo, sea mediante cualquier acto
jurídico relativo al mismo bien, aunque no importe enajenación, sea removiéndolo, reteniéndolo,
ocultándolo o dañándolo, siempre que el derecho o la obligación hubieran sido acordados a otro
por un precio o como garantía;
14º el tenedor de letras hipotecarias que en perjuicio del deudor o de terceros omitiera
consignar en el título los pagos recibidos.
Exámenes complementarios
Como en todo documento debe obligatoriamente contener: los datos del profesional y del
paciente, lugar y fecha, firma y aclaración del profesional, incluida su matrícula de colegiación
que lo identifica, y el tenor que involucre el fin específico de la indicación precisa, orden o
solicitud.
También en algunos casos, en los que generalmente la obra social lo requiera, colocaremos
el motivo de la solicitud o el diagnóstico presuntivo.
PCI (Proceso de Consentimiento Informado)
1
El Profesor Diego Gracia Guillen es Doctor en Filosofía y ejerce su docencia e investigación en la
Universidad Complutense de Madrid (España). Preside el Comité Europeo para la Bioética, es autor de
numerosos libros, artículos científicos y es un reconocido experto en temas de Bioética.
El Manual de Ética de 1984 de la Asociación Médica Americana sostiene que “consiste en la
explicación, a una paciente atento y mentalmente competente, de la naturaleza de su
enfermedad, así como del balance entre los efectos de la misma y los riesgos y beneficios de los
procedimientos terapéuticos recomendados, para a continuación solicitarle su consentimiento
para ser sometido a esos procedimientos. La presentación de la información al paciente debe
ser comprensible y no sesgada; la colaboración del paciente debe ser conseguida sin coerción;
el médico no debe sacar partido de su potencial dominancia psicológica sobre el paciente”.
Poco tiempo ha transcurrido desde que Van Rensselaer Potter introdujera el neologismo
“bioética” al titular su libro “Bioethics: Bridge to the future” publicado en 1971. En estos años, lo
denotado por tal significante se ha impuesto como disciplina. De hecho, existe una comunidad
de hablantes que comparte el lenguaje bioético, que constituye los objetos de estudio, que cree
en ellos y que cuenta con seguidores y discípulos. Se trata de un discurso que es también un
producto en la medida que con él se identifican comisiones nacionales, comités, cursos, centros
de investigación, revistas, etc. (Lolas Stepke, 2002).
En el año 1978 se redactó la “Encyclopie of Bioethics” definiendo a la Bioética como el estudio
sistemático de la conducta del hombre en el ámbito de las Ciencias de la Vida, y en particular
de la salud, a la luz de principios y valores. Una de sus máximas expresiones de la Bioética
también se evidenciará en el clásico libro Principles of Biomedical Ethics que Beauchamp y
Childress publicaran en 1979.
La Bioética se ha ido formando a partir de distintas teorías filosóficas que orientaron el
surgimiento de principios y valores. En este sentido, la Bioética Principialista o Norteamericana
establece como sus cuatro Principios: autonomía, beneficiencia, no-maleficiencia y justicia.
Muchos filósofos han dicho que estos cuatro principios están en el mismo nivel, aunque su
aplicación es relativamente distinta. Así es que Diego Gracia habla de dos niveles teóricos. Uno
primero que estaría dado por el nivel básico que incluiría a la “Justicia” como presupuesto de
equidad en salud y a la “No-maleficiencia” como la obligación moral de todos los profesionales
sanitarios de no provocar ningún daño a sus pacientes. El segundo nivel estaría ubicado en la
relación con los pacientes en forma individual. Ahí actuaría la “Autonomía” como expresión de
la autodeterminación del paciente a poder decidir libremente sobre su cuerpo y su salud; y
también la “Beneficiencia” como una obligación del profesional de hacer todo lo que esté a su
alcance para preservar o restablecer la salud de su paciente.
De estos cuatro principios, surgen distintas reglas prácticas, entre las que se encuentran: la
regla de la veracidad (decir siempre la verdad), la regla de la confidencialidad (guardar
prudentemente el secreto de la información recibida por el paciente) y la regla del consentimiento
informado.
Legislación Nacional respectiva
2
"PACTO DE SAN JOSE COSTA RICA", en la ciudad de San José, Costa Rica, el veintidós de noviembre
de mil novecientos sesenta y nueve. ENTRO EN VIGOR EL 18 DE JULIO DE 1978.
3
Ley 24.193. Sobre transplantes de órganos y materiales anatómicos. Sancionada: Marzo 24 de 1993.
Promulgada Parcialmente: Abril 19 de 1993.
4
CÓDIGO DE ÉTICA (Aprobada por la Confederación Médica de la República Argentina el 17 de abril de 1955 )
La tendencia actual de la jurisprudencia en nuestro país, es aplicar por analogía los requisitos
del consentimiento informado del artículo 13 de la ley de transplantes, en todos los casos que
sea necesario.
Art. 120: “Nadie puede ser sometido sin su consentimiento a exámenes o tratamientos
clínicos o quirúrgicos, cualquiera sea la naturaleza, salvo disposición legal en contrario”
Art. 121: “Si el paciente es incapaz de hecho o no está en condiciones de expresar su
voluntad, debe recabarse el consentimiento de su representante legal, cónyuge o pariente más
próximo o allegado que en presencia del médico se ocupe de él. En ausencia de todos ellos, el
médico podrá prescindir del consentimiento cuando su actuación tenga por objetivo evitar un mal
grave al paciente.
En caso de negativa injustificada de las personas antes mencionadas a consentir un acto
médico requerido por el estado de salud del incapaz se suplirá por autorización judicial.
A. ¿Qué informar?
El diagnóstico, pronóstico y plan de tratamiento sugerido, beneficios que traerá llevar adelante
el plan propuesto, potenciales riesgos, costos y consideraciones postoperatorias.
En relación a los riesgos, se establece habitualmente que se debieran informar aquellos “muy
frecuentes y de baja malignidad” y aquellos “poco frecuentes pero que puedan producir una alta
malignidad”.
Recordar que jamás se puede ni se debe prometer el éxito de un plan de tratamiento, ya que
eso generaría una obligación de resultados y el odontólogo sólo tiene la obligación de poner
todos los medios a su alcance para lograr los objetivos propuestos.
B. ¿Quién informa?
El odontólogo
C. ¿Dónde informar?
En un ambiente privado (consultorio). Esto permitirá guardar la regla bioética de la
confidencialidad en la práctica clínica.
D. ¿Cómo informar?
El profesional debe hacerlo en forma oportuna, clara, precisa, mediante un lenguaje que el
paciente pueda comprender. Puede apoyarse con esquemas, dibujos, explicaciones escritas
sobre el plan de tratamiento sugerido. Todas ellas podrán adjuntarse a la documentación clínica.
En todo caso, siempre deberá informar guardando la regla bioética de la veracidad. De este
modo, el odontólogo actuará con veracidad, lealtad y prudencia.
E. ¿A quién informar?
Se debe informar a todos los pacientes. Incluso aquellos que gozan de un buen nivel de salud,
deben ser informados sobre los recursos que les permitieran mantener ese estado.
Algunas consideraciones:
● Si se trata de un menor de edad (hasta los 21 años), se le debe informar al paciente y a
su representante legal.
● Si se trata de una persona que “aparentemente” no está sana en el juicio, se deberá
informar al representante legal y al designado en la primera parte de la historia clínica.
● Si se trata de una persona “demente” a su representante legal (acreditado).
● Si se trata de un estado grave del paciente y/o de un acto odontológico que pudiera
causarle un severo cambio en su vida, es recomendable que la información se dirija además
a los familiares.
F. Excepciones
Sólo no se realizaría el PCI en casos de emergencia donde la vida del paciente se encuentre
en peligro (fracturas, shock anafiláctico, paro cardiorespiratorio)
2. Elementos informativos
2.1 Encuentro y diálogo: Se deberá promover un espacio donde el paciente pueda resolver
escuchar las explicaciones del plan de tratamiento propuesto y sus potenciales riesgos.
El paciente deberá aclarar sus dudas, erradicar sus miedos y satisfacer sus expectativas
de información.
2.2 Recomendación: Se podrá persuadir al paciente mostrando los beneficios que le traerá.
2.3 Alternativas: Siempre se ofrecerán, incluso se deberán enunciar aquellas que el
odontólogo no realice habitualmente.
2.4 Justificación: Se deberá argumentar los motivos del plan sugerido.
2.5 Comprensión: Por último, se evaluará si el paciente comprendió la explicación ofrecida.
3. Elementos finales
3.1 Decisión: Se debe obtener un consentimiento que esté fundado en una decisión
conciente, libre y responsable hacia el plan de tratamiento propuesto.
3.2 Autorización: Por último, se dejará por escrito en la planilla de consentimiento los pasos
anteriores.
Una vez realizado el protocolo del PCI, se efectúa como último paso la firma de la planilla.
Por tanto, a continuación, se describirá sintéticamente los puntos que debiera incluir un
documento de consentimiento informado:
Consentimiento informado
Fecha: ……………
....................................... ......................................
Firma del paciente (o Responsable) Firma y aclaración del Odontólogo
Responsable:
Apellido y nombre: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
D.N.I.: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Domicilio: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Teléfono: . . . . . .
...............
Límites del Consentimiento Informado
Existen ciertos límites a la información que el profesional le brinda al paciente y que muchas
veces crea un conflicto de intereses entre el principio de la autodeterminación que entraña el
consentimiento informado y la vida o la integridad física por otro.
En nuestro país y en Francia, entre otros países, se oculta legítimamente al enfermo la
información referida a un mal incurable que él pueda padecer.
El profesional podría resguardar cierta información cuando el paciente no se encuentre en
condiciones psíquicas adecuadas para conocer la gravedad de su enfermedad. Ante esta
situación, se ha dicho que el profesional tiene un campo de discrecionalidad, sin perjuicio de que
debe revelar a los parientes del enfermo los detalles sobre el real estado de éste. Sin embargo,
estas situaciones debieran ser sumamente analizadas y, hasta en algunos casos, someterse a
la evaluación del Comité de Bioética de la institución hospitalaria.
Asimismo, existen distintas situaciones en las que la intervención del profesional deba
hacerse con suma urgencia, sin demoras, por el peligro a ocasionar lesiones irreversibles o
incluso peligrar la propia vida del paciente, no existiendo posibilidad de avisar tampoco a los
familiares. Este caso se conoce como “privilegio terapéutico”. El profesional se encuentra
eximido de cumplir con el deber de información y puede actuar en la emergencia hasta regularizar
la salud del paciente. Por supuesto que una vez que la salud del mismo se encuentra rehabilitada
o normalizada, el profesional deberá informar al paciente y a sus familiares respecto de lo
sucedido.
Hoy día, todas las investigaciones que involucren como sujetos de experimentación a
personas sanas y/o enfermas deben seguir con rigurosidad el protocolo de consentimiento
informado. En estos casos, el PCI tiene varias funciones específicas, a saber:
2. Función Declarativa: formula cuáles son las actividades, principios y valores sobre los que
se fundará la relación clínica.
Muchos profesionales que asisten a niños y jóvenes dudan del marco legal que protege a los
menores adultos (entre 14 y 21 años) frente a las decisiones sobre el propio cuerpo.
Los fundamentos jurídicos tienen que ver, con la recepción constitucional de la Convención
Internacional de Derechos del Niño 5, que establece que el niño es persona humana, sujeto y
titular de derechos y obligaciones; razón por la cual debe considerárselo siempre fin en sí mismo,
nunca un medio, respetando su esencia como sujeto y no como objeto.
El Consentimiento Informado se considera desde un derecho personalísimo vinculado a la
disposición del propio cuerpo en las relaciones clínicas; como derecho personalísimo tiene
la característica de ser innato, vitalicio, extrapatrimonial, privado, absoluto y relativamente
indisponible, entre otros caracteres.
Estas características permiten inferir que el Consentimiento Informado es intransferible como
principio general, salvo que manifiestas razones de inmadurez e incompetencia no permitan
ejercerlo al menor por sí mismo.
La indicación global es que el menor pueda ejercer su derecho a participar en el PCI en
armonía con los deberes de los padres que emana del ejercicio de la patria potestad. En tal
sentido, la Convención Internacional de los Derecho del Niño, brinda pautas de orientación al
precisar en su Art. 5, que las facultades conferidas a los padres o representantes le son
otorgadas con el objetivo de ser “impartidas en consonancia con la evolución de las facultades,
dirección y orientación apropiadas para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la
presente Convención”. Solamente en aquellos casos en que la relación triangular entre padres,
hijos y equipo de salud se resquebraja por diversidad de posiciones que puedan afectar el mejor
interés del niño, debe darse paso a la intervención judicial como última a alternativa de protección
al menor.
5
Convención sobre los Derechos del Niño adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General en su resolución
44/25, de 20 de noviembre de 1989. Entrada en vigor: 2 de septiembre de 1990
niño con suficiente entendimiento, tomar decisión informada para rehusar someterse a
valoraciones médicas psiquiátricas entre otras medidas judiciales.
En Francia, la Corte reconoció a una menor de 14 años su derecho al “rechazo informado” de
un tratamiento contra el cáncer por una gran cantidad de efectos nocivos de la terapéutica
oncológica. Publicaciones científicas especializadas en atención a los niños han avalado el
criterio de capacidad natural de comprensión sobre los criterios de determinación cronológico-
legal; se ha indicado que “… el papel que le corresponde al niño en el plan del tratamiento
depende más de su grado de crecimiento y aptitud personal que de su edad debe incluir de
manera más plena en la toma de decisiones sobre su tratamiento. Los niños de más edad y
adolescentes pueden tener valores religiosos o de otra índole que condicionen su respuesta a la
enfermedad y al tratamiento...”
Se debería respetar el derecho a la autodeterminación en aquellos pacientes adolescentes
capaces de comprender en qué estado se encuentran y las consecuencias de sus decisiones,
mediante invitarlos a participar en forma de decisiones…”
En el ámbito del derecho europeo continental, el Instituto de Salud Español estableció que
“…que la prestación del consentimiento podrá otorgarla por sí el menor de edad al tratarse de un
acto relativo a derechos de la personalidad, conforme al art 162, inciso 1 del Código Civil… de
acuerdo con sus condiciones de madurez…
El incumplimiento de esas obligaciones por parte del médico y equipo médico dará lugar o
podrá darlo, sin perjuicio de la responsabilidad disciplinaria, a las responsabilidades civiles o
penales que hubiere lugar...”
En Latinoamérica, más precisamente en Costa Rica, se acordó que en razón de la recepción
de la Convención Internacional de los Derechos del Niño: “… no se puede disponer de un menor
sin tomar en cuenta su parecer, para lo cual, asimismo deberá mediar necesariamente una
evaluación de grado de madurez existente en el niño menor de 18 años, pero mayor de 12 años
de edad”.