U1-2 - Diagnóstico Psicopedagógico
U1-2 - Diagnóstico Psicopedagógico
U1-2 - Diagnóstico Psicopedagógico
Contenido
INTRODUCCIÓN. .................................................................................................................................. 2
ETAPAS DEL DIAGNÓSTICO PSICOPEDAGÓGICO. ................................................................................... 3
IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA Y DERIVACIÓN. ................................................................................ 3
HIPÓTESIS DIAGNÓSTICA E INSTRUMENTACIÓN. ............................................................................... 5
ESTUDIO CLÍNICO Y SÍNTESIS DIAGNÓSTICA..................................................................................... 8
MÉTODOS COMPLEMENTARIOS ....................................................................................................... 9
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ......................................................................................................... 10
Introducción.
El diagnóstico psicopedagógico es un proceso que consta de diversas etapas. Se inicia con
la elaboración de la historia clínica, documento en el que se registran los datos obtenidos en
la entrevista inicial, a través de la anamnesis.
Una vez concluida esa etapa, se pasa a la evaluación psicopedagógica, en la que guiados
por la hipótesis diagnóstica a la que se arriba al finalizar la entrevista inicial, se administran
los instrumentos para valorar los niveles funcionales, las características cognitivas y los
síntomas presentes en cada caso.
Es posible así acceder al diagnóstico psicopedagógico, que compendia los desafíos a ser
asumidos en la fase de intervención.
Para responder a ellas, muchas instituciones educativas trabajan con estrategias de pre-
derivancion, como parte previa a los procesos de diagnóstico.
Estas estrategias han sido diseñadas para atender las necesidades y resolver las dificultades
en el contexto del aula ordinaria, e implica la puesta en práctica en clase de una serie de
procesos antes de iniciar un plan de diagnóstico formal.
Si estas estrategias, aún dejan paso a las dificultades observadas o no las resuelven
completamente, habrá que realizar entonces la derivación formal.
Para ello, antes de llegar a la decisión de remitir al estudiante con problemas al servicio
psicopedagógico para proceder a una evaluación formal, el profesor ha de haber realizado
con anterioridad tres cosas:
Según Fernández Ballesteros (Cardona, 2000, pág. 47), una vez iniciado el proceso formal
de evaluación, los objetivos van a ser dos:
1) Obtener información suficiente acerca del problema para hacer posible la formulación
de supuestos e hipótesis sobre el mismo.
2) Verificar estas hipótesis mediante técnicas de evaluación adecuadas y, en su caso,
de contraste experimental.
Se inicia así la fase inicial, propiamente dicha de la evaluación psicopedagógica que concluirá
con el diagnóstico.
En forma específica, a través de ella se obtienen datos acerca de la persona sirven para llegar
a una conclusión hipotética sobre la dificultad que padece y desde tal hipótesis se seleccionan
los instrumentos que se administrarán en la fase de evaluación subsiguiente.
A esta entrevista acuden los padres o encargados de los menores que serán evaluados para
la recolección de la mayoría de los datos que deben considerarse en el conocimiento de la
persona y sus dificultades.
A esta fase del diagnóstico, tomando el término del contexto médico, se le denomina
Anamnesis, y a la incorporación de la información recogida en un esquema organizativo,
Historia Clínica.
Existen muchos modelos y ejemplos de dicho esquema. Puedes revisar uno de ellos en las
páginas 250 a la 260 de la autoría de JE Azcoaga. (Azcoaga, Alteraciones del Aprendizaje
Escolar, 1997):
Especial relevancia presenta esta última, pues, de ella derivan los planes del trabajo
siguiente, en la búsqueda de instrumentación y en definición de los posibles elementos que
conforman la dificultad, y por tanto la necesidad de ayuda correspondiente.
De modo que, la instrumentación que se selecciona una vez definida la Hipótesis Diagnóstica,
responde a las dimensiones referidas.
Esta hipótesis supone que el evaluador llegue a una conclusión con respecto a lo que los
datos recogidos indican en relación a la situación problemática que motiva la consulta con el
servicio psicopedagógico.
Por esta razón, el proceso de evaluación psicodiagnóstica del área, es comparable con un
proceso de investigación en el que, se define un problema, se hipotetiza, se indaga y se
concluye con el diagnóstico.
En la selección de los instrumentos es necesario considerar que los mismos pueden ser
informales o formales.
El objetivo de estas evaluaciones es detectar áreas de déficit; verificar, probar o descartar las
conclusiones y recomendaciones basadas en la evaluación formal; deducir las necesidades
educativas o conductuales particulares del niño y formular un programa para satisfacerlas.
Este tipo de evaluación no tiene referencias a una norma, es decir no están estandarizados.
Hay que destacar que la mayor parte de la evaluación de las dificultades de aprendizaje se
realiza a través de evaluaciones formales y suele desarrollarse bajo condiciones estrictas en
su aplicación.
La mayoría de los test formales incluyen un manual que describe la estandarización realizada
y las instrucciones precisas para administrar y computar los resultados, como de las
orientaciones para interpretar los resultados.
Los datos que se desprenden de estos test se informan de modo cuantitativo. Por ejemplo:
nivel de edad, nivel escolar, percentil, cifras en escala, y cociente, etc.
a) De aplicación Individual, en los que se evalúa a una sola persona por vez.
b) De aplicación Colectiva, en los que varías personas son evaluadas en la misma
sesión.
Una tercera clasificación se refiere al tipo de respuesta que exigen los test:
En la bibliografía de esta lectura podrás encontrar un texto que describe las fichas técnicas
de numerosas pruebas psicopedagógicas.
Nos referimos al Manual para la evaluación psicopedagógica (Gates, 2002, pág. 42 ss)
disponible en:
Este momento es de crucial importancia, pues define la síntesis final a través de la cual el
evaluador sopesa los todos los resultados obtenidos e interpreta los resultados en relación a
la pregunta inicial de qué le pasa a la persona que ha llegado hasta la consulta buscando una
respuesta a sus dificultades.
En esta fase, se arriba a la síntesis diagnóstica, por la cual se determina cuál es el eje de la
alteración, como el principal elemento en el que se centralizan las dificultades.
Luria llama a este eje, el “defecto central o primario” y lo define como: “la alteración funcional
de la estructura cerebral subyacente, que se manifiesta como el cambio en las regularidades
de las redes neurales que constituyen la causa de la desintegración psicológica” (Luria, 1978)
Además, es necesario definir cada uno de los componentes de la dificultad, como elementos
que giran en torno al eje, lo que, siguiendo la exposición de Luria, se refieren al “defecto
secundario” que comprende a todo el efecto sistémico de la alteración funcional.
Luria llama a esta diferenciación entre el eje y lo componentes de las alteraciones “análisis
sistémico o factorial”.
Esta etapa del diagnóstico, comprende también el trabajo directo con los especialistas del
equipo en la exploración de sus áreas específicas de trabajo.
Una vez intercambiadas las opiniones con los demás participantes del equipo que intervienen,
surge la formulación del diagnóstico clínico que corresponderse totalmente con la hipótesis
originaria, o sustituirla.
Métodos Complementarios
Frecuentemente, en el proceso de diagnóstico psicopedagógico es necesario recurrir a los
métodos complementarios.
Esto incluye la exploración con diversos recursos que exceden el ámbito propio del
psicopedagógico, pero que son necesarios realizar, recurriendo a la expertise de otras áreas
complementarias a la de la intervención psicopedagógica.
Referencias Bibliográficas