Entrevista a Juan Forn
Entrevista a Juan Forn
Entrevista a Juan Forn
Por un lado a mí la novela que más me interesa es la de mitad del siglo XIX
para acá y es evidente que en los últimos cincuenta años la novela ha ido
perdiendo resonancia, elocuencia. En un momento fue la caja perfecta y
lentamente fue perdiendo eso. Por otro lado me tocó vivir una época de
decadencia de la novela, después de un momento muy alto. Llegué a leer libros
extraordinarios de escritores extraordinarios apenas aparecieron. Desde El
amor en los tiempos de cólera a las novelas de Saul Bellow, pasando por todas
las que quieras pensar, pero eso, digamos que, a fines de los ochenta empezó a
languidecer. Con lo que no estaba peleado para nada es con lo que llamaría el
formato relato, contar un cuentito, contar una historia y con eso sigo
convencido cada vez más de que es el artefacto perfecto de transmisión, no
solo de información sino de comunicación e incluso de enseñanza.
Desde que empezamos hacer Radar (suplemento cultural de Página/12 que sale
los domingos), siempre dije: acá la clave es contar cuentitos. En vez de salir a
buscar periodistas salí a buscar escritores o artistas y a darles carta blanca
para escribir. Lo que buscaba era un espesor de prosa y una potencia de relato
que superara la de un suplemento cultural todo lo posible. De hecho funcionó
porque Clarín copió e hizo Ñ, La Nación hizo ADN, todos empezaron a meter
en la misma bolsa el mismo suplemento. Yo decía: en la vida cotidiana vos
tenes tus discos, tus libros, los cuadros que te regalaron tus amigos sobre los
pintores, todo convive y coexiste en tu vida ¿por qué hay que hacer un
suplemento literario, un suplemento de plástica? Otra cosa que detesto es a los
especialistas, los críticos, a mí me gustan mucho más los legos o los fanáticos
de un tema que el especialista, diplomado o académico en un tema.