Cardiología
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Cardiología
CAPÍTULO 1
SÍNDROME CORONARIO AGUDO
Cristina Beltrán Herrera | Verónica Suberviola Sánchez-Caballero | María Mir Montero
1. INTRODUCCIÓN
La primera causa de muerte en países desarrollados es la enfermedad cardiovascular; la más
prevalente y la que se asocia a mayor morbimortalidad es la enfermedad coronaria.
2. DEFINICIÓN
El síndrome coronario agudo (SCA) se produce en la mayoría de los casos por la rotura de una pla-
ca de ateroma que desencadena trombosis local y disminución del flujo coronario. Existen otras
causas de SCA: aumento de la demanda, como taquiarritmias, estenosis aórtica, miocardiopatía
hipertrófica y dilatada; causas no cardiológicas, como hipertensión arterial (HTA), hipertermia, hi-
pertiroidismo, fístula arteriovenosa, simpaticomiméticos como la cocaína y estados de ansiedad
y de shock hipovolémico o distributivo, anemia e hipoxemia; o disminución del aporte de oxígeno,
como en bradiarritmias, disfunción ventricular grave, estenosis aórtica, obstrucción al tracto de
salida, vasoespasmo, disección, arteritis y embolismo coronario.
3. CLASIFICACIÓN
El SCA se clasifica en 2 tipos según su presentación (figura 1):
SCASEST
Figura 1. Clasificación del síndrome coronario agudo. Modificación del documento de consenso de la
Sociedad Española de Cardiología (proceso asistencial simplificado del síndrome coronario agudo).
BRIHH: bloqueo completo de la rama izquierda; ECG: electrocardiograma; IAM: infarto agudo de miocardio; IAMSEST:
infarto agudo de miocardio sin elevación del ST; SCASEST: síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST.
CAPÍTULO 1
2 SÍNDROME CORONARIO AGUDO
▶ Síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST (SCASEST): se puede manifestar
como depresión persistente o transitoria del segmento ST, inversión de las ondas T, ondas
T planas o pseudonormalización de las ondas T o incluso electrocardiograma (ECG) normal.
La elevación de los marcadores de daño miocárdico determinará el diagnóstico de infarto
agudo de miocardio sin elevación del ST (IAMSEST) o angina inestable si no existe elevación
enzimática.
▶▶ Síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST (SCACEST): se manifiesta con eleva-
ción persistente del ST (> 20 min), que suele reflejar la oclusión coronaria aguda total. También
se incluyen en este grupo los pacientes con dolor torácico y bloqueo completo de la rama iz-
quierda (BRIHH) de nueva aparición.
4. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La presentación clínica típica del SCA es la opresión retroesternal con irradiación al brazo izquier-
do, el cuello o la mandíbula, que puede ser intermitente (por lo general, varios minutos) o persis-
tente (en el caso del SCACEST). Suele acompañarse de otros síntomas, como diaforesis, náuseas,
dolor abdominal, disnea y síncope.
Hasta en un 30 % de los casos la presentación es atípica, como dolor epigástrico, indigestión,
dolor torácico punzante, dolor torácico con características pleuríticas o disnea creciente. Los sín-
tomas atípicos se observan más frecuentemente en ancianos (> 75 años), mujeres y pacientes con
diabetes mellitus (DM), insuficiencia renal crónica o deterioro cognitivo.
Los factores que se asocian con una mayor probabilidad de que un dolor torácico sea un SCA son:
edad avanzada, sexo masculino, antecedentes familiares de cardiopatía isquémica, arteriopatía
periférica o enfermedad vascular cerebral, DM, insuficiencia renal y antecedentes de enfermedad
coronaria previa.
5. DIAGNÓSTICO
5.1. ELECTROCARDIOGRAMA
Con dolor torácico debe realizarse tras el primer contacto médico (< 10 min) y hay que repetirlo
siempre que vuelva el dolor.
Si es normal y la clínica es sugestiva de SCA debe realizarse seriación de ECG cada 6 h junto con la
seriación enzimática y monitorizar el ritmo.
5.3. BIOMARCADORES
La determinación seriada de biomarcadores es obligatoria en pacientes con sospecha de SCA,
pero nunca debe retrasar el inicio del tratamiento.
▶▶ Troponinas I o T: comienzan a elevarse en las 3-4 primeras horas del inicio de los síntomas (pue-
den no elevarse hasta las 12 h, por lo que es recomendable seriarlas hasta ese período) y pue-
den mantenerse elevadas hasta 2 semanas después del evento.
▶▶ Troponina ultrasensible (TnUs): más sensible que las anteriores, tiene un alto valor predictivo
negativo, pero da lugar a más falsos positivos. Al igual que las anteriores, puede estar elevada
por muchas otras causas (tabla 1).
▶▶ Creatinfosfocinasa (CPK) y su fracción MB (CPK-MB): tiene menor sensibilidad que las anterio-
res. La CPK comienza a elevarse a las 4-6 h del inicio de los síntomas, alcanza el pico a las
Tabla 1. Diagnóstico diferencial de la elevación de troponina. Guías ESC 2015 sobre el tratamiento
de los síndromes coronarios agudos en pacientes sin elevación persistente del segmento ST
Taquiarritmias y bradiarritmias
IC
Urgencias hipertensivas
Miocarditis
Cardiomiopatía de estrés (Tako-Tsubo)
Disección aórtica
Cardiopatía estructural (estenosis aórtica)
Enfermedades críticas (shock/sepsis/quemaduras)
Embolia o hipertensión pulmonar
Disfunción renal aguda o crónica
Espasmo coronario
Evento neurológico agudo (ictus, hemorragia subaracnoidea)
Contusión cardíaca o procedimientos cardíacos (cirugía, ablación, marcapasos, cardioversión)
Hipotiroidismo e hipertiroidismo
Enfermedades infiltrativas (amiloidosis, hemocromatosis, sarcoidosis, esclerodermia)
Toxicidad farmacológica (doxorrubicina, 5-fluorouracilo) o veneno de serpiente
Esfuerzo físico
Radomiólisis
IC: insuficiencia cardíaca.
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12-24 h y a las 48-72 h se normaliza. La CPK-MB es más útil que la CPK: se eleva a las 3-4 h de
los síntomas, alcanza el pico a las 10-18 h y a las 48-72 h se normaliza. La CPK-MB comparada
con la troponina muestra una disminución más rápida tras el infarto y puede ser más útil para
determinar el momento en el que se produjo el daño miocárdico y detectar el reinfarto precoz.
La Sociedad Española de Cardiología recomienda basándose en la determinación de troponina 2
algoritmos: uno rápido (2 determinaciones de TnUs con 3 h de separación) y uno ultrarrápido (2
determinaciones con 1 h de separación) para confirmar o descartar IAM. Se recomienda usar el
algoritmo rápido (figura 2).
Recepción TnUs 3 h
TnUs sin cambios Incremento TnUs > LNS TnUs sin cambios
Figura 2. Algoritmo de diagnóstico del SCASEST rápido según el documento de consenso de la Sociedad
Española de Cardiología (proceso asistencial simplificado del síndrome coronario agudo 2017).
5.4. TRATAMIENTO
5.4.1. Medidas generales
▶▶ Reposo, monitorización cardíaca, tensión arterial (TA) y saturación de oxígeno (SatO2). Canaliza-
ción de una vía venosa periférica.
▶▶ Oxigenoterapia si la SatO2 ≤ 90 % o hay IC.
▶▶ Control del dolor: administrar 2-5 mg de cloruro mórfico al 1 % i.v. y repetirlo cada 10-15 min si
es preciso. No usar antiinflamatorio no esteroideo (AINE) por su posible efecto protrombótico y
el riesgo de aumento del área de necrosis miocárdica.
▶▶ Nitratos:
• Solinitrina 0,4-0,8 mg s.l.: para descartar inicialmente componente de espasmo coronario rever-
sible o ante la recidiva de una crisis de angina. Está indicada si la tensión arterial sistólica (TAS) >
90 mmHg y la frecuencia cardíaca (FC) > 50 lpm.
CARDIOLOGÍA
MANUAL DE URGENCIAS
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• Solinitrina Forte® i.v. perfusión continua (50 mg en 250 cc de suero glucosado al 5 % comenzan-
do a 4 ml/h y ajustando según TA o síntomas): recomendada en casos de isquemia persistente,
IC o para el control de la TA elevada.
• No administrar ante la sospecha de IAM de ventrículo derecho o en pacientes que hayan toma-
do inhibidores de la fosfodiesterasa-5 (sildenafilo, tadalafilo, vardenafilo).
▶▶ Betabloqueantes: disminuyen el consumo miocárdico de oxígeno. Se recomienda administrarlos en
las primeras 24 h de un SCA, en pacientes estables y por vía oral. Atenolol 25-50 mg/día en dosis única
o cada 12 h si la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) es normal. Si hay disfunción del ven-
trículo izquierdo (VI), están recomendados carvedilol 3,125-6,25 mg/12 h, bisoprolol 2,5-5 mg/24 h o
metoprolol 25-50 mg/8 h, comenzando a dosis bajas con titulación posterior de manera ambulatoria.
No se recomienda su uso i.v. sistemático (en caso de usarlos, metoprolol 5 mg i.v. en pacientes
estables hemodinámicamente, sin IC, TAS > 120 mmHg) y están contraindicados en IC, shock car-
diogénico, hipotensión arterial, bradicardia (FC < 50 lpm), trastornos de la conducción auriculo-
ventricular o hiperreactividad bronquial.
No se deben administrar en SCA secundarios al consumo de cocaína.
▶▶ Antagonistas del calcio: su uso queda limitado al control de la isquemia en pacientes en los que
no se controle con nitratos y betabloqueantes, si existe intolerancia a betabloqueantes y en la
angina vasoespástica:
• No dihidropiridínicos: diltiazem o verapamilo. No hay que usarlos en caso de disfunción sistólica
del VI.
• Dihidropiridínicos: amlodipino y nifedipino.
▶▶ Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA): administración precoz por vía
oral en todos los pacientes, especialmente si presentan IC, fracción de eyección (FE) ≤ 40 %, DM
o HTA. Según la TA del paciente, se deben administrar: enalapril 2,5-5 mg/12 h, ramipril 2,5-5
mg/24 h, lisinopril 2,5-5 mg/24 h o captopril 25 mg/8 h con titulación ambulatoria posterior.
▶▶ Antagonistas del receptor mineralocorticoide (espironolactona o eplerenona 25 mg): hay que admi-
nistrar precozmente en pacientes con SCA con IC (Killip > II) y disfunción ventricular (FE < 40 %) y/o DM.
▶▶ Estatinas: salvo contraindicación, se deben administrar precozmente a dosis altas a todos los
pacientes para un objetivo de lipoproteína de baja densidad (LDL) < 70 mg/dl. Atorvastatina 40-
80 mg/24 h o rosuvastatina 20-40 mg.
5.4.2. Tratamiento del síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST
Es fundamental la estratificación del riesgo isquémico en los pacientes con SCASEST de forma
precoz para identificar a aquellos con mayor riesgo de presentar complicaciones mortales o nue-
vos eventos coronarios a corto o largo plazo. La escala más precisa en la actualidad es la GRACE
(www.gracescore.org) (tabla 2). Así, podremos clasificar a los pacientes en bajo, moderado, alto
y muy alto riesgo isquémico (tabla 3).
También es importante la estratificación precoz del riesgo hemorrágico; para ello utilizaremos la
escala de riesgo CRUSADE (www.crusadebleedingscore.org) (tabla 4).
▶▶ Tratamiento antiagregante:
• Ácido acetilsalicílico (AAS): administrar a todos los pacientes con SCA:
—— Dosis de carga: 150-300 mg (500 mg i.v. si no se puede ingerir).
—— Dosis de mantenimiento posterior indefinida de 100 mg/24 h.
Está contraindicado si hay hipersensibilidad conocida (se deben valorar técnicas de desensibiliza-
ción), sangrado gastrointestinal activo, alteraciones de la coagulación o enfermedad hepática grave.
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CABG: cirugía de revascularización coronaria; DM: diabetes mellitus; FEVI: fracción de eyección del ventrículo izquierdo;
FG: filtración globular; IAM: infarto agudo de miocardio; IC: insuficiencia cardíaca; ICP: intervención coronaria percutánea.
PRASUGREL TICAGRELOR
Contraindicaciones Hemoglobina < 10 g/dl
Plaquetas < 100.000/mm3
Alto riesgo de sangrado o hemorragia activa
Ictus hemorrágico previo
ACV/AIT previo Insuficiencia hepática grave
Insuficiencia hepática grave Drogas que interaccionan con CYP3A4a
Precauciones ≥ 75 años (no recomendado) Insuficiencia hepática moderada
< 60 kg (no recomendado) Bradiarritmia
Tratamiento anticoagulante Hiperuricemia
Eventual CABG o cirugía no cardíaca (7 días) Asma o EPOC
Insificiencia renal o hepática Eventual CABG o cirugía no cardiaca (5 días)b
a
La administración concomitante de tricagrelor con inhibidores potentes del CYP3A4 (ketoconazol, claritromicina,
nefazodona, ritonavir, atazanavir, etc.) está contraindicada. Asimiso, no se recomienda la administración concominante de
ticagrelor con inductores potentes del CYP3A4 (rifampicina, dexametosona, fenitoína, carbamazepina, fenobarbital, etc.).
b
Según la ficha técnica se recomienda retirar el ticagrelor o el clopidogrel 7 días antes.
ACV: accidente cerebrovascular; AIT; accidente isquémico transitorio; CABG: cirugía de revascularización coronaria;
CYP2A4: citocromo P-450 3A4; EPOC: enfermead pulmonar obstructiva crónica.
5.4.3. Tratamiento del síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST
▶▶ En SCACEST con síntomas de isquemia ≤ 12 h de duración se debe realizar una terapia de reperfusión
urgente con ICP primario (de elección) o con fibrinólisis (si no se dispone de ICP en el centro y el traslado
a otro con ICP es ≥ 120 min) para recuperar el flujo coronario y reperfundir el miocardio isquémico.
▶▶ En SCACEST > 12 h de duración: en todos los casos el tratamiento médico con antiagregación,
anticoagulación y medidas de prevención secundaria debe realizarse de la misma manera que
lo descrito previamente. Si persisten síntomas de isquemia, inestabilidad hemodinámica y/o
arritmias malignas, debe realizarse ICP urgente. Si están estables, se debe considerar la revas-
cularización con ICP a las 12-48 h del inicio de los síntomas.
▶▶ Si > 48 h se puede considerar realizar un test no invasivo para valorar isquemia residual y via-
bilidad o valorar coronariografía (la revascularización de la arteria ocluida no está indicada de
forma rutinaria pasadas 48 h).
Las medidas generales ante cualquier SCACEST incluyen: monitor de ECG con desfibrilador dispo-
nible, oxígeno cuando la SaO2 < 90 % y opioides i.v. si hay dolor.
5.4.3.1. Estrategia de intervención coronaria percutánea de elección (tabla 6)
Tabla 7.
ABSOLUTAS
Hemorragia intracraneal o ictus de origen desconocido previo
Ictus isquémico en los 6 meses previos
Afectación del sistema nervioso central (tumor, malformación arteriovenosa, enfermedad)
Traumatismo mayor, cirugía, traumatismo craneal en el mes previo
Sangrado gastrointestinal en el mes previo
Sangrado activo (excepto menstruación)
Disección aórtica
Punción no compresible en las últimas 24 h (ej.: biopsia hepática, punción lumbar)
CARDIOLOGÍA
MANUAL DE URGENCIAS
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Puntos clave/recuerda
▶▶ El SCASEST se puede manifestar como depresión persistente o transitoria del segmen-
to ST, inversión de las ondas T, ondas T planas o pseudonormalización de las ondas T o
incluso ECG normal. La elevación de los marcadores de daño miocárdico determinará el
diagnóstico de IAMSEST o angina inestable si no existe elevación enzimática.
▶▶ El SCACEST se manifiesta con elevación persistente del ST. También se incluyen en este
grupo los pacientes con dolor torácico y BRIHH de nueva aparición.
▶▶ En un paciente con dolor torácico debe realizarse ECG tras el primer contacto médico y
hay que repetirlo siempre que vuelva el dolor. Si es normal y la clínica es sugestiva de SCA,
debe realizarse seriación del ECG cada 6 h junto con la seriación enzimática y monitorizar
el ritmo.
▶▶ La ecocardiografía no es necesaria realizarla de rutina en urgencias ni debe retrasar el
inicio del tratamiento. Sería recomendable en pacientes con SCA con inestabilidad hemo-
dinámica y/o sospecha de complicación mecánica.
▶▶ No hay que administrar nitratos ante la sospecha de IAM de ventrículo derecho o a pacien-
tes que hayan tomado inhibidores de la fosfodiesterasa-5.
▶▶ Los betabloqueantes se recomienda administrarlos en las primeras 24 h de un SCA en
pacientes estables y por vía oral.
▶▶ Está recomendada la administración de IECA v.o. en todos los pacientes, especialmente si
presentan IC, FE ≤ 40 %, DM o HTA.
▶▶ Es fundamental la estratificación del riesgo isquémico en los pacientes con SCASEST de
forma precoz para identificar a aquellos con mayor riesgo de presentar complicaciones
mortales o nuevos eventos coronarios a corto o largo plazo.
CAPÍTULO 1
12 SINDROME CORONARIO AGUDO
ALGORITMO
Tratamiento antiagregante
Tratamiento anticoagulante
Tratamiento antiisquémico
Y
ESTRATIFICACIÓN DE RIESGO
1. INTRODUCCIÓN Y DEFINICIÓN
La insuficiencia cardíaca aguda (ICA) es una de las causas más frecuentes de insuficiencia respira-
toria atendidas en los Servicios de Urgencias (SU) y se basa en la rápida aparición de síntomas y
signos derivados de una función cardíaca deficitaria, sea por causas estructurales o funcionales. Es
la primera causa de hospitalización en los mayores de 65 años en España y asocia frecuentemente
comorbilidades como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la anemia y la insufi-
ciencia renal crónica (IRC). Una vez que ha aparecido, asocia alta mortalidad a corto y medio plazo
y altas tasas de reconsulta y reingreso; por todo ello es un problema sanitario de enorme magnitud.
2. ETIOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN
El primer episodio de ICA en un paciente se debe a una alteración cardíaca estructural o funcional
no conocida previamente. Los episodios de ICA posteriores constituirán la IC crónica descompen-
sada, debida a una progresión de la causa previa o a la aparición de un factor desencadenante. En
España las infecciones son el factor desencadenante más frecuente (> 30 %), seguidas de cerca por
la falta de adherencia al tratamiento y a la dieta (25-40 %), las arritmias con la fibrilación auricular
(FA) al frente, la hipertensión arterial (HTA) mal controlada y la cardiopatía isquémica (10-20 %). En la
tabla 1 se recogen los posibles factores desencadenantes de la ICA.
AINE: antiinflamatorio no esteroideo; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; FA: fibrilación auricular; HTA:
hipertensión arterial; ICA: insuficiencia cardíaca aguda; IRC: insuficiencia renal crónica; SCA: síndrome coronario agudo.
CAPÍTULO 2
14 INSUFICIENCIA CARDÍACA AGUDA. EDEMA AGUDO DE PULMÓN
Existen numerosas clasificaciones para la ICA. Las más útiles son las basadas en la presentación
clínica, que permiten identificar al paciente con mayor riesgo de complicaciones y facilitan mu-
cho su manejo. Así, según la tensión arterial sistólica (TAS) definiremos la ICA hipertensiva (TAS
> 140 mmHg), más frecuente en pacientes con fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI)
conservada y con mejor respuesta al tratamiento, la ICA normotensiva (TAS 90-140 mmHg); y la
ICA hipotensiva (TAS < 90 mmHg). Dentro de la ICA hipertensiva se incluye el edema agudo de
pulmón (EAP), situación que requiere una atención urgente. La ICA hipotensiva es la menos fre-
cuente (5-8 %) y asocia peor pronóstico, sobre todo cuando asocia mala perfusión.
Combinando síntomas, constantes vitales y hallazgos de la exploración clínica podremos definir
el perfil hemodinámico del paciente con ICA basándonos en 2 parámetros fundamentales: los es-
tados de congestión y los de perfusión. La ICA congestiva o “húmeda” representa más del 80 %
de las totales y es fruto de la incapacidad cardíaca de aceptar la precarga, provocando congestión
pulmonar (EAP, habitualmente de instauración rápida, con insuficiencia respiratoria grave, ortop-
nea, presión arterial sistólica (PAS) ≥ 160 mmHg frecuente, crepitantes pulmonares bilaterales y
patrón radiográfico con infiltrados algodonosos perihiliares) o congestión sistémica (aumento del
perímetro abdominal por ascitis y edema de pared, edemas distales, hepatomegalia dolorosa,
derrame pleural, ingurgitación venosa yugular y reflujo hepatoyugular). La ICA de perfil derecho
o cor pulmonale presenta congestión sistémica sin apenas congestión pulmonar.
La ICA hipoperfundida o “fría” deriva de la disminución del gasto cardíaco real y se manifiesta
con astenia, anorexia, alteraciones del nivel de consciencia, oliguria, frialdad acra y cianosis peri-
férica e hipotensión arterial. En ella se incluye el shock cardiogénico, una de las emergencias en
la situación de ICA.
3. DIAGNÓSTICO
Para establecer el diagnóstico de ICA es preciso que existan síntomas y signos típicos junto con
la presencia de una alteración en la estructura o función cardíaca. Siempre se deben buscar la
causa o el factor desencadenante. Es crucial la realización de unas buenas historia clínica y explo-
ración física para establecer el perfil hemodinámico de la ICA basándose en la existencia de con-
gestión e hipoperfusión, que confirmaremos mediante las siguientes pruebas complementarias:
3.1. ELECTROCARDIOGRAMA
Resulta difícilmente normal en la ICA y especialmente útil para identificar algunos desencadenan-
tes (FA rápida o síndrome coronario agudo [SCA]).
4. TRATAMIENTO
Es muy importante instaurar un tratamiento rápido en la ICA con el objetivo de estabilizar al pa-
ciente mejorando el grado de congestión y de hipoperfusión, si existiera. En caso de inestabilidad
hemodinámica o insuficiencia respiratoria deberemos actuar en los primeros minutos y en un se-
gundo tiempo (primeras 2 h aproximadamente) intentaremos detectar el factor desencadenante
y realizar un manejo dirigido (algoritmo 1).
oliguria, niveles de potasio sérico > 6,5 mmol/l, acidosis metabólica grave y cifras de creatinina
> 3,5 g/dl, podrá plantearse la ultrafiltración, técnica que elimina agua libre del plasma a través
de una membrana semipermeable.
▶▶ Tratamiento de base: en el debut de IC, desde el SU se iniciarán pequeñas dosis de inhibidores
de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o antagonistas de los receptores de la angio-
tensina II (ARA-II) tras estabilización en las primeras 24 h. En los pacientes que ya tomaban estos
fármacos, se evitará la retirada si no existe fracaso renal, bradicardia o shock cardiogénico al
haberse demostrado un aumento de mortalidad asociada con la reducción o suspensión de
sus dosis.
▶▶ IC refractaria: es preciso conocer las voluntades del paciente que presenta una situación de IC
avanzada con progresión de enfermedad y sintomatología refractaria a pesar de un manejo
optimizado. Podremos emplear cualquier tratamiento (incluidas paracentesis y toracocentesis
evacuadoras en caso de ascitis y derrame pleural masivo respectivamente) pero justificándolo
bajo el objetivo principal de obtener una mejoría sintomática.
FA: fibrilación auricular; FC: frecuencia cardíaca; SatO2: saturación de oxígeno; TAS: tensión arterial sistólica.
CAPÍTULO 2
18 INSUFICIENCIA CARDÍACA AGUDA. EDEMA AGUDO DE PULMÓN
Puntos clave/recuerda
▶▶ Hay que buscar siempre la causa o el factor desencadenante de la ICA. Las infecciones y la
falta de adherencia al tratamiento son lo más frecuente.
▶▶ Se debe tener en cuenta que el ECG en la ICA en muy contadas ocasiones es normal.
▶▶ El BNP < 100 pg/ml o proBNP < 300 pg/ml apuntan a un diagnóstico alternativo para la
disnea distinto de la ICA, con un valor predictivo negativo cercano al 100 %.
▶▶ Hay que considerar iniciar VMNI si el paciente se encuentra en EAP con insuficiencia res-
piratoria moderada/grave, acidosis respiratoria o ausencia de respuesta al tratamiento
inicial y tener precaución en el paciente hipotenso.
▶▶ Al utilizar furosemida intravenosa, se debe administrar al menos una dosis equivalente a
la dosis oral que tomara el paciente y, si tiene insuficiencia renal, iniciar a dosis 2-2,5 veces
superior.
▶▶ Tras la estabilización en las primeras 24 h y si no existe contraindicación, hay que iniciar en
urgencias con pequeñas dosis de IECA/ARA-II.
▶▶ Es importante definir al paciente que podrá ser dado de alta directamente desde el SU
con seguridad, por lo que debemos estratificar el riego del paciente para alta precoz con
escalas tipo EHMRG, OHFRS o BI-EFFECT.
CARDIOLOGÍA
MANUAL DE URGENCIAS
19
ALGORITMO 1
¿Shock SÍ SÍ
Estabilización urgente
cardiogénico?
NO Ingreso
NO
en la UCI
SÍ
¿Fallo respiratorio? Mejoría con oxigenoterapia, valorar la VMNI NO
NO SÍ
SEGÚN PERFIL HEMODINÁMICO (TAS, exploración física + Rx de tórax + ecografía a pie de cama)
SÍ NO SÍ NO
Congestivo Congestivo
y caliente y frío No congestivo No congestivo
y caliente y frío
TAS elevada ¿TAS < 90 mmHg?
SÍ NO SÍ NO
Rx: radiografía; TAS: tensión arterial sistólica; UCI: Unidad de Cuidados Intensivos; VMNI: ventilación mecánica no invasiva.
CAPÍTULO 2
20 INSUFICIENCIA CARDÍACA AGUDA. EDEMA AGUDO DE PULMÓN
ALGORITMO 2
Sospecha de ICA
1. Valorar existencia de shock cardiogénico y fallo respiratorio, detectar factor desencadenante y perfil
hemodinámico y establecer tratamiento (algoritmo 1)
2. Estratificación del riesgo para seleccionar el destino del paciente en función de: criterios de buen
pronóstico (tabla 2) y escalas de riesgo: EHMRG, OHFRS y BI-EFFECT
CONTROL AL ALTA:
• Educación del paciente y de los cuidadores acerca de los síntomas/signos de empeoramiento y
definición del tratamiento de rescate en ese caso. Reforzar la adherencia al tratamiento y la dieta
• Control en el médico de Atención Primaria en pocos días
• Establecimiento del plan de seguimiento en consulta específica a las 1-2 semanas para optimizar
el tratamiento
IC: insuficiencia cardíaca; ICA: insuficiencia cardíaca aguda; OHFRS: Ottawa Heart Failure Risk Scale; UCI: Unidad de Cuida-
dos Intensivos.
CAPÍTULO 3
URGENCIA Y EMERGENCIA HIPERTENSIVA
Rafael Beijinho do Rosário | Augusto Saldaña Miranda
1. INTRODUCCIÓN Y DEFINICIÓN
Las urgencias y emergencias hipertensivas (EH) son las complicaciones agudas de la hipertensión
arterial (HTA), constituyendo un frecuente motivo de consulta urgente en nuestro medio.
Una crisis hipertensiva (CH) se define como una elevación aguda de la presión arterial (PA) capaz
de producir, al menos en teoría, alteraciones funcionales o estructurales en los órganos diana de
la HTA: corazón, cerebro, riñón, retina y arterias. Es la ausencia o presencia de daño en órganos
diana la que nos permite clasificar la elevación de la PA en urgencia hipertensiva (UH) (sin daño) o
EH (con daño de órgano diana).
Es importante referir que la mayoría de los pacientes con elevaciones significativas de la PA (pre-
sión arterial sistólica [PAS] > 180 mmHg y/o presión arterial diastólica [PAD] > 120 mmHg) no van
a cursar con daño agudo de órgano diana y, aunque algunos autores proponen una estrategia rá-
pida de descenso de las cifras de PA, esta actitud puede traer más daños que beneficios. Por otra
parte, aquellos pacientes con elevaciones significativas de la PA y evidencia de daño de órgano
diana sí se benefician de una reducción de la PA de forma más agresiva.
2. EPIDEMIOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN
La HTA es un factor de riesgo cardiovascular con una prevalencia estimada en nuestra población
de un 42,6 %. En cuanto a la prevalencia de las CH hay pocos datos, pero al menos un estudio
estima que constituyen un 1,45 % de todas las visitas a urgencias, de las cuales hasta un 27 %
representan EH.
Podemos clasificar las CH en:
▶▶ Pseudo-CH: esta situación es aquella en la que la elevación de las cifras es consecuencia y no
causa de la enfermedad del paciente. Suele deberse a situaciones agudas como el dolor o la
ansiedad o a patologías como traumas, hipoxia o retención urinaria. Es por lo tanto lógico pen-
sar que el tratamiento se basa en el desencadenante (analgesia para el dolor, sondaje para la
retención de orina, oxígeno para la hipoxia, etc.).
▶▶ UH: consiste en un ascenso aislado de cifras de PA pero sin afectación de órgano diana. La
clínica, si la hubiera, es leve e inespecífica. La principal causa es el abandono del tratamiento
previo, no suele necesitar pruebas complementarias y suele revertir con administración de la
medicación habitual o ajuste de la previa. El objetivo terapéutico se recomienda conseguir en
no menos de 24-48 h.
▶▶ EH: es la verdadera patología urgente asociada a la elevación de la PA y por eso tiempo-depen-
diente. Se caracteriza más por la presencia de daño de órgano diana que por la cifra de PA. El
objetivo terapéutico se recomienda conseguir en pocas horas y bajo supervisión estricta y por
ello es de elección la vía intravenosa.
CAPÍTULO 3
22 URGENCIA Y EMERGENCIA HIPERTENSIVA
3. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Para evaluar correctamente una CH es fundamental la realización de unas correctas anamnesis
y exploración física buscando aquellos signos o síntomas que indiquen la presencia de EH. Es
además fundamental indagar sobre la posibilidad de incumplimiento terapéutico (tanto farma-
cológico como dietético), tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o corticoides
(por un proceso concomitante, por ejemplo) y drogas (cocaína, anfetaminas, etc.), posibles des-
encadenantes de una CH.
Las manifestaciones clínicas de las CH permitirán discernir la presencia o ausencia de daño de
órgano diana. Así, la mayoría de las UH se suelen acompañar de síntomas leves e inespecíficos,
como cefalea leve, mareo, astenia, acúfenos o náuseas. Por otro lado, las manifestaciones clínicas
de las EH variarán acorde con el órgano diana afectado, así como con las pruebas complementa-
rias necesarias (tabla 1).
En la fase de exploración física, que debe ser sistemática y rigurosa buscando datos que sugieran
afectación del órgano diana tabla 1), es indispensable la confirmación de la HTA con una correcta
toma de la PA. En algunos pacientes será también útil la toma de PA en ambos brazos o tomas en
decúbito y bipedestación.
5. TRATAMIENTO
En la elección del tratamiento de las CH, además del agente que se debe utilizar, las principales
decisiones que hay que tomar son dos: vía de administración (oral frente a parenteral) y rapidez
de descenso de las cifras de PA (minutos-horas frente a horas-días).
Tabla 1. Manifestaciones clínicas de intoxicación etílica en relación con los niveles sanguíneos de alcohol
ECG: electrocardiograma; EH: emergencia hipertensiva; HTA: hipertensión arterial; PA: presión arterial; Rx: radiografía;
TC: tomografía computarizada.
CAPÍTULO 3
24 URGENCIA Y EMERGENCIA HIPERTENSIVA
BAV: bloqueo auriculoventricular; ICC: insuficiencia cardíaca congestiva; FEVI: fracción de eyección del ventrículo izquierdo.
▶▶ En aquellos casos cuya sospecha sea el incumplimiento terapéutico, la reanudación del trata-
miento previo suele ser suficiente para corregir la UH.
▶▶ Se debe reevaluar al paciente clínicamente y, si hay respuesta, puede ser dado de alta con re-
visión en Atención Primaria en las próximas 48-72 h con reanudación de su medicación oral en
caso de mala adherencia, aumento de dosis en caso de mal control tensional o asociación de
otro antihipertensivo.
▶▶ En cuanto a aquellos pacientes que debutan con una UH sin diagnóstico previo de HTA, tam-
bién se recomienda iniciar tratamiento farmacológico desde la urgencia según las últimas guías
clínicas, en donde no parece haber superioridad de ningún fármaco frente a otro.
▶▶ Si no hay mejoría clínica o persisten cifras > 180/110 mmHg, se puede repetir la dosis del primer
fármaco o usar un segundo fármaco.
▶▶ Si a las 2-6 h no hay respuesta, se recomienda utilizar la vía intravenosa.
▶▶ El paciente debe permanecer en observación si:
• Aparece clínica sugestiva de EH.
• Persisten cifras de PA > 180/110 mmHg.
• Persiste o empeora la clínica por la que consultó el paciente.
• Hay dudas sobre la capacidad de cumplir el tratamiento por parte del paciente.
5.2. EMERGENCIAS HIPERTENSIVAS
Todas deben ser manejadas en el medio hospitalario, donde el paciente pueda ser monitorizado
y donde se pueda disponer de los medios diagnósticos y terapéuticos para un correcto manejo
del paciente.
El abordaje de las EH, como en cualquier emergencia médica, consiste en aplicar un abordaje
ABCDE, incluido el algoritmo de soporte vital avanzado si es necesario.
CARDIOLOGÍA
MANUAL DE URGENCIAS
25
ejemplo) para reducir el consumo de oxígeno por parte del miocardio, reducir la isquemia coro-
naria subyacente y mejorar el pronóstico. El uso ha de hacerse en función de la respuesta clínica
y hemodinámica procurando no disminuir la PAS por debajo de 90-100 mmHg.
▶▶ Crisis catecolaminérgicas: constituyen un grupo de patologías con hiperactividad del sistema
simpático que puede ser de causa endógena (feocromocitoma, disfunción autonómica) o exó-
gena (ingesta de drogas, abstinencia de drogas/fármacos).
• Feocromocitoma: la tríada clásica consiste en cefalea, sudoración y taquicardia, aunque la ma-
yoría de los pacientes no presentan los tres signos de forma simultánea. Otros síntomas inclu-
yen hipotensión ortostática, miocardiopatía y elevaciones paroxísticas de la PA. El tratamiento
farmacológico consiste en beta- y alfabloqueo. Los fármacos más utilizados son la doxazosina
(alfabloqueante) y el propranolol (betabloqueante). Se debe iniciar antes el alfabloqueo. El tra-
tamiento definitivo es quirúrgico.
• Ingesta de drogas/fármacos: se da sobre todo en sujetos que ingieren derivados anfetamíni-
cos o cocaína, aunque se debe tener precaución en los pacientes que tomen inhibidores de la
monoaminooxidasa (IMAO) de forma crónica y que consuman alimentos ricos en tiramina. Los
fármacos de elección en nuestro medio para estos pacientes son el labetalol y el nitroprusiato.
• Abstinencia de fármacos/drogas: se ve en la retirada brusca de clonidina y propranolol, aunque
también se puede dar con otros betabloqueantes. La reinstauración del tratamiento previo, so-
bre todo la clonidina, suele revertir el cuadro de forma rápida (en 1 h aproximadamente), aun-
que algunos betabloqueantes de vida media más larga necesitarán más tiempo, siendo incluso
necesario el uso de otros agentes de vida media más corta.
• Disfunción autonómica grave: puede darse en pacientes con síndrome de Guillain-Barré, atrofia
multisistema o lesiones agudas de la médula espinal. El manejo es similar al de los procesos
anteriores y se pueden utilizar distintos agentes incluidos el labetalol y el nitroprusiato.
▶▶ Disección de aorta: es una de las patologías donde el descenso ha de hacerse de forma precoz
(20 min aproximadamente) para conseguir cifras de PAS en torno a 100-110 mmHg para dismi-
nuir el riesgo de rotura o progresión de la disección. Se recomienda el uso de un betabloquean-
te (labetalol [10 mg/h, subiendo 10 mg cada 5 min hasta conseguir respuesta], metoprolol) para
conseguir una frecuencia cardíaca en torno a 60 lpm y con ello disminuir el estrés sobre la pared
de la arteria. Se puede además añadir un vasodilatador (nitroprusiato) para conseguir el objeti-
vo de cifras de PA (ver capítulo específico).
▶▶ Eclampsia: es una complicación obstétrica muy grave que necesita un manejo conjunto con el
Servicio de Obstetricia. Se recomienda tratamiento farmacológico antihipertensivo en pacien-
tes con PA > 150/100 mmHg. Los fármacos de elección son el labetalol (perfusión de 20 mg/h,
duplicando cada 30 min hasta 160 mg/h, según respuesta) y la hidralazina (1 mg/min hasta PAD
90-100 mmHg, con dosis de mantenimiento de 5-10 mg/h). Los inhibidores de la enzima conver-
tidora de angiotensina (IECA) y el nitroprusiato están contraindicados.
FÁRMACO
DOSIS Y SOLUCIÓN INDICACIÓN PRECAUCIONES COMENTARIOS
(PRESENTACIÓN)
Furosemida Bolo: 20 mg i.v. sin EAP, HTA, Precaución en No debe
(ampolla de diluir en 1-2 min hipercalcemia, hiponatrenia, mezclarse
20 mg/2 ml) Perfusión: diluir en hiperkalemia hipocalcemia, Se puede usar i.m.
50-100-250 ml de hipokalemia o s.c.
suero NaCl o SG al 5 Categoría C en
% a 4 mg/min embarazo
Hidralazina Eclampsia: 5-10 Eclampsia Aneurisma Administrar
(ampolla de mg/h HTA de aorta en 3-5 min
20 mg/ml) HTA: 10-40 mg/6 h Cardiopatía Diluir en 19 ml de
isquémica NaCl al 0,9 % (1 ml/
mg)
Labetalol Bolo: 50 mg i.v. sin Disección de aorta BAV 2-3 Diluir la ampolla
(ampolla de diluir en 1-2 min HTA en ictus e IAM Shock cardiogénico en 80 ml de NaCl
20 ml/100 mg) Perfusión: 10-20 Eclampsia al 0,9 % o en SG al
mg/h Feocromocitoma 5 % (1 mg/ml)
Incompatible con
NaHCO3 al 5 %
Nicardipino Bolo: no indicado HTA Estenosis de aorta Diluir la ampolla
(ampolla de Perfusión: 3-15 mg/h Coartación de aorta en 50 ml de NaCl
5 mg/5 ml) Subir 2,5 mg/h cada al 0,9 %
5 min
Nitroglicerina Bolo: 1 mg en 20 ml Angina Hipotensión grave, Iniciar 5-10 ug/
(ampolla de de forma muy lenta EAP tratamiento con min
5 mg/5 ml y Perfusión: 25 ICC asociada a IAM sildenafilo, sospecha Cálculo de
50 mg/10 ml) mg/250 ml o 50/500 HTA en cirugía de hipertensión ml/h = [ug/min
ml = 0,1 mg/ml intracraneal pautados] x 0,6
SG al 5 % o NaCl al
0,9 %
Nitroprusiato Bolo: no usar HTA grave Hipovolemia Usar el disolvente
(ampolla de Perfusión: 0,2 ug/kg/ Feocromocitoma Coartación de aorta (no debe utilizarse
50 mg con min e ir ajustando HTA en aneurisma o derivación AV otro disolvente)->
disolvente) cada 5 min hasta un disecante diluir esto en 500-
máx. de 10/ug/kg/ 1.000 ml de SG al
min (máx. 10 min) 5 % protegido de
la luz
Propranolol Bolo: 1 mg en 2 min Angina refractaria Hipotensión grave No usar en
(ampolla de Repetir cada 2-5 min HTA Shock cardiogénico perfusión
5 ml/5 mg) hasta un máx. de Hipertiroidismo y Asma y EPOC continua ni i.m.
3 mg tirotoxicosis ni s.c.
Perfusión: no se
recomienda
Urapidilo Bolo: 25 mg (5 ml) HTA en Estenosis aórtica Reducir la dosis
(ampolla de en 20 s neurocirugía y Shunt AV en la insuficiencia
50 mg/10 ml) Perfusión: 100 mg en cirugía cardíaca hepática
100 ml Eclampsia
0,5-6 mg/min
AV: auriculoventricular; BAV: bloqueo auriculoventricular; EAP: edema agudo de pulmón; EPOC: enfermedad pulmonar
obstructiva crónica; HTA: hipertensión arterial; IAM: infarto agudo de miocardio; ICC: insuficiencia cardíaca congestiva;
SG: suero glucosado.
28
Hallazgo de PAS
≥ 180 y/o PAD
≥ 120 mmHg
CAPÍTULO 3
Historia clínica,
NO: URGENCIA SÍ: EMERGENCIA
exploración física:
HIPERTENSIVA HIPERTENSIVA
¿daño de órgano diana?
Ubicar en habitación tranquila, con poca Valorar ABCDE e iniciar SVA si es necesario.
luz y en reposo 10-15 minutos Administrar tratamiento parenteral específico según causa*
URGENCIA Y EMERGENCIA HIPERTENSIVA
NO ESTABILIZAR E INGRESO
Si el control de PA contunúa siendo > 180-120: observación e iniciar tratamiento intravenoso * Propuesta de tratamiento. Consultar texto para más información
EAP: edema agudo de pulmón; ICC: insuficiencia cardíaca congestiva; PA: presión arterial; PAD: presión arterial diastólica; PAS: presión arterial sistólica; SCA: síndrome
coronario agudo.
CAPÍTULO 4
BRADIARRITMIAS
Ángel Luis Miracle Blanco | Vanesa de la Cuesta Esteban
1. INTRODUCCIÓN Y DEFINICIÓN
La bradiarritmia se define por convención como una frecuencia cardíaca inferior a 60 latidos por
minuto, aunque se puede encontrar bradicardia no patológica en múltiples situaciones, como las
que se recogen en la tabla 1. La bradicardia puede originarse por afectación extrínseca (fárma-
cos, tono autonómico) o intrínseca del nodo sinusal (disfunción sinusal) o del nodo auriculoven-
tricular (bloqueo auriculoventricular [BAV].
2. ETIOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN
2.1. ETIOLOGÍA (tabla 2)
2.2. CLASIFICACIÓN
2.2.1. Disfunción sinusal
Ocurre cuando el marcapasos fisiológico del corazón, el nodo sinusal, es incapaz de adaptar la
frecuencia cardíaca a los requerimientos del organismo. El espectro de manifestaciones elec-
trocardiográficas es muy amplio, desde electrocardiograma (ECG) normal y bradicardia sinusal
hasta pausas sinusales con períodos de asistolia de duración variable. En algunos casos, los
síntomas se manifiestan únicamente con el ejercicio por una insuficiencia cronotropa (incapa-
cidad para taquicardizar > 80-85 % de la frecuencia cardíaca máxima teórica). Es relativamente
frecuente su coexistencia en el mismo paciente de taquiarritmias auriculares (fibrilación o flu-
tter auricular). En este último supuesto, la entidad suele denominarse síndrome de bradicar-
dia-taquicardia, empeorando además el componente de bradicardia por el frecuente uso de
fármacos antiarrítmicos.
CAPÍTULO 4
30 BRADIARRITMIAS
CAUSAS INTRÍNSECAS
CAUSAS EXTRÍNSECAS
• Hipertonía vagal: jóvenes, deportistas entrenados, síncope vasovagal, hipersensibilidad del seno
carotídeo, dolor, vómitos…
• Metabólicas: hiperpotasemia, hipermagnesemia, hipoxemia, hiperbilirrubinemia
• Fármacos: digoxina, betabloqueantes, calcioantagonistas, otros antiarrítmicos
SUPRAHISIANO INFRAHISIANO
PR prolongado
Frecuente (sobre todo si > 300 ms) Menos frecuente
(en los complejos conducidos)
QRS Estrecho Ancho
Ritmo de escape QRS estrecho, 40-60 lpm QRS ancho, 20-40 lpm
BAV: bloqueo auriculoventricular.
Figura 1. Bloqueo auriculoventricular de primer grado. Todas las ondas P conducen al ventrículo
con un intervalo PR > 200 ms (en este caso 310 ms).
Figura 2. Bloqueo auriculoventricular de segundo grado Mobitz II. Bloqueo de ondas P aisladas sin
que se observe alargamiento progresivo del PR de las ondas P conducidas.
CAPÍTULO 4
32 BRADIARRITMIAS
Figura 3. Bloqueo auriculoventricular 2:1 con frecuencia ventricular a 37 lpm. Sugiere una locali-
zación del trastorno de la conducción a nivel infrahisiano (tabla 3) la presencia de un PR normal
(límite alto) y un BCRI en los complejos conducidos. Estaría por tanto relativamente contraindicada
la atropina (algoritmo).
▶▶ BAV de tercer grado o completo: ninguna onda P conduce, existiendo asistolia o un ritmo auri-
cular disociado (y más rápido) que el ritmo de escape ventricular (figura 4).
Figura 4. Bloqueo auriculoventricular completo. Se identifica un ritmo auricular a 120 lpm no conducido
a los ventrículos y completamente disociado de un ritmo de escape ventricular con QRS ancho a 43 lpm.
3. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La consecuencia más inmediata de una bradiarritmia es la reducción del gasto cardíaco, con un
correlato clínico en forma de astenia, intolerancia al esfuerzo, mareo o síncope (por hipoperfusión
cerebral transitoria, que en la actualidad se estima que debe ser de al menos 6 s). La activación
secundaria de mecanismos adaptativos puede desencadenar un cuadro de insuficiencia cardía-
ca. Otra consecuencia de la bradicardia es su potencial arritmogénico, siendo un factor de riesgo
para el desarrollo de taquiarritmias tanto auriculares como ventriculares.
CARDIOLOGÍA
MANUAL DE URGENCIAS
33
5. TRATAMIENTO
5.1. FASE AGUDA
En la valoración clínica inicial, además de determinar la tolerancia hemodinámica, debe investi-
garse la presencia de desencadenantes como fármacos, alteraciones iónicas o infarto agudo de
miocardio (IAM). La bradicardia es una emergencia en presencia de signos de hipoperfusión orgá-
nica (hipotensión, obnubilación, angina) que requiere tratamiento inmediato en un área con po-
sibilidad de monitorización continua y acceso a material de reanimación cardiopulmonar (RCP)
avanzada.
▶▶ Atropina: fármaco de primera elección, salvo alta probabilidad de localización infrahisiana del
BAV, donde podría tener un efecto paradójico. Se administra en bolos de 0,5 mg i.v. hasta una
dosis máxima de 3 mg en 24 h. Está contraindicada en presencia de glaucoma de ángulo estre-
cho o de hiperplasia prostática.
▶▶ Isoprenalina: 2-20 mcg/min. Su uso está muy extendido en nuestro medio. Su acción ß1 adre-
nérgica le confiere utilidad en todo el espectro de bradiarritmias, siendo capaz de aumentar el
automatismo en los marcapasos cardíacos (nodo sinusal, unión AV, His-Purkinje) y favorecer la
conducción del impulso tanto en el nodo AV como en el His-Purkinje).
▶▶ Adrenalina: 2-10 mcg/min.
▶▶ Dopamina: 2-10 mcg/kg/min.
▶▶ Marcapasos transcutáneo: es una medida provisional de emergencia para casos de bradicardia
extrema o colapso hemodinámico cuando han fracasado las medidas farmacológicas hasta
conseguir un tratamiento que asegure de forma definitiva la captura ventricular. Debe incre-
mentarse progresivamente la energía hasta que el artefacto de estimulación vaya seguido de
un complejo QRS y de una onda T (en ocasiones se confunde el artefacto con un QRS), así como
de la palpación de pulso central (asegurando que no estamos palpando la contracción muscu-
lar secundaria a la activación del marcapasos). La contracción muscular inducida es molesta y
a menudo dolorosa, por lo que se debe asegurar una adecuada sedación y analgesia.
▶▶ Marcapasos transvenoso: está indicado cuando el resto de medidas han fracasado, ya que el
potencial riesgo de complicaciones con su uso es elevado. Debe reservarse para casos de BAV
de alto grado sin ritmo de escape o bradiarritmias con riesgo vital. Es deseable evitar su uso si
se ha establecido una indicación de implante de marcapasos definitivo y puede realizarse en
un breve período de tiempo.
Golpe precordial, estimulación cardíaca por percusión: existe insuficiente evidencia para su em-
pleo en el paciente bradicárdico o en asistolia.
Puntos clave/recuerda
▶▶ En toda bradicardia se debe determinar la tolerancia hemodinámica e investigar la pre-
sencia de desencadenantes como fármacos, alteraciones iónicas o IAM.
▶▶ La bradicardia es una emergencia en presencia de signos de hipoperfusión orgánica (hi-
potensión, obnubilación, angina) que requieren tratamiento inmediato en un área con po-
sibilidad de monitorización continua y acceso a material de RCP avanzada.
▶▶ La atropina es el fármaco de primera elección, salvo alta probabilidad de localización in-
frahisiana del BAV, donde podría tener un efecto paradójico.
▶▶ El marcapasos transcutáneo es una medida provisional de emergencia para casos de bra-
dicardia extrema o colapso hemodinámico cuando han fracasado las medidas farmacoló-
gicas hasta conseguir un tratamiento que asegure de forma definitiva la captura ventricular.
▶▶ El golpe precordial es una medida de reanimación con insuficiente evidencia para su empleo
en el paciente bradicárdico o en asistolia.
▶▶ Existe indicación de implante de marcapasos definitivo en BAV completo, BAV Mobitz II,
BAV Mobitz I sintomático y bradicardia sinusal sintomática.
CARDIOLOGÍA
MANUAL DE URGENCIAS
35
ALGORITMO
Inestabilidad hemodinámica:
- Hipotensión
Monitorización NO - Obnubilación
y observación - Shock
- Angina
- Insuficiencia cardíaca
SÍ
Atropina*. Si es ineficaz:
- Dopamina
- Adrenalina
- Isoprenalina
- Estimulación transcutánea
- Considerar estimulación transvenosa
*Salvo BAV con alta probabilidad de localización infrahisiana (potencial efecto paradójico).
BAV: bloqueo auriculoventricular; ECG: electrocardiograma.
CAPÍTULO 5
TAQUIARRITMIAS
Ángel Luis Miracle Blanco
1. INTRODUCCIÓN Y DEFINICIÓN
Se establece por convención un límite a partir de 100 lpm para considerar la existencia de taquia-
rritmia. No consideramos taquiarritmia la taquicardia sinusal que aparece de modo apropiado en
situaciones clínicas de gasto cardíaco aumentado.
2. ETIOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN
2.1. POR SU PRESENTACIÓN
Denominamos taquicardias sostenidas a aquellas con una duración superior a 30 s que producen
colapso hemodinámico. En el resto de casos hablamos de taquicardias no sostenidas.
Figura 1. Panel superior: taquicardia de QRS estrecho regular con RP corto a 150 lpm (intranodal
común). Panel inferior: ritmo sinusal. La comparación entre ambos registros permite identificar en
el panel superior una onda P retrógrada como una pseudo onda S.
Figura 2. Taquicardia ortodrómica. Se identifica una onda P separada del QRS deformando la onda T.
QRS anchos de duración variable e irregulares y con frecuencia cardíaca muy elevada, con un ries-
go potencial de degeneración en fibrilación ventricular (FV). El riesgo vital atribuible en los pacien-
tes con WPW se estima bajo, siendo anecdótico en los pacientes con preexcitación asintomática.
Figura 3. Preexcitación ventricular: intervalo PR corto (100 ms), onda δ (empastamiento inicial en el
complejo QRS) y QRS levemente ensanchado (100 ms).
negativa (figura 5). Puede consultarse en www.brugadadrugs.org alguno de los aspectos más
relevantes de esta entidad, así como descargarse un documento con recomendaciones para
los pacientes, incluyendo los fármacos que deben evitar.
▶▶ TV catecolaminérgica: secundaria a mutaciones en canales iónicos intracelulares, con herencia
autosómica dominante y debut clínico desde la infancia.
▶▶ Asociadas a cardiopatía estructural: miocardiopatía dilatada isquémica, no isquémica, hiper-
trófica…
Figura 4. Síndrome de QTc largo adquirido. Puede observarse una gran prolongación del intervalo
QT del complejo que sigue a una pausa de 1,9 s, seguido inmediatamente de una TVP con alternancia
periódica en la polaridad de los complejos QRS (torsade de pointes).
Figura 5. Patrón ecocardiográfico de Brugada tipo 1: elevación del punto J de 7 mm en V2, seguido de
un segmento ST lentamente, que terminan con una onda T negativa.
3. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Aunque el síntoma cardinal de las taquicardias lo constituyen las palpitaciones, los pacien-
tes pueden percibirlas también como sensación de opresión torácica, disnea o mareo. La
tolerancia clínica puede ser mala, especialmente en los pacientes con cardiopatía o con fre-
CAPÍTULO 5
40 TAQUIARRITMIAS
cuencias cardíacas muy elevadas, en los que la taquicardia puede desencadenar episodios
de angina, insuficiencia cardíaca, síncope e incluso shock. No obstante, la situación hemodi-
námica no debe emplearse para establecer el origen supra- o ventricular de una taquicardia
de QRS ancho.
5. TRATAMIENTO
En cualquier taquicardia con mala tolerancia hemodinámica el tratamiento de elección es la car-
dioversión eléctrica (CVE) urgente. Existen excepciones a la regla, como las taquicardias con inicio
y terminación espontáneos repetitivos, en los que es esperable una recidiva inmediata tras un
intento de cardioversión. Tampoco será el objetivo terapéutico la cardioversión en aquellas ta-
quicardias que sean la consecuencia y no la causa de la inestabilidad hemodinámica (como una
FA rápida en un paciente con shock hemorrágico).
CARDIOLOGÍA
MANUAL DE URGENCIAS
41
Figura 6. Panel superior: taquicardia de QRS estrecho regular con RP largo a 230 lpm. Panel inferior:
respuesta a la administración de 6 mg de adenosina i.v., ensanchamiento inicial de los QRS (sin valor
diagnóstico) sin interrupción de la taquicardia, seguido de bloqueo transitorio de la conducción AV,
que permite identificar una taquicardia auricular. Al final del trazado se ha recuperado la conducción
AV, continuando la conducción AV 1:1.
Figura 7. Taquicardia de QRS ancho regular (200 ms), con imagen de bloqueo de la rama derecha, a 140
lpm. Además de presentar varios criterios electrocardiográficos de taquicardia ventricular, el paciente
era portador de una miocardiopatía dilatada isquémica.
42
A FAVOR DE TV
RELACIÓN A-V • L atidos de fusión
•C apturas supraventriculares
•D isociación A-V
DURACIÓN DEL QRS • > 160 ms si hay imagen de BRI
• > 140 ms si hay imagen de BRD
EJE QRS •E
je izquierdo + imagen de BRD
•E
je derecho + imagen de BRI
•D
esviación extrema derecha
MORFOLOGÍA DEL QRS • I magen de BRD: R monofásica o R > 40 ms en V1.
• I magen de BRI: R > 40 ms en V1-V2, RS > 70 ms (a menudo con melladura)
•A usencia de complejos RS en precordiales
•C oncordancia del QRS en precordiales (todos positivos o todos negativos)
•Q RS más estrecho durante taquicardia que el QRS basal
BRD: bloqueo de la rama derecha; BRI: bloqueo de la rama izquierda; TV: taquicardia ventricular.
5.2.2. Polimorfas
La tolerancia hemodinámica suele ser mala, por lo que suelen requerir CVE urgente (con choque
no sincronizado en caso de ausencia de pulso o imposibilidad de sincronización). Debe buscarse
el trastorno causal para poder aplicar lo antes posible un tratamiento específico.
En los casos asociados a QT largo, debe investigarse la presencia de isquemia, alteraciones ióni-
cas y fármacos asociados. Está indicado el sulfato de magnesio i.v. (independientemente de sus
niveles plasmáticos). Los betabloqueantes pueden prevenir las recidivas, excepto en los casos en
los que se identifique la bradicardia como desencadenante inmediato.
En el síndrome de Brugada debe evitarse el uso de fármacos antiarrítmicos y debe tratarse de
forma agresiva la fiebre (que en ocasiones puede desencadenar una tormenta arrítmica en estos
pacientes). El tratamiento de la tormenta arrítmica en este caso es la isoprenalina.
Puntos clave/recuerda
▶▶ La situación hemodinámica no debe emplearse para establecer el origen supra- o ventri-
cular de una taquicardia de QRS ancho.
▶▶ En cualquier taquicardia con mala tolerancia hemodinámica el tratamiento de elección es
la CVE urgente. Existen excepciones a la regla, como las taquicardias con inicio y termina-
ción espontáneos repetitivos, en los que es esperable una recidiva inmediata tras un in-
tento de cardioversión. Tampoco será el objetivo terapéutico la cardioversión en aquellas
taquicardias que sean la consecuencia y no la causa de la inestabilidad hemodinámica
(como una FA rápida en un paciente con shock hemorrágico).
▶▶ Si existen dudas sobre si nos encontramos ante una TV, debemos manejarla como si así
fuera.
▶▶ Es desaconsejable en general el empleo combinado de antiarrítmicos. Está contraindica-
do el uso del verapamilo.
▶▶ En los casos de TV asociados a QT largo, debe investigarse la presencia de isquemia, alte-
raciones iónicas y fármacos asociados. Está indicado el sulfato de magnesio i.v. (indepen-
dientemente de sus niveles plasmáticos).
▶▶ En el síndrome de Brugada debe evitarse el uso de fármacos antiarrítmicos y debe tratar-
se de forma agresiva la fiebre. El tratamiento de la tormenta arrítmica en este caso es la
isoprenalina.
CARDIOLOGÍA
MANUAL DE URGENCIAS
45
ALGORITMO
TOLERANCIA HEMODINÁMICA
ESTRECHO ANCHO
Maniobras vagales, ATP/adenosina Manejar como TV (lo será en > 80 %
Betabloqueante de los casos)
Verapamilo si hiperreactiva bronquial ATP/adenosina (nunca verapamilo)
No se afecta: TV
Terminación: Enlentecimiento
taquicardia intraodal transitorio: Enlentecimiento transitorio:
Taquicardia (permite apreciar auricular, FA, flutter con aberrancia
ortodrómica actividad auricular)
Algunas taquicardias FA/flutter auricular
auriculares Taquicardia auricular Terminación:
TSV con aberrancia o preexcitación
TV “adenosín sensible”
ATP: adenosín trifosfato; AV: auriculoventricular; CVE: cardioversión eléctrica; FA: fibrilación auricular; TSV: taquicardia
supraventricular; TV: taquicardia ventricular.
CAPÍTULO 6
FIBRILACIÓN AURICULAR
Alfonso Martín Martínez
2. CLASIFICACIÓN
De acuerdo con el patrón temporal de la arritmia, esta se puede dividir en los siguientes tipos:
1. Primer episodio de FA: se detecta la arritmia por primera vez y no se conoce todavía su patrón
temporal. Corresponde al término clínico FA de reciente diagnóstico.
2. FA paroxística: los episodios se autolimitan, habitualmente en menos de 48 h.
3. FA persistente: la arritmia no se autolimita y precisa intervención (farmacológica o eléctrica)
para la reversión a ritmo sinusal. En ella se suelen incluir también los episodios de duración
desconocida.
4. FA permanente: el paciente está todo el tiempo en FA, bien porque no se haya conseguido la
reversión a ritmo sinusal, bien porque no se ha intentado (al juzgar que las probabilidades de
conseguirlo son muy escasas y/o las de recidiva son muy elevadas).
Para el manejo en el SU, existe otro concepto de interés clínico, la FA de reciente comienzo, episo-
dio en el que es posible tener una certeza razonable de una duración ≤ 48 h (límite de seguridad
para realizar el control del ritmo sin riesgo de embolismo poscardioversión). Las palpitaciones
pueden no ser el único síntoma que describa el paciente que acude a urgencias. Síntomas tan
inespecíficos como cansancio, mareo, dolor de cabeza, náuseas, falta de apetito, dificultad para
respirar o dolor torácico pueden ser las primeras manifestaciones de la FA.
Duración de la FA
FA: fibrilación auricular. ECO-TEE: ecocardiograma transesofágico. ACO: anticoagulación oral. CVE: Cardio-
versión eléctrica.
nino), en especial en los pacientes con 65-74 años o hipertensos mal controlados, diabéticos
insulinodependientes o con insuficiencia cardíaca. Estas indicaciones de anticoagulación son
extensibles al fluttter auricular. Es fundamental valorar también de forma paralela y sistemá-
tica el riesgo hemorrágico mediante un esquema de estratificación del riesgo como la escala
HAS-BLED, en la que se considera de alto riesgo de sangrado una puntuación ≥ 3 (tabla 1-B).
CARDIOLOGÍA
MANUAL DE URGENCIAS
49
H: HTA 1
A: alteración de la función hepática y/o renal (1 punto cada una) 1o2
S: (stroke): ictus o AIT 1
B: (bleeding): antecedentes de sangrado 1
L: INR lábil 2
E: edad avanzada (> 65 años) 1
D: (drugs): fármacos o alcohol (1 punto cada uno) 1o2
Tratamiento causas
¿ICC actual?
NO SÍ
Betabloqueantes o Tratamiento
calcioantagonistas* de la ICC
NO ¿Control?
Asociar Digoxina NO
Diltiazem i.v.**
La decisión de utilizar vía intravenosa o vía oral dependerá de los síntomas del paciente y de la
premura con la que se deba controlar la frecuencia cardíaca. Los pacientes paucisintomáticos,
estables y con frecuencia cardíaca < 120 lpm podrían ser manejados con fármacos orales.
Estabilidad hemodinámica
NO SÍ
SÍ NO
NO
CARDIOPATÍA SIGNIFICATIVA
“Control correcto: (FC, síntomas): alta y
NO SÍ evaluación CVE Programada C Externa”
ICC III-IV Mal control o persisten síntomas : ingreso
Farmacos I-C (Fleca/Propa)
Vemakalant o CV eléctrica NO SÍ
ECO-TEE: ecocardiograma transesofágico. CVE: cardioversión eléctrica. ICC: insuficiencia cardíaca congestiva.
CAPÍTULO 6
52 FIBRILACIÓN AURICULAR
Tabla 3. Dosis recomendadas y efectos adversos de los fármacos utilizados para la restauración del
ritmo sinusal
DOSIS DE
FÁRMACO DOSIS INICIAL EFECTOS ADVERSOS
MANTENIMIENTO
Flecainida 300 mg (v.o.) 100-150 mg/12 h ↓ TA, flutter 1:1
1,5-3 mg/kg i.v. en 20 min
Cardiopatía estructural
Dronedarona
Flecainida Dronedarona Ablación
Ablación Ablación
Porpafenona Sotalol Amiodarona con catéter
con catéter con catéter
Sotalol Amiodarona
Puntos clave/recuerda
▶▶ En toda FA debemos valorar las 3 estrategias específicas en el manejo de la FA: trom-
boprofilaxis, control de la frecuencia y control del ritmo.
▶▶ Si hay inestabilidad hemodinámica producida por la FA hay que realizar CVE inmediata.
▶▶ En paciente no valvular se debe calcular siempre el riesgo trombótico (CHA2DS2-Vasc) y el
riesgo hemorrágico (HAS-BLED).
▶▶ Una puntuación alta de HAS-BLED no contraindica la anticoagulación, sino que aumenta
la necesidad de un control más estricto.
▶▶ Las indicaciones de tromboprofilaxis son las mismas tanto si la CV es eléctrica como far-
macológica o espontánea.
▶▶ La FA paroxística tiene el mismo riesgo de embolismo que la FA permanente.
CAPÍTULO 7
SÍNDROME AÓRTICO AGUDO
Jesús López Idígoras | Cristina Hidalgo
1. INTRODUCCIÓN Y DEFINICIÓN
El síndrome aórtico agudo (SAA) es una emergencia con alta mortalidad que se produce por le-
sión de las capas íntima y media de la aorta. La incidencia de disección aórtica (DA) es de 6/100.00
personas/año, mayor en hombres (65 %) y que aumenta con la edad, con una media de 60-70
años, mayor edad en mujeres y peor pronóstico. Es raro antes de los 40 años. El estudio Oxford
Vascular mostró que el 50 % de pacientes morían antes de alcanzar el hospital y en aquellos que
llegaban la mortalidad era hasta del 50 % (aorta ascendente) o del 15 % (resto de aorta).
El SAA engloba varias entidades según la lesión principal que se dé en la aorta:
▶▶ DA clásica (80 % de los casos de SAA): un sangrado intramural por desgarro de la íntima separa
las paredes creando una falsa luz o incluso llegando a rotura completa. La disección suele ser
anterógrada y puede reentrar en la luz o romper también la adventicia con sangrado libre.
▶▶ Hematoma intramural (HI) (10-25 %): rotura de los vasa vasorum con sangrado en la media y
engrosamiento de la pared sin flujo (> 5 mm), sobre todo en la aorta descendente (el 70 %), y
comportamiento similar al de la DA.
▶▶ Disección sutil o discreta con protuberancia de la pared.
▶▶ Úlcera aterosclerótica penetrante (UAP) (5 %): rotura de placa ulcerada que penetra a través
de la lámina elástica interna y media. Se relaciona con factores de riesgo cardiovascular (FRCV)
con historia de dilatación progresiva en pacientes más ancianos y clínica menos dramática y se
localiza sobre todo en la aorta descendente.
▶▶ Lesión traumática (en el istmo aórtico el 90 %): en desaceleraciones rápidas (precipitados y
accidentes de tráfico) con mortalidad in situ del 80 % y iatrogénica (en procesos invasivos la
incidencia suele ser baja y habitualmente el tratamiento puede ser conservador, con buena
evolución si se reconoce precozmente).
▶▶ Otras presentaciones: pseudoaneurisma, rotura de todas las capas, rotura contenida solo por tejido
conectivo periaórtico y rotura completa contenida, con hematoma perivascular sellado por estruc-
turas periaórticas, con una altísima mortalidad (54 % a las 6 h y 76 % a las 24 h en la rotura contenida).
2. ETIOLOGÍA
El factor de riesgo con mayor asociación es la hipertensión arterial (HTA), que se observa en el 65-
75 % de casos. Otros predisponentes para este síndrome son los descritos en la tabla 1.
3. CLASIFICACIÓN
3.1. CLASIFICACIÓN ANATÓMICA (figura 1)
▶▶ Stanford, más empleada: tipo A: afecta a la aorta ascendente. Tipo B: resto de aorta. Tiene im-
plicación en el pronóstico, mucho peor en el tipo A.
CAPÍTULO 7
56 SÍNDROME AÓRTICO AGUDO
FRCV: factores de riesgo cardiovascular; SAA: síndrome aórtico agudo; UDVP: usuarios de drogas por vía parenteral.
DeBakey
Stanford
▶▶ DeBakey: tipo I: afecta a las aortas ascendente y descendente. Tipo II: solo ascendente. Tipo
III: solo queda afectada la aorta descendente, distal a la subclavia izquierda. Tipo IIIa: torácica.
Tipo IIIb: toracoabdominal.
3.2. CLASIFICACIÓN SEGÚN EL TIEMPO DE EVOLUCIÓN
Aguda: menos de 14 días. Subaguda: 15-90 días. Crónica: más de 90 días.
4. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
El síntomas más frecuente es el dolor, que aparece hasta en el 70 %, habitualmente súbito, inten-
so, penetrante, desgarrante, de rotura o cortante y diferente de otras causas de dolor torácico:
torácico (80 %), dorsal (40 % en el tipo A y 70 % en el tipo B) o abdominal (25 %); y migratorio
ocasionalmente (15 %).
CARDIOLOGÍA
MANUAL DE URGENCIAS
57
5.1. LABORATORIO
▶▶ Anemia (por atrapamiento en la falsa luz), acidosis y elevación de lactato, elevación de troponi-
nas en la isquemia, transaminasas, lactato deshidrogenasa (LDH) (mesentérica o por hemólisis),
creatinfosfocinasa (CPK), fracaso renal agudo, etc.
▶▶ Dímero D: aumento importante desde el primer momento, a diferencia de otros procesos, don-
de es más gradual, por lo que tiene máxima utilidad en la primera hora. Es inespecífico, pero
aumenta la sospecha. En HI o UAP puede ser negativo.
5.2. ELECTROCARDIOGRAMA
Indispensable en todo estudio de dolor torácico o emergencia médica, puede mostrar patología
previa (hipertrofia, etc.), signos de estrés o isquemia, que podrían incluso confundir el diagnósti-
co. En el dolor torácico intenso y agudo, con o sin shock, ante signos de isquemia en el ECG, no se
debe olvidar la posibilidad de SAA.
5.3.2. Ecocardiografía
Debe detectar el flap de la íntima y valora otros datos, como flujos, IA y taponamiento. La ecocar-
diografía transtorácica (ETT) tiene una sensibilidad del 80 % y una especificidad del 95 % para la
DA en la aorta ascendente, pero menor utilidad en el tipo B y en otros procesos de SAA (HI y UAP).
Puede ser la técnica inicial por su rapidez y disponibilidad. La ecocardiografía transesofágica
(ETE) tiene una sensibilidad para la DA del 99 % y una especificidad del 89 %, pero es semiinvasiva,
requiere sedación y un estricto control de la tensión arterial (TA) y depende de la disponibilidad
del experto, en cuyo caso sería útil para el paciente inestable.
5.3.5. Aortografía
Aunque da información exacta de aorta, ramas, coronarias y válvula aórtica, obvia la patología de
la pared y queda relegada por técnicas no invasivas.
6. TRATAMIENTO
Se basa en control hemodinámico en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y cirugía.
Puntos clave/recuerda
▶▶ El SAA es una emergencia con alta mortalidad.
▶▶ En un aneurisma de aorta, hay indicación de cirugía cuando el diámetro > 55 mm o menos
si hay otros factores de riesgo.
▶▶ La DA tipo B de Standford tiene peor pronóstico que la de tipo A.
▶▶ El diagnóstico se realiza por pruebas de imagen que dependen de la disponibilidad del
centro y del estado del paciente, pero debe haber sospecha clínica basada en la presencia
de factores de riesgo, dolor de alto riesgo y exploración física sugestiva.
▶▶ En el tratamiento, es objetivo mantener una TAS en torno a 100-120 mmHg y una FC < 60 lpm.
▶▶ No hay que usar solo nitratos por taquicardia refleja.
▶▶ En cuanto se sospeche una DA, el paciente debe pasar a un box de estabilización y cuan-
do se confirme derivarse a un centro con capacidad quirúrgica, incluso los de tipo B no
complicados.
CAPÍTULO 7
62 SÍNDROME AÓRTICO AGUDO
ALGORITMO
Sospechas de SAA:
INESTABLE - Box para estabilización, analgesia ESTABLE
- Control hemodinámico y de HTA
Estado HEMODINÁMICO
Probabilidad de síndrome aórtico
(1 punto por cada uno)
- Factores de riesgo
- Dolor de alto riesgo
UCI. Analgesia - Exploración física sugestiva
Control hemodinámico con objetivos:
- Reposición de la volemia
- TAS 100-120 lpm Baja probabilidad (puntuación 0-1) Alta probabilidad (puntuación 2-3)
- TAS 70-80 lpm
Dímero D
ETT +/- Mediastino aumentado en la rediografía ETT
ETE sedación Signos de DA en la ecocardiografía + -
ETE no disponible
Todo - Alguno +
No
concluyente + DA tipo A No
Sin argumentos para SAA definitivo concluyente
considerar diagnóstico
-
TC alternativo
SAA descartado
SAA confirmado
Considerar diagnóstico alternativo
DA y HI tipo B complicado:
DA tipo B no complicada DA tipo A HI A complicado: Referir de urgencia al equipo
- Hipoperfusión
UAP no ocmplicada - Hematomas periaórticos quirúrgico con capacidad de aorta
- Amenaza/signos de rotura
HI tipo a < 11 mm - Aneurismas grandes Valorar el estado hemodinámico
- Espansión aórtica precoz
HI tipo B no complicada - Derrame pericárdico, para el traslado a otro centro con
- Dolor persistente
Marfan y elastopatías capacidad
- HTA no controlada
Rotura, taponamiento,
Tratamiento médico shock, mala perfusión
Estabilizar Cirugía o tratamientos
Referir a un centro con
Referir a un centro con híbridos (en isquemia
capacidad de aorta
capacidad de TEVAR mesentérica…)
para seguimiento CIRUGÍA DE EMERGENCIA
DA: disección aórtica; ECG: electrocardiograma; ETE: ecocardiografía transesofágica; HI: hematoma intramural; HTA: hiper-
tensión arterial; RM: resonancia magnética; SAA: síndrome aórtico agudo; TAM: tensión arterial media; TAS: tensión arterial
sistólica; TC: tomografía computarizada; TEVAR: reparación aórtica torácica endovascular; UAP: úlcera aterosclerótica pe-
netrante; UCI: Unidad de Cuidados Intensivos.
CAPÍTULO 8
ISQUEMIA ARTERIAL PERIFÉRICA AGUDA
Raquel Torres Gárate | Vanesa de la Cuesta
1. INTRODUCCIÓN
Se define como isquemia arterial aguda periférica la interrupción brusca del flujo sanguíneo a
nivel periférico (extremidades) sin que existan vías alternativas que reemplacen la perfusión de
la zona afectada.
2. ETIOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN
Las causas son muy variadas y se agrupan en:
▶▶ Causas intrínsecas: embolia, trombosis o trastornos de hipercoagulabilidad.
▶▶ Causas extrínsecas: traumatismos (abiertos y cerrados) y compresiones.
▶▶ Otras causas: situaciones de bajo gasto cardíaco, compromiso del retorno venoso (trombosis
venosa masiva [flegmasía], aneurisma disecante o trombosis poscateterismos.
Por su frecuencia las más importantes son la embolia y la trombosis arterial aguda.
3. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La falta de aporte de sangre arterial a un territorio lleva a la isquemia tisular, que, de mantenerse,
conduce a la muerte celular y a necrosis (gangrena). Pasadas 4-8 h del inicio de la isquemia, la
necrosis muscular es irreversible.
Existe una relación entre el tiempo de instauración de la lesión y sus consecuencias; así, a mayor
velocidad de instauración, mayor gravedad.
Otro factor importante es el nivel de oclusión; cuanto más proximal, más isquemia se origina de-
bido al mayor territorio irrigado por la arteria.
Por tanto, los síntomas dependerán del tamaño de la arteria ocluida y de la presencia o ausencia
de colaterales.
Las manifestaciones clínicas se describen como la clínica de las “6 P”:
▶▶ Dolor (Pain): de localización distal, mayor cuanto más grave es el proceso, es intenso y no res-
ponde a analgésicos. Con el paso de las horas y el avance de la isquemia, disminuye de intensi-
dad por pérdida sensitiva inducida por la isquemia.
▶▶ Ausencia de pulso (Pulselessness): distal a la oclusión.
▶▶ Palidez (Pallor): distal a la oclusión, en ocasiones se acompaña de un moteado cianótico que se
extiende proximalmente a la raíz del miembro y se acompaña de frialdad.
▶▶ Poiquilotermia (Poikilothermia).
▶▶ Parestesias (Paresthesias): por anoxia de los nervios sensitivos, lo que provoca sensación de
acorchamiento y adormecimiento distal.
▶▶ Parálisis (Paralysis): es un signo tardío y grave que indica afectación de los nervios motores y del
tejido muscular y que generalmente aparece a las 4-6 h de la isquemia.
El pronóstico depende del diagnóstico precoz y del adecuado tratamiento.
5. TRATAMIENTO
▶▶ Objetivos: control del dolor y evitar la progresión del trombo distal/proximal.
▶▶ Medidas generales:
• Reposo en cama, situando la extremidad en declive; el miembro afecto debe mantenerse pro-
tegido con almohadillado en las zonas de roce y con una adecuada hidratación cutánea con el
fin de impedir ulceraciones.
• Canalizar un acceso venoso para asegurar una adecuada reposición de volumen, así como un
control estricto de la diuresis: los pacientes con isquemia arterial aguda frecuentemente se en-
cuentran deplecionados de volumen y con riesgo de deterioro de función renal (pruebas radio-
lógicas con contraste, deshidratación y mioglobinuria).
▶▶ Control del dolor: se debe iniciar precozmente tratamiento analgésico. Pueden utilizarse desde
antiinflamatorios no esteroideos (AINE) hasta derivados mórficos de acuerdo con la intensidad
del dolor percibida por el paciente.
▶ Anticoagulación: se recomienda el inicio inmediato de heparina no fraccionada (HNF), la cual
permitirá una rápida reversión en caso de precisarse cirugía inmediata. Se administra una
dosis inicial de HNF en bolo (5.000 UI [80 UI/kg]) seguido de infusión intravenosa continua
(1.000-1.400 UI/h; para ello hay que diluir 25.000 UI en 250 cc de suero glucosado al 5 % a
10-14 ml/h). Algunos autores postulan la utilización de HBPM, si bien no hay clara evidencia
científica de su superioridad respecto a uno u otro tipo de anticoagulación en la isquemia
arterial aguda.
CAPÍTULO 8
66 ISQUEMIA ARTERIAL PERIFÉRICA AGUDA
▶▶ Medidas específicas: existen distintas estrategias de revascularización que van desde las terapias
endovasculares (trombólisis intraarterial local percutánea, métodos mecánicos de extracción del
coágulo [trombectomía percutánea o tromboaspiración] hasta el tratamiento quirúrgico (angio-
plastia-stent, by-pass y otras técnicas adyuvantes).
La elección de la técnica (o la combinación de ellas) dependerá de la presencia de déficit neuroló-
gico, la duración de la isquemia, la localización, el tipo de vaso afectado, la comorbilidad del pa-
ciente, así como los riesgos propios de la técnica utilizada. En líneas generales, en el caso de que
no exista aún déficit neurológico, el paciente presente comorbilidades o la causa sea la trombosis
de un stent, la revascularización podría ser realizada en las siguientes horas mediante trombólisis.
Si existe déficit neurológico y la extremidad es viable, está indicada la actuación emergente, por
lo que es de elección la intervención quirúrgica dado que el efecto trombolítico de las terapias
endovasculares no es inmediato. Sin embargo, el acortamiento en los tiempos de reperfusión en
los últimos años de otras técnicas, como la trombectomía mecánica percutánea, la convierten en
otra opción que hay que tener en cuenta. En caso de lesión irreversible, el tratamiento quirúrgico
es la amputación (algoritmo).
Puntos clave/recuerda
▶▶ La embolia arterial representa el 60 % de la isquemia aguda en las extremidades.
▶▶ Pasadas 4-8 h del inicio de la isquemia, la necrosis muscular es irreversible.
▶▶ Existe una relación entre el tiempo de instauración de la lesión y sus consecuencias; así, a
mayor velocidad de instauración, mayor gravedad.
▶▶ Cuanto más proximal, más isquemia se origina debido al mayor territorio irrigado por la
arteria.
▶▶ El pronóstico depende del diagnóstico precoz y del adecuado tratamiento.
▶▶ Se recomienda el inicio inmediato de HNF.
▶▶ Los pacientes deben ingresar siempre, preferiblemente en un centro que disponga de ci-
rugía vascular o intervencionismo.
CARDIOLOGÍA
MANUAL DE URGENCIAS
67
ALGORITMO
Revascularización urgente
Pruebas iniciales: TC, Doppler Trombectomía AMPUTACIÓN
By pass
Revascularización en horas:
- Trombólisis
- Trombectomía ¿Lesión subyacente?
- By-pass
SÍ NO
Tratamiento
Tratamiento médico
endovascular y/o cirugía
Adaptado de Aboyans V, et al. 2017 ESC Guidelines on the Diagnosis and Treatment of Peripheral Arterial.
TC: tomografía computarizada.
CAPÍTULO 9
DISFUNCIÓN VALVULAR AGUDA
Vanesa de la Cuesta Esteban | Ángel Miracle Blanco | Julio Antonio Heras Hitos
1. INTRODUCCIÓN
Los síntomas y signos de las valvulopatías en urgencias incluyen los de la insuficiencia cardíaca (IC) en
todos sus estadios: disnea, edemas, ortopnea, taquicardia, edema agudo de pulmón y shock. La difi-
cultad diagnóstica radica en la falta de especificidad de estos datos, por lo que el médico de urgencias
debe integrar las valvulopatías en su diagnóstico diferencial. En muchas ocasiones se desconoce la
patología valvular del paciente y permanece silente hasta progresar y hacerse clínicamente relevante.
Se precisa realizar una historia clínica meticulosa, una exploración física detallada, un electro-
cardiograma (ECG) y una radiografía (Rx) de tórax. El hallazgo cardinal en la exploración física lo
constituyen los soplos y las alteraciones auscultatorias cardíacas, que deben buscarse de forma
activa y sistemática. Para mayor claridad los hallazgos de la auscultación de las valvulopatías se
describen de forma separada en la tabla 1. La prueba diagnóstica clave es la ecocardiografía
transtorácica (ETT), que será útil para confirmar el diagnóstico, establecer la etiología y determi-
nar la gravedad y la presencia de dilatación de las cavidades o la disfunción ventricular.
2. VALVULOPATÍAS
2.1. INSUFICIENCIA AÓRTICA
▶▶ Descompensación de insuficiencia aórtica (IA) crónica: la degenerativa y la válvula bicúspide
son las etiologías más frecuentes de IA crónica, seguidas por la reumática. La mayoría de las ve-
ces presenta un curso lento, con incremento progresivo del volumen regurgitante. El ventrículo
izquierdo (VI) se dilata e hipertrofia como mecanismo de adaptación. Dado que la regurgitación
valvular ocurre durante la diástole, la bradicardia (diástoles largas) puede ser mal tolerada. Ade-
más las situaciones en las que aumenta la poscarga (hipertensión arterial [HTA], vasoconstric-
ción periférica…) pueden aumentar el grado de regurgitación.
▶▶ IA aguda: las causas más frecuentes son la endocarditis infecciosa (EI) y la disección aórtica (ver
capítulo específico sobre la disección aórtica; los pacientes con válvula bicúspide, aneurisma
aórtico o síndrome de Marfan presentan más riesgo de disección aórtica). En la IA aguda el VI
no se encuentra adaptado a la sobrecarga aguda de volumen, produciéndose aumento de la
presión telediastólica ventricular y secundariamente aumento de la presión capilar pulmonar y
edema de pulmón. Además, el excesivo aumento de la precarga conlleva un descenso del gasto
cardíaco que puede cursar con hipotensión y shock.
2.1.1. Clínica
Además del cuadro de IC, existen algunos rasgos distintivos de la IA. Como factores desencade-
nantes debemos recordar la HTA y la bradicardia. Un signo habitual de presencia de IA significa-
tiva es una elevada presión del pulso. Si existe disección aórtica, puede observarse asimetría
entre los pulsos y la tensión arterial en los miembros. Ante un cuadro de IC aguda, en presencia de
fiebre y soplo, debemos considerar la IA por EI.
2.1.2. Diagnóstico
En el ECG no hay cambios específicos. La existencia de signos de crecimiento de las cavidades
izquierdas orientaría en este contexto hacia la descompensación de una valvulopatía crónica.
En la Rx de tórax el tamaño de la aurícula izquierda (AI) y del VI es normal en el caso de IA aguda,
pudiendo existir cardiomegalia en el caso de IA crónica significativa. Se pueden observar los sig-
nos habituales de IC (redistribución vascular, líneas B de Kerley e infiltrado intersticial o alveolar).
Si la causa es la disección de aorta se podrían ver: ensanchamiento mediastínico, distancia mayor
de 10 mm entre la calcificación intimal y el contorno externo de la pared aórtica y, en el caso de
rotura aórtica contenida, derrame pleural izquierdo o derrame pericárdico (ver capítulo sobre el
síndrome aórtico).
La ETT es diagnóstica en la IA y determina la gravedad y la causa.
2.1.3. Tratamiento
El tratamiento médico tiene como objetivo disminuir la poscarga para reducir la regurgitación y
aumentar la contractilidad miocárdica. Se pueden utilizar vasodilatadores intravenosos, como
la nitroglicerina o el nitroprusiato, y agentes inotrópicos, como la dobutamina. Se debe tener
precaución con la utilización de los betabloqueantes (empleados en la disección aórtica) por el
efecto hemodinámico adverso de la bradicardia en la IA. La IA es una contraindicación para el
uso del balón intraaórtico de contrapulsación (BIACP). Si se sospecha EI como causa de IA aguda,
además de estabilizar al paciente y considerar la cirugía, hay que realizar hemocultivos e iniciar
terapia antibiótica empírica.
CAPÍTULO 9
70 DISFUNCIÓN VALVULAR AGUDA
2.2.1. Clínica
Los síntomas clásicos son la disnea, la angina y el síncope (generalmente de esfuerzo). Los pa-
cientes pueden estar largos períodos asintomáticos, pero una vez que desarrollan síntomas, la
mortalidad aumenta rápidamente (el 75 % de los pacientes mueren en los 3 años siguientes del
inicio de la clínica).
La EA supone una obstrucción fija a la salida aórtica con aumento secundario de la poscarga,
siendo la hipertrofia del VI el mecanismo de compensación habitual. La contracción auricular
tiene un papel importante en el llenado ventricular, por lo que la caída en fibrilación auricular (FA)
es una causa frecuente de descompensación.
2.2.2. Diagnóstico
En el ECG puede observarse hipertrofia ventricular izquierda. La Rx de tórax mostrará signos de
congestión pulmonar, cardiomegalia o calcificación de la válvula aórtica. La ETT está indicada
para valorar la gravedad de la estenosis, la función del VI, la presencia de hipertrofia y la identifi-
cación de lesiones valvulares coexistentes.
2.2.3. Tratamiento
El manejo de la IC aguda en la EA grave pasa por los diuréticos de asa y los vasodilatadores. No
obstante, los nitratos han de emplearse con cuidadosa titulación de la dosis y vigilancia clínica y
hemodinámica por el riesgo de desencadenar una hipotensión refractaria.
El paciente con EA con inestabilidad hemodinámica de causa no cardiogénica, además del trata-
miento de la causa subyacente, puede requerir aportes significativos de volumen parenteral para
mantener una precarga suficiente, aunque siempre bajo estrecha monitorización clínica.
En el caso de EA grave sintomática y en ausencia de comorbilidades que limiten la esperanza de
vida, está indicada la sustitución quirúrgica valvular. La edad no es una contraindicación en sí
misma. El implante valvular aórtico transcatéter (TAVI) es la opción de elección en pacientes no
candidatos a sustitución quirúrgica y en pacientes con alto riesgo quirúrgico si así lo estima el
equipo médico-quirúrgico.
2.3.1. Clínica
En un paciente con IC con un soplo sugerente de IM, debe considerarse la contribución de esta
valvulopatía al cuadro clínico. La mala tolerancia clínica con edema agudo de pulmón de rápida
instauración y/o shock debe hacer sospechar una IM aguda.
2.3.2. Diagnóstico
El ECG puede orientar hacia la existencia de una IM crónica (crecimiento de VI y de AI, FA) o sobre
la causa del cuadro agudo (IAM, isquemia miocárdica, FA).
En la Rx de tórax habrá signos de congestión pulmonar (en ocasiones asimétricos, en caso de jets
de regurgitación excéntricos) y silueta cardíaca de tamaño normal en el caso de la IM aguda o
cardiomegalia a expensas de las cavidades izquierdas en el caso de IM crónica.
La ETT confirmará el diagnóstico, el mecanismo y la gravedad. Si el estudio no es concluyente o
si se sospecha etiología específica (rotura de la cuerda tendinosa, EI), puede ser necesario una
ecocardiografía transesofágica (ETE).
2.3.3. Tratamiento
El tratamiento médico está orientado a reducir la precarga y la poscarga con nitratos y diuréticos.
El uso de estos fármacos está frecuentemente limitado por la hipotensión arterial. Se pueden
asociar en caso de hipotensión fármacos inotrópicos positivos (dobutamina) y/o la colocación de
un BIACP, siendo recomendable el manejo en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Si la IM aguda es debida a EI con datos de IC, deben realizarse hemocultivos, iniciar antibioterapia
empírica y considerar cirugía cardíaca urgente en función de la situación clínica del paciente. En
la IM aguda por rotura del músculo papilar, además de las medidas descritas de tratamiento mé-
dico, debe considerarse la cirugía cardíaca urgente.
2.4.1. Clínica
En la EM la reducción del área valvular genera un aumento de presión en la AI y secundariamente
congestión capilar pulmonar, que condiciona clínica de IC izquierda. En fases avanzadas, se produce
hipertensión pulmonar y aumento de presión en las cavidades derechas con clínica de IC derecha.
Los síntomas de IC se instauran de forma crónica, pero pueden empeorar de forma rápida en situacio-
nes en las que se acorta la diástole (taquicardia asociada a ejercicio físico, fiebre, anemia, embarazo,
tirotoxicosis o caída en FA). El desarrollo de FA empeora los síntomas por dos mecanismos: la pérdida
de contracción auricular y la respuesta ventricular rápida, lo que disminuye el tiempo de llenado.
Otros signos que pueden sugerir EM son: chapetas malares, hemoptisis por hipertensión pulmo-
nar o disfonía por compresión del nervio laríngeo recidivante por crecimiento de la AI.
2.4.2. Diagnóstico
El hallazgo en el ECG más habitual es la dilatación de AI, siendo también muy prevalente en estos
pacientes la FA. En fases avanzadas tras el desarrollo de hipertensión pulmonar, pueden detec-
tarse también signos de crecimiento de las cavidades derechas.
CAPÍTULO 9
72 DISFUNCIÓN VALVULAR AGUDA
2.4.3. Tratamiento
No difiere del tratamiento general de la IC aguda con diuréticos de asa y nitratos parenterales. En
caso de taquicardia excesiva, en especial por FA rápida, debe controlarse la respuesta ventricular
con betabloqueantes, calcioantagonistas no dihidropiridínicos o digoxina.
La profilaxis antitrombótica es una parte esencial del tratamiento del paciente con EM. Está in-
dicada la anticoagulación sistémica con antagonistas de la vitamina K en todo paciente con FA y
EM. En ritmo sinusal se debe iniciar anticoagulación si hay antecedente de embolismo sistémico o
trombo en la AI y con menor grado de recomendación ante una AI dilatada (diámetro anteropos-
terior > 50 mm) o ecocontraste espontáneo en la AI detectado en una ETE.
El tratamiento a largo plazo de la EM grave en clase funcional avanzada incluye la valvuloplastia
percutánea en anatomías favorables y en ausencia de contraindicaciones (IM, trombo en la AI) o
la cirugía de sustitución mitral en el resto de situaciones.
4. VÁLVULAS PROTÉSICAS
Existen dos tipos de válvulas protésicas: mecánicas y biológicas. Las válvulas biológicas suelen
degenerar antes que las mecánicas y el paciente puede no precisar anticoagulación; por el con-
trario, las válvulas mecánicas tienen una vida media más larga pero el paciente debe recibir an-
ticoagulación. La Rx de tórax puede aportar información acerca de la localización de la válvula
(figura 1) en los casos en los que no se disponga de información clínica previa.
Si se divide el corazón en cuatro cuadrantes imaginarios en la radiografía posteroanterior, la válvula aórtica estaría en el
cuadrante superior derecho, la válvula pulmonar en el superior izquierdo, la válvula tricúspide en la región inferoderecha
y la válvula mitral en la inferoizquierda.
Dividiendo el corazón en una radiografía lateral de tórax mediante una línea imaginaria entre el ápex cardíaco y la cari-
na, de las válvulas pulmonar y aórtica se situarían en la región superior y de las válvulas mitral y tricúspide en la región
inferior de la línea.
Imágenes cedidas por cortesía del Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Universitario Infanta Leonor.
La fuga periprotésica debe sospecharse en pacientes con anemia hemolítica o clínica de insufi-
ciencia valvular, pudiendo requerir reintervención para su reparación.
Si bien el desarrollo de IC en portadores de prótesis valvulares puede tener múltiples causas (dis-
función ventricular residual, progresión de otras valvulopatías…), debe considerarse la disfunción
protésica por degeneración del injerto en las biológicas o por trombosis o desarrollo de pannus
en las mecánicas.
Puntos clave/recuerda
▶▶ Las valvulopatías deben estar integradas en el diagnóstico diferencial del paciente con
síntomas de IC, bien por progresión de la valvulopatía, bien por aparición de novo.
▶▶ La bradicardia y las situaciones que aumenten la poscarga serán mal toleradas en los pa-
cientes con IA.
▶▶ Ante un paciente con IC aguda, fiebre y presencia de soplo en la auscultación, se debe
considerar la posibilidad de que presente EI.
▶▶ No hay que olvidar que el síncope puede ser un síntoma de estenosis aórtica (EA).
▶▶ En el paciente con EA hay que utilizar con precaución y estrecha vigilancia hemodinámica
los nitratos (por el riesgo de hipotensión refractaria).
▶▶ Se debe recomendar profilaxis antibiótica a pacientes de alto riesgo (prótesis, endocarditis
previa y cardiopatía congénita) ante procedimientos dentales.
▶▶ Se debe tener en mente la posibilidad de trombosis valvular en el paciente con prótesis
valvular y fenómenos embólicos (especialmente en aquellos con mal control de la anti-
coagulación).
Disnea, taquicardia, edema agudo de pulmón,
Anamnesis
angina, síncope, shock cardiogénico.
Exploración física
ECG, Rx tórax BOX-VITAL
¿DISERCIÓN AÓRTICA?
Ver manejo disección aórtica ETT
SOSPECHAR VALVULOPATÍA AGUDA
CANALIZAR
ESTABILIZACIÓN HEMODINÁMICA
VIAS VENOSAS
AVISAR A CARDIOLOGÍA
- NITROPRUSIATO - NITROPRUSIATO TRATAMIENTO MÉDICO
SÓDICO SÓDICO - PRECAUCIÓN CON VASODIlATADORES
- DOBUTAMINA - DOBUTAMINA - TITULAR IECAS Y DIURÉTICOS
- PRECAUCIÓN BB - BIACP VALORACIÓN UCI
¿ENDOCARDITIS
ALGORITMO
- CONTRAINDICADO
BIACP INFECCIOSA?
¿IAM rotura SUSTITUCIÓN VALVULAR AÓRTICA
músculo papilar?
HEMOCULTIVOS RIESGO QUIRÚRGICO RIESGO QUIRÚRGICO TRASLADAR AL CENTRO
ANTIBIOTERAPIA EMPÍRICA BAJO/MODERADO MODERADO/ALTO CON CIRUGÍA VASCULAR
BIACP: balón intraaórtico de contrapulsación; EA: estenosis aórtica; ECG: electrocardiograma; EI: endocarditis infeccios; ETT: ecocardiografía transtorácica; IA:
insuficiencia aórtica; IAM: infarto agudo de miocardio; IECA: inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina; IM: insuficiencia mitral; Rx: radiografía; TAVI:
MANUAL DE URGENCIAS
CARDIOLOGÍA
1. PERICARDITIS AGUDA
1.1. INTRODUCCIÓN
La pericarditis aguda (PA) se define como la inflamación aguda del pericardio y es la enfermedad
del pericardio más habitual en la práctica clínica. Es la causante del 5 % de las consultas por dolor
torácico en Urgencias y del 0,1 % de ingresos hospitalarios. Las recidivas afectan a aproximada-
mente el 30 % de los pacientes en los primeros 18 meses posteriores al primer episodio de PA.
1.2. ETIOLOGÍA
La PA se clasifica principalmente por causa, infecciosa y no infecciosa. Aunque las infecciones son
la causa más frecuente, la etiología cambia según el sustrato epidemiológico, la población y el
contexto clínico. Así, en los países desarrollados los virus son la etiología más frecuente, mientras
que la tuberculosis (TBC) lo es a nivel mundial y en los países en desarrollo, donde es endémica.
1.5. TRATAMIENTO
▶▶ Reposo: restringir la actividad física hasta resolución de los síntomas y evidencia por ecografía
de la resolución del derrame.
▶▶ AINE y colchicina siempre:
• Ibuprofeno 600 mg/8 h durante 7-14 días y disminuir a 200-400 mg/7-14 días durante otras 3
semanas. O ácido acetilsalicílico (AAS) 750-1000 mg/8 h durante 7-14 días y disminuir a 250-500
mg/1-2 semanas durante otras 3 semanas. No hay que dar en las PA posinfarto (síndrome de
Dressler). Se prefiere la utilización de AAS en pacientes antiagregados con este fármaco previa-
mente.
• Colchicina 1-2 g el primer día en 2 tomas, seguido de 0,5 mg/12 h durante 3 meses (cada 24 h si
< 70 kg).
▶▶ Inhibidores de la bomba de protones (IBP): omeprazol 20 mg/día.
El uso de corticoterapia queda reservado a pacientes:
▶▶ Refractarios a tratamiento con AINE y colchicina.
▶▶ PA secundarias a enfermedades autoinmunes.
▶▶ PA autorreactivas (inmunomediadas).
▶▶ PA urémica que no responde a diálisis.
▶▶ PA secundaria a TBC.
En los pacientes en los que se identifique causa distinta a la idiopática/vírica, debe establecerse
el tratamiento específico a la causa subyacente.
Requiere ingreso hospitalario y estudio de cualquier presentación clínica que sugiera etiología
subyacente o que presente factores de mal pronóstico. El resto puede manejarse ambulatoria-
mente con seguimiento a corto plazo (en 1 semana) para monitorizar la respuesta al tratamiento
con AINE.
3. PERICARDITIS CONSTRICTIVA
Se caracteriza por la alteración del llenado diastólico ventricular debido a una enfermedad pe-
ricárdica. El riesgo de progresión a esta enfermedad es bajo en las virales e idiopáticas (< 1 %),
medio en las inmunomediadas y neoplásicas (2-5 %) y alto en las bacterianas, sobre todo la puru-
lenta (20-30 %). El cuadro clínico típico incluye los signos y síntomas de insuficiencia cardíaca.
En todos los pacientes debe realizarse ecocardiograma y, como técnicas de segundo nivel, tomo-
grafía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM). Si no funcionan los métodos no invasivos
para el diagnóstico, está indicado el cateterismo cardíaco.
El tratamiento es principalmente quirúrgico en las formas crónicas, pero el tratamiento médico
puede prevenir la progresión a constricción en la pericarditis tuberculosa y bacteriana, mejorar
la constricción transitoria en la pericarditis viral con antiinflamatorios y controlar los síntomas de
constricción en las formas avanzadas y cuando la cirugía está contraindicada.
4.2.1. Tuberculosa
Se requiere un alto índice de sospecha. La presentación clínica suele ser insidiosa y hay que con-
siderarla en aquellas pericarditis de larga evolución que no responden al tratamiento antiinflama-
torio. Se produce en el 1-2 % de los pacientes con TBC. La radiografía de tórax presenta datos de
CARDIOLOGÍA
MANUAL DE URGENCIAS
79
4.2.2. Purulenta
Tiene una mortalidad del 100 % en los no tratados, mientras que la supervivencia es del 85 % si
se trata adecuadamente. Se produce por diseminación directa hematógena, foco intratorácico
o extensión del foco subdiafragmático. Se ha descrito también como complicación clásica de la
neumonía neumocócica. Actualmente suele producirse en pacientes postoperados de tórax, con
enfermedad renal crónica o inmunosuprimidos. El microorganismo más frecuente es el S. aureus.
Si se produce por diseminación de foco intratorácico, se debe pensar en Streptococcus pneumoniae.
Otras causas menos frecuentes son infecciones por bacterias del género Salmonella spp. y hon-
gos del género Candida spp.
En urgencias se debe iniciar antibioterapia empírica con vancomicina 15-20 mg/kg/día en 2-3 do-
sis, ceftriaxona 2 g/día y gentamicina 3 mg/kg/día en 3 dosis, meropenem 1 g/8 h o imipenem 500
mg/6 h, piperacilina-tazobactam 4 g/0,5 g/6 h, cefepima 2 g/12 h. El tratamiento de elección es el
drenaje por pericardiocentesis, que debe realizarse en cuanto sea posible.
5. MIOPERICARDITIS
Se define como el dolor torácico asociado a otros criterios de pericarditis junto con la elevación
de los MDM. La etiología y el tratamiento son superponibles a los de la PA. El ecocardiograma es
fundamental para descartar derrame pericárdico. El diagnóstico diferencial se establece con el
síndrome coronario agudo, por lo que estaría indicada la realización de coronariografía y RM car-
díaca. Todos los pacientes deben ingresar para su diagnóstico y monitorización.
El diagnóstico definitivo es la biopsia endomiocárdica; sin embargo, dado el curso benigno de la
enfermedad y las posibles complicaciones de la técnica, su realización es excepcional.
6. DERRAME PERICÁRDICO
Consiste en la acumulación de más de 50 ml de líquido pericárdico entre ambas hojas del peri-
cardio. Puede producirse por aumento de la producción (exudado) o por disminución de la ab-
sorción (trasudado).
En función de la distancia entre ambas hojas visualizada mediante ecocardiografía, se divide en
leve (menos de 10 mm), moderado (entre 10 y 20 mm) y grave (mayor de 20 mm).
Las causas principales en los países desarrollados son: idiopáticas (50 %), tumorales (10-25 %),
infecciosas (15-30 %), iatrogénicas (15-20 %) y por enfermedades del tejido conectivo (5-10 %).
Mientras, en los países en desarrollo, el 60 % de los derrames se deben a TBC.
La presentación clínica puede variar desde un hallazgo accidental en pruebas complementarias
(radiografía, TC…) en donde el paciente se encuentra asintomático hasta disnea, tos, hipo- o dis-
fonía por compresión de estructuras vecinas, así como palpitaciones y anorexia por disminución
de la tensión arterial y taquicardia sinusal secundaria.
El diagnóstico se establece por ecocardiografía transtorácica, que permite cuantificar y descartar
taponamiento cardíaco. La radiografía de tórax puede mostrarnos la imagen típica “en cantim-
plora” o “en tienda de campaña” y el ECG bajos voltajes y alternancia eléctrica. Técnicas como
la TC o la RM permiten dar más información sobre si el derrame se encuentra loculado, engrosa-
miento del pericardio y masas, así como anomalías torácicas.
CARDIOLOGÍA
MANUAL DE URGENCIAS
81
7. TAPONAMIENTO CARDÍACO
Se define como la compresión rápida o lenta del corazón debida a la acumulación pericárdica de
líquido, pus, sangre o gas que amenaza la vida. Los signos clínicos incluyen taquicardia y ruidos
cardíacos disminuidos y habrá reducción del voltaje con alternancia eléctrica en el ECG y aumen-
to del índice cardiotorácico en la radiografía de tórax, aunque la tríada típica es elevación de la
presión venosa yugular, hipotensión arterial y pulso paradójico.
La ecocardiografía es la herramienta más útil para el diagnóstico y para valorar el impacto he-
modinámico. Asimismo se usa para guiar la pericardiocentesis, que es el tratamiento de elección.
Los pacientes con diagnóstico de taponamiento cardíaco deben permanecer ingresados, con mo-
nitorización cardíaca constante y de tensión arterial, frecuencia cardíaca y saturación de oxígeno.
Hasta la realización del tratamiento de elección, la pericardiocentesis, se debe asegurar la per-
fusión distal mediante expansores de volumen como el suero salino fisiológico al 0,9 % para au-
mentar la presión venosa central y mejorar el gasto cardíaco. El tratamiento diurético y los vaso-
dilatadores están contraindicados.
Puntos clave/recuerda
▶▶ La causa más frecuente de PA es la infecciosa.
▶▶ La elevación de los marcadores de inflamación apunta al diagnóstico de PA y estos ayudan
a monitorizar la actividad de la enfermedad y la eficacia del tratamiento.
▶▶ En países con baja prevalencia de TBC no es obligatorio buscar la etiología durante el primer
episodio de pericarditis, ya que la causa más probable es idiopática/vírica.
▶▶ Debemos investigar la etiología si al inicio o a lo largo del seguimiento aparecen factores
de mal pronóstico.
▶▶ Los factores de mal pronóstico son fiebre, curso subagudo, derrame pericárdico impor-
tante, taponamiento cardíaco y falta de respuesta a AINE los 7 primeros días.
▶▶ La base del tratamiento radica en AINE y colchicina.
▶▶ La pericarditis urémica de los pacientes con insuficiencia renal aguda o crónica es indicación
de diálisis.
▶▶ En el tratamiento de la PA en embarazadas, está contraindicada la colchicina.
CARDIOLOGÍA
400 MANUAL DE URGENCIAS
82
ALGORITMO
Considerar
SÍ NO diagnóstico
alternativo
Considerar
mioperircarditis si hay
elevación de MDM o PA
disfunción ventricular
por ecocardiograma
Tratamiento
SÍ NO ambulatorio
Estudio de la Taponamiento
enfermedad cardíaco
1. Segundo ciclo AINE Probablemente
subyacente PA idiopática o
2. Si recurre: considerar
SÍ NO CE o nmunosupresores. viral
3. Pericardiectomía
Soporte
hemodinámico.
Pericardiocentesis Estudio de
enfermedad
subyacente
AAS: ácido acetilsalicílico. AINE: antiinflamatorios no esteroideos. ECG: electrocardiograma. MDM: marcadores de daño
miocárdico. PA: presión arterial.
CARDIOLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
CAPÍTULO 1
SÍNDROME CORONARIO AGUDO
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CAPÍTULO 2
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CARDIOLOGÍA
MANUAL DE URGENCIAS
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CAPÍTULO 7
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CAPÍTULO 8
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Cardiología
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