NumNat
NumNat
NumNat
Contenido
1. Introducción 5
2. Bosquejo 6
3. Orden y cotas 7
5. Axioma de Elección 14
6. Buen orden 15
8. Sucesores 19
10.Conjuntos finitos 23
12.Conjuntos invariantes 32
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 2
15. Antecesores 41
16. Dı́gitos 43
20. Recursión 47
25. Suma 65
32. Producto 79
36. Sucesiones 87
41. Subsucesiones 94
42. Divisibilidad 94
43. Irreducibles 96
44. Primos 96
45. Cuadrados 96
46. Cubos 97
47. Potencias 97
49. Raı́ces 97
50. Exponentes 97
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 4
51. Logaritmos 97
54. Recapitulación 98
Índice Alfabético 76
Referencias 79
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 5
1. Introducción
Esta cartilla es una exposición extensa de los sistemas de números naturales,
definidos como conjuntos bien ordenados inductivos y minimales. Está diri-
gida a los estudiantes de la Licenciatura en Matemáticas y explica la funda-
mentación de los números naturales sin recorte en los detalles.
No es este un texto introductorio, por consiguiente el nivel no es el más bajo
posible. En esa dirección hay obras como la ampliamente conocida Aritmética
de Aurelio Baldor [1] que contiene la exposición elemental más popular y
didáctica en idioma español sobre el tema de los números naturales; dicho
libro logra desarrollar el tema de los naturales sin utilizar –ni siquiera lo
menciona– el principio de inducción.
He procurado aprovechar la experiencia previa de un lector que con anteriori-
dad dedicó esfuerzos a las Matemáticas. Supongo que ya enfrentó la construc-
ción de sistemas de números y que tuvo oportunidad de familiarizarse con
las ideas, notaciones y técnicas elementales de la teorı́a de conjuntos. Estas
notas le servirán para repasar sus contactos preliminares con los conjuntos
mediante un tema matemático de amplio consumo.
Suponemos que los conjuntos y las funciones, objetos muy elementales, son
suficientemente conocidos y a partir de ellos paulatinamente incorporamos
los diversos tipos de relaciones de orden, de familias de subconjuntos y de
funciones que nuestro tópico requiere. Todos estos ingredientes se examinan
con lupa –sin llegar al microscopio de la formalización– y se vinculan progre-
sivamente entre si.
A diferencia del punto de vista usual, el tema de los naturales se expone
en este texto utilizando intersecciones de colecciones de conjuntos, conjuntos
invariantes, teoremas de recursión y funciones aditivas. A todo lo largo de la
cartilla se utilizan sin advertencia y con naturalidad las notaciones usuales,
las construcciones tı́picas y el lenguaje corriente de los conjuntos y las fun-
ciones. Cualquiera de los textos siguientes cubre con creces las necesidades
conjuntistas de esta cartilla: Halmos [6], Kelley [7] y Suppes [15].
Los numerosos enunciados –sumamente sencillos– que encontrará el lector
van creando un ambiente, una ubicación, para que eventualmente resalten
con brillo propio y se aprecien con adecuados contrastes las particularidades y
excelencias de los objetos centrales de este discurso: Los sistemas de números
naturales.
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 6
2. Bosquejo
La cartilla se inicia con un repaso de temas básicos, a saber, orden y cotas,
elementos primero y último, buen orden, función sucesor, funciones monóto-
nas e isomorfismos, conjuntos invariantes e inductivos, y minimalidad. Son
nociones requeridas para dar la siguiente definición:
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 7
3. Orden y cotas
Recordemos que si son X, Y, Z conjuntos la función identidad de X, denotada
IX : X → X, se define por IX (x) = x. Para cada y ∈ Y hay una función
constante cy : X → Y , dada por cy (x) = y para los x ∈ X. Si f : X → Y ,
g : Y → Z son funciones entonces
g ◦f : X → Z
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 8
x≤x
(x ≤ y ∧ y ≤ z) ⇒ x ≤ z
(x ≤ y ∧ y ≤ x) ⇒ x = y
x < y ⇔ x ≤ y ∧ x 6= y
x, y ∈ X ⇒ (x ≤ y ∨ y ≤ x)
a ∈ A ⇒ cI ≤ a
CI (A) = {c ∈ X | a ∈ A ⇒ c ≤ a}
2.- Las cotas inferiores forman una clase que es no vacı́a si y solo si el con-
junto es acotado inferiormente:
CI (A) 6= ∅ ⇔ (∃ cI ∈ X 3 (a ∈ A ⇒ cI ≤ a))
P(X) = {A | A ⊆ X}
CI : P(X) → P(X)
Esta función asigna al elemento A ∈ P(X) el valor CI (A) ∈ P(X) y tiene las propiedades
siguientes
CI (∅) = X
CI (X) = ∅ ∨ CI (X) = {p}
A ⊆ B ⇒ CI (A) ⊇ CI (B)
La segunda condición dice que el conjunto total X tiene lo sumo una cota inferior, esto
es, si existe cota inferior para todo el conjunto X entonces es única. Compare con 4 y 5
más abajo.
Un elemento cS ∈ X es cota superior de A, y A es acotado superiormente
(por cS ), si cS es mayor que todos los elementos de A
a ∈ A ⇒ a ≤ cS
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 10
CS (A) = {c ∈ X | a ∈ A ⇒ a ≤ c}
Inmediatamente se tiene
3.- Las cotas superiores son una clase no vacı́a si y solo si el conjunto es
acotado superiormente
CS (A) 6= ∅ ⇔ (∃ cS ∈ X 3 a ∈ A ⇒ a ≤ cS )
CS : P(X) → P(X)
CS (∅) = X
CS (X) = ∅ ∨ CS (X) = {u}
A ⊆ B ⇒ CS (A) ⊇ CS (B)
A ⊆ B ⇔ (x ∈ A ⇒ x ∈ B) (1)
Esta es una relación reflexiva, transitiva y antisimétrica, luego es una relación de orden; y
es independiente de cualquier relación, de orden u otro tipo, que pueda estar definida en
X.
Si A es un elemento de P(X), es decir, A ⊆ X, entonces ∅ ⊆ A ⊆ X. Luego ∅ precede y
X sigue a cualquier elemento A ∈ P(X).
Consideremos subconjuntos A del conjunto ordenado P(X), es decir, A ⊆ P(X). Esto
significa que A es un conjunto cuyos elementos son subconjuntos de X
A∈A ⇒ A⊆X
es cota inferior de A \
∀A ∈ A, A⊆A
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 11
y la unión [
A = {x | ∃ A ∈ A 3 x ∈ A}
es cota superior [
∀A ∈ A, A ⊆ A
Además, un conjunto C ⊆ X es cota inferior de A si y solo si está contenido en la
intersección \
C⊆ A
y es cota superior si y solo si contiene a la unión
[
A⊆C
Por consiguiente el conjunto de las cotas inferiores de A está formado por los conjuntos
contenido es la intersección \
CI (A) = {C | C ⊆ A}
y el de las cotas superiores por los que contienen a la unión
[
CS (A) = {C | A ⊆ C}
c, c0 ∈ A ∧ c, c0 ∈ CI (A) ⇒ c = c0
5.- La intersección de un conjunto con (el conjunto de) sus cotas inferiores
tiene a lo sumo un elemento
c, c0 ∈ A ∧ c, c0 ∈ CS (A) ⇒ c = c0
p ∈ A ∧ (a ∈ A ⇒ p ≤ a)
∃ p(A) ⇔ A ∩ CI (A) 6= ∅
⇔ A ∩ CI (A) = {p(A)}
u ∈ A ∧ (a ∈ A ⇒ a ≤ u)
sus miembros: A ∈ A.
S
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 14
5. Axioma de Elección
Sea X un conjunto, P(X) el conjunto de las partes de X y P0 (X) el conjunto
de las partes no vacı́as de X, esto es
P0 (X) = {A | A ⊆ X ∧ A 6= ∅}
A ⊆ P0 (X)
Una función de elección para A es una función con dominio A que transforma
su miembros en elementos de si mismos. En otras palabras
e:A→X
e(A) ∈ A
6. Buen orden
Sea X un conjunto; mantenemos la notación P0 (X) para la colección de los
subconjuntos no vacı́os de X. Supongamos que X está provisto de un orden
≤. Por definición X está bien ordenado si todo subconjunto no vacı́o tiene
primer elemento, esto es, si
A ∈ P0 (X) ⇒ ∃ p(A) ∈ A
p : P0 (X) → X
15.- Todo conjunto bien ordenado no vacı́o tiene primer elemento, es decir,
si X 6= ∅ está bien ordenado entonces existe p(X) ∈ X que verifica
x ∈ X ⇒ p(X) ≤ x
Enunciamos el
Principio de Buena Ordenación: Todo conjunto tiene un buen orden.
Este principio es equivalente al Axioma de Elección, pero no lo utilizare-
mos y omitimos su deducción. Para nuestros propósitos será suficiente con el
Axioma de Infinito enunciado en la sección 13.
• Los enteros no son un buen orden. En el conjunto Z de los enteros el orden usual no es
un buen orden; por ejemplo, el conjunto A = {. . . , −n, · · · − 2, −1} de los enteros negativos
no tiene primer elemento.
• Los reales no son un buen orden. El conjunto R de los números reales con el orden usual
no está bien ordenado porque tiene subconjuntos como A = (0, 1) (intervalo abierto) que
no tienen primer elemento.
• Problema del buen orden. En 1904 Zermelo demostró que el Axioma de Elección equivale
al Principio de Buena Ordenación. Este resultado desató en su momento intensa controver-
sia. Mientras por una parte el Axioma de Elección luce inocuo y digerible sin dispepsias, el
Principio de Buena Ordenación constituye un cólico mayor. El motivo es que –aplicado en
particular al conjunto de los números reales– afirma que en R existe un buen orden. Pero
nadie fue capaz (ni lo ha sido hasta el presente) de definir explı́citamente un buen orden
en R. Se concluye que existe una relación, el buen orden de R, sin que esté al alcance de
persona alguna especificarla mediante una fórmula.
• Ordinales y metáforas. Entre los conjuntos bien ordenados destacan los ordinales. Pro-
porcionan –además de otras cosas– un curioso modelo de los números naturales. Según
una metáfora un conjunto es como una caja que encierra a sus elementos. El conjunto
vacı́o es entonces una caja vacı́a y este serı́a el ordinal nulo (0 = ∅). Hay también un
conjunto, que no es vacı́o, y cuyo único elemento es el conjunto vacı́o; es el ordinal unitario
(1 = {0} = {∅}) y corresponde con una caja que no es vacı́a porque contiene un elemento,
aunque el elemento en cuestión es simplemente una caja vacı́a. El siguiente ordinal es me-
tafóricamente una caja que contiene dos elementos: Uno de los elementos es una caja vacı́a
y el otro es una caja que no es vacı́a porque contiene una caja vacı́a (2 = {0, 1} = {∅, {∅}}).
En el caso general
n = {0, 1, . . . , n − 1}
y se trata entonces de cajas que, si no son vacı́as, es porque contienen otras cajas. Pero las
cajas más internas siempre estarán vacı́as. La metáfora final parece decir que los ordinales
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 17
son interminables matrioshkas cuyas poco agraciadas muñecas tienen seis caras planas de
cartón.
Fácilmente se prueba que la buena ordenación pasa a los subconjuntos.
condición
x ≤ ω ∀x ∈ X
18.- Si X está bien ordenado entonces también X + está bien ordenado y
tiene último elemento ω.
• Conjunto bien ordenado N+ . Por ejemplo, si X = N = {0, 1, . . . , n, . . . } entonces ω = N
y X + = N ∪ {N} tiene último elemento.
• Eliminar último elemento de N+ . En dirección opuesta, si un conjunto bien ordenado X
tiene último elemento u(X) es posible descartarlo y el resultado, X − = X − {u(X)}, sigue
siendo bien ordenado, pero puede ocurrir que a pesar del descarte X − siga teniendo último
elemento. Por ejemplo, si X es finito y tiene dos o más elementos entonces eliminando el
último resulta un conjunto que aún posee un último elemento. Otro ejemplo es N+ =
N ∪ {N} y N++ = N+ ∪ {N+ }; eliminar el último elemento de N++ produce N+ que tiene
todavı́a último elemento.
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 18
f (x) = f (x0 ) ⇒ x = x0
y ∈ Y ⇒ ∃ x ∈ X 3 f (x) = y
Sur(X, Y ) = {f : X → Y | y ∈ Y ⇒ ∃ x ∈ X 3 f (x) = y}
g ◦ f = IX f ◦ g = IY
19.- Una función es inyectiva, suryectiva o biyectiva según las imágenes in-
versas de los elementos del rango sean a lo sumo unipuntual, no vacı́as o
unipuntuales respectivamente, es decir
f ∈ Iny(X, Y ) ⇔ (y ∈ Y ⇒ |f −1 (y)| ≤ 1)
f ∈ Sur(X, Y ) ⇔ (y ∈ Y ⇒ |f −1 (y)| =
6 0)
f ∈ Biy(X, Y ) ⇔ (y ∈ Y ⇒ |f −1 (y)| = 1)
8. Sucesores
Sea X un conjunto ordenado cualquiera y considere un elemento x ∈ X.
El conjunto de los seguidores de x, denotado S(x), está formado por los
elementos que lo siguen estrictamente
S(x) = {y | x < y}
Este conjunto puede ser vacı́o, y si no lo es puede ocurrir que no tenga primer
elemento.
Cuando el conjunto de seguidores no es vacı́o y tiene primer elemento defini-
mos el seguidor inmediato o sucesor del elemento x, denotado por s(x) o por
x+ , como el primero de sus seguidores
s(x) = x+ = p(S(x))
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 20
Sea K = K(X) el conjunto de los elementos para los cuales está definido el
sucesor
K = {x | ∃ p(S(x)) ∈ S(x)} ⊆ X
La función sucesor es la función s : K → X que a cada elemento hace
corresponder su sucesor.
• En R no hay sucesores. Respecto al orden usual en la recta real, los seguidores de
un número forman una semirrecta abierta que no posee primer elemento y por lo tanto
ningún número real tiene sucesor. Es decir, si x ∈ R entonces S(x) = (x, ∞) y como en el
abierto (x, ∞) no hay primer elemento se sigue que el sucesor s(x) no está definido. Este
razonamiento vale para todo x ∈ R, luego K(R) = ∅.
De las definiciones se deduce que
x ∈ K ⇒ x < s(x)
En particular
x ∈ K ⇒ x 6= s(x)
p(X) ∈
/ s(K(X))
En particular
x ≤ y ≤ s(x) ⇒ (y = x ∨ y = s(x))
x<y ⇒ y ∈ S(x)
⇒ s(x) ≤ y
⇒ s(x) = y
26.- Si X está bien ordenado entonces la función sucesor está definida para
todo elemento x que no sea el último elemento de X
K(X) = X − u(X)
K(X) = X ⇔6 ∃ u(X) ∈ X
s : X → X ⇔6 ∃ u(X) ∈ X
∀x, s(x) 6= 0X
s(x) = s(y) ⇒ x = y
Iny(X, X) ⊆ Sur(X, X)
Iny(X, X) $ Sur(X, X)
|∅| < ∞
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 24
|{x}| < ∞
A = X ∩ f (Y ) ⊆ f (Y ) ⊆ X ∪ Y (2)
y if z = f (y) ∈ X ∩ f (Y )
τ (z) = x if z = f (x) ∈ f (X) ∩ Y
z if z ∈ (X ∪ Y ) − ((X ∩ f (Y )) ∪ (f (X) ∩ Y ))
Lo cual equivale a
τ |(f (X) ∩ Y ) = f |(f (X) ∩ Y )τ |(X ∩ f (Y )) = f −1 |(X ∩ f (Y ))
EMon(X, Y ) ⊆ Mon(X, Y )
EMon(X, Y ) ⊆ Iny(X, Y )
Obviamente
IX ∈ EMon(X, X)
s ∈ EMon(K(X), X)
X = {a, b, c} con orden {(a, a), (b, b), (c, c), (a, b), (a, c)} ⊆ X × X
Y = {1, 2, 3} con orden {(1, 1), (2, 2), (3, 3), (1, 2), (1, 3), (2, 3)} ⊆ Y × Y
entonces
h(a) = 1, h(b) = 2, h(c) = 3
La definición implica:
ϕ ∈ Iso(X, Y ) ⇒ ϕ ∈ EMon(X, Y )
c 0 ≤ a0 ⇔ c ≤ a
por consiguiente
c0 ∈ CI (ϕ(A)) ⇔ c ∈ CI (A)
y estas relaciones implican
Análogamente
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 30
ϕ(p(A)) = p(ϕ(A))
ϕ(u(A)) = u(ϕ(A))
Esto equivale a
ϕ ◦ sX = sY ◦ ϕ
ϕ(x+ ) = ϕ(x)+
67.- Si dos conjuntos ordenados son isomorfos y uno es un buen orden tam-
bién lo es el otro, es decir, si ϕ ∈ Iso(X, Y ) entonces
A = {x | ∀A ∈ A, x ∈ A} ∈ If (X)
\
If (X; B) = {A | B ⊆ A ∈ If (X)}
[x]f = {A | x ∈ A ∈ If (X)}
\
En efecto, por ser D ∈ Is0 (X) la función sucesor está definida en todo D y su
imagen está contenida en D, esto es, s : D → D. Luego D ∈ Is0 (D).
Por lo tanto 46 y 73 implican
Ordenación –consecuencia otrora controvertida del Axioma de Elección– para inferir que
el decretado conjunto infinito admite un buen orden y probando después que este contiene
una parte inductiva, a saber, el subconjunto s-invariante [0X ]s generado por el primer
elemento. Véase 79. Luego, en presencia del Axioma de Elección y sus consecuencias, basta
postular la existencia de un conjunto infinito para obtener la existencia de un conjunto
inductivo.
En adelante supondremos que el conjunto bien ordenado X es inductivo, es
decir, asumimos que
X ∈ Is0 (X)
y en particular que K(X) = X.
De las definiciones se desprende el siguiente enunciado.
Esto implica que hay partes inductivas contenidas en todas las demás.
Y ∈ Is0 (X) ⇒ NX ⊆ Y
X = NX
86.- Los naturales son unión disjunta del intervalo inicial de extremo n y los
seguidores de n
S(n) = S(n) ∩ N
= S(n) ∩ A
= S(n) ∩ ([0, n]N ∪ A[n+ ])
= (S(n) ∩ [0, n]N ) ∪ (S(n) ∩ A[n+ ])
= ∅ ∪ (S(n) ∩ A[n+ ])
= S(n) ∩ A[n+ ]
s(N) = N − {0}
n > 0 ⇒ ∃ ! m ∈ N 3 s(m) = n
15. Antecesores
El antecesor inmediato o simplemente antecesor de un natural n es el único
natural m del cual es sucesor. Por 94 el antecesor de cualquier natural,
salvo 0, existe y es único. El antecesor de n se designará mediante n− . La
función antecesor, denotada a : N − {0} → N, asigna al natural positivo n
su antecesor, esto es
a(n) = n−
Por ejemplo, a(1) = 0, a(2) = 1, a(3) = 2, etc.
Las definiciones tienen las siguientes consecuencias.
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 42
p = p(CS (A)) ∈ A
CS (A) 6= ∅ ⇒ ∃ u(A) ∈ A
En efecto, sea u = p(CS (A)) ∈ CS (A) la primera de las cotas superiores. Por
el resultado anterior u ∈ A, luego A ∩ CS (A) 6= ∅ y aplicamos 13.
16. Dı́gitos
Los primeros elementos de N se denotan con los nombres (que dependen del
idioma utilizado) y sı́mbolos especiales siguientes:
Elemento Nombre Sı́mbolo
Primer elemento de N: Cero 0
Sucesor de 0, s(0) = 0+ Uno 1
Sucesor de 1, s(1) = 1+ Dos 2
Sucesor de 2, s(2) = 2+ Tres 3
Sucesor de 3, s(3) = 3+ Cuatro 4
Sucesor de 4, s(4) = 4+ Cinco 5
Sucesor de 5, s(5) = 5+ Seis 6
Sucesor de 6, s(6) = 6+ Siete 7
Sucesor de 7, s(7) = 7+ Ocho 8
Sucesor de 8, s(8) = 8+ Nueve 9
Esta nomenclatura originó en India, durante la Edad Media fue llevada a
España por los árabes y de allı́ pasó a Suramérica. Puede ampliarse a todo
N y entonces constituye el sistema decimal de numeración posicional. Los
sı́mbolos son los dı́gitos del sistema Arábigo-Hindú.
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 44
Las reglas para nombrar los números son tales que el conjunto de los nombres
satisface las condiciones para ser un sistema de números naturales.
Pero, según se verá en el enunciado 140, el sistema inglés NI es isomorfo con el sistema
español NE mediante isomorfismo único, de manera que los dos sistemas pueden ser com-
parados sin ambigüedad. Igual situación ocurre al comparar con un sistema hablado de
números naturales. La traducción entre soportes fı́sicos e idiomas cualesquiera está garan-
tizada por 140.
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 46
• Axiomas fı́sicos. Los sistemas escritos y hablados de números naturales plantean un pro-
blema especial. Para satisfacer la definición de sistema de números naturales los nombres
de los números –tanto los escritos como los hablados– deben formar conjuntos infinitos.
Ya en la sección 17 se mencionó que el conjunto de los sı́mbolos de los números es po-
tencialmente ilimitado. Pero las palabras escritas son marcas sobre una superficie y las
pronunciadas son sonidos. Se trata de realidades fı́sicas. ¿Qué es un sistema infinito de pa-
labras escritas o habladas? Ni siquiera es claro que el Universo sea infinito ni se vislumbra
criterio para decidir esta cuestión. La salida más cómoda es postular la infinitud de los
sistemas fı́sicos requeridos, por ejemplo, con el siguiente:
Axioma Fı́sico de Infinito: Para cada lenguaje natural existen sistemas nominales es-
crito y hablado de números naturales.
Puesto que los sı́mbolos escritos y los sonidos son objetos fı́sicos, el axioma se refiere al
mundo fı́sico. Este postulado establece como acto de fe –o de conveniencia– la existencia
fı́sica de las infinitas expresiones escritas y las infinitas expresiones habladas que se requie-
ren para un sistema de naturales.
Dado que no es posible escribir o pronunciar los nombres de todos los números, la infini-
tud debe entenderse en un sentido pragmático e histórico. Esto significa lo siguiente: Los
sistemas nominales son fı́sicamente infinitos porque cada vez que un agente externo nos
presenta una lista fı́sica de números, o la pronuncia, siempre ha sido y sigue siendo posible
añadir un número más. De manera que para demostrar la no existencia de infinitos núme-
ros la parte interesada debe asumir la carga de la prueba y presentar de manera efectiva
y convincente una lista finita a la cual es imposible añadir un número más.
El uso de los números a todo lo largo de la aventura humana llamada Historia indica que
el Axioma Fı́sico de Infinito es, para cualquier propósito práctico, perfectamente acepta-
ble. Por otra parte tiene una garantı́a difı́cil de superar: El horror al aburrimiento. Un
Universo sin infinitos es tan aburrido que resulta intolerable. Las teorı́as consistentes que
postulan la finitud de los sistemas de números naturales –si es que existen– están relegadas
al depósito de las curiosidades.
Es creencia generalizada que los axiomas están reservados a las Matemáticas y son inútiles
para forzar las realidades fı́sicas. Desde Galileo la moda en Fı́sica supuestamente ha sido
observar, medir y hacer desfilar los resultados para que juzgue el inefable público. Pero
este admirable esquema es otro ideal platónico en desacuerdo con el crudo ejercicio de la
Ciencia. Una hojeada a las publicaciones en algunas áreas de la Fı́sica Teórica demuestra
que la simple existencia de complicadas estructuras matemáticas basta para proponerlas
como explicación de alejadas utopı́as fı́sicas. El Axioma Fı́sico de Infinito va en sentido
inverso: Es un modesto postulado acerca del Universo fı́sico que pudiera inducir algunas
reflexiones en Matemáticas, Filosofı́a y Fı́sica.
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 47
20. Recursión
Es posible creer en el Teorema de Recursión sin necesidad de demostrarlo,
pero ya que sus inventores consideraron que era necesaria una prueba, bien
podemos ejecutarla con lujo de detalles.
En esta sección estudiaremos la noción de recursión y demostraremos su
existencia y unicidad. La naturaleza del procedimiento de recursión obliga a
segmentarlo en cautelosos pasos: 0-recursión, n-recursión y recursión. Como
telón de fondo mantenemos un sistema de números naturales privilegiado,
como antes se indicó, por ser el aquı́ designado mediante N.
La recursión proporciona una manera de construir sucesiones; véase la defi-
nición de sucesión en la sección 36. La recursión consiste en asignar a cada
natural un elemento de un conjunto de acuerdo al siguiente procedimiento: El
valor que corresponde al primer natural, 0, se especifica arbitrariamente. Al
sucesor de un natural se asigna el valor que toma una función –previamente
convenida– sobre valor que correspondió al natural.
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 48
fn (0) = y0
fn ∈ Rn ∧ n0 ≤ n ⇒ fn | [0, n0 ]N ∈ Rn0
Entonces fn0 tiene el valor inicial correcto, fn0 (0) = fn (0) = y0 , y para
0 ≤ m < n0 se tendrá asimismo m < n, por consiguiente
R1 = {f1 }
Rn = {fn }
f :N→Y
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 51
f (0) = y0
f (n+ ) = F (f (n))
fn (m+ ) = f (m+ )
= F (f (m))
= F (fn (m))
para todo m < n, por consiguiente fn ∈ Rn .
R = {f }
Y = ZZ
y0 = IZ ∈ Y = Z Z
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 53
f (0) = IZ
f (n+ ) = g ∗ (f (n)) = f (n) ◦ g
g 0 = IZ
g1 = g
g2 = g1 ◦ g = g ◦ g
..
.
Más generalmente,
0
Entonces g n ◦ g 0 = g n ◦ IX = g n = g s (n) , luego 0 ∈ A. Si suponemos m ∈ A
se tiene +
g n ◦ g m = g n ◦ (g m ◦ g)
= (g n ◦ g m ) ◦ g
m
= g s (n) ◦ g
m
= g s(s (n))
m+
= g s (n)
siendo estas igualdades justificadas ası́: La primera por 116; la segunda por
asociatividad de la composición de funciones; la tercera por la hipótesis de
inducción; la cuarta por definición de composición iterada; y la última por
118. Queda probado que A = N.
Para intercambiar n y m en este resultado (ver 120 más abajo) necesitamos
como resultado preliminar la proposición 119. Comenzamos aplicando 116
a la función sucesor, esto es, tomamos Z = N, Y = NN y g = s : N → N:
n = sn (0)
Los sistemas de números naturales no son únicos pero todo lo expuesto sobre
recursión funcional respecto al sistema privilegiado N se aplica por igual a
cualquier otro sistema N0 : Para N0 , es decir, con los datos Z Z , IZ , g ∗ , están
0
definidas las iteraciones g n : Z → Z con exponentes de iteración n0 ∈ N0 .
Consideremos a continuación el comportamiento bajo iteración de la inyec-
tividad y propiedades similares.
g ∈ Iny(Y, Y ) ⇒ g m ∈ Iny(Y, Y )
g ∈ Sur(Y, Y ) ⇒ g m ∈ Sur(Y, Y )
g ∈ Biy(Y, Y ) ⇒ g m ∈ Biy(Y, Y )
f, g ∈ Eye(X) ⇒ g ◦ f ∈ Eye(X)
F = s ⇒ f = IN
131.- Una recursión cuya fórmula fija el punto inicial es la función constan-
temente igual al punto inicial
n ∈ N ⇒ f (n) = y0
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 60
ϕ(N) = N0
n0 ∈ N0 ⇒ |ϕ−1 (n0 )| = 1
ϕ(n+ ) = ϕ(n)+
= φ(n)+
= φ(n+ )
siendo cierta la primera igualdad por 65; la segunda por la hipótesis de
inducción; y la última nuevamente por 65. Por lo tanto A es inductivo, A =
N, y ϕ = φ. Queda demostrada la unicidad. Esto completa la prueba del
siguiente resultado fundamental:
f :N→Y f 0 : N0 → Y
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 63
yn = yϕ(n)
g n : Y → Y, n ∈ N g ϕ(n) : Y → Y, ϕ(n) ∈ N0
g n = g ϕ(n)
ϕ ◦ sn = s0n ◦ ϕ
n ≤ m ⇔ ∃ ! k ∈ N 3 m = sk (n)
25. Suma
La suma de dos naturales se define como el resultado de aplicar al primero la
función sucesor iterada el número de veces que indica el segundo; en particu-
lar, sumar la unidad equivale a aplicar la función sucesor (iterada una vez).
La suma tiene elemento neutro y es asociativa y conmutativa. A continuación
los pormenores.
Definimos la suma de los números naturales n, m ∈ N, denotada n + m, como
n + m = sm (n) ∈ N
n + 1 = n+
En efecto
n + 1 = s1 (n)
= s(n)
= n+
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 66
En particular
n+m≤n+k ⇒ m≤k
n+m<n+k ⇒ m<k
e : W0 → W
(f + g) + h = f + (g + h)
f +g = g+f
f + c0 = f
f, g ∈ Mon(N) ⇒ f + g ∈ Mon(N)
f, g ∈ EMon(N) ⇒ f + g ∈ EMon(N)
f, g ∈ Eye(N) ⇒ f + g ∈ Eye(N)
ϕ ◦ (f + g) = ϕ ◦ f + ϕ ◦ g
Porque si w ∈ W entonces
f (n + m) = f (n) + f (m)
• Forma de las funciones aditivas. Todas las funciones aditivas en N son producto por un
número natural, esto es, se expresan como f (n) = c n, siendo c = f (1). Véase 187.
Es inmediato que
c0 , IN ∈ Adi(N)
f, g ∈ Adi(N) ⇒ f + g ∈ Adi(N)
f ∈ Adi(N) ⇒ f (0) = 0
f (n + 1) = f (n) + f (1)
f (1) = g(1) ⇒ f =g
f, g ∈ Adi(N) ⇒ g ◦ f ∈ Adi(N)
g ◦ f (n + m) = g(f (n + m))
= g(f (n) + f (m))
= g(f (n)) + g(f (m))
= g ◦ f (n) + g ◦ f (m)
ϕ ◦ Th (f ) = Tϕ ◦ h ◦ ϕ(f )
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 73
Dado que c0 es elemento neutro la notación para las sumas iteradas es con-
sistente con la introducida antes para las traslaciones iteradas.
Las primeras sumas iteradas son
0
^
h+ · · · +h = [0 · h] = 0h = Th0 (c0 ) = IZ (c0 ) = c0
1
^
h+ · · · +h = [1 · h] = 1h = Th1 (c0 ) = Th (c0 ) = c0 + h = h
2
^
h+ · · · +h = [2 · h] = 2h = Th2 (c0 ) = Th (Th (c0 )) = Th (h) = h + h
..
.
y también como
[m+ · h] = [m · h] + h
h ∈ EMon(N) ⇒ [m · h] ∈ EMon(N)
h ∈ Eye(N) ⇒ [m · h] ∈ Eye(N)
ϕ ◦ [m · h] : N → N0
[m0 · I 0 ] ◦ ϕ : N → N0
ϕ ◦ [m · h] = [ϕ(m) · ϕ ◦ h]
[m+ · I] = [m · I] + I
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 78
[n · I] ∈ Mon(N) ∩ Adi(N)
h ∈ Iny(N) ⇒ [m · h] ∈ Iny(N)
187.- Toda función aditiva es igual a una suma iterada de la identidad con
coeficiente de iteración igual a su valor en la unidad, es decir,
f ∈ Adi(N) ⇒ f = [m · I]
siendo m = f (1).
Sea f aditiva, tomemos n = f (1) y considere A = {m | f (m) = [n · I](m)}.
Puesto que f y [n · I] son aditivas se cumple f (0) = 0 = [n · I](0) por lo que
0 ∈ A. Suponga que m ∈ A, entonces
32. Producto
Multiplicar dos números naturales es iterar la suma del primero consigo mis-
mo tantas veces como lo indique el segundo. En otras palabras, la multiplica-
ción es una suma iterada siendo los sumandos todos iguales al primer natural,
y estando repetida la iteración las veces que indique el segundo. Puede haber
ninguna (cero) iteración, una iteración, dos iteraciones, etc. La definición de
producto se apoya en las sumas iteradas de la función identidad.
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 80
nm = [m · I](n)
nm = [m · I](n)
m
^
= (I+ · · · +I)(n)
= TIm (c0 )(n)
n 1 = [1 · I](n) = I(n) = n
1 n = [n · I](1) = n
[m · I](0) = 0
por lo tanto
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 81
n·0=0=0·m
(n + m)k = [k · I](n + m)
= [k · I](n) + [k · I](m)
= nk + mk
De acuerdo con 172 estos valores determinan las funciones; luego las funcio-
nes son iguales y concluimos que
A continuación tenemos la
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 82
196.- I 0 = ϕ ◦ I ◦ ϕ−1
Estamos en condiciones de demostrar:
nk < mk ⇒ n < m
M = {m | bm ≤ a}
0 = b0 ≤ a ⇒ 0 ∈ M
m=1·m≤b·m≤a
q∈M q+ ∈
/M
equivalentemente
bq ≤ a a < bq +
De acuerdo con 147 existe r ∈ N tal que a = bq + r. Sustituyendo en la
última desigualdad a por bq + r y aplicando 191 se tiene
a = bq + r < bq + = bq + b
lo cual implica, según 163, que r < b. La existencia del cociente y el resto
está demostrada.
Probemos ahora la unicidad. Supongamos otra expresión a = bq 0 + r0 con
0 ≤ r0 < b. Por reducción al absurdo, si fuese q < q 0 entonces q 0 = q + t con
0 < t. Por consiguiente
a = bq + r = bq 0 + r0 = b(q + t) + r0 = bq + (bt + r0 )
lo cual permite deducir por medio de 161 que r = bt + r0 . Pero por ser 1 ≤ t
se cumple
b = b1 ≤ bt ≤ bt + r0 = r
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 87
A : N × (N − {0}) → N B : N × (N − {0}) → N
A(a, b) = a B(a, b) = b
Q : N × (N − {0}) → N R : N × (N − {0}) → N
tales que
A = BQ + R
36. Sucesiones
Sean N un sistema de números naturales y A un conjunto. Una sucesión en
A es una función
a:N→A
cuyo dominio son los naturales y que toma valores en A; el valor a(n) que
toma en el elemento n ∈ N es el término n-ésimo y se designa también como
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 88
|N| = ∞
Para la prueba sea A el conjunto de los naturales que son extremo superior
de intervalos iniciales finitos
X ∼ N ⇒ |X| = ∞
N∼N
211.- Para todo conjunto infinito existen funciones inyectivas de los natura-
les en el conjunto, esto es,
|X| = ∞ ⇒ Iny(N, X) 6= ∅
Sur([0, n]N , X) = ∅
entonces X es infinito.
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 90
Sur([0, n]N , X) = ∅
Uno de los axiomas de la teoria de conjuntos postula que las partes P del
conjunto X forman un conjunto. Por lo tanto
Para la prueba sea A el conjunto de los naturales que son extremo superior
de intervalos iniciales finitos
217.- Para todo conjunto no vacı́o existen funciones inyectivas de algún in-
tervalo inicial en el conjunto, esto es,
X 6= ∅ ⇒ Iny(N, X) 6= ∅
Sabemos por ?? que las imágenes de conjuntos finitos mediante funciones son
conjuntos finitos. Recı́procamente, si un conjunto es infinito no puede haber
suryecciones de un intervalo de naturales en el conjunto, luego
Sea X un conjunto que no admite cobertura finita, entonces X es infinito.
Todo conjunto X 6= ∅ es rango al menos una inyección finita.
Sea X un conjunto que no admite cobertura finita, entonces X es infinito.
Considere las inyecciones finitas en I(X) y la función f = fe : I(X)
Considere una sucesión finita ϕ : [0, n]N → X, xn+1 ∈ X − ϕ([0, n]N ) un
elemento fuera de la imagen de la sucesion y sea
c : {n + 1} → X
Yn = Iny([0, n]N , X)
Iny([0, 0]N , X) 6= ∅
e : P0 → X
Definamos la función
yn+1 = f (yn )
y
A = {ϕ(n) | n ∈ N}
Denotemos por nj el elemento ϕ(j), entonces
A = {nj | j ∈ N}
41. Subsucesiones
42. Divisibilidad
Para facilitar la exposición la asociatividad, conmutatividad, distributividad
y demás propiedades elementales básicas se utilizaran, de esta sección en
adelante, sin resaltarlas explı́citamente. En todos los casos donde aparente-
mente exista una omisión el lector podrá fácilmente suplir cualquier detalle
o argumento elemental requerido.
Sean a 6= 0 y b naturales. a es divisor de b, denotado a|b, si existe c ∈ N tal
que b = ac. Para indicar que a no es divisor de b usaremos a - b. Recalcamos
que el divisor es siempre distinto de cero: a 6= 0.
La siguientes frases tienen todas el mismo significado: a es divisor de b; a
divide b; b es múltiplo de a; b es divisible por a.
La divisiblidad es reflexiva y transitiva, tiene a la unidad como divisor uni-
versal y al cero cero múltiplo universal, es decir, se cumplen las siguientes
reglas:
a|a
1|a
a|0
a 6= 0 ∧ b 6= 0 ∧ a|b ⇒ a ≤ b
d = rb + sc
227.- Si un natural divide otros dos, entonces divide cualquiera de sus com-
binaciones lineales
a|b ∧ a|c ⇒ a|rb + sc
Si b = ae y c = af entonces rb = aer y sc = af s. Por consiguiente rb + sc =
aer + af s = a(er + f s), de donde a|(rb + sc).
El conjunto de los divisores de b 6= 0, denotado D(b), está formado por los
naturales no nulos de los cuales es múltiplo
D(b) = {a | a|b}
43. Irreducibles
Un natural a es irreducible si sus únicos divisores son la unidad y él mismo
D(a) = {1, a}
b = pq + r
con 0 ≤ r < p. p|ab = (pq + r)b = pqb + rb por ser p irreducible el máximo
común divisor de a y p es 1 y aplicando ?? obtenemos
44. Primos
Infinitud de primos. Tabla de primos. Algoritmos para calcular tablas de
primos. Densidad de primos. Decidir si un natural es primo. Primos.
45. Cuadrados
Cuadrados perfectos; sucesión de cuadrados.
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 97
46. Cubos
Cubos perfectos; sucesión de cubos.
47. Potencias
Sucesión de potencias k de los naturales. Las potencias de un numero natural
se definen mediante recursión y son operaciones exactas.
49. Raı́ces
Raı́ces naturales de un natural por defecto y por exceso. Caso exacto.
50. Exponentes
Sucesión de potencias de una base fija. Exponentes
51. Logaritmos
Logaritmos en una base, por defecto y por exceso.
54. Recapitulación
Según definición, un sistema de números naturales es un conjunto bien or-
denado, inductivo y minimal. Esto significa son conjuntos infinitos con un
buen orden donde las iteraciones de la función sucesor evaluadas en el cero
proporcionan todos los elementos del conjunto.
El teorema de recursión garantiza que es posible obtener recursiones definidas
por datos cualesquiera –conjunto de valores, punto inicial y fórmula– que
resultan ser únicas para los datos en cuestión.
Dados dos sistemas de números naturales hay entre ellos un único isomorfismo
como conjuntos bien ordenados, esto es, una función biyectiva que conserva
el orden. Este isomorfismo canónico se construye como una recursión con
valor inicial el primer elemento y fórmula la función sucesor.
• Caracterización categórica. La definición dada es una caracterización categórica del siste-
ma de números naturales porque además de proporcionar propiedades definitorias implica
que dos de estos sistemas son isomorfos. No toda definición es una caracterización categóri-
ca. La definición de grupo (conjunto G con operación asociativa, poseedora de elemento
neutro y de inversos) no proporciona una caracterización categórica. Esto se debe a que
hay muchos objetos estructuralmente distintos entre si (no isomorfos) que satisfacen la
definición. En situaciones ası́ es natural plantearse problemas de clasificación. Estos con-
sisten –para los grupos– en obtener descripciones sistemáticas de las clases de isomorfismo
de grupos. Por el contrario con los naturales no hay problemas de clasificación: Dos sis-
temas de naturales son siempre isomorfos mediante isomorfismo único y por lo tanto hay
una sola clase de isomorfismo.
Las operaciones aritméticas básicas entre naturales son la suma o adición y
el producto o multiplicación.
La suma de dos naturales consiste en sumar 1 al primero de ellos tantas
veces como lo indica el segundo. Esta operación se expresa en términos de
la función sucesor iterada. La suma de un natural con cero es el natural y la
suma de un natural con la unidad es el sucesor del natural.
La suma o adición tiene elemento neutro y es conmutativa, asociativa y com-
patible con la relación de orden. Satisface leyes de cancelación tanto para
igualdades como para desigualdades. La operación de suma es compatible
con la relación de orden. El isomorfismo canónico entre sistemas de núme-
ros naturales es compatible con la suma. La suma de naturales satisface la
condición de positividad.
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 99
n − m = [(n, m)]
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 100
Z = Z[N] = N × N/ ∼
a ∼ b ⇔ n|(b − a)
(a, b) ∼ (c, d) ⇔ ad = bc
Denotaremos por a/b la clase de equivalencia de (a, b). El sistema de números racionales
de Z, denotado Q o Q[Z] (del italiano Quotiente=cociente, y/o del español(?) Quebrado
=fracción numérica) es el conjunto cociente
Q = Q[Z] = Z × (Z − {0})/ ∼
El valor absoluto de un racional m/k, designado mediante |m/k|, se define como |m/k| =
|m|/|k|.
Un sistema de números racionales origina un correspondiente sistema de números reales.
De Q a R
Sea Q un sistema de números racionales, y sean Z = ZQ los enteros de Q, N = NZ
los naturales de Z. Estos naturales se usarán como ı́ndices. Una sucesión de racionales
a : N → Q,
a = {a(n)}n∈N = {an }n∈N
es sucesión de Cauchy si términos de ı́ndices suficientemente grandes son arbitrariamente
próximos entre si, esto es, si (denotando por un racional)
Denote por C o por C[Q] el conjunto de las sucesiones de Cauchy de racionales. Este
conjunto de sucesiones tiene operaciones de suma y producto (término a término) respecto
a las cuales es un anillo (y también recibe de Q una relación de preorden, i.e. reflexiva y
transitiva, pero no antisimétrica, lo cual complica un poco los detalles de la construcción).
Una sucesión {an }n∈N es equivalente a cero si los términos de ı́ndice suficientemente grande
son arbitrariamente próximos a cero, esto es, si
Sea I el conjunto de las sucesiones equivalentes a cero; este resulta ser un ideal maximal
en C. El sistema de los números reales de Q es el cociente del anillo C por el ideal I. Esto
significa que se define en C la siguiente relación de equivalencia
R = {[a] | a ∈ C}
{q}(n) = q
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 102
(x, y) + (z, w) = (x + z, y + w)
(x, y)(z, w) = (xz − yw, xw + yz)
z = (x, y) = xC + ıyC
de los valores extremos y de existencia de ceros de polinomios reales de grado impar. Véase
el libro de Lang [9].
55. Broche
Las ideas que siguen proporcionan material para reflexionar sobre las Ma-
temáticas y su inseparable compañero, el ser humano.
Durante veinte años he sostenido un acentuado interés por las redes neurales
–o neuronales en parla hispánica– el cual surgió al vislumbrar que los objetos
matemáticos tal vez fuesen agrupamientos de neuronas. Después de cuatro
lustros, varios teoremas acerca de perceptrones y un par de programas in-
formáticos sigo sin superar el nivel del atisbo especulativo. Pero no toda idea
interesante requiere o tiene demostración empı́rica. Sin necesidad de otros
lubricantes resbalo hacia las concepciones siguientes.
Con insistencia he mencionado a lo largo de la cartilla que existen muchos
sistemas de números naturales. Debemos pensar no en un sistema sino al
menos en una categorı́a –en el sentido matemático– de sistemas de números
naturales (¿también muchas categorı́as?). Los objetos de la categorı́a son los
sistemas de números naturales y los morfismos son los isomorfismos canóni-
cos.
El argumento para preferir la multitudinaria categorı́a al solitario sistema
es el siguiente: Cada persona que aprendió los números naturales los lleva
entretejidos en sus neuronas. Los sistemas de números son individuales y
humanos. Cada una de esas estructuras neuronales personalizadas constituye
un sistema particular de números naturales. Son tan personales como los
computadores. Dado que hay tantos seres humanos sobre el planeta resulta
mucho más natural postular –en vez de un sistema único– toda una categorı́a
de números naturales.
El conocimiento cientı́fico, en particular las Matemáticas, existe como resulta-
do de un proceso social. Los individuos se comunican, comparan las estructu-
ras neuronales que llamamos ideas y constatan que –admirablemente– existe
concordancia suficiente para considerarlas equivalentes. La comparación se
efectúa de las maneras más disı́miles y con impredecibles consecuencias: De
la conversación a la corrección de ejercicios; desde la nota marginal en latı́n
hasta el evento mediático. Esta consistencia interpersonal ocurre con muchas
otras hipotéticas estructuras neuronales que provienen, allende el discurso
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 104
107
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 108
positivo, 38 sucesor
precede, 8 n-ésimo, 55
principio de un elemento, 19
de inducción, 39 función, 20
Principio de Buena Ordenación, 16 suma
producto asociatividad, 66
asociatividad, 82 conmutatividad, 66
conmutatividad, 82 de funciones, 69
de funciones, 87 de números naturales, 65
de números naturales, 80 existencia de elemento neutro, 66
distributividad a derecha, 81 leyes de cancelación, 68
distributividad a izquierda, 81 positividad, 68
existencia de elemento neutro, 80 sumandos, 65
integridad, 83 suryección, 18
leyes de cancelación, 84
positividad, 83 Teorema de Recursión, 52
traslación, 72
recursión, 47, 50 módulo de, 72
0, 48 trasladada de una función, 72
∞, 50 Tricotomı́a, 9
n, 48
n-ésimo valor, 52 unidad, 38
ı́ndices, 52 unipuntual, 18
condición inicial, 51 uno, 38
condición recursiva, 51
datos, 48
fórmula, 48
punto inicial, 48
rango, 48
Teorema de, 52
valor inicial, 48
valores, 48
sigue, 8
sistema
de números naturales, 37
decimal de numeración posicional, 43
subconjunto s-inductivo, 34
Crespin: Números Naturales y Recursión. Prueba #1 110
Referencias