Adoración

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Adoración: Expresar honor a Dios a través del extremo respeto, la reverencia y la

devoción
QUE ES ADORAR A DIOS
Adorar a Dios es brindarle nuestro amor, reverencia, servicio y devoción. El Señor mandó
a Moisés: “Adora a Dios, porque a él sólo servirás” (Moisés 1:15). Él también ha mandado:
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma, mente y fuerza; y en el nombre de
Jesucristo lo servirás” (D. y C
4 Formas de Adorar a Dios:
 ➤Con las palabras:
 ➤Con Nuestros Hechos:
 ➤ Con Nuestra Obediencia:
 ➤ Con el Servicio:
 El servicio es un acto de obediencia por la cual nos permite estar cumpliendo propósito por
el cual fuiste llamado

10 FORMAS DE ADORAR SIN MÚSICA


Adorar es el proceso de rendir nuestra vida entera en las manos de Dios. Todo lo que
hacemos puede y debería ser un acto de adoración. Dios nos diseñó para adorarlo con
nuestra vida entera, de hecho, existen hábitos espirituales que podemos fomentar en nuestra
vida y que nos ayudan a adorar a Dios a un nivel más íntimo. Lamentablemente hemos
relacionado la adoración solo con la música y el canto (esto no quiere decir que no debamos
utilizarlos), pero tenemos a nuestra disposición una gama de expresiones de adoración, con
la que podemos expresar nuestro amor a Dios sin caer en la monotonía.

A continuación estudiaremos diez maneras de adorar a Dios, sin utilizar la música.

1. Adorando por medio de la oración. A menudo perdemos de vista este importante


componente de nuestra vida de oración. Piense en aquellos asuntos por los que
generalmente ora. ¿Cuánto de su vida de oración se centra en usted y cuánto en Dios? No
hay duda de que Dios quiere que le compartamos todo lo que ocurre en nuestra vida. Pero
también quiere que lo conozcamos mejor. Cuando nuestras oraciones afirman quién es
Dios, ponemos nuestra vida de oración en una perspectiva apropiada. Eso es exactamente la
forma en que Jesús nos enseñó a orar. En el Padre Nuestro, en el Evangelio según Mateo
(6.9–13), Jesús empieza la oración diciendo: «Padre Nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre». Con esta oración, Jesús nos enseña una importante lección: La
oración comienza con Dios. Debemos incluir en nuestras oraciones un tiempo en el cual
nos enfoquemos en quién es Dios y lo que ha hecho Dios por nosotros y adorarlo por ello.
2. Adorando con la Palabra. ¿Cómo podríamos adorar a Dios si no tenemos un claro
entendimiento de quién es Él? La verdad acerca de Dios es esencial para adorar. Debemos
prestar más atención al libro de los Salmos. Ningún libro en la Biblia invierte tanto tiempo
describiendo cuidadosamente a la persona de Dios como éste. Podemos utilizar porciones
de los Salmos adaptadas al momento para adorar a nuestro Dios.

3. Desarrollando en nuestra vida el hábito de la gratitud. (Ef. 5:20). Esto requiere que
veamos el mundo a través de un par de lentes diferentes. Cuando vemos a través de los
lentes de gratitud, vemos nuestra vida —y todo lo que hay en ella— como un regalo de
Dios. Debemos empezar a agradecer a Dios por todo lo bueno que ha hecho en nuestra
vida.

4. Postrándonos. (Salmo 95:6). Debemos empezar a entregarle a Dios áreas de nuestra


vida que nunca antes le habíamos dado. Este es el corazón de la adoración: rendirse. Dios
no busca 90% de nuestra vida; él lo quiere todo. Posiblemente, usted haya sido por mucho
tiempo un seguidor de Jesús, pero ciertas áreas de su vida aún no se las ha entregado, las
reserva solo para usted. ¿Cuáles son esas áreas? Solo usted lo sabe. Dos buenos lugares
para echar un vistazo son nuestras finanzas y nuestro tiempo. Debemos mirar las áreas de
nuestra vida donde invertimos más tiempo y dinero. ¿Honran a Dios?

En el aspecto físico, postrarnos es una forma extrema de cortesía (reverencia) y adoración.


El caer delante de alguien o tenderse frente a él o ella es una señal de reverencia suprema.
Es una forma de humillarse uno mismo para aumentar el sentido de elevación de Aquél
delante de quien nos postramos.

5. Orando y Cantando en Lenguas. (1 Cor. 14:13). Cantar en lenguas es un vehículo para


adorar a Dios, un medio para que el Espíritu adore en nosotros. El canto en lenguas expresa
sentimientos y pensamientos. El Espíritu Santo se une a nuestro espíritu, no lo sustituye. Se
sirve de todos los recursos de nuestra naturaleza. El don consiste en dejarse interior y
exteriormente con sencillez, para que pueda brotar este lenguaje de niño. El canto en
lenguas se convierte así en el lenguaje de la alabanza, de una alabanza integral, de todo el
ser, en la presencia de Dios.
El canto en lenguas no es una sucesión de notas ensayadas o una melodía compuesta. Es
una irrupción espontánea, dejando a la persona en libertad para cantar o callarse, que
impulsa directamente a alabar al Señor. Cada persona canta con su voz, bonita o no, con su
propio timbre y su estilo particular. Sin embargo, el conjunto muestra una impresionante
acción del Espíritu, que va constituyendo una unidad en la variedad de voces y melodías. El
efecto es una adoración más allá de lo medible o expresable. Solamente si se ha
experimentado se puede comprender esta realidad.
La mente no tiene un entendimiento natural de lo que se canta; con todo, al mismo tiempo
tiene un conocimiento intuitivo de que nuestro espíritu está alabando y magnificando a
Dios con “lenguas angélicas”.
6. Adorando con cantos espontáneos o cánticos nuevos. (Salmo 149:1). Son cantos que
brotan del corazón de forma espontánea, en un ambiente de alabanza o de adoración
acompañada de música o sin ella. (Col. 3:16). Son cantos o himnos dados directamente por
el Espíritu, y cantados espontáneamente a medida que Él inspira tanto las palabras como la
melodía. Tales cantos suelen ser entonados en el lenguaje de la persona que los articula.
7. Adorando con Adoración líquida. (Lucas 7:36-38). El llanto puede ser también una
respuesta legítima de alabanza a Dios. No es el llanto que viene de la tristeza o de un
corazón quebrantado, sino el que procede de la gratitud y de la adoración de corazón. A
veces cuando meditamos sobre la grandeza y bondad de Dios, la única respuesta apropiada
a su amabilidad es derramar lágrimas de gratitud.
No debemos temer hacer esto, pues no es una señal de debilidad. Debemos dejar que las
lágrimas fluyan. Nuestra reacción humana es a menudo contener las lágrimas. Sin embargo,
llorar puede expresar, a veces, los deseos más profundos de nuestro ser en una forma que
ninguna otra cosa podría hacerlo. En ocasiones produce una profunda liberación.
Tampoco es bueno darse al llanto demasiado, pues eso puede ser una señal de que algo
anda mal en nuestro interior. En tales casos, hay necesidad de sanidad interior.
8. Danzando para el Señor. (Salmo 150:4).
No solamente en público, sino también en nuestro tiempo a solas con Él. Cuando danzamos
en nuestro devocional privado para Jesús, tendremos la absoluta seguridad de que lo
hacemos para ministrarle a Él y no a los hombres. En lo secreto de nuestra habitación Dios
puede darnos nuevos pasos de danza y nuevas revelaciones que se podrán incorporar a este
ministerio.
9. Levantando las manos. Levantar las manos es una señal universal de redención o
sumisión. Cuando las alzamos delante del Señor estamos reconociendo que nos sometemos
completamente a Su voluntad y le decimos que somos suyos incondicionalmente.
Las personas que no están completamente rendidas a Dios tienen grandes problemas a la
hora de hacerlo, aunque aparente ser una cosa muy simple. Se resisten firmemente a esta
manera de adoración. Sin embargo, una vez que lo hacen viene sobre ellos una gran
liberación, la cual, muchas veces les habilita para expresar alabanzas de muchas otras
maneras.
“Alzad vuestras manos al santuario y bendecid al Señor” (Sal 134:2). Es también una señal
de un anhelo profundo de adorar a Dios. “Escucha la voz de mis súplicas, cuando clamo a
ti, cuando alzo mis manos hacia tu santo templo” (Sal 28:2). Es además simbólico de la sed
espiritual que sentimos por Dios. “Extiendo mis manos a ti; mi alma tiene sed de ti, como
una tierra sedienta” (Sal 143:6).
10. Hablando de sus poderosos hechos. (Salmo 145: 4-7). Esta es la evidencia de un
corazón enamorado. Hablamos constantemente de aquel a quien amamos. El adorador debe
dar testimonio permanente de quien es Dios y de lo que Dios hace en la vida de los que le
aman.

Conclusión: Todas estas expresiones de adoración son válidas únicamente cuando son
expresadas con sinceridad de corazón, tal como dice en Colosenses 3:23: “Y todo lo que
hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor…
¿Cuál es el significado de la adoración cristiana?

RESPUESTA

El significado de la palabra griega en el Nuevo Testamento traducida más a menudo como


"adoración" (proskuneo) es "postrarse delante" o "arrodillarse delante." La adoración es una
actitud del espíritu. Debido a que es una acción interna e individual, los cristianos adoran
constantemente, los siete días de la semana. Cuando los cristianos se reúnen formalmente
en el culto, el énfasis aún debe estar en adorar individualmente al Señor. Aún como parte de
una congregación, cada participante debe estar consciente de que está adorando a Dios en
un plano individual.

La naturaleza de la adoración cristiana es de adentro hacia afuera, y tiene dos cualidades


igualmente importantes. Debemos adorar "en espíritu y en verdad" (Juan 4:23-24). Adorar
en espíritu no tiene nada que ver con nuestra postura física. Tiene que ver con lo más hondo
de nuestro ser y requiere varias cosas. Primero, debemos nacer de nuevo. Sin el Espíritu
Santo habitando dentro de nosotros, no podemos responder a Dios en adoración, porque no
lo conocemos. ""Nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios" (1 Corintios
2:11). El Espíritu Santo dentro de nosotros es quien vigoriza la adoración, porque en
esencia está glorificándose a Sí mismo, y toda verdadera adoración glorifica a Dios.

En segundo lugar, adorar en el espíritu requiere de una mente centrada en Dios y renovada
por la verdad. Pablo nos exhorta a "presentar vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo y
agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento" (Romanos 12:1, 2).
Sólo cuando nuestras mentes dejan de estar centradas en las cosas materiales para centrarse
en Dios, podemos adorar en el espíritu. Distracciones de todo tipo pueden inundar nuestras
mentes cuando tratamos de alabar y glorificar a Dios, dificultando nuestra verdadera
adoración.

En tercer lugar, sólo podemos adorar en el espíritu si tenemos un corazón puro, abierto y
arrepentido. Cuando el corazón del Rey David estaba lleno de culpa por su pecado con
Betsabé (2 Samuel 11), se dio cuenta de que no podía adorar. Sentía que Dios estaba lejos
de él, y "gemía todo el día," sintiendo que la mano de Dios se agravaba sobre él (Salmo
32:3, 4). Pero cuando confesó su pecado, la comunión con Dios fue restaurada y le brotaban
la adoración y la alabanza. Comprendió que "los sacrificios de Dios son el espíritu
quebrantado; el corazón contrito y humillado" (Salmo 51:17). La alabanza y la adoración a
Dios no pueden provenir de corazones llenos de pecados inconfesos.

La segunda cualidad de la adoración verdadera es que es hecha "en verdad." Toda


adoración es una respuesta a la verdad, ¿y qué mejor medidor de la verdad que la Palabra
de Dios? Jesús le dijo a Su Padre: "Tu palabra es verdad" (Juan 17:17). El Salmo 119 dice:
"Tu ley es verdad" (v. 142) y "Tu palabra es verdad" (v. 160). Para adorar verdaderamente
a Dios, debemos comprender quién es y lo que ha hecho, y el único sitio donde esto se ha
revelado enteramente es en la Biblia. La adoración es una expresión de alabanza desde lo
más hondo de nuestros corazones a un Dios que es comprendido a través de Su Palabra. Si
no tenemos la verdad de la Biblia, no conocemos a Dios y no podemos adorar
verdaderamente.

Debido a que las acciones externas son secundarias en la adoración cristiana, no existe
ninguna regla con respecto a si debemos sentarnos, pararnos, postrarnos, estar en silencio, o
cantar alabanzas estentóreamente cuando adoramos corporativamente. Estas cosas deben
decidirse basándose en la naturaleza de la congregación. Lo más importante es que
adoremos a Dios en espíritu (en nuestros corazones) y en verdad (en nuestras mentes)
Ser un verdadero adorador te va a costar, no solo es cantar o gritar, y danzar hasta que te
deshidrates, eso no es adorar, (es solo una parte) El verdadero adorador, sacrifica lo mas
importante en su vida con tal de agradar a Dios ( Génesis 22:2 ), aunque Dios siempre
proveerá a un adorador cuando este realmente toca el corazón de Dios (Génesis 22:8),
(Génesis 22:10-13),
Ser un verdadero adorador es aquel que sabe adorar en medio de su quebranto, de su dolor,
de su prueba, sin reclamarle nada a Dios, en ese momento es cuando se reconoce a los
verdaderos adoradores, y es ahí cuando Dios escucha el corazón del adorador y manda un
terremoto a tu vida para que todas las ataduras sean rotas, abiertas y seas liberado, (Hechos
16:25-26)
Ser un verdadero adorador te va a costar tu reputación, ya que cuando comiences a hacer la
voluntad de Dios, nadie te va a entender, nadie te va a creer, muchos te van a juzgar,
muchos te van a despreciar, pero Dios te va a bendecir, (Mateo 1:18-21)
Por cuanto debes saber que si realmente quieres ser un adorador, debes de saber que Dios te
va a hacer pasar por fuego, desierto, pruebas, etc., pero en medio de el quebranto, del dolor,
tienes que ADORAR, y solo ADORAR, en ese momento y justo en ese momento es cuando
aprenderás a tocar el corazón de Dios, y Él volteara su rostro hacia ti y su Gracia y
Misericordia estará de continuo en tu vida.
Ahora solo te resta adorar en espíritu y verdad, por que tales adoradores Dios busca que le
adoren. (Juan 4:23)
Ten un excelente día en Jesucristo.

Para adorar te debes quebrar, algo se debe romper en tí, te debes rendir; y la
rendición no es otra cosa que decir "no puedo más"... Te debes humillar,
reconociendo tus limítaciones y decretar que donde tu no puedes PUEDE DIOS...
Ser Adorador es un estilo de vida; es determinarse a vivir con la cultura de Dios en vez de
vivir con la cultura "del mundo" que nos insiste y nos insiste para demostrarnos que hay
que estar a la "vanguardia" en formas y actitudes.
El Rey David es un prototipo del Adorador por Excelencia; El adoraba cuando sentía, como
sentía y donde sentía, simple y llanamente porque vivía en sintonía espiritual, no se movía
por lo que veía, por las circunstancias, sino por sus convicciones y su fé; no le importó
jamás ser un ridículo ni tan siquiera a los ojos de su esposa; ni a los ojos de todo su Pueblo;
David Adoraba porque conocía a Su Dios; reconocía en El cualidades más que suficientes
para Exhaltarlo; Honrarlo; y darle Alabanza.
Adorar es Renunciar y hasta sacrificar lo que amas, tal como Abraham; nuestro padre de la
fé; no vaciló cuando Dios le pidió su unico hijo, el que tanto anheló... sino que con fé subió
con Isaac (su hijo) para ofrecérselo en Adoración (sacrificio)....más tras su actitud; Dios le
proveyó un cordero.... (milagro).
Quizás, más de una vez tu corazón fue roto, quebrado en mil pedazos por situaciones de la
vida y esos millones de pedazos fueron juntados solo por la gracia y misericordia de Dios,
que en la hora más hostil de tu quebranto has podido levantar tus manos al cielo y has
gritado: yo no entiendo porque estoy sufriendo; no entiendo porque estoy pasando todo
esto, no sé donde estás tú Dios en medio de mi tribulación; pero aunque yo esté pasando lo
que esté pasando, te voy a Adorar, te voy a bendecir, aún en medio de la angustia; voy a
quedarme contigo. ADORAR TE VA A COSTAR....
Ser Adorador es pararse y decirle a Dios lo que hoy no entiendo sé que algún día lo
entenderé; pero tú estás conmigo y TODO VA ESTAR BIEN... TODO VA ESTAR BIEN.
Debes pararte aún envuelta en lágrimas, y decretar que si Dios está contigo, mientras tú lo
adoras; todo va a cambiar. NO HAY ENEMIGO, TRAIDORES, NI MURMURACION, NI
DIABLO QUE SE LEVANTE CONTRA TI....
Tú eres parte de una generación que paga un alto precio; porque creerle a Dios y seguirle a
Dios sin contaminarse Hoy Cuesta mucho; más Dios te vé, y eso es tu mayor respaldo.
Tú estás dando a luz unos hijos que mañana serán padres, abuelos, y ellos que le van a
enseñar a sus hijos, si tu no te conviertes hoy en un ADORADOR.
Adora a Aquel que vive por los siglos de los siglos y recibe toda su Gracia en medio tu
alabanza...

. La lección general sobre la adoración al señor en espíritu y en verdad, es que no debe


limitarse a una única ubicación geográfica ni necesariamente debe ser regulada por las
disposiciones transitorias de la ley del antiguo testamento. Con la venida de Cristo, la
separación entre judíos y gentiles ya no era pertinente, ni tampoco lo era la centralidad del
templo en la adoración. Con la venida de Cristo, todos los hijos de Dios adquirieron igual
acceso a Dios a través de él. La adoración se convirtió en un asunto del corazón, no de las
acciones exteriores, y dirigida por la verdad y no por una ceremonia.

En Deuteronomio 6:5, Moisés establece para los Israelitas cómo amar a su Dios: "Y amarás
a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas". Nuestra
adoración de Dios es dirigida por nuestro amor hacia él; cuando amamos, adoramos. Ya
que la idea de "fuerza" en hebreo indica totalidad, Jesús amplió esta expresión a la "mente"
y "con todo lo que eres" (Marcos 12:30; Lucas 10:27). Adorar a Dios en espíritu y en
verdad implica necesariamente amarlo con todo el corazón, el alma, mente y fuerza.

La verdadera adoración debe ser "en espíritu", es decir, que involucre todo el corazón. A
menos que exista una verdadera pasión por Dios, no hay adoración en espíritu. Al mismo
tiempo, la adoración debe ser "en verdad", es decir, debidamente fundamentada. Si no
tenemos conocimiento del Dios que adoramos, no hay adoración en verdad. Ambas son
necesarias para satisfacer y honrar a Dios en adoración. Espíritu sin verdad conduce a una
experiencia emocional y demasiado superficial que puede ser comparado a un nivel alto.
Tan pronto como se termine la emoción, cuando el fervor se enfría, se enfría también la
adoración. La verdad sin espíritu puede resultar en un encuentro seco y sin pasión que
fácilmente puede conducir a una forma triste de legalismo. La mejor combinación de ambos
aspectos de la adoración se traduce en un reconocimiento gozoso de Dios fundamentado
por las escrituras. Cuanto más sabemos acerca de Dios, más lo apreciamos. Entre más lo
apreciamos, más profunda es nuestra adoración. Entre más profunda sea nuestra adoración,
mayormente será Dios glorificado

¿Cómo puedo adorar al Señor en espíritu y verdad (Juan 4: 23-24)?

Juan 4: 23-24 registra a Jesús diciendo: "Pero se acerca la hora, y ha llegado


ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en
verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu,
y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad." ¿Qué quiso decir
él?
Primero, es importante entender qué es la adoración. Muchos equiparan la
adoración con cantar en la iglesia. Este es solo un aspecto de la adoración
(Salmo 100: 2), pero la adoración de ninguna manera se limita a la canción. Es
una respuesta de vida plena al objeto de nuestra adoración. Cuando realmente
adoramos algo, afecta la forma en que vivimos.

Cuando adoramos algo, declaramos que es digno (Salmo 145: 3). La palabra
griega usada para "adoración" implica una actitud de reverencia. También
incluye gestos físicos como besar la mano o arrodillarse (Salmo 95: 6).
Adoramos algo cuando actuamos como si tuviera valor. Por naturaleza, los
seres humanos son adoradores. A veces nuestra adoración se centra en lo que
realmente es digno de reverencia (como Dios). Otras veces está mal dirigido
(por ejemplo, adoramos nuestro trabajo o nuestras cuentas bancarias, la moda o
un ícono político).

La adoración es una respuesta vital al valor de su objeto. Cuando adoramos a


Dios, lo hacemos en respuesta a quién es Él (Salmo 52: 9). Nuestras actitudes y
acciones reflejan que creemos que el carácter y la conducta de Dios son dignos
de alabanza y adoración. A veces, nuestra adoración se expresa a través del
canto corporativo, la enseñanza y el diezmo. También se expresa en nuestra
vida diaria a través de la oración, la lectura de las Escrituras, los actos de
bondad, la gratitud, los pensamientos puros y cosas similares.

Luego, tenemos que ver lo que es adorar en espíritu y en verdad. Es importante


tener en cuenta que hacemos esto simultáneamente. No adoramos en espíritu en
un entorno y en verdad en otro. Estamos en ambos a la vez.

Nuestro espíritu es el núcleo de quienes somos. Es el centro de nuestra volición


y nuestras emociones. También sabemos que Dios es un ser espiritual. Adorar
en espíritu, entonces, es hacer algo que está más allá de lo físico. No adoramos
simplemente doblando las rodillas; adoramos a través de una postura del
corazón (Salmo 51:17). Y nuestra adoración está en línea con la adoración en el
cielo (Salmo 148: 1-2; Efesios 6:12; Apocalipsis 4: 8).

Adorar en verdad significa que adoramos en base a la verdad (ver Romanos 10:
2). Esto incluye la verdad sobre quién es Dios y lo que hace, de ahí por qué es
digno de adoración. También incluye la verdad sobre nuestras circunstancias.
Adoramos a Dios incluso cuando estamos experimentando dolor de corazón.
Cuando lo adoramos, no nos olvidamos de nuestro dolor, pero adoramos incluso
en la verdad de nuestro dolor. También adoramos en circunstancias alegres. La
verdad misma puede ser un medio de adoración; adoramos a Dios cuando
declaramos su verdad.
Entonces, adorar a Dios en espíritu y en verdad es declarar que Dios es digno
de nuestra reverencia. Hacemos esto a través de nuestro centro emocional y a la
luz de la realidad. Adoramos a Dios en base a la verdad de quién es Él, la
verdad de quienes somos, la verdad de lo que Dios hace y la verdad de lo que
está sucediendo en nuestro mundo. Lo hacemos con un corazón inclinado hacia
Dios y en sumisión a Él. Adoramos a Dios cuando nuestras actitudes, acciones
y palabras declaran que Él es digno de nuestra alabanza.

"¡Cantaban con todas sus fuerzas: «¡Digno es el Cordero, que ha sido


sacrificado, de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fortaleza y la
honra, la gloria y la alabanza!»" (Apocalipsis 5:12).

LA SANTIDAD DE DIOS

La frase “santo, santo, santo” aparece dos veces en la Biblia, una en el Antiguo
Testamento (Isaías 6:3) y una en el Nuevo (Apocalipsis 4:8). Ambas veces la
frase es hablada o cantada por criaturas celestiales, y en ambas ocasiones
ocurre en la visión de un hombre que fue transportado hasta el trono de Dios;
primero, el profeta Isaías y después el apóstol Juan. Antes de abordar las tres
repeticiones de la santidad de Dios, es importante entender lo que significa
exactamente la santidad de Dios.

La santidad de Dios es el más difícil de explicar de todos los atributos de Dios,


en parte porque es uno de sus atributos esenciales que no es compartido por el
hombre. Nosotros somos creados a la imagen de Dios y compartimos muchos
de Sus atributos, en una escala mucho menor, desde luego – amor,
misericordia, fidelidad, etc. Pero algunos de los atributos de Dios nunca serán
compartidos por seres creados – omnipresencia, omnisciencia, omnipotencia, y
santidad. La santidad de Dios es lo que lo separa a Él de todos los demás
seres, lo que hace que Él esté separado y sea distinto de todo lo demás. La
santidad de Dios es más que sólo Su perfección o pureza sin pecado; es la
esencia de Su “alteridad” - Su trascendencia. La santidad de Dios personifica el
misterio de Su majestuosidad y nos hace mirarlo con asombro, mientras
comenzamos a comprender sólo un poco de Su majestad.

Isaías fue testigo presencial de la santidad de Dios en su visión descrita en


Isaías 6. Aunque Isaías era un profeta de Dios y un hombre justo, su reacción
ante la visión de la santidad de Dios fue sentirse consciente de su propia
maldad y la desesperación por su propia vida (Isaías 6:5). Aún los ángeles en la
presencia de Dios, aquellos que clamaban “Santo, santo, santo, JEHOVÁ de los
ejércitos,” cubrían sus rostros y pies con cuatro de sus seis alas. El cubrir su
rostro y sus pies sin duda denota la reverencia y asombro inspirado por la
inmediata presencia de Dios (Éxodo 3:4-5). Los serafines estaban cubiertos,
como si trataran de ocultarse lo más posible, en reconocimiento de su
indignidad ante la presencia del Santo. Y si los puros y santos serafines
exhiben tal reverencia en la presencia de Jehová, ¡con cuán profundo respeto
deberíamos nosotros como criaturas contaminadas y pecaminosas, intentar
acercarnos a Él! La reverencia mostrada a Dios por los ángeles debe
recordarnos nuestro propio atrevimiento, cuando llegamos de forma
apresurada, irreverente e imprudente ante Su presencia, como lo hacemos a
menudo, porque no entendemos lo que es Su santidad.

La visión de Juan del trono de Dios en Apocalipsis 4, fue similar a la de Isaías.


Nuevamente, estaban los seres vivientes alrededor del trono diciendo
incesantemente, “Santo, santo, santo, es el Señor Dios Todopoderoso,”
(Apocalipsis 4:8) en reverencia y admiración ante el Santo. Juan prosigue
describiendo que estas criaturas dan gloria y honor y reverencia a Dios
continuamente alrededor de Su trono. Es interesante, que la reacción de Juan
ante la visión de Dios en Su trono es diferente a la de Isaías. No hay un registro
de Juan cayendo en el terror y la conciencia de su propio estado pecaminoso,
tal vez porque Juan ya se había encontrado con el Cristo resucitado al inicio de
su visión (Apocalipsis 1:1). Cristo había colocado Su mano sobre Juan y le había
dicho que no tuviera temor. De la misma forma, nosotros podemos
aproximarnos al trono de gracia si tenemos la mano de Cristo sobre nosotros
en la forma de Su justificación, cambiada por nuestro pecado en la cruz (2
Corintios 5:21).

Pero ¿por qué la repetición de tres veces “santo, santo, santo,” (llamada
trisagio)? La repetición de un nombre o una expresión tres veces era muy
común entre los judíos. En Jeremías 7:4, los judíos son representados por el
profeta mientras dice, “Templo de Jehová” tres veces, expresando su intensa
confianza en su propia adoración, aún cuando era hipócrita y corrupta.
Jeremías 22:29, Ezequiel 21:27, 1 Samuel 18:23 y 2 Samuel 18:33 contienen
expresiones de intensidad similares repetidas tres veces. Por tanto, cuando los
ángeles alrededor del trono llaman o gritan uno al otro, “Santo, santo, santo,”
ellos están expresando con fuerza y pasión la verdad de la suprema santidad
de Dios, esa característica esencial que expresa Su asombrosa y majestuosa
naturaleza.

Adicionalmente, el trisagio expresa la naturaleza trina de Dios, las tres


Personas de la Divinidad, cada una igual en santidad y majestad. Jesucristo es
el Santo que no “vería corrupción” en la tumba, sino que resucitaría para ser
exaltado a la diestra de Dios (Hechos 2:26; 13:33-35). Jesús es el “Santo y
Justo” (Hechos 3:14) cuya muerte en la cruz nos permite estar confiados ante
el trono nuestro Dios santo. La tercera Persona de la Trinidad – el Espíritu
Santo – por Su nombre mismo denota la importancia de santidad en la esencia
de la Divinidad.

Finalmente, las dos visiones de los ángeles alrededor del trono clamando,
“Santo, santo, santo,” indican claramente que Dios es el mismo en ambos
Testamentos. Con frecuencia pensamos en el Dios del Antiguo Testamento
como un Dios de ira y el Dios del Nuevo Testamento como un Dios de amor.
Pero Isaías y Juan presentan un cuadro unificado de nuestro santo, majestuoso,
y asombroso Dios, que no cambia (Malaquías 3:6), que es el mismo ayer, hoy y
siempre (Hebreos 13:8), y “en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”
(Santiago 1:17). La santidad de Dios es eterna, así como Él es eterno.
Estrella de David o Emblema del dios Remfán?

cocochocococha
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Hace 4 años
-
LA SUPUESTA ESTRELLA DE DAVID ES A LA PAR DE LA IMAGEN DE MOLOK (estrella del
dios Remfán)

Hay menciones y pasajes sobre el uso de estrellas y tabernáculos en relación a la adoración del Becerro
de Oro al que los antiguos israelitas identificaron con Moloch, dios fenicio, para el cual realizaron
sacrificios ante la ausencia del profeta Moisés y cometiendo el pecado de la idolatría.

Y Dios se apartó, y los entregó a que rindiesen culto al ejército del


cielo; como está escrito en el libro de los profetas: ¿Acaso me
ofrecisteis víctimas y sacrificios en el desierto por cuarenta años,
casa de Israel? Antes bien llevasteis el tabernáculo de Moloc, y la
estrella de vuestro dios Renfán, figuras que os hicisteis para
adorarlas. Os transportaré, pues, más allá de Babilonia. Hechos 7:42-
43
Si bien no hay certeza de que se trate de la Estrella de David o de que fuese mediante la adoración a
Moloch que este símbolo fuera introducido al judaísmo, no es un dato menor que las pocas menciones
que hay al respecto en los escritos se encuentren alrededor de este tema y que la estrella también sea
conocida como Sello de Salomón, quien fuera el rey que ordenase la construcción del templo para la
adoración del Moloch y el Becerro de oro.

Para evitar confusiones es necesario aclarar que Quiún, Chiún, Renfán y Refrán, son el mismo nombre
del dios Moloch, en diferentes lenguas: aramea, hebrea, árabe y egipcia.

“Oh casa de Israel”, ¿acaso me ofrecieron sacrificios y ofrendas en el desierto durante 40 años?

Sino que transportaron el tabernáculo de mílcom y la imagen de Quiún, estrella que para ustedes
hicieron un dios. Haré que los lleven cautivos aún más allá de Damasco...” (Amós 5:26-27, Peshitta).

¿De dónde se originó esa estrella?

Esa estrella tiene sus orígenes en Mitzraim (Egipto), con una antigüedad remota de miles de años. En el
libro de Éxodo de la Biblia es mencionada, porque cuando antes de la entrada de los antiguos israelitas a
Kenaan, adoraron a un becerro de oro, junto a una estrella de 6 puntas. Becerro que lo llamaron Mílcom
(Molok), y la estrella de un tal dios Remfán, para que conforme a las exigencias hechas a Aarón, fueran
sus dioses que irían delante de ellos (Ex. 32:1-9; Am. 5:26-27; y Hch 7:41-43). Tiempos después
Salomón rey Israel e hijo de David, los adoró junto a los dioses: “Astoret diosa ramera de los sidonios; a
Milcom ídolo abominable de los amonitas; a Quemos ídolo abominables de Moab; y a Moloc ídolo
abominable de los hijos de Amón”, por mezclarse con mujeres extranjeras, en contravención a lo dicho
por IEUE Dios (1 R. 3:1; 9.2-9; y 11.1-13). Salomón así se desvió de la verdadera adoración, para
adquirir las prácticas de adoraciones paganas, en las que se utilizaban símbolos demoniacos, uno de los
cuales la estrella de 6 puntas del dios Remfán, hecha en analogía o representación a la constelación que
se aprecia en el solsticio de invierno, en un polo de Saturno, con el ojo que todo lo ve. En clara
distorsión a lo destinado por IEUE Dios, ya que las lumbreras y las estrellas servirían por señal de los
tiempos, días y años, y no de adoración e utilización satánica (Gn. 1:14-18).
Magen David, Escudo de David o Hexagrama de Salomón

Hoy día cuya estrella está relacionada al ocultismo o Cábala, y grabada en la mitra del Papa de la Iglesia
Católica. Ésta Iglesia aún de darle lugar en la mitra a la estrella del dios Remfán, dan adoración a la
madre de los dioses, reina celestial, reina del cielo
(Semíramis/Inanna/Ishtar/Isis/Astarté/Astoret/Afrodita/Diana), diosa de los babilonios, egipcios, fenicios
“cananeos y sidonios”, asirios y griegos respectivamente, modificada como presunta virgen María y
todas esas colecciones de vírgenes. Leamos los siguientes pasajes:

Este cuadro realmente está basado en una representación de “La virgen” Astarte en 1830
"Los niños juntan leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres hacen la masa para coser tortas y
ofrecerles a la "reina del cielo". Jeremías 7:18.

"Al contrario seguiremos haciendo lo que ya hemos hecho: Ofrecemos incienso y libaciones a la “reina
del Cielo” como lo hemos dicho: nosotros, y como antes los hicieron nuestros antepasados, nuestros
reyes, nuestros funcionarios, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. En aquel tiempo
teníamos comida en abundancia, nos iba muy bien y no teníamos calamidad." Jeremías 44:17

"Además construyeron el santuario pagano de Tofet, en el Valle de Ben Hinón, para quemar a sus hijos y
a sus hijas en el fuego, cosa que
jamás ordené ni me pasó siquiera por la mente." Jeremías 7:31
En el caso de Israel, vemos la estrella de Remfán, en la bandera nacional, en la tumba del Rey David, en
las (frentes) de los cascos de los soldados, en varias sectas religiosas, lo cual es bastante delicado pues
este pueblo según la Biblia, fue escogido por Dios (IEUE de los Ejércitos), y cuenta la Biblia misma que
fue un pueblo mal agradecido y rebelde, motivo por el que Dios se apartó de Israel, por hacer no sólo un
becerro de oro, sino también la estrella de un tal dios Remfán, la cual mantienen actualmente, aun
sabiendo que su origen es egipcio, donde una vez fueron esclavos. Esto amado lector, es para detenernos
a pensar y a reflexionar sobre el asunto, que por lo visto nos concierne a todos los que nos consideramos
cristianos. ¿Quizá estamos próximos a una guerra ideológica y espiritual?, la Biblia nos habla de una
guerra Santa. El mundo o este sistema global nos arrastra inevitablemente a unirnos los buenos contra
los malos, la batalla del bien contra el mal. Sólo Dios sabe cuándo y cómo será esta guerra, que al estar
el Anticristo Gobernando, se desatará el Armagedón, y luego de cumplido los 1000 años habrá la batalla
final, (leamos Apoc.16:16; y 20:4-10). Aunque no estaremos solos, pues la Biblia asegura que el mismo
Cristo estará de parte de los justos.
Es alarmante que ciertas iglesias evangélicas o sectas religiosas, estén utilizando la estrella de seis
puntas como si fuera un símbolo que representa a Jesucristo, lo cual es de muy mal gusto para quienes
sabemos que Cristo no está representado en ninguna imagen satánica, y menos por una estrella que deja
mucho de qué hablar, por las incógnitas que ella representa a lo largo de la historia, creando una fuerte
duda de que esta sea de buena procedencia u origen, o, ¿es que acaso existe un plan para engañar al
mundo cristiano con esto de la estrella de David? El rey David, en uno de sus Salmos dice: “mi estrella
de la mañana”, refiriéndose a IESUE “Jesús” en un lenguaje metafórico, y alguien no sé quién pero si les
puedo decir, que se apropió de la frase de David, para infiltrar la estrella de Remfán, y hacer creer al
pueblo de Israel y al mundo, que el Rey David se refería a esta imagen, en comparación con IESUE, el
Cristo, es importante que ustedes presten atención, a lo que vamos a aclarar, cuando David se refirió en
su cita a IESUE, no sólo lo hizo en el término de estrella, sino también lo compara con un león y con la
raíz de su linaje, esto nos dice que no hay una comparación única con dicha estrella, por el contrario, en
la Biblia si se nos habla de una estrella abominablemente diabólica, tanto así que el mismo Dios según lo
relatado en la Biblia, en el libro de Hechos 7:41 al 43, se aparta del pueblo de Israel, y en Isaías 14:12 al
17, vemos el verdadero nombre del diablo. Les invito a que abran bien los ojos, y que se pongan a
estudiar lo que les estamos revelando proféticamente, según las señales bíblicas, estamos muy cerca de
la aparición de la bestia y del falso profeta, quienes de estar en el mundo, perseguirán y matarán a todo
aquel que se niegue a sellarse y a servirles, y después esos malignos irán a perdición.

La marca de la bestia y el verdadero nombre del Diablo:

En Apocalipsis 14:11 encontramos una pista de la marca del nombre de la bestia, pues tendría que ser
relativa al nombre que Dios le puso al ángel caído, y su nombre es Lucifer o Luzbel, que significa:
lucero hijo de la mañana (Isaías,14:12). En el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española,
por decirlo así: lucero, astro y estrella son lo mismo en pocas palabras, y según lo investigado, la marca
de la bestia vendría a ser la estrella mal llamada de David y no otra cosa, pues esta es la única que tiene
seis triángulos en sus puntas, y que al contarla en unidades, nos da un número de hombre (666) como lo
relata la Biblia en el libro de Apocalipsis 13:18.
A continuación, explicaremos según la Biblia la marca de su nombre, que es igual al número de la bestia
y los dos son una misma cosa en la cual se encuentra el código o el número de hombre (666), pues Dios
es unidad y el hombre es divisor, esto menciono para que usted no tenga la menor duda y abra su mente
a la sabiduría de Dios, que es con la única que se puede entender y descifrar esta marca o símbolo, con la
aplicación del algebra:

Veremos que está formada por dos unidades de tres ángulos (geométricamente hablando), y cada uno es
representado por un número de hombre el cual es (3) tres, Ejemplo: triángulo es igual a unidad de 3, y la
estrella de Remfán, se forma entrelazando dos triángulos (uno derecho y el otro al inverso), formando
una estrella de seis triángulos, los cuales contaremos de dos en dos y así aparecerá descifrado en número
de hombre, el código (666) como lo anuncia la Biblia.

Esto es para analizar y discutir con nuestro entorno, ya que esto nos involucra de alguna manera a todos
los seres humanos. Esto no amerita un premio Nobel, pero de seguro que será de mucha polémica y
análisis, por la posición y el sitial que tiene o representa para muchos…este enigmático y emblemático
símbolo. Sabemos bien lo que estamos haciendo, y a lo que nos estaremos enfrentando, por lo cual nos
hemos preparado, para asimilar cualquier situación sobre este asunto, no estamos solos, el Maestro,
Señor de señores y Rey de reyes, Jesucristo está con todos los que le honran (I Samuel 2:30).

La bestia y el falso profeta, estarán personificados en el mundo, sólo falta que se revelen ante la raza
humana, no olvidemos que vienen como ovejas, pero son lobos rapaces buscando a quien devorar, están
llenos de mentiras y tienen el propósito de engañar para luego sellar con la estrella mal llamada de
David, diciendo que es el sello de Dios, estamos alertados, nadie será inocente sobre este hecho, lo
hemos dicho antes de que suceda. Cada uno de nosotros seremos responsables de nuestros actos delante
de nuestro Padre Celestial, quien se hizo Hombre “Jesucristo”. ¡Amén!

La pirámide de Keops:
Esta pirámide está situada en el Cairo, y sobre la cual el Sr. Rodolfo Benavides en su libro titulado (Las
Profecías de la Gran Pirámide) libro actualmente agotado y sin circulación, desconociéndose el motivo,
pero que relata con objetividad y muy bien documentado, lo referente a un ser que estuvo por mucho
tiempo escribiendo sus amenazas en las paredes de la pirámide, tal cual como lo hace un asesino cuando
está preso, y con sed de venganza, a diferencia de este que estuvo en la gran pirámide, era que su odio
estaba dirigido hacia la raza humana, cosa que llamó la atención del autor de dicho libro. En lo referente
el Sr. Rodolfo Benavides, observó en el centro de la pirámide un salón cuyo piso o suelo, está dividido
por tres franjas las cuales tienen un centro y seis ángulos, que al trazarlos geométricamente nos da una
estrella de seis triángulos; desde el centro del piso hasta cada columna hay una medida Egipcia de 666
codos. Otro documento que nos da pistas sobre este tema, es el libro de los Hechos, capítulo 7,
versículos del 41 al 43, relatan lo siguiente:

“Entonces se hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y en las obras de sus manos se
regocijaron. Y Dios se apartó y los entregó a que rindiesen culto al ejército del cielo; como está escrito
en el libro de los profetas: ¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios en el desierto por cuarenta años
casa de Israel? Sino que llevasteis el tabernáculo de Molok (Melek), y la estrella de vuestro dios
Remfán, figuras que os hicisteis para adorarlas, Os transportare pues más allá de Babilonia”.
Está muy claro que el Pueblo de Israel cuando sale de Egipto, estando en el desierto, se hace, no sólo un
becerro como nos lo hacen ver en las películas y en los relatos tradicionales; ¿Por qué han ocultado esta
verdad durante tanto tiempo?, ¿Qué hay detrás de todo esto?, o ¿Cuál es el interés de que la gente no
sepa la verdad sobre esta estrella?, la cual nos han vendido como estrella de David, pero la propia Biblia
nos dice, que es de un tal dios Remfán y que según lo que hemos investigado, nos da a entender que
viene desde el centro de la mismísima pirámide de Keops, y que el verdadero Dios, nuestro creador, nos
induce a que nos sirva como pista para no ser engañados por el ser infernal y sus aliados, que bastante
daño nos han hecho durante tantos años. La verdad siempre sale justo a tiempo. Ahora nos preguntamos
sin salirnos del contexto: ¿Por qué las naciones más violentas del mundo tienen relación con esta
estrella? como por ejemplo: Estados Unidos e Israel, por nombrarles unas de las más destacadas en
ataques a países débiles y pobres, estas dos naciones están relacionadas con esta estrella y la pirámide de
Keops en Egipto. Estados Unidos, en su primer papel moneda (DOLLAR) tiene impresa la imagen de la
pirámide y la estrella del dios Remfán arriba del águila ¿no es un poco o bastante sospechoso? ¿Cuál es
el verdadero motivo que los indujo a incluir este tipo de figuras en su moneda?, todavía el águila, pues
está entendido que el águila abunda en Norte América y que Washington es el Libertador de esa nación,
pero lo de la pirámide y la estrella de seis triángulos, esté demás o ¿no será que las dos bestias que nos
alerta la Biblia, se ocultan en estas dos naciones? ¡Es mejor que Dios nos encuentre arrepentidos y en
Santidad! Cuando Cristo venga por segunda vez (Hebreos, 12:14; y 10:37).

Escudo de los Estados Unidos de Norteamérica, es un signo para la certificación de documentos


utilizado en los Estados Unidos, país que no cuenta con un escudo heráldico propiamente dicho. En la
composición figura el lema nacional: E pluribus unum, que significa "de varios, uno". El sello aparece
en los billetes de un dólar (como ustedes pueden apreciar).

El Congreso de los Estados Unidos aprobó el 20 de Junio de 1782 el modelo actual y único vigente hasta
el momento que fue presentado por una comisión designada para su creación presidida por Benjamín
Franklin y los elementos del sello se dice que fueron ideados por Charles Thompson.

El gran sello de los Illuminati Great Seal de los Estados Unidos, 1776 (Illuminati fundado en mayo de
1776); la pirámide o triangulo sagrado y el "Ojo que todo lo ve" del mal espiritual quien posa como
Horus. Todo en una sola imagen.

Ese sello fue creado por el ocultista Adam Weisshaupt en 1776 en una esquina oscura de Alemania
conocida como Bayern en la ciudad de Ingolstadt dos meses antes de la declaración de la independencia.
Esta es toda la prueba que se necesita para saber que Thomas Jefferson pertenecía a la orden de los
Illuminatis porque era la persona de más relevancia en el comité que eligió este símbolo (junto a
Benjamín Franklin, un Rosacruz y figura fundamental en la creación de la Gran Logia de Pennsylvania).
Este es el más famoso símbolo del dios sol (Lucifer)

En el anverso del mencionado escudo, figura un águila de cabeza blanca, con las alas extendidas que
porta sobre su pecho un blasón con siete barras verticales, de gules y plata, alternadas. En la parte
superior figura otra franja horizontal en azul. El águila sostiene en sus patas una rama de olivo y trece
flechas que simbolizan los trece primeros estados que se independizaron de Gran Bretaña y crearon la
Federación. La rama de olivo significa paz y las flechas también indican poder militar. Sobre la cabeza
del águila figuran trece estrellas agrupadas que representan también a los trece primeros estados de la
Federación, pero que fijándonos muy detalladamente las trece estrellas juntas forman subliminalmente
una estrella de seis puntas.

El reverso del escudo muestra una pirámide truncada con trece escalones (los trece estados iniciales),
coronada por un triángulo con un ojo inscrito (tradicionalmente, símbolo de Dios) (¿Cuál dios?
¿Remfán?), y los lemas "Annuit Coeptis" y "Novus Ordo Seclorum" ("Nuevo Orden de los Siglos"

. Una versión de este dibujo figura también en el reverso de los billetes de dólar estadounidenses. Los
símbolos de este reverso han sido relacionados con la masonería, aunque todos sabemos que la única
pirámide perfectamente triangular está o se encuentra en el Cairo-Egipto. Saque usted su propia
conclusión.

Además del Estado Moderno de Israel, también la masonería porta su estrella de 6 puntas,
simbolizándola con una escuadra y un compás de una manera muy minuciosa y oculta lo dicen con este
simbolismo. El significado es muy oculto la escuadra el conocimiento oculto y el compás la precisión
tomemos en cuenta que son herramientas utilizadas por los arquitectos de construcción. Con esto ya te
estás dando cuenta que la estrella que vemos en la bandera de Israel, es la estrella masónica, que el
sionismo financiado por la familia Rothschild, pudo introducir con sagacidad. Esta la influenciaron de
los conocimientos anteriormente citados.

Bandera del Moderno Estado de Israel:


La misma estrella utilizan los adivinos, magos y ocultistas; y por su puesto las sociedades secretas lo
utilizan, dicen que es un portal para comunicarse con un portal de alto rango y poder tener comunicación
con ese estatus demoniaco. Como también la utilizan como un símbolo de aparente protección contra los
maleficios.

Este aporte no trata de aseverar una verdad absoluta, simplemente servir para despertar la curiosidad.
Luego que cada uno investigue por su cuenta y saque sus propias conclusiones.

Saludos...

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