2.- Fuentes de energía
2.- Fuentes de energía
2.- Fuentes de energía
Geografía. 2º de Bachillerato
Son fuentes de energía los recursos que permiten obtener energía o fuerza para realizar
un trabajo: en el caso de la industria, transformar las materias primas.
La energía primaria está constituida por las fuentes de energía tal y como se encuentran
en la naturaleza, sin ninguna transformación.
Las fuentes de energía primarias no renovables, son las que proceden de recursos
que se agotan al producir energía, provocan fuertes alteraciones medioambientales y
suponen una elevada dependencia externa en el aprovisionamiento. No obstante, son las
más utilizadas al producir mucha energía de forma continua y resultar más competitivas.
Son el carbón, el petróleo, el gas natural y la energía nuclear.
El carbón
El destino tradicional han sido las industrias siderúrgica y cementera, las calefacciones
domésticas y la producción de electricidad en las centrales térmicas. Éstas se localizan
cerca de las cuencas mineras, en la costa cuando funcionaban con carbón importado o
cerca de las ciudades a las que abastecen.
El consumo de carbón. Desde 2005 desciende por el incremento del consumo del gas y
de energías renovables y se prevé la continuación de esta tendencia debido al cierre en
2020 de las centrales de carbón que incumplían las exigencias medioambientales de la
UE, que solo ha dejado en funcionamiento dos centrales en Asturias y una en Cádiz.
El petróleo
El petróleo es un aceite mineral, de color muy oscuro, compuesto por una mezcla de
hidrocarburos. Se forma por la descomposición y almacenamiento en las capas
geológicas de animales y plantas que vivieron hace millones de años en un medio
marino o lacustre.
El destino del petróleo para producir electricidad se limita hoy en España a las
centrales insulares de fuel-gas. Su uso principal es la obtención de refino del petróleo
como: Gases Licuados del Petróleo (GLP), naftas, gasolina, etileno, propileno,
queroseno, gasóleo, fuelóleo, asfalto, coque y lubricantes; y en industrias
petroquímicas para obtener: azufre, amoniaco, acetona. Dado que el petróleo se importa
por mar, las centrales de fueloil, las refinerías y las petroquímicas se localizan en la
costa, excepto el caso de Puertollano.
El gas natural
El consumo de gas se ha visto favorecido desde sus inicios en 1969 por su alto poder
calorífico, precio más bajo y menor contaminación al carecer casi de azufre y emitir
menos CO2. No obstante, ha experimentado ciertas fluctuaciones relacionadas con el
incremento del uso de fuentes renovables en la generación eléctrica y con los efectos de
la demanda residencial, terciaria e industrial de la crisis económica de 2008-2013 y de
la pandemia de la COVID-19 en 2020.
Las previsiones apuntan a un próximo descenso del consumo de gas, motivado por las
medidas obligatorias de reducción adoptadas por la UE en 2022, en relación al
suministro de gas ruso derivado del conflicto entre Rusia y Ucrania.
La energía nuclear
La energía hidráulica
La producción con energías alternativas ha sido tardía, debido a su mayor coste por el
déficit tecnológico. En la actualidad, su consumo se incrementa gracias a las mejoras
técnicas especialmente la eólica y la solar y por la obligación de cumplir las directrices
europeas sobre reducción de la contaminación energética.
La energía eólica
Utiliza la fuerza del viento. Se destina a producir electricidad en parques eólicos que
desde 1991 han experimentado un crecimiento espectacular gracias a las mejoras
técnicas que han reducido los costes, convirtiendo a España en la segunda potencia
eólica de la UE detrás de Alemania.
La eólica marina está en estudio, por su elevado coste.
La energía solar
Usa el calor y la luz del sol. Se destina a producir agua caliente y calefacción o a
producir electricidad. Las centrales termoeléctricas la obtienen usando espejos para
calentar un fluido y generar vapor (Sanlúcar La Mayor, en Sevilla).
Las centrales fotovoltaicas utilizan paneles de silicio para convertir directamente la luz
solar en electricidad, en grandes centrales (Cáceres, Murcia, Zaragoza) y en pequeñas
instalaciones o “huertos solares”. Las centrales solares se localizan en regiones con
importante insolación y prefieren los entornos rurales, donde el suelo es más barato.
La energía de la biomasa
La energía geotérmica
suelo por la radiación solar, que lo mantiene en cualquier lugar a una temperatura
constante de 15 0C a unos 5 m. de profundidad.
Desde 1990 la minería del carbón inicia un proceso de reconversión, promovida por
la UE, debido a la falta de competitividad por la baja calidad y la carestía de la
extracción, el descenso de la demanda doméstica e industrial y las elevadas emisiones
de CO2, responsables del cambio climático. La reconversión supuso el cierre de minas,
acompañado de ayudas a zonas afectadas para promover actividades alternativas y
culminó en 2018 con el cierre de todas las minas no competitivas. Así, desde 2019, solo
extrae carbón la mina de San Nicolás en Asturias. Por tanto, para atender a la
demanda es necesario importar carbón de Colombia, Rusia, Estados Unidos y Australia.
Las centrales solares se localizan en regiones con importante insolación y prefieren los
entornos rurales, donde el suelo es más barato. Las centrales fotovoltaicas y
termoeléctricas tienen especial relevancia en Cáceres, Murcia, Zaragoza o Sevilla.
Colegio Padre Dehon. Novelda
Departamento de Ciencias Sociales
Geografía. 2º de Bachillerato
Las centrales de biomasa se localizan en los entornos rurales donde se producen los
residuos, en las industrias transformadoras de materias primas orgánicas que así tienen
garantizado el combustible o en los puertos, en el caso de las centrales que importan la
materia prima por mar.
Las comunidades más productoras son Andalucía, Galicia y Castilla León.
La otra gran apuesta para la producción de electricidad han sido las energías
renovables, preferentemente la eólica, solar fotovoltaica y solar termoeléctrica.
También son reseñables las nuevas centrales de cogeneración (producen electricidad y
calor para diferentes aplicaciones). La energía eólica tiene una localización preferente
en la mitad septentrional de España, con una presencia muy destacada en Galicia,
Castilla y León, Navarra y Aragón. En Castilla-La Mancha se han construido grandes
parques eólicos en las provincias de Albacete, Ciudad Real y Cuenca, y en Andalucía en
las provincias de Cádiz y Huelva. Las centrales fotovoltaicas forman parte de los
paisajes de nuestro país desde mediados de la primera década de este siglo. Se han
instalado paneles solares en las cubiertas de viviendas, naves industriales y parques
fotovoltaicos con una gran potencia. La tercera tecnología solar, la térmica, es más
reciente y sus grandes plantas se localizan al sur del paralelo 40º N. Desde comienzos
de este siglo se han instalado en España un número importante de centrales de ciclo
combinado, que funcionan con gas natural. Esto ha permitido la disponibilidad de
abundante potencia para futuras necesidades y para cuando no se genera energía
eólica por la escasez o ausencia de vientos.
Con este incremento tan intenso de la capacidad instalada, España acumula a finales de
2015 una potencia de 106.247 MW, de los que 101.000 se localizan en la Península.
La cobertura de la demanda de energía eléctrica en España es un hecho singular en el
conjunto de países por la diversificación de su procedencia. En 2015, predominan la
nuclear (21,8%), carbón (20,3%) y eólica (19%), y a ellas se suman otras siete
aportaciones: hidráulica (11%), cogeneración (10,1%), ciclo combinado (10,1%), solar
En España se plantea, para el conjunto del territorio nacional, un balance eléctrico muy
positivo habida cuenta de la gran cantidad de electricidad producida y, como
apuntábamos, procedente de fuentes muy diversas.
Sin embargo, puestos en relación los mapas de producción y consumo observamos que,
las provincias que más consumen, no poseen una producción acorde a sus necesidades:
Existe, a escala provincial un desequilibrio entre regiones/provincias excedentarias
(producen más de lo que consumen) y deficitarias (tienen un consumo muy superior de
lo que son capaces de producir en sus territorios).
Respecto a las excedentarias se encuentran, en general, las provincias occidentales y en
general todas las de la mitad norte peninsular. Entre las deficitarias destaca Madrid y
algunas provincias del interior peninsular.
El problema del desequilibrio se subsana debido gracias a la Red Eléctrica de España
que distribuye la producción de las grandes centrales eléctricas españolas a las zonas de
consumo, a través de una red de líneas eléctricas aéreas que suman en el conjunto de
España 43.660 km, repartidas por casi la totalidad del territorio español.
La transición energética
La transición energética supone el paso de un modelo energético basado en un elevado
consumo de energías fósiles y alta emisión de GEI a un modelo descarbonizado y
neutro.
Las emisiones de GEI causadas por las actividades relacionadas con la energía
contribuyen en gran medida al calentamiento global. La UE, en cumplimiento de sus
compromisos internacionales sobre cambio climático, apuesta por la transición
energética en muchas de sus políticas y lleva a cabo una eliminación paulatina de los
combustibles fósiles y el desarrollo de energías renovables, unido al fomento de la
investigación y la mejora de la eficiencia energética.
Las medidas adoptadas por España para contribuir a reducir las emisiones de GEI en un
40 % para el 2030 son:
La producción energética recalienta el agua usada para refrigerar las centrales térmicas,
que debe depurarse antes de retornar al río o al mar. Genera residuos, que deben
reducirse fomentando la reutilización de los que puedan valorizarse. Disminuye la
biodiversidad de los ecosistemas afectados, cuya recuperación depende del éxito del
conjunto de medidas destinadas a mitigar los impactos energéticos. Y las instalaciones
energéticas ocasionan impacto paisajístico que puede mitigarse rodeándolas de
vegetación y construyéndolas en lo posible de acuerdo con las tipologías tradicionales
de su entorno.