TEMA 5. LAS REGIONES BIOGEOGRÁFICAS
TEMA 5. LAS REGIONES BIOGEOGRÁFICAS
TEMA 5. LAS REGIONES BIOGEOGRÁFICAS
ÍNDICE:
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
La península Ibérica se caracteriza por una extraordinaria diversidad biogeográfica, con una
riqueza de especies vegetales por su condición de encrucijada y lugar de convergencia de las
influencias atlántica-europea y mediterránea-sahariana. Esto se debe a distintos factores:
España forma parte del reino holártico boreal, que es el que predomina en el continente
europeo. Este comprende once regiones, de las cuales tres están presentes en España.
Las formaciones vegetales en su estado natural e ideal, es decir, sin la intervención humana, se
consideran que están en estado climácico o clímax, donde predominan las especies primarias o
primigenias. No obstante, la mayoría de ellas han sido degradadas o modificadas por el ser humano,
el cual ha introducido especies secundarias para la explotación económica de los bosques.
Se relaciona con el clima oceánico. Como su propio nombre indica es de hoja caduca, es decir,
renueva sus hojas todos los años. Es un bosque de porte alto, denso y umbrófilo (con hojas
frondosas dada la alta humedad). Suelen predominar bosques de una especie, siendo los más
habituales el haya (fagus) y el roble (quercus) como especies primarias. A estos bosques
acompaña poca vegetación arbustiva y herbácea, siendo la más habitual el helecho.
- El haya se sitúa entre los 1000 y los 1500 metros de altura en zonas húmedas. Es resistente
al frío y se adapta mejor a los suelos calizos. Se localiza en la banda norte peninsular,
desde el Macizo Galaico hasta los Pirineos, y en algunos enclaves del Sistema Central y
del Sistema Ibérico.
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- El roble se sitúa a menos de 1000 metros de altura en zonas muy húmedas y temperaturas
suaves, siendo su predilección los suelos silíceos. Se localiza en el Macizo Galaico-Leonés
y en la Cordillera Cantábrica occidental, además de en algunos enclaves de la Cordillera
Cantábrica oriental, de los Pirineos occidentales y del Sistema Central y Sistema Ibérico.
La degradación del bosque caducifolio origina la aparición de un matorral tupido compuesto por
especies arbustivas diversas como el brezo y la landa. La eliminación del bosque y de la landa ha
dado lugar a prados de suelo fértil.
Se relaciona con el clima mediterráneo. Como su propio nombre indica es de hoja perenne, es
decir, mantiene hojas en su copa durante todo el año. Son formaciones vegetales de porte medio
adaptadas a la sequía estival y a la aridez, para ahorrar agua debido a la alta evapotranspiración.
Esta última característica contribuye a su estructura de hojas finas, pequeñas y con raíces
profundas. Predominan dos especies, la encina (quercus sílex) y el alcornoque (quercus suber)
como especies primarias. A estas especies arbóreas acompaña un sotobosque de matorrales y
arbustos muy diversos.
Las formaciones vegetales que acompañan a las especies principales son sotobosques de
matorral con diferentes arbustos. También aparecen de forma independiente, sobre todo en el
sureste y levante. Por degradación del porte y la densidad destacan los siguientes:
Como formaciones secundarias destacan los pinares introducidos por el ser humano:
- Pino laricio (pinaster): pino resinero de suelo calizo del sureste peninsular.
- Pino piñonero (pinea): pino de suelos silíceos.
- Pino carrasco (halepensis): pino maderero de suelos calizos del sureste peninsular.
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Vegetación de la región macaronésica: archipiélago canario
Se relaciona con el clima subtropical propio de las Islas Canarias, teniendo en cuenta su origen
volcánico y la presencia de montañas. La vegetación aparece estratificada por pisos altitudinales:
- Piso basal o bajo (hasta 500 metros de altitud): ocupado por matorral a la poca humedad
(cardón, drago y tabaiba).
- Piso montano o intermedio (500-1000 metros de altitud): ocupado por el típico bosque de
laurisilva (en torno a un mar de nubes que condensa la humedad de los vientos alisios).
- Piso supramontano o alto (más de 1000 metros de altitud): la laurisilva se degrada en pino
canario y cedro, para posteriormente surgir un desierto rocoso con especies florísticas
endémicas.
Vegetación de montaña:
Vegetación de ribera:
Se localiza en los lechos de los principales ríos o cursos fluviales y se caracteriza por:
- Humedad abundante o inundación permanente.
- Disposición simétrica en bandas a ambas márgenes del cauce del río.
Las tierras de cultivo han avanzado en exceso, reduciendo esta vegetación a la exclusiva
márgenes de los ríos.
Hoy en día, es complicado encontrar un paisaje con vegetación natural en su estado climácico o
clímax, es decir, sin estar modificado por la acción antrópica, por lo que la mayoría de formaciones
vegetales han sufrido algún tipo de alteración.
Dichas alteraciones han provocado una serie de problemas medioambientales relacionados con
la vegetación y los suelos:
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- Con el sobrepastoreo, la tala de madera para la industrias y la creciente urbanización en
zonas turísticas, han hecho reducirse o desaparecer masas boscosas y especies vegetales
importantes.
- Con la destrucción y erosión del suelo, se ha perdido mucha cubierta vegetal, los suelos
se han empobrecido y están más expuestos a los procesos erosivos por lluvias torrenciales
en zonas con fuertes pendientes, por lo que se produce la degradación de los bosques. Este
proceso se ha acelerado por el incremento de las actividades económicas sobre suelos y
vegetación.
Para frenar estos procesos y mejorar la calidad de los espacios vegetales naturales, se pusieron en
marcha procesos regeneradores a través de una serie de políticas correctoras.
● Repoblación forestal: para contrarrestar la tala abusiva y los incendios forestales, sobre todo
con pinos de repoblación.