Boletín Informativo comida 2 a 3 años
Boletín Informativo comida 2 a 3 años
Boletín Informativo comida 2 a 3 años
Niños de 2 a 3 Años
Al trabajar con niños pequeños entre dos y tres años, es importante considerar algunas
diferencias clave en su desarrollo.
1. Autonomía y control: A esta edad, los niños están en una etapa en la que buscan
autonomía y control sobre su entorno, lo que puede incluir el rechazo a ciertos
alimentos o momentos de comida.
2. Patrones de apetito fluctuantes: El apetito de los niños pequeños puede variar
mucho de un día a otro. A veces comen muy poco en una comida y luego tienen
más hambre en la siguiente.
3. Habilidad de comunicación limitada: Los niños pequeños pueden tener
dificultades para expresar verbalmente si están llenos, cansados, incómodos o
simplemente no les gusta algo, lo que a menudo lleva a comportamientos como
hacer berrinches o tirar la comida.
Edad y etapa de desarrollo: El manejo que se hace con niños mayores de 4 años
puede no ser adecuado para los más pequeños, dado que a los dos o tres años aún no
tienen la capacidad cognitiva y emocional para entender las consecuencias a largo
plazo de no comer.
Relación con la comida: Al retirarles la comida por completo o dejarlos sin comida
hasta la próxima comida, podría crearse una relación negativa con la alimentación.
A esta edad, es fundamental que los niños asocien la hora de comer con algo
positivo y no con ansiedad o castigo.
Riesgo de desnutrición: Si bien saltarse una comida ocasionalmente no es
peligroso para la mayoría de los niños, la privación constante de comida como
consecuencia podría afectar su desarrollo físico y emocional.
Estrategias Alternativas:
1. Enfoque positivo y sin presiones: Para los niños de esta edad, una estrategia más
efectiva podría ser ofrecerles la comida sin presión, animándoles a probarla, pero
sin forzarlos a comer todo. Si no comen, es mejor no crear una confrontación. La
paciencia y la repetición suave suelen dar mejores resultados.
2. Horarios regulares de comida: Mantener horarios de comida claros y consistentes
les ayuda a anticipar cuándo viene la siguiente comida, lo que puede ayudar a
establecer patrones de hambre.
3. Pequeñas porciones y variedad: Ofrecer pequeñas porciones y permitir que el niño
pida más si tiene hambre puede reducir la ansiedad en torno a la comida. También
es útil incluir alimentos que les gusten junto con otros nuevos o menos familiares.
4. Modelado y ambiente relajado: Crear un ambiente relajado durante las comidas y
mostrar cómo los adultos disfrutan de los alimentos puede tener un impacto positivo
en su disposición a comer.
Conclusión
La clave es crear un ambiente en el que la comida sea una experiencia positiva, tanto para
los niños que tienen problemas como para los que ya tienen buenos hábitos. El modelado de
adultos y el reforzamiento positivo, junto con rutinas divertidas, pueden ayudar a minimizar
el impacto que estos comportamientos tienen en el grupo, al tiempo que fomentan una
actitud más relajada hacia la alimentación en los niños que tienen dificultades. Con el
tiempo, estos pequeños ajustes pueden tener un impacto significativo en la dinámica de las
comidas.
Bibliografía
Birch, L. L., & Fisher, J. O. (1998). Development of eating behaviors among
children and adolescents. Pediatrics, 101(Supplement 2), 539-549.
Satter, E. (2000). Child of Mine: Feeding with Love and Good Sense. Boulder, CO:
Bull Publishing.
Gonzalez, C. (2012). Mi niño no me come: Consejos para prevenir y resolver el
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