Hombre de Las Ratas Power

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S.

FREUD: A propsito de un caso de Neurosis Obsesiva (1909)


EL HOMBRE DE LAS RATAS

I. DEL HISTORIAL CLNICO II. PARTE TERICA

A. La introduccin del trata- F. El ocasionamiento de A. Algunos caracteres generales de


miento la enfermedad las formaciones obsesivas (1924
B. La sexualidad infantil
G. El complejo paterno y la
C. El gran temor obsesivo solucin de la idea de las B. Algunas particularidades psquicas
ratas de los enfermos obsesivos;
D. La introduccin del su relacin con la realidad,
entendimiento de la cura la supersticin y la muerte
E. Algunas representaciones
Obsesivas y su
Traduccin C. La vida pulsional y la fuente
de la compulsin y la duda
En estas pginas, Freud se propone:

a) hacer algunas comunicaciones fragmentarias del historial clnico de un


caso grave de neurosis obsesiva, cuyo tratamiento lleg a feliz trmino
antes del ao, y

b) indicar algunas ideas sobre la gnesis y el mecanismo fino de los procesos


obsesivos, como continuacin de indagaciones anteriores publicadas en 1896.

Comprender una neurosis obsesiva es ms difcil que comprender una histeria:


el discurso obsesivo es un dialecto de la histeria, y estos pacientes no suelen
someterse al tratamiento tan fcilmente, hacindolo cuando los sntomas ya
son graves.
I. DEL
HISTORIAL
CLNICO
DEL HISTORIAL CLINICO

Un joven se presenta diciendo que tiene representaciones obsesivas


desde la infancia, aunque particularmente intensas desde hace
cuatro aos.

Lo principal son TEMORES de que le suceda algo malo a su padre y a


una dama a quien admira.

Adems, dice sentir IMPULSOS OBSESIVOS (por ejemplo cortarse el


cuello con una navaja), y producir PROHIBICIONES, an
relacionadas con cosas indiferentes.

Todo ello le hizo rezagarse en sus estudios universitarios. Su vida


sexual fue mas bien pobre, habiendo tenido el primer coito a los 26
aos.
A. La introduccin del tratamiento

Luego de prescribirle la regla de hablar de cualquier cosa, P relata que tena un


amigo a quien le preguntaba si l no era un criminal y si por ello no lo
desprecia, y su amigo le aseveraba siempre que no era as.

Antes, tambin tena otro compaero que lo elogiaba mucho, pero que luego lo
rebaj totalmente, cuando pudo usarlo para llegar a su hermana, que era
quien en realidad le interesaba.
B. La sexualidad infantil

Enseguida despus de lo anterior, cuenta una escena ocurrida hacia los 4 o 5


aos donde le toc los genitales a la seorita Peter por debajo de la falda.

Desde entonces siente deseos intensos por ver mujeres desnudas.

Recuerda tambin que a los 6 aos espiaba a la seorita Lina cuando se


desnudaba.

Hacia los 7 aos recuerda de dicha seorita un comentario hecho delante de


otras personas donde lo menospreciaba en relacin con su sexualidad, y P
empez a llorar.
B. La sexualidad infantil

Cuenta tambin que tena erecciones ya a los 6 aos y que acudi a su madre
para quejarse.

Surgi la idea enfermiza que sus padres sabran sus pensamientos,


cosa explicable por habrselos declarado sin orlos l mismo.

En esto P ve el comienzo de su enfermedad.

Senta adems que iba a suceder algo malo si vea mujeres desnudas,
(como por ejemplo que su padre morira), por lo que haca toda clase
de cosas para impedirlo.
B. La sexualidad infantil

Lo que P marca como el comienzo de la enfermedad es ya la enfermedad misma:


una neurosis obsesiva con todos sus elementos caractersticos.

Su deseo de ver no tiene al principio carcter obsesivo porque no entr en


conflicto con el Yo, que no lo siente como ajeno, pero algo de ello hay por cuanto
a dicho placer acompaa un afecto penoso: 'cualquier' cosa mala puede suceder.

Esta imprecisin es tpica de las neurosis, pero detrs de ella se esconde algo
muy preciso:"si deseo ver a una mujer desnuda, mi padre tiene que morir".
Frente a esta idea obsesiva luego instrumentar medidas protectoras.
As, quedan configurados todos los elementos de la
neurosis:
1) una pulsin ertica y una sublevacin contra ella;
2) un deseo, an no obsesivo, y un temor, ya obsesivo, que lo contrara;
3) un afecto penoso y acciones defensivas contra l.

4) Tambin encontramos una formacin delirante: que sus padres


sabran sus pensamientos por haberlos declarado l mismo sin orlos.

Esto revela la existencia de procesos inconcientes: "digo mis


pensamientos sin orlos" suena como una proyeccin hacia afuera de
nuestro propio supuesto, a saber, que l tiene unos pensamientos sin
saber nada de ellos, como una percepcin endopsquica de lo
reprimido.
Como toda neurosis, presenta aspectos absurdos, como por ejemplo porqu
debe morir el padre si en P aparecen deseos concuspicentes.

Ms adelante Freud intentar mostrar que detrs del absurdo se esconde una
lgica, slo comprensible si nos remitimos a las primeras vivencias
traumticas, conflictos y represiones del paciente, que luego sucumbieron a la
amnesia infantil, amnesia que termina en P hacia los 6 aos, y por ello es a
partir de dicha edad que comienza la sintomatologa.

Recordemos tambin que el origen de las neurosis obsesivas no ha de


buscarse en la vida sexual actual (muchas veces normal, vista
superficialmente), sino en la vida sexual infantil y ms concretamente en una
actividad sexual prematura.
C. El gran temor obsesivo

P cuenta una vivencia que fue su motivo de consulta a Freud. Un capitn, que
no le gustaba por su crueldad, le cuenta un castigo donde sobre el trasero de
la persona se le pone un tarro dado vuelta lleno de ratas, que penetran... "por
el ano", completa P. en su relato.

Siente esto como una fantasa, en la cual se incluye tambin que dicho castigo
lo sufre una mujer conocida de l a quien admira, as como tambin su padre
(an cuando ste haba muerto haca aos).

De esta fantasa se defiende pensando que ser sancionado si fantasea lo


descrito.
C. El gran temor obsesivo

Al da siguiente del encuentro con el capitn, relata que alguien retir por l
unos quevedos que haba pedido por correo, por lo que deba reembolsarle
el dinero (3,80 coronas).

Enseguida pens: "si devuelvo el dinero se cumplir la fantasa de las ratas


en la mujer y en mi padre". Frente a este impulso de no devolver el dinero, P
implement toda una serie de tortuosas acciones destinadas a devolverlo a
pesar de todo, es decir, quera oponerse al impulso de no devolverlo. Slo en
un tercer relato P empez a aclarar estos recuerdos.

En la misma sesin expuso tambin sus argumentos en relacin con sus


actuales creencias (hasta sus 14-15 aos haba sido muy religioso): "como
no podemos conocer nada del ms all, no arriesgamos nada, por lo tanto,
hazlo", que se puede traducir como creer por las dudas, aunque no por fe.
C. El gran temor obsesivo

En la tercera sesin relata una serie de conductas y justificativos


incomprensibles y disparatados, derivados de su obsesin por cumplir el
juramento de pagarle a A la deuda.

En P oscilan impulsos contradictorios de igual fuerza y por ello tiene muchas


cavilaciones y dudas y no puede decidir, dejando que lo haga cualquier
acontecimiento fortuito.
D. La introduccin en el entendimiento de la cura

Un AUTORREPROCHE OBSESIVO: un ao despus de fallecer su padre y en


ocasin de la muerte de una ta poltica, en P. se intensifican enormemente los
reproches de no haber estado presente cuando su padre muri, por lo que se
siente un criminal.

Este sentimiento puede parecer desmedido en relacin con la situacin, pero


hay que entender que se ha producido un falso enlace a partir de una
representacin original, que es la que hay que averiguar. Por lo dems, P.
tambin espera encontrar a su padre en diferentes sitios, cosa que forma parte
del normal trabajo de duelo.
D. La introduccin en el entendimiento de la cura

En la sesin siguiente y ante un comentario de P, Freud le indica que el


efecto curativo pasa por descubrir el contenido ignorado al cual
pertenece el reproche y la culpa, es decir, por unir conciente (la persona
tica) e inconciente (el mal). P intuye acertadamente el vnculo de lo
inconciente con lo infantil.

Freud le confirma esto diciendo que lo inconciente es aquella parte de la


persona que una vez reprimi (suplant) y no acompa su ulterior
desarrollo.

P se pone contento cuando Freud le da un buen pronstico por su edad


y por lo intacto de su personalidad.
D. La introduccin en el entendimiento de la cura

En la sesin siguiente relata un hecho acaecido a los doce aos, cuando


le acudi la idea de que una nia conocida le demostrara amor si a l le
ocurra una desgracia: la muerte de su padre.

A propsito de esta IDEA OBSESIVA, hablando con Freud, P se asombra


diciendo que esta muerte no es un deseo sino un temor. Freud le dice que
su intenso amor al padre es la contrapartida del odio reprimido hacia l:
conciente e inconciente son opuestos. Es el mismo amor que impide al
odio mantenerse conciente. Este odio no es, no obstante, destruido pues
est unido con una fuente u ocasin, que son los apetitos sensuales a raz
de los cuales ha sentido al padre como perturbador, siendo el conflicto
entre sensualidad y amor infantil algo tpico; una prematura explosin
sensual determin una gran contencin de ella.

El deseo de eliminar al padre como perturbador es muy antiguo, y anterior


al sexto ao, que es cuando se instala el recuerdo en forma continuada.

Con esta construccin concluye provisionalmente la elucidacin.


D. La introduccin en el entendimiento de la cura

En la sptima sesin, P retoma el mismo tema, y dice no poder creer que alguna
vez haya tenido deseos de eliminar al padre.

Refiere a continuacin una accin criminal que recuerda haber cometido pero al
mismo tiempo no concibe que la haya hecho: fue cuando dispar contra su
hermano, de quien tena muchos celos por ser el preferido. Freud arguye que es
probable que haya ocurrido lo mismo mucho antes con su padre, pero no lo
recuerda. Lo que s recuerda son fantasas de VENGANZA contra una dama que
no le corresponda. En todas estas fantasas tambin aparece el rasgo de la
COBARDIA, que a l le parece horroroso: la venganza y la cobarda son
mociones infantiles, surgidas antes de la aparicin de una tica.

P dice que la enfermedad se acrecent luego de la muerte de su padre: el duelo


por l es la principal fuente de la intensidad de la enfermedad, y hall en esta su
expresin patolgica (un duelo normal no tiene, como aqu, duracin ilimitada).

Hasta aqu queda relatada la parte expositiva del tratamiento, que abarc unos
once meses.
E. Algunas representaciones obsesivas y su traduccin

Las representaciones obsesivas aparecen inmotivadas o bien sin sentido, y


para aclararlas debemos hacer una traduccin de ellas. Esto se consigue
relacionndolas con el vivenciar del paciente, o sea explorando cundo
emergi por vez primera dicha IDEA OBSESIVA, y bajo qu circunstancias
externas suele repetirse. Accedemos as a su significado, su gnesis y su
origen pulsional.

Un ejemplo es el IMPULSO SUICIDA de P, consistente en la idea de


cortarse el cuello con una navaja. El nexo de esta idea con el vivenciar del
paciente fue este: la idea le vino cuando su amada no estaba pues deba
cuidar a la abuela. Por tanto, la abuela le impeda ver a la amada, y le
vinieron ganas de matarla. Frente a este impulso muy censurable pens
entonces matarse l mismo por semejantes pensamientos, utilizando aqu
una defensa contra el impulso reprobable: la INVERSION, pues la accin
de matar se volva contra l.
E. Algunas representaciones obsesivas y su traduccin

Otro ejemplo es una IDEA OBSESIVA: deba adelgazar porque estaba muy
gordo, con lo cual no coma y haca ejercicios. Tal idea le vino cuando la
mujer que l apeteca estaba en compaa de un primo de nombre Richard
(que significa gordo).

Como en el caso del impulso suicida, vemos tambin aqu un impulso


destructivo hacia el primo, del cual se defenda imponindose el autocastigo
de adelgazar.
E. Algunas representaciones obsesivas y su traduccin

Encontramos en P otras ACCIONES OBSESIVAS: ponerle la capa a su


amada para que no le pase nada (compulsin protectora), contar hasta 40 o
50 entre rayo y trueno, y quitar una piedra para que al carruaje que llevaba a
la mujer no le pasara nada.

Frente a esto ltimo, se vio obligado a volver a poner la piedra en su lugar, por
juzgar su anterior accin ridcula. Tras la partida de ella, se apoder tambin
de P la obsesin por comprender cada slaba de lo que cualquiera le dijera.
E. Algunas representaciones obsesivas y su traduccin
Todos estos productos dependen de un episodio en relacin con su amada.
La compulsin de comprender derivaba de querer entender ciertas
actitudes de ella hacia l, y que P desplaz a otras personas. La
compulsin protectora era una reaccin frente a una mocin hostil hacia la
amada, y la de contar es una defensa contra temores que significaban
peligro de muerte. Asimismo, sacar y poner la piedra expresan tambin
esta fuerte ambivalencia hacia la amada: cuidarla (amor) y destruirla (odio).

Tales acciones obsesivas en dos tiempos, donde el primero es cancelado


por el segundo, es tpico de la neurosis obsesiva, y expresan el amor y el
odio, dos mociones de intensidad casi igual (a diferencia de la histeria,
donde se mata dos pjaros de un tiro incluyendo ambos opuestos en una
sola figuracin). El paciente no ve la relacin entre ellas y las justifica
mediante una RACIONALIZACION.

En P, el conflicto amor-odio se expresa tambin en sus plegarias y en un


sueo que trajo a sesin. Tal ambivalencia se manifestaba especialmente
con su amada, a quien por momentos quera y por momentos pensaba que
ella no vala la pena, o bien tena fantasas de venganza hacia ella,
muchas veces escondida en fantasas de ternura.
F. El ocasionamiento de la enfermedad

Un da P relata al pasar un episodio donde puede verse el ocasionamiento


de la enfermedad, o al menos su ocasin reciente, hace seis aos atrs.

Esto ocurre en la neurosis obsesiva, porque en la histeria las ocasiones


recientes sucumben a la represin y no se recuerdan: el neurtico obsesivo,
en vez de olvidar el trauma, le quit investidura de afecto quedando como
secuela un contenido indiferente y considerado inesencial. As, el neurtico
obsesivo tiene noticia de su trauma pues no lo olvid, pero no tiene noticia
porque no discierne el significado de lo recordado.
F. El ocasionamiento de la enfermedad

Por eso, enfermos obsesivos con autorreproches anudan sus afectos a


ocasionamientos falsos, sin comprender el significado de los primeros. Cita
Freud el caso de la persona que no senta escrpulos en sus contactos
sexuales con seoritas, pues los haba desplazado al aseo de los billetes.
Con tal desplazamiento consigue una ganancia de la enfermedad: puede
obtener satisfaccin sexual.
F. El ocasionamiento de la enfermedad

Freud describe seguidamente el ocasionamiento de la enfermedad de P. Su


padre haba intentado casarse con una mujer pobre, pero luego opt por una
rica, lo que le permiti progresar en su trabajo. Este conflicto se reactualiza en P
cuando siendo ms grande debe optar por elegir a su amada pobre o a otra
muchacha rica que le haban seleccionado sus parientes.

Tal conflicto, que era entre su amor y el continuado efecto de la voluntad


paterna, lo solucion enfermando: empez a andar mal en los estudios y en el
trabajo. Este resultado de su enfermedad se halla entonces en el propsito (o
motivo, causa u ocasionamiento) de ella.

Slo ms tarde P pudo comprender que ello se originaba en el plan matrimonial


que tena su familia para l, cuando estableci una relacin transferencial donde
Freud era el padre y cierta chica que haba visto en su casa era una hija rica que
le ofreca.

Un sueo ilustra esto: "se ve ante s a mi hija, pero tiene dos emplastos de
excrementos en lugar de ojos", lo que se traduce como "se casa con mi hija, no
por sus lindos ojos, sino por su dinero".
G. El complejo paterno y la solucin de la idea de las
ratas

Del ocasionamiento de la enfermedad mencionado en sus aos maduros, un hilo


nos lleva a la niez de P. El conflicto entre la voluntad del padre y su inclinacin
enamorada es antiguo y primordial, plantendose ya desde los aos infantiles
del paciente.

Algo del orden de la sexualidad se interpona entre padre e hijo: el padre haba
entrado en oposicin con el erotismo del hijo, tempranamente despertado. Sus
ideas obsesivas infantiles se ven cuando aos despus de morir el padre, el hijo
experimenta el placer del coito por vez primera exclamando "Esto es grandioso.
A cambio de ello uno podra matar a su padre".

El padre haba desaconsejado a su hijo la compaa de la dama que quera.


G. El complejo paterno y la solucin de la idea de las ratas

P empez su quehacer onanista hacia los 21 aos, poco tiempo despus de la


muerte de su padre, pero, avergonzado por ello, lo practic luego slo en muy
contadas ocasiones, o sea: haba una prohibicin pero tambin poda oponerse a
ella.

Luego de fallecido, P fantaseaba con que aparecera su padre de noche: as lo


alegraba pues lo encontrara estudiando, pero tambin lo desafiaba porque
entonces tena el impulso de verse en el espejo el pene desnudo. Vemos aqu
nuevamente la ambivalencia hacia el padre, similar a la mostrada en relacin con
su amada en el episodio de la piedra.
G. El complejo paterno y la solucin de la idea de las ratas

En base a estos datos, Freud aventura una construccin: de nio, a los 6


aos, su padre le haba prohibido el onanismo, lo que acentu su odio hacia
l al perturbarle el goce sexual. El paciente recuerda, en efecto, una escena
donde su padre le haba hecho una reprimenda y l lo haba desafiado e
insultado. Ante la magnitud de esa ira, desde entonces se volvi cobarde, y
senta gran angustia ante situaciones de violencia.

P refiere que su madre recuerda que fue castigado entre los 3 y 4 aos por
haber mordido a alguien, presumiblemente a la niera, aunque ella no le dio
una connotacin sexual.
G. El complejo paterno y la solucin de la idea de las ratas

Poco a poco el paciente comprenda que se haba instalado desde una poca
muy temprana una ira contra su padre amado, devenida luego latente.

Transferencialmente se comportaba con Freud como lo haba hecho con su


padre: lo insultaba, lo apreciaba, tema que le pegara, etc.

Poco a poco qued as el camino abierto para comprender la representacin de


las RATAS. Recordemos que P haba reaccionado violentamente a dos dichos
del capitn checo: la tortura de las ratas, y su reclamacin de devolver el dinero
a A: algn contenido inconciente habr sido tocado.

P se haba identificado con su padre, tambin militar. Las palabras del capitn
"Debes devolver el dinero al teniente A" le sonaron como una alusin a una
deuda que una vez contrajo su padre, y que haba quedado impaga. El padre
haba pedido dinero pues lo perdi jugando a las cartas ("spielratte" es jugador
empedernido o rata de juego).
G. El complejo paterno y la solucin de la idea de las ratas

En cuanto a la representacin del castigo con las ratas, sta despert pulsiones y
recuerdos varios en el breve intervalo entre el relato de ese castigo y la
reclamacin del dinero, y an despus, y que adquirieron varios significados
simblicos. Las ratas equivalan para P a gusanos, a penes y a hijos. La relacin
rata=pene lleva a que el castigo era una representacin del coito anal, y la
relacin rata=hijo lleva a pensar que la rata era una representacin de s mismo
pues l, como las ratas, haba mordido a alguien y era perseguido y castigado por
ello. P sinti, cuando el capitn cont el castigo, que este era su padre que lo
amenazaba con el mismo. Tambin hay una relacin con la dama con quien ira a
casarse (heiraten) y con quien no poda tener hijos pues haba sido operada de
los ovarios.

El castigo de las ratas, donde estas entran en el ano, es una inversin defensiva,
una desfiguracin de la entrada de las ratas=penes en el ano, fantasa basada a
su vez en dos teoras sexuales infantiles: que los hijos salen por el ano, y que los
varones pueden tener hijos como las mujeres. P haba blasfemado como su padre
y su amada, a quienes amaba. Esto peda un castigo: imponerse una juramento
imposible de cumplir, o sea, devolver el dinero a A. En el fondo de todo esto
parece estar el conflicto entre obedecer al padre y permanecer fiel a su amada.
II. SOBRE
LA TEORA
A. Algunos caracteres generales de las formaciones
obsesivas (1924)

La definicin de 1896 de representaciones obsesivas como reproches mudados o disfrazados


que retornan de la represin y estn referidos a una accin sexual infantil placentera, peca por
demasiado unificadora y est basada en datos de enfermos obsesivos. En realidad es mejor
hablar de un PENSAR OBSESIVO, que puede abarcar deseos, tentaciones, impulsos,
reflexiones dudas, mandamientos y prohibiciones.

En la lucha defensiva secundaria que el enfermo libra contra las representaciones obsesivas
que aparecen en su conciencia se producen formaciones que podemos denominar DELIRIOS:
no son argumentos puramente racionales contrapuestos al pensamiento obsesivo sino una
variedad de ambos, configurando un pensar patolgico. Por ejemplo, P no dej de ver su pene
en el espejo por pensar qu dira su padre si lo viera, sino por pensar que si volva a hacer
eso, a su padre le pasara algo malo en el ms all.

Los enfermos desconocen el significado de sus representaciones obsesivas, pues estas estn
desfiguradas por la lucha DEFENSIVA PRIMARIA, y el pensar conciente ve en ella
simplemente un malentendido. Este malentendido se ve no slo en las ideas obsesivas
mismas, sino tambin en los productos de la lucha DEFENSIVA SECUNDARIA, como por
ejemplo en las frmulas protectoras (la distincin entre defensas primarias y secundarias es la
misma que aparece en 1896: "Nuevas puntualizaciones...").
A. Algunos caracteres generales de las formaciones obsesivas (1924)

No todas las ideas obsesivas de P eran de tan compleja edificacin como la de


la representacin de las ratas. Tambin hay desfiguraciones por omisin, las
llamadas ELIPSIS, donde se omite un razonamiento intermedio.

Por ejemplo, cuando el paciente dice "si yo me caso con la dama, a mi padre le
suceder una desgracia", ello debe traducirse como "si me caso con la dama y
mi padre viviera para saberlo, se enojara tanto que yo volvera mi ira contra l y
lo matara".
B. Algunas particularidades psquicas de los enfermos obsesivos;
su relacin con la realidad, la supersticin y la muerte
Trata Freud aqu algunos caracteres tpicos de los enfermos obsesivos: la
supersticin, la incertidumbre o duda, la omnipotencia, y la actitud frente a la
muerte.

1) Supersticin: El paciente P oscilaba entre dos opiniones: cuando surga una


obsesin, ridiculizaba su credulidad supersticiosa en ella, pero cuando no
poda explicar una compulsin vivenciaba las ms raras contingencias que
justificaban su crdula conviccin. Entonces, no era y era supersticioso al
mismo tiempo, aunque su cultura le impeda creer en vulgaridades como el
nmero 13, etc, aunque crea en sueos profticos o signos premonitorios
que, a modo de 'milagros', le permitan anticipar situaciones que luego
efectivamente ocurran, slo que por obra y gracia de trampas mentales.

La supersticin es explicable en la neurosis obsesiva: aqu la represin no ocurre


por amnesia sino por desconexin de nexos causales por sustraccin de
afecto. Tales vnculos reprimidos son proyectados en el mundo exterior,
adjudicndoles as una virtud admonitoria.
B. Algunas particularidades psquicas de los enfermos
obsesivos; su relacin con la realidad, la supersticin y la
muerte

2) Incertidumbre o duda: Es otra necesidad del enfermo obsesivo, emparentada con la


anterior. La duda le sirve a todo neurtico para sacarlo de la realidad y aislarlo del mundo:
por ejemplo, P era hbil para evitar cualquier informacin que lo obligase a convencerse de
algo, con lo que poda seguir en la duda. Los temas elegidos suelen ser los que son dudosos
para todo el mundo, como la filiacin paterna, la duracin de la vida, qu pasa luego de la
muerte, etc., cosa que usa cada enfermo para la formacin de su sntoma.

3) Omnipotencia: los pacientes obsesivos sobreestiman el poder de sus pensamientos y


sentimientos, de sus buenos y malos deseos, en la creencia que realmente ejercern
efectos. Esto proviene de la antigua mana infantil de grandeza. Por ejemplo, P relata que
dese que a un profesor de diera un ataque de apopleja, cosa que ocurri despus. En otra
ocasin, fue rechazado por una seorita y ms tarde sta 'como castigo' se tir por la
ventana, hacindose entonces reproches por ello. De estas formas se convenci de la
omnipotencia de sus sentimientos de amor y odio.
Estos enfermos sobreestiman el efecto de sus sentimientos hostiles sobre el exterior porque
gran parte del su efecto psquico interior escapa a su conocimiento conciente. Su amor, o
mejor su odio, son realmente hiperpotentes pues crean, justamente, aquellas ideas
obsesivas cuyo origen no comprende y de las que se defiende sin xito.
B. Algunas particularidades psquicas de los enfermos obsesivos; su
relacin con la realidad, la supersticin y la muerte

3) Omnipotencia: los pacientes obsesivos sobreestiman el poder de sus


pensamientos y sentimientos, de sus buenos y malos deseos, en la creencia que
realmente ejercern efectos. Esto proviene de la antigua mana infantil de
grandeza. Por ejemplo, P relata que dese que a un profesor de diera un ataque de
apopleja, cosa que ocurri despus. En otra ocasin, fue rechazado por una
seorita y ms tarde sta 'como castigo' se tir por la ventana, hacindose
entonces reproches por ello. De estas formas se convenci de la omnipotencia de
sus sentimientos de amor y odio.

Estos enfermos sobreestiman el efecto de sus sentimientos hostiles sobre el


exterior porque gran parte del su efecto psquico interior escapa a su conocimiento
conciente. Su amor, o mejor su odio, son realmente hiperpotentes pues crean,
justamente, aquellas ideas obsesivas cuyo origen no comprende y de las que se
defiende sin xito.
B. Algunas particularidades psquicas de los enfermos obsesivos; su
relacin con la realidad, la supersticin y la muerte

4) Actitud ante la muerte: Los temas de la muerte, el ms all, la posibilidad de la


muerte de otros, habitualmente seres queridos, y la duracin de la vida estn
siempre presente en el neurtico obsesivo, y todo ello influye sobre sus
pensamientos y fantasas.

Necesitan de la posibilidad de muerte para solucionar los conflictos que dejan sin
resolver, ya que siempre posponen decisiones.
C. La vida pulsional y la fuente de la compulsin y la duda

Para conocer las fuerzas psquicas que edifican la neurosis de P, debemos


remontarnos a las ocasiones de su enfermedad en la madurez y en la infancia.

En la madurez: cuando se vio tentado de casarse con una muchacha a la que


no amaba, evitando decidir sobre ello y posponiendo para ello todas sus
actividades.

En la infancia: la oscilacin entre la amada y la otra puede reducirse a la


eleccin conflictiva entre el padre y el objeto sexual acontecida, segn los
recuerdos y ocurrencias obsesivas, en la primera infancia.
C. La vida pulsional y la fuente de la compulsin y la duda

La relacin de P con el padre era ambivalente, lo mismo que la relacin con su


amada. P no tena conciencia concretamente de su hostilidad hacia el padre:
en esta represin del odio infantil hacia el padre encontramos la raz del
desarrollo ulterior de la neurosis.

Ambos conflictos de sentimientos estn anudados: el odio contra la amada se


sum a la fidelidad al padre, y a la inversa.

Sin embargo, ambas corrientes conflictivas (oposicin padre-amada, y, por otro


lado, amor-odio dentro de cada una de ellas) no tienen entre s nada que ver ni
por su contenido ni por su gnesis.

El conflicto padre-amada es reducible al conflicto de eleccin amorosa entre


hombre o mujer, lo que encuentra su solucin an valorizando un sexo a
expensas de desvalorizar al otro.
C. La vida pulsional y la fuente de la compulsin y la duda

En cambio el conflicto amor-odio nos resulta extrao, porque si bien


normalmente se resuelve triunfando uno de los dos, en el caso de P vemos que
persiste sin resolver: el amor y el odio se mantienen con igual intensidad por
mucho tiempo.

El amor no pudo extinguir el odio, sino enviarlo a lo inconciente donde, libre de la


censura, pudo conservarse y an crecer. As, el amor conciente crece para
mantener reprimido el odio. Esta divisin ocurrida en la infancia temprana con
represin de una de las partes -por lo comn el odio- sera la condicin para esta
sorprendente constelacin de la vida amorosa.

Las conductas descriptas de amor y odio son tpicas de la neurosis obsesiva,


aunque ese odio sofocado por el amor es tambin importante en la histeria y la
paranoia, por lo que el problema de la 'eleccin de neurosis' no pasa por all.
C. La vida pulsional y la fuente de la compulsin y la duda

Freud arriesga una hiptesis: en los casos de odio inconciente, el


componente sdico del amor tuvo un desarrollo intenso que produjo una
sofocacin prematura y radical, lo que explica la ternura conciente
intensificada como reaccin por un lado, y por otro el sadismo inconciente
que sigue produciendo efectos como odio.

Ambas tendencias son intensas y opuestas y el neurtico obsesivo,


mediante el uso del desplazamiento, hace que su incapacidad para decidir
vaya extendindose cada vez ms a toda su vida.
C. La vida pulsional y la fuente de la compulsin y la duda

Expliquemos ahora el porqu de la duda y la compulsin.

La DUDA corresponde a la percepcin interna de la indecisin en sus actos


deliberados, como consecuencia de la inhibicin del amor por el odio. Es una
duda en cuanto al amor que se ha desplazado a todo lo dems, an a lo nfimo
e indiferente.

Es la misma duda que lleva a la incertidumbre sobre las MEDIDAS


PROTECTORAS y su repeticin continuada para desterrarla (para el enfermo la
medida protectora nunca es eficaz y siempre debe repetirla), y que torna a tales
medidas protectoras tan incumplibles como la original decisin de amor.
C. La vida pulsional y la fuente de la compulsin y la duda

La COMPULSION es un intento por compensar la duda y rectificar la insoportable


inhibicin en ella implicada. Si por fin se logr, desplazamiento mediante, resolver
algn designio inhibido, es fuerza que este se ejecute, aunque no sea el original.

Se exterioriza as en MANDAMIENTOS y PROHIBICIONES ya que es ora el


impulso tierno, ora el hostil el que busca ese camino para la descarga. Si el
mandamiento obsesivo no se cumple la tensin es insoportable y se percibe
como angustia.

Pero el camino mismo hacia la accin sustitutiva desplazada a algo nfimo es


disputado con tanto ardor que, casi siempre, aquella accin slo puede
imponerse como una MEDIDA PROTECTORA en estrecho empalme con un
impulso sobre el que recae la DEFENSA.
C. La vida pulsional y la fuente de la compulsin y la duda
Se dan tambin dos REGRESIONES: del actuar al pensar, y del amor objetal al
autoerotismo.

Respecto de la primera, el pensar sustituye a la accin y, en vez de una accin


sustitutiva, se impone compulsivamente algn estadio que corresponde al
pensamiento previo a la accin. Segn la intensidad de la regresin, podr
prevalecer el pensar obsesivo (REPRESENTACION OBSESIVA) o el acto
obsesivo.

La primera regresin es tambin promovida por la temprana emergencia de las


pulsiones sexuales de ver y saber: cuanto ms prevalezca la pulsin de saber, el
CAVILAR ms se convertir en el sntoma principal de la neurosis: el sujeto
obtiene ahora placer en el mismo acto de cavilar, ms que en el contenido del
pensamiento.

Las acciones obsesivas resultan de una formacin de compromiso entre dos


impulsos que se combaten mutuamente. Se asemejan as a las acciones
sexuales autoerticas, llegndose as a actos de amor pero, mediante una nueva
regresin, no son dirigidos al otro objeto de amor y odio sino a acciones
autoerticas como las infantiles.
C. La vida pulsional y la fuente de la compulsin y la duda
Una palabra respecto a lo COMPULSIVO. Compulsivos se vuelven aquellos
actos de pensar que, a consecuencia de la inhibicin de los opuestos en el
extremo motor de los sistemas del pensar, se realizan con un gasto energtico
normalmente destinado a realizar la accin. O sea, el pensar reemplaza
regresivamente a esta ltima.

Pero el pensamiento obsesivo debe ser asegurado contra los empeos


disolventes del pensar conciente, proteccin que se logra mediante la
DESFIGURACION experimentado por el pensamiento obsesivo antes de
devenir conciente. Sin embargo hay otro medio, el AISLAMIENTO, mediante el
cual se interpola un intervalo entre la situacin patgena y la idea obsesiva
subsiguiente, lo cual despista la investigacin causal del pensar conciente.

Adems, el contenido de la idea obsesiva es desasido, por GENERALIZACION,


de sus referencias especiales.

Cabe tambin incluir en la gnesis de la neurosis, a juzgar por ciertos


comportamientos de P, un placer de OLER sepultado desde la infancia, y muy
relacionado con la pulsin sexual.
C. La vida pulsional y la fuente de la compulsin y la duda

En suma: lo que distingue a la neurosis obsesiva de la HISTERIA no


debe buscarse en la vida pulsional sino en las constelaciones
psicolgicas descriptas.

Nuestro paciente P estaba fragmentado en tres personalidades: una


inconciente y dos preconcientes, entre las cuales oscilaba su
conciencia.

Por ejemplo P tena una faceta reflexiva y jovial, y otra asctica y


supersticiosa, ambas preconcientes. El inconciente por su lado
abarca las mociones apasionadas y malas tempranamente
sofocadas.

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