1) Los diferentes sabores (dulce, umami, amargo, ácido y salado) son detectados por diferentes familias de receptores gustativos asociados a proteínas G. 2) El sabor dulce y umami comparten el receptor T1R3 y provocan aceptación, mientras que el sabor amargo previene la ingestión de sustancias tóxicas. 3) Aunque el receptor del sabor salado aún no se conoce completamente, se cree que involucra canales iónicos sensibles a la amilorida.
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1) Los diferentes sabores (dulce, umami, amargo, ácido y salado) son detectados por diferentes familias de receptores gustativos asociados a proteínas G. 2) El sabor dulce y umami comparten el receptor T1R3 y provocan aceptación, mientras que el sabor amargo previene la ingestión de sustancias tóxicas. 3) Aunque el receptor del sabor salado aún no se conoce completamente, se cree que involucra canales iónicos sensibles a la amilorida.
1) Los diferentes sabores (dulce, umami, amargo, ácido y salado) son detectados por diferentes familias de receptores gustativos asociados a proteínas G. 2) El sabor dulce y umami comparten el receptor T1R3 y provocan aceptación, mientras que el sabor amargo previene la ingestión de sustancias tóxicas. 3) Aunque el receptor del sabor salado aún no se conoce completamente, se cree que involucra canales iónicos sensibles a la amilorida.
1) Los diferentes sabores (dulce, umami, amargo, ácido y salado) son detectados por diferentes familias de receptores gustativos asociados a proteínas G. 2) El sabor dulce y umami comparten el receptor T1R3 y provocan aceptación, mientras que el sabor amargo previene la ingestión de sustancias tóxicas. 3) Aunque el receptor del sabor salado aún no se conoce completamente, se cree que involucra canales iónicos sensibles a la amilorida.
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Gusto dulce: Los animales intrínsecamente captan las sustancias dulces como
una de las más básicas y fundamentales fuentes de energía para su metabolismo,
además de provocar aceptación, placer y agrado al ingerirlas (Chandrashekar et al., 2006; Ishimaru). Las sustancias dulces son reconocidas por receptores proteicos acoplados a proteína G de la familia T1R. Estos receptores son heterómeros que pueden ser del tipo T1R2 y T1R3. En algunas células receptoras gustativas para el dulce el receptor T1R3 se presenta solo y en otras asociado con T1R2 (T1R2+T1R3). Estudios de expresión funcional en células heterólogas, han demostrado que cuando el receptor T1R3 se encuentra solo, responde a algunos compuestos dulces, mientras que el T1R2+T1R3 responde a todos, incluyendo azúcares como la sucrosa (estímulo prototipo), endulzantes artificiales como la sacarina, aminoácidos como glicina, péptidos y proteínas como el L-aspartil-L-fenilalanina (aspartame) y la taumantina respectivamente (Roper, 2006, 2007; Nelson et al., 2001; Li et al., 2002). Ésta diferencia está dada porque al estar asociados, existe mayor variabilidad de los dominios transmembrana en el complejo de reconocimiento del receptor (Jiang et al., 2005; Xu et al., 2004). Gusto Umami: En los seres humanos existen solo dos aminoácidos que provocan la sensación gustativa de umami: el glutamato monosodico y el aspartato. Las células capaces de percibirlos expresan receptores T1R1 siempre asociados con T1R3 (T1R1+T1R3), encontrándose acoplados a proteína G, siendo catalogados como receptores para L-aminoácidos (Nelson et al., 2002). Esto ha sido demostrado usando ratones knock-out para T1R1 y T1R3, los cuales no tienen la capacidad de responder a estas sustancias (Zhao et al., 2003; Damak et al., 2003). Es importante mencionar que tanto el gusto dulce como el umami poseen la característica de agrado y aceptación al ser ingeridas, esto es explicado por el único receptor que tienen en común, el T1R3, que brinda el carácter atractivo a estos alimentos (Chandrashekar et al., 2006; Zhao et al.). Gusto Amargo: En contraste con el gusto dulce y umami, el gusto amargo es una señal que previene a los animales contra la ingestión de sustancias tóxicas. Los compuestos amargos son detectados por otra familia de receptores gustativos asociados a proteína G, la familia T2R, la cual presenta 25 tipos diferentes en humanos (Adler et al., 2000; Mueller et al., 2005; Chandrashekar et al., 2000). Estas diferencias están dadas porque la secuencia para identificar los T2R varía aproximadamente entre un 30 y un 70 %, lo que sugiere una gran diversidad de T2R, permitiendo responder a una gran variedad de compuestos amargos (Ishimaru), pero no necesariamente distinguir entre ellos (Chandrashekar et al., 2006), es por esto que se ha confirmado en ratones que las células que expresan T2R operan como sensores universales de amargo (Mueller et al.). Las familias de receptores T1R y T2R, luego de activarse, desencadenan una serie de procesos de transducción, entre los cuales esta la activación de la proteína Ga-gustducina, PLC-b2 (fosfolipasa C-b2), IP3R3 (receptor de inositol trifosfato tipo 3), liberación de Calcio y estimulación del receptor TRPM5 (transient receptor potencial channel M5), el cual se coexpresa en las células tipo II, para posteriormente liberar ATP (Perez et al., 2002; Clapp et al., 2001; Miyoshi et al., 2001; Ishimaru & Matsunami, 2009). TRPM5 es un receptor fuertemente dependiente de la temperatura, principalmente en un rango entre los 15 y los 35ºC, teniendo un efecto importante en la detección y percepción del gusto (Talavera et al., 2005). Gusto Ácido.: Los alimentos descompuestos a menudo expresan gusto agrio, lo cual nos protege contra la FUENTES, A.; FRESNO, M. J.; SANTANDER, H.; VALENZUELA, S.; GUTIÉRREZ, M. F. & MIRALLES, R. Sensopercepción gustativa: una revisión. Int. J. Odontostomat., 4(2):161-168, 2010. 164 ingestión de estos alimentos. El receptor candidato encargado de esta detección es el PKD2L1 (polycystic kidney disease 2-like 1) y/o PKD1L3 (polycystic kidney disease 1-like 3), los cuales se expresan únicamente en las células tipo III (Ishimaru & Matsunami). Otros receptores también han sido propuestos como ASIC (acid sensing ion channel) (Ugawa et al., 1998), HCN (hyperpolarization-activated cyclic nucleotide-gated) (Stevens et al., 2001) y K2P (acid-sensitive two pore domain potassium) (Richter et al., 2004). El proceso mediante el cual se produce la liberación de serotonina como neurotransmisor es aun desconocido (Ishimaru & Matsunami). El receptor PKD2L1 pertenece a la familia de receptores TRP y se encuentran no solo en las células gustativas, sino también en células cerebrales, siendo más bien un receptor de pH o sensor de protones en el líquido cerebroespinal y ventricular (Huang et al., 2007). Gusto Salado: El gusto salado juega un importante rol en la regulación iónica y de la homeostasis. Ésta modalidad gustativa es la que presenta mayores interrogantes en cuanto a su receptor y modo de transducción a nivel celular. Si bien el receptor todavía es desconocido, se ha detectado que al administrar amilorida (un diurético retenedor de potasio), se bloquean canales de sodio, disminuyendo la percepción de dicho sabor, diciéndose entonces que son receptores de sodio sensibles a la amilorida (Purves et al.; Kretz et al., 1999). Sin embargo, estudios recientes han propuesto una familia de receptores de salado que son insensibles a la amilorida llamado receptor TRPV1t (transient receptor potencial vanilloid 1t) (Lyall et al., 2004; Treesukosol et al., 2007), una variante del TRPV1. Al igual que para el gusto ácido, el proceso de transducción de la señal aún no se conoce. https://scielo.conicyt.cl/pdf/ijodontos/v4n2/art10.pdf
En la lengua los botones gustativos se agrupan formando papilas de distintos
tipos: filiformes, fungiformes, foliadas y caliciformes. Las papilas caliciformes son las de mayor tamaño y las más especializadas, se localizan en la parte posterior de la lengua, formando la V lingual, en un número variable de 7 a 12. El número de botones gustativos depende de la edad presentando alrededor de 270 en el recién nacido y descendiendo aproximadamente al centenar en individuos mayores de 75 años. Dichos botones se localizan en las criptas o surcos que forman las papilas, principalmente en su cara interna. Las papilas foliadas se organizan en pliegues paralelos dispuestos verticalmente en los bordes laterales de la lengua, por delante del pilar amigdalino anterior. También varían con la edad siendo rudimentarias en el adulto mientras en el recién nacido y en el niño son evidentes. Las papilas fungiformes se distribuyen fundamentalmente en la punta y los bordes laterales de la lengua. Constan de 3 a12 botones gustativos que se abren en la cima de dichas papilas. Las papilas filiformes son formaciones cónicas que cubren aproximadamente los dos tercios anteriores del dorso de la lengua y generalmente no contienen botones gustativos.
El sabor salado se debe a sales inoizadas. Aunque los aniones también
contribuyen, los principales responsables del sabor salado son los cationes de dichas sales. Los principales canales implicados son los canales de sodio (Na+ ) no voltaje dependiente. También existen canales catiónicos inespecíficos que puede atravesar el sodio. La mayor concentración extracelular de sodio permitiría la entrada del mismo a través de estos canales provocando así la despolarización de la membrana celular. Se ha demostrado que la aplicación de amiloride (bloqueante de los canales de sodio) en la superficie lingual disminuye la actividad nerviosa registrada ante la aplicación de un estímulo salado. El sabor agrio está producido por ácidos. La intensidad de la sensación gustativa depende de la concentración de hidrogeniones (H+ ). Cuanto más fuerte sea el ácido mayor es la sensación. Los canales responsables de esta respuesta son canales de potasio voltaje dependientes. El estímulo que producen los hidrogeniones bloquea estos canales con la consiguiente despolarización celular por acúmulo de cargas positivas en su interior. El sabor dulce está producido en la mayoría de las ocasiones por compuestos orgánicos: azúcares, glicoles, alcoholes, aminas, ésteres y aldehídos entre otros. La transducción de estas señales está mediada por receptores-canales ligados a proteínas G y a la vía del AMPc (adenosín monofosfato cíclico) que tendrá como resultado final la modificación del grado de apertura de canales de potasio con la consiguiente acumulación de cargas positivas intracelulares y la despolarización de la membrana. Otra vía de transducción es la del IP3 (inositol trifosfato) que mediante la movilización de los depósitos intracelulares de calcio induce la liberación del neurotransmisor en la hendidura sináptica con el consiguiente potencial de acción. El IP3, mediante la producción de DAG (diacilglicerol) también puede modificar los canales de potasio. El sabor amargo, al igual que el dulce, está producido casi en su totalidad por sustancias orgánicas en vez de agentes químicos. Se piensa que son dos los tipos de sustancias que producen fundamentalmente este sabor, los alcaloides y las sustancias orgánicas de cadena larga que contienen nitrógeno. Se piensa que los receptores implicados en la traducción del estímulo son similares a los del sabor dulce, aunque también se ha sugerido que en la percepción del sabor amargo pueden intervenir canales iónicos y protónicos. El conocimiento acerca de los mecanismos de producción de los sabores dulce y amargo aun no está muy desarrollado pero se sabe que una sustancia puede cambiar su sabor de dulce a salado con pequeños cambios en la estructura química.